Bueno, hola lectores. Es la primera vez que muestro una historia mia. Espero que dejen su opinión constructiva :D Gracias por leer! Explicaciones; Este primer capitulo es como la "historia antes de la historia". Las brujas (al cabo de un año de cuidar a un demonio), reciben una varita y un brazalete, que las identifican como bruja y guardiana (respectivamente). Capitulo 1Muchas veces, los sentimientos del corazón se interponen en las decisiones de uno mismo.Aquí está la historia de una bruja que se enamoró del demonio al cual debía proteger y cuidar, y eso los llevó a ambos a la muerte...La mañana en la que esta historia comenzó, fue una en la que Ria, una bruja poderosa, pero muy amable y cariñosa, fue en busca del demonio al que le habían asignado hace un año. La muchacha de no más de 17 años de edad, caminaba por las calles adoquinadas del mercado mágico, observando los puestos de escobas, polvos mágicos, joyas adivinadoras, y muchas cosas mas.Aquella chica de sonrisa brillante, ojos radiantes de felicidad y cabellera sedosa, era la hija de un ángel y una bruja, por lo que sus poderes eran distintos a las otras brujas. Su padre, un miembro del Consejo Mágico, aceptó a su hija bajo su cuidado luego de que su madre muriera tras el parto. Hace un año, Ria estaba a la espera de su asignación...Sus manos, inquietas, golpeteaban sus piernas haciendo un ruidito que resonaba en todo el pasillo. El tiempo parecía pasar lento. El lugar desolado solo le añadía tensión al momento. Sus rizos azabache cubrían sus mejillas, y con la cabeza gacha, no se distinguían sus ojos.Una luz la iluminó. La puerta frente a ella dejaba ver dos siluetas. Una era de su padre, cubierto por una túnica blanca, y la otra era de un chico de su edad, sino era un año mayor, de cabello negro y ojos grises. A Ria se le cortaba la respiración por los nervios, mientras el chico la miraba con cierto desdén. Suspiró.-Ria...-La voz grave del hombre resonó en sus oídos.-Él es Ever, un demonio de nivel 100. Es tu obligación cuidar de él.-La voz del ángel daba lugar al pensamiento de que la asignación era mas bien un castigo.Ria salió del Consejo, aún agitada. Ever tenía los brazos escondidos en una túnica oscura, y no había abierto la boca. Se limitaba a mirar el suelo. Ria lanzó un bufido. -Bien, nos vemos luego, niña.-Dijo Ever, girando sobre sus talones, y dando un paso en la dirección contraria.-¡O-Oye, aguarda!-Saltó Ria. Al ver al chico a los ojos, ella se estremeció y soltó su hombro, que había agarrado repentinamente.-Deberíamos conocernos un poco mejor, ¿No crees?-Intentó sonreír.-Haz lo que quieras...-Se encogió de hombros, y se fue. -¡Espera!-Ria corrió detrás de él. Así pasó el tiempo. Él ignorándola a ella, sin hacer nada. Ninguna travesura, nunca replicó nada, la cabeza gacha y sin hablarle a nadie, por el miedo de ser rechazado. Una tarde de otoño, Ria se encontraba en su choza, leyendo frente al fuego danzante de la chimenea de piedra, cuando escuchó una especie de explosión. Al salir de la choza, una cortina de humo la recibió. -¡Eveeer!-Gritó, ya sabiendo quién sería el causante.-¡Ever!-Repitió. Al salir de la cortina de humo, se encontró detrás de Ever, quien observaba con rabia a una persona frente a él. Era un muchacho de la misma edad que él, sonriendo retorcidamente.-¡Ev!-.-¡Aléjate!-Gritó él, embistiendo a Ria para que no recibiera un ataque de aquel demonio.-¡Aaahh!-Al tocar suelo, Ria abrió los ojos, y cayó en la cuenta de que Ever estaba sobre ella.-¿Estás bien, Ria?-Preguntó. Era extraño ver a Ever preocupado, en especial por ella. -Sí.-Respondió, poniéndose de pie.-¡Oye tu, ¿Quién te crees que eres?!-.-Soy Thomas.-Rió el muchacho.-¡Y no creas que tu guardianita te salvará todo el tiempo!.-Se dirigió a Ever.-¡Esto recién comienza!