Fantasía Los Hijos de Dooró

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Sonia de Arnau, 7 Diciembre 2015.

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    Borealis Spiral

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    Ya, ya, me quedó clara tu explicación de por qué se escondían los secretos. Básicamente, todos fingían entre todos y ya esta xD En fin.

    Uh, jujuu. ¿Sabes? Deberían poner un "emocionante" en los ratings, jajaja. Es que este capítulo ha estado en verdad genial. Hm, Axan se vio en una muy difícil situación y la verdad es que hay grandes dudas de por medio. Mira que es muy cierto que el TS puede estar mintiendo con tal de obtener su protección. Ellos no pueden tocar al Wisher y a Daner por lo del contrato, por lo que se ven muy, muy desprotegidos y quieren que alguien los salve. O puede que tengan razón y halla maldad dentro de Daner y las cosas se tornen más turbias de lo que de por si están. Cielos. Complicado. Aunque Axan sí tiene bien en claro una cosa y es que nunca ayudaría a Daner a hacerle daño a nadie y supongo que el TS entra dentro de eso, ¿eh? xD

    Las peleas *u* En serio envidio tu imaginación y capacidad para narrar peleas, yo siento que siempre te salen muy bien. Tanto el enfrentamiento inicial de Daner contra Axan como el de Mall y Axan. Que por cierto, haber finalmente oído de la boca de Mall que amaba a Daner debió caerle muy duro a Axan o.o Las mujeres no tenemos compasión xD Y mira que de veras irse contra el que conoce por más tiempo y apoyar al que apenas conoce. El amor es un monstruo, ¡un monstruo! En fin. Se ha quedado interesante porque Daner ha encontrado la debilidad de Axan :0 Eso puede ser malo para él guerrero y para el TS, ¿eh? A ver cómo se desarrolla esto. Por el momento me despido esperando el siguiente capítulo. Te cuidas.

    Hasta otra.
     
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  2. Threadmarks: Derrota: No lo entiendes, ¿verdad?
     
    Sonia de Arnau

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    @Borealis Spiral Gracias por abrirme una segunda página :) Te amo más por eso. ¿En serio crees es es emocionante? ;) derramo lágrimas de felicidad.


    Derrota: ¿No lo entiendes, verdad?
    El entrenamiento que Axan realizaba tenía solo una desventaja pues este solo se enfocaba en un solo enemigo. La especialidad de él era cuerpo a cuerpo. Y por esa razón cuando Daner se dio cuenta de ese hecho que vio como una ventaja para triunfar en el combate.

    La tensión se volvió más palpable hasta el punto de sofocarlos.

    El primero en hacer un movimiento fue Daner al invocar a tres rinocerontes. Ante los movimientos que el moreno hacía con las manos, el guerrero enfundó a Cutall para sacar a relucir a Magord y sin esperar a que los animales estuvieran completos Axan saltó al aire directo a cortar al rinoceronte más cerca para a los segundos de ver que la invocación que aún no terminaba de formarse desapareció al primer corte, apretó ligeramente la empuñadura de la espada y mojando un poco sus labios, decidido corrió hacía la próxima víctima, la que partió con facilidad y hubiera seguido con ese ritmo si no fuera porque algo lo tomó por sorpresa.

    Un cuarto rinoceronte, el que en realidad solo era la cabeza, lo golpeó por el costado causando que Axan se deslizara por el suelo blanco, sin dejarse caer y manteniéndose en pie, se detuvo e ignorando el dolor se fue contra el odioso animal para atacarlo pero el tercer rinoceronte apareció de la nada para embestirlo más Axan se obligó a reducir velocidad para retroceder y evitar ser de nuevo golpeado.

    Mientras tanto, Daner, quien observaba la sucedido y ver como el guerrero retrocedió, se movió tan rápido como el mismo viento y se colocó detrás del guerrero. Axan abrió los ojos admirado al sentir la presencia de Daner por lo que se vio forzado a girarse y utilizar la espada como escudo. Ante el inesperado movimiento del rubio, Daner retrocedió rápidamente al ver que el cuchillo que iba a utilizar para apuñalar a Axan fue astillada por Magord. Movió su mano de un lado a otro y un rinoceronte corrió hacía Axan, quien dio un saltó, sin embargo cuando se elevó por el aire una gran fuerza lo empujó varios metros.

    Axan cayó de bruces al suelo, rodando por el suelo y un quejido proveniente de su garganta hacía eco en la habitación. Él se levantó agarrándose el brazo, lugar que aquella fuerza lo golpeo, alzó la vista llevándose una gran desilusión al enfocar su vista a Mall y como ella agarraba el bumerang que sin dudarlo le había lanzado. Y de nuevo para su sorpresa volvió al suelo en el momento en que un bien formado rinoceronte lo golpeaba en pleno estómago.

    El animal comenzó a hacer presión mientras que Axan, debajo de la enorme cabeza de la bestia, agarró la barbilla a la vez que con la otra mano el cuerno del mismo para evitar que lo dañara. Al ver Axan que sus manos perdían fuerza, colocó su antebrazo sobre la barbilla del animal para liberan una mano y así poder tomar a Magord que estaba a poca distancia de él, pero a penas y pudo tocar la empuñadura con sus dedos cuando el pie de Daner aplastó su mano.

    A dolorido Axan, pero intentando hacerse el fuerte, apretó con gran furia la mandibular al momento que veía como Daner pateó a Margord lejos. Posteriormente, el guerrero intentó apartar la mano atrapada pero los esfuerzos eran negativos pues a él le generaba mucho daño.

    —Debiste entrenar más, ¿quién fue tu maestro? —se burló el moreno inclinándose hacia adelante para poder apreciar los quejidos que se guardaba el rubio—. ¿Y dijiste que deseaban encontrarte con alguien fuerte? —sonrió y más aún cuando tomó la piedra azul del guerrero y la arrancaba del collar.

    —Déjalo... —dijo a penar audible, asustado. Para ese momento toda la ira que sintió segundos atrás se había transformado en miedo al ver como su vida había sido tomada por Daner.

    —¿Sabes lo que significa que esta piedra este en otras manos, cierto? Tú vida ahora me pertenece, Axan.

    Una vez que Daner tenía la misma “existencia” de su compañero de viaje, chasqueó los dedos y el rinoceronte desapareciera. Azax se levantó velozmente en el tiempo en que el moreno le dio la espalda y llevándose la mano a la cintura para tomar a Cutall y en el punto en que Mall prestando atención también agarraba su bumerang.

    —¡Cuidado, Daner! —se apresuró a gritar Mall en el punto en que agarraba el bumerang para arrojarlo contra el Axan, pero se detuvo a medio acto al ver que Daner la miraba y le decía con voz

    —Tranquila, él ya no puede hacer nada.

    Y al igual que como Mall, Axan detuvo su ataque a escasos centímetros del moreno porque sintió un terrible dolor en el pecho y tras un gemido dejo soltar la espada para tomarse el pecho. Con angustia en sus ojos Axan observó a Daner, quien se dio vuelta para ser testigo de la agonía del guerrero, como la piedra azul, su vida, era apretada por el puño del mismo.

    Era bien sabido que aquellas piedras eran muy resistentes y difíciles de astillar; solo un poder intenso podían ser rotas, mas el puño del moreno estaba cubierto por un poder y tan fuerte era que este comenzaba a materializarse y verse como un humo negro sorprendiéndose a la idea de que tan poderoso era Daner, tal vez podría romperla.

    No obstante, ante eso, el guerrero intentando mentalizarse que el dolor que lo hacía sudar frío no era tanto y trató de agarrar a Cutall pero lo que ganó fue un fuerte puntapié en plena barbilla derribándolo.

    —¡¿Siguen son comprender tu posición?! Ya no puedes hacer nada —dijo Daner alterado observando como el guerrero se retorcía en el suelo.

    Calmándose un poco, Daner caminó hacia Mall y al llegar a su lado su fuerza pareció abandonarlo e iba a desplomarse en el piso si no hubiera sido porque Mall se apresuró y lo ayudó a ponerse estable. Estaba muy agotado, había hecho un gran esfuerzo por quedar a la altura del guerrero.

    —No te ves terrible —dijo Mall, preocupada.

    —Creo que estoy en mi límite —susurró.

    Y aunque se encontraba exhausto, levantó el brazo para poder usar un poco de su poder para poder transportarse a otro lado. A medio acto, Mall lo detuvo tomándolo de la mano para después mirarlo con dolor, le hizo saber.

    —Debes descansar. Por favor, ya no te exijas más.

    —De acuerdo. Pero tengo que hacer esto, te prometo que esto será la última vez. Quiero llevarte a mi casa; a mi hogar.

    Mall no muy convencida lo soltó y, él abrió un portal para que de esa manera viajaran al hogar de Daner: una habitación completamente blanca. Y como si este portal fuera una puerta y una vez la cruzaron desapareció completamente detrás de ellos.

    Los TS y del wisher, quienes siendo simples testigos del desenlace de la contienda, se quedaron por simples segundos en silencio desde que Mall y Daner desaparecieron de la vista. El wisher sonrió con burla, estaba regocijado por el resultado de la lucha contra el peón de Poder, Tiempo y Castigo.

    —Mis señores —habló el hijo de Dooró al momento que se plantaba frente a ellos. Hizo una reverencia, más que por respeto, por burla. Los miró de reojo para después continuar, con cinismo—. Acaban de presenciar algo inusual. Su peón ha sido derrotado por mi as. Me encantaría poder charlar sobre el futuro, pero por ahora, me retiro. Hasta la próxima.

    El wisher comenzó a desvanecerse como si fuera humo siendo soplado por viento, se desvaneció de la presencia del TS. Poder, Tiempo y Castigo fruncieron el ceño, completamente insultados por aquel insolente y rebelde hijo de Dooró. No obstante sabían que su humillación no llegaba a la humillación que sentía el guerrero.

    Los tres poderosos desviaron la vista hacía el caído, quien aún arrodillado golpeaba con los puños el suelo una y otra vez mientras maldecía de su incompetencia. Axan estaba frustrado, abatido, humillado. Sus ojos se inundaron de lágrimas que amenazaban en salir, y aunque luchó para que no lo hicieran, no pudo contra ellas y estas comenzaron a deslizarse por sus mejillas. En el momento en que se dio cuenta que el TS lo observaba, se puso de pie y rápidamente se limpió las lágrimas. No era momento para estar llorando como un niño. Con mirada seria se dirigió al TS.

    —Ustedes deben saber a dónde ha ido.

    —¿Piensas ir? —pregunto Tiempo—. Si te lo digo, ¿irías?

    —Es mi responsabilidad —mencionó Axan al momento que miraba las palmas de sus manos—. Fue mi culpa que esto acabara así. Fui blando. Deje que los sentimientos de compañerismo se interpusieran en mi pelea y eso hizo que yo... —guardó silencio.

    En realidad le dolía tener que ver la verdad, saber que quien consideraba su amigo y amiga de la infancia, lo hubieron traicionado. Pero sabía que debía detenerlos a cualquier precio. El guerreo no necesitaba decir más, El TS lo comprendieron, por ello, los tres se miraron para después Poder mirar a Tiempo quien a su vez asintió y al usar su poder, le indico a Poder las coordenadas presidas en la que Daner y Mall estaban. Así que, dando un paso hacia adelante y con su poder cubrir a Axan, este último fue enviado a aquella habitación.

    —¿Qué vez, Tiempo? —preguntó Castigo—, ¿podrá detenerlo?

    —Existen muchos caminos —contestó—, y dependiendo de cuál él tome, el resultado será diferente.

    —Pero tú sabes cuándo y cuál es el camino que irá a tomar, ¿cierto? —cuestionó Poder mirando a su hermano.

    —Yo, Tiempo, solo puedo ver fragmentos cortos de su futuro y, en la mayoría de ellos es victorioso. Sin embargo no quisiera indagar en ellos pues quiero confiar en que él hará elegirá el camino correcto.

    Ante las palabras de Tiempo, los dos del TS también confiarían en que Axan el guerrero de Oga'r triunfaría.


    En la habitación de blanco, Daner se encontraba arriba de una plataforma, al lado de Mall, descansando en un trono creyendo que por fin podría terminar su misión. Por ahora estaba dispuesto a reposar para descansa. Sin embargo, se inclinó hacia adelante, extrañado, al ver como a la distancia se formaba un remolino para después notar la formación de la sombra de alguien; se sorprendió de conocer a Axan.

    —¿Qué haces aquí? —inquirió el moreno, pero después comprendió que debió enviarlo Poder.

    —Estoy aquí para derrotarte.

    —Sigues sin entenderlo, ¿verdad? No puedes hacer nada en tu pésimo estado —También sabía que él tampoco—. Yo tengo tu vida. ¡Si quiero te puedo matar aquí y ahora!

    —El que no entiende la situación eres tú —habló Axan, con determinación—. ¡Inténtalo, pero para antes de eso estarán muerto!

    El guerrero ciñó a Cutall y corrió hacía donde Daner, pero se paralizó a medio camino al volver a sentir el fuere dolor en su pecho. Daner envolvió con su poder la piedra azul, la que por cierto ya la tenía colgando en su cuello como trofeo, causándole mucho dolor.

    Con sudor por todo su rostro y con un gran esfuerzo Axan se puso de pie, ignorando completamente la dolencia; todavía seguía respirando y eso era lo importante. Aquel acto, sorprendió a Daner, quien impresionado por la resistencia del guerrero, apretó con más fuerza la piedra azul. Al ver a Axan de nuevo paralizado y arrodillado mientras se agarraba el pecho y dibujaba muecas de dolor, Daner sonrió, se levantó del trono y bajó de la plataforma para poco a poco acercarse al enemigo derrotado, le hizo saber:

    —Yo me rijo por mis propios deseos. Y tú te riges pensando en el bien de los demás —Daner se inclinó y tomándolo del cabello obligó al rubio que levantar la cabeza para que lo viera a los ojos. Daner dibujó una desquiciante sonrisa, burlona al momento que sus ojos reflejaban la misma locura, concluyó—. Una diferencia muy grande.
    Daner arrancó el ornamento de su collar y le enseñó la piedra.

    —Adiós, querido amigo.

    Estaba por hacer muchos pedazos la piedra azul de Axan cuando algo lo dejo con la boca abierta, Axan se puso de pie a pesar del sufrimiento que sentía, agarró la muñeca de Daner y apretándolo con tal fuerza que nadie se imaginaria que estuviera sufriendo, lo miró. Ambos se observaban con desafío. Daner admitió la fuerza de voluntad del guerrero. Con la mano izquierda—cual tenía libre—creó una daga para poder herir el costado del rubio, sin embargo, fue detenido por la mano libre de Axan, quien aprovechando aquella situación le dio un fuerte cabezazo y tal acto hizo que su adversario soltara la daga y retrocediera con un punzante dolor en la cabeza, y en ningún momento soltó aferrado a la piedra azul.

    "Él que esta derrotado eres tú" pensó Axan observando como Daner se llevaba la mano a la boca para toser sangre. No cabía duda, esa sangre no era producto del golpe, sino del castigo que padecía.

    "Que increíble fuerza" reflexionó Daner mirando con asombro las facciones serias de Axan

    Aun teniendo en su poder la piedra de vida del guerrero, Axan seguía de pie, luchando... no logró intimidarlo. Aquel guerrero tenía corazón de hierro. Sabía que para ser digno de pelear contra él necesitaba más fuerza pues el estúpido castigo lo estaba limitando mucho, y más claro le fue ese hecho cuando se alejó para evitar ser cortado por la espada de Axan y lo alcanzó a herir.

