° ° SECRETOS DEL ALMA ° °

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Little Shakespeare, 5 Septiembre 2011.

?

Quiero saber mas de esta historia ???

Poll closed 13 Septiembre 2011.
  1. Por supuesto, me fascinó !!

    93.1%
  2. No

    6.9%
  1.  
    Little Shakespeare

    Little Shakespeare Entusiasta

    Capricornio
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    23 Agosto 2011
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    Escritora
    Título:
    ° ° SECRETOS DEL ALMA ° °
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    169
    ESTA HISTORIA ES PARA TODO EL MUNDO,
    AUNQUE NO TODO EL MUNDO
    ES PARA ESTA HISTORIA

    (TED DEKKER)

    Sumérgete en esta historia que te robará el corazón, conocer personajes que son humanos: Con Defectos y Virtudes.

    Es una historia de…

    Amores perdidos.
    Pasiones profundas.
    Deseos prohibidos.
    Amores encontrados.
    Terribles secretos que cambiaran el rumbo de la vida de nuestros personajes.
    Mafias que harán de todo para ser TODO.
    Ser actor de lo inevitable y solo existir por los SECRETOS DEL ALMA.

    PERO RECUERDE, NO TODO EL MUNDO ES PARA ESTA HISTORIA…

    Conozcan la vida de una bella joven que de creer tener todo, se queda sin nada…
    ¿Pero qué pasaría si descubre nuestra bella joven que al perder todo el pasado es tener más en el futuro?​

    Pero nunca hay un futuro sin tener un PASADO…

    Gracias !!!
     
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  2.  
    Anniheri

    Anniheri Usuario común

    Aries
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    Pluma de
    Escritora
    Muchas gracias por invitarme a leer.
    El prologo me pareció interesante, modificar levemente la frase del principio fue muy curioso.
    La forma en que se narro el prologo, dan ganas de leer de que trata, pero apresurate a publicar el primer capítulo, para evitar percances en tu fic.
    Espero me avises de una continuación, hasta pronto.
     
  3.  
    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Acuario
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    Escritora
    Gracias por la invitación.

    En sí, realmente puede ser considerado "prólogo" pero a mí en lo particular no lo consideraría realmente así.
    Se denomina prólogo (del griego πρόλογος prologos, de pro: ‘antes’, y lógos: ‘palabra, discurso’) al texto situado al principio de una obra escrita, entre los documentos llamados preliminares, que sirve a su autor para justificar el haberla compuesto y al lector para orientarse en la lectura. /Es el texto previo al cuerpo literario de la obra. El prólogo puede estar escrito por el autor, editor o por una tercera persona de reconocida solvencia en el tema que ocupa a la obra. El prólogo puede denominarse prefacio o introducción.
    Te faltan acentos, y en sí, no es necesario escribir unas palabras en mayúsculas, quedaría mejor uniformemente.
    Es una historia de…

    Amores perdidos.
    Pasiones profundas.
    Deseos prohibidos.
    Amores encontrados.
    Terribles secretos que cambiaran el rumbo de la vida de nuestros personajes.
    Mafias que harán de todo para ser todo.
    Ser actor de lo inevitable y solo existir por los secretos del alma.

    PERO RECUERDE, NO TODO EL MUNDO ES PARA ÉSTA HISTORIA…
    (Es aceptable)

    Conozcan la vida de una bella joven que, de creer tener todo, se queda sin nada…
    ¿Pero qué pasaría si descubre, nuestra bella joven, que al perder todo el pasado es tener más en el futuro?​
    Pero nunca hay un futuro sin tener un pasado

    También, no utilices "tanto" los signos suspensivos Fuera de eso, me pareció interesante.
    Esperaré el primer capítulo.

    Buen día <3

    AT: Fer-chan.
     
  4.  
    Cygnus

    Cygnus Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

    Libra
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    Pluma de

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    Escritor
    Ahí sí te equivocas, Beta Reader. Esta debe llevar acento sólo cuando el sustantivo sea implícito, para que tome su lugar; no llevará si se usa únicamente como pronombre. Si dijera "no todo el mundo es para ésta", el sustantivo queda implícito y el "ésta" se convierte en el sujeto. De otro modo, quebrantaría la regla principal de las palabras graves en cuanto a su acentuación.
    Las últimas comas que señalas tampoco van. Es imposible que las lleve esa frase.

    En fin.
    Muchas gracias por invitarme a leer tu historia, me ha encantado esta introducción. Me llenó de misterio absoluto, y ciertamente me encuentro esperando un fic lleno de drama e intensidad de personalidades. Parece que el destino de nuestra protagonista se vinculará inevitablemente con el de otras personas que han de cambiarlo para darle un vuelco importante a la historia.
    Sí, se escucha sumamente emocionante. Por favor avísame cuando tengas el primer capítulo. Espero que no traiga demasiada extensión.
    Suerte.

    Saludos.
     
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  5.  
    Atenea

    Atenea Entusiasta

    Cáncer
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    Que reseña !!! Que barbaridad !!! Porq te deja en suplicar en leer el primer capitulo.
    Estoy de acuerdo con ustedes con eso de magia y en toda esa maldad un amir.
    Muchas gracias por invitarme. Estoy segura me robara el corazón. Es una historia que promete mucho !!! Y ojalá que así sea porque una historia de drama original es lo q quiero... Misterio y suspenso.
    Mucho éxito en esta historia Moliry Michelle.
    Avisame cuando subas mas por favor !
    Me encanto tu reseña, felicidades !!!
     
  6.  
    babbyfer

    babbyfer Entusiasta

    Escorpión
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    Woow!

    Como me gusta. Pocas palabras pero saber como llegar. Buenísima reseña!
    Felicidades ! Esta de maravilla. Espero q el 1 CAP este a un mejor. Avisame igual !
    Si así estará la vida de la bella joven, que bien ! Estará geneal ! Pero si que se las pasara mal!
    Éxito !
     
