Instalaciones de comunicación.

Tema en 'Isla' iniciado por Insane, 10 Abril 2019.

  1.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Morgan O'Connor

    Hambre: 6/7
    (3/3)
    Sed: 6/7 (3/3)
    Cansancio: 10/10 (1/2)

    Era la primera vez que despertaba luego del críptico evento del helicóptero. Su mente le trajo como un huracán la oleada de sensaciones que había sentido al abrir los ojos dentro del vehículo. De cierta forma, podría jurar que creyó oír las hélices cortando el aire a velocidades impensables. No se sobresaltó, sin embargo. Sus sentidos regresaron a ella y alzó los párpados con lentitud. Había dejado atrás el cansancio físico, pero el trago amargo le pesaba en la consciencia con pesadez y melancolía.

    Advirtió que tenía unos jirones de tela sobre el rostro, y vio el polvillo flotante de la habitación. Los sostuvo allí mientras se incorporaba, inspeccionando sus alrededores con cautela y pulcritud. El piar de las aves la distrajo brevemente, dirigiendo su cabeza hacia el bosque. La vista era hermosa desde aquella ventana rota. ¿Cuánto tiempo habría pasado? Se paró del sofá y comenzó a caminar hacia fuera del edificio, teniendo mucho cuidado de no pisar ningún vidrio o madera vieja que pudiera hacer ruido.

    Tenía que alcanzar a Andrea y Aisha. Se había desmayado afuera, incapaz de dar un paso más, y sus compañeros la habían llevado hasta alli; incluso contando con la precaución de tapar su boca. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios al pensar que, muy posiblemente, el lunático no le había mentido. Aunque sólo fuera momentáneo, eran personas en las cuales podía confiar. Eso le ahorraba muchísimo agotamiento mental.

    Una vez salió del edificio, decidió llevar una bimb en su mano por las dudas. Caminó con ella, bordeando el edificio, hasta llegar a su otro extremo y adentrarse aún más en la isla, dejando atrás el bosque. Iría a lugares que aún no conocía, debía prestar especial atención a su alrededor. Cuando distinguió dos siluetas a lo lejos, reconoció que se trataba de Andrea y Aisha y comenzó a apresurar el paso.
     
    Última edición: 17 Abril 2019
    • Adorable Adorable x 2
  2.  
    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

    Capricornio
    Miembro desde:
    31 Julio 2017
    Mensajes:
    2,109
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Andrea Dalcorvo

    Vaya, te recuperas rápido, ragazza.— dije, cuando Morgan llegó a nuestro lado.— Lo cual nos viene genial porque Aisha también está cerca del cansancio, y lo mejor sería que no se mueva demasiado con esa herida.

    Contemplé el edificio médico desde donde nos encontrábamos. Al parecer había habido una pelea, porque se detectaba cierta agitación en los pisos de arriba. Ahora la cuestión era saber si debíamos meternos ahí, o pasar de largo. Si fue una pelea lo que ocurrió, la gente debería estar con los ánimos escaldados, lo cual no nos beneficiaba mucho. También podía sentir como el cansancio comenzaba a presionar de a poco, y eso no era bueno, en especial si teníamos que meternos en una pelea para conseguir ese maletín. No, lo mejor era rodear el edificio. Deberíamos hacerlo de forma sigilosa, para evitar encontrarnos con alguien, aparte de abusar del radar. No estábamos en las mejores condiciones.

    — Muy bien, creo que lo mejor será evitar el edificio médico, por ahora. Si había algo de uso, seguro ya fue tomado por los visitantes que tuvo o todavía tiene, así que no podemos hacer mucho más. Nuestra mejor opción es presionar para la cascada. Si hubo una pelea y alguien huyó, puede que se encuentre allí en estos momentos. Lo cual es tanto bueno como malo.

    Miré hacia mis acompañantes, y, con un movimiento de cabeza, les indiqué que siguieran avanzando, de forma sigilosa, hacia la cascada. No teníamos nada que hacer en el edificio. Miré de soslayo la mano de Aisha. Si esto seguía así, iba a tener que hacer un trato. Y era algo que no me gustaba para nada. Cazzo.

    Hambre:
    5 (2/3)

    Sed: 5 (2/3)

    Cansancio: 5 (2/2)
     
    • Impaktado Impaktado x 1
  3.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Morgan O'Connor

    Hambre: 5/7
    (1/3)
    Sed: 5/7 (1/3)
    Cansancio: 10/10 (2/2)

    Asintió con la cabeza sin más, ya que no tenía objeciones sobre la idea de Andrea. Cuando el italiano empezó a andar, Morgan giró la cabeza hacia la herida de Aisha, y luego subió a sus ojos.

    —Ve atrás —le recomendó, empleando un tono de voz más suave del habitual—. Lo ideal es que conserves lo más posible tus fuerzas, y si puedes evitar usar la mano, aún mejor.

    No esperó respuesta, en realidad, y simplemente comenzó a caminar detrás de Andrea, ligeramente agachada, siempre con una bimb lista en su mano. Tenía un mal presentimiento sobre el lugar al que se dirigían, pero era su única alternativa. Perder a Aisha sería una desventaja enorme frente al resto. Resoluta, con la mente despejada y alerta, se adentró junto a sus compañeros en la zona del edificio médico.
     
    • Adorable Adorable x 2
  4.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

    Cáncer
    Miembro desde:
    20 Abril 2011
    Mensajes:
    7,072
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aisha Nakamura.

    Quiso protestar, no quería ir de última, pero la verdad es que ya no tenía fuerzas ni siquiera para discutir. Su visión comenzaba a tornarse borrosa cada cierta distancia mientras que sus extremidades se hacían más pesadas. Terminería siendo una carga para ellos o durmiendo bajo un arbol como Morgan. Intentaría seguirlos lo más lejos que se le hiciera posible, y ya luego vería que hacer.

