Microrrelato ¡Buenas noches!

Tema en 'Nano y Microrrelatos' iniciado por Ruki V, 3 Noviembre 2016.

  1.  
    Ruki V

    Ruki V Usuario popular

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Agosto 2012
    Mensajes:
    548
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    ¡Buenas noches!
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Horror
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    444
    Aquel no era más que otro de esos viajes por carretera que Miles, Tanner y Lena adoraban hacer en otoño, cuando no era necesario gastar gasolina de más por encender el aire acondicionado, ni tampoco estar incómodo todo el rato por tener que vestir capas y capas de ropa.

    [​IMG]

    Claro, no eran más que unos jóvenes adultos de apenas 20 años, pero ya les gustaba pasear por carretera, visitando pueblos, disfrutando de la comida típica de sus amables habitantes, tomando fotografías de los humildes paisajes que estos ofrecían. Llevaban un par de años haciéndolo para alejarse del famoso viernes negro que hacía de las ciudades sitios apocalípticos.

    Este viaje no era la excepción: Llegaron a un par de pueblos durante el día y durante la noche buscaban llegar a uno diferente donde pudieran pedir alojamiento antes de volver al camino.

    En esa búsqueda, les estaba oscureciendo, cuando de pronto lograron ver un letrero de “MOTEL” brillando con intensidad a unos cuantos kilómetros. Los tres estaban muy cansados como para seguir conduciendo, así que decidieron que ahí pasarían la noche.

    Cuando se iban acercando al estacionamiento, que no era realmente de concreto, sino puro terreno, se les hizo ver a un tres hombres con largas gabardinas discutiendo frente a la entrada del supuesto motel, que era una cabaña algo pequeña para tener más de tres cuartos en realidad. Se les hizo raro pero decidieron no bajar de su vehículo, puesto que ni iluminándolos con las luces para viajar por carretera parecía que a los hombres les llamara la atención su presencia.

    Unos minutos después, hartos, decidieron bajar del vehículo, pero no apagaron las luces porque, además de ellas y del letrero, no había una sola fuente de luz cerca.

    Y una vez que estuvieron fuera del automóvil y empezaron a caminar hacia los hombres, todo lo que encontraron eran tres enormes cúmulos de ramas secas de árbol, acomodadas como si intentaran ser espantapájaros, cada uno vistiendo una larga gabardina.

    Lo último que recordarían Miles, Tanner y Lena sería una súbita y potente luz, similar a la de un faro, pero que seguro pertenecía a la de una muy impresionante linterna, junto con una voz que les gritó “¡Buenas noches!” como lo hubiera hecho cualquier vecino que viviera a algunas casas y te viera pasar.

    Y cuando ellos voltearon hacia el sitio de donde provenían la luz y la voz, a cada uno los rodearon por detrás un par de brazos de ramas cubiertos por mangas de gabardina.
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso