Historia larga No enfurecéis a los dioses

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por El fénix ascendiente, 27 Marzo 2018.

  1.  
    El fénix ascendiente

    El fénix ascendiente Entusiasta

    Cáncer
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    4 Marzo 2011
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    199
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    Escritor
    Título:
    No enfurecéis a los dioses
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1963
    La ira de una diosa

    El reino de Hopia, era unos de los tantos reinos que consistía en en mundo de Olympia, aunque este era conocido por ser tener una gran cultura, además de ser unos de los 7 primeros reinos en fundarse.

    En rey Mitra, también llamado el joven sabio, había tenido con su mujer varios hijos e hijas, los cuales ya estaban mayores, a excepción de un pequeño niño de 5 años, también había extendido su territorio a los bárbaros del sur, solo le faltaba un grupo de tribus barbaras, que se habían unidos en una confederación, para hacerle frente al rey.

    El ejército del reino de Hopia, se estaba reuniendo para la última batalla que iba a tener en contra de la confederación.

    Un grupo de caballeros, habían llegado al campamento y uno de ellos, el líder, el cual llevaba una armadura de color plateada, con una capa de color rojo, la cual tenia el diseño de un dragón ascendiente, bajo de su caballo y se dirigió a la tienda de campaña, en donde se encontraba los generales que estaban conversando sobre los pasos a seguir.

    —Espero que la oferta de paz, funcione—comento el mas viejo de los generales.

    Los demás estuvieron de acuerdo con el general, pero el recién llegado, se enfado y lo demostró sacando su espada de dos mano y golpeo un escudo con su arma, el fuerte sonido hizo que los generales presentes, mirasen al caballero.

    —A pesar de ser veteranos en la guerra y tener una voz fuerte en lo referente a la guerra, no comparto con ustedes su idea de una solución pacifica con los bárbaros—el caballero, le reclamo a los generales.
    —A pesar de que eres un general y muy cercano al hermano mayor del rey, eres demasiado joven para comprender las soluciones—unos de los generales, le dijo al caballero y agrego—No se porque el rey, te entrego el control del escuadrón del dragón, el más fuerte y legendario de los escuadrones.
    —Será porque, yo se lo que se debe hacer—el caballero, guardo su espada u salio de la tienda—Voy a ser lo que se debe hacer, eliminar a esos bárbaros y a su ridícula confederación, en el nombre del rey.

    El líder del escuadrón dragón, se subió a su caballo y llamo la atención de su gente y del ejercito.

    —Los generales, se están concentrando en la ridícula paz, así que yo tomare el mando de este orgulloso y maravilloso ejercito—el caballero, llamo la atención de los presente y levantando su espada dijo—Hoy sera el ultimo día de los bárbaros, el reino de Hopia, se sentirán orgulloso de ustedes y se cantaran hazañas, vamos a la carga.

    Los soldados y el escuadrón, gritaron al unisono afirmando las palabras del caballero y tomaron sus armas para seguir al líder del escuadrón dragón.

    —Ese idiota—Comento unos de los generales y agrego—Solo quiere figurar.
    —Por ahora le dejaremos, pero después vamos a hablar con el rey, sobre su comportamiento—suspiro otro de los generales—Rayos y cuanto los esforzamos para poder tener una audiencia con el líder de la confederación.

    El caballero de la armadura plateada, avanzo sobre el ejercito de la confederación y los destruyo en una sola tarde, no dejo a ningún soldado en pie, ni siquiera a los que suplicaron clemencia, los cuales fueron ejecutados, cortándole la cabezas, las cuales tiraron a los perros que se las comieron complacientes y sonriendo, mientras hilos de sangre, escurrían de las bocas de estos animales.

    El caballero, insatisfecho, hizo que si ejercito marchase y destruyesen los poblados de los bárbaros, permitió a sus soldados, todos los pecados que los guerreros ejercían sobre los pueblos conquistados, masacre, cortes de cuerpos y violación de inocentes, e incluso el participo en varios de estos.

    Uno de los grandes pecados, que cometen los soldados a la hora de realizar masacre y te siendo la euforia y la excitación de la sangre y la destrucción, llenando sus corazones, es la destrucción de templos y precisamente, esto es lo que hizo el caballero de la armadura plateada, al entregar a un templo de madera y paja, que tenían los bárbaros a su mayor diosa, el mismo fue el primero en destruir la estatua de aquella divinidad y permitió a sus soldados hacer todo lo que quisiese en ese sitio, ese día el templo recibió llanto y sangre de mujeres ultrajadas.

    El ejercito se marcho, cantando orgulloso por su victoria. Unos ojos divinos, lloraron por aquel evento y las perdidas humanas, y la lluvia cayo sobre la región, lo sobrevivientes de la aldea, dicen que escucharon gritos de una enfadada diosa.

    Pronto la venganza de una diosa enfada, se haría presente en el reino.

    Al terminar la guerra, el rey en vez de regañar a si caballero por su conducta, lo premio por ganar la guerra, con tierra, dinero y la mano de su hija menor, además de una gran y cuantiosa fortuna.

    Los generales, hablaron a espalda del general, ellos se habían enterado de lo que había hecho el caballero de la armadura plateada y no le parecía muy bien, su acción.

    —Mi rey, le he seguido toda mi vida, he incluso mis hijos murieron por el reino—El general más viejo, se levanto al ver como Mitra, le daba honores y gloria al caballero, agrego—Pero, no tolerare que este imprudente, malavida, general de pacotilla sea premiado por lo que hizo a los bárbaros, así que renuncio a mi puesto.

    El general, hizo una reverencia y se retiro del castillo, los demás generales veteranos, imitaron al anciano y se marcharon del castillos.

    Al rey Mitra, no le importo lo que hicieron sus generales y siguió con la ceremonia, después nombro muevo generales, y ascendió al héroe que aplasto a los bárbaros, a primer gran general.

    La ira de la diosa, sucedió a la siguiente semana de la ceremonia, un grupo de vasallo del rey, con tierra, se unieron y se convirtieron en rebeldes, en contra de la tiranía del rey Mitra, al cual le quitaron el sobrenombre del joven sabio y lo remplazaron por el sobrenombre de tirano.

    Se inicio la revuelta y aunque, Mitra, tenia un gran ejercito, no pudo contra los rebeldes, que a parte de tener su ejército privado, también había contratado a ejércitos de mercenarios y había hecho pactos con bárbaros que había n sobre ido a la batalla, además con reinos cercanos, en poco menos de dos mese había llegado al castillo del rey, tomaron el castillo y empezaron a matar a los miembros de la familia real.

    El caballero de la armadura plateada, se encontraba junto con su esposa, ella temía por su vida y por la de su hermano menor.

    Los rebeldes, estaban buscando a los últimos miembros de la familia real, ya estaban cerca.

    La hija menor, había situado a los generales retirados y ellos respondieron, ya que aunque estaba en mal acuerdo con el rey, aun le tenía estima a la hija menor.

    —¿Que?, ¿mi esposo hizo eso?—pregunto exaltada y asustada, la joven princesa, la cual se sentó en su silla y negó con la cabeza—Ese idiota de mi marido, cono pudo hacer eso, profanar un templo de una diosa y matar a su gente, es enfrentarse a lo divino y a su cólera.
    —Le sugiero, que se contacte con la divinidad, para discutir como salvarse—le aconsejó unos de los generales.
    —Es idiota discutir con esa divina, es idiota, es solo una diosa de los bárbaros—dijo el primer gran general, pero cayo al ver la cara de enfado de su esposa y de los ex-generales.

    Así que decidieron conversar con esa diosa, los generales y la princesa, junto con su hermano, fueron a un altar en el cual se podía comunicar con tofos los dioses, el altar consistía en un simple corona de olivo, que estaba sobre una piedra.

    La princesa, vertió sobre la rama aceite de animal y después de arrodillarse y rezar, invoco a la diosa, que se manifestó en forma de una brillante luz blanca.

    —¿Que es lo que quieres hija del tirano y esposa del imperdonable —le contesto la luz brillante.
    —¿Habrá una forma de aplacar tu hora, o gran diosa?—preguntó la princesa a la diosa.
    —No—le contesto la diosa y agrego—pero puedo salvar a tu hermano menor a cambio de tu vida claro esta.

    La princesa, acepto la propuesta y dando las gracias a la diosa y se levanto.

    Sabia lo que tenia que hacer, así que se acerco a los generales.

    —Ustedes ayudaron, mucho a mi padre y trataron de encaminar al inútiles de mi esposo, se lo agradezco—la princesa, les dijo agradeció a sus generales y agrego—pero, Ajora debe retirarse es una orden, debo sufrir mi condena como hija de mi padre.

    La princesa, se acerco a su marido, lo beso y luego lo cacheteó.—Te amo, pero no puedo perdonar lo que hiciste a mi familia—la princesa, le dijo a su esposo y agregó—Espera tu castigo y cuida a mi hermano en tu exilio.

    La princesa, subió hasta la sala y se puso enfrente de los rebeldes, que la despojaron de sus ropas, la violaron y después la mataron

    El esposo, al escuchar como las afiladas espadas cortaba la garganta de su esposa, se arrodilló al suelo y lloro, los generales se retiraron y le acordaron al gran primer general, su deber.

    Llorando, el gran primer general, corrió hacia el cuarto en donde dormía el hermano menor y último hijo del rey Mitra y lo tomo.

    —fue mi culpa, que quedara huérfano y tus hermanos muriesen—el ultimo caballero del rey Mitra, abrazo al hijo de su antiguo rey.
    —¿Ahora entiendes la agonía del impotente?—pregunto la diosa al caballero.
    —¿A donde debo ir?—pregunto el caballero a la diosa.

    La diosa, le indico que debe ir mas allá del mundo en que vivía, viajar a un mundo en que los dioses, no tenia poder, en donde primaba la tecnología.