    Alzó sus manos al cielo, mientras las gotas comenzaban a caer una tras otra antes de que la verdadera lluvia comenzara a caer, mojándolos por completo. Se abrazó a sí misma caminando con torpeza hacia el edificio con la gran cruz roja.

    —Creo que no tendremos opción, tendremos que entrar o resguardarnos de la lluvia en algún lugar —balbuceó con los labios azules por el frío que se calaba en los huesos.

    Se adentró a la zona del edificio médico detrás de sus compañeros.


    Hambre: 6 (3/3)

    Sed: 6 (3/3)

    Cansancio: 4 (2/2)

    Vida: 60/100
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

    Cáncer
    Miembro desde:
    20 Abril 2011
    Mensajes:
    7,072
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aisha Nakamura.

    Cada paso que daba era imposible de mantener ya la vista agudizada.Vio con satisfacción como la entrada ardía a sus espaldas. Se sostuvo de uno de los troncos, ya con la mirada en el edificio donde había caído anteriormente.

    —Necesito descansar... lo siento, pero no aguanto más —repuso, recostando la espalda de una de las columnas donde al menos permanecía a salvo de la torrencial lluvia que aún no aminoraba. Estaba mojada, y aunque el dolor de su mano comenzaba a mermar, no aguantaba el cansancio, el hambre y la sed, estaban haciendo estragos en ella.

    Se quedó dormida recostada de la pared.

    Hambre: 5 (3/3)

    Sed: 5 (3/3)

    Cansancio: 2 (2/2)

    Vida: 55/100
     
    • Sad Sad x 1
  6.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Morgan O'Connor

    Hambre: 4/7
    (1/3)
    Sed: 4/7 (1/3)
    Cansancio: 8/10 (1/2)

    Alcanzaron el edificio de comunicaciones luego de correr. Era la primera vez que lo hacía estando allí y, a la vez que Aisha se apoyaba contra una columna de cemento, Morgan se agachó con ambas manos sobre sus rodillas para recuperar el aliento. Lo único que le martilleaba la mente con fuerza era el deseo de no enfermarse por la lluvia y su baja temperatura corporal. Se irguió, ignorando el resentimiento de sus músculos al haberlos puesto en acción tan de pronto y en aquellas condiciones, y advirtió que Aisha se había dormido.

    —Hay que llevarla adentro y montar guardia —le dijo a Andrea, alzando la voz para que la oyera—, o nos enfermaremos aquí afuera.

    El italiano asintió y cargó a Aisha, dirigiéndose con algo más de calma a la entrada del edificio. Una vez frente a la puerta, Morgan lo detuvo del brazo y utilizó su radar por prevención. Al no detectar nada, lo soltó e ingresaron. Fueron a la habitación de siempre, donde se encontraba el sofá destartalado, y Andrea depositó allí a la joven con cuidado. Morgan buscó algo en sus bolsillos y se acercó a ellos.

    —Toma —le indicó al italiano, alcanzándole los trapos que antes había tenido ella sobre la boca—. Están algo mojados, pero servirán.

    Soltó un largo suspiro, inspeccionando los alrededores de la edificación, por los pasillos y a través de la ventana. Agradecía tanto, tanto haber huído de la lluvia torrencial. Era una isla tropical y no estaban en invierno, por lo que le concedió al tiempo los honores de permitirle recuperar una temperatura corporal razonable. Se agitó un poco el cabello, quitándole algo de agua, y se cruzó de brazos mientras caminaba por la habitación, pues así esperaba controlar el molesto temblor de su cuerpo.

    —¿Tú también dormirás? ¿O montamos guardia ambos? —le preguntó a Andrea.
     
    Última edición: 18 Abril 2019
    • Ganador Ganador x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  7.  
    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

    Capricornio
    Miembro desde:
    31 Julio 2017
    Mensajes:
    2,109
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Andrea Dalcorvo

    ¿Héroe? No te equivoques, ragazza, soy lo más lejano a un héroe que puede haber.— dije, mientras salía del edificio y terminaba de aplicarle la medicina a Aisha.— Además, esta isla no es lugar para ningún héroe. Se lo comerían crudo.

    Me dirigí hacia el edificio de comunicaciones, cuando sentí una pulsación en la muñeca. El radar vibraba. Cazzo. Echamos a correr hacia las otras ruinas, con la lluvia golpéandonos el cuerpo. Pudimos llegar al edificio, y resguardarnos de la lluvia, lo cual era un alivio bastante grande.

    — Hey, bambina, muy bien pensado con la bomb...ya se desmayó.— dije, suspirando exhausto luego.

    Asentí ante las palabras de Morgan, alzando a Aisha en brazos. Me interné dentro del edificio, y la llevé de nuevo hacia aquel bendito sillón que se mantenía imperturbable no importara lo que pasara. Si no tuviera maníacos persiguiendonos y deseando mi sangre, casi uno podría decir que era un poético bastión de esperanza. Sin embargo, la realidad era otra, así que simplemente apoyé a la muchacha en el mueble, para que pudiera descansar. Tomé los paños que me había pasado Morgan y se los puse en la frente. El polvillo se había asentado, al menos, pero la frente de la joven tenía cierta temperatura alta, a pesar del frío que hacía afuera.

    — Lo mejor será montar dos guardias. La lluvia puede que impida que la gente salga de sus refugios, pero también nubla la vista y oculta los ruidos exteriores. Puede jugarnos muy en contra.— dije, y me dirigí hacia la ventana, para observar las inmediaciones.

    Acto seguido, me saqué la camisa, la corbata y los pantalones, quedando solo en ropa interior, y me puse a estrujarlos, para sacarle toda el agua posible. Con caños y escombros que había en el lugar, improvisé un tender del cual colgar la ropa. Tomé una de las tablas que usábamos para tapar las entradas, y me fijé que estuviera medianamente seca. La partí en varios pedazos y los hice un montoncito. Miré mi encendedor, suspiré molesto por el gasto que iba a ser, y lo utilicé para prender una pequeña fogata debajo de la ropa, cuidando de que no generara mucho humo. Dirigí mi mirada a Morgan, mientras hacía lo mismo con Aisha, con cuidado de no tocar nada de más, y luego la cubría con el sobretodo, para después colgar su ropa.

    — Te sugiero que hagas lo mismo, si no quieres enfermarte. Tengo un abrigo y un traje, ambos impermeables, así que podemos taparnos con eso para no tener demasiado frío. La ropa va a tener olor a ahumada, pero creo que eso es mejor que agarrar un catarro o una neumonía.— dije, en tono casi monótono. Me volví a dirigir a la ventana, y prendí un cigarrillo. Podía sentir mis tripas quejándose de a poco, pero al menos, el vicio iba a engañar el hambre.— Ragazza, en cuanto al beso, quiero que sepas que estamos dentro de un maldito programa televisivo o algo así. Tenemos una audiencia, al parecer, y debemos complacerla para sobrevivir, según il padrino en nuestras cabezas.

    La miré directamente a los ojos.

    — Era la única forma de conseguir el medicamento para que Aisha no muriera. Y agradezco que haya sido simplemente un beso y no algo peor.— me quedé callado por unos momentos, contemplando la lluvia. Odiaba las tormentas tropicales. Me encantaba la lluvia. Odiaba las de verano. Era instantáneas, fuertes, y no te daban tiempo para prepararte.— Tenemos tiempo que matar, ragazza, hasta que la bella durmiente despierte. Así que dime, Morgan, ¿por qué piensas que te secuestraron y acabaste en esta isla?

    Lo último lo dije con mirada penetrante y escrupulosa, fija en sus ojos, mientras daba otra chupada de cigarrillo. Si me iba a quedar con esas personas, más valía conocerlas un poco más. Ignoré los quejidos de mi estómago y el cansancio en mis ojos. Ya habría tiempo para eso luego.

    Hambre: 4 (2/3)

    Sed: 4 (2/3)

    Cansancio: 3 (1/2)
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
  8.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Morgan O'Connor

    Hambre: 4/7
    (2/3)
    Sed: 4/7 (2/3)
    Cansancio: 8/10 (2/2)

    Cuando Morgan notó que Andrea empezaba a desvestirse, arqueó una ceja y comenzó a caminar para el otro lado, dándole la espalda hasta que acabara y se colocara algo encima. Oyó unos ruidos de madera y se giró hacia él, comprobando que estaba armando una fogata improvisada. Le llamó la atención que prendiera, estando la madera tan vieja y un poco húmeda, pero se encogió de hombros y lo dejó ser. No tenía ganas de discutir ni con Dios.

    Cuando vio que comenzaba a desvestir a Aisha, arqueó la ceja de vuelta. Podría haberle pedido a ella que lo hiciera. Escrutó con la mirada al italiano, algo exasperada por significarle un misterio sus acciones e intenciones. Acto seguido, empezó a dar explicaciones sin que nadie las pidiera. A Morgan se le escapó una sonrisa irónica y se encogió de hombros una vez más. Con un dedo le indicó que se girara hacia la ventana, y procedió a quitarse la ropa asquerosamente húmeda y pegajosa. Escurrió la remera y el short, y pensó que al menos se secarían rápido al ser prendas ligeras. Lo mismo hizo con sus medias, suspirando de alivio al liberarse de ellas. Por sobre las guerras y el hambre mundial, algo que odiaba con todo su ser eran las medias mojadas.

    Se echó encima el saco del italiano, lo abotonó hasta donde era posible, y se sentó sobre el respaldar del sillón, de cara a la ventana, mientras él observaba por el mismo espacio.

    —Yo pensaba que esto era una telenovela de matiné para tener algo de lo que reírme, y resulta que no iba tan mal encaminada. —Sonrió un poco y suspiró—. Es una mierda bastante grande, pero supongo puede ser de utilidad si tenemos el beneficio de contentar a alguien. Como ahora, que pudimos conseguir la medicina para Aisha sin tener que pelear. —Soltó una breve risa, observando la lluvia caer del cielo—. Nos estarán viendo niños de doce años si lo que querían ver era un estúpido beso. Aunque nada quita que si seguimos haciendo equipo el calibre de las solicitudes aumente.

    Le lanzó una mirada rápida a Aisha y se encogió de hombros, balanceando las piernas en el aire para mantener sus pies fuera de las zapatillas húmedas; le había pedido disculpas y eso era super lindo de su parte, pero si seguía reaccionando así, sólo le daría más razones al público para demandar lo que ella menos quisiera ver. Así funcionaba el entretenimiento. Se estiró un poco, exhalando de golpe, y vio a Andrea de soslayo. Podría haberlo pateado en las bolas por escupir tras besarla, pero le importaba poco y nada si quien fuera la encontraba desagradable. Sabía que, mientras él pensara así, habría una fila cinco veces mayor opinando diferente. Sin embargo, no podía negar que a una parte de ella le divertía un poco, tan solo un poquito, todo aquel lío amoroso.

    Era difícil dejar atrás los viejos hábitos.

    —Al menos pude tachar de mi lista "liarme con un italiano" —bromeó, con una pequeña sonrisa en sus labios.

