¡Chef Nana!

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Mr Fey, 1 Abril 2010.

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    Mr Fey

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    ¡Chef Nana!
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    ¡Chef Nana!

    Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
    Clasificación: T
    Advertencias: En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.
    Género: Aventura/Romance/Superación.
    Cantidad de palabras: 1,480



    [FONT=&quot]¡CHEF NANA![/FONT]​


    [FONT=&quot]Mamá, hoy he tenido un día muy feliz. Tío Yuuko y Tía Yuuka están muy felices, el restaurante tuvo muy buena clientela hoy, como nunca antes. Todavía puedo sentir esa calidez al ver las sonrisas de todas esas personas...[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡[FONT=&quot]Es hora de cenar Nana!—. Escuchó la voz de su Tía desde el comedor, tan humilde y sencilla como siempre.[/FONT][/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Ya voy!—. Respondió. Sonrió al oler la comida, su Tío había preparado Oscechi para celebrar el fin de año, sonrió con alegría ¡Hoy cenaría como los ricos![/FONT]

    [FONT=&quot]Bajó corriendo de su habitación y tomó asiento en una de las sillas de la mesa. Sus negros ojos brillaron al ver los platillos, cada uno ordenado en su caja. No pudo evitar que una gran sonrisa apareciera en su rostro. Algún día ella también prepararía ricos platillos como ese y personas de todo el mundo viajarían sólo para comerla.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Nanako, come que puede enfriarse— La voz calmada de su tío se escuchó como el agua del rio en la mañana, tranquila y refrescante. Lo miró, ella realmente sentía una profunda admiración por su pariente. Desde pequeña había tenido el privilegio de consumir su comida, el recuerdo de haberlo ayudado por primera vez, aun si mantenía latente en su cabeza.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Tío, yo quería ayudarte con la cena—Lo observó con reproche inflando sus finas mejillas, aún sin probar del exquisito plato, se cruzó de brazos esperando respuesta.[/FONT]


    [FONT=&quot]—Nana— La susodicha se sorprendió al escuchar a su tío llamarla así —Es Año nuevo, además trabajaste muy duro en el restaurante—. Le acarició el negro cabello con su mano, en modo de agradecimiento. Estaba orgulloso de esa pequeña, de su tenacidad, y de que lograra aprender todas las técnicas de cocina que le enseñaba. Sin lugar a dudas seria una gran Chef, incluso podría ser mejor que el mismo. Rió mentalmente ante su suposición. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Chansey ven a comer con nosotros—Pidió Yuuka a su pokémon. La enfermera se acercó a la mesa, algo cohibida por tal invitación, sin embargo mantuvo ese carácter tan alegre que contagió a los demás.[/FONT]

    [FONT=&quot]Mamá, esa noche celebramos todos juntos, Tío Yuuko contó sus chistes navideños y Tía Yuuka nos hizo cantar villancicos, lo más raro, fue que del huevo de Chansey salió un pokémon, un Larvitar. Es precioso y rápidamente me eh encariñado con él.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Hoy es el gran día! ¡Al fin podré presentar mi hermoso examen para ser chef!— Gritó con emoción, había soñado años con este momento. Había sufrido humillaciones, noches sin sueño, y toda clase de empleos de tiempo completo, sólo para reunir el suficiente dinero y poder mantener sus estudios por tres años.[/FONT]

    [FONT=&quot]Después de saltar en la cama, y agradecer infinitamente a todo su esfuerzo y dedicación, sacó la alcancía que su Tío le había regalado de niña. Era de un tamaño considerable, unos treinta centímetros y tenia forma de Larvitar. Se carcajeó un poco al acordarse de su nuevo amiguito, y observó detenidamente el letrero en la panza del pokémon “Ahorros de toda la vida” se leía. Abrazó su alcancía con lágrimas en los ojos.[/FONT]

    [FONT=&quot]— Diez años ahorrando para este momento, después de pasar mi examen, te usare para comprar mis útiles, y para trabajos que haré a lo largo de mis años de educación— Volvió a poner la alcancía en su lugar, y comenzó a preparse para ir a la Academia de Chef Pokémon.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Mucha suerte Nana, aquí tienes tu almuerzo, concéntrate— Vio con algo de desconfianza el almuerzo de Tía Yuuka, pero no dijo nada, de todos modos estaba ese dicho “Lo que no te mata, te fortaleza” y definitivamente la comida de su Tia no la mataría, pero le dejaría un mal sabor de boca.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Gracias tía — Cogió el almuerzo y salió de la casa. Lo comería, todos los días la mujer del Maestro, como ella llamaba a su tío, trataba que cocinar platillos simples, sin éxito. Olfateó la lonchera y pudo saber que era sushi, esperaba que al menos no tuviera demasiada sal.[/FONT]




    [FONT=&quot]Llegó a la Academia minutos después. Era inmensa digno de toda persona con la intención de dedicarse a las artes de la cocina. El edificio debía de tener más de 7 pisos, y había estudiantes vestidos de chefs, varios de ellos divididos en grupos.[/FONT]

    [FONT=&quot]Esos equipos estaban haciendo comidas de diversos países. Reconoció la famosa lasaña de Italia, con unas raras pasas encima de ella. Otro equipo de Francia, donde preparaban con gusto las frutas, a quienes bañaban de chocolate derretido. [/FONT]

    [FONT=&quot]El que más llamó su atención, fue un país único que no recordaba, preparando algo que nunca antes había tenido el gusto de hacer, Manzanas flameadas. Sus ojos de plata oscura estaban admirados completamente, el fuego se esparcía por el sartén y entre las llamas se podían ver las manzanas, el muchacho vertió canela dándole una vista de fuegos artificiales.[/FONT]



    [FONT=&quot]— ¿Señorita puedo ayudarle? —.Preguntó la empleada de recepción, desde hace un rato había notado a esa niña sin chiste estar embobada con los grupos de exposición, suspiró aburrida todos los años tenia que soportar lo mismo.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Eh? A si, estoy bien. Oye, ¿Todo eso enseñan aquí?—. Cuestionó sin siquiera mirarla, su mirada seguía fija en el fuego. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Claro, eso y más. Bien, al parecer vienes a inscribirte para hacer hoy el examen. Debo decirte los requisitos de la escuela—.Comentó tecleado en la computadora, era impresionante que esa chica no tuviera conocimientos de lo que enseñaban ahí.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Requisitos? ¿Qué requisitos?—. La contempló sorprendida, estaba segura que había llenado todos los documentos, ¿Qué rayos le faltaba?[/FONT]

    [FONT=&quot]—Si, es fácil. Tienes que dar algunos anticipos, La inscripción tiene un costo de 5000 yens, las colegiaturas semestrales de 15000 yens, los exámenes...—[/FONT]

    [FONT=&quot]Por cada costo que decía, la cara de Nana se volvía cada vez mas pálida, poco a poco sentía que su respiración se iba, “No puede ser, me quedaré sin dinero y solo podré pagar un semestre de escuela” De la nada en su mente apareció un abismo, tan hondo como los hoyos negros y entre toda esa oscuridad estaba la sonrisa burlona de Ryoko, repitiendo una y otra vez que era mejor que se quedara de mesera en el restaurante.[/FONT]


    [FONT=&quot]— ¡NO!— Copió perfectamente el rostro de la portada del libro un grito desesperado, se hincó en el suelo, sus ojos perdidos en los recuerdos, sin darse cuenta que su grito había desconcentrado a los chefs y estos habían tirado los sartenes con fuego, que a su vez habían incendiado los manteles. La gente comenzó a alejarse de las llamas, los alumnos sacaron a sus pokémon de agua y Nana, entre toda esa gente caminaba de regreso a casa.[/FONT]


    [FONT=&quot]—Nana, levántate—.Li Yuuko, mejor conocido como “El Tio Yuu” suspiró al ver las vibras deprimentes que emanaba su sobrina. Ciertamente fue un golpe bajo para ella el saber que no tenia los recursos suficientes para entrar a una escuela como esa, pero él tampoco podía hacer nada, era imposible pagar una colegiatura tan cara. [/FONT]


    [FONT=&quot]—No quiero...—. Lo volteó a ver con ojeras en los ojos, y una mirada matadora. Yuuko se estremeció, prefirió salir de la habitación, ya buscarían una solución. [/FONT]


    [FONT=&quot]Mamá lo siento, todavía no podre entrar a la Academia, no tengo el dinero suficiente para mantener mis estudios ahí[/FONT]

    [FONT=&quot]Cerró los ojos e intentó dormir.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Tengo la solución—.Susurró Yuuka en su oído. Nana dio un respingón y se arrastró a una esquina de la cama mirándola con horror. La sonrisa malévola en Yuuka Li era impresionante, tal vez debería ponerle seguro a su habitación.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Si pequeña, sólo tienes que ser, entrenadora Pokémon— La miró desorbitada, que chistes tan malos decía su tia últimamente.[/FONT]

    [FONT=&quot]Nunca pensé en ser Entrenadora Mamá, mucho menos en ir de viaje. Pero Tía Yuuka me convenció. ¡El premio era mucho dinero! Lo suficiente para mantener mis estudios en la Academia. Sólo tengo que ganar la Liga y podre cumplir mi sueño.[/FONT]

    [FONT=&quot]Te quiere tu hija, Nanako Li[/FONT]

    [FONT=&quot]—Señora, ha llegado una carta de Nana desde Kanto— La oscuridad del despacho era opacada por los rayos del sol, la dulce voz de la muchacha desentonaba en ese ambiente tan tenso.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Te he dicho que no quiero esas tonterías— La mujer, de dorados cabellos siguió viendo la ventana, ignorando la mirada de decepción de la sirvienta. Era muy hermosa como las modelos de revista, sus ojos eran como la plata, fríos y delicados. Al parecer su corazón guardaba mucho rencor.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Sal de aquí! Sólo estorbas— Ordenó, lanzó la copa del vino contra la empleada, rozando su mejilla. [/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Si Señora!— Dijo con fuerza, dio un respingón al escuchar el sonido producido de la copa contra el suelo, salió del lugar evitando no ver a su ama.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Qué te hace pensar que tu vida me importa en lo más mínimo?[/FONT]

    [FONT=&quot]Se sentó en su mullido sillón, con una sonrisa cruel que desentonaba con la dulzura de su mirada.[/FONT]


    [FONT=&quot]NOTAS.[/FONT]

    [FONT=&quot]Este fanfic ya lo había publicado pero decidí reeditarlo un poco. A parte agregar algunas cosas. LOL recuerdo que habia pedido que me lo abrieran de nuevo D: y no me hicieron caso.[/FONT]
    [FONT=&quot]Glosario. [/FONT]
    Oscechi. Son regalos fundamentados en alimentos tradicionales japoneses que se hacen durante Año nuevo. La tradición empieza en la era Heian (794-1185). Los Oscechi son fácilmente reconocibles mediante sus envoltorios denominados jūbako, las cuales se asemejan a las cajas bentō. Similar a las cajas bentō, jūbako que son guardadas tras su uso. Cada alimento del Oscechi tiene su simbolismo. Así, se comen huevas de pescado para tener fertilidad o rencon para ver el futuro.
    Link de la imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Japanese_Osechi.jpg
     
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    Re: ¡Chef Nana!

    Parece que este fic va en serio. Me gustó cómo está escrito, no tiene errores graves, es comprensivo, no tiene repeticiones. Da gusto leerlo.
    Nana parece saber mucho de comida, sería bueno que describieras un poco cómo es.
    Ohh, pobre Nana, no puede ir al colegio que tanto le gusta... Bueno, a muchos nos pasa, pero tampoco es el fin del mundo.
    ¿Sólo ganar la liga? Je, eso es mucho problema... ¡A Ash le cuesta una vida! Jeje
    ¡Que malvada es la madre de Nana! Pobre, y con lo que se esforzó en escribir esa carta. ¿Que sucederá ahora?
    Espero la continuación con ansias, suerte!!
     
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    Mr Fey

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    Re: ¡Chef Nana!

    Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
    Clasificación: T
    Advertencias: En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.
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    Capítulo I. — Batido.

    [FONT=&quot]— ¿Quieres despertar de una vez?— La zarandeó Yuuka. Nana había estado durmiendo hasta muy tarde, o al menos aparentando dormir, preguntándose una y otra vez ¿Cómo es que puede ser entrenadora? Nunca necesitó la ayuda de ningún pokémon, y al único que conocía era a Chansey y por el hecho de que ayudaba a su tia en los quehaceres del hogar.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Es domingo...— .Declaró. La señora de la casa se alzó de hombros y se alejó, mostró una sonrisa traviesa, preparia una rica comida para el viaje de su pequeña. Incluso anduvo esculcando en el cuarto de su esposo la noche anterior.[/FONT]

    [FONT=&quot]El aprendiz de Chef dio tres vueltas más en su cama, y después se levantó. “Valor” se dijo, una tenacidad embargo su cuerpo, ya estaba olvidando el por qué de ese viaje. Se contempló frente al espejo, su reflejo presentaba una expresión penetrante, podía hacerlo. Nada ni nadie iba a destrozar su sueño de ser Chef profesional. Buscoó entré los cajones y sacó unos jeans azules.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Ahora... ¿Que blusa me pondré? Mmm...— .Comenzó a lanzar la ropa por todos lados de la habitación. Larvitar curioso al oír tanto ruido decidió entrar, estaba tan concentrado tratando de no hacer ruido que no supo que hacer al ser aplastado por un montón de prendas femeninas.[/FONT]


    [FONT=&quot]—Ésta está bien—. Sonrió, era una playera rosa que decía Chef en letras blancas. —Aunque debo meter más en la mochila, digo, no llevaré la misma ropa en todo el viaje. [FONT=&quot]—[/FONT][FONT=&quot] Soltó una pequeña carcajada y siguió buscando, incluso metió uno que otro vestido... quien sabe que oportunidades se presentarían... ¿No?[/FONT][/FONT]

    [FONT=&quot]Escuchó un sonido raro, cerró los ojos concentrándose en la ubicación de dicho ruido. Ojeó la montaña de ropa frente a la cama, de ahí provenía. Se acercó con cautela y alzó uno de sus calzones de color rosa con pequeños puntos negros. Un rojizo ojo se asomaba, se asustó y se aferró a la mesita de noche tras ella. Si acaso era un fantasma o monstruo del mal, no dudaría en usar la espátula y convertirlo en sushi.[/FONT]

    [FONT=&quot]Vio como se zarandeó un poco la ropa y retrocedió, sin poder reaccionar sintió un gran peso encima de ella, dio gracias al cielo que todavía no comía.[/FONT]


    [FONT=&quot]—Lar...Vi...Tar, bájate, ¡bájate!— Su cara pasaba de rojo a morada, el pokémon solamente se reía y con sus patitas aplaudía como si ella fuese un payaso que la hacia reír. Nana ya empezaba a ver Spearows volar a su alrededor.[/FONT]



    [FONT=&quot]Su largo cabello negro era sostenido por una de las garras del pokémon, que curioso lo estaba oliendo. Poco a poco experimentaba como su vida se le escapaba, también se iban sus sueños como duendes cargando leña y sin faltar en su agonía, la cara de mustia de Ryoko. Tenia que pensar en algo o su meta la alcanzaría en cien años.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Larvitar, mamá cocinó tocino — Susurró apunto de desmayarse. El raro pokémon no escuchó ni dos veces la frase y salió corriendo con destino a la cocina.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Nana eres genial!—. Se nombró son lagrimas en sus ojos. Ese pedazo de dinosaurio prehistórico casi la mataba. Terminó de arreglar su mochila, la cual estaba un poquito grande. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Eso es todo. Haber ultima revisión. Ropa, pasta dental, cepillo de dientes, toalla, blusas, vestido, manual “aprende a ser un buen entrenador pokémon en 20 días”, zapatillas, espátula de la suerte. Si, está todo— Nana sentía que olvidaba algo, aunque también llevaba su traje de baño, ya que como ella vivía en un puerto, la playa era muy importante.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Todo listo.[/FONT]