-Y, convirtiéndose en una parvada de cuervos, aquel ser llamado Thomas desapareció. -¿Qué crees que hacías, Ever?-Preguntó Ria, golpeando en el hombro al pelinegro. -¡No te importa!-Gritó, mirando a los ojos a Ria.-¡Claro que me importa, imbécil!-Respondió furiosa Ria, poniéndose roja como un tomate. Quedó a escasos centímetros de él.-Claro que no...No le importo a nadie. Todos me tienen miedo, ¡Y tu también!-.-¡No! ¡No es cierto! ¡A mi me importas! ¡¡Y si crees que nadie te quiere, vive un día entero como yo, verás que nadie se me acerca!!-Confesó ella. Al darse cuenta de lo que había dicho, bajó la cabeza, e hizo su movimiento característico cuando estaba abrumada; Cubrió su rostro con su cabello. -Ria...-Fue lo único que pudo decir Ever.-¿Tienes una idea de lo que es ser hija de un ángel? ¡Todos piensan que hago lo que se me viene en gana, y me desprecian por lo que soy!-Su voz era temblorosa, y aún no levantaba la cabeza. Ever, con los ojos abiertos como platos, observaba a Ria, dudando si abrazarla o gritarle.-Somos...-Murmuró él.-Iguales...-Ria levantó la cabeza de repente, dejando ver las lágrimas que corrían presurosas por sus mejillas. Él la abrazó, antes de que ella reaccionara. Ria sintió el calor del cuerpo de Ever contra el suyo, lo que la hizo ruborizarse.-Tu eres la única que se me acerca, y no me quiero quedar solo...-Dijo, poniendo una mano en la cabeza de Ria para que no se apartara. -Discúlpame...-Dijeron al unisono. Desde ése momento, ellos dos se hicieron mas unidos. Se encontraban todos los días para salir a pasear, divertirse, o se quedaban en la casa de Ria, en el jardín, aprendiendo nuevos poderes. Alguna que otra vez Ever peleaba, pero Ria estaba allí para tranquilizarlo.Pero no tenían idea de que Thomas se encontraba más cerca de lo que parecía, observando sus movimientos y leyendo sus pensamientos...Ever se sentía a gusto con Ria a su lado, contemplaba su sonrisa cuando algo salía mal, pues le daba gracia. El brillo en sus ojos cuando observaba las estrellas o cuando se ilusionaba con algo. Deseaba verla feliz para siempre, olvidar sus poderes y vivir felices.Ria vivía aquel mismo sentimiento; un hormigueo subía por sus pies hasta la cabeza cuando Ever le hacía un cumplido, y un sonroje encendía sus mejillas cuando él se ponía celoso porque ella charlaba con el chico del puesto de joyas. Nunca se había sentido así en su vida. Algo se había encendido en su interior, y lo había encendido Ever.Thomas usó eso en su beneficio. Así llegamos al presente. El día en el que se le otorgaría la varita y el brazalete a Ria había llegado. Ella se iba a encontrar con Ever detrás del Consejo. "Él" tenía algo que decirle.Thomas, convertido en una parvada de cuervos, llegó durante la noche anterior a la casa de Ria. Al convertirse en humano, sacó un papel de su túnica. Querida Ria: Todo lo que hemos pasado ah sido maravilloso. Quisiera decirte algo. Mañana, antes de la ceremonia, quiero verte detrás del Consejo. Te esperaré... Ever.Metió la carta por debajo de la puerta, y sin más, volvió a desaparecer en una parvada de cuervos. -¿Ever?-Llamó Ria, asomándose por detrás del muro del consejo, vestida con una capa oscura y un gran vestido rojo. -Te esperaba...-Escuchó una voz entre los árboles.-Ah, Ever...-Se volteó, pero en lugar de su amado, estaba Thomas. Antes de poder gritar, el demonio ya había tomado posesión de su cuerpo.Mientras tanto, Ever se encontraba en la entrada del Consejo, parado junto a la puerta, esperando a Ria. Pero no llegaba, y ya iba siendo hora de la ceremonia. Por fin, a lo lejos unto a un muro, venía Ria. Al estar frente a él, intentó abrazarla, pero Thomas lo apartó. -¿Qué sucede?-Preguntó él.-Que no te quiero cerca...