    —¡Daner! —gritó Mall desde la plataforma, observando todo lo sucedido y, dispuesta a ir a auxiliarlo.

    —¡No te atrevas a venir, Mall! —gritó Axan, mirando con dureza a la mujer, quien se detuvo sorprendida—. ¡Si das un paso más no dudaré en rajarte!

    Aun así, ella estaba dispuesta pero, se volvió a detener asombrada de ver como Daner, quien se tomaba el corte y sangraba, levantó el brazo para indicarle que se quedara en donde estaba. Axan estaba furioso, habían despertado su verdadera bestia de lucha. ¿Y él? Su fuerza estaba alejándose completamente de él, a duras penas podía mantenerse en pie. Sus piernas temblaban, y no estaba del todo seguro si era por su condición débil o, por el miedo del guerrero.

    "¿Voy a morir?" se preguntó cuándo en un abrir y cerrar de ojos el guerrero desapareció ante su vista y, de la nada, estaba detrás de él.

    El mago envidió la velocidad, el poder, la fuerza, la voluntad, pero sobre todo, lo que más envidiaba de Axan en esos momentos era la buena salud. Aun así, no deseaba morir, se arrojó al suelo para esquivar el corte de Axan, rodó por el suelo y levantándose, comprendió que no había esquivado del todo el movimiento de Axan, se dio cuenta de eso al presenciar como montones de chorros de sangre lo empapaban desde la espalda. Su vista se nubló, estaba perdiendo sangre, estaba perdiendo la conciencia, se inclinó mientras escuchaba desvanecerse la voz de la mujer que amaba que repetía una y otra vez su nombre.

    Él sonrió.

    "No soy digno rival para ti, Axan, no estando en esta degradante condición" levantó sus manos para verlas temblar, como si tuviera frío, en realidad era eso, un frío se apoderaba de todo el cuerpo. "Ahora lo comprendo. Quiero estar a tu nivel y poder ser un merecedor rival para ti. Deseo poder probar mi verdadero poder con el tuyo, amigo."

    —Dooró —susurró, sin fuerza.

    Por fin comprendió cual debía ser su deseo. Por otro lado, el wisher estaba esperando por ese momento, el que pidiera algo, lo que fuera, pues no le agradaba nada la en la situación en la que su amo estaba. Él apareció a su frente esperando que su petición fuera bien pensada.

    —Dooró, quiero que volvamos a nacer, concédeme ese deseo.

    Quiso volver a enfrentarse en otro momento con Axan, pero esta vez sin su enfermedad.

    El tiempo se detuvo para todos para todos hasta para los TS, un momento privado entre el contratado y en contratador, que ni siquiera Tiempo podía saber cuál había sido el deseo que Daner pidió. El wisher sonrió ante tal deseo, observó el demacrado rostro de Daner, lo único que él deseaba era que cumpliera su propósito, el de robar la llave para poder liberar a sus hermanos. Comprendía más allá el significado de ese deseo, no solo volverían a nacer Axan, Mall y Daner, él también se contó con el "volvamos".

    —"Bien, obtendrás ese deseo".

    Del otro lado, Los TS sintieron una fuerte energía, con su sexto sentido supieron que el hijo de Dooró por fin había concedido la petición de Daner.

    —¿Cuál fue el deseo de él? —cuestionó Poder dirigiéndose a Tiempo.

    —No lo sé —admitió—. Pero si Daner pidió su deseo, él está libre.

    Los tres se materializaron a la habitación blanca, observaron con detenimiento el cuarto, encontrándolo completamente solo, no había ningún alma, ni siquiera estaban los tres amigos.

    —Mis señores —se escuchó como eco la voz del wisher, los TS se giraron para encarar al dueño de la voz, el hombre dio una reverencia ante la presencia de los fragmentos de lo que fue alguna vez el poderoso Bigter—. Ahora estoy en completa disposición. Pueden hacer lo que deseen conmigo —mostró las tres piedras de Color que eran de los tres guerreros—. Esto es lo único que queda de ellos —mostró rostro abatido y continuó con la voz más falsa de tristeza posible—. Ellos se han ido.

    Y aunque los TS nunca pudieron sacar información del wisher sobre lo que ocurrió en esa habitación o cual fue el deseo de Daner, no se contuvieron al darle el castigo que merecía aquel desobediente hijo de Dooró; un castigo que posteriormente llevo al wisher a la muerte. De esa manera llevándose consigo a la sepultura, la "verdad del deseo". De esa forma, el wisher volvió a nacer como un ayudante de Los TS, que al recordar lo que en verdad era, decidió robar las piedras de Color que en todo aquel tiempo se mantuvieron en la estancia de los TS, para así encontrar a sus dueños, puesto que una vez tuvieran esa piedras en sus manos, ellos podían despertar del sueño en que se encontraban ellos.


    Ustedes, sí, ustedes que leen esto les agradezco mucho el que hayan llegado hasta aquí. Muchas gracias a los que leer y por supuesto más a quien comenta. No tengo palabras para describir lo feliz que me hace que alguien le haya dado una oportunidad a esta historia. Tan solo ese agradecimiento lo puedo resumir en una palabra: Gracias.

    Y por si creían que ese discursillo cursi era porque ya voy a terminar esta historia, pues no, están equívocos, todavía hay más historia.
     
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    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

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    Vaya, vaya, sí que han sucedido varias cosas aquí. Para comenzar, me gustó mucho esta otra historia, esta otra vida, una pasada de los tres amigos, cómo se conocieron en esa existencia, de qué manera Daner liberó al wisher y de esa manera obtener la oportunidad realizar un deseo, el que fue el final de esas vidas. Me pareció genial cómo utilizó la petición de su deseo, el volver a la vida para enfrentarse con Axall en mejores condiciones y no tan enfermo como estaba, una enfermedad que fue justo castigo por asociarse con el wisher y así ayudarlo a liberar a sus hermanos. Además me pareció muy interesante de qué manera el wisher también fue incluido en ese deseo y nacer así como ayudante del TS, wow, impresionante.

    Y la nota final me dice que esto todavía no concluye, y el final de estas vidas me aclaran las del presente... o futuro, pues al principio tenemos la manera en que las nuevas vidas han vuelto a reencontrarse, han vuelto a nacer justamente como el indigente y la pregunta que surge ahora es: ¿se hará realidad la siguiente parte del deseo de Daner? Él y Axel se enfrentarán de nuevo? Y Mall , ¿de qué parte se pondrá? ¿Traicionará de nuevo a Axel? Ya de por sí me cayó mal por traicionarlo en la vida pasada... digo, está bien que se enamoró de Daner, pero Axal era su amigo, su mejor amigo. Está bien, ella se vio dividida por cariños que son diferentes y ganó el más fuerte, el del amor romántico que estuvo sobre el del cariño de la amistad. Ay, tendré qué esperar para ver cómo sigue esto.

    Por cierto, me pareció muy graciosa la escena del baile. Puede imaginarme a Mall y Axal bailando una melodía movida con movimientos muy lentos, jajaja, eso de no saber bailar, ains, y luego el que a Axal lo sacara a bailar esa... ¿chica? ¿Sí era femenina? Espero que lo haya sido ewe. Y las peleas, muy emocionantes, así que disfruté mucho de la lectura de los capítulos.

    Nos vemos en el que sigue y estoy feliz de ponerme al corriente con esta obra. TQM
     
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    Borealis Spiral

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    E insisto, las peleas que te mandas son geniales. De veras que no sé cómo te las sacas de la cabeza; a lo bien que debes agradecer que ves muchas acción para inspirarte, ¿no? Jajaja.
    Cielos, por un momento pensé que Axan en verdad iba a terminar mal, peor que mal, pues Daner logró aserce de su vida y todo porque el entrenamiento de Axan sólo lo dejaba ser consciente de un oponente. Fue una buena estrategia la de Daner al enfocarse en el punto débil del guerrear del rubio, allí sí no le diré que fue sucio, no, fu estrategia. En cambio, me dolió mucho que lo hiciera sufrir al amenazar con romper su piedra de vida. Ah, con amigos como esos para qué quiero enemigos xD

    No obstante, ambos estaban más que decididos a cumplir su propósito independientemente de lo mal que estuvieran, pues mira que Axan no se intimidó ni perdió su fuerza de voluntad ni porque su vida estaba en manos de Daner y el mago, bueno, tampoco se dio por vencido, pues al final usó el deseo del wisher para renacer y enfrentarse a Axan sin enfermedad de por medio. Y qué pillo el wisher por incluirse en ese deseo y así renacer también como nadie menos que como el ayudante o.o Ese es otro que quiere realizar su cometido también a toda costa, aunque admitiré que adoro cómo es de sinvergüenza con el TS xD No los respeta nada... Qué mala soy con mis amores platónicos :P

    Y nada, las preguntas son las mismas que las de Master en cuanto a las vidas de ahora Dan, Axel y Morgan. ¿Recordarán todo? ¿Qué camino tomarán? ¿Nuevamente su amistad se verá en peligro? Y nada, espero el siguiente capítulo con ansias y me despido ahora. Te cuidas.

    Hasta otra.
     
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  5. Threadmarks: Recuerdos: ¿Quieres pedirlo?
     
    Sonia de Arnau

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    Debo de admitir que hasta para mi, este capítulo me pareció algo enredoso y dificil de explicar. Díganme la verdad, ¿es confuso? Fuera de eso, agradezco, como siempre, a @Marina y @Borealis Spiral por dejarme su comentarios y, por supuesto, también gracias a los lectores denominados fantasmas xD


    Recuerdos: ¿Quieres pedirlo?

    Los años miraron con asombro,

    nuestro crecimiento de hombro a hombro.



    Desde este punto volveré a redactarles sobre la vivencia Axel, Dan y Morgan; quienes nacieron en otra época y en otro universo, mas siguen siendo Axan, Daner y Mall. Ya había pasado un par de años desde que se volvieron a conocer, sin darse cuenta que de nuevo eligieron el desastroso destino. Sin embargo, siguieron viviendo momentos muy agradables.

    Uno de ellos cuando Dan, quien era un joven reservado y por eso maltratado por parte de sus compañeros de clase, y aunque él podía hacerles frente en pelear, deseaba no hacerlo porque no le gustaba meterse en problemas. Ya sé lo que dirán, “¿en verdad es el mismo Daner?” Por supuesto, cuando vivió en Paslé, cuando todavía era nombrado como Daner, era alguien muy callado y reservado, aunque no era molestado por sus compañeros.

    Un día como cualquiera, al salir de la secundaria, comenzó a caminar para llegar a la plaza en donde se reuniría con sus amigos y cuando cruzó por un parque se encontró con la desagradable sorpresa de ver a tres de sus compañeros de clase que se auto nominaban "bravucones". El joven moreno no estaba con ganas de tolerarlo por eso iba a retirarse, no obstante ellos terminaron viéndolo y sonriendo entre sí, se acercaron a Muller para "saludarlo".

    Su saludo fue el arrebatarle la mochila para comenzarla a patearla como si se tratara de un balón de fútbol soccer. Y una vez saciaron su gusto de ensuciarla, sacaron todo lo que había adentro y empezaban a arrojar cuadernos, libros, plumas y demás utensilios al dueño. Dan, muy molesto, decidió no hacerles caso y comenzar a recoger sus pertenencias, ¿por qué tenía que soportar tal acoso?

    —¡Dejen eso, bribones maleducados! —Los jóvenes detuvieron de lanzar los libros y vieron a una joven que los miraba con repulsión—. ¿Sus padres no les enseñaron a respetar al prójimo? Gente como ustedes solo saben molestar a los demás y eso me repudia más que nada. Dejen en paz a mi amigo, escoria de la humanidad.

    —¿Qué? ¿Cómo nos llamaste, niña? —cuestionó incrédulo uno de ellos, ofendido más que nada.

    Otro de ellos hecho a reír abiertamente y después dirigir la vista al moreno y decir:

    —¡Ah, ya lo entiendo! Tu príncipe vino a salvarte, damisela —continuó mirando a Dan con burla y después miró con seriedad a la joven—. Y tú, ¿crees que por ser mujer no te vamos a dar tu merecido? Así que mejor ve a jugar con tus muñecas, niña, o saldrás lastimada e iras a llorar con tu mami y papi.

    Escuchar eso provoco que Morgan realmente se enojara, tipos machistas, odiosos y repugnantes. Ella dibujó una sonrisa, ahora mismo les iba a enseñar que las clases de defensa personal que sus padres le obligaban a tomar no habían sido en vano, a esos muchachos los iba a golpear hasta que pidieran clemencia.

    —Pues ahora mismo les doy su merecido —dijo ella arremangándose las mangas de la camisa.

    —¿Vas a golpearnos? ¿Tú? —se burló uno de ellos fingiendo estar asustado.

    —No lo hagas, Morgan —se acercó Dan a ella para detenerla al ver que de verdad iba a golpearlos.

    No quería meterse en problemas y mucho menos que Morgan se metiera en problemas con los adultos por su culpa, pero desafortunadamente no solo su amigo rubio se conocía por meterse en pleitos, Morgan también tenía un fuerte carácter.

    —Él tiene razón, muñeca, mejor no te metas.

    Morgan dibujó una mueca de desagrado al escuchar que alguien le dijera “muñeca”, dirigió su mirada más seria a los tres sujetos y alzó la voz al preguntar:

    —¿Quien se atrevió a decirme muñeca, ¿eh? ¡Que dé un paso al frente!

    Los tres jóvenes se miraron, y después apuntaron detrás de Dan y ella, entonces, y Morgan como Dan se giraron para ver que Axel dejaba sobre el suelo su mochila y con la típica sonrisa burlona que tanto lo caracterizaba, respondió a su amiga:

    —Lo siento, Morgan, no evite soltar esa línea —acto seguido, dirigió la vista a los tres bravucones—. Morgan, no gastes tu valioso tiempo en gente idiota como ellos. Son solo chicos que no tienen nada más que hacer que molestar a tipos que son menos fuertes que ellos, dan lastima.

    Ella bufó:

    —¡Ja!, mira quien habla. Llegas tarde… como siempre.

    —Lo siento, lo siento, pero no podía escapar del sa... —fingió toser—, digo, estaba ocupado en otro asunto importante, algo de vida o muerte.

    El rubio volvió a prestar atención a los tres bravucones cuando uno de ellos tosió para hacerse saber que seguían en ese lugar y que no los ignoraran.

    —Seré bondadoso con ustedes —continuó Axel mientras tronaba los dedos de su mano—. ¿Prefieren irse o desean probar el sabor de mis puños?

    Los tres se sintieron ofendidos de lo que dijo, así que ellos se fueron contra el rubio, así formándose una pelea de tres contra uno.

    —¿No piensas detenerlo? —preguntó Dan a Morgan al ver la pelea que tenía su amigo salvajemente con los jóvenes.

    Morgan respiró hondo mientras cruzaba los brazos, después asintió al pensar que tenía que ayudarlo, no obstante, en el momento en que dio el primer paso, Axel la detuvo al gritarle:

    —¡No lo vas a hacer! —golpeó el rostro de uno de ellos, se giró para verla—. No necesito ayuda, puedo solo, de verdad.


