Historia larga Crónicas Mágicas Aendir: Las piezas de la oscuridad

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Poikachum, 17 Septiembre 2018.

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    Poikachum

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    Crónicas Mágicas Aendir: Las piezas de la oscuridad
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    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    6284
    Hola a todos, tras mucho tiempo, aquí les traigo la continuación de la primera parte de Aendir ^^. Como no etiquetar a mi más fiel seguidor e.e Reydelaperdicion . Espero que te guste :D

    Sin más dilaciones....




    1

    Catherine



    Aendir, Aendir, Aendir...ese nombre que resuena en mi cabeza constantemente, solo he escuchado ese nombre desde que tengo memoria, un mago con unas capacidades formidables que salvo el reino mágico hace dos años. Aunque no lo consiguió él solo, la gente lo considera como un ídolo, un gran héroe, una persona que te da esa calma hasta en los momentos difíciles y por la cual estás dispuesto a morir para que él siga viviendo. Pero esa persona ya no se encuentra en el reino, solo me dijeron que se marcho muy lejos, al gran reino de los elfos, un lugar mágico el cual nadie puede entrar sin el permiso de estos seres que poseen unos conocimientos sobre la magia superior al resto de razas.



    En cuanto a mi, mi nombre es Catherine a secas, fui creada por los científicos del reino como un experimento que marcaría un antes y un después en la ciencia mágica. Tengo una hermana mayor por segundos de nombre Elisabeth, nos parecemos bastante físicamente, prácticamente somos identicas salvo por un detalle, el color de nuestro pelo, yo soy rubia y ella morena. Para poder crearnos, seleccionaron las células de un hombre y las implementaron en una mujer que tiempo después daría luz a mi hermana y a mi de forma natural a través de su cuerpo.



    El caso es que mi madre es Luna, muchos la conocen en el reino pero a quien más conocen es a mi padre, el mago Aendir, si...el mismo héroe en persona...pero había un problema con la ''clonación'',debido a que mi padre tenía sangre demoníaca y elfica, no podía tener ambos poderes porque mi cuerpo reventaría dado que la ciencia aún no esta tan avanzada y es por ello que crearon dos embriones, yo llevo la sangre demoniaca y mi hermana la elfica. Uno de mis mayores deseos es encontrarme con él, ni siquiera sabe que existo...ahora que se sabe que el mundo esta de nuevo en peligro debido a que Erkrul mejor conocido como el príncipe del odio podría regresar a la vida, su cuerpo fue separado en ocho piezas conocidas como las piezas del mal, cada una de ellas alberga un gran poder que no puede ser destruido, al menos de momento.



    Para ello hemos sido adiestradas por Kizon, un mago que ayudo a mi padre y que ha sido la figura paternal hasta el momento. Sin embargo, ahora él se ha marchado también dejando la protección del reino en manos de unos nuevos magos en quien se puede confiar. En cuanto al reino, ha recuperado la diplomacia con el resto de reinos: Itano, Nubundas y Eurur. Por lo que conozco de la historia, antes de la Revolución de los Renegados, hubo otra revuelta que fue llevada a cabo por Misaki contra el anterior rey de nombre Erkrul, si...el mismo príncipe del odio, pero eso es otra historia, solo puedo decir que el resto de reinos no ayudo al príncipe Maosh, hermano de Sahim a detener a este rey maligno, y una vez terminada la guerra, mi abuelo fue desterrado y Maosh murió dando lugar a que Oibyn colocase al actual rey que fue quien cortó las relaciones con el resto de reinos ha logrado restaurar esas relaciones de nuevo.


    Hoy es el día que comienzo de mi aventura, ojala pueda verte padre, no puedo permanecer más tiempo en el reino mientras tú te encuentras fuera arriesgando tu vida. Lo siento madre, es una decisión que te guste o no, voy a hacer.



    —Despierta...despierta...venga despierta Catherine—dijo una voz con suavidad.

    La joven poco a poco fue abriendo los ojos, escuchó un sonido que le hace reaccionar y hace que se situe en el lugar donde se encuentra. Una especie de cápsula se abre delante suya, un hombre con una bata blanca le mira como tratando de encontrar algo.

    —La revisión ha salido bien, todos los problemas han sido resueltos gracias a la máquina y por lo que parece, tu poder se ha incrementado considerablemente aunque aún estés lejos del de tu hermana Elisabeth—saca unos papeles por una rejilla de la máquina.

    Catherine sale de ese aparato redondo completamente desnuda, ignorando al hombre se acerca a la mesa cercana donde se encuentra su ropa y se empieza a vestir sin decir nada. La sala era bastante amplia en altura y embergadura, paredes blancas, todo limpio, una máquina que solo utilizaba el hombre de nombre Lym y otros artefactos más pequeños que no sabía para que servían ni le interesaba saberlo.

    —¿Has tenido algún problema al usar tu poder?, ¿dolores de cabeza?,¿cansancio?—pregunta el hombre acercándose.

    —No, ninguno...solo el desarrollo de mi cuerpo pero por lo que usted ha dicho ha sido resuelto, me noto diferente—responde de forma seca mientras se examina en uno de los espejos.

    —Bien, ahora eres completamente perfecta...quizás el problema del desarrollo fueron tus células...no es fácil desarrollar un organismo vivo a partir de la sangre, te hemos creado con 17 años y no has tenido el proceso de una persona normal al crecer, lo mismo pasaba con tu hermana—explicaba el hombre tecleando en el ordenador mientras miraba una especie de pantalla creada por un cristal de poder.

    Catherine se termina de vestir colocándose las botas de combate, se sentía a gusto con ese traje, a fin de cuentas era una maga del ejercito, una túnica completamente verdosa con manchas negras.

    —Aquí hemos terminado, puedes marcharte...si tienes algún problema ya sabes donde estoy—dice mientras sigue mirando su pantalla.


    La joven maga sale del laboratorio siguiendo un pasillo largo mientras se va encontrando gente que trabaja allí que le miraban de reojo dado que conocían su origen, les daba miedo, temor y la trataban de forma diferente. Al principio le costaba caminar por ese lugar, entraba y salía todo lo deprisa que podía por las miradas que le lanzaban los demás, sentía miedo, esos ojos clavados en ella desde que entraba hasta que salia pero con el paso del tiempo fue perdiendo la verguenza hasta llegar a incluso tomarse su tiempo en abandonar el laboratorio.

    Al salir se encuentra con alguien que no esperaba ver por allí, un chico de mediana estatura, melena oscura, ojos azules, vestido como ella y con esa sonrisa que siempre tenía en la cara.


    —Hola Catherine, ¿ha ido bien la revisión?—el joven estaba apoyado en la pared del edificio.

    —No esperaba verte por aquí Brandon, ¿acaso estabas esperandome?—ella se detuvo para hablar con el joven.


    El chico asiente mientras sigue apoyado, incluso se ha acomodado.


    —Vengo a hablarte de cierto asunto

    —Si se trata de mi hermana...lamento que te haya roto dos costillas, ya sabes que tiene una gran fuerza

    —No es nada de eso, ya estoy curado y no hay de que preocuparse—se da unos toquecitos en el costado haciendo ver que se encuentra bien.


    La chica suelta un suspiro, tenía planeado hacer unas cosas y ese día no contaba con mucha paciencia pero decidió escucharle.


    —Di lo que tengas que decir, ando justa de tiempo

    —De acuerdo, ire al grano...al parecer Kizon ha dado con la localización de una de las piezas, se encuentra en el reino de Itano y pense que tal vez te interesaría saberlo—el joven sonríe esperando la respuesta de la joven.


    Catherine se da la vuelta y mira al mago a los ojos.

    —Gracias por la información, es bueno saber que se encuentra bien

    —Es normal, es como un padre para ti aunque tu verdadero padre no sepa que existes—un golpe se escucha cerca de su oreja derecha rompiendo el trozo de pared haciendo que caigan unos restos al suelo.

    En un momento, ella se ha plantado cerca suya y ha dado un puñetazo de aviso mientras le mira furiosa, si hay algo que odiaba era que le sacaran ese tema, que su padre no sabe que existe.


    —Oye, relajate...vaya genio...también tengo información acerca de tu padre, si te interesa te la digo—ella retira el puño, el joven a pesar de la amenaza sigue inmovil y ni se ha inmutado ante el golpe de este.

    —Adelante, sueltalo—la impaciencia se podía apreciar en su voz y en su mirada.

    —Muy bien, al parecer después de entrenar un año y medio con los elfos marcho a buscar las piezas para detener la resurrección del príncipe

    —¿Y donde se encuentra?—Catherine lo toma de la túnica.

    —No se sabe exactamento pero según el consejo podría estar al Sur de Eurur, aunque es peligroso dado que es una zona donde solo hay maleantes y tipos rudos, es un lugar donde habitan sobretodo mercenarios que viven de los trabajos de la capital de su reino—explica mientras le mira a la cara.


    Catherine le suelta y el chico se acomoda su túnica, realmente tenía mucha fuerza.


    —No me digas que pretendes ir hasta allí

    —Debo encontrar a mi padre, quiero...quiero que sepa que existo, soy su hija y además...estoy cansada de estar aquí sin hacer nada, solo entrenando

    —Te acompañaría encantado...pero que sería de las damas de este sitio sin mi presencia—se pasa la mano por su melena mientras cierra los ojos y alza su mano con gesto egocéntrico.

    —Haz lo que quieras, de todas formas no necesito tu ayuda—se marcha a toda velocidad dejando al chico en aquella postura.



    […]


    El consejo se encuentra reunido en una gran mesa redonda donde hay cinco sillas, ya están todos presentes en el lugar esperando para que la sesión de comienzo. La sala además de contar con un gran espacio, algo de comida y comodidad, contaba con un hechizo para evitar que nadie del exterior pudiera escuchar o espiar sus conversaciones.


    —Ejem, creo que es hora de ir empezando—dijo Recy mientras se acomoda en su silla.

    —Si, es lo mejor y este asunto no puede esperar más tiempo—esta vez es Sahim quien con un golpe de mazo da inicio a la reunión.


    Los otros tres asientos son ocupados por magos veteranos que conocen todo lo que ha ocurrido a lo largo de los años en el reino, sus errores, como mejorar la economía, la vida de sus habitantes...pero estaban ahí para hablar de un asunto más serio, Erkrul el príncipe del odio.


    —Como bien sabeís, Kizon se encuentra buscando una pieza y Aendir otra, pero sabemos por fuentes que nuestros enemigos ya poseen una de ellas. Y no se van a detener ahí como es obvio por lo que ya deben estar buscando las demás piezas...debemos enviar a gente para que localice el resto—Recy expone el problema a tratar con gesto serio.


    El resto se queda en silencio durante unos segundos.


    —Sin Aendir ni Kizon el reino esta bastante desprotegido, los nuevos magos son fuertes pero no hay ni punto de comparación con ellos dos...si además de eso enviamos a gente poderosa como Alvric o Venson nos quedaremos muy indefensos—uno de los veteranos de nombre Shun trata de poner las cartas sobre la mesa.

    —Bueno...podemos enviar a Elisabeth, a fin de cuentas es muy fuerte, tiene conocimientos y la templanza suficiente para afrontar un desafio como este—ahora es Zenith quien habla y propone una solución al problema.

    —Tienes razón, a diferencia de Catherine, Elisabeth es más prudente , tiene un talento nato, sabe pelear, tiene fuerza, la sangre de los elfos corre por sus venas y conoce hechizos de alto nivel—Garak el hombre de más avanzada edad apoya la decisión de enviar a la joven dado que ha seguido de cerca el progreso de esta.


    Recy y Sahim se miraron durante unos segundos para luego mirar al resto, la propuesta de enviar a Elisabeth no les terminaba de convencer por un tema en concreto.


    —Hay un problema...Aendir no sabe nada de sus hijas, si por algún casual se llegasen a encontrar...¿qué pasará cuando se entere de que se llevaron a cabo pruebas sin su consentimiento?—esa pregunta deja a todos helados.


    Si ya de por si Aendir daba miedo debido a su poder, ahora que se había vuelto más poderoso no podrían pararle los pies, no destruiría el reino pero no quedo muy contento con la idea del experimento y tampoco con la de mantener al rey que trato de matarle.


    —Es un riesgo que tendremos que correr, ¿estamos todos de acuerdo en enviar a Elisabeth?—pregunto Recy mientras miraba a cada uno de ellos.

    Todos levantan la mano en silencio, Sahim no estaba del todo convencido pero era la mejor opción, conocía el potencial de su nieta pero aún así tenía dudas de enviarla aunque se alegraba de que fuera ella y no Catherine.


    Cuando los tres miembros salieron dejando a Recy y Sahim a solas, estos querían mantener una conversación sobre el asunto. Al cerrarse la puerta, ambos se miran detenidamente, no se han levantado de su asiento.


    —A mi me gusta tan poco como a ti pero sabes que es la mejor solución, ¿crees que será capaz?

    —Tengo fe en mi nieta, es serena, tiene valor, poder, conocimiento y sabe mantener la cabeza fría en situaciones de tensión, solo espero que no le pase nada malo

    —En cuanto a Catherine, cada vez cuesta más controlarla, quiere vivir aventuras, quiere ayudarnos en nuestra causa pero nos trae de cabeza ultimamente...se nota que ha salido a su padre—junta sus manos mientras mira unos documentos.


    Sahim dio un largo suspiro mientras miraba la mesa vacía.

    —¿Hay noticias sobre ese elfo oscuro?, según entendía a Zaas, buscaba las piedras para beneficio propio

    —No, desde esa noticia no sabemos nada, el asunto se complica por momentos, nuestro tratado con el resto de países se puede ir a pique si se enteran de que la verdadera razón por la cual hemos retomado las relaciones es porque es posible que las piedras se encuentren en los diferentes reinos—Recy tragaba saliva mientras miraba los documentos que mostraban las posibles localizaciones de las piedras.


    Recy se levanto para marcharse, ya no había nada más que hablar, la decisión estaba tomada. Antes de salir el joven mago mira a Sahim quien allí parado permanecía inmovil, sin inmutarse, como si fuera de piedra.


    —Tranquilo, todo saldrá bien—animaba el joven.

    —Recy...¿conoces la leyenda del árbol de la muerte y las semillas de la oscuridad?

    —Si, conozco la leyenda, entiendo que puedas temer que sea cierta pero no hay escritos más que cuentos sobre ello, te preocupas por demasiadas cosas, mejor ve a descansar, te vendrá bien—dice el joven saliendo por la puerta.

    El hombre se queda ahí sentado, sus huesos ya no son lo que eran y cada vez le costaba más aguantar el ritmo de vida que llevaba, probablemente pronto dejaría también su puesto en el consejo para dedicarse a una vida mucho mejor y lejos de la política.




    […]



    Catherine se encontraba recogiendo sus cosas, debía marchar sin perder más tiempo y la mejor manera de llegar a Eurur era por barco dado que el Sur del reino conectaba con Helmer. En una mochila introduce unos cuantos utensilios, brebajes, antídotos y monedas para los posibles gastos que podría tener en el camino, esperaba encontrar a su padre lo antes posible.

    Echa un vistazo a su cuarto, era justo como ella había pedido en su día, un cuarto normal, no muy grande, con una ventana para observar el reino, una cama, una lámpara, una mesa, cajones y un baúl donde almacenar sus cosas que apreciaba. Se queda allí durante un rato, mirando el lugar al cual no volvería durante un tiempo y casi se le saltaban las lagrimas de los ojos.


    —Debo hacerlo, tengo que encontrarte papá, abandonare el reino como tu lo tuvistes que hacer en su momento, definitivamente yo...¡te encontraré!—se decía a si misma apretando el puño.


    Catherine cerró la mochila y se aseguro de que estuviera bien cerrada, no quería perder nada por el camino, la aparta a un lado, toma papel y lápiz para escribir una carta de despedida porque de saberlo su madre no le dejaría marchar de ninguna manera.


    Querida madre:



    He tomado una decisión, se que no es lo que deseas pero marcho a buscar a padre y ayudarle a encontrar las piezas del odio. Si te lo hubiera dicho nunca me hubieras permitido hacer lo que voy a hacer y es por eso que te dejo esta nota.


    Nunca he visto a mi padre, no tengo la paciencia de Elisabeth pero voy a demostrar que soy fuerte e independiente. No puedo decirte a donde voy pero creeme, estare bien dado que he entrenado mucho durante todo este tiempo. Quiero ver con mis propios ojos como es papá, como es el legendario Aendir, si es tan poderoso como dicen y de paso desarrollarme como maga viendo otros lugares.


    Te quiere, Catherine.


    PD: Cuida de Elisabeth



    Tras asegurarse de que esta todo listo, deja la nota en la mesa sin nada alrededor que moleste o tape la pequeña carta que ha escrito. Agarra su mochila, se la coloca en la espalda mientras se sube a la mesa a mirar por la ventana, no había mucha altura y su cuerpo estaba preparado para el salto.


    —Vamos allá—pensaba mientras mira que no haya nadie alrededor.


    Da un salto y ploff, en unos segundos ha tocado suelo y ya esta lista para marcharse. Se asegura de que su madre no la vea dado que estaba en la planta inferior haciendo las tareas de la casa y era peligroso que la viera con la mochila.


    —Lo lamento mamá, te voy a echar de menos—miraba con cuidado a su madre que limpiaba uno de los sofás del comedor.


    Y así la maga dejo la casa para emprender su aventura, lo primero era dirigirse al puerto para poder comprar el billete. Por suerte no estaba muy lejos de donde vivía y le costaría apenas diez minutos.




    […]


    No muy lejos de la casa de Luna, en el cuartel, y en una de las habitaciones se encontraba Elisabeth tumbada mientras Recy estaba sentado a su lado, dando a la maga las instrucciones sobre su nueva misión. La maga escuchaba atentamente todo aunque por su postura no lo parezca.


    —Contamos contigo para esta misión, se que es muy difícil lo que te pido pero creemos que eres la más indicada para esta tarea

    —Lo comprendo...agradezco la confianza que depositaís en mi, me encargaré personalmente de ello señor—ella se levanta y asiente con la cabeza.

    —De las localizaciones más fiables, creemos que debes ir primero a Itano, la mejor forma de ir hasta allí es el nuevo invento llamado tren que se desplaza de un lugar a otro, hemos reparado y arreglado el camino para poder viajar, partirás cuanto antes y te colarás como un civil más—explica mientras se pone en pie.

    —¿No puedo usar los portales?

    —Para esta misión no, los portales están muy vigilados y si te ven aparecer pueden que sospechen de algo

    —Puedo ir con un nombre falso aunque tampoco saben que mi padre es...bueno...él

    —Ese es el problema, si lo saben, no me preguntes como pero lo saben

    —Puede que haya un espía dentro del reino

    —No lo sé...lo que es seguro es que debes tener mucho cuidado, no armes ningún escandalo y asegurate de pasar desapercibida. Ya no solo porque nuestras relaciones aún son débiles sino porque...—miraba a los lados por si habia alguien.


    Ella mira también a los lados, no hay nadie dado que estaban entrenando por lo que pueden continuar con la conversación.


    —Tu padre puede que en el reino sea alguien admirado pero para el resto del reinos no lo es, no tendrás la ''inmunidad'' de la que podrías tener aquí...perteneció al grupo de Misaki y luego la mato, no les importa las causas de ese asesinato pero matar a tu propia maestra esta muy mal visto entre los soldados y más en un país como Itano—explica Recy serio.

    —Entendido, ¿tendré algún tipo de contacto para teneros informaros o que me ayude?

    —Si, te estará esperando allí, responde al nombre de Xander, él te ayudara en todo lo que pueda—termina explicar el mago.


    Elisabeth se queda callada durante unos segundos, asimlaba la información y repasaba todo por si habia alguna pregunta que hacerle a su superior.


    —Lo he entendido todo, no hay dudas pero me gustaría saber algo

    —Adelante, ¿de qué se trata?

    —Si por un casual...me encontrase con mi padre...¿cómo actuo?

    —En ese caso, con normalidad, tu padre es un hombre razonable pero tu existencia y el de tu hermana es algo desconocido para él, por lo que vigila y elige tus palabras de manera adecuada—respondio el hombre con un gesto más serio.


    Tras esto, ya no quedaba ninguna duda o pregunta para hacerle a Recy por lo que el hombre le dejo a solas para prepararse para su partida, era una misión de gran importancia, la primera de semejante dificultad y deseaba estar a la altura.


    Elisabeth toma un poco de aire, se acerca a la pequeña fuente que habia en el cuarto y se echa un poco de agua por la cara para refrescarse, sentía la presión en su cuerpo y no habia empezado todavía la misión. Se mira al espejo y ve que su cara estaba roja, pensaba en poder ver a su padre y no podía evitar esbozar una sonrisa, era algo que no comprendía, notaba como su corazón se aceleraba de forma que palpitaba muy deprisa ante esa idea. Pero no había tiempo para pensar en ello, lo principal era prepararse bien y que no faltase nada.




    […]


    Itano, mejor conocido como hogar de las criaturas mágicas dado que en la longitud de sus tierras puede encontrarse las más raras y hermosas criaturas de este mundo mágico. A diferencia de Helmerno se encontraba rodeada por una gran muralla sino más bien por hechizos y barreras mágicas en los poblados que evitaban los ataques de las bestias procedentes de los cercanos bosques. En Meryc que era su capital, se podía encontrar el zoológico más grande del mundo donde mediante magia los habitats de los animales eran enormes pudiendo disfrutar estos sin tener que preocuparse por el espacio. El resto de poblados y ciudades eran normales, casas, mercados, civiles, puestos y tiendas donde poder comprar la diversidad de objetos mágicos.

    Lo que más vigilaban de los magos que entraban y salían de su reino era si transportaban animales dado que cualquier especie que se introduzca en su ecosistema puede alterarlo provocando un cambio drástico que sería muy complicado de combatir. Es por ello que la entrada de animales o criaturas mágicas de algunas especies estaba prohibida porque si se escapase sería peligroso aunque otro tema que les importaba mucho era sin duda la caza furtiva, ultimamente muchos salían a cazar y se tuvo que regular las especies, especialmente los osos de fuego, unos animales utilizados para fines poco éticos.

    Otra cosa que destacaba del reino eran sus soldados, cualificados, fuertes, inteligentes, no admitian a cualquiera entre sus filas, sabían montar a caballo, dragones y otro tipo de monturas permitiendo una ventaja en combate contra el enemigo. La disciplina era algo que valoraban mucho en el ejercito y sobretodo, la lealtad a su reino y a su rey, el joven Meller que para su corta edad(25 años)gobernaba sabiamente pero con mano dura en los momentos de dificultad.



    En uno de sus bares, dos hombres encapuchados se encuentran conversando tranquilamente mientras toman una cerveza fresca debido al calor de esos días.

    —Me alegra verte de nuevo, lamento no haber entrado en tu grupo aquella vez pero...tenía una familia que me necesitaba y un reino al cual le debo lealtad, no podía entrometerme en los asuntos de otro reino—decía el hombre echando un trago.

    —No tienes que disculparte, lo entiendo...lo importante es que ganamos y devolvimos el reino la paz que debía tener

    —Ese joven mago del que me has hablado, debe ser muy fuerte para que le haga eso en el brazo a un dragón—esbozaba una sonrisa.

    —Ni te lo imaginas, pero no estoy aquí por él, ya sabes lo que busco y debes darme esa información, me lo debes

    —Si,si...por lo que se rumorea en las altas esferas han hallado una pieza extraña de color azul cerca del monte Etrul, como desprende un enorme poder lo han rodeado y han asentado un campamento base, nadie que no tenga autorización puede acercarse por allí

    —Mierda...esto va a resultar complicado, Sahim me dijo que no levantara sospechas

    —Entonces,¿se trata de aquel príncipe?, esas piezas son...¿suyas?

    —Si, no me quedará más remedio que robarla, tendré que moverme rápido porque si por algún casual se descubre mi identidad las relaciones se verían afectadas—dice mientras baja la voz para que solo pudiese escucharle su amigo.


    Durante un rato se quedan en silencio bebiendo hasta que retoman la conversación.


    —He escuchado que has criado a la nueva generación, entre tus filas cuentas con dos chicas especiales por...su sangre y unos magos con mucho talento, ¿son tan buenos como dicen?

    —Así es, Brandon, Tamyr, Elisabeth, Catherine y...Obyn, es el que más me preocupa de todos aunque tiene un sentido de la justicia muy maduro para su edad, le ha dado al rey algún que otro quebradero de cabeza

    —¿Obyn?, ese nombre me suena—dice mientras deja su jarra vacía y pide otra.

    —Los científicos del reino ya trabajaban en la clonación mucho antes de que derrotasemos a la oscuridad, te suena porque es un clon de Oibyn, lo sé Predik lo sé, pero no podía matarlo, no hay en él oscuridad, pero si un gran poder y no debe pagar por los errores de su padre—se excuso sin mirarle a la cara.


    Cuando se dispone a seguir calla al ver que la camarera se aproxima con otra jarra, esta sonríe y la deja encima de la mesa mientras se lleva la vacía.


    —¿Te das cuenta de lo grave que es la situación?, estaís como una cabra, ¿que le pasa a tu reino?

    —Cada cual tiene sus normas y ética, yo me dedico a hacer lo que es mejor para el reino

    —¿Has tenido problemas con él?

    —No, ninguno, modificamos su memoria pero aún tiene defectos de la genética, no controla bien su poder pero con el tiempo...y las máquinas adecuadas lograremos mejorar esos defectos

    —¿Elisabeth y Catherine no muestran errores?—pregunta curioso mientras echa otro trago.


    El mago se calla durante unos segundos, bebé y tras un silencio algo incomodo decide responder.


    —Elisabeth presenta un problema, pero no es posible solucionarlo por el momento...creemos que la causa es su madre, por eso no queremos que se encuentre con Aendir, suerte que esta de viaje

    —¿Qué clase de problema?, ¿poder?, ¿carácter?

    —Sentimientos

    —¿Sentimientos?—preguntaba mientras se echaba a reír aunque por la cara de su compañero su risa cesa enseguida.

    —Su madre ama con su corazón a Aendir y tememos que parte de esos sentimientos se hayan pasado a Elisabeth, la clonación es imperfecta y muy compleja, nos queda mucho para poder entenderla

    —Es decir...se enamoraría de su padre

    —Así es...pero es solo una posibilidad, no sabemos si puede llegar a ocurrir eso, tanto la clonación como el amor es algo difícil de prevenir

    —Menudo problema...espero que podaís solucionarlo, algo así puede cambiar mucho las cosas

    —Si...debo preguntarte por último sobre cierta...organización—dijo lo último muy despacio.


    Predik casi escupe su bebida aunque no puede evitar que unas gotas caigan encima de la mesa que limpia con una de las servilletas mientras espera que se vaya la tos que le ha entrado.


    —¿Te refieres a la organización M?

    —Así es, quiero que me cuentes todo lo que sepas sobre ellos, he escuchado ese nombre en la boca de los civiles de aquí pero nada más que eso, su nombre, además lo decían en voz baja, casi susurrando—él baja la voz para que no le escuchen el resto de personas del bar que cantaban y se emborrachaban haciendo mucho ruido pero habia que prevenir.

    —Escuchame muy bien Kizon, no te involucres con ellos, además...esa gente son una secta de culto que adoraban a...Misaki


    A Kizon casi le da algo cuando escucha eso.


    —¿Que tiene que ver Misaki con todo esto?

    —Hace muchos años, cuando Misaki derrotó a quien sabes, formó un pequeño ejercito en las sombras junto a otros magos de los reinos, ella era la líder, con sus ideas se pretendían cambiar las cosas pero justo cuando estaba todo listo para llevar a cabo una revolución...aparecisteís vosotros y la matasteís, eso hizo que su figura se ensalzara, la líder que se sacrificó por sus súbditos

    —Entonces van tras Aendir porque fue él quien la mato

    —Así es, eso es todo lo que se, no se quienes lo forman con exactitud, como se mueven, su base...nada de nada...ni siquiera el rey lo sabe, son un quebradero de cabeza en las altas esferas pero se que es una tapadera, se hacen los inocentes y dicen no saber nada pero creo que este consejo esta bajo la influencia de ese grupo—susurra mientras toma su jarra para beber.


    El mago de hielo se queda mirando su cerveza y se la toma de un trago, estaba sediento de tanto hablar.


    —Por eso debes tener cuidado con quien hablas y alejar a toda costa a sus hijas, no deben venir al reino, al menos hasta que no desaparezca esa organización

    —Lo entiendo, muchas gracias por la información, cuidate amigo—dijo mientras se levantaba y abandonaba el lugar.

    —Y el tio me deja a mi la cuenta...en fin, por los tiempos venideros—tomo su cerveza de un trago largo y luego solto un pequeño eructo.


    Kizon se quedo fuera del bar durante un rato, pensaba en todo lo que tenía que hacer, en sus responsabilidades y obligaciones. Pero sobretodo en los frentes abiertos, eran demasiados, la diplomacia, proteger el reino, buscar la pieza del odio, vigilar que las hijas de Aendir no vayan al reino...eran demasiadas cosas en la cabeza y le estaba empezando a afectar, por ello decidió pasar la noche en una posada y tomarse el resto de ese día como libre, no había descansado mucho esos días allí y sino lo hacia, acabaría por volverse loco.





    […]



    En uno de los callejones de Helmer se encuentran Brandon y un hombre completamente tapado con una túnica y una capucha. Aprovechan de que a esas horas no se encuentra nadie por esa zona debido en parte al mal olor y que la basura se amontona en pilas haciendo huir hasta las ratas.


    —¿Has dado la información a Catherine?—preguntaba el hombre encapuchado.

    —Como me has pedido, ¿realmente esta Aendir en esa zona?

    —Nuestras fuentes indican que han visto a alguien muy parecido a él, pero no es algo que te interese, a fin de cuentas solo te interesa...esto—saca un fajo de billetes y se lo entrega.


    Brandon se pone a contar el dinero, al ver que estaba todo se lo guarda en el bolsillo mientras esboza una sonrisa al tener tanto dinero en efectivo.


    —Un placer hacer negocios con vosotros, ¿quieres que haga algo más?

    —De momento no, si necesitamos algo ya contactaremos contigo

    —Espera, hay algo que quiero saber...¿porque buscaís a Aendir?

    —Necesitamos hablar con él de cierto tema, lamento no poder darte más información pero son asuntos secretos—respondio mientras se marchaba.


    Brandon siguió con la mirada al encapuchado que en su espalda llevaba las iniciales MSR, no habia visto nada igual en su vida, conocía a las organizaciones secretas y las nuevas debido a que ese era su campo pero aquello le era totalmente desconocido.


    —MSR...sera mejor no perderlos de vista—pensaba mientras se marchaba de allí dado que el olor cada vez era más insoportable.


    Cuando salio del callejon vio que no muy lejos de allí se encontraba uno de sus amigos, como de costumbre iba vestido de soldado, con el pelo corto,arreglado, ojos de un negro intenso, con su estatura de 1,80, era atletico y un tipo bastante fuerte físicamente.


    —Ey Obyn, ¿qué haces por aquí?—pregunto mientras se acercaba.

    —Ah, Brandon, por sino lo recuerdas soy vigilante y me encargo de patrullar por esta zona para asegurarme de que todo esta bien—respondio mientras se paro para hablar.

    Brandon le puso una mano en su hombro, eran amigos desde hace tiempo y la relación entre ellos era muy buena.


    —Vamos a tomar algo, no seas tan aburrido

    —Te olvidas del deber, como de costumbre y eso te llevara a estar castigado lavando platos otra semana

    —Venga hombre no seas tan aguafiestas, solo una copa—rogaba el joven.

    Obyn le lanzo una mirada seria durante unos cuantos segundos, Brandon suspiró, conocía esa mirada de que no iba a lograr convencerle.


    —Lo entiendo, lo entiendo, eres una persona responsable y no quieres dejar el trabajo de lado así que supongo que me tendré que divertir sin ti, nos vemos—dijo dando media vuelta y marchándose al bar más cercano.


    Durante el trayecto, Obyn no le quito los ojos de encima, solo cuando habia desaparecido por completo escaleras abajo para ir a la parte Este de la ciudad. Entonces miro al callejon de donde habia salido y mirando que por algún casual Brandon se hubiera olvidado de decirle algo y apareciese de nuevo como habia pasado algunas veces.


    —¿Habra ido a mear a ese callejon?—se preguntaba mientras avanzaba hasta el lugar.


    Cuando llego se tapo la nariz del fuerte olor que salia del sitio, trataba de encontrar algo pero nada sospechoso, solo basura, comida, estiércol...decidio marcharse lo más rápido para seguir con su trabajo de vigilante dado que aún le quedaban dos horas de patrulla.


    En el tejado de ese mismo edificio que da al callejon, dos hombres enmascarados y tapados vigilan que el mago se marcha sin volverse o intentar regristar el lugar. A sus espaldas llevaban las iniciales MSR, los mismos que habian hecho negocios con Brandon aunque su tarea era otra.


    —¿Crees que sospecha de Brandon?

    —No, pero no tenemos que descuidar a ese chico, tiene un potencial enorme y pueda unirse a nuestra causa—el más bajo de los dos se sienta en el suelo.


    Su compañero se sienta también, le dolían las piernas de estar allí parado y entonces inicia la conversación con su amigo.


    —Ese es el hijo de Oibyn, ¿lo sabes no?

    —Si, se parece mucho a él físicamente pero su poder no es oscuro y tiene un sentido de la justicia que su padre nunca tuvo

    —Sin duda, en eso no se parece nada a su padre. En cuanto a Aendir cuando hablaremos con él

    —No hay prisa, de momento debemos actuar en la sombra, no estamos preparados y no sabemos con seguridad si se encuentra allí, cuando se marcho del reino de los elfos le perdimos la pista, usaremos a su hija para encontrarle y una vez llegado el momento intervendremos—explica el hombre.


    Su compañero asiente con la cabeza en señal de aprobación.


    —Necesito saber una cosa

    —¿De que se trata?

    —Al parecer los seguidores y complices del príncipe han encontrado una pieza pero según escuche a nuestro superior también tienen en su poder las semillas del árbol

    —Si, la leyenda es cierta, por desgracia esa fue la última información que tuvimos de nuestro espía antes de ser asesinado y arrojado a los demonios

    —Según la leyenda, esas semillas....solo de pensarlo me da escalofríos—un frío le recorrió la espalda haciendo que temblase durante unos segundos.

    —El príncipe tenía muchos seguidores en su día, pero a lo largo del tiempo sus seguidores han seguido aumentando, encima son demonios y bestias sin compasión. Por suerte, el portal entre ambos mundos se encuentra sellado, pero los fieles más poderosos se encuentran en este mundo ocultos en las sombras, buscando las piezas del mal—miro al suelo tras contarlo.


    Su compañero trato de animarlo.


    —Todo irá bien, solo...sigamos el plan de nuestro jefe y las cosas saldrán a las mil maravillas

    —Eso espero, al mundo le aguardan unos años muy duros, tras dos guerras aún quedan muchas que librar, pero nosotros cumpliremos un rol importante en la historia del mundo mágico—se puso en pie tras haber descansado un rato.

    —¿Nos vamos ya?

    —Si, nuestro trabajo ha terminado aquí, toca esperar que Catherine de el siguiente paso, sino me equivoco ya habrá salido del puerto, nuestro amigo le seguirá de cerca para ver si se encuentra o no con Aendir. Volvamos a la base y descansemos allí a la espera de más instrucciones—con un gesto de mano creo un portal.

    —Entendido, seguro que nuestros superiores ya han terminado la reunión—dijo antes de meterse en el portal.

    Antes de irse, echo un último vistazo al reino, quizás sería la última vez que vería Helmer tal y como se encuentra antes de que las cosas se complicasen. Y se metió para segundos después cerrarse el portal.


    Hasta aquí el inicio de esta parte, espero sus comentarios y opiniones al respecto. En los próximos habrá más descripciones, estos diálogos eran necesarios para introducir la historia ^^

    Proximamente, Capítulo 2: Vantage vs Aendir











     
  2.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Hola, paso a comentar el capítulo. Debo decir que tengo la impresión de que esta historia abarcará muchos temas más que la anterior, y ya con este capítulo se nota. Entre las piezas de la oscuridad, los múltiples reinos existentes, y los personajes estando cada uno en un lugar diferente, es obvio.

    No tenía idea de que la figura de Misaki hubiera sido tan importante, y me pregunto cómo fue que se enteraron de que Aendir la había asesinado finalmente. Ahora mismo, él ni siquiera saber que es el blanco principal de un ejército muy peligroso. Hay demasiadas cosas que él no sabe ahora mismo, y una de esas es la existencia de sus hijas. Me pregunto como va a reaccionar cuando se entere de que se hicieron experimentos sin su consentimiento, además de cómo será la forma en que tratará a sus hijas cuando las encuentre. Si es cierto que Elisabeth fue creada a partir de su madre, eso podría traer problemas según lo que ha dicho Kizon. Otra cosa que me gustaría descubrir es la reacción que tendrá Luna al saber que sus dos hijas se han marchado.

    No esperaba que Oibyn tuviera un clon, pero tal parece que es alguien totalmente distinto al Oibyn original, y quiero saber que tipo de rol tomaría en esta historia. No solo eso, sino también si formará parte de algún equipo importante, ya que se sabe que cuenta con un gran potencial mágico.

    Se han introducido varios personajes interesantes a la historia, pero como he dicho, los que más curiosidad me dan son las hijas de Aendir y el hijo de Oibyn.

    Voy a preguntar, ¿aparecerán Alvric, Ignace, Krystal y Venson en el futuro?

    Lo que más me llama la atención son las semillas de la oscuridad. Por alguna razón, me hace acordar a la película de Turles en Dragon Ball Z. Pero no lo sabré hasta no conocer más de dichas semillas. Ahora te marcaré un par de cosas.

    Brandon, Shun, Zenith, Garak, Xander
    ¿Piensas robar más personajes de mi historia? XD

    [​IMG]

    Ahora los errores:

    Quedaría mejor: ahora se sabe que el mundo está de nuevo en peligro debido a que Erkrul, mejor conocido como el príncipe del odio, podría regresar a la vida. Su cuerpo fue separado en ocho piezas conocidas como las piezas del mal. Cada una de ellas alberga un poder que no puede ser destruido, al menos de momento.



    Ahí sería mejor: fue quien ha logrado restaurar las relaciones que se cortaron con el resto de los reinos.

    Quedaría mejor poner "tomar" y no hacer.

    Allí faltaron los puntos al final.

    Allí usaste bebe como sustantivo cuando era un verbo.

    Y allí faltaron los signos de pregunta.

    También noté que faltaron un montón de tildes, y no solo en verbos en pasado, sino también en palabras como "quien", "que", "como" que cuando son usadas en preguntas requieren de tilde. Espero que corrijas eso en futuros capítulos.

    Por ahora eso es todo. Saludos.
     
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  3. Threadmarks: Capítulo 2
     
    Poikachum

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    Crónicas Mágicas Aendir: Las piezas de la oscuridad
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    4
     
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    La continuación de la historia, poco a poco vamos avanzando ^^

    Capitulo 2: Vantage vs Aendir



    Cuando me dijeron que Aendir era mi padre, yo no podía creerlo, es decir, yo, una simple niña en ese momento era descendiente directa del mago que era considerado como el más fuerte del reino y aunque crecí en un año más que cualquier persona del mundo a nivel hormonal, fue como si viera la luz. En los dos años de mi existencia el desarrollo que tuve fue tal que tuve hasta miedo de lo que podría pasar pero el doctor me dijo que era parte del experimento, a partir de los 17 años las células de mi cuerpo envejecerían al ritmo normal de las personas.

    Al principio mi hermana y yo eramos muy diferentes, yo pasaba el mayor tiempo leyendo cosas sobre la historia de los Renegados y como lograron reunir un ejercito para enfrentarse al actual rey que fue perdonado por haber sido controlado. En cambio, Elisabeth estudiaba la magia porque según me dijo Kizon, la sangre élfica te ''empuja'' a la búsqueda del conocimiento y la sabiduría explicando así el comportamiento de ella. También tenemos un hermanito pequeño llamado Zack aunque ya puede andar por todos lados trayendo a mi madre de cabeza, se que algún día se convertirá en un gran mago igual que padre y que nuestra madre sabrá criar con cabeza.

    Mi entrenamiento fue algo duro, mi abuelo Sahim estuvo entrenándome para que mi cuerpo estuviera preparado y así poder luego usar mi poder sin que este sufriera daño alguno. Durante los primeros meses me resulto tan complicado que estuve a punto de abandonar pero entonces me dijo que mi padre realizo el mismo entrenamiento que estaba haciendo yo. Mi hermana se puso a entrenar también más duro desde que le conté eso, ella tiene como una obsesión por padre, desea conocerle mucho más que yo y eso ya es decir mucho. Creo que ambas deseamos verle en persona para poder abrazarle, sentir que esta con nosotras y que se quede a nuestro lado para poder ser una familia como el resto. Aunque por otro lado ambas compartimos el mismo miedo, ¿y si nos rechaza o odia?, ¿nos tratará como a sus hijas o tal vez...no quiera saber nada?.

    Cuando mi madre habla de la personalidad de mi padre me hago ilusiones pero cuando le pregunto sobre este tema y como cree que reaccionara, ella se queda callada, no dice nada, cambia de tema o dice que no es el momento de pensar en eso. Pero pronto todas mis dudas desaparecerán, cuando encuentre a mi padre y lo tenga delante mia aunque no hay muchas fotos suyas, solo unas pocas y en dos años mi padre habrá cambiado mucho.

    Es hora de que mi padre descubra la verdad y tengo el presentimiento de que lo encontraré en Eurur, es como una corazonada, como si pudiera detectar o saber que esta allí, quizás sea solo mis esperanzas o tal vez, porque soy su hija y llevo su sangre formando así una conexión.

    Llego la hora de bajar del barco porque ya estoy aquí, en Eurur.





    […] -Sur de Eurur, Atlar, Habitación de Motel.


    El mago se encontraba lavando su cara, apenas habia podido dormir bien durante esos días, desde que dejo el reino de los elfos, era como si aquel lugar le protegiera de lo aquello que le atormentaba desde hace tiempo, solo que hasta el momento no pensaba en ello con tanto detenimiento.


    —No importa lo que hagas, da igual cuanto trates de ocultarlo, no puedes escapar de aquello que eres Vantage, al final debes escoger...entre seguir siendo un soldado o un monstruo, un monstruo que nunca podrá disfrutar de una familia, de dinero, de poder...porque solo hay una cosa de la cual disfrutas y te niegas a asumirlo...solo disfrutas...de la guerra, cuanto más matas, más fácil se te hace, la emoción que siente tu cuerpo cuando das ese golpe final—Una figura fantasmal estaba cercana al chico.

    Este da un largo suspiro, cada palabra que salía de aquella boca era como una puñalada en el corazón, no podía creerlo, estaba seguro de que eran visiones o quizás estaba maldito.

    —Déjame en paz de una vez...yo no soy así—alza su voz tratando de que eso acalle aquel fantasma.

    —¿Cuesta mucho admitirlo no?, solo te mientes a ti Vantage, no lo olvides, llevas en tu sangre la guerra, la destrucción, la rabia que sale en cada batalla...tus manos están manchadas de sangre de los que un día fueron tus compañeros, mira, mira tus manos—el joven se las mira y ve sangre.


    Las restriega por la pared dejando el color rojizo en aquellas paredes blancas mientras sus gotas caen al suelo manchando el piso. Luego abre el grifo y frota sus manos bajo el agua impregnando el lavabo también, no encontraba la forma de quitársela de encima.

    —Cuando admitas lo que eres, solo ese momento estarás en paz contigo mismo y podrás ser quien deseas ser, un mago que desea luchar, pelear, enfrentar enemigos que amenazan todo y quieres que esa lucha sea constante, hasta el fin de tus días

    —Yo...yo no soy un monstruo, tengo familia, una mujer y un niño, lucho por lo que quiero y deseo proteger. Quizás creías que yo sería como tu, pero no soy así...¡yo soy Aendir!—gritaba el chico para luego tomar aire.


    El mago sentía como su cuerpo se habia vuelto más pesado, su respiración más rápida, como si le costase tomar el aire que habia allí. El sudor recorría su cuerpo, su frente y sus manos temblaban, la sangre habia desaparecido aunque aquella figura no.


    —Veo que sigues negando los hechos, tu propia existencia, tu poder demoníaco nunca se sacia, siempre esta hambriento...¿qué sentístes cuando matástes a Estela?, placer, disfrutástes de tu venganza saboreando cada segundo mientras le arrancástes la cabeza de su cuerpo con aquella espada de hielo...mientras la sangre salpicaba tu rostro y tu cuerpo el placer de matar y aniquilar te invadieron

    —Yo no disfrute de aquello, te equivocas en todo

    —¿Seguro?, mientes muy mal Vantage...disfrutástes y mucho de tu venganza, solo que luego te pudo el miedo al ver tu verdadera naturaleza pero esa es lo que eres...no lo olvides

    —No olvido que no soy como tu...Misaki


    La joven figura de la mujer se vio de forma más clara ahora, ella sonreía mientras sonreía al chico que la miraba a través del cristal del espejo cuando pudo ver que desaparecio por completo. Ella se habia ido, o por lo menos, su figura fantasmal.

    Su respiración poco a poco fue volviendo a la normalidad, realmente era como si le hubieran puesto una maldición, aquel día después de la guerra apenas pudo pegar ojo por todo lo ocurrido y con el paso de las semanas parecía que lo iba superando pero quedaba claro que no dado que aún le perseguían los fantasmas de aquellas personas que había matado, sus compañeros.

    —Maldita sea...¿las pesadillas nunca desaparecerán?—se preguntaba echando las manos a su cara cubriendo su rostro mientras se sentaba en la cama. Y allí se quedo en silencio durante un rato esperando que todo aquello parase de una vez.




    […] Helmer, Casa de Luna.


    La mujer se encontraba reunido con su padre Sahim, tomaban el té y un poco de picoteo como lo hacian antes de trasladarse al reino, a veces recordaban el tiempo vivido en el poblado y también se entristecían el recordar a las personas que murieron por la causa.

    —Quiero que veas algo padre—dijo la muchacha entregando una nota al hombre.

    —¿Qué es?—preguntaba abriendo la cara que estaba doblada.

    Sahim leyó la carta de arriba a abajo y luego miro a Luna quien para su asombro estaba tranquila y sin decir nada mordiendo unas pastas.

    —Esto es malo, se ha marchado y tu ahí parada—reprocha el hombre.

    —Durante este tiempo he tratado de contenerla y evitar que vaya en busca de su padre, se que es muy fuerte y por eso no estoy preocupada. Es igual que su padre, siempre preocupado por los demás y de aventuras...creo que al final una se acostumbra a ello—decía mientras tragaba una de las pastas.

    —¿Y si le pasa algo?, por dios Luna es tu hija, mi nieta

    —No lo olvido, pero tu tampoco olvides que por sus venas corre la sangre demoníaca, dale un voto de confianza

    —Pues debes saber que Elisabeth se marcha a una misión, a Itano a buscar las piezas del mal, ¿te quedarás sin tus hijas?

    —Elisabeth...es más astuta que Catherine, siempre lo ha sido...no te negare que me preocupan ambas pero son mayorcitas y yo tengo bastante con cuidar de Zack como para retener a dos mujeres aquí, recuerda que soy joven y no tengo la autoridad ni experiencia tuya—recriminaba ella medio enfadada.


    Sahim cayo durante unos segundos mientras juntaba las manos, en parte entendía a su hija pero por otro lado creía que se preocuparía mucho más por sus dos hijas.

    —Tienes razón, lo lamento

    —No tienes que disculparte, comparto tu preocupación...además uno no se acostumbra a esta nueva vida llena de tranquilidad, de seguridad en una gran casa, sin mirar por la ventana para ver que no se acerque ninguna amenaza desde los bosques...tanta relajación al final sale cara

    —Si...es complicado pero ya nos acostumbraremos con el paso del tiempo, estoy seguro—dijo mientras esbozaba una sonrisa a su hija.

    —Me preguntaba...que hará cuando se encuentre con alguna de ellas

    —No lo sé, ese chico siempre ha sido una caja de sorpresas pero tengo fe de que todo saldrá bien

    —Eso espero, Zack se parece bastante fisicamente, tienen los mismos ojos

    —He escuchado algo acerca del científico que llevo el experimento de Catherine y Elisabeth...al parecer como aún queda una muestra de sangre de Aendir, en un futuro quieren crear otro clon de Aendir pero solo lo harán cuando hayan avanzado lo bastante para que sea perfecto

    —¿Perfecto?, yo no pienso tener otro hijo y menos de esa forma, accedí porque deseaba tener más niños pero ya es suficiente

    —Quieren usar a otra maga, alguien poderosa y juntar los poderes de esta y los de Aendir para crear un mago perfecto con un poder enorme. No puedo decir que sea verdad pero creo que tendré que seguir investigando—nervioso miraba a su hija que no daba crédito de lo que escuchaba.

    —No puedo creerlo, debes parar eso, no quiero que haya más problemas y Aendir puede que acabe odiando a sus propios hijos y a mi por haber accedido así que...debes poner remedio de inmediato

    —Tranquila, seguiré investigando y de ser verdad, procederé a cerrar toda prueba

    —Cuento contigo padre, por favor...ten cuidado

    —Descuida...¿entonces te parece bien lo de Elisabeth?

    —Que remedio, ¿acaso voy a poder evitar su marcha?

    —No, no puedes—respondió tajante.

    —Pues...ya esta...solo espero que tenga cuidado, no sabemos que pasará en Itano y seguro que alguien se encuentra detrás de las piezas ya como nosotros. Dile que se pase por aquí antes de marchar, quiero despedirme de ella y desearle un buen viaje—dijo la mujer algo cansada.

    —Se lo diré, aunque te noto cansada

    —Zack es un poco revoltoso, siempre jugando y tratando de ir de un lado a otro—esbozo una sonrisa recordando el momento donde persigue a su pequeño.

    —Ya veo, dale un beso de mi parte, marcho al cuartel a hablar con Elisabeth, nos vemos—se levanto de su silla, le dio un beso a su hija y se marcho por la puerta mientras Luna quedaba rendida en la silla tomando algo para recuperar fuerzas.




    […]-Helmer, Plaza de la Bruja Escarlata


    En la plaza se encontraba todo tipo de gente charlando, era un lugar concurrido, con tiendas, bancos, algún que otro árbol y en mitad de ello una estatua en honor a la Bruja Escarlata. Fue una maga que ayudo a levantar el reino mucho antes de la batalla de Misaki contra Erkrul y se dice que sus capacidades mágicas eran asombrosas.

    Sin embargo, algunas veces la paz del lugar se veía interrumpida por gamberros que molestaban a la gente, robaba carteras o lanzaban hechizos bromistas a personas ancianas. Y ese día, alguien estaba patrullando cuando se encontro con que los mareantes, un grupo de cuatro magos jovenes habían creado un dragón de fuego con llamas que no quemaba pero que asustaba a la gente. Aquello no solo incordiaba sino que hacia que las personas se marchasen ahuyentando a la población.


    —Mirad como corren, seguro que se han hecho caca encima—reía uno de ellos.

    —Si, sus caras son todo un poema—el otro le seguía el juego.

    De pronto vieron que alguien se acercaba a ellos, un chico joven y que parecía militar.

    —¿Qué narices quieres?, ¿buscas problemas?—preguntaba el líder levantándose del banco.

    —Soy un mago al que han asignado esta zona, vuestro comportamiento no es el correcto, debo pediros que ceséis cualquier acto como este—advirtió el mago.

    Todos se echaron a reír, incluso le lanzaron el dragón de fuego pero este no hizo nada por esquivarlo y la criatura atravesó el cuerpo del mago sin dejar secuelas.

    —En fin, voy a tener que arreglar esto—dijo mientras se subía las mangas de la túnica.


    En un parpadeo se puso cara a cara con ellos y en un abrir y cerrar de ojos los chicos estaban en el suelo tumbados, era como si el viento se hubiera detenido y de golpe sintieron una punzada de dolor en el estomago. Fue tan fuerte que apenas podían moverse, sus piernas no reaccionaban mientras que daban un golpe al suelo con el puño por el inmenso dolor que sentían.


    —¿Qué demonios eres?—preguntaba el único que pudo tener fuerzas para hablar.

    —Mi nombre es Obyn, si os vuelvo a ver haciendo de las vuestras tened por seguro que no seré tan gentil con quien incumple la ley y monta un escándalo en la plaza—dicho esto el joven se marcho dejando al grupo a que se terminase de recuperar.


    Cuando giro la esquina para seguir patrullando se encontró con alguien que no deseaba ver en ese momento, allí estaba como de costumbre y haciendo el vago, Brandon.


    —Veo que sigues a la tuya, ¿algunas vez trabajas?

    —Oye, esa no es forma de hablar con tu mejor amigo

    —¿Mejor amigo?, no digas tonterías

    —Muchacho, te hace falta una chica urgente, no puedes ser tan serio, si quieres puedo presentarte a alguien—le dio unos pequeños codazos tratando de que entrase al juego.

    —Lo siento, mi único amor es el deber, confiaron en mi para cumplirlo y así lo haré

    —Que aburrido, vengo a darte noticias sobre cierto asunto, ¿te interesa?

    —Si se trata de ese hombre que corría desnudo y borracho gritando que se acerca una catástrofe del cielo y que será la más grande que ha habido...ya ha sido solucionado, ha sido capturado y encerrado

    —No, un chisme como ese no me importa en absoluto, al parecer...alguien esta traficando con criaturas peligrosas, se hace llamar Meryx, al parecer tiene una colección importante y los trae desde Itano para venderlos a los ricachones—explico Brandon con sumo detalle.

    —Es un asunto serio, ¿donde puedo buscar a ese tal...Meryx?

    —Creo que por la zona Oeste, por allí puedes investigar a ver si alguien sabe alguna cosa al respecto, ten cuidado Obyn, o...debo llamarte...¿Lagarto Obyn?

    —No me gusta ese nombre, no quiero que me llames así, ¿queda claro?—sus ojos se volvieron amarillos y asustaron un poco a Brandon.

    —Eso es impresionante, pero no te lo recomiendo para ligar...das mucho miedo—entonces vio que la piel del rostro de su amigo cambiaba a un tono más verdoso y decidió parar para irse.

    —Oye, no olvides que mañana vendrá la comandante Krystal a revisar que todo esta en orden, es alguien muy importante así que no falles

    —Si, entendido, nunca falto a un evento como ese, nos vemos amigo—dijo mientras desaparecía con un chasquido de dedos.




    […]-Eurur-Habitación de Motel


    El recuerdo era constante, ese momento, donde libero poder para matar a Misaki, su maestra, la que un día fue su madre para él, poseída por la oscuridad trato de matárle por lo que tuvo que defenderse, fue en defensa propia. Eso era lo que el mago se repetía constantemente, no tenía culpa de aquello, era una guerra, ¿qué iba a hacer?,¿dejarse matar?, no...él no quería morir, tenía que sobrevivir, matar o ser matado, a veces se tocaba el costado, el lugar donde le apuñalaron y aunque esa herida ya estaba cerrada, parecía querer volver.


    Estaba en su límite, cuando parecía que iba a reventar y dar un alarido de dolor, alguien toco a la puerta haciendo cesar sus pensamientos. La puerta se abrió y de ella apareció un joven rubio, ojos azules y con el pelo muy corto.


    —¿Aún tienes esas pesadillas amigo?—preguntaba mientras veía la cara sudada de su amigo.

    —Si, ¿traes algo para calmarme?—se seco la frente con su mano mientras trataba de visualizar a su compañero.

    El chico se sentó al lado suya, traía algo consigo, unos pequeños botes con algo dentro.


    —Creo que esto te aliviara, por lo menos te ayudaran a dormir un poco

    —¿Somníferos?, si duermo...tendré pesadillas

    —No son somníferos, son calmantes, solo por esta vez porque se puede volver una adicción y no quiero que eso ocurra. Tus dolores y pesadillas cada día van a peor, tal vez el venir aquí ha sido una mala idea después de todo

    —Te equivocas, se que hay una pieza en algún sitio, eso me dijo mi hermano antes de marcharme y este sitio es perfecto para pasar desapercibido

    —Tomate una de estas—dijo sacando unas pastillas del bote.

    Aendir las miro por un segundo y luego se las echo a la boca para tragárselas todas de golpe. Sintió como recorrían su garganta hasta el estomago, por lo menos no eran amargas y eran pequeñas, no tardaron mucho en hacer efecto.


    —Dime,¿te encuentras más calmado?

    —Si, mucho mejor...gracias—tomaba aire más tranquilo.

    —Nunca me has hablado de tu familia ni de tu reino

    —Bueno, tengo un hijo y una mujer...sabes Agustín, nunca he podido permanecer en un sitio quieto, siempre de aquí para allá luchando...quizás algún día pueda vivir sin preocupaciones ni guerras...aunque creo que eso nunca pasara

    —Todo ira bie, ya verás amigo, ahora tenemos que encontrar esa pieza como sea, he tratado de encontrar la oscuridad que envuelve a las piezas pero no hay forma de detectar su poder, puede que sea tan poderosa que para evitar ser detectada haya usado un hechizo

    —¿Como es eso posible?

    —Al parecer las piezas tienen como vida propia, se protegen de alguna manera que desconozco, creo que vamos a tener que enfrentarnos a algún mal si queremos tenerlas en nuestro poder

    —¿Y luego que las tengamos?, porque no podemos destruirlas

    —Las llevaremos al reino de los elfos, allí usando su magia sellaremos cada una de las piezas por separado y las ocultaremos en un lugar seguro. De eso ya se encargaran los elfos que son buenos en el uso de la magia ancestral

    —No es mala idea...ahora...si me disculpas, me tumbare un poco a ver si logro descansar un rato gracias a esas pastillas—dijo mientras se tumbaba.


    Agustín hizo lo mismo en la cama de al lado, el viaje les dejo muy cansados y necesitaban recuperar fuerzas para la misión que les esperaba. Desde hace un tiempo, ambos eran muy buenos amigos, de hecho, para Aendir, el joven era como Kizon, un amigo en quien confiar.





    […]-Helmer, Casa de Luna.

    Ambas estaban cara a cara, la menor tenía todo listo para marcharse a realizar la misión, iba vestida con un vestido azul como iban muchas mujeres en esa época del año debido al calor. Además, llevaba en la bolsa su ropa de combate especialmente hecha para la misión, parecia una vestimenta normal pero fabricada para el combate, resistente y flexible. Pasaría desapercibida si la registraban aunque antes tenía que salir por la puerta donde su madre estaba entre ella y la salida.


    —Ya me ha contado el abuelo que te marchas a una misión, a Itano

    —Así es, es mi deber, ¿no fui creada para cumplir con las ordenes?

    —Fuisteis creadas para vivir, para tener una vida como el resto

    —No mientas madre, somos productos de la clonación, de clonar al héroe de esta era...Aendir,¿Catherine se ha ido de verdad?

    —Si, se ha marchado lejos, no se donde exactamente pero seguro que Brandon sabe algo, no se como lo hace pero siempre tiene información valiosa y tal vez...le pregunte sobre el asunto

    —Si la encuentro,¿la hago regresar?

