Spin-off ¡Vacaciones en Islas Artistas! [Pokémon Rol]

El cielo estaba azul sin nubes más allá de dónde alcanzaba la vista. Las olas turquesas rompían blandamente en la orilla en retazos de blanca espuma, encontrándose con la arena cálida de la playa.

Los Wingull chillaban sobre la costa pasando de un lado a otro mientras cazaban Remoraid y Finneon bajo las olas.

Contenido oculto: Musiquilla

Mimiko Honda se aseguró de que las gafas de sol cubrirsen adecuadamente sus ojos de la inclemente luz solar. El heraldo del Sol: Solgaleo, aquel caluroso día de verano no parecía tener intenciones de darles tregua a ninguno de los ocho holders que se habían reunido en una de las muchas playas de Islas Artistas. Hacía calor, quizás demasiado.

Lo habían preparado todo para pasar el día. Comida, sombrillas, toallas para tomar el sol, ropa adecuada, protector solar... incluso una pelota para jugar voley. Aunque no había ninguna red en toda la playa.

Con su modesto bikini rosa que trataba de resaltar sus pocas vistosas curvas y atributos, Mimi trataba de no mirar a Emily de forma directa. Pero era realmente complicado no mirarla aunque fuese de soslayo y no maldecir toda su estampa y su genética por su suerte. A veces quería simplemente asaltarle por la espalda, sostener aquellos voluminosos senos entre sus palmas e interrogarle si eran o no de verdad. Porque ciertamente no era justo.

Iban a terminar por hacer ceder la parte superior de su bikini en cualquier momento, ninguna tela soportaría tanta presión. ¡De eso estaba segura!

—Ah~

Suspiró con resignación y se estiró en sí misma. Un brazo arriba, lo suficiente para despejar su mente de aquellas penosas ideas y de sus terribles complejos.

Era un día de playa. ¡Al fin unas vacaciones más que merecidas! ¡Nada de estar de morros, no! Era hora de tomar el sol y descansar... aquella paz tan suma no podía romperse con nada.

...

... ¿O sí podía?

Contenido oculto

Roleando un capi de playa en pleno invierno, qué cool (?)

¡Bueno chicos aquí estamos! Podéis ir roleando entre vosotros o lo que queráis hacer, se supone que estamos todos ya xD Yo a partir del siguiente post ya responderé como Mimi uvu

Los eventos irán pasando con el transcurrir de los post. Podéis usar los objetos en negrita en cualquier momento.

A ver cómo sale esto (?)

Amane Liza White Nekita Juanjomaster Eyeshield @Psyduck Reual Nathan Onyrian

 

Nikolah Cruz

Inspiré profundamente, mientras me estiraba, para desentumecerme del viaje hacia allí. La arena se sentía excelente bajo mis pies, y no dude en enterrarlos para disfrutar del fresco que se hallaba debajo. Miré a mi alrededor, suspirando. No había nada, más que playa, mar y naturaleza. Y el resto de los holders, obviamente. No recordaba por qué habíamos decidido todos (o al menos, la mayoría) en aquel viaje, pero la verdad, me alegraba de haber aceptado. Lo único que me ponía algo triste era que Talía no había podido venir con nosotros. Seguramente hubiera disfrutado de este descanso. Pero bueno, tenía otras cosas que hacer. No podía culparla. Cuando volviera, le contaría todo lo que había ocurrido.

Bueno, había comida, sombrillas y toallas para tirarse a descansar, botellas de crema que no sabía que eran, y hasta una pelota. Aunque no había cancha ni red para jugar. Aunque bueno, se podía improvisar, obviamente. Sin embargo, mis ojos estaban puestos en otra cosa, que tenía al frente. La enorme extensión azul que se extendía ante mis ojos. Dejé que el sombrero que tenía cayera sobre mis hombros, me puse las antiparras, me ajusté el bañador verde floreado, y me saqué la camisa multicolor floreada que tenía. Debajo, tenía un corpiño de cocos. ¿Eso usaba la gente cuando iba de vacaciones a la playa, no?

