¿Por qué debes ser la dominante, Ino?

¿Por qué debes ser la dominante, Ino?

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[N/A]

¡Hola, gente amistosa que me ama! x’D (???) OK, no. Pero sí me quieren. Aquí dejo un one-shot InoSaku que se me ocurrió hace poco. Pronto un TemaSaku o algo así… No es NADA raro verme escribir InoSaku, por eso nadie me verá extraña. :3 En fin, esto se me ocurrió cuando mi amiga me regañó por golpear a un chico que me jodía. xDDD Entonces, como ella es más “dominante” que yo, no pude hacer nada. Ya verán porqué digo esto.

Autor: KaoriSama/Tsubaki/asdf
Título: ¿Por qué debes ser la dominante, Ino?
Pareja: Ino x Sakura (LLLLLLLL
Género: Romance/General.
Clasificación: T
Tipo: One-shot.
Palabras: (Contando el título) 1205.
Advertencias: Yuri, Universo Alterno, quizá OoC pero es perdonable en estos géneros; Pedofilia. (? Y creo que limme. e___e
Sumario: <<Sakura Haruno era una chica que siempre se metía en líos escolares a causa de su carácter. Pero para suerte, siempre estaba Ino para halarle la soga>>

Dedicatoria: Kuroi Sakura, Anneliese Florencia, LobAnime, Ciayanara y Phoenix.

Sin más, espero que les guste. :3

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[FONT=&quot]¿Por qué debes ser la dominante, Ino?[/FONT]​

Ingresó molesta al apartamento, tirando la bolsa en el mullido sillón negro, como de oficina. Se sentó con desgana en el mismo justo al lado de donde había dejado descender el morral escolar. Cruzó los brazos exigentemente, nada característico en ella, pues no era de las rebeldes, excepto en varios casos.

Justo detrás de la actual llegada, entró una albina de orbes celestiales, claros como dos espejuelos. Bufó con rabia al divisar que la mata de hebras rosáceas se encontraba algo “serena” en aquel asiento de gran longitud, no por su presencia, sino por el hecho de lo que había pasado en la escuela.

Al igual que la anterior, dejó su morral en el mueble, parándose enfrente a la de cuencas rellenadas con dos esmeraldas. Entrelazó sus brazos, regañando con la mirada y haciendo un molesto sonido con su pie derecho: era otra evidencia de reproche.

Esperó respuesta por parte de la actualmente rebelde, pero ella no dijo nada. Simplemente se quedó atacando con su mirada verde a la de ojos sin pupila. Nuevamente bufó, mezclando el sonido con un suspiro.

—Eres un caso, Haruno —espetó con cansancio. Su vista era arropada por sus párpados y sus extremidades superiores aún se encontraban en aquella posición ya descrita.

La mencionada en el diálogo viró su rostro rápidamente a un lado, aparentando indiferencia. Por su parte, la rubia chasqueó la lengua, dirigiéndose a la cocina.
Haruno no se tomó la molestia de seguirle; le habló desde la sala.

—¡No fue mi culpa! ¡Sai empezó diciéndome “fea”! —exclamó, tratando de que fuera lo más audible posible, lo cual resultó. La excusa barata llegó a los oídos Yamanaka, quien no hizo caso.
Se levantó del sofá, encaminándose al baño para retirarse las prendas escolares.

Se sintió incomprendida. Ella aún era adolescente. Se suponía que, por cierta naturaleza sería desobediente o… que su ira le ganaría.

Retiró la camisa blanca de botones y su falda extremadamente corta, negra con tachones remarcados; quedó simplemente con su sostén rosa pastel junto a sus pequeños pantalones de la misma tonalidad.
La prenda anteriormente mencionada se debía a la gran protección que tenía Sakura con su cuerpo… y de su novia.

Se miró en el espejo, distinguiendo esas lindas hebras de un llamativo rosa que llegaban hasta su cuello, muy femenino, muy aniñado e infantil… Pero ¿qué podía hacer? Era raro, pero estaba en su naturaleza.

Agarró un arma mujeril, empezando a cepillar con delicadeza aquella capa cabelluda, suavizando los pocos hilos arrugados.
Recordó el por qué de aquellos desorganizados y se irritó; dejó el cepillo en el tocador extenso del cuarto de ducha.

Caminó hasta su habitación, colocándose un jean (*) azul claro, algo desgastado pero decente; una blusa blanca parecida a esas de las que usan en los gimnasios, sin mangas ya que el día estaba muy caluroso.

Se sentó en la mesa de la cocina a esperar un buen regaño por parte de su superiora. De cierta manera, era divertido verla enojada, ya que ella ya era una mujer de diecinueve años.
Sakura sólo tenía diecisiete, lo cual la ponía en desventaja.

Dos años de diferencia…

Ino, después de preparar dos sándwiches se acercó a la mesa, dejándolos mientras miraba a la fémina justo a los ojos; se sentó. Frunció levemente el ceño.

