¿COMO PASO ESTO?

AAAHHH!! MI NUEVO MANGA FAVORITO ES KYOKAI NO RINNE (Rumiko es una genio)
Y PUES DECIDÍ HACER ESTE FIC, DONDE LA PROTAGONISTA ES LA ABUELA DE ROKUDO.los personajes de este fic no me pertenecen, son de la gran y unica rumiko takahashi.

Ahí estaba, de nuevo haciendo mi trabajo....
Los humanos morían mas y mas rápido de lo normal, pero no me angustie.
-Bah!, es natural.- Pensaba. Miraba como me llegaba mas trabajo que de costumbre, pero bueno, entre mas humanos se morían mejor era la paga.
-Señorita Rinne, aquí esta su nuevo cliente.- Exclamo mi jefe dándome un papel con la información detallada de donde estaba mi cliente.- Apurate o sino se lo consedere a otro shinigami.-
Rayos, mi jefe era muy serio, no entiendo porque las personas no pueden ser un poco como yo, juguetonas, simpaticas, no se.... que no sean tan aburridas.
-Ya voy.- Respondí dando un salto para emprender mi vuelo hacia el mundo de los humanos....
Una vez ahí, mire con curiosidad la nueva obra de los humanos... una torre de acero gigante ubicada en el centro de la ciudad. Comencé a leer los datos de mi cliente....
-Daisuke Gushiken... joven de 24 años, esta en el hospital Jumonji a pocos minutos de la muerte... vaya, me siento mal por ese chico... Bah!, como sea.- Me dirigí al hospital una vez que lo mire, me asome en la ventana y la atravesé sin problema. Me dirigí hacia el joven, estaba acostado y al mirar su cara me sorprendí mucho.
-Oh, pero que joven tan apuesto.- No pude evitar decirlo... era en realidad muy apuesto. El joven comenzo a abrir los ojos, mostrandome sus orbes color chocolate.
-¿Que hace una mujer con tremenda belleza en mi lecho de muerte?- Esas palabras me derritieron, su voz era suave y melodiosa.
-Hola, soy Tamako Rinne, como veras estoy aquí para que puedas cumplir algo y puedas morir en paz.- No pude evitar sonreír mas coquetamente, con lo que me respondió con una sonrisa.
-¿Entonces eres una shinigami?... eres hermosa...- Kami, lo que daría para que este hombre me siguiera diciendo cosas lindas.
-Estoy tan feliz de que antes de morir pude ver una mujer tan hermosa como tu... ahora si muero no me importa renacer como un insecto o una lagartija.- No pude evitar soltar una risita divertida.
-En realidad seras una caballa en tu próxima vida.- Le aclare, mirando como su sonrisa se apagaba. (Caballa: Pescado azul también conocido como macarela, sarda, verdel o verta. es muy conocido por su sabor y la consistencia de su carne)
-¿Una caballa?, jeje, saben muy bien cocidas a fuego lento con miso.- Su triste sonrisa hizo que sintiera una flecha en mi corazon... me senti un poco triste al pensar que un joven tan guapo pudiera morir. (Miso: alimento fermentado a base de soja, muy apreciado para sopas)
-¿No tienes ninguna peticion antes de partir?- Pregunte un poco triste.
-Si, necesito algo antes de morir...- Me respondio apoyandose de sus manos para sentarse.
-¿Que necesitas?- Pregunte inocente.
-Dame un beso...- Me sonroje totalmente con esa petición.

 

gracias por los comentarios..... de verdad hacen que escriba mas rapido!

-¿Que necesitas?- Pregunte inocente.
-Dame un beso...- Esa petición hizo que me sonrojara mucho. Normalmente fingiría demencia como siempre lo hago con los hombres que me piden eso, pero esta vez me senti atraída por el... no sabia porque solamente me acerque lentamente a su rostro, sintiendo su respiración chocar con la mía, pero...
-¡Hola, Daisuke!...- Entro una chica de pelo anaranjado, con una sonrisa inigualable, trayendo consigo un ramo de flores. Se acerco a Daisuke haciendo que yo me hiciera a un lado.
-Oh, hola Asahi... ¿Que haces aquí?- La joven se acerco mas a Daisuke y para mi sorpresa le planto un enorme beso en la boca, haciendome sentir de lo peor.
-Cariño... ya no puedo esperar a que salgas de aquí para casarnos, recuerda que somos prometidos.- Mire el anillo que los humanos se daban entre si como una promesa en su dedo indice, y sentí como mi felicidad se iba por la ventana. Baje mi cara, no quería que mirara mi tristeza... tenia 2 sentimientos queriendo salir, uno era la profunda y dolorosa tristeza y la otra era una rabia enorme y peligrosa.
pensé que lo mejor seria irme de ahi así que atravesé la ventana, no sin antes darle una mirada rápida a Daisuke, que me miro como si intentara evitar que me fuera pero decidi ignorarlo y me fui de ese lugar....