    Balancear las piernas la ayudaba a relajar los músculos, por lo que siguió haciéndolo cada vez con mayor inercia hasta alcanzar el borde de la ventana con la punta de los pies. El sonido de la lluvia, en cierta forma, la había ayudado a relajarse. Pero el italiano entonces asestó un golpe certero con la pregunta que aún no tenía respuesta; y aunque se negara a reflexionar en torno a ello, le carcomía la cabeza.

    —¿Me creerías si te dijera que no tengo la más remota idea? —se sinceró, sonriendo ante la obviamente escasa confiabilidad de sus palabras—. Es decir, puedo pensar en la chica de la prepa que me llamó perra por "quitarle" su novio, o en el idiota de la facultad que me llamó muchas cosas por rechazarlo. Ya sabes, problemas de adolescentes. Pero dudo que alguno realmente tuviera intenciones de matarme por eso. —Soltó un suspiro y sonrió—. Aunque, ¿quién sabe? Uno va por la vida sin tener verdadero conocimiento de cómo nuestras acciones afectan a los demás. Quizá la chica intentó suicidarse luego, o el tipo
    estaba bajo muchísima presión de los amigos. —Hizo una breve pausa; estaba hablando mucho—. En fin, que esto no era lo que querías escuchar. Para calmar a tu consciencia, créeme: no maté, ni secuestré, ni torturé, ni le arruiné la vida a alguien de manera directa. No soy más que una estudiante universitaria promedio que sólo quiere recibirse y trabajar para ingresar a la rueda del capitalismo.

    Se dio cuenta que hacía mucho tiempo no hablaba con alguien de ella misma, y aunque la idea de buscar un oído se le hacía impropia y le molestaba un poco, simplemente la dejó ser. Al menos de momento; hasta que la lluvia parara y tuvieran que volver a la rutina de esa jodida isla.

    —¿Y tú? Ya que estamos.
     
    • Adorable Adorable x 2
    • Ganador Ganador x 1
  9.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    3,842
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    • Recupera todos sus puntos de vida.
    • Recupera todos sus puntos de cansancio.
     
    • Ganador Ganador x 1
    • Sad Sad x 1
  10.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

    Cáncer
    Miembro desde:
    20 Abril 2011
    Mensajes:
    7,072
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aisha Nakamura.

    Abrió los ojos lentamente, mientras la conciencia le volvía. Se sentía revitalizada y completamente renovada, como un sueño milagroso. Sólo la sensación de hambre y sed enturbiaban su estado perfecto. Estiró los brazos y bostezó. Se sorprendió al sentir que la tela se deslizaba por su piel, dejando su cuerpo expuesto. Notó que no tenía ni siquiera ropa interior y que sus turgentes senos quedaban duros y erguidos al aire. Aún un poco adormecida, y con el eco de la voz del padrino en el aire parpadeó varias veces para aclarar su vista, agarró la tela con despreocupación y volvió a cubrir su cuerpo, sólo para notar que tenía a Andrea cerca y a Morgan un poco más alejada.

    —Buenos días —bromeó, estirándose nuevamente con satisfacción pese a que sentía el dolor de haber dormido en una superficie tan dura—. Me siento como nueva, ¿cuánto tiempo llevo dormida?

    Levantó la mano, quitándose lentamente la venda. Su piel estaba completamente recuperada, sólo tenía marcas rosadas donde antes eran profundas quemadas. Silbó con apreciación...

    —Esa medicina debe ser milagrosa. ¿Cómo puedo agradecerte, Andrea? —Se volteó hacia él, realmente agradecida. Se mordió el labio inferior, pensando en lo último que le había dicho el creador de este desastre, ¿realmente era necesario marcar territorio allí?—. ¿Quieres descansar un poco mientras monto guardia?

    Hambre: 4 (1/3)

    Sed: 4 (1/3)

    Cansancio: 10 (1/2)

    Vida: 100/100
     
    • Adorable Adorable x 1
  11.  
    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

    Capricornio
    Miembro desde:
    31 Julio 2017
    Mensajes:
    2,109
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Andrea Dalcorvo

    No, no estabas tan mal encaminada con lo de la novela de matiné, ragazza. Y aunque dudo que la gente que nos mira tenga doce años, sus capacidades mentales deben ser bastante similares, la verdad.— dije, exhalando aire que podría tomarse como una pequeña risa, mientras seguía mirando por la ventana.— Aunque no sé a que nivel llegarán las demandas si seguimos necesitando cosas. Así que lo más sensato debería ser intentar ser autosuficientes. Tal como dijiste, no quiero comprobar hasta que calibre las peticiones van a aumentar.

    Le eché una chupada más al cigarrillo, mientras la lluvia caía afuera. Me preguntaba si tal vez se podría hacer un recipiente de alguna manera, para utilizar la misma agua de lluvia. No sabía cuan pura podría ser, pues no tenía idea de que diablos habría en las cercanías, pero se podría intentar. Al menos, podrían equiparse con agua dentro de todo potable para un tiempo. Las botellas estaban descartadas. El maníaco había dejado bien en claro que no podían reutilizarse, y aunque era muy tentador pasarse por los testicoli sus prohibiciones, no tenía ganas de averiguar que era lo que ocurría si lo hacía.

