¨Supuestamente muerto.¨

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Erzabeth, 1 Octubre 2011.

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    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

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    Escritor
    Título:
    ¨Supuestamente muerto.¨
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    377
    ¨Supuestamente muerto¨.
    Prólogo
    —Señor… su maleta está lista—. El joven tomó su equipaje, y abordó el avión que lo esperaba a las afueras del edificio.

    El avión se elevó, y emprendió su viaje, con sólo un pasajero, Richard Edwin; pelo rojo, un poco largo, un estilo rock y con las uñas pintadas de negro. Su estatura un poco más de 1.75, y con un tez blanco, muy blanco.

    El avión iba recorriendo la mitad del camino. El joven pasajero iba recordando el por qué se había ido de esa ciudad.

    ¨El joven estaba sentado en el sillón a un costado de la puerta. Una señora le gritaba y le gritaba, el joven sólo hacía muecas de desprecio. De pronto, su hermano menor llegó derramando jugo sobre él. Con una mueca maliciosa le gritó;
    —¡Por tonto! Jajaja—.

    El joven sólo alzó la mano y la rosó por el rostro del pequeño haciendo que el pobre niño menor de siete años empezara a llorar.

    La mujer aún más enojada llamó a su esposo y empezó a golpearlo. Ambos rodaron sobre el suelo, pero no parecía que se quisieran separar. Después, llegó su hermana mayor junto con su bebé recién nacido. El esposo de esta se entrometió en la pelea pero ahora los tres estaban golpeando al aire, sin saber a quien golpeaban, un golpe salió volando rosando la mejilla de la mujer que le gritaba a Richard, su madre.¨

    —Idiotas…—. Mustió Richard aún recordando la pelea, y todas esas veces en las que sus padres lo regañaban.

    El joven de 17 años, dueño de una banda de rock, desabrochó su cinturón en seña de buscar algo en su maleta. Antes de poder abrir dicha maleta el avión presentó turbulencias.
    Él no sabía, pero ya se le había apagado un motor a dicho avión.

    —¡Ha!—. Se oyó el grito del muchacho al caer en el avión, pero no sólo sus gritos. Todos empezaron a gritar, rezar, y a pedir a toda clase de ¨santos¨ que los salvara.

    El avión calló…
     
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    Fernandha

    Fernandha Maestre Usuario VIP Comentarista destacado

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    Escritora
    Lol, ¿a quién no le gusta el horro? (<--no respondas, ha de notarse la ironía).

    Hola, amore. Gracias por la invitación.
    Elimina el guión, querida.

    Supongo que a "todos" te refieres al pilóto y a la que lo atiende ¿no?

    Me gustó, para ser un prólogo, estuvo bien. Ñhém :3 esperaré el primer episodio.

    Buen día.
    AT: Fer-chan.
     
  3.  
    Erzabeth

    Erzabeth Fanático

    Tauro
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    Escritor
    Título:
    ¨Supuestamente muerto.¨
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    618
    Niño Idiota.

    Justo después de que el avión presentó turbulencia, el piloto ya había comentado a la torre de control.
    Después, la playa, justo donde aterrizaron, ya estaba llena de gente chismosa que quería ver lo que pasaba, policías, bomberos y ambulancias.

    Cuatro camillas se vieron salir de ahí. Ya en la ambulancia se podía presenciar un rostro, un rostro ya conocido. Richard, con el rostro completamente destrozado.

    —¿Podrá salvarse?—. Preguntó una de las enfermeras que se encontraba en la ambulancia.
    —Podríamos reconstruir su cara, así nos podremos enterar de quien es… y, no, no podrá—.

    La enfermera con una mueca de asco y miedo, afirmó con su cabeza y volteó hacia otro lado, el simple hecho de ver ese rostro tan, pero tan dañado, provocaba asco, hasta las personas más especializadas en reconstrucción, podrían espantarse.
    Ya en el seguro. Aún no sabían de quien se trataba. Su cara envuelta para que nadie lo viera y no provocara asco, empezó a moverse…

    Nadie se dio cuenta, pero un dedo de su mano empezó a levantarse, después, sus pies tenían completa movilidad. Después… despertó.

    Nadie se dio cuenta, el joven se encaminó hacia la salida, y con un movimiento de manos, pudo soltar todas las vendas de su rostro. Pero algo sorprendió, su rostro ya estaba completamente normal.

    —Idiotas—. Volvió a pronunciar recordando a su familia.

    Pero, mientras en la familia de Richard, nadie sabía nada.

    —Hijo… ven por tu comida—. Mustió la mamá de Richard, hacia su hermano menor, Josué.
    El niño se encaminó a la cocina por su ración, y la llevó hacia su cuarto. Cerró la puerta.

    —Niño idiota…—. Pronunciaron detrás de él. El niño espantado al notar que alguien había detrás de él, soltó su plato y volteó.

    Ahora, la cara del joven Richard se volvió totalmente roja, llena de sangre, y su cara empezó a descarapelarse para volver a su estado normal, destrozado.

    —¡Ha!—. Gritó el niño asustando a todos los que se encontraban en los otros cuartos. Todos trataban de entrar pero la puerta no cedía. La mujer tomó la perilla de la puerta, pero se derritió en sus manos.

    —N-No p-puede ser…—. Mencionó la mujer al observar que sus manos de quemaban junto la perilla— ¡Ha!—Gritó.

    Mientras en el interior del cuarto, el niño sorprendido al ver cómo se descarapelaba la cara de su hermano, soltó otro grito para intentar correr.

    —Jajaja…—. Reía el joven, para después soltar vomito sobre el niño—Por tonto—Dijo. Después, abrió totalmente la boca para de un movimiento comer al niño.

    —¡Ha!—. Gritaba el pequeño en su interior, pero los gritos dejaron de sonar cuando Richard lo eliminó con sus fluidos gástricos que gobernaban todo su cuerpo.
    El niño murió.

    Y tal como el niño derramó jugo sobre el joven, este lo hundió sobre sus jugos gástricos.

    Detrás de la puerta ya no se oía nada. La mujer con su mano totalmente destrozada, sollozaba en una esquina, mientras los demás, sofocados, sin aire con una mueca se asombro, temblaban sin cesar.

    Después, la puerta se abrió como por arte de magia, dejándolos entrar instantáneamente.

    —N-No…—. Pronunció el padre al sólo ver agua tirada en el piso, o por lo menos lo que ellos creían que era agua.
     
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