    —Te abriré un portal, con el cual puedes viajar hacia aquel mundo, al llegar a ese lugar, verás tu castigo ejecutarse—le contesto la diosa y abrió un portal hasta ese mundo en que estuviese a salvo y agrego—Espero que protejas al niño, ya que el sera el rey que pondrá de nuevo el orden a tu reino y sera la persona que de nuevo forje una alianza con nosotros.

    El caballero, con decisión dio un santo hacia el portal, que cerro al momento en que los rebeldes entraron.

    En el portal, el caballero, sintió como su cuerpo ardía y como sus músculos adelgazaba.

    —¿Que es este dolor, acaso sera el castigo de la diosa?—se pregunto el gran primer general.

    Al al salir del portal, el caballero cayó en la orilla de un lago, el gran primer general, observó si reflejo y se dio cuenta de que el castigo se había impuesto, se había convertido en una hermosa y joven mujer, la cuán estaba desnuda, de tez blanca, cuerpo esbelto, cintura de reloj de arena, pecho no tan grande, pero no tan pequeños, cabello largo y negro que le llegaba hasta la cintura, piernas atléticas, brazos delgados y ojos azules oscuros.

    —¿Una mujer, ese es mi castigo, convertirme en una mujer?—se pregunto la ahora chica y observo a retoño que tenia en sus brazos—Creo que se porque tengo este castigo, ser la madre qué por mi culpa el príncipe perdió.

    La ahora mujer, dio gracias de que no había nadie cerca de ella y que era de noche, se encamino en busca de ropa.
     
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    El fénix ascendiente

    El fénix ascendiente Entusiasta

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    Escritor
    Título:
    No enfurecéis a los dioses
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1558
    Nuevos aliados.

    Las fuertes luces, que aparecieron en el cielo, hicieron despertar la curiosidad de un grupo de campistas que habían puesto su campamento en aquel bosque, eran un grupo de jóvenes de entre 17 y 20 años, que buscaban señales no de vida de otros planetas, lo que buscaban eran puertas o seres de otras realidades alternativas o dimensiones.

    ¿Vieron eso?—pregunto unos de los presente, un joven de tal vez 18 años de edad, de cuerpo robusto y un poco bajito, piel blanca, pelo negro y corto, ojos negros, vestía con unos pantalones cortos, zapatos negros y una camisa roja de manga larga.
    —Hay que ser ciego, para no verlo—contesto una chica de piel morena, cuerpo esbelto y terso, ojos verdes oscuros, pelo negro que le llegaba hasta la mitad de las orejas, vestida de un pantalón negro ajustado, zapatos rojos, una camisa blanca y encima una chaqueta de cuero ajustada, además de unos guantes blancos y pregunto observando al que parecía ser el líder de este grupo, un sujeto de piel blanca, cuerpo delgado, ojos almendrado, pelo negro y cortos, vestido de pantalones negros, zapatos cafés, una camisa de manga larga de color rojo—¿Es lo que buscaba, cierto?
    —Exacto, evidencias de otros mundo—el líder del grupo, estaba feliz—Vamos.

    Los jóvenes, se encaminaron hacia el lago.

    A las afueras del bosque, en la carretera un auto deportivo de color azul, estaba siendo manejado por un hombre, de tez blanca, cuerpo esbelto y musculoso, pelirrojo, ojos negros, una barba corta, un corte en el ojo izquierdo y llevaba puesto unos lentes, vestía con una camisa roja, unos pantalones negros, zapatos azules, llevaba puesto unos guantes blanco, un sombrero estilo Dick tracy, de color café oscuro y una gabardina café claro.

    Al ver un brillo en el lago, paro su marcha y salio del auto.

    —Otro más —se dijo el sujeto, que saco un cigarrillo y lo prendió—Pero este, tiene una sensación algo diferente, no se como explicarlo.

    El sujeto, fumo del cigarrillo y después de botar una bocana da de humo, se encamino hacia aquel lago.

    La mujer, salio de largo, pero al tocar la tierra siento arder su pecho, cayo de rodilla y sujetando al niño que tenia en sus manos, observo el lugar donde provenía el ardor, se dio cuenta que una extraña piedra preciosa de un color rojizo sangre y bordes dorados, apareció arriba de sus pechos.

    —¿Que es esto?—se pregunto la mujer, pero sus pensamientos fueron cortados, cuando sintió unas pisadas y pregunto—¿Quien anda?

    Observo que atrás suyo, se encontraba tres personas, dos chicos y una joven, con extraños ropajes.

    —B…Buenas—Saludo unos de los chicos, el cual parecía ser el líder.
    —No entiendo, lo que dices—le contesto la mujer al recién llegado.
    —Habla…un idioma extraño—comento el joven líder.

    La chica de piel morena, se dio cuenta de la desnudez de la mujer y se acerco a la aparecida.

    —He, ¿a donde vas?—pregunto el joven bajito a la chica.
    —Ella esta desnuda y se puede resfriar—le contesto la chica al bajito.

    La mujer, observo que unos de los jóvenes aparecidos, se estaba acercando a ella. La mujer, iba a correr, pero la joven, la detuvo.

    —No te preocupes—la joven, le dijo utilizando el lenguaje de seña.
    —¿Aquí también, utilizan el lenguaje de seña?—se preguntó la mujer y utilizando el lenguaje de seña, con cuidado para que el príncipe, no se cayese, le pregunto—¿Quienes son ustedes?.
    —Mi nombre es Simmone—se presento la chica con el lenguaje de seña y agrego—Mis amigos son Alfredo, el joven delgado y el bajito se llama Teo, somos un grupo de jóvenes que gustamos de la teoría de otros mundos.

    Simmone, se quito el chaleco y con el tapó él cuerpo de la mujer, la cual agradeció el gesto de la chica.

    —Eso es bueno, el primer contacto a funcionado—comento Alfredo.
    —Ya entiendo, no fui el primero en llegar—Una voz llamo la atención de los chicos, que observaron a un hombre vestido con gabardina y un sombrero algo anticuado.

    El sujeto aparecido, se puso al frente de la mujer, la cual, observo al hombre con extrañeza.

    —¿Eres de Olympia?—pregunto el sujeto a la mujer.
    —Si—la ex- gran primer general, se asombro al escuchar que alguien hablaba su mismo idioma—¿Quien es usted?
    —Mi nombre es Argón Copper—se presento el hombre.

    La mujer, observo sorprendida al hombre, aquel nombre, era muy famoso en Olympia.

    —¿Argón Copper?—pregunto la joven, con sorpresa—¿El guerrero que lucho contra los reinos del mar y derroto a los cinco grandes generales?
    —Jaja, vaya, mi historia aun se cuenta entre los jóvenes—Argón, se río y agrego ya en forma seria—¿Por cierto, que haces en la tierra?

    La mujer, le contó sobre lo que había sucedido en su reino, entre varias cosas.

    —Ya entiendo, vaya historia—comento Argón y agrego, mirando al pequeño niño, el cual era de piel blanca, cuerpo delgado, pelo negro y corto, traía puesto un pantalón azul, zapatos negros, una camisa blanca y una chaqueta abotonada azul, además llevaba una corbata con nudo de mariposa —Así que el chico, es el ultimo hijo vivo del antiguo rey.

    Los jóvenes presentes estaban escuchando lo que hablaban la recién aparecida mujer y el sujeto de la gabardina, pero el lenguaje que hablaban, no era entendido por los chicos.

    —He, chicos, ¿pueden permitirnos su campamento, para cuidar a la mujer y al niño?—le pidió el hombre de la gabardina a los jóvenes.

    —He…claro—le contesto el líder, sorprendido por la petición del aparecido.

    Al rato después, los chicos, estaban compartiendo el campamento con Argón, la mujer y el niño. El niño, se encontraba acostado en un saco de dormir. La mujer, que estaba vestida por ropas que Simmone, le presto, que consistía en una minifalda de color rojo con bordes negros la cual esta sobre un pantalón ajustado color negro, zapatos negros, y una camisa de color negro, miro al chico desde la entrada de la tienda.

    —Duerme mi pequeño—sonrió la mujer, que salio de la tienda y se sentó al lado de Argón.
    —Vaya, parece que te toma el papel de madre, bien en serio—le comento Argón, con una sonrisa.
    —Su madre murió por mi culpa, así que como mínimo debo actuar como una—suspiro la mujer y agrego—Pero no se como actuar ahora, soy una mujer y estoy en otro mundo, el cual tiene mucha diferencia a nuestro mundo, como el idioma.

    Argón, palmo la espalda de la mujer y le contó, que el había vivido lo mismo, cuando fue enviado a la tierra, hacia muchos siglos atrás, pero que ha logrado ser un buen consejero para gobernantes y labrar su propia fortuna, como aprender mas de la tierra.

    —Es sorprendente—el que fue un hombre, estaba sorprendido por lo que le había dicho Argón y pregunto—¿Me puedes enseñar sobre este mundo?
    —Claro, que puedo compartir mi conocimientos milenarios, pero primero, ¿como te llamas?, no tu antiguo nombre, si no el nuevo.
    —Bueno…tienes razón, necesito un nuevo nombre—dijo la antigua general, pensativa y agrego—Ya se mi nombre es Selene, como mi muerta esposa.

    Argón, encontró muy bonito el nuevo nombre de la ex general. El hombre de la gabardina, convenció a los chicos de ir al auto, por unos remedios por si acaso el niño cogiese un resfrío. Cuando Argón y Selene, se quedaron solos, Argón, se quito el sombrero, recelando en su frente una brillante piedra rojiza al igual que Selene.

    —Esta piedra, sirve para que uno aprenda más rápido sobre este mundo—dijo Argón y agrego mirando a Selene—Pero también, sirve para traspasar una copia de información y experiencia ha otra persona, aunque el método te va hacer algo molesto, aunque para mi es bueno que te haya dado un hermoso cuerpo.

    Argón, tomo el mentón de Selene y sin que la mujer lo evitase, fue besada por Argón, por un momento Selene, se sintió molesta por ese momento, pero después disfrutó del beso dado por Argón. Un montón de imágenes del pasado, palabras de varios idiomas, además de experiencias vivida por Argón, paso por la mente de Selene.

    Después del largo beso, Argón, separo sus labios de Selene, la cual quedo algo confusa por el beso, se toco sus labios.

    —Lo siento, era la única forma de traspasar mis conocimientos—se disculpo Argón, con una sonrisa picara.
    —Maldito pervertido—Selene, le dio una cachetada a Argón, por robarle un beso y pensó—Aunque admito, que como mujer lo disfrute.
    —Auch, eso dolió —Argón, se toco su mejilla y agrego—Se ve que tienes fuerza, casi me destroza mi mandíbula.

    Selene, se disculpo con Argón, por la cachetada que ella le había dado.

    —Bueno, eso esta en el pasado—dijo Argón, que agrego—Fuera del embarazoso momento, te puedo ayudar a conseguir un lugar a donde vivir con el príncipe y un lugar en donde pueda trabajar.
    —¿En serio, puede ser eso?—pregunto una sorprendida Selene.
    —Si, soy un tipo importante en el gobierno, sin ser político—le Contesto Argón con una sonrisa—Tengo mucha influencia en el país.

    Selene, agradeció la amabilidad de su compatriota.

    En ese momento, llegaron los chicos con los remedios que Argón, había solicitado.
     
  3.  
    El fénix ascendiente

    El fénix ascendiente Entusiasta

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    1607
    Seré tu protectora, seré tu madre.

    Un grupo de rebeldes, entraron a la habitación donde había estado el príncipe, pero no encontraron a nadie.

    —Se ha escapado—dijo uno de los presentes.
    —Tuvo suerte—dijo otro de los rebelde, piel blanca, ojos verde claro, pelo corto de color castaño oscuro , cuerpo esbelto, vestido de pantalón gris, zapatos negros un una camisa roja—Busque si hay una salida.

    Los rebeldes, obedecieron al sujeto y buscaron alguna señal de escape, pero no encontraron nada y se lo hicieron saber al de camisa roja.

    —Ya veo—el sujeto, observo el lugar y encontró un poco de cenizas y hojas de laureles y miro que en el techo se había formado un circulo sombreado—No sigan buscando, ya no esta en este mundo, o mejor dicho se escapo a otro mundo.

    El hombre, sonrió de manera maliciosa.

    —Por ahora vive tranquilo, niñito, pronto nos encontraremos—el hombre de la camisa roja, tomo una hoja de laurel y la apretó.

    En el otro mundo, los jóvenes había llegado con los remedios.

    —Muchas gracias—Selene, se paro y se dirigió hacia los jóvenes y haciendo una reverencia dijo—Y disculpen la molestias.
    —No hay problema, nos gusta ayudar a los viajeros de otros mundos—Alfredo, le sonrió y le entrego los remedios y agrego con sorpresa—Espera, ahora puedes hablar nuestro idioma.
    —Si, un proceso que no me gustaría recordarse —Selene, miro de forma disimulada y molesta a Argón, el cual sonrió algo nervioso al ver la mirada asesina de Selene.

    Entonces se escuchó como el niño príncipe, trataba de abrir la carpa, esto preocupó a Selene y a Simmone, que fueron a ver que sucedía con el niño. Selene, al abrir la carpa, vio que el niño estaba asustado y confundido.

    La mujer, tomo al niño y lo abrazo, para poder tranquilizarlo.

    —Ya tranquilo, mi niño—le tranquilizo Selene al príncipe.
    —¿Q…quien eres tu?, ¿Donde esta mi hermana?—Pregunto el niño, un poco más tranquilo.

    Al escuchar esas preguntas, Selene, pensó en como responderle, no le iba a decir que era el esposo de su hermana, ya que tal vez no le creería o que su familia había muerto.

    —Soy unas… de las sirvientas de la familia, tu hermana…por ahora se ha escapado a otro lugar, me ha pedido que yo te cuide—Selene, se contuvo para no llorar, al recordar lo que realmente había sucedido—y gracias a los dioses escapamos a otro mundo.

    —Ya veo, que bueno que esta a salvo—el niño se durmió de nuevo.

    Selene, empezó a cantar una canción que le había cantado su madre, cuando el era un niño para que pudiese dormir mejor.

    —Disculpen, voy a ocupar su tienda de campaña—Selene, miro a Simmone.
    —Si, creo que es necesario que te acueste junto con el niño—Simmone, entendió a Selene.

    La mujer, entro a la tienda de campaña, cerro la carpa y se acostó junto con el príncipe, y lo abrazo.

    —Lo…siento—Unas lágrimas, cayeron de los ojos de Selene, mientras iba perdiéndose en el mundo de los sueños.

    Los ojos de Selenes, se abrieron y observó que estaba en el castillo, pero este estaba destruido y una espesa niebla cubría el sitio.

    —¿Este es un sueño?—Se pregunto Selene.
    —Si es un sueño—Le dijo una voz, conocida para la mujer.

    Selene, observo a una persona con túnica y capucha, que se encamino hacia Selene.

    —Espera, eres tu cierto, mi querida Selene?—pregunto la mujer a la persona encapuchada.
    —Si, yo soy Selene—le contesto la mujer y agrego—pero no me quite mi capucha, mi rostro ya no es tan bello como solía ser.
    —¿pero, porque estas en mi sueño?—pregunto la mujer.

    Selene, le contó que la diosa había intercedido entre el mundo de Olympia y la tierra, era así como se llamaba aquel planeta, por medio de la tierra de los sueños, para que el espíritu de Selene pudiese hablar con el ex-caballero, también le contó que unas de las razones, era para perdonarle por lo sucedido

    —Yo…no se si soy digno de tu perdón—la mujer, se arrodillo y observó a su amada.
    —Eres mi esposo a pesar que la muerte no ha separado y a pesar de la del castigo, tu siempre estarás en mi corazón, no te guardo rencor querido, se que te arrepientes—le dijo Selene, que se puso a la altura de su amado y levanto su cabeza—Mi amor, a horas debes seguir adelante y cuidar de mi hermano, no deje que nada malo le pase, ya que hay fuerzas tanto terrenales como divinas, que quieren eliminarlo, por ser el ultimo de la familia. Querido, la diosa me dijo esto, todo lo básico que aprendas del otro mundo, lenguajes y el saber común, entre otras cosas, sera aprendido por mi hermano, esto se debe a que ustedes al llegar a la tierra, formaron un lazo de amo y sirviente.

    —Si lo haré, yo lo cuidare como una madre cuida a sus hijos—le dijo la mujer al espíritu, que tomo la mano de su antigua esposa.

    Selene, agradecida por las palabras de lo que fue antes un caballero codicioso y muy furioso, se marchó, deseándole suerte a la madre sustituta de su hermano menor.

    Selene, vio como su antigua esposa, desaparecía de su vista.

    El sol pego en la carpa, Selene, se despertó por el calor que hacia en el lugar y se seco sus lágrimas.

    —Seré una buena madre, para ti príncipe Iridio—pensó Selene, tocándole la mejillas.

    Iridio, abrió sus ojos lentamente y vio a Selene al lado suyo.

    —Buen día, mi señorito—le saludo Selene a Iridio, como si hubiese siempre sido de la servidumbre.
    —Buen día…este ¿como se llamaba?pregunto Iridio a la sirvienta.
    —Selene, igual que su hermana—le contesto la mujer.

    Iridio, le sonrió al ver lo hermoso que era el niño, el instinto de madre de Selene, se activo y abrazo a Iridio.

    Simmone, entro a la tienda con un conjunto de ropa para Iridio.

    —Fui a a la ciudad y compre estas ropas—la joven, dejo el ropaje encima del sacó de dormir y pregunto a Selene, por la salud del niño.
    —Bueno, en lo referente a lo físico, el esta bien, pero por lo sucedido antes de llegar a este mundo…esta algo confundido—le contestó Selene a Simmone.
    —Si, debió ser difícil lo que vivieron —le comento Simmone y agrego—Ese tal Argón, nos contó algunos detalles.

    Simmone, iba hablar de mas, pero vio al niño y salio de la carpa.

    Al rato después, Selene y el niño Iridio, salieron de la tienda, el príncipe, vestía con un pantalón café oscuro, zapatos negros, una camisa negra con un extraño diseño de una luna amarilla y una extraña sombra de murciélago.

    —O, veo que te va bien esa ropa—Argón, se acercó a sus iguales y le susurro a Selene—Te va bien, el papel de madre.
    —Por favor, puedes cerrar tu boca—le dijo Selene, un poco molesta y pregunto —¿Que tanto le contaste a aquellos chicos?
    —O bueno, eso y aquello—le contesto Argón, para molestar a Selene , pero después le susurro—Tranquila, omite algunos detalles, sobre ya sabes…tu anterior cuerpo y lo que hacías, además de cambiar un poco algunos detalles.

    Selene, más tranquila, agradeció al hombre.

    —Bueno, en todo caso conseguí un lugar donde puedan vivir ustedes dos, además de un trabajo, que empezaras la próxima semana—le dijo Argón y agrego—Y como muchas mujeres, lleva a sus hijos a un sitio especializado para que les cuide y les eduquen, conseguí al príncipe el mejor parvulario de la ciudad.

    Selene, agradeció a Argón, la ayuda que había brindado a Selene y al príncipe.

    —De nada, son habitante de mi mundo de origen—Contesto Argón a las gracias de Selene y agrego—Entonces, vamos les mostrare su nuevo hogar.

    Antes de irse Selene, se despidió de los jóvenes y le agradeció por la ayuda que habían brindado.

