de Dragon Ball - Especial de San Valentín: Esto lo hago por ti... ♥

Tema en 'Dragon Ball' iniciado por InunoTaisho, 14 Febrero 2017.

  1.  
    InunoTaisho

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    Escritora
    Título:
    Especial de San Valentín: Esto lo hago por ti... ♥
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5042
    Especial San Valentín: Una boda de ensueño

    (Siguiente Capítulo que continuaría el fic “Una decisión de más allá”).



    Lamento mucho el haber dejado esta historia en standbye, pero la imaginación traicionera ya no me ha permitido continuar con fluidez. El capítulo lo estaba escribiendo y se quedó inconcluso en la máquina por mucho tiempo, pero ahora tuve la inspiración para compartirlo por las fechas. Ojalá les guste.



    Para los que no han leído la historia les presento un resumen: En mi narración Bra nació y ya llegó a su sexto aniversario, y la diferencia de edad entre Trunks y ella es de sólo seis años; Gohan se acaba de casar con Videl después que terminaron la preparatoria y todavía no ha nacido Pan. Todo lo sucedido en la actual trama, Dragón Ball “S”, hasta la saga de la batalla de los Universos (de Champa y Beers por quedarse con la Tierra del séptimo universo), la he tomado en cuenta; lo reciente a partir de la llegada del nuevo Trunks del Futuro y el Black Gokú no me ha llamado mucho la atención ─de hecho y con el perdón de ustedes no me agradó mucho el suceso de que presentaran a Mai como la novia oficial de Trunks─. El último capítulo que escribí giró en torno a que Bra les pidió a sus papás que se casaran como Gohan y Videl; así que sin más…



    Previamente, en el capítulo anterior… — Entonces, Vegeta, ¿nos casamos? —agregó Bulma al final antes de sonreír brevemente.



    La tarde de ese día, ya cerca del anochecer…



    — Y bien, papá, ¿cómo te fue con mamá y Bra? —le preguntó Trunks a Vegeta cuando se encontraban en la Cámara de Gravedad para el entrenamiento del muchacho. Con las ocupaciones escolares y otras actividades extras sólo les quedaban los fines de semana para ejercitarse juntos y así no perder la costumbre ni condición.



    El chicuelo consideró adecuado esperar el momento oportuno hasta que estuvieran solos y así platicar a gusto y sin tapujos, pues sospechaba que su progenitor necesitaría toda su ayuda.



    — ¡Mph!, tu madre quiere que organicemos un soporífero espectáculo como el que armó Gohan hace unos días con la hija del tonto de Satán, y así Bra dejará de pensar disparates —confesó el aludido soltando un bufido bajo de desgana. La mera verdad es que él prefería no comentar nada del asunto.


    — Y… ¿ya sabes que decir cuándo te pidan tus votos? —interrogó el jovencito utilizando su tono de voz más educado, imaginando de antemano la respuesta.


    — ¿Mis…?... ¿Y eso que diablos es? —porque, obviamente, el Saiyajin no tenía ni idea de lo que implica la ceremonia matrimonial como tal.


    — A ver, papá, los votos son las palabras con las que reafirmas tu compromiso de amor… —respondió Trunks guardándose un suspiro—… ¿es que acaso no escuchaste lo que Gohan le dijo a Videl ahora que se casaron? —cuestionándole con algo de asombro. Aunque claro, eso no era algo para extrañarse.


    — ¡Bah!, no tengo porque prestarle mi atención a estupideces como esas —resopló Vegeta con fastidio absoluto.


    — Bueno, papá, pues si quieres quedar bien con mamá y Bra mi sugerencia es que des un discurso de amor aunque suene bastante empalagoso —observó el muchacho poniéndose serio. Ahora más que nunca tenía y debía apoyar a su progenitor—. Si no lo haces así es seguro que lo vas a pasar mal —agregó.


    —… ¿tienes alguna idea de lo que puedo decir? —ni hablar, soltando otro suspiro Vegeta le dio la razón a su primogénito, y solamente en él podía confiar para salir victorioso en la prueba.


    — Descuida, voy a prestarte un libro de poesía que te será de mucha ayuda —contestó el chicuelo sonriendo confiadamente—. Ahora que si no te agrada ninguna tal vez esto pueda despejar tu mente… —adicionó, sacando de entre sus ropas un pequeño manual que se veía bastante desgastado por los años.


    — ¿De dónde sacaste eso? —el Príncipe pareció asombrado tomando el cuadernillo en cuestión, reconociéndolo de inmediato… ¿cómo es que había llegado a manos de su hijo?


    — Es una larga historia… lo encontré hace poco entre las cosas de mi abuelo y le pregunté cómo lo había conseguido… —se explicó Trunks con amabilidad sin dejar de sonreír.