  7.  
    Little Shakespeare

    Little Shakespeare Entusiasta

    Capricornio
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    Escritora
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    Drama
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    Bueno, ahora sí, aquí a continuación, el prólogo de está historia:

    Prólogo

    Nadie podía pedir más. Era en su totalidad, absolutamente majestuosidad. Era eso justamente lo que todos esperaban de la fiesta. Ya la línea que la sociedad había visiblemente, pero con fuerza, sujetado de un extremo radical del rotundo éxito a un, muy cercano, patético fracaso, fue sin problemas rebasado ese grueso limite. Con los marqueses de Monterreal el asombro con el paso de los años fue perdiendo fuerza. Esa actitud crítica de los invitados era sin duda culpa de los anfitriones. Porque todas, en todo su esplendor, eran sus fiestas las más soberbias por donde se le quisiera ver.

    Era otra celebración: Del treinta y cinco aniversario de los Monterreal. Una gran celebración que por desgracia de los invitados, la familia Rivera solo lo festejaba cada cinco años de matrimonio.

    La muy estimada familia Rivera Martínez, eran tan queridos en su mayoría de la sociedad Madrileña, como eran tan reconocidos por su educación digna de las familias más antiguas de la realeza Española. Por eso, teniendo tan cercanas a amistades tan adineradas, era costumbre estar de invitado en la mansión Monterreal sin poder evitar ver a las familias más finas y prestigiosas de varios lugares de Europa.

    Todo era un éxito. Era tan maravillosa la fiesta, superando la cima de la imaginación crítica, que era hasta inaudito para la persona más infeliz no pasarla bien. Por lo mismo, esa fiesta era generosamente una gran dosis de ánimos y buen humor. Entonces la anfitriona, la señora Carlota Martínez de Rivera, agradeciendo esa buena energía a su alma, con una refinada sonrisa, estaba cuidando que todos se sintieran tan bien como ella. Al parecer así era, puesto que la marquesa sola y unas veces con su marido, se acercaba a sus invitados para asegurarse de que todo estuviera marchando como por tantos meses, casi un año de preparación, que todo saliera como Carlota y los invitados esperaban: En la exquisita perfección.

    Para un público, que era un constante espectador en la vida de la gente importante y rica del mundo, imaginaría que la marquesa Carlota era de las mujeres más felices por el nivel de vida de sueños que tenía. Pero era solo de pensar un poco para darse cuenta de la triste y dolorosa verdad: Que la vida de los marqueses de Monterreal no era para nada un cuento de hadas.

    Bueno, a lo mejor sí. Si es que ese cuento todavía no llegaba a su fin y en esos momentos se estuviera solo escribiendo la parte de desgracias y drama de la pareja noble. Porque en ese caso, Carlota pudiera tener la esperanza de que en un tiempo a considerar y antes que se hiciera más vieja, llegara el “y vieron felices por siempre…”.

    Esa idea tan infantil y tonta, era lo único que se permitía pensar la marquesa para los límites que estaba tomando su matrimonio. Porque tenía la esperanza que en algún instante de su infeliz vida, iba a tener su recompensa de una constante e insufrible relación, que por desgracia ese día cumplía treinta y cinco años de maldita duración. Carlota era de las personas que creía, y ahora sabía ingenuamente, que un mal no duraba tanto.

    ¡Que estúpida y joven fue cuando supuso eso en su fantasiosa mente! Pero ella misma estaba segura que siempre existía algo bueno, una luz, en la tormenta para poder sobrevivir entre tanta desgracia e infelicidad. Ella tenía una razón que lo llenaba tres maravillosas existencias: Sus hijos.

    Carlota sin limitarla su baja estatura, sobre sus zapatos de tacones de pocos centímetros, se pone de puntillas para ver a esos tres seres que eran su razón de seguir con esa desgraciada existencia. No se atrevía a llamarla de otra manera, porque “vida” claro que no lo era.
    — ¿Busca a alguien, Doña Carlota?—Tratando de seguir la vista de la marquesa, la joven mujer, con también su baja estatura, lucha con ayuda de su mirada verde dorado opaco. Quería saber de que se estaba perdiendo —¿Gusta que la ayude a buscar a alguien?

    Carlota dejó ese inútil intento de localizar a su primer y único hijo varón, para poder ver a Marina.
    —Muchas gracias, ¿tienes idea de donde está Ponce?
    —Se quedó hablando con Rodrigo y…
    —No sé qué haces aquí conmigo, querida, aparte de aburrirte – La observó como si lo hiciera por primera vez, como si no llevaran casi media hora tratando de manera fatal tener una tolerable conversación—Deberías estar con tu novio, no con esta vieja.

    Incomoda por esa mirada tan penetrante de esos hermosos y helados ojos violeta, Marina le sonríe con amabilidad a la mujer que llevaba siendo dos años formalmente su suegra.