    [FONT=&quot]Bajó las escaleras y llegó a la sala de la casa. Su Tio y Tia estaba ahí, también Chansey y el pequeño intento de asesino, contempló con nostalgia el lugar, los sillones color vino, la mesa redonda entre ellos, el florero en forma de vaca y todos los cuadros colgando en la pared de madera pura.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Mucha Suerte, Nanako. En este monedero hay 500 yens, no quiero que gastes tus ahorros—. ¡Eso es! Se le había olvidado por completo el dinero. Se golpeó el rostro, tenía mucha suerte de tener Tíos como ellos.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Muchas gracias, Tio Yuu—. Agarró el monedero, era pequeño, tenía la forma de un jigglypuf. ¿Acaso todo es de pokémon? Pensó con sarcasmo. Guardó el monedero en su mochila y luego observó a su Tia, se veía algo nerviosa, demasiado.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Aquí está tu almuerzo, lo preparó tu Tio—. Al sentirse observada prefirió darle el pedido, su querido Yuu le lanzó una mirada cómplice que su esposa prefirió ignorar.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Wow, gracias. Yo ya estaba pensando que este día no comería— Todos rieron un poco. Nana guardó también el almuerzo y su risa se apagó, tendría que despedirse. Por un momento se quedó en silencio recordando todos los días pasados con sus familiares, realmente no quería dejarlos.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Para conseguir tu primer pokémon, tienes que ir a Pueblo Paleta, ir al Laboratorio del Profesor Oak y hablar con él —. Prácticamente ordenó Yuuka.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Eh? ¿Profesor? ¿Primer Pokémon?—.En su cabeza sólo había signos de interrogación y cero información, a ella nunca le llamó la atención todo eso.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Leíste el manual?—. Preguntó la Tia con un tono suave y su sonrisa más tierna. Nana trago saliva, si algo aprendió en los diez años que vivió ahí, era que definitivamente esa mueca era una rotunda amenaza.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Este, no Jeje—. Agachó la cabeza. Toda la noche estuvo pensando el como conseguiría ganar esa liga, pero sólo escuchaba la risa de Ryoko y eso la enfurecía. Así que escuchó música hasta quedarse dormida, soñando con algún día preparar comida para esos artistas. Ni siquiera le pasó por la mente el hecho de leer ese manual.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Lo supuse, bueno coge el camión aquí afuera. Ya le dije al chofer— Se escuchó el ruido de un camión pararse fuera de la casa— Deber ser él. Larvitar irá contigo, Chansey no puede ayudarme con un pokémon que quiere estar en su bolsa todo el tiempo—. Comentó recordando las seis horas que tardaron lavando ropa, todo porque el “enano” como ella lo llamaba, se la paso jugando con el detergente a cada rato.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Pero...—No estaba segura, Larvitar se veía muy apegado a su mamá. A los tres segundos se arrepintió de sus palabras. Cuando ella ya recien estaba saliendo por la puerta, el pokémon ya estaba incluso sentado en uno de los asientos del carro, saludándola alegremente con una de sus garras.[/FONT]

    [FONT=&quot]Agitó la mano en señal de adiós desde la ventana. Su pequeño acompañante momentos antes se recargó en su hombro y se durmió. “seguro en la mañana corrió mucho” pensó. Sacó el manual de la mochila e inició con la lectura, segundos después se quedó dormida.[/FONT]

    [FONT=&quot]Una hora más tarde y tres pitidos del camión, pudo observar el Laboratorio del profesor Oak. Sólo era un piso y realmente parecía un Laboratorio. Despertó a su acompañante y bajaron del autobús.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Gracias, Señor Shun— Agradeció al chofer.[/FONT]

    [FONT=&quot]— [FONT=&quot]¡[/FONT][FONT=&quot]No te dejes vencer Nana!— Le alzó el pulgar y arrancó el carro, pitando hasta perderse en señal de apoyo.[/FONT][/FONT]

    [FONT=&quot]Caminó hasta la puerta, observó a sus alrededores con emoción. Las flores estaba muy bien cuidadas, los tulipanes y los girasoles se mantenían frescos por la regadera. Tocó el timbre y esperó. El lugar era tranquilo, la brisa no era tan refrescante como la del mar. Pero se sentía muy bien. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Adelante— Se oyó una voz desde adentro.[/FONT]

    [FONT=&quot]Entró con algo de desconfianza, sólo para caer al suelo por abrazos cariñosos.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Auxilio! [FONT=&quot]¡[/FONT][FONT=&quot]No quiero morir, aun soy joven, no me he casado, ni puesto mi restaurante!—Gritó alejándose de una forma milagrosa de todos esos pokémon, cabe decir que no conocía el nombre de ninguno de ellos. Sus ojos negros se oscurecieron e hizo temblar al hombre que la observaba, quien por supuesto estaba riendo, pero al ver esa mirada, mejor calló.[/FONT][/FONT]

    [FONT=&quot]—Buenas tardes muchachita. Soy el Profesor Oak. Tu Tia Yuuka me dijo que serias entrenadora, aunque tengas dieciséis años esto no tiene nada que ver...— Nana casi babeaba por todos los aparatos, estaba segura que tendrían que ser muy caros, además que servían para cosas realmente difíciles, no prestaba atención a lo que decía el viejo.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Elige un pokémon— Entonces reaccionó. Tres pokébolas frente a ella. Oak estaba examinando a Larvitar, así que Nana hizo lo que todo buen entrenador debía hacer antes de elegir un pokémon. Todo esto aprendido de su padre, quien lastimosamente ya no estaba con ella.[/FONT]

    [FONT=&quot]—De tin marin, de do pingüe cucara macara, títere fue, yo no fui, fue Tete, pégale, pégale, que ella merita fue—. Cogió la pokébola escogida y se dirigió al profesor—Ya está.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Oh! Veo que ya escogiste, veamos que pokémon es— Lanzó la pokébola al suelo, una vez tocado el piso, se abrió mostrando una luz que tomaba forma, conforme se apagaba se podía ver mejor lo que era. Primero, unas patas puntiagudas de un color azul, después una panza amarilla y un caparazón rojo, y por ultimo una carita con unos grandes ojos que la observaban con timidez.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Qué es?— Preguntó Nana. Alzó al pokémon en sus manos, era más ligero que Larvitar, mucho más ligero. Y muy bonito, le sonrió con mucho entusiasmo, y la tortuga le correspondió. Le dio un par de vueltas y lo bajó al suelo. Rápidamente el extraño pokémon se apegó a Larvitar, y los dos comenzaron a jugar.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Es Squirtle, un pokémon tipo agua. Aquí está tu pokedex, donde podrás ver la información de todos los pokémon que te encuentres, el pokegear que contiene un mapa, puedes hablar por teléfono con gente que tenga pokegear y seis pokébolas para atrapar pokémon— Nana guardó las cosas en su cinturón, aunque lo que más le gusto fue el pokegear, de ahí podría hablarle a sus Tíos. — Ya son las seis de la tarde, pronto anochecerá, ¿Por qué no te quedas a dormir aquí? Mañana continúas tu viaje.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Esta loco? ¡Viejo pervertido! Me largo de aquí— Su manó golpeó fuertemente la mejilla de Oak, dejándolo tirado en el suelo, cargó a Squirtle y salió del Laboratorio seguida de un sonriente Larvitar.[/FONT]


    [FONT=&quot]— ¿Pervertido?— Se preguntó confundido el Profesor. Esa niña estaba loca. —Recuerdo que Yuuka me dijo que le diera algunos consejos a su sobrina. Lo siento Yuuka pero ella se fue y no creo que la pueda hacer volver— Se carcajeó tocándose la mejilla, seria un viaje lleno de dificultades para esa chica.[/FONT]

    NOTA

    Como es un fanfic reeditado, xD podras ver las contis seguidas Demian. Es mas iba terminar de subirlas todas hoy, pero estoy arreglando varios imperfectos. D: ya pondré las demas mañana.

    Gracias por leer, espero que siga siendo de tu agrado. ;)
     
  4.  
    SacriDH

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    Re: ¡Chef Nana!

    Jejeje, ¿por qué no llevar todo el viaje siempre la misma ropa? ¡Mira que bien que lo hace Ash! xD
    Mmm, está muy bhien escrito, pero no entendí muy bien por qué el Larvitar la asustó tanto... Creo que Nana es muy melodramática.
    Me gusta la idea de una chica que hace un viaje pokémon por autoobligación y no por sueño. Es original.
    ¡Esa chica es un fracaso como entrenadora!
    Jeje, menos mal que uno de los pokémon que la abrazó no fue Muk, porque sino creo que habría dejado instantaneamente la idea de ser entrenadora.
    ¿Squirtle? Es el Starter de Kanto que más me gusta, pero creo que una cocinera debería tener a su lado un pokémon de fuego.
    Me gustó, se nota que sos una autora diferente aquí, es un fic bastante serio (para ser de pokémon es muy serio) y creo que si de verdad lo llevas lejos vas a poder tener un muy fiction con muchas lecturas. Suerte, amiga!
     
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    Mr Fey

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    ¡Chef Nana!
    Total de capítulos:
    8
     
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    Re: ¡Chef Nana!

    Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
    Clasificación: T
    Advertencias: En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.

    Género: Aventura/Romance/Superación.
    Cantidad de palabras: 2,415
    [FONT=&quot]Capitulo II. — Una receta más [Primera Parte][/FONT]

    [FONT=&quot]—Este manual me da dolor de cabeza, debería estar leyendo recetas de otros países, no esto—. Suspiró con aburrimiento y agachó la cabeza, no había dormido absolutamente nada la noche anterior, no porque no quisiera sino porque el suelo no era exactamente una linda cama, el sueño la estaba venciendo. Bostezó y se estiró un poco, tendría que llegar pronto a alguna ciudad, no le gustaban en absoluto esos molestos mosquitos.

    Según el mapa Ciudad Verde aún estaba lejos, Larvitar y Squirtle la seguían, aunque desde hace unos instantes notó que sus compañeros mantenían una distancia con ella, como si le temiesen.
    [/FONT]

    [FONT=&quot]
    — ¿Temerme? ¡Pero si soy un angelito caído del cielo!—Comenzó a reírse de una forma un tanto...escalofriante. Squirtle pensó seriamente en regresar al laboratorio, su entrenadora lo estaba asustando, no sólo gritó como loca al humano que cuidó de él si no que además hablaba sola.[/FONT]


    [FONT=&quot]A Larvitar en cambio le divertía todo lo que su amiga hacia. Caminaba al lado de su nuevo amigo y aplaudía al ver a su entrenadora en todas sus facetas. Pero lo que no entendía era la cara de susto que tenia Squirtle, ¿Acaso no se divertía? Tal vez era algo tímido.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Lar, Lar, Lar— Jaló del pantalón de Nana para llamar su atención. Ésta dejó de pensar en el dolor de cabeza que le provocaba su situación actual y giró para estar frente al pokémon.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Qué sucede pequeño?— Acarició la mejilla de Larvitar, su piel se sentía seca como la de las iguanas. Éste cerró los ojos disfrutando de la caricia.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Lar, lar, lar—sin abrir los ojos palpó su panza con sus garras, dándole a entender que tenia hambre. Estas escenas, eran las que hacían cambiar de opinión a Squirtle. [/FONT]
    [FONT=&quot]Su entrenadora parecía una chica histérica, pero llegaba a hacer cosas que lo hacían sentir muy bien. Se acercó a ellos y se subió al pecho de su entrenadora, Nana lo sostuvo juntado su azulada mejilla con la de ella, frotó su mejilla contra la de Squirtle y después rió, contagiando a los demás.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Al parecer ambos tienen hambre, ¿No?—. Asintieron sin despegarse de ella. Nana se había sentado con los pies extendidos, Squirtle se recostó entre sus piernas sacando burbujas de su boca, las cuales Nana se encarga de romper con sus dedos. Larvitar estaba sentado jugando con los pies de la chica, desató las agujetas y mostró sus dientes en una gran sonrisa.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Muy bien, prepararé Korokke. Pero necesito que alguien me ayude—. Ambos levantaron la mano, ella rió un poco— A ver Larvitar, tú tienes que ir por leña—.Larvitar cerró el puño y corrió perdiéndose entre la maleza. — Por lo tanto tú tendrás que ayudarme a sacar las cosas, y a picar algunos ingredientes. ¿Estás listo?—.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Squirtle, Squirtle—. Saltó y le quitó la mochila a Nana y empezó a buscar dentro de ella. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Oh vamos, no te desesperes. Te ayudaré—. [/FONT]

    [FONT=&quot]Primero sujetó a su primer pokémon y lo sacó de la bolsa, sin dejar de reír claro. La vista era hermosa para ella. Podía ver las patas de Squirtle moverse frenéticamente tratando de salir.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Debes tener más cuidado, sostén esto—. Le dio una tablita y su acompañante la cogió en sus manitas, dejándola en el suelo algo apartada de su entrenadora.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Este es un cuchillo, es muy filoso por eso debes sostenerlo así— Le mostró, su mano aprisionaba el mango del cuchillo— Ten—. Él lo sostuvo de la misma manera y Nana lo aprobó. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Squirtle, Squirtle—. El pokémon infló su estomago orgulloso de que lo hizo bien. Dejó el objeto con cuidado a un lado de la tabla.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Aquí está la carne molida, yo sacaré lo demás. Esa carne déjala encima de la tabla—Explicó. Hicieron lo dicho y Nana comenzó a hacer lo que mejor sabía, cocinar.[/FONT]

    [FONT=&quot]Squirtle observaba con los ojos abiertos todo lo que la chica hacia. La agilidad con la que cortaba los trozos de carne era impresionante, sólo veía el brillo del cuchillo. Una vez terminado, Nana juntó la carne en una esquina de la tabla.[/FONT]

    [FONT=&quot]Larvitar regresó cargando varios palos, pensando que ya estaba lo comida, casi se abalanza contra la carne, siendo detenido por la amenazante mirada de su entrenadora.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Todavía no está. Junta la leña ahí— Señaló. El dinosaurio obedeció. Dio unos cuantos pasos y dejó la leña caer, y con sus garras puso un tronco sobre otro.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Seguro que tú los cortaste?— preguntó algo desconfiada. El corte de los palos era perfecto, tan perfecto que dudaba que alguien con tan poco tacto como Larvitar pudiera hacer.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Lar, lar, lar— Se cruzó de brazos y mostró una sonrisa reluciente, abrió uno de sus ojos y de esté salió un pequeño brillo, mostrando seguridad.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Supongo que eso es un por supuesto, que seguro de si mismo— Comentó con sarcasmo.[/FONT]

    [FONT=&quot]Usó dos pequeñas varas para hacer una fogata. Observada por sus pokémon, buscó alambre y algunas ramas más. Entre los tres, pusieron las ramitas alrededor de la fogata y encima de esta pusieron el alambre de cuadros. Estaba oxidado pero servía de mucho. Nana lo amarró bien de las esquinas para que el peso del sartén no lo hundiera. [/FONT]

    [FONT=&quot]Después acomodó el sartén y le vació aceite en un punto fijo, el liquido se disperso alrededor. Sacó una bolsita de pan molido y la abrió de una esquina.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Quiero que con la carne hagan óvalos y ya hechas, las metan aquí— Dijo mostrando la bolsa ya abierta. Ambos agarraron un poco de carne y comenzaron a darle forma.[/FONT]

    [FONT=&quot]Nana hizo lo mismo. Ya teniendo las bolitas en la bolsa, que por cierto ya estaba rota completamente, las envolvió con el pan pasando una a una al sartén donde se freirán. Las movía constantemente con la espátula para evitar que se quemaran, el olor produjo que su estomago saltara impaciente.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Listo. Como no tenemos platos, tendrán que sacarlas del sartén con sus garras. Están algo calientes pero pueden comerlas—. Hablar sobre su propia comida la hacia sentir como si supiera algo que los demás no— Generalmente se acompaña con puré de papa pero así también son deliciosas— Sacó la lengua en un gesto divertido.[/FONT]

    [FONT=&quot]Se sintió muy orgullosa de si misma, los ojos de sus pokémon brillaban mientras devoraban los korokkes. Squirtle tenía los ojos llorosos, nunca había probado algo tan delicioso. Larvitar algo más experimentado en estas cosas, simplemente disfrutaba de sus alimentos.[/FONT]
    [FONT=&quot]Tomó uno de los óvalos ahora dorados, lo mordió y disfrutó el sabor genuino de los korokkes, una que otra lagrima salió de sus ojos plata, no ha perdido el toque.[/FONT]

    [FONT=&quot]Algo disperso la atmosfera familiar del momento, era un zumbido, no, no sólo era un zumbido. Eran varios y cada vez aumentaban, se estaban acercando.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Qué será?— Dudó un poco, eso no lo estaba gustado.[/FONT]

    [FONT=&quot]De repente muchos pokémon de colores amarillos llegaron al lugar, destrozando la fogata con extraños aguijones y tirando los korokkes. Los pokémon de Nana rápidamente se pusieron frente a su entrenadora, protegiéndola. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Beedril, el pokémon vicho/volador. Es bastante territorial, si su nido es molestado, comenzará a atacar en un enjambre—. Escuchó la voz del pokedex.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Asi que son Beedrils, intentos de abejas quiero decirles sólo una cosa— Nana se puso de pie de una manera lenta, amenazadora— Si vuelven a dañar mi comida, ¡los freiré a ustedes!— Sus ojos mostraban una maldad terrible hasta Squirtle retrocedió, los pokémon se atemorizados y regresaron volando a esconderse tras la hierba.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Y tú pequeño travieso, no debiste tomar cosas que no son tuyas. Debes esforzarte para logar algo— Larvitar tembló un poco y movió la cabeza frenéticamente. Nana sonreía fríamente, ya se las arreglaría para enseñarle una lección a ese dinosaurio.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Korokkes? Que patético. ¿Acaso no te enseñaron a hacer otras cosas? jajaja— Esa risilla. Nana la conocía muy bien, tan aguda y arrogante, era Ryoko. Acarició la cabeza de Larvitar y giró sobre ella. Su primera rival no había cambiado en nada. Tenía el perfecto cuerpo de una adolescente de dieciséis años, del cual ella carecía. Su cabello castaño ondulado tan largo como el suyo y los hermosos ojos azules, tan azules como los caros zafiros. Sonrió con sorna, eran muy hermosos pero se mostraban burlones opacando todo rastro de belleza.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿No estabas en Francia?— Interrogó. Nana sin embargo se sentía pequeña al lado de ella. Sabia que mostrar seguridad no le serbia de nada contra Ryoko que siempre la opacaba. [/FONT]
    [FONT=&quot]Desde pequeñas, en algún concurso, en deportes, en belleza. Siempre era Ryoko, Ryoko, Ryoko. Tan inalcanzable. En lo único que logró ganarle era en cocina, y por eso la niña mimada se encargó de destruir cada una de sus oportunidades logrando que nunca se conociera su talento. Apretó los puños, esta vez no iba a permitir que le robara sus sueños.[/FONT]


    [FONT=&quot]—Lo estaba, pero ya no. Me enteré que quieres entrar a la Academia. [FONT=&quot]¿[/FONT][FONT=&quot]Sabes? Yo también entraré, cuando tú entres—No le importaba esperar, haría todo para que Nana no se convirtiera en chef, nadie en este mundo reconocería su talento. El destino de Nana era estar detrás de ella, como el perro que era. — Batallemos Nana. Yo también tengo pokémon—Una sonrisa cruel adornó su bello rostro. Su amiga nunca olvidaría este combate, quitó algo de polvo inexistente de su vestido azul, seguramente de un costo muy alto.[/FONT][/FONT]

    [FONT=&quot]—Está bien— ¿Nana en que estás pensando? Como si apenas y sabes que ataques tienen tus pokémon. Pero no puedo permitir que se burle de mí.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Tan imprudente como siempre, puedes batallar con los dos si quieres— Declaró Ryoko mientras bostezaba, eso seria fácil.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¿Squirtle?— El pokémon asintió con determinación, eso hizo sentir a Nana más segura, también asintió. La tortuga caminó hasta dejar atrás a su entrenadora. Miró a la humana en espera de su rival esa chica le daba mala espina. Pero era su primera batalla y daría lo mejor, haría que Nanako se sintiera orgullosa de ella misma, puesto que sólo necesitaba un poco de seguridad.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Que tierno—Su rostro se suavizó un poco y sus ojos se mostraron cálidos por primera vez, pero después sonrió con frialdad opacando de nuevo ese sentimiento—Es una lastima que quede tan destrozado después de esto. ¡Salamance, ve![/FONT]

    [FONT=&quot]El glorioso dragón salió de la pokébola, mirando a su oponente frente a él con sus afilados ojos. Sonrió al igual que su dueña. Nana no sabia porque, pero sentía un gran temor al ver ese nuevo pokémon, su mirada era realmente terrorífica, los grandes colmillos sobresalían de su boca.[/FONT]


    [FONT=&quot]— ¿Qué pokémon es ese?— Se preguntó temblando. A pesar de que el Salamance sólo estaba flotando, Nana sentía un gran peligro a su alrededor. Sacó su pokedex y buscó a ese pokémon.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Salamance, el pokémon dragón/volador. Es la última etapa de Bagon. Son pokémon peligrosos en batalla. — ¿Ultima etapa? Ese pokémon era muy poderoso. Su poder debía ser destructor. Tenia que detener esa batalla o Squirtle iba a salir muy lastimado.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Me voy a rendir— Decidió alzando el rostro.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Demasiado tarde, Salamance hazlo.[/FONT]

    [FONT=&quot]Se quedó paralizada. El dragón había alzado su garra la cual brilló, rasgó el cuerpo de Squirtle tumbándolo al suelo. Su pokémon gritó su pecho amarillo estaba desgarrado y de el salía sangre azul. Una de sus patas se posó sobro el pequeño cuerpecito de la tortuga, y Salamance hizo presión sobre su pierna, haciendo gritar a su victima.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Te dije que me rendí! ¿La pokébola? ¿Donde está?— Nana estaba muy nerviosa. En su cabeza estaba el hecho de que Squirtle estaba en peligro. Larvitar intentó ayudar a su amigo, pero sólo recibió un colazo por parte del dragón lo que lo mandó a volar varios metros.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Squirtle, regresa!—Nana sostuvo la pokébola y de ella salió un rayo rojo pero este fue interceptado por Salamance quien ahora lanzó un lanzallamas, como consecuencia graves quemaduras aparecieron en el negro rostro de Squirtle. Lo intentó de nuevo, pero sucedía lo mismo, el dragón se interponía. Las lágrimas salieron de los ojos de Nana, estaba desesperada, pero no se rendía y trataba de hacer regresar a Squirtle, corría en diferentes ángulos pero fallaba nuevamente.[/FONT]


    [FONT=&quot]—Llamarada—[/FONT].

    [FONT=&quot]De la boca de Salamance salió una gran llama de fuego que quemó a Squirtle. Nana gritaba al ver como se retorcía tratando de escapar.[/FONT]


    [FONT=&quot]— ¡Por favor haz que se detenga! ¡Te lo ruego!— Se hincó frente a Ryoko, llorando amargamente por ver a su amigo sufrir. Abrazaba las piernas de su rival, rogando por que dejara a su pequeño pokémon. Pero Ryoko no la escuchaba, sólo disfrutaba el ver tan miserable a Nana, y como se formaban varias heridas en la piel de su pokémon. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Basta Salamance. Soy la campeona de la liga Pokémon, si quieres ir a la Academia tienes que vencerme—.Subió al lomo del dragón, no sin antes patear al Squirtle. Después, ambos desaparecieron en el cielo.[/FONT]

    [FONT=&quot]— ¡Squirtle! ¡Squirtle!—Levantó con mucho cuidado a su pokémon. Lo acomodó en sus brazos y cerró sus ojitos, sus manos se estaban manchando de la sangre que salía de las heridas del pequeño. Dejó de observarlo cuando la respiración de Squirtle comenzó agitarse, tenia que llevarlo rápido al centro pokémon.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Vámonos Larvitar. Tenemos que llegar a Ciudad Verde—[/FONT]

    [FONT=&quot]Ambos comenzaron a correr, Nana corría con todas sus fuerzas, importándole poco las punzadas que sentía en sus piernas. Sacó una pokeball de su cinturón y regresó a Larvitar, él también tenía que descansar. [/FONT]

    [FONT=&quot]—Perdóname Squirtle. Todo es mi culpa— Comenzó a llorar de nuevo, miraba con profunda tristeza a su pokémon. Estaba muy lastimado y la carita de dolor de Squirtle la hacia sentir peor— No pude protegerte, perdóname por favor.[/FONT]

    [FONT=&quot]Llegó a Ciudad Verde y buscó el Centro Pokémon, preguntó y todos parecían ignorarle. ¿Qué no se daban cuenta? ¡Tenia un pokémon herido! Continuó corriendo fijándose en cada establecimiento.[/FONT]

    [FONT=&quot]—Si buscas el Centro Pokémon está pasando la Plaza. Es un edificio rojo— Le dijo un niño. Nana le hizo un gesto de agradecimiento y corrió, corrió aunque ya no sentía sus piernas, aunque lo único que la hacia seguir era el ver sano a Squirtle, aunque el haber estado corriendo por tantas horas la estuviera matando, aunque su vista se estaba volviendo mas borrosa con cada paso que daba.[/FONT]

    [FONT=&quot]Divisó el Centro Pokémon. Una sonrisa de alivio surgió en su rostro serio, Squirtle podía salvarse. Llegó y cuando estuvo frente a la puerta de su salvación, su sonrisa desapareció.[/FONT]

    [FONT=&quot]El centro Pokémon estaba cerrado.[/FONT]

    [FONT=&quot]GLOSARIO[/FONT]
    [FONT=&quot]Korokke.[/FONT]
    El korokke (コロッケ,korokke?) es una fritura japonesa relacionada con la croqueta francesa. Fue introducida al país a comienzos de la década de 1900.
    Este plato está hecho de una mezcla de carne, mariscos o vegetales picados y cocinados con puré de papa o salsa béchamel, empanados con harina blanca, huevos y migajas de pan; fritos hasta que tengan un color chocolate en su parte externa.
    El korokke es servido ocasionalmente con salsa de tonkatsu y trocitos de calabaza. También puede ser usado como cobertura para otros platos. Cuando se le hace un sándwich, es llamado korokke pan.
    Link de la imagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Korokke.jpg

    NOTA

    e.e le asustó tanto xD porque de por si es una miedosa por naturaleza. D: y ademas LOL El Larvitar pesa un monton xD.

    D: este es el capi problematico para mi, D: ya que siento que no muestro bien las emociones.
     
  6.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

    Libra
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    Re: ¡Chef Nana!

    Uff, Nana además de ser una entrenadora patética no soporta los mosquitos xD Que lejos está de ser una entrenadora pokémon, je
    ¿La acompaña Larvitar? Vaya... parece que tiene que haber algún payaso en el viaje, jeje
    O.O! ¿Un Squirtle con un cuchillo? Mmm, me parece que esto acabará mal...
    Me gusta la idea de una chef... Supongo que es un punto de vista muy novedoso... Las ligas y concursos ya aburren...
    Jejeje, ese Larvitar ¬¬ Casi hace que les den picotazos hasta el día del juicio por robarles las ramas a ese Beedrills
    Mmm, apareció la rival... ¡Pelea de chicas en el lodo! ^^
    ¡Un Salamence! ¬¬ Que bajo. Que agresiva... ¡Ja! Si Squirtle supiera Rayo de hielo sería tan fácil...
    ¡Oau! ¡Me encanta como relatas la batalla! ¡Es muy real, las quemaduras, los golpes, todo es real! No como en pokémon que cuando usan lanzallamas o rayos lo oponentes quedan chamuscados pero al instante vuelven a la normalidad ¬¬
    ¡Eh! ¡Tanto sufrimiento para ver el Centro Pokémon cerrado! ¡Me encanta este fic, puedo ver desde ya que está genial! Sigue posteandolo, de verdad creo que hasta el momento es el mejor fiction que he leido salido de tus cabecita ^^
    Suerte!
     
  7.  
    pichuchu

    pichuchu Iniciado

    Piscis
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    Re: ¡Chef Nana!

    esta bueno tu fic me gusta como lo narras
    me gusto la parte donde squirtle pelea con salamanse
    pero la entrenadora es demasiado cruel
    sige asi boy a leer este fic de principio a fin
    espero la conti.
     
  8.  
    Alex.

    Alex. Iniciado

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    Re: ¡Chef Nana!

    Ok.... por 3º vez pero esta vez debo decirte que Tu fic es perfecto... o no? Tuviste errores como en una parte que n se cual que pusiste la "o" en vez de la "A" ... no me acuerdo pero creo que era o en el prólogo o en el capítulo 1.

    Ryoko es malvada... al igual que la madre de Nana, espero que no se encuentre con Ash en el camino y le enseñe sus "extrañas costumbres" de como amar a los pokemon xD

    Espero que el siguiente capítulo tenga mas emocion...que el Squirtle no se salve *perverso*

    Siguelo!
    :cangrejo1: [CS]
     
  9.  
    Mr Fey

    Mr Fey Usuario popular

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    ¡Chef Nana!
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    Re: ¡Chef Nana!

    Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
    Clasificación: T
    Advertencias: En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.
    Género: Aventura/Romance/Superación.
    Cantidad de palabras: 2,480


    Capitulo III— Una receta más [Segunda parte]

    Perdóname, está sucediendo otra vez... De nuevo no puedo salvar a alguien. Mamá, yo lo intenté, discúlpame.

    —Despierta, ya es un poco tarde.

    Experimentó el dulce tacto de una mano en su mejilla, era suave y cálida que la hacia sentir muy bien, abrió los ojos con pereza, acostumbrándose a los reflejos del sol. Algo desorientado se encontró con unos orbes verdes que la veían con preocupación.

    —Ya has despertado—Una fina sonrisa emergió en sus labios, tan pequeña que apenas y podía distinguirla. Se alejó de la cama elegantemente y fue observado detenidamente por Nanako.

    Era alto y a su criterio tendría unos veinte años. Es realmente hermoso, su rostro era perfecto como el de los antiguos griegos, libre de cualquier imperfección. Su cabello de un color negro en forma de cerquilla, caía sobre su frente cubriéndola al instante y sus divinos ojos esmeraldas que la observaban.

    Y de pronto aquella imagen del adonis se rompió en mil pedazos.

    — ¡Squirtle! ¿Dónde está? Yo, el Centro Pokémon, ¿Qué pasó?— Trató de recordar pero nada llegaba a su mente. Cogió un mechón de su largo cabello y comenzó a succionarlo con su boca. Era algo que desde pequeña hacia cuando estaba preocupada o nerviosa.

    —Descuida, ese pokémon está ahí—Señaló con uno de sus blancos dedos.

    Nana giró en la dirección indicada y ahí estaba Squirtle, durmiendo sobre la cama. Se levantó y se acercó con cautela, le sonrió con dulzura y acarició sus mejillas, la tortuga sonreía entre sueños. ¿Los pokémon sueñan? Pensó que tal vez los pokémon también eran humanos, pues tenían sentimientos.


    — ¿Qué sucedió? ¿Que hago aquí? ¡Por qué estoy vestida así!—. Respiró profundamente y cerró los ojos. Muy bien, estaba en una casa, más bien en el cuarto de una casa, sola con el quizás próximo símbolo sexual de todo Kanto y tenia puesto un simple pijama. Ahora, el inconveniente no era el estar en un cuarto, ni con un chico, no, claro que no, el problema aquí era ¿Cómo es que vestía un pijama? Lo miró amenazante, pero él pareció no intimidarse, simplemente le sonrió.

    —Te ha cambiado Ayasha, la dueña de la casa— Nana se avergonzó un poco, así que mejor decidió sentarse en la cama junto a Squirtle. — Te encontré en el Centro Pokémon, estabas desmayada, como llovía tus ropas se mojaron.

    — ¿Lluvia? Pero no estamos en tiempos de lluvia— Contradijo.

    —No, no lo estamos pero el sistema meteorológico se está alterando— Caminó hasta estar cerca de la cama, y sentó en ella, mirando a Nana— Tus pies tenían ámpulas, al parecer estuviste corriendo mucho y eso te lastimó. Te traje a esta casa o enfermarías. Deberías comprar pociones para recuperar a tus pokémon.

    Nana miró el suelo con tristeza, realmente era una mala entrenadora.

    — ¿Qué sucede?

    —Todo es mi culpa, no soy buena entrenadora— Hablaba para si.

    — ¿Por qué dices eso?—Jugueteó con el dije de su cadena, un rayo de oro blanco.

    — ¡Es que es así!— Gritó— Si no fuera por mi, Squirtle no estaría así. ¡Yo tuve la culpa! No supe que ese pokémon era tan poderoso. Ni siquiera se sobre esas pociones—Lloró de nuevo.

    —No llores— Limpió las lagrimas con su mano. — En vez de llorar, trata de aprender de tus errores. Lee ese manual y yo te enseñaré lo demás— Le dio un golpecito en la frente como señal de apoyo.

    — ¿Cómo sabes del manual?— Preguntó. El olor a té de limón se adentró en su nariz tranquilizándola un poco.

    —Ayasha buscó entre tus ropas alguna identificación y encontró el manual. Pero, si realmente quieres progresar, debes terminarlo lo más pronto posible—Se puso en pie. —Descansa—Dijo guiñándole un ojo.

    Salió de la habitación dejando a Nana sola. La chica vio el manual sobre la mesita de noche a un lado de donde su pokémon estaba, acercó su mano izquierda y lo cogió

    —Lección dos, ataques pokémon— Sin más, inició la lectura.

    — ¿Por qué la ayudaste, Ariel?

    Bebió un poco más del té caliente y observó a Ayasha. La señora cocinaba espaldas a él, su ya blanquecino cabello estaba agarrado en una coleta, por el movimiento de su cara, sabía que estaba sonriendo bajo ese rostro cansado.

    —No me malinterpretes, simplemente me dio curiosidad.

    Terminó su té y salió afuera, Ayasha sonrió traviesamente y contempló por el espejo a la nueva inquilina, parecía muy concentrada en ese libro.
    El sol apenas estaba saliendo, después de la tormenta de la noche anterior las nubes dudaban en surcar el cielo, Dragonite a un lado de la puerta se unió a su entrenador.

    —Gracias por tu ayuda—Ariel rozó una de las antenas del pokémon en forma de agradecimiento.

    El dragón movió sus antenas feliz y Ariel subió en él perdiéndose ambos entre el amanecer de Ciudad Verde.

    —Squirtle, Squirtle—El pokémon veía todo con desconcierto, sintiéndose algo fuera de lugar bajó de la cama, buscando a su entrenadora.

    — ¡Squirtle!

    Nana salía del baño, luego de terminar de leer el manual, padeció un dolor de cabeza y se vio en la necesidad de tomar un baño de agua caliente. Ya no tenia más esa molesta pijama, si no que tenía un pans color negro y una blusa blanca con un estampado en forma de corazón. Cargó al pokémon entre sus brazos y ambos rieron.

    —Squirtle, Squirtle, Squirtle.

    El pokémon no dejaba de saltar en los brazos de Nana, feliz de que estuviera a su lado. No recordaba mucho de lo sucedido ayer, sólo que había sentido un gran dolor y después todo era oscuridad.

    —Perdóname Squirtle, no volveré a ponerte en peligro de esa manera— Lo observó con seriedad. Squirtle negó con la cabeza y sonrió orgulloso, para él eso sólo fue una derrota pero nadamas, lamió la cara de su amiga y levantó una de sus patas en señal de victoria, Nana sonrió con unas cuantas lagrimas, se estaba volviendo muy sentimental.

    — ¿Eh? Creo que alguien más tiene ganas de verte— Colocó al pokémon en el suelo y cogió la pokébola de su cinturón. — ¡Sal Larvitar!

    Una luz blanca se dispersó dejando a un dinosaurio quien torpemente estiraba los brazos en señal de aburrimiento, abrió sus rojos ojos de felicidad al ver a su amigo bien, lo abrazó con fuerza y después le hizo un puntapié a su entrenadora. Esta se mordió los labios por el dolor.

    — ¿Por qué haces eso? Realmente pienso que tú quieres matarme—Sobó su pie con sus manos mientras brincaba con el otro.

    —Lar, lar, lar, lar— Señaló con seriedad el manual pokémon.

    —Ya lo terminé de leer, te prometo que no pasará otra vez—Larvitar miró fijamente a Nana y luego asintió.

    —Creo que es mejor que nos vayamos, ya guardé todas mis cosas, ¡vamos por la primera medalla!— Los pokémon afirmaron con emoción y la siguieron. Nanako se sentía más segura, ahora haría las cosas bien, cogió sus dos pokébolas y ambos pokémon entraron en ellas.


    —Me alegra verte tan decidida Nana, pero tienes que subir de nivel a tus pokémon— Dijo una voz varonil desde la puerta, Nana volteó a verlo. Ariel vestía unos bermudas beige y una playera sin manga de color negro, mostrando nuevamente esa casi inexistente sonrisa.

    — ¿Cómo te llamas?— Preguntó. Después de tanto ajetreo no había tenido la oportunidad de preguntar su nombre.

    —Ariel.

    —Bien Ariel, déjame decirte que seré la mejor entrenadora de este mundo. Estuve leyendo por horas ese manual y créeme que me quedó toda la información— Lo retó con la mirada.

    —Luchemos entonces—Su reservado rostro adquirió una mueca retadora y sus verdosos ojos se oscurecieron.

    —Esta será una batalla dos versos dos entre Nana y Ariel. ¡Empiecen!— Ayasha tiró el pañuelo rojo en señal de inició, hacia mucho calor ese día. Le sorprendió un poco al escuchar de la boca de Ariel que decidió luchar con la chica nueva, el patio de su vieja cabaña sinceramente no era un buen campo de batalla.

    —Hice bien en peinarme así—Rió y tocó su cebolla canosa, con ese peinado no tendría calor. Sus ojos negros observaron detenidamente a Ariel, era muy difícil saber que estaba pensando ese muchacho.

    — ¡Magby, sal!

    El pokémon fuego hizo acto de presencia, escupiendo llamas amarillas de su cuerpo, saltando a la vez entre ellas. Era Nana o comenzaba a hacer mucho calor ahí, más del que ya se sentía.

    El viento sopló levantando algunas hojas. Estaban cerca de un lago. Nana cerró los ojos, disfrutaba mucho estar ahí, se apropió del momento y olisqueo el aire, sonrió al descubrir el olor de leña recién cortada.

    —Squirtle, adelante.

    El pokémon dio tres pasos al frente y giró a ver a su entrenadora. Nana sonrió confianzuda y Squirtle también.

    — ¡Magby, puño mareo!

    El aludido se acercó con velocidad hacia su contrincante, alzó el puño y este comenzó a brillar, Squirtle recibió de lleno el puño en su rostro, tirándolo al suelo levantado tierra tras su caída.

    — ¡Levántate Squirtle! Esto sólo es el comienzo. ¡Usa burbuja!

    Squirtle se acercó a Magby para hacer el ataque más potente. Las burbujas tocaron el cuerpo de su enemigo y explotaron, lastimándolo. Magby gimió de dolor, para Squirtle que es de agua, el calor corporal de Magby no lo afectaba en nada.

    —Ahora que lo tienes, ¡Chorro de agua! Pero a toda potencia— Nana sonrió, experimentaba la emoción de una verdadera batalla, su semblante se volvió más desafiante y estratégico.

    Squirtle obedeció, saltó y desde el aire un potente chorro de agua salió de su boca. Magby intentó detenerlo usando ascuas, pero no sirvió de nada y terminó recibiendo de lleno el ataque, dejándolo fuera de combate.

    —Magby no puede continuar, el ganador es Squirtle.

    — ¡Squirtle, Squirtle!— Agitó sus manitas aplaudiendo para él, y después, lleno de energía corrió a los brazos de su entrenadora, quien lo recibió riendo con alegría.

    —A que soy buena entrenadora— Sus dientes se reflejaron risita orgullosa.

    —No, simplemente te basaste en el tipo—Le bajó las esperanzas con arrogancia, pasó una de sus manos por su copete, buscó entre el cinturón de su pantalón una pokébola en especial.

    — ¿Qué? Claro que no, acepta que soy buena niñito—No sabia porque, pero Nana sentía que a veces hablaba de más.

    — ¿Niñito? Tengo veinte años—Sonrió al notar que su acompañante adquiría una gran confianza después de esa batalla—No te confíes tanto, ¡Bagon, al campo!

    El pokémon dragón salió de su pokébola, mirando a su entrenador en señal de negación, se sentó en el suelo indispuesto.

    —Deja de mirarme así, ¡Garra dragón!

    Nana abrió los ojos con sorpresa, Squirtle estaba desmayado en el suelo y las marcas de unas garras se veían en su cuerpo. ¿Que había pasado? Regresó al pokémon a su pokébola y dirigió su mirada a Ariel, exigiendo una explicación.

    —Este Bagon es una de las crías de mi Salamance. No lo subestimes, que tiene muy buenos genes, ¿A que tu confianza se fue por el caño?

    No se supone ¿Qué la dejaría ganar? Quizás esa niña había movido algo en el orgullo del príncipe de la Elite Four. Ayasha sonrió divertida al ver que Ariel se tomaba la batalla enserio.

    Nana recordó al Salamance de Ryoko, tal vez no era bueno que siguiera en la batalla. No quería arriesgar a Larvitar.

    La luz de la pokébola se hizo presente y de esta salió el pensado mirando a su entrenadora con odio. E ignorando su mirada confundida, Larvitar se situó frente a Bagon, sonriéndole con superioridad.

    —Lar, lar— Bostezó frente al dragón, lo cual lo hizo enojar. Bagon miró a Ariel y después a Larvitar, y sin esperar una orden del ojiverde, abrió su boca y se abalanzó contra su enemigo.

    Nana no sabía si correr y coger a su pokémon o dejar que Larvitar hiciera lo que quisiera. Optó por la segunda los ojos de Larvitar no mostraban miedo alguno.

    El pokémon tierra comenzó a Excavar evitando el ataque de Bagon, quien ojeó confundido el lugar donde antes estaba Larvitar.

    — ¿Excavó? ¿A que hora aprendió ese ataque?—Nanako estaba sorprendida, después sonrió, tenía que superar todos sus miedos.

    —Bien, Larvitar. Ataca y termínalo con una avalancha.

    Ariel observó sin decir nada. Larvitar Atacó por atrás a Bagon, tumbándolo sobre el suelo. El cuerpo de de el pokémon de Nana comenzó a brillar y una roca cercana se posó a su lado, era de un gran tamaño. Concentrándose hizo que la roca se rompiera y lanzó una por una las rocas contra Bagon, quien trató de esquivarlas inútilmente.

    — ¡El ganador es Larvitar! Y La ganadora del combate es ¡Nana!— El príncipe de la Elite Four agarró al pokémon desmayado y lo adentró en su pokébola.

    — ¿Ganamos?

    A Nana le brillaron los ojos y se sintió iluminada por Dios, habían ganado, abrazó a Larvitar con fuerza, y este correspondió mostrando los dientes en su flamante sonrisa.

    —Muchas gracias por todo, pequeño. No, creo que tú creces más rápido que yo—acarició su extraño cuerno, podía escuchar los ángeles cantar ante su victoria.

    —Felicidades Nana— Le extendió la mano y ella aceptó, parándose, Larvitar los observaba desde el suelo —Entrena a tus pokémon, para todo tipo de situaciones—Recomendó.

    Se sentó frente al lago, cerrando los ojos. A Nana le pareció que el viento hacia bailar los cabellos de Ariel apropósito, sólo para poder tocarlo.

    —Llevaré a Squirtle al Centro Pokémon—Susurró, el viento se llevó sus palabras.

    Ayasha se alejó silenciosamente, hoy prepararía una rica cena.

    — ¿Qué te pareció tu primera visita al Centro Pokémon?— Estaba a las afueras de la Ciudad, cerca del bosque verde.

    —jajaja, divertido, había muchos entrenadores y la enfermera Joy es muy linda— Comentó complacida, aun podía recordar el como alejó a todos esos entrenadores de su camino.

    —Queridos compatriotas, yo se que ustedes también quieren curar a sus pokémon, pero...si no me dejan pasar, nunca lo harán.

    Los entrenadores se apartaron rápidamente de su camino, podrían jurar que un aura oscura de la entrenadora los consumía debilitándolos al instante.

    —Gracias—Sonrió con inocencia, y continuó caminando.

    —Creo que iré más seguido—Mostró su lengua en un gesto de inocencia.

    —jajaja, me alegro. Yo tengo que irme, quizás te vea en alguna otra ocasión y ahí cuando estés lista lucharemos con todas nuestras fuerzas— Ariel le sonrió desde la entrada del bosque verde y se adentro en él, seguramente se volverían a ver.

    —Cuando nos veamos, seré una mejor entrenadora— Susurró al viento, pues Ariel ya no estaba.Sacó a sus dos pokémon de las pokébolas, ambos tenían un semblante de decisión en su rostro.

    —Ganaremos. ¿No es así?

    Larvitar exhibió su ya acostumbrada sonrisa flameante, y Squirtle alzó una su pata derecha en señal de victoria. Tendría que buscarse un gesto también.

    —Al parecer, tendremos que investigar esto—Sentado sobre una roca, Ariel acarició el lomo de Espeon sin dejar de ver las gotas de agua caer.