Deprimida, llegue a la torre nueva que estos humanos construyeron, ahí me la pase lamentándome.... hasta que....
-Vayan mis pequeños, los humanos están muriendo mas rápido y debemos ir por ellos antes de esos tontos shinigamis.- No lo podía creer... era Nikushimi, una de las demonios mas buscadas en su mundo y el mio. (N/A: una curiosidad que puse en este capitulo es que Nikushimi significa odio)
Observe como uno de sus pequeños demonios se dirigían hacia el hospital Jumonji, donde estaba internado Daisuke. Iba a emprender el camino para evitarlo, cuando recorde el incidente con su prometida.
-Humanos, Bah!, así son y serán siempre.- Me dije a mi misma tratando de creérmelo.- Se lo merece, ir al infierno por el resto de sus días.-

 

perdon por la tardanza!!
aqui esta la conti!

Mis labios comenzaron a temblar... ¿y si no debo dejar a esos demonios lograr su objetivo?
No, no, no... Ese joven me engaño y eso no se hace.

—No, Tamako cálmate... quédate quietecita aquí, él se lo merece. — Giraba la cabeza bruscamente, haciéndole caso a mi instinto para evitar pensar en hacer una tontería... pero, aun así lo hice...

Me puse de pie, totalmente convencida en lo que iba hacer.
—Soy una Shinigami, y como tal no importa las razones... el cliente no debe parar al infierno si no se lo merece, y no importan las consecuencias... debe cruzar la rueda de Samsara. — Di un gran salto dirigiéndome al hospital.

En el camino sentí una punzada en el estomago, provocando que soltara un gemido de dolor y cayera al piso, atravesando a los carros que estaban parados debajo de mi.

—Oh, ¿pero que tenemos aquí?, una de esos tontos Shinigamis. — Escuche decir a una mujer. Levante la mirada y con un escalofrío que recorrió mi espalda, supe que se trataba de Nikushimi

En lo primero que pensé hacer fue en pegarle en la cara con una bola de arroz que tenia como almuerzo.

—Adiós a mi almuerzo. — Lloriquee huyendo rápidamente de ella mientras se limpiaba la cara llena de arroz.

—¡¡Maldita seas!!— Exclamo Nikushimi, dando un salto para perseguirme.

No se, pero por primera vez no me había dado miedo retar a una demonio fugitiva de las más peligrosas… simplemente lo hice.
Ella comenzó a lanzarme una de sus ataques especiales: la gran bola de fuego.

Intente esquivarlo pero era inútil, pues me perseguía.

— ¡Cuidado!— Escuche decir a una persona, que utilizo el mismo ataque que dirigió a la otra bola de fuego que me perseguía, chocándola contra ella y salvándome.

Le mire bien y di un gran suspiro al saber de quien se trataba.

—Ataru…— Dije sin alegría. Él, al contrario, me abrazo con fuerza.

—Hikari tonta, si mueres no te darán tu paga, y no podre casarme contigo.- Al escuchar eso sentí una gota muy grande recorrerme por la cabeza.

Rasque un poco mi sien y le pegue un fuerte coscorrón.
— ¡No soy tu prometida idiota, ponte los lentes!— Mire como obedeció rápidamente y me miro confundido.

— ¿Eh, Tamako? ¿Dónde esta…—

— ¿Con que eres Tamako?, ya veo…— Voltee y mire que Nikushimi estaba detrás de mi. — dicen que eres la Shinigami mas floja, débil y menos madura de todas las de tu rango, y sorprendentemente vas en el mayor Rango.

Muy bien, tal vez eso era verdad pero lo de floja no lo era, y eso me hice enojar.

—Ataru… ¿podrías hacerme un favor?— Él asintió. — Pon a salvo a mi cliente Daisuke, y tú también cuídate.

Mire como Ataru se alejaba rápidamente, dirigiéndose al hospital, Mientras yo dirigía de vuelta mi mirada hacia Nikushimi.

—Perdón, no te escuche bien… ¿acaso me dijiste débil?