One-shot ¡Maldito bastardo invencible! [Rivalshipping]

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por Yugen, 16 Marzo 2020.

  1.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    Escritora
    Título:
    ¡Maldito bastardo invencible! [Rivalshipping]
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    887
    Título: ¡Maldito bastardo invencible!
    Fandom: Pokémon rol [AU]
    Personajes: Alpha Xenodis & Ian Lockhart
    Trama: "Ian Lockhart era mucho mejor que él. Era un hecho. Y lograba enervarlo. A veces tendía simplemente a seguirlo con la mirada ansiando darle un golpe en la cara que le borrase aquella sonrisa de suficiencia"
    N/A: La cuarentena trajo yaoi por mi parte a la mesa. Algo bueno tenía que tener uvu (?)

    ***


    Era el mejor, de eso estaba bien seguro. Un absoluto as de los deportes. O al menos, ese sería el caso sí no fuera por él. El chico malo del instituto, el patán que lo hacía todo bien a pesar de ser frío como el mismo hielo. A pesar de pasar olímpicamente de la gran mayoría de temas que incluía la vida académica.

    Era inteligente, atractivo y su personalidad estratégica, calculadora y metódica tenía a la gran mayoría de chicas comiendo de la palma de su mano. Y aunque él no parecía mostrar real interés en ninguna de ellas le gustaba jugar, flirtear y tontear de vez en cuando. Era un mero pasatiempo. Y Alpha lo había observado de lejos, mordiéndose el puño de la envidia, lo suficiente para saber que solo era un capullo con suerte.

    Lastimosamente estaba en el mismo equipo de béisbol que él. Y había logrado suplantarlo como capitán hacía semanas. Su estrategia, manejo el bate y home run's lo colocaban en el primer puesto de los "Terrores del instituto Galeia". Desde ese momento, Alpha había pasado tarde sí y tarde también dejándose la piel en los entrenamientos. Golpeaba el bate al menos cien veces, practicando lo suficiente para lograr el movimiento perfecto. Y realizaba la carrera una y otra vez, arañándose las manos y el uniforme del equipo al caer en plancha para completar el recorrido a tiempo.

    Sesenta y dos segundos.

    —¡Tío, otra vez no!—se quejó—. ¿Cómo voy a superar los cincuenta segundos de Ian?

    Ian Lockhart era mucho mejor que él. Era un hecho. Y lograba enervarlo. A veces tendía simplemente a seguirlo con la mirada ansiando darle un golpe en la cara que le borrase aquella sonrisa de suficiencia.

    Aquella tarde, mientras la luz tenue del ocaso invadía los pasillos del instituto, Alpha decidió plantarle cara de una vez por todas.

    —Oye tú, bastardo invencible.

    —¿Huh? ¿Quién dijo eso?—Ian miró a un lado y al otro y terminó encogiéndose de hombros con un amago de suspiro resignado—. Ah, habrá sido mi imaginación.

    Y encima fingía no verlo.

    —¡Fui yo pedazo de capullo!

    Alpha lo picó en el torso con el índice, tenso. Pero Ian no pareció inmutarse. Cuando los fríos ojos castaños de Lockhart se fijaron finalmente en él, brillando burlones, Alpha sintió una extraña electricidad recorrer su piel.

    —Ah hola—fue todo lo que dijo. Y en sus labios se esbozó una media sonrisa cínica. Estaba disfrutando eso. Quizás demasiado.

    —¡Ni hola ni leches!—le espetó el otro— ¿Cómo lo haces siempre? Por más que entreno y entreno y entreno es imposible ganarte. Debes de tener la bendición de alguna diosa o algo.

    —Seguro es eso.

    —¡Aaaagh!—Alpha se revolvió el despuntado cabello castaño. ¡Ese tipo lograba romper completamente sus esquemas!— ¡Tío, eres súper irritante! ¡Te juro que te voy a dar una paliza!

    Fue un visto y no visto. Xenodis sintió un brusco agarre. Una fuerza que tiraba desde la corbata de su uniforme hacia delante. Sus ojos se abrieron de la sorpresa y la estupefacción al sentir unos labios firmes, bruscos contra los suyos.

    Ian Lockhart lo estaba besando.

    Ian Lockhart lo estaba—

    Apenas tuvo tiempo de experimentar aquel inesperado primer beso. Fue feroz, intenso, y no le daba tiempo a plantearse nada de lo que ocurría. Era como si su cerebro se hubiese desconectado y su cuerpo solo podía sentir y dejarse llevar por su experiencia. Incluso en algo así, a Ian le sobraba.

    —Heh—sonrió con suficiencia al soltarlo casi de un empujón—. Cuando puedas superar eso me avisas. Llámame por si quieres practicar algún día.

    Le dio una palmada en el hombro y tranquilo y sin problemas se alejó de allí. A Alpha casi le pareció oírle silbar. O quizás fue su imaginación pues su cerebro estaba lejos de poder reaccionar correctamente.

    El labio inferior le tembló. Y su rostro, como una llama incandescente, se ruborizó de súbito al unir todas las piezas. Ian Lockhart lo acababa de besar. Ese... ese imbécil acababa de robar su primer beso.

    Tenso, incapaz de saber como reaccionar, Alpha se cubrió los labios con el antebrazo. La manga de su uniforme. ¿Lo había disfrutado acaso? Su cerebro estaba cortocircuitando. Casi podía sentir las chispas.

    —¿¡Q-qué fue eso!?—exclamó.

    Y en ese momento se dio cuenta de que sostenía algo en su mano. Un pequeño trozo de papel. En un primer momento pensó en arrojarlo al suelo, deshacerse de él... pero una idea traicionera le hizo abrirlo. ¿Era..? ¿Podía ser? Pero no. No era su número. Con una caligrafía rápida y burbujeante, la nota contenía una única palabra. Breve, concisa pero llena de significado:

    "Perdedor".

    Alpha exclamó lleno de una frustración creciente.

    —¡Maldito bastardo invencible!

    E Ian que ya se había alejado lo suficiente se pasó la lengua por los labios... y lobuno, sonrió.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1

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