    NOTAS

    El ataque puño mareo lo saqué del pokémon cristal, D: aclaro de una vez, LOL todo lo saco en base al juego e.e no al anime. Asi que si yo describo algún ataque de forma distinta al anime D: ya saben porque.
    DemianaimeD: Comprendela los mosquitos son realmente molestos xD. Me alegra que te gusten mis batallas, xD porque como escritora LOL siento que no emocino nada.
    pichuchu: Ryoko? xD para nada, asi es ella. No es tan mala, xD sólo con Nana.
    Alexander: xD mi fic no es perfecto, TOT malditas palabras mal puestas. xD Ash no saldrá, LOL lo odio. Y si sale, lo haré perderse en una isla muy muy remota. xD

    Gracias por leer. :) El proximo capitulo xD ya lo termine pero lo tengo que volver a revisar lol, lo publico el miercoles xD.
     
  10.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

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    Re: ¡Chef Nana!

    ¿Otra vez? ¿Y a quien no pudo salvar antes?
    Los antiguos griegos no eran perfectos ¬¬ tenían la nariz muy redonda y los ojos tristes. Los dioses griegos sí eran perfectos.
    Sabios consejos le dio ese muchacho. Hay vida inteligente en el planeta tierra al parecer.
    Tu narración no es aburrida, está muy bien, es carácteristico de éste fic. Quizá haya otros fics donde hacen muchos chistes y se manejan mucho mejor con la comedia, pero prefiero que éste se quede como está porque es serio, profundo... me gusta.
    Está muy bien la lección que da éste capítulo, porque de verdad Fey aprende de sus errores.
    Está bien lo del puño mareo, hay algunos ataques que quedan bien según el juego y otros no tanto, pero manejate con una sola versión para que estés en la misma sintonía.
    ¿Principe de la elite four? ¿Debo pensar que es el AM dragón?
    Muy bien, es un excelente fiction. Original y clásico a la vez. Está muy bien escrito, te felicito. Y la trama es muy buena, muy atrapante. Sobresale de la media. ¡Nos veremos! Suerte.
     
  11.  
    Mr Fey

    Mr Fey Usuario popular

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    ¡Chef Nana!
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    Re: ¡Chef Nana!

    Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
    Clasificación: T
    Advertencias: En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.
    Género: Aventura/Romance/Superación.
    Cantidad de palabras: 2,116


    Capitulo V.— A fuego lento.

    EL antiguo líder del gimnasio, Giovanni. Dejó el cargo tras perder una batalla con Rojo, un entrenador novato que acabó con su organización, el Team Rocket. Años después, Azul un entrenador pokémon tomó su lugar, pero decidió convertirse en investigador pokémon, dejándole el puesto a Alejandro, un líder muy interesante...

    Las palabras de Ayasha resonaban en su cabeza, Nana al saber que no tenia absolutamente nada de dinero, decidió ir a comer ahí y aprovechar para informarse acerca de su contrincante.

    — ¡Malditos Pokémon, me van a dejar pobre! —Lloriqueó mirando al cielo. Suspiró al recordar como gastó con justa razón cabe decir, todo el dinero que su tia le dio.
    Palpó su mochila, era más pesada que antes. Las medicinas y otros objetos que compró hacían un bulto extra ahí. Prefirió dejar de pensar en sus finanzas y concentrarse en algo que no sabia.

    — ¿De qué tipo es? — Bufó molesta, la abuela evitó el tema alegando que eso tiene que descubrirlo por si misma.

    Desde que llegó a la Ciudad nunca se puso a verla con detenimiento. Si bien no era tan grande como otras que conocía, tenía su encanto. El camino que llevaba a la Meseta Añil se llenaba de hierba alta, la tierra amarilla y sin lugar a dudas millones de entrenadores esperándola en la ruta, un escalofrío recorrió su espalda, seria una idiota si fuera por ahí en esos instantes. Alejó su vista y se concentró las casas de un solo piso, a su parecer del mismo modelo rectangular. Las calles pavimentadas rehuían de cualquier contacto con la hierba, y el gimnasio al cual por fin había llegado, se alzaba glorioso entre el murmullo de la gente.

    —Impresionante— Quizás una expresión demasiado impresionante de su parte. Pero ella que nunca se planteó el poder observar un lugar tan imponente, se espantó de sólo pensar que tenía que entrar.

    El gimnasio de Ciudad Verde, carente de cualquier jardín. Más que gimnasio parecía un edificio, si no se equivocaba era el único recinto tapizado completamente con vidrios negros. Del primer piso sobresalía la puerta plateada, donde arriba de esta en letras del mismo tono se leía “Gimnasio”, se acercó con cautela y alzó el rostro, debía haber al menos cinco pisos de altura.

    — ¿No me habré equivocado de lugar?

    —Claro que no, este es el gimnasio. Tiene un aspecto muy formal, ¿No crees? —La risita burlona se escuchó en la aérea, Nana giró sobre sus talones y analizó a la persona frente a ella. Su expresión cambió de serena a emoción. No podría equivocarse, el sombrero blanco, la filipina, la figura perfecta, cabello miel y ojos mieles y aquel objeto metálico en sus manos.

    — ¡Eres un Chef! — Y en ese momento, perdió el control como siempre lo hacia. Miles de estrellas barrían a una velocidad impresionante el espacio de su mente, jugueteó con su cabello pensando en que preguntarle.

    Él motivado por la alegría de sus ojos, le regaló una de sus mejores sonrisas.

    —Es un gimnasio, y también un restaurante— Sonrío complacido ante los saltos de la niña, rió un poco y tomó su mano, indicándole que entraran.

    Nanako como pocas veces, entró complacida y satisfecha. Al fin tendría el honor de conocer un restaurante de calidad, porque no en cualquier lado se puede ver a un verdadero chef con filipina. Su mente divagaba en todo lo que podría ver, preguntar y aprender de ese lugar, su curiosidad era tan grande que comenzó a imaginarse cada mesa o arreglo del restaurante.

    Entró al lugar y todas sus esperanzas murieron al instante. No se encontró más que con el campo de batalla sin ninguna trampa, tan simple. Incluso la gente de las gradas inició con los gritos, exigiendo una batalla. Los fanáticos pokémon juntaron botellas y las golpeaban contra la pared en un frentico movimiento, creando un ruido que llenaba el lugar.

    —Mejor nos adelantamos a la Batalla. Ariel me dijo que vendrías a retarme. ¡Soy el líder del gimnasio Tierra de Ciudad Verde, Alejandro! — Habló con voz fuerte y seria, dejando de fuera la amabilidad que mostró en la entrada, los espectadores se animaron aún más al saberse que se iniciaría la batalla. Alejandro con paso veloz se posicionó en la esquina del campo. Nana desorienta por el nuevo descubrimiento, caminó con paso lento a la esquina contraria.

    — ¡Alex, Alex, Alex, Alex!

    Con miedo, vio lo popular que era ese hombre. A ella no le molestaba pero... toda esa gente la cohibía y se sentía fuera de lugar. Respiró con profundidad y alejó todos esos absurdos pensamientos de su cabeza, la derrota con Ariel le afectó de sobremanera, tanto que no pudo dormir. Esa noche aprendió que ella también podría sonreír con crueldad, ante pensamientos malignos. Giró la pokébola en sus manos, y su semblante adquirió segura. Esa era una batalla oficial y no aceptaría la derrota.

    — ¡Yo soy Nana de Puerto Paleta y he venido a ganar la medalla! — Sus ojos grises se oscurecieron, aparentando suma seriedad. El líder sonrió con sorna ante lo dicho, que fácil se les hacia a los entrenadores tratan de ganarle.

    — ¡La batalla entre el Líder del Gimnasio de Ciudad Verde y la entradora Pokémon Nana de Puerto Paleta está por comenzar! ¡Ambos podrán utilizar tres pokémon! ¡Comiencen!


    Nana se paralizó.

    — ¡Mierda, tres pokémon! —Ella no tenía tres pokémon. Se jaló el cabello con fuerza, ¿Qué —acaso nadie le tenia compasión? Se dio una cachetada ante la incredulidad de la gente—Maldita sea, debí atrapar un Caterpie aunque sea.

    — ¿Sucede algo Nana? — Preguntó Alejandro desde el otro lado del campo. Él no comprendió lo que dijo pero el golpe lo preocupó algo.

    —No sucede nada— Y otra vez, adquirió esa posé decidida. Ayasha le hizo una buena jugada por comer gratis. Infló la pokébola apretando el botón blanco del centro. Pues bien, ella también aprendió unas cuantas jugarretas de niña.

    — ¡Ve, Flareon!

    La luz característica de las pokébolas se hizo presente, y la presencia del pokémon opacó rápidamente la luz cegadora. La temperatura subió, era un pokémon de fuego. El pelo suave de un color amarillo se ondeaba como las llamas de fuego. Los alargados ojos negros veía arrogantes, bolas de fuego salieron de su boca hacia el aire cayendo de regreso hacia Flareon, la belleza del pokémon al ser envuelto por las llamas fue impresionante. Los espectadores aplaudieron ante la presentación.

    —Flareon, el pokémon de fuego. Es una evolución de Eevee, es muy cariño con su entrenador. Almacena llamas en el interior de su cuerpo. Tras inhalar profundamente, las lanzas a una temperatura de 1.700º— Dexter habló. Para Nana era sorprendente como su pokedex estando guardado, podía verificar los datos de ese pokémon.

    —Datos que no me sirven por cierto—Susurró— ¡Ve Squirtle!
    El pokémon de agua se hizo presente. Una vez frente a su contrincante le hizo una señal de derrota con una de sus patas, el presumido pokémon se cruzó de brazos, muy confiando. Nana rió ante eso, su seguridad también aumentaba.

    — ¡Comiencen!

    — ¡Squirtle, Chorro de agua!

    — ¡Flareon, Ataque rápido!

    Al ser más veloz, el zorro de fuego atacó primero. Squirtle cayó al suelo sin poder evitar el ataque sin embargo se paró con rapidez. Saltó y como la vez anterior, inhalo aire desde las alturas y de su estomago salió un potente chorro de agua directamente hacia Flareon. No queriéndose quedando atrás, el pokémon de Alejandro esquivaba el agua utilizando ataque rápido. Nana se desesperó, si seguían así Squirtle sólo se cansaría. Y como lo predijo, Squirtle descendió del aire y ni uno sólo de sus ataques funcionó. Primero tenía que encerrarlo.

    — ¿Pero como?

    La velocidad de ese pokémon era la debilidad de su Squirtle. Alzó la pokébola y regresó al pokémon de agua. La guardo y lanzó otra, Larvitar apareció.

    — ¿Has cambiando tan buen pokémon? ¡Flareon, día soleado! — Una luz se formó en la boca del pokémon, circular y perfecta. Salió disparada a gran velocidad en dirección al techo. Los ventanales del primero piso están abiertos, permitiendo filtrar la luz del sol. La bola de luz brillaba intensamente y de un momento a otro colapso, para después formar una aurora doradora.

    —Larvitar, no te atontes. ¡Excava en todos lados!

    El pokémon obedeció. El líder bufó. Larvitar usaba sus garras para hacer hoyos por todo el campo evitando los ataques de Flareon para después emerger de la oscuridad y atacarlo por detrás. Sin tal vil y cobarde como se escucha. Lo que no le cuadraba a Nana, era la sonrisa torcida del chef ejecutivo.

    —Que truco tan vil, ¿acaso querías que mi Flareon se quedara sin espacio y así no pudiera escapar? Que tierna pero eso no funciona conmigo. ¡Flareon ve a ese hoyo y usa llamarada!

    Nana sudó, con que rapidez se dio cuenta de su estrategia. Flareon se adentró en el hoyo, Larvitar aún no salía. El pokémon tierra salió desprendido en el aire por un torrente de llamas quedando fuera de combate.

    — ¡Larvitar no puede continuar, el ganador es Flareon!

    Se mordió el labio, ahora si estaba en problemas. Sólo le quedaba un pokémon y en cambio a él, tres. Buscó entre el publico algún tipo de ayuda, lanzó la pokébola una vez más y Squirtle salió de ella.

    — ¡Squirtle chorro de agua...a los hoyos!

    Los agujeros de tierra se vieron inundados en unos instantes por el agua, encerrando a Flareon en un tipo de cascada circular.

    — ¡Metete y no dejes de bombear agua!

    Acató las ordenes y pronto se vio viajando en túneles de agua, sin embargo no dejaba de descansar un minuto y gracias al agua lo cubría sus ataques se potenciaban haciendo que los postes de agua que cubrían a Flareon se hicieran mas altos y gruesos. El pokémon de fuego asustado retrocedió. Que equivocado estaba el líder.

    —Me rindo.

    ¿Eh?

    El público guardó silencio, las porras que ahora eran para Nana se calmaron. EL líder del gimnasio regresó a su pokémon. Ella hizo lo mismo y el agua quedó cubriendo los hoyos solamente. Abrió la boca de la sorpresa, en su vida nunca alguien se había rendido. Poco a poco la gente se iba decepcionada del estadio, dejándolos finalmente solos.

    — ¡El líder se rendido, el ganador es Nana de Puerto Paleta!

    — ¿Por qué me dejaste ganar?¡Si aún te quedaban otros dos pokémon!

    —Ahí está el problema, dos pokémon. ¿Tú cuantos tienes? — Le sorprendió la seriedad con la que hablaba, casi con un tono molesto.


    —Dos— Miró a otro lado, no quería encontrase con los ojos miel.

    —Esa es la razón. Flareon es mi pokémon más débil. Dudo que pudieras hacer algo en contra Houndoom o peor a aún, en contra de Rhydon. No tienes el nivel que se requiere para retar a este gimnasio. Debiste comenzar con uno más sencillo. A pesar de que ganaste no eres merecedora de la medalla Tierra y no te le daré. Reta al gimnasio al final y cuando lo hagas, prepárate porqué voy a hacer peor—Se sintió fatal por el regaño del líder, pero estaba tan nerviosa porque aún no tenia una medalla que no se preguntó porque Ayasha le decía siempre que mejor retara otro gimnasio.

    Y los ángeles volvieron a iluminarle, pero eran caídos.

    — ¿Y tú quien eres para estarme diciendo estas cosas? ¡Alguien como tu que siempre ha tenido una mentalidad débil!—La nueva actitud arrogante y déspota contrarrestaba con lo que él conocía— ¿Acaso crees que no te reconocí hermanito? Lo admito, al principio no te reconocí pero esa arrogante voz y el complejo de superioridad en un momento te dejaron al descubierto. El cabello miel te queda fatal, ¿Por qué te quitaste el rubio? ¿Evitando los recuerdos tal vez? Pero descuida, siempre he agradecido que el gran Alejandro el perfecto me haya abandonado a mi suerte, ¡cuando ni siquiera mi madre se preocupaba por mí!— Le gritó sin que la torcida sonrisa de su rostro se apagará. Alejandro en cambio quedó en shock, sabiendo que ella tenia razón, prefirió callar.

    —Que tierno, ahora ni siquiera tienes valor para mirarme a la cara. Mamá decía que su perfecto niño nunca bajaba la mirada. Si te viera... —Le arrebató la medalla tierra de las manos—Me quedaré con ella. Y regresaré a enfrentarte y te humillaré tanto, para que sufras todo lo que yo sufrí cuando me dejaste sola. ¿Recuerdas? La pequeña y dulce Nana llorando en la carretera de Ciudad Carmin, abandonada por su Madre y por su perfecto hermano. ¿Sabes? Por más mala madre que es, sigo mandándole cartas sin respuesta alguna, ¿que ilusa no? Aún creo que todo puede cambiar— Sonrió con tristeza y se retiró del gimnasio. Alejandro cayó de rodillas llorando en el suelo.