Hecho eso, me fui corriendo hacia el mar, para zambullirme de inmediato. Sentí como todo el cuerpo se me refrescaba. De por sí yo era un horno, exudando calor de forma constante. Y por alguna razón, ver a Liza como iba vestida hizo que tuviera más calor todavía. Vaya, la playa era extraña. Mejor me ocupaba buscando algún tesoro en el mar, para mostrarles a los chicos, luego. ¡Por algo Talía me había comprado estas antiparras! ¡Las iba a usar como fuera!

Contenido oculto: Bueno, ya que estamos con el fanservice (?

 

Mimi Honda

Observé el mar desde lejos, con cierto recelo. Un escalofrío recorrió mi espalda. El agua y yo... no nos llevábamos especialmente bien ¿de acuerdo? Y era curioso siendo que tenía un inicial de agua.

Por ponerlo en palabras simples: no sabía nadar. Y prefería ponerme las gafas de sol, tumbarme en una toalla y tomar el sol, despejar mi mente de todos los problemas y simplemente relajarme. Aunque sería un error quedarme dormida, estaba segura de que iba a quemarme.

Mi piel era demasiado blanca y sensible para no preocuparme por ella.

Tomé el protector solar y me apliqué una generosa cantidad sobre los hombros y las mejillas. Pero cuando finalicé, me di cuenta de que no llegaba a mi espalda.

Ah, mierda.

—Em, ¿me ayudas con...?—pregunté al aire con el protector solar en la mano pero ella ya se había alejado corriendo por la playa con Liza.

Hice una pequeña mueca.

Preguntarle a cualquier de los chicos allí estaba absolutamente descartado. De modo que fijé mis ojos en la única chica que quedaba cerca. La joven amante del tipo fantasma.

>>Elisa—le llamé y con mis manos aparté mi cabello de mi espalda mostrando mis hombros desnudos, torneados—. ¿Me ayudas? Estoy segura de que si no me echo suficiente crema solar pareceré un Octillery cocido en menos de cinco minutos.

Contenido oculto

@Psyduck is this fanservice ghostshipping (?) yes, it is

 

Liza White

Entrecerré los ojos, respirando hondo aquella refrescante brisa marina, soltando el aire en un suspiro cargado de paz y tranquilidad. Sentada en aquella tumbona bajo la sombrilla, observando el hermoso azul del océano y el brillo del sol destellando sobre su superficie era algo que no podía ser descrito con palabras. No era difícil notar que estaba realmente feliz de estar allí, mi sonrisa imborrable me delataba.

Siempre había deseado pasar un día normal con el resto de holders, y aunque no estábamos todos, al fin se había cumplido.

Observé con calma mientras me esparcía la crema solar cómo los chicos comenzaban a movilizarse. Nikolah y Emily no tardaron en quitarse la ropa con una emoción palpable, casi tirándola sobre la arena del mismo ímpetu, y solté una suave risita mientras veía al rubio corretear hasta zambullirse en el agua. ¿Por qué demonios llevaba...? Negué con la cabeza, cerrando los ojos en el proceso: era el encanto de Nikolah, después de todo. Sin embargo, mi ceño se frunció mientras dejaba de echarme crema sobre los hombros: ¿se había olvidado de protegerse? Ah no, ni hablar, no en mi guardia.

Me levanté, con el bote de crema entre mis manos, dirigiendo un vistazo rápido hacia el resto de chicos en primer lugar. Si allí nadie iba a preocuparse por su salud, iba a tener que encargarme yo misma. Por suerte Mimi parecía ser mucho más cuidadosa y ya se estaba dirigiendo hacia su bote de crema, aunque tuve que contener una sonrisa cómplice al notar cómo observaba a Emily desde su lugar. Había cosas que nunca cambiaban.

Y justo hablando de ella...

"¿Qué tal si nos bañamos nosotras también?"

Las manos de la chica pronto rodearon las mías, emocionada, comenzando a tirar ligeramente de mí. Aquello me arrancó una sonrisa enternecida, y no dudé en asentir de inmediato, dejándome llevar por ella.

—¡Está bien, está bien! —reí, siguiéndole el paso en medio de la carrera. Dejé el bote a un lado, sintiendo el calor del sol sobre mi piel desnuda—. ¡P-Pero espera, que tengo que acostumbrarme al ag-! ¡K-Kyah!

No, no hubo tregua para mí. Supe que no podría retractarme una vez mis pies se zambulleron en el agua, y con un último tirón me arrastró conmigo al agua, probablemente sabiendo que estaba por retroceder. Saqué la cabeza del agua, esperando a que Emily saliera poco después, y cuando lo hizo comencé a salpicarle entre risas.

—Con que esas tenemos, ¿eh? ¡Ahora verás!

Sí, aquel día era el perfecto para zambullirse en el agua. ¡No estaba tan fría como imaginaba!

Contenido oculto: Weno, fue más fácil de lo que pensé

 

Elisa Daroch.

El aire salado por el mar se sentía siempre refrescante, la extensión de arena blanca que se cubría con el mar siempre transmitía paz a donde fuera, me recordaba mucho a casa, los paseos con mi padre a la playa o las salidas a las aguas termales. Era lindo tener nuevamente esa sensación de estar en casa.

Miré como algunos se levantaban al agua, listos para refrescarse, aunque de pequeña era algo que me gustaba hacer, con el tiempo comencé a perderle un poco el gusto a bañarme en la playa, recordaba que era mejor quedarme haciendo castillos de arena, también tenía la vaga imagen de haber enterrado a mi padre hasta el cuello, junto al Banette de mi madre. Una pequeña risa se escapó de mis labios mientras me acomodaba en el lugar.

Era un día soleado y extremadamente caluroso, por lo cual había optado por quedarme bajo la sombra de un quitasol, colorido y con estampado de pokemon tipo plantas, mientras todos lucían bañadores yo simplemente había optado por esconderlo bajo un vestido suelto y estampado de flores tropicales, no era muy mi estilo, pero estábamos en la playa, así que debía vestir adecuada, ¿verdad?

"Elisa. ¿Me ayudas? Estoy segura de que si no me echo suficiente crema solar pareceré un Octillery cocido en menos de cinco minutos."

Levante la vista de la playa para mirar a quien me llamaba, Mimiko me mostraba la espalda para que la ayudase, le mostré una sonrisa y me estire para agarrar el bloqueador que tenía junto a mi.

—Claro, no hay problema —respondí mientras colocaba crema en mis manos.

Comencé aplicando en los hombros, bajando por la espalda y pasando por debajo de la tira del bañador, para evitar que dejase gran marca. Continúe hasta la parte baja y allí me detuve en el inicio del bikini, sin atreverme a ir más allá e incomodar a Mimi, el sobrante de crema lo usé para cubrir un poco mis brazos, claro que luego aplicaría más en dicha zona.

—Listo —avise, aún esparciendo protector en mis brazos —. Ya no debes preocuparte de parecer Octillery cocido —dije con una pequeña sonrisa, tomando nuevamente el embase de protector y así terminar de aplicarme a mi misma en la cara y brazos, que era lo que estaría visible al sol, aún bajo la protección de mi sombrilla.

 

Mimi Honda

—¡Kyah!—chillé—. ¡Tienes las manos heladas!

Pero pronto la temperatura de sus palmas dejó de importarme. Las manos de Elisa eran... sorprendentemente suaves. Casi etéreas. Me preguntaba si tenía algo que ver con su extraña afición al tipo fantasma. Eran roces suaves, delicados, como una pluma de Swanna.

Se me erizó la piel bajo aquella sensación fría y sin embargo tan agradable. Era como recibir un masaje improvisado y gratuito y no pude evitar cerrar los ojos, en paz, agradecida por ello. Dada la situación no me importaría que hubiera seguido un poco más. En lugar de sentirme incómoda cómo había supuesto que haría dado a que éramos poco más que conocidas, mis músculos se destensaron y logré relajarme aún más bajo el toque tácito de sus manos.

Tan sumida estaba en esa sensación que me resultó brusco y repentino cuando finalizó.

—¿Ya acabaste?—inquirí con sorpresa. Pero inmediatamente me di cuenta de lo obvio que sonó y me tensé, mis mejillas enrojecidas—. Q-quiero decir... bien, gracias.

Extendí mi toalla cerca de la sombrilla de Elisa. Seguía sintiéndome ligeramente expuesta a causa de aquel bikini. Y al no ser tan ¿vistosa? como lo era Emily me sentía demasiado consciente de mí misma. Diablos... era tan injusta.

La brisa marina era sumamente relajante. El murmullo de las olas, blando, suave, era como una especie de arrullo casi maternal que invitaba a la calma. Sin embargo yo lo que buscaba era el sol y así lo hice, tumbándome sobre mi toalla para descansar hasta quien sabía cuándo.

Cubrí mis ojos con las gafas de sol y los cerré. ¿Podía haber algo mejor que todo eso? Me hacían tanta falta unas vacaciones... a todos en realidad. Sol, playa, un único día sin hacer absolutamente nada más que dedicarse a uno mismo. Oh Arceus, gracias por permitirme estar viva.

Daichi y Ai, mis dos hiperactivos Meowstic, no tardaron en abandonar sus respectivos esféricos y correr sobre la arena. Supuse que en una especie de carrera improvisada. ¿Sinceramente? me daba igual.

—¿No irás al agua?—le pregunté a Elisa entonces, con calma, agradeciendo una paz que pocas veces lograba sentir en mi día a día.

 

Hubert Mattsson

Maractus y yo llevábamos un buen par de minutos luchando con la sombrilla que habíamos traído, los suficientes como para que empezara a sentirme incómodo ante el espectáculo que debíamos estar dando ante los demás. La arena de las playas de Islas Artistas eran puras, saltaba a la vista que ningún humano ni pokémon las habían pisado desde tiempos remotos. Por eso mismo, como terreno resultaban inestables y nuestra sombrilla permanecía inestable, amenazando con caerse. Maractus tuvo la brillante idea de usar sus maracas como soportes (“Total, para tocar música ya tengo mi cuerpo” parecían decirme sus gestos), pero eso tampoco sirvió. El pokémon de hierba al final se encogió de hombros con una sonrisa.

Finalmente, nuestra suerte cambió cuando Ralts y Shinx llegaron cargando unas pequeñas cubetas con agua, que permitieron hacer que la arena fuera más firme. Nuestro lugar en la playa, cerca del agua, finalmente logró ser montado. Suspiré, eché unas toallas sobre la arena y, a un lado, un canasto con provisiones para nuestra estadía. Finalmente, me desabroché la camisa, aunque no me la quité. Con eso me bastaba para no pasar demasiado calor, además de mis shorts negros y las sandalias.

Contenido oculto: imagen referencial del sujeto

De pronto me embargó cierta sensación de felicidad. Se sentía muy bien tener un día relajado con los demás, lejos de los peligros y las amenazas a los que estábamos malacostumbrados. Vi un poco más allá a Emily invitándonos a meternos al agua, a quien respondí alzando una mano mientras me acercaba. Detrás de mí se acercó Shinx llevando de la mano a Ralts, en tanto Maractus se limitó a colocarse unos lentes de sol y echarse sobre una toalla a… tomar sol.

Sin embargo, me metí en el mar sólo hasta las rodillas, dejando que el viento meciera mi camisa abierta y mis cabellos oscuros. Les sonreí a Emily y a Liza , preguntándome si sería muy vergonzoso contarles ahí mismo que no sabía nadar.

—Esto se siente muy bien —les dije, mirando al horizonte, como para desviar mis pensamientos un poco—. Aunque hemos estado aquí en más de una ocasión, es la primera vez que vengo exclusivamente a relajarme a una playa —conté.

 

Dante Miles

Era completamente extraño para él que hubiera accedido a ese viaje teniendo en cuenta lo raro teniendo en cuenta lo raro que se sentía en Udan en general, por el simple hecho de casi nunca ir descubierto pero no todo el tiempo tenían esas clases de encuentros para solo convivir y también, estaba seguro que hace bastante no veía alguno de los rostros que sentía que irían allí.

Bajó de Staraptor y agradeció por aquel viaje allí, acariciando sus plumas con una pequeña sonrisa ya tenía su traje de baño puesto pero, a diferencia de Udan tenía una camisa azul cerrada con lo que se sentía bastante tranquilo (aunque sabía que en algún punto tenía que quitársela si quería meterse al agua) y antes de que siquiera comenzara a caminar lejos del pokémon volador para que los demás miembros de su equipo comenzaran a salir completamente emocionados por estar en la arena y el mar.

—No se separen mucho, ¿si? —Rio un poco mientras se acercaba un poco más al punto donde suponía estarían todos y sí, no pudo evitar sonreír en el instante que vio a los que ya estaban allí reunidos además claro, de sentir su corazón amenazar con salirse de su pecho cuando a lo lejos visualizó a Emily en el agua.

¿Quién le iba a decir que agradecería al sol por darle la excusa perfecta de justificar la posible rojez de su rostro?

Respiró hondo y decidió que por ahora, podría acercarse a una de las personas que no veía hace tiempo ya —¿Hubert? —Todavía no se metía tanto al agua como él, prefería disfrutar que apenas las olas cubrieran sus pies —, es bueno verte de nuevo~

Contenido oculto: Dante sin aportar al fangirleo(?

ahora desapareceré en la universidad (?

 

Ian Lockhart

Me cubrí el rostro ligeramente mientras levantaba la vista, evitando hacer contacto visual con el Sol. Aunque mi rostro no lo expresaba, la idea de la playa no me disgustaba del todo. Al fin y al cabo, era justo lo contrario al clima gélido que detestaba; salvo las veces que el agua estaba demasiado fría.

Me llevé las manos a los bolsillos del bañador, mirando con atención el panorama y lo que el resto de holders hacía, mientras el astro rey me daba cálidamente en la espalda descubierta. Qué más daría por tirarme en la arena bocarriba y dejar al Sol hacer su trabajo, pero sabía de sobra las inclemencias del clima.

Sí, el frío era horrendo, pero el Sol era igualmente cruel con la gente desprevenida. Pasaba totalmente de convertirte en una galleta con movilidad reducida los próximos días.

¿El problema? Había olvidado mi protector solar. O, siendo más exactos, nunca tuve alguno. Pero cada problema tiene una solución, y en este caso, dicha solución apareció en mi campo visual cuando vi a Elisa masajeando la espalda de Mimi y aplicándole dicha crema. Cuando vi a Mimi cerrar sus ojos y ponerse los lentes oscuros, supe que era mi oportunidad.

Me acerqué a las chicas lentamente, en puntillas, y le hice a Elisa una seña de que guardase silencio, divertido, mientras tomaba el bote de protector solar de Mimi.

Ciertamente no llegaba a todos los lugares que podría con un compañero, pero había podido cubrir la mayoría de mi espalda y hombros aún así.

Lo siguiente que hice fue liberar a Blastoise, que lucía con más energía que de costumbre, mirando la enorme cantidad de agua que nos rodeaba. Ambos caminamos a la playa, divisando a un par de Holders que ya se habían sumergido bastante, y a otros cuantos que sólo se habían metido un poco.

—Hey —hablé con mi habitual tono seco, haciendo un leve gesto sobre mi cabeza con los dededos índice y anular con mi mano izquierda a modo de saludo—, un tiempo ya sin vernos, eh —sonreí, burlón—, Hubert, Dante. Me sorprende verlos jugando en la orilla chicos, ¿Es que a caso no saben nadar? No se preocupen, la mejor manera de aprender es con la práctica, ¿No lo crees Blastoise? Anda, dale un empujoncito a los chicos...

Quizá por todo el tiempo que llevábamos juntos, Blastoise no tuvo problemas entender a qué me refería. Resignado, sabiendo además que ya le había causado problemas a estos dos chicos en el pasado, apuntó a cada uno con sus cañones y les dio con una ráfaga de agua que los mandaría volando algunos metros más adentro del mar.

—No nos lo agradezcan —divertido, me subí en Blastoise y este comenzó a adentrarse dentro del agua, hasta quedar flotando sobre su superficie—, todo sea por ayudar a mis queridos amigos, heh.