    ---------- Flash Back ----------



    Trunks revisaba afanosamente en el laboratorio de su abuelito, el Dr. Briefs, buscando piezas que pudieran servirle para el desarrollo del prototipo que presentaría en la siguiente feria de las ciencias organizada por su escuela, y con ello asegurarse el premio de primer lugar por segundo año. Algo llamó su atención y sin dudarlo lo tomó.



    — Caramba, abuelo, jamás imaginé que tuvieras un tesoro como este aquí escondido… ¿acaso el autor te lo regaló? —le preguntó con asombro y duda mientras le mostraba el objeto en cuestión. Se trataba de un pequeño manuscrito encuadernado afanosamente, pero que el transcurso del tiempo había deteriorado bastante.


    — Oh, vaya, había olvidado la existencia de ese escrito tan raro —respondió el buen Dr. Briefs con su amabilidad característica dándole una fumada a su cigarrillo. Tama, el minúsculo gato que siempre le acompaña montado en su hombro, no dudó en maullar como si le hubieran pedido su opinión—. La verdad es que tu madre lo encontró cuando fue a inspeccionar las naves donde llegaron los dos Saiyajins que querían invadir la Tierra antes de que el gobierno las confiscara como evidencia… tú sabes, tu padre y ese acompañante suyo. Pero ya no se dio la oportunidad de descifrarlos —le comentó muy quitado de la pena encogiéndose de hombros.


    — Mmm… ya veo —el muchacho se quedó mirando el cuadernillo con la curiosidad reflejada en la mirada. Sería tan interesante conocer su contenido… tal vez se trataban de un código oculto con instrucciones.



    Como ya tenía alguna noción del antiguo lenguaje Saiyajin (pescado en algunas frescas que su padre soltaba de vez en cuando) no dudaba en interpretarlo en su totalidad. Así que, durante quince días, se encargó de decodificar parte del manual de “El arte de amarte” que Nappa había escrito y dedicado a un muy joven Vegeta, con sus mejores deseos de verle restaurar las glorias del reinado Saiyajin en el universo. Y para que eso sucediera nada mejor que seducir mujeres de todas las razas que pudieran ser compatibles con la suya.



    — ¡Iugh!... no pensé que un grandulón como Nappa pudiera ser tan cursi —se dijo a sí mismo un tanto asqueado ante semejante revelación.



    --------------------



    — Bien, papá, el manual es todo tuyo… y déjame decirte que tiene unas frases muy buenas para derretir a mamá de amor —dijo Trunks con toda solemnidad evitando reírse.


    — Ese Nappa… no era más que un idiota sin remedio —y Vegeta lo lanzó con desprecio al fondo de la Cámara de Gravedad. Si lo tuviera de nuevo enfrente no dudaría en matarlo otra vez, pero en esta ocasión sería por atrevido—. Ya hemos perdido bastante tiempo con tus ocurrencias, así que tendrás que hacer el doble de estiramientos en el mismo tiempo —le indicó a su hijo en tono de reprimenda yendo a activar la gravedad.


    — Sí, papá, a la orden —contestó el muchacho obedientemente, adoptando la pose para iniciar sus ejercicios.



    Ese fin de semana transcurrió sin novedad y Vegeta no se tomó la molestia de consultar el manual ni el libro de poesía que Trunks le había prestado. El sólo tratar de leer una de ellas le había causado dolor de estómago.



    Pero el avance del tiempo no era algo que pudiera detener, ya que a media semana se dio cuenta que debía apurarse en eso.



    — ¡Papi, papi! ¡Ya estoy aquí! —Bra entró corriendo al llegar de la escuela y fue inmediatamente a saludarlo cuando él salía de la Cámara de Gravedad dando por terminado el entrenamiento matutino. La pequeña se lanzó a sus brazos plantándole un cariñoso beso en la mejilla, haciéndole sonreír.


    — Princesita… ¿cómo te fue en la escuela? —le preguntó enternecido correspondiendo el abrazo sin apretarla demasiado.


    — Todo muy bien, papi, pero adivina qué… —expresó la niña sin dejar de sonreír emocionada, con los ojos brillando de felicidad.


    — Pues si no me dices qué no puedo adivinar —comentó el Saiyajin con su mejor tono paternal siguiéndole el juego.


    — ¡Ya tengo mi vestido para su boda! —exclamó la infanta en entonación jubilosa—. Y el vestido de mi mami es más bonito que el de la Bella Durmiente —añadió soñadoramente.


    — Ah… que… que bien —bueno, el Príncipe colocó a su benjamina suavemente en el suelo intentando disimular su contrariedad. No quería ni imaginar el asfixiante traje que su señora le habría comprado… esa tontería de la moda no era más que una martirizante pesadilla.