—Sakura, es la cuarta vez en este año —pudo articular, recostándose del respaldo de la silla. La Haruno aún ingería el emparedado cuando la chica dijo aquello, por lo que no hizo mucho caso—. ¿Me estás escuchando?

La chica giró en su silla para quedar en la dirección opuesta de la parlante. Esto provocó que la de orbes claros se inmutara de manera molesta. Empuñó su mano sobre la pieza de madera; se levantó con brusquedad golpeando la mesa con las palmas.

<<Me pregunto por qué quiere molestarme tanto con eso… ¡Ya pasó!>>, pensó dirigiéndole una mirada desconformada a su pareja, quien la amenazaba con la vista. <<Se parece a mi mamá cuando me mira así>>, la chica rió divertida lo más callada posible.

—¿Por qué aceptaste venir a vivir conmigo si sabías que serías así de rebelde? —cuestionó con voz susurrante, entristecida la Yamanaka.

Aquello hizo que una punzada diera directo al pecho de la de hebras rosas, quien con dificultad tragó el trozo de emparedado aún en su abertura bucal.
La miró cuestionando con la mirada. Era la primera vez que Ino se veía así de nostálgica; pero se mostró indiferente aunque se sintiera mal haciendo aquello a su mejor amiga, a su novia…

—¡No soy rebelde! ¡Es que todos me culpan por lo que pasó! —se defendió de manera brusca, característico en ella—. Además, Sai fue quien me dijo fea en primer lugar. ¡Se merecía un golpe!

Aquello incitó que la albina se molestara en sobremanera. Ya estaba harta de que su chica se creyera tachi (*) cuando ni siquiera tenían la misma edad. Yamanaka tenía más edad, más carácter… ¡Era obvio que era dominante! Pero Sakura al parecer no había evaluado aquello.

La citada se levantó del asiento donde anteriormente ingería su merienda para orientarse a su habitación de reposo. Sin importarle mucho, cruzó al lado de la mujer con aparente indiferencia; pero esto no se llevó a cabo como tenía en sus planes.

Ino tomó a la fémina por el brazo, obligándola a girarse para así, hacer que sus labios se unieran con fiereza.
Por obviedad la mujer demostraría que era más potente que la rebelde. Quizá era una manera de mostrarle las reglas a la actual neko (*).

Frotaba las masas bucales con rapidez y dominio propio. La de ojos esmeralda forcejeaba levemente tratando de obtener su libertad, pero era inútil. La mujer rubia tenía más fuerza, más pasión que ella; por lo que tuvo que desistir a seguir luchando.

Empujando inconcientemente a la fémina, la pegó de la pared. Por el ligero golpe, su boca se abrió dejando paso a la lengua de la Yamanaka. Ésta última hizo lo que más le parecía: completar un beso francés.

Pasaron los segundos prolongados… La pasión y los roces se lograron hacer más fieros, sobretodo en la pobre Haruno, quien permanecía sólo sumisa.
Las manos eran tan irrespetuosas… Eran las más perfectamente imperfectas maestras en caricias.

¡Malditas hormonas! Sakura ya se notaba extasiada. Pero no pudieron hacer eso más que un beso, ya que el aire faltaba; además no había suficiente energía en esos instantes.

Se separaron lentamente. La de diecisiete años de edad separó sus párpados, dejando ver las esmeraldas, de manera desmesurada. Respiraba agitada, mucho más que su novia, quien parecía poco inmutada.

Vio como tenía un poco de plasma rojizo en sus labios rosados y pálidos. Sinceramente, Ino se había pasado de contenta con aquellos bruscos frotes.

—¿Ya aprendiste tu lección, Sakura? —comentó divertida, acariciando su cuero cabelludo la más madura de la escena.

No pudo hacer resistencia. Debía aceptarlo; asimismo, sintió que la rebeldía se le había ido toda junto a aquel reprendedor beso.

Suspiró.

—Sí, la aprendí… —aceptó con una sonrisa desafiante la fémina. <<¿Por qué debes ser la dominante, Ino?>>, pensó desafortunada.

Y desde ese día, Sakura Haruno nunca más, pero nunca más volvió a actuar con suma rebeldía.

Fin​

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[N/A]

¡Ta-ran! –w-U ¿Qué les pareció? O.O Espero que bueno. A mí sí me gustó. :’P Pero me pareció que fui muy simple. En fin, dejen sus comentarios. Sugerencias, aquí; trolls, por MP; golpes, en mi casa. :3

¡Matta ne!

1 (*): Jeans son unos pantalones azules (en general) o negros. Pero creo que todos sabemos eso. Sólo quería aclarar.

2 (*): Tachi es una palabra utilizada para referirse a la chica dominante en una relación lésbica, es decir, la más activa o de fuerte carácter.

3 (*): Neko es lo opuesto a tachi. Es la más tranquila en una relación lésbica; la pasiva y tierna o indefensa ante la tachi.

PD: Ya sé que hay OoC. e__e No me lo digan.
PD2: It’s all about us, all about us… :musica: (???
PD3: ¡Me quedó muy largo! ;_______;

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