    Nana cambió totalmente.


    NOTAS:

    e.e Damian, seguiré con mis fanfics si, xD no creas que no. El de buscando fue porque tenia que llevar mucha psicologia xD y pues no estaba para concentrarme demasiado.
    Ahora...

    ¿Quien dijo que las personas buenas no pueden volverse malas? Siempre y cuando, el dolor sea la causa o...terceras personas.

    Los recuerdos son tu peor enemigo.¿Cómo los venceras?

    Que triste no, al principio incluso sintió admiracion por ese lider.

    D: debo aclarar otra vez, LOL tomo los ataques y asdf del cristal, pero tambien de rojofuego e incluso habra referencias a esmeralda pero no mucho.
    Igual cristal y rojofuego estan muy ligados ahi.
     
  12.  
    Sun Cristal

    Sun Cristal Entusiasta

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    Re: ¡Chef Nana!

    Holaa nueva lectora es muy bueno tu fic ahora mi comentario :
    Que bestiaaa !! esa nana lo atako con metralleta y canon incluido y su hermano casi muere !
    Bueno Bueno ahora nana entrenara a sus pkm y buscara 1 claro pero ella cojio esa medalla pk si ?
    Uh bueno pero la dejaron a ella olvidada T.T eso si es triste ahora lo bueno

    *O* un dios griego es uno de la elite !
    Aver si entiendo el tiene 20 anos vdd aja!
    emmm nana tiene 19 o 18 soy tan depistada asi que alguin me aclare pero
    hacen una buena pareja imaginence tiene una novia cocinera ! io si fuera ella le cocinaria un bankete ! bueno basta de romance !

    Me gusto el caracter de nana asi se fuerte pero algo fria ya parese el estilo de paul solo que
    ella lo sabe usar y no se obseciona jaja
    PREGUNTA ?
    Cuanto tiempo te tardas en poner la conti pk io me desespero mucho y maanana ceemzoo esta en remodelacion o como sea !
    Saludos Claire !
     
  13.  
    SacriDH

    SacriDH Quieres que lo haga? Está bien pero... lo romperé

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    Re: ¡Chef Nana!

    Ohhh, me descepcionó que pusieras Rojo xD ¿Quien se llamaría Rojo? Yo creo que debías poner Ash, o si no quieres nombrarlo al menos poner Bruno que creo, si no me equivoco, que es el nombre del personaje del jueguito...

    Jeje, cruda repetición xD
    Fuera de eso, me gusta mucho este fic, porque está bien escrito y no es infantil como los demás. Es serio, con un cierto toque de locura, además de su originalidad...
    ¿No tiene tres pokémon? ¿Cómo se le ocurre enfrentar a un líder de gimnasio sin más de tres pokémon? Ésta chica es aun peor que Ash xD
    ¡Que idota! Ohhh, esa chica me pone impotente... ¡Cómo puede cambiar a Squirtle a tan sólo unos minutos de empezar!
    ¿Que? Ni siquiera con efecto de Día Soleado un Larvitar cae tan rápido con un ataque de fuego.
    ¡Ohhh! Pobre Nana... Bueno, se lo merece por tener la cabeza tan hueca xD
    Mmm, fue un poco extraño el final. No hubiera esperado que pasara lo que pasó, pero tampoco hubiera pensado que Nana pisoteara así al líder y éste se dejara pasar por encima... ¿Que clase de líder de gimnasio es que le da la medalla a alguien que ni siquiera la gano?
    Jeje, muy buen fiction, me hace entrar en la historia. Espero seguir leyendo tan buenos capítulos, Fey, nos veremos! Buena suerte.
     
  14.  
    Mr Fey

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    ¡Chef Nana!
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    Re: ¡Chef Nana!

    Summary: Nanako quiero ser una Chef, algo que va más allá en el mundo pokémon.
    Clasificación:
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    En algunos capítulos en fanfic puede contener lenguaje violento o puede haber situaciones violentas.
    Género:
    Aventura/Romance/Superación.
    Cantidad de palabras:
    3,483.

    Capítulo VI.- Postre Musical
    .

    — ¿Por qué a mí?—lloriqueó unos minutos al ritmo que corría alejándose cada vez más del Bosque Verde. Miró con enojo una de las pokebolas de su cinturón—.Debería dejarte en el abandono Larvitar, ¡Eres un maldito peligro para la sociedad!

    Dejó de correr cuando sus pies le exigieron descanso. Volteó con curiosidad hacia atrás. El Bosque Verde parecía lo suficientemente lejano, suspiró con una mano cerca de su corazón y un brillo de felicidad se vio en sus negros ojos.

    —Gracias Dios, gracias—se hincó en el suelo y juntó sus manos, orando. Las dos pokebolas brillaron en su cinturón y dos figuras aparecieron frente a ella, el pokémon de agua evitaba mirar a su despistada entrenadora mirando directamente el suelo, en cambio el de tierra simplemente suspiraba con aburrimiento.

    — ¡Tú dinosaurio en extinción!—tenía unas ganas tremendas de estrangular el cuello verdoso del pequeño quien simplemente mostraba una sonrisa radiante en su rostro. Nana estaba molesta y Larvitar lo sabía, por ello no sabía cómo actuar.

    —Squirtle—la tortuguita se colgó del cuello de la casi chef, mirándola con sus grandes ojos vino en los que se podía leer un profundo arrepentimiento.

    —Está bien Squirtle, no es tu culpa— le sonrió con sinceridad y el pokémon correspondió el gesto, agradecido. La rival de la campeona de la liga se puso de pie aún con su pokémon inicial en brazos —. Larvitar, la próxima vez que se te ocurra comerte la comida de una manada de Nidoran, recuérdame atarte a un árbol y dejar que te coman.

    El susodicho asintió restándole importancia, giró dando la espalda a sus amigos y movió su trasero de un lado a otro cantando una canción.

    —Lar, Lar, Lar— una sonrisa de oreja a oreja hizo más pequeñas las líneas negras de sus ojos. Nanako suspiró derrotada ante eso, era un nene consentido después de todo.

    —Ciudad Plateada no está tan lejos, además le robé una guía de líderes de gimnasio al último cazabichos que enfrentamos. Según lo que leí, en la siguiente ciudad está el Líder Broock y tiene tres pokémon de tipo roca. También tenía el nivel en el que están sus pokémon, dos de ellos de un nivel menor al 13 y el más poderoso ronda el nivel 15.

    Gracias a que he leído el manual y aprendido a utilizar el pokedex, a quien prefiero llamar dexter, puedo concluir que mi querido Squirtle tiene el nivel suficiente para enfrentar a esos tres pokémon
    —movió afirmativamente la cabeza con gran orgullo, definitivamente aquella batalla en Ciudad Verde le dejó un mal sabor de boca. Por un momento recordó lo último que le dijo a su hermano, tenía la certeza que esa personalidad tan fría quedó ocho años atrás, escondida en caja de recuerdos. Al parecer estaba equivocada.

    — ¡Larvitar!

    — ¿eh? —sus ojos color carbón se dirigieron exclusivamente al dueño de semejante grito. EL hijo de Chansey la veía con un semblante sumamente indignado y sus rasgados ojos se entrecerraban dándole un aspecto endemoniado. Un bufido áspero se escuchó en el aire.

    —Por el amor de Dios. Larvitar—el aludido cerró un momento los ojos, tratando de perfeccionar una mueca de molestia pero al abrirlos se sorprendió de ver la serenidad en los ojos de Nana—. Esta vez no haremos estupideces, entrenaré esta noche a Squirtle y mañana el será el único en enfrentar al líder, no estoy para dejarte luchar en una batalla que sólo alargaras, recuerda que soy la entrenadora más atrasada de los que salieron de Pueblo Paleta— Sus miradas se cruzaron un instante más y el diminuto dinosaurio bajó un poco la vista, sonriéndole a Squirtle, que todavía seguía en los brazos de Nanako.

    Comenzaron a caminar en silencio, cada uno divagando en sus propios pensamientos. Ella tenía razón. Recordó las palabras de la enfermera Joy de Ciudad Verde: “Todos los entradores que pasan por aquí, al menos ya tienen tres medallas”. Cerró los puños al parecer era la única que se tomaba a la ligera la Liga Pokémon. Sacudió el polvo de su short azul, algo corto por cierto. Y observó su playera rosada, a pesar de que llovió hace poco, se sentía un calor casi asfixiante. Sus cejas se juntaron en un gesto pensativo, el clima no estaba nivelado, para esos días debería hacer frio. Sonrió al notar el letrero de bienvenida de la Ciudad. Pronto ganaría su segunda medalla.

    Squirtle saltó emocionado en entre sus brazos, no pidiendo evitar el cosquilleo en su estomago. Larvitar más atrás, caminaba a paso lento.

    —Buenos días enfermera Joy—Nana sonrió con cortesía observando el establecimiento. Sus pies le dolían, a su mente vino el estúpido letrero de bienvenida, ¡La Ciudad estaba a 5 kilómetros! No soportaba el dolor, pero claro no podía dejar de ser cortés con tan amable enfermera, el servicio era gratuito.

    —Buenos días. ¿Quieres que cure a tus pokémon? — casi pudo escuchar una voz malvada diciendo que le diera un buen golpe a la pelirroja frente a ella. ¿Acaso no era obvio?

    —Si enfermera, por favor.

    Se retiró del lugar sin esperar respuesta alguna. La sala de estar del Centro pokémon era muy acogedora. Sin mencionar que varios entrenadores volteaban a ver curiosos como la chica de cabello negro golpeaba a un gordo a quien amablemente le insistió en que le diera su lugar en el mullido sillón pero que el joven se creyó podía negar. Mala decisión.

    Nana sabía que su humor no estaba especialmente agradable ese día. Pero el haber
    viajado dos días seguidos no la tenía muy contenta, además los últimos acontecimientos le daban dolor de cabeza. Meditó algunas cosas acerca de su pasado, y comenzó a creer que estaba madurando con cada día que pasaba.

    —Fui una estúpida, ¡insensata! —se regañó dándose algunos golpecitos en la cabeza. Suspiró derrotada, lo hecho hecho estaba y no podía hacer nada para cambiarlo.

    Cuando aceptó que tal vez había pasado el suficiente tiempo, se dispuso a ir a la barra para recuperar a sus compañeros. Un sonido musical hizo parar su caminar en seco.

    —Concierto número 21 para piano de Mozart—murmuró. Al sentir que una vieja vivencia amenazaba con opacar sus pensamientos, se acercó con pasos casuales al origen del armonioso sonido. Le gustaba mucho esa canción, el sonido suave al comienzo como cuando comenzaba a llover.

    La muchachita de no más de diez años, tocaba con maestría el piano negro, que a simple vista solo era una forma rectangular. Nana se sentó en una silla cercana, al parecer la niña no se dio cuenta de su presencia, pues sus ojos estaban completamente cerrados, perdiéndose en la música. Sus ojos se dilataron y en su mente, apareció la imagen de una niña de cuatro años, con su cabello corto y sus ojitos negros que emocionados miraban al hombre mayor tocar en el piano, una melodía prodigiosa.

    — ¿Te gusta? —sin dejar de tocar, la pianista la miró. La entradora de Puerto Paleta se vio hostigada por dos grandes ojos verdes, casi esmeraldas. Asintió levemente, perdiéndose en el bosque que eran sus ojos.

    —Tocas hermoso— felicitó.

    La melodía terminó en lentas notas. Los presentes aplaudieron y la intérprete se paró de la silla e hizo una reverencia. Abrió la bolsa plateada, y metió el piano en ella. No era un piano grande, era pequeño como si hubiese sido hecho especialmente para ella. Nanako podía escuchar todavía la melodía en su cabeza.

    —Me Llamo, Mozamu Dragosic.

    Se extrañó ante el nombre, supuso que era extranjera. Una sonrisa amable se esparció en el rostro pecoso de la presentada. La observó con más detalle y notó sus mejillas rosadas, era muy blanca y su cabello rubio como los rayos del sol.

    —Nanako Li, pero dime simplemente Nana— ambas sonrieron y se tomaron de las manos. La entrenadora sintió calidez en su corazón, como si la conociera de hace tiempo.

    — ¿Eres entrenadora Nana-chan?

    Se sintió algo incomoda por el sufijo, pues aparentemente ella era mayor que esa niña. Tomó las pokebolas que le entregaba la enfermera y se volvió hacia ella con un semblante orgulloso.

    —La mejor—le guiñó un ojo coqueta. Mozamu rió y a Nana le pareció una voz muy dulce casi melodiosa. Llegaron hasta el jardín del Centro Pokemon y tomaron asiento en las sillas alrededor de la única mesa.

    —Yo soy coordinadora—sirvió un poco de té en la taza de su compañera, agradeció internamente los servicios del lugar.

    — ¿Enserio? Pensé que eras pianista— su expresión era de una persona confundida, los labios de Mozamu se torcieron en una ligera sonrisa. Negó suavemente con la cabeza y la punta de su vestido rosa se alzó un poco gracias al viento.

    —Quiero ser Pianista, pero primero tengo que cumplir una promesa.

    — ¿Una promesa? —preguntó curiosa. Ella simplemente cerró sus ojos como si recordara algo. Nana no quiso preguntar más, al menos tenía la certeza de que en el mundo no todos tenían gusto por los pokémon o alguna carrera relacionada con ellos.

    —Apenas llegué aquí, soy de Johto, precisamente de Ciudad Trigal.

    —Yo soy de Puerto Paleta, más allá de Pueblo Paleta. ¿Viajas sola? —un segundo después se reprendió, era una obviedad.

    —Sí, aunque estoy segura que alguien me cuida—sonrió con complicidad y agregó: — ¿Me permitirías viajar contigo?

    Generalmente hubiera rechazado la oferta, pues era una desconfiada total pero los ojos verdes que la miraban con suplica hacían que su cuerpo temblara dudoso de una respuesta negativa.

    —Está bien…— correspondió su alegre gesto, no tenia porque preocuparse ambas eran mujeres y esa niña se veía tan segura de sí misma. La curiosidad se pudo leer en sus ojos y con una calma infinitiva preguntó:

    — ¿Deseas que presentemos a nuestros Pokémon? —más bien era una treta, pues quería saber más de su nueva amiga.

    —No tengo problema con ello—aceptó. Sacó cuatro pokebolas y las lanzó al suelo.

    Mozamu sintió un sentimiento en su pecho al ver aquella escena. Nanako sonreía como una niña pequeña ante los corazones y burbujas que salían de las pokebolas. De entre ellas cuatro siluetas se observaron.

    —De izquierda a derecha. Kirlia, Tyrogue y mis dos pokémon de batalla, Dratini y Staryu.

    Como si estuvieran en una presentación, los pokémon hicieron una reverencia frente a Nana. La susodicha afirmó en su mente que sus pokémon nunca serian asi de educados, el sólo pensar en Larvitar le hizo hacer una mueca de disgusto pasando desapercibida por la coordinadora.

    —Son muy bonitos. Hace poco leí que los Dratini no se dan mucho en esta región— a veces se sorprendía del conocimiento que adquirió gracias al manual.

