de Inuyasha - ¡Imbècil! (Inu&Kag, Sess&Rin)

¡Imbècil! (Inu&Kag, Sess&Rin)

Titulo: ¡Imbècil!
Summary: Inuyasha es un idiota insensible, Sesshoumaru es un malpensado mujeriego...pero ¿En realidad son asì?
Gènero: Drama, Romance.
Parejas: Inu&Kag, Sess&Rin
Letras: 1.397.
Advertencias: ¿Ooc? orrores ortogràficos.

¡Imbècil!​

El sol se estaba ocultando, pintando el cielo con mechas naranjas, rojizas, violáceas y rosáceas, oscureciéndolo cada vez más, dándole paso lentamente a la noche, durmiendo a los pájaros.

La música sonaba a todo volumen, espantando a uno que otro cuervo de la gran lujosa casa, llegando a los oídos de todo el que estuviera a veinte metros a la redonda.

¾ ¡Podrías bajarle a la música! –le gritó a la casa del frente (exactamente una ventana abierta) apoyándose en el marco de su ventana, intentando hacerse escuchar; aunque era imposible con esa música.
¾ ¿Y porque tendría que hacerlo? –preguntó un chico peli-plateado que se había asomado por la ventana, con una mirada arrogante y molesta.
¾ ¡Porque intentó estudiar! -Le respondió ella enojada.
¾ ¡¿Y a mi eso que me importa?! -replicó el.
¾ ¡Mucho! ¡si quieres conservar todos tus dedos! –le gritó de nuevo, ya cabreada y echando (literalmente) humo por sus oídos.
¾ ¿ah si? ¡Pues ya veras maldita quien va quedar con nueve dedos! –le respondió él, mientras se subía a la ventana.
¾ Kagome –se escuchó una voz más profunda y fría –no le vamos a bajar el volumen –dijo un joven de rasgos delicados pero varoniles, peli-plateado, pero mayor que con el chico con quien peleaba. Su mirada ámbar era gélida y dura.
La chica se cruzó de brazos y se acercó más a la ventana.
¾ ¿Otro? Yo creí que tú eras maduro Sesshoumaru, no como el imbécil que tienes como hermano –le dijo ella, con una mirada reprobatoria.
¾ ¡¿Imbécil?! –repitió el menor- ¡ya veras! –dijo mientras ya estaba escalando la ventana.
¾ ¡Inuyasha! –se escuchó un gritó en la casa. Él chico suspiró enojado y se bajaba del marco de la ventana - ¡¿Señora?! –gritó él.
¾ ¡Baja ya! ¡y tú también Sesshoumaru! –respondió una voz femenina- Ah ¡y bájale a esa música un momento!
Kagome le sonrió con diversión y suficiencia, mientras recibía de vuelta un gruñido por parte de Inuyasha.

La música bajó, como los chicos que desaparecieron de su vista y las ventanas que se cerraban.

Una divertida y jovial risa se escuchó en el cuarto, poniendo más enojada a Kagome.

¾ ¿Qué? ¿Qué es lo que te divierte? –preguntó mientras se sentaba en su cama suspirando, observándola.
¾ Tus peleas con Inuyasha me divierten –le dijo con una sonrisa, que hacía que hasta la misma Kagome sonriera un poquito.
¾ Que bueno que a ti te divierten, porque a mi me exasperan, ¡Es que es tan infantil! Debería madurar –se descargó la peli negra-azulina.
La chica del frente sonreía de oreja a oreja, sólo que esta vez tenía fruncido el ceño.
¾ ¿Qué? –le preguntó Kagome.
¾ Parece que te gustara Inuyasha –le dijo con su siempre real sinceridad.
¾ ¡¿Estás drogada?! ¡como se te ocurre decir eso! ¡nunca me enamoraría de aquel idiota! ¡nunca vuelvas a decirlo! –le dijo enojada por semejante ocurrencia.
¾ Bueno, yo decía nada más –dijo riéndose, mientras se defendía.
¾ Mejor ponte a estudiar Rin –le dijo ya tranquila, concentrándose en sus cuadernos que andaban regados abiertos por toda la cama.
¾ Kagome, Rin, bajen un momento –se escuchó una voz profunda y varonil que las llamaba del primer piso.

El lápiz crujió y ella trató de recuperar la calma. Rin la miró un momento preocupada, Kagome se iba a volver loca. Como vio que la susodicha no iba a responder, le tocó a ella.

¾ Ya bajamos Naraku –respondió ella, mientras se cogía a Kagome y la (literalmente) arrastraba escaleras abajo.

Él se encontraba en la puerta, con su cabello negro en su espalda y su mirada oscura fija en el final de la escalera, esperándolas. Cuando las vio, dejo el cigarrillo que antes estaba en su boca y las miro de nuevo. Eran realmente parecidas, a pesar de ser primas, pero ellas se consideraban hermanas y no el parentesco verdadero.

