Ciencia ficción La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por Agus estresado, 1 Julio 2017.

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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Bueno, quería darles un aviso. Lo edité en el primer capítulo, pero por si acaso también lo pondré al final de este capítulo.

    A partir de ahora FFL admite relatos con contenido adulto (escenas sexuales explícitas, violencia extrema, y lenguaje fuerte). Y claramente voy a aprovechar ese cambio.

    No es que lo estoy haciendo solo porque puedo. Yo siempre quise mostrar escenas fuertes en esta historia, después de todo, creo que el contexto de la historia lo amerita. Como antes no estaba permitido, los capítulos eran escritos para mantenerse dentro de las reglas del foro. Ahora que se admite ese tipo de contenido, voy a aprovecharlo y contar la historia de la manera en la que yo quería hacerlo.

    Esta es una decisión que me ha beneficiado. Hasta el momento no ha muerto ningún personaje, pero no faltaba demasiado para llegar a las muertes, y mi preocupación era el poder escribir una muerte que impacte sin salirme de los límites. Ahora ya no tendré que preocuparme por eso.

    En el momento que se hizo el anuncio, yo ya tenía 15 capítulos escritos, los cuales no pienso editar. Pero a partir del capítulo 16, es posible que los personajes comiencen a hablar de manera más agresiva, y que las escenas de acción se tornen más explícitas y violentas. Escenas sexuales explícitas no habrán, al menos no por el momento. Nunca he escrito una, por lo que, antes de poder incluirlas, debería practicar en eso. El contenido explícito se refiere a la violencia extrema y lenguaje fuerte, al menos de momento.

    Espero que esto no sea una molestia para ninguno de ustedes. Saludos y hasta la próxima.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Después de una larga espera, al fin has publicado un nuevo capítulo. Ya sabes perfectamente que La Gran Catástrofe me ha enganchado y todo este tiempo ha valido la pena, porque regresó. Pero bueno, hablemos del capítulo en sí.

    No he notado ningún error, aunque estaba lógicamente más centrado en la historia en sí que en fallos :v

    Pese a no ser un capítulo lleno de acción, sino más bien tranquilo y ligero (puro amor XD), es un capítulo que me ha gustado mucho y que para nada baja el nivel. Obviamente cuando hay disputas y peleas la emoción sube bastante pero no quita que estos capítulos sosegados ayuden a la historia. La interacción entre personajes es primordial en una historia y tú lo estás haciendo de manera excelente. Cada personaje tiene su forma de ser y se sabe lo que quieren y sus propósitos personales.

    Por ejemplo, me gustó la escena de Ace y Natasha (es la pareja que más me gusta XD) y me alegra que avance de forma pausada pero lógica. También me gustó lo de Michael y Gwyn, aunque me sorprende la actitud del hombre. Parece que solo quiera probar haber si le gusta el estar en pareja o algo así. Me intriga ver como evoluciona eso. Ha habido otras parejas pero esas dos son las que captan mi mayor atención.

    Al margen de las escenas sentimentales, las charlas de sus respectivos líderes a sus grupos han estado bien. Cada uno tiene su plan trazado a corto plazo y espero que la lucha por conseguir el objetivo se torne algo más... encarnizada. Más dura :v

    Nada más que añadir, amigo. Te luces en cada capítulo. Espero el próximo con ansia.
     
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    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola.

    Después de una larga espera me alegra saber que continuaras con la historia. A decir verdad me tienes en ascuas desde hace meses.

    Y a pesar de la enorme ausencia que has tenido, no te culpo por ello, después de todo yo tampoco en actualizado mi historia por diversas razones. Espero poder actualizarla en las próximas fechas.

    Con respecto al nuevo capítulo, pensé que los del Zenith encontrarian bastantes bacterias para lograr atacar a los del B.M. Pero me lleve la desagradable sorpresa que solo encontraron dos. Veremos si son capaces de utilizarlas contra sus enemigos.

    La relación de Michael y Gwyn me pareció bonita e interesante. Lo que me resultó curioso fue que Michael dijo que no serian novios sino solo algo más que compañeros. Entonces, ¿serán amigos con derecho? O_O

    Ace y Natasha forman una bonita pareja, pero no me llama tanto la atención, quizás con el pasar del tiempo eso cambie pero por el momento me inclino más por la de Michael y Gwyn.

    En base al B.M. (En general) Me parece que es demasiado pronto para hacer funcionar la máquina que les ayudará a "reprogramar" a sus enemigos. Pero veremos como le va a ellos con eso.

    La reanudación de la historia ha sido muy entretenida, no me parece haber visto errores. Y la trama continua siendo un misterio con respecto a ambos equipos. La espera ha valido la pena y la tranquilidad que ha habido en elcapítulo no opaca la calidad de la historia en sí, pues capítulos como este son necesarios sí o sí.

    Esos es todo por el momento, nos vemos en la próxima oportunidad.

    Saludos.
     
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    Crofts

    Crofts Un Da Vinci

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    Hola vale, llevo tiempo sin leer y escribir aquí xD, a pesar de haber pasado un tiempo considerable desde que leí el último capítulo, me sigo acordando de lo más importante... o eso creo.

    No note errores en la historia, pero vi una palabra a la que le faltaba una ''O'', era en la última escena del capítulo, el problema es que no la encontré porque me dio flojera buscar bien xD, me acabo de levantar no me culpes. Pero por ahí hay una palabra a la que le falta la ''O'' estoy seguro.

    Si no recuerdo mal, los dos bandos se marcharon del país en el que estaban porque los habían descubierto, pero los de Zenith se habían llevado a las bacterias ¿verdad?, y no recuerdo bien porque B.M tenía aun en su posesión a la maquina que borraba la memoria, ¿era porque no los habían descubierto a ellos?.

    Ahora si hablo del capítulo.

    Esta vez trato más que todo de las relaciones entre personajes, especialmente las amorosas, pero también se trataron cosas como el uso de las bacterias y la maquina que borra la mente, desde mi punto de vista, todas estas cosas son importantes para el futuro de la historia.

    Creo que los dos bandos van a usar sus armas de forma efectiva, es obvio que cuando lo hagan la historia tomara un gran giro, pero siempre esta la posibilidad que fallen o algo por el estilo, solo queda ver que va a pasar.

    Las relaciones amorosas me parecen super raras, entiendo la de Ace y Natasha, pero la de Michael y Gwyn si es extraña realmente, porque el tipo no la ama, es mas, creo que la va a utilizar para su beneficio más adelante.

    Bueno, eso fue todo lo que se me ocurrió para decir, supongo que fue porque hace tiempo que no me meto aquí y porque el capítulo fue relativamente corto.

    Por cierto, salí el 5 de este mes de clases, así que ahora si tengo tiempo para escribir, yo no creía que me mandarían tanta tarea pero ahora que estoy libre si voy a poder escribir, voy a tratar de sacar el próximo capítulo esta semana.
     
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  5. Threadmarks: Ve por tu objetivo
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Título:
    La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    7588
    Bien, el capítulo número 16 finalmente está publicado. Espero que lo disfruten. Desde ya les aviso que será un capítulo largo, creo hasta más largo de lo que fue el número 13. Mi intención no es hacerlos demasiado largos, simplemente quedan así por la gran cantidad de personajes de la historia, además de que me centro en varios personajes en un mismo capítulo para que se vean varios puntos de vista.

    Además de que ya conté que mi idea es que un capítulo se extienda hasta que se cuente todo lo que yo quería que ese capítulo contara. Y salvo que se extienda mucho, quedará así.

    Como es un capítulo largo, lo mejor será dejarlos leer tranquilos. Saludos. Cualquier comentario que quieran hacer es bienvenido.


    Ve por tu objetivo:


    Ya había dado la medianoche, lo cual quería decir que los soldados de Black Meteor que tuvieron que quedarse entrenando ya podían irse a descansar. Geoff, Grace, Paul, y Casey detuvieron su entrenamiento apenas llegó la hora de detenerse, pero Shun seguía ejercitándose. A todos sus compañeros le parecía extraño, pero creyeron que él simplemente no se había dado cuenta.

    — Oye, Shun, ya es hora de parar — le dijo Geoff sin levantar tanto la voz — Ya terminó el tiempo de castigo.

    — Yo no voy a descansar — le respondió Shun sin cesar en su actividad — Ya estoy harto de que Zenith me derrote. Hoy fue la última vez. Voy a entrenar hasta el cansancio.

    — Como quieras — le dijo Paul empezando a marcharse del lugar sin importarle lo que Shun pudiera hacer.

    Fue así como los cuatro soldados dejaron a Shun totalmente solo entrenando en el gimnasio de la base. Él no se detenía, y no por ser tarde disminuía su ritmo, sino que lo aumentaba. Tal y como él lo había dicho, Zenith ya lo había superado muchas veces, y no quería que eso se volviera a repetir. Pero había una motivación extra para seguir entrenando, y esa era superar a Ace. Shun perdió en todos sus enfrentamientos en contra de sus enemigos, mientras que Ace había ganado en casi todos. Todo esto sumado a su reciente derrota contra él en una pelea uno contra uno. Estaba claro que Shun ni siquiera podía considerarse como la sombra de Ace, lo cual lo hacía enojar mucho. Cuando lo llamaron para esta misión por su buen rendimiento académico, creyó que podría ser considerado para ser el líder del equipo, o en todo caso, que debería competir contra los demás para eso. Pero en vez de que resultara de esa manera, se encontró con una realidad que estaba muy lejos de acercarse a la peor situación que él se había imaginado.

    Lo cierto era que ya estaba harto de que las cosas siguieran igual. En todas las misiones quedó demostrado que él no estaba a la altura de ser el líder, ni siquiera tenía posibilidades de ser considerado para eso. Por lo tanto, decidió que a partir de ahora, entrenaría para poder fabricarse él solo esas posibilidades.

    El tiempo seguía marchando, y Shun continuaba entrenando. Sus cuatro compañeros habían ido a darse una ducha para poder quitarse el polvo del combate que llevaron a cabo durante el día, además del sudor del entrenamiento reciente. Al terminar de ducharse, los soldados se iban a dormir para descansar lo más que pudieran para la misión del día siguiente.

    Paul se dirigía a su habitación, cuando se encontró con Casey, quien quería ir a buscarse algo de beber antes de dormir.

    — Oye, tú eres quien más tiempo ha pasado con Shun — le dijo Casey a su compañero — ¿Sabes que bicho le picó? ¿Por qué está actuando tan extraño de repente?

    — Ni idea, y prefiero no pasar mucho tiempo con Shun — le respondió Paul con toda sinceridad — Según Ace, él es el responsable de que yo no ganara batallas hasta hoy. No sé que es lo que tiene, o por lo que está pasando. Pero está totalmente solo.

    — Yo estuve muy cerca de poder eliminar a alguien del Zenith, pero esa chica, Gwyn, me interrumpió — se quejaba Casey recordando la pelea — Si la hubiera matado, probablemente Morris no me hubiera mandado a entrenar hasta la medianoche.

    — Estás empezando a sonar como Stuart — le dijo Paul riéndose un poco — ¿Son familia o algo?

    — No, y no sé por qué dices eso — respondió Casey un poco seria — Como si tú, o Shun, o Ace, o cualquiera de nosotros no quisiera matar a un soldado del Zenith.

    — Te doy un punto por eso — Paul reconoció que su compañera tenía razón.

    — Tal vez la manera de matar a los del Zenith sea luchar en equipo, pero con los compañeros adecuados — suponía Casey — Yo luché junto a Grace, y tú junto a Shun. Y ninguno de nosotros tuvo resultados.

    — ¿Quieres que lo intentemos juntos? — preguntó Paul tratando de entender a donde quería llegar su compañera — Es decir, ¿qué tú y yo hiciéramos equipo?

    — Podría servir — le respondió Casey a su compañero — Y si funciona, no volveremos a entrenar hasta tan tarde.

    — Entonces la próxima vez vamos a luchar juntos, para ver que sucede.

    — Es un trato. Pero ahora lo que quiero es tomar un poco de agua.

    Casey continuó su camino. Paul se dio vuelta para observarla atentamente. El soldado le miró el culo, además de observar su forma de caminar. Casey no estaba nada mal, al menos no para él. Y después de haber entrenado con ella, creyó que no perdería nada si intentaba empezar una relación con ella. Por lo que aprovecharía la próxima misión para ver si realmente algo entre ellos podría funcionar. Pero ahora mismo, lo único que quería era irse a dormir.

    En otro de los cuartos de la base de Black Meteor, la sala médica, Morris observaba atentamente la máquina para modificar los recuerdos. Esa máquina fue un regalo de la suerte por haber tomado esa base al llegar al país, y estaba claro que les podría permitir una victoria segura en contra del Zenith. Si su equipo tenía éxito y lograba capturar a Julie, Zenith perdería un soldado al mismo tiempo que ellos ganarían uno. Eso era muchísimo mejor que simplemente matarlos. Analizó la posibilidad de no matar a ninguno de los soldados de Zenith. Después de todo, los que fueron enviados a esa misión eran de los mejores soldados del país. Y el añadirlos a su equipo sería muchísimo mejor que simplemente quitárselos al Zenith. Pero primero deberían ver que era lo que ocurriría con Julie después de que la máquina fuera utilizada. Si todo salía bien, se buscaría que el resto de soldados se les unieran. Si no fuera el caso, los matarían. Abel iba a estar satisfecho sea como sea, por lo que no importaba realmente. En tanto obtuvieran los recursos que querían, todo estaría bien para ellos. El comandante de Black Meteor intentaba recordar aquella vez que vio una de esas máquinas en funcionamiento, para no cometer errores al momento de usarla. Aunque eso había ocurrido hace mucho tiempo.

    […]

    Richard estaba muy asombrado con las bacterias. Nunca creyó que sería posible para un país desarrollar algo capaz de superar el sistema biológico humano, el cual había sido mutado por la catástrofe. Las amenazas en contra de aquel país estaban justificadas, incluso sintió un gran alivio que entre el país que estaban saqueando y el Zenith no hubiera ningún conflicto de hostilidad pendiente. Thomas ya le había explicado todo lo que recordaba a su comandante.

    Con estas bacterias vamos a eliminar a Ace — le decía Thomas muy serio en su manera de hablar — Cuando entre en su cuerpo, él empezará a sentirse débil. Ni siquiera tendríamos que esperar a que pasen los cinco días. Ace no estará al cien por ciento, y será más fácil de matar. Aunque sería bueno que su muerte fuera avanzando poco a poco, para que Black Meteor vea como su líder se debilita con el paso del tiempo. Eso hará que nos teman, y los llevará a la derrota.

    Es una oportunidad que no podemos desperdiciar — respondía Richard viéndolas desde cerca — El líder del equipo infiltrado es demasiado fuerte, y con esto lo eliminaríamos como si nada.

    La verdad es que no sé si Ace será tan fuerte como se dice — le dijo Thomas cambiando de tema a propósito — Él derrotó a Michael en varias ocasiones, pero eso no lo convierte en un soldado fuerte precisamente. Michael no es demasiado fuerte ni disciplinado, estoy seguro de que yo sí podría vencer a Ace.

    Eliminarlo es más importante que demostrar lo que quieras demostrar, Thomas — Richard lo retó por lo que había dicho — Además, ¿cómo sabes que tú podrías derrotar a Ace? ¿Por qué te consideras diferente a Michael?