 

Nikolah Cruz

Me encontré solo en el mar, flotando en una parte bastante profunda. Liza y Emily habían hecho amague con meterse, pero no habían llegado demasiado lejos que ya estaban salpicándose y tirándose la una por encima de la otra. Yo las miré sonriente, sin entender un pepino. Je, un pepino de mar. ¿Habría de ellos aquí? ¿Cómo era un pepino de mar? ¿Sabía igual que un pepino normal? ¿Acaso eran pepinos? ¿Habría granjeros en el mar que cultivaban esos pepinos? ¿Había granjas bajo el mar? ¿Había Miltanks en el mar? ¿Eran Miltanks marinas o acuáticas? ¿Que ERA el mar en sí?

En esas cuestiones pensaba, mientras flotaba panza arriba, y la corriente me mecía suavemente. De a poco, mis ojos se fueron cerrando, mientras mi cuerpo se relajaba e iba cediendo al sueño. Había sido un viaje cansador, la verdad. Y sin contar todo el cansancio que ya llevaba encima per sé. Y el mar, junto con el sol, se sentían tan bien...

Me desperté de improviso, al ver sentir como alguien me estaba picoteando el pecho. Un Wingull había decidido que mi sostén era lo suficiéntemente interesante como para venir a picotearlo.

— ¡Eh, esos son mis cocos! ¡Búscate los tuyos!— lo espanté.

Mientras el pokémon salía volando, yo me puse a inspeccionar los alrededor. Ah, muy bien. No veía a nadie. Creo que eso a lo lejos era la playa. Probablemente. Pero no se veía a nadie moviéndose allí. Que extraño. Me encogí de hombros, mientras contemplaba la inmensidad azul que me rodeaba. La verdad, parecía que me había alejado bastante. No escuchaba ya ningún voz de mis compañeros. Hubo un ruido como un cañonazo, pero bien podría haber sido otra cosa. Suspiré. Bueno, solo quedaba una cosa por hacer.

Me ajusté las antiparras, y me zambullí en el océano. ¡Era hora de la caza de tesoros!

 

Una enorme y extraña sombra se deslizó sigilosa bajo Nikolah antes de desaparecer bajo las zonas más profundas. Cuando el joven se zambulló en el agua ya no estaba allí, y el entorno que lo recibió fue una extensa barrera coralina. Vio Corsola, Finneon y Remoraid jugando y ocultándose entre los corales, las anémonas, sobre las rocas.

Rojos, naranjas, celestes... eran como hermosas piedras preciosas en pleno océano. Un colorido bosque subacuático digno de ser fotografiado.

Pero la búsqueda del joven se vio cortada de raíz. Bajo una roca de curioso aspecto emergió un ser rojizo de viscosos tentáculos.

Era un Octillery... ¡y parecía muy molesto de que un humano extraño ataviado con cocos hubiese entrado en su territorio!


OCTILLERY: Agua
Ventosas: No puede ser obligado a dejar la batalla bajo ningún método.
Salud: 150/150
Fuerza: 250 (40)
Resistencia: 150
Velocidad: 1/1 (45 de Velocidad)
Movimientos:
-Pulpocañón (75 potencia, Agua, el rival lanza un dado de 5 caras, si sale uno baja la precisión de su próximo ataque) ((Base 65 +10 STAB)) (Usos: 3/3)
-Lanza Mugre (70 Potencia, Veneno) (Usos: 3/3)
-Tóxico (Envenena gravemente) (Usos: 3/3)
-Torbellino (55 Potencia, Agua, atrapa al objetivo restándole 1/16 de los PS máximos durante cinco turnos)
((Base 45 +10 STAB)) (Usos: 2/2)

***

Mientras tanto Mimi en la playa trataba vanamente de conciliar el sueño. Había podido relajarse, calmarse y simplemente dejar su mente en blanco, pero desde hacía minutos las voces y el ruido habían opacado el pacífico sonido ambiental de la brisa y las olas.

Ya no había paz, solo una cacofonía molesta de voces que se entremezclaban y se sorteaban entre ellas. Chicos, chicas, Pokémon...

Aún con los ojos cerrados frunció el ceño.

Risas. Cañonazos. Gritos. Más risas.

—Ugh.

Frunció el ceño aún más, molesta. De verdad, ¿es que ni siquiera podía relajarse en la playa? ¿Por qué Emily había tomado la decisión de invitar a tanta gente? Uno o dos hubiese sido suficiente. Y ni así Alpha había querido ir. Él... siempre estaba entrenando, por supuesto. Ni siquiera podía dejar esa obsesión para hacer un pequeño viaje con sus amigos.

Mimi reprimió un gruñido de frustración y se incorporó en la toalla tras quitarse las gafas de sol, fulminando con la mirada a sus compañeros que reían y jugaban entre las olas. Parecían divertirse mucho juntos... y el agua tenía una pinta estupenda. Tan azul y tan clara, un hermoso espejo puro que reflejaba el cielo sin nubes de aquella mañana. Empezaba a hacer verdadero calor allí y su piel estaba caliente por el sol lo que complicaba aún más el hecho de mantenerse fresca.

Tomó una limonada de su bolso. Al menos no se deshidrataría como un Pyukumuku dejado al sol.

Recogió las piernas entre sus brazos y los observó desde lejos. Le resultaba tan infantil su comportamiento, jugando como niños pequeños en el agua. ¿Qué tenían, cinco años?

Clavó los dedos en la arena apretando los puños sobre esta. Los delicados y diminutos granos escaparon de sus manos cuando disminuyó la presión.

Ah... si tan solo supiera nadar.

Repentinamente sintió un tacto frío sobre su hombro y gritó tomada por completo por sorpresa. Se giró con rapidez para encontrarse a Monomaru, su Samurott, dirigiéndole una mirada de circunstancias. Con su cuerno señaló al mar.

Mimi sintió sus mejillas arder. ¿De verdad era tan obvia?

—S-solo un poquito ¿si?—masculló y se incorporó de la toalla sacudiendo la arena de su cuerpo—. Vamos un rato con ellos. Sería un desperdicio no darse un baño siquiera.

>>Elisa, dejo la comida y todo lo demás a tu cargo. ¡Procura que no roben nada!

Le dijo a la entrenadora y salió corriendo hasta la orilla. Mientras no se metiese muy profundo y Monomaru estuviese cerca no tenía nada que temer ¿verdad?

 

Ian Lockhart

Silencio. Las olas siguieron quebrando contra el océano una y otra vez, y las risas no se detuvieron. La playa estaba bastante bulliciosa, pero tras caer al agua, Ian no había emitido ningún sonido. Tampoco había salido del agua, sino que se había hundido en cuanto cayó, y no habían habido más noticias suyas. ¿A-Acaso el no...?

...

Emily fue arrastrada de nuevo a las profundidades del agua, siendo tironeada por mí desde el fondo. Cuando me di cuenta que alguien me había empujado desde uno de los costados de Blastoise, me sumergí todo lo que pude hasta observar unas piernas de chica al lado de mi inicial. Nadé hasta donde estaba la chica, y tomé sus dos piernas con fuerza, jalándola hasta donde me encontraba inmediatamente. Cuando su rostro llegó a la altura del mío, le miré con una sonrisa burlona y subí de nuevo a la superficie.

—¡Bien jugado Emily! —dije mientras salía del un salto a la superficie, aunque probablemente no me hubieses escuchado allá abajo—, pero espero que no creyeses que ibas a salirte con la tuya, heh. Aún te falta mucho para alcanzarme.

Me quedé allí, de pie, dando pequeños saltos en el suelo marítimo, de manera que mi cabeza se mantuviese completamente fuera del agua la mayoría del tiempo. Era difícil ver a Emily bajo el agua, pero al menos parecía poder distinguir su silueta. No iba a dejársela tan fácil si quería hacer otra jugarreta.

 

Mimi Honda

A pesar de tener a Monomaru a mi lado solo avancé por la orilla hasta que el agua sobrepasó mis pies. A unos metros pude ver a Ian saltando—lo que me hizo fruncir el ceño. El hecho de que hubiese venido con nosotros bastaba para hacerme fruncir el ceño en realidad—; Liza estaba cerca pero no pude distinguir a Nikolah por ninguna parte. Aquello me hizo lanzar un suspiro de circunstancias.

