¿Εsтε gloвo εs тυчo? [SasuSaku]

¿Εsтε gloвo εs тυчo? [SasuSaku]

Holita!!!!​

Antes que nada, comentarles de que he vuelto :) Este FF va dedicado enteramente a Kuroi Sakura por sus dieciseis primaveras :333​

¡Me la quiere mucho, KuroisitA!​

Disclaimer: Naruto no es mío, si fuera así. Hace mucho tiempo que Sasuke hubiera vuelto e hubiera iniciado una relación con Sakura. Y si fuera así, yo no hubiera extendido la declaración de Hinata a Naru.
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¿Εsтε gloвo εs тυчo?​

¡Es que acaso me podía ir peor!



Creo que simplemente no. Hoy era el día más importante de mi vida, el día en el cumplía dieciséis años y se iniciaba una nueva etapa de mi vida.


Me había levantado temprano y había sido recibida por la flamante sonrisa de mi madre y los ojos de amor de mi padre.


-¡Feliz cumpleaños, cariño!- exclamó mi madre. Sakuya Haruno, era una mujer simplemente hermosa, tenía el cabello de un bello color castaño y unos preciosos ojos verdes. Trabajaba en un consorcio de abogados en Tokio y era una de las más reconocidas. Pero a la vez era la mejor madre que pudieras tener jamás.


-No todos los días cumples dieciséis mi querida Sakura, pide lo que quieras y con gusto te lo concederé- esta vez fije mí vista en mi padre. Shiori Haruno, era un hombre internacionalmente conocido, por ser uno de los mejores médicos de Japón y de Asia. De ojos azules y su cabello azabache.


Medité un poco. Los rostros sonrientes y complacientes de mis padres me daban a entender que podía pedir lo que yo quisiera.Cualquier cosa. Mi sonrisa se amplió.


-Sólo quiero un nuevo guardarropa- dije sonriendo mientras me ponía de pie y comenzaba a buscar alguna prenda para vestir en este día tan especial.


Mi madre se acercó a mi lado para ayudarme a escoger un atuendo especial para la ocasión.


-Entonces así será, dentro de una hora saldremos a recorrer tiendas. Pero solo podremos ir las dos, tu padre tiene asuntos que atender. Pero descuida, estará aquí en la tarde para tu fiesta de cumpleaños- comento mi madre mientras sacaba una minifalda jean y una polera morada, así como unas balerinas del mismo color.


-Entiendo, en realidad no tengo problema. Será mejor que me aliste- dije mientras veía a mis padres salir de mi habitación. Me acomode delante del tocador y el espejo me devolvió la imagen de una adolescente de grandes ojos verdes, largo y exótico cabello rosa y rasgos finos.


-Tal vez no sea una súper modelo, pero creo que soy linda- pensé risueña, y me dispuse arreglarme para el día más perfecto de mi vida.


Habíamos salido con mi madre a recorrer las diversas tiendas. Fuimos a algunas tiendas de ropa adolescente y pude sentir las miradas insistentes de los muchachos y la de envidia de las chicas.


Entramos a una tienda muy llamativa que llevaba por nombre “Fantasy”


¡Toda la ropa de ahí era preciosa! Creo que perdí la cuenta de toda la ropa que compré. Pero sin duda, hubo un conjunto que me enamoró completamente.


En el aparador había un maniquí que lucía una bella minifalda escocesa y una blusa de tirantes azul cielo. Y para completar el conjunto unos botines color marrón.


Mi madre se dio cuenta de que observaba maravillada esa ropa y me dijo feliz -Puedes llevarlo puesto,
Sakura-chan-


-¡Eres la mejor mamá!- exclamé mientras la abrazaba. Sí, soy una adolescente. Pero eso no quita que pueda abrazar a mi madre ¿no?


Nos acercamos a Caja para pagar, en ella atendía una muchacha pelirroja de lentes.