    —Asi es—el rosado color en sus mejillas se acentuó un poco más—en realidad me lo regaló mi hermano—. El pokémon dragón se enredó en su cuello, como una serpiente. Entonces Nana se fijó en que su cabello de oro era ondulado.

    — ¿Tú hermano?— no sabía por qué razón, pero a su mente vino un joven de cabellos esmeralda y negra cabellera.

    —Sí, es un criador de Dragones. Este es una cría de su Dragonite. Aunque—dudó un poco en seguir hablando pero negó ante esa posibilidad—. Al parecer hay un entrenador que ha participado en varias ligas, lo llaman el cazador de hielo o algo asi.

    — ¿Un Cazador y de hielo?—estaba realmente confundida, ¿Qué tan importante eran los pokémon del tipo dragón? ¿Tan fuerte eran?

    —Sí, el cazador de hielo. Llamado asi por su pokémon de hielo. No sé cual es—en la boca de Nana murió la pregunta que iba a formular—. Dice que ha recorrido las cuatro regiones retando a todos los entrenadores con pokémon dragón para fortalecer su equipo. Mi hermano lo derrotó hace poco pero según me ha dicho, el chico lo sigue buscando negándose a perder.

    —Interesante—casi podía sentirse flotar en las nubes, al parecer esos dragones eran realmente impresionantes. Sus orbes negros brillaron en desdicha—. Nunca tendré uno.

    Lloró por lo bajo, repitiéndose constantemente que nunca sería capaz de manejar un dragón. Perdió más el interés al saber que ni siquiera era capaz de controlar al nene que tenia con ella.

    Al ver tal emotividad en Nana, y más aún esa aura oscura que sobresalía de la chica que no dejaba de hacer círculos de tierra en el suelo, suspiró con derrota.

    —Puedo decirle a mi hermano que te de uno.

    — ¿Enserio, enserio, enserio? — la rubia asintió frenéticamente, los saltos de la entrenadora le parecían de lo más divertido, claro que segundos después el aura oscura volvió—Ha de ser difícil entrenarlos…

    —Lo es, pero no imposible. Además…Eres la mejor, ¿No?

    Nanako la volteó a ver, y la llama de su orgullo se incendio al ver la confianza que su amiga depositaba en ella. Claro que podría, y cuando su pokémon fuera un gran Dragonite, el Salamance de cierta chica mordería el polvo.

    —Así es. Sin mirar atrás— una risilla sínica salió de su boca, Nanako Li ya tenía una frase propia. Se infló en orgullo ignorando la mirada de la menor de los hermanos.

    —Lo llamaré esta noche, y mañana traerá el huevo.

    —Gracias. Moza-chan—por primera vez en esa tarde, un ligero sonrojo apareció en las mejillas de Nana, dándole una expresión gatuna a su rostro. Mozamu sonrió, aceptando su nuevo apodo.

    —Ya es noche Nana-chan, creo que es mejor que te prepares para tu batalla de mañana.

    — ¡Es cierto y no he entrenado! —miró a todos lados y sólo vio las luces del Centro Pokemon encendidas. Squirtle se molestaría si entrenaban a media noche—. Jejeje— un deje sarcástico en su risa. Nana creía que debería tener un premio a la sorpresa mayor, pues como toda chef, tenía una receta de salvación.

    — ¿Quieres que te acompañe a entrenar? — con sus pokémon en sus pokebolas, se atrevió a preguntar.

    —No es necesario, Moza-chan. Tengo todo bajo control. Caminemos al cuarto que estoy cansada. Mientras tanto, ¿Cuántos años tienes?

    —Diez años, ¿Tú?—indagó, sus pasos suaves y delicados hicieron sentir a su acompañante como una sirvienta. Abrió la puerta de la habitación, esperando respuesta.

    — Dieciséis años. Y mi sueño es ser chef— la arrogancia se hizo presente en su voz, no quería presumir pero amaba su vocación.

    — ¿Chef? Qué bien— dijo con sincera admiración. Pues ella era mala en la cocina. Más bien, nunca ha cocinado. Nana se tocó el cabello con los dedos, peinándolo en un gesto de superioridad. Con sus pijamas ya puestas, ambas se acostaron en sus respectivas camas.

    —Nana-chan. ¿Crearas un postre para mí? —preguntó con timidez. Se envolvió en las sabanas, hasta cubrir su rostro, evitando mirar los ojos que la veían con determinación.

    —Ya lo creé Mozamu. Un postre Musical.

    Sin lugar a dudas, era el gimnasio más raro que ha visto hasta ahora. Grandes rocas cubrían lo que al parecer era... ¿una casa? Pensó que tal vez debería saltar este gimnasio e ir directamente a uno más normal. Mozamu veía con diversión los cambios en el rostro de Nana, desde disgusto hasta curiosidad. Gracias al calor, ambas decidieron salir con unos vestidos de manta, la diferencia era que el de la entrenadora llevaba grabadas flores de girasol y el de la coordinara rosas amarillas.

    —Sin mirar atrás— en sus ojos carbón se lució el brillo del fuego fundido. El calor intenso subía la temperatura como cuando estaba en la cocina, era una emoción muy grande. Su plan era perfecto—. Vamos, Mozamu.

    —Sí, Nana-chan.

    Y toda la determinación y el fuego en su mirada, se convirtió en algo que parecía una mueca de gran, gran incredulidad.

    — ¿Qué mierda es esta?

    La voz sucia de Nanako se escuchó resonar en el gimnasio. El cual consistía en una simple plataforma de tierra que supuestamente era el campo.

    —Hasta mi hermano tiene más imaginación— ni siquiera había gradas, eso era un punto a favor, no tendría gritos de fans.

    — ¡Tu puedes Nana!—agradeció que su amiga ya no utilizará el sufijo, pero al verla con pompones atrás de lo que parecía un intento de grada y Kirlia bailando con Tyrogue, la avergonzó un poco.

    — ¿Qué dices niña?¡¿Cómo te atreves a insultar el gimnasio que mi hermano ha tratado de mantener?! — una vocecita retadora llegó a los oídos de Nana, desde el otro extremo del campo, un niño moreno y de ojos rasgados o de línea, como decía ella, la veía con un semblante lleno de repugnancia.

    —Soy Nanako Li de Puerto Paleta. Y vengo a retar al líder de este gimnasio. Asi que quítate niño— sonrió arrogante, siempre tenía pelas absurdas con los niños y aun no entendía por qué, tal vez sabría el porqué pero no lo aceptaría.

    —Yo soy el líder, mi hermano mayor no está y mis otros hermanos se fueron con Madre y Padre.

    La carcajada limpia de Nana se escuchó como eco en la montaña, el niño gritó sandeces que ella no entendía y después de recuperar el aliento por el hecho de que el muchachillo había lanzado una pokebola, saliendo de este un pokémon muy muy grande, horriblemente grande. Al parecer no era broma que era el líder.

    —Onix el pokémon roca/tierra, disfruta de intimidar a sus oponentes con la mirada, aunque es muy respetuoso con su entrenador, puede producir grandes terremotos—informó Dexter.

    —Esta vez no me preocupa tu falta de datos, aunque admito que el gusanito se veía más chiquito en la pokedex—miró con algo de temor los grandes ojos del pokémon rocoso, pero sonrió por lo bajo lanzando una pokebola al campo.

    — ¡Squirtle, ve!

    El pokémon de agua salió alegremente sin intimidarse por la ruda mirada de su contrincante. Lo desafío con la mirada y Onix se limitó a rugir.

    — ¡Eso es trampa! —Reprochó el menor—. El agua vence a tierra.

    — ¿Quién dijo que la vida era justa? ¡Squirtle salta y dale con chorro de agua a máxima potencia!

    —Onix, bajo tierra.

    El chorro de agua impactó contra el suelo, pero el pokémon no estaba ahí. Squirtle miraba a todos lados buscando a su enemigo. Nana suspiró.

    —Genial, por extraño que parezca, esto se me hace conocido. Squirtle ¡Refugio!
    El pokémon tortuga protegió su cuerpo dentro de su caparazón. Onix salió bajo tierra y le dio una gran embestida, que lo mandó de nuevo al aire.

    —Rápido, ¡chorro de agua!

    Al salir su rostro del caparazón, un fuerte torrente de agua avanzó con gran velocidad a Onix, que al no recibir una indicación de parte del líder, recibió por completo el impacto, causándole gran daño.

    — ¡No, Onix! —gritó al ver a su amigo en esas condiciones— ¡Atadura!
    Obedeció y con su cola agarró a Squirtle, oprimiéndolo. Una sonrisa gatuna se vio en nana.

    —Veras, algo que aprendí en mis años de niña, es que el caparazón de una tortuga es muy resistente. Asi que, ¡Squirtle refugio y desde adentro, chorro de agua!
    El pokémon obedeció y escondió de nuevo en su caparazón. Y desde adentro chorros de agua sin dirección alguna no dejaron de salir, destruyendo las alarmas de fuego causando una fuga de agua que mojó a Onix quien liberó a Squirtle. Una ve liberado cayó al suelo de pie, infló su pecho al máximo y de su boca salió un chorro de agua directo al pokémon de piedra.

    — ¡No, Onix! — el niño regresó a su pokémon a la pokebola. Nana sentía el poder de la lluvia artificial en su rostro, lamió una de las gotas, debería aprovechar el tiempo o el agua se acabaría.

    —Me rindo.

    — ¿Qué?—preguntó incrédula y después se enojó, ¿Qué se creían los líderes? Ya tenía suficiente con la rendición del primero, como que para que el segundo se tomara esa libertad.

    —Si tu onix era el más débil y tienes otros pokémon, no importa Squirtle puede—dijo con firmeza, Mozamu se había acercado al campo al ver que el líder se negaba a luchar.

    —Onix es el más fuerte, sabes aprovechar las condiciones del campo. Felicidades, esta es la medalla roca— aún sin creerlo, Nana tomó la medalla, era una pequeña insignia en forma de roca.

    — ¿Cómo te llamas? —preguntó más calmada.

    —Eso no importa, me largo. Cierra la puerta al salir.

    Le dio la espalda a ambas, y desapareció tas la puerta del fondo. Mojada y extrañada, la entrenadora guardó su medalla en el estuche con forma de Squirtle, cortesía de Oak.
    —Sí que es algo raro. ¡Felicidades!

    El abrazo asfixiante de Mozamu hizo sonreír a Nana. Felicitó a Squirtle por su victoria y lo regresó a su pokebola.

    —Y dime Nana, ¿Cómo es el postre musical?— salió como un comentario casual con dejes de curiosidad.

    —Delicioso.

    Le guiñó un ojo camino al Centro Pokémon. Pensando que tal vez la decepcionaría al ver que sólo eran bocadillos de fresa, acompañados de música clásica cortesía de la coordinadora.


    ACLARACIONES

    Volví para terminar este fic, x3 mañana cuelgo el siguiente capítulo. o,o esta vez Nana tuvo suerte de tener un líder muy inexperto xD. Lo hize largo, o,o en compensacion al tiempo que tarde en publicarlo xD. Por cierto, x3 chan es para referirse alos niños -.-y pues nana es adolescente. Es una lastima que no pudo utilizar su receta secreta por culpa del lider LOL.
     
  15.  
    Sun Cristal

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    Re: ¡Chef Nana!

    Super Fey me encanto *-*
    Nana no trates asi a Lavitar entrenalo y educalo, asi sera un gran Tyranitar
    Juro que saldria un Swanblu jaja nuse
    Bueno espero la conti!
    Matane!
     
  16.  
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    Capitulo VII.- Manzanas verdes.


    Lluvia, fría y en un constante andar. Nana abrió los ojos con molestia, aún no se acostumbraba al cambio climático. Se abrazó a sí misma una vez sentada en el colchón de la cama. Vio como Mozamu seguía durmiendo, titiritando de vez en cuando.

    —Sabes que hace frio, pero el sueño te gana—susurró. Bostezó y se paró al fin. Se desvistió y sólo quedo en una tanga y sostén de color azul. Sacó ropa de su mochila y rascándose la cabeza entró al baño.
    — ¡Mierda, está fría!

    El grito despertó a Mozamu. Sus verdes orbes somnolientos miraron en dirección al baño, se encogió de hombros. Se levantó dejando ver su camisón rosado, se extrañó un poco al no ser despertada por el frio; la tela de su prenda era muy delgada.

    — ¡Nana, apresúrate! —después de escuchar un par de maldiciones por parte de su receptor se acostó de nuevo, tapándose de pies a cabeza. El olor a miel de su largo cabello rubio la hacía sonreír inconscientemente.

    — ¡El agua está helada! Es una maldita pena que no tengamos un pokémon de fuego— dijo enojada, caminó hasta llegar al espejo y se miró de pies a cabeza. Los jeans negros le quedaban muy bien y eran calientes, perfecto para ese día. El suéter de cuello de tortuga en color rosa, contrastaba bien con su pantalón. Sonrió satisfecha al ver su tenis blancos, si que tenia ropa en su bolsa de viaje. Ni siquiera miró su cabello, sabía que estaba largo y que gracias al agua fría, se mantenía en su lugar.

    —Deberías atrapar un pokémon de fuego—sugirió distraída, buscaba entre sus ropas un conjunto para la ocasión, Nana asintió. Enserio necesitaba un pokémon ardiente.

    — ¿Que tal me veo? — Mozamu hizo una pose digna de las modelos de revista.

    —Te queda—levantó el pulgar en aprobación. El pesquero crema quedaba muy bien con su tono de piel, la blusa manga larga color amarillo hacia relucir su cabello ondulado y las zapatillas color madera combinaban bien. La rubia le guiñó un ojo divertida.

    — ¿Qué es lo que compraras Nana?

    —Gracias a los caza bichos de ayer, compraré una maleta de viaje. Empiezo a creer que ya no entran las cosas en mi mochila— respondió.

    Caminaban por las calles de Ciudad Plateada, a Nana le parecía una Ciudad hermosa. Tenía varias tiendas de artículos, y había un gran terreno despejado que trabajaba un Machop. La lluvia se convirtió en una simple llovizna que cubrían con sus boinas. Nana llevaba una blanca y Mozamu una amarilla. La entrenadora observó un poco más y a lo lejos pudo ver el camino que regresaba al Bosque Verde. Pero del otro lado, un camino montañoso se hacía presente, si no se equivocaba era la cueva que tenían que pasar para llegar a Ciudad Carmín. Con su Tío Yuu jamás se vio en la necesidad de cruzar el Monte Luna.

    —Mira, ahí hay una tienda para artículos pokémon—señaló con su dedo el establecimiento. Era una casa común en color azul, con un cartel donde se leía el nombre de la tienda, “Uketime”. Pararon y decidieron entrar.

    — ¡Buenas!—saludaron al mismo tiempo. Por dentro la tienda tenía un acabado de madera, haciéndola muy acogedora. En frente de ellas estaba el mostrador, una vitrina de vidrio donde había diferentes pokebola y artículos. Tenía estantes con medicinas y en la esquina había un pequeño sembradero con diversas bayas.

    —Buenos días señoritas. ¿Qué desean? — saludó un anciano con amabilidad. Estaba agachado detrás de la vitrina asi que sólo podían verle la cabeza calva.

    —Abuelo quiero una maleta—exigió algo mosqueada. Comenzaba a pensar que era su destino toparse siempre con gente de mayor edad.

    — ¿Enserio? Creo que tengo una perfecta para ti—aseguró mirándola inquisitivamente. Nana simplemente apartó la mirada de esos ojos vino.

    La coordinadora estaba viendo algunos accesorios para los concursos pokémon. También la tienda contaba con ropa pequeña, una diminuta sonrisa apareció en el rostro de Moza, seria perfecta para su Kirlia.
    El anciano volvió unos instantes después. Sus pasos eran lentos y algo inseguros, Nanako pensó que algún día sus tíos llegarían a estar asi. Viejos, cansados pero trabajando con esa gran voluntad que tenían. Su semblante se suavizó de sobremanera, sorprendiendo al vendedor.

    —Señorita, esta maleta es perfecta para usted.

    Una vena sobresalió en su sien. Nana vio con disimulada molestia el artículo. Era de un tamaño perfecto, lo sabía a simple vista. Parecía cómoda, incluso el color negro no le molestaba. Pero, ¿Por qué tenía que tener ese estampado de Larvitar? La cara del pokémon de tierra estaba llena de arrogancia, sus afilados ojos mirándola directamente, y esa sonrisa de superioridad que la sacaba de quicio.

    — ¿No la tiene en otro color? —preguntó esperanzada. El viejo negó, alegando que era un diseño único.
    —Es igual a la mía. Aunque no tiene estampado y es en color plata—la revisó con cuidado, asintiendo a la vez que se aseguraba de lo que dijo—.Buena decisión, Nana.

    La sonrisa que le dirigió su amiga la hizo sonrojar. Tanta calidez y elegancia le recordaba vagamente a alguien. Pagó el coste de la maleta y se la echó al hombro, quedando el tirante ahí y colgando en su cadera la parte más ancha. Dio una vuelta modelando para su acompañante. El pulgar ascendió en la mano de Moza.

    —Neh, Las manzanas verdes son deliciosas—mordisqueó una, el sabor dulce viajó por su paladar. A pesar del sol, unos lentes oscuros de lentilla ovalada cubrían sus ojos. Caminaba por la Ciudad con un paso tranquilo, disfrutando de los charcos de agua, de vez en cuando saltaba en ellos mojando a otras personas. Rió divertido y pasó una mano por su cabello de un extravagante color rosa, una sonrisa cínica se apreciaba en su boca. Miró el reloj blanco que tapaba parte de su piel clara.

    —Apenas son las nueve— se detuvo frente a una tienda. Su reflejo se veía en el vidrio de protección. Un guapo chico de dieciocho años le devolvió la mirada, según él con un gran sentido de la moda. Unos bermudas de color violeta, una chaqueta sin mangas en color blanco con un cierre plateado justo en el medio y el cuello alzado, dándole un aspecto de maleante, y por supuesto su tenis blancos—.Estoy en tiempo— Se saludó a sí mismo y continuó su camino directo al restaurant más popular.

    —Hey Moza, tengo hambre—esa era una afirmación. Además podía comer decentemente, tenía dinero ganado gracias a la derrota del niño líder y de los caza bichos que se cenó Larvitar ayer.

    —Según he leído en el folleto de la Ciudad, cerca de aquí está un restaurante llamado “La Flor de la princesa”, es muy popular y se dice que su comida es cara pero buena—Cerró el folleto y esperó una respuesta de su compañera.

    Nana comenzó a andar en dirección al lugar indicado, y Moza la siguió.

    Al llegar al restaurante se sorprendieron de la elegancia y pureza que desprendía. Nanako respiró el aire y un olor a rosas se impregnó en su nariz. Las mesas eran redondas y de vidrio, al menos debía haber deslicéis ahí, todas cubiertas de un fino mantel amarillo con bordado de rosas doradas. Las Sillas eran de caoba y fueron finamente pintada de color negro. Revisó su monedero de Squirtle tal vez debería comer un puesto cerca de la plaza. Mozamu se sentó en una de las sillas de la mesa cercana a la fuente, donde algunos peces nadaban. La chica de Puerto Paleta tuvo que hacer lo mismo, sentándose frente a su amiga y quedando de espalda al estanque.

    —Buenos días señoritas, aquí está el menú— el mesero los dejó en la mesa y ellas lo tomaron con rapidez. Nana notó una servilleta blanca ser colocada en sus piernas. Frunció el seño, era un restaurante elegante.
    —Quiero un jugo de naranjas, pero por favor con naranjas recién cortadas. Y de comer, el desayuno del día está bien—la fluidez de sus palabras sonrojaron al mesero.

    —Yo quiero una limonada y una sopa de zanahoria— le entregó la carta al chico al igual que su amiga.
    —Enseguida¬—y se retiró de ahí.

    Nana contuvo las ganas de pedir alguna bebida, muchas contenían alcohol y no estaba dispuesta a darle ese ejemplo a Mozamu. Aunque siendo aprendiz de chef, tuvo grandes oportunidades para probar varias.
    —Esto te interesará Nana, más por el siguiente gimnasio—le entregó el poster que amablemente le pidió al mesero, y se limitó a tomar su jugo de naranja en silencio.

    —La diseñadora de modas, Lilian Ukelast nos ha mostrado su gusto por la comida de calidad—tomó un poco de su limonada y continuó leyendo—.Tanto que ha decido hacer un concurso de comida, donde el premio serán 1000 dolares y un Jolteon de nivel diez— A cada palabra que salía de su boca, una sonrisa más pronunciada revivía en su rostro.

    — ¡Participaré, y ganaré ese Jolteon como a fuego lento! —el fuego se esparció por sus ojos, dándoles un brillo inmenso. Ese pokémon seria suyo y la siguiente medalla, también—.Además el concurso sólo consiste en hacer un postre original. Los ingredientes los darán ellos mismos, así que es perfecto—una sonrisa de superioridad digna de Larvitar se vio en ella. Comió con más rapidez su sopa de zanahoria.

    —Deberías leer el único requisito—Dijo Mozamu mientras un pedazo de manzana era destruido en su boca.
    —El único requisito es…—leyó en voz alta—.¡Ser un chico!

    Las copas de agua y los vasos de cada una cayeron al suelo en un ruido agudo, llamando la atención. Más allá, en la sala vip unos cabellos rosados se revolvían de la molestia. Un poco más acostumbrada a su amiga, Mozamu no se sorprendió cuando la vio de cuclillas al suelo y dibujando círculos inexistentes.

    —No te desanimes, yo tengo una solución—por un momento, a Nanako le pareció ver un deje de maldad en los ojos esmeralda. Dejaron el dinero en la mesa, y fue arrastrada por Mozamu al Centro Pokémon.

    —Empiezo a creer que no es divertido tener de hotel el Centro Pokémon—opinó sentada en una silla frente al espejo, el cuarto estaba desarreglado y salieron tan rápido por la emoción de conocer la ciudad, que no se dieron el tiempo para limpiar.

    —Es un servicio, muchos entrenadores no lograr ganar mucho dinero o sus padres no apoyan su decisión—Sacó una tijera de su maleta plata, un peine y algo de espray. Nana tragó saliva con dificultad.

    —Estúpidos pokémon que no se consiguen cerca— se dijo, camino ahí revisó los datos de Jolteon en su dex, descubriendo que era muy difícil conseguirlo en alguna parte de la región, incluso descargó un articulo donde decía que al parecer estos pokémon comenzaban a ser comerciados ilegalmente.

    La coordinadora de Ciudad Trigal comenzó a cortar el cabello de su amiga, con una habilidad excepcional. Nanako veía caer mechones negros al suelo azul, suspiró al sentir verse víctima de un copete que cubría sus cejas. Cuando al fin terminó todo, su cabello dejó de ser largo, realmente parecía un hombre si no fuera por sus grandes ojos, y el pecho que se notaba debajo de su chaqueta.

    —Tendrás problemas con tus senos—observó Moza mordiéndose la uña del pulgar, en un gesto poco educado.

    —No hay problema, con mi filipina ni se notará—alzó el pulgar con orgullo, y comenzó a preparar sus cosas, ante la atenta mirada de la menor.

    —Neh ¡Hermana, yo no quiero ser juez! —la chica no necesitó ver sus ojos para saber que estaba molesto. Una escaza carcajada se escuchó, ella lo miraba divertida—.No es divertido.

    —Kaworu Ukelast, debes ayudar a tu hermana—dijo con voz sensual, él la miró asqueado, la mujer de veinticinco años de edad portaba un vestido de mezclilla que terminaba en un corte de globo, dejando ver sus delineadas piernas. A su corta edad había alcanzado la cima y era una diseñadora exitosa. Su pequeño hermana la admiraba, aunque lo negara.

    —Lilian, eres una perra— su voz dejaba prever un tono cariñoso. Se acomodó en el sillón de cuero negro, al lado de su hermana. Divisó el escenario, una plataforma hecha de madera pura. Arriba ya estaban los ingredientes y al menos veinte mesas. La diseñadora rentó el parque completo para su evento y se llenó rápidamente.

    —Y tú eres un maldito perro, asi que estamos iguales.

    Lilian Ukelast y Kaworu Ukelast, sonrieron complacidos.

    —Sí que es inmenso. Procuraré tomar la mayor cantidad de postres—prometió. La lluvia paró desde hace mucho, asi que era la tarde perfecta para el concurso. Mozamu portaba un vestido de verano de un color verde pastel, y unas sandalias del mismo color. No traía sus pokébolas y sostenía la cámara negra. Sin perder el tiempo, tomó la primera fotografía del lugar.

    —Lo es, pero ya distinguí la fila de participantes. Al parecer son sólo diez—se sorprendió un poco, si hacían un concurso de esa calibre en Puerto Paleta, ya se hubiera llenado de participantes. Se alegró de que su filipina fuera una talla mas grande, escondía sus senos a la perfección y el pantalón negro le sentaba muy bien. Los zapatos negros la hacían lucir elegante. Se fijó en el diminuto detalle de que era la única de los participantes que venía vestida asi. Se avergonzó un poco, pero era su pasión.

    — ¡Vamos a tomarnos una foto! —la alegre voz de Moza la distrajo. Se acercó a ella y ambas sonrieron a la cámara. El flash las cegó por un momento pero se acostumbraron.

    —Parecemos una pareja—murmuró Nana. Su acompañante la apoyó, realmente había hecho un buen trabajo con ella.

    Nana se despidió de Moza con un gesto de su mano. Corrió y se puso en la fila de participantes, el resonar de un balazo en el aire daba como inicio la festividad.

    —Tienes dieciséis años, no deberías portar armas—le dijo en su oído, impidiendo que oyeran las personas de seguridad. En su mirada no había deje de preocupación o desconcierto.

    —Pero, yo no soy cualquier niño, hermanita—sonrió con sorna, y se acomodó mas en el sillón.

    Lilian se levantó con agilidad, atrayendo la atención de los presentes. Era una mujer hermosa, con un melena plateada que caía como cascada tras su espalda; sus ojos de color sangre desprendían pasión y deseo contenido. Cogió el micrófono y avanzó unos cuantos pasos.

    —Comiencen.

    Y asi fue. Las personas se sentaron en las sillas detrás de los hermanos Ukelast, llenado pronto el auditorio. Nana miró de lejos los ingredientes y cuando quiso acercarse a ellos, los demás se abalanzaron y la sacaron, cayó al suelo ruidosamente, pero ellos la veían con burla y desprecio. Nana les devolvió la sonrisa y los demás bufaron.

    —Que mierdas son—les dijo y ellos la ignoraron, revisó que era lo quedaba en los estantes y sólo encontró manzanas verdes—.Mierda.

    —El tiempo terminó. Comiencen a traer los platillos—su voz se escuchaba tranquila en el micrófono, pero todos podían reconocer que había algo de exigencia en ese tono.

    Nana era la primera. A pesar que sabía que perdería la competencia por tan sencillo postre, caminó con orgullo ante los participantes. Ignorando los comentarios groseros y burlescos de sus compañeros, la gente murmuraba lo sencillo que era el platillo y lo poco profesional del concursante. Se tragó su orgullo y llegó frente a los jueces.

    —El postre se llama, El cisne en el lago—explicó. Había utilizado una manzana verde, y cortó un costado de ella, dejando un hueco. En la parte superior, rebanó tres gajos intercalando el corte. En dos de los tres gajos que sacó, hizo las alas. Haciendo cortes concéntricos delgados en forma de uvé. La cabeza y la cola del cisne los hizo con los pedazos restantes—. El cisne está hecho de manzana verde, generalmente es roja pero ustedes no nos dieron ese ingrediente. El lago es de miel de abeja, y alrededor de este van rodajas de manzana.

    —Manzanas verdes.

    Nana alzó el rostro para ver al chico de cabello rosa quien cogió una de las alas y se la comió, disgustándolo en cada mordida. Le quitó el plato a Nanako y a su hermana el micrófono.

    —Ustedes incompetentes ni siquiera intenten darme el postre. Este niño es el ganador.

    Las protestas no se hicieron esperar, pero Kaworu no les hizo caso, él era quien decidía y se tenían que aguantar. Se despidió de su hermana con un beso en la mejilla, y se dirigía a Nana.

    —Neh, aunque le agregaste vino, han estado muy ricas. Mmm, eres un niño muy lindo—Le susurró cerca de sus labios. Nana podía oler el licor de fresas. Ukelast sonrió seductor y se alejó de ella, tomó el cinturón blanco que tenía su hermana en las piernas y se lo abrochó en sus bermudas. Nanako vio con curiosidad como en la parte derecha estaba guardaba un arma, y seis pokebola relucían al otro lado. Kaworu le quitó el postre a Lilian y se fue de ahí abriéndose paso entre los presentes.

    —A mi hermano le encantan las manzanas verdes. Le has atinado—felicitó. Algo desconcertada la aprendiza de chef asintió. Lilian le entregó una pokebola con un rayo amarillo de estampado—.Este es tu premio, un pokémon que fue un accidente—dijo burlonamente, también le entregó una pequeña bolsita, donde estaba el dinero.

    —Gracias—prefirió no decir nada al respecto del último comentario.

    —Felicidades— le dio un beso en la mejilla y se levantó iniciando una caminata a la salida del parque.
    Nana prefirió buscar a Mozamu, se le hacía raro que todavía no la felicitara. Llegó hasta la fuente principal del parque, donde la coordinadora platicaba con un muchacho, y tras él, un pokémon dragón la miraba.

    —Ariel…



    Aclaraciones:
    Este es el platillo de nana:
    http://3.bp.blogspot.com/_DPn-NvLQqsU/SQntfkpdnjI/AAAAAAAAA8c/IkGfr5Gw-dg/s400/DSC07156.JPG

    Aclaro, x3 Nana tiene 16 años.
    El nombre de Mozamu Dragosic viene de Moza que es mozart, y mu de musica. Drago de dragon y sic de musica tambien.

    x3 luego aclararé los que faltan.
    gracias por los comentarios. x3 El siguiente capitulo x3 seran puras batallas, xD asi que mejor dejo algo mas relajante.
     
  17.  
    Sun Cristal

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    Re: ¡Chef Nana!

    Puras Batallas jojo
    Nana perdio su cabellera ToT
    ......................................................
    Me muero....ok,no!
    OMG! LO SABIA!
    Ariel es su hermano o primo ni me acuerdo (?)
    Hmp parece que odia su lavitar....
    Nana tiene que entrenar con el
    y si no le dieron un Jolteon
    O.O
    Bueno seguire leyendo!
     
  18.  
    Mr Fey

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    ¡Chef Nana!
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    Re: ¡Chef Nana!

    pararé temporalmente este fanfic.
    Pero lo continuaré, nunca podría abandonarlo por completo.
     
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