    No transcurrió mucho tiempo cuando la pelea se dio por terminada, al final lo chicos molsos decidieron rendirse a pesar de que fue Axel quien ganó muchos golpes como heridas. Pero los rivales no pudieron hacer nada contra la voluntad inquebrantable del rubio pues cada vez que era derivada, él se levantaba para continuar. Le tuvieron miedo. Por otro lado, sus amigos lo regañaron. Encontrándose en la casa de Morgan y mientras le colocaba un algodón con alcohol sobre las heridas que le hicieron en el rostro a Axel, le dijo:

    —Eres un idiota.

    —¡Ah! Cuidado, Morgan, eso duele. No seas tan brusca, ¿quieres? —Se quejó el rubio, casi derramando lágrimas por el ardor que sentía—. Eres una chica ¿no? Debes tener tacto dulce... ¡Ah! ¿Qué te dije?

    —Ya te escuche, además, estoy molesta porque tú nunca dejas de buscar peleas. Tus padres te regañaran de nuevo al verte en ese estado.

    —Estoy de acuerdo con ella —habló ahora el moreno—. ¿Por qué no dejaste que te ayudáramos? ¿Uno contra tres? Que bajo han caído aquellos tipos al aceptar esa lucha desigual.

    El rubio observó a sus compañeros para después desviar la vista e informarles completamente serio.

    —Escuchen, saben que yo no tengo buena reputación. A mí no me gustaría que salieran dañados. Además, quiero evitar que sus padres o los profesores los regañen —Exhaló aire—. Yo ya estoy acostumbrado a que mis padres y los maestros me reprendan, así que ¿qué más da otro regaño más? Yo voy a ser quien los defienda. Prometo defenderlos, deseo ser a quien golpeen en vez de que ustedes sean golpeados.

    Morgan sonrió.

    —Ya lo dije, eres un idiota.

    A Axel le encantaba estar con ello. Nunca llegó a divertirse tanto cómo cuando estaba a su lado y era por eso que quería que su amistad dudara mucho, mucho tiempo. Después los observó para concluir con una gran sonrisa en su rostro:

    —Para eso están los amigos, ¿no?

    Ahora un par de años después ese joven que había hecho esa promesa desde el fondo de su corazón, se encontraba saliendo de la estación de camiones. Corrió y corrió con la intención de no detenerse hasta llegar a su destino asignado, ya que se había quedado de ver con sus amigos y estos no se conocían por ser personas pacientes. A pesar de que él solía ser amable cuando chocaba con alguna persona en la calle, en esa ocasión, no se detenía para disculparse, seguía su recorrido sin voltear hacia atrás.

    Cuando visualizó el nuevo puente de peatones, disminuyó la velocidad. Se detuvo por completo para mirar detenidamente su alrededor, para ubicar a sus compañeros. El puente estaba concurrido a pesar de que era muy de mañana. Caminó al poder ver a sus dos amigos.

    —Siento mucho la tardanza —se disculpó en el momento en que se paró frente a ellos. —El camión tardó más de lo usual.

    —Hay Axel, siempre dando excusas —dijo Morgan con tono molesto.

    —No es para tanto —se defendió el rubio al notar el rostro enojado que lanzaba a su cansado ser—. Falta mucho para que las clases comiencen ¿Verdad, Dan? —El nombrado desvió su pérdida mirada de los carros, a la de la persona que lo nombró—. Hola, Dan —saludó con la mano casi pegado a su rostro al notarlo distraído.

    —Es cierto, Morgan —fue la única respuesta por parte del joven volviendo a prestar atención a los vehículos.

    —Bueno. Vámonos —habló la mujer, deseosa de estar dentro de la universidad; ya que a ella le encantaba el estudio, todo lo contrario a sus dos amigos varones.

    Dan se retiró de los barandales del puente y comunicó:

    —Yo no voy a ir.

    —¿¡Como que no piensas ir!? —cuestionó Van incrédulo y con tono enojado al escucharlo decir eso.

    —Creo que tú eres la última persona que puede regañarlo —informó Morgan—, ¿cuánto solías faltar a clases?

    Axel volvió su mirada a la joven con incredulidad al escucharla pronunciar tales palabras.

    —De eso hace mucho tiempo. Estaba en primaria y odiaba la escuela... más que ahora —se defendió y era verdad que se hacia la famosa pinta, pero ahora se trataba de un joven responsable. El niño violento era cosa del pasado—. ¿De verdad no piensas ir?

    El joven no respondió, se limitó a negar con la cabeza.

    —¿Sabes que hoy tenemos un partido contra otra escuela? De acuerdo, no se te puede obligar —mencionó al final, tomó a Morgan del brazo indicándole que ellos sí debían asistir. Ambos conocían cómo era Dan, muy difícil de hacerlo cambian de parecer. Era testarudo.

    Con ese hecho, Axel y Morgan se dispusieron a caminar al lado contrario que Dan tomó. Morgan se detuvo y miró sobre su hombro, observando la espalda de Muller que se alejaba con cada paso que daba. ¿Por qué era tan distante? ¿Por qué razón le preocupaba tanto él? Deseaba poder ser uno con la soledad de Dan. Quería estar siempre a su lado, acompañarlo a donde fuera que él anduviera; compartir sus gustos y disgustos y aún más que nada, deseaba con todo su corazón, desaparecer ese hueco en su ser que nacía cada vez que lo miraba.

    —¿Morgan? —Sus pensamiento volvieron a la realidad, miró a Axel —¿Nos vamos? —asintió y retomó el paso.



    Por el otro lado, Dan caminó hasta llegar a su lugar favorito; el parque que yacía cerca de su hogar. Ese lugar que le llamaba mucho la atención desde el momento en que llegó a esa ciudad; fue atraído a esa zona específica, ya que estar allí le devolvía tranquilidad a sus profundos sueños y pensamientos. Se recargó en la parte trasera del respaldo de una butaca y detalló los puestos del otro lado de la calle.

    —Mi mente está un poco desordenada —habló al vagabundo que había aparecido sentado en el banco—. A veces sueño cosas que me traen nostalgia.

    —¿Serán fragmentos de lo que alguna vez fuiste e hiciste?

    —Entonces, ¿qué debo hacer para saber mi vida pasada?

    —Yo no puedo hacen nada, eso depende completamente de ti. Además, sabes que tienes dos deseos, ¿quieres pedirlo?

    —No. Me gustaría pensar un poco más sobre eso, me da un presentimiento sobre que debo pensar muy detenidamente en lo que debo pedir.

    —Eso es muy sabio —el vagabundo se levantó y se estiro en toda su altura.

    Dan se volteó para mirar al hijo de Dooró y preguntó:

    —Siempre me he preguntado qué es lo que haces cuando no estás conmigo.

    El vagabundo sonrió, ¿qué clase de rara pregunta era esa? ¿Una pregunta capciosa? ¿Tramposa? ¿O simple curiosidad? Amplió su sonrisa al ver la oscura mirada del pelinegro, después respondió con ironía:

    —¿Qué más podría hace que hacer honor al apodo que me he ganado en este mundo?

    Ignorando la nada discreta mirada de Dan, el vagabundo desvió la vista a cierto punto, entrecerró sus ojos, "Ya han comenzado a moverse" pensó al momento que trazaba una sonrisa.

    —Dime, Dan, ¿no piensas ir a la escuela?

    —¿Desde cuánto te preocupa eso? —indagó, extrañado.

    —Nunca en realidad, pero, tengo el presentimiento que algo grande ocurrirá hoy.



    En las instalaciones escolares, Axel y Morgan se encontraban sentados en una mesa a la hora del almuerzo. Ambos conversaban sobre temas típicos de estudiantes. Hasta que el varón recordó lago.

    —¡Oh! Hablando de que debemos estudiar sobre el examen de química, sabes que la feria llegara para esta semana a la ciudad, ¿verdad?

    Morgan rio divertida.

    —¿Y la feria que tiene de relación con la química?

    —Nada en realidad, solo me acorde. Y dime, ¿te gustaría que fuéramos? —a pesar de que él era muy abierto con ella, decirle lo anterior le resultó muy difícil, puesto que más que ir de paseo o amigos, lo quería ver como una cita.

    —Claro, me encantaría —el interior de Axel se levantó animoso, pero cayó ante la continuación de ella—. Espero que Dan también le parezca y nos acompañe.

    "¿Él? Yo quería que fuéramos solo nosotros" pensó desanimado, volviendo el rostro para que no viera su pena.

    —¿Qué estará haciendo, ahora? —cuestionó la mujer, pensativa—. Últimamente lo he visto muy serio, como si no fuera él.

    —Quien sabe, yo lo veo igual que siempre.

    Fue cuando vio a Dan entrar a la cafetería. Se levantó, había pensado que no había ido.

    —¡Hey! Dan, por aquí —señaló al joven. Dan se acercó a ellos—. Dijiste que no ibas a venir.

    —Después de todo, cualquiera puede cambiar de opinión.

    —¿Recordaste que hoy tenemos practica? —cuestionó el rubio mientras observaba divertido el rostro de su amigo. Dan casi no demostraba emociones en el rostro, pero Axel lo conocía tan bien que sabía cuando se molestaba y ese momento, el moreno lo estaba.


    *carita feliz* *carita sonriente* y la mejor, *carita sarita*
     
    Última edición: 2 Marzo 2016
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    Borealis Spiral

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    ¿Carita sarita? xD Ay, mujer, a veces... a veces xD En fin.
    No, a mí no me pareció confuso el capítulo, pero será porque estoy más que acostumbrada a tu manera de redactar. Quizás lo decías por lo del transcurso del tiempo, pues recordando que antes de que se narrara su vida pasado, los tres se habían conocido en el presente estando en primaria y luego pasaron un par de años y luego otro par de años, pero creo que los lapzos quedaron bien, no sé.
    El caso es que me ha gustado el capítulo. Se ve que conforme Dan crece más comienza a recordar (o soñar) lo que fue de su anterior existencia, por lo que cada vez se ve con la necesidad de enterarse de más; no obstante, no quiere pedir su deseo en saber la verdad. Hm, ¿al final en qué gastará esos deseos? Además, la alusión que hizo el vagabundo de que han empezado a moverse es intrigante. ¿Se refería al TS?

    Eso sí, la promesa que Axel hizo en su momento al enfrentarse a esos bravucones fue muy linda; algo cursi siendo que viene del chico problemas, pero por lo mismo fue tierna xD Sí, me burlo de él por ser tan blando y qué :P No obstante, algo me dice que al final esa amistad y esa promesa ser irán al traste D: Me acuerdo de su vida pasada y del hecho de que el narrador diga que optaron por seguir el mismo fatal destino y no me alienta nada. ¿Se repetirá la historia de traición y dolor? Bueno, cuestión de seguir leyendo, así que espero el siguiente capítulo con ansias. Por el momento me despido y te me cuidas.

    Hasta otra.
     
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  7. Threadmarks: Primer Deseo: ¿De quién está hablando?
     
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    @Borealis Spiral Ufff, *se limpia el sudor imaginario (xD)* que bien, me alegra que el capítulo se haya entendido, por lo menos tú, Bore, le entendiste y eso es mucho que decir porque cuando hago algo que de verdad esta revuelto, ni tú le entiendes. Me alegra que te haya gustado el capítulo.
    Pues na' les dejo el próximo capítulo.

    Primer Deseo: ¿De quién está hablando?


    El equipo de fútbol soccer se preparaba para salir al campo y jugar contra otra escuela. A pesar de que no se trataba de un juego oficial y solo era una práctica, en esa preparatoria siempre se le daba un esfuerzo e importancia al equipo aunque se tratara de una simple práctica. Para los estudiantes y jugadores cada juego era importante.

    —¿Vas jugar? —preguntó Axel a su amigo, quien miraba el campo pensativo.

    —No.

    —¿No lo harás? —Se sorprendió un poco—. Sabes, me he preguntado mucho... —guardó silencio y volvió a mirar a Dan quien en ningún momento dejó de prestar atención al campo.

    Axel a veces no podía familiarizarse con el razonamiento de su amigo. Hasta había ocasiones que le parecía una persona misteriosa y muy cerrada. Ya hacía cinco años que lo conocía y todavía se le hacía difícil traspasar la barrera que Dan ponía para evitar que alguien pasara y leyera sus pensamientos y sentimientos.

    —Entonces, ¿qué ibas a decirme? —Inquirió Dan ahora mirando a su compañero, extrañado porque quedo en silencio algo por demás extraño en él.

    —Que tú nunca juegas. ¿Por qué entraste al equipo de fútbol soccer entonces?

    —Porque apuntaste mi nombre en la lista.

    —¡Ah! Es verdad —comentó avergonzado el rubio al recordar tal fechoría—. Bueno, me alistaré.

    Los alumnos estaban listos, sentados en la banca esperando que diera comienzo el partido, se les podía ver serios como si se tratara de una jugada oficial. Los jugadores salieron al campo y se colocaron en su posición.

    —Entrenador —alguien se acercó al profesor, el hombre tan solo se limitó a observarlo—. Mario y Pablo están expulsados.

    —¡¿Qué?! Esos dos... —el entrenador no pudo creer la falta de responsabilidad de parte de sus alumnos, lo bueno de eso era que no se trataba de un partido oficial porque ellos eran de sus mejores jugadores. Dirigió su vista a Dan —¡Hey Muller! Sal a jugar.

    —¿Eh?

    —Nada de "eh", sal ahora, demuestra de lo que estás hecho.

    El moreno hizo un sonido de disgusto con su lengua, no le gustaba ningún deporte y mucho menos el fútbol soccer. ¿Por qué no mandaban a alguien más? Había por lo menos tres alumnos disponibles que ansiaban estar en el juego. No obstante, no tuvo opción y salió a tomar posición, era defensa. Con todos los miembros completos, el partido inició. La multitud de espectadores comenzaron a aplaudir y animar a su equipo, sin dejar de mirar la pelota que viajaba de un extremo de la cancha al otro, siendo manejado casi por profesionales, todos poniendo su parte en el juego a excepción de uno, Dan Muller tan solo se limitaba a caminar de aquí a allá deseoso de que todo esto terminara a la hora de ya.

    —¡Mueve tu trasero, Muller! —gritó el maestro irritado por la pereza de él.

    Por otro lado, Dan se detuvo y, se limitó a seguir el balón con sus ojos. Estaba retando al entrenador de física y el profesor se dio cuenta de eso por lo que dibujó una mueca en el rostro. Sin ninguna duda, Muller era más dolor de cabeza que los “rebeldes”. Mientras el maestro observaba sin pizca de contento en sus ojos al jugador más antipático de su equipo, en las gradas donde varios alumnos de esa misma escuela observaba el juego, un grupo de mujeres miraban a Dan caminar y una de ella dijo mirando a Morgan.

    —No entiendo por qué se apuntó al equipo si no goza jugar. A ti te gusta ¿verdad, Morgan?

    —¿Eso es cierto, Morgan? Él es muy extraño —Se metió a la platica otra compañera—. Es muy callado y reservado. A lo personal yo preferiría a Axel, es mucho más alegre. ¿Qué le viste a Muller?

    La joven tan solo sonreía a los comentarios de sus amigas. ¿Por qué prefirió a él? ¿Por qué sentía una atracción hacia Dan? No lo sabía con exactitud, pero ese amor le nacía desde muy dentro. Con tan solo verlo a los ojos, ese "algo" hacía que ella se sintiera en concordia con él, una armonía indescriptible sintiéndose como si hubiera nacido para estar a su lado.

    —Tampoco es muy guapo que digeramos —siguió hablando la amiga.

    —Ya, Mónica —habló Morgan avergonzada—, a ti te gusta el capitán del equipo, y a mi no se me hace carita ni guapo. Sí, me gusta él, no puedo evitar sentirme tranquila y protegida cuando estoy a su lado.

    AL escucharla decir eso, las compañeras de ella comenzaron a empujarla levemente al momento que decían :

    —Eso si es amor del verdadero.



    Por otro lado, el entrenador ya colérico por la actitud desafiante de Dan, gritó:

    —¡Muller, si no juegas como Dios manda, en el próximo juego oficial te pondré de portero!

    Esa concurrente oración provocó que el castaño tomara el juego enserio, y es que de verdad no quería eso, así que empezó a correr y a quitarle el balón al enemigo, se dirigió a la portería contraria maniobrando increíblemente la pelota, esquivando a los del equipo contrario y cuando hubo la oportunidad, se la pasó a un compañero.

    —¿Y dices que por qué te apunté? —Dan oyó la voz entre cortada de Axel detrás de él, se volteó—. Eres bueno en esto —le dijo entusiasta y maravillado por lo que vio. Le dio una palmada en la espalda y corrió alejándose de él para poder seguir con el partido.

    El partido estaba a punto de terminar y el marcador mostraba favor para la preparatoria de Axel y Dan. El último se detuvo drásticamente al sentir algo inusual, como mera reacción se llevó su mano a su pecho y no sintió la piedra debajo de su ropa, se estiró la cadena dándose cuenta que la piedra se le había caído. Miró a su alrededor turbado. Corrió, no le sería tan fácil recorrer el enorme campo. Los jugadores comenzaban a retirarse, ya que el juego había terminado. En una de esas vio a Axel que se agachó para recoger algo del suelo.

    —Eso es mío —le informó el castaño mientras se arrimaba a su compañero y el rubio se lo devolvió.

    —Esa piedra...

    —¿Qué tiene?

    —Nada realmente. Es solo que yo tengo una parecida —Del bolsillo sacó la piedra azul y se la mostró. Dan la observó detenidamente—. Morgan tiene una igual, ¿no te parece extraño que los tres tengamos una?

    —No lo creo —dijo Dan mientras retomaba el paso.

    —¡¿Irás a la feria con Morgan y yo?!

    —¡Lo pensaré!

    —Siempre dices lo mismo —susurró el amigo.

    Muller salió del campo. Escuchó aplausos y risillas de alguien por lo que se volteó a la izquierda para ver al dueño de los aplausos; el vagabundo se encontraba sentado en el suelo, bajo las sombras de las bancas desde donde los alumnos veían el partido.

    —Eso fue divertido. Hubieras visto tu rostro de preocupación cuando te diste cuenta que no llevabas encima la piedra —el joven no se detuvo y optó por ignorarlo, pues no le encontraba la gracia a nada—. Es verdad —se puso de pie para seguir a Dan—, esa cosa es tu vida, por esa razón, en las manos de alguien diferente es peligroso para ti. Tú más que nadie lo sabe. Ya que has tomado la vida de Axan.

    Dan recordaba un poco de ese hecho pasado; era verdad, había hurtado la piedra azul de Axan, tomó su vida en su manos, literalmente hablando. Y hacía pocos minutos antes, Axel había tomado la suya igual, por esa razón se había preocupado, lo bueno era que su amigo era un ignorante y en ese momento no sabía lo que había tenido en sus manos. Aun así, no deseaba que algo así pasara en el futuro, por esa razón, decidió algo. Observó directamente al vagabundo que se mantenía detrás de él.

    —Ya sé cuál será mi primer deseo.

    El hombre prestó atención.

    —Pídelo, lo estaré esperando.

    —Dooró, quiero que esta piedra sea parte de mí —golpeó su pecho—, concédeme ese deseo.

    Al pronunciar las palabras claves, el vagabundo cerró sus ojos, momento en que el tiempo se congeló; toda persona incluyendo a Dan. El wisher tomó la piedra y la observó por unos segundos; ante eso, una extraña sombra salió detrás de él, era enorme de unos tres metros y medio de altura, esta era su forma no humanoide. La piedra en sus manos comenzó a arder del mismo color de esta, la acercó al pecho del joven y poco a poco se incrustó en este, volviéndose uno, tan solo dejando ver una pequeña fracción. El vagabundo aparto la mano y después el tiempo volvió a la normalidad en un abrir y cerrar de ojos. Dan sintió una dolorosa pulsación en el pecho, tosió provocando que se inclinara al frente y se sobó el lugar dolorido.

    —Se te pasará rápido —mencionó el vagabundo.

    Dan lo miró desde su posición, abrió los ojos como platos, sorprendido por lo que vio, todo y cada uno de sus recuerdos volvieron a él. Su misión.

    —¿Lo has recordado?

    Cuando el dolor disminuyó, Dan se irguió y no contestó nada, más bien miró al hombre frente sí, sus ojos mostraban asombro, por fin comprendió la razón verdadera por la que se encontraba allí, con ese conocimiento que había perdido cuando nació en ese mundo, pero que ahora lo volvía a tener; debía volver a comenzar todo y para poder conseguir el poder de los hijos de Dooró, debía conseguir la llave que abría el abismo donde se encontraban cautivos y, guardar su último deseo.

    En el vestíbulo, Axel seguía recogiendo sus prendas de vestir para guardarlas en una bolsa e irse a buscar a Morgan e invitarla a comer. No es que nunca hubiera salido con ella, pero cada vez que salían juntos siempre eran los tres, pero esta vez deseaba que solo fueran ella y él. Se dispuso a salir del vestíbulo, pero se detuvo en seco al escuchar un extraño ruido proceder desde adentro, se extrañó por eso, pues antes se había percatado de que nadie se encontraba allí, él estaba solo. Dejó su mochila en el suelo y se encaminó a donde creyó que vino el ruido.

    Llegó de nuevo a donde los casilleros y se encontró con una persona; alguien extraña, no recordaba haberla visto en las instalaciones escolares... no se trataba de un estudiante, ni de un profesor, ¿quién era? Por lo que preguntó:

    —¿Quién es usted?

    —Escucha con atención, Axel.

    Escuchar su nombre extrañó al joven; por un momento recordó aquella vez que el indigente se dirigió a él para entregarle la piedra y que nunca supo quien era ni lo volvió a ver. El hombre continuó:

    —Él ya pidió su primer deseo y el faltante lo guardará para utilizarlo en algo especial. No es el momento de estar perdiendo el tiempo y jugar al estudiante, es ahora de entrar en acción, debes impedir que sus deseos egoístas se hagan realidad.

    —Disculpe, de verdad que no le entiendo. ¿De qué está hablando? ¿De quién está hablando?

    —De quien más que de Daner o conocido aquí como, Dan Muller.

    —Es mejor darse prisa, lo ha recordado todo —otro hombre salió de detrás del primero para informar eso.

    El joven retrocedió anonadado al ver tal acto, fue como si se hubieran clonado, aunque ambos eran completamente diferentes. No comprendió ninguna de las palabras pronunciadas por ellos. ¿Qué tenía que ver él con todo eso? ¿Por qué habían nombrado a su mejor amigo? ¿Qué querían decir con que lo detuviera? Estaba confundido, asustado por todo y por lo que podría suceder. Muy, pero muy en el fondo de su ser estaba consciente de lo que ellos dialogaban. Ese día lo había estado esperando, era lo que iba a suceder, se percató de eso al ver salir al tercer hombre detrás del segundo. El Bigter estaba presente ante sus ojos.

    Jojojo, no sé pero me fascina ese wisher barra vagabundo, están... desgraciado diría yo.
     
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  8. Threadmarks: Misión: ¿No existe otro camino?
     
    Sonia de Arnau

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    Misión: ¿No existe otro camino?


    El espejismo se escapó de entre mis manos,

    me cubrí con fuerza los oídos,

    pero seguía escuchando el susurro del aire

    decirme la dolorosa verdad; la cruda realidad.



    Una vez que Dan Muller recordó todo su pasado, endureció las facciones del rostro y no se hizo esperar para ir a aquel parque que desde niño había llamado tanto su atención. Por fin podía comprender la razón de porque lo era. A decir verdad, el parque en sí no era lo que le gustaba; allí se encontraba la ubicación al portal que lo dejaba entrar a su recinto verdaderamente favorito; aquella habitación color blanco. No obstante, primero buscó a Morgan para así invitarla a que lo acompañara, la mujer aceptó sin vacilar.

    —Siempre te ha gustado este parque —dijo ella observando a su alrededor y acercándose a él con nerviosismo, como si se tratara de una chica de secundaria estando por fin a solas con el chico que tanto le gustaba.

    Muller se giró para verla y le sonrió y tal acto hizo que las mejillas de Morhan se volvieran color rojo delataban el rubor que sentía estando cerca de Dan.

    —¿Y sabes por qué me gusta? —preguntó el moreno sin dejar de apreciar la dulce belleza de que destilaba Morgan. Por fin podía ver lo bella que era.

    —Mmm, porque te recuerda a tu niñez, creo.

    —Sí, es un recuerdo, pero no precisamente de mí niñez —contestó al momento se daba un par de pasos hacia atrás para quedar detrás de Morgan provocando que por unos momentos ella se sobresaltara al sentir como las manos de él descansaban sobre sus hombros—. Me gusta por esto —susurró al oído de ella mientras subía el dedo índice un poco más arriba de la cabeza y después bajarlo lentamente creando para la sorpresa de la mujer, una extraña cortina en pleno nada.

    La reacción de ella fue taparse la boca al presenciar como el aire, literalmente, se partía en dos. Asombrado miró a sus lados para percatarse que a pesar de que al rededor había muchos niños jugando e igualmente padres de familia, ninguno parecía asombrarse.

    —No te preocupes, solo nosotros podemos verlo —informó él tomándola cuidadosamente de la barbilla para acercarla a su rostro.

    —Cómo es que... —no terminó la oración porque el índice de él tocó sus labios, acción que le indicó guardara silencio.

    —Morgan, ¿confías en mí? —cuestionó sin dejar de mirarla.

    Ella asintió sin dudarlo y posteriormente él asióla mano de ella y la encamino detrás de esa cortina y así pasar al otro lado, observándose aquella habitación totalmente blanca.Morgan anonadada observó con asombro el vacío que tanto le llenaba de nostalgia.




    Mientras aquello ocurría, en las instalaciones escolares exactamente en el decían.

    —Tú debes evitar a toda costa que Dan obtenga la llave, y también que se apodere del poder de los Wisher; poder otorgado por Dooró. Las intenciones de Dan no son, ni serán buenas. Por eso se le dio un castigado; una enfermedad. Sin embargo, él supo pedir su único deseo muy bien.

    —Por esa razón debes aniquilarlo —propuso otro de ellos.

    —¿Yo? —El joven miró desconcertado el piso— ¿Pe-pero por qué yo?

    —Porque eres el único que puede igualar su fuerza y poder. Ambos son de la misma raza. Los dos son habitantes del mundo Akmuo.

    No podía creer lo que escuchaba, estaban hablando que debía arruinar a su amigo. Negó la cabeza al momento que dibujaba una sonriendo, incrédulo.

    —Ese era el trabajo de Axan —siguió hablando un TS—. Pero fue indignamente traicionado por Daner y esa mujer. Fue robada su vida y fue a caer en las manos de Daner.

    Axel dirigió su vista llena de sorpresa a los tres del TS, su cabeza comenzó a pulsarle por tanta información y comenzó a sentir que algo intentaba entrar a su mente: a esos recuerdos, mas los de esa vida se reusaban a que aquellos entraran. Quería creer que eran solo fantasías inexistentes, simples sueños, tan solo una pesadilla....

    —En tu otra vida hubiera sido más fácil para ti haberlo derrotado...

    —...debido al castigo de él, pero ahora...

    —...puede ser más complicado para ti, mas no imposible.

    —¿No existe otro camino? —quiso saber el rubio, con esperanza de que hubiera alguna otra ruta para evitar enfrentarse a su mejor amigo—. Después de todo, somos diferentes a Daner y a Axan. Aquí vivimos otra vida, mucho más feliz y hemos convivido por más tiempo. ¡Daner y Axan son extraños a nosotros!

    —¡No! —gritó Tiempo secamente, mirándolo con seriedad—. Los recuerdos llegaron a transformar al Dan que conociste aquí a Daner.

    —Por esa razón —informó Poder con tono suave—, abre las puertas de la verdad y deja entrar a Axan. Ya que tú eres Axan.

    —Morgan, ella ahora es Mall—habló Tiempo—. Ella se volvió a convencer por Daner, sus recuerdos han vuelto.

    —Si seguimos perdiendo el tiempo, todo será demasiado tarde —Poder se acercó al joven para entregarle a Cutall y a Magord, las que estaban envueltas en una frazada—. Así que debes actuar rápido. Tómalas, te pertenecen.

    Axel observó el bulto, sabía que se trataba de sus espadas, no obstante, no las aceptó, al contrario, miró detenidamente a los tres TS y les mencionó con gran firmeza:

    —Dan sigue siendo Dan, ¡y él es mi amigo!




    —¿Qué piensas hacer aquí? —preguntó Morgan recorriendo la habitación con los brazos extendidos, sonriente.

    —Lo que tú desees —respondió él—. Pero primero mi trono.

    Levantó los brazo y abriendo las palmas, el suelo comenzó a temblar y partiéndose el piso desde donde estaba, una grieta se formó y a metros de ellos, comenzó a formarse unas escaleras y arriba de una plataforma, una silla se formó convirtiéndose poco a poco en un hermoso trono.

    Al terminar, Morgan abrazó el barzo de su amando y recargándose en este, mencionó:

    —Se ve hermoso.

    —Ahora falta el tuyo —hizo exactamente lo mismo que al principio y aun lado del trono mayor, otro trono se formó.

    Por el momento, poco a poco estaba formando lo que una vez tuvo, así que sin más, abriendo otro portal, ambos regresaron al parque. Al llegar, los dos se sorprendieron al ver a Axel recargado en un árbol a metros de ellos. Él al verlos e ignorando de donde salieron, les sonrió y comenzó a acercarse a ellos saludándolos como siempre lo hacía, sin embargo su sonrisa se borró completamente cuando observó a Morgan colocarse delante de Dan, y abriendo sus brazos le indicó, en tono serio y levantando la voz:

    —¡Ni se te ocurra dar un paso más!

    Axel, más que nada sorprendido por la reacción de su amiga, acató lo dicho y se detuvo, sus ojos azules, asombrados, la miraron con tristeza, posteriormente dirigió su vista a su amigo, quien tocando los hombros de Morgan para tranquilizarla, le susurró:

    —No te preocupes. Esto es cosa entre Axel y yo.

    Dan levantó su mirada para ahora observar a los ojos a su compañero como quien diciéndolo por medio de ella: "¿Verdad que sí?". El rubio anonadado, no respondió nada. Dan se volvió a dirigir a Morgan, quien ya había bajado sus brazos pero aún miraba seriamente a su compañero temiendo que volviera a golpearlo como lo había hecho anteriormente.

    —Morgan, tú ya me has ayudado mucho. Esta vez estoy bien, ya no padezco de nada, así que puedo encargarme de él en un abrir y cerrar de ojos.

    Ella dio media vuelta para mirar los ojos de su amando y dándole un beso en la mejilla, le susurró:

    —Confió en ti. Te esperare.

    Se retiró de allí, Axel no le perdió la vista hasta que ella giró en una esquina desapareciendo completamente de su visión. Entrecerró sus ojos al ya no reconocerla, era increíble como su actitud había cambiado de haberla visto hace un par de horas atrás.

    —Debo decirte algo importante —dijo al final el rubio.

    —Dilo —Dan lo dijo tan fríamente que a Axel le hirió.

    —Tres hombres vinieron a verme y me contaron que debía detenerte y, para poder lograrlo debía... —guardó silencio por unos segundos, tragó saliva con dificultad y continuó—. Debía matarte —esperó a que dijera algo, no obstante no obtuvo respuesta alguna de su compañero, lo único que obtuvo fue una fría mirada, una mirada que nunca había sentido de parte de él.

    ¿Qué había sucedido a su amigo? Ya no era el mismo.

    —Escucha... —el rubio se observó las palmas de las manos—. No quiero hacer lo que me dijeron —murmuró para después soltar con voz alta, sin dejar de mirarlo— ¡No quiero hacerte daño! Vamos Dan, olvidemos todo lo que ocurrió. El pasado es pasado, regresemos a nuestras vidas cotidianas. Sigamos despreocupados, tan solo inquietarnos por las tareas escolares y esas insignificancias. Dan, por favor.

    Ante la sincera mirada de él hacia su amigo, mostraba el gran deseo de que aun estuviera allí aquel amigo que había conocido en ese mundo. Estaba ilusionado de que aceptara lo propuesto y que todo volviera a la "normalidad". Mas la mirada de Dan, que en ningún momento cambio, le demostró que no iba a ser posible ese sueño; ese espejismo. Al contrario, Dan levantó su mano con la intención de usar su poder. Tal reacción hizo que el mismo Axel diera un saltó hacía atrás, una vez percibió las intenciones de Dan y, cómo mero reflejo, dirigió la mano al costado derecho para tomar una de sus armas. Abrió con sorpresa sus ojos tras darse cuenta que no las traía consigo, ya que las había rechazado. Levantó la mirada para ver a su compañero, quien ya tenía un cuchillo en la mano.

    —¿Qué buscas Axel? —preguntó acercándose a velocidad, para encajarle el cuchillo.

    El instinto de supervivencia del rubio lo obligó a esquivar a Dan y después tomar la muñeca de Dan, lo empujó alejándolo de él. Atónito por el movimiento efectuado que ni él sabía que podía hacer, observó sus manos.

    —No quiero pelear contigo, Dan, por favor.

    —¡Déjate de idioteces!

    Con esa declaración ambos comenzaron una luchar. Uno esquivando los ataques, y el otro por clavar el arma a su presa. Y aun así, Dan hirió en la mejilla a Axel, ante eso, el dañado se desorientó para después recibir un puñetazo en pleno rostro de parte de su enemigo, provocando gritará de dolor mientras se tomaba la parte afectada. Se arrodillo y, observó cómo caían un par de gotas de sangre provenientes de la nariz, al suelo. Sus ojos se llenaron de agua y no estaba consiente si se debía al fuerte golpe, o porque al que consideraba su mejor amigo lo había dañado.

    —Eres patético —mencionó molesto, Dan.

    Arrojó el arma blanca al lado del arrodillado sintiendo pena ajena a tal escena. Deseaba pelear con el verdadero Axan, con el guerrero fuerte, no con este tipo que deseaba reconciliación.

    —Ven cuando despiertes. Deseó derrotarte con tu verdadero poder, y tener una verdadera pelea contigo.

    SE dio la vuelta para alejarse. Axel golpeó con fuerza el suelo con el puño, dejando caer lágrimas al suelo, se puso de pie al sentir la presencia de alguien.

    —¿Lo has visto? ¿Querías que algo como eso sucediera para que pudieras tomar la responsabilidad?

    Axel miró con seriedad a Poder. En sus ojos se mostró una chispa de odio, pero no un odio hacía el TS, sino así mismo y, a todo lo que estaba sucediendo.

    —¿Estás listo ahora? —preguntó el TS.

    Para responder a esa pregunta, el joven aceptó las espadas que le volvió a mostrar Poder, se las ciñó a la cadera. Al terminar, dirigió su vista seria al TS, respondió con voz decidida:

    —No existe otro camino, ¿verdad?


    Pobre de Axel, dilemas, dilemas, pero debe terminar su trabajo le guste o no.
     
    Última edición: 28 Marzo 2016
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    Borealis Spiral

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    Ay, pobrecito, Axel me da tanta pena :( Traicionado por los que consideraba sus más grande amigos no una vez, sino dos veces. Y en esta segunda a pesar de que quiso cambiar las cosas, de que quiso cambiar lo "predeterminado", nada que lo dejaron Morgan y Dan. La humillación final que sufrió por parte de Dan fue un golpe duro, muy duro que le hizo abrir los ojos a fuerzas y de la manera más cruel posible. Y es cierto, debe terminar con su trabajo le guste o no.

    Muy buenos capítulos, Sati, perdona que no los leyera anteriormente y también lamento que no comente más, como que ando escasas de palabra (? O quizás por ser dos capítulos los que me perdí al final no sé ni qué decir o no sé xD El caso es que muy buenos. Ya sabes que espero el siguiente con ganas y espero no tardarme demasiado esta vez. Me despido por ahora y te cuidas.

    Hasta otra.
     
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  10. Threadmarks: Dolor: ¿Por qué miras siempre allí?
     
    Sonia de Arnau

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    No te preocupes @Borealis Spiral sé que a veces das tus desaparecidas. Y no te preocupes si no me dejas un testamento de comentario, me basta con un párrafito/oración como comentario.
    Pero bueno, este es mi capítulo favorito, por lo que espero que lo disfruten. Te lo dedico a ti, Bore.



    Dolor: ¿Por qué miras siempre allí?


    Esta es una historia que mi abuelo me contó. Nadie más la sabe a parte de él y yo, ¿y cómo es que él la supo? Un día me dijo que un viejo amigo se la contó. Ahora me gustaría transmitirla para que esta se cuente generación tras generación. No es solamente una leyenda más —ahora yo lo sé—, es completamente real. Esta es la triste historia que sufrió un gran poderoso, y la desgracia de una mujer vigorosa; con una conclusión totalmente cruel para uno de ellos.

    La historia de un amor sacrificado.


    Y esta cuenta así; en un recóndito lugar del vasto universo; vivían reunidos cinco Grandes y poderosos gobernantes conocidos por la mayoría de los seres vivos como deidades debido a las únicas habilidades que cada uno poseían, además de que cada uno tenía la potestad de ciertas zonas del universo; convirtiéndose así en los protectores de esos lugares.

    El segundo con el mayor poder, era conocido con el nombre: Bigter.

    Al transcurso de convivir siglos y siglos con las otras cuatro divinidades, comenzó a descubrir un sentimiento que nunca debió experimentar hacia uno de ellos; amor romántico. La belleza sin igual, junto con la dulzura y delicadeza con la que realizaba cada uno de sus labores, la tercera con la mayor destreza, nombrada con el nombre de Dooró, hicieron que Bigter comenzara a fijarse en ella más de lo que le era permitido. Se había enamorado profundamente de ella, no obstante, debido a las mismas leyes otorgadas por ellos; los cinco Grandes y los secundarios, tenían prohibido sentir esa clase de sentimientos entre ellos. Por esa misma razón, Bigter decidió mantener aquello en silencio; un silencio que cada vez le era más difícil ocultar.

    Sin embargo, eso nunca evitó que él observara cada una de las cosas que efectuaba Dooró. Desde las sombras la contemplaba, la admiraba, la añoraba, la deseaba, y fue de esa manera en la que llegó a conocer la creación de ella; los Wisher. Y fue desde esa creación que Bigter empezó a notar un extraño cambio en ella. ¿Por qué había creado una nueva raza? ¿Por qué se mantenía a un lado de ellos? Se notaba que los quería porque siempre estaba con ellos, los escuchaba, los ayudaba, les sonreía. En sí eso no era algo malo o prohibido, pero si era extraño e inusual que ellos se comportaran de esa manera. ¿Qué sucedía dentro de ella?

    Más adelante esas preguntas le fueron respondidas; la soledad arraigaba su corazón.

    —Dooró, ¿por qué siempre mirar allí? —cuestionó Bigter un buen día, intrigado por la respuesta de ella.

    Desde un tiempo atrás que él había estado notando que la mayoría del tiempo ella se la pasaba recostada al lado de un pequeño lago, y miraba su reflejo en el agua. Eso había sido tan constante hasta el punto que parecía nunca se cansaba de ver su reflejo.

    Dooró se puso de pie con tal delicadeza que a él la hipnotizaba y, era producto de no dejar de observarla, perdiendo la noción del tiempo en verla, temeroso de perder cualquier pequeñez realizada por ella. Dooró lo miró y ambos permanecieron mirándose por unos cuantos minutos. Para Bigter quedarse allí parado todo el día no le sería aburrido, todo lo contrario, apreciaba los bellos ojos de Dooró pues eran infinitamente hermosos; estos eran como la misma estructura del universo, con tonalidades azules, naranja, con tonos rojos claros, todo aquella combinación hacían una singular y magnificencia que solo ella podía portar, sin embargo, aun con aquellos despampanantes colores, estos mostraban una profunda soledad.

    —Para poder observarme —contestó ella a la pregunta de él mientras las facciones delicadas de su rostro dibujaban una sonrisa y, aunque sonrió, el reflejo de sus ojos no podían esconder la tristeza que en verdad sentía. Parpadeó un par de veces antes de continuar—. Estoy mirando lo mismo que tú vez ahora. ¿Qué ves en mí?

    Él desvió rápidamente la vista un tanto avergonzado al momento que sentía su corazón palpitar más rápido. Había estado notando la pesadumbres que ella iba recolectando en el pasar del tiempo, pero no podía hacer nada para ayudarla, cada vez que deseaba preguntarle qué era lo que la hacía sentirse de esa manera, su garganta no podía pronunciar siquiera esas simples palabras. Lo único que salia de esta era otra cosas totalmente diferente; casi siempre relacionado con el trabajo. Bigter no contestó a la pregunta, y Dooró sin decir más volvió a observar su rostro en el agua cristalina del lago.

    Lo que ocurrió aquel día, más adelante se transformó en un atroz recuerdo, en el que Bigter hubiera deseado cambiar el resultado de todo. De poder usar su poder del tiempo para volver a aquel día y poder responder a su pregunta: “Lo que veo es tristeza y soledad. ¿Por qué vemos eso, Dooró?” Probablemente si hubiera respondido a esa cuestión, el resultado hubiera sido completamente diferente. Pudo haberla animado. Pudo pudo haberse dicho lo que sentía, y quizás ella se hubiera dado cuenta que existía, que había alguien, que abogaba y sufría a su lado. No estaba sola. Desafortunadamente no hizo nada, deseó hacer algo cuando ya era demasiado tarde.



    Observar tu reflejo en días de turbación,

    cuando él esta cerca,

    nacerá en tu interior aún más perturbación.



    Dooró, asustada por el posible futuro, buscó a Bigter para que la asesinara. Así era, ella estaba frente a él mientras que rogaba que la matara antes de que fuera demasiado tarde. Con incredulidad, Bigter se negó, pero ella insistió diciéndole una y otra vez que lo hiciera antes de que perdiera completamente el control, cosa que si ocurriría, iba a provocar mucho dolor y sufrimiento.

    Dooró fue con Bigter porque sabía que él era el único que podía "saber" ese futuro. Ella se acercó a él demasiado, provocando que Bigter pudiera detallarla perfectamente y se pusiera nervioso. Acto seguido, Dooró levantó sus manos y tomó a Bigter del rostro, lo obligó a mirarla directamente a los ojos; la ventana del alma. Él no evitó quedar perplejo ante lo que veía, deseoso de retroceder, estaba asombrado al poder observar el futuro lejano y no tan lejano al igual que otros posibles futuros de ella. Un futuro malo.

    Él movió sus ojos intentando buscar un camino que pudiera salvarla a ella y a todas las víctimas que sufrirían ante el poder de ella. A la que vio, ya no era ella. Era otra persona completamente diferente. Como si alguien la hubiera poseído.

    —¿Lo has viso? ¿Has visto el futuro si yo sigo con vida? Detén eso, por favor. Dale fin y evita que suceda esa catástrofe —dijo ella con voz melancólica, oscureciendo sus ojos.

    Bigter la ignoró, si ella supiera lo terrible que sería para él hacer lo que le pedía, si supiera sobre sus verdaderos sentimientos, pero nunca se atrevió a decirlos. Con cariño él tomó la mano de ella que seguían tocándolo y con delicadeza las aparto de su rostro, le hizo saber:

    —No puedo hacerlo. Eso va en contra de las reglas y lo sabes. Si yo llego a hacer lo que me pides, tendré que castigarme.

    No, no era el castigo, solo no deseaba quitarle la vida.

    Lo que le pedía era algo que nunca se perdonaría y que sufriría el resto de su vida. Él, que tenía el poder de ver el futuro, quería creer que podía cambiarlo, buscaría otra salida, por ello dio media vuelta para apartarse de ella. Dooró se quedo solo observó su espalda hasta desaparecer entre la lejanía. Dirigió su vista al lago que siempre observaba, ya no quería volver más a él, pero era inevitable, una fuerza la obligaba a querer estar a su lado, al lado de ese reflejo. Se había dejado contaminar y ya no había vuelta atrás y, aunque fuera poco a poco su cambio; era inevitable la trasformación.

    "Entonces, ¿quieres sacrificar muchas vidas por no sacrificarte tú?" pensó mientras cerraba sus ojos, “¿Tienes miedo del castigo, Bigter? Eres un cobarde.”


    Fue demacrado tarde, aunque Bigter luchó por ayudarla, la conducta de ella de haber sido de lo más amable, ahora era vil, sus pensamientos ya no iban conforme a los del resto. Por lo que, Bigter tomó cartas en el asunto y a pesar del gran dolor que le resultó quitarle la vida a aquel ser que amaba, lo hizo. Aquel día, a pesar de que los cielos seguían mostrando el resplandeciente color azul,ante sus ojos, ese cielo claro se había transformado en un cielo lleno de nubarrones llenos de agua ya dispuestos a llover.

    Bigter, Dooró y Milito eran seres inmortales. Solo entre ellos podían matarse, sin embargo, esta altamente prohibido y eso conllevaba un gran pago y Bigter, quien tenía el poder de castigar, se auto-castigo dividiendo su poder resultando los tres TS (Tres Separaciones); Castigo, Poder y Tiempo.


    Tiempo después, los TS se acercaron a aquel lago que Dooró siempre observaba, se asomaron, estaban llenos de nostalgia, y su deseo de poder ver lo que ella veía creció en su interior, pero no vieron nada. Ni siquiera la mirada triste y desolada de ella. Lo que fuera, ellos tan solo querían volver a ver por lo menos aquellos ojos melancólicos.

    Por otro lado, los Whisher cuando sintieron que el Bigter había matado a su apreciada madre, se enfadaron y se hicieron la promesa de que vengarían la muerte de ella, por esa razón, fueron a matar a Los TS, tomarían ventaja del poder que fluía de Dooró en sus cuerpos y con este mismo poder matarlos. Y ese acto de rebelión contra uno de los cinco deidades, fueron castigados por Castigo, quien los encerró para siempre. Y así fue como comenzó la batalla.
     
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    Borealis Spiral

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    Gracias por dedicarme el capítulo *u* Lo amé y te copiaré y lo haré mi capítulo favorito, jajaja. Es que en serio me ha gustado mucho. El Biger o el TS son mis amores platónicos xD Me han encantado, no sé, se me hace súper tierno y... eso, jajaja. El segundo ser más poderoso cautivado por el amor, ay, sí que este sentimiento es un monstruo, ¿eh? ¡Qué lindo! Lo malo era que no sólo estaba prohibido sentir eso hacia otra divinidad poderosa, sino que resultó bastante mal correspondido :( Y lo digo más porque Doroó fue consumiéndose por ¿la fuerza oscura? xD No sé de qué otra manera ponerlo, pero algo así se me figuró. Que está el bien y el mal (como todo), y que el interior de ella fue yéndose poco a poco hacia el mal al albergar esos sentimientos de soledad y tal.

    Y Bigter lo había visto; vio el futuro terrible que conllevaría no hacer algo con ella, no detenerla, no matarla, y parece que era grave pues por más que buscó otro camino en esos futuros, no hubo salida. Pero se negó en un principio a asesinarla y usó como pretexto lo del castigo, así que Doroó terminó con una mala idea de él, de que era un cobarde. Awww, ¿ves que me da cosita el TS? Te digo que me ha encantado. Pero bueno, al final tuvo que terminar con la existencia de su amor porque ella empezó a comportarse de una manera que no era correcta. Sin duda, un amor sacrificado que debió suponerle mucho dolor al TS, el que de pilón se llevó no sólo dividirse en tres, sino que el odio de los Wisher o.o ¿Ves? Más lástima me dan xD

    Pero bueno, en serio que me ha gustado este capítulo un montón *u* Espero el siguiente, pues ya al menos entiendo el trasfondo de la venganza que palenea el vagabundo contra el TS y tal. A ver si al final las cosas salen como ese personaje singular planeó o no. Sin más, me despido y te cuidas ^u^

    Hasta otra.
     
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  12. Threadmarks: Frustración: ¿Eso es todo lo que tienes?
     
    Sonia de Arnau

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    @Borealis Spiral Sabia que te gustaría ese último capítulo, de hecho es mi favorito.

    Bueno, después de mucho tiempo, les traigo la continuación, espero la disfruten.

    Frustración: ¿Eso es todo lo que tienes?

    La mirada afligida, pero firme de Axel observaba el horizonte de la ciudad mientras que con zancadas se dirigirá al único lugar seguro en donde podía encontrar a su viejo compañero; a aquel parque. Estaba resuelto a hacer lo que fuera para evitar a toda costa que Dan como Morgan dañaran a inocentes almas. Después de todo él era un guerrero que peleaba por la justicia y solo por esa ideología se iba a enfrentar a su mejor amigo.

    Al divisar el pequeño parque de diversiones, Axel no pudo evitar recordar la humillación del día anterior e igual recordó los ojos de Dan y ver en ellos que ya no se trataba de Dan Muller, aquella persona a la que respetaba como un amigo. Era alguien diferente. Axel estaba más que decidido a terminar lo que no pudo terminar hacía mucho tiempo; dentro de él ya no existía el remordimiento.

    Una vez que llegó al lugar de encuentro, el rubio se detuvo y alzando la vista observó a Dan, quien esperándolo debajo de la sombra de un árbol siendo además, acompañado por Morgan que lo abrazaba. Axel tragó saliva, más que por la gélida vista que le dedicó el moreno, fue por ver a Morgan allí, sin comprender del todo porque ella estaba presta para apoyar a Muller. El joven guerrero puso duro su corazón; no era momento para flaquear.

    Los tres se dedicaron a mirarse todavía sin decir nada, no transcurrió mucho tiempo hasta que Morgan tras darle un beso a la mejilla de Dan se alejó de él para posteriormente dirigirse a una escalera de arco-iris, subirla y sentarse cómodamente dispuesta a no perderse el combate que se encontraba a la vuelta de la esquina. Casi al mismo tiempo, Castigo, Poder y Tiempo hicieron su aparición preparados para ser testigos de la confrontación y el desenlace de la misma seguido del vagabundo, el personaje que más le interesaba el resultado del enfrentamiento.

    —¿Has venido a terminar lo que empezamos? —inquirió el moreno a Axel en son de burla, dibujando una sonrisa.

    Ya no te conozco.” Negó el rubio sin saber que Muller también pensó lo mismo.

    Este último podía ver el aura de Van, un aura muy diferente a la de ayer. Por otro lado, Axel reparó la vista por todo el parque de juegos, notando a muchos adultos y niños paseando tanto dentro como fuera del lugar. ¿Pelearían allí? Al principio pensó que al reunirse en ese lugar Dan los llevaría a la habitación blanca, no obstante al volver la vista al moreno y ver su rostro no le quedó duda de que ese sería el lugar de la batalla.

    —¿No te gusta este campo de batalla? —preguntó Dan con mofa—. Lo elegí especialmente para esta lucha.
    Sin divertirle nada, Axel le lanzó una mirada fría y como si esa fuera la señal para dar comienzo, Dan levantó la mano al momento que Axel llevaba la suya a la cintura. Efectuando esos movimiento mientras ninguno de los dos quitaba la vista al otro, y precisamente en el instante en que el guerrero desenfundó a Cutall, el mago creó una espada con su poder y los dos acercándose como si fueran balas recién disparadas atacaron al mismo tiempo.

    Dan atacó a quemarropa por lo que Axel se inclinó para evitar el primer ataque, sin embargo le sorprendió que desde la posición del moreno movió la espada con la intención de tajar los pies de Axel, mas este último saltó alto para evitar el ataque y desde arriba hizo una maniobra en el aire digna de una persona diestra en acrobacias, y exactamente cuándo aterrizo en tierra, el moreno se acercó para volver a atacar creyendo que estaría distraído pero se llevó una sorpresa cuando aparentemente Axel sabiendo el movimiento con anticipación se movió hacía atrás provocando que el moreno intentando detenerse quedo a espaldas del rubio, quien sin perder tiempo levantó a Cutall para abrirle una herida a la espalda.

    Muller cruzó los pies y con un impulso se hizo a un lado al mismo tiempo que la espada de Axel rasgaba el aire.

    De nuevo ambos se miraron frente a frente. A pesar de que pareció que todo había sucedido en minutos, la realidad era otra, aquello había sucedido en cuestión de segundos, demostrarse ambos lo bueno que eran para la velocidad, la concentración, defensa y ataque.

    Dan le regaló una sonrisa a su enemigo mientras que sentía como el sudor recorría sus sienes y bajaba hasta la barbilla, reconoció:

    —Eres rápido.

    —Lo mismo digo —contestó Axel, entrecortadamente, también cansado.

    —Es una lástima que solo uno de nosotros pueda ser el vencedor —informó el moreno respirando con dificultad.

    —Sí —concordó el rubio—, una verdadera lástima.

    El guerrero volvió a irse contra el moreno, quien esquivó el primer ataque al poner la espada como escudo. A simple vista pareciera que los ataques de Axel eran sin ninguna razón, como si estuviera desesperado y tan solo lanzara cortes al aire esperando que uno de ellos atinara su objetivo, no obstante, la realidad era otra, y Dan, quien libraba con esos ataques, lo sabía, cada uno de los ataques que su enemigo daba era minucioso y que si bajaba la guardia solo un poco, Cutall lo podría partir en dos fácilmente.

    Por lo que al ver la rapidez en la que Axel se desenvolvía en tan solo pocos minutos, Muller comenzaba a sentirse amenazado. Estaba consciente que ante el poder de lucha con espada, él perdería ante la destrenza de Van y empezó la confrontación con espadas simplemente para medir su estatus y al ver que, efectivamente, Axel iba en serio, aprovecharía su gran poder, por lo que dando un brinco hacia atrás y alejarse del guerrero, alzó las manos.

    Ni transcurrieron segundos cuando Axel como las miradas de los que estaba cerca miraban hacia arriba perplejos por el brusco cambio en el clima, de ser un día soleado y algo caluroso, el cielo se tornó oscuro, con nubarrones negros que acompañaban un estremecedor aire que soplaba con más y más fuerza.

    —¿Qué...? ¿Qué planeas hacer? —preguntó asombrado Axel.

    No necesitaba una respuesta, ya sabía lo que tramaba o por lo menos una idea y por ello intentó detenerlo pero cuando dio el primer paso una ráfaga de viento le impidió acercarse obligándolo a retroceder.

    Ante la extraña anomalía, muchos de los civiles se vieron en la necesidad de correr a refugiarse; a las casas, los vehículos y establecimientos cercanos. Al contrario que otros que decidieron quedarse como espectadores de la posible gran tormenta que se avecinaba, o por lo menos eso creyeron porque al final huyeron con pavor al notar que desde el cielo empezaban a mostrarse extrañas cosas, como si este estuviera lleno de vida y que prácticamente de la nada salían de agujeros negros apenas visibles al ojo humano, grandes arácnidos que daban la sensación de flotar en el aire.

    La sorpresa en el rostro de Axel no cabía en sí, con ojos brillosos llenos de incredulidad, abrió la boca como mero reflejo y esta incrementó aún más al ver como esos animales comenzaban a disparar una telaraña color verdosa, la que además de su grotesco físico, esta al tocar alguna superficie sólida como la misma piel se derretía dando a entender que la telaraña era asida. El rubio al darse cuenta que esa telaraña era más peligrosa de lo que su aspecto reflejaba, esquivó algunos hilos de la misma a la vez que intentaba avanzar hacia su oponente y derrotarlo, aprovechando que el fuerte viento que anteriormente le impidió avanzar, cesó.

    Al ver como una de esos hilos verdosos iban a su dirección, se lanzó para rodar por el suelo y al pensar que se encontraba a salvo se levantó para llevarse con el asombro al observar como una de esos animales lo alcanzaría por lo que el contraatacó golpeándola con su espada, no le hizo nada, esta simplemente se levantó y corrió a velocidad para volver a atacarlo.

    Al sentir en primera fila la velocidad de los animales, el rubio desenvainó a Magord, con la que sin ninguna dificultad pudo partirlos en dos para segundos después hacer lo mismo con los que se iban a él, al igual que tener cuidado y esquivar las redes. Y para colmo, ni siquiera terminaba de cortar a un arácnido, cuando otro más grande se abalanzaba contra él. Más y más era alejado de Dan, Axel observó desde su posición a su contrincante dibujar una sonrisa de burla, casi pudo leer sus pensamientos, "Y ahora, ¿qué piensas hacer?" Debía de admitir y admirar el gran poder que poseía Dan. Y ese pensamiento lo llevó a recordar las palabras que Los TS dijeron; que ahora sería más difícil enfrentarse a Muller, y podía ver cuanta razón tenían.

    No solo podía apreciar una aterradora y formidable fuerza fluir por los portales, que y probablemente llevaban a una extraña dimensión, esa fuerza se sentía oscura y muy penetrante, manifestando que no le importaría dañar a quien fuera con tan solo cumplir con su prioridad.

    Desde el otro lado, Poder, Tiempo y Castigo seguían mirando la lucha del guerrero contra las arañas al mismo tiempo que su deseo de poder ayudarlo a derrotar aquellos obstáculos, incrementaba, no obstante no podían hacer nada. Bien eran poderosos señores, pero tenían total prohibición tener contacto con razas inferiores. Especialmente estando en una zona que no era su custodia. Así era, para su desgracia, aquel lugar en donde se encontraba el sistema solar era vigilado por Milito.

    Por el contrario, Morgan estaba asombrada por ser testigo del gran poder de su amado.

    Axel, a pesar de estar cortando una y otra vez arañas, más salían de los portales para atacarlo, parecía que aquello no tendría fin. Estaba comenzando a perder fuerza, estaba gastando mucha de su energía y por un momento temió que ese fuera el plan original de Muller. Debía pensar en algo antes de quedar completamente agitado, hizo una maniobra para eludir una telaraña de gran grosor, se acercaba lentamente hacía su contrincante. Tenía que obligarlo a que luchara cuerpo a cuerpo si deseaba salir victorioso de esa batalla. Se movía no solo con maestría, lo hacía con resistencia, constancia, sabiendo muy cuando atacar y cuando esquivar. Parecía volver a tener el control de la situación, eso se notó en su semblante decidido y al llegar lo más cerca a Dan.

    Muller, al notar la disposición de Axel, levantó las manos para ahora invocar tentáculos de un solo portal, los que al ir en el trayecto del guerrero se juntaron para formar una sola extremidad, que con gran potencia atravesó el suelo, provocando una brusca sacudida en la tierra.

    El mago sonrió aliviado al pensar que por fin terminó con Axel, sin embargo, su sonrisa no duro por mucho tiempo al distinguir como el grueso apéndice, que todavía estaba enterrado en el suelo, se partió, dejándose ver al guerrero, quien se subió a este y corriendo por arriba se acercó a Dan al momento que cortaba partes de la extremidad. Dan apretó la quijada al formar un par de cuchillas que arrojó al rubio, que las apartó usando a Magord como escudo, desviándolas, y al momento en que faltaba escasos metros para llegar al suelo, el guerrero sacó a Cutall y saltó dispuesto a herir a Dan, no obstante, el último esquivó el ataque al alejarse lo más rápido que pudo por lo que el golpe de la espada lo recibió el concreto, fragmentándose el cemento por el golpe.

    El guerrero le lanzó una mirada amenazante a Dan mientras alzaba su espada y la apuntaba a la altura del cuello de su contrincante y, con orgullo en alto, le preguntó:

    —¿Eso es todo lo que tienes, Dan? —llevó su brazo a la barbilla y con este secó el sudor que iba escurriendo por el rostro.
     
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    No me cansaré de repetírtelo, pero me encantan las escenas de acción/peleas que te mandas, de veras que sí. Insisto en que es una pena que Daner y Axel tuvieran que enfrentarse, pero ya el mago no quería reconocer la amistad que tenía con el rubio y eso obligó al otro a dejarla de lado también, por lo que tuvieron que enfrentarse; justamente como en su vida pasada. Espero de verdad que aquí se cierre el ciclo y Dan no decida usar el último deseo que le queda para hacer algo que los haga renace de nuevo si no, esto se volvería un círculo vicioso D:

    Pero bueno, Dan en bueno en magia, Axel en combate cuerpo a cuerpo; una pelea difícil para el guerrero, lo que se vio al enfrentarse con todas esas arañas que hacían telarañas de ácido ._. Ufff, qué tensión tener que estar esquivándolas para que no te deshagan. Dan es listo, pues seguro que deseaba agotarlo, pero no contó con que la tenacidad y fuerza de voluntad de Axel son su mejor arma, ¿eh? Ya lo tiene a merced, pero seguro que Muller no se deja vencer tan fácil, o no. Aquí faltan más complicaciones, jejeje. Pues nada, espero el siguiente capítulo con gusto. Me despido por ahora y te cuidas.

    Hasta otra.
     
    Última edición: 7 Mayo 2016
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  14. Threadmarks: Último Deseo: ¡¿Por qué?!
     
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

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    @Borealis Spiral ¿Gracias? Naa, muchas gracias por tus palabras Bore, me alegra mucho que mi esfuerzo y dedicación que le pongo a mis peleas sea de tu agrado.

    Último Deseo: ¡¿Por qué?!
    El moreno se mordió el labio inferior al sentir como desde su estómago subía una furia incontrolable cuando escuchó al guerrero decir esas palabras, al mismo tiempo que sus oscuros ojos miraban con aun más odio al rubio. ¿Se estaba burlando de él? Dan observó con irritación como Axel cambiaba de Cutall a Magord para así poder cortar mejor todas las criaturas que iban dirigiéndose a él. El moreno debía de admitir que esa arma era la clave de todo pues era la única arma que podía cortar la magia, lo había subestimado, pensó que ahora sería capaz de derrotarlo, pero no, y esa expectativa crecía cada vez más al observar como Axel se movía de aquí para allá , acercándose poco a poco hacia él.

    Pero no se rendiría tan fácil, una de las razones por la que había pedido el deseo de volver a renacer fue precisamente para poder luchar con todo su poder contra el guerrero. Pero estaba consciente que con las espadas que tenía sería muy difícil. Utilizaba a Magord para cortar con facilidad a sus adversarios y por el otro lado, utilizaba a Cutall para cortar las otras cosas.

    —¡Axel! —Dan alzó la voz—. ¡Aún no has visto nada de mi verdadero poder!

    Demostrando a lo que se refería, las aberturas del cielo aumentaron de tamaño, el viento soplaba con más fuerza y ahora una fuerza invisible comenzaba a absorber todo a su alrededor, destrozando tanto los juegos del parque, árboles, arbustos, hasta el punto en que comenzó a dañar los edificios que se encontraban cerca del perímetro. Además de que aquella fuerza jalaba a las personas tal como lo hacía con Axel, quien deteniéndose al verse en el peligro de ser absorbido, desistió de ser tragado por esa terrorífica energía.

    —¡Me tragaré todo!

    —Dan, detén esta locura —se sorprendió el rubio al poder ver como la piel de su contrincante espesaba a teñirse de rojo y varias venas se calcaban en su rostro, demostrando el terrorífico poder que tenía.

    ***​

    —Si sigue de esa manera absorberá completamente la ciudad —mencionó Poder a sus dos hermanos.

    Los tres TS, junto con el vagabundo, parecían ser los únicos que no se veían afectado por el absorbente poder del portal que a cada minuto crecía más.

    —Y eso no es todo —habló Castigo—, es arriesgado hasta para él. Sí sigue desperdiciando a si su poder podrá perecer. ¡Sería un suicidio!

    —Dan sabe muy bien eso —informó Tiempo dirigiéndose a sus dos hermanos con rostro serio para posteriormente dirigir nada discreto la vista al vagabundo, quien miraba con grata sonrisa a Dan, continuó—. Y es allí donde entra Él.

    Ante la verdadera sentencia detrás de las palabras de Tiempo, Poder y Castigo observaron con recelo al vagabundo quien a pesar de saber que era observado de mala forma, no desvió su vista de Muller.

    ***​


    —¡Dan! —gritó Morgan bajando cuidadosamente de la escalera arco-iris para acercarse a paso lento mientras se cubría el rostro al sentirse dentro de una tormenta—. ¡¿Qué es lo que pretendes hacer?!

    —Destruiré todo, Morgan. Todo lo que este en mi camino. No dejare nada que interfiera con mis planes.

    —¡Estás loco! ¡Mírate! Te está afectando… ¿acaso quieres…? —no podía creer lo que escuchaba—. ¡Eso podría matarte! Ni siquiera tú tienes el suficiente poder para sobrevivir a tal cosa. Nos llevara a todos.

    —No te preocupes, lo tengo todo bajo control. Vete, vete a mi casa, solo allí estarás segura. Espérame, Morgan. Este mundo caerá en pedazos. Confía en mí.

    "A llegado mi tiempo" pensó el vagabundo al momento que desaparecía y aparecería a un lado de Dan, listo para escuchar cuidadosamente el último deseo de aquel joven que podría liberar a sus hermanos.

    ***

    "Axel."

    El guerrero miró a sus lados al escuchar la voz, se trataba de Poder, quien le hablaba mentalmente. El joven escuchó atentamente aquella voz.

    "Es demasiado tarde, pero debes intentar detener el deseo de Dan. Sobre todo lo que quieras, no debes permitir que Dan pida su deseo."

    El rubio comenzó a mirar al frente y encontrarse con la nada grata sorpresa de ver que el agujero negro en el cielo estaba aún más grande y el viento soplaba con más fuerza, ahora no solo amenazando con arrancar cosas, sino de destrozar el mismo suelo. Los gritos de las personas siendo levantadas se unía al estruendoso ruido que el viento hacía.

    Detenlo, Axel. Detén el deseo.”

    El guerrero observó como el vagabundo ya estaba a un lado del enemigo. Ante sus ojos todo estaba sucediendo tan rápido que por esos segundos no supo asimilarlo. Una contracción en su pecho lo apresó, sintiendo la opresión de tener toda la responsabilidad de salvar a muchas vidas. Miró a sus lados con desesperación, comprendiendo que debía actuar rápido, no debía perder tiempo, debía hacer algo. ¿Qué podía hacer? Si atacaba ahora no llegaría. Dan estaba lejos y el viento le impedía moverse rápido. Entre el bullicioso, sus ojos azules se enfocaron en la única salvación. Exhaló aire lentamente, suplicando en sus adentros que aquello que iría a hacer funcionara.

    —¡Dooró! Quiero poseer poder infinito, concédeme...
    Dan guardó silenció repentinamente cuando vio algo que por unos momento creyó imposible. Sus ojos se abrieron llenos de incredulidad. Nada faltaba para poder sellar su última petición cuando Axel se había ido contra Morgan, quien se estaba encaminando al portal que la llevaría a la habitación blanca y a tan solo un par de pasos para cruzar el portal, Axel la había alcanzado, con aquella velocidad y con Cutall en la mano la atravesó. Cutall traspasó el pecho de ella, sorprendiéndola pues, en un pestañear de ojos algo la había atravesado. Con aquella indescifrable expresión de sorpresa en el rostro de ella, se giró para poder ver la cara de su atacante, incrédula sus ojos se cristalizaron y posteriormente sintió con total claridad la espada ser retirada de su cuerpo provocando que la herida se abriera aún más y comenzara a perder mucha sangre.

    Dan observó aquella escena con la boca abierta, impactado, con ojos desorbitados miró cómo su amada con lágrimas que bajaban por sus tersas mejillas, levantó el brazo a su dirección y con ojos que iban perdiendo su brillo de vida, dio un par de pasos tambaleantes deseosa de llegar hacia él y poder tocarlo por última vez. Los ojos de ella lo miraron con suplica y perdiendo fuerza en sus piernas se fue desplomando poco a poco.

    Para cuando la joven estaba a punto de perder completamente la fuerza sobre su cuerpo, Dan ya le había dado alcance y tomándola exactamente en el momento antes de que ella golpeara el suelo. El joven con ahora expresión de tristeza se arrodilla para colocar a Morgan sobre su regazo, y con incredulidad niega con la cabeza una y otra vez. Con voz temblorosa el nombre de su amada.

    —Morgan. Morgan.

    No sabía que más decir y ante esa falta de palabras un cúmulo de lágrimas salen de sus ojos y de ellos mismos ve como ella le intenta regalar una sonrisa o quizá una mueca de dolor, levantó la mano con esfuerzo llevándola al rostro de él.

    —Dan... Dan —se notaba que las fuerzas iban abandonarla porque su voz apenas era audible.

    —Resiste —suelta el moreno tomando con delicadeza la mano de ella—. Todo estará bien —últimas palabras que eran dirigidas a él mismo.

    —Te amo... —finalizó con un hilo de sangre brotando de su boca y sus ojos perdiendo completamente el brillo de la vida. Ahora

    —¿Por qué? —dijo con voz quebrada apachurrando la mano de ella con el deseo de volver a escucharla hablar—. ¡¿Por qué?! —no pudo aguantar y rompió en llanto, abrazado a su amada, intentando darle un poco de su calor corporal como si de esta forma su frío cuerpo volviera a tener aquella calidez. Lloró. Lloró como nunca en su vida lo había hecho y como nunca volverá a hacerlo.

    Ante la cruda escena, Axel, observaba llorando en silencio pues se sentía completamente herido. Y a diferencia de Dan quien podía expresar sus sentimientos abiertamente, él se los aguantaba. Su garganta comenzó a arderle y no tuvo más remedio que cerrar con fuerza los ojos para que las lágrimas no salieran de ellos. Fue muy doloroso para él haber atacado a la mujer que amaba. Le arrebató al vida a la mujer que había amado por mucho tiempo. Era un gran pesar haber sentido como la espada había perforado la piel de Morgan y luego como se la retiraba para que el corte se abriera más. ¡Hirió a la mujer que amaba profundamente! Era de lo peor... respiró hondo y siguió haciéndose el fuerte, endureció su voz para que no sonara, tragó saliva al decir y aun más al ver como, desde el lugar en que estaba, Dan alzó la vista para ver a lo alto al guerrero. Ante la helada mirada que le lanzaba, Axel sintió una dolor en su pecho y abriéndose aun más su dolor al escucharlo decir.

    —¿Por qué? ¿Por qué a ella?

    ***
    Por otro lado, desde la posición en la que se encontraba, el vagabundo con ojos llenos de gran sorpresa, que a pesar de que intentó no verse afectado ante la acción del guerrero, la que había sido lo más acertado a tal punto que dirigió sus ojos hacia el TS al pensar que ellos habían sido los del plan, no obstante, ante la sorpresa de ellos, el wisher se dio cuenta que no fue plan de ellos. Lo decidió el rubio.

    Fue un golpe certero. Apretó sus puños sintiéndose impotente porque era obvio lo que sucedería a continuación.

    —Dooró —escuchó la quebrada voz del moreno y él deseó trazar una sonrisa pero tan solo pudo hacer una mueca de amargura en el rostro y siguió escuchando con atención—, quiero que Morgan reviva, concédeme ese deseo.

    —Su deseo será concedido —nunca le peso repetir aquellas palabras, era como si las palabras literalmente le pesaran.

    El hijo de Dooró extendió sus brazos y cerró los ojos provocando que todo alrededor se congelara y aquella insólita sombra oscura tras salir de su cuerpo envolvió a Morgan y como si esta fuera el mismísimo aliento que ella necesitaba, el pecho de ella empezó a inflarse de aire para después respirar normalmente. El vagabundo abrió los ojos lentamente al sentir como la mujer por si sola comenzaba a respirar aunque seguía inconsciente. Al terminar, el tiempo volvió a moverse.

    Para Dan volver a verla respirar y sentir su calidez había sido en tan solo segundos, la abrazó sin importarle que ella seguía inconsciente. Al tranquilizarse, la dejo cuidadosamente en el suelo, se levantó sin dejar de mirarla y una vez que se irguió completamente, levantó la vista para observar a Axel con la mirada más seria que podía darle. Sus ojos cafés ahora teñidos de un negro profundo reflejaban odio hacia el rubio.

    Axel deslizó su pierna derecha hacia atrás y apretó a Cutall al presentir amenaza por parte del moreno, echó un vistazo rápido al vagabundo quien cargaba a Morgan y desapareciendo en un parpadeo de ojo se la llevó a un lugar seguro.

    —Muere, Axel —dijo en Dan en ultimátum.
     
    Última edición: 2 Febrero 2018
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    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Ya lo creo que Dan quiere matar a Axel... y el mismo Axel ha de querer morir por lo que tuvo que hacer. Ay, puros amores sacrificados en esta historia, ¿eh? La verdad es que saber que Axel tuvo el valor o la desesperación de asesinar a Morgan con tal de detener el deseo de Dan costara lo que costara, fue increíble. Absolutamente nadie se lo esperaba; no el vagabundo, no los TS, no Dan, ni Morgan... ¿Cómo se le ocurrió? ¿O es que ni siquiera el rubio pensó y sólo actuó? Lo que sea, fue doloroso, impactante y muy efectivo.

    Me alegra que al menos Dan se viera limitado en su poder, pues si alcanzaba a desear el poder infinito, uy no, ahora así que las cosas hubiesen estado mal. Siento que se acerca el final; ese ultimátum de Dan hacia el guerrero es definitivo. Después de todo, lo hirió en lo que más le dolía. Así y todo, espero que Axel gane, pues el moreno está loco de atar y no deseo que destruya el mundo después. Pero bueno, gran capítulo, como siempre, espero la pelea final que sé será genial. Me despido esperando que estés bien y te cuidas.

    Hasta otra.
     
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  16.  
    Joselitofanfic

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    Me gusta tu forma de escribir de verdad me va gustando cómo va quedando tu historia compañera nos leemos en otro capítulo.
     
  17.  
    Joselitofanfic

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    Vaya que manera en va terminar el próximo capítulo nos leemos pronto compañera~.
     
  18. Threadmarks: Último Aliento: ¿Cuál será mi castigo?
     
    Sonia de Arnau

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    Bueno, bueno, por fin, después de... mucho tiempo, por fin traigo la conclusión de esta historia. Disculpen por el percance, hace tiempo tenía el capítulo terminado, pero tuve un percance al descomponerse mi USB y perder todo archivo que tenía en ella.

    Último Aliento: ¿Cuál será mi castigo?

    El guerrero respiró lo más profundo que pudo e intentó hacerse el duro. Luchó por aparentar que no le afectaba la fría mirada que le lanzaba Dan. No obstante, no impidió que esos sentimientos lo cegaran, detendría a su amigo a como diera lugar porque reconocía —aunque le doliera hacerlo— que podía llegar a ser una persona cruel. Apretando con fuerza el puño de Cutall se lanzó contra él mientras Dan hacia lo mismo. Y en el preciso momento en que Dan aumentaba la velocidad, al casi acercarse a él, se agachó por lo que Axel se ganó un fuerte codazo en el pecho, robándole aire de los pulmones, a su vez que Dan evadió su estocada. Y sin dejar que siquiera tomara bocana de aire, su contrincante le dio tres patadas tan rápidas que fueron imposibles para el guerrero detenerlas, provocando que, en un parpadeo de ojos y sin saber cómo, terminó elevado por los aire, perdiendo de vista la espada.

    Sus ojos azules miraron con asombro los ojos castaños de su enemigo.

    El rubio cayó al suelo de espaldas y con ello un quejido sordo proveniente de su garganta. Rápidamente buscó con la vista la espada y cuando la hubo ubicado Dan la pateó alejándola metros de su dueño. Intentó ponerse de pie, siendo en vano sus esfuerzos al recibir un fuerte puntapié que lo impulsó de nuevo hacia atrás.

    Levántate, Axel” se dijo mientras apoyaba sus brazos en el suelo y sus ojos se movían tanto que parecía que estos saldrían de sus cuencas.

    —No te perdonaré, Axel. ¡Me oyes! Nunca perdonaré el que ¡hayas herido a Morgan! —gritó Dan con gran sentimiento, pateándolo en la cabeza, descargando aquella furia por todo el cuerpo del guerrero—. Juro que yo mismo te llevaré directo al infierno, ¡¿me escuchas?! Muérete, muérete…

    Dan había perdido la cordura. Su aura desprendía sed de sangre, por eso, con una daga que el mismo fabricó con su magia, se dispuso a clavársela al rubio en el corazón, y así hubiera sido sino fuera porque tomándolo por sorpresa, el guerrero desenvainó rápidamente a Magord para usarla como escudo y aunque su intención fue solo usarla como protección, hizo añicos la daga. Dan retrocedió rápidamente como si una fuerza lo haya halado, maldijo a los cuatro viento y miró con aberración lo único que le quedaba de la daga. Ese resultado lo despertó de su trance al recordar que no podía hacer nada contra esa espada de Axel; contra Magord, la única arma que podía cortar su poder; la magia.

    Ante la reacción del mago, el rubio se puso de pie, escupió sangre y aunque sus piernas empezaron a flaquear, se mantuvo firme. Ambas miradas chocaron y estas revelaron una verdad. Los dos lo sabían. Aquella pelea se convertiría en una de resistencia; Axel cortaría cualquier cosa proveniente de Dan, a su vez, Dan gastaría su energía en invocar cuanta cosa hiciera.

    El mago tenía que pensar en algo. La única solución a la que llegó fue separar a Magord de su dueño. Sin pensárselo dos veces, Dan invocó a varios guerreros. Siluetas negras iban formándose al rededor del guerrero.

    —No pensé que fueras un cobarde —dijo lanzándole una mirada seria.

    Las seis sombras atacaron con sus espadas, pero los ataques terminaron siendo bloqueados por el rubio, quien decidió contraatacar de la misma forma. Las sombras rodearon atacándolo a diestra y siniestra, mas él continuaba peleando y aunque seguían apareciendo una tras otra que desaparecía, el guerrero continuaba luchando. Viendo que era una oportunidad perfecta, Dan tomaría a Cutall que continuaba en el suelo. Mas imaginando eso, el rubio hizo una abertura para correr a recuperar el arma. Se acercó a Dan, quien esquivando su ataque, intentaba acercarse al arma mientras él hacia lo mismo.

    Dan llegó hasta Cutall e iba a tomarla cuando sintió al dueño muy cerca, retrocedió pero había sido mas lento que su contrincante por lo que recibió un golpe en el brazo derecho con la espada. El golpe fue tan fuerte que lo obligó a gritar de dolor y afortunado era que lo golpeó con Magord porque si hubiera sido con Cutall hubiera dicho adiós a su brazo. No pudo creer que le diera alcance, no podía creer derrotó a todos sus guerreros, eran muchos como para que los exterminara a todos. Se giró para enfocar la mirada en su oponente y sin saber con que escena se iba a encontrar.

    “Está loco” fue lo que atinó a pensar, con una pizca de incredulidad, al ver Axel, que con respiración entre cortada, fue atravesado por cuatro de sus sombras mientras una fina linea se convertía en varias de sangre brotar de sus labios. Nunca imaginó que él se dejaría atravesar solo para alcanzar el arma primero. Eso solo demostraba la tenacidad de su oponente.

    Axel tomó la espada del suelo, la guardó en la vaina y luego corto a sus atacantes. Todo aquello mientras esquivaba los ataques de Dan. Una fría y mortífero ambiente invadió el alrededor de ambos contrincantes. Al momento en que Dan pensaba alguna manera de apartar a Magor



    En los días antiguos de Akmuo, existió un fantástico herrero que al tener el poder de los de Peslé, creó la única e inimaginable espada que podía cortar la magia. Aquella espada, cuya existencia se creía solo era un mito, la poseía desde generaciones el Maestro que entrenó a Axan y a Mall. Cierto día, mientras los jóvenes se encontraban en entrenamiento, el Maestro, llamó a un adolescente Axan.

    Ven, Axan.

    Ya era el momento de heredarle aquello que le había sido heredado a lo largo de su familia.



    Axel continuaba defendiendo y contraatacando a Dan y su poder.Sin embargo, viéndose en una posición poco favorable, se dio cuenta tarde que las aberturas que iba aprovechando en realidad habían sido intencionadas y que siendo un plan desde el principio, se encontró rostro a rostro con el mago, quien creando un arma pensante lo atacaría, aunque el guerrero sabía que el otro brazo de Dan que se mantenía escondido, había otra arma. Sabiendo que iba a ser atacado por la segunda al intentar defenderse de la primera, Axel voltearía la treta a su favor. Al ver la oportunidad de tener tan cerca a Dan,iba a cortarlo ahí mismo y con un movimiento ágil, con su brazo izquierdo, desenvainó la otra espada.

    Una decisión fatídica porque, reduciendo su acto de reacción, su enemigo se protegió con la primera daga de Magord mientras que con la otra se protegió con Cutall, y para cuando Axel intentó alejarse, un rinoceronte lo atacó por el costado, lanzándolo metros de distancia. No había predicho aquel movimiento.


    Axan y Mall estaban entrenando, teniendo una pelea uno a uno y al escuchar nombrarlo, dejo de entrenar con Mall y sin saber lo que le depararía siguió la figura de su maestro, quien lo guió hasta cierto almacén.

    ¿Sucede algo, maestro? —dijo el rubio mientras seguía al Maestro. Lo había llevado hasta el almacén. Una vez allí sus curiosos ojos observaron el tiradero del lugar, temiendo que le pidiera que ordenara todo eso.

    ¿Qué sucede, Axan? —preguntó el Maestro echándole un vistazo rápido a su pupilo.

    No me pedirá que recoja todo esto, ¿cierto?

    No sería mala idea, la verdad —dijo él mientras buscaba entre el montón de cosas.

    ¿Eh? ¿No se lo puede pedir a Mall?

    Claro, a que te eche una mano. Aquí está.

    El rubio, quien se mantuvo detrás del Maestro, curioso por saber lo encontró ladeó su cabeza. No fue necesario que se acercara porque su Maestro se acercó a él, entregándole aquella caja esculpida en madera. Axan arqueó la ceja, tomó la caja y no pudo evitar abrir sus ojos tan grandes, llenos de sorpresa e incredulidad al ver como su el hombre abría la caja y dejaba al descubierto una peculiar vaina. Una funda que retenía una espada legendaria.



    Axel abrió tan grande sus ojos cuando observó imponente como Dan tomaba en sus manos a Magord, se levantó y se fue contra él para arrebatarle el arma pero fue imposible porque su contrincante la utilizó contra él, golpeándolo en el estómago y obligándolo a retroceder con falta de aliento. No lo hirió, afortunadamente aquella espada solo podía cortar la magia, pero el golpe si lo lastimó, después de todo seguía siendo un arma.

    Levantó la vista para mirar al mago. Maldijo a su adentros mientras era testigo de la distorsionada sonrisa que dibujaba su enemigo al observar la espada en su poder.

    —Aquí se acabó tu suerte, Axel.



    Magord era el nombre de aquella arma blanca. El nombre de una espada legendaria.

    Quiero regalártela —le comunicó el hombre—. Creo que eres digno de tenerla en tu poder.

    Axan tomó la vaina y la admiró. Miró a su maestro y este cabeceó, entonces, él desenvainó la espada y la admiró aún más. Observó detenidamente el poder que fruía de ella. El aura morada que generaba. No podía creer que tuviera en su poder aquella arma.

    Eres digno de poseer a Magord. Quizá tú le des una buen uso. Desde que mi antepasado la forjó, mi familia nunca la a utilizado. Por mucho tiempo, solo se cargaba como mera representación de nuestro apellido, mas nunca se le dio uso. Axan, tenla como para usarla o simplemente como representación de mi nombre.

    Axan asintió pues comprendió sus palabras. Y desde ese día la guardaba y la llevaba consigo. Y nunca imaginaría que pudiera utilizarla. Nunca creyó que la utilizaría para combatir contra alguien de su planeta; y mucho menos, que quien fuera esa persona fuera a quien consideraba su mejor amigo.


    Axel gritó a todo pulmón. Tuvo la necesidad de gritar para tener un poco de alivio. Con ello consiguió un poco de tranquilidad.

    Ya no me queda nada.” pensó, “Nunca conocí a mis padres. Mi tutor y la única persona que consideré como a un padre murió, mi vida hubiera perdido significado pero había alguien que me apoyó, viajé y conocí a un buen colega. Los perdí a ambos. Y en esta vida… “ Sus ojos se llenaron de lágrimas con cada grito que efectuaba su garganta, con cada estocada que ambas espadas generaban; lágrimas que prometió ya no derramaría más y así lo hizo, de sus ojos no salió ninguna, “Deseé que esta nueva vida fuera diferente, pero termino siendo peor, asesiné a… a mi mejor amiga y ahora asesinaré a mi mejor amigo”

    El fuerte golpe efectuado en la herida desequilibró al guerrero, quien se fue hacia atrás, tropezando con sus propios pies, cayó al suelo. Su pecho, demostrando el sobre esfuerzo que estaba haciendo, le dolió. Su respiración se volvió tan pesada que le costaba exhalar aire sin hacer una mueca de dolor.

    La pelea era caótica. Esquivó un guerrero sombra, dio una maniobra para pasar por arriba del rinoceronte;no podía cortarlos pero si esquivarlos. En ningún momento dejo de correr, su meta era acortando distancia entre él y Dan.

    —¡Ya muérete de una maldita vez! —gritó Dan. Estiró su brazo y de este salió una especie de extremidad a una alta velocidad.

    Él levantó la espada con la intención de traspasar al moreno de lado a lado, y lo logró, mas para su sorpresa y mala suerte del rubio, la espada no atravesó la piel de Dan. “¿Por qué?” Se preguntó él. Comprendió lo que su enemigo hizo. Una especie de aura azul oscura invadió todo el cuerpo del mago.

    Dan se envolvió con su propio poder, usándolo como una armadura impenetrable, por lo menos para Cutall. No podía hacer nada sin Mogard.

    Axel estaba destrozado. Cansado. Casi no se podía mantener en pie. Pensó que hasta ahí había llegado. Dio todo de sí mismo, si iba a morir en ese mismo instante, lo haría sin rencores porque dio todo lo que pudo dar. El primer contrincante que fue digno rival de él. Su primer amigo y el más poderoso de sus enemigos.

    “—Axel, no te rindas—" escuchó una voz desde su mente. Era la voz de uno de los TS.

    “—Si te rindes en este momento, nosotros podremos detenerlo sin ningún problema—" añadió otro.

    “—Desde que Daner dejo de tener la protección del wisher Poder pudimos intervenir, pero no lo hicimos por respeto. Quisimos dejarte la vida de él en tus manos.”

    “—Pero ten en cuenta que en el momento en que mueras, detendremos y castigaremos a Daner.”

    Axel apretó con fuerza el puño del arma, se mantuvo firme. Inhaló con fuerza aire y llenando sus pulmones, se dio más fuerza porque deseaba ser él quien terminara con la vida de su viejo amigo. Guardó la espada en su vaina y miró con seriedad al moreno, era inútil pelear con Cutall.

    Dan comenzó a debilitarse y a perder energía, mas porque aquella técnica le exigía mucho poder y mucha concentración. Poco a poco iba rompiéndose por dentro. Lanzó a lo lejos a Magord. No la necesitaba para terminar con él. Miró de la misma al rubio como lo miraba él.

    Y los dos se enfrascaron en una pelea de puño. Cada puño demostrando su admiración por cada uno. Sus momentos de alegría. Sus recuerdos, uno que otro manifestando algunos recuerdos olvidados o enterrados. Golpes llenos de rencor, de perdón, de lágrimas no derramadas. De dolor.

    Para ninguno de los dos existía ya un retorno.

    Golpes en el rostro, en el estómago, rodillazos, patadas en el pecho, brazos y donde alcanzaran. Aquella extraña pelea se había convertido en una furia de puñetazos. Siendo el más afectado Axel porque sus nudillos comenzaron a pelarse y le sangraban, pero para ese entonces la adrenalina le era como anestesia. No obstante, perdió la vista de un ojo al llenarsele de sangre seca. Perdió dientes. Perdió la movilidad de uno de sus dedos meñique.

    Fue cuando Axel le dio un fuerte puñetazo en pleno rostro que hizo que Dan retrocediera y casi perdiendo el equilibrio, queriendo regresarle el golpe que el Cutall lo había atravesado por el pecho.

    Dan observó con gran sorpresa la moribunda mirada de Axel. Ahora recordó porque había pedido aquel deseo. Recordó la admiración que tuvo y seguía teniendo por Axel. Admiró su fuerza, su espíritu, su buen corazón. Lo último que sintió fue como la espada del guerrero fue retirada de su cuerpo, perdiendo un montón de sangre hasta que su cuerpo quedó seco, cayó de rodillas para terminar desplomado en el suelo. Ahí yació el cuerpo de Dan Muller.


    El rubio soltó la espada porque su brazo no tuvo la fuerza para seguir asiéndolo. Con mirada perdida, observó por unos segundos el cadáver de Dan y luego cayó de espaldas, la adrenalina dejo de hacer efecto y fue entonces que se percató del terrible estado en el que se encontraba. Quizá tenía un sinfines de huesos rotos. Le costaba respirar y la sangre que perdió ya era irrecuperable. Un escalofrío lo invadió y comenzó a temblar mientras el único ojo que le quedaba iba perdiendo poco a poco la visión. Distinguió la figura de tres hombres. Intentó decirles algo pero su garganta no pudo emitir sonido alguno.

    El TS rodeó al moribundo y pudieron observar como el ojo del joven guerrero se movía de arriba a abajo como quien deseando mirar cierto lugar. Ellos comprendieron lo que aquellos ojos cansados buscaban contando afán.

    —Axan, comprendemos tu sentimiento más de lo que crees.

    —Te sacrificarte para un bien mayor al arrebatarle la vida a la persona que amas.

    —Y sin saber el resultado, te atreviste a hacerlo. No fue una decisión fácil porque fue muy dolorosa.

    —Y solo por eso, a ella le perdonaremos. La mandaremos a un lugar lejano, y como castigo solo le borraremos su memoria —finalizó Castigo.

    Y como si aquella promesa fuera lo que tanto anhelaba escuchar, Axel cerrando los ojos, dio su último aliento de vida.

    Era lo único que el TS pudo prometerle para que pudiera morir en paz. Hasta le final, aquel guerrero se preocupó por el bienestar de Morgan.

    ***​

    El vagabundo no se inmutó nada al ver de reojo que Tiempo, Poder y Castigo aparecieron a su lado, Morgan continuaba echada en el suelo, Poder la levantó para cargarla, el wisher quien desde el último deseo había perdido todo interés en el resultado de la batalla, se giró para ver a los tres. Desviando la vista hacia el frente, mirando a la nada, aquel hijo de Dooró, preguntó:

    —¿Cuál será mi castigo?

    Su castigo, por lo que se sabe o por lo que me contó mi abuelo, no fue la muerte, fue lo contrario, la inmortalidad, se le condenó a vivir vagando por las tierras, por lo mundos sin poder hacer nada. Por las leyes y reglas no escritas de aquellas divinidades, el TS no podía ir en contra del poder de Dooró, sin embargo, añadiendo la inmortalidad, se agregó que la vida de aquel vagabundo no podía correr ningún riesgo, por lo que nunca podría hacer pacto con nadie. ¿Por qué se le obligó a la inmortalidad, no podían ellos solo quitarle la vida? Me había hecho esa pregunta —y seguro que más de uno de ustedes también—, mi abuelo me miró y después me respondió que, el TS deseó verlo odiar su vida; siendo un simple libre y errante wisher que no pudo liberar a sus hermanos.

    Y he aquí la leyenda de Los Hijos de Dooró. Aquella leyenda que solo fue contada a mí y que yo se las escribo porque deseo transmitir la valentía de un héroe olvidado, de un héroe nadie conoció y que sacrificó su propia felicidad, su propia vida, para darle la paz tanto a su mundo como a los demás.

    Este es el final de los hijos de Dooró y el principio de mi aventura.


    F I N
     
    Última edición: 3 Febrero 2018
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