    —Intentalo, aunque dudo que esa pequeña haga caso

    —Si...siempre tan revoltosa...en fin...es hora de irme—dijo mirando al suelo.


    Luna entonces rodeo con sus brazos a su hija, apretó como pudo mientras la sentía cerca, daba igual que hubiera sido creada, que fuera fruto de un experimento porque a fin de cuentas era su hija y eso iba a ser así siempre digan lo que digan.


    —Tengo ganas de ver a padre, quiero poder abrazarle como lo hacemos tu y yo ahora, espero que Catherine tenga el tacto suficiente si lo encuentra primero

    —Tal vez se ponga a chillar de emoción como cuando vio un gato por primera vez—dijo mientras recordaba esa escena.


    Ambas se echaron a reír, ninguna quería soltarse porque ese abrazo era lo que más necesitaban en ese momento, estar juntas como una familia.


    —Gracias por cuidarme de la manera que lo haces, a pesar de ser lo que soy me has tratado como una hija, siempre voy a estar agradecido por ello

    —No digas nada...eres mi hija, puede que fuerais creadas y plantadas dentro de mi, pero salístes de mi interior. Habeís sacado mucho más de vuestro padre de lo que creeís tu y Catherine, si por algún casual llega el momento donde lucheís junto a vuestro padre, protegedle, cuidadle...puede que sea poderoso pero aún así es humano, tiene sentimientos, problemas...por favor haced todo lo posible para que no muera—ella apretó más fuerte.



    En ese instante, Elisabeth vio a la Luna temerosa de perder a su familia, nunca la habia visto de esa manera, quizás llevaba tanto tiempo aparentando ser fuerte que olvidaba que oculta una cara más simple y maternal.

    —Te lo prometo madre, haré todo lo que este en mi mano por ayudar a padre, tal vez la familia salvemos el mundo y todo, todos juntos—la joven se solto un poco y miro a su madre para dar paso a una pequeña risa.

    —¿Crees que algún día pueda ser como padre?, es decir...¿tener mi propia leyenda?

    —Todas las personas tienen la suya propia, unas se recuerdan más que otras pero tu padre aún no ha hecho más que empezar...le aguarda un destino duro y cruel, pero tal como me dijo una vez tu abuelo, Aendir va a marcar un antes y un después en el mundo mágico, aún quedan muchas guerras dado que la oscuridad siempre vuelve pero con cada oscuridad, una luz aparecerá

    Un silencio ocupo la casa, por fin se separaron y se miraron a los ojos, ambas esbozaron una sonrisa y Elisabeth sabía que era hora de irse.


    —Me voy, volveré cuando termine mi misión—tomo su bolsa y abrio la puerta.

    —Adiós, cumple con la misión y vuelve sana y salva—dijo mientras veía como se marchaba cerrándose la puerta quedando sola en la entrada.


    […]-Itano-Monte Etrul


    En una de las zonas más altas de la montaña se encuentra una de las piezas del mal, rodeado de tiendas de campaña, los encargados del reino han montado un campamento base, no solo eso sino que además unas casas de plástico blanco rodeaba toda la zona y se conectaban mediante pasillos del mismo material. Al parecer temían que tuviese algún tipo de magia que pudiese afectar a la zona montañosa, no desprendía radiación pero montaron todo aquello por pura precaución y usaban magia en sus cuerpos para evitar que alguna toxina se esparciera provocando una catástrofe medio ambiental.

    Unos guardias vigilaban que ningún civil se acercase a la zona para evitar cualquier incidente aunque era complicado porque siempre se acercaban curiosos para ver más de cerca. No muy lejos de allí y escondido entre los arbustos, se encontraba Kizon observando con detenimiento todo aquello. No quería llamar la atención ni mucho menos pelear pero si las circunstancias lo requerían no tendría otro remedio pero no mataría a nadie.


    Desde el exterior se podía apreciar que una luz de color rojiza sobresalía de tanto blanco, aquello debía ser la pieza que emitía esa brillantez. Entonces vio que unos hombres de bata blanca salieron del edificio para hablar entre ellos, Kizon uso su oído de dragón para escuchar su conversación.

    —¿Qué puede ser ese artefacto?—preguntaba uno de ellos.

    —Nunca en mis años como científico he visto algo parecido a esto, lo único que hemos podido sacar es que desprende un poder increíble, puede usarse como fuente de alimentación

    —Puede ser el hallazgo de la historia, tenemos que hacerle pruebas y análisis para poder saber más sobre eso—comentaba mientras se limpiaba las gafas.


    Kizon seguía escuchando mientras ideaba un plan para poder robar la pieza, eran unos veinte o más, en cambio él estaba solo.


    —Voy a tener que usar la fuerza, no me queda otra—pensaba mientras se levantaba listo para actuar.


    En ese instante, la pieza empezó a brillar más intensamente haciendo que todos los que estaban allí salieran del lugar y se mantuvieran a unos pocos metros asustados de lo que pudiera ocurrir.


    —¿Qué demonios esta pasando?—gritaba uno de los científicos.

    —La pieza esta brillando más de lo normal—respondía uno de los vigilantes alejándose.


    Segundos más tarde se produjo una pequeña explosión rojiza, la luz les cegó durante unos instantes evitando que pudieran ver lo que ocurría. Cuando Kizon pudo abrir los ojos, vio a todos allí parados pero sobretodo, una enorme criatura estaba plantada en mitad del campamento, parecía un demonio, cuernos, rostro con muchos ojos, brazos con cuchillas, alas y unas garras muy afiladas. Lo peor no era eso sino que era de un tamaño de unos cinco metros de altura.


    —¡Es un monstruo, matadlo!—ordenaba uno de los científicos.


    Todos empezaron a lanzar hechizos a la criatura que estaba allí quieta pero ninguno de los ataques funcionaba, la bestia desprendía un olor desagradable que le llegaba hasta donde estaba Kizon. El demonio abrió la boca y lanzo un potente rayo que destruyo gran parte de la zona matando a todo aquel que estaba en medio.


    —¡Huid y avisad a las autoridades!—alertaba uno de los civiles que por curiosidad se acercó a la zona.


    Un rugido salio de la bestia para luego empezar a caminar, sus pisadas hacian temblar el suelo y dificultando que las personas cercanas pudieran caminar o correr.


    —Esto es malo, si llegan las autoridades tendré muchos problemas, lo siento por esto pero no puedo permitirlo—de su dedo surgió un pequeño rayo que impacto en la pierna del que pretendía avisar a las autoridades cayendo al suelo herido y sin poder moverse.



    Kizon salió de su escondite, cubierto con su túnica para evitar ser visto o reconocido por alguno de ellos se fue acercando, la bestia lanzo un poderoso ataque mágico que este esquivo con suma facilidad. Esto debió impresionarla dado que cambio su curso para ir a por Kizon, ignorando al resto que le atacaban mato a unos cuantos con su enorme pie debido a su grandaria.


    —Esto va a ser interesante, un dragón contra un demonio—Kizon esbozaba una sonrisa, no podía evitar emocionarse por el combate que estaba a punto de librar.

    Para evitar problemas mayores, con un gesto de su mano surgió una gran pared de hielo que rodeo por completo a los pocos civiles que quedaban con vida para asi evitar que escapasen.


    —Es hora de probar esta nueva transformación...—unos rayos azules empezaron a salir de su cuerpo.


    Momentos después, en aquella zona se escucho un poderoso rugido pero no era del demonio, venía del propio Kizon.







    […]-???-Reunión de MSR



    En una gran sala de color azul oculta en algún lugar de uno de los reinos se encuentran reunidos un grupo de encapuchados debatiendo sobre cierto tema. En las paredes habían fotos de antiguos miembros de la organización así como varias estatuas en su honor, no había ventanas, tan solo una puerta para salir y entrar, una gran mesa redonda y un total de diez sillas para sentarse.


    —Gracias por haber llegado tan rápido, tenemos un asunto muy importante que tratar el día de hoy—comenzó el líder de ellos.



    A ninguno se le podía ver la cara, les gustaba llevar esa vestimenta y así actuar para que nadie pudiese reconocerlos, incluso allí dentro la utilizaban.



    —Muy bien, el asunto es el siguiente, nuestro informante ha comunicado hace unos minutos que Catherine ha llegado al puerto y fuentes cercanas dicen que Aendir se encuentra en uno de los moteles

    —Debemos ponernos en contacto con él, no podemos seguir perdiendo el tiempo, la organización M anda tras él, tenemos la ventaja de que lo tenemos cerca

    —¿Y si ya saben donde se encuentra?, es decir, si nosotros hemos podido localizarle, ellos también habrán podido—aquello produjo un silencio.


    Entonces uno de ellos decidió intervenir.


    —Creo que debemos actuar ya, si nuestro plan sale bien, podríamos conseguir muchos aliados y sería una gran ayuda en nuestra misión

    —Tiene razón, con Aendir liderando nuestra causa, es muy admirado en el resto de reinos salvo en Itano, imaginad lo que podremos lograr si el mismísimo Aendir encabezara la lucha...

    —Apoyo la idea, es imprescindible,además...sino fuera por él, la organización M hubieran cumplido su objetivo. Esta organización fue fundada por todos aquellos que lucharon contra la tiranía de Misaki y sus complices, nuestro deber es proteger a Aendir y hacer de él un líder en el futuro—aquellas palabras trajeron consigo los aplausos del resto.

    Cuando cesaron, el líder se decidió a hablar.

    —Durante generaciones, los reinos siempre han ocultado información al pueblo por su bien, de hecho, por culpa de ello Erkrul obtuvo el poder de los demonios, durante años mucha gente fue expulsada por su raza o color, por tener enfermedades extrañas aunque no eran contagiosas se les trato como bestias...nuestros tres fundadores quisieron acabar con eso, nos toca seguir sus ideales, hacer ese sueño realidad, forjar nuestro propio reino...un lugar donde los magos puedan ser quienes quieran ser, donde no se les margine, que puedan convivir unos con otros...nosotros...somos Magos Sin Reinos, hasta que ese sueño se cumpla haremos cualquier cosa con tal de ganar dinero y recursos. Por lo tanto, hablaremos con Aendir y trataremos de que se una a nuestra causa—el resto asintieron ante la proposición.


    Todos se pusieron en pie pues daban la reunión por terminada.

    —Avisa a nuestro informante, que contacte con Aendir...esperemos que todo vaya bien

    —Muy bien, le avisare de inmediato—salio por la puerta el primero para acatar la orden.


    Como era de costumbre, el líder se quedaba hasta que todos salieran pero esta vez uno del resto no salio, se quedo para hablar a solas con él.


    —¿Tienes algo que decirme?

    —He estado pensando en todo esto...tras tantos años de luchas, de enfrentarnos a la organización M de Misaki y los suyos...ahora podemos lograr grandes cambios. Nuestros padres murieron hace mucho, nuestros hermanos fueron asesinados, la gente considera a Misaki como una gran maga que era todo bondad pero no es así, ella fue la que mando ejecutar a nada menos que 500 magos que estaban enfermos, hizo un pacto con el resto del reinos, ella se encargaría de ''limpiar'' a los que estaban enfermos...todo a cambio de recursos, materiales, armas...dinero...no tenemos pruebas por el momento pero cree en mi que cuando tenga pruebas las sacare a la luz—dijo apretando los puños.

    —Sabes que no podemos hacer eso, hay personas de las altas esferas que están relacionadas, ¿qué pasara si lo sacamos a la luz?, reinará el cáos y la gente no hará más que matarlos pero ¿qué ocurrirá después?, ¿aparecemos nosotros para decirles que somos mejores?—el hombre soltó un suspiro.

    —Vas a mantenerlo todo en secreto eh

    —Si, los mataremos y guardaremos las pruebas, poco a poco los iremos eliminando y reemplazando por magos de nuestra organización...con suerte no reinará el cáos, evitaremos un desastre a nivel mundial y cumpliremos nuestro sueño

    —A tu padre le cortaron la maldita cabeza y luego la arrojaron a las bestias mientras bebían vino

    —¿Acaso crees que no lo sé?, yo estaba allí, casi pierdo un brazo y ambas piernas por su maldita culpa, pero tenemos que demostrar que somos mejores, nosotros no somos bestias, somos personas por encima de todo

    —Te entiendo...¿las hijas de Aendir también se unirán?

    —Eso espero, sino por lo menos espero que no revelen nada sobre nosotros, bastantes problemas tenemos en el reino de Itano

    —¿Como se encuentra nuestro agente allí?

    —Hace...hace tres días que no sabemos nada de él

    —Enviaré a un par de hombres a investigar, espero que no le haya pasado nada—dijo mientras daba media vuelta para irse.

    —Entiendo tu dolor pero debes pensar las cosas dos veces, nos mueve nuestro objetivo, no la venganza—el encapuchado no dijo nada y cerro la puerta dejando allí al líder.



    […]-Sur de Eurur



    Cuando la joven salio para tocar tierra pudo ver el poblado con más claridad, eran casas pequeñas, tiendas de armas, de comida, puestos donde vendían el pescado de ese día, sobretodo había magos con pinta de ser fuertes, de manejar armas...era como decía Brandon, mercenarios, ex-soldados...era un lugar muy peligroso para alguien que no tuviese conocimientos de combate aunque no era su caso pero lo peor del lugar era su tono gris, era como sino hubiera felicidad en aquel lugar.



    Uno a uno fueron bajando por la pequeña rampílla del barco hasta tierra que se encontraba en el muelle donde un par de personas vigilaban quien entraba allí y que no hubiera problemas con los tickets.


    —¿Nombre?—pregunto el hombre vestido con aquella chaqueta negra.

    —Catherine—respondi ella algo nerviosa.

    —¿Qué le trae por este lugar?

    —He venido a ver a un familiar, visitar la capital...esas cosas



    El hombre la miro de arriba a abajo, no tenía pinta de ser una mercenaria ni nada por el estilo por lo que no hizo más preguntas y la dejo pasar tras ver su ticket. Tras esto, la joven por fin pudo tocar tierra, se alejo un poco del muelle viendo las tiendas, todas eran de lo mismo, de armas, escudos, hechizos, objetos mágicos o artefactos extraños.


    —Me pregunto que buscara mi padre en este sitio, ¿una pieza tan maligna esta aquí sin que nadie se de cuenta?—se preguntaba mientras veía los escaparates.


    La gente se le quedaba viendo, ella estaba acostumbrada por lo que no le daba demasiado importancia aunque al cabo de un rato cansaba, no podía negar que era muy guapa y que por eso atraía las miradas así que trato de encontrar a su padre lo más rápido posible.


    —Debe estar ahí, es un lugar seguro—pensaba mientras miraba el edificio.



    Era el Motel del pueblo, era el único en todo el poblado y contaba con tres pisos, mucha gente se quedaba un par de días para hacer negocios y luego se volvían a su hogar. Entonces cerró los ojos, suspiro y dejo la mente en blanco durante unos segundos...entonces sintió una pequeña energía cálida, familiar...como cuando estaba con su madre y entonces desapareció.


    —No hay duda, mi padre esta aquí...debo...debo entrar—se dijo en voz baja entrando por la puerta.


    La planta baja del motel era más grande de lo que parecía, encontró a una chica atendiendo a los clientes, era bastante joven y parecía simpatica. Cuando estaba sola por fin pudo acercarse mientras sacaba un trozo de papel del bolsillo.


    —Busco a este hombre, ¿le ha visto?—dijo enseñando la foto de Aendir.

    —Oh si, un joven bastante duro e iba acompañado de un amigo, venía por trabajo, ¿es usted a quien esta esperando?—preguntaba la joven.

    —Si, tengo un asunto de negocios importante, ya sabe, productos mágicos de alta calidad—respondió ella.

    —Lo encontrará en la habitación 44, segundo piso

    —Muchas gracias—dijo mientras guardaba el papel y se marchaba.


    Sin decir nada más subió las escaleras, se le hicieron eternas las escaleras, tal vez porque por fin iba a poder conocer a su padre, cada escalón lo subía de forma tranquila mientras respiraba profundamente.


    —Tras dos años...por fin podré verle...por favor que no me odie—se decía a si misma.

    Y tras cinco eternos minutos allí estaba, delante de la puerta 44, alzo su mano y poco a poco la acerco a la puerta. Tras dudar unos segundos, golpeo varias veces la puerta esperando que se abriera.

    Al cabo de unos segundos escucho el pomo y como poco a poco la puerta se iba abriendo...habia llegado el momento de reunirse con su padre.

    En el siguiente...Capítulo 3: Nuevos poderes y nuevos enemigos.

     
    Última edición: 22 Septiembre 2018
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Hola, paso a comentar el capítulo. A pesar de ser tranquilo, ha sido un capítulo explicativo muy agradable. En primer lugar, finalmente se ha conocido un poco mejor de la relación con Luna con sus hijos, principalmente Elisabeth. Me alegra que se haya podido ver algo así, para desarrollar a los personajes y no hacerlos ver como simples magos con gran energía para pelear y ya está.

    Tal parece que ambas chicas tienen el sueño de conocer a su padre, y parece que Catherine ya está por lograrlo. Si te soy sincero, se me hizo muy rápido, aunque es comprensible porque el capítulo ha sido largo. Me pregunto como reaccionará Aendir ahora que está por conocer a su hija, y también como se llevarán.

    También ha sido interesante ver un poco más sobre Obyn, que tiene un sentido del deber y la responsabilidad muy grande y lo ha demostrado. Sus poderes parecen ser algo considerable, pero teniendo en cuenta que luchó contra bandidos sin importancia, no se lo puede juzgar del todo. Veo que Kizón está por enfrentarse a un enorme demonio, y me pregunto que tan fuerte será. Está más que claro que ese demonio ha venido para robar la pieza, y si lo han enviado, debe tratarse de alguien fuerte. Pero Kizón tiene tanto los poderes del hielo como del relámpago, por lo que no debería ser una enorme complicación para él.

    Me llama la atención también que la organización MSR esté intentando reclutar a Aendir y también están interesados en reclutar a sus hijas. La verdad es que me gustaría que se los viera como personajes y no como simples magos encapuchados. Eso es algo que espero que se cambie en el futuro. Ya tienen un objetivo claro, así que nada les impide tener un desarrollo propio.

    Te marcaré un par de cosas:

    Esa frase está mal. Debería ser: "tal vez la familia salve al mundo y todo lo demás. Todos juntos".

    Allí estabas hablando de una pieza, por lo que la palabra sería "rodeada".

    Debería ser "rodeaban".

    El verbo correcto es "habría".


    También cabe aclarar que sigue habiendo palabras sin su tilde correspondiente. Deberías revisar bien antes de publicar el capítulo, más que nada si se trata de un capítulo largo. Te sugiero también, que le agregues un índice a la historia.

    Eso será todo por ahora. Saludos.
     
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  5. Threadmarks: capitulo 3
     
    Poikachum

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    Crónicas Mágicas Aendir: Las piezas de la oscuridad
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    Capítulo 3: Nuevos poderes y nuevos enemigos



    Desde que conocí que era hija de Aendir siempre he tenido ganas de verle en persona, me dolía mucho cuando la gente hablaba de él como si le conocieran desde siempre pero mi madre los tachaba de hipócritas porque según ella, cuando la gente supo que volvía al reino con otros magos la gente amaba a Misaki y la tenían en un pedestal, cuando se enteraron de su muerte a manos del propio Aendir mucha gente sin saber que estaba poseída por la oscuridad odiaba a mi padre, cuando se supo todo aquello siguieron odiandolo...hay muchas cosas que no conozco de esta historia, me ocultan muchas cosas, aunque quizás sea mejor así porque a veces una persona es más feliz sino conoce ciertas cosas.


    Kizon se encargó de la educación de Elisabeth y yo, junto con Sahim, nos enseño las técnicas de combate, lucha cuerpo a cuerpo, manejo de armas, hechizos y encantamientos...debido a la sangre que corría por nuestras venas sentíamos la emoción de luchar, entrenar duro y cada vez meternos más de lleno en los combates para mejorar más y más siendo unas magas de un nivel superior al resto. Debido a eso comprobamos que nuestros compañeros tenían miedo, nos evitaban, desviaban la mirada al cruzarnos, salían a tomar algo juntos dejando a mi hermana y a mi de lado...a Elisabeth poco le importaba aquello, creo que no solo quiere ver a mi padre y demostrarle su poder, sino que además quiere sobrepasarlo, ser la maga más fuerte del reino.

    Aunque cabe recalcar que fuimos creadas para ese propósito, clonar al que entonces se consideraba el mago más poderoso del reino tenía sus ventajas. He notado como a medida que pasaba el tiempo,mi poder se incrementaba mucho, me costaba incluso de dominar por lo que el doctor tuvo que hacer pruebas constantemente y todo estaba bien, simplemente era debido a mi crecimiento que al desarrollarme hasta los 17 años en tan poco tiempo mi cuerpo se resentía un poco junto al poder demoníaco que crecía en mi interior. Sin embargo, mi hermana se encuentra a un nivel superior al mio, puede que no tenga tanta fuerza física como yo pero sus conocimientos de hechizos y control de los elementos está a un nivel muy por encima de la media, secretamente estudiaba en su cuarto por las noches, además...su control de la propia energía y del maná que desprende su cuerpo puede llegar a ser incluso aterrador.


    Madre siempre nos decía que vigilásemos nuestro poder, para ella que tuviéramos esos poderes no era el problema, sino controlarlo, siempre nos repetía: si realmente queréis ser dignas de vuestro padre y que os reconozca como tal debéis demostrarlo controlando vuestro poder, sino no os considerará como tales. Esa frase nos marco y desde aquel momento entrenamos mucho más duro aunque Sahim decía que mi madre lo dijo para meternos presión, a veces los magos trabajan mejor bajo estrés y creía que ese era el mejor método de entrenamiento para nosotras.


    Todas mis dudas se acabaron, por fin voy a poder ver a mi padre...


    La puerta de la habitación se abrió despacio dejando ver un rostro que no era el de su padre, lo desconocía por completo, miro de nuevo el número de la habitación, no se había equivocado y el chico estaba allí plantado.

    —Disculpa,¿eres del servicio de habitación o algo?, no pareces del servicio—dijo el joven mirando de arriba a abajo a Catherine.

    —Estoy buscando...a Aendir, me han dicho que se encuentra en esta habitación y...—la jalan dentro del cuarto.


    De pronto ve un cuchillo en su cuello y se encuentra totalmente inmovilizada, su respiración se vuelve pesada, no había pensado que fuera una trampa y ahora estaba sola, sin que nadie conociera su paradero y al borde de la muerte.


    —Por favor...no...no me mate...—rogaba nerviosa.

    —¿Quién te ha dicho que estábamos en este lugar?—interrogaba manteniendo firme la hoja en su cuello.

    —Yo...un hombre, vengo de Helmer...me llamo Catherine

    —Muy bien Catherine, ¿qué quieres de Aendir?

    —Necesito hablar con él, es muy importante


    El joven mantenía tanto el cuchillo como su mirada puesta en ella, no parecía estar mintiendo y tampoco parecía una mala persona pero nunca se fiaba de las apariencias.


    —¿Qué es todo este jaleo?, no puedo dormir—dijo una voz interrumpiendo la conversación.


    Catherine desvió su mirada y se quedo sin habla, cerca suya y sentado en la cama, un joven se restregaba los ojos tratando de despertarse del todo. Ese pelo, ese rostro y la cicatriz en su cara...no había duda alguna, era su padre, lo notaba un poco cambiado por el paso del tiempo, tenía un poco de barba, el pelo más largo y parecía más musculoso que en la fotografía.


    —Esta mujer nos ha encontrado, si ha sido capaz de hacerlo puede que no venga sola—respondió sin apartar la mirada.

    —¿Quién eres y qué buscas?

    —Al parecer se llama Catherine y te buscaba a ti...para matarte supongo, dice venir de Helmer

    —¿Helmer?, ¿acaso hay algún peligro?

    —No...yo...—balbuceaba la joven sin apartar la mirada y empezando a llorar.

    —¿Lloras por tu vida?

    —Sueltala Agustín—ordeno mientras se acercaba hasta ellos.

    —Pero...¿y si trata de matarte?

    —Yo no...yo no vengo a matarlo...yo solo quiero—las lagrimas le podían y apenas podía hablar.


    Agustín finalmente soltó a la chica y guardo el cuchillo pero no se alejo por si intentaba algo. Aendir se acerco y se puso de rodillas debido a que ella estaba en el suelo casi tumbada, en parte por verle y en parte por el miedo que había pasado. Por primera vez la joven pudo ver de cerca los ojos de su padre, eran como los de ella, exactamente iguales y justo como lo había descrito su madre.


    —Yo soy Aendir, ¿porque querías verme?—pregunto mientras miraba a la joven.

    —Pues...yo...resulta...

    —No voy a hacerte daño, siempre que no trates de matarme—trataba de tranquilizarla.


    Entonces la chica se abalanzo sobre Aendir y le dio un abrazo, a Agustín casi le da algo pero al ver que solo le abrazaba se tranquilizo un poco, veía que no tenia nada en sus manos como un arma por lo que de momento no le preocupaba.


    —Oye no se puede ir por ahí abrazando a la gente—dijo mientras sentía la fuerte presión en su cuerpo.


    Dejo de abrazarle durante unos instantes para poder verle directamente a los ojos.


    —Soy Catherine...soy...tu hija...eres mi padre—dijo finalmente mientras sostenía la mirada en él.


    Aendir y Agustin se quedaron de piedra pero principalmente Aendir que cree haber escuchado mal lo que ha dicho la joven, incluso se separa un poco pensando que es todo una pesadilla y esta soñando pero ese abrazo había sido tan real que le costaba digerir aquello.


    —¿Cuantos años tienes?—preguntaba su amigo.

    —Tengo diez y siete años—respondió mientras miraba a su padre.

    —Entonces es imposible, eres muy mayor para ser su hija y...

    —El experimento fue un éxito—interrumpió mientras se ponía en pie.



    Al escuchar la palabra experimento Aendir relaciono todo y entonces recordó la propuesta de Kizon, siempre se había negado pero al final lo hicieron sin su consentimiento, dos años alejado del reino y resulta que ahora tiene una hija.

    —¿Qué experimento es ese?—preguntaba Agustin tratando de saber de que iba el tema.


    La joven estaba más calmada, necesitaba estar tranquila para poder contar todo a su padre.


    —Cuando te curaron tras la guerra tomaron tu sangre, con eso lograron crear vida humana en el interior de madre, Luna fue quien se ofreció para tenernos, necesitaban a una mujer para que naciéramos y tras unos meses logramos nacer, hemos crecido hasta los 17 con mayor velocidad que el resto de personas normales porque así fuimos creadas. A partir de esta edad ya nos desarrollamos de forma normal como el resto de gente, en dos años hemos aprendido mucho y sabemos controlar nuestro poder—explico la joven mirando la reacción de su padre.

    —¿Porque se llevo a cabo ese experimento?

    —Para clonar...a una persona...a mi—respondió Aendir sentándose en su cama.

    —Así es...Kizon tenía miedo de que las futuras amenazas pudieran invadir el reino y que con Aendir solo no bastase, junto al científico tuvieron la idea de clonar al mago más poderoso del reino en ese momento...el mago que derroto a la oscuridad...Aendir

    —Un segundo, antes has dicho...¿fuimos creadas?

    —Así es...debido a la complejidad del genoma humano y la imperfección del sistema de clonación, no podía tener el poder de un demonio y un elfo, por eso nos dividieron en dos, es decir, yo tengo el poder demoníaco y mi hermana el poder de los elfos...por lo que...tienes dos hijas, Elisabeth y yo—ya estaba todo dicho, o por lo menos lo más importante y ahora esperaba que su padre reaccionase de la mejor manera posible.

    Aendir tenía sus manos en el rostro, el estrés que sentía cada vez era mayor debido a las pesadillas y ahora eso, no podía creerlo, confiaba en Kizon y este le traiciono llevando a cabo el experimento que tanto se negó a realizar. Si no hubiera sido por los calmantes que se tomo antes probablemente se hubiera vuelto loco si es que no lo estaba ya con las pesadillas.



    —¿Cómo puedo saber que no me mientes?—pregunto el joven mirando a su supuesta hija.

    —Luna es mi madre, Sahim mi abuelo, me contó que clase de entrenamiento llevaste para alcanzar ese poder, rocas, muñecos, llevar troncos, aguantar el fuego y el frío...te fuiste con Kizon a entrenar y obtener nuevos poderes demoníacos, madre también me contó como...volviste al poblado con la cabeza de Estela—al decir aquellas palabras los recuerdos empezaron a inundar la mente del chico que entendía que aquello era la realidad, no era un sueño, tenía dos hijas y una de ellas estaba frente suya.


    —Zack...¿qué tal esta?—pregunto queriendo saber de su familia.

    —Tendrías que verle, ya ha dado sus primeros pasos, a madre le cuesta pillarlo y tiene la misma cara que tu padre

    —¿Y Helmer?

    —Todo está bien, ha vuelto a tratar con el resto de reinos y poco a poco vamos creciendo. Se que es difícil de asumir...pero mi hermana y yo...siempre hemos querido conocerte, verte en persona...somos magas del reino que queríamos estar a tu altura, desarrollar nuestro poder para que nos reconocieras como tus hijas. Llevamos desde que tenemos uso de razón tratando de encontrarte y ahora...te tengo justo delante...papá—sus ojos tenían ganas de llorar.



    Aendir también tenía ganas de llorar, se levanto de su cama y camino hacía ella, la rodeo poco a poco con los brazos hasta abrazarla y sentir su cuerpo. Cuando por fin estaban abrazados, Catherine rompió a llorar, el mago podía sentir su poder, era cálido como el suyo, como si le resultase familiar y entonces supo al cien por cien que ella no mentía, era su hija.


    —Pensé que me odiarías por ser del experimento y...

    —Shh, todo esta bien, no puedo odiaros, no es culpa vuestra...pero ponte en mi lugar, usaron mi sangre sin mi consentimiento...es normal que...bueno...no sea fácil para mi

    —Si...debe ser duro


    Y se quedaron abrazados durante un rato, en silencio bajo la mirada de Agustin que estaba de piedra ante la revelación de todo aquello. Finalmente se separaron sin dejar de mirarse.


    —Ahora que me fijo, tienes mucho parecido con tu madre, eres igual de bella que ella

    —Gracias...papá—se le hacia raro decir una palabra que nunca ha podido decir a alguien.

    —Esto...yo...en fin...me alegro de saber esto...no...no se que decir

    —No hace falta que digas nada más, por fin te he conocido en persona, necesitaba verte porque desde que nací solo he escuchado tu nombre, Aendir el héroe

    —Yo no soy un héroe, nunca lo fui y nunca lo seré...llevo en mis manos muchas muertes, no me gustaría que llevases el mismo camino, ni tu, ni...¿Elisabeth?, ni tampoco Zack...

    —Pero era matar o morir, era una guerra, derrotaste a la oscuridad...tu solo distes un hogar y de hecho si no hubieras peleado, la gente viviría bajo el yugo del rey, de Oibyn, de Jackson, de Misaki...ahora la gente vive mejor, las relaciones entre reinos se han restablecido y tienes una familia

    —Si...pero nunca he estado con vosotras, ni con Zack...me he perdido los primeros pasos de mi hijo...mira Catherine...yo...no soy el padre que necesitas...solo soy un mago, un soldado, alguien que debe luchar y si es necesario morir para que el resto puedan tener una vida de paz. Me alegro mucho de saber todo esto pero deberías volver a casa, vive una buena vida, cuando matas a alguien sale lo peor de ti...tus miedos, tu ira, todo...aún puedes salvarte tu y tu hermana, salva a Zack, evita convertirte en mi...en un demonio que no es capaz de estar con su familia, vosotras aún podéis salvaros—dijo casi entre lagrimas.


    En ese instante, Catherine vio en primer plano lo que conllevaba las responsabilidades con las que su padre ha cargado toda su vida, aún era muy joven y ya llevaba en su conciencia la muerte de muchas personas. Pero ella no quería dejarle tirado, no quería obedecer esa orden de marcharse a casa, no ahora que puede estar con él, desea ayudar y demostrar que le quiere.

    —Padre, todas esas muertes fueron necesarias, el estar poseido por la oscuridad no te dejo otra opción que matarlos, puede que en tus espaldas cargues sus muertes pero no olvides que también llevas otra cosa

    —¿El que?

    —La salvación de miles de inocentes, así es padre, salvaste muchas vidas, nunca pienses que eres un demonio por llevar sangre o matar, somos soldados y nuestro deber es cumplir ordenes, salvar vidas y derrotar a los malos—ahora es ella quien le rodea con sus brazos para animarle.


    Agustin esboza una sonrisa al ver que ella quiere a su padre, que va a apoyarle en todo y sobretodo, darle el animo que necesita en estos momentos tan duros donde Aendir no ha parado de tener pesadillas y apenas había podido dormir.


    —¿Qué haces aquí?, en un lugar tan lejano y con tantos...mercenarios—pregunta ella separándose un poco.

    —Hemos venido a encontrar una de las piezas de la oscuridad, parece ser que se encuentra muy cerca de aquí pero...no hemos encontrado nada. Pero no pararemos hasta encontrarla, debemos dar con ella antes que nuestros enemigos—explica el joven sentándose en la silla.

    Aendir y Catherine se ponen de pie, el joven se encontraba ya más calmado y tranquilo.


    —Así es, seguiremos buscando, hemos explorado una gran parte de este lugar y solo nos queda un sitio en el que buscar y es...en una cueva no muy lejos de aquí, se accede por una puerta blindada que desciende por un pasillo hasta el final donde esta la cueva que da al mar

    —Pero...¿nadie se ha dado cuenta hasta ahora?

    —Según parece dijeron que había residuos tóxicos y por eso la gente no se atreve a entrar, en cuanto a la entrada por mar parece que las algas y las piedras hacen que no se vea desde el exterior

    —Tendremos que ir con cuidado pero debe estar allí

    —La mujer de abajo me ha dicho que vendrá alguien

    —Es un miembro de nuestro grupo, somos cuatro y uno de ellos viene en camino

    —¿Donde has reunido a estos magos?

    —Es un poco largo de contar, en otro momento te lo comentare...¿vas a venir entonces no?

    —Por supuesto, vengo a ayudar, ayudarte a ti padre

    —Sin duda has sacado la cabezoneria de tu madre...

    —Puede ser...cuando hayamos encontrado la pieza...¿qué haremos?

    —Llevarla a Helmer, se la dare a Kizon y...

    —Kizon se ha marchado, a Itano para recuperar una de las piezas


    Aendir casi se queda blanco, no entendía el porque tuvo que ser él quien se marchase cuando ya hablaron de ese tema.


    —Le dije que no se marchase del reino...debía proteger el reino y...¡joder!, tendremos una charla él y yo la próxima vez que nos veamos

    —El reino esta bien protegido, Brandon, Krystal, Venson, Alvric, Ignace...Obyn

    —¿Obyn?

    —Al parecer no somos las únicas clonadas, antes de la guerra clonaron a Oibyn aunque su hijo es mucho más responsable, tiene un sentido de la justicia que no se doblega y esta orgulloso de ayudar...no es como su padre

    —Me voy dos años...es increíble...puff...confiare en Kizon, espero que nada le pase al reino en mi ausencia—se sienta en la cama y mira al suelo.


    Catherine tenía varias preguntas en mente pero fue a las que más le preocupaban en ese instante.


    —Dime...esa persona que viene...¿es fuerte?—parecía no estar muy segura.

    —No está al nivel de tu padre...pero tiene la frialdad que aqui el soldado no tiene, no se como será Kizon en combate y en magia...sin embargo...el poder y el estilo de lucha de nuestro amigo no es para tomárselo a la ligera...el cuarto miembro se dedica más a la magia defensiva pero este...ya lo comprobaras por ti misma

    —Bueno, dejemos de charla, vayamos fuera a esperarle, si Catherine ha hablado con la recepcionista y él llega preguntando sospechara algo...es mejor pasar desapercibido—Aendir se pone en pie y se ajusta su ropa decidido a irse.

    —¿Cómo en aquel poblado?—pregunta esbozando una sonrisa.

    —¿Nunca lo vas a olvidar?—el chico parecía molesto.

    —¿Qué hizo?—Catherine tenía mucha curiosidad.

    —Tu padre donde le ves quiso pasar desapercibido, un borracho empezó a insultarle y cuando nos dimos cuenta habíamos destrozado todo el local—ella se echo a reír al escucharlo.


    Catherine ahora se sentía feliz, ha encontrado a su padre y encima va a ir con él a buscar las piezas de la oscuridad, vivir una aventura junto al legendario Aendir, pocas personas podían decir eso y era una oportunidad para verle en acción y conocerse mejor.


    —Espera abajo Catherine, tenemos que recoger las cosas y para ello tenemos que cambiarnos—ordeno el joven mientras recogía su bolsa.

    —Ah, claro, os espero abajo—dijo mientras daba media vuelta y salía por la puerta.


    Una vez fuera se cambiaron para luego recoger las cosas, querían asegurarse de que no se dejaban nada.


    —Aendir...¿realmente vas a dejar que nos acompañe?

    —No...solo esta vez, luego volveré a Helmer a ver a Luna y Zack, tratare de convencerla de que se quede allí y de paso conocer en persona a Obyn

    —¿Crees que te tendrá rencor por matar a su padre?

    —Probablemente...es un riesgo que tendré que asumir...aquel combate casi acaba con todos nosotros...fue el más duro que he tenido nunca

    —Debio ser un monstruo...hay algo que debo preguntarte amigo

    —¿De que se trata?

    Agustin guardo todo y cierra la bolsa, miro a su amigo directamente para preguntarle directamente sin rodeos.


    —¿Estás seguro que quieres llevar esa idea a cabo?, nos convertiríamos en los enemigos del mundo mágico, todo eso...puede cambiar el mundo tal y como lo conocemos

    —Si...puede que el resto lo hiciera pero yo no...nunca perdonare al rey ni a su gente, el resto de reinos ocultan algo...por lo que me dijo mi hermano, una organización secreta se ha vuelto a reunir, formado por personas muy poderosas de cada reino a nivel económico, según parece, trafican con armas mágicas y objetos de gran poder. Cada año almacenan poco a poco para no levantar sospechas...esa organización quiere dominar el mundo, controlarlo todo...no puedo permitir eso—explica el joven recogiendo su ropa.

    —Sabes que...no tenemos soldados, ni dinero, ni armas...nada...tu sueño de un reino apartado de todo y de mercenarios tiene lagunas por todos lados. Yo te apoyare pero no en esto, no tenemos nada para luchar

    —¿Acaso crees que no lo he pensado?, mi padre conoce a gente que nos puede ir proporcionando armas a un buen precio, luego el lugar tengo varios pensados y en cuanto al dinero...haremos algunos trabajos como acabar con cierto tipo de gente, rescatar civiles o algo por el estilo, el tema del dinero lo discutiremos más adelante...estoy seguro de que lo lograre...Cold Hell—dijo mientras esbozaba una sonrisa.

    —¿No crees que la gente te odiará aún más por todo esto?, todos los reinos pueden volverse en nuestra contra, piensa un momento, cuatro reinos contra nosotros...tu visión llevara a esa gente a la muerte, Aendir es un sueño imposible...todos tenemos nuestros límites

    —Una noche tuve un sueño...me encontraba mirando el mar en una base, podía ver como los magos montaban guardia en sus puestos...un lugar para todos aquellos que quieran acabar con el reinado de esas personas que quieren dominar el mundo...era precioso

    —Hay muchas organizaciones y la que quieres derrocar es muy poderosa, cuentan con magos de todos los reinos, incluido Helmer. ¿Cuál es tu plan?, ¿reclutar gente?