    — Tienes una lista bastante rara.— dije, mientras escuchaba también la respuesta a mi pregunta. Solté el humo por mis fosas nasales, mirando a Morgan directamente a los ojos mientras ella seguía hablando.— Sinceramente, lo que quería o no escuchar dudo que haya sido de vital importancia. Simplemente, quiero saber el calibre de las personas con las cuales estoy haciendo equipo, y matar el tiempo, a falta de otra cosa. Me va a quedar la incógnita de por qué una simple estudiante universitaria, tal como te defines, terminó en esta isla rodeada de psicópatas y asesinos. Pero si lo que dices es cierto, mejor que hayas sido tú que alguna de esas personas a las que arruinaste su vida de forma, ¿cómo te habías justificado, que no era de forma directa? Bueno, lo que sea. Hay que estar bastante flojo del cráneo para enviar a alguien a su muerte por un simple rechazo. O robarle el novio.

    >> ¿Io? Tal como tú. No maté, no secuestré, ni torturé a nadie. Eso sí, le arruiné la vida a mucha gente. A demasiada, tal vez. Pero tal como tú, ragazza. Soy un simple investigador privado promedio, que solo quiere trabajar y ganarse el pan de cada día.— dije, con una sonrisa algo ácida.

    Me quedé mirando a la lluvia, sin decir mucho más. El tiempo pasó en silencio, observando de forma atenta las afueras, revisando de que nadie se acercara, al menos sin que pudiera detectarlo. Miré hacia atrás cuando escuché que Aisha ya se había despertado, al parecer de mejor humor. La medicina había hecho un efecto rápido. Demasiado rápido. Vaya, ¿qué diablos había pasado en esta isla anteriormente? ¿O acaso era todo un escenario armado, una especie de arena gladiatorial construida específicamente para esto? Merda, había gente con demasiado dinero y tiempo libre en sus manos.

    — ¿Cómo me lo puedes agradecer? No reaccionando de forma tan emocional a cada pequeña cosa que hacemos. Una cabeza fría es lo que nos sirve ahora, no un corazón caliente. Y también, si tienes comida guardada en algún lado, me vendría de lujo.— dije, mirándola, para luego esbozar una leve sonrisa.— Me alegra que estés mejor, pero ahora te toca hacer guardia. Siento que los párpados me pesan más que la madre del loco que nos tiene acá encerrados.

    De repente, recordé algo. Rebusqué entre los bolsillos del pantalón que había colgado, y saqué el chocolate que había venido en el maletín. No era demasiado, pero iba a saciar el bagre que me estaba picando en el estómago, al menos durante un tiempo. Lo tomé, lo partí en tres, y le di un trozo a cada una de mis compañeras.

    — Bien, es todo lo que hay por ahora. Tan solo espero que el próximo maletín caiga pronto y caiga cerca. Estaremos en problemas si no es así.— dije, mientras masticaba la golosina.

    Luego, me tumbé en el sofá y cerré los ojos. Tan solo esperaba poder tener un descanso tranquilo. Ojalá no fuera demasiado pedir.

    Hambre: 4 (3/3) (no sé si el chocolate sube en algo esto)

    Sed: 4 (3/3)

    Cansancio: 3 (2/2) (descanso en el sofá)
     
    • Me gusta Me gusta x 1
    • Adorable Adorable x 1
  12.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    3,842
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    • Recuperan 1 punto de hambre por el chocolate.
     
    • Ganador Ganador x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
  13.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

    Cáncer
    Miembro desde:
    20 Abril 2011
    Mensajes:
    7,072
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aisha Nakamura.

    Definitivamente estaba viendo todo con una nueva perspectiva, ahora que se sentía mejor. Intentó que no le escociera las palabras del italiano, sabía que dada la situación, era la decisión más sabia, pero la verdad... si se moría ahora, ¿qué recuerdos se llevaría? Se sonrojó en el momento que él le sonrió y sus palabras de alivio al ver que ella había mejorado eran sinceras. Sinceramente, no se iba a morir virgen en aquella puta isla. Si se moría, tenía que haber disfrutado al menos de todos los placeres de la vida, y si llegaba a sobrevivir, prometía cambiar, no ser tan obsesiva con los deportes y ganar. Se centraría en ella, en hacer amigos, en tener novio, en salir, disfrutar de la vida que le había tocado.

    Sus ojos lo siguieron hacia el sofá, su respiración pronto le anuncio qu eestaba profundamente dormido. Se puso de pie, y caminó por la instancia para asomarse por los pequeños huecos que quedaban por las tablas en busca de algo de movimiento externo. Todo bien por el momento, la lluvia seguía afuera sin descanso, algo bueno y algo malo, bueno porque arrullaba para descansar, malo porque no dejaba mucho margen para escuchar si alguien hacía ruido afuera del edificio.

    Observó a Morgan, tranquila sentada. Caminó hasta Andrea, bajo la mirada de la chica, se volteó hacia ella y le hizo un gesto de silencio y le guiñó el ojo, dejando claras sus intenciones. Se inclinó hacia él, repasando sus rasgos con su dedo índice, estudiando sus pómulos amplios, su nariz, incluso sus cejas marcadas. Dejó que su mano se deslizara por su cabello oscuro, y a pesar de todo lo que estaban pasando, suave y abundante. Sus manos vagaron por la tela abierta de aquel traje, tocando su suave piel y abdominales. Se sentía toda una voyeur, pero aquello realmente le estaba excitando. Se inclinó hacia él, besando sus labios dormidos, bajando para depositar pequeños besos por su cuello y por todo espacio donde tuviese piel descubierta.

    Elevó la vista hacia Morgan y se sonrojó un poco avergonzada, pero, se mantuvo firme donde estaba.

    —Si me muero en esta puta isla, al menos habré hecho lo que quería hasta el final. —Se justificó sin más, dejando de prestarle atención a la chica y concentrando de nuevo en Andrea.