    — ¡Yujú, Vegeta! —hablando de la reina de Roma… Bulma entró en ese momento llevando varios paquetes en las manos—. Puedo notar que Bra ya te dio los pormenores de nuestras compras —mencionó en tono complaciente sonriendo alegremente.


    — Todavía no le he dicho sobre su traje de Príncipe encantador, mami —respondió la pequeña igual de complaciente y satisfecha—. Te vas a ver mucho más guapo que Gohan, papi… bueno, de todos modos eres más guapo que Gohan —y se dirigió una vez más a su progenitor mirándolo con ojos de admiración, imaginando ya la maravillosa boda de fantasía.


    — Si… claro… —Vegeta no quiso contradecir a su princesita, pero estaba más que seguro que el dichoso traje en cuestión sería una tortura mayúscula pues conocía muy bien los excéntricos gustos de su mujer.


    — Lo mejor será que te lo pruebes para ver si te queda bien —Bulma le hizo la observación sin dejar de sonreír, convencida de su elección.


    — Mami, ¿yo también puedo verlo? —la pequeña Bra no quería perderse la pasarela por nada, así que le hizo la pregunta a su madre en tono de ruego.


    — Yo te avisaré cuando tu padre esté listo, ¿de acuerdo? Así que también ponte tu vestido para que él pueda verte, ¿te parece? —fue la respuesta de la dama indicándole sutilmente que se fuera a su habitación, guiñándole un ojo cómplice.


    — ¡Oh, es cierto, mi vestido!... ¡No me tardo, papi! —la niña entendió la petición y la consideró adecuada, por lo que, tomando su paquete, se retiró con prontitud despidiéndose de su padre.



    En cuanto la chiquilla se perdió de vista Vegeta no dudó más en reclamarle a su esposa por obligarle a pasar un mal momento… caramba, ¿es que no le era suficiente el hacer la presuntuosa ceremonia?



    — Bulma, si tienes la estúpida idea que voy a vestirme otra vez como pingüino estás mal de la cabeza.


    — Oye, tranquilo… —más ella le refutó sin dejar de sonreírle—… ¿por qué no ves primero el traje y después me reclamas si quieres? —y sin más caminó con los paquetes con rumbo a su habitación.



    Una vez ahí, el Príncipe sintió un nudo en la garganta ya que no podía creerlo… era un traje soberbio, verdaderamente digno del Rey de los Saiyajins.



    —… esto es… —balbuceó entrecortadamente tomándolo con cuidado. La textura de la tela era extraordinaria.


    — Me costó un poco más de lo planeado ya que fue difícil conseguir nuevamente el material… —comentó Bulma colocando sobre la cama lo que sería una capa, dándose sus aires de suficiencia—… Pero valió la pena pues es para ti por nuestra boda. Tómalo como mi regalo —añadió cariñosa mientras extendía la capa desarrugándola con la mano.



    El traje en cuestión era una réplica al dedillo de lo que podría considerarse el traje real de Vegetasei, con todo y armadura de gala.



    — Bulma, yo… no sé qué decir… —el hombre estaba tan conmovido por el gesto que casi se le salen las lágrimas, al tiempo que apretaba el vestuario contra su cuerpo. Le recordaba tanto al de su propio padre…


    — Me alegro que te haya gustado —observó su señora sin dejar de sonreírle con cariño—. Ahora pruébatelo para que puedas mostrárselo a Bra ya que ella me ayudó a escogerlo —añadió con amabilidad.



    Trunks no pudo dejar de elogiar el buen gusto y el detallazo de su madre para con su padre, y la señora Briefs se mostró tan entusiasta que no dudó en pedirle a su yerno (una vez más… ☺), una cita para ir juntos al carnaval de la ciudad y pasar una noche de locura solos los dos, ganándose un llamado de atención por parte de su indignada hija en tanto que el Saiyajin marcó muy bien su distancia alejándose de su suegra. El Dr. Briefs únicamente se encogió de hombros en gesto de resignación… total, no era la primera vez que su alegre esposa les hacía bromitas subidas de tono a su hija y yerno, pero nunca había pasado de allí.



    Y ahora, después de tan magnifico presente, a Vegeta le urgía aprender el más cursi de los poemas para declarar sus votos, y así no desilusionar ni a su mujer ni a su niñita.



    — Trunks… oye, Trunks… —a la medianoche de ese día podemos ver al Príncipe Saiyajin en la habitación de su hijo mayor.


    — Papá… ¿sabes qué hora es?...—el soñoliento muchacho abrió un ojo con trabajo—… mañana tengo que ir a la escuela—comentó soltando un bostezo.


    — Eso no me importa ahora… —le respondió el adulto minimizando el hecho, manteniendo el semblante serio—… Tienes que venir conmigo, es una orden —añadió con firmeza, en ese tono paternal que no permite ni admite excusas.