    —Puede que el sistema de clonación pueda sernos de utilidad, introducir estigmas de mi cuerpo y de Kizon en soldados, desarrollar super hombres, seres con una fuerza superior al resto...entrenados por mi, Sahim...un soldados será como cien de ellos...

    —¿Te has vuelto loco?, no podemos jugar así con las vidas de la gente, tu mismo estabas en contra de usar tu sangre para clonarte...¿y ahora quieres usarlo?

    Aendir calla unos segundos.


    —¿Recuerdas que Helmer desterro a todos los infectados, apestados por la guerra o con traumas?—pregunto serio mirando la bolsa.

    —Claro

    —Esa organización quiere hacer lo mismo en todos lados, han matado todos estos años a miles de magos solo por eso, Helmer por una parte desterraba pero también mataba. Para hacerlo, la organización mandaba a otra más pequeña hacer el trabajo sucio...¿no decís siempre que soy un héroe y debo derrotar a la oscuridad?, pues bien...esa oscuridad debe ser erradicada. Una vez que acabe con esta misión de las piezas reuniré un ejercito...Cold Hell sera una realidad...quiero que Kizon, tu, los dos que faltan se unan a mi...incluso puede que Obyn quiera unirse. ¡No voy a permitir que se repita lo de Helmer a un nivel mucho mayor!—dijo esto último enfadado.

    Agustin callo durante unos segundos, aún era temprano para decidir algo así, por el momento debían bajar.



    —Vamos antes de que tu hija se preocupe—dijo mientras se colgaba la bolsa.

    —Si, primero tenemos que acabar con esto, de esto a Catherine ni una palabra—Aendir imito a su amigo.


    […]-Itano, Monte Etrul



    Kizon se encontraba en una nueva forma que había logrado controlar, su cuerpo era humano pero sobresalía una figura en forma de dragón de color dorada mientras rayos azules surgían de su cuerpo, era transparente y se podía apreciar tanto la forma humana como la del dragón.


    —Es hora de luchar—se dijo así mismo mientras apretaba los puños.



    La criatura abrió la boca para dar un fuerte grito que sacudió el suelo pero Kizon caminaba tan tranquilamente, no le afectaba en absoluto la onda expansiva que este provocaba.


    —No me impresionas—le dijo como si esta hablara su idioma.


    El demonio lanzo su garra en dirección hacía Kizon quien esquivo con un movimiento para después volar dirección al rostro. Cuando se encontraba en una posición cercana con la mano derecha estampo un fuerte golpe que hizo retroceder un poco a la bestia. Sin previo aviso, la criatura lanzo un potente rayo mágico desde su boca dando de lleno al mago que cayo al suelo provocando una fuerte sacudida en la tierra.



    —Maldito...no me lo esperaba...puaj—escupió un poco de sangre de su boca.



    La criatura empezó a brillar un poco y su poder aumento, abrió de nuevo la boca lanzando otro rayo directo a Kizon.

    —Tengo que detenerlo o destrozara todo el lugar...Kori No Sekai—grito mientras usaba sus manos.


    De las palmas surgió un fuerte hielo congelando el rayo mágico quedando como una barra en el aire que segundos después se haría añicos cayendo desde el cielo un polvillo blanco.


    —Pensaba que iba a resultar más fácil, he entrenado mucho para tener este nivel pero esa criatura...esta hecha de una oscuridad especial. Un segundo...eso es...la pieza—pensaba mientras veía al monstruo.


    Esta llevaba la pieza incrustada en el brazo, no es que la criatura saliera de la nada para robarla...el demonio era la pieza en si, era como si tuviera vida propia y por eso el poder no paraba de aumentarle constantemente. La propia pieza era la fuente de maná, quien suministra a su cuerpo el poder.


    —Vamos a comprobar su resistencia...Sandakurimu—las nubes se pusieron negras para instantes después caer un poderoso trueno azul que impacta en la criatura.


    Al recibir el rayo azul la criatura da un alarido de dolor, se notaba que le había dolido por lo cual no era tan fuerte como el joven esperaba. Kizon da un salto para seguir atacando, con sus garras empieza a dar golpes por el cuerpo de la bestia que recibe cada uno de ellos sin poder hacer nada debido a que aún estaba aturdida por el trueno.


    Durante unos cuantos segundos más el mago estuvo golpeando tratando de tumbar a la bestia pero no lograba debido a su embergadura. Kizon que se mantenía en el aire debido a sus alas aumento su poder y ahora cada golpe sonaba muy fuerte haciendo que el demonio diera otro grito de dolor.


    —Veo que tu tamaño dificulta tu combate, es una lastima, pero acabare contigo ahora—dijo apuntando con su mano el cuerpo de este.


    Una poderosa lanza surgió de la mano de Kizon, tomando un poco de impulso desde atrás la estampo contra esta a gran velocidad usando su poder para darle más potencia. Cuando la lanza toco el cuerpo del demonio un poderoso rayo salio de la punta provocando un gran agujero en el demonio y luego el arma atraveso por completo el torso dejando a este muy mal herido.


    —Lamento mucho que las cosas hayan sido así, descansa en paz bestia—dijo mientras descendía al suelo y se destransformaba.



    La criatura cayo al suelo de espaldas mientras gritaba de dolor causado por el ataque del mago, Kizon esperaba a que empezara a desaparecer para así recoger la pieza y largarse de allí. Entonces el demonio comenzó a brillar de una manera muy intensa, cada vez se encogía más y más hasta que al poco tiempo una fuerte luz rojiza le cegó por momentos.


    Una vez que sus ojos pudieran ver de nuevo, lo que vio delante suya costaba de creer, una criatura de su misma estatura completamente roja y parecía un demonio. Solo podía verse sus ojos negros, el resto de su cuerpo era un rojo intenso, cola, garras, alas...su mirada mostraba una frialdad que no había visto nunca el mago, puede que incluso superase a Oibyn.


    —Esta...es mi verdadera forma...no eres más que un insecto ante mi...—dijo esta con voz grave.

    —¿Puedes hablar mi idioma?—el joven no daba crédito a lo que veía.

    —Si...tu eres un mago interesante, por lo menos tu poder—cruzo los brazos observando al mago.

    —Es todo un halago pero debo recuperar la pieza para evitar un peligro mayor

    —Formo parte del cuerpo de mi señor, no puedo permitir que gente que no es él toque mi pieza

    —Vuestro señor murió hace mucho, ahora recuperare la pieza por las buenas o por las malas

    —No sabes nada insecto, nuestro amo fue derrotado no asesinado, simplemente esta débil...pronto recuperara sus poderes

    —No si yo lo evito—dijo mientras se lanzaba a por el demonio.


    Kizon lanzo varios puñetazos rápidos que fueron esquivados muy fácil por este que le agarró del brazo y lo estampo en el suelo. Después lo levanto con su tremenda fuerza para golpearle con la mano que le quedaba libre, uno tras otro iban cayendo sus puñetazos ante un Kizon que no podía defenderse.


    —Eres muy débil...esperaba un poco más de ti...eres una decepción—la bestia lanzo un último golpe mucho más fuerte en el estomago de Kizon que escupió sangre al recibirlo de lleno.


    Teniendo agarrado del brazo lo lanzo al aire para darle una patada en la cara que mando volar al chico unos cuantos metros hasta que dejo de rodar por el suelo. Kizon sentía como si todo su cuerpo hubiera sido pisoteado por algo muy pesado, cada golpe había sido como mil de una persona normal y encima se lanzo sin su armadura hecha de magia incrementando el dolor que sentía.


    —Maldito...seas...te he...subestimado...—la sangre salía de su boca.


    Con su mano se limpio la sangre, se puso en pie tras unos segundos de descanso y miro al enemigo que tenía delante de sus narices, sin duda no era un demonio normal y corriente, la fuerza era abismal y podía sentir un poderoso poder emerger de él.


    —No creas que he usado todo mi poder, el que he usado antes era uno nuevo que quería probar, lo controlo pero no he podido sacar todo su poder. ¡Ahora vas a ver desgraciado!—Kizon empieza a acumular poder dentro suya.


    Rayos azules y amarillos empiezan a aparecer alrededor de su cuerpo mientras el demonio siente que el mago ahora va en serio. Los musculos del joven se vuelven un poco más grandes, una armadura sobresale de su cuerpo y los ojos se le vuelven como los de un dragón.


    —Ahora estoy al cien por cien de mi poder, no pensé que tendría que recurrir a esta transformación pero no me dejas alternativa—dijo mientras avanzaba hasta el enemigo.

    —Veamos de que estas hecho...ataca—le pidió el enemigo.


    Kizon da un paso hacia el enemigo y con la velocidad de su nuevo poder ya esta cara a cara, mueve su pierna derecha para golpear pero este le da un golpe en la barriga a una velocidad aún mayor impidiendo que el pie chocase con su cara. Sin darse por vencido lanza su otra pierna pero esta vez protegiendo su cuerpo con sus brazos en forma de x, el demonio usa su antebrazo amortiguando el golpe para después estirar su brazo y con la palma de su mano lanza una onda expansiva que manda volar a Kizon rasgando el suelo dejando un paso de tierra por donde ha sido lanzado.


    El mago de hielo se pone en pie, tiene algunos rasguños y arañazos pero no ha sido nada para él.


    —No ha estado mal pero te va a hacer falta mucho más para derrotarme—dijo mientras flotaba en el aire.

    —Esto no ha hecho más que empezar—respondió mientras se unía de nuevo al combate.

    El demonio lanza varias esferas de energía que Kizon esquiva pero de pronto le golpean por la espalda, momento que aprovecha este para clavar su pie en el pecho del dragón que recibe un gran golpe muy doloroso.

    —No eres nada...solo un niño jugando a ser mago—el demonio lo agarra del cabello sujetándolo en el aire.

    Un instante después lo suelta para arrearle un fuerte puñetazo en el estomago, luego otro, otro y así hasta unos diez seguidos, cada uno más fuerte que el anterior mientras que Kizon notaba como las fuerzas le fallaban y apenas podía moverse. Después de los golpes que le han mantenido en el aire le agarra de la cabeza para después estrellarlo contra el suelo de una forma brutal.



    Se aleja unos pasos para contemplar su obra, el mago estaba incrustado en el suelo mientras la sangre salía por sus heridas y arañazos poco a poco. Kizon movió sus manos, trataba de ponerse en pie aunque ese último golpe ha sido demasiado fuerte para él.

    —¿Aún sigues queriendo pelear?, es inútil, no puedes vencerme

    —Ja...yo nunca me rindo...pienso luchar hasta el final—Kizon se puso en pie mientras liberara más poder.


    Sin pensarlo dos veces lanzo una fuerte patada al demonio, este lo paro con la palma de su mano y con la otra libero un rayo que atraveso el cuerpo de Kizon.


    —Eres muy pesado, debes conocer tu lugar—susurro mientras con una onda expansiva lo alejo unos metros.


    Antes de tocar el suelo, Kizon se recompuso y alargo su mano derecha abriendo su palma.


    —Si esto no funciona...Hyogaki—grito liberando todo su poder.


    Segundos más tarde el lugar quedo completamente congelado atrapando al demonio, Kizon se arrodillo agotado perdiendo en ese momento su transformación.


    —Lo...lo he logrado...—pensaba mientras miraba el hielo.


    Se puso en pie a duras penas, el monstruo ahora estaba congelado y no podía moverse, le ha pillado desprevenido y eso le ha supuesto la victoria. O eso pensaba porque para su horror ve como el hielo que rodeaba la figura del demonio se rompía haciéndose añicos.


    —No...no es posible...—horrorizado caía al suelo de rodillas.

    —Ha estado muy bien ese ataque...sorprendente para un mago...


    La bestia se acerco hasta él, lo agarro de la camisa y le dio una lluvia de golpes poderosos, su oponente no podía hacer nada, estaba perdido y cada golpe era peor que el anterior. Finalmente perdió el conocimiento, el demonio le miro de arriba a abajo...no estaba muerto pero si inconsciente, se ha divertido y ya no tiene asuntos con él.


    —Es hora de que desaparezcas—Una bola de energía roja sale de la palma de su mano.


    Lo acerca al torso de Kizon y sale disparado lejos del lugar ante la mirada de la bestia que le sigue con la mirada hasta que desaparece de su vista. Kizon estaba inconsciente por lo que no podía evitar seguir volando por el cielo esperando que explotase.


    A medida que pasa el tiempo la energía brilla más y más, estaba al límite y dentro de pocos segundos explotaría causando una gran explosión junto a la muerte del mago. Entonces, una misteriosa figura atrapa del pie a Kizon haciendo que la bola continuase su camino hasta instantes después reventar provocando una capa de humo en el aire.


    Kizon empieza a abrir poco a poco los ojos, se siente mareado, adolorido y no puede moverse debido a las heridas. Nota una presencia cerca suya, cuando se puede fijar ve a un hombre que esta tratando de curar sus heridas y que reconoce.


    —Ahender...¿eres tú?—pregunto sin moverse.

    —Si, el mismo...¿qué narices ha pasado?


    Un recuerdo le viene a la mente causando un gran dolor.


    —Ahh...ese demonio...es muy fuerte...la pieza le daba mucho poder y...me derrotó con una gran facilidad

    —Son piezas que con el paso del tiempo han ido acumulando el odio de las personas...no son moco de pavo

    —Pero aquel elfo...incluso los enemigos tienen uno...¿si ellos pueden con los demonios de las piezas y yo no que haremos?

    —Tranquilízate...de momento tenemos que sacarte de aquí...vamos—le ayuda a incorporarse.

    Cuando se levantan puede fijarse que esta en una pequeña zona apartada de todo, era utilizado por gente si recursos aunque no parecía haber nadie por allí. Paso a paso logran llegar a la casa de Ahender que es pequeña pero que nadie se molestaría en registrar dado el lugar.


    —Parece que aquí no vive nadie salvo tu

    —Muy agudo...es perfecto para esconderse—dijo ayudando al joven a entrar.


    El lugar estaba decorado con lo básico, sin nada elegante ni lujos, pero una vivienda al fin y al cabo, entraron y Ahender dejo al chico tumbarse en una de las camas para proceder a curarle tranquilamente y lejos de las miradas que pudieran pasar por allí.


    —Esto te sanara las heridas pero no la fatiga—dijo mientras liberara un poder verde de sus manos que recubrieron al chico.


    Al cabo de un minuto dejo de utilizar su poder, Kizon había notado como su cuerpo se sentía más aliviado, más ligero y se encontraba mucho mejor. Sin embargo, no era suficiente para que pudiera moverse todavía por lo que se tenía que quedar reposando un rato más.

    —Gracias...te debo una...

    —No hay de que...ha sido un milagro haberte visto

    —¿Qué haces aquí en Itano?—preguntaba mirando su cara.

    —Lo mismo que tu, buscar las piezas pero no pensaba que podía liberar un poder tan grande, si hubiera estado en tu lugar probablemente hubiera muerto

    —Ya veo...no sé como vamos a poder con esto...mi poder esta muy lejos de esos demonios

    —No te preocupes por eso ahora, de momento descansa...ya pensaremos en eso más adelante—dijo marchando a la cocina a preparar un brebaje.


    Kizon cerro los ojos, tenía ganas de llorar porque nunca ha recibido una paliza semejante y lo peor es que no ha podido hacer nada contra esa bestia. Pensaba que tal vez Kizander podría hacerle frente pero viendo que usando su poder que ha entrenado durante meses no estaba convencido.


    —Maldición...no he podido hacer...nada...Aendir...ten cuidado—pensaba apretando el puño.

    Ahender volvió al cabo de un rato y ayudo al chico a poder beber, era un sabor amargo pero que le ayudaría a recuperarse más rápido.

    —No noto ninguna fuerza oscura...probablemente se ha marchado, no tienes que venirte abajo, ya encontraremos otras piezas y al final podremos salir de esta—trataba de animar el hombre.

    —Si...tienes razón...—dijo el chico aunque no se le veía convencido.


    Una fuerte lluvia empezó a caer, se escuchaba truenos y las nubes oscurecieron. Sin duda alguna no era un buen día, Kizon solo esperaba que ese día no se volviese a repetir, había pensado que su poder sería suficiente pero al verse derrotado comprendió que aún le quedaba mucho camino como mago y que aún tenía la posibilidad de mejorar. Lo primero era recuperarse para poder luchar y luego junto a Ahender ya trazaría un plan.

    —Por cierto Kizon...¿sabes que es esto?—pregunto sacando un bote con algo en su interior, algo marrón.

    —Una...¿semilla?—pregunto mirando más de cerca.

    —En efecto...una de las semillas del árbol maldito de la leyenda...y esta relacionado con las piezas...Zaan y sus superiores me hablaron de ellas. Ahora que tratan de reunirlas debes saber algo sobre ellas y su relación con la leyenda y Erkrul—dijo serio el hombre sentándose en una silla para acomodarse.

    Kizon se acomodo la almohada, para derrotar la oscuridad debe saber todo lo posible sobre esas piezas, que relación guardan y sobretodo, como enfrentar a un enemigo tan poderoso.

    Continuara...

    Se que no es la pelea que se esperaba pero de nada sirve que haya enemigos fáciles...hay que luchar por ello. A partir del siguiente ya entramos de pleno en la historia, este capítulo es muy importante para entender el futuro de la saga.

    En el próximo, Capítulo 4: El nuevo poder de Aendir y la Organización M
     
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    Agus estresado

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    Hola. Finalmente paso a comentar el capítulo. De los tres, ha sido el que más me ha gustado. Se ha visto la reunión de Catherine con su padre, y también se ha visto una pelea que ha establecido nuevos límites para los guerreros de la guerra anterior.

    Me gustó mucho el encuentro de Catherine y la forma en la que ella y su padre se trataron. Honestamente, creí que Aendir podría llegar a guardarles algún ligero rencor por no ser su hija de verdad, pero se puede ver que la quiere y que se preocupa por ella. Me gustaría ver algo más de la relación entre ambos, pero parece que Aendir no está interesado demasiado en algo como eso, dado a que piensa enviarla a casa. Estoy seguro que cuando la chica muestre su potencial, Aendir se convencerá de que le conviene más tenerla cerca que lejos. Lo que también me intriga es que Aendir se ve con ganas de reclutar a Obyn. Sería interesante ver a un guerrero tan fuerte luchando contra el asesino de su padre, aunque Obyn probablemente no se muestre interesado en su padre, debido a que fueron opuestos todo el tiempo.

    Y parece que la criatura, impulsada por la pieza de la oscuridad, tiene un poder que supera incluso al de Kizon. Estoy impresionado, dado a que Kizon se convirtió en uno de los magos más poderosos, y así y todo lo tuvo complicado. Me gustaría saber entonces, cómo le van a hacer para pelear si es que sus enemigos son tan fuertes. Porque, Krystal, Alvric, Ignace y Venson no están al nivel de Kizon. Si ellos, e incluso los clones no entrenan, les esperará un destino no muy agradable en esta guerra que está por venir.

    Si no me equivoco, la organización M son los fanáticos de Misaki. En ese caso, probablemente haya un enfrentamiento entre Aendir y ellos. Tengo ganas de saber quien será ese aliado de Aendir que está por llegar. Y también me da curiosidad el sueño de Aendir por crear a Cold Hell. Si tiene alguna similitud con lo que la organización MSR está planeando, entonces podrían volverse aliados sin problemas. Realmente quiero ver como se van desarrollando las cosas.

    Sobre los errores, es exactamente lo mismo que en la historia anterior. Palabras sin la tilde correspondiente. Además de que hay oraciones que se quedan sin el punto, lo cual es grave, ya que las oraciones no deberían quedarse abiertas. Con revisar ya podrías solucionarlo todo.

