Long-fic Pokénronpa

Tema en 'Mesa de Fanfics' iniciado por MrJake, 7 Octubre 2017.

  1.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

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    El último caso de la investigación… uf, mucha información revelada. Esa información tan jugosa dentro de la Game Boy, me he quedado loquísimo xD Lo que me pregunto es: a partir de qué punto Brendan empezó a votar distinto, porque eso podría dejar bastante claras las cosas, y por qué motivo.

    Bueno, la sala de las mentes maestras es muy cuquis, la verdad(? Tiene de todo oye, no le falta ni un detalle. Estoy super desconcertado con el arpón que mató a Ian. No dudo que eso hubiera ocurrido, pero la pregunta es, si aparentemente no hay ninguna salida de emergencias, ¿cómo llegó él dentro del espejo? Porque si hubiera estado fuera antes de disparar el arpón lo hubieran visto. Otra cosa es, ¿cómo se desplazó el arpón y el cadáver hacia el interior de la sala? El carrito es sospechoso pero ALGUIEN debía moverlo (o bueno, tal vez la propia inercia(?)). En ese momento, esa misma reflexión me llevó a plantearme algo: si alguien lo movió y todos estaban allí juntos, ¿hay alguien más vivo? En serio, desde el principio del fic ni se me había pasado por la cabeza la posibilidad de un Junko xD Ahora lo veo un poco más factible y diría que podrían ser o Chad o Alpha (¿el segundo tendría más fuerza para mover el arpón?) Idk.

    Luego vi que Monokuma no sabía nada entonces aparté un poco esa opción. También me hizo pensar que hablasen de controlar a Monokuma desde un dispositivo. Lo primero que se me vino a la cabeza fue la Game Boy de Ian e Ian como mente/cómplice; de hecho me sorprendería incluso que estuviera muerto. Pensé que, al matarse con un arpón o fingirlo, sin darse cuenta las cámaras, podrían luego inculpar a Emily como asesina y conseguir así acabar con la esperanza sin incumplir ninguna norma. No obstante, aún no me convencía.

    Y luego la Game Boy… hum, qué raro que Ian supiese programar y qué conveniente para él xD No creo que la teoría de Ian sea incorrecta sobre que la mente maestra no podía votar correctamente. Creo simplemente que la mente maestra no votaba porque no estaba allí, a lo Junko. De otro modo hubiera sido imposible la unanimidad, ¿no?

    Bueno, sigo con el siguiente capítulo.

    Oh god, pero ESKEBOLOEMTIEBDO. ¿En serio era esa la estrategia de Ian? No, I mean, no way. No me lo creo, no sé, no sé si quiero saber. Estoy rayado.

    O sea, no me creo que todos sean culpables. Debe haber algo más del caso y omg no se me ocurre de dónde sacar más información pero debe haber algo más xD

    Me encanta la relación entre Hubert y Emily btw, porque son como dos hermanos super cuties ellos. Se entienden con la mirada y se siguen en los razonamientos y idk, es muy cute xDD

    No sé realmente qué comentarte de este capítulo porque ñajwdh, solo sé que no me fío de que Monokuma y Reversekuma no formen parte del coliseo académico xD Quizás uno pueda ser que no, pero el otro sí, debe verificar desde dentro que todo vaya bien (?) Además, juraría que en los capítulos estos iniciales no eran dieciséis; no recuerdo exactamente si quince o catorce, pero que eran menos seguro. Así que pues, alguno de ellos debe ser mente maestra: o bien es de esos cuatro o bien realmente no murió.

    Ahora mismo estoy en un shock mental en el que no me aclaro nada xD Creo que el próximo capítulo me ayudará a resolver mis dudas así que no me paro más aquí, sigo leyendo.

    ¡Al tercer capítulo!



    OHOCUBJOQBCNQ HOSTIA PUTA IUCBQIBIKQ ME HAS DEJADO MUY LOCO AOBQIUBCIQ. OMG PERO ES QUE x’DDDD RLLY I WANNA CRY, QUÉ BONITO TODO WEY, ESTOY TOTALMENTE CONSTERNADO ¿EH?

    Bueno, en primer lugar he de descartar a Mimi, que tbh, ahora me da penita porque tenía a la pobre enfilada (?) Siempre me pareció excesivamente sospechosa but who cares xD

    BUENO, PERO
    I JUST CAN’T
    I JUST CAN’T

    EN LA VIDA SE ME HUBIERA OCURRIDO LO DEL PLANTIX, omfg, es alucinante xD A ver, a ver; voy a intentar ordenar un poco mis ideas y hacerte un comentario más organizado. Te juro que se me están empañando los ojos de la emoción omg xD Y yo que te hice bullying cuando me lo mataste... :(

    Cuando ha empezado el caso y Hubert le ha dicho a Mimi que estaba asumiendo algo, he dicho: ya está, pillada in fraganti. Pero luego han dicho que los dos debían estar muertos y yo omg wtf. Quise pensar que a Chad y a Alpha los hicieron picadillo juntos para que así quedase aún un posible biyano, Mimi, pero no fue posible :’(

    OMG PERO ES QUE HA SIDO MUCHO MEJOR xDDDD

    Cuando empezaron a nombrar a todos los muertos, yo estaba en plan OH YAS BITCHES ESTO ME SUENA ahí todo fangirl. Bueno, pues imagínate mi cara cuando se para en Lucas. Yo wait wat wait. Le comieron una pierna y un brazo. WAIT, SOLO UNA PIERNA Y UN BRAZO, WAT WAIT. Pues así todo el rato hasta que acabó el fic xDD

    Tampoco me esperaba en absoluto lo de ser el hijo de Abeto xD Nada de nada, rlly, fue muy hardcore todo. Lo que sí que imaginé fue que sería Liza la principal mente maestra, pues de otro modo Lucas habría interferido con un alumno.

    AGH PERO ES QUE. No sé, no sé, estoy muy hype xD Ha sido un capítulo precioso y ha merecido la pena pasar aquí la mañana, rlly. Diré como única pega que, a título personal, la aparición de Liza se me hizo muy wtf xD La canción no me gustó, es lo único, me hizo pensar que estaba en un concierto de rock (?) Supongo por otro lado que esa es la gracia del asunto xD Que sea extravagante. PERO OMG TOTALLY WORTH IT ELLA TAN DIVINA Y CON ESAS COLETAS Y SUS MONOKUMAS Y REVERSEKUMAS Y AAAAA.

    Una duda, ¿cada uno controlaba un peluche o era indistinto o cómo? En el caso primero, ¿quién a quién?

    OH OH QUE SE ME OLVIDA (quizás hasta te lo he comentado ya pero estoy como idk, no pienso con claridad), me ENCANTA el talento de Lucas xDDD Menudo plot twist, estoy enamorado, rlly.

    Y god, la desesperación tan hardcore. Lucas se pone al borde de la muerte con esa acción prohibida, se decide mutilar un brazo y una pierna todo por la desesperación xD Qué dolor más grande pls, me duele solo de imaginarlo.

    Hay algo que no me cuadra aún. ¿Se supone entonces que Ian no votó mal en el primer capítulo? Porque si no debería haber tres, ¿no? ¿O Lucas sí podía votar porque la directora era Liza? Que btw, Lady Liza, qué sublime xDDD Me ha encantado, diva de la desesperación.

    Mira yo ya no sé, quédate con esos creativos porque te los mereces xD Enhorabuena mil veces más, guapo, te ganas a tus lectores sin lugar a dudas. Eres un prodigio.

    Te quiero mucho, sigue así,

    Lucas Diamond~ <3
     
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    Lelouch Rey del colmillo

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    JAJAJAJAJAJA LO SABÍA, NO SABEN LO BIEN QUE SE SINTIÓ (?)

    Nunca pude llegar al 100% de certeza, pero ese 99% que tenía fue suficiente. No me canso de agradecerle a Gabi que en su momento dijese lo de los cadáveres y la trituradora, fue la base de todo lo demás, y a mí no se me había ocurrido.

    A partir de allí sólo fue ir tirando cabos hasta dar con algo relativamente factible. Tres cosas se le oponían, sin embargo, el fallo de los votos que seguían fallando dos hasta el cuarto caso, la muerte y la ejecución. Lo de los votos se aclaró con el capítulo anterior, y mi confianza aumentó. Aunque no sabía como Liza fingió su muerte, su cadáver era el más intacto. Así que por descarte, la ejecución de su supuesto asesino debía ser, pues, falsa. Aunque fuese difícil de pensar.

    Pero seguro que ya sebes estar harto de leerme repetirlo una y otra vez xD Pero Omg, es que estoy muy feliz, siempre es genial adivinar aunque sea una parte del misterio.

    El caso, en cuanto a narración, me pareció muy ameno, y vaya, que el plan de Ian me mola, aunque parece que aún no lo ha descubierto del todo. Yo tampoco (?)

    El personaje de Lucas me cae mejor ahora que emse confirmó que es villano, no sé, me pega más con él xD Y Lady Lizzie *^* Ya te lo comenté todo (?) Pero yo pensaba que Lucas era la mente maestra principal (??)

    ¡Pero es que Liza es genial! Y su talento de animales mola mucho, y siendo la desesperación...

    Tsk, no sé que decirte que no te haya dicho ya, sólo que espero ansioso ver el desenlace de esta gran historia x3

    Y ver al fin un long-fic terminado, hace mucho que no pasa (??)
     
    Última edición: 20 Febrero 2018
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    DIOS DIOS DIOS, NO PUEDO, DEBERÍA ESTAR ESTUDIANDO PERO ESTOY TAN FELIZ QUE ME MUERO AAAAH.

    Voy a empezar hablando de esto último porque es lo que tengo más reciente y necesito desahogar el hype (? Debo admitir que al principio me sentí algo desilusionada cuando Liza murió sin hacer nada relevante :c Quiero decir, siempre debe haber personajes de relleno, ¿no? Son muchos al fin y al cabo, pero jo. Veía que incluso Talía, Ukita y Lucas tenían sus escenitas entrañables, participaban, pero Liza justo cuando parecía comenzaba a tener algo de protagonismo, deja de aparecer porque desea aislarse del resto, entristecida, (cosa que me dio mucha penita) y cuando vuelve a aparecer, está muerta </3 Pero entendí que ese era el papel que le habías adjudicado y bueno, fue lindo verla por ahí ;-; Lo mismo habrá sentido Pablo con su Luquitas, que tampoco tuvo tanta oportunidad para aparecer y bueno, es lo que hay. Leer al resto de personajes sigue siendo genial porque los amas a todos, pero tus niños son tus niños you know.

    Pero es que... Dios. Empezaron a buscar a la mente maestra entre los muertos e incluso crucé los dedos porque fuese ella, lo admito, la esperanza es lo último que se pierde después de todo (irónico, ¿eh?), y llegué a replantearme el hecho de que efectivamente ella tenía menos daños en su cuerpo que ningún otro cadáver. Me ilusioné. Luego pasó de largo y dijeron a Lucas y fue como, literal, ¿eh? (Pablo está presente (?):

    Vaya... al menos se intentó.

    ...espera un momento. Si la muerte de Lucas es falsa... eso quiere decir que...

    ...AAAAAAAA. (Y ahí fue cuando mandé el mensaje de wa (?)

    LADY LIZZIE, JAJAJA (Mary, ¿eres tú? (?) Me muero, ha sido TAN épico ver esa aparición, a Lucas hablando por el pinganillo y yo sin saber si reír, si gritar, si llorar o qué. Luego me quedé to loca con su aparición, lo admito, pero imaginármela con las dos coletas en plan diva ha sido vamos xDDD Luego empecé a reírme porque fui Junko Enoshima hace nada, y es que todo está conectado oye JAJA. Ya me imagino tu reacción cuando me cambié de nick (? Pero estoy tan hype y tan contenta de que ella sea la mente maestra, ¡junto con Lucas, que es mejor aún! ¡Ambos estuvieron detrás todo este tiempo, me muero! La loca de los animales, lo veo.

    Ahora ya en serio, este comentario fue puro fangirlismo centrado en esos dos y tú te mereces un comentario mejor así que voy a centrarme en lo que debo. Pero como es tanto lo que me he perdido entre comentario y comentario, trataré de resumir. El quinto caso ha sido increíble, jamás me imaginé ver algo así, y ya tenía las expectativas altas en ti. Amé que llegase un punto cercano al desenlace en el que nadie tenía la más mínima idea de quién era, eso es lo mejor de todo, tomar a los lectores desprevenidos, y de repente todo empieza a encajar y vemos... ¡que fue el prota el que será ejecutado, todo por Emily, la esperanza definitiva! Su despedida fue tan triste, me tocó mucho la fibra sensible, y lo narraste precioso. El cambio de prota también.

    Ahora, el sexto caso, wow. Rompiste con el canon del DR y fuiste super original metiendo una muerte más, la de Ian (que vistos los demás juegos, los más metidos en ello lo veíamos venir, pero no deja de ser impactante). Amé el plan de Ian, todo lo que almacenaba incluso en su Game Boy, cómo hizo un resumen de todos los casos y los unió en el desenlace de todo, acabado con su muerte, el paso final. Su estrategia salió a la perfección, y como dijo, todo esto ya lo había estado llevando a cabo desde el día 1. Él ya sabía que no saldría de ahí, pero me hace quererlo aún más por el hecho de que quería acabar con el juego y ayudar a su manera al resto desde el inicio, lo cual es admirable.

    Lo que sí que esperaba era que su muerte estuviese relacionada de alguna manera con el veneno que mató a Dante, como que quería hacer una prueba o algo. Por la pregunta que le hizo a Emily sobre la cantidad exacta y luego decir que por primera vez ejecutaría una estrategia confiando en los demás sobre todo.

    Ese momento en el que rompen el sistema de votos me dejó loquísima, y me encantó. Yo ya no sabía por dónde saldrían los osos ahora, pero debo admitir que me puse muy nerviosa al ver que Emily no pulsaba el botón. Ahí había algo raro que había visto ella misma, pero todo pasó a un segundo plano luego de que, con la intervención de los osos, logró brillantemente sacar quiénes estaban detrás de todo. Increíble, de verdad, aún no lo supero.

    Y Dante Guardián, lo amo. De verdad, no hay nada que le pegue mejor, como bien han dicho ya. Es tan bonito, que su motivo en la vida fuese ese, y que gracias a Drake lo lograse. Y Drake y Erwin... Se me partió el corazón al descubrir el porqué de todo, pobre chico. Tuvo que ser tan duro... Pero hizo bien, logró salvar a Emily, y podrá estar orgulloso de ello.

    Se me hace tan raro esperar a ver a mi personaje en el siguiente capítulo, ya me había acostumbrado a ello, pero ahora solo me hace desear ver el próximo con aún más ganas si eso es posible <33 Morirá, ya lo sé, pero wow. Simplemente, wow. Qué diva y qué perra... me encanta ese nuevo lado suyo (?

    Estaré esperando también a ver este increíble desenlace, te admiro un montón really :'D
     
    Última edición: 20 Febrero 2018
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    MrJake

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    Misterio/Suspenso
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    4428
    Capítulo 6: El Comienzo del Fin

    Vida Mortal, Clase de Juicio 3


    Allí estaban… justo frente a nosotros: Lucas y Liza, las mentes maestras, los causantes de todo nuestro sufrimiento… los creadores de este juego de asesinato mutuo. Y, cuando aparecieron, ninguno de los cuatro supervivientes supimos cómo reaccionar.

    Liza White, con sus ojos rojizos y su verdadera naturaleza revelados al fin, había hecho acto de presencia de forma completamente surrealista en la escena. No supe muy bien de dónde salió, pero, cuando quise darme cuenta, una larga serpiente se enroscaba en su cuello, mientras ella la acariciaba lentamente, como si fuese la seda suave de un fular.


    —¡Upupupu! —rio ella, imitando la risa de Monokuma—. ¡Rezuman la más absoluta desesperación! —de pronto, mirando con una sonrisa infantil en el rostro a todos nosotros, centró sus diabólicos ojos en mí. Cuando habló palabras tan crueles con ese tono tan dulce, sentí un escalofrío—… salvo tú, claro. A ti te arrancaría la cara, especialmente esos ojos. Apestan a esperanza.

    Hubert, aún contrariado, habló tartamudeando.

    —P-Pero, Liza… ¿tú… estás viva?

    —¡Oh, no me digas! —Liza se llevó ambas manos a la cintura, mientras la serpiente se deslizaba por su brazo derecho y se enroscaba en este, arqueando las cejas en gesto sorprendido—. ¿¡Estoy viva!? ¡¡Guau!! ¡Nunca lo hubiese dicho! —luego, su rostro rápidamente cambió a uno de soberbia y asco—. Para ser reconocido por tus capacidades lógicas, vaya mierda de observación ha sido esa. ¡Pues claro que estoy viva! La desesperación nunca muere. ¡Puhehehehe!

    Steve también lucía tremendamente sorprendido.

    —P-Pudimos ver tu cuerpo muerto, ¡e-estabas muerta entonces! ¿C-Cómo puede ser…?

    Liza se encogió de hombros. Dos de los pajarillos que seguían pululando por la sala se posaron sobre su cabeza, al mismo tiempo que ella miraba hacia arriba, reflexiva, con la mano en el mentón.

    —¡Oh, eso! Bueno, detalles sin importancia. Igual sí morí, pero he resucitado, ¿no? —luego, chasqueó la lengua—. Ah, no. Para eso necesitaría a Elisa, y ella sí que está muerta.

    —¡Pffff, ja, ja, ja! —rio Lucas—. Muy buena esa, Lady Lizzie.

    —¿Te he dicho yo que hables? —espetó ella, mientras los pajarillos extendían sus alas en gesto agresivo y la serpiente abría su boca, pareciendo estar dispuesta atacar en cualquier momento. Con todo, el rostro de Liza era alegre. Perturbadoramente alegre. Y Lucas, amedrentado, agachó la cabeza.

    —¡E-Exijo una explicación…! —Hubert habló con severidad, señalando a la mente maestra con una mano, pero sus palabras fueron interrumpidas por una respuesta seca de esta, siempre manteniendo esa sonrisa perturbadora.

    —Es de mala educación señalar a otros, ¿es que tus padres no te educaron? —de nuevo, volvió a reaccionar con sorpresa, llevándose un dedo al labio inferior mientras miraba hacia arriba, en gesto pensativo—. ¡Ah, cierto! Que no tienes madre, y a tu padre no le importabas una mierda. Claro, eso lo explica todo, ¿eh?

    —¡Ngh! —se quejó Hubert, apretando los dientes con rabia.

    —Y-Ya basta, ¿cómo hiciste para estar viva? —preguntó Mimi, completamente contrariada ante la situación.

    —Bueno —se encogió de hombros Liza—, resulta que la que murió no era Liza. Era mi hermana gemela.

    —¡Ploooooot twist! —coreó Lucas, haciendo un gesto ridículo con las manos alzadas sobre la cabeza, inclinando su cuerpo hacia la izquierda, con una expresión adormilada y vacía, como era costumbre en él—. Yo maté a su hermana gemela bajo sus órdenes. ¡Había que quitársela de en medio rápido! Resulta que Lady Lizzie era la mente maestra tras la escena, mientras que su hermana gemela se hacía pasar por ella entre vosotros. ¡Era la estudiante número diecisiete!

    ¿Eh? ¿S-Su hermana… gemela? ¿La estudiante número diecisiete? Pero, ¿era eso posible? ¿Tenía sentido?

    —¡U-Un momento! —exclamé—. Eso no es posible. La muerte de aquel caso no pudo ser verdadera. De haber muerto un estudiante entonces, Lucas habría sido el asesino de verdad, y, por tanto, el Gran Cerebro habría reaccionado si su ejecución no hubiese sido llevada a cabo de forma correcta —argumenté, ceño fruncido.

    —¡Upupupu! —rio Liza, apoyándose sobre el atril con los codos y echando su cuerpo hacia delante, con las manos en su rostro. De pronto, vi a un hurón subiendo por su espalda y acomodándose entre sus coletas. ¿D-De dónde salían todos esos animales…?—. ¡Pues claro que no fue así, estúpidos! Es decir, ¿qué clase de mente maestra lleva a cabo un truco tan patético? ¿Una hermana gemela haciéndose pasar por otra? ¡Por favor, qué cosa más mainstream! Una Diva de la Desesperación de verdad no hace ese tipo de cosas.

    —¡Ploooooot twist del plot twist! —coreó nuevamente Lucas, en la misma posición de antes, pero inclinado hacia el lado contrario

    De pronto, Hubert, furioso, dio un golpe con ambas manos en su atril.

    —¡Entonces explícate, joder! ¡¿Cómo se supone que simulaste aquella muerte?! ¡¡Es imposible, estabas muerta, pudimos comprobarlo!!

    Liza suspiró mientras jugueteaba con las puntas de sus coletas.

    —¿Debería decíroslo? Ay, sería demasiado doloroso para vosotros, tal vez. Y me preocupo por vuestro bienestar…

    —Pista: ¡es mentira! —dijo Lucas, con las manos a ambos lados de la boca, en un susurro.

    —¡D-Dilo ya, maldita sea! ¡Explícate! —exigió Mimi, temblorosa.

    ¿C-Cómo hizo Liza para simular su muerte? Por algún motivo, mi corazón palpitaba con gran fuerza. Sabía, de alguna manera, que conocer la respuesta a aquella incógnita revolucionaría nuestra forma de entender las cosas. Que descubriríamos una dura verdad, una verdad, de algún modo, increíble, inverosímil… pero que le daría sentido a todo.

    ¡Así que no podía rendirme!



    Non-stop debate!

    ¿¡Cómo hiciste para fingir aquella muerte!? —bufó Hubert, molesto.

    Bueno, esa es una gran pregunta —Liza se encogió de hombros—. La cuestión es… ¿estáis preparados para conocer la respuesta?

    El cuerpo de Liza apareció en la biblioteca… ¡y se comprobó que estaba muerta! —intentaba entender, confuso, Steve.

    ¡Ah, hay tantas posibilidades! —Liza daba pequeñas palmaditas, entusiasmada—. ¿Cuál será la verdad, cuál?

    ¡Tal vez usamos una tecnología hiper moderna para hacer hologramas o cosas así! —vociferó Lucas, de pronto, con las palmas junto a la cabeza, e inclinándose ligeramente hacia la izquierda.

    ¡Es imposible decidirse! ¡L-L-La desesperación por no poder averiguar la verdad es… es…! ¡A-Ah! —gimió Liza, abrazándose a sí misma.

    … ¡puede que le inyectase a Lady Lizzie fármacos que producen catalepsia de hiper larga duración! —siguió Lucas, echándose hacia la derecha, en la misma posición que antes.

    ¡N-Ngh… L-Lucas-kun, ¿m-me lo inyectaste…?! —volvió a gemir, sonrojada, la mente maestra.

    ¡O quizás usamos un clon hiper realista! —Lucas dio una palmada, inexpresivo.

    ¡¡¿U-Un trío…?!! —exclamó Liza.

    ¡C-Cortad el rollo ya! —gritó Mimi—. ¡Estáis siendo super desagradables!

    ¡No te pongas celosa, Mimiko-chan! —sonrió Liza, mostrando sus dientes y con las manos en gesto de victoria—. Lucas tiene jeringa para todas.

    … ¿duh? —el inventor se daba golpecitos en la cabeza, casi como si no hubiese prestado atención a nada de lo que dijo su “jefa”.


    … d-debo intentar no distraerme por su comportamiento errático e ilógico, y tratar de pensar con claridad. Cualquier escenario que se me ocurra luce surrealista, pues a priori no tiene sentido que Liza siga viva después de haberla visto muerta, pero… ya que es un hecho que la vimos muerta en la escena, tengo que valorar cuál es la única opción medianamente factible.

    ¡De entre todas las opciones absurdas, una debe ser la más plausible! Por ridícula que parezca, tengo que aferrarme a ella si quiero llegar a la verdad. ¡Allá vamos…!


    ¿¡Cómo hiciste para fingir aquella muerte!?

    Bueno, esa es una gran pregunta. La cuestión es… ¿estáis preparados para conocer la respuesta?

    El cuerpo de Liza apareció en la biblioteca… ¡y se comprobó que estaba muerta!

    ¡Ah, hay tantas posibilidades! ¿Cuál será la verdad, cuál?

    ¡Tal vez usamos una tecnología hiper moderna para hacer hologramas o cosas así!

    ¡Es imposible decidirse! ¡L-L-La desesperación por no poder averiguar la verdad es… es…! ¡A-Ah!

    … ¡puede que le inyectase a Lady Lizzie fármacos que producen catalepsia de hiper larga duración!

    ¡N-Ngh… L-Lucas-kun, ¿m-me lo inyectaste…?!

    ¡O quizás usamos un clon hiper realista!


    Dudo mucho que exista una tecnología capaz de hacer algo tan alocado como simular un cadáver hasta el punto de poder tocarlo y todo. Y no creo que exista un fármaco capaz de hacer eso, tampoco, y en cualquier caso, no había algo así en el laboratorio, de modo que… creo que la opción más coherente dentro de la escasa lógica que tiene todo esto es pensar en un… ¿clon? Uh… s-suena rebuscado, pero…


    ¿¡Cómo hiciste para fingir aquella muerte!?

    Bueno, esa es una gran pregunta. La cuestión es… ¿estáis preparados para conocer la respuesta?

    El cuerpo de Liza apareció en la biblioteca… ¡y se comprobó que estaba muerta!


    —¡No, eso es incorrecto! —vociferé. No estaba del todo segura, pero… tenía que intentar usar esta vía. Es la única posibilidad medianamente viable. Solo tenemos que intentar indagar en cómo fue posible—. Es indudable que el cuerpo que vimos tenía el mismo aspecto que Liza, y es indudable que era un cuerpo de alguien muerto, pero… puede que no fuese Liza. Es la única forma de que pudiese fingir su muerte. Y descartando la opción de una hermana gemela, solo queda pensar que, en efecto, el cuerpo que vimos era una copia de Liza, de alguna forma.

    —¡Vaya! ¡Así que las modelos tenéis cerebro! —exclamó la mente maestra, con las manos apretando sus mofletes para realizar un gesto de de sorpresa muy exagerado y ridículo.

    Decidí ignorarla, y, al oír que Hubert tomaba aire, centré mi atención en él.

    —… pero si alguien se hubiese hecho pasar por Liza, ese alguien estaba muerto. Y en defecto de los cuerpos de Tau y los otros, que sabemos que fueron triturados, no había ningún cadáver que ya estuviese muerto desde antes de incorporarse las nuevas reglas… de modo que si alguien ajeno se hubiese de alguna manera echo pasar por Liza para la escena del falso crimen, ¿no habría muerto ya dentro del juego de asesinato mutuo? Eso habría implicado una clase de juicio con un culpable, según las reglas…

    —Está claro que estaba viva, fuese Liza o no, antes de llegar a la escena del crimen —reflexionó Mimi—. Recuerdo que se veían dos cuerpos debajo de las sábanas en los videos que grabaron las cámaras que puso Hubert durante el caso de Lucas… ¡definitivamente, había alguien vivo ahí debajo!

    —… entonces, si no podía haber una persona extra —meditaba Liza, con la mano en el mentón, al mismo tiempo que los dos monos narigudos que había a sus espaldas, que la imitaban—, porque eso no cuadraría con la situación, pero había una figura debajo de las sábanas y alguien tuvo que suplantarme… ¿qué quiere decir todo eso?

    —Duh, nunca lo averiguareis —Lucas se encogió de hombros.

    … hace… hacie tiempo que llevo planteándome algo, tratando de encontrar una conexión entre varias de las evidencias que hemos recogido en este caso. Y he de reconocer que al ver que Liza era la mente maestra, la idea ha comenzado a tomar forma. Son evidencias que aún no tienen una explicación clara… y todas ellas se relacionan con Dante.

    Pero, ¿qué sentido tiene todo esto? Sabía que no podía dejarme guiar por la lógica. Porque sabía que no podría entenderlo por más que quisiese. De modo que era hora de pensar dejando a un lado toda lógica natural, todos los convencionalismos y asunciones que hacía. Solo podían existir las evidencias, y nada más fuera de ahí. Incluso si tenía que contradecir las leyes naturales que asumía como ciertas.

    —Las reglas, cuando hablan de la clase de juicio, mencionan la palabra “asesinato” —susurré—. ¿Debemos entender eso como la muerte de una persona? —le pregunté a Liza, con el corazón latiendo.

    Ella solo sonrió. Sonrió de forma aparentemente dulce, pero, en el fondo, solo desprendía desesperación. Una esencia diabólica, de algún modo. Tras un rato observándome, asintió con lentitud.

    —Así es —dijo ella, mirándome con ojos incisivos—. Asesinato es el crimen de una persona contra otra. “Homicidio”, si lo prefieres, pero tampoco vamos a ponernos técnicos.

    —… entonces… —medité en voz baja.

    Soooo…? —dijo Lucas, entusiasmado, inclinándose hacia un lado.

    E-Entonces…


    —Hay algo que me lleva escamando desde hace tiempo —comencé a explicar. Era plenamente consciente de que lo que iba a decir era surrealista, pero… ¡t-tenía fundamentos para creer que podía existir algo raro con ellos! —. Las acciones de Dante durante el caso de Liza y Lucas fueron especialmente extrañas, ¿cierto? Él decía que lo hacía todo para evitar que descubriésemos una verdad dolorosa, algo que, de algún modo que no entendía, solo él podía ver y entender. Y dos de las cosas más destacables que hizo fueron… esconder unos manuales de ciencias y arrojar el cuerpecillo de un animal al incinerador. Ahora, casualmente, descubrimos que la mente maestra es la Criadora, criadora de animales.

    —… sooooo? —insisitió Lucas, inclinándose hacia el otro lado.

    —¿N-No es… demasiado casual, como diría Ian? —tragué saliva—. Pensadlo. ¿Por qué un libro de ciencias? En los libros de ciencias… hay también biología, ¿no? Deduzco que habría fotos de animales y explicaciones sobre los mismos. Y la nutria de Liza era un animal. Si los libros que Dante escondió y que luego la mente maestra escondió fuesen de biología… todo tendría sentido. Parece que Dante quisiese impedir que viésemos a un animal, ¿no?

    —P-Pero, ¿qué tiene que ver todo eso con lo que estamos discutiendo? —Steve lucía confuso.

    —¿Y si… —seguí intentando razonar. Pensar sin pensar, realmente. Guiarme por corazonadas absurdas… confiar en Dante— Dante podía ver a los animales de una forma distinta a como los veíamos el resto? ¿Y si eso era lo que Dante quería ocultarnos, por temor a que pudiésemos verles de la misma forma que él, y eso nos hiciese darnos cuenta de algo que él ya sabía?

    —¿D-Dante quería evitar que viésemos a los animales? —repitió Hubert, que no entendía nada de lo que estaba diciendo. De hecho, ni yo misma lo entendía—. ¿Q-Qué sentido tiene eso? Yo los veo perfectamente normales ahora que están delante de mí, junto a Liza.

    —Pfff —retuvo la risa Lucas, conteniendo una carcajada, que en seguida se eliminó de raíz, tan pronto como la mente maestra le dirigió una severa mirada.

    —E-Ese es justo el punto, Hubert —sentencié—. Nosotros los vemos normales, pero, ¿lo son?

    —¿Huh? —Steve no entendía nada.

    —D-Dante podía ver algo que el resto no. Y sabemos que era especial, por los experimentos de Abeto: inmune a parte de las prácticas para manipular nuestras mentes que llevaron a cabo las mentes maestras. Pero puede que el resto sí que sufriésemos esas prácticas, y por eso no podemos ver la realidad, sino una suerte de disfraz. Decidme: ¿alguno de vosotros recuerda algún animal, alguna vez, con claridad? ¿Alguna mascota? ¿Algo? ¿No están… tremendamente difusos los recuerdos en realción a estas criaturas?

    —C-Cierto —susurró Hubert—. Ahora que lo dices…

    —Pero sigo sin entender algo —insistió Mimi, temblorosa—, ¿qué tiene eso que ver con el falseamiento de la muerte de Liza?

    —… eso, Super Esperanza —Liza se encogió de hombros, deslizándose la serpiente entre sus hombros—. ¿Qué tiene que ver?

    N-No estoy en absoluto segura de lo que estoy diciendo. Solo intento seguir los pasos de Drake… guiarme por mis instintos. Sé que hay una verdad oculta, y sé que, de algún modo, Dante la recordaba, porque él, como Super Guardián, era especial: estaba, de algún modo, “diseñado” para proteger la Esperanza. De modo que solo puedo seguir adelante en mis absurdas cavilaciones, siguiendo los pasos de Drake y analizando como él lo haría la lógica de Dante. Ellos dos… ellos dos serían mi esperanza.

    —Si todo lo que digo es cierto —señalé con una mano a Liza, o, más bien, a los animales que la rodeaban—, creo que no sería descabellado pensar que, de algún modo, la persona a la que vimos muerta en aquel momento sí que estaba muerta, pero no era Liza, ni siquiera era una persona. ¡Era un animal, de alguna manera!

    —¿¡Pero qué…!? —exclamó Hubert.

    —¿¡… d-demonios!? —completó Steve.

    —… es que es demasiado conveniente —seguí explicando—. Demasiado conveniente que Liza sea la Criadora, justamente. Que las acciones de Dante envuelvan libros de ciencias y un animal, y la mente maestra resulte ser experta en manipular animales. ¡Todo es… todo es extremdamente conveniente, y estoy segura de que debe haber alguna lógica detrás de todo este sinsentido!

    —Huh. Hay que reconocer que la chica se esfuerza, Lady Lizzie —admitió Lucas, hombros encogidos y ojos entrecerrados—. ¿Y si le decimos ya la verdad? Si total, habiéndonos revelado, ya tendremos que acabar esto, ¿no?


    Liza meditó por un momento.

    —¿Un animal se hizo pasar por mí? ¡Vaya! Realmente me sorprende que, aún a pesar de la hipnosis, seas capaz de llegar a esa conclusión tan poco lógica. ¡Realmente la esperanza está en ti, eh! —exclamó ella, manos extendidas a ambos lados—. Pero en fin, no me importa. Más satisfactorio será apisonarla.

    —U-Un momento —señaló Hubert—. ¿”Hipnosis…”?

    —¡Síp! —asintió, feliz, Lucas—. Ya sabes, eso de que te dicen “cuando despiertes ladrarás cuando diga tu nombre”, o “cuando despiertes, creerás ser un bebé”. Se puede manipular la mente de alguien de forma muuuuy sencilla así, y hacer que confunda la realidad.

    —E-Entonces, ¿hemos sido hipnotizados? —susurró Mimi, impactada.

    Liza asintió, tras tomar aire.

    ¡Oh, boy! Lady Lizzie lo va a hacer, ¡lo va a decir todo! —exclamó, emocionado, Lucas—. Ahora es cuando va a empezar la fiesta de verdad, ¡yay!

    Y Liza comenzó a hablar.

    —Fue sencillo, realmente… contando con el poder del que solo yo dispongo, claro. Os hipnoticé para que, cada vez que vieseis a uno esos que vosotros creéis que son “animales”, criaturas inexistentes y sin ningún poder —¿… eh? ¿I-Inexistentes? —, vieseis, en realidad, algo diferente. Cada vez que oyeseis algo relacionado con ellos, vuestra mente interpretase las palabras de forma que todo os condujese a creer en la existencia de esos “animales”. Es solo una técnica de hipnosis avanzada. Claro que… Dante era inmune. Al fin y al cabo, su ADN era híbrido, por culpa de ese Abeto.

    —¡Ese es mi padre! Huh, bueno, era —Lucas se dio golpecitos en la cabeza.

    —¿A-ADN híbrido? —harto de no entender nada, Hubert dio un golpe seco en el atril—. ¡E-Explícate! ¿Q-Qué quieres decir con eso de que los animales no existen? ¡L-Los estoy viendo justo delante de mí!

    —Oh, amigo Ajedrecista, cuán equivocado estás —susurró ella, encogiéndose de hombros—. Tú ves lo que yo quiero que veas a raíz de la hipnosis a la que te he sometido. Las imágenes que tu cerebro procesa no son reales. Pero tranquilo. Ya habéis pasado demasiado tiempo en ese estado. ¡Es hora de deshacerlo! —y dio dos palmadas.

    En ese instante, los dos monos narigudos que había tras ella se acercaron a Hubert y a mí, y otros dos monos aparecieron detrás de Mimi y de Steve. Al mirarles, pudimos ver que tenían algo en las manos, una especie de péndulo, que giraban y giraban. Mi mente comenzó a emborronarse poco a poco… los párpados pesaban. Y, cuando quise darme cuenta, me había dormido.

    No sé cuánto tiempo pasó, supongo que muy poco… pero volví en mí al cabo de un rato, y estaba tirada sobre el atril. Cuando me incorporé y pude ver lo que había frente a mí, yo… yo…

    A-Aquella imagen era… era…

    Completamente surrealista.


    Mis ojos se abrieron con amplitud mientras observaba el escenario. La criatura que rodeaba el cuello de Liza lucía de color morado, con algún tono en amarillo, y era más grande que como la veía antes, en lo que yo creía una “serpiente”. Los pájaros que volaban alrededor eran más grandes, de distintos colores, como si fuesen criaturas completamente diferentes. Los monos narigudos eran totalmente amarillos, con una figura más bien humanoide, con el cuello rodeado de una suerte de pelo blanco, y portaban una especie de péndulo entre sus manos. Y el hurón que estaba ahora sobre el atril de Liza era mucho más grande, también, alargado, de color marrón, casi caricaturesco.

    —¿Q-Q-Qué es esto…? —Hubert fue el siguiente en levantarse, y al poco tiempo se levantó también Steve.

    —¡N-N-No es posible…!

    Steve miraba hacia arriba. Me di cuenta de que había criaturas que antes no había visto flotando allí. Criaturas que no eran más que esferas negras con grandes ojos amenazantes, rodeadas de una suerte de vapor morado. Otros de aquellos “espectros” eran algo más grandes, puntiagudos, con las manos separadas de sus cuerpos.

    —… ¿c-cómo…? D-Debo estar… soñando —susurró Mimi, impactada.

    —Es cuestión de tiempo, solo debéis esperar —dijo Lucas, haciendo un gesto con las manos para restarle importancia a aquello.

    —¡Al fin podéis ver con vuestros ojos la verdadera naturaleza de mi poder! —exclamaba Liza, con los ojos rojos brillando en una especie de espiral de locura y desesperación—. ¡Contemplad! ¿Pensabais que una mente maestra como yo iba a tener el triste talento de criar aburridas criaturas sin poderes que me había inventado, llamándolas “animales”? ¡No! ¡¡Claro que no!! ¡Esta es la esencia de mi poder! —extrajo entonces un par de esferas rojas y blancas de sus bolsillos—. ¡Los Pokémon están bajo mi control!

    —¿P-Pokémon…? —la cabeza me latía con fuerza.

    —¡Ta-dah! —gritó Lucas, manos extendidas junto a su cabeza, divertido—. Recogijaos una vez más, ¡porque tenéis ante vosotros a la Super Criadora!

    ¿Ese… esas criaturas… eran el v-verdadero talento de Liza? ¿El talento de la Super Criadora? ¿Criaba… “Pokémon”?

    —Os presento, también, al culpable de vuestra pérdida de memoria —dijo Liza, al tiempo que lanzaba al aire la esfera bicolor, y esta se abría en mitad del lanzamiento para expulsar a una nueva criatura, pequeña, de ojos cerrados y cabeza amarilla—. ¡Uxie!

    La criatura flotó en el aire, rodeando a su Criadora, ante la mirada atónita de todos nosotros.

    —P-Pokémon… —repetía Hubert—. R-Recuerdo algo sobre ellos…

    Sí, yo también comenzaba a recordar… siempre habían estado ahí, ¿no? Conviviendo con nosotros en el mundo. Pero sucedió algo… algo que hizo que los humanos nos quedásemos solos. Nosotros nunca llegamos a ver un Pokémon dentro de Galeia, pues… pues los pokémon…

    —¡P-Pero… estaban extintos! —grité—. Los Pokémon se extinguieron, ¿no?

    —¡Din-din-din! —dijo Lucas, con ambos índices apuntando hacia el techo—. ¡Bingo! Y la pregunta es, ¿cuándo y cómo?

    … o-oh. ¡C-Claro, ahora lo recuerdo! Por eso… no entendíamos aquel evento. Por la hipnosis.

    —¡F-Fue la Pérdida! La Pérdida era el nombre que se le dio a la extinción de los Pokémon —susurré.

    —L-Los pokémon eran la esencia del mundo, la naturaleza más pura —recordó Mimi, hablando en voz baja, aún demasiado impresionada como para asimilarlo—. Pero la Desesperación provocó su extinción, y eso fue lo que comenzó a crear caos en el mundo, lo que hizo que toda la naturaleza se desquilibrase.

    —Por eso la humanidad tuvo que refugiarse en Galeia —siguió hablando Steve.

    —Exacto —Liza acariciaba a su “serpiente” con tranquilidad. Ahora sabía que el nombre de aquella criatura, en realidad, era “Ekans” —. Solo que… falta un pequeño detalle que nunca supisteis. Y es que… ¡no todos se extinguieron! —la mirada de aquella chica estaba completamente emborronada. Tan sumergida en el mar de la desesperación que… que era imposible llegar a encontrarla en el fondo—. Yo fui la única persona que conservó la facultad de controlarlos. Porque soy la elegida. ¡La Super Criadora!

    Tragué saliva, tensa.

    —E-Entonces, ¿lo que vimos morir aquella vez era un pokémon? —le dije, impactada.

    —Oh, sí —asintió Lucas—. A decir verdad, todo sucedió tal y como contó Drake en aquel juicio… salvo por el hecho de que Liza ya no era Liza, sino un pokémon que fue sacrificado noblemente haciéndose pasar por su entrenadora.

    —¡Ah, mi poooobre Zoroark! —decía la Criadora, manos junto a la mejilla, mirada falsamente delicada—. Tuvimos que hacer que muriese mientras me copiaba, claro. Era la única manera. Pero Oshawott tuvo que meterse, ¿eh?

    Lucas se llevó la mano a la nuca.

    —No contábamos con eso —explicó el Inventor—. Oshawott se escapó y se escondió junto a Zoroark, y, cuando vio que su amiguito estaba en problemas, el muy desgraciado me atacó. Tuvo que morir también, vaya.

    —Sí, sí, una pena —dijo Liza, con desinterés.

    —… eres un monstruo —sentencié.

    Ella alzó las cejas y parpadeó rápidamente, un par de veces, pokéball en la mano.

    —¿Perdona…?

    —Tú eres la persona en cuyas manos han ido a parar los últimos pokémon existentes del mundo, ¿¡y osas tratarlos de ese modo!? —vociferé, furiosa.

    —… chica, controla esa rabia. Si hasta hace poco ni siquiera sabías de su existencia, ¿te vas a poner digna ahora? —escupió ella, mirándome incisivamente, mirada llena de desesperación.


    Pero mis ojos también estaban cargados de energía… y la mía era esperanza.

    —Puede que lograses engañarnos, pero ahora que estamos recordando la verdad… no me cabe la más mínima duda. Eres despreciable. ¡La peor persona en el mundo para llevar el título de “Criadora”! Usas a los pokémon y a las personas como si fuesen herramientas. Y eso se va a acabar ya, Liza White —la señalé con una mano, decidida—. Vamos a detenerte de una vez por todas en esta clase de juicio, cueste lo que cueste.

    Miré a los demás, quienes asintieron, no sin algo de miedo en sus miradas. Con todo, sabía que estábamos juntos. Éramos cuatro contra dos… y no nos derrotarían, por mucho que tuviesen de su lado a los Pokémon. Ellos… ellos eran más víctima de Liza. Víctimas de la desesperación.

    La mente maestra se relamió los labios, se apoyó sobre el atril con los codos y, con mirada malévola, dijo:

    —Adelante. Te invito a intentarlo. ¡Os animo que intentéis pararme los pies, si es que podéis! No seréis más que simples ramitas que serán aplastadas por mis pies… y, cuanto más insistáis en luchar, más crujiréis.

    … no. No, no crujiríamos. Nos alzaríamos ante ti, Liza White. Nos alzaríamos y detendríamos, de una vez por todas, este juego de desesperación tuyo.
     
    Última edición: 22 Febrero 2018
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    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

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    Omg, menudo capítulo, ¡me ha encantado!

    No sabía por dónde irían los tiros esta vez, sobre qué debatirían o por qué. Yo simplemente pensaba que Liza se había hecho pasar por muerta y ya, no sabía que todo eso había ocurrido xDDD Supongo que tiendo a lo simple, no me complico la vida (?) Aunque tiene sentido que piensen así si el cuerpo ni respiraba ni latía.

    Goood, cómo me gusta Lady Lizzie, en serio. Menudo corte a Hubert con su padre xD Qué mala gente. Y a Lucas el pobre lo trata como a un puto perro, es genial<3 Y los pokémon, pls, pobrecitos... Zoroark, uno de los pokémon más representativos de Liza </3 Y OSHAWOTT, poor thing, jo. Pero bueno xD

    Anyway, me encanta como se quebrantan las normas desde dentro, de manera legal, evitando un juicio sin matar a una persona. Son detalles muy buenos, me encanta cuando le encuentran faltas así a las normas, como en el segundo caso del primer juego.

    Luego la hipnosis ha sido tan hardcore xDD Los monitos que son Hypnos, violadores en la academia xDDD Ahora entiendo por qué había dos camas en el cuarto de la mente maestra (???) (obviamente Lucas dormía en su cestito como buen perro(?)). Y lo de la pérdida me ha dado mucha penita :'( Poor pokémon, ellos son buena gente hasta que caen en manos de Lady Lizzie. Dios, tengo muchísimas ganas de ver qué hace a Lady Lizzie ser tan mala, tanta desesperación. El seguiente capítulo que queda es el último de juicio, ¿pero también de la saga, o hay más?

    Y el momento hermana gemela me ha matado xD No me lo creí en ningún momento tbh, pero me hizo demasiada gracia.

    Guau, es que no sé qué más comentarte xD Entre que te voy diciendo cositas por privado y tal ps. Siento que queda un poco corto, pero bueno :(

    Felicidades, sigue así, tate,

    Lucas Diamond~ <3
     
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    Amane

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    BOIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII

    No me esperaba en absoluto eso, ay dios mío, pero osea, había olvidado por completo que esto estaba basado en el rol de pokémon, asumí que no existían en este universo, pero lo asumí tanto, que cuando hiciste la descripción de los "animales" no sabía a qué te referías, pensé que era algo diferente, no sé. Luego cuando describiste a los Gastly me di cuenta y luego lo dijiste.

    Oh Dios, tiene tanto sentido ahora. La Pérdida es la extinción de los Pokémon y, claro, imagina que en Galeia deja de haber pokémon, es que nos iríamos a la verga, y eso ha pasado. Pero no, Liza desgraciadamente tiene el poder de criadora, y digo desgraciadamente, porque aunque le venga como anillo al dedo, lo usa para esto, para la desesperación.

    Dios, dios, ahora estoy deseando ver como lo explicas todo, como pones el punto final a toda la historia. Imagino que quedará un capítulo, dos como muchos, ya casi se sabe todo, ahora queda concluir detalles, unirlo todo para que tenga más sentido, por ejemplo, explicar lo del ADN híbrido de Dante, o lo de Ian, que supongo que algo se olía al respecto y por eso les faltaba algo de su estrategia, estoy segura que algo tiene que ver.

    Ay god, y ver como logran salir de ahí, como logran vencer a las mentes maestras (o no (?), y dios, tienen que liberar a los pokémon y hacer que vuelvan a reproducirse o algo, por favor.

    Amé la referencia a Junko, te lo digo con todo mi ser, es tan mainstream, me reí mucho. Sabía que no ibas a usar eso, no es típico de ti. No logro imaginarme a Liza siendo así, importarle tan poco sus pokémon, pero al fin y al cabo, todo sea por la trama. Y, también, me interesa saber cómo ha logrado Liza conocer a Lucas y como lo han hecho todo, porque dios, cómo puedes haber dejado tantas incógnitas habiendo desvelado tantas cosas.

    Te amo, gosh, best manera de empezar el día.
     
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    MrJake

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    Capítulo 6: El Comienzo del Fin

    Vida Mortal, Clase de Juicio 4


    Los pokémon que nos rodeaban al fin podían ser vistos por todos nosotros. La sala se había llenado de Hypno, Gastly, Haunter, Pidgey, Pidove, Starly, Fletching, Ekans, Furret… de todo tipo de pokémon que parecían estar al servicio de Liza White, la última Criadora Pokémon, la última persona en el mundo capaz de controlarlos.

    Cuando la hipnosis cesó en nosotros, pudimos ver la realidad, y, poco a poco, los recuerdos se fueron formando. Recuerdos dolorosos… recuerdos de un pasado lleno de pokémon, una temprana infancia en la que nos rodeaban, cuando el mundo aún era próspero. Y, de pronto, sucedió aquel mar de desesperación, y los humanos enloquecieron, y la desesperación se extendió, extinguiéndoles. Todos pensábamos que se habían extinguido, pero… pero…

    Había algo en aquellos recuerdos que… que…

    —… hay algo que no me cuadra —intervino Hubert, casi robándome los pensamientos, con la mirada severa enfocada en los pokémon fantasma que sobrevolaban encima de nosotros—. Los pokémon se extinguieron de nuestro mundo por culpa de la desesperación, por culpa de los humanos que se intoxicaron con ese virus, y el equilibrio del mundo comenzó a desaparecer conforme ciertos pokémon que lo mantenían fueron pereciendo. Pero… si los pokémon estaban extintos, ¿cómo lograste infiltrarte entre los Gamma? —le dijo a Liza, señalándola.

    —Huh —Lucas se daba golpecitos en la cabeza—. Su lógica, más que brillante, es enrevesada. ¿A dónde quieres llegar con eso? ¿Qué quieres decir?

    —Y-Yo tampoco te entiendo, Hubert —reconoció Steve.

    —Liza y Lucas se unieron a nosotros hace algún tiempo —recordó Mimi—. Nunca sospechamos que pudiesen ser Seguidores de la Desesperación, pero esa debía ser la verdad desde el principio.

    —¡Yup! —asintió, feliz, Lucas—. … soooo?

    —De hecho, ni siquiera sospechamos que Lucas pudiese ser el hijo perdido de Abeto —meditó Steve.

    —¿¡Pero cuál es el punto!? —exclamó, irritado, Lucas.

    … ellos eran Seguidores de la Desesperación enviados para infiltrarse dentro de los Gamma y ganarse nuestra confianza. Y Hubert se cuestionaba cómo logró Liza infiltrarse en los Gamma. Esa duda le había surgido ahora que sabía que los pokémon existían y que la Pérdida consistió, precisamente, en su extinción.

    Cuando lo medité un momento, entendí el razonamiento de Lucas… y sentí un nudo en la garganta al pensarlo, por algún motivo.

    —Hubert se refiere al talento de Liza, ¿cierto?

    El ajedrecista asintió, cruzándose de brazos.

    —Todos nosotros éramos Ultimates, y nuestros talentos eran los motivos por los que éramos reclutados —comenzó a argumentar, reflexivo—. Si Liza se infiltró entre nosotros, eso era porque tenía un talento. Innegablemente, ella es la Super Criadora, pero… si los pokémon estaban extintos, no podría presentarse ante los Gamma aludiendo a que ella tenía a los últimos ejemplares en su poder sin levantar sospechas.

    —Oh, ahora lo entiendo —exclamó Lucas—. Claro, es que aún tenéis los recuerdos borrosos. Necesitáis un poco más de tiempo.

    —¿B-Borrosos? —Mimi tembló, por alguna razón.

    Y Liza, lentamente, esbozó una sonrisa ladina.

    —Hubert tiene toda la razón. Si los pokémon hubiesen estado extintos realmente, de ninguna manera me habría podido unir a vosotros con el talento de Criadora, ¡habría sido demasiado sospechoso! Mi talento consiste, al fin y al cabo, en el poder de controlar a los pokémon, de atraerlos, de someterlos. Y si no hay pokémon, ese talento no tiene sentido. ¡Es una buena lógica! —Liza se tomó unos segundos de silencio para reflexionar—. La cosa es que yo que dije ser la Criadora. No mentí en ningún momento, ni aludí tener otro talento. Y vosotros me aceptasteis sin mayores sospechas. De modo que… ¿a dónde nos lleva esa conclusión?

    El silencio volvió a reinar por un momento. Los recuerdos pugnaban por salir. Y los rostros desconcertados y nerviosos. Liza decidió volver a hablar, siempre con ese sarcasmo suyo, con ese tono de superioridad tan repugnante.

    —Los Seguidores de la Desesperación no éramos los únicos que guardamos y escondimos de la población a los últimos pokémon de la faz de la tierra, ¿sabéis? Quedaban algunos pokémon más que escaparon a nuestro control. Y esos pokémon, ¿quiénes los tenían bajo custodia?

    El nudo en la garganta se hizo más grande.

    —L-Los Gamma —susurré, tensa.

    —¡Din, din, din! —dijo Lucas, con los dos índice, el real y el robótico, apuntando al techo—. ¡Respuesta correcta!

    —En efecto, los Gamma, bajo el mandato de Abeto, conservaron algunos de los pokémon que escaparon al control del Gobierno, de los Seguidores de la Desesperación —explicó Liza—. Y os dieron un pokémon a cada uno, ¿recordais? —sonrió ladinamente—. Un compañero.

    —¿T-Tuvimos pokémon…? ¿Los últimos… pokémon del mundo? —susurró Mimiko—. ¿Yo… también?

    Liza asintió, falsamente alegre.

    —¡Claro que sí! Y yo acudí al equipo por tener un don especial para criarlos, claro. Abeto no podía dejar pasar una oportunidad así, la oportunidad de dejar pasar a una chica con un don precisamente para los pokémon. ¡Pero no tenía ni idea de que yo no necesitaba que me entregase a aquel Zoroark, porque ya tenía todo un séquito!

    —¿Z-Zoroark? Zoroark era uno de nuestros pokémon… uno de los refugiados —susurré—. El mismo al que matasteis haciéndose pasar por ti.

    —¡Din, din, din! —exclamó el inventor nuevamente—. ¡Otra vez, respuesta correcta! ¡Estáis en racha! —luego, se llevó un dedo al mentón—. A mí me dieron un Meganium. Ahora lo tiene Lady Lizzie.

    —No, Meganium está muerto —Liza extendió los brazos a ambos lados—. Todos vuestros pokémon, como vuestros amigos, están muertos. Y ahora yo soy, definitivamente, la única portadora de pokémon del mundo. Todos están en mi poder. El poder de los pokémon… es solo mío

    —L-Luxray —musitó Mimi, ojos llorosos—. ¡Luxray!

    —M-Mi compañera era Gardevoir —Hubert trataba de asimilar las noticias, con exaltación en la mirada.

    —¡Victini! —los ojos de Steve estaban desencajados—. ¿¡D-Dónde está Victini!?

    Y Liza comenzó a reír de forma desquiciada.

    —… m-miserable —susurré, mirando a Liza con dientes y puños apretados—. ¿C-Cómo has podido hacernos… hacernos esto?

    El recuerdo de aquel pokémon a mi lado comenzó a volver a brillar en mi cabeza. El recuerdo de Espeon sobre mi hombro, siempre acompañándome, siempre dándome esa especial energía… y ahora, estaba muerto. Notaba cómo la esperanza se iba desvaneciendo, poco a poco. Notaba cómo perdía fuerzas, lentamente.

    —E-Espeon… —las lágrimas bañaban mi rostro, lentamente.

    —Ah, ¡vaya! —exclamó Liza—. ¿No eras tú la que decía que iba a derrotarme? ¿Dónde está esa determinación? ¿Dónde está esa esperanza? ¡Mira tus ojos! ¡Tus ojos empiezan a perder ese brillo tan repugnante! ¡Ah, me encanta!

    —Bueh, cuanto antes reconozcáis es que es imposible desafiarnos, mejor. No vais a hacer más que patalear mientras os hundís en la desesperación —se encogió de hombros—. Así que, hum, ¿y si os rendís?

    —Tenéis una salida aún, de hecho —dijo Liza, sonriente—. Dentro de la desesperación, aún puede que haya un poco de esperanza, ¿no? Al menos para la mayoría de vosotros. Veréis…¿habéis olvidado, acaso, cuál es el punto de este juicio?

    —¿I-Ian…? —susurró Steve, que no podía parar de llorar, al igual que todos.

    Todos estábamos afectados. Todos habíamos recordado a nuestros compañeros, y habíamos descubierto que ya no estaban. Habíamos recordado únicamente para sufrir. Ahora… ahora entendía por qué Dante quería ocultárnoslo. De algún modo, el sabía que el recuerdo solo nos traería dolor.

    —¡Din, din, din! ¡Otra vez, guau! ¡Respuesta correcta! —decía, juguetón, Lucas—. Este juicio es para determinar al culpable del asesinato de Ian, ¡y nada más!

    —Veamos, ¿por dónde nos quedamos? Ian murió porque todos vosotros le matasteis, ¿no? Y eso supone un gran problema —reflexionaba Liza—. Me pregunto cómo podremos solucionarlo. ¡Ya sé! Podemos usar la nueva regla que he preparado, ¿os parece?

    —¿Nueva… regla? —trató de decir, con esfuerzo, Hubert.

    —¡N-No estaba enterado de eso, Lady Lizzie! —dijo, con asombro, Lucas.

    —¡Oh, pues es una regla genial! Es una regla por la que permitiré que, una sola vez en vuestra estancia en la Academia, ¡podáis cambiar vuestro voto para dirigirlo hacia cierta persona!

    —¿Huh? —exclamó Mimi—. ¿Cambiar… el voto?

    Liza asintió.

    —Tal y como están las cosas, los cuatro sois los culpables, y eso provoca una tremenda incongruencia en las propias reglas —reflexionó la mente maestra—. No obstante, aquí puede haber dos soluciones ahora que nosotros tenemos la capacidad de votar también: podéis hacer uso de esa regla y cambiar vuestro voto para seguirnos a nosotros y votar todos juntos a Emily. ¡Solo podréis cambiar el voto si es para votarla a ella!


    —¿V-Votarme…? —susurré, deprimida y sin fuerzas.

    Liza asintió.

    —Claro que, para ello, haré algo más —dijo, sonriendo con malicia—. Ejem, ejem: ¡desde ahora, todos sois profesores de esta academia, sin posibilidad de renunciar a vuestro cargo!

    —¡O-Oh! —exclamó Lucas—. ¡A-Así podremos votar sin miedo a morir! ¡Genial, Lady Lizzie!

    —Bueno, tú morirás igual, Lucas —le dijo ella, ante lo que el chico enarcó una ceja—. Es por el bien de la desesperación. Si Emily sale votada, la ejecutaremos a ella, y solo a ella. Al ser dicha ejecución errónea, en cierto modo, pero al mismo tiempo acertada, pues los cuatro son culpables, el Gran Cerebro te castigará a ti, Lucas, por ser el que vulnere la regla al llevar a cabo la ejecución. Así, solo Emily y tú moriréis. Y el resto, podréis salir de aquí.

    —¿H-Huh? ¿M-Moriré? —Lucas parecía confuso.

    —La segunda opción también conlleva tu muerte, de todas formas —se encogió de hombros—. Y consiste en que mantengáis los votos y, entonces, sean solo nuestros dos votos los que acaben condenando a Emily. El resultado será idéntico, pero… la diferencia será que no os dejaré salir de aquí al resto, como represalia.

    Tragué saliva, tensa. Al mirar a Hubert, Steve y Mimi, pude ver cómo agacharon la mirada. La desesperación les estaba atrapando con sus malévolas garras… estaban cayendo, como yo, en su terrible abismo.

    —… morir por la desesperación… —susurró Lucas, también con cabeza agachada.

    —¿Y bien? ¿Qué os parece mi trato? —Liza extendió las manos a ambos lados.

    Dejé de prestar atención a las palabras de la mente maestra, que, ladina, pretendía maquinar algo. Ya me daba igual. Ya… nada tenía sentido. ¿Para qué seguir luchando? Nuestros amigos estaban muertos. Nuestros pokémon estaban muertos. Los Seguidores de la Desesperación habían acabado con los Gamma desde dentro. Nos habían exterminado. No quedaba nada por lo que luchar… la esperanza estaba perdida. ¿Qué esperanza quedaba? N-No quedaba nada.

    —Emily, ¿me oyes?

    Aquellas palabras me hicieron alzar la cabeza, con ojos empañados. No supe muy bien de dónde venía aquella voz femenina, pero me resultaba terriblemente familiar. Era como si la voz penetrase en mi cabeza. Y, cuando la alcé, miré a los Gastly y Haunter que flotaban sobre nosotros. Sus miradas se centraban en mí, por algún motivo. Y comencé a notar un fuerte mareo. Como si toda mi realidad se tambalease de pronto.

    Cuando miré a Liza, que, orgullosa y ególatra, seguía hablando, su figura comenzó a tambalearse. Miré entonces a Lucas, que también se desvanecía con lentitud. El resto, igual. Todo el mundo comenzaba a desaparecer… y el ambiente se oscurecía. Era como si aquellos pokémon fantasma estuviesen haciendo algo con mi mente.

    Como si alguien estuviese… hablándome.

    De pronto, frente a mí, apareció la figura de ella.

    —… me alegro de poder verte de nuevo, Emily —me dijo, en su tono suave y lento de siempre. No daba crédito de lo que estaba viendo.

    —¿E-Elisa? —mis ojos se abrieron con amplitud. ¡P-Pero si estaba muerta! ¿Cómo era posible…?—. ¿Qué es esto? ¿Estoy soñando?

    Elisa sonrió con amabilidad.

    —Puedes creer que esto es una ilusión, un sueño… o la manifestación de mis capacidades como Super Medium; poco importa. La cuestión es que es todo gracias a aquellos pokémon fantasma… y que estamos aquí para ayudarte.

    —¿E-Estamos?

    Con lentitud, la sala se fue llenando de gente. Ukita, Talía, Chad, Alpha, Brendan y Effy se manifestaron ante mí.

    —¡Tiempo sin verte, no-rubia! —exclamó Alpha, guiñando un ojo.

    —¡Emi-chan~! —Talía sonreía dulcemente, con esa dulzura suya tan pura, tan característica.

    —… hey —Brendan seguía manteniendo su actitud distante, inexpresiva.

    —Ojos que cambian de color, ¿eh? —Chad meditaba, pincel en mano—. Debería de haberte tomado como modelo para mis obras mucho antes.

    —E-Esto… ¿qué es esto? —dije, impactada, mirando a todos. ¿Estaba, verdaderamente, viendo a mis compañeros? ¿Era una mera ilusión? ¿Q-Qué era aquello?

    —¡Hey, no me preguntes! —Ukita refunfuñó, apartando la mirada—. Yo tampoco lo entiendo del todo.

    —Emily —me dijo Effy, mirándome con severidad—. Estamos aquí para ayudarte, tal y como ha dicho Elisa. No puedes rendirte; no ahora —me señaló con un dedo, ceño fruncido con decisión—. ¡Eres la esperanza de este mundo, nunca lo olvides!

    —P-Pero, ¿cómo podemos vencer a Liza? Ni siquiera podemos hacer nada por derrotarla. Tal y como ella dice, la clase de juicio es justo para juzgar quién mató a Ian. Y, sea cual sea el resultado, no podremos ganar; Lucas y yo moriremos, porque fuimos los cuatro los que matamos a Ian. De hecho, es mejor que seamos nosotros los únicos en morir… es mejor resignarse y dejar que me voten. Así, al menos, se salvarán ellos.

    —Bah —dijo una voz, de pronto, y la figura de Ian apareció en su correspondiente atril—. Me ofende que creas que no tenía prevista esta situación, Emily. Me da vergüenza haber dejado mi última estrategia en tus manos.

    —¡No puedes rendirte, Em! —habló Drake, manifestándose también él—. Si tú mueres… todo acaba. ¡Tenéis que vivir, tú y todos!

    —Drake —le llamé, extendiendo mi mano hacia él—. Drake, yo… ¡lo he intentado! ¡He intentado seguir tus pasos, pero…! ¿Qué puedo hacer? Está todo perdido.

    —No —habló, al fin, Dante, apareciendo en su atril—. No, Emily. No mientras tengas esperanza.

    —D-Dante… —agaché la mirada—. Lo siento, chicos. Os he fallado a todos. No he podido seguir. No he podido mantener la esperanza.

    E Ian, entonces, suspiró.

    —No lo entiendes, ¿eh? Esa cabeza tuya está realmente hueca.

    —¡Ian lleva tocando las narices desde que entramos en esta Academia! —gritó Alpha.

    —¿De verdad crees que su estrategia iba a ser tan simple? —planteó Chad, con el pincel sobre su labio superior.

    —¿A-A qué os referís?

    Y Elisa, sonriente, miró a su alrededor.

    —Chicos, ¿le damos el empujón que necesita?

    Todos asintieron con lentitud. E Ian, tras un hondo suspiro, alzó la mitad de su boca en gesto sonriente.

    —Dije que iba a ganar este juego… y lo mantengo. Déjame que haga de niñera por última vez, ¿vale?

    —Escúchanos, Em —insistió Drake, señalando—. Déjanos mostrarte la esperanza.

    —… es lo único que podemos hacer ahora mismo —asintió Dante.

    C-Chicos… si esto es una ilusión… no estoy segura de querer despertar. En todo caso, gracias, pero, ¿qué esperanza queda…?

    Con asombro, comencé a ver cómo las siluetas de majestuosos pokémon se vislumbraban tras cada uno de mis compañeros fallecidos. ¿Eran… sus pokémon? ¿También ellos estaban aquí?

    Todos… todos quieren ayudar. Quieren devolverme la esperanza, una vez más.




    Extreme Non-stop debate!

    Cuestiónate algo, antes de nada, Emily… —comenzó diciendo Drake, sonriente, confiado. Él era el único a cuyas espaldas no aparecía ningún pokémon, pues por su tardía incorporación, nunca recibió ninguno. Con todo, un aura de luz le rodeaba, rebosante de energía—. ¿Sería Liza capaz de dejarles salir?

    Dice que liberará a Ajenerd y a los otros si te votan, ¡y vas y la crees! —esgrimió Alpha, con energía. El gran Charizard negro se apreciaba tras él

    Es obvio que tiene preparada algún tipo de trampa, ¿no crees? —sonrió Elisa. Gengar actuaba como su sombra.

    Tienes que pensar como lo haría Ian —meditó Effy, mientras Dragonite parecía abrazarla por la espalda—. Tienes que llegar al fondo de su estrategia.

    Tú misma lo sentiste —me dijo Dante, con la imagen de un imponente pokémon que no supe identificar, cuadrúpedo y blanco, majestuoso, a sus espaldas—. Sentiste que había algo raro, ¿no? Por eso no votaste.

    Las intenciones de Liza son oscuras —Talía ya no abrazaba a Teddy… sino a Teddiursa—. ¡Pero tú eres la luz que podrá iluminarlas!

    Liza no aprecia a Lucas. Cualquiera podría darse cuenta de ello. Solo lo utiliza —meditaba Chad, con Blaziken tras él, erguido y reflexivo.

    Lleva mucho tiempo deseando matar a Lucas, ¿no crees? Incluso desde el caso donde ambos estuvieron involucrados… —esgrimió Ukita, con Natu sobre su cabeza.

    Sí, ¡está claro! —vociferó, sonriente, Drake—. Si no hubiésemos llegado a la “verdad” en aquel caso, ¿qué habría pasado?

    El resultado habría sido el mismo que el que ahora pretende… —Brendan agachaba la cabeza, con Castform flotando a su alrededor—. Nos habríamos equivocado, habríamos muerto todos… y Lucas también, por ser el creador de la ejecución.

    Liza hará lo que sea por buscar vuestra muerte —sentenció Ian, mientras el imponente Slaking holgazaneaba a sus espaldas. Casi parecía estar sentado sobre su panza, piernas cruzadas—. Y yo contaba con eso en mi estrategia.

    La estrategia de Ian es nuestra última oportunidad —susurró Talía.

    Y tú eres la única que puede llegar a desvelarla, Em —me dijo Drake—. Recuerda todo lo que hablaste con Ian…

    Recuerda aquello sin explicación—me dijo Dante, mirándome con severidad.

    … y conéctalo con las verdaderas intenciones de Liza —susurró Effy, segura de sí misma.

    Eres la esperanza de todos nosotros —me dijo Drake, mano en el pecho.





    Cuestiónate algo, antes de nada, Emily… ¿Sería Liza capaz de dejarles salir?

    Dice que liberará a Ajenerd y a los otros si te votan, ¡y vas y la crees!

    Es obvio que tiene preparada algún tipo de trampa, ¿no crees?

    Tienes que pensar como lo haría Ian. Tienes que llegar al fondo de su estrategia.

    Tú misma lo sentiste. Sentiste que había algo raro, ¿no? Por eso no votaste.

    Las intenciones de Liza son oscuras. ¡Pero tú eres la luz que podrá iluminarlas!

    Liza no aprecia a Lucas. Cualquiera podría darse cuenta de ello. Solo lo utiliza.

    Lleva mucho tiempo deseando matar a Lucas, ¿no crees? Incluso desde el caso donde ambos estuvieron involucrados…

    Sí, ¡está claro! Si no hubiésemos llegado a la “verdad” en aquel caso, ¿qué habría pasado?

    El resultado habría sido el mismo que el que ahora pretende… Nos habríamos equivocado, habríamos muerto todos… y Lucas también, por ser el creador de la ejecución.

    Liza hará lo que sea por buscar vuestra muerte. Y yo contaba con eso en mi estrategia.

    La estrategia de Ian es nuestra última oportunidad.

    Y tú eres la única que puede llegar a desvelarla, Em. Recuerda todo lo que hablaste con Ian…

    Recuerda aquello sin explicación


    Las palabras de Dante me hicieron cuestionarme algo. Aquello sin explicación, ¿huh? Había algo en todo lo que dijo Ian… un detalle que…

    Los recuerdos me invadieron de pronto. Habría jurado que no fui yo la que recordó: que fueron todos ellos los que me forzaron a recordar, de alguna forma.

    Recordé las palabras de Ian:


    —Emily, dime una cosa… ¿verdad que echaste dos pastillas de… “sacarina” en el café de Dante? ¿Justo dos?

    S-Sí, fueron dos pastillas —le respondí a Ian entonces, confusa—. ¿Por qué motivo es importante eso?

    —… por nada.


    La cantidad de pastillas que usé… Ian estaba especialmente interesado en verificar que verdaderamente eran dos. Pero, ¿por qué?

    —Querías asegurarte de que usé dos pastillas —le dije a Ian, mirándole con inseguridad—. Nunca entendí muy bien por qué…

    —Pues piénsalo, Emily Hodges —dijo Ian, sonriendo ladinamente, con las manos extendidas hacia ambos lados—. Yo nunca hago las cosas por casualidad.

    ¿Por qué… por qué quería saber Ian cuántas pastillas usé?

    —Yo tomé un puñado de pastillas del bote original, el que luego Mimi tomó de la escena de mi crimen —reconoció Dante, reflexivo.

    —Y yo noté la ausencia de esas pastillas en el bote original —aseguró Drake—. Pero no me paré a mirarlo bien, a decir verdad.

    —Pero Ian no es igual de inepto que Drake, ¿verdad? —sonrió Alpha.

    —… Ian memorizó hasta el contenido íntegro del almacén —susurró Brendan.

    —No sería extraño que hubiese memorizado la cantidad de pastillas —me guió Elisa.

    Memorizado la cantidad de pastillas… si Ian sabía cuántas pastillas había en el bote de veneno original y cuántas había vertido Dante en el falso, sabría la cantidad total de pastillas que debería haber.

    —Si verificase que tú habías usado dos… —siguió tratando de guiarme Ukita.

    —… pero notase la ausencia de más de dos… —completó parcialmente Chad.

    —… ¿cuál es la conclusión que se extrae? —soberbio, Ian apoyó su rostro, con una sonrisa triunfante en él, sobre sus manos.

    —Q-Que alguien tomó más pastillas de veneno, además de Dante.

    Alguien… tomó veneno después de Dante, en algún punto. Alguien…


    Cuestiónate algo, antes de nada, Emily… ¿Sería Liza capaz de dejarles salir?

    Dice que liberará a Ajenerd y a los otros si te votan, ¡y vas y la crees!

    Es obvio que tiene preparada algún tipo de trampa, ¿no crees?

    Tienes que pensar como lo haría Ian. Tienes que llegar al fondo de su estrategia.

    Tú misma lo sentiste. Sentiste que había algo raro, ¿no? Por eso no votaste.

    Las intenciones de Liza son oscuras. ¡Pero tú eres la luz que podrá iluminarlas!

    Liza no aprecia a Lucas. Cualquiera podría darse cuenta de ello. Solo lo utiliza.

    Lleva mucho tiempo deseando matar a Lucas, ¿no crees? Incluso desde el caso donde ambos estuvieron involucrados…


    … ¿f-fue para eso?

    —Liza quería matar a Lucas —susurré—. Por eso tomó el veneno.

    —Exacto —sonrió Ian—. Esa es la conclusión a la que llegué yo cuando pude observar la ausencia de pastillas. Ninguno de vosotros cuatro planearía algo así… y yo ya tenía en mente que había dos mentes maestras.

    —Sí, llegamos a esa conclusión mucho antes, por el motivo de los extraños votos, que luego Ian manipuló y fue registrando en su Game Boy —meditó Drake.

    —Habiendo dos mentes maestras, la conclusión me llevó a pensar que una de ellas querría matar a la otra —siguió explicando el Estratega—. Eso fue lo que puso en marcha el motor de mi estrategia final. Una estrategia para destrozar de una vez por todas este juego. Para ganarlo.

    —Él pudo entrar antes que vosotros a las dependencias de las mentes maestras —reflexionó Dante—. Puede que allí encontrase las pastillas, entre las cosas de las mismas.

    —Y así fue —Ian se encogió de hombros—. Por eso hubo que actuar tan rápido. Y, aunque me avergüenza decirlo, tuve que hacer dos cosas que solo el imbécil de Drake haría: confiar en mis corazonadas y confiar en vosotros.

    Confiar en corazonadas… ¿qué fue lo que pasó después? A la mañana siguiente después de que Ian descubriese la sala secreta de las mentes maestras, se dirigió muy temprano a las mismas dependencias. Probablemente, las mentes maestras no tuviesen tiempo alguno de hacer gran cosa, forzadas a esconderse cada vez que él entraba. Él tenía vía libre para confiar en sus corazonadas y tratar de llevar a cabo la última estrategia.


    Cuestiónate algo, antes de nada, Emily… ¿Sería Liza capaz de dejarles salir?

    Dice que liberará a Ajenerd y a los otros si te votan, ¡y vas y la crees!

    Es obvio que tiene preparada algún tipo de trampa, ¿no crees?


    Trampas, ¿huh? Ya veo…

    —¿Empiezas a entender al fin? —me preguntó Drake.

    —No todo es tan simple como creías —aseguró Effy—. Ian siempre lo retuerce todo hasta lo inimaginable.

    Y que lo digas, Effy.


    Cuestiónate algo, antes de nada, Emily… ¿Sería Liza capaz de dejarles salir?

    Dice que liberará a Ajenerd y a los otros si te votan, ¡y vas y la crees!

    Es obvio que tiene preparada algún tipo de trampa, ¿no crees?

    Tienes que pensar como lo haría Ian. Tienes que llegar al fondo de su estrategia.

    Tú misma lo sentiste. Sentiste que había algo raro, ¿no? Por eso no votaste.

    Las intenciones de Liza son oscuras. ¡Pero tú eres la luz que podrá iluminarlas!

    Liza no aprecia a Lucas. Cualquiera podría darse cuenta de ello. Solo lo utiliza.

    Lleva mucho tiempo deseando matar a Lucas, ¿no crees? Incluso desde el caso donde ambos estuvieron involucrados…

    Sí, ¡está claro! Si no hubiésemos llegado a la “verdad” en aquel caso, ¿qué habría pasado?

    El resultado habría sido el mismo que el que ahora pretende… Nos habríamos equivocado, habríamos muerto todos… y Lucas también, por ser el creador de la ejecución.

    Liza hará lo que sea por buscar vuestra muerte. Y yo contaba con eso en mi estrategia.


    —… ahora entiendo tu estrategia, Ian —le dije, sonriendo con confianza—. Tu estrategia era una trampa. Pretendías hacernos creer algo erróneo, que todos te habíamos matado, para forzar la salida de la mente maestra… y, una vez expuesta, no solo podría votar, sino que… ella también podría ser votada, ¿no?

    Ian comenzó a aplaudir.

    —Al fin lo entiendes. Honestamente, me sentía un poco ofendido —me dijo, bromeando con un elevado tono de sarcasmo en su voz—. ¿Dejar que vosotros, cuatro mindundis, me matasen? ¡Nada de eso! Si yo muero, debe ser porque alguien grande me ha matado.

    —¿Y bien, Em? —me dijo Drake, mirándome a los ojos—. ¿Quién mató a Ian?

    —¿Sigues pensando que no hay esperanza? —preguntó Effy.

    —No todo está perdido —me dijo Alpha, mostrándome su pulgar en gesto amigable.

    —¡Ten esperanza, Emily-chan~! —sonrió Talía.

    —Puedes hacerlo —asintió Ukita.

    —Es una pesada carga, sin duda, pero llevas la esperanza de todos nosotros —me miró severamente Chad.

    —Esfuérzate un poco más, ¿sí? —sonrió, ahora, Elisa.

    —… esto es todo lo que podíamos hacer por ti —admitió, apesadumbrado, Brendan.

    —El resto depende de ti. De ti, y de Hubert, Mimi y Steve.

    —No hagáis que me arrepienta de haber confiado en vosotros —sentenció Ian.

    Los miré a todos, sonriente. Notaba cómo la fuerza volvía a surgir dentro de mí. Como oía sus voces, aún cuando empezaban a desvanecerse otra vez. Y la última lágrima resbaló por mi rostro.

    No les fallaría. No así.

    Cuando volví a abrir los ojos, eran rosas de nuevo; no podía verlos, pero sabía que la esperanza había vuelto a mí. Todo gracias a mis compañeros. Porque, al fin y al cabo, ellos son mi poder.

    Y, ahora sí… no dejaría que Liza White se saliese con la suya.

    —¿Huh? —me preguntó ella, encogiéndose de hombros—. ¿Qué te pasa en la cara? Esa sonrisa me da escalofríos.

    —… chicos —dije, mirando a Hubert, a Mimi y a Steve—. No os dejéis engañar por ella —luego, miré a Lucas. Pude notar cómo su mirada temblaba cuando mis ojos se encontraron con los suyos—. Tú tampoco, Lucas. Ella… ella pretende engañarnos. Si me votais no acertaréis. Si me votais, estaremos dejándola ganar. Porque nos habremos equivocado al votar, y, según las reglas… el asesino será el único que no será ejecutado si votamos erróneamente.


    —¿Duh? —meditó Lucas, inclinando su cabeza ligeramente hacia un lado—. ¿Q-Qué quieres decir con eso? H-Hey, esto no entraba dentro del guión, creo.

    —… —Liza apretaba los dientes, mirándome con severidad.

    —E-Emily, ¿qué dices? —me preguntó alarmado Hubert—. Nosotros somos los asesinos, ¡ya lo hemos discutido!

    —No. Estaba equivocada —estaba tremendamente equivocada. No había hecho más que picar el anzuelo. Lo que Liza no sabía era que, en realidad, la que iba a terminar mordiendo el anzuelo era ella—. La que mató a Ian fue la propia Liza White.

    —¡Din, din, din! —exclamó Lucas—. ¡Respuesta cor…! ¡E-Espera, ¿qué?! —exclamó, confuso—. ¿Q-Qué quiere decir que Lady Lizzie mató a Ian?

    Ahora estaba claro. Más que claro.

    —Lucas, dime algo —reflexioné—. ¿Tomasteis un té la mañana del crimen?

    Lucas reflexionó con intranquilidad, golpeando su cabeza.

    —N-No… era la idea, tomar uno, pero… Ian apareció justo cuando Lady Lizzie los sirvió, y tuvimos que dejarlo allí para escondernos y no ser vistos. Y luego, con el jaleo del crimen, pues…

    —Entonces, ¿ninguno de los dos llegó a beber? —pregunté, severa, ceño fruncido, obviando la mirada de Liza, que me perforaba con los ojos, llena de frustración.

    —No, duh. ¿Qué tiene eso que ver? —gruñó el inventor.

    —P-Pero —Steve meditaba—, yo recuerdo que, en la escena…

    Asentí.

    —Sí. En las dependencias de las mentes maestras había dos tazas de té, pero estaban vacías. Alguien se había tomado dichas tazas de té.

    Maldito Ian… realmente es un genio. Aunque en esta jugada se arriesgó mucho, a decir verdad. Se arriesgó a que las tazas fuesen servidas en ese preciso instante, y acertó. Me pregunto si… en cierto modo, fue cuestión de suerte. Tal vez volvió a confiar en la suerte de Steve. Tal vez volvió a aprovecharse de ella, de algún modo. De su suerte y el aura que desprende.

    —¿Vacías…? —meditó Lucas, preocupado.

    —Pero nadie entró en las dependencias hasta llegar nosotros —trataba de entender Mimi—. ¿Quién se las bebió?

    —Ian, claro —asentí—. Ian se bebió ambas tazas cuando llegó por la mañana, mientras preparaba todo el escenario para su crimen. Bajó a las depedencias, colocó la cámara, se tomó ambas tazas de té, y subió de nuevo a esperar el disparo de arpón. Esa era toda su estrategia.

    —No entiendo —me dijo Hubert—, ¿por qué tomaría Ian dos tazas de té?

    —Ian no sabía cuál de las dos tazas era la de Lucas… por eso se tomó las dos, para asegurarse de que el veneno que Liza había vertido en ella entraba en su cuerpo.

    —… —Liza White… te hemos pillado, ¿eh?

    Ian lo planeó todo. Estoy convencida de que la forma de planificar su crimen era, también, una pista. Eso fue lo que retuvo el impulso y me impidió votar antes de lo previsto… presentí que había algo raro. Y es que el estratega había usado en su propia muerte partes de los casos de todos los asesiantos acontecidos en esta Academia: desde las sábanas del caso de Brendan, el uso de la suerte de Steve con el caso de Ukita, la cámara como el propio caso de Lucas, y la sala oculta y el cambio de escena a través de una pendiente, como en el caso de Elisa. Pero, ¿qué había del caso de Drake? No, Ian no dejaría ese cabo suelto; Ian no hacía las cosas por casualidad.

    El caso de Drake estaba ahí, latente. Ian había usado el mismo plan que pretendía hacer Dante… tomar un veneno que otra persona había colocado en la taza para provocar que esa persona fuese su asesina. Para provocar que la mente maestra fuese la asesina.

    —En los botes de pastillas que se usaron en el caso de Drake y Dante —expliqué— faltaban más de dos pastillas, sumando las que Dante extrajo y las que quedaron en el bote. Eso implica que alguien las tomó para usarlas en otro momento… y es muy probable que ese alguien fuese Liza White. Porque ella, como lleva sucediendo casi desde que empezaron actuar, está intentando por todos los medios matarnos no solo a nosotros, ¡sino también a Lucas!

    —¿U-Uhm? —Lucas me miraba exaltado—. ¿Q-Qué dices…? L-Lady Lizzie no… —miró a su jefa, que no mediaba palabra.

    Decidí seguir mi argumento. No, no mi argumento: ¡el argumento de todos los caídos!

    —El veneno tuvo que tomarlo ella, precisamente para envenenar el té de Lucas y matarlo. Pero Ian, que había observado la ausencia de pastillas y había descubierto el plan de la mente maestra, decidió usarlo en su contra. Por eso, se tomó los tés, para envenenarse y así convertir en culpable a la mente maestra. Nos hizo creer a todos que habíamos cometido un crimen todos simultáneamente para inducirnos a pensar que pretendía crear un error en el sistema y forzar a la mente maestra a revelarse y votase si quería seguir con la farsa y mantener su juego. ¡Pero, en realidad, al mostrarse no hizo más que ofrecerse como blanco para ser votada!

    El silencio se hizo.

    —L-Lady Lizzie, es mentira, ¿cierto? —Lucas parecía pálido—. Todo lo que ha dicho es… mentira, ¿no?

    Yo negué con la cabeza.

    —No lo es. Es la verdad.

    —Ian planeó todo eso —susurró Hubert.

    —E-Es algo típico de él, desde luego —comentó Mimi.

    —Entonces, ¡nosotros no le matamos! —aunque sorprendido, la revelación pareció alegrar mucho a Steve.

    De modo que, con decisión, apunté a Liza una vez más.

    —¡Ríndete, Liza White! Has perdido. En este juego de asesinato mutuo, ¡el ganador ha sido Ian Lockhart, no tú! ¡Ian te ha derrotado!

    —… je —¿s-se reía? —. ¿Y qué si fuese cierto?

    —¿Huh? —pregunté, sorprendida. A decir verdad, no contaba con esa reacción.

    —Supongamos, por un momento, que es cierto eso que cuentas —empezó a contraatacar la mente maestra—. Incluso siendo así, estáis perdidos. Lucas y yo tenemos dos votos, y vosotros solo tenéis uno: el tuyo, Emily. Todos tus compañeros se han votado ya a sí mismos, y mi nueva regla solo les permite cambiar su voto si es dirigido hacia ti. De modo que la situación es la siguiente: puede que tengas razón, en cuyo caso vas a salir igualmente votada tú, y todos menos yo moriréis… o puede que tenga razón yo, y la muerte de Ian no haya sido cosa mía, sino vuestra. En ese caso, mi oferta previa se mantiene —se encogió de hombros—. Me parece un trato justo, ¿no? Si votais a Emily, albergaréis una mínima posibilidad de sobrevivir. Si no lo hacéis, las posibilidades serán de cero, ¿no lo veis?

    Miré a mis compañeros, uno a uno. Sus rostros mostraban una tremenda confusión, mezclada con el amargo sabor de la desesperación. Pero no… ella no nos iba a ganar. Definitivamente no lo haría.

    —Esuchadme bien, chicos… ¡no podemos rendirnos! —grité.

    Al fin. Al fin era la hora de la verdad. Quedaba esperanza, y era consciente de ello. De ningún modo iba a volver a rendirme otra vez.




    Extreme non-stop debate!

    ¡No perdáis la esperanza! —dije, mano en el pecho.

    Es inútil… —susurró Steve—. Incluso si tienes razón, no hay nada que hacer.

    >> Mi suerte no vale nada… estamos perdidos aún teniéndola.

    >> Quizás siempre haya sido inútil, ¿no? Quizás tener suerte no sirva de nada en esta situación.

    >> Está todo perdido, después de todo.

    Votéis lo que votéis, ¡somos dos contra uno! —esgrimió Liza, soberbia.

    E-Ella tiene razón… —sollozó Mimi—. Hemos llegado muy lejos, pero…

    >> ¡Joder! Las muertes de todos van a ser en vano… A-Alpha y todos los demás…

    >> Hemos llegado a este punto, ¡y ni aún así podemos ganar! ¿Es que el esfuerzo ha sido para nada?

    >> Debería de haber sido yo la que muriese… y-yo no valgo nada… no hay nada que pueda hacer

    Yup. Estáis completamente jodidos —insitió la mente maestra—. Si tantas ganas tenéis de vivir, ¡os estoy dando esa esperanza que buscáis, ¿no?! Es mínima, sí, pero bueno, detalles.

    —… siempre he buscado la verdad —argumentó Hubert, brazos cruzados y mirada cargada de tristeza—. Es todo por lo que me he luchado siempre, la verdad.

    >> Pero ahora, ¿es la verdad lo que debo buscar? ¿A dónde nos conducirá esta?

    >> Todas las salidas, verdad y mentira, conducen al mismo lugar: a la derrota.

    >> Yo… ni siquiera estoy seguro de si perseguir la verdad es lo correcto.

    ¡Upupupu! —siguió riendo Liza—. ¡Eso, eso! ¡Mostrad desesperanza! ¡Dadme de esa bella desesperación! Es tan hermoso veros hundidos…

    … L-Lady Lizzie… —susurró Lucas.

    >> … n-no es que crea lo que ellos dicen… y-ya sabe que yo daría mi vida por la desesperación, pero… duh.

    >> Mi familia nunca me quiso, y yo creía que con los Seguidores de la Desesperación había encontrado mi sitio… m-me esforcé mucho por ser un soldado digno.

    >> P-Pero, ¿p-pretendía matarme de verdad? ¿A-Acaso n-no me quiere tampoco usted…?

    >> Y-Yo… si eso es así, asumiré mi muerte. Nunca encontraré a nadie que me comprenda, después de todo…

    ¡Puhehehe! ¡Está decidido, entonces, ¿no?! —sonrió Liza—. ¿Empezamos a votar?


    Todos están tan hundidos… pero no, ¡no dejaré que sigan así! Usaré mi talento. ¡Les mostraré a todos que, si la desesperación es un virus, yo tengo la medicina para curarla!


    ¡No perdáis la esperanza!


    La esperanza está con nosotros… ¡escuchadme, chicos! ¡No debéis desanimaros! ¡No todo está perdido!


    ¡No perdáis la esperanza!

    Es inútil… Incluso si tienes razón, no hay nada que hacer.

    >> Mi suerte no vale nada… estamos perdidos aún teniéndola.

    >> Quizás siempre haya sido inútil, ¿no? Quizás tener suerte no sirva de nada en esta situación.

    >> Está todo perdido, después de todo.


    —Steve, ¡mantén la esperanza! —dije, decidida—. Tu suerte ha sido clave desde el principio. No digas que eres inútil, ¡porque no es verdad!

    —Pero… n-no puedo proteger a nadie, Emily…

    Negué vehementemente.

    —No, Steve. ¡Nos has protegido siempre! El plan de Ian requería de una extrema suerte, ¿es que no lo ves? El propio Ian se arriesgó, porque confiaba en tu suerte tanto como todos. Nunca fracasaríamos, ¡precisamente porque te tenemos a ti! Y mientras eso sea así, ¡nada estará perdido!

    —¿M-Mi suerte es… útil realmente? —Steve parecía impactado, ojillos temblorosos—. T-Tienes razón, Emily. Si me rindo ahora, no solo te estaría traicionando a ti, ¡estaría traicionando a mi suerte y todo lo que ella ha hecho por mí!

    ¡Así se habla!

    —Puedes estar tranquila —asintió—. ¡No cambiaré mi voto nunca!

    ¡Bien dicho!


    ¡No perdáis la esperanza! —dije, mano en el pecho.

    ¡Saldremos de esta! —exclamó, motivado, Steve—. ¡No solo tenemos la esperanza de Emily, sino también mi suerte! ¡Juntos, podremos con todo!

    Votéis lo que votéis, ¡somos dos contra uno! —esgrimió Liza, soberbia.

    E-Ella tiene razón… Hemos llegado muy lejos, pero…

    >> ¡Joder! Las muertes de todos van a ser en vano… A-Alpha y todos los demás…

    >> Hemos llegado a este punto, ¡y ni aún así podemos ganar! ¿Es que el esfuerzo ha sido para nada?

    >> Debería de haber sido yo la que muriese… y-yo no valgo nada… no hay nada que pueda hacer


    —¡Te equivocas, Mimi! —le dije, hablando en tono alto para hacerla reaccionar—. Créeme, lo sé bien… ellos están velando por nosotros, donde quiera que estén. Todos. Alpha también, ¿sabes? Ellos son tu esperanza.

    —P-Pero, aún así, Em… —Mimi sollozó—. Y-yo no tengo nada por lo que vivir. Los Honda estarán probablemente muertos, también. No tengo familia, no tengo nada. No valgo absolutamente nada en este mundo, ¿por qué motivo he de querer seguir viviendo, siquiera?

    —… por ellos, precisamente —dije, segura de mí misma—. Debes mantenerte con vida, Mimi, por ellos. Porque todos los que te quieren y todos a los que has querido siguen velando por ti, siguen ahí, preocupados por tu bienestar. Y no puedes decepcionarles así, sin más, tirando tu vida por la borda, ¿verdad que no? ¡Una Honda nunca se sometería a la voluntad de una vulgar y cutre mente maestra de segunda clase!

    Lentamente, Mimiko esbozó una sonrisa.

    —Q-Qué demonios, ¡tienes razón! —orgullosa, colocó los brazos en su cintura—. No sé en qué demonios estaba pensando, ¡alguien tiene que seguir con el legado de los Honda! Venga, Emily, ¡pongamos en su sitio a esta mente maestra tan hortera!

    Exacto, ¡esa es la Mimi que yo conozco!


    ¡No perdáis la esperanza! —dije, mano en el pecho.

    ¡Saldremos de esta! ¡No solo tenemos la esperanza de Emily, sino también mi suerte! ¡Juntos, podremos con todo!

    Votéis lo que votéis, ¡somos dos contra uno!

    ¡Bah! —escupió Mimi, soberbia—. Dos de vosotros no valeis ni la mitad que un Honda, ¡que os quede claro!

    B-Bah. Estáis completamente jodidos —insitió la mente maestra—. Si tantas ganas tenéis de vivir, ¡os estoy dando esa esperanza que buscáis, ¿no?! Es mínima, sí, pero bueno, detalles.

    —… siempre he buscado la verdad. Es todo por lo que me he luchado siempre, la verdad.

    >> Pero ahora, ¿es la verdad lo que debo buscar? ¿A dónde nos conducirá esta?

    >> Todas las salidas, verdad y mentira, conducen al mismo lugar: a la derrota.


    —Para nada, Hubert. Lo estás enfocando mal —le dije, sonriente—. Es cierto, siempre has buscado la verdad. ¿Por qué iba a cambiar eso ahora?

    —¿Eh? —Hubert enarcó las cejas—. E-Emily… es cierto que siempre la he buscado, por dura que fuese, pero, ¿esto? Esto es un callejón sin salida. No es cuestión de verdades o mentiras…

    —Es cierto —concedí—. No es cuestión de eso. Es cuestión de esperanza.

    —¿C-Cómo?

    —Drake me enseñó que la esperanza no es huir de la verdad —medité, ojos cerrados—. La esperanza es saber encararla, afrontarla, tomarla sin miedos y aprovecharla de la mejor forma que uno pueda. No hay que darle la espalda a la verdad: y, por supuesto, verdad y esperanza no son conceptos enfrentados, ¿no crees?

    —… je —Hubert sonrió, apartando la vista—. Definitivamente, esos ojos tuyos tienen algo mágico. Pero tienes razón: no voy a darle la espalda a la verdad ahora, que hemos llegado tan lejos. Sería faltar a mis principios, faltar a todo por cuanto he luchado siempre. ¡Y yo, Hubert Madsson, nunca haría tal cosa!

    ¡Muy bien, Hubert!

    Ya casi terminamos… solo queda lo más difícil.


    ¡No perdáis la esperanza! —dije, mano en el pecho.

    ¡Saldremos de esta! ¡No solo tenemos la esperanza de Emily, sino también mi suerte! ¡Juntos, podremos con todo!

    Votéis lo que votéis, ¡somos dos contra uno!

    ¡Bah! Dos de vosotros no valeis ni la mitad que un Honda, ¡que os quede claro!

    B-Bah. Estáis completamente jodidos. Si tantas ganas tenéis de vivir, ¡os estoy dando esa esperanza que buscáis, ¿no?! Es mínima, sí, pero bueno, detalles.

    No pienso darle la espalda a la verdad ahora. ¡Y la verdad es que tú, Liza White, mataste a Ian!

    ¿Upupu… pu? —siguió riendo Liza—. ¡Ngh! ¡¿Qué os pasa?! ¡Desesperaos, demonios! ¡Quiero ver desesperación!

    … L-Lady Lizzie… —susurró Lucas.

    >> … n-no es que crea lo que ellos dicen… y-ya sabe que yo daría mi vida por la desesperación, pero… duh.

    >> Mi familia nunca me quiso, y yo creía que con los Seguidores de la Desesperación había encontrado mi sitio… m-me esforcé mucho por ser un soldado digno.

    >> P-Pero, ¿p-pretendía matarme de verdad? ¿A-Acaso n-no me quiere tampoco usted…?

    >> Y-Yo… si eso es así, asumiré mi muerte. Nunca encontraré a nadie que me comprenda, después de todo…


    —… Lucas, escúchame —dije, seria y con mirada firme.

    —¿Duh…?

    —Soy consciente de que Abeto y el resto de tu familia siempre te trató mal. Para ellos, simbolizabas, de algún modo, todo cuanto ellos querían dejar atrás, y tu presencia no hacía más que recordarles lo que perdieron, lo que nunca consiguieron y, en definitiva, todos sus fallos y defectos. Y créeme, sé que eso duele mucho —asentí, comprensiva—. Pero… no dudes que, en el fondo, ellos querían quererte.

    —B-Bah —dijo él, ojos llorosos, apartando la vista—. Para ti es fácil decirlo. A ti te trataban bien, porque eras la esperanza que tanto buscaba mi padre. Pero cuando yo me fui, ni siquiera se preocuparon por buscarme, ¿sabes?

    —… ¿sabes lo que creo? —le dije, convencida de lo que decía—. Que, muy en el fondo, Abeto presentía que eras su hijo. Y por eso te aceptó en el equipo.

    —¿E-Eh? ¿P-Por qué querría que yo…?

    —Puede que para pedirte perdón, de algún modo —susurré—. Era un hombre demasiado orgulloso, pero… sé que le hubiese gustado poder verte de nuevo para suplicarte perdón.

    —… t-todo eso ya no importa. Ahora no tengo sitio al que ir…

    —Sí que lo tienes —sentencié—. Mira, no puedo decirte que podremos perdonarte fácilmente, porque lo que has hecho… ha sido horrible. Pero entiendo tus sentimientos, y sé que has sido manipulado desde muy pequeño por los Seguidores de la Desesperación. Así que, en el fondo, que no eres como ellos.

    —¿¡… duh!? —Lucas parecía compugnido ante mi afirmación.

    —Sé que, muy en el fondo, esa inexpresividad tuya es tu mecanismo de defensa para poder seguir adelante con todo, ¿cierto? —le dije, sonriente—. Sé que no disfrutas como lo hace Liza al ver a otros morir. Solo… has aprendido a considerarlo necesario, a considerar que es lo que debe ser. Pero no es tarde para rectificar. Tú puedes ser la esperanza dentro de la desesperación. Puedes enmendar tus errores, ¡puedes ayudarnos a derrotar a esos Seguidores, esos que siempre se han aprovechado de ti! Estoy segura de que, si lo haces, tu padre, Tau e Iota estarían muy orgullosos de ti, y, desde donde quiera que estén, te darían las gracias y te pedirían perdón.

    —… —notaba cómo las lágrimas se acumulaban en su rostro, pero no decía nada.

    Tras unos instantes de silencio, Liza se aclaró la voz.

    —Sí, sí, sí, bueno, ha sido una escena conmovedora, pero de poco va a servir, ¿eh, Lucas? —mostró sus dientes, confiada, mostrando su amplia sonrisa—. Puhehehe. ¡Es la hora de votar, chicos! Ya sabéis, quien quiera, puede cambiar su voto hacia Emily. ¡Total, no es como si fuese a suponer ningún cambio!

    Tragué saliva cuando vi los paneles elevarse hacia nosotros. Con el dedo tembloroso por la emoción, pulsé el nombre de Liza White, deseando que hubiese funcionado. Al mirar entonces la ruleta de resultados, sentí que el corazón estaba a punto de salirse del pecho. Y, finalmente, aparecieron las votaciones: Steve, un voto; Mimi, un voto; Hubert, un voto; Lucas, cero votos. Liza… dos votos. Emily, un voto.

    La criadora quedó de pie, petrificada ante los resultados.

    —¿… qué significa esto? ¿D-Dos votos hacia mí? —su mirada, iracunda, se dirigió contra Lucas—. ¡Tú! ¡Sabía que tendría que haberte matado desde el principio! ¡Miserable traidor!

    —… L-Lady Lizzie, lo siento —dijo, negando con la cabeza—. Hasta aquí ha llegado.

    —¿Eh? —Liza nos miraba a todos, sin entender nada; confusa, comenzó a dar golpes en el atril—. ¿Qué significa que hasta aquí he llegado? ¿¡Qué demonios significa!? ¡No puedo morir! ¡No, es imposible! ¡Yo soy la desesperación del mundo! ¡Sin mi, la desesperación se extinguirá! ¡N-No puedo tolerar que eso pase!

    Al escuchar aquellas palabras, reaccioné extrañada. Sin ella, ¿la desesperación se extinguirá…? ¿Qué quería decir eso…?

    —Se acabó, Liza —sentenció Hubert—. Tu reinado de desesperación no seguirá.

    Y ella comenzó a reír, y su risa se volvió más maniática aún cuando vio que en la gran pantalla se celebraba el acierto al escoger asesino con confeti y multitud de colores.

    —¡Oh, n-no se acaba! —exclamó—. ¡Claro que no! ¡Porque Lucas es el que controla las ejecuciones, y mandará que todos seais ejecutados, por mucho que me hayais votado! Así solo sobreviviré yo. C-Claro que sí, ¡puhehehe! ¡Upupupu!

    Lucas sacó entonces su Plantix con lentitud, y enfocó su mirada perdida en él.

    —Lady Lizzie, se equivoca. De hecho, ha cometido un gran error desde el principio.

    —¿E-Error? —susurró ella, nerviosa—. ¿Qué error?

    Y, justo antes de pulsar la pantalla de su aparato, Lucas la miró y dijo:

    —El error ha sido… permitir que yo me encargue de las ejecuciones.

    Y la risa ahogada de la mente maestra resonó entonces como un eco, al tiempo que en pantalla aparecía la figura pixelada de Liza frente a la de nosotros cinco, todos señalándola mientras su pequeño avatar gruñía enfurecida. Arriba, aparecían las letras: “Liza White ha sido encontrada culpable. Comenzando ejecución”.



    De pronto, los pokémon que rodeaban a Liza la agarraron, comenzando a tirar de ella, que luchaba por liberarse, arrastrándola hacia el exterior de la sala. Allí, fue colocada en lo que parecía ser un recinto marcado por una valla. En la puerta, un muñeco con la forma de un ancianito aguardaba, junto a un cartel que ponía “Guardería”. De pronto, un Timburr pasó correteando, llevando otro cartel, que colocó junto a ese. En él ponía: “Entrenamiento perfecto: ejecución de Liza White”.

    Pronto, dentro de la valla, apareció un Ditto, que miró a Liza con ojos pícaros, alzando sus cejitas. Y, aunque la mente maestra trató de huir, el pokémon se le lanzó encima, cubriéndola con su viscoso cuerpo. Cuando se retiró, todo lo que quedó fue un huevo.

    Pronto el gran huevo fue tomado por una garra mecánica, que lo colocó en una especie de isla con aguas termales. Al introducir al huevo dentro de ella, comenzó a abrirse, y entonces Liza, mareada, asomó la cabeza. Pronto empezaron a caer sobre ellas multitud y multitud de habas, una detrás de la otra, hasta que la garra metálica la volvió a tomar del cuello y la llevó hasta otra isla, llena distintos lugares para hacer ejercicio. Obligada por la garra, que la iba golpeando cada vez que se detenía, Liza iba saltando, trepando, y corriendo hasta la saciedad. El Timburr, mientras tanto, sostenía un cartelito con un indicador numérico que iba subiendo conforme ella, exhausta, corría y corría, junto a dos letras. Cuando alcanzó la cifra de “510 EV”, Liza cayó rendida en mitad de la isla. Pero, pronto, una pokéball gigante cayó sobre ella, atrapándola.

    Cuando se quiso dar cuenta, había sido lanzada, saliendo de la pokéball y cayendo rodando por el suelo. Estaba en un estadio de batallas; al alzar su mirada, un furioso Garchomp, amenazante, se le oponía como su rival. El Timburr, siempre presente, mostró otro carte, donde aparecía una barra de vida verde, el nombre “Liza” y la indicación “Nv. 100”.

    No obstante, la chica solo se arrastraba por el suelo hacia atrás, tratando de huir del Garchomp… Otro Timburr apareció junto al primero con otro cartel, para mostrarnos el siguiente mensaje: “¡No puedes escapar!”. Finalmente, el Garchomp, de un tajo, rebanó la cabeza de Liza, que cayó rodando por el suelo, y, mientras el pokémon mordisqueaba, hambriento, el resto de su cuerpo con pasión, los Timburr le daban la vuelta a los carteles, mostrando ahora la barra de vida completamente vacía y el mensaje “Liza se debilitó…”.


    Ante aquella bizarra imagen quedamos los cinco, pero, por primera vez, y pese a lo grotesco de la muerte final, no mirábamos con el rostro bañado en desesperación. No… teníamos esperanza en la mirada. Porque, al final, lo habíamos conseguido: habíamos derrotado a la desesperación.


    Aunque con esto acaba el capítulo 6, ¡tranquilos/as! Aún queda un último capítulo que, eso sí, subiré en otro momento y será cortito, que servirá de epílogo. En todo caso, como prácticamente hemos acabado, ¡gracias por haber llegado hasta aquí, a todxs lxs que me habéis seguido! Espero que os haya gustado esta historia <3

    Sobre las cosillas que quedan con explicación difusa... no os preocupéis. Dejemos que llegue el epílogo, ¿vale? e.e
     
    Última edición: 24 Febrero 2018
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    Hygge

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    ¡Lucas no murió, YAY! En serio, era lo que más me preocupaba, que se les castigase a ambos cuando el pobre Lucas había sido siempre utilizado. Desde que veía las intervenciones de las mentes maestras (cuando aún no se daban los datos de quiénes eran) siempre me daba una sensación de lástima el ayudante. Como que no deseaba estar ahí, y que ni mucho menos disfrutaba con lo que hacía, y no me equivocaba. Así que amé cuando Emily intentó animarle, me da mucha pena su historia, y me alegra que finalmente lograse librarse de sus ataduras <3 Fue muy épico ese final con el "usado" revelándose contra su "jefe", por así decirlo. ¡Me encantó!

    La aparición de todos como espíritus, OMG. Me emociona tanto cuando los caídos dan ánimos al resto para continuar, y verlos a todos de nuevo me dio en los feels <3 Todos acompañados por sus propios pokémon, cómo pusiste a cada uno su pokémon más emblemático, pls. Qué lástima me dio saber que todos estaban muertos, y más aún ponerme en el lugar de los personajes y que te vengan con la noticia de que tu fiel compañero ha muerto, así. Sin un mínimo de consideración. Debe ser horrible, pero aún así... ¡lo consiguieron! Ver a Ian, Dante y Drake dando ánimos... aww. Nada mejor para darle un final a esta historia, desde luego. El poder de Elisa daba para mucho.

    Y el plan de Ian, sublime. Al principio me extrañó mucho que no tuviese que ver con el veneno que mencionó tan misteriosamente antes de morir, pero se sabía que ese chico, en efecto, no hacía las cosas por casualidad. El cómo usó elementos de cada caso para cerrar el juego no pudo ser mejor. Al menos podrá irse tranquilo, porque en efecto, le salió bien confiar por primera vez en los chicos para llevar a cabo su plan con éxito.

    Ahora, me toca hablar de Lady Lizzie. Mi amor-odio por cada antagonista de cada juego no ha variado con esta versión, pero dado que es mi personaje del que estamos hablando se siente raro (? La amo mucho, ese plan sassy que le has puesto en la historia me ha molado, aunque me costó verla también pero eso no le quita el encanto xDD Pero claro, visto lo visto, también la odio por todo lo que ha hecho. Lo de Zoroark y Oshawott me ha tocado la fibra, qué dolor :c Y los pobres pokémon del resto... Pero bueno, es su papel como antagonista, y lo cumplió perfectamente vaya. Eso sí, me ha extrañado mucho que no se orgasmeara al saber que se iba a morir, más desesperación que esa no ibas a encontrar mujer (? Imagino que su desesperación no es comparable con la de Junko o la del V3 o algo (??) También me hubiese gustado saber un poquito más de ella, quizás entender de algún modo por qué está así de loca (?, y el cómo hizo lo que hizo quizás lo cuentas luego así que no entro en detalles.

    La ejecución me ha dejado con un trauma (? Osea, ese Ditto... Y ese Garchomp rebanándole la cabeza y... comiéndosela... Too much gore for my poor (o no tan poor) baby. Aunque se lo merece aquí pero... pero auch (? Muy original, por cierto xDD La crianza con la super Cuidadora de Pokémon, qué ironia.

    Creo que este es el primer long-fic así de largo que sigo hasta al final y hey, qué bien se siente. Aunque no me puedo imaginar el orgullo que el autor debe sentir al finalizar obras tan complejas y bien hechas, algún día quiero sentirlo yo también ;-; (? Ha sido genial leerte, y esperaré el epílogo para acabar cerrando los huequitos que quedan. Por lo demás, increíble historia, digna de la saga de Danganronpa :hearts:
     
    Última edición: 24 Febrero 2018
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

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    ¿No llegaré yo con casi 4 meses de retraso, no? Bueno, lo importante es la intención, supongo.

    A ver, he tenido que leerme el capítulo de nuevo para recordarlo perfectamente y omg, ha sido tan genial como al principio. Yo sabía que lograrían ganar a la desesperación pero, no te voy a mentir, conociéndote temía que hicieses algo extraño. ¡Pero no! ¡Mi niña, ay mi niña!

    Para empezar, estuve super triste por lo de los Pokémon, liste to me. Cuando Emily nombró a Espeon, osea, sabía que sería ese pokémon y lo pasé fatal, al fin y al cabo también es mi pokémon favorito.

    Me encantó que pusieras a los espíritus de los demás, eso era exactamente lo que Emily necesitaba, ver a todos los que habían dado su vida con tal de llegar a ese punto, de poder desvelar a la mente maestra y derrotarla. Además, las estrategias de Ian nunca tenían fallas, y eso era algo que Emily tenía que darse cuenta.

    ¡La escena de después fue adorable! Como Emily los convence de no perder la esperanza y los demás se despiertan, tan lindos. Lo más importante, claro, era convencer a Lucas y sinceramente, yo también creo que su familia le estaría pidiendo perdón desde donde estén, y agradeciéndole que hubiese tomada la decisión correcta. Con Liza muerta, la desesperación desaparece, ¿cierto?

    La ejecución fue muy macabra y apropiada, pero me encanta. Por un lado, me da pena porque Liza como personaje en el rol me encanta y no me gusta que muera y menos de esa forma, pero por otro lado, en el fic se lo merece, sobre todo por querer aprovecharse de Lucas para luego matarlo.

    Y pues nada, seguramente tendría que comentarte más cosas pero uh, ya perdí un poco el hilo y no quiero desvariar demasiado jeje. ¡Así que! Ahora toca esperar ese epílogo que no creas que he olvidado, creo que todos lo estamos esperando aun con muchas ansías. Quedan algunas incógnitas que me gustaría resolver~

    Y, pues, gracias <3 Gracias por haber hecho tan lindo escrito del rol y de un fandom que a muchos nos gusta, gracias por habernos dado tantas horas de lectura entretenida, fangirleo y suspense, creo que este fic, si tuviésemos alguna especie de Hall de la Fama, debería ser el primero ~el segundo sería el club pero como no acabó?????~ De verdad, muchas gracias <3
     
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    MrJake

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    Título:
    Pokénronpa
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    39
     
    Palabras:
    3455
    Epílogo

    Con mi mirada, comencé a recorrer los distintos rincones de la Academia, con rostro entristecido, pero, al mismo tiempo, esperanzado. En aquel lugar había comenzado todo… el lugar que sirvió como nuestra personal cárcel, nuestra sala de torturas. Pero, al mismo tiempo, era el lugar que antaño fue la guarida de los Gamma, la organización destinada a luchar contra la desesperación en el mundo. Nuestra organización. La última esperanza que tenía el mundo de acabar con aquel nocivo virus que estaba acabando con todo.

    Las puertas que nos permitirían salir de allí estaban abiertas, por fin, pero yo no pude marcharme sin recorrer una última vez aquellos pasillos. La Academia, de algún modo, se había sido nuestro hogar... Y también el lugar en el que tantos amigos habían dado la vida, a su manera, por la esperanza.

    Caminé por la zona de dormitorios, mirando la puerta de cada uno de ellos y rememorando las caras y los sacrificios de nuestros amigos caídos.

    Talía, con su dulzura y su inocencia… ella estaba asustada, muy asustada, y eso la forzó a intentar hacer algo horrible: cometer el primer crimen. Al final, fue justo el miedo que la impulsó a querer cometer ese crimen lo que hizo que no fuese capaz de lograr su objetivo, pues Ukitashi también fue una víctima más del miedo, y terminó acabando con su vida. Los dos, Ukita y Talía, eran débiles emocionalmente… y la situación le superó, sencillamente.

    Luego estaba Chad, un incomprendido. Veía las cosas de un modo tan particular que nadie podía comprenderle. Era incapaz de ver lo que los demás veíamos, pero, al mismo tiempo, era capaz de ver cosas que el resto tampoco podía ver. Por ello, descubrió el secreto de la sala de la Torre, y estuvo apunto de desvelar los misterios de la Academia… así como descubrió la verdad sobre Elisa y su video. Por eso, ella acabó con su vida. No por motivos egoístas, sino porque tenía la firme convicción de que, logrando salir de la Academia con todos muertos, podría revivirnos a todos; era su manera de salvarnos de esta pesadilla. Y por eso mató a Alpha, a la persona a la que más quería. Tuvo que ser durísimo para ella, pero… sabía, creía, que era lo mejor para todos. En cierto modo, fue tremendamente generosa, pues ella era la que más sufriría con todo su plan, todo por salvarnos a los demás.

    Brendan, por otro lado… trató de protegernos como el que más. Trató de ponernos a salvo de sí mismo, de evitar que todos muriésemos. Y, para ello, él y Effy decidieron sacrificarse, cada uno a su manera. Effy, la que fue nuestra líder, se sacrificó por protegernos, y por un enorme sentimiento de culpa, todo ello basado en engaños, en mentiras. Effy fue engañada, sí, pero sus actos, aunque fuesen motivados por una creencia errónea, sirvieron para que Mitsuki, Rojo y Yair no amenazasen con nuestra ilusoria seguridad. Sirvió para darnos un poco más de tiempo.

    E Ian… él fue, sin lugar a dudas, la clave de nuestra superviviencia. Si Lucas, Hubert, Mimi, Steve y yo seguimos vivos a día de hoy, es gracias a él. Al principio sus métodos podían parecer un poco crueles, y sin duda, no todos sus actos eran buenos… pero está claro que sus intenciones eran positivas: solo quería ganar el juego. Y “ganarlo” significaba superar a la mente maestra, salir de aquí. Conseguir salir con el mayor número de supervivientes posible. Claro que, para lograr eso, él consideró que debía hacer sacrificios. Pero, al final, lo logró: no fui yo la que derrotó a Liza White, no. Fue él, y eso es algo que tengo clarísimo. Yo solo fui una pieza más de su estrategia final… y él nos regaló con su muerte la llave que nos permitiría salir de la Academia. Él, definitivamente, ganó a la creadora del juego en su propio juego.

    De pronto, me detuve delante de uno de los dormitorios: el dormitorio de Drake. Mis ojos se posaron sobre la figura pixelada del chico, junto a su puerta, y sonreí instintivamente. Drake fue mi mayor apoyo en la Academia, sin duda. Sin él, y sin su sacrificio… quién sabe lo que habría pasado. Decidió cambiar de bando en el último momento, y me salvó de Erwin cuando me perseguían los Seguidores de la Desesperación. Y aquí dentro, en este juego de asesinato mutuo, volvió a salvarme… y me mostró el significado de la esperanza, de la verdadera esperanza.

    Y, al pensar en Drake, no pude evitar pensar… en él.

    Cuando me quise dar cuenta, estaba girando el picaporte de la puerta, encontrando que estaba abierta por completo; Lucas habría desactivado ya todos los mecanismos de cerrojos y otros medios de seguridad de la Academia, por supuesto, así que cualquier puerta estaría a nuestro alcance.

    Su cuarto era como todos los demás, claro, pero, al mismo tiempo… tenía algo especial. Algo que no podía verse a simple vista. Y es que Dante siempre había sido muy misterioso, incluso desde antes de perder la memoria. Cuando comenzamos a recuperar nuestros recuerdos, era su imagen la que más difusa seguía en mi mente. Como si nunca hubiese llegado a conocer del todo su pasado, su vida, sus motivaciones. Él era mi pareja, mi protector, mi Guardián. Estaba destinado a protegerme: había sido preparado para proteger a la esperanza, y cumplía con su papel sin dudarlo. Y, por algún motivo, él era inmune a la hipnosis, el único que aún sabía de la existencia de los Pokémon. Siempre había sabido más que el resto, pero decidió ocultarnos esa información extra que tenía, todo, como siempre, por protegerme. Incluso cuando sus recuerdos estaban difusos, en su interior aún conservaba la esencia de su talento. Aún conservaba la esencia del Super Guardián. Por eso hizo lo que hizo… por eso estuvo dispuesto a dar su vida y la de todos los demás con tal de salvarme a mí. Con tal de salvar la esperanza.

    Aún a día de hoy, aún después de estar muerto, Dante seguía siendo una figura misteriosa. Y el calor en el pecho que sentía al sentarme sobre la cama que utilizó durante la estancia en la Academia… era como un presentimiento, como si de alguna forma, mi corazón, mi esperanza, me estuviese avisando de algo. Como si sintiese la presencia de Dante, de algún modo. No en vano, su espíritu había contactado conmigo, junto a todos los demás, gracias a Elisa y a los pokémon fantasma, ¿no? Quizá… seguía por allí, velando por mí. Quizá seguía siendo mi Guardián.

    —Dante, ¿quién eras…? —susurré, mirando hacia arriba, como si él estuviese escuchándome.

    Dante fue sometido a los experimentos de Abeto… y, según Liza, su ADN era “híbrido”. ¿A qué se refería con aquello? Y… ¿qué era esa figura blanca que había detrás de su espíritu? ¿Era su pokémon? Sentí, en aquel momento, una extraña energía viniendo de él. Lo que estaba claro, sin duda, era que Dante aún tenía muchos misterios rodeando a su persona. Y estaba convencida de que, tarde o temprano, acabaríamos descubriéndolos. ¿Quién sabe? Quizá Dante guardaba el secreto que nos ayudaría a vencer de una vez por todas a la desesperación.

    Con lágrimas resbalando por mis mejillas, recordando a quien fue mi novio, me levanté de la cama, y una sensación extraña, otra vez, se apoderó de mí. Mi mirada se enfocó, casi por instinto, en la mesita de noche de Dante… y abrí el cajó, con mi corazón latiendo fuertemente. Una llave colgando de un collar era lo único que encontré ahí. Una llave plateada, larga y hermosa.

    La cogí, y la analicé con mimo. Esa llave… era… ¿el objeto personal de Dante? El ardor en mi pecho se incrementó. Nunca llegamos a conocer cuál era su objeto personal. Él nunca quiso decirlo, ni siquiera a mí. Y, cuando me puse aquel colgante al cuello, sentí una indescriptible armonía. No tuve duda: aquel objeto era el suyo. Y, por algún motivo, sentía que era tremendamente importante. La llave a todos sus secretos.





    —Ah, al fin vienes —susurró Mimi al verme llegar, junto a la puerta de salida de la Academia.

    —Perdón, siento la tardanza —allí estaban los cuatro: Hubert, Mimiko, Steve… y Lucas. Éramos los cinco supervivientes de aquel juego macabro diseñado por Liza White, la portadora de la desesperación. La causante de todos nuestros males.

    —¿Ya te has despedido de este lugar? —me preguntó Hubert, serio, de brazos cruzados. Seguía algo apesadumbrado… y, sin duda, odiaba seguir dentro de aquella Academia. Lo odiaba con todas sus fuerzas.

    —S-Sí, ya lo hice —sonreí—. Es hora de salir y llevar la Esperanza al mundo, ¿no?

    Steve asintió, poniendo su mano en mi hombro.

    —Así es —dijo—. Juntos, lo lograremos.

    Lucas, algo apartado, tartamudeó.

    —… uhm, chicos. Cuando abra las puertas… tenéis que estar atentos, ¿sí? Fuera, los Seguidores de la Desesperación controlan Galeia, y si os ven, os descubrirán, y todo vuestro esfuerzo habrá sido para nada. Buscad un escondite cuanto antes, ¿vale?

    —¿Y qué hay de ti, Lucas? —le pregunté, curiosa.

    —Y-Yo… volveré con ellos. Y no para unirme a ellos de nuevo, sino… sino para aceptar mi destino —agachó la cabeza—. Cargaré con la culpa de la muerte de Lady Lizzie, y seguramente se deshagan de mí, pero… puedo intentar hacerles creer que todos habéis muerto. Es lo justo, ¿no? Es mi manera de expiar por mis pecados.

    Con lentitud, avancé hasta él, y le di un abrazo. El chico pareció sobrecogerse, y su brazo mecánico tembló, dudosos sobre si debía corresponder al abrazo o no.

    —No tienes la culpa, Lucas. No quiero que te sacrifiques —me separé de él, y le miré a los ojos—. Aún puedes lograr no solo que te perdonemos, sino perdonarte a ti mismo. Ven con nosotros… necesitaremos de tus inventos y de tus capacidades para hacer resurgir a los Gamma. Para hacer resurgir la Esperanza.

    —P-Pero… yo… —las lágrimas se acumulaban en sus ojos—. Yo os he causado tanta desesperación…

    —¿Sabes lo que creo? —seguí diciendo—. Creo que la Desesperación puede ser vencida, y lo creo firmemente. Creo que no hay una sola persona que no pueda ser curada de la desesperación. Incluso Liza, que era la manifestación viva de la desesperación… no estaba consumida del todo por ella. Incluso para ella podría haber habido una posibilidad de cura.

    —¿P-Por qué crees eso? —dijo Lucas, sorprendido, con el rostro húmedo por las lágrimas.

    —Porque, cuando vio que había perdido… cuando fue consciente de que estaba apunto de morir… ahí, ella misma sintió desesperación. Ella misma se vio acorralada, impotente, y la desesperación la controló a ella y no a la inversa. Y eso significa que no era pura desesperación… significa que hasta la más pura esencia de ese virus puede ser curado. Purificado. Por eso, creo que tú puedes convertirte en un miembro de la esperanza —extendí mi mano—. Así que… te ofrezco esta oportunidad. Dame la mano, acepta mi trato, y ven con nosotros. Si lo haces, iniciarás tu camino hacia la esperanza. ¿Qué me dices? ¿Aceptas?

    Lucas miró entonces a mis ojos con asombro. Como si le sorprendiese que fuese capaz de perdonarle de esa manera, como si no esperase amabilidad de parte de nadie. El pobre… no era más que una víctima, una persona que no ha conocido nunca el amor, el cariño… la esperanza. Y miró a los demás, demandando su perdón.

    —Yo también creo que puedes lograrlo —Steve caminó hacia mí, y colocó su mano sobre la mía, frente a Lucas—. Al fin y al cabo, hemos salido de aquí gracias a ti. Has demostrado que hay esperanza en ti. De modo que… ¡voy a arriesgarme y a confiar en ti! Después de todo, ¡tengo suerte, así que seguro que sale bien! ¡No puedo equivocarme!

    Luego, fue Mimi la que se acercó, suspirando, y colocó también su mano.

    —Qué remedio… has hecho que pasemos la peor experiencia de nuestras vidas y has provocado la muerte de muchos amigos, pero… de algún modo, siento empatía contigo. Creo que puedes llegar a ser alguien mejor. Simplemente, no te han dado la oportunidad de serlo. Y… sé que todos merecemos tener esa oportunidad.

    Solo quedaba… él. Giré el cuello hacia atrás, mirándole. Hubert permanecía serio, apartando la mirada.

    —… no puedo olvidar lo que has hecho —le dijo a Lucas—. Dudo que nunca alcance a hacerlo. Pero supongo que puedo intentar, al menos, tolerar tu presencia. Digamos que… —al final, él también accedió a acercarse, y, con algo de esfuerzo, puso la mano sobre la del resto— voy a cumplir con el estereotipo, y te diré que “perdono, pero no olvido”. No toleraré una mínima afrenta contra la esperanza más, eso sí.

    Lucas, conmovido, comenzó a sollozar.

    —G-Gracias… no sé qué decir… no lo merezco, duh —sacudió su cabeza, y luego sonrió. Su mano humana, entonces, se colocó sobre la de los demás—. Prometo, juro, que haré todo lo posible por demostraros que puedo llegar a ser un Gamma de verdad.

    Asentí, sonriente.

    —Entonces… ¿estáis preparados para salir? —preguntó el Inventor, con su aparato en la mano, listo para desbloquear la puerta principal.

    Todos asentimos, mirando con esperanza al frente. Sabíamos que no sería fácil. Y sabíamos que no nos aguardaba, al otro lado, un escenario pacífico. La esperanza aún debía extenderse, forjarse… resurgir de sus cenizas. Y el camino, por supuesto, sería arduo y cargado de dificultades. Pero ahora estábamos juntos, sabíamos la verdad, y estábamos decididos. Ahora… ¡todo sería distinto!


    Fin. … …



    ¿o aún no?



    2 años más tarde…



    Con nervios a flor de piel, atravesé la puerta que me llevaría hacia mi destino. ¡Al fin me uniría a los Neo Gamma, y podría luchar por la esperanza! Por fin podría luchar contra los Seguidores de la Desesperación y acabar de una vez por todas con esto. Ese era mi sueño… ese era mi objetivo.

    ¿Mi nombre? Soy Pyro, Pyro Redflame… y pretendo demostrar que estoy más que capacitado para seguir los pasos de mi hermano y luchar por la esperanza… de lograr lo que él no pudo lograr.

    —¡Hey, hola! —exclamé, efusivo, al cruzar la puerta… y lo que encontré fueron una miríada de rostros nuevos; concretamente, quince caras completamente desconocidas para mí aguardaban en aquella sala, frente a un enorme proyector—. Uhm… ¿Qué tal t-todo? —tartamudeé, al ver que nadie parecía responder a mi saludo.

    —Menudas horas de llegar —se quejó una chica con el cabello negro y ondulado, alborotado—. ¿¡Es que no te enseñaron modales!?

    —Llevamos un buen rato esperando —un tipo algo mayor con un sombrero tomaba su té tranquilamente, sentado en un sillón, con aires refinados—. Es descortés llegar tan tarde a un evento tan importante, ¿sabes?

    —Tee-hee-hee —quien parecía ser un niño con una mirada pícara se llevó ambas manos a su nuca, sonriente—. ¡El último de los dieciséis! ¡Wow! ¡Justo dieciséis, eh! —y susurró, de forma ciertamente inquietante—. Justo como en el juego de matanza mutua. ¡Menuda coincidencia!

    —Pequeño Orm —susurró una chica de cabellos rosados y recogidos en dos coletas, que tuvo un escalofrío—, ¡no me asustes con esas cosas tan siniestras! ¡Es desagradable!

    —No hay de qué preocuparse, chicos y chicas~ —otra chica con cabello rosado decorado con flores, sonriente, leía un libro con tranquilidad, apoyada contra la pared, con rostro alegre—. ¡Emily está apunto de llegar! Con la Super esperanza cerca, no hay nada que temer~.

    De pronto, un joven con cabellos morenos, cruzado de brazos, se aclaró la voz.

    —Ejem. No, veréis, ella no podrá venir. Está ocupada con ciertos asuntos. De modo que, de momento, seré yo el que os instruya.

    —¿Y tú eres…? —preguntó, apareciendo justo detrás de él, con un sigilo abrumador, un chico con los cabellos largos, totalmente ennegrecidos, y cayendo sobre su frente.

    El tipo que hablaba tuvo que contener la impresión que le provocó. Parecía muy serio.

    —Soy Hubert Madsson, el Super Ajedrecista… y uno de los Comandantes Neo-Gamma. Estoy aquí en sustitución de Emily.

    —Pff —se quejó otra mujer, de cabellos morados, que estaba curioseando el ordenador portátil en el que otro joven, callado y aparentemente ajeno a lo demás, de cabellos rubios, tenía entre sus piernas, estando el chico visiblemente incómodo por la insistencia de la otra por estar cerca de él—. Las grandes estrellas son siempre iguales. ¡Siempre mandan a mindundis a hacer las tareas que ellas sienten pereza por hacer!

    —¿M-Mindundi…? —Hubert pareció contrariado, pero no se dejó amedrentar por las palabras de los demás; se aclaró la voz, y se dirigió al resto con severidad—. Escuchadme bien… estáis aquí para uniros al equipo Neo-Gamma. Eso es un asunto de extrema relevancia, como podréis comprobar. Os hemos seleccionado porque todos vosotros tenéis buenos talentos que os hacen especialmente indicados como nuevos aliados de la esperanza.

    —P-P-Pero… —tartamudeó una chica menuda y vestida con un grueso abrigo—. T-Todos esperábamos v-vernos con E-Emily…

    —Sí, lo cierto es que es una verdadera decepción —comentó un tipo con cabellos blancuzcos y una trenza sobresaliendo de ellos—. Esperaba un acto más formal.

    Hubert parecía apunto de perder la paciencia. La situación se le estaba yendo de las manos.

    —… yo tengo una pregunta —comentó un chico sentado en una silla de ruedas, con prominentes ojeras y aspecto despreocupado—. ¿Es coincidencia que todos los presentes tengamos algún tipo de vínculo con las víctimas del Juego de Asesinato Mutuo?

    —E-Es verdad —susurró un joven de pelos azules, con mirada inocente—. ¡Wow! Todos tenemos alguna conexión con l-los que participaron allí, ¿verdad?

    Una chiquilla de unos quince años reaccionó entonces, señalándome.

    —¿Tú también eres alguien conocido de los jugadores…?

    —Oh —reaccioné sorprendido, pues no esperaba aquello. ¿T-Todos teníamos… alguna conexión? —. S-Sí. Mi nombre es Pyro Redflame. S-Soy el hermano de Chad Redflame. Él fue una víctima en uno de los asesinatos del Juego.

    —Vaya. Otro como los demás, por lo que veo —espetó, de forma extrañamente hiriente, el chico de la silla de ruedas—. Tu conocido y el mío murieron a la vez, ¿no? —su sonrisa se me hizo ciertamente siniestra, desde luego—. Mi nombre es Ryu… una vez fue el mejor amigo de Alpha. No sé si te sonará el nombre.

    A-Alpha, ¿eh? Sí, lo recordaba bien. Cuando me llegó aquel mensaje de los Neo-Gamma informándome de mi pérdida… me hablaron de él. Los dos murieron a manos de la misma persona, ¿huh? Elisa Daroch…

    —Todo se aclarará en breve —susurró Hubert—. Yo mismo fui un participante de ese juego.

    —¿Y qué hay de él? —preguntó el niño, el tal Orm, el dedo índice sobre sus labios—. No ha dicho ni una palabra desde que entramos aquí.

    —Oh, él… —Hubert le miró, ceño fruncido. Desde la esquina, el chico miraba a su alrededor en silencio, con expresión vacía—. Él es Dante. También fue un participante del juego original.

    —Vaya, qué interesante~ —la chica del libro lo miró, sonriente—. No solo hay aquí catorce conocidos de los jugadores originales del juego de asesinato mutuo, ¡sino que tenemos a dos supervivientes del mismo juego!

    Miré a mi alrededor, confuso. ¿Era este el plan de Emily y los Comandantes, o…?

    De pronto, una sonrisilla se escuchó, procediente de alguna parte, y las luces se apagaron. Noté cómo la puerta se cerraba detrás de mí. Únicamente brilló el monitor que había en la sala, iluminando brevemente la zona, y el rostro de una joven de ojos rojizos y con dos coletas sujetas con decoraciones en forma de ositos abarcó toda la pantalla.

    Y la chica, desde el otro lado de la pantalla, repitió la risita. No era consciente de que aquella risita era la más pura esencia de la desesperación… no era consciente de que aquí y ahora, en esta sala, en este lugar, comenzaría el segundo juego de asesinato mutuo… un juego donde, esta vez, yo sería uno de los participantes.

    Y esa risa… esa condenada risa… taladraría mis oídos una y otra vez. Sería una risa que nunca podría olvidar. Si la desesperación fuese un sonido, lo tengo claro: sería esa risa.

    Upupupu…



    Continuará… en Pokénronpa 2: el Resurgir de la Desperación.

    Sinceramente, pensaba hacer esto desde el principio (?) Solo informo de que no será aún, esperaré un tiempo para empezar a publicar la segunda parte... pero la intención está ahí, la idea está ahí, y todo está ahí. ¡No puedo dejaros con la intriga! A menos que... (??

    Bromas aparte, siento la tardanza en la publicación de este epílogo, pero bueno, ¡más vale tarde que nunca! Espero que os guste y, como siempre, gracias por leerme y por vuestro apoyo a todxs. ¡Nos vemos en el próximo fic!
     
    Última edición: 26 Junio 2018
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

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    Bueno, realmente esto no tiene mucho sentido pero se me había quedado esto pendiente y siento que nunca acabé realmente este hermoso long-fic porque no te comenté el epílogo y pues te lo debía, espero que te guste este último comentario después de medio año (?)

    Y pues nada, el epílogo en sí no es tan revelador a simple vista, claro. El principio es como un repaso de todo lo sucedido, de todas las muertes y los personajes que murieron, el porqué de sus motivos, cosa que viene bien porque pues después de tantos capítulos se agradece un repaso.

    Sin embargo, siempre añades algo relevante, y es obvio que Dante aun da para mucho juego, sobre todo sabiendo que hay una segunda parte. La llave que Emily se guarda, el hecho de que tuviese detrás suya una especie de cosa blanca y no un pokémon (o sí un pokémon que no conocemos, no sé (?) pues Dante es Dante, we love him y su misterio.

    La escena en la que aceptan a Lucas y le proponen que se una a ellos para luchar contra la desesperación me parece super cute, mi niña es super cute, que le vamos a hacer, pero los demás también. Incluso Hubert que se hace el duro pero vamos, seguro que lo acaba perdonando.

    Y pues la última parte... Cuando me leí el epílogo estaba con Paula y le dije que sabía que iba a haber una segunda parte, tenía ese presentimiento, bc danganronpa. Y me pareció muy interesante que pusieras que los personajes se relacionan con los del primer fic.

    Siento mucho que la segunda parte no esté teniendo tanto hype, yo ya te dije mis motivos, si quieres te los puedo explicar más en profundidad incluso (?). Realmente quise leérmelo, pero quería comentarte el epílogo antes de empezar y muchas cosas se me unieron y al final lo dejé de lado. Y pues iba viendo los capítulos y era como: sí, es un fic de pokénronpa de David que tiene que ser genial, y además sabremos más cosas que aquí se han quedado abiertas, pero... veía que no conocía a los personajes tanto y me daba como pereza (?) Pero bueno, siempre fue un: ya lo leeré.

    Y pues sí, ya lo leeré, decidas lo que decidas hacer con la segunda parte, me lo acabaré leyendo en algún momento.

    Y nada, este epílogo es genial, me alegra que le haya puesto un broche final tan bueno a un fic tan bueno. Este long-fic es uno de los que guardaré con mucho cariño en mi memoria y que sé que volveré a leer muchas más veces y me emocionaré igual y pues, espero que te quedes con eso, que a pesar de todo, esta primera parte has sido un exitazo y que seguro que todos lo hemos disfrutado y lo disfrutaremos siempre so, eso. Muchas gracias por haber hecho una obra tan maestra con nuestro personajes en esta zona <3
     
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    Graecus

    Graecus uwu7

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    Y bueno, dicen que lo bueno se hace esperar, pero es que yo soy un descarado (?

    Aunque realmente leí este fic completo hace mucho, me di cuenta hace unos días que realmente no llegué a comentar a partir de cierto punto. Viendo las fechas estaba justificado, fue en 2018 cuando me fui a Perú porque la crisis en Venezuela estaba insostenible, y tarde años en acostumbrarme del todo y volver a tener tiempo libre (sobretodo con la pandemia, que me obligó a trabajar el doble mientras la mayor parte del mundo se quedaba en su casa)

    Pero en fin. Recuerdo que si llegué a comentar la segunda parte, que me fui leyendo atentamente a las publicaciones porque tenía la esperanza de que Drake reviviera así como había revivido Dante. Pero eso era porque no había leído bien todo el tema, y no me había dado cuenta del detalle de que los muertos eran triturados al finalizar los encuentros y castigos. No había realmente un cuerpo que reanimar. La probabilidad de que Drake reviva es de -1000, aunque fue algo que me dio mucha ilusión en su momento, más que nada por las ships que ligaban a Drake en Pokenronpa, con Mimi, Steve y Emily como los que más extrañaban a Drake y más se alegrarían de volverlo a ver.

    Me tomo dos días leer el fic de nuevo, y realmente lo disfrute mucho. Había cosas que olvide por completo, hasta el punto de que no recordaba quién era el asesino de Effy. Mi cabeza me decía que era Rojo, y yo le decía a mi cabeza que Rojo no era uno de los Super Talentosos, pero al final si fue xDD

    Recuerdo que en su momento me pegó mucho la muerte de Drake, porque yo quería verlo como protagonista hasta el final. Pero no era ese su propósito, Drake simplemente tenía la personalidad para mantenerlos a todos unidos a su alrededor, buscaba llevarse bien con todos e incluso en los últimos capítulos logro congeniar más o menos con los más difíciles, que eran Ian y Dante. Con Ian tenía una especie de rivalidad en los juicios, donde Ian trataba de contarle en sus duelos sobre las deducciones que el ya había hecho, para que Drake se las expusiera al resto si es que lograba decifrarlo. Sin Drake, los juicios habrían sido más aburridos para Ian, donde normalmente hubiera tenido que revelar la información al final para evitar que los demás votaran erróneamente.

    Y luego estaba Dante. En el capítulo Cinco, Dante y Drake se hacen más cercanos de alguna forma, al ver el Vídeo del motivo de Dante para matar. Ambos recuperan sus recuerdos, y Drake se va dando cuenta a tiempo de que Dante está tramando algo. En ese momento, mientras Dante está muriendo por el veneno y la cinta lleva su cuerpo hacia la trituradora, ambos arriesgan sus vidas por Emily. En ese momento ambos tienen la misma misión en la mira, pero Drake se da cuenta de que Dante los está subestimando, y actúa por su cuenta. Me habría hecho mucha gracia que la pistola no tuviera balas, imagínate la cagada. Pero en fin, el hecho es que ambos personajes se tomaron en sus manos la misión de salvar a Emily, y Drake termina salvando a Emily del error de Dante, aún a costa de su propia vida. Y luego lo lanzan a la trituradora, haciendo imposible revivirlo :'( *no es que hubiera alguna forma de revivirlos antes, pero yo tenía la esperanza unu*

    Ya para terminar, del último caso yo me quedo con Lucas, su actitud terminó haciendolo mi personaje favorito de ese momento xD Poniendo la música para la entrada de Lady Lizzie, así todo anticlimático; las mofas al grupo moviéndose hacia un lado y el otro, algunas veces demostrando además ser realmente un poco distraído; y para terminar su melancolía al sentir que no es querido por nadie pues hasta su propia jefa lo quería muerto, fue una alegría saber que se unía al grupo al final. Con su talento podía ser muy útil para Emily, en el bando correcto, y merecía tener algo de paz el pobre.

    En fin, hasta aquí mi comentario. Había otra cosa que quería plasmar aquí, pero se me olvidó completamente mientras escribía, so....

    No estoy seguro de si volveré a leer el Pokenronpa2 (que si leí seguido y hasta el final en su momento, y recuerdo que te consta porque ahí sí estuve comentando seguido) pero en fin, te quería dar las gracias por crear esto y por hacer a Drake el protagonista de la historia, al menos en parte ;u; y lamento haber tardado cinco años en hacer esto, pero en fin, soy muy distraído unu

    *Pssst, si algún día escribes PR3, revive a Drake >:(* (?
     
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