    — Está bien… —resignadamente Trunks se levantó de su cama tras soltar otro bostezo y siguió a su progenitor hasta el techo de la mansión.



    Sabía que cuando su madre dormía profundamente era casi imposible despertarla, por lo que no era de extrañarse el que su padre quisiera hablar con él a esa hora, sobre todo después de lo sucedido en la tarde.



    — ¿Qué es lo que necesitas? —le preguntó educadamente frotándose los ojos.


    — No me cabe en la cabeza toda esa basura de la poesía, y el escrito de Nappa es lo más fatuo que hizo en su vida… una estúpida forma de perder el tiempo —comentó el hombre entre dientes empleando un tono sarcástico.


    — Bueno, si bien entendí Nappa escribió esos apuntes con la esperanza que llegaría el día que encontrarías a la mujer ideal para ti, y así juntarte con ella para conservar viva a la raza Saiyajin… tú sabes a que me refiero —observó el chicuelo en tono casual encogiéndose de hombros.


    — Eso no le quita lo pusilánime… —Vegeta no ocultó su desagrado y lanzó un minúsculo disparo de KI a la lejanía, tal vez recordando la forma en la que había matado a Nappa.


    — Como digas… —Trunks prefirió dejar a su padre hacer; total, sólo era una pequeñísima cantidad de KI. Después de medio minuto consideró adecuado preguntarle—. Entonces, ¿quieres que te ayude a escoger un buen poema?


    — Tú sabes de eso, no yo —le contestó el Príncipe afirmando con un leve movimiento de cabeza, sin dejar de mirar el alto firmamento.


    —… OK., papá, si me lo permites me iré a dormir. Mañana te tendré el poema más adecuado antes que me vaya a la escuela, para que puedas memorizarlo —el jovencito soltó otro bostezo estirándose perezosamente, despidiéndose educadamente antes de elevarse para descender hacia su habitación.


    ─… de acuerdo… ─respondió Vegeta sin moverse de su lugar, con la negra mirada perdida en la lejanía.


    ─… bien, entonces descansa… ─fueron las últimas palabras de Trunks perdiéndose de vista.



    El Saiyajin se quedó allí por lo menos una hora más, meditando en lo que había leído del escrito e intentando repetir algunas de las frases más contundentes y chabacanas. Pero lo único que consiguió fue un punzante dolor de cabeza de sólo traer a su memoria la imagen del difunto subordinado.



    ─ Ese Nappa… siempre fue un tarado sin remedio… ─masculló entre dientes con una sonrisa cansina y melancólica.



    La verdad sea dicha sí había tenido un leve aprecio por Nappa, quien había sido como una especie de niñero personal al permanecer junto a él desde su más tierna infancia, soportando al despreciable engendro de Freeza y toda la bola de payasos a su servicio… bueno, incluso el grandulón llegó a cuidarle con esmero cuando lo consideró oportuno (algo no muy común puesto que Vegeta era un niño prodigio y bastante autosuficiente para cuidar de sí mismo). Al fin consideró que ya no tenía caso pasar más tiempo sin hacer nada por lo que regresó a su habitación, acomodándose lo mejor que pudo en el pequeño espacio disponible de la cama que su mujer dejó sin ocupar.



    Al día siguiente Trunks fue a despedirse de su padre antes de irse al colegio.



    ─ Nos vemos más tarde, papá ─le dijo alegremente hablándole a través de la pantalla del comunicador.


    ─ ¿Y bien? ─fue el cuestionamiento del Saiyajin mirándolo con seriedad mientras detenía sus ejercicios de calentamiento.


    ─ Descuida, no lo olvidé… ─el chico sacó del interior de su mochila una pequeña libreta y se la mostró─. ¿Vas a leerla ahora o la escondo en mi habitación sin que me vean? ─le preguntó con educada curiosidad.


    ─ Ni de loco la leeré en tu habitación… es seguro que la loca de tu abuela va a andar de chismosa para enterarse de cualquier cosa ─observó Vegeta negando con la cabeza e inmediatamente se presentó tras la puerta de acceso abierta extendiendo la mano para recibir el dichoso cuadernillo.


    ─ Aquí tienes… ─Trunks se le entregó con mucho cuidado─… que te diviertas… ─dijo con voz discreta y se retiró perdiéndose rápidamente por el pasillo.


    ─ Mph… ─resopló el Príncipe volviendo al interior de la Cámara de Gravedad.



    Pasó un par de horas leyendo las frases escritas por su hijo… de hecho eran bastante buenas aunque no dejaban de ser chocantes, por ello se le hacía tan complicado repetirlas.



    ─ De haber sabido que era así mejor no acepto… ─murmuró asqueado arrojando el pobre cuadernito al fondo del recinto.



    Sumiéndose en sus pensamientos se puso a meditar en las consecuencias de una negativa a estas alturas… no, no podía defraudar a su mujer después que ella le ha entregado más que un espléndido obsequio con motivo de una boda por la que siempre ha esperado; no podía desilusionar a su Princesita adorada, la cual lo odiaría por el resto de su vida; no podía mostrarse como un Príncipe sin palabra delante de su primogénito, el heredero de su raza y su orgullo Saiyajin. Además de todo, sería una verdadera deshonra para su linaje el que dicha noticia se diera a conocer por todo el séptimo universo pues, para colmo de su mala suerte, en la lista de invitados a la ceremonia se encontraba Beers, el dios de la destrucción, quien seguramente se mostraría ofendidísimo si se suspendía la fiesta y era capaz de borrar la Tierra del mapa interestelar por no haber podido comer su postre favorito. Y, para empeorar las cosas, la comparación entre él y Gokú, quien también había tenido que casarse en segundas nupcias ni bien volvió a la vida por segunda ocasión un par de años atrás, no se haría esperar.



    ─ ¡Mierda, mierda, mierda!... ¡Ese méndigo Kakarotto no es mejor que yo! ─exclamó a voz en cuello para sacar su coraje al tiempo que le palpitaba la vena de la sien, por lo que reinició su obsesivo entrenamiento aumentando la gravedad hasta 600. Su elevado KI provocó un leve temblor en toda el área de la Ciudad Oeste.


    ─ ¿Pero qué pasa? ─a Bunny Briefs se le cayó el pastelito que estaba saboreando a esa hora de la sobremesa matutina después del desayuno.


    ─ Se ve que Vegeta despertó con mucha energía esta mañana ─comentó el buen Dr. Briefs sosteniéndose firmemente de su asiento.


    ─ Ese Vegeta… ─suspiró Bulma agarrando su taza de café con ambas manos.


    ─ Bulmita linda, ¿cuándo crees que nuestro querido Vegeta instruya a la pequeña Princesa en el arte Saiyajin? Así ella podrá estrenar el bonito trajecito de entrenamiento que le hice con tanto cariño ─la señora Briefs pareció encantada por el pensamiento que cruzó su mente en ese momento.


    ─ Espero que sea pronto… ─respondió la nombrada sonriendo algo apenada.



    Y el gran día al fin llegó…



    ─ Bien, Whiss, no vayas a dejar de grabar todos los detalles de esta ceremonia… ─Beers y su asistente Whiss, también su maestro de años, ya ocupaban sus correspondientes lugares en la pequeña capilla construida ipso facto en el jardín de la residencia Briefs para la boda de Bulma y Vegeta─… así podré restregársela a Vegeta en su cara si alguna vez llega a ser necesario hacerlo ─puntualizó con firmeza y algo de molestia. A su parecer los Saiyajins se estaban volviendo más tenaces con cada pelea que ganaban, y eso no le agradaba.


    ─ Descuide, señor Beers, lo tengo todo arreglado… ─respondió el aludido sonriendo despreocupadamente, ya que él consideraba que su discípulo necesitaba un jalón de orejas de vez en cuando por más que fuera un dios─… Lo que de verdad ansío probar son los deliciosos y finos manjares que se encuentran por allá… hasta aquí me llega su embriagante aroma ─añadió con voz en éxtasis señalando hacia la zona reservada para el bufé.


    ─ Recuerda que los mejores son para mí ─puntualizó el dios de la destrucción con aire inquisidor.


    ─ Por supuesto que sí, señor Beers, sólo tengo que asegurarme de que de verdad sean suculentos ─Whiss soltó una leve carcajada de diversión dándole por su lado.



    El jardín de la mansión había sido bellamente adornado para la ocasión y los pocos invitados, los amigos cercanos, esperaban ansiosamente la aparición de los novios para desearles lo mejor.



    ─ ¿Y a qué hora vamos a comer? ─preguntó Gokú con voz de desilusión mirando también hacia el bufé con deseo contenido.


    ─ No me hagas pasar vergüenzas y compórtate, Gokú ─por ello Milk tuvo que tirarle de una oreja para obligarlo a sentarse correctamente.


    ─ Oye, Milk, eso sí me dolió mucho… ─el pobre sobó su adolorido apéndice al tiempo que de sus ojos brotaban unas cuantas lagrimitas. Gohan, Goten y Videl, sentados a su lado, sólo hicieron una mueca de resignación sin decir nada.



    En esos momentos el novio hizo su aparición en la plataforma central colocada para la ceremonia, al lado de su hijo mayor. Ambos lucían sendos trajes Saiyajins de la época dorada, más el Príncipe resaltaba por su aguerrido porte a pesar de su baja estatura, con la esplendorosa capa agitándose levemente al aire en tanto la armadura brillaba al sol.