    Será hasta el próximo capítulo. Saludos.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
  7. Threadmarks: Capítulo 4
     
    Poikachum

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    Título:
    Crónicas Mágicas Aendir: Las piezas de la oscuridad
    Clasificación:
    Para todas las edades
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    Fantasía
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    6215
    Nunca pensé que el sueño de librar al reino de la oscuridad se hiciera posible hasta que lo conocí a él, Aendir a simple vista me pareció un mago más, quizás mejor que el resto de magos de su edad pero pronto supe que estaba en un error. Ese año de entrenamiento me permitió comprobar en persona como a medida que pasaban los días iba mejorando, aprendía a leer los movimientos de los oponentes, de sentir la presencia de las criaturas que nos rodeaban tratando de hacernos caer en una emboscada e incluso los poderes demoníacos que se hallaban allí en el templo fueron dominados por el mago.



    No hay forma de describir a Aendir cuando luchas a su lado, ves en sus ojos como siente la emoción de luchar, su forma de moverse, como piensa la manera de vencer al enemigo y trata de salvar al resto de sus amigos. Me hace sentir un poco mayor aunque solo hayan pasado dos años, los Renegados, un grupo de locos que quisieron derrocar el reino y junto a cien magos lograron lo imposible y gracias a ello hay paz en el reino. Cuando vi que Aendir se marcharía al reino de los elfos pensaba que ojala tuviéramos un mago de sus cualidades por temor a que nos atacasen, fue el científico encargado quien me hablo sobre la idea de clonarle o hacer un mago lo más parecido a él para salvaguardar el reino, solo lo hice con las mejores intenciones.


    Es por el bien del reino, piénsalo un momento Aendir, ¿qué pasa si tu mueres?, eres nuestra única esperanza—le dije tratando de convencer al mago.

    No pienso participar en ese proyecto Kizon, no se puede jugar así con las vidas humanas, no somos dioses, no creamos vida humana...todo el contrario...somos demonios que las arrebatan—eso fue lo último que me dijo antes de marcharse.


    Finalmente decidí hacerlo, clonamos a Aendir sin su consentimiento y se que eso le va a doler mucho viniendo de mi pero tenía que hacerlo. Aunque no era perfecto, el sistema de clonación había avanzado gracias a que antes de la guerra clonaron a Oibyn permitiendo que las pruebas para clonar al mago fueran más sencillas. Catherine y Elisabeth son muy parecidas a su padre pero son lo más parecido a lo que la tecnología nos ha permitido hasta el momento, queremos implementar las células que impulsan a pelear a la nueva generación de soldados, hasta ahora han sido un fracaso...el estudio se está llevando a cabo en secreto, tenemos que descifrar el adn entero para luego saber como traspasar las células a la gente. Sin embargo, el mayor proyecto es el de clonar a Aendir traspasando ambos poderes y poder sumar uno, un mago con el poder de un dragón, de un demonio con el conocimiento y control sobre su energía de la cual los elfos son reconocidos por el resto de razas.


    Pero...necesitamos más muestras de su sangre, cosa que tenemos solo una porque ya hemos gastado el resto que obtuvimos en la guerra. Lamentare tener que luchar de nuevo contra él, le dire que es una lucha de entrenamiento y lograré hacer que sangre, todo lo que hago es por una buena causa y se que algún día ese mago vendrá a este mundo y sobrepasará los poderes del propio Aendir, Helmer será el reino más poderoso del mundo y el resto de reinos no se atreverán a desafiarnos y tendremos una influencia en cada uno de ellos.


    Aunque para ello...primero tendré que sobrevivir a esta lucha, Erkrul no puede volver a la vida.



    […]-?????-Organización M



    En el subsuelo se encuentra una gran edificación muy amplia que cubre una gran parte de la zona, al estar bajo tierra nadie puede verla y es más fácil para evitar posibles ataques desde el exterior. La entrada es muy parecida a los templos, pilares, largas sillas para que la gente se siente en filas, pinturas valiosas y un altar donde un hombre vestido como un sacerdote se encuentra hablando con el resto de su gente. Todos llevan una vestimenta color crema, que les tapa todo el cuerpo salvo el rostro que lo llevan al descubierto, nadie podía ocultar su rostro, era una de las muchas normas establecidas en el lugar.


    El sacerdote lleva una ropa parecida a la de los visitantes pero con una túnica azul por encima, un sombrero de copa rojo decorado con la letra M. Todos escuchaban atentos las palabras del hombre, a espaldas y a unos metros suya se encuentra una gran estatua de una mujer delgada, pelo largo y con sus manos sosteniendo un libro.


    —Hermanos y hermanas, nos encontramos un día aquí en la casa de Misaki, nuestra más benevolente líder que fue traicionada...y asesinada por nada menos que su alumno—al decir esto último la gente empezó a dar murmurar entre ellos.


    El hombre levanto el brazo y el murmullo ceso segundos después.


    —Nuestra magnifica...y gran líder ya no se encuentra entre nosotros...su visión de un mundo mejor, un mundo donde nosotros tuviéramos el control sobre la gente, los aldeanos de hoy en día no saben lo que es vivir una vida lejos de la indecencia, caen victimas de maldiciones que ellos contraen por desear más poder, dinero, incluso se matan entre ellos traicionándose...y algunos hasta se revelan como hizo el traidor de Aendir. Nosotros somos la organización M y como tal nos corresponde erradicar la plaga de este bello mundo...¡traedlo!—dijo mientras hizo unos gestos con la mano.


    Instantes después dos hombres llevan una estatua, la de Aendir, la gente empieza a abuchear y saca unas hortalizas que llevaban en la cesta de sus pies. No era muy grande y en cierto modo se parecía al mago aunque era normal, no había muchas fotos suyas para hacerla realista.


    —Enseñemos a esta escoria lo que pasa a los traidores—la gente tomo la hortaliza y las arrojaron con toda la fuerza que sus manos le permitieron manchando la estatua.


    Todo ello ante la sonrisa del sacerdote que admiraba como la gente desplegaba su furia sobre Aendir.


    Tras ello dejo a unos magos recoger todo aquel estropicio, otro de ellos guiaba a la gente afuera dado que el día había terminado y no habría otra sesión hasta la siguiente semana. El sacerdote se cambiaba la túnica por una más normal en su habitación, pero no estaba solo.


    —Veo que cada vez ganamos más adeptos—dijo la voz femenina.


    Una mujer alta, delgada y con una larga melena rubia se encontraba con la espalda pegada a la pared.


    —Ah...si..bueno, vamos sumando seguidores aunque aún falta mucho para poder recuperarnos, ya sabes, desde la muerte de Misaki perdimos mucha gente—comento mientras se sentaba en su silla.
    —Venga Filip...ambos sabemos que te importa bien poco esta organización, lo único que quieres es el poder en el reino de Helmer—ella esbozaba una sonrisa, conocía muy bien a su amigo.
    —Y a ti Samantha te importa bien poco la muerte de tu hermana, nunca os llevásteis muy bien que digamos, ella era la favorita de vuestra madre—la sonrisa de ella desapareció.

    —Desde niña siempre tuvo el favoritismo de madre, ahora ella esta muerta y yo con vida—se marcho enfadada.


    Cuando se fue cerró la puerta dando un portazo, el hombre sonreía feliz porque había tocado su fibra sensible.


    —Ya puedes salir Esrel, ya se ha marchado—una sombra apareció desde la pared hasta convertirse en una figura humana.

    —¿Hay noticias de Aendir?, ¿sabemos donde se encuentra ese asqueroso mago traidor?—pregunto acercándose algo enfadado al nombrar al mago.

    —No...te noto tenso...tranquilo, todo va bien, seremos tan fuertes que nadie nos podrá parar, es cuestión de tiempo que nos enfrentemos a Aendir. No conoce de nuestra existencia por lo que todo esto le pillara por sorpresa, es muy fuerte pero no podrá hacer nada contra nosotros—se levanto de su silla para irse a dormir un rato a la cama.

    —Escuchame Kysam, tenemos que andar con cuidado, nos enfrentamos a Aendir, a la organización MSR y encima no tenemos noticias de los subordinados de Erkrul...llevamos mucho tiempo preparando todo esto y no quiero que pase de nuevo. Nuestros planes no pueden verse estropeados otra vez...bastante tuvimos con perder a Misaki, nuestra adorada líder...—se notaba la rabia en su mirada.

    —Tenemos gente, armas, objetos mágicos de gran poder y cada vez nos volvemos más poderosos...no seas tan impaciente amigo, muy pronto el mundo conocera nuestro poder—dijo esbozando una gran sonrisa.

    —Y cuando ese momento llegue nadie podrá detenernos, ni siquiera Aendir—apretó los puños con rabia, deseaba que ese momento llegase.



    […]-Sur de Eurur



    Catherine, Aendir y Agustin ya estaban reunidos en las afueras del motel esperando a que el miembro que faltaba llegase. La joven estaba feliz, no pensaba que podría encontrar a su padre en tan poco tiempo y mucho menos que la información fuera tan exacta, realmente le debía una a Brandon por haber ayudado a localizar a Aendir.


    —Mira, ya viene...¿porque vienen los dos?—pregunto Agustin extrañado.


    Cerca de ellos habían dos personas, un chico y una chica, él era algo bajito, el pelo muy corto junto a sus ojos que eran de color negro como su pelo, llevaba una capa que cubría todo su cuerpo y lo poco que se veía de su vestimenta interior era una camisa verde con franjas azules. A su lado, una joven de tez morena, ojos azules, una melena rojiza con dos trenzas que caían sobre sus hombros y una vestimenta extraña. Parecía hecha de piel, cubrían su cuerpo por completo dejando los brazos y piernas libres para moverse con más agilidad, además de un cinturón, muñequéras doradas, en los tobillos una especie de adornos hechos de pequeños colmillos y por último un pequeño pañuelo azul en su cuello.



    —Lamento el retraso, hemos tenido algún que otro problema para llegar hasta aquí, ruego que me perdone mi señor—el mago inclinó una rodilla y agacho la cabeza.

    —Poco importa eso ahora, ¿qué haces aquí Jessica?—Aendir miro a la joven algo serio.

    —No puedo quedarme sin hacer nada, ¿acaso no me has echado de menos?—pregunto acercándose a él para darle un abrazo.

    —No trates de manera tan familiar a nuestro jefe—se quejo agarrando a la joven para quitarla de encima del mago.

    —Oh vamos Gybs, no seas así, hace mucho que no le veía—se quejaba la joven actuando como si se enfadase.

    —Por cierto, ¿quien es esta joven?—pregunto Gybs mirando a Catherine.

    —Es Catherine...una de mis dos hijas—esa respuesta dejo impactados a ambos, especialmente a Jessica.

    —Nos dijístes que solo tenías a Zack, y ahora tienes...¿dos hijas?—preguntaba Jessica acercándose a la joven para examinarla más de cerca.

    —Al final hicieron aquel experimento que os comente...ahora no es el momento, vayamos al grano, estamos aquí por la pieza así que en marcha, puede que al final Jessica nos haga falta—dijo Aendir poniéndose a caminar en dirección al lugar.

    —Vamos, ya nos pondremos al día todos más tarde—Agustin imito a su amigo.


    El lugar al ser apartado quedaba un poco lejos pero mientras iban conversando, Agustín y Aendir enfrente de ellos aseguraban el terreno y que no hubiera enemigos cerca, además no querían desviarse del camino dado que al ser una zona que nadie pisaba estaba abandonada por lo que matas de hierba alta se expandían por todo el lugar haciendo que fuera difícil caminar.


    —Y dime, ¿como conocisteis a mi padre?—preguntaba la joven con curiosidad.

    —Pues...no tengo familia, no tengo hogar y me dedicaba a pelear, robar...cualquier cosa con tal de sobrevivir...cuando vi a Aendir supe que debía llevar mucho dinero encima por lo que trate de robarle pero en un abrir y cerrar de ojos me derrotó. Si me entregaban pasaría encerrado el resto de mis días y la otra opción era la muerte, cuando me dijo que no me entregaría pensé que mi hora había llegado...entonces me dijo que yo tenía un talento que estaba desaprovechando, me dijo que me uniera a él, buscaba gente para un propósito y yo no dude en unirme, en estos pocos meses he conocido lo que es tener familia...aunque no seamos familia de sangre—explico el joven algo emocionado.


    Catherine miro entonces a Jessica, ella esbozaba una sonrisa de felicidad y daba saltos por el camino.


    —Tu padre y yo nos conocimos hace unos pocos meses, mi tribu corría un gran peligro porque un monstruo acechaba y mataba a nuestra gente, teníamos mucho miedo dado que no eramos lo suficientemente fuerte para plantarle cara. Entonces fue cuando tu padre llego a la tribu junto con Agustín y ambos derrotaron al monstruo con una habilidad digna de admirar—dijo mientras imitaba poses de batalla como si estuviera luchando contra el monstruo.

    —¿Abandonaste la tribu por mi padre?—pregunto extrañada.

    —Liberar el monstruo no fue gratis, como pago tu padre me reclamo a mí y también mi cuerpo, es vergonzoso de explicar—dijo mientras se tocaba la cara sonrojada.

    —Padre y tu...¿sois amantes?—pregunto ella también roja.

    —Puedes llamarme madre si quieres—saco la lengua y le guiño un ojo a Catherine.

    —¡No cuentes cosas como esas y menos de esa manera!—grito Aendir algo enfadado.

    —Para ser realistas, tu padre solo dijo que le gustaba la forma de luchar que tenía la joven porque cuando llegamos a la tribu nos ofrecieron un combate entre Jessica y otra miembro como demostración de poder y bienvenida. Luego Jessica empezó a acosar a tu padre y bueno, junto a Gybs somos cuatro...ella es muy buena en combate cuerpo a cuerpo y hechizos defensivos—explico Agustin mirando a Catherine.

    —No lo cuentes como si fuera una loca—se quejo la chica dando un ligero golpe en la espalda a Agustin.


    Catherine ahora entendía porque Gybs seguía a su padre, en cuanto a Jessica no parecía mala persona pero tampoco quería que se pegara mucho a él.


    —Ya veo la entrada, debe ser esa—dijo Aendir señalando más adelante.


    Una gran puerta de hierro algo oxidada y con un candado, alrededor de esta una especie de caseta llena de musgo, un líquido verdoso y el cartel de peligro por residuos.

    —¿Crees que lo de residuos puede ser verdad?, si es así tendremos que andar con mil ojos para no tocar nada que nos pueda infectar. Jessica, ¿llevas medicinas encima?—le pregunto mirando su mochila.

    —Si, llevo todo tipo de plantas y antídotos, déjame esa parte a mi—respondió con una sonrisa.


    Aendir se acerco a la cerradura, acumulo energía en su mano derecha para luego asestar un fuerte golpe al candado rompiéndolo en pequeños trozos de metal.


    —Bien, adentro—Agustin abrió la puerta para poder pasar.


    Dentro del pequeño lugar había un pasadizo que poco a poco iba bajando hasta un lugar profundo, lo malo es que no había ningún tipo de antorcha o algo para poder tener una mejor visión.


    —A oscuras va a ser muy difícil avanzar y si hay problemas aún peor—advirtió Gybs.

    —Yo me ocupo de esto—Jessica junto sus manos y pronunció unas palabras.


    Al separar sus manos una pequeña bola de fuego surgió alumbrando el lugar, esta pequeña llama alumbraba lo suficiente para poder caminar por el pasillo sin temor a que algo les sorprenda desde las sombras.


    —En mi tribu, muchas veces llovía y todo era oscuro, gracias a esto nos sentíamos más seguros—explicaba la joven mientras iba en cabeza.


    Todos se pusieron detrás de ella excepto Aendir que estaba a su lado para evitar que alguien atacase a la joven mientras llevaba la llama. Por suerte el pasillo era bastante amplio para todos, estaba sucio y las paredes tenían grietas, suciedad, polvo pero...ni rastro de residuos que puedan poner en peligro sus vidas. Avanzaron cuidadosamente hasta llegar a una gran zona que era toda rocosa, piedras, agujeros, grietas y estalactitas. Ya no necesitaban luz de la llama, los rayos del sol entraban por la entrada de la cueva mostraban parte de la sala, se podía ver el mar que golpeaba brutalmente contra las rocas, el aire que entraba producía un olor a mar muy fuerte y en mitad del lugar la pieza de la oscuridad flotaba.


    —Hemos tardado unos diez minutos en recorrer todo ese pasillo pero aquí la tenemos—Agustin aprovechaba para respirar dado que prefería el olor a mar antes que a humedad.

    —Puede que este lugar fuese construido después de la pieza, alguien la encontró hace mucho, tuvo miedo de su poder y mandó hacer esta sala—Aendir parecía convencido de su teoría.

    —Mirad...mirad...el suelo...—señalaba la chica temblorosa.


    Todos se fijaron mejor donde pisaban, Jessica uso su llama para alumbrar todo el lugar dado que los rayos del sol no eran suficientes para iluminar toda la sala. Lo que vieron les horrorizó, cráneos, huesos y esqueletos por el suelo, especialmente cerca de la pieza donde habían pequeñas montañas que sin tanta luz parecían piedras.


    —No puedo creerlo, entonces...la pieza está viva—comentó Agustin mirando todo el lugar.

    —Debemos tener cuidado, sino...podemos ser parte de ellos—Aendir avanzó con precaución hasta la pieza seguido del resto.


    Poco a poco y con paso lento pero seguro se acercaron hasta la pieza, caminaban evitando pisar los huesos aunque en cierto tramo les resulto imposible dado que eran parte del lugar y por fin tras un minuto llegaron hasta ella, allí estaba, una piedra en forma de rombo y de color rojo flotaba en el aire.


    —Voy a cogerla—dijo decidido Aendir acercándose un poco más y alargando su mano.

    —Cuidado amigo—advertía su amigo.


    Cuando el mago quiso tocar la pieza esta empezó a brillar y una onda los expulsó unos metros atrás colisionando contra el suelo provocando un pequeño dolor en la espalda. Se levantaron adoloridos, suponían que habría algún tipo de defensa, miraron ahora la pieza que ya no era un fragmento...sino una criatura espantosa, una especie de calamar con muchos tentáculos, dos cuernos, de color morado movía sus brazos mientras soltaba un líquido verdoso.


    —Tendremos que derrotar a esta criatura primero—dijo Jessica poniéndose en guardia.

    —Yo me ocupare—propuso Catherine dando un paso al frente, quería demostrar a su padre de que estaba hecha.

    —Muy bien, solo un consejo...no tengas piedad—se terminó de limpiar su ropa y se quedo mirando esperando que su hija pelease.


    La joven avanzo unos pasos más mientras miraba fijamente a la criatura, apretó los puños y comenzó a expulsar poder de su cuerpo envolviéndose ella misma en una forma demoníaca, todo su cuerpo ahora era la de un demonio de color morado, se parecía mucho a la primera vez que Aendir se transformó en demonio pero en pequeño y de otro color.


    —Vamos monstruo—dijo intentando provocarla.

    La criatura dio un grito y empezó a moverse hacía la chica para segundos después mueve uno de sus tentáculos con fuerza contra la maga que da un paso a la izquierda esquivando el golpe. Cuando el pulpo toca el suelo con su pata, lo hace con tanta fuerza que levanta los huesos provocando un agujero advirtiendo a la maga que no debe recibir ningún golpe.


    —Akuma No Iki—Catherine abre su boca y libera un poderoso rayo que golpea directamente al montruo que retrocede unos pasos.


    Luego transmite poder a sus pies y se lanza contra la criatura que al verla venir se cubre con sus patas poniéndolas hacia arriba, la maga golpea uno de ellos que se absorbe el daño, momento que aprovecha para con otro de ellos golpear a la chica que es estampada contra la pared.


    —¡Catherine!—grito el mago mirando preocupado a su hija.

    —¡Estoy bien, yo me encargo!—responde ella poniéndose en pie.