    —Espero que algún día nos volvamos a ver, señorita Simmone—Selene , estrecho la mano de la chica.
    —Igualmente—le sonrió Simmone.

    Argón, se subió a su auto junto con Selene, que iba de copiloto y el príncipe Iridio y se marcharon del lugar.

    En el camino, Iridio, se asombro, puesto que el trasporte no era llevado por caballos y iba mucho más rápido que un carro con tracción animal.

    —¿Este…trasporte es un automóvil?—preguntó Selene, que estaba igual de sorprendida.
    —Si, al ser humano le costo mucho salir de los caballos a los autos, pero aun hay parte que se utilizan carros con caballos—contesto Argón a la pregunta de Selene.
    —Vaya, si que es rápido —dijo Selene y pensó —Este mundo esta lleno de sorpresas.

    Después de una hora y media, y vente minuto más, ellos llegaron a un gran edificio.

    —Esta es tu nueva casa—le dijo Argón a Selene y a Iridio.
    —wow, es un gran palacio—exclamo Iridio, con mucha sorpresa.
    —No es tan así —sonrió Argón.

    Selene, estaba igual de sorprendida que el príncipe, cuando entraron al edificio un amable conserje, le saludo.

    —Buen día, señor—Saludo el conserje.
    —¿Que tal la mañana?—preguntó Argón.
    —Todo anda marchando bien—le contesto el conserje, que noto la presencia de Selene y a Iridio y pregunto— ¿Ellos son sus familiares?.

    Argón, le contesto al conserje si, entonces el empleado, saludo a los visitantes del otro mundo, los cuales, saludaron con una sonrisa y una señal de mano.

    Cuando los tres, subieron al ascensor, Argón, le contó que el era dueño de ese lugar.
     
  4.  
    El fénix ascendiente

    El fénix ascendiente Entusiasta

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    No enfurecéis a los dioses
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1566
    Departamento y un nuevo trabajo


    Cuando entraron al depto. Selene y el niño príncipe, se sorprendieron al ver el lugar, la mayoría del depto, tenia piso de madera, un amplio living con una terraza, y comedor. una cocina separada del living, una tres pieza y un sitio, dos baño, uno de estos en una de las piezas.

    —Vaya, a pesar de ser una casa pequeña, es sorprendente—Selena, recorrió todo el lugar con su vista y agrego mirando a Argón—Nos has conseguido un excelente lugar, no se como pagarte.
    —Tranquila, solo pido que protejas al príncipe de tu reino—le contesto Argón y se aclaro la garganta—Ha por cierto, ya tienen televisión por cable, además de Internet, ha disculpa, la televisión por cable y la Internet, son medio de comunicación, entretención y educación.
    —Si, en tus experiencia pude visualizar estos dos inventos de los habitantes de este mundo—Le contesto Selene y agrego—Puede ayudar de cierta manera al príncipe, conocer algunos personajes y estrategia de guerra.

    Argón, miro con una sonrisa a su nueva amiga, a veces el caballero que aun lleva adentro, sale a flote.

    —Bueno, un caballero siempre pensara como uno, a pesar de convertirse en una mujer—se permitió pensar Argón que observo a Selene y agrego—Selene, otra cosa más, te registre en el departamento de registro, como mi media hermana y al al príncipe como mi sobrino.
    —Ya entiendo, ahora tengo el apellido Copper—Selene, se rasco su nuca—En todo caso, me siento honrada de tener el apellido de un legendario héroe.
    —Que bueno, que te sientas bien, Selene—le comento Argón y agregó —Bueno, me tengo que ir, cualquier cosa llamadme.

    Argón, le entrego un celular a Selene y se marcho.

    Selene, observo el celular, se acordó que era unos de los medios de comunicación.

    —Extraño las cartas—Suspiro Selene, que dejo el teléfono móvil en la mesa—Aunque pueda entender sobre este mundo, aun no he experimentado todo y estoy un poco confundid…a.

    Selene, suspiro y se rasco la cabeza, decidió que se iba a bañar y miro al príncipe, que observaba curioso la ciudad desde la terraza.

    —príncipe, ven, debemos bañarnos—Selene, toco el hombro del príncipe Iridio.
    —Si—afirmo el niño.

    Al los minutos después, Selene e Iridio, se encontraba en el baño, el cual era grande y tenia una gran tina con una ducha.

    —A ver como era esto—la mujer, dio la llave de agua fría, junto con la caliente y luego puso el tapón.

    Mientras se llenaba la tina, Selene y Iridio, se habían desvestidos.

    Selene, al ver que la tina tenia una moderada cantidad de agua, probo con su mano la temperatura.

    —Esta bien—sonrió Selene, que invito a Iridio a entrar a la tina junto con ella.

    Cuando ambos, entraron a la tina, la mujer, se ofreció para jabonar al príncipe, Iridio, un poco avergonzado, acepto la oferta de la sirvienta.

    Selene, se arrodillo y Iridio, se sentó a frente de la joven.

    —Bueno, vamos a empezar —Selene, acordándose de la experiencia adquirida gracia a Argón, empezó a jabonar al príncipe por todo el cuerpo.

    —Mi hermana,esta muerta—Iridio, le dijo a Selene y pregunto—¿cierto?.
    —¿Que te hace pensar eso?—pregunto la mujer, con un poco de nerviosismo a Iridio.
    —Mi hermana, me visito en sueño, me dijo que fuese fuerte y que confiara en ti —le contesto Iridio.

    Unos minutos de silencio, se hicieron sentir en la habitación.

    —Si, ella y tu familia… están muertos—le contesto una triste Selene que desvío su rostro—Lo…lo siento, por no contarte la verdad.
    —Te entiendo, fue tu forma para protegerme—le dijo Iridio que miro a Selene con una sonrisa.
    —Este niño, es muy maduro para su edad—Selene, se permitió pensar.

    La mujer, abrazo al niño por atrás y unas gotas de lágrimas salieron de sus ojos, a pesar de antes ser un hombre maduro, al cual le había enseñado a no mostrar emociones que lo debilitasen, como la tristeza y la angustia, al convertirse en mujer fue como si sus emociones, saliesen a flote.

    Después de terminar de lavarse, se secaron con unas toallas, que tenía el baño.

    —Vaya este lugar parece que esta bien equipado—pensó Selene, mientras se encargaba de secar el cuerpo de su hijo adoptivo.

    Cuando terminaron de hacerse, los dos se pusieron sus ropas y Selene, se propuso cocinar RL almuerzo, así que fue a la cocina, para ver que tenían.

    —Vaya, gracias por proporcionarnos provisiones, Argón —la mujer, miro adentro del refrigerador y de la despensa y después, observo que encima de uno de los muebles de cocina, se encontraba un libro de cocina—Un recetario, perfecto.

    Selene, tomo el libro y lo hojeo.

    —Estas comidas son interesante —se permitió pensar Selene—Bueno, es hora de cocinar.

    Selene, dejo el libro, abierto en unas de las paginas y busco los ingredientes que necesitaba.

    Después de algunos que otros contratiempo en la cocina, el almuerzo, estaba hecho.

    —perfecto—sonrió la mujer.

    A los minutos, Selene y Iridio, estaba almorzando.

    —Esta es mi mejor obra culinaria —Selene, estaba orgullosa de su cocina, mientras dejaba los platos en la mesa.

    El príncipe Iridio, fue el primero en probar el plato hecho por Selene, pero al probarlo lo sintió algo agrio y sin gusto alguno, pero se esforzó por tragárselo y esbozo una sonrisa algo forzada, no le agradaba romper la felicidad de una persona.

    —Esta rico,¿cierto?—dijo Selene, que probo su comida, pero la encontró muy mala y bajo su cuchara con un poco de depresión—Para la otra se honesto, cuando comas de lo que preparó, podre con cualquier critica.
    —Disculpadme—Iridio, sonrió con nerviosismo.

    A loa segundo después, Selene, boto la comida que había preparado, dejo los plata en el lavaplatos.

    Observo como un folleto de publicidad pasaba por el hueco de la puerta, con curiosidad tomo el folleto y lo leyó, era una promoción de un lugar que hacia comida y que podía entregar a domicilio.

    —Esto es perfecto—se permitió pensar Selene, que tomo el celular que estaba en la mesa y estaba por llamar, pero se acordó de que no tenia efectivo, así que primero llamo Argón.

    Argón, le contesto y le dijo que había abierto una cuenta con el dinero que necesitaba y que tenía una tarjeta de débito, que había dejado en un cofre, junto con el código de cuatro numero.

    —Gracias, Argón —Selene, estaba agradecida por el gesto de Argón.
    —De nada, no te preocupes —le contestó Argón, que se despidió y colgó.

    Selene, llamo al numero que estaba escrito en el folleto y pidió dos plato, uno era de niño.

    A los minutos, llegaron los platos que la joven madre, había pedido, lo pago con su tarjeta de débito y pudieron almorzar.

    Había pasado una semana, Selene y Iridio, ya se había acostumbrados a ese nuevo mundo, además que el ex-caballero, se había acostumbrado a su nuevo cuerpo y a su posición como una madre sustituta

    El despertador marcaba la hora de despertarse, el brazo de Selene apagó el aparato y se despertó, hoy era el primer día de trabajo, para Selene y también el primer día de parvulario de Iridio.

    —Despierta, hijo—Selene, movió al joven príncipe, que dormía al lado de la mujer.
    —Bien, estoy despierto—Iridio, abrió sus ojos.

    Al rato los dos estaban vestidos y tomado de desayuno.

    Selene, se observo en el espejo, vestía con una falda estilo tubo, que le llegaba hasta las rodillas, unas medias trasparente, que acentuaba sus piernas rasuradas y preciosas, unos zapatos negros con plataforma baja, una camisa blanca, una corbata negra y un chaleco americano color café oscuro.

    —Me veo linda—Selene, se miro, su cabello, el cual estaba bien peinado y llevaba una coleta de caballo—Bien esboza una sonrisa, hoy sera un gran día.