    —No diga eso, no es en absoluto aburrida y mucho menos vieja – mintió Marina en lo primero, pues la verdad era que esos treinta minutos con la marquesa fueron suficientes para casi lamentarse por haber asistido a esa solemne fiesta. Que como todas las de los Rivera, iba a ser motivo de estar en la televisión y periódicos en las primeras planas en toda la sección de sociedades y financieras. Porque como siempre, fiestas de esa categoría era un gran y prácticamente único motivo para afirmar su asistencia en tal celebración, abrir o finiquitar de manera informal, fuera de oficinas, un nuevo proyecto o contrato.
    Marina no se tomaba a mal la falta de intereses de su suegra de ser agradable con ella con una grata plática, pues así era la marquesa de Monterreal con todos. Tanto como sus hijos como su esposo eran testigos físicos del carácter tan frio y seco de Carlota. Y sobre lo otro dicho por su suegra, a Marina le daba risa, puesto no conocía a una mujer que a sus sesenta y dos años, luciera tan atractiva como Carlota. Con su estatura de un metro y sesenta centímetros, pelo muy bien pintado de negro (respetando su color de nacimiento), sus envidiados ojos violeta y un rostro delicado y fino, hacía que una joven como Marina Herrera como todo el país, siguiera admirando tanta belleza y elegancia en una mujer que ha vivido. Entendiendo Marina que ya no era objeto de distracción de la marquesa de Monterreal, con una sonrisa un poco más franca, porque ella también lo pedía, le dijo:
    —¿Gusta que le diga a su hijo que desea hablar con él?
    —Si eres tan amable —Le agradece con educación pero sin dejar su tono helado en las palabras.
    —Con su permiso, Doña Carlota.
    De nuevo, la marquesa no tuvo que moverse para tener a una de las personas que deseaba tener a su lado.
    —Madre, buenas noches – Se acercó a ella una joven, con unas cuantas cosas en su persona que hacia estropear aquella hermosura – Lo lamento mucho – Dijo sinceramente, muy apesadumbrada – Pero no podía dejar a la mitad el rostro que estaba tallando en mármol y apenas terminé.
    —A estas alturas con que hayas venido me conformo – La abrazó y le dio un beso en cada mejilla – Pero si de todos modos llegaste tarde, ¿por què no te arreglaste un poco más?
    No pudo evitar Raquel ver su persona. Tenía razón su madre, no estaba ni cerca de lo apenas aceptable de presencia para estar en una fiesta de esa clase. Se quitó los lentes, que no tenían nada de aumento y con eso esperó tener un poco a favor la crítica de su madre.
    —¿Mejor?
    —Por lo menos trajiste vestido – Comentó escudriñando seriamente a su hija mediana – Con pintura – censuró algo molesta al ver como el vestido negro largo, de seda, de Raquel estaba con diminutas manchas blancas por todo el sencillo vestido – ¿No estabas esculpiendo?
    —Ah, esas mancha – Hizo una mueca nada linda al verlas por primera vez esas traicioneras compañeras de trabajo – Es de mi último cuadro.
    —Pero…
    —Perdón, pero es mi único vestido que traje a Madrid.
    —Ya ni hables – Cerró Carlota los ojos, impaciente – Parece que estoy oyendo a una pordiosera.
    —A esos extremos llega el buen arte – Dice con una gran sonrisa quitándose toda pena en el momento que vio a la persona que sabía que era suficiente para cambiar de humor de su madre.
    Carlota se percató de esa sonrisa como triunfal de su hija y volteó para ver eso que provocaba de repente tanta felicidad en su hermosa, pero descuidada acompañante. Se tuvo que reprimir una feliz sonrisa, como siempre lo hacía cuando veía a su tercer hija, que era la más pequeña. Se sentía muy orgullosa de su hija menor. Como soñaba con el día que lo pudiera expresar abiertamente, que no tuviera miedo de demostrar amor a su hija. Con sus tres hijos era algo distante, fría, pero con ella, con Alejandra, era mucho más. Tanto era así que muchas veces la joven de veintiún años llegaba a creer que no era producto de sus entrañas. Que era el testigo de una buena aventura que su padre pudo tener en su juventud. Pero esa probabilidad era imposible porque Alejandra era una mujer que lucía esos bellos ojos violetas de su madre. Y sobre todo estaba lo que hacía a la hija más pequeña de los Rivera, estar segura que Carlota era su madre, y era que su padre, nunca, ni en la peor de las circunstancias, le sería infiel a su esposa. Sus hijos conocían muy bien a su progenitor y sabían que un hombre tan recto e intachable como Alfonso Rivera, aunque tuviera todos los motivos de buscar felicidad afuera de su vida conyugal, por respeto y amor a sus hijos y sus valores, no lo hacía.
    Alejandra que aun siendo la más pequeña de los marqueses Monterreal, era la única de los hijos casada, desde hace dos años con el atractivo Conde de los Vélez, Felipe Fonseca.
    El conde con sus llamativos ojos azul pálido y sus cabellos pulcramente recogidos hacia atrás color castaño, era de los hombres más guapos de España. A su esposa como todas las mujeres le fascinaba esa guapura, porte de un hombre elegante y fino. Pero lamentablemente para Alejandra no podía ser de todo hipnotizada por aquellos encantos, al ser ella una mujer destinada a estar casada con un hombre que ella no escogió, sino su padre.
    Pero no se amargaba por esa decisión de su padre sin consultarla, por tratarla como si fueran todavía personas de siglos pasados que los padres ofrecían a sus hijas para sacar provecho, pues todo lo que Alfonso eligiera para ella, Alejandra feliz lo aceptaba. La joven condesa adoraba y admiraba a su padre y nunca haría algo que pudiera decepcionarlo.
    Terminaron de retirarse unas viejas amistades de la pareja Fonseca de ellos, y Alejandra no pudo evitar una vez más expresar su fastidio por seguir en la fiesta desde casi cinco horas.
    —Espero que por una puñetera vez, tengas la caballerosidad de hacer lo que te digo – Siseó furiosa Alejandra a su marido, sin dejar pasar una bella sonrisa a los invitados que pudieran estar de entrometidos viéndolos.