    Porque yo aprendo de mis errores — le respondió el soldado muy seriamente — El día de nuestro primer enfrentamiento todos fuimos derrotados. Michael se fue a descansar, a pesar de que fue el que menos daño recibió. Yo me fui a entrenar para asegurarme de que Brandon no volviera a pasarme por encima, y lo logré. Michael no se lo tomó en serio. Es por eso que soy mejor. Y es por eso que considero que yo debería ser el líder. Él fracasó el día de hoy, mientras que mi grupo tuvo éxito. Y ellos contaban con Vigía. Él no sabe dirigir al equipo, y tampoco sabe usar lo que tiene. Es por eso que yo debería ser el líder.

    Creí que el tema de esta conversación era asesinar a Ace, y no quien debería ser el líder del equipo — le respondió Richard — No tengo la intención de retirar a Michael del puesto de líder. Al menos no por ahora. Así que busca a tus compañeros, porque tenemos que discutir algo importante.

    Thomas recordaba esa conversación con algo de frustración. Después de todas sus contribuciones al equipo, y de haber obtenido las bacterias, Richard no iba a hacer ninguna clase de cambios respecto al equipo. Eso tenía harto al soldado. Consideró que el simple hecho de haber conseguido las bacterias le daba más mérito a él que todas las cosas que Michael había hecho, pero Richard no lo creía así.

    Thomas se iba a dormir muy cansado y frustrado, cuando se encontró con Gwyn. La expresión que ella tenía en el rostro era de alegría, lo cual le gustaba mucho al soldado. Consideraba que su compañera era muy hermosa, y aun más cuando sonreía. Después de que su misión del día fuera exitosa, creyó que era la oportunidad perfecta para hablar con ella sobre lo que él sentía.

    — Gwyn — Thomas captó su atención — ¿A dónde vas?

    — Quería ir a buscar algo de beber — respondió la chica — ¿Tú que estás haciendo?

    — Lo mismo — mintió — Deja que te acompañe.

    Los dos llegaron a un comedor. Thomas sirvió agua para ambos, y antes de beber la suya, decidió empezar a hablar.

    — Gwyn, tengo que decirte algo — Thomas se había puesto serio.

    — ¿De qué se trata? — preguntó la chica algo confundida.

    — Yo…bueno…yo…tú me gustas, Gwyn — le dijo Thomas algo avergonzado, cosa que no era común en él — Eres la chica más hermosa en el equipo. Ninguna chica de mi escuela era tan linda como lo eres tú. Y quiero saber si te gustaría estar conmigo. No como novios, sé que sería muy apresurado. Pero podríamos empezar como algo más que compañeros.

    — Lo lamento, Thomas, pero no puedo — respondió Gwyn intentando buscar las palabras para no lastimar a su compañero — A mi me gusta Michael, y yo también le gusto. Solamente quiero estar con él. Sé que podrás encontrar a alguien más. Lo siento.

    Thomas quedó helado al escuchar esas palabras. Pero no fue la respuesta negativa la que lo afectó, sino el hecho de que Gwyn sintiera atracción por Michael. Gwyn terminó de beber y se fue a dormir, dejando a Thomas en el comedor.

    El soldado no dejaba de maldecir el nombre de Michael en su mente, una y otra vez. No entendía que era lo que ocurría. De alguna manera, Michael lo superó en todo lo que a él le interesaba. Era como si todo fuera hecho apropósito.

    — ¡Mierda! ¡La puta madre! — Thomas gritaba internamente para no despertar a nadie — ¡Michael, pedazo de mierda, hijo de puta! ¡¿Qué mierda les pasa a todos aquí?! ¡¿Qué mierda tiene este puto idiota que yo no tenga?! ¡¿Por qué todos son unos putos ciegos?! ¡¿Acaso todos están enamorados de ese imbécil?! ¡Dios, estoy harto de Michael!

    Thomas bebió su agua de un solo trago intentando tranquilizarse un poco, pero la verdad es que no podía. Primero su conversación con Richard, y ahora su conversación con Gwyn. El soldado se puso las manos en la cabeza, dispuesto a arrancarse varios cabellos por la ira que le producía el pensar en Michael constantemente.

    — ¡¿Qué mierda tiene ese imbécil?! ¡¿Alguna clase de verga mágica hipnótica?! — Thomas bajó las manos para no arrancarse el pelo a la fuerza — Tengo que hacer algo para que Michael sea retirado de la misión. Está claro que todos están enamorados de él, y que no podré llegar a ningún lado mientras él esté aquí. Tendré que buscar la forma de hacer que lo retiren.

    Thomas se tranquilizó un poco, sabiendo que poniéndose furioso no iba a llegar a ningún lado. Bebió una gran cantidad de agua y luego se fue a dormir con mucha frustración. Las cosas no estaban ni cerca de salir como a él le gustaría que fueran.

    La noche pasó, y finalmente se terminó haciendo de día. Richard y el resto de los soldados de su equipo se encontraban reunidos en el garaje, listos para salir a su próxima misión. Ya todos estaban subidos a sus vehículos, y en cuanto se diera la orden, iban a salir.

    — ¿Nos dividiremos en dos grupos al igual que ayer? — preguntaba Zoey — Un equipo debería buscar el bronzario, y el otro tendría que buscar algún dispositivo de calor para despertar a las bacterias.

    — No quiero que se dividan otra vez, al menos hasta que las bacterias estén listas para usarse — respondió Richard seriamente — Quiero que se queden todos juntos, y que busquen algún microondas especial para que activemos a las bacterias.

    — ¿No sería más fácil pedir uno a Zenith? — preguntó Harold creyendo que podrían ahorrarse la búsqueda.

    — No quiero hacerlos venir hasta aquí solo por un microondas, además necesitamos que sea uno de esos que permiten ajustar el nivel de calor — respondió Richard ante la pregunta de Harold — No quiero eliminar a las bacterias y perder la oportunidad de usarlas contra Black Meteor.

    — Entonces esa será nuestra prioridad — dijo Devlin en nombre de todos — Además, el bronzario que hay en este país no se irá a ningún lado.

    — Será mejor que salgan de inmediato — contestó Richard abriendo las puertas del garaje — No creo que sea necesario que se lleven a Vigía el día de hoy.

    — Nos pondremos en marcha — respondió Michael.

    Richard les abrió la puerta y los nueve soldados salieron a buscar un microondas especial para poder activar las bacterias y eliminar a dos soldados enemigos muy peligrosos. Michael iba al frente del grupo, Gwyn estaba al lado suyo. Devlin, Erin y Julie estaban detrás de los dos. Harold viajaba detrás de ellos, centrándo su vista en Julie. No estaba seguro de su decisión de no haberle dicho nada el día anterior, pero sabía que no tenía por qué apresurarse. Al final de la fila estaban Thomas, Agustina y Zoey. El soldado miraba a Michael de manera muy seria. No le quitaba la vista de encima ni un segundo. Quería encontrar alguna manera de que los demás vieran que él no era el indicado para el puesto de líder, pero tenía que hacerlo en seguida. Zoey y Agustina hablaban entre ellas mientras viajaban.

    — Dime, Agustina, ¿no crees que Michael siente algo por ti? — le preguntó Zoey llamando la atención de su compañera.

    — ¿Michael? — preguntó ella muy sorprendida — ¿Por qué crees que yo le gusto?

    — ¿Tu también estás enamorada de ese idiota? — pensó Thomas para sí mismo, dado a que no pudo evitar escuchar la conversación entre ellas.

    — ¿No crees que es raro que ayer te haya llevado a ti y a toda su familia con él? — Zoey quería que ella se diera cuenta — Creo que te quiere cerca de él y de sus seres queridos.

    — No estoy segura de que eso sea cierto — le respondió Agustina — Él me lo habría dicho si así fuera.

    — Deberías preguntarle — Zoey la alentaba — Sé que yo no te gusto, pero tal vez él sí llegue a gustarte.

    Agustina no estaba convencida para nada, a pesar de las palabras de su amiga. Aunque sí era cierto que Michael la había elegido a ella para acompañarlo en la misión del día de ayer. De seguro tendría una buena razón para hacer eso, pero dudaba que fuera debido a una atracción.

    […]

    El equipo de Black Meteor, incluyendo al comandante Morris, se encontraba en el garaje de salida. Antes de partir, Morris le entregó una jeringuilla a Ace. El soldado la recordaba a la perfección. Era una de las jeringuillas que había usado en contra de Devlin en el primer encuentro que tuvo con Black Meteor.

    — ¿Así que esto es lo que vamos a usar para capturar a Julie? — preguntaba Brandon, que ya había olvidado la existencia de las jeringuillas.

    — Precisamente, si no recuerdo mal, esta sustancia dejará inconsciente al que la reciba — respondió Morris refrescándole la memoria a sus soldados — Si se la inyectan a Julie, ella caerá y será más fácil secuestrarla.

    — No creí que aun las tendríamos después de que fallaran la primera vez — decía Grace algo sorprendida.

    — Nunca se tiene que desperdiciar nada — le respondió Morris — Cualquier cosa que pueda servirnos para luchar contra el Zenith es bien recibida. Además, ellos saben que no es mortal, por lo que no esperarán que las vuelvan a usar.

    — Debería darnos una a cada una — interrumpió Stuart — Siguiendo esa lógica, podríamos matarlos a todos hoy mismo.

    — Ese es el caso, no quiero que maten a nadie — dijo Morris dejando sorprendidos a todos.

    Las palabras del comandante causaron algo de confusión entre sus soldados. Ellos creían que el objetivo de la misión era eliminar a los soldados del Zenith que se encontraran. Morris se dio cuenta de que sus palabras solo los terminaron confundiendo, por lo que explicó su punto.

    — Si la máquina funciona bien, Julie solo será la primera a la que le borraremos la memoria — explicaba el comandante — Si vemos que todo funciona como se espera, utilizaremos la máquina para integrar a los soldados de Zenith a nuestro grupo. Después de todo, se trata de los mejores soldados del Zenith. Nos podría ser de mucha utilidad.

    — No se me había ocurrido eso — respondió Ace pensando que eso era verdad — Tiene mucho sentido.

    — Quiero que la búsqueda del químico pase a un segundo plano por el momento — indicó el comandante — La prioridad es encontrar a los soldados del Zenith y traer a Julie hasta la base.

    — Y lo haremos — Ace mostraba determinación — Puedes confiar en que todo saldrá bien.

    Tras esas palabras, Morris se retiró hasta el interior de la base. Antes de que salieran a buscar a sus enemigos, Ace quería discutir algo de poca importancia.

    — ¿Quién quiere usar la jeringuilla? — preguntó el líder, dejando a entender que él no sería quien la utilizaría.

    — Yo lo haré — respondió Stuart sorprendiendo a todos — Quiero matar a los soldados del Zenith, pero ahora mismo eso no es una opción. Por lo tanto, hacer esto es lo más parecido a matar a uno de ellos de lo que estaré.

    Después de dar esa explicación, Ace le entregó la jeringuilla a Stuart. Él sería el encargado de atacar a Julie con la misma, y cuando la chica quedara inconsciente, se la llevarían a la base. No había necesidad de luchar hasta la muerte en contra del Zenith. Al menos no el día de hoy. Sin tener más asuntos pendientes, los nueve soldados abandonaron su base.

    — ¿Alguna idea de donde podrían estar? — preguntaba Ace sabiendo que sería poco probable que los encontraran sin tener una pista.

    — Yo tengo un presentimiento — le respondió Shun de manera calmada — Estoy casi seguro de saber a donde se dirigirán.

    […]

    Tras un breve recorrido con las motos, los soldados del Zenith se encontraban en el interior de la ciudad. Dicha ciudad era la misma en donde Michael y Thomas encontraron a Vigía hace días, cuando Magnus se los ordenó. Michael sugirió que buscaran algún microondas especial en la misma tienda en donde obtuvieron a su dron, alegando que era lógico que pudieran encontrarlo ahí.

    Los nueve soldados se dirigieron caminando juntos hacia esa tienda. Sus motos fueron dejadas afuera, dado a que no querían hacer un ruido que llamara la atención. Cada uno de ellos recordaba que fue en esa misma ciudad que fueron descubiertos y tuvieron que suspender su misión de forma temporal. Era un error que querían evitar repetir. Cuando llegaron hasta la tienda, solo Michael entró. Recordando que había una cámara en el interior del lugar, procuró no meterse demasiado en el interior. Se paró unos pasos delante de la puerta y buscó para ver si podía encontrar algún microondas. Pero no pudo ver ninguno. La mayoría de las cosas útiles fueron saqueadas de la tienda, dejando cosas de poco valor.

    Michael salió decepcionado de la tienda. Sus compañeros lo vieron y supieron que las cosas no resultarían fáciles.

    — No hubo suerte — Michael se mostraba algo molesto — Y no recuerdo si había otras tiendas importantes aquí dentro.

    — Deberíamos dividirnos y buscar en las casas — sugirió Julie — Tal vez en alguna casa quede alguno y podamos tomarlo.

    — Es arriesgado — respondió Thomas queriendo ser precavido — No tenemos a Vigía para que vigile desde el cielo, y si Black Meteor aparece, al estar divididos seremos una presa fácil.

    — Thomas tiene razón, pero si permanecemos juntos, nos tomará todo el día — Michael tomó una decisión — Es un puto microondas, y no creo que Black Meteor aparezca. Formen tres grupos de dos y uno de tres. Gwyn, tu vienes conmigo.

    Las últimas palabras de Michael agradaron mucho a su compañera, pero dejaron a Thomas un poco furioso.

    — Erin, ¿vienes conmigo? — le preguntó Devlin a su amiga.

    — No era necesario que preguntes — su compañera respondió guiñándole el ojo, provocando que Devlin se sonroje.

    — Agustina y yo iremos juntas — dijo Zoey.

    — Entonces eso nos deja a mí junto a Julie y Thomas — agregó Harold.

    — Si alguno de ustedes ve actividad sospechosa, que le informe a todos los demás — advirtió Michael a todos sus compañeros — Nos veremos aquí cuando terminemos de revisar el lugar.

    Fue así que todos se fueron junto a sus respectivos grupos. Thomas sacó una conclusión mientras caminaba junto a Julie y Harold. Él mismo había sugerido permanecer unidos, mientras que Michael optó porque el grupo se separara. Si Black Meteor apareciera y los derrotara, la culpa de la derrota caería en Michael. Y de esa manera, ya no habría excusa para que su rival siguiera teniendo el puesto de líder en las misiones. Thomas empezó a rezar para que Black Meteor apareciera y les impidiera completar la misión. Solo quería que Michael se equivocara. Si eso ocurría, Richard y Gwyn lo verían de la misma forma en que él lo miraba.

    […]

    Los soldados de Black Meteor estaban en la ciudad en donde Shun y Paul tuvieron su enfrentamiento en contra de Michael y Thomas. Esa batalla no le traía buenos recuerdos a ninguno de los dos. No solo habían perdido, sino que terminaron revelando accidentalmente información sobre su organización a sus enemigos. Los soldados entraron con sus motos hasta la ciudad, y las habían dejado a unas cuadras de distancia de la tienda en donde se dio la lucha.

    ¿Tu crees que ellos vendrán aquí? — le preguntó Natasha mostrando muchas dudas respecto a la idea de Shun.

    La primera vez que perdieron contra nosotros terminaron viniendo aquí — respondió Shun — Ayer volvieron a perder, así que estoy seguro de que vendrán a este lugar. Nunca supimos para qué vinieron, pero es probable que podamos descubrirlo.

    Si no aparecen, esto solo habrá sido una pérdida de tiempo — le recriminaba Casey a su compañero.

    Solamente tenemos que esperar — le respondió Shun — Te aseguro que vendrán. Al menos uno de ellos lo hará.

    Los soldados de Black Meteor se pusieron a esperar porque los soldados del Zenith aparecieran, aunque todos dudaban mucho de que la idea de Shun estuviera acertada. Para pasar el rato, se pusieron a hablar entre ellos. Casey y Paul se apartaron un poco y continuaban la charla que tuvieron a la noche del día anterior. Ace y Natasha estaban descansando juntos sentados en el suelo. Brandon, Geoff, Stuart y Grace estaban hablando acerca de la idea de Shun. Mientras que este último vigilaba para ver si alguno de ellos aparecía. Como ir a la ciudad fue su idea, Ace lo obligó a vigilar el lugar, cosa que Shun aceptó de inmediato.

    Pasaron uno breves minutos hasta que su compañero les llamó la atención a todos.

    Ya llegaron — les avisó Shun a todo el mundo — Y vinieron todos.

    […]

    Los soldados de Black Meteor vieron como todos sus enemigos del Zenith se separaban en varios grupos. No pudieron escuchar su conversación, pero al verlos separarse, intuyeron que debían estar buscando algo en el interior de la ciudad. Ante esto, Ace sugirió que se dividieran en grupos iguales, para que los combates fueran parejos, recordándoles que no tenían que asesinar a ninguno de ellos.

    — Natasha, Stuart y yo iremos a buscar a los tres soldados que se marcharon en esa dirección — dijo Ace mientras señalaba hacia una parte de la ciudad — Pude reconocer a Julie entre ellos. El resto divídanse en grupos de dos y elijan a donde quieren ir.

    Los soldados obedecieron las órdenes de su líder, incluso Shun. Él sabía que debía llevarse algo de merito, puesto a que fue idea suya el acudir hacia esa ciudad.

    […]

    Michael y Gwyn avanzaban juntos en la ciudad. Gwyn estaba feliz de que Michael hubiera aceptado estar con ella, y también de que la hubiera elegido para acompañarlo en la misión. Ella caminaba al lado suyo, pegándose un poco más a él con cada paso que daban. Michael se dio cuenta de eso, por lo que tomó a Gwyn de la cintura, la acercó hasta él y la besó; cosa que Gwyn disfrutó mucho. El beso entre ellos duró un tiempo largo.

    Brandon y Grace los iban siguiendo. Ambos estaban muy sorprendidos por esa actitud mostrada por Michael, dado a que no recordaban haberlos visto así la última vez que los vieron juntos.

    — Esto es nuevo — decía Grace mientras miraba.

    — Van a estar así un buen rato, adelantémonos unas cuantas calles y luego los tomamos por sorpresa — le respondió Brandon.

    Los dos soldados de Black Meteor hicieron lo que Brandon les había propuesto. Sin que sus enemigos notaran su presencia, avanzaron hasta el final de una calle, en donde los esperarían para dar una emboscada.

    Cuando el beso entre Michael y Gwyn terminó, ellos continuaron su camino. Ambos lo habían disfrutado. Michael miraba a Gwyn observando su belleza. No había cambiado su opinión respecto a la relación que mantendría, pero eso a Gwyn no le importaba. Ella estaba con Michael y lo consideraba suficiente.

    Las cosas entre ellos marchaban bien, pero cambiaron de repente cuando sus enemigos los atacaron. Brandon corrió a gran velocidad, y tacleó a Michael con mucha fuerza, tirándolo al suelo. Gwyn lo vio y quería ir a ayudarlo, pero entonces fue atacada por Grace. Brandon sostenía a Michael en el suelo, haciendo fuerza para que no pudiera librarse, aunque su enemigo le mostraba resistencia. Gwyn recibió un rodillazo en la espalda de Grace, lo que le provocó una caída al suelo. La chica de Black Meteor iba a pisarle la cabeza, pero Gwyn lo esquivó rápidamente rodando en el suelo y alejándose un poco del lugar. Grace corrió hacia ella con la intención de taclearla, pero terminó siendo interceptada cuando Gwyn puso sus brazos en frente y empezó a empujarla. A pesar de la musculatura de Brandon, Michael estaba empezando a soltarse, por lo que el soldado de Black Meteor empezó a golpearlo con su puño en la cabeza, buscando aturdir a su enemigo. Michael recibió dos golpes y se dio cuenta de que no duraría mucho, por lo que decidió realizar un gran esfuerzo, y levantó su rodilla para clavársela en el estómago a Brandon. El golpe no fue muy doloroso, pero sirvió para que Michael se liberara. Ya libre, le dio un golpe de puño en su mentón, lo que le permitió sacarse a Brandon de encima, el cual terminó cayendo al suelo.

    Brandon se puso de pie, pero antes de que pudiera hacer algo, Michael lo golpeó con sus dos codos en el pecho al mismo tiempo. El impacto del golpe fue duro, y Brandon se sujetó la zona donde recibió el ataque. Inmediatamente después, Michael le dio un golpe de puño en la mejilla. Con tantos golpes, Brandon terminó cayendo al suelo, y ahora era Michael quien estaba golpeándolo y encima de él.

    Gwyn consiguió tirar a Grace al suelo, y una vez allí, comenzó a darle patadas en el estómago. Esto era para evitar que pudiera levantarse. Grace alcanzaba a cubrirse de las patadas utilizando las piernas, pero algunos golpes le daban muy fuerte.

    […]

    Erin y Devlin se encontraban revisando una casa que se encontraba entera en su mayor parte. Desde afuera se podía ver una pared derrumbada, y al ver al interior se encontraron con que la casa tenía varias cosas guardadas en su interior. Llegaron a suponer que los dueños habían muerto estando fuera del lugar, y que nadie entró a saquear nada.

    Erin recorría la casa buscando el microondas, mientras que Devlin vigilaba la entrada en caso de que hubiera problemas. Paul y Casey los estaban vigilando desde cerca. Querían atacarlos, pero no que los detectaran. El plan no incluía matarlos, pero no podían permitir que dieran aviso a los demás.

    — Necesitamos una distracción — susurraba Casey a su compañero.

    — Yo me encargaré — le respondió Paul de la misma manera — Me encargaré de quitar a ese idiota de la puerta, tú ataca a la chica.

    — De acuerdo — Casey le sonrió a Paul.

    El chico se sintió bien al recibir esa sonrisa por parte de su compañera, pero sabía que no era el momento para eso. El soldado de Black Meteor tomó una piedra y la arrojó en contra de un cristal de una casa. El cristal se rompió por el golpe, llamando la atención de Devlin.

    — ¿Qué fue eso? — preguntó Erin desde el interior de la casa.

    — Algo se rompió, podría ser un escombro, iré a ver — le respondió Devlin abandonando su posición.

    Devlin se acercó al lugar en donde escuchó el ruido, y allí pudo ver que había una ventana rota, junto con varios pedazos de cristal tirados en el suelo. Se dio la vuelta y se disponía a volver con Erin, pero entonces terminó recibiendo un rodillazo en el estómago de parte de Paul. Devlin sintió un fuerte dolor por un golpe tan fuerte y repentino, por lo que no fue necesario avisar a Erin, ya que su grito fue suficiente.

    — ¡Devlin, ¿estás… — pero antes de terminar la frase, Casey atacó a Erin por sorpresa, logrando tirarla al suelo.

    — Esta vez tu amiga no te salvará — decía Casey mientras empezaba a golpearla en el rostro una y otra vez.

    — ¡Erin! — gritó Devlin mientras veía la escena.

    El soldado quería ayudar a su amiga, pero un fuerte golpe en el rostro de parte de Paul lo hizo caer. Paul aprovechó que su oponente estaba en el suelo para tomar con cuidado uno de los fragmentos de la ventana. Usó ese fragmento para hacerle un corte en la mejilla a Devlin, que no podía defenderse dado a que Paul lo retenía en el suelo con su rodilla. Paul le enterró el cristal en la piel a Devlin, y comenzó a moverlo, provocando que la sangre empezara a brotar sin parar por esa herida. En unos segundos, le hizo un tajo horizontal, el cual estaba cubierto por la sangre que se despedía del corte.

    — Voy a grabar las iniciales de Black Meteor en tus mejillas — le decía Paul mientras se reía del dolor que Devlin sentía.

    Antes de que pudiera realizar otro corte, Devlin logró darle un golpe en el cuello a Paul, causando que este lo soltara, y permitiéndole escapar. Devlin se puso de pie rápidamente, listo para defenderse. Aunque el corte que tenía en la cara le dolía mucho, y la sangre no dejaba de brotar.

    […]

    Agustina y Zoey se encontraban enfrentándose a Shun y a Geoff. El primero de los soldados de Black Meteor sugirió un ataque sorpresa, pero el segundo ignoró el consejo y pasó al ataque de manera directa. Su plan salió mal, y ahora las dos chicas los habían detectado. Ellas entrenaron mucho tiempo como luchar juntas, y los soldados de Black Meteor sabían que serían derrotados si les permitían luchar en equipo. Eso los llevó a buscar una estrategia para separarlas.

    Shun y Geoff atacaron al mismo tiempo, en un intento de que sus enemigas se separaran, sin embargo no fueron capaces de lograrlo. Agustina y Zoey se pararon listas para enfrentarlos, pero notaban que algo raro estaba pasando. Sus enemigos no las estaban atacando. Shun y Geoff tomaron posiciones opuestas entre ellos, por lo que, si las chicas querían atacar, tendrían que hacerlo de manera separada. No querían arriesgarse a ser derrotadas, y fue por eso que estuvieron esperando a que alguno de ellos empezara el ataque.

    Pasó un largo rato y ninguno de ellos se movía. Solamente se mantenían de pie en posición de combate y preparados para defenderse. Las dos chicas de Zenith creyeron que podría tratarse de una trampa, por lo que se mantuvieron prudentes y tampoco los atacaron.

    […]

    Thomas, Harold y Julie avanzaban juntos por las calles, vigilando que ninguno de los soldados de Black Meteor apareciera al mismo tiempo en el que buscaban un microondas que podrían utilizar para activar las bacterias. Mientras avanzaban, Harold miraba a Julie constantemente. Su compañera era muy atractiva para él, y mirarla era algo que le agradaba. Si no fuera porque Thomas estuviera con ellos, Harold aprovecharía esa oportunidad para hablar con ella. Sin embargo, sentía vergüenza de lo que Thomas pudiera decir al respecto, por lo que decidió que no diría nada. Harold se seguía convenciendo de que podría esperar para decirle a Julie lo que sentía, dado a que no había nadie interesado en ella que pudiera ser una competencia para él.

    Thomas miraba de un lado hacia otro con mayor frecuencia que sus otros dos compañeros. Y en una de esas vistas rápidas, logró ver por unos segundos algo a lo lejos se movía entre las paredes de la ciudad. Fue ahí que se dio cuenta de que estaban siendo seguidos, pero decidió que no iba a decirles nada a sus compañeros. Quería que su misión fracasara, sabiendo que esa sería la única forma de que Richard pudiera considerarlo como líder del equipo.

    Los tres caminaron hasta que se toparon con un paredón que solo dejaba la opción de moverse hacia la izquierda, la derecha, o regresar. El movimiento que Thomas vio fue a su lado izquierdo, por lo que decidió enviar a Julie y a Harold en esa dirección.

    — Escuchen chicos, si seguimos así no terminaremos más — les indicaba Thomas — Vayan ustedes por ese lado, y yo me iré por el otro. ¿Les parece bien?

    — Por supuesto — respondió Harold sabiendo que él quedaría a solas con Julie, y que tal vez podría hablar con ella.

    — Ten cuidado si vas a ir solo — le dijo Julie mostrando preocupación por él.

    — Lo tendré, no se preocupen — respondió Thomas.

    Fue así como los tres se dividieron. Thomas fue por un lugar, mientras que Harold y Julie avanzaban por el otro.

    Ace, Natasha y Stuart vieron que se habían separado, y que Julie se estaba dirigiendo hacia donde estaban ellos. Retrocedieron un poco para evitar ser encontrados, y luego se preparaban para actuar.

    — Muy bien, Stuart, ten cuidado con la jeringuilla — le indicaba Ace — Es la única que trajimos. Aquí vienen.

    — Lo tendré — le respondió Stuart preparándose para atacar.

    Harold se estaba acercando cada vez más a Julie. Quería estar a una corta distancia antes de poder hablar con ella, sin embargo, solamente se acercaba sin decir nada. A pesar de sus ganas de hablar, no encontraba el valor ni las palabras correctas para iniciar una conversación.

    Stuart veía como ellos se acercaban, centrando la vista en Julie, su objetivo. Cuando la vio bien, se llevó una sorpresa agradable.

    — Dios mío. Ace, ¿ella es nuestro objetivo? — preguntó Stuart observando a Julie de pies a cabeza — Es hermosa.

    — Stuart, tú ya la conoces, la has visto el día de ayer — le respondió Ace sin poder creer las palabras de Stuart en el momento.

    — Nunca la había observado detenidamente — le decía Stuart mientras la seguía mirando — Realmente es una chica hermosa.

    — ¿Quieres que yo me encargue de atacarla? — preguntaba Natasha, que estaba cansada de escuchar a su compañero hablar así.

    — Claro que no — le respondió Stuart algo serio — Ella es mía. Ustedes encárguense del otro soldado.

    Ace y Natasha salieron de sus escondites y se pararon en frente a los dos soldados. Estos se llevaron una sorpresa desagradable al encontrarse con ellos, pero sabían que debían enfrentarlos.

    Ace le dijo a Natasha que se encargara de Julie, mientras que él lucharía en contra de Harold. Ambos se dirigieron a sus objetivos. Harold sabía que Ace era su enemigo más fuerte, por lo que decidió buscar la manera de atacarlo sin darle tiempo a reaccionar.

    El soldado de Zenith lanzó un puñetazo a la cara del enemigo, el cual fue bloqueado con facilidad por Ace, y lo único que tuvo que hacer fue poner su mano en frente. Antes de que Harold pudiera reaccionar, Ace le dio un fuerte golpe al estómago a este. Harold se retorció un poco de dolor, y luego quiso atacar a Ace usando combinaciones entre golpes y patadas. A pesar de que sus movimientos eran rápidos, Ace podía esquivarlos a todos retrocediendo el tiempo necesario. Harto de que el combate no avanzara, el soldado de Black Meteor le dio un fuerte golpe en la cara a Harold, haciéndolo retroceder. Posteriormente, se acercó hasta él y lo tiró al piso dándole una fuerte patada en el costado derecho.

    Julie golpeaba a Natasha con los puños, pero ella se defendía bloqueando sus movimientos con los brazos. Sin que su rival lo esperara, Julie le dio un rodillazo en el estómago, lo que hizo que Natasha se incline un poco, momento que aprovechó para darle un codazo en la cabeza. Julie juntó ambas manos para darle un fuerte golpe en la cabeza a Natasha con las mismas. Cuando dirigió el golpe hacia Natasha, esta lo esquivó moviéndose rápido hacia el frente, poniéndose a las espaldas de Julie. La chica de Black Meteor le dio dos puñetazos fuertes en la espalda, seguido de un rodillazo aun más fuerte en el mismo lugar, lo que provocó que Julie cayera de cara al suelo. Stuart miraba esa escena desde lejos mientras esperaba el momento de atacar. Sentía lástima de que una chica como Julie estuviera recibiendo una golpiza de esa manera. Era la primera vez que se sentía mal por alguien del Zenith.

    Harold vio lo que estaba pasando, y sabía que Ace y Natasha eran rivales que no podrían vencer. Creyó que él y Julie estarían en peligro, por lo que decidió pensar algo rápido.

    — ¡Julie, separémonos! — gritó Harold a su compañera — ¡Ve a buscar a los demás!

    — ¡Está bien! — le respondió Julie poniéndose de pie para empezar a correr hacia una dirección — ¡Ten cuidado, Harold!