-¿Paga con efectivo o tarjeta?- preguntó cortésmente mientras pasaba la ropa por el marcador.


-Tarjeta- contesto mi madre mientras le extendía la VISA.


-Muchas gracias por su compra. Por cierto, un regalo para la linda señorita- la peliroja buscó algo detrás del mostrador y me extiendió muy sonriente un… globo.


Un tic muy notorio se formó en mi cien. ¡Un globo! Y eso no era lo peor, sino que era uno de color azul con forma de gato. ¡Me creía una mocosa de cinco años!


-Oh, muchas gracias por su amabilidad. Hasta pronto- mi madre se despidió y salimos de la tienda, mientras yo trataba de deshacerme de aquella humillación para mi ego de mujer.


-Sakura- mi madre me observaba con el ceño fruncido y mirada desaprobatoria. -No seas así, te han dado un regalo y debes conservarlo, así que lo cuidaras. Si veo que te deshiciste del globo tendré que castigarte- dijo mientras me observaba severamente.


Oh sí. Puede que mi madre sea la mejor del mundo, pero es tan bipolar que ni yo la entiendo.


-Está bien, lo cuidaré- suspiré derrotada y me dispuse a andar con el ridículo globo y sintiendo algunas miradas burlonas en mí.


-¡Este día comenzaba a ser horrible! Tengo dieciséis años ¡porque debo llevar un estúpido e infantil globo, a que chico le gustaría una chica con un estúpido globo!- pensé


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Espero les haya gustado, agradeceria me dejen sus comentarios. Cualquier critica o asfd, sera muy bien recibida :333

Por cierto, cuando dejen sus comentarios, recuerden poner que le gustó o que no, aunque sea solo algo pequeño, para evitar que sea spam n.n

 

Re: ¿Εsтε gloвo εs тυчo? [SasuSaku]

Saya Tyrs: ¡Mosha! mi esta feliz de que te haya gustado *----*
Y sí, descuida que no lo voy a dejar, ahora no :333

Lalala, había otros comentarios más, pero entiendo que hayan sido borrados. Lamentablemente eran spam u.uU

Gracias a todos por sus comentarios, aunque agradecería mucho más, si al igual que Saya dijeran el porque les gusto, que parte más les gusto, asfd... así no sera spam :3

 

Re: ¿Εsтε gloвo εs тυчo? [SasuSaku]

Holita!!!​

Diesciseis-diecisiete comentarios!
Me hacen muy feliz todos los comentarios, no creí que tubiera tanta aceptación. Este capi estará divido en dos, en la segunda parte comprenderan el porque del título.
Cualquier comentarios, ayuda, asdf, sera bien recibida xD
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Disclairmer: ¿Osea? Si Naruto fuera mío, ahora me encontraría nadando en millones de yenes.
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-Está bien, lo cuidare- suspire derrotada y me dispuse a andar con el ridículo globo y sintiendo algunas miradas burlonas en mí.​

-¡Este día comenzaba a ser horrible! Tengo dieciséis años ¡porque debo llevar un estúpido e infantil globo, a que chico le gustaría una chica con un estúpido globo!- pensé​

¿Εsтε gloвo εs тυчo?​

Por: Isabela​

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Capítulo II​

Parte I: Las primeras impresiones… nunca son las que cuentan.​

Llevábamos media hora caminando por las principales tiendas de Tokio, mi madre lucía muy feliz, tal vez porque ya cumplía dieciséis años y comenzaría una nueva etapa de mi vida.


Sin embargo, yo… ¡me encontraba fatal! Seguía sintiéndome una mocosa de cinco años. Hace un momento, un par de chicas me habían visto con superioridad y había oído un murmullo parecido a: ¿Quién se cree? Al parecer no entiende que ha crecido.


— ¿Sakura?— Salí de mis cavilaciones y observé a mi madre, que se había detenido en su caminar.