    —Pero cálmate, mi vida – Su cálida sonrisa se hizo presente para tranquilizar a su esposa – Solo nos despedimos de la familia y nos vamos.
    —Yo solo quería despedirme de mi padre – Le dijo por décima vez – No entiendo porque no nos vamos ya.
    —Porque así como tú querías despedirte solo de tu padre, y por estar a tu lado, yo también fui obligado hacerlo, yo quiero despedirme de tus hermanos y Carlota.
    —No veo el caso de hacerlo, ¿por educación? – Cuestiona con ironía – Yo creo que ya lo demostramos al venir aquí – No podía ocultar de lo harta que se sentía por tener que por ser civilizada en esos tan pesados meses de su existencia, pero sobre todo fingir cordialidad con su madre.
    —Espero, mi pequeña, que tanta amargura que traes sea por culpa del embarazo.
    De por si no estaba Alejandra de humor como para oír esa estupidez… Lo era y mucho.
    Todas las personas cercanas estaban enteradas que la muy joven condesa de los Vélez, no estaba nada contenta con su segundo embarazo, tanto maldecía su mala suerte de salir de nuevo embarazada, que como el primer embarazo, no se cuidaba nada. Seguía su vida como si nada pequeño e indefenso, estuviera desarrollándose en su interior.
    Esa actitud de no ver lo maravilloso de ser madre y verlo algo peor que una desagradable desgracia, este Felipe en cierto punto lo “quería” entender, pues apenas con dos años de matrimonios, en solo semanas iba a nacer su otro hijo. Le dolía tanto en su orgullo como en su corazón, que Alejandra no fuera tan inmensamente feliz por ser de nuevo padres. Felipe lo era y mucho, él buscaba que así fuera en toda oportunidad y le agradaba saber que su pequeño complot que tenía en contra de su mujer lo estaba logrando muy bien. Felipe Fonseca a sus treinta y seis años, aunque tenía una apariencia de hombre embarnecido, pero con todos los aires y síntomas de juventud, como para desear hijos tan seguidos y con urgencia, no quería perder el tiempo y no dejar descendencia para su gran fortuna que se estaba por producir a grandes cantidades.
    Alejandra quería mucho a Felipe, era difícil no sentir algo profundo y especial por ese hombre tan inteligente y cariñoso. Cuando su padre le dijo sin preámbulos que se tenía que casar con el Conde de los Vélez, no le desagradó la idea. Pues por ser una joven que vivía estudiando y pretendiendo llegar a la perfección con los años en su carrera de Abogacía, su primer año de carrera fue la más grandiosa de sus grandes expectativas y sueños que ella tenía en la vida para su mundo profesional y ambición. Era la alumna destacada que ella quería ser, porque sabía que su padre estaría orgulloso de ella. ¡Y así fue! Sus grandes esfuerzos dieron los mejores frutos. Alfonso alagaba y premiaba con costosos detalles los triunfos de su hija. Pero para tan gran comienzo en su carrera, se le atravesó a Alejandra un inconveniente, que ella teniendo una mente practica que heredó de su padre, no fue un caos para su vida. Pero para ser sincera lo vio como lo que era, una pequeña cuestión de tener que darle un agradable y muy positivo enfoque: Se tenía que casar con un hombre que apenas conocía. No le importó a la más pequeña de los Rivera. Eso no iba a impedir que siguiera teniendo grandes progresos profesionales, porque la joven iba a seguir aunque estuviera casada, orgulleciendo a su padre. Pero la joven no contaba con un inmenso problema y era: Salir embarazada “tan pronto”. Alejandra con tantas ocupaciones en la empresa que trabajaba, en sus múltiples clases extra curriculares, tenía en mente algo por lo menos cerca de la palabra “niños”. ¿Cómo los iba hacer al ser tan joven y sobre todo, siendo una mujer de grandes proyectos, emprendedora como un don? Pero Alejandra no sabía que en casa tenía un gran enemigo, que no se iba a amedrentar por los grandes anhelos de ella. Felipe Fonseca desde que la conoció era lo único que podía exigir de su mujer. Era una exigencia por parte del Conde, pero nunca lo hizo saber a su mujer. Por obvias razones, conocía muy bien la mentalidad de su esposa concerniente a tener una familia.
    ¡No la tenía!
    Eso era lo más frustrante para Felipe. Alejandra no tenía ni por accidente un pensamiento maternal con la raza humana. La Condesa de los Vélez ya consideraba la unión matrimonial con Fonseca como: La realización de un contrato legal que según ella, ya entraba especificando claramente la palabra “familia” al firmar y decir: Si, acepto. Por lo tanto, si ya eran una agradable familia, porque Alejandra iba a querer perder el tiempo en ver la siguiente forma de construir una feliz y amada familia, en la que sin duda tenía que aparecer criaturillas lloriqueando, que solo su fin era exigir el tiempo de sus padres. Padres que en lugar de usar un tiempo tan valioso en esas criaturillas, podrían hacer crecer la economía familiar. Y muchas veces también crecer y asegurar el bienestar de demás familias. Eso si le justaba a la Condesa: ayudar. Hacer con sus tantas ideas que muchas personas salgan beneficiadas y así mejorar su vida y la de sus hijos. Y de esa manera, poco a poco, estar formando una estable sociedad, que en el país, como en el mundo a gritos pedían oportunidades.
    Por eso le fastidiaba muchísimo a Alejandra esa segunda situación, porque ella teniendo todos los cuidados posibles de no salir embarazada y más cuidados extremos para que no volviera haber otro accidente, sin saber que había fallado ahí en su vientre tenía la prueba que los métodos anticonceptivos eran una pérdida de dinero y de sueños, ¿Cómo podían todos ser tan ineficientes?
    Fulminando a su marido con la mirada, lo dejó y siguió su camino, aunque tuvo para llegar a la entrada del jardín que encontrarse con alguien desagradable para ella: Su madre. Pero ignorándola como solo ella era experta, sonríe fríamente a Carlota y ve a su hermana, eso le arrancó una cariñosa sonrisa, sincera.
