¡Sé mí esposa!

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¡Sé mí esposa! ​

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Dentro de un edificio en el apartamento 315, se encontraba un joven como de unos 24 años que observaba las luces de la ciudad desde su habitación, con un sentimiento triste y una mirada destrozada, el joven veía claramente un reflejo en el espejo de la ventana.Y ese "relejo" lo hacia llorar mil veces en la noche y lastimar su alma en dolor y agonía...​

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— ¿Estás bien hijo? — Pregunto un mujer muy madura como de unos 35 años, que lucia una bata de color blanca, con los ojos medio dormidos.​

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—No madre, no lo estoy— Respondió un joven preocupado que se encontraba de pie a un lado de la ventana de su cuarto— No sabes cómo me hace de falta —Terminó el joven observando a la madre tristemente.​

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La madre se acerco a su hijo, para acariciar su rostro y sonreírle y abrazarlo.​

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—No soy capaz de vivir un día más sin ella madre, ella me dijo que sólo serian 20 días pero para mí ha sido un siglo— Pronuncio el joven agachando la cabeza en los brazos de su madre para llorar desesperadamente y seguir abrasándola por la cintura.​

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—¡No puedo vivir sin ella! ¡Ella es mi amor! — Dijo el chico más desesperado agarrando la bata de su madre con su mano empuñada.​

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—Bien hijo, haz lo que sea correcto con ella— Murmuro la madre en el oído del chico.​

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—¿Enserio madre? — Dijo el chico levantando su rostro hacia la madre— Pero no sé qué hacer, no quiero perderla, ella es el amor indicado para mí y mi futuro— Término el chico para separar los brazos de su madre.​

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—Pues entonces Santiago, cásate con ella. No tiene sentido este sufrimiento. El amor se encuentra una vez y no se deja pasar. Sí ella también te ama, no tengas miedo. Yo te conseguiré el dinero que pueda. Van a estar mal al principio, pero juntos lo lograrán— Dijo su madre sonriendo a su hijo.​

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—Sí madre —Murmuro el chico sin dejar de caer una lágrima —Sólo que no estoy preparado. Necesito tener una posición más sólida. Terminar mi carrera y. —. Fue interrumpido por su madre.​

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—¡Tontería Santiago!.Siempre has dado mucho en tu estudio, la última vez que tuviste una novia ella no te supo valorar, ahora que la tienes no l límites a perderla por tu carrera y por tus miedos —Pronuncio la madre con coraje.​

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El chico inhalo su dolor, y trato de sonreír para abrazar a su madre fuertemente y sonar de sus labios un “gracias” y marchar de ahí velozmente a la sala .​

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—¿Cómo le digo?, ¿Qué me dirá? ¿Será que dirá que si? —Se dice el chico de camino al teléfono aún con un poco de lágrimas en sus ojos y en sus manos un temblor inmenso, para buscar el teléfono de larga distancia y marcar los códigos atemorizado.​

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—¿Bueno? —Contesto una voz femenina al otro lado del teléfono.​

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El chico se quedo paralizado al escuchar la voz de su chica pero…​

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—¿Santi eres tú? —Insistió la chica más preocupada.​

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—Sí Cristina soy yo —Pronunció el chico con la voz en la garganta.​

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—¡Hola mi amor! ¡Qué gusto oírte! ¿Por qué no me habías llamado? — Dijo la chica muy animada.​

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El chico no podía hablarle, ya que la voz se le perdió en ese instante y su corazón no lo dejaba avanzar, trataba de luchar con el nudo de su garganta para morder las palabras.​

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—Cris-Cristina…Te hablo para decirte que te amo para siempre..Que estoy dispuesto a hacer cualquier cosa por ti..El amor es o no es un símbolo de valentía ¿recuerdas?.​

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—¿De qué hablas? — Dijo la chica con un tono confuso.​

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—Deseo que seas mi esposa..Sé que no es la manera correcta de pedírtelo, pero no puedo esperar hasta que regreses…Por favor. Han pasado quince días sin vernos y en este tiempo, estando lejos. Aprendí que te quiero a mi lado todos los días de resto de mi vida…​

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La chica se quedo callada. Su reacción fue de asombro, de incertidumbre. No se alegró, sólo se sorprendió. Incluso soltó el teléfono para dar un grito de felicidad, el chico se quedo preocupado al sentir que no respondía, pero a largo de unos minutos escucho un voz triste y en llantos.​

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—¿Santiago está ahí? —Dijo la chica preocupada.​

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—¡Sí lo estoy cariño ¿Qué pasa? —Pronuncio el chico confuso.​

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—Bueno, pues…Te amo demasiado y nunca pensé que me dirías eso después de 3 años como amigos, ya sabiendo que tú tenias novia pero …— La chica se detuvo para llorar en gestos —Gracias por hacerme feliz Santiago y claro que acepto ser tu esposa, esa propuesta la llevo esperando por ti durante 3 años— Terminó la chica para soltar su llanto por teléfono .​

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—No llores amor, sabes que pronto lo hará sólo que tenía miedo a que me dijeras que no —Dijo el chico medio alegre pero con sus lágrimas.​

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—¡Te amo Santiago y gracias! —Pronuncio la chica para colgar el teléfono.​

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—¡Te amo Cristina! — Terminó de decir el chico con el teléfono en su mano y la felicidad en su rostro.​

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