Historia con enlances ¡Una feliz Navidad!

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Este escrito participa en la hermosa actividad de SweetSorrow, Relatos Navideños 2.0 con la palabra Fiesta. Espero que les guste.

El último regalo había sido entregado con éxito y la euforia no había tardado en ser la protagonista de aquella noche tan especial. Pues, como elfos de Santa, no existía mayor satisfacción que saber que cada regalo que sus manos habían hecho con tanto cariño, habían llegado a sus dueños.

La fiesta inició una vez Santa regresó al Polo Norte. Bailaron, comieron, cantaron y rieron. También habían invitados, entre ellos: Frost, que por primera vez había hecho las pases con Santa Claus. La señora Claus repartía galletas y algunos de los más amables de los elfos regalaban a todo aquel que veían, desde pequeñas velas de madera hermosamente talladas y pequeñas y suaves mantas.

Esa noche nadie se perdió las maravillas de la Fiesta en el Polo Norte. Y hay quiénes dicen que, incluso los osos polares, fueron testigos de la dulce melodía de los cascabeles de los ayudantes de Santa. Aquellos que habían logrado hacer realidad los sueños de los más pequeños. Por su puesto, habían grandes motivos para celebrar y desear con gran gozo una feliz Navidad.

Pues aunque todos los años sucedía lo mismo, no había mayor victoria que haber logrado que todo se concretara.