    —¡Raquel, que felicidad me da verte! – La abraza. Tuvo un poco que ponerse de puntillas su hermana mayor para estrecharla con la misma alegría de verse por fin. Eso era lo de siempre cuando las hermanas Rivera se veían, ya que Raquel acostumbraba usar zapato sin tacón, “cómodos”, como ella les llamaba al poco femenino calzado que siempre presumía en su trabajo y escandalosamente también en reuniones sociales. Pero con suerte, Raquel para no causarle un infarto a su madre, tenía la misericordia de siempre de llevar vestidos largos, que protegían a todo tipo de ojos ver semejante ofensa a la moda. Alejandra que era toda moda, no se cansaba de criticar esos zapatos de “abuelita” que su hermana se atrevía a usar. Esa forma tan distinta de verter de las jóvenes hacia que fuera visible la ventajosa estatura que la condesa tenía sobre su hermana. Ambas jóvenes tenían una muy generosa estatura (Similar. La joven casada era levemente más alta de las dos) al metro setenta y tres. Pero Raquel al negarse de cambiar su vestuario, provocaba que la menor de los Rivera, con zapatillas de fino tacón muy alto, era gracioso la diferencia de estaturas había entre ellas – Pensé que ya no ibas a venir.
    —Eso mismo pensé de ti – Acepta muy contenta el gesto cariñoso de su hermana y le besa ambas mejillas antes de soltarla y verla – Estas igual. Te vez muy guapa – Ve con admiración el bello vestido plateado de seda corto, dejando maravillarse de sus esbeltas y bellas piernas, con un escote en “V” haciendo un ligero escote permitiendo lucir un collar de oro blanco con incrustaciones exquisita de diamantes de todos tamaños, logrando dar más brillo a esos enigmáticos ojos violeta – Pensaba verte un poco diferente después de cuatro meses – Se quitó sus lentes de grueso armazón negro. Raquel siempre los usaba para verse lo que era: una intelectual de pies a cabeza, que amaba el arte. Y se veía como pretendía: Una mujer guapa que vive, respira, con lo artístico.
    —Mi alimento es el de siempre – Explicó sin querer tomar importancia al tema de su embarazó. Como era su costumbre.
    — ¿No tienes antojos?
    —Estoy tan ocupada como para atender tonterías de ese tipo.
    —Sé que no te gusta que te contradigan – Dijo su hermana sin realmente importarle contradecirla. Solo tenían dos años de diferencia, pero eso bastaba para que Raquel en lo referente a su papel como hermana mayor, si lo tomaba en serio, algunas veces. Cuando se daba la oportunidad, pues con el genio que su hermana menor se cargaba en la sangre, si le causaba jaqueca solo pensar tener una conversación de diferentes puntos de vista con Alejandra. Porque sin comprender aun la razón, su hermana siempre le ganaba. Empezaba a creer Raquel que no había otra razón de que era imposible hacer cambiar de opinión a Alejandra, aunque sea palpable estar en su error. Entonces ella siendo tan pacifica, daba terminada la discusión en un: “Tienes toda la razón” – Pero estar en la espera de un bebé, no es una tontería, tienes que cuidarte, estarte checando con el doctor. Y estoy segura que no has ido.
    —Como siempre, mi querida Raquel, tienes razón – Felipe con una cálida sonrisa intervino en la plática y saluda a su cuñada de la misma manera que su esposa lo había hecho: abrazarla y besar sus pálidas mejillas – Dice que no tiene tiempo y son discusiones de días cada vez que trato de tocar el tema de llevarla al ginecólogo.
    —No tiene caso ir – Su mirada que le ofrecía a su marido era de advertencia, no le gustaba que hablaran de eso y menos con su familia – Estoy bien.
    —¿Y el bebé? – Levantando una ceja, Carlota por primera vez habla al entender muy bien ese intercambio de miradas de los condes – Me da gusto saber que te sientes bien. Pero mi nieto no nos puede decir cómo se siente…
    —Si tanto les preocupa cómo nos sentimos… disculparan que ya nos vayamos – Interrumpe tratando, sin lograrlo, de ser educada con su madre – Pero estar parada tantas horas con estos tacones – Se inclinó un poco para ver sus zapatos de tacón de aguja, sin ninguna dificultad al tener un pequeño vientre – Es muy cansado y empiezo sentirme algo mal.
    —Pues en ese caso ya vállense – Oyeron que de atrás de Alejandra una voz familiar, agradable, les hablaba. Ponce con una estatura de un metro ochenta y tres, era fácil de ubicar al tener una estatura bastante privilegiada entre tanto hombre de estatura media – Yo mañana iré a verte – Se dirigía el hombre de treinta y uno años a su único cuñado – Me gustaría hablar contigo de unas cosas.
    —¿Algo importante? – Expresó Alejandra, aunque sabía la respuesta. Su hermano rara vez pisaba su casa, por eso preocupada ve a Ponce y luego a su esposo, temiendo que le ocultaran algo.
    —No – Felipe es quien la tranquiliza – Solo son negocios.
    —No me habías dicho…
    —Ya luego hablaremos de eso – La calló con una mirada significativa su marido.
    —Si no te importa, Ale, pero estando estos días disponible, me gustaría ir a tu casa, para platicar y ver a Ricardo ¿Cómo está? – Sonrió con demasiada dulzura al mencionar a su hermoso sobrino.
    —Creciendo y muy sano – No pudo ocultar el gran orgullo que sentía Felipe por su primogénito.
    A la Condesa Fonseca le importó solo saber que su artística hermana iba a tomarse tiempo en sus múltiples ocupaciones para visitarla. Eso como le alegraba.
    —Por favor, no dejes de ir. Te espero mañana – Se acercó a Raquel para despedirse de beso, luego a su hermano, a su cuñada Marina que estaba extrañamente callada, que apenas en ese momento notó su presencia y hasta ultimo a Carlota – Nos vemos, madre. Como siempre, muy maravillosa fiesta. Y felicidades por otro año de matrimonio – La marquesa sintió un doble sentido en las últimas palabras de su hija. Iba a preguntarla de que se trataba esa forma de hablarle, pero de repente palideció el rostro de Alejandra, por su bajo quejido la distrajo.
    Felipe que tenía en su brazo la mano de su esposa, clavándole cada dedo con tensión se pegó más a ella y la sujetó instintivamente por la cintura y en casi susurro le preguntó en el oído:
    —¿Te sientes mal, amor?