    ─ ¿Cuánto habrá gastado Bulma en esos trajes? ─se preguntó Oolong con algo de suspicacia intentando adivinar dicha cantidad escrita en un cheque, y no pudo evitar soltar un silbido de admiración.


    ─ Bueno, ya sabemos que el dinero es lo que sobra en esta casa… ─mencionó Yamcha con una sonrisita condescendiente para minimizar el hecho.


    ─ Yo siempre lo he dicho… Vegeta es un suertudote en muchos aspectos ─ Kame Sen’nin no podía dejar de dar su opinión empleando un tono de hombre sabio y distinguido, al tiempo que afirmaba moviendo la cabeza suavemente.



    En menos de cinco minutos hizo su aparición la novia tomada del brazo de su padre, luciendo radiante en su blanco vestido, y ambos caminaron al compás de la más famosa marcha nupcial en tanto que Bra, quien era la encargada de llevar la cola, marchaba detrás de ellos dándose sus aires como si se tratara de su propia boda.



    ─ ¡Pero qué hermoso vestido! ─exclamaron Milk, 18 y Videl con gestos de admiración en tanto que Marrón daba su aprobación con la boca abierta de la fascinación.



    Con todos en posición sólo era cuestión de darle la formalidad al asunto.



    ─ ¿Qué dices, Vegeta, te parece lindo mi vestido? ─antes del principio Bulma le guiñó coquetamente un ojo a su consorte y futuro marido, hablándole en voz muy baja.


    ─… este… sí, claro, claro… ─el aludido enrojeció levemente de las orejas y decidió mirar hacia otro lado para disimular.


    ─ Tú te ves más guapo que de costumbre ─agregó la dama sonriéndole amorosamente.


    ─… Ejem… ejem… ¿podemos empezar ya, señorita Briefs? ─el prelado encargado del protocolo carraspeó para atraer su atención, y le hizo la pregunta empleando un tono educado, bajo y formal.


    ─ Por supuesto… adelante por favor ─ella tomó su lugar cediéndole la palabra.


    ─ Bien… estimados conciudadanos, nos hemos reunido para testificar el enlace matrimonial de este hombre y esta mujer… ─entonces el juez dio comienzo soltando el acostumbrado discursito para este tipo de rituales.



    El Príncipe Saiyajin sobrellevó el soporífero momento repitiendo en su dialecto natal, en tono muy bajo, muy bajo, lo que tendría que decir de un momento a otro, mientras Bulma lo miraba de reojo para meterle el codazo con el que llamaría su atención cuando fuera necesario. Por su parte los Briefs, sentados en la primera fila, estaban muy pendientes disfrutando el acontecimiento en todo su esplendor.



    ─ Es bueno contar con drones automatizados para las mejores tomas aéreas en los ángulos correctos… ─suspiró Bunny Briefs en tanto sollozaba muy bajito─… y nuestro Vegeta luce tan varonil y apuesto al lado de la linda Bulmita ─añadió limpiándose discretamente con un pañuelo.


    ─ Y que lo digas… ─mencionó el Dr. Briefs muy sonriente y despreocupado.


    ─ Mami es toda una reina ─dijo la pequeña Bra con la voz chillona de la emoción.


    ─ Guarda silencio, enana, que papá ya va a hablar… ─fue la reconvención de Trunks hacia la niña empleando un tono de reproche bajo.


    ─ Yo no soy enana, Trunks ─la chiquilla se mostró ofendida.


    ─ Shit… ─por respuesta el jovencito le hizo callar tapándole la boca con una mano, consiguiendo que ella le mirara enfurruñada.


    ─… ahora, señor Vegeta, por favor diga sus votos… ─pues ya era el momento justo de expresar la mejor oda que pudiese salir del ronco pecho de un Saiyajin.



    Bueno, al mal tiempo darle prisa, así terminaría con el tormento de soportar las miradas de todos los gorrones esos sobre su persona y podría comer a gusto sin ser ya molestado. Se volvió a mirar a su mujer, su compañera de vida, y sintió un nudo en la garganta… no es que quisiera huir de su lado, sino porque no estaba acostumbrado a tenerla así de cerca más que cuando gozaban sus momentos de intimidad de pareja.



    ─ Bien, Bulma, espero te quede bastante claro por qué acepté hacer todo este teatro, así que no me hagas repetirlo de nuevo ─casi de inmediato recuperó la compostura y el mal talante hablándole con gravedad para encubrir su bochorno.



    Ella no dijo nada para contradecirlo y simplemente movió la cabeza en un discreto meneo a modo de demostrar conformidad… a pesar de los años la seguía viendo como la criatura más bella del universo, con todo y su carácter odioso por querer tener siempre la razón (son tal para cual, así que no hay motivo de queja… ☺).