    La mujer, salio del baño y Iridio, le estaba esperando sentado en el living. El príncipe, vestía con un pantalón azul, zapatillas blanca, las cuales brillaba por cada paso que daba, una camisa blanca y un delantal azul, tenia un peinado hacia los lados.

    —Disculpa, por la espera—Selene, tomo la mano de su hijo adoptivo y salio con el del departamento.

    La primera parada fue el parvulario que Iridio, debía ir.

    —Por favor, cuide bien al niño—le dijo Selene, ha la encargada del parvulario, además de recibir de de la encargada una lista con el programa del parvulario, las reuniones de los tutores y las lista de cosas que debería comprar.

    Selene. Agradeció a la encargada y se fue a su trabajo, después de tomar el tren subterráneo y sortear la cantidad de personas que se había bajado y subian, por cada parada que realizaba el transporte, pudo salir del lugar, un poco fatigada.

    —Estas personas, deben convivir con esto todos los días—se permitió pensar Selene, que transpiró con algo de cansancio y después de unos segundo, se recupero y pensó —O vamos, me entrenaron en peores condiciones que estas, como puedo estar cansada.

    Selene, apretó los sujetadores de su cartera de color café oscuro y se encamino hacia su trabajo, cuando llego al frente de un gran edificio y entro.

    Selene, vio que el interior del lugar, era inmenso y había varias personas entrando a a los ascensores.

    —¿Tu eres, Selene Copper?—pregunto una voz masculina.
     
  5.  
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    El primer día de trabajo/Iridio, en un pequeño lió

    ¿Tú eres Selene Copper? — preguntó una voz masculina a la joven mujer.

    Selene, observo al tipo que le había hablado, era un hombre, más alto que ella, un cuerpo de triangulo invertido, musculoso, piel blanca, pelo negro y corto, ojos negros, vestido de una camisa blanca, una chaqueta americana formal, color negro, una corbata de color roja, pantalones negros, zapatos negros y bien lustrados, además de unos lentes.

    —Sí, soy yo—Selene, extendió su mano, para estrecharla con la del sujeto—Usted debe de ser mi superior, ¿cierto?, ¿el señor Dylan Source?

    —Veo que te informaron bien, bueno eso facilitara las presentaciones —le dijo Dylan, que agregó—Soy presidente de esta empresa, además de ser socio fundador, junto con su hermano.

    Después de que Dylan, se presentase, subieron a un ascensor, el cual tenía ventana de vidrio, los cuales daba la imagen de la ciudad. Mientras el ascensor subía, el señor Source, le decía a la mujer, que es lo que trataba su trabajo.

    Cuando el ascensor, iba a mitad de su recorrido, la joven Selene, se sorprendió al ver como la ciudad que se reflejaba a través de las ventanas del ascensor, se iba siendo pequeña, esa sensación la había sentido cuando subía los cerros que estaba alrededor de su ciudad de origen, le agradaba mucho ver este efecto, así que se acercó a la ventana y observó desde la ventana.

    Dylan, se había dado cuenta de esto y miro a Selene, y pensó "Esta chica, parece que tiene algo de infantil, en su personalidad", el hombre, suspiro y observo a la chica, "Ahora, que la veo buen, esta joven, luce muy bien".

    —señorita Copper, por favor atienda a la conversación—Dylan, llamó la atención de la joven.

    —Lo siento, es que la vista me recuerda a mi hogar—Selene, pidió disculpa a su jefe, mientras sonría

    —Bueno, sigamos—suspiro Dylan y siguió comentando lo que Selene, debía hacer y agregó —En todo caso, es la primera vez que contratamos a una empleada sin experiencia, así que estarás bajo vigilancia, durante este mes, ¿entendido, señorita?

    Selene, afirmó con la cabeza, con algo de miedo y nerviosismo, al ver la cara seria de su superior.

    —Eso esperó—Dylan, le dijo a la nueva empleada.

    Al llegar al piso de destino, Selene y Dylan, bajaron del ascensor.

    —Bueno, aquí te dejo, tu área de trabajo es aquella—Dylan apunto a un cubículo que se encontraba en una esquina del área de trabajo

    —Gracias—Selene, hizo una reverencia agradeciendo a su jefe y fue hacia aquel cubículo.

    Mientras Selene, se dirigía a su puesto de trabajo, observo el lugar donde se encontraba, era una gran habitación con cerámica color azul, varios ventanales, una puerta hecha de cristal que conducía a un lugar construido sobre el cielo, de piedra y con banco de madera, además se dio cuenta que los cubículos, eran grandes, tenía escritorios con varias pantallas.

    Selene, se sentó en su puesto y miro su computador, sabía sobre ese artefacto, conocía como funcionaba y cada aspecto de esa máquina, gracia a aquel besó.

    —Mano a la obra —Selene, aprendió su computador y después de que este cargase, empezó a trabajar en él.

    Dylan, le había explicado que debía hacer ese día, así que no le fue muy difícil entender su trabajo.

    —Buenas, ¿eres la chica nueva?—preguntó una compañera de Selene, la cual estaba en el cubículo al lado de la joven.

    —Si—Selene, miro a su compañera, era una mujer de cuerpo delgado, piel blanca, ojos café claro, pelo rubio y recogido, vestía con una falda en forma de tubo, color celeste, una camisa blanca, unos tacones estilo aguja, unas medias negras y llevaba puesto unos lentes—Mucho gusto, soy Selene Copper

    —Mi nombre es Eliza Brown, es un gusto en conocerte, aunque me puedes llamar Eli, querida Selene—Se presentó la pelo rubia y agregó—Vaya, tienes un bonito nombre.

    Selene, agradeció el cumplido rascándose la nuca y con una sonrisa, la pelo rubia, le dijo que si tenía algún problema, puede consultarle, sin miedo, Selene, agradeció el ofrecimiento, y después ambas mujeres, volvieron a ser lo que estaba haciendo, hasta el momento de descanso.

    —Genial, es hora del descanso—Eliza, se desperezo y miro a su compañera de trabajo—Oye, Selene, quieres acompañarme al patío.

    —Bueno, no es una mala idea—Selene, aceptó la invitación de su vecina de cubículo y pensó, "No es malo, hacer ciertas amistades con la gente de este mundo".

    Las mujeres, fueron al patío del piso, la joven Selene, se sorprendió al ver la vista que le ofrecía el lugar, una panorámica, mejor que la del ascensor. Eliza, que fue a comprar café de máquina, llegó con dos vasos.

    —Vaya, parece una niña, que mira un regalo de navidad—Eliza, le comentó a Selene.

    —Disculpa, es que bueno, me gustan las vistas como estas—le contestó Selene a Eliza.

    —Bueno, cada cual tiene sus gustos—Eliza, le dio un vaso de café a la joven mujer.

    Selene, tomó el vaso y tomó su contenido, sintió que el brebaje era algo diferente al mismo brebaje, que había tomado en su casa, pero como no era quisquilloso con los regalos, empezó a tomar café.

    —Selene, ¿cuántos años tienes?—Eliza, pregunto a la joven.

    —Bueno, tengo 23 años—Selene, le contesto a Eliza

    —Vaya, eres más joven que yo—se rio y le comentó a su compañera—Ya me siento vieja, tengo 29 años.

    Eliza, empezó hablar con la joven Selene, la cual también le empezó a meter conversa, ya con más confianza, la joven, sentía que Eliza, era una mujer simpática y amable, además de alegre y algo parlanchina.

    —Buenas, Eliza—Las mujeres, escucharon como una voz masculina, le saludaba.

    Selene, observo como un tipo de cuerpo delgado, piel blanca, pelo negro y corto, ojos azules oscuros, vestido de ropa formal, pantalones negros, zapatos negros, una camisa blanca y una corbata verde.

    —Buenas, Jon—saludo Eliza al hombre.

    —¿Eres, la chica nueva,?, ¿cierto?—Jon, le preguntó a Selene.

    Selene, afirmo con su cabeza y estrecho sus manos con la de Jon, el cual se presentó como Jon Jackson y que tenía la edad de unos treinta años de edad.}

    Jon, saco una cajetilla y se los ofreció a las chicas, Eliza, aceptó, pero Selene, no gustaba de cigarrillos, había tenido una pequeña mala experiencia con el olor de esto, cuando fue a comprar ciertos utensilio en una tienda, y cuando llego a pagar sus compras, un hombre, que estaba ante que ella, estaba fumando y el humo del cigarrillo, le llegó a su nariz, esto hizo que la joven tosiera mucho.

    "No se porque los humanos, gusta de los cigarrillos, el humo es asqueroso y parece tener, varios extraños elementos, que a la larga puede matar a unja persona", pensó Selene.

    Mientras tanto en el parvulario, Iridio, estaba haciendo un trabajo en equipo con una niña de piel blanca, pelo claro y que estaba amarrado con una cinta azul, ojos verde claros, vestida con pantalones negros, zapatos blancos, y un delantal color rosa, los chicos estaban pintando con tiza un dibujo.

    —Vaya, eres bueno pintando, Iridio—la niña, alagó a iridio, por pintar las figuras dibujada, con perfección y sin salirse de la línea de los dibujos.

    —Gracias, tú también pintas bien—le sonrío Iridio.

    Los chicos, siguieron pintando, hasta que el molestoso de aquella clase, hizo su apareció y le quito el dibujo a los chicos.

    —Ha, pero que feo—el molestoso, critico la obra de Iridio y la niña.

    —Oye, suelta—la niña, se paró y trato de agarrar la hoja de papel,

    —Agarra esta hoja, si puedes, maldita idiota—le desafío el niño a la niña

    El pequeño bravucón, esquivaba los movimiento de la niña, hasta que esta se tropezó y cayo de bruce al suelo, esto hizo que la niña llorase.

    —Eso te pasa, por ser una idiota—El bravucón, le dijo a la niña, mientras emitía una carcajada.

    Iridio, que observaba la situación, se levantó, no le importaba el dibujo, pero no le agradaba para nada, los resultados de las acciones de aquel niño, no gustaba de ver a niñas llorando, por idiotas como aquel compañero molestoso.

    —No molestes—Iridio, se pasó al lado de la niña, la consoló y limpio sus lágrimas con un pañuelo que tenía adentró de un bolsillo—Yo recuperaré el dibujo, no llores.

    —Jaja, vienes a defender a tu novia—el bravucón, se burló del chico.

    —No me gusta que te metas, con personas menos fuerte que tu—Iridio, le contestó al sujeto, se paró, se acercó al bullying y exclamó—Discúlpate con ella y danos el trabajo.

    El bravucón, emitió una carcajada y retó a Iridio, para que le quitase el dibujo, el niño, apretó sus puños y le dio una fuerte golpiza al bravucón, que cayo al suelo dejando la hoja caer, los niños, presentes se sorprendieron por esta acción.

    El bravucón, empezó a llorar y Iridio, tomo la hoja, el llanto del niño, llamo la atención de la parvulario, que entraron a la sala y vieron la escena, pensando que Iridio, había comenzado todo castigaron al niño, aunque la compañera del pequeño príncipe, le decía a las cuidadoras, que Iridio, la estaba protegiendo.
     
  6.  
    El fénix ascendiente

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    1549
    La niñera.


    Selene, había vuelto al trabajo, aprendió su computador, y espero a que la pantalla de carga pasase al escritorio, mientras la maquina realizaba esto, la joven mujer, se preparo para afrontar su trabajo, cuando ya estaba todo listo, la joven empezó su labor.

    Aunque hace algunas horas atrás, este trabajo le era algo complicado a Selene, actualmente, parecía como si ella hubiese nacido para esto.

    Después de unas horas, incluido el almuerzo, la mujer, ya e tenía su trabajo listo, y coincidió con que ya había terminado su jornada laboral.

    Selene, con alegría guardo sus cosas en su bolso y se paro de su asiento.

    —He, Selen—Eliza, paro a la joven mujer, y le preguntó —Hoy, una amigas y yo pensamos ir a tomar un café, ¿quieres acompañarnos?

    —Lo siento, veras es que debo buscar a mi hijo—Selene, le sonrió a Eliza.

    —He vaya, tan joven y con un hijo—Eliza, le comentó a su compañera de trabajo y preguntó —¿Como es el padre?.

    Selene, que había entendido la pregunta, le dijo con una sonrisa nerviosa, que era madre soltera y su hijo es adoptivo.

    —Entiendo, en todo caso debe ser difícil tener un hijo a tu edad—Eliza, le comentó a su compañera y preguntó —Entonces, ¿como se comporta?.

    —Mi hijo, es un buen niño, es adorable y muy maduro para su edad—Le contestó Selene a su compañera.

    —Que bueno— Eliza le comentó a Selene y preguntó —Entonces, ¿saldría con nosotras, el viernes en la tarde?

    Selene, afirmo a su compañera con una sonrisa y después de despedirse de Eliza, se encamino hacia el metro, debía buscar al pequeño Iridio.

    Selene al llegar al parvulario, se encontró con la no tan grata sorpresa, que Iridio, estaba siendo regañado por las parvularias, un niño llorando y una señora robusta, que tenia cara de enfado.

    —¿Que sucedió? —preguntó Selene a las parvularias.

    —Así que usted es la madre de este delincuente infantil—La mujer robusta, se acerco a Selene y agregó —Mire, su hijo le pegó a mi querido Daniel.

    —El estaba molestando a mi compañera, por eso la defendí —se defendió Iridio, con algo de molestia.

    Selene, se agacho y miro al pequeño príncipe a los ojos y le preguntó, si era cierto que estaba defendiendo a una compañera.

    —Es cierto, yo defendía a una de mis compañeras—le respondió Iridio a Selene.

    —Te creo —Le sonrió Selene al chico, en su antigua vida había desarrollado la habilidad de ver las honestidad de las personas a través de sus ojos y los ojos del príncipe en esa ocasión, revelaban honestidad.

    Selene, se paro y observo a la parvularias.

    —Han escuchado la voz de la compañera, que Iridio defendió —le comentó Selene a las mujeres.

    —Ahora que lo dices, la pequeña involucrada, defendía a Iridio—Comentó una de las parvularia y le dijo a una de sus compañera—Tal vez, seria bueno preguntarle a aquella niña, que vio.

    Las parvularias, fueron a buscar a aquella pequeña que había defendido a Iridio, y la llevaron al lugar.

    La pequeña, al ser interrogada sobre lo que presenció, afirmó que Iridio, la había defendido del Daniel, ya que este se había burlado de su trabajo y lo había arruinado.

    Daniel, trato de hacer un argumento en contra , pero nadie le hizo caso, ya que encontraron verdad en las palabras de la pequeña. La madre de Daniel, molesta por lo que había hecho su hijo, le dio un coscorrón a su niño y luego se disculpo con Selene y con Iridio y obligo a su hijo, a pedir disculpa.

    Iridio, aceptó las disculpa de madre he hijo y luego, agradeció a Selene, por creerle y a su compañera, por defenderle.

    —No, yo te debo agradecer a ti—Le contestó la niña con una sonrisa y agregó —Tu me defendistes de Daniel.

    Las parvularias, pidieron perdón a Selene y a Iridio, por lo ocurrido y después iniciaron una pequeña conversación con Selene y el pequeño príncipe.

    Al final Selene, salio del paravulario, con su hijo adoptivo.

    —Vaya, eso estuvo cerca—Selene, respiro hondo y miro a su hijo—Es bueno, que sea rodó un caballero, mi pequeño príncipe y agregó con una sonrisa—Vamos,te llevare en mi espalda.

    Selene, tomo a Iridio y coloco en su espalda.

    —¿Seguro, que puedes llevarme así?—preguntó Iridio a Selene.

    —Tranquilo, aunque no lo creas, soy más fuerte de lo que piensas—le sonrió Selene a su hijo.

    Durante la noche, Selene, decidió darse un baño relajante y invito a Iridio, para que le hiciese compañía.

    —¿Porque, te gusta bañarte conmigo?—preguntó Iridio a Selene.

    —Mi madre, se bañaba conmigo, cuando era pequeña y como ahora eres mi hijo, bueno, ya sabes—le sonrió Selene a Iridio.

    Iridio, suspiro y aceptó acompañar a su nueva madre al baño.

    Cuando ambos estaban en el baño, empezaron hablar sobre su día. Selene, se sorprendió al darse cuenta que Iridio, se adaptaba a aquel mundo con más rapidez que ella.

    Cuando terminaron su baño, se pusieron sus pijamas, y se acostaron.

    Selene, abrazo a su hijo adoptivo y le beso la frente, mientras le decía buenas noches.

    El día siguiente, Argón, fue a visitar a la pequeña familia, para saber como estaban, la joven madre, recibió al antiguo héroe, con un té y galletas, que fue a comprar de manera improvisada.

    Mientras que la joven Selene y Argón, conversaban, surgió el tema de como se va a educar a Iridio, en lo referente al conocimiento marcial, o sea utilización de armas y estrategias militares, que debe saber un príncipe.

    —Entiendo que te preocupes por eso, pero es demasiado pequeño—Argón, le contestó a Selene.

    —Pero, quiero que el recupere su reino—Selene, le comentó a Argón.

    —No digo que no necesite esa clase de enseñanza, solo digo que se le debe de enseñar de apoco—Argón, le comentó a Selene y le aconsejó —Por ahora, pueden leer juntos, algunos libros escritos por antiguos estrategas de este mundo, yo tengo varios libros sobre el tema, si quieres te los presto y si quieres que el pequeño practique con la espada, tengo un lugar perfecto para eso.

    Selene, agradeció el buen gesto que tenia Argón, para ayudarlos y después siguieron su conversación.

    El viernes por la tarde, gracia a un anuncio en el tablón de su departamento, se había enterado de que en el edificio una joven estudiante, ofrecía servicio de niñera, así contacto a aquella chica, para poder ir con algo de tranquilidad a juntarse con sus amigas.

    La niñera, se hizo presente y se presentó como Helena.

    —Gracias por venir Helena—Selene le agradeció a la niñera.

    —Es un gusto ser de ayuda—le sonrió Helena, la cual era una joven que parecía tener unos 16 años, piel morena, ojos verdes oscuros, cuerpo esbelto, cintura estrecha, pelo negro que le llegaba hasta la cintura y le tapaba sus mejillas, vestía con una falda roja, medias negras que le llegaba hasta la mitad de sus atléticas piernas, zapatos negros, una camisa blanca, sin mangas y una boina de chica color gris.

    Después de 1ue Selene, hablase con la chica un poco, sobre lo debía saber, ellas se despidieron y Selene, le dio un beso en la mejilla a Iridio, antes de irse.

    —Así ¿que te llamas Iridio?—Helena, le preguntó al niño, el cual afirmo con su cabeza, la joven chica, le sonrió a Iridio y le revolvió el cabello—Es un raro nombre, pero muy bonito, yo me llamo Helena.

    Después de la presentación, la joven niñera, ayudo a Iridio con sus tareas del parvulario, y al concluir las tareas del niño, la joven Helena, saco de su mochila, una consola de videojuegos.

    Iridio, miro un poco extrañado aquel aparato, la chica, al ver la cara de curiosidad que tenia el niño, sonrió.

    —Esta es mi consola NW-Pbox, es una buena consola, se puede jugar de manera portátil y bien se puede conectar al Televisor—le explicó Helena, la cual conectó la consola al aparato y agregó —Es divertida, quieres echar unas carreras.

    Selene, estaba sentada en la mesa de un pub, junto con varias compañeras den trabajo.

    —Este lugar es tranquilo—Comentó Selene a Eliza, la cual estaba al lado de ella.

    —Si, por eso me gusta, es un buen lugar donde conversar con amiga—Le contestó Eliza a Selene, mientras tomaba un sorbo de su alcohol.

    Iridio, estaba entretenido jugando a los juegos de carrera con Helena, la cual le había ganado varias veces al niño, pero el príncipe, había remontado al entender los controles, y pudo empatar con Helena.

    Después Iridio, se quedo dormido en el sofá, así que la joven lo llevo a su cuarto, y le apagó la luz.

    Al rato regreso Selene, y le preguntó a Helena, como se había comportado Iridio.

    —El se comporto bien, es el niño más tranquilo que he cuidado —le respondió Helena a la Selene.

    —Es bueno oír eso—Comentó Selene

    Selene, agradeció la ayuda de la joven y le pago y ambas se despidieron.

    Selene, cerro la puerta de su departamento y luego se dirigió al cuarto y se sentó en la cama en donde dormía Iridio, le dio un beso en la frente y le dio sus buenas noches.
     
  7.  
    El fénix ascendiente

    El fénix ascendiente Entusiasta

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    Escritor
    Título:
    No enfurecéis a los dioses
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    8
     
    Palabras:
    1532
    Salto temporal: El peligro acecha.

    Había pasado unos cuantos años, y tanto Selene como Iridio, se había acostumbrado al nuevo mundo en el cual había llegado, la joven mujer, había tomado el rol de madre con Iridio, tanto así que Selene consideraba al príncipe desterrado como un hijo, incluso le decía hijo, al igual que Iridio, que llamaba madre a Selene.

    Mientras los años pasaban, Selene, había estudiado junto con Iridio, sobre los guerreros dek pasado, leído libros, visto documentales y buscando información por Internet, además gracias a Argón, Iridio, había aprendido sobre la utilización de la espada, tanto la forma occidental como la oriental. Al igual que Selene, que aunque ya tenía conocimiento de esta, su nuevo cuerpo necesitaba volver a repasar.

    Mientras tantos el reino en el otro mundo, había empezado ser gobernado por un grupo de personas déspota, liderado por el líder de la revolución, ellos había prometido mejorar la vida de los pobres, y devolver los territorios conquistados durante la monarquía anterior, pero aún no había cumplido aquellas promesas, ellos se excusan con que aún era demasiado pronto, pero habían ciertas dudas sobre las promesas que habían dado los nuevos gobernantes, tanto así que pensaban que el único pecado del anterior reino, fue expandirse mucho y tener generales crueles, pero que en los demás aspecto, sabía cómo gobernar y pensaba que ellos sí aceptaría las demanda de los ciudadanos, no como el actual gobierno.

    Los ciudadanos tenía la idea de que aún existía un digno sucesor del anterior gobierno, y estos rumores llegaron a los gobernantes, que sabían la verdad, así que después de varios días de investigación dieron con unos de los portales al otro mundo y enviaron a unos asesinos, para acabar con el último vestigio del antiguo reino.

    Selene, estaba durmiendo y abrazando a Iridio, que ya había cumplido unos once años de edad, entonces un despertador algo infantil, empezó su función de sonar, para despertar a las personas de su sueño, la joven mujer, abrió sus ojos y observó el reloj, lo apago y se sentó en la cama, observó a su hijo adoptivo, que aún estaba durmiendo en un sueño profundo.

    «Es bien dormilón», pensó Selene, con una sonrisa en su rostro, «Estoy pensando en dejarle dormir, ya que se ve tierno, pero como madre debo despertarlo y hacer que vaya a clase»

    Selene, que en mañanas anteriores había tratado varios métodos para despertar a Iridio, empezó con el método más efectivo. Acercó su boca al oído de su hijo, y lo soplo, esto hizo un poco de cosquillas a Iridio, que siguió durmiendo, Selene, lo volvió intentar, y está vez el joven príncipe, se despertó y observo a su madre.

    —Buen día mamá—saludo el chico a la mujer y agregó tapándose sus oídos—¿Rayos, cuantas veces me has despertado de esta manera?.
    —Es la forma más efectiva—Selene, le contestó a su hijo mientras se levantaba de su cama, mostrando que su ropas para dormir, eran una camisa blanca manga corta, y un short de color verdes ajustados que le llegaba hasta la entrepiernas—Bueno, tu tiene que ir a clase y yo debo ir al trabajo.

    —Déjame dormir unos cinco minutos más—Iridio, cerró sus ojos y empezó a dormir.

    La joven mujer Selene, cerró sus ojos y respiro con algo de frustración, al ver a su hijo volver a dormir.

    «Este niño», pensó Selene, mientras negaba con su cabeza,» Bueno, es hora de la técnica número dos»

    Selene, se acercó de nuevo Iridio, y le tiro la oreja, haciendo que el preadolescente príncipe, se despertarse del dolor.

    —Hay, hay, ya desperté, por favor deja de tirarme la oreja, mama—Iridio, le pidió a su mamá.
    —¿Mama, que?—preguntó Selene, con una sonrisa entre alegre, y maliciosa., mientras aún tiraba de las orejas de Iridio
    —Mamá, linda y con una cara como la de un ángel—le contestó Iridio.

    Selene, con una sonrisa victoria, soltó las orejas de su hijo adoptivo. Iridio, acarició sus orejas, que estaba un poco adolorida.

    —Bueno, apresurémonos, ve a bañarte, mientras yo preparo el desayuno—Selene, le dijo a su hijo, mientras se tocaba sus cadera con su mano derecha y agregó, cruzando sus brazos—Para compensar el tirón de oreja, ¿que te parece si preparo unos hot cake?

    —¿Puede tener salsa de chocolate? —pregunto Iridio, con una sonrisa de alegría.

    —Claro—Selene, le contestó a su hijo con una sonrisa en su rostro.

    Iridio, grito de alegría y fue al baño, para darse una ducha. Selene, miró al príncipe con una sonrisa.

    Mientras que Iridio, se bañaba, Selene, que se había puesto unas sandalias, estaba preparando el desayuno para los dos, la joven mujer, había mejorado en lo referente a la cocina, tanto que podía preparar unos deliciosos hot cake, con rapidez.

    Cuando Iridio, se terminó de bañar y vestirse con su uniforme de colegio, pantalones grises, una camisa blanca, unos zapatos negros y una corbata verde, fue a la mesa, en donde sus hot cake, los estaba esperando.

    Selene y Iridio, que ya estaba sentados en la mesa, empezaron a comer.

    —Esto está delicioso, cada vez estas mejorando, mama—Iridio, le dijo a su madre, mientra sonreía y agrego—Esto esa más Delicioso, que los hot cake, que hiciste el mes pasado, eso si estaba malos.

    —Veo que alguien, no quiere un hot cake—Selene, le quito un hot cake, al príncipe, pero Iridio, tomó el hot cake.

    Selene y Iridio, tuvieron unos segundo peleando por el hot cake, pero al final Selene, terminó cediendo la tortilla dulce,. Después de la pequeña competencia, ambos terminaron riendose de lo sucedido y terminaron sus tortillas.

    Después del desayuno, Selene, fue al baño, se dio una ducha, después se puso su ropas de oficinista, y se preparo para ir al trabajo.

    Selene, vestía con un traje de oficinista de color negro, que le llegaba hasta un poco más debajo de entrepiernas, se había puesto unos tacones negros de plataforma baja.

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    Selene y Iridio, fueron al estacionamiento. Selene, había sacado una licencia para conducir una moto, esto lo hizo, puesto que la primera vez que vio ese tipo de vehículo, le hizo recordar a los caballos que montaba, así que decidió comprarse una y sacarse una licencia, para poder manejarla. La moto de Selene, era una roja con líneas blanca.

    Selene, se sentó en su vehículo, y le tiro un casco a Iridio, este tomó el casco y se lo puso al mismo tiempo que Selene, se ponía el sueño, el príncipe preadolescente, se sentó atrás de su madre, la cual hizo arrancar su vehículo motorizado, el príncipe Iridio, se sujeto de su madre, para no caerse, por la rapidez que había tomado con el vehículo.

    El primer destino de la pequeña familia, fue el colegio de Iridio, al llegar al colegio, Iridio, bajo de la moto y le pasó el caso a su madre.

    —Nos vemos en la tarde, hijo—Selene, se despidió del chico y se marchó a su trabajo, mientras que Iridio se encaminó hacia su aula. Mientras que el joven, hacía su recorrido hacia su aula, sintió como si alguien se acercaba, así que paro un momento y se hizo hacia un lado, y como había supuesto, una chica, piel morena, de pelo negro que le llegaba hasta la barbilla, ojos verdes oscuros, llevaba puesta alrededor de su frente una cinta roja, vestida con el uniforme femenino del colegio, una falda verde, medias negras, una camisa blanca, zapatos negros y una corbata verde, se había lanzado hacia el joven con una patada voladora, la cual ni había impactado al hico, ya que la había logrado esquivar.

    —Veo, que cada vez está más listo—Le dijo la morena, la cual estaba en el suelo, producto de su propia patada fallida a Iridio.

    —Si me vienes atacando siempre de esa manera, es obvio que pueda esquivar ese ataque, Alexandra—Sonrío Iridio, que ofreció su mano, para que la Chica, pudiese levantarse.

    —Bueno, para otra variare mi ataque—Alexandra, tomó la mano de su compañero, se levantó y arreglo su falda.

    En ese instante, llegaron junto con los chicos, una muchacha de piel blanca, ojos verde claros, pelo claro y largo, el cual tenía amarrado con una cinta blanca, llevaba el mismo uniforme que Alexandra y un chico de piel blanca, de pelo rojizo, cuerpo delgado, un poco más alto que Iridio, y vestía con el mismo uniforme de Iridio, indicando que iba en el mismo colegio que el.

    —Buen día, Iridio y Alexandra—Saludo con alegría la Chica de pelo claro.

    —Buen día Lucy—Saludo Iridio a la Chica y pregunto—¿Cómo estás?.

    —Bien, gracias por preguntar—Le respondió Lucy a Iridio.

    Los cuatros chicos, empezaron a hablar en el corredor, durante unos minutos, hasta que el timbre sonó, dando la indicación que debían ir a sus aulas. Los chicos, continuaron su camino hacia su sala, para comenzar ese día de clase, pero eran observados por un grupo de encapuchados, los cuales miraban am príncipe atreves de una bola de cristal.

    Al llegar a su trabajo, Selene, se quito su casco y se dirigió a su oficina.
     
  8.  
    El fénix ascendiente

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    Escritor
    Título:
    No enfurecéis a los dioses
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
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    1531
    La llegada de los asesinos.

    Un grupo de encapuchado estaba frente a un escritorio de madera, en que se encontraba sentado el líder del nuevo senado del Reino de Hopia, y nuevo gobernante de Aquel nación, un sujeto nacido en la burguesía, estudió economía y filosofía en la universidad, vio cómo el reino vivía un gran esplendor gracia a la familia real, pero ambiciona a aquel poder, por eso gracias a los contacto que tenía, se pudo casar con una mujer noble y así pudo tener contacto con la familia real.

    Tiempo después ya estaba ayudando en el consejo de la familia real, pero el empezó a hacer mala gestiones apropósito, además de hacer tratos con otros consejeros, para crear un estado de pánico económico y hacer guerras innecesarias de expansión, esto hizo que los habitantes del pueblo, creyese que la familia real era la causa de sus mala economía y mal estar. Viendo la nueva situación que había causado, en secreto empezó a crear nuevas organizaciones rebeldes.

    A cada organización le asignó líderes que el podía controlar desde la sombra, entonces cuando ya el conflicto se hacía patente renunció a su cargo de consejero y entró en una de la mayores organizaciones rebeldes, hay empezó a surtir a esa organización de armas y espero que terminase la campaña militar del Reino contra los bárbaros e inició la revuelta. Después de destruir casi todo rastro de la familia real, se proclamó dictar vitalización y nombró senadores a su gusto.

    Ahora con un nuevo traje que representaba el estatus de su poder, consistente en una toga blanca, una capa de color púrpura que tenía diseñado el símbolo de dos rayos chocándose entre sí. El dictador observó a los presentes, el temía el poder que podía ejercer aquel infante que se había escapado de sus manos, si él volviese puede pedir ayuda a los reinos vecinos y con un ejército arrebatar su sueño de poder, así que había contratado a un grupo de asesinos.

    El grupo de asesino estaba delante del dictador esperando la órdenes de su empleador.

    —Quiero que acaben, con el último vestigio del antiguo régimen—Ordenó el dictador y agrego—Pará eso ordenarse a mis hombres, que los lleven a los puntos en donde se encontraron los portales que lleva al otro mundo, en donde creemos que se esconde su objetivo.

    —Entendido, haremos el trabajo—Dijo el líder del grupo de asesino que salieron de la habitación.

    «Ellos son muy bueno, espero que elimine a ese último obstáculo», pensó el dictador con una sonrisa en su cara, «Niño, espero que hayas disfrutado de tu niñez»

    Mientras tanto en el otro mundo, el preadolescente príncipe Iridio, estaba entrando a su clase junto con sus amigos, Alexandra, Lucy y un chico de pelo rojizo que respondía con el nombre de Daniel. Cuando los cuatros se sentaron en sus puestos, llegó el profesor con una chica de la misma edad de Iridio, piel blanca, de estatura promedio, cuerpo esbelto, de pelo rojizo que le llegaba hasta la barbilla, ojos cafés claro y vestida con el uniforme femenino del colegio.

    —Bien chiquillo, ella es su nueva compañera—El profesor presentó a la chiquilla, y luego de quedar unos segundo en silencio, observó a la chica y le pregunto—¿Cuál era tu nombre?.

    —Me llamo Argera Belladona, es un gusto ser parte de este interesante curso—La chica, sonrió y miró a sus compañeros, como analizándolo y especialmente gran parte de su atención estaba enfocada en Iridio.

    El chico se dio cuenta de aquella mirada, tan fría y analítica de aquella nueva compañera que le dio escalofrío. Iridio al darse cuenta de que algo estaba mal con la nueva compañera, decidió evitar a la chica preadolescente, para no tener problemas.

    En la empresa en donde trabaja Selene, la mujer estaba haciendo su trabajo, pero su jefe le llamó la atención, al darse cuenta de la presencia de su superior la mujer, se paro de su puesto y fue a ver que es lo que sucedía.

    —Señorita Selene, el señor Argón, les espera en la sala de reunión—Le comento el superior a la chica—No se de que se trata, pero mejor no hacer esperaba su hermano.

    —Muchas gracias—Selene le sonrió a su jefe y fue a ver a su hermano.

    Cuando entró a la sala de reuniones, vio a su supuesto hermano, que estaba sentado en una de la sillas, la mujer se sentó al lado de Argón para conversar con el.

    —Supongo que hay algo importante, ya que me has llamado—Selene le comento a su hermano y agrego—Ya estaba en ritmo con el informe que debía hacer para el trabajo.

    —Disculpa por molestar en tu trabajo, pero debo advertirte de algo—Argón le comento a Selene y agrego—He sentido que han llegado personas de otro mundo.

    Selene observo a Argón, con duda en su mente, ¿había una forma para viajar a este mundo?, esa duda rondó por su mente, así que no dudo en preguntarle a su hermano, sobre las puertas al mundo que viven actualmente.

    —Cuando nuestro mundo se hizo, los dioses sin saberlo sin saberlos, dejaron varias brechas a este mundo, cuando se dieron cuenta de este problema, trataron de cerrar los portales, pero aquellos portales había adquirido un gran poder, y le fue imposible a los dioses cerrar esas puertas, así que tuvieron que usar ciertos encantos para ocultar aquellas brechas, aunque hay persona que pueden destruir esos encantamientos—Argón le explico a Selene sobre las puertas.

    —Ya veo, esas puertas son muy peligrosas—Comento Selene que miro a Argón y le pregunto—¿Cómo sabes, que han atravesado personas aquellas brechas?.

    —Uno de las habilidades que los dioses me regalaron, eran sentir las energías humanas que llegan a este mundo—Le contesto Argón y le dijo—Por favor, cuida bien a Iridio, me temo que algo malo pueda suceder.

    Selene afirmó con su cabeza, no debía ordenárselo, ella sabía que era su deber y además la mujer sentía que Iridio, era su hijo a pesar de no tener un hilo sanguíneo, así que era su deber como madre proteger al niño.

    —Es tonto que me lo pida—La mujer se paro y observó por la ventana—Es deber de una madre proteger a su querido hijo.

    —Eso es bueno—Argón le comento a Selene y pensó, «Esta chica, se comprometió tanto con Iridio, que se volvió una verdadera madre»

    —Bueno, si no hay otra cosa, debo hacer el informe—Selene se paro de su asiento y se estaba dirigiendo a la salida, cuando fue detenida por su hermano.

    Argón detuvo la intención de Selene de irse a trabajar, y le comento que mejor descansaste ese día.

    —Tranquilizante, yo ordene que tuviese unos días de descanso y pagado—Argón le comento a Selene y agrego—Y tu días de descanso, empezaron desde el momento de que te paraste de tu asiento del computador.

    —No me parece mala idea, así puedo estar atento en caso de que el enemigo fuesen las personas que atravesaron esas brechas—Selene le comento a Argón y agrego con una sonrisa en su cara—Hermano, muchas gracias por estos días de descanso.

    Selene salió de su habitación, y fue a buscar sus cosas para retirarse e ir a su casa.

    Ya era el recreo de los chicos, el chico Iridio, estaba conversando con sus amigos sobre la nueva chica.

    —¿Qué te parece la chica nueva? —pregunto Daniel a Iridio.

    —No se que contestarte—Iridio que estaba sentado en el pasto, suspiro hondo y pensó, «De alguna manera, siento que esa chica será una amenaza»

    —Ahora que me doy cuenta, la nueva miraba con mucho interés a Iridio—Alexandra comento de manera pícara y agrego—Veo que a alguien le gusta.

    Iridio observó a su amiga con una cara avergonzada por su comentario, suspiro y se rasco su nuca.

    —¿Eso es cierto? —pregunto Lucy a Alexandra.

    —No creo—Comento Iridio a su amiga.

    En esos momento sonó el celular del chico, el joven sacó el teléfono de su bolsillo y vio el número, era Selene su madre, así que contesto su llamada.

    —Aló, mamá—Iridio saludo a Selene.

    —Iridio, ¿como estas? —pregunto Selene a su hijo y agrego susurrando—Estas solo, necesito decirte algo urgente, sobre algo del otro mundo.

    —Okey mamá, espera—Iridio miró a su compañeros—Disculpen, mi madre me está llamando y necesita hablarme en privado.

    Iridio se alejo del grupo, y se fue a un lugar para poder hablar con su mamá, cuando estaba seguro que no había nadie tomo el teléfono, y contestó la llamada.

    —Madre, ¿que sucede? —pregunto Iridio a Selene y agrego—Algún problema.

    Aprovechando su día de descanso, Selene fue al supermercado y empezó a comprar varias cosas y aprovechando llamó a su hijo para prevenir a Iridio de los supuestos enemigos que puede se aparecer.

    —Iridio, debes tener cuidado, Argón me informó sobre algunas presencias humanas del otro mundo, que entraron a este mundo—La mujer le advirtió a su hijo

    Iridio estaba escuchando la advertencia de su madre, si saber que ra observando por un enemigo.
     
    Última edición: 3 Agosto 2020

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