¾ Salgamos –les dijo mientras él salía de la casa. Las chicas lo siguieron confundidas, pero no dijeron nada.

No viajaron mucho, solo se dirigieron a la casa que estaba enseguida de la de ellos, a la casa de los Taisho. El hogar de los Taisho en si desplegaba riqueza, pero no era una mansión gigantesca.

Se detuvo y timbró. Inmediatamente le abrieron; parece que lo estaban ya esperando. Una mujer de rasgos delicados y de sonrisa amable les abrió, recibiéndoles con una bienvenida. La señora Izayoi era muy sencilla, a diferencia de sus hijos.

Entraron y la casa pareció brillar por si sola. Era hermosa. Con baldosas lisas y brillantes, paredes de color crema y grandes sillones. Una escalera se asomaba al lado.

¾ Chicas, se quedaran acá por unos meses, mientras regresó de Europa –les explicó Naraku a las susodichas.
¾ ¿Qué? –musitó Kagome- No entendí
¾ Se quedaran viviendo aquí unos meses –le repitió de nuevo su hermano mayor.
¾ ¡ya lo sé! Pero yo no puedo vivir acá –le dijo, y después se dirigió a la señora Izayoi – su casa es muy hermosa y acogedora, y usted es muy amable, pero yo no voy muy bien que digamos con sus hijos –le explicó con un deje de sarcasmo.
¾ Tranquila Kagome, yo te comprendo, pero sé que mis hijos no me dejarían mal, ellos se van a comportar de la mejor manera posible –le dijo Izayoi, aunque no la dejo muy convencida.
¾ ¿Y yo porque tengo que quedarme aquí? –interrumpió Rin.
¾ Porque yo tengo tu custodia –le dijo Naraku- Se quedaran aquí y punto. Ya están aquí sus maletas –dijo zanjando cualquier replica. Se despidió y luego desapareció.

Y tan pronto como quedo en silencio el lugar, algo lo interrumpió. Inuyasha.
¾ ¿Tú te vas a quedar aquí? –preguntó despectivamente mientras aparecía en el lugar
¾ ¿Algún problema? –le respondió ella de la misma manera.
¾ Muchos, tengo miles de razones para tener problemas –le replicó él.
¾ ¡Inuyasha! –lo regañó su madre. Éste miró mal a Kagome, pero no le dijo nada. Y después se retiró del lugar.
¾ Sesshoumaru, podrías venir un momento –llamó la madre de Inuyasha, mientras cogía a Kagome del brazo amistosamente.

El chico apareció con ese andar tan diferente al de Inuyasha, elegante y como si fuera el rey del mundo. Rin solo le echó una ojeada, pues no conocía al hermano mayor. Arrogante, pensó.

¾ ¿Podrías mostrarle a Rin su habitación? –le pidió amablemente Izayoi.
El chico ni siquiera la miró, pero con un movimiento de cabeza, le indicó a Rin que subiera por las escaleras.

Él ya conocía a Kagome, gritona y explosiva, igual que su hermano y con un débil control de sus nervios, pero no había conocido a su prima (eso es lo que había escuchado) pero parecían hermanas. No le causo mucha impresión. Infantil y consentida; si, ese era el concepto que tenia de aquella niña, con su coleta al lado de su cabeza y sus grandes ojos marrones.

Pero sabía de antemano que eso era pura fachada, todas eran idénticas, iguales, zorras. Se hacían las inocentes, pero después de un pequeño coqueteo, caían a sus pies sin ningún esfuerzo.
No es que piense conquistarla, nada de eso, ella no es la gran cosa; pero está aburrido y quiere divertirse una noche. Kagome es muy gritona y no le gusta, (además sabe que no es de esas); en cambio, la chica que caminaba observando el lugar, tenía un bonito cuerpo, y se veía igual que las demás, falsas.

Se acercó mucho más a ella, y la hizo detenerse al frente de una puerta, mientras escuchaba como ella le decía si era ese su cuarto. Pero él la escuchaba a medias, ahora estaba concentrado metiendo su mano debajo de la falda de la chica.

La susodicha abrió los ojos como platos y estampó con fuerza su mano en la mejilla del chico.
¾ ¡¿Qué crees que soy yo?! ¡¿una puta?! –le gritó y entró en la habitación, mientras cerraba con fuerza la puerta. El peli-plateado abrió la pieza y le dijo:
¾ Está es mi habitación –le dijo tranquilamente, sin vergüenza, ni nada.

La chica gruñó y salió rápidamente de aquella estancia, dejando un sorprendido Sesshoumaru.
Aunque él no cambió su concepto de ella. Tal vez es de esas que se hacen las dignas y luego caen, si, es de esas que la segunda vez se acuestan con él.

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¿Que tal? ¿Ooc? pequeño long-fic.​

Perdòn por lo poquito, espero les haya gustado. ​