    Todo pasó vertiginosamente.

    El dolor era antiguamente conocido, pero no lo recordaba tan intenso.

    Cuando se le rompió la fuente en su primer embarazo el dolor era tolerable, no como ahora que era de repente y apenas podía estar de pie.

    Ponce al conocer a su hermana, viendo sus ojos vidriosos y su mandíbula tensa, la toma en sus brazos. Comprendía lo que pasaba.
    —Avisa a su hospital que vamos para allá – Ordenó el primogénito de los Rivera a su cuñado – Para que nos estén esperando con todo listo.
    — ¡Bájame, Ponce! – Exigió Alejandra con dificultad – Los invitados se enteraran. Seamos discretos.
    — ¡Al demonio con tus prejuicios! – Siendo el más alterado de la familia, Felipe calla a su insensata esposa – ¿No te das cuenta que el parto se te adelantó?—Llamó en ese momento, sacando su celular del fino saco, al hospital.
    — ¡Claro que no! – Gritó exaltada la Condesa – Ponce, bájame.
    Su hermano en una incómoda situación entre ser de nuevo tío o estar en medio de una típica discusión de los Condes, decide obedecer a su hermana. La baja con cuidado pero en su rostro su preocupación era palpable.
    —¡Qué te pasa! – Alejandra alterada entre el enojo y el dolor, sin pensarlo toma el celular de su marido y cuelga la llamada.
    — Juro que si no sale bien las cosas te odiaré – Nadie pensaba con cordura, a unos les ganaba el enojo y a otros por su parte, el miedo, pero al final Felipe selló sus palabras.
    Y la Condesa de los Vélez se desmalló, cayendo precipitadamente sobre el pasto verde de la lujosa mansión.

    No había nada que celebrar.

    Las flores, los regalos y felicitaciones que había recibido con el nacimiento de Ricardo… ya no existían.

    ¿Qué se celebraría?

    La creatura fue declarada muerta a las cuatro cuarenta de la madrugada.
    Los doctores insistían en darle de comer a su paciente, pero ellos, como Carlota y sus hermanos, no lo lograban.
    La joven no hablaba. Estaba ida.
    ¡No había llorado por la muerte de su hija! Si hasta las propias enfermeras que habían atendido el parto habían llorado, por la hermosura de ese pequeño ser que no tuvo la oportunidad de vivir.
    Felipe parecía haber cumplido con su juramento de “De odiarla si las cosas no salían bien” pues apenas tuvo a su hija en sus brazos y se le declaro muerta, no lo vio más Alejandra.
    Su esposo no la visitó los tres días que estuvo en el hospital.
    — ¿Ya llegó el chofer? – Preguntó la condesa apenas oyendo abrirse la puerta.
    —Sí, te está esperando en la entrada – Le confirmó su hermana – ¡No te levantes! – Se alarmó Raquel al ver como su hermana de estar delicadamente sentada ya estaba temblorosamente de pie – Ahora vendrá la enfermera con la silla de ruedas. No te esfuerces.
    Ignorando a Raquel, Alejandra se puso los zapatos bajos que estaban debajo de su cama y caminó hacia la puerta. Raquel sorprendida por la neutralidad de su hermana se hace aún lado para que pasara. No quería insistir, porque eso sería una discusión y la Condesa no estaba para contrariedades.
    Su físico era débil, pálido, fantasmal. Y Raquel sentía un gran dolor al ver a su pequeña de esa manera.
    — Aquí no pasó nada – Dijo Alejandra mientras se tragaba su gran dolor -- ¡Aquí… no… pasò… nada!
    Esas palabras de desdicha, tristeza y odio que oyó de su hermana, hizo que Raquel se ruborizaba.
    —No es malo demostrar dolor – Se le salió desesperada—¡Llora!
    — ¿Llorar?... ¿Para que…?
    — Es una estupidez castigarse así–Siguió a su hermana que se dirigía con torpeza al elevador.
    — ¡Condesa Fonseca! – Se escandalizó su enfermera que llevaba la silla de ruedas – ¡Siéntese!
    —Gracias por todo – Se abrió la puerta del elevador -- ¿Vienes, Raquel?
    No puedo creer el ser que eres – Y desapareció la joven Rivera mientras se cerraba el elevador.

    Por fin. Por fin podía hacer lo que su alma le pedía: Lamentarse.

    Lloró unos segundos que el rápido elevador le permitió.

    Al llegar al lobby del hospital, salió a la calle secándose las pocas lágrimas que pudo su débil cuerpo sacar.
    —Condesa, la ayudo – Su chofer apenas verla la tomó de brazo para ayudarla – De todo corazón, quiero decirle que lamento profundamente lo...
    — ¿Y mi marido? – Quiso no escucharlo.
    —Está en el carro – Metió con cuidado a la señora en su asiento trasero.
    Levantó la mirada esta Alejandra y vio al final de la hilera de carros, el carro de su esposo.
    Felipe apenas sintió que su esposa lo veía y se subió a su carro.
    —En verdad me odia – Siseó con dolor.
    — ¿Decía, Señora?
    —Nada.
    —Como está lloviendo – Quiso hacer platica Manuel – Habrá mucho tráfico – Acomodó su cinturón y arranco el costoso carro.

    La lluvia se estaba convirtiendo en tormenta rápidamente y Alejandra sabía que por lo menos la naturaleza si la comprendía.

    Llevaba como quince minutos de camino. Estaban tomando la desviación para llegar a la mansión.

    — ¿Pero qué pasa?... ¡Por Dios! – Gritó el señor Manuel – Señora, agárrese, creo que nos están siguiendo.
    — ¿Qué? – Iba a voltear Alejandra para ver qué era lo que estaba pasando, pero un fuerte golpe hizo que saliera volando de lado derecho del carro.
    Un segundo golpe siguió y el tercero fue el definitivo.

    Las noticias de todo Europa, en menos de tres horas estaban anunciando el trágico accidente que Los Condes de lo Vélez y el pequeño primogénito Ricardo habían sufrido, dando muerte a una de las más respetadas familias de España.