    Sus manos se aventuraron más abajo, temblando con indesición e inexperiencia. Y se sorprendió incluso de su propia respuesta, de como el cuerpo de un hombre reaccionaba incluso dormido. Andra se movió un poco en el momento que ella puso sus manos donde no debía, ¿quizás pensaba que estaba soñando? Dejó escapar una risita traviesa, dejandolo ir. Realmente tenía ganas de despertarlo de aquella forma, pero no creía que su orgullo aguantara que él la rechazara de esa forma frente a Morgan.

    Le dio otro beso en los labios, y se puso de pie, de nuevo haciendo guardia, como si nada hubiese pasado.

    Hambre: 5 (1/3)

    Sed: 5 (1/3)

    Cansancio: 10 (2/2)

    Vida: 100/100
     
    • KHÉ? KHÉ? x 2
    • Fangirl Fangirl x 1
    • Impaktado Impaktado x 1
    • Borrashooo Borrashooo x 1
  14.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Morgan O'Connor

    Hambre: 5/7
    (1/3)
    Sed: 4/7 (3/3)
    Cansancio: 7/10 (1/2)

    Escuchó a Andrea sin más, mientras le contaba un poco sobre su vida anterior a la isla. Era inquietante, molesto y acuciante pensarlo así, pero ¿qué otras opciones tenía? ¿Hacerse pequeña, llorar y desear que las cosas cambien? Sabía que así no funcionaba. Lo sabía demasiado bien. Por muy desalentador que fuera, su realidad había sido robada y reemplazada por esa mierda de isla. Se mordió el labio inferior y meneó la cabeza un poco; era casi divertido recordar cuántas veces había visto a su vida como una mierda, cuántas veces se hizo pequeña, lloró, y deseó que las cosas cambiaran. Ahora era consciente de que haber tenido margen suficiente para detenerse y sentirse miserable era, de por sí, una bendición.

    Vio al italiano de soslayo. Conque detective privado, ¿eh? Le pegaba, con el traje, la actitud hosca y el vicio al cigarrillo. No tenía nada que acotar, así que asintió con la cabeza y su atención, entonces, se redirigió a Aisha, quien había despertado. Su mano se notaba mucho mejor, lo cual era una buena noticia. No pudo contener la sonrisa torcida que se le escapó al verla sonrojarse por la preocupación de Andrea, y desvió los ojos por la ventana. Debían rondar más o menos la misma edad, ¿no? Pues no lo parecía.

    Luego de aceptar el trozo de chocolate volvió a sentarse sobre el respaldar del sillón y balancear los pies en el aire, mientras tarareaba bajito una canción y mordisqueaba el dulce. Imaginó que debajo de ella se extendía un abismo enorme y oscuro, tentado a devorarla por completo, mientras sus piernas se acercaban y alejaban casi en forma juguetona. El abismo no podía aferrarse a su tobillo y atraerla, no podía pedirle que bajara. No podía hacer nada, sólo desear. Ella, consciente de su situación, sonreía y se divertía silenciosamente balanceando los pies sobre él. Una y otra, y otra vez.

    Escuchó a Aisha acercarse, y se giró un poco por simple curiosidad. La muchacha le guiñó un ojo mientras se agachaba junto al italiano y comenzaba a tocarlo por aquí y por allá; en especial por allá. Morgan observó el show un par de segundos y luego se aburrió, retomando su poético momento con la lluvia. Estaba segura que eso podía catalogarse como ilegal en varios países, pero le traía sin cuidado lo que aquellos dos se hicieran entre sí. Podían ponerse a follar en el sofá y a Morgan le daría exactamente igual. Siguió tarareando su canción con tranquilidad, inspeccionando el exterior del edificio, cuando escuchó la voz de Aisha a sus espaldas.

    "Si me muero en esta puta isla, al menos habré hecho lo que quería hasta el final".

    Otra que daba explicaciones sin que nadie se las pidiera. Qué linda, harían bonita pareja. Morgan la ignoró de plano y alzó los ojos al cielo, pensando en el creador de ese juego, o telenovela, o lo que fuera.

    —Lindo espectáculo estamos dando, ¿verdad? —murmuró al aire, en voz baja—. Mejor será que lo hagas valer, hijo de puta.
     
    • Ganador Ganador x 1
    • Gracioso Gracioso x 1
    • Espeluznante Espeluznante x 1
  15.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    3,842
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    • Recupera todos sus puntos de cansancio.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  16.  
    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

    Capricornio
    Miembro desde:
    31 Julio 2017
    Mensajes:
    2,109
    Pluma de

    Inventory:

    Escritor
    Andrea Dalcorvo

    Ow, povero cucciolo, te has enojado, ¿no es así?— dije, mientras me desperezaba después de mi siesta. El estómago me seguía rugiendo, y tenía la garganta seca, pero al menos, los párpados ya no me pesaban.— Y a pesar de estar enojado, nos sigues brindando información. ¿No eres acaso un buen anfitrión? Mira que ser tan amable de decirnos un número aproximado de la cantidad de gente que queda viva.

    Me incorporé, me troné la espalda, y fui a buscar mi ropa. La fogata se había apagado ya, y la ropa estaba calentita y con olor ahumado. Se había endurecido un poco, pero eso no sería problema. Comencé a cambiarme, poniendo la ropa del resto de mis acompañantes en el sillón, a su disposición. Saqué mi paquete y lo revisé. Mierda, me quedaban pocos cigarros. El maletín tenía muy buena pinta. Sin embargo, las condiciones para el duelo ya estaban puestas. Prendí el cigarrillo y lancé una bocanada de humo, para luego mirar hacia mis acompañantes.