Arceus, era como un niño grande... ¿cómo Liza no lo mantenía bajo supervisión constante? ¿O en su defecto le ponía una correa?

—¿Se puede saber que hacéis?—pregunté desde la orilla sin atreverme a entrar más en el agua. Porque estaba muy fría ¿de acuerdo?— Me habéis despertado. ¿Este es vuestro concepto de relax? ¡Pareceis una bandada de Chatot usando cháchara!

>>¡Agh cielos!—cerré los ojos y fingí indignación—. Ahora tendré que bañarme por vuestra culpa. Aunque el agua está hela— ¡kyah!

Eso fue todo lo que emergió de mis labios, un brusco chillido. Monomaru se había cansado de mi estúpido orgullo así que, no sé cómo demonios hizo, se colocó debajo de mí de tal forma que quedase sentada sobre su lomo y avanzó, sorteando las olas. Entonces me dirigió una mirada de soslayo, repleta de seriedad.

"Cállate ya, pesada"—parecía estar diciendo.

Nunca se había llevado especialmente bien con mi carácter deshonesto. Quizás porque al ser un samurái tendía a ser serio, leal y transparente como el vidrio. Me sorprendía lo muchísimo que la evolución había cambiado su carácter. Era... un pokémon completamente distinto al Oshawott regordete y comilón que tendía a llevar en brazos a todas partes.

Yo fruncí el ceño en respuesta y aparté la mirada con terquedad. Mi Samurott mientras tanto avanzó más y más, alejándose de la orilla.

 

Dante Miles

Ni siquiera pudo tener una respuesta por parte de Hubert cuando otra voz que hacía mucho no escuchaba, se giró entonces para no darle la espalda a Ian, sonriendo y moviendo su mano un poco de lado a lado para saludarlo también —Sí...es justo lo que le decía a Hubert.—Llevó una de sus manos a su nuca un poco nervioso, la verdad es que ni siquiera tenía tan claro en qué momento había dejado de verlos y aquello lo avergonzaba un poco, no se sentía especialmente bien con eso pero...tan siquiera ya estaba allí para remediarlo.

—¿Ah? Bueno, yo acabó de llegar entonces todavía no tenía contemplado nadar—Luego aquella frase lo puso nervioso, entendiendo prácticamente al instante lo que eso significaba —, Ian no...n-no creo que necesitemos alguna clase de empu-

Sin más, sintió el impacto de aquel chorro de agua, una pequeña corriente de aire mientras se movía y finalmente, el impacto del agua del mar mientras se hundía. Se dejó sumergir por unos segundos, soltando aire por su nariz liberando varias burbujas de aire antes de volver a la superficie, apartando el cabello de su rostro mientras pataleaba para mantenerse a flote.

—Supongo que estamos oficialmente unidos a esto de jugar en el agua —rió con suavidad, por mucho que no lo hubiera considerado alguna clase de juego, le daría el beneficio de la duda a Ian tomándolo de la mejor manera posible —, no crees...¿Hubert?

Contenido oculto

Dante es un imperturbable aunque lo tiren bien lejos, perdonenlo, me sigo adaptando a él xD

 

Mimi Honda

—No, no estoy interesada en los tipos fantasma—le respondí a Emily deteniéndome cerca de ellos.

El agua estaba perfecta aunque solo estaba mojando mis pies. Me había tumbado apoyando la cabeza en el cuello de Monomaru usándolo como una tumbona para tomar el sol. Mientras no cayese de ahí podía estar más que tranquila.

Me cubrí parte del rostro cuando miré al cielo para no quedarme ciega con la intensidad del sol. Me había olvidado mi gafas de sol en la playa. El cielo estaba claro, de un azul tan vivo cómo el del mar.

Y entonces esbocé una pequeña sonrisa para mí misma. Se sentía tan bien pasar un tiempo con personas que te importaban. No podía decir que todos fuesen mis amigos, pero una parte de mí los consideraba como tal. A todos.

No me importaría hacer viajes juntos más a menudo.