    ¡Gracias por leer! Espero que esta vez no se me haya pasado algún error. Y perdón por causarles tal confusión, pero el primer mensaje que dejé, no fue un prólogo, más bien éra una reseña. Este sí es el prólogo :D
     
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  8.  
    Anniheri

    Anniheri Usuario común

    Aries
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    Vaya, fue algo diferente. Primero la perdida del pequeño, después la magnitud de pensamientos y emociones que se padecen tras esa fuerte perdida; y al final el accidente sufrido.
    No fue algo que me esperara y me gusto la idea que tuviste.
    Si este es el prologo no me imagino lo que viene. Avisame cuando actualices.
     
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  9.  
    Little Shakespeare

    Little Shakespeare Entusiasta

    Capricornio
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    Muchas gracias !! :oops: Esto es nada mas el prologo, espero que ojala el 1 capitulo tambien te guste.
    Es una idea diferente lo que se trata de traer.
    No solo sera una historia de DRAMA. La intension es que sea una novela que se acerque lo mas posible a las conductas humanas... A la VIDA.

    Y que hay en la vida? Pues lo que vivimos todos: Alegrias, tristesas, tragedias, diversion, amor, traicion, deseos, frustraciones, pasion, sueños rotos, contrariedades, buen humor... No toda la vida es malo, hay de todo y eso tambien habrà aqui.

    Espero leerte pronto en el siguiente cap.

    :oops:
     
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  10.  
    Blood Dupre

    Blood Dupre Usuario VIP

    Tauro
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    Hola, gracias por invitarme me ha encantado la trama, aunque tienes ciertos errores en la escritura entre ellos se encuentra que abusas demasiado del punto, recuerda que también existe la coma, además de esto:
    • —No diga eso. No es en absoluto aburrida y mucho menos vieja – Mintió Marina (
    • —No diga eso, no es en absoluto aburrida y mucho menos vieja —mintió Marina) "Bueno aquí no veo el porque de la mayúscula."
    • ¿porque no te arreglaste un poco más? (¿por qué no te arreglaste un poco más?)
    En fin espero el próximo capítulo. Adiós.


     
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  11.  
    Little Shakespeare

    Little Shakespeare Entusiasta

    Capricornio
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    Muchas gracias por ayudarme, soy mala en esto aunque lo lea mil veces no encuentro los errores hasta q me dicen, eres muy amable. ahora lo corrijo.

    Que bueno que te gustò !!! :p Espero leerte en el capituloo 1... GRACIAS :oops:
     
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  12.  
    Iron Maiden

    Iron Maiden Entusiasta

    Sagitario
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    Como dije en el comentario... ¡Wow! Lo que acabo de leer es realmente intenso y diferente. La manera en que describes y narras los hechos fríos y tristes, como lo es en general, la vida de los Rivera, es sumamente atrapante y te deja con ganas de leer más. La verdad es la primera vez que veo un escrito original de esta índole, donde todo es una cadena de meras personas desdichadas e infelices, cuyas vidas sólo giran en torno al dinero y los intereses.
    La verdad tengo que felicitarte, tenés mucho talento y me muero de las ganas por seguir leyendo.

    Sin embargo, tenés unos cuantos errores de ortografía y gramática en algunas partes; y hay momentos en que las cosas se vuelven un poco confusas. Te recomiendo que separes más los párrafos porque sino hay que leer todo junto y uno se pierde con los nombres y los sucesos :P.

    Bueno, no tengo nada más que decirte, sólo que gracias por haberme avisado de esta genial historia, y que porfa, me avises cuando traigas la conti ok?
    Saludos! :D
     
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  13.  
    Suikocraft

    Suikocraft Entusiasta

    Libra
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    Okey! perfect, gracias por la invitacion en verdad, tremendo prologo, sin palabras pues en verdad con estilo, me ha gustado mucho la manera en que detallas la personalidad de los personajes y sin contar lo mucho que me centre en el embarazo de Alejandra que bueh en verdad que al finalizar el capitulo quedo asi T_T, en fin si esto es el prologo espero con ansias el primer cap, mucho exito.
     
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  14.  
    Hope Van Blonsky

    Hope Van Blonsky Usuario común

    Acuario
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    ¡Vaya! Mis respetos y felicitciones. Esta historia tiene un tremendo potencial, estoy segura que en algun punto de esta historia, por lo menos haré algunas de estas cosas: Llorar, reír, odiar, amar y demás.
    Si noté algunos errores, pero te aseguró que con el tiempo mejorarás, es casi una regla aquí, no porque sea definitivamente obligatorio, si no porque todos suelen hacerlo ;)
    Me cautivó la frialdad de Alejandra, y su matrimonio con Felipe :S Me muero de ganas po el primer capítulo, deseando ver tanto profecionalismo como en el prólogo, has tu mejor esfuerzo ¿vale? Bueno, sin más me despido. Te deseo un gran éxito con esta historia, auqnue no creo que sea necesario desearte suerte, ya que tu misma lo estas haciendo, se nota que has trabajdo mucho en ella, y ha valído la pena ;)
    Avisame cuando lo actualices por favor :D
    ¡Saludos! Cuidate.
    ¡Sayo!
     
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  15.  
    Dr Ruth

    Dr Ruth Entusiasta

    Géminis
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    Increíble !!! Me quede sin letras para expresar lo maravillada y sorprendida que estoy por disfrutar de esta manera una muy buena historia. Como dicen las demás ... Promete mucho y en verdad estoy segura que va en excelente camino !
    Estoy feliz y emocionada !!!
    Quiero mas ! Una amiga me lo recomendó y claro que esta historia es de leer.

    Una misteriosa reseña y apasionada...
    Un prologo profundo y excitante en todos los sentidos...

    No puedo pedir mas !!!

    Alejandra !!!??? Será la protagonista ??? Espero que si porque me sorprendió su belleza ... Pero sobre todo su forma de ser, que como todos nosotros tiene cosas buenas y malas


    Mas !!! Quiero mas !!
     