    Aunque ese golpe le ha dolido mucho ahora conoce la fuerza de la criatura que parece disfrutar de ello, tiene una idea para tumbar al monstruo y la va a llevar a cabo. De nuevo realiza el movimiento de antes y trata de golpear con sus piernas, este se defiende de nuevo y logra absorber otra vez la fuerza de la maga que se queda unos instantes en el tentáculo.


    —Ahora—pensó mientras esperaba el golpe para con su otro pie tomar impulso usando al monstruo.


    La bestia realiza de nuevo el mismo movimiento, con otra de sus patas trata de golpear a la maga que gracias al impulso esquiva el ataque dándose a sí mismo y recibiendo un gran daño.


    —¿Qué te ha parecido eso?—pregunto mientras esperaba el siguiente ataque.


    El enemigo parecía muy enfadado, abrió la boca y disparó varios líquidos verdosos contra Catherine que dio varios saltos esquivando cada uno de ellos que donde tocaba provocaba un agujero.


    —Catherine deja de jugar, no es un entrenamiento...aquí hay consecuencias—advirtió su padre.


    Ella asintió, empezó a acumular energía en sus manos, dos grandes esferas de color azul con rayos a los alrededores provocaban una pequeña sacudida en la tierra, la criatura miraba ahora a la joven que parecía que iba a ir con todo.


    —No...no irá a usar ese ataque...—decía Aendir temeroso.

    —Te refieres a...—Agustín miraba a su amigo temblando.

    —¡Espera no lo hagas Catherine, ese ataque no!—gritaba tratando de pararla.


    Pero la joven estaba tan centrada y con el ruido de los rayos no escuchaba a su padre, cada vez cargaba más poder en sus manos, estaba lista para realizar el ataque, las junto y apunto a la bestia.


    —¡¡Akuma...Sen!!—grito ella lanzando el ataque.

    —¡Agustin hazlo o moriremos todos!—ordenó el joven.


    Agustin uso sus manos y de estas salió una especie de burbuja cubriendo todo el lugar sin interceptar el ataque de Catherine que dio de lleno en el monstruo y provocó una gran explosión.


    Cuando el polvo de la explosión desapareció por completo pudieron ver a la criatura totalmente quemada y muerta en el suelo, ese ataque la ha derrotado de un solo golpe. La maga deshizo su transformación y cayó de rodillas al suelo, había gastado mucho poder en ese ataque, apenas lo dominaba sin utilizar mucha cantidad de energía. El poder de Agustin había creado una sala dentro de esta, de esta forma solo si se esta fuera de esa burbuja se escucha el ruido, una técnica que se usa más para robar que para otra cosa dado que desde fuera no se puede escuchar lo que ocurre dentro.


    —Si no llego a hacerlo, la sacudida hubiera sido tan fuerte que en el poblado se hubieran enterado de que algo malo ha ocurrido—dijo Agustin suspirando.

    —Debes controlar tu poder, piensa un segundo donde te encuentras, podrías haber hundido el techo encima nuestra—regaño su padre.

    —No seas tan duro con ella, aún es joven y para eso tiene a su padre, para ayudarla—Jessica trato de calmarle.


    Catherine agachó la cabeza triste, no había pensado en las consecuencias de sus actos y tenía razón, el techo podría haberse desplomado encima suya. Entonces sintió una mano en su cabeza que le acariciaba el pelo suave como su madre hizo cuando ella era pequeña.


    —Solo...piensa antes de actuar, lo has hecho muy bien hija, eres muy fuerte—al mirar hacía arriba vio a su padre sonreír feliz.


    Ella se seco los ojos y se levanto dando un abrazo a su padre, era la primera vez que le regañaba pero también que la felicitaba, llevaba mucho tiempo esperando aquellos detalles.


    —¡Señor mire!—Gybs advirtió señalando a la criatura.


    Esta comenzó a brillar mientras su forma cambiaba totalmente, ya no tenía tentáculos, ahora era más...humana. De pronto le salieron unas zarpas y cuernos, era totalmente morado, sus ojos blancos y sus dientes afilados asustaban, el grupo supo que la batalla no había terminado. Y no solo su forma, sino que su poder aumentaba por momentos hasta alcanzar un nivel que provocaba en ellos un escalofrío mientras el sudor caia por su rostro.


    —No ha terminado—decía la criatura liberando su poder.

    —Catherine... atrás, yo me ocupo de esto—dijo serio mientras avanzó unos pasos.

    —Aendir ten cuidado—Agustin parecía asustado.

    —Tengo que pedirte que aumentes la burbuja y utilices mucho más poder, este demonio...no es algo que pueda tomarse a la ligera—ordenó el mago mirando a la criatura que parecía esbozar una sonrisa de felicidad.

    —¿Va a usar su poder señor?—preguntaba Gybs retrocediendo.

    —Creo que sí...Catherine ven aquí—dijo Jessica a la joven que retrocedió hasta ellos.


    Era el turno de Aendir, notaba el poder que desprendía la criatuara y no iba a andarse con juegos, iba a usar su poder para destruirlo, necesitaba recuperar la pieza, los enemigos ya tienen varias piezas por lo que deben tener al menos una.


    —¡Voy a usar todo mi poder y voy a matarte!—grito el joven serio.


    Aendir se puso en posición, la energía empezaba a salir de su cuerpo provocando que las pequeñas piedras y restos de huesos levitaran del suelo, unos pequeños rayos salen de su cuerpo mientras que poco a poco empiezan a volverse más grandes ocupando casi toda la sala. Un aura naranja es liberada mientras Aendir siente que su fuerza va a aumentando de forma gradual, incluso parece brillar un poco y continua tratando de volverse más poderoso.


    —¡Aendir ya basta, no puedo contener tanto poder!—grito Agustin tratando de que el joven le hiciera caso.


    Catherine miraba con asombro el poder de su padre, no se podía imaginar que tuviera tanto dentro de su cuerpo y él seguía aumentando su fuerza.


    —¡Ya basta!—gritaba el mago asustado y usando su poder para contener la estabilidad de la sala.


    Entonces Aendir dejo de liberar su poder, las piedras y huesos cayeron al suelo, los rayos se convirtieron en pequeños de nuevos que seguían saliendo del cuerpo del demonio. No estaba transformado en demonio pero desprendía un aura muy poderosa.


    —Esta bien, tendré que derrotarlo con el 30% de mi poder—comento mientras se crujía los nudillos.


    La criatura miro unos instantes a Aendir, ahora iba a empezar el combate y en esa forma no tendría piedad alguna.


    —Vamos, aquí estoy—incitó el mago a la bestia.


    Esta tomo impulso desde el suelo y se lanzo a toda velocidad contra el joven que estaba parado allí esperando el ataque. A pocos centímetros lanzo una patada al pecho que fue interceptada con sus dos manos, con la que le quedaba libre trato de alcanzar su cara, Aendir se agacho para después tirar a la bestia al suelo dado que aún tenía las manos en su pie. Esta desde el suelo abrió la boca disparando un poderoso rayo que el joven esquivo moviendo su cabeza, sujetando fuerte el pie lanzo a la criatura hasta el techo atravesando una de las estalactitas en uno de los brazos.


    —¿Cuanto tiempo vas a estar ahí arriba?—pregunto el joven desde el suelo.


    El demonio rugió ferozmente, uso el techo para tomar de nuevo impulso y con una gran velocidad trato de alcanzar al joven que usando sus pies se impulso hacía atrás para evitar que todo el peso de este cayera encima suya. Desde el suelo trato de atacar de nuevo pero entonces no pudo hacerlo, Aendir se había plantado delante suya y tenía su puño hundido en el cuerpo de este, luego le propinó una fuerte patada en la cara mandando a esta volar unos metros.


    —Esto no ha terminado, vamos, ataca con todo—provocaba el joven serio y de brazos cruzados.

    —Maldito seas...—dio un rugido y empezó a correr cara al mago con todas sus fuerzas.


    Aendir respiro profundamente y cuando estaba lo bastante cerca desapareció de la vista de todos haciendo frenar al demonio que miraba a todos lados tratando de encontrar a su oponente, el grupo también hace lo mismo pero es como si se hubiera vuelto invisible.


    —No puedes verme debido a mi velocidad—dijo la voz del mago.


    Instantes después la criatura siente un fuerte golpe en su pecho, luego se escucha el sonido de varios golpes, pero sigue sin verse a Aendir, la criatura nota como el dolor va aumentando y los golpes siguen y siguen, le hacen hasta levantarse del suelo dejando su cuerpo en el aire.


    Luego se escucha uno muy fuerte por toda la sala, la bestia cae al suelo y ya pueden ver a Aendir, parado frente a su oponente que no ha podido tocarle apenas. Desde el suelo lanza un puñetazo que este detiene con suma facilidad, y en un momento le rompe el brazo haciendo gritar de dolor a su enemigo, toma el otro y realiza la misma acción dejando al enemigo incapacitado para la lucha.


    —¿Donde se encuentran las otras piezas?—pregunto Aendir mirando fijamente a la criatura.

    —Ni idea...y tampoco te lo diría—respondió con una sonrisa.


    Aendir lo tomó de la cabeza y le empezó a propinar golpes a diestro y siniestro, uno tras otro caía sin resistencia alguna en el rostro de la bestia que gritaba con cada puñetazo. Luego le propinó una fuerte patada que lo estampo contra una de las paredes, cuando dio el rebote contra la dura piedra Aendir se puso delante y siguió golpeando de forma repetida.


    —¿No se está excediendo el jefe?—pregunto Gybs mirando la lucha.

    —Quizás un poco...pero es su método—respondió Agustin manteniendo su poder activo.


    El mago cesó la lucha quedando la criatura ensangrentada en el suelo, inmóvil y sin poder resistir ni siquiera en pie, todo había terminado pero aún seguía viva.


    —Catherine ven aquí...—dijo Aendir de espaldas.


    La joven dudo unos segundos pero luego avanzó hasta colocarse a la altura de su padre, cuando lo hizo el mago creó una espada de hielo y se la acercó a ella.


    —Adelante, acabalo...ponle fin a este demonio...acaba con su vida—dijo serio.


    Todos se quedaron impactados por las palabras del mago, no esperaban aquello y Catherine agarro la espada con las manos temblorosas. Nunca había matado, aquello no era un entrenamiento, tomaría una vida, aunque fuera la de un demonio se sentía incapaz de hacerlo.


    —¿A qué esperas?—pregunto su padre mirándola a los ojos con una expresividad fría.


    Catherine miro al monstruo que estaba en su límite dando muestras de agotamiento, está la miro y le suplico por su vida.


    —Por favor no...no me mates...yo no quería...yo...—rogaba con una voz quebrada.

    —¡Hazlo!—ordenó Aendir tratando de convencerla.


    La maga levanto la espada con cuidado para darle el golpe de gracia, respiró hondo para tomar la fuerza suficiente pero en el último segundo pierde sus fuerzas cayendo la espada al suelo.


    —Yo...no puedo...—susurraba ella mientras miraba sus manos que estaban temblando.


    Aendir recogió la espada y no dudo, en un instante le cercenó la cabeza produciendo una fuente se sangre que salpicó a ambos con unas gotas por todo su cuerpo. Catherine vio la diferencia entre ella y su padre, la decisión y capacidad para quitar una vida.


    El monstruo desapareció por completo dejando en el suelo la pieza, ahora que habían derrotado a la bestia ya no había peligro, por fin tenían en sus manos uno de los fragmentos. Aendir la recogió para examinarla más de cerca, se preguntaba como algo tan simple ha podido producir tanto daño al igual que el resto de las piezas.


    —Bien, salgamos de aquí y pongamos rumbo a Helmer, tengo asuntos que tratar allí—dijo Aendir dando la vuelta rumbo al resto del grupo.


    Catherine estaba allí parada, mirando sus manos que tenían sangre, estaba cubierta de ese líquido rojizo y se sentía como paralizada, no se podía mover.


    —No estás preparada—comentó el mago.


    La joven se dio la vuelta para ver a su padre quien se detuvo para mirarla.


    —¿Lo entiendes ahora Catherine?, soy un demonio que no duda en matar al enemigo, mis manos están manchadas de sangre y eso es algo que nunca podré borrar. Tú...las tienes limpias, ¿este es el destino que deseas?, por eso...cuando volvamos a casa...te quedarás con tu madre y quiero que tu hermana siga el mismo camino, esta guerra no os concierne—explicó dejando de mirarla.


    Ninguno de los presentes dijo nada durante el camino de vuelta por el pasillo, Catherine seguía dándole vueltas a lo que su padre le había dicho, tal vez era lo mejor, no seguir sus pasos...vivir una vida normal en Helmer y relegar la guerra a su padre, a Kizon...a gente que nació para librar esas batallas, quitar una vida era mucho más complejo de lo que parecía y hoy por fin lo comprendia dado que ha visto la muerte en primer plano y como la vida de esa bestia se apagaba.


    Ya fuera aprovecharon para respirar profundamente el aire puro de la naturaleza que les rodeaba, el estar allí dentro metidos con esa humedad era insoportable, también se sentaron un poco en unas rocas cercanas.


    —No te lo tomes así, él solo quiero que no te salpique—le susurró Jessica.

    —Lo sé—respondió cabizbaja mirando el suelo.

    —Aendir se está sacrificando por mucha gente, es por ello que cuando alcance su sueño el mundo será un lugar mejor—Jessica miraba de reojo a Aendir y al resto que hablaban entre sí.

    —¿Su sueño?—pregunto ella curiosa y mirando a la joven.

    —Cold Hell—respondió para después levantarse para estirar sus piernas.


    La chica se quedo pensando en ello, el sueño de su padre era Cold Hell pero...¿que significaba aquello?.



    […]-Helmer-Estación


    Elisabeth estaba ya preparada para marcharse, por alguna razón que desconocía ese día había mucha cola para tomar el tren y se le estaba haciendo algo pesado estar allí de pie esperando. Normalmente no se producían esa clase de colas para subirse, quizás pasaba algo raro o alguna avería.

    —Lo lamento mucho pero el tren estará cerrado durante el día de hoy, lamento mucho pero las vías hasta el destino están infestadas de monstruos y otra clase de problemas, ya han mandado a varios equipos para solucionarlo pero por seguridad les pido que se retiren y vuelvan a sus casas—dijo el encargado provocando un fuerte abucheo.


    Elisabeth salió de entre la multitud como pudo, agarro su bolsa fuerte para no perderla y tras unos minutos agonizantes entre la gente logró salir de allí.

    —Mi misión va a tener que esperar...no hay nada que pueda hacer por ahora...—pensaba mientras miraba a la gran cantidad de personas que trataban de entrar en el tren.

    —Menos mal que te encuentro, me ha llegado la noticia de que están solucionando el problema—dijo una voz conocida.

    —Abuelo, ¿qué haces aquí?—pregunto sorprendida.

    —Eres mi nieta y estoy al cargo de la misión, debes volver a casa...la misión se retrasará unos días dado que van a reunirse de nuevo—respondió tomando aire, su edad cada vez le impedía andar tanto.

    —Se van a reunir de nuevo...¿quienes?—pregunto ella extrañada.

    —Los Renegados, Ahender nos ha informado que vuelve junto a Kizon, Krystal llegó esta mañana junto a Alvric e Ignace...y...él viene de camino, tu padre vuelve a casa—explicó el hombre.

    —¿Cómo puedes estar seguro de eso?, ¿mi padre está de camino?, ¿cuando llega?—preguntó exaltada.

    —Calmate mujer...Ahender le dio una especie de comunicador mágico, hace diez minutos ha hablado con él, vendrá de Eurur junto a Catherine—respondió ya recuperado.



    Elisabeth iba a decir algo pero entonces un fuerte estruendo seguido de una explosión se produjo cerca suya, la chica abrió los ojos y vio que se encontraba en el suelo tirada con un dolor de cabeza fuerte. No podía escuchar nada, la cabeza le daba vueltas, Sahim estaba tirado en el suelo enfrente suya y no solo eso, veía sangre por todas partes.


    —A-abuelo—trato de ponerse en pie con cuidado mientras se tambaleaba.


    Cuando pudo centrarse en la situación vio el horror más de cerca, la estación estaba reducida a cenizas y escombros mientras un humo negro salía de ella. Varias llamas por todo el lugar quemaban los cuerpos de las personas que se encontraban en el momento de la explosión allí quejándose...charcos de sangre, miembros volatilizados, no sabía donde empezaba una persona y terminaba otra...era algo horrible y Elisabeth al ver todo aquello vomitó como nunca había hecho del asco que le producía ver todo aquello.

    Luego camino unos pasos con las fuerzas que le quedaban hasta acercarse a su abuelo, el cual estaba consciente pero herido debido a la fuerte explosión. Vio el rostro y aquellos ojos que tanto cariño le han dado al límite de su vida, tenía que sacarlo de allí.


    —Te...sacaré de aquí abuelo—pero pierde sus fuerzas cayendo de rodillas frente a él.


    Cae de lado debido a que se siente muy débil, ve que muchas personas empiezan a acercarse al lugar tratando de saber que ha ocurrido, antes de cerrar los ojos puede ver que un joven se aproxima corriendo hasta el lugar, lo reconocía...era Obyn.


    Continuara...

    En el próximo: Capítulo 5: Los Renegados y la Organización MSR se reúnen.
     
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    Hola. Finalmente me puedo pasar a comentar el capítulo. Tengo que decir que ha estado muy bien. Es bueno que el personaje de Catherine empiece a desarrollarse desde tan temprano. Al parecer, tiene un poder casi tan grande como el de su padre, y le falta de mucho entrenamiento para poder sacarle el máximo provecho. Ahora, en personalidad, ella es muy distinta a su padre, y se nota demasiado. Aendir ha peleado en guerras mientras que ella casi nunca salió de sus entrenamientos. Era lógico que no estuviera psicológicamente preparada para enfrentarse a una bestia como esa, por más que tuviera el poder para hacerlo.

    Aendir ha demostrado su fuerza y tal parece que su entrenamiento desde que la guerra terminó no ha parado, dado a que usando solo el 30% de su poder fue capaz de asesinar a la bestia y obtener la pieza de la oscuridad. Ahora, tal parece que los Renegados se van a reunir para seguir avanzando con su plan. Me pregunto si la organización MSR se reunirá con ellos en el siguiente capítulo o más adelante.

    Me asombra que Misaki tuviera seguidores tan fanáticos, al punto de tratarla como una diosa y de tratar a Aendir como un demonio (aunque literalmente, es un demonio XD). Me pregunto que tan fuertes serán esos seguidores. Y tal parece que, tanto ellos como Aendir y su grupo se enfrentan a los aliados de Erkrul. Así que, podríamos decir que son tres grupos de magos persiguiendo sus objetivos en esta parte.

    La escena final me pareció demasiado apresurada. De un momento a otro, la estación de trenes estaba envuelta en llamas tras una explosión. Creo que debió haber tenido más narración, por más que el capítulo se hiciera más largo. O sino, dejar esa escena para otro capítulo. Lo que me intriga es saber quienes fueron los causantes de eso, y si podremos ver a Obyn desplegando sus poderes en el siguiente capítulo.

    En cuanto a lo que dijo Kizon al principio sobre sacarle más sangre a Aendir para seguir clonándolo, me parece una idea descabellada. A ese paso, van a tener unos 15 clones de Aendir. El mago parece haber aceptado muy bien a una de sus hijas, y cuando conozca a la segunda, probablemente también lo haga. Pero no creo que le guste tener una decena de hijos que él no ha concebido. Teniendo en cuenta que su hijo Zack es su único hijo concebido, probablemente crea que eso sea suficiente.

    Te marcaré un par de errores:

    Allí debería ser: "los enemigos ya tienen varias piezas, por lo que ellos deberían tener al menos una".

    Todo esto sumado a que las tildes no están bien colocadas y se hace muy difícil leer y tratar de adivinar si te estás queriendo referir a un verbo en presente o en pasado. Y para los combates también se da este problema.

    Bueno, eso será todo por ahora. Estaré esperando ansioso por el siguiente capítulo. Saludos.
     
    • Fangirl Fangirl x 1
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