    — Muy bien, ragazze. Ya escucharon a la voz dentro de nuestras cabezas. Habrá un duelo a muerte por el siguiente maletín. Y a pesar de que odio ceder ante sus demandas, la verdad es que no tenemos ningún suministro de nada más que de descanso. Y el sillón no puede comerse, lamentablemente. Una de ustedes dos tendrá que ir hacia el edificio médico.— me apoyé en una columna, mirándolas a ambas.— Un par de recomendaciones para la que vaya, eso sí. Intenten no cruzarse con nadie en el camino de ida. Dudo mucho que todos tengan un gran sentido del honor para dejarlas pasar si las interceptan antes de llegar al edificio. Y estoy más que seguro que alguien intentará urdir una especie de plan para sacar ventaja.

    >> El único que se me viene a la mente es el ex-KGB. Y si la niña más chica se encontraba con ellos, tal vez piense utilizarla para dar lástima o engañarlas de alguna manera. Así que tengan cuidado con eso. Y por último, la que se quede, que me ayude a fortificar y vigilar el lugar. Sería demasiado inocente pensar que el resto se quedará de brazos cruzados mientras todo esto ocurre. Puede ser un momento ideal para cazar al resto.

    Le di otra chupada al cigarro, para engañar al hambre y a la sed, y miré a ambas a los ojos.

    — Muy bien, bambine, ¿quién de ustedes irá?

    Hambre: 5 (1/3)

    Sed: 3 (1/3)

    Cansancio: 10 (1/2)
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  17.  
    Tarsis

    Tarsis Usuario VIP Comentarista supremo Escritora Modelo

    Cáncer
    Miembro desde:
    20 Abril 2011
    Mensajes:
    7,072
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Aisha Nakamura.

    Le sostuvo la mirada luego de escucharlo hablar, lo había seguido con la mirada después de que se despertara y desperezara por el lugar. Había tenido tiempo de pensar e internalizar, lo que había hecho e incluso la falta de respuesta de él de cualquier tipo. Se había vuelto una chica que ruega, algo que jamás había sido. Ella era una luchadora, una ganadora en todos los sentidos de su vida. No le gustaba la persona en la que la estaba convirtiendo esta situación, ¿dónde había quedado su orgullo? ¿Dónde estaban esas horas y horas de ejercicio físico? El chocolate le había dado un subidón temporal de energía, estaba fresca como una lechuga, y recordó los rostros que borrosamente había captado en el helicoptero, que en realidad no fueron muchos a causa de la droga en su cuerpo, pero, no recordaba a ninguna gigante o amazona, así que, sobreviviría.

    —Quiero ir yo —expresó con desición—. Aunque sólo han visto la parte débil y moribunda de mí, tengo una excelente condición física, y aunque mi deporte favorito sea la natación, sé boxeo, esgrima, principios de defensa personal. Me he dedicado toda mi vida a entrenar, así que, por lo menos de algo me debe valer ahorita tener más resistencia que una mujer promedio. Y sinceramente, estoy un poco enojada y frustrada, prefiero ir y pagarlo con alguien que no me haya salvado la vida y haya cargado conmigo.

    Dejó escapar un suspiro cansado, elevando la mano para observarla con la luz de la luna. Clara y fuerte bajo un hermoso cielo estrellado. Su mano ya estaba en perfectas condiciones, la medicina y un buen descanso habían hecho maravillas. La verdad es que aunque estab aun poco enojada con ambos, se los debía.

    —Mi mano está perfecta, y necesitamos ese maletín —puntualizó—, los tres tenemos hambre y sed. Y hasta ahora, no hemos logrado encontrar nada de eso dentro del bosque. —Se encogió de hombros, caminando hacia donde ya su ropa se había secado y comenzó a vestirse con tranquilidad, no iba a ir a medio vestir a la lucha.

    No pudo evitar sonreír con agradecimiento hacia la chica, tomando el abrelatas que le ofrecía Morgan. Al menos era algo con lo que podría defenderse, tal como le dijo la chica al entregárselo. Se despidió con un gesto de la mano, antes de salir del edificio y caminar de vuelta al edificio con la gran cruz roja del que hace menos de 4 horas había huído.

    Hambre: 5 (2/3)

    Sed: 5 (2/3)

    Cansancio: 9 (1/2)

    Vida: 100/100
     
    Última edición: 22 Abril 2019
    • Ganador Ganador x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
  18.  
    Insane

    Insane Maestre Comentarista empedernido

    Leo
    Miembro desde:
    14 Junio 2014
    Mensajes:
    3,842
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Frank Wagner, al estar en este nuevo lugar te das cuenta que no es nada grande a comparación del edificio anterior, reflexionando sobre tu próximo movimiento.

    • Quedarte fuera del edificio por un rato más, observando.

    • Adentrarte con interés de qué tan divertido puede ser encontrarse con personas nuevas.

     
    • Adorable Adorable x 1
  19.  
    Fersaw

    Fersaw Las puertas se han abierto de nuevo

    Aries
    Miembro desde:
    18 Junio 2016
    Mensajes:
    585
    Pluma de
    Escritor
    Franck Black

    Pero que lugar mas jodido, sinceramente, este lugar es peor que el agujero del que acabo de salir. Entro lentamente y con cautela en este edificio, sin bajar la guardia un solo momento, no se sabe que criaturas o locos puede haber aquí.

    -¿Me pregunto si fiera sigue vivo? Quizas ya lo mataron o el muy cabron ya jodió a todos, seria divertido verlo asesinar -Hablo conmigo mismo mientras avanzo por los viejos y maltrechos pasillos del lugar.