    ─… ejem, ejem… ─aclarándose la garganta dio una profunda inspiración para tomarla de las manos y mirarla directamente ya sin parpadear, y con la voz un poco alterada dijo lo siguiente: “Todos dicen que es mentira que te quiero porque nunca me habían visto enamorado… y te juro que yo mismo no comprendo el por qué tu mirar me ha fascinado…”


    ─… Vegeta… ─la dama abrió un poco la boca para mostrar su estupefacción… ¿desde cuándo su consorte sabía poesía?


    ─ Guarda silencio que todavía no termino… ─pero él le llamó la atención lanzándole una mirada un poco dura. En cuanto ella cerró la boca pudo continuar con su poema:

    “… Y es que son tus ojos de lindo mirar cual infinito azulado,

    Zafiros que Dios te ha dado para poderte admirar.


    Tus ojos azules como mar profundo, tan azules como el cielo raso;

    Azules como las alas del viento, eternos más allá de todo espacio…”


    ─ ¡Pero que romántico! ─el suspiro bajo de las pocas damas presentes no se hizo esperar, mientras que varios de los caballeros hicieron gestos de asombro e incredulidad. Nadie podía haber imaginado ese lado oculto del Príncipe Saiyajin.


    ─ De verdad que te esmeraste, papá… ─murmuró Trunks soltando un silbidito; a través del rabillo del ojo pudo apreciar como su hermana y su abuelita casi se orinan del éxtasis.


    ─… ─ajeno a todo eso Vegeta continuaba declamando─…

    “…Tus ojos son como palomas que despegan sus alas al viento;

    Me elevan, me llevan, me transportan más allá del pensamiento.


    Las olas de tus bellos ojos arremetieron contra los muros de mi corazón.

    Poco a poco los sometieron, y doblegaron ante ti mi razón.


    Tus ojos hacen zozobrar los míos en el vaivén de profundas pupilas,

    Recio oleaje ahoga mis pensamientos; inunda, llena de placer mi vida…”


    ─ Gokú, deberías decirme un poema de vez en cuando ─le dijo Milk a su esposo con algo de reproche contenido.


    ─ ¿Mmh?... ─el aludido Saiyajin de peinado alborotado la miró con incomprensión─… ¿entonces eso que está diciendo Vegeta es un poema? ─preguntó confundido. La pobre morena no azotó en el suelo gracias a que su hijo mayor la sostuvo rápidamente.


    ”… Son tus ojos mi máquina del tiempo y en ellos veo mis recuerdos, mi pasado: Sin ti, tristes días de desánimo, y mis sueños, mi futuro a tu lado.”─y en pocos minutos el Príncipe Saiyajin concluyó su elegía─. Y si esa no te parece una respuesta adecuada a lo que me has pedido pues entonces no hay nada más que hacer… ─agregó con algo de severidad sin haberle soltado las manos a la que a partir de ahora sería definitivamente su esposa legal.


    ─ ¡Oh, Vegeta, yo también te amo! ─Bulma no pudo controlar el enternecido llanto y, sin importarle turbar más a su ya marido formal, se arrojó a sus brazos plantándole un tronado beso en los labios─. ¡Vamos a seguir juntos por el resto de nuestras vidas! ─añadió gozosa.








    Nota informativa: poesías tomadas de la página http://www.mundopoesia.com/foros/temas/tus-azules-ojos.74484/


    Fue un suplicio para mí el darle al Príncipe Saiyajin un toque de romanticismo sin caer en el exceso, y el encontrar una poesía adecuada con la cual expresar lo que siente por su señora… tenía un libro de poesía donde encontré la que necesitaba pero desgraciadamente, a la hora de la hora, no lo hallé entre mis cosas (sospecho que cambió de lugar durante la última limpieza anual… ☺).


    Un saludo y gracias por leer, no prometo retomar este fic pero lo intentaré, ¡de verás que sí!
     
    Última edición: 14 Febrero 2017
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    Fushimi Natsu

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    Lo que verdaderamente me conmovió, fue el momento donde Vegeta recibe el traje que usaría para la boda. Me encantó el hecho de que se quedara sin palabras <3

    E imaginarme a Nappa escribiendo poesías que ayudaran a Vegeta en un futuro fue mortal XD Estoy segura que en el fondo nuestro príncipe se arrepiente de haberlo matado, de lo contrario podría hacerlo en cuanto Trunks le dio su libro.

    Me encanta Bra y el amor que siente hacia su padre. De hecho, me encanta que, junto a Bulma y Trunks, siempre mostraran el apego que sienten por Vegeta. Algo que los demás pueden no entender, pero ellos que lo conocen en su vida diaria saben que hay más en él además del orgullo y las ansias de pelear.