-Dijo Thomas/Ria, moviendo su cabello hacia atrás mientras entraba al edificio, y dejaba a Ever con la duda de por qué ella, quien lo quería tanto, lo trató así. Le restó importancia y entró unos minutos después.Ya estaba listo. El escenario bañado en una bella luz dorada, que emanaban unas antorchas a los lados, y el salón decorado con bellas telas rojas con los símbolos de los demonios y las brujas. Thomas observaba con el cuerpo de Ria detrás del escenario, al público. Las luces bajaron, y el barullo se hizo puro silencio. Entre las primeras personas, estaba Ever.Aparecieron en el escenario, tres ángeles hombres y dos ángeles mujeres. -Gracias por asistir hoy a esta ceremonia. Hoy, las brujas guardianas recibirán una identificación de su raza.-El salón se inundó de aplausos. Cuando el padre de Ria alzó la mano, el ruido cesó. -Que pasen las guardianas...-Dijo. Una fila de 15 chicas salió de un lado del escenario. Era encabezada por Ria. Al verla, Ever aplaudió como si su vida le fuera en ello. La mesa con las varitas y los brazaletes estaba hecha de roble, y cubierta por tela roja con un camino blanco, en el medio del escenario. -Y ahora, invitamos a los demonios a subir para acompañar a sus brujas...-Dijo con una sonrisa una de las mujeres. Un silencio escalofriante recorrió el lugar. Quince chico se levantaron y subieron al escenario. Las varitas y los brazaletes comenzaron a desaparecer uno por uno, mientras eran entregados por los ángeles a los demonio, y estos se los daban a sus guardianas.Por fin, al final, llegó el turno de Ria. Ever estaba sonrojado y Thomas sonreía confiado con la sonrisa radiante de Ria. -Ria...-Dijo su padre. Thomas se acercó dando saltitos al padre de Ria.-Por haber aprendido a usar tus poderes para ayudar y proteger a éste demonio, se te entrega éste brazalete.-El ángel le dio el brazalete a Ever, y él se lo puso a Thomas. Él lo observó. Era un brazalete de plata hermoso, con una piedra cían en el centro, y detalles de flores. Le restó importancia.-Y por saber cuándo y para qué utilizarlos, se te otorga ésta varita. Recuerda que incrementará tus poderes notablemente.-Dijo. Cuando Ever le dio la varita a Thomas, en el rostro de Ria se mostró una sonrisa macabra. -Al fin...-Dijo, mostrando sus perfectos dientes blanquecinos. Extendió su brazo, sosteniendo la varita con la mano, en dirección a Ever. -Ria...¿Qué haces?-Preguntó él.-¿Hija?-Dijo el padre de Ria. -Ever...-Murmuró, mientras reía.-¡MUERE!-Un rayo azul eléctrico salió de la varita. Ever lo esquivó. La gente allí presente empezaba a salir del lugar, llenándolo de gritos de terror, mientras el escenario se prendía fuego. -¡Ria, ¿Te volviste loca?!-Gritó él, poniéndose de pie. -¡¡¿Aún no te das cuenta, demonio patético?!!-Gritó Thomas, emergiendo de las llamas.-¡Soy Thomas, y tu amada Ria ahora me obedece!-Gritó, mientras soltaba una sonora carcajada. Los ojos acaramelados de Ria ya no se veían, ahora sus ojos eran color azul cristalinos, y parecían pequeñas cuentas azules ya que se habían contraído. Tenía una expresión terrorífica. -Ja, no me sirve...-Se quitó el brazalete de plata y lo lanzó debajo de la mesa, cerca del fuego que se estaba expandiendo.-Házmelo fácil, y quédate quieto mientras te mato...-Sonrió. -¡Ria, no dejes que te posea! ¡Tu eres de quien tu quieras!-Hizo una pausa, como si reflexionara lo que iba a decir después.-¡Y sé que tu me quieres! ¡Por favor!-Gritó. Thomas lanzó otra carcajada.-¡Eres patético!-Ever, antes de recibir otro ataque, se hundió en el suelo de madera, en su lugar, una sombra oscura se movía en todas direcciones.-¡Quédate quieto!-Ordenó Thomas, lanzando hechizo tras hechizo. Por un momento, los ojos de Thomas se volvieron cafés, advirtiendo que Ria volvía en sí. Detuvo el ataque. -¡Alto!-Gritó ella.-¡No más!-Dijo. -¡No te metas, bruja de pacotilla!-Dijo la voz de Thomas. La mano de Ria se movía en la dirección de la sombra de Ever. Él salió del suelo, llegando hasta el brazalete. -¡Tómalo, Ever!-Dijo Ria. Ever se echó, y tomó en sus manos el brazalete.-¡Te protegerá!-.-¡¡NO!!-Gritó Thomas. -Fusionate conmigo...-Murmuró al brazalete Ever. Una luz plateada iluminó el lugar. La piel pálida de Ever se tornó brillante. En su pecho nació una pequeña esfera color cían. Él era ahora el Demonio de Plata. -¡Atraviesame!-Dijo Ria, mientras volvía a lanzar hechizo tras hechizo. La idea le heló la sangre a Ever. -¡Eso nunca!-Respondió.-¡Debe haber otra manera!-Gritó, esquivando un rayo violáceo.-¡Elige, demonio estúpido! ¡O es ella, o todo el Mundo Mágico!-Rió Thomas en el cuerpo de Ria.Una lágrimas corrió por la mejilla de Ever. La elección era dura...Las llamas lo cubrieron, y Thomas lo buscaba con la mirada de Ria, esperando a que saliera. Un madero cayó, y Thomas lanzó un hechizo en su dirección. Ever saltó detrás suyo, con una espada en la mano.Pudo ver los ojos acaramelados de su amada, antes de matarlos. -Te amo...-Murmuró ella. -¡¡RIA!!-Sollozó Ever, cuando él y el cuerpo cayeron al suelo. Ella estaba boca abajo, con la espada clavada en ella. Ever se acercó hasta su cabeza. Acarició su cabello oscuro mientras lloraba. El lugar se destruía, bajo las llamas que lo reclamaban.La espada se retiró del cuerpo de Ria. Ever levantó la vista. Allí estaba Thomas, con su expresión psicópata. -Jajaja...¡¡JAJAJAJAJA!!-Reía como desquiciado, apuntando a Ever con la espada.-Tu...Eres un...¡¡Maldito!! ¡Hiciste que la matara!-Gritó Ever, mientras se paraba. -Pobrecito de ti...Ahora quién te soportará...-Rió.-No te preocupes, dentro de poco la acompañarás.-Atacó al pelinegro con la espada de plata, pero éste lo esquivó.Luchaban en medio del fuego, el único espectador de aquel acto...Ever, con una nueva espada, atacó a Thomas. Ambas espadas chocaron.-¡Acéptalo, ella no te quería!-Sonrió Thomas. -¡Mentira! ¡Me dijo que me amaba!-Dijo él. Se separaron de un salto. Se apuntaron el uno al otro con las espadas, cerraron los ojos y corrieron hacia adelante. Al abrir los ojos, Ever vio que la espada estaba clavada en el pecho de Thomas, y él lo miraba sorprendido.-¿Sabes?-Preguntó. La espada de Thomas estaba clavada en la esfera cían de Ever. El aire se le escapaba de los pulmones, mientras su corazón latía cada vez más lento.-Tenía una hija...Era...Tu hija.-Sonrió por ultima vez, antes de ambos morir. La pequeña bebita había nacido hace dos meses. Un día, Ever había bebido de más, y le dijo a Ria que la amaba. Entonces sucedió. La bebé fue enviada al mundo humano, y fue acogida por humanos, siendo ella un demonio... Bueno, gracias otra vez por leer. Cualquier crítica es bienvenida :D
Pobres... Ria y Ever... Maldito Thomas :mad:, me gusto la historia, ya quiero saber que sucedio con la bebe, por que tiene continuacion no es asi?... Creo que te adelantantes un poco a la historia, por lo que quise suponer que la historia era sobre su bebe -.-U no se que decir la verdad, me haz dejado O.O y todavia no salgo de la impresion :p. P.D Me dio cosa cuando él le grito "Claro que no...No le importo a nadie. Todos me tienen miedo, ¡Y tu también!-." Provocaba golpearlo, porque ella creo que conoce mas de él que él a ella.. Matta Nee
Me encantó, muy linda y romántica Me encanta Ever y Ria son la pareja perfecta o eran mejor dicho, empezó el indiferente y luego amor, amor puro amor <3 Maldito Thomas, espero que haya muerto lentamente, uyyy! como lo odio, al haber matado a Ever y haber tomado control del cuerpo de Ria Espero que tenga continuación ¿cierto? además creo que no soy la única, al igual que MisakiChibi Bueno si tiene continuación me invitas por fis :D Saludos!! ^^