    ¿Por que hay un centro de comunicaciones en este lugar? No solo eso también un centro medico. Esto comienza a inquietarme, este lugar debió estar habitado en algún momento, hace años claramente los equipos que he visto son bastante viejos. Suponiendo que toda esta isla fue en algún tiempo aun especie de base militar o punto de control ¿Por que la abandonaron? y lo mas importante ¿Por que el padrino nos trajo aquí? estoy seguro que ese ese loco sabe que ocurrió aquí.

    -Este extraño juego está muy bien planeado como para ser la primera vez -Pateo una puerta y entro en una habitación, parece que alguna vez fue una oficina-. Tengo el presentimiento de que mucha gente ha muerto en esta isla, no solo durante su abandono, creo que el padrino ya ha hecho este juego demente antes y nosotros solo somos una nueva partida.

    Camino dentro de la oficina y me siento en la vieja silla, maldición, debe ser de buena calidad pues aun se siente cómoda. Subo mis pies a la mesa y saco otro cigarrillo para acelerar el cáncer. Admito que estar solo no me agrada, siento que en cualquier momento alguien me atacará por la espalda, por eso debo ser yo el primero en atacar.

    -No pretendo irme de este mundo sin al menos llevarme a otro infeliz conmigo -Sonrio sacando un bim incendiario.

    • Hambre: 5 - (3/3)
    • Sed: 5 - (3/3)
    • Cansancio: 6 - (1/2)
    • Vida: 100/100

    Activo el radar Insane
     
    • Fangirl Fangirl x 2
    • Espeluznante Espeluznante x 1
  20.  
    Gigi Blanche

    Gigi Blanche Equipo administrativo Game Master yes, and?

    Piscis
    Miembro desde:
    1 Abril 2019
    Mensajes:
    6,827
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Morgan O'Connor

    Hambre: 5/7
    (2/3)
    Sed: 3/7 (1/3)
    Cansancio: 7/10 (2/2)

    Morgan chasqueó la lengua, ligeramente molesta por la situación. Mientras volvía a vestirse, realmente había considerado la posibilidad de ir ella al edificio médico. Pero hacía mucho no bebía una gota de agua, y no se sentía capaz de aguantar un considerable esfuerzo físico. Entonces, Aisha empezó a hablar sobre los entrenamientos que llevaba haciendo toda su vida, y no encontró razones de peso para refutar su decisión. Al menos, recordó el abrelatas que llevaba en el bolsillo del short y se lo alcanzó, deseándole mucha suerte.

    Realmente esperaba que volviera con vida.

    La vio alejarse por la ventana, en medio de la noche, silenciosa y precavida. Suspiró, abrazándose los brazos ante el soplo de brisa nocturna colándose por la ventana rota, y se giró hacia Andrea.

    —Bueno, deberíamos reforzar este edificio antes de que alguien quiera aprovechar la situación.

    Había comenzado a caminar hacia el pasillo cuando oyó un fuerte ruido, un portazo. Se detuvo en seco, helada ante la sorpresa, y sus ojos se movieron rápidamente hacia Andrea, quien aguardaba detrás. No intercambiaron palabras, pero de alguna forma se entendieron. Morgan asintió con la cabeza y alzó su brazo en línea recta, activando su radar. Le llamó la atención no recibir ninguna señal, pero estaba segura: había alguien dentro de la construcción.

    Comenzó a pensar. Por el ruido, intuyó que había sido una patada a una puerta. Tenía que ser alguno de los hombres de la isla; y si lo pensaba un poco más, podía reducir las posibilidades al compañero de Frederick, el piloto, quienes se encontraban en el edificio médico antes de la lucha a muerte definida por el jefe del juego. ¿Frank, era su nombre? No lo recordaba con exactitud. Pero si andaba a las patadas sin cuidado, debía ser alguien peligroso y confiado de sus habilidades.

    —Tengo una idea —susurró Morgan, cerca de Andrea—. Utilicemos nuestras bombas una vez estemos fuera, y usemos la ventana para salir.

    La verdad, no aguardó por una respuesta. La adrenalina había activado su cuerpo a niveles inimaginables y su mente procesaba la información antes de que ella pudiera reflexionar sobre la misma. Caminó con cuidado hacia la ventana, vio hacia abajo, y se paró sobre el borde. Aguardó por Andrea y sacó una bimb de su bolso. Aún no sabía de qué tipo eran, así que este le parecía el mejor modo de comprobarlo. Inhaló hondo, y exhaló de golpe.

    —Ya.

    Sus pies abandonaron el borde de la ventana y se lanzaron hacia el césped oscuro. Se aseguró de caer con las piernas flexionadas. Al tocar el suelo, las plantas de sus pies le dolieron un poco, pero estaba entera y en una pieza. Sin aguardar ni un segundo más, pulsó el botón de su bimb y la lanzó lo más fuerte que pudo por el hueco de la ventana, ligeramente hacia la izquierda, para que cayera lo más cerca del pasillo posible. Desde fuera, pudo observar cómo una nube de gas comenzaba a expandirse por toda la habitación. Morgan no pudo evitar sonreír. Conque bombas de gas, ¿eh? Le gustaba la idea.

    —Vayamos a la puerta y esperémoslo allí. Después de todo, la habitación de la ventana está llena de gas y el edificio es pequeño: se expandirá por todas partes —le dijo a su compañero, para acto seguido correr hacia el objetivo mencionado y colocarse con la espalda pegada a la pared. Cuando el tipo abriera la puerta, ésta la ocultaría fácilmente. Ya tenía una nueva bimb lista en su mano.


    Btw, puse que no recibió información del radar porque la última vez que se utilizaron dos radares al mismo tiempo, se neutralizaron entre sí y anularon los resultados.
     
    Última edición: 23 Abril 2019
    • Adorable Adorable x 1
    • Fangirl Fangirl x 1
    • Gracioso Gracioso x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso