One-shot de Pokémon - ¡Mio!

Titulo: ¡Mio!
Summary:Grus quiere muchas cosas: los dulces, su peluche de oso, su madre y a su padre Gary Oak. Y que su querido progenitor le preste más atención a esos feos bichos llamados pokémon que a él, no le gusta absolutamente nada.
Género: Family
Tipo: Relato.

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¡Mio!​

Grus NO odiaba a los pokémon, es más, su madre era una reconocida investigadora y pasaba horas hablándole de esas criaturas impresionantes. Le agradaban, incluso jugó con muchos de los pokémon de sus padres: curiosos, pequeños, esponjosos, divertidos, todo lo que el niño quería. De hecho, cuando la tortuga gigante de su padre le lanzaba burbujas o provocaba lluvia en verano, le sacaba varias sonrisas y una gripe impresionante.

No le molestaba que ahora que tenía cinco años, un pequeño Squirtle mordiera la oreja de su oso de peluche hasta tumbarla. No es su culpa, le dijo Gary con un tono consolador. Además Don Orion había vuelto a la normalidad poco después gracias a su madre.

Definitivamente, NO los odiaba, pero no le gustaba nada que ahora su padre dejase de prestarle atención por atenderlos. Abrazó con más fuerza la panza azul de su oso, mientras sus cejas se arqueaban permitiendo que sus ojos verdes resplandecieran de enfado.

Gary Oak seguía ignorando a su hijo. Ciertamente ese día tenía mucho trabajo, los nuevos entrenadores vendrían mañana y él debía revisar que los iniciales estuvieran en óptimas condiciones. Su esposa estaba en una conferencia sobre la crianza correcta de los pokémon de una región muy lejana, así que el pequeño Grus se quedó con él.

—Juega conmigo, papá —pidió por cuarta vez. Si, él llevaba la cuenta, orgullosamente sabía contar hasta el diez. Gary alzó una ceja desde su escritorio, volteándolo a ver.

—Estoy ocupado, dame dos horas y te llevaré a jugar con los pokémon cuando termine —respondió, girando su atención a las patas de Charmander. El pokémon de fuego observó al niño desde encima del escritorio, sonriéndole arrogante cómo si estuviera seguro que aquello era una mentira.
O eso le pareció a Grus.

—Papá ¡mio, mio, mio, mio! Juega conmigo —exigió, comenzando con lo que parecía ser un profundo e incontrolable berrinche. El oso de peluche que tanto adoraba ahora permanecía tirado a su lado. Cruzó los brazos y se sentó a gimotear.

Gary suspiró pero no dejó su trabajo, descansaría después de inspeccionar a Charmander, con su suerte su esposa llegaría en poco tiempo. O tal vez el hecho de que su hijo hacía cada vez menos berrinches ayudaría en este caso, ni siquiera lloraba sólo lo veía con molestia y los ojos vidriosos, sin contar la forma de pico en sus labios por aguantarse las ganas de romper en llanto. Agradecía de alguna manera que no comenzara a hacerle sus infinitas preguntas de: ¿por qué lanza fuego? Ó ¿por qué mamá es diferente a ti? Quizás aquello tendría de consecuencia un horrible dolor de cabeza.

Grus se dice a si mismo que NO odia al pokémon que ríe porque su padre le está haciendo cosquillas. Lo mira feo, tonto pokémon.

Tonto, tonto, tonto, tonto. Papi suyo, suyo, suyo.

Charmander lo ve otra vez y vuelve a sonreír. Gary se ha ido por unas pastillas, el inicial de fuego necesita algunas proteínas.

Grus alza la cabeza al escuchar un gruñido, también sus cabellos castaños se mueven por la acción. La lagartija pokémon tiene la cabeza hacia atrás, él lo ve inhalar aire rápidamente para después lanzar una diminuto llamita al aire. La flama regresa rápidamente y el Charmander, usando su garra, la corta hasta dejarla hecha cenizas.

Instintivamente, Grus sonríe. ¡Es tan divertido!

La acción se repite, bolas de fuego de arriba abajo y garras que las destruyen. Una de esas ascuas, mal direccionadas, cae en el precioso cabello de un Gary Oak . De repente, Grus ya no odia nada a ese bicho.

Nota: Cuando lo escribí se me hizo tan súper tierno, que quise compartirlo (?). Grus ama a su padre xD y quiere su atención, problema?.

Gracias por leer, =).