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  16.  
    Little Shakespeare

    Little Shakespeare Entusiasta

    Capricornio
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    23 Agosto 2011
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    Escritora
    Ya somos dos !!! A mi tampoco me gusta la forma de ser de Alejandra. Como no puee valorar la gran bencidion de ser madre ??
    Espero que no pagué de mas todo ese comportamiento que tiene con todos... principalmente su esposo e hijos... que al final solo quedó un hijo... Ricardo.

    Gracias a TODOS por sus comentarios !! :oops:

    Pronto sabremos mas de SECRETOS DEL ALMA.

    Saludos !!!
     
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  17.  
    babbyfer

    babbyfer Entusiasta

    Escorpión
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    Que intensidad de Prologo. Me parecio mas que maravilosooo ! :D:eek:

    Felipe me enamoró. Lindo lindo !!! :oops:
    De hecho todos los personajes que salieron me gustaron demasiado.
    La forma de ser de Raquel... DISFRUTA LA VIDA !!! Que bien ! Ademas es linda hermana, me enamoró. Eso pasa cuando el arte esta primero: no se cuida la persona. jiji
    Ponce, un mujeriego, hasta por eso me encantó, jajaja. Porque es lindo hermano.
    Carlota. Pobre mujer, esa frialdad la vida la hizo asi, pobre!! Pues se dice que su vida no es para nada cuento de adas.
    El marques Alfonso no salio, pero me parece alguien interesante. :)
    Marina, pobre tambien, aguantar a una mujer asi... Se nota que solo quiere quedar bien con la suegra !

    Alejandra, su forma de ser no me parece, pero al leer que lloró y que de verdad la pasó mal... me llego al corazon !! :( De odiarla la aprecié !!

    Pobres de los Condes al perder a su bebé. Eso si me sorprendió... Ya ni se diga el accidente.

    Esto de :eek::eek::eek: La historia. Largo Prologó, pero valio la pena leerlo.

    Muchas felicidades MM (Te puedo decir asi??? jii)

    Eres maravillosa para derpertar emociones, bueno, por lo menos para mi si !!!

    Quiero mas !!! Como dicen arriba !!!

    Todos queremos mas!!! Avisame !!! Please ! ;)
     
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  18.  
    Atenea

    Atenea Entusiasta

    Cáncer
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    Ahh ! Si la reseña me emocionó, imaginate como me siento con leer este prologo.
    Estoy que no me la creo...
    Que vidas tan tristes tienes algunos personajes. Hasta yo creo que Raquel la pasa en el fondo no muy bien, porque no tener la aceptacion de los padres, puede llegar en algun momento.
    El manejo del perfil de cada personaje que es tan definido, cada quien con sus buenas y cosas malas, me FASCINO! :oops: Que cada uno tenga su forma de ser y de pensar... como lo somos en la vida real, hace que me atrape mas esta historia.
    Me intriga saber quien será la bella joven... Supongo que es Alejandra... Pero con eso que muruieron todos ???
    QUE INTRIGA ???
    Quien los quiere matar? O quien los mató ???
    Me salen miles de preguntas... jajajajaja
    Por favor, no tardes en subir mas !!! :p
    Esto si es una historia que me atrapa... Yo tenia ganas de leer algo asi y mira... eres un amor... me concientes sin saberlo... jajaja

    Adiosito !!
     
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  19.  
    yanin

    yanin Usuario común

    Escorpión
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    primeramente que nada gracias Moliry por invitarme a leer tu ff me gusto mucho la forma en que narraste los hechos y además los sentimiemtos de los personjaes que cada uno mostraba.
    pues estuvo excelente el prologo , pero que tristeza primero que Alejandra perdio a su bebe y luego hubo un accidene tragico esto estuvo muy triste pues esperare el siguiente capitulo me quede con la intriga.

    salu2:p
     
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  20.  
    alucard

    alucard Lord del Reino del Norte

    Escorpión
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    Escritor
    Quiero ser sincero contigo, no me agrada mucho recibir invitaciones a leer... por favor abstente de hacerlo nuevamente (incluyendo aviso de continuación)

    1.- Todavía no puedo ubicar el tiempo exacto ni mucho menos el espacio (aunque mencionas Madrid, España)

    2.- Es factible que una mujer como Carlota tenga una hija de 21 años completamente sana dado su estilo de vida, no obstante considero un poco exagerada la manipulación de edades.

    3.- El prólogo fue muy extenso aunque honestamente un poco fastidioso de leer, el motivo es sencillo: redundancias, exceso de comas, falta de puntos (suspensivos, finales, seguidos y aparte)

    4.- Es algo raro que una familia tan importante tenga un lenguaje un tanto vulgar, más aun estando en una celebración muy importante.

    5.- Mencionaste que Carlota ama a sus hijos... según las situaciones, a mi parecer la única a la que ama de verdad es a su hija Alejandra. Aunque no hay tanto problema con ello, todo padre tiene su favorito (en caso contrario, un porcentaje alto).

    Ahora mis consejos y opiniones:

    Excelente descripción de emociones y situaciones, una narración bastante interesante y detallada en cuanto a los personajes... amo el manejo de la ironía.

    1.- evita un poco las redundancias (repetición de palabras como "fiesta", "tan", etc...), puedes usar yuxtaposiciones y/o coordinaciones para enlazar las oraciones con el fin de hacer la narración más fluida y exquisita, tampoco olvides usar sinónimos.

    2.- La ortografía me impresionó, pero cuida un poco las tildes cuando usas cuestiones pues te faltó tildar en ¿por qué? Si mi memoria no falla.

    3.- La redacción no es bien manejada, incluso si: la narración, ortografía, desarrollo de la trama y perfiles de los personajes son buenos aun necesitas práctica con el manejo de los párrafos usando debidamente los signos de puntuación.

    5.- Es bueno centrarse en personajes, pero no descuides describir los detalles del espacio.

    Concluyendo digo que es un buen trabajo, un esfuerzo mínimo en redacción lo hará excelente.
     
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