— Ahora regreso, cariño. Espérame en este lugar, no tardaré. Ah, no hables con extraños- se despidió mientras caminaba elegantemente.


Lo único que me quedaba era esperarla, así que me dirigí a una banca que había cerca. Me senté tranquilamente contemplando el paisaje. ¡Claro! Si es que a un montón de edificios y autos le puedes llamar paisaje.


—Esto es tan aburrido— bufé, mientras observaba que una niña de precaria condición se acercaba a mí.



—Señorita ¿me puede regalar su globo? — Aquella niña tenía el cabello castaño y unos lindos ojos azules. Sin embargo, parecía de una precaria condición económica por su vestimenta.


— ¿Eh? — solté confundida. Ósea, moría por darle el estúpido globo. Primero, porque quería deshacerme de él. Segundo, quería -al menos- ayudar a ver una sonrisa en el rostro de esa pequeña. Pero luego, me di cuenta de que si le relataba eso a mi madre, muy posiblemente, no me creería. ¿Por qué? La razón es muy simple: como sabrán, mi familia es muy adinerada. Y por esa simple razón -y estúpida, creo yo- debemos guardar apariencias. Ósea, mis padres apoyaban a diversas fundaciones, pero a pesar de ser personas amables, siempre las influencias… influyen. Según ellos y el resto de mi “entorno” consideran que “no debemos tener contacto, con la clase media”

Si saben a lo que me refiero.


— ¡Vamos! Eso qué diablos debe importarme. Odio las apariencias, así que le daré el globo ¡Que me importa lo que digan! — Pensé, mientras una sonrisa de satisfacción nacía en mi rostro.


—Está bien, toma pequeña—Le sonreí a la niña, pero antes de que tome el globo, lo solté y pues… salió volando. ¡Creí que lo había agarrado!


La pequeña comenzó a llorar, y me sentí muy culpable.


—Descuida, te compraré otro, pero ya no llores ¿sí? — le sonreí mientras me ponía a su altura, tratando de calmarla, y poniendole una mano en su cabello.


—¿Enserio? ¡Muchas gracias! — Los ojos de la niña brillaron, me tomo de la mano, y alegremente me condujo hacia un vendedor de globos.



—¿Viene a comprar un globo, bella dama?­— me preguntó amablemente vendedor mientras sonreía. Al parecer esa persona amaba su trabajo.



—Eh, sí. Deme el de color rojo— respondí. Pero cuando metí la mano al bolsillo para sacar efectivo, me di cuenta que no tenía un centavo. ¿Por qué? La ropa que llevaba puesta era nueva, y había olvidado “transferir mis cosas”



—¿Qué pasa señorita? ¿No puede pagar el globo? — La niña me observo con expresión desilusionada mientras le devolvía el globo al vendedor y sus ojitos volvían a querer derramar lágrimas. ¿Desde cuando los niños son tan sencibles?



—¡Lo siento mucho! Es que, me olvide dinero en mi otro cambio de ropa ¡Cuánto lo lamento! — En verdad,
lo lamentaba mucho. Mi voz salió de forma afligida al sentirme frustrada. Enserio quería regalarle el globo, y ahora no solo eso. ¡Qué diría mi madre, al verme sin el estúpido globo! Sé que ella no entendería, era muy terca.



—Yo lo pagaré— Una voz muy profunda me sacó de mis pensamientos. Volteé y ahí lo ví. ¿Saben? Sé que el sueño de muchas chicas es ver un chico guapo. Y la utopía de otras, estar con un chico guapo. Al parecer yo había cumplido el sueño de cualquier adolescente.

El muchacho que había hablado era simplemente… atractivo. Tenía el cabello de color azabache, que a la luz reflejaba tonos azules. Sus ojos tan negros, que su pupila se confundía con ellos, pero a la vez tan fríos, que era imposible saber que reflejaban. Alto, de buen porte, tez blanca, nariz recta y labios perfectos.




Me quedé… idiotizada.