    Para todo lo que has narrado, siento que la historia ha quedado corta. Como que le faltaron ciertos detalles o que pasabas de escenas muy deprisa. En especial aquí en la ceremonia, me hubiera gustado ver la cena posterior con los muchachos tratando de molestar a los recién casados, o haciendo comentarios sobre el lado "romanticón" del tipo más frío e inhumano que habían conocido.

    Como sea, esto no quita que haya sido un escrito precioso. Y, más que romántico, yo sentí ternura a cada momento. Vegeta sacrificándose en honor a su familia, a la que no quería desilucionar al retrastarse en una tontería a la que no le encontraba sentido; buscando ayuda en su precioso niño (que amo que Trunks sea su orgullo aunque no quiera decirlo); Bra mostrando su entusiasmo por todo lo relacionado a su padre; los señores Briefs que con tanta calma aceptaron a Vegeta hace tiempo y amoldaron sus vidas en torno a los saiyayin. En verdad que adoro esta familia más que a nada<3

    Gracias por invitarme, en verdad lo disfrute. Saludos~
     
    • Adorable Adorable x 1
  3.  
    MaryMishe

    MaryMishe 환영

    Tauro
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    ¡Awwwww! amiga mia ¿que te puedo decir?
    Me hiciste llorar encerio siempre quise ver a Vegeta en tono romántico....y cuando narró el poema , la boda...me lo imaginé como si de verdad hubiera sido parte del super! Me encantó!!!! <3
    En este cap extrañe a Nappa como no tienes idea...jaja escribiendo ese libro "El arte de amarte" , Akira debería hacerlo cannon ¿no crees? XD
    Me encanto , Bra como siempre demasiado tierna...lo que no me esperaba fue ver al Dios de la Destrucción y a su acompañante en la boda...aunque claro solo estaban de gorrones (por la comida) jajaja XD
    Amé la parte en la que Bulma se sorprende cuando Vegeta narró la primera parte del poema...me la imagine con ojos brillantes viendo al susodicho XD
    AMO ESTA PAREJA!!!!!!
    AME TU FIC!!!! <3
    El traje que le pusiste a Vegeta....como digno saiyajin que es...puufff!!!! amé esa parte no se me llegó un sentimiento de nostalgia....al imaginarlo asi....digno hijo del Rey Vegeta....aaayyy...amiga este Fic si que me llegó jeje estoy muy muy conmovida (vamo a llorar) XD
    Felicidades amiga mia y perdon por perderme ...otravez XD jejeje :D
    Buen trabajo :*

    :inlove:
     
    Última edición: 15 Marzo 2017
    • Fangirl Fangirl x 1
  4.  
    Luncheon Ticket

    Luncheon Ticket THE BE(a)ST

    Virgo
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    ¡Jajajaja! Es elogiable la referencia al meme de Nappa y su libro El Arte de Amarte.

    [​IMG]

    Juro que me dejaste encantado, muy ingenioso. Como siempre, tienes una narrativa excelsa en cuanto a lo descriptivo. Aunque, y la otra vez olvidé mencionarlo, como que abusas un poquitito de los puntos suspensivos. Peeero, salvo ese detallito (muy personal, en realidad), estás como un pez en el agua.

    La historia cumple, los personajes están muy bien desarrollados, respetando eficientemente sus personalidades, su forma de ser.
    Otra cosa que me llamó muchísimo la atención fue el poema que incluíste de esa otra página. Me habías dicho hace poco que no te dabas tanto a la poesía y que no te sueles pasar por ese foro. Entonces, y solo por curiosidad, ¿cómo conseguiste ese poema? ¿El autor es tu amigo? ¿Lo encontraste de casualidad? La historia detrás de este tema ha de ser interesante.

    Pues eso, muy bien hecho, mi estimada. La verdad he de reconocer el empeño que le impregnas a tus trabajos. Un saludo y hasta otra.
    ;)!!
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  5.  
    InunoTaisho

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    Los memes de Nappa fueron mi inspiración, lo admito...

    [​IMG]

    Sobre los puntos suspensivos... es que no hallo algo mejor que hacer con tanta puntuación... :aniblush: (pero intentaré no abusar, me estoy mentalizando en ello)

    La poesía la encontré por casualidad examinando páginas de poesía (fue algo agotador leer poemas y poemas dado que, como te dije, no soy fan de la poesía y menos del romanticismo como tal) , y me llevo algún tiempito encontrar una que cumpliera con mis especificaciones para no hacer ver a Don Veggie demasiado OoC derramando miel delante de todos. Como bien señalas me empeño en estudiar a los personajes para no desmerecerlos en una historia que por ello realmente escribo muy poco, y este fic quedó en suspense dado que la inspiración de continuar fue sustituida por otras cosas.

    En fin, te agradezco por darme tu crítica profesional y te invito a seguir leyendo más por si gustas.
     
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