    El soldado del Zenith se levantó y se fue corriendo en la dirección en la que Thomas se había ido. Creyó que junto a él tendría una oportunidad para poder enfrentarse a él. Harold se alivió cuando vio que Julie se fue corriendo por el otro lado. Sabía que ella iría a buscar a Michael o a Devlin, y que estaría a salvo, que era lo que él quería. Pero ahora tenía que preocuparse por él mismo. Harold corría siendo seguido de cerca por Ace.

    Julie se iba corriendo por las calles intentando escapar de Natasha, que la perseguía sin descanso por todo el lugar. La chica buscaba los callejones para poder evadir a su perseguidora. Stuart la iba siguiendo de cerca, atento a sus movimientos para poder interceptarla. Cuando la tuvo lo suficientemente cerca de él, saltó hacia ella, logrando capturarla y retenerla usando sus dos brazos. Julie forcejeaba contra él en un intento de liberarse y poder continuar su escape, pero Stuart la retenía sin darle tiempo a escapar. El soldado de Black Meteor decidió apresurarse para evitar problemas. Sacó la jeringuilla que le habían dado y se la inyectó a Julie en el cuello. La chica sintió un fuerte pinchazo en la zona donde fue atacada, y luego comenzó a perder el conocimiento.

    — ¿Qué… me hiciste? — preguntó sin saber que era lo que ocurría.

    — Dulces sueños — le respondió Stuart dándole un beso en la mejilla.

    Julie terminó desmayándose y cayó al suelo como consecuencia de ello. Stuart la levantó y la cargó en sus brazos. Natasha llegó al lugar y vio a la chica inconsciente, por lo que supo que todo había salido bien.

    — Avisaré al resto — le dijo Natasha mientras sacaba su dispositivo para comunicarse con sus compañeros.

    Ace estaba siguiendo a Harold desde cerca cuando recibió el mensaje de Natasha. Fue ahí que frenó la persecución. El soldado decidió regresar por donde había venido. Harold lo veía alejarse de él confundido. No entendía los motivos para que Ace renunciara a su combate, y menos en contra de él.

    Cuando los demás soldados de Black Meteor recibieron el mensaje, todos decidieron escapar corriendo del lugar. Los soldados del Zenith no sabían a qué se debían esas acciones. Solo se quedaron muy confundidos viendo como se retiraban. Aunque sabían que algo andaba mal, Black Meteor les facilitaría las cosas si abandonaban la ciudad.

    Thomas salió de una de las casas con un microondas especial en sus manos. El artefacto tenía una gran cantidad de polvo encima, pero funcionaba perfectamente, según el soldado. Con eso, ya solo tendrían que activar las bacterias y sus problemas se verían resueltos. El microondas era de tamaño pequeño, por lo que él podía cargarlo sin problemas. En una de las calles, se encontró con Harold, quien estaba algo confundido.

    — ¿Te encuentras bien? — le preguntó Thomas acercándose a él.

    — Sí, es solo que — Harold aun seguía intentando adivinar que era lo que había ocurrido — Ace me estaba persiguiendo, y de un momento a otro, se fue corriendo.

    — ¿Ace salió corriendo? — preguntaba Thomas sin poder creer lo que escuchó — Eso no es algo propio de él.

    — Lo sé — le respondió Harold — Algo raro está pasando aquí. Y no me gusta.

    — Descuida, ya tengo el microondas — le respondió Thomas tranquilizando a su compañero — Ace y Brandon van a morir la próxima vez que los veamos. Será mejor que avisemos al resto sobre esto.

    Thomas dio el aviso de que ya tenía lo que buscaban, por lo que todos regresaron al lugar donde habían acordado reunirse. Michael y Gwyn fueron los primeros en llegar, y al poco tiempo, Thomas y Harold llegaron con ellos.

    — Lo consiguieron —Michael estaba muy feliz de saber que su victoria estaba más cerca — Hicieron un buen trabajo. Felicidades, chicos.

    — Me felicitas como si fueras mejor que yo — pensaba Thomas con un gran enojo tras las palabras de Michael — ¿Quién mierda te has creído que eres? Cuando le diga a Richard que yo fui el que consiguió esto, tendrá que sacarte el puesto de líder.

    Agustina y Zoey fueron las siguientes en llegar al lugar. Al ver a sus compañeros con lo que necesitaban, supieron que la misión pronto se volvería mucho más fácil. Erin y Devlin fueron los últimos en llegar. Cuando los soldados vieron que Devlin tenía sangre en el rostro, se asustaron un poco, sobretodo Michael.

    — Hermano, ¿qué fue lo que pasó? — preguntó Michael algo asustado de ver un corte en la cara de su mellizo.

    — Paul me cortó con un fragmento de vidrio — le respondió Devlin muy enojado de recordarlo — Estaré bien, solo necesito desinfectar la herida. Pero ese hijo de puta me las va a pagar.

    — Tenemos que regresar a la base para limpiarlo y vendarlo — Erin expresó su preocupación por Devlin — Ya estamos todos, en marcha.

    — ¡Esperen! — gritó Harold muy preocupado al mirar alrededor — No estamos todos. Julie no está.

    Cuando Harold dijo esas palabras, Michael y Devlin miraron a todos lados y se dieron cuenta de que era verdad. Su prima no estaba por ningún lado. Esto los dejó un poco preocupados a todos, sobretodo a sus familiares, y también a Harold.

    — Ya debería estar aquí — decía Michael tomando su dispositivo para comunicaciones — Voy a llamarla.

    Michael seleccionó el equipo de Julie y la llamó para establecer una comunicación con su prima. El líder, su hermano, y el resto de sus compañeros esperaban que Julie contestara rápido, y así saber que todo estaba bien. Pero las cosas no fueron de esa manera. Tras dos minutos intentándolo, la comunicación falló, y la llamada de Michael se cortó. Julie no había respondido.
     
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  6.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Un saludo, amigo. Pasaré a comentar el grandísimo capítulo.

    Me gustó mucho la idea de Black Meteor de usar la máquina que borra la memoria para reclutar a sus enemigos y hacer que sirvan a su causa. Sin duda, es un gran movimiento por su parte.
    Después tenemos la idea de Zenith, que aunque tiene potencial, la veo inferior a la de sus enemigos. Tienen solo dos bacterias para solo dos enemigos. Una vez las usen, aún tendrán a siete soldados que enfrentar y sin un plan. No quiero infravalorar la idea XD pero si digo que para mí, Zenith tiene desventaja.

    Al margen de esto, me sorprendió lo de Casey y Paul. No pensé que pudieran pensar más allá de unir fuerzas :v
    Michael y Gwyn no deberían besarse en las misiones, eso les puede jugar una mala pasada :v pero que tierno XD

    No se me ocurre que más decir, el capítulo me gustó mucho y espero con ganas el próximo. Hasta la próxima.
     
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  7. Threadmarks: Identidad perdida - Parte 1
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    5677
    Bueno, ya está listo para publicarse el capítulo número 17 de la historia. Dado a mi decisión de publicar un único capítulo por semana, los últimos capítulos que publicaré en este año serán los capítulos 18 y 19. Me parece que el capítulo número 19 es el capítulo ideal para ser el último del año.

    Quiero avisarles que he vuelto a hacer lo que hice con el capítulo 6. Tuve que dividir el capítulo en varias partes para que no quede muy extenso. De hecho, alcancé las 5500 palabras y no llegué a cubrir ni un cuarto del capítulo en total. Así que es por esto que lo he dividido nuevamente. No era mi intensión, pero no quiero dejarles algo tan largo para que lean. Cuando se encuentren con las demás partes se darán cuenta de por qué hice la división.

    Espero que les guste.


    Identidad perdida – Parte 1:


    Michael intentó llamar a Julie dos veces más, pero no obtuvo ninguna clase de respuesta por parte de ella. Todo el equipo se había asustado ante eso. El que su compañera no respondiera era preocupante, más aun después de un ataque de parte de Black Meteor.

    — Thomas, Harold, ¿Cuándo fue la última vez que la vieron? — se notaba la preocupación en el tono de Michael.

    — Nos separamos cuando nos topamos con un paredón — respondió Thomas, recordando que había visto a algunos soldados de Black Meteor siguiéndolos — Yo me fui por un lado, y Harold y Julie se fueron por el otro. No me crucé con nadie de Black Meteor.

    — Ace y Natasha nos atacaron — respondió Harold muy preocupado por su compañera — Nos estaban superando, así que le sugerí que nos separáramos. Pudieron haberla capturado, o algo peor.

    — ¡Dios! — exclamó Agustina — ¡Tenemos que buscarla ahora!

    — Devlin, tú y Erin regresen a la base para que puedas tratar tu corte — le dijo Michael a su hermano.

    — Ni de broma — respondió Devlin muy serio — No iré a ningún lado si mi prima está desaparecida.

    — Pero ese corte no es poca cosa — le dijo Erin sin restarle importancia a la desaparición de Julie, pero preocupándose por Devlin.

    — Está bien, Erin. En serio. No voy a morir por esto — Devlin hablaba un poco agresivo — Encontrar a Julie es más importante ahora.

    Sin poder convencer a Devlin que se retirara, todos fueron hasta el lugar en donde la habían visto por última vez. Harold no podía creer lo que había pasado. Se sentía culpable. Él fue quien sugirió la idea de separarse, y por eso, Julie pudo haber sido lastimada por sus enemigos. No tuvo el valor para hablar con ella, y ahora ella ya no estaba. Mientras más tiempo pasaba, peor se ponía. Thomas quería mantener la calma. Él vio a los soldados de Black Meteor siguiéndolos desde atrás, y no dio ningún aviso sobre eso. Peor aun, él envió a sus compañeros al lugar en donde los enemigos los estaban esperando. Sentía parte de la culpa por lo que hizo, pero luego pensó que las cosas pudieron haber pasado igual, incluso aunque él estuviera presente. Luego de pensar un poco mejor, se dio cuenta de que podía usar esto en contra de Michael. Fue el líder quien les ordenó separarse, incluso aunque Thomas propuso lo contrario. Aprovecharía eso para quitar a Michael de su camino.

    Gwyn y Erin estaban tan preocupadas por Julie como Michael y Devlin. Ella era una chica agradable y siempre las había tratado bien. Querían que Julie estuviera a salvo, no solo por ser parte de la familia de sus parejas, sino también por ser parte de su equipo.

    Al llegar a ese lugar, buscaron algún indicio que les pudiera dar una pista sobre el paradero de Julie, pero no lograron encontrar nada. Es como si la tierra la hubiera tragado. Michael no podía creer lo que pasaba. Estaba empezando a perder el control, por lo que empezó a gritar.

    — ¡Julie! — gritó esperando que ella estuviera cerca para escucharlo — ¡¿Dónde estás?! ¡Responde, por favor!

    — Julie… — Harold también tenía deseos de gritar, los cuales no reprimió — ¡Julie! ¡Por favor, dime que estás bien!

    Todos los soldados gritaron. En la ciudad abandonada solamente se escuchaba un grito, una llamada a su compañera. Pero no hubo respuesta alguna. Michael y Devlin estaban al borde de las lágrimas. Con un ataque enemigo, y ella desaparecida, solo pudieron pensar en lo peor. Si no respondía a los gritos o a la llamada a su comunicador, eso quería decir que algo grave le había pasado.

    — ¡Mierda! — Michael empezó a llorar descontroladamente — ¡Ellos la mataron! ¡Tengo que ir a buscarlos!

    — ¡Michael, espera! — Gwyn se interpuso para evitar que haga una tontería — ¡Que Julie no esté no quiere decir que esté muerta! ¡Tienes que guardar la calma!

    — ¡No puedo, ellos la mataron! — no quería enojarse con Gwyn, pero necesitaba ese grito para desahogarse — ¡Necesito matar a esos hijos de puta!

    — ¡Solo harás que te maten! — le gritó Agustina intentando calmarlo — Tienes que mantener la calma. Hay que avisarle de esto a Richard, para que él nos ayude.

    — No puedo irme sin encontrarla — Michael se rehusaba a abandonar la ciudad sin tener una idea de en donde podría estar su prima.

    — No creo que ella esté aquí — Agustina pensaba en otra posibilidad — Tal vez ellos la capturaron. Si la hubieran matado, habrían dejado su cuerpo aquí. ¿Qué ganarían al llevárselo?

    — Agustina tiene razón — Zoey quería tranquilizar a su líder — Ellos no tienen por qué hacer eso. Richard sabrá que hacer, tenemos que volver y decírselo.

    — Michael, ellas tienen razón — a Devlin no le gustaba, pero reconocía que era verdad — No podremos hacer nada por nuestra cuenta. Necesitamos a Richard. Y necesitamos contar con Vigía para esto.

    Michael no quería decir nada en ese momento, por lo que se limitó a asentir con la cabeza. Todos fueron rápido hacia sus vehículos para llegar lo más pronto posible hasta la base. Iban a saber que fue lo que pasó, y también se decidieron a recuperar a Julie. Solo necesitaban tranquilidad para pensar mejor las cosas.

    — Te encontraré, Julie — Michael se hizo una promesa a él mismo y a su prima — No te preocupes. Te traeré de vuelta con nosotros.

    Los soldados del Zenith regresaron al lugar en donde habían dejado las motos. Había posibilidades muy pequeñas de que Julie solamente estuviera escondida en la ciudad, por lo que dejaron la moto de Julie en ese lugar, en caso de que ella decidiera regresar a la base. Al momento de arrancar, todos conducían a la máxima velocidad que sus motos permitían.

    […]

    Todos los soldados en Black Meteor se encontraban en la sala médica. Julie estaba recostada sobre un colchón, lista para que la máquina fuera encendida y utilizada con ella. Morris la encendió y se preparó. Todos estaban muy atentos a lo que iba a pasar. Si las cosas resultaban bien, ella pasaría a formar parte de su equipo al momento de despertar. Y en caso de que no se resultara como querían, aprovecharían el momento para eliminarla. Antes de que se active la máquina, Brandon hizo una pregunta.

    — Tenemos un problema — informaba el soldado — Vamos a modificar sus recuerdos para que crea que es parte de nuestro equipo. ¿Pero qué vamos a decirle cuando despierte y vea que tiene puesto un uniforme de Zenith?

    — Ordené a Abel que me enviara uniformes de Black Meteor junto con lo necesario para poner en funcionamiento la máquina — respondió Morris, contestando a las dudas de Brandon — Será mejor que alguien le cambie la ropa, y luego nos desharemos del uniforme del Zenith.

    — ¡Yo lo haré! — gritó Stuart queriendo ser él quien le quitara la ropa a Julie — Dame el uniforme.

    — No, tú no lo harás — respondió Ace recordando el comportamiento de Stuart en la misión — Natasha, quiero encargartelo a ti. Sé que puedo confiar en ti.

    — De acuerdo — Natasha aceptó la orden de su líder.

    — Ace, creo que hay posibilidades de que Zenith dejara la moto de Julie en la ciudad — agregaba Shun — No tienen manera de llevársela, y deberíamos ir a buscarla.

    — Me alegra que estés empezando a contribuir con el equipo — Ace apreciaba el cambio en la actitud de Shun — Llévate a Geoff y traigan la moto de Julie, si es que aun está en la ciudad.

    Natasha cargó a Julie hasta su habitación para cambiarle el uniforme, mientras que Shun y Geoff fueron al garaje para salir y ponerse a buscar la moto de Julie. Si tenían suerte, podrían traerla, y no sería necesario que pidieran una moto para que sea enviada al país. El resto de los soldados esperaba en la sala hasta que todo estuviera listo. Tras unos minutos, Natasha volvió con Julie, ahora con el uniforme de Black Meteor puesto.

    — Ese uniforme le queda muy bien — decía Stuart mientras la veía — Sin dudas es hermosa.

    — Será mejor que comencemos de una vez — Morris se preparó para realizar el procedimiento.

    — ¿Sabes que es lo que tienes que hacer? — preguntaba Paul con curiosidad.

    — Ya les había dicho que ser comandante requiere de estar informado de muchas cosas — le respondió Morris — Yo me haré cargo de esto, pero será mejor que presten atención.

    Morris conectó un casco a la cabeza de Julie, y unas muñequeras en sus muñecas. El casco le cubría toda la cabeza, exceptuando su cara. Tras conectar todo lo necesario, encendió el programa que se encargaría de modificarle sus recuerdos. Mientras estaba en el proceso, sus soldados le hicieron algunas preguntas.

    — ¿Cómo funciona exactamente esta máquina? — Casey tenía curiosidad.

    — Esto tiene dos memorias, las dos se intercambian información constantemente — respondió Morris a la pregunta de Casey — Cargo los recuerdos que quiero que ella tenga, y luego de esto, el casco envía señales a su cerebro. El intercambio entre los recuerdos de la máquina y los recuerdos de su mente se produce de tal manera que los recuerdos que ella tenga queden en una de las memorias de la misma. Esto es en caso de que algo salga mal, y los recuerdos tengan que ser restaurados. Para evitar problemas, se impide que los recuerdos reales de las personas puedan ser vistos o modificados. Los únicos recuerdos que se pueden modificar son los recuerdos creados por la máquina.

    — Osea que no podemos quitarle información sobre Zenith — concluyó Grace.

    — Lamentablemente no, pero eso no importa, no necesitamos hacerlo — respondió Morris aun trabajando en la máquina.

    La operación tardó unos treinta minutos. Morris escribía varias cosas en la máquina. Aunque sus soldados le prestaban atención, no estaban entendiendo nada de lo que estaba haciendo. Eso era nuevo para ellos, incluso se sorprendían de que Morris pudiera manejar la máquina de esa manera. Cuando Morris terminó de escribir, se dirigió a sus soldados.

    — Escuchen bien lo que les voy a decir — su tono era muy serio — Julie Umcali ha estudiado en un colegio al que ninguno de ustedes concurrió, y no fue compañera de nadie. Todos la conocieron aquí. Ella sabe que Ace es el líder del equipo, y lo último que recuerda es que uno de los soldados del Zenith la atacó con una jeringuilla extraña que la dejó inconsciente… Estos son los recuerdos que he creado para ella, y cuando ustedes le hablen, tendrán que decirle lo mismo que yo les estoy diciendo ahora. Ella no tendrá sus recuerdos de su vida en Zenith, pero no es estúpida. Y si ustedes hablan de cosas que ella no recuerda, empezará a sospechar. Es importante que ustedes le sigan la corriente.

    — Entendemos perfectamente — respondió Ace sabiendo que era muy importante — Cuando Shun y Geoff vuelvan, se los haré saber.

    — Iniciaré el proceso de intercambio — dijo el comandante presionando unas teclas en su máquina — Tardará una hora en completarse. Afortunadamente, el contenido de las jeringuillas la dejará dormida por tiempo suficiente. Será mejor que aprovechen para descansar, yo les avisaré cuando esto termine.

    Los siete soldados que estaban en la base se retiraron. Stuart se fue a entrenar, dado a que él no había peleado en el combate del día de hoy, por lo que quería mantenerse en forma. El resto del equipo se fue a comer algo. Faltaba muy poco para que oscureciera, por lo que Brandon, Casey, Paul, y Grace se fueron a acostar. Después de todo, no sería necesario que estuvieran presentes cuando Julie despertaba. Mientras Ace y Morris le explicaran a Julie lo que había pasado, sería suficiente. Natasha se quedó con él para acompañarlo. El líder y la chica estuvieron hablando sobre sus experiencias en sus respectivas escuelas, dado a que querían conocer más sobre el otro.

    — Tú sabes que mi padre no me permitía tener pareja — le decía Ace a Natasha — Pero, ¿qué hay de ti? ¿Tuviste un novio durante la secundaria?

    — No, no lo tuve — respondió la chica — Yo era la mejor del lugar, y no quería salir con alguien que no fuera capaz de derrotarme en una pelea. Sentí que se aprovecharían de mí si lo hacía. Tú serás el primer novio que tendré.

    — ¿No habrías salido conmigo si no te hubiera derrotado? — le preguntó Ace riéndose un poco.

    — Nunca perdí una pelea hasta que me enfrenté a ti — le contestó Natasha — Supongo que eso me motivó a entrenar para poder superarte, y es por eso que me gustas mucho. Quiero alcanzarte, estar a tu nivel. Ser digna de luchar junto a ti.

    — Ya lo eres — respondió Ace animando a Natasha — En más de una ocasión has luchado junto a mi, y me has ayudado mucho. Realmente me gusta tenerte en mi equipo.

    — Eres muy bueno conmigo, Ace — Natasha se sonrojó un poco ante las palabras de su líder — Pero yo puedo dar aun más. Y voy a demostrarlo. Ahora que tendremos a Julie con nosotros, podremos derrotar al Zenith con más facilidad. Lo que más quiero es estar contigo cuando esto termine, y mientras más rápido, mejor.

    — Veo que realmente me quieres, no creo que otra chica estuviera dispuesta a esperar tanto — Ace apreciaba esas palabras de parte de Natasha.

    — La espera valdrá la pena — le respondió Natasha sonriéndole — Sé que tú y yo seremos una buena pareja.

    Antes de que la conversación siguiera, Ace recibió un mensaje de Geoff. Los dos soldados se estaban acercando a la base. El líder del equipo fue junto a Natasha al garaje para recibirlos. Los dos soldados venían en motos diferentes, lo que quería decir que Zenith no se llevó la moto que le pertenecía a Julie.

    — Buen trabajo — decía Natasha viendo que sus compañeros habían regresado con el vehículo de Julie.

    — No fue difícil — respondió Geoff — Cualquiera podría hacerlo.

    — Chicos, tengo que hablar de algo importante con ustedes — les dijo Ace a sus dos compañeros.

    Ace procedió a explicarles a ellos lo mismo que Morris le había dicho a él. Era sumamente importante que cuando hablaran con Julie, lo hicieran mencionando cosas que coincidieran con sus recuerdos modificados, o de lo contrario, ella podría llegar a sospechar que algo andaba mal.

    — Lo entiendo a la perfección — respondió Geoff ante la explicación.

    — No cometeremos errores — dijo Shun, hablando por ambos.

    — Me alegra saber eso — decía Ace — Geoff, puedes retirarte. Shun, quiero hablar contigo.

    A los tres soldados le pareció rara la decisión que había tomado Ace. Geoff sabía que no tenía por qué estar ahí, así que se fue a descansar. Natasha estaba sorprendida, pero quería escuchar que era lo que Ace quería decirle a Shun.

    — Estoy muy complacido con el cambio en tu actitud, y el rendimiento que estás mostrando últimamente — Ace apreciaba la evolución de Shun — Has tenido dos ideas que nos fueron de mucha utilidad en el día de hoy. Estás demostrando que puedes ser un miembro valioso del equipo. Aunque hayas tardado en darte cuenta, tengo que reconocer que estás en un buen camino.

    — Lo agradezco mucho, Ace — a Shun no le gustaba lo que iba a decir — Pero solo estoy haciendo lo que me pidieron que hiciera cuando vine aquí. Me trajeron para ayudar al equipo, y antes no estaba del todo concentrado en ello. Pero ahora sé que Black Meteor no se puede permitir una derrota frente a Zenith. Y haré lo que pueda para evitar que ocurra.

    — Lo has entendido muy bien, puedes irte a descansar tranquilo — le dijo Ace permitiendo que se retire.

    Shun se fue muy contento del lugar. Debido a su conducta reciente y sus aportes en la misión, Ace no sospechaba que él aun tenía rencores en su contra. Sería bueno que pudiera mantener este papel por más tiempo. Al equipo le había ido muy bien debido a sus contribuciones, lo que debería servirle para ganar el aprecio del comandante. No podría ser el líder mientras Ace estuviera presente, pero solo necesitaría esperar a que su líder cometiera un error. Y si lograba aprovechar una situación así, él podría tomar su lugar.

    Ace y Natasha estuvieron hablando por un rato más hasta que decidieron regresar a la sala médica. El intercambio de recuerdos ya había terminado, por lo que solo era cuestión de esperar a que Julie despertara para ver si la máquina estaba mostrando resultados o no. Se estaba haciendo tarde, y los dos soldados, además del comandante, estaban muy cansados. Pero finalmente la chica despertó. Morris, Ace y Natasha sabían que lo que dirían ahora sería muy importante, por lo que decidieron esperar a que ella hablara.

    — Julie, ¿te encuentras bien? — le preguntó Ace hablándole con un tono de preocupación algo fingido — ¿Sientes que algo está mal?

    — No, estoy bien, Ace — le respondió la chica un poco afectada por haber despertado recientemente tras el desmayo — ¿Qué fue lo que ocurrió?

    — El Zenith te atacó con una sustancia extraña — le respondió Morris sabiendo que debía cuidar lo que diría — Te desmayaste, y Ace te trajo aquí. Afortunadamente, no fue mortal, y no tiene efectos secundarios en tu cuerpo.

    — ¿Quién fue el que me atacó? — preguntó la chica tratando de recordarlo.

    — Fue Michael — Ace inventó ese dato, debido a que su padre no le había dicho que debía decir en ese caso — Pero logré evitar que te matara.

    — Gracias por eso — respondió Julie sonriéndole a Ace.

    — Ahora que sé que estás bien, puedo continuar con mi trabajo — decía Morris retirándose de la sala médica — Lleven a Julie a su habitación si lo necesita. Ace, luego quiero hablar contigo.

    El comandante salió del lugar, dejando solos a los tres soldados. Estaba satisfecho de que su plan funcionara a la perfección, al menos de momento. Julie intentó levantarse, pero aun estaba algo cansada. Ace y Natasha la ayudaron a levantarse. Se ofrecieron a llevarla a su habitación, pero ella les dijo que no sería necesario.

    — ¿Quieres que te llevemos? — le preguntó Ace sabiendo que no se debían levantar sospechas.

    — No, estoy empezando a sentirme mejor — le respondió Julie agradecida por la preocupación de su líder — Iré por mi cuenta cuando note que pueda caminar sin problemas. Dime Ace, ¿es cierto que tú me trajiste aquí?

    — Así es — le respondió el líder a la chica — Es mi deber como líder proteger a todo mi equipo.

    — Te lo agradezco mucho, eres el mejor — le respondió Julie sonriéndole a Ace, cosa que no pasó desapercibida para Natasha.

    — Escuchen, voy a hablar con mi padre ahora — les dijo Ace — Natasha, quédate con Julie hasta que se encuentre bien.

    El líder se retiró del lugar para hablar con su padre. Sabía que se trataría de Julie, por lo que no quería perder el tiempo y ver que era lo que debía escuchar. Mientras se iba, Julie miraba a Ace atentamente y sonriendo, aunque ahora él no lo había visto. Natasha lo notó, y decidió hacer algo al respecto.

    — Ni se te ocurra — le dijo Natasha en un tono serio y amenazante.

    — ¿Qué cosa? — le preguntó Julie confundida.

    — No te hagas la tonta conmigo — Natasha se acercó a la chica para hablarle con más seriedad — Estuve viendo la forma en que miras a Ace. Excepto cuando estemos en las misiones, no quiero verte cerca de él. ¿Entendiste?

    — ¿Qué pasará si me acerco a él? — preguntó Julie en una actitud desafiante.

    — Si te veo cerca de Ace, voy a darte una paliza que no olvidarás — le respondió Natasha empujando a Julie contra la pared sin que ella pudiera defenderse — ¿Entendiste? Esta será mi última advertencia.

    Julie se había asustado ante eso. Aun se encontraba débil, además de que la actitud de Natasha era un poco aterradora para ella. Sabía que no podría ganarle en una pelea, y menos en ese estado. Lo que menos quería ahora era tener problemas, así que decidió resignarse y olvidarse de Ace. Julie bajó la cabeza y le hizo saber a Natasha que no tendría de que preocuparse.

    — Entendí perfectamente — Julie estaba desanimada — No me verás cerca de él.

    — Por tu bien, espero que así sea — Natasha se estaba por retirar del lugar — Ve por tu cuenta a tu habitación.

    Natasha se fue del lugar, dejando a Julie totalmente sola. La chica esperó unos minutos hasta asegurarse de que no tendría problemas, y luego decidió irse en camino a su habitación. Al salir de la sala médica, Stuart la vio, y decidió acercarse a ella.

    — Julie — el chico llamó su atención — ¿Ya te sientes bien?

    — Así es, gracias por preguntar — le respondió la chica apreciando la preocupación de su compañero.

    — Tienes mi palabra de que mataré al que te hizo esto — le dijo Stuart extendiendo su mano — Ven, te acompaño a tu habitación.

    — Gracias — respondió Julie.

    La chica tomó la mano de su compañero. Este se acercó a ella, pegándose lo más que podía. A Julie le agradaba tenerlo cerca. Stuart sabía que Morris no había puesto recuerdos relacionados a la relación de Julie con los demás soldados, por lo que se aprovecharía de eso. Cuando llegaron al lugar, Stuart la acompañó hasta el interior.

    — Espero que estés mejor — le decía Stuart hablando de una manera poco común en él — Porque el equipo te necesita.

    — Lo estaré para mañana — contestó la chica — Puedes estar seguro de eso.

    — Tengo algo que decirte — Stuart cambió de tema muy rápido.

    Julie quería saber de que se trataría. Fue ahí cuando Stuart la tomó en sus brazos, la acercó a él, y la besó con delicadeza, dejando sorprendida a la chica. Ella no estaba esperando eso, pero no le desagradaba.

    — Julie, tu me gustas — Stuart esperaba convencerla — Desde el primer día en que nos vimos que estuve mirándote atentamente. Nunca me atreví a decirte nada, pero ahora que Zenith te ha puesto en peligro, no voy a callar más lo que siento. Quiero que me dejes estar cerca de ti para protegerte.

    — Stuart… — Julie no sabía como responder ante las palabras de su compañero.

    — No tendrás que preocuparte porque el Zenith te vuelva a lastimar — le dijo, sabiendo que podría tenerla con él con las palabras correctas — Déjame estar cerca de ti a partir de ahora. Quiero protegerte de ellos. Estuve entrenando muy duro para asegurarme de que no te volvieran a lastimar.

    Las palabras de Stuart realmente habían tomado por sorpresa a Julie. Ella apreciaba la preocupación que Stuart mostraba hacia ella, y sentía que estaría segura estando con él. Su compañero realmente quería estar con ella y protegerla, al menos eso era lo que ella creía. No estaba segura de querer una relación con él tan rápido, pero le daría una oportunidad para ver si realmente le gustaba.

    — Está bien, Stuart — le dijo Julie poniendo muy feliz a su compañero — Quiero que te quedes cerca de mi a partir de ahora.

    — Lo haré — le respondió el soldado — Nadie volverá a tocarte. Lo prometo.

    Stuart besó a su compañera, pero ahora en la mejilla. No quería abusar demasiado de la confianza que había ganado hasta ahora. Quería esperar un poco más antes de seguir avanzando. Julie se sentía segura y protegida con él, pero quería ver bien su conducta antes de empezar una relación. Stuart sabía que debía dejarla descansar.

    — Dulces sueños — Stuart repitió las palabras que había dicho antes de atacarla, cuando Julie aun era parte del Zenith.

    Cuando se retiró, Julie se recostó y se fue a dormir. Stuart sabía que tenía probabilidades de que Julie fuera suya, pero que no debía apresurarse de momento. Tras haber entrenado tanto tiempo, decidió irse a descansar y prepararse para el día de mañana. Lo más probable era que Morris los enviara a buscar el químico que les faltaba, dado a que Julie ya formaba parte del equipo.

    […]

    Cuando los soldados del Zenith volvieron a la base, Richard notó que Julie no estaba con ellos, y al ver que sus soldados mostraban una expresión de preocupación, sabía que algo andaba mal. Devlin entró y fue junto con Erin a la enfermería para desinfectar su herida y ponerse un vendaje. El resto del equipo se reunió en la sala de comunicaciones. Richard quería respuestas, y las quería ahora.

    — ¿Qué pasó con Julie? — preguntó Richard algo nervioso, pero sonando lo más calmado que pudo.

    — Ella desapareció — Michael estaba tenso — Black Meteor nos atacó, y no sabemos que fue lo que pasó con ella. No la encontramos por ningún lado. Queremos saber si usted tenía una idea de lo que podríamos hacer.

    — Necesito que me cuenten todo lo que ocurrió — le respondió Richard sabiendo que necesitaría más información antes de decidir que hacer.

    Harold y Thomas, que fueron los últimos que estuvieron con Julie antes de perder contacto con ella, le contaron a Richard todo lo que había ocurrido. Mientras ellos lo contaban, Erin y Devlin llegaron a la sala después de atender a este último, que ahora llevaba una banda adhesiva en el lugar donde Paul le había hecho el corte. Cuando Harold y Thomas terminaron de contar lo ocurrido, Richard sacó una conclusión.

    — ¿Todos los soldados de Black Meteor estuvieron allí? — preguntó Richard queriendo un poco más de información.

    — Ahora que lo pienso bien, no vi a Stuart en el lugar — decía Harold recordando que solo vio a Ace y a Natasha.

    — Yo tampoco recuerdo haberlo visto — Thomas respondió sin poder recordar si Stuart estaba cuando vio que los estaban siguiendo.

    — Es improbable que Morris enviara a diez soldados al mismo lugar, y que Stuart no haya ido con ellos — estaba pensando en una posible respuesta — Estoy seguro de que él estaba en ese lugar, y que habrá sido él quien atacó a Julie. Dudo que la hayan asesinado. De haberlo hecho, al menos habrían intentado matar a más de ustedes.

    — ¿Cree que Black Meteor la capturó? — preguntaba Michael tranquilizándose un poco, dado a que esa idea era probable.

    — Estoy seguro de que sí — respondió Richard pensando ahora en algo más — Pero, ¿por qué? ¿Para qué la capturarían? Si quisieran usarla como intercambio, ya se habrían puesto en contacto con nosotros.

    — No importa el motivo — Michael interrumpió — Ellos la tienen, y tenemos que sacarla de ahí antes de que la lastimen. Traigan a Vigía, y vamos todos a buscar su base y atacar durante la noche. No estarán esperando que hagamos eso.

    — Esa es una estúpida idea, Michael — respondió Thomas sabiendo que era el momento de sacar provecho de la situación — Si atacamos a Black Meteor en su propia base y de noche, solo conseguiremos que nos maten, y que maten a Julie. Tus ideas ponen al equipo en peligro, y no dejaré que lo sigas haciendo.

    — ¿De qué mierda hablas? — preguntó Michael acercándose a Thomas para hablar más de cerca con él.

    — ¿No te das cuenta, estúpido? — Thomas respondió con otra pregunta — Yo dije que no debíamos separarnos, y tú insististe en hacerlo. Fue culpa tuya que tenemos este problema. No puedes derrotar a Ace, y no puedes organizar bien al equipo. Eres un líder que no sirve para nada. Por tu culpa, Julie está en manos del enemigo.

    Michael no toleró esas palabras de parte de Thomas. Era lo que menos necesitaba. El soldado le dio un golpe en la cara, haciéndolo retroceder de la fuerza del mismo. Todos estaban sorprendidos. Thomas se enojó con Michael, pero decidió no responderle con violencia, sabiendo que eso no lo ayudaría.

    — ¡Michael, ¿qué haces?! — Richard quería evitar un enfrentamiento entre sus dos soldados.

    — Esta basura solo quiere ser el líder del equipo — respondió Michael furioso con Thomas — Lo que estás diciendo no ayuda al equipo, ni tampoco a Julie.

    — Claro, porque tú le estás haciendo un gran favor al golpearme — Thomas quería provocarlo un poco más — Si ella depende de ti, entonces puedes darla por muerta.

    Michael ya no lo soportó más. Cargó contra Thomas, dándole una tacleada y tirándolo al suelo. El resto de sus compañeros estaban asustados por la reacción violenta de Michael, dado a que nunca lo habían visto así, por lo que no intervinieron. Mientras estaba en el suelo, Michael aprovechó y empezó a golpear a Thomas con los puños. Este, por su parte, solamente se cubría de los golpes poniendo sus brazos frente a su cabeza.

    — ¡Michael, detente! — gritó Richard dando una orden.

    Michael no paraba de golpear a Thomas. Devlin veía que esto no iba a terminar bien, por lo que tomó la decisión de detener a su hermano. Se acercó hasta él y lo tomó con fuerza del cuello, arrastrándolo, y tirándolo al suelo. Michael se sentía muy furioso con su hermano, pero no iba a atacarlo.

    — ¡Devlin, ¿qué mierda haces?! — gritó Michael muy furioso a su hermano.

    — ¡Detener esta mierda! — le gritó Devlin queriendo tranquilizarlo — ¡Deberías estar pensando en una forma de ayudar a Julie, no luchando contra él! — tras decir esas palabras, Devlin centró su vista en Thomas — ¡Y tú solo estás utilizando lo que le pasó a mi prima para convertirte en el líder del equipo! ¡Me tienes harto con eso! ¡No estás pensando en nada que pueda ayudar a una compañera, y quieres que Richard te convierta en líder!

    — Devlin tiene razón — Richard llamó la atención de todos sus soldados — Decidí elegir a un líder de grupo para que hubiera más unión entre ustedes, y lo único que hizo esto fue causar división. A partir de ahora, no habrá ningún líder hasta que Julie esté a salvo, y hasta que yo decida lo contrario. Lo que más importa es salvar a una de los nuestros, no una absurda pelea por el liderazgo.

    — Pero eso era lo que le estaba diciendo a Thomas — Michael respondió intentando defenderse.

    — ¿Crees que alguien que responde violentamente a una crítica es un buen líder? — Richard intimidó un poco a Michael con sus palabras — Porque yo no lo creo. Thomas estaba criticándote. Tal vez sus intensiones eran otras, pero lo que dijo fue una crítica. No puedes responder de esa manera siendo líder. Eso no es lo que se espera de ti. ¿Crees que Magnus reacciona de esa forma cada vez que alguien le dice algo que no le gusta?

    Todo el mundo guardó silencio. Nunca habían escuchado a Richard hablar de forma tan seria, además de que no había nada que decir. Cuando las cosas estuvieron más tranquilas, Richard les dijo su plan.

    — El día de mañana los dividiré en dos equipos. Uno irá a la ciudad a buscar la moto de Julie. Si Black Meteor la tiene, irán a buscarla. Cuando aparezcan, tendrán que averiguar si de verdad ellos la capturaron. El otro grupo tiene que seguir buscando el bronzario. Rescatar a Julie será la prioridad más importante, pero hasta no asegurarnos de que Black Meteor la tiene, no podremos ignorar la misión principal. Una vez que tengamos la certeza de que está con ellos, buscaremos la forma de salvarla. Mientras tanto, usaré a Vigía para ver si puedo localizar su base. Ahora vayan a descansar y prepárense.

    Todos salieron de la sala para no hacer enojar a su comandante. Devlin se fue, ignorando a Michael por un momento. No le agradó que perdiera el control cuando la vida de su prima estaba en juego. Erin lo acompañó. Agustina y Zoey se fueron por su lado. Thomas supo que con la reacción de Michael, Gwyn se daría cuenta de que no le convenía estar cerca de él. Había perdido su oportunidad de ser el líder, pero al menos quitó a Michael de su puesto. Solo quería que lo demás saliera bien. Se retiró a su habitación. Michael veía como todos se habían ido, y creyó que había perdido su confianza, por lo que se llevó las manos a la cabeza. Gwyn se quedó con él, y Harold decidió decirle algo.

    — Michael — Harold quería hablar con el ahora ex líder.

    — ¿Qué ocurre, Harold? — preguntó Michael.

    — Quiero que sepas que ayudaré lo más que pueda — respondió Harold mostrando determinación — Haré lo que esté en mi alcance para que Julie esté de vuelta con nosotros.

    — Gracias, Harold. Lo agradezco mucho — tras la respuesta de Michael, Harold se retiró a su habitación.

    Gwyn abrazó a Michael por detrás. Ella sabía que en un momento así, él necesitaría de alguien que estuviera ahí para contenerlo.

    — Gwyn…lo lamento. No quise asustarte — decía Michael arrepentido de su comportamiento.

    — No te preocupes — respondió ella — Sé que esto debe ser difícil para ti. Julie es tu familia, y también es parte del equipo. La traeremos de vuelta. Prometo que te ayudaré. Ella nos necesita, y tú me necesitas a mí. Así que aquí estoy.

    Gwyn lo soltó para poder acercarse de frente, y entonces le dio un beso a su compañero. Michael correspondió el beso y también abrazó a su compañera. Apreciaba mucho que ella estuviera ahí para él a pesar de todo. Era la contención que necesitaba. Eso le ayudó a calmarse, y una vez que el beso terminó, le dijo a Gwyn que fuera a descansar. El día de mañana sería muy importante, y requería que estuvieran al cien por ciento físicamente, y también con la cabeza fría.

    Las cosas para el equipo de Zenith se habían complicado inesperadamente. Se suponía que el día de hoy solo iban a obtener algo que les permitiera utilizar las bacterias en contra de Black Meteor, pero sorpresivamente, las cosas salieron mal, y ahora se encontraban en desventaja frente a ellos. La organización enemiga había tomado un poco de ventaja en el conflicto, y ahora eran ellos quienes podrían estar más cerca de la victoria.
     
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  8.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Saludos, acabo de terminar el capítulo y me gustó mucho. Se mantienen a un gran nivel, no hay capítulos que decaigan ni capítulos épicos por el momento y eso, la regularidad, es algo que me agrada. Pero bueno, hablemos del capítulo.

    No me sorprende que la máquina de los recuerdos haya funcionado. Contaba con ello y así ha sido. Ahora Black Meteor tiene un miembro más que sirve a su causa, sin duda salió una jugada redonda. Me sorprendió que Julie actuara dulce con Ace desde el principio, sin duda veo la posibilidad de que haya una especie de triángulo amoroso entre ella, Ace y Natasha. Además hay que añadir que Stuart aprovechó la oportunidad (me cae mal ese personaje, cabrón aprovechado) y se puede convertir en un cuarteto amoroso XD en fin, esa sub trama me parece interesante si se llega a dar.

    Por otra parte, Zenith está claramente en desventaja, tanto numérica como estratégica. La actitud de Thomas no ha ayudado nada y comienza a ser incluso peor que Shun en Black Meteor, que comenzó igual y tras pelear con su líder, se calmó, aunque sus intenciones sigan en pie, piensa en el bien de su equipo. Thomas influyó en que capturaran a Julie aunque no lo parezca y luego provocó a Michael para quitarle el puesto. Lo logró, pero seguro que no contaba con la idea de Richard de no poner otro líder. Sin duda, espero que Thomas recapacite pronto o se lleve su merecido. Casi parece miembro de Black Meteor infiltrado :v

    Nada más que decir, me gustó mucho y espero el próximo con ganas. Sigue así XD
     
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  9.  
    Crofts

    Crofts Un Da Vinci

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    Buenaaaas, me acabo de leer los últimos 2 capítulos, debo decir que por ahora estamos en el punto más interesante de la historia, aunque eso probablemente cambie más adelante.

    Las tensiones dentro de cada equipo están bastante fuertes, por un lado esta Shun que ahora esconde sus intenciones haciendo creer que cambio, pero realmente sigue planeando como subir de rango en su equipo. Y por el otro lado esta Thomas que desde un principio no le gustaba de ser liderado por Michael, no creía que Thomas llegara a hacer las cosas que hizo, pero así fue, y me sorprendió.

    No puedo esperar a ver que va a pasar con Julie, quiero ver que dirán sus antiguos compañeros cuando la vean en el otro bando, de seguro tendrán reacciones interesantes. Tengo el presentimiento que Julie empezará a sospechar o recordar cosas por culpa de lo que le vayan a decir sus antiguos compañeros, también creo que sus memorias se quedaran en la maquina o algo parecido, a no ser que se hayan borrado, y así podrá recuperar sus recuerdos.

    Me pregunto como harán los dos equipos para manejar sus problemas internos y externos, especialmente Zenith, que para mi va peor que Black Meteor, solo me queda esperar los próximos capítulos para saber que va a pasar.
     
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  10. Threadmarks: Identidad perdida - Parte 2
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    7163
    Bien, ya está listo para ser publicado el capítulo número 18 y la segunda parte de "Identidad perdida". Coincido totalmente con las palabras de Crofts, y para mí este es el momento más interesante de la historia. Yo mencioné que mi parte favorita iba de la historia iba a transcurrir entre los capítulos 13 y 20. No quiere decir que los demás capítulos que le queden a la historia no me gustan, o que sean malos, pero para mí la parte más interesante transcurre entre esos capítulos.

    Dado a que ya está por terminarse el año, este será el penúltimo capítulo de la historia que publicaré en el mismo. También voy a dar un aviso: es probable que desde el 15 de enero hasta el 28 del mismo mes me ausente. No está nada confirmado todavía, pero es un aviso para que tengan en cuenta.

    Sin más que decir, les dejaré el capítulo. Ojalá lo disfruten.


    Identidad perdida – Parte 2:


    Ace se encontraba teniendo una charla con Morris. El comandante quería decirle algo importante relacionado con la situación de Julie. Como líder, Ace debería escuchar lo que le iban a decir, y luego comunicárselo al resto de su equipo.

    — Sé que dije que no mataríamos a ningún soldado del Zenith — Morris se explicaba — Pero necesitamos poner a prueba la lealtad de Julie, y ver si el tenerla con nosotros es algo positivo o negativo.

    — ¿Quieres que matemos a nuestros enemigos? — preguntaba Ace intentando entender el cambio de planes.

    — Quiero que maten aunque sea a uno de ellos — respondió Morris — Si es posible, que Julie participe en ese asesinato. Hay que ver como afecta al Zenith tenerla en su contra, y también para evaluar su desempeño como parte de nuestro equipo.

    — ¿Y qué ocurre si Julie no tuviera un buen desempeño como parte del equipo? — preguntaba Ace curioso por esa última frase.

    — Si vemos que el modificar sus recuerdos no nos da ninguna ventaja, no nos quedará más opción que deshacernos de ella — respondió Morris muy seriamente — La mantendremos con nosotros para mantener al Zenith bajo control, y una vez que la misión termine, la asesinaremos. No me malinterpretes, quiero que todo salga bien, y si es posible, tener aquí a todos los soldados del Zenith que puedan ser de utilidad. Pero si no funciona, no vale la pena el esfuerzo.

    — Entiendo tu idea. No me gusta del todo, pero la entiendo a la perfección.

    — Me alegra que así sea, Ace. Elige a uno de los soldados del Zenith. Y busquen la manera de matarlo. Sé que hasta ahora no han podido, pero ahora nuestro equipo tiene a diez personas y el de ellos tiene a ocho. Los números te favorecen.

    — Lo haré. No te preocupes. Prometo que al final del día de mañana, un soldado del Zenith estará muerto.

    Morris sonreía al ver que Ace había logrado comprender su plan. El líder se retiró del lugar para poder irse a descansar. Morris también haría lo mismo. La misión del día de hoy salió como esperaban, y no era necesario que se mantuviera despierto. Cuando iba en camino hacia su habitación, Ace se cruzó con Stuart. El soldado se acercó para hablar con su líder.

    — Stuart, ¿qué ocurre? — le preguntó Ace creyendo que algo andaba mal — ¿Necesitas algo?

    — Solo quería hacerte una pregunta — le respondió Stuart, aunque su encuentro con Ace fue casual — ¿Estás pensando en quedarte con Julie?

    La pregunta que el soldado le hizo terminó confundiendo al líder, que no sabía de qué estaba hablando.

    — ¿De qué estás hablando? — preguntó Ace muy confundido.

    — Ella es una chica muy bonita, y pudiendo elegir a alguien más fuerte del Zenith, la elegiste a ella — le respondió — Además de que ella es más bonita que Natasha. Creí que la habías elegido para ti.

    — Eres un estúpido si crees eso — respondió Ace algo enojado — La elegí a ella para que el rendimiento de sus hermanos se viera afectado. Nada más.

    — ¿Entonces no estás interesado en ella? — le preguntó Stuart para asegurarse de ello.

    — No. No lo estoy. Ni un poco. Creí que tendrías algo importante que discutir, no una estupidez como esa.

    Antes de que Stuart pudiera responderle, Ace se retiró para descansar, que era lo que más quería hacer en ese momento. El día de mañana seguro lo usarían para buscar el químico que les faltaba por conseguir. Stuart se alivió cuando tuvo la confirmación de Ace de que no estaba interesado en Julie. Ninguno de los demás soldados estaba interesado en ella aparentemente, por lo que no tendría problemas en lo que querría hacer.

    […]

    Harold estaba recostado sobre su cama. No dejaba de mirar el techo muy pensativo. Había querido decirle a Julie que ella le gustaba, pero no encontró el valor para decírselo. Creyó que lo mejor sería esperar hasta que la misión terminara, y ahora, Julie ya no estaba para poder decírselo. Se sentía como un cobarde por no poder decirle ni siquiera una palabra. Y las cosas empeoraban cuando recordó que la idea de separarse y que permitió que fuera capturada, fue suya. Lo que más quería era traerla de vuelta con el equipo. No quería ni imaginar en lo que Black Meteor podría hacerle, y se propuso que ayudaría en lo más que pudiera para que ella regresara.

    Thomas, al igual que él, también estaba muy pensativo. Sus motivos egoístas fueron lo que habían provocado esto. Intentaba convencerse a si mismo de que las cosas habrían terminado igual sin importar lo que hizo, pero no podía. Quería perjudicar a Michael, pero terminó involucrando a Julie, que no tenía nada que ver en esto. Esperaba poder recuperarla, y también que de toda esa situación pudiera resultar en algo bueno para él.

    A todos en la base del Zenith les costó mucho el poder conciliar el sueño. Con uno de los suyos en manos de Black Meteor, dormir era la tarea más difícil que podrían tener. La noche les pasó muy lento a todos, pero finalmente llegó la salida del sol, y la hora de que se pusieran en acción. La misión no había terminado, todo lo contrario, estaba demasiado lejos de llegar hasta ese punto. Y ahora contaban con un integrante menos.

    Richard los reunió a todos para decidir que era lo que iba a ocurrir durante el día de hoy.

    — Voy a organizarlos en dos equipos — indicaba su comandante — Cuatro de ustedes irán hacia la ciudad a buscar la moto de Julie. Estoy seguro de que Black Meteor aparecerá para robarla, y cuando eso ocurra, ustedes deberán actuar. Los otros cuatro irán a buscar el bronzario. Nos está faltando, y tenemos que tenerlo con nosotros antes de que Magnus nos envíe un nuevo encargo.

    — Propongo que nos llevemos las bacterias con nosotros — Thomas expuso una idea — Aunque no tengamos a Julie, las bacterias ya están listas para ser usadas. Solo hay que activarlas, y luego usarlas en contra de Ace y Brandon.

    — No es prudente — respondió Richard — Si Black Meteor tiene a Julie, probablemente tengan información sobre nosotros. Probablemente sabrán sobre las bacterias, lo que quiere decir que podrían estar preparados para un ataque con las mismas. Hasta que no sepamos que tanto conocen, no las vamos a usar. Es más, es probable que conozcan nuestra ubicación, y que debamos abandonar la base.

    — ¿Qué es lo que haremos en caso de que así sea? — preguntaba Zoey preocupada por lo que iba a ocurrir.

    — Si veo que se acercan, me llevaré las bacterias y el gerridio de aquí. No podemos permitir que Black Meteor nos robe nuestra arma, ni tampoco el químico que han conseguido — Richard verdaderamente estaba preocupado por el futuro de la misión.

    — Tenemos que traer a Julie con nosotros rápido — Devlin solo podía pensar en eso — Mientras Black Meteor la tenga, podrán usarla en nuestra contra. No quiero que le hagan eso a mi prima.

    — Concuerdo contigo, Devlin — Richard decidió pasar a la división de los equipos — Tenemos que recuperar a Julie, y además de eso conseguir el bronzario. No podemos dejar que pase más tiempo, o Black Meteor nos sacará una ventaja que no recuperaremos. Thomas, Harold, Gwyn, y Erin irán a la ciudad a interceptar a Black Meteor. Recuerden que deben recuperar la moto de Julie, y averiguar todo lo que puedan sobre lo que le ha ocurrido. Agustina, Zoey, Michael y Devlin buscarán el bronzario.

    — ¿Nos dejarás afuera de la búsqueda de nuestra prima? — preguntó Michael sin poder creer la decisión de su comandante.

    — Así es. Sé que es importante para ustedes, pero Black Meteor podría usarla para perjudicarlos — respondió Richard convenciendo a los hermanos de seguir su plan — Por eso los dejo afuera. Será mejor que se apresuren.

    Sabiendo que Richard tenía la razón, los ocho soldados que quedaban se dividieron en cuatro equipos y salieron cada uno a su destino. Michael, Devlin, Agustina, y Zoey fueron a explorar el país, con la esperanza de encontrar algún lugar del cual pudieran sacar el bronzario. Thomas, Harold, Gwyn, y Erin pusieron su rumbo hacia la ciudad. Tenían que recuperar la moto de Julie, incluso aunque Black Meteor no fuera a buscarla.

    Cuando todos se fueron, Richard entró a la base. Él también tenía trabajo por hacer. Encendió al dron que habían conseguido, y lo lanzó al aire para explorar el país por su cuenta. Tenía que encontrar algo que lo condujera a la base de Black Meteor. Sin una ubicación exacta, ningún plan podría tener éxito, y él lo sabía. Esperaba poder encontrarse con algo útil.

    Michael y Devlin conducían sin poder quitarse la desaparición de su prima de sus mentes. Ella era como una hermana para ellos, y no podían hacer nada para recuperarla. Tendrían que depender de sus compañeros para poder recuperarla. Sabían que podían confiar en ellos, pero no por eso les gustaba la situación.

    Agustina y Zoey discutían entre ellas mientras conducían. Trataban de no hablar muy fuerte. Veían la expresión de preocupación en el rostro de los mellizos, y el silencio que hacían era más que suficiente para saber que no debían molestarlos.

    — No me gustó su actitud — susurraba Agustina — Parece ser alguien que pierde los nervios con facilidad.

    — Es un familiar suyo, y nuestros enemigos la capturaron — respondió Zoey de la misma forma que ella — No se trata de un asunto menor.

    — Aun así no me agrada — respondió Agustina — No creo que quiera estar cerca de Michael en este momento. No me importa si le gusto o no.

    — Entiendo, tienes tus motivos. Entonces, ¿no vas a salir con nadie del grupo? — Zoey quería asegurarse.

    — Ninguno de ellos me atrae lo suficiente — respondió su amiga.

    — Eso quiere decir que yo podría tener una oportunidad — Zoey dijo eso en un tono de burla, para ver si podía disminuir un poco el estrés de la misión.

    — Lo dudo mucho — fue la respuesta de Agustina ante la situación, aunque en ningún momento se sintió incómoda por eso.

    Michael y Devlin no escucharon nada de aquella conversación. Estaban demasiado concentrados en su tarea como para prestarle atención a eso. Sabían que su trabajo era buscar el bronzario, y que debían conseguirlo. Esperaban que Black Meteor no interfiriera con ellos, debido a que ya consiguieron ese material hace un par de días, por lo que ya no les hacía falta.

    […]

    Los otros cuatro soldados del Zenith conducían sus motos en dirección a la ciudad. Iban lo más rápido que podían, dado a que era muy importante que llegaran antes que sus enemigos. No podían permitir que robaran la moto de Julie, además de que deberían pensar en una estrategia para enfrentarlos en caso de que ellos aparecieran. Sin Julie en el equipo, y con sus compañeros lejos del lugar, estarían en desventaja si aparecieran cinco soldados de Black Meteor. Toda precaución era poca.

    Mientras conducían, Gwyn y Erin hablaban acerca de Michael y de Devlin, en una conversación que Thomas no quería perderse.

    — ¿Cómo se encuentra Devlin? — le preguntaba Gwyn a su amiga.

    — Él está muy tenso — respondió Erin algo entristecida — Estaba molesto con su hermano y con Thomas por la pelea que tuvieron. Tuve que convencerlo de que Michael probablemente se sentía muy mal porque fue una decisión suya la que llevó a que Julie desapareciera. Costó un poco, pero pude tranquilizarlo. ¿Qué hay de Michael?

    — Como dices, está muy mal por lo que pasó — respondió Gwyn a la pregunta de su amiga — Él ama a su familia, ya lo demostró antes. Y esto que pasó lo tiene muy preocupado. Necesita que le demos nuestro apoyo, y eso es lo que voy a hacer. Me necesita, y yo lo quiero, lo que significa que debo estar ahí para él.

    — Esto no es fácil para ninguno de los dos — decía Erin — Para ninguno de nosotros en realidad, pero para ellos debe ser peor. No puedo culparlos por sentirse así.

    — Por eso tenemos que ayudarlos — respondía Gwyn — Les demostraremos que lo que sentimos por ellos es en serio.

    Thomas no podía creer lo que escuchaba. Creyó que con la escena que Michael había hecho, Gwyn cambiaría de opinión respecto a él. Pero ahora tenía la confirmación de ella misma de que no había cambiado nada. Todo lo que hizo le terminó saliendo mal. Cuando actuó, creyó que podría perjudicar a Michael sin afectar al resto del equipo. Finalmente terminó poniendo en peligro a su compañera, complicar la misión, y no había cambiado nada de lo que quería cambiar.

    — Tengo que resolver esto — Thomas no estaría tranquilo consigo mismo hasta arreglar las cosas — Enmendaré mi error. Por Julie, y por el Zenith.

    Harold, por su parte, no hablaba. En sus pensamientos únicamente estaba una persona. Cada segundo que pasaba se sentía peor de haberse guardado las palabras. Se decidió a decirle a Julie todo lo que quiso decirle el día anterior una vez que ella estuviera a salvo. No dejaría pasar más tiempo.

    Tras un recorrido a gran velocidad que pareció ser eterno, los cuatro soldados llegaron hasta la ciudad. Fueron al lugar en donde habían dejado las motos, solo para descubrir que la moto de Julie no estaba. Black Meteor se les había adelantado. Tenían una oportunidad para averiguar lo que habían hecho, y la habían perdido.

    — ¡No! — Harold gritó fuertemente hacia el cielo mientras pateaba el piso con frustración — ¡Esto no puede ser posible! ¡Julie! ¡¿Por qué tuvo que pasar esto?!

    — Harold, tranquilo — Thomas lo tomó de los brazos intentando tranquilizarlo — Aun es muy temprano, y nuestra base está más cerca de este lugar que la de Black Meteor. Eso quiere decir que ya se llevaron la moto ayer, y que sin duda alguna van a venir el día de hoy.

    — ¿Cómo estás tan seguro? — le preguntó Erin creyendo que era una idea sin sentido.

    — Ellos vendrán — le respondió Thomas convencido de lo que decía — Es lógico que piensen que vendremos al último lugar en donde la vimos por última vez. Incluso aunque no tuvieran la moto, es lógico que vengan aquí.

    — Lo que Thomas dice tiene sentido — Gwyn creía que podría tener razón — Ellos de seguro vendrán a ver si hemos regresado. Como mínimo enviarán a un grupo de dos personas.

    — Eso quiere decir que hay que prepararnos para enfrentarlos — respondió Harold empezando a sentir ansiedad — Tenemos que ir al lugar donde nos atacaron. Si ellos vienen, irán allí.

    Sus tres compañeros coincidieron en que Harold tenía razón. Cuando alguien de Black Meteor pasara por ese lugar, lo tomarían por sorpresa y obtendrían las respuestas que querían. Tenían que saber lo más que pudieran antes de iniciar algún plan de rescate. Los cuatro soldados llegaron al lugar y se pusieron en posición.

    […]

    Morris estaba listo para distribuir a sus soldados en dos equipos. Dado a que eran diez en ese momento, cinco irían hacia la ciudad, mientras que otros cinco partirían en la búsqueda del químico. El comandante de Black Meteor tuvo la misma idea de Richard, con la diferencia de que su equipo contaba con ventaja numérica.

    — Ace, tú y Julie tienen que formar parte del grupo que irá a la ciudad — le indicaba Morris, haciéndole recordar la charla que tuvieron la noche anterior — Es posible que alguno de los soldados del Zenith regresen a ese lugar. No hay recursos que Zenith no tenga, pero por algún motivo, insisten en regresar a ese lugar — Morris decía eso último para no levantar las sospechas de Julie — Elige a otros tres que te acompañen. El resto irá a buscar el gerridio. No puedo decirle a Abel que tengo solo una de las cosas que me pidió.

    — Natasha, Stuart y Shun van a venir conmigo — indicaba Ace a los soldados — El resto partirá a buscar el gerridio. Al menos que alguno no se sienta cómodo con esta decisión.

    — Me parece bien — respondió Brandon estando de acuerdo con Ace — Yo no participé en la lucha cuando obtuvimos en bronzario. Shun ayudó mucho el día de ayer, y el resto del equipo podrá obtener el químico que se le asignó desde un principio.

    Ninguno de los soldados emitió queja alguna, por lo que todo estaba decidido. Fue así que se pusieron en marcha. Brandon lideraría al grupo que iría a buscar el gerridio. Paul, Casey, Grace y Geoff aceptaron seguirlo a él. Por otro lado, Ace se llevó a los otros cuatro soldados hacia la ciudad. Debía evaluar el rendimiento de Julie, además de que quería seguir de cerca a Shun y a Stuart.

    Los dos equipos se dividieron y marcharon a sus respectivos objetivos. Ace iba al frente del grupo, seguido por detrás por Shun. El soldado miraba a Ace con una mirada tranquila. No estaba levantando ninguna clase de sospecha, y eso era justo lo que quería. Natasha no se encontraba muy contenta de que Morris hubiera obligado a Ace a ir con Julie a la misión. A pesar de que Julie le había dicho que no se acercaría a él, a ella aun no le agradaba tenerla cerca. Iba a observar con atención el comportamiento que tenía en la misión, sobretodo al dirigirse hacia Ace.

    Stuart aprovechó para ponerse al lado de Julie y hablar con ella. La chica estaba contenta al tenerlo a él a su lado.

    — ¿Cómo dormiste? — le preguntó Stuart mostrando preocupación por ella.

    — Sin problemas — respondió la chica con una sonrisa — Te preocupas mucho por mí.

    — Eso es porque te quiero — respondía Stuart haciendo lo mismo que ella — Y no voy a permitir que el Zenith te vuelva a lastimar.

    — Me da gusto que me protejas — Julie se sonrojó un poco ante su comentario — No sabía que yo te gustaba tanto.

    — Eso fue culpa mía por no haberlo dicho a tiempo — respondió Stuart — No puedo creer que estuve guardándolo en mi mente, cuando eres la chica más hermosa que había visto.

    Stuart notaba como Julie estaba comportándose de una manera amigable con él. Aunque él apenas la había conocido el día de ayer, gracias a la máquina, Julie tenía recuerdos de haber participado con él en misiones anteriores, por lo que Stuart no era un extraño del todo para ella. Para él, Julie era mucho más atractiva que cualquiera de las chicas de su equipo, y no iba a perderse la oportunidad de tenerla para él, mucho menos ahora que su memoria había sido alterada.

    Ace habló con Natasha y con Shun de la charla que había tenido con el comandante la noche anterior. Los dos comprendieron que deberían hacer un esfuerzo para matar a uno de los soldados del Zenith, pero solamente debían hacerlo con uno. Era de suma importancia evaluar la conducta de Julie, y no habría una mejor manera de hacerlo que esa. Ace pidió a Natasha que distrajera a Julie para poder hablar de aquel tema con Stuart. Cuando se acercó y le comunicó el plan, el soldado de Black Meteor no pudo evitar sonreír. Él llevaba deseando matar a uno de sus enemigos, y ahora ya no tenía una prohibición para hacerlo.

    El líder del equipo les pidió que tuvieran cuidado de matar al soldado más débil que estuviera en el grupo, dado a que Morris querría tener a los más fuertes en Black Meteor si resultaba que todo salía bien. El grupo aceptó con gusto, dado a que sería algo más fácil de lograr.

    Dado a que estaban a una distancia considerable de la ciudad, llegaron después que sus enemigos a la ciudad. Pasaron por el lugar en donde estaba la moto de Julie, y notaron que había huellas recientes de motocicletas, lo que les indicaba que estarían cerca.

    — Nos están esperando — les informaba Ace a sus soldados — Tenemos que avanzar con cuidado.

    — Te seguiremos — le respondió Natasha poniéndose detrás de él.

    — Vayamos al lugar en donde nos atacaron el día de ayer — les decía Shun proponiendo una idea — Lo más probable es que los encontremos allí.

    — Es una buena idea, Shun — contestó Julie ante su sugerencia — Quiero ver si Michael está ahí. Él me atacó, y quiero una revancha.

    — Yo le daré su merecido — respondía Stuart siguiéndole la corriente — Si quieres, podemos darle una paliza juntos.

    — Primero tenemos que ver quien está en ese lugar — les respondía Ace llamándoles la atención — Y si no hacemos silencio, nos terminarán detectando.

    Sabiendo que su líder tenía razón, los cinco soldados avanzaron en silencio por las calles de la ciudad, teniendo el sumo cuidado de no hacer ningún ruido que pudiera alertar a sus enemigos. Cuando se acercaron a ese lugar, lograron observar a cuatro soldados del Zenith desde la distancia. Ellos estaban explorando el lugar, como si estuvieran buscando algo. Cuando lograron diferenciarlos, vieron que se trataba de Thomas, Harold, Gwyn, y Erin.

    — Escuchen, el objetivo de esta misión es matar a Harold — decía Ace mirando a Stuart, haciéndole entender que él y Julie tenían que participar en el plan.

    — ¿Y qué haremos con los otros tres? — le preguntó Natasha sabiendo que darían problemas.

    — Habrá que separarlos — respondía Ace a su compañera — Thomas es el más fuerte de ellos. Me encargaré de alejarlo de su grupo. Natasha, Shun, ustedes busquen la manera de quitar a las chicas de ese lugar. Stuart y Julie, Harold es suyo. Su muerte depende de ustedes.

    — Puedes contar con nosotros — respondió Julie a su líder, cosa que Ace apreció.

    — Voy a ver como me las ingenio para quitar a Thomas de ahí — decía Ace mirando los alrededores del lugar y buscando algún punto estratégico.

    — Ten cuidado, no quiero que te lastimen — Natasha abrazó a Ace ante la mirada de todos los demás soldados.

    — No lo harán — le respondió Ace, que después le dio un beso en la mejilla — No permitiré que me separen de ti.

    El líder se separó de su grupo para dar marcha a su plan. A Shun no le gustó para nada lo que había visto. Era obvio que Ace y Natasha habían desarrollado sentimientos el uno por el otro. Lo que él deseaba era quitarlo del medio para poder tener a Natasha para él. Pero se dio cuenta de que eso podría tardar mucho. A pesar de que sentía un gran enojo por dentro, tuvo que controlarlo para que ninguno sospechara, aunque fue muy sencillo, puesto a que nadie lo estaba mirando a él.

    […]

    Thomas, Harold, Gwyn y Erin estaban esperando pacientes en ese lugar para ver si podían ver a algún soldado enemigo acercarse hacia ellos. Solamente querían que aparecieran para descubrir que era lo que había ocurrido con Julie. La desesperación les estaba ganando, dado a que habían llegado hacia ese lugar hace tiempo, y todavía no habían visto a ninguno. Sin embargo, la situación cambió.

    — Veo a Ace — dijo Harold en un susurro llamando la atención de sus compañeros — Parece que vino solo.

    — El líder no puede venir solo a esta ciudad — respondió Thomas observando como Ace caminaba a lo lejos, alejándose un poco de la posición en la que estaban.

    — Él ya fue solo a la minería, en donde atacó a Michael, Devlin, y Julie por primera vez — le recordaba Gwyn.

    — Es cierto, pero no hay manera de que haya decidido venir a este lugar por su cuenta — les decía Thomas empezando a separarse de su grupo — Tengo que seguirlo antes de que lo pierda de vista. Ustedes quédense aquí. Ese hijo de puta no puede estar solo.

    Thomas corrió un poco hacia la posición en la que el líder del equipo rival se estaba dirigiendo. Trató de hacer el menor ruido posible. Esta era su oportunidad para enfrentarse a él. Creyó que podría conseguir información sobre lo que Black Meteor hizo con Julie, al mismo tiempo que se desharía de su líder.

    El resto del equipo se quedó en el lugar por un momento más. Confiaban en que alguien más de Black Meteor aparecería cerca de ahí. Pero el tiempo pasaba y nadie aparecía.

    — Probablemente no estén todos por aquí — Gwyn sacaba conclusiones — Tal vez estén divididos en grupos, como ayer.

    — En ese caso deberíamos separarnos y buscar por la dirección contraria a la que Thomas se fue — respondió Erin ante la idea de su amiga.

    — Vayan, yo me quedaré aquí — contestó Harold sabiendo que la idea de Gwyn era probable, y que no podían arriesgarse a perder a sus enemigos.

    Gwyn y Erin se fueron en la dirección propuesta por Erin. Creyeron que habría posibilidades de encontrarse con otro soldado de Black Meteor que hubiera ido a la ciudad por su cuenta, y siendo dos, tendrían ventaja sobre quien fuera. Harold quedó solo en el lugar. Él no debía moverse de ahí. Tenía el presentimiento de que alguien pasaría por ahí. Estaba preparándose para librar una batalla en cuanto tuviera a un enemigo en frente. Lo que más quería era recuperar a Julie, y se esforzaría al máximo por hacerlo.

    Tal y como había pensado, alguien se presentó. Pero no se trataba de una sola persona.

    — Vaya, parece que te dejaron solo — sintió una voz hablándole desde atrás.

    Harold se volteó rápidamente, y lo que vio lo dejó muy sorprendido. Julie estaba ahí, justo en frente de él, pero ahora llevaba puesto un uniforme de Black Meteor. Stuart la acompañaba. Harold no podía entender lo que ocurría, estaba feliz de volverla a ver, pero asustado al observar que ella usaba la ropa del enemigo. No quiso ser imprudente, así que dio el aviso a sus compañeros.

    — ¡Chicos, Julie está aquí! — gritó Harold a través del comunicador — ¡Está junto a los soldados de Black Meteor!

    […]

    Ace se dio cuenta de que alguien lo estaba siguiendo, pero no sabía de quien se trataba. No quería alertar a su seguidor, por lo que entró en uno de los edificios abandonados de la ciudad, fingiendo que iba a buscar algo. El lugar era una tienda de libros. Había libros que seguían en los estantes, mientras que otros estaban desparramados por el piso. Ace sabía que podía aparentar que estaba buscando información, por lo que fingió que estaba leyendo algunos.

    Thomas lo siguió y entró al lugar. Ace sabía que era el momento indicado para luchar.

    — ¿Por qué me estás siguiendo? — le preguntó Ace al soldado que lo seguía, sin saber quien era.

    — ¿Qué le hicieron a Julie? — preguntó Thomas, descubriéndose — Dímelo.

    Ace se dio vuelta para mirar frente a frente a Thomas. Sabía que era un soldado fuerte, pero nunca había luchado contra él. Thomas se enojó cuando vio que su enemigo se preparaba para luchar.

    — ¡¿Qué hicieron con Julie?! — repitió su pregunta — ¡Responde!

    — No tiene sentido que lo sepas — Ace respondió — Vas a morir aquí después de todo.

    — He querido enfrentarme a ti, Ace — Thomas estaba muy feliz de tenerlo en frente suyo — Michael no pudo derrotarte, pero yo no soy como él. Te mostraré a un soldado de verdad. Y voy a hacer que me confieses lo que le hiciste a Julie antes de matarte.

    — Ya veremos quien es el que mata a quien.

    Thomas sabía que Ace era un rival peligroso, por lo que decidió no darle tiempo a que lo ataque, y ser el quien golpeara primero. El soldado del Zenith corrió contra él, acción que fue imitada por su enemigo. Trató de darle un golpe de puño mientras estaba en la carrera, pero Ace lo esquivó agachándose rápido. Thomas se volteó inmediatamente, pero antes de realizar otra acción, terminó recibiendo una patada en el estómago de parte de su rival. Este golpe provocó que se inclinara, y luego recibió un codazo en la sien que lo mandó unos pasos hacia atrás. Ace iba a lanzarse sobre él, momento que Thomas aprovechó para lanzar un puñetazo hacia arriba, dándole a Ace en el mentón. El golpe fue inesperado para el líder de Black Meteor, quien se sujetaba ese lugar con un poco de dolor. Thomas le pateó la pierna a Ace, provocando que este terminara cayendo al suelo de espaldas. El soldado del Zenith quería ponerse sobre él para golpearlo mientras estuviera en el suelo, pero al acercarse, Ace levantó la pierna haciendo un gran esfuerzo, logrando darle una patada en el estómago más fuerte que la primera.

    Inmediatamente, Ace se movió hacia él sin levantar el cuerpo del piso. Giró su cuerpo para quedar boca abajo, y apoyándose con sus brazos, levantó las dos piernas para darle una patada con ambos pies a Thomas en el pecho. El golpe fue tan fuerte, que el soldado terminó siendo derribado al suelo. Ace se levantó esperando haber terminado la pelea, pero Thomas giró sobre su cuerpo y se puso de pie. Ninguno quería rendirse. Thomas se preparaba para seguir peleando, cuando escuchó su comunicador.

    — ¡Chicos, Julie está aquí! — Harold gritaba desde su posición — ¡Está junto a los soldados de Black Meteor!

    — ¿Qué? — preguntaba Thomas mirando a Ace muy confundido — ¿Cómo que está con ustedes? ¿Acaso nos traicionó?

    — No. La convertimos en parte de nuestro equipo — le respondió Ace, dejando a Thomas más desconcertado que antes.

    […]

    Gwyn y Erin caminaban por las calles de la ciudad esperando encontrarse con algún soldado de Black Meteor. Necesitaban respuestas, y si no encontraban a nadie, solamente terminarían perdiendo el tiempo. Natasha y Shun las estaban siguiendo de cerca, cosa que ninguna de ellas notaba. Los soldados de Black Meteor querían que se distanciaran lo suficiente antes de poder atacarlas, y una vez que consideraron que se habían alejado bastante, pasaron al ataque.

    Las dos chicas del Zenith escucharon que alguien se acercaba, por lo que se dieron vuelta, encontrándose con dos enemigos.

    — ¿Qué demonios es lo que están haciendo en esta ciudad? — preguntaba Shun — No hay nada aquí. ¿Por qué vienen aquí constantemente?

    — Vinimos por la moto de Julie, pero parece que ustedes llegaron antes — respondió Gwyn muy seria — ¿Qué hicieron con ella?

    — ¿Cuál es tu motivo para querer recuperarla? — preguntaba Natasha intentando provocarlas.

    — Es familia de Devlin y de Michael — Erin se preparaba para combatir contra ellas — Y vamos a llevarla de nuevo con su familia.

    — Me temo que su amiga Julie ya se encontró a una nueva familia — dijo Shun listo para la batalla.

    — ¡¿De qué demonios hablas?! — le gritó Gwyn queriendo respuestas — Si la lastiman, los mataré a los dos.

    Gwyn atacó directamente, sabiendo que ninguno de los dos le daría respuestas sin una pelea. Erin corrió detrás de ella. Shun esperó a que Gwyn se acercara a él, y cuando esta intentó atacarlo con sus puños, el soldado los bloqueó a ambos con sus manos, interceptando los ataques. Tomó a la chica de los brazos, los separó de su cuerpo, y luego le dio un rodillazo en el estómago. El golpe fue muy fuerte, y Gwyn cayó de rodillas al suelo.

    Erin quería ayudarla, pero antes debería encargarse de Natasha. Erin quiso golpearla en la cabeza, pero Natasha se agachó rápidamente para evitar su golpe. Tras haber fallado el primer ataque, Erin quiso darle un codazo, sabiendo que sería difícil de esquivar. Natasha no lo esquivó, sino que lo terminó interceptándolo poniendo sus dos brazos para capturar a Erin. Antes de que pudiera hacer algo, la chica de Black Meteor comenzó a torcerlo, provocando que su enemiga gritara de dolor. Erin quiso librarse de ella dándole un puñetazo, y como Natasha la tenía sujetada con ambos brazos, lo consiguió. El golpe provocó que su enemiga la soltara. Erin se preparaba para contra atacar, pero entonces, en su comunicador se escuchó el mensaje que Harold envió.

    […]

    Harold luchaba contra Stuart en el interior de un edificio. El soldado del Zenith le dio dos golpes en la cabeza a su enemigo, y luego juntó sus dos manos para darle un golpe aun más fuerte en el cuello. Stuart fue derribado, fue ahí cuando Julie entró para luchar contra él.

    — ¡Julie, tienes que creerme, tú eres parte del equipo del Zenith! — le gritaba Harold que no quería enfrentarla — ¡Michael y Devlin son familiares tuyos! ¡Stuart es el enemigo!

    — Eso es mentira — le respondió Julie acercándose a él.

    La chica le dio un puñetazo que Harold no quiso frenar, y que no fue capaz de esquivar. El soldado del Zenith no podía creer lo que ocurría, Julie lo atacaba como si fuera el enemigo. Julie repitió el mismo ataque reiteradas veces. Harold quería defenderse, pero Julie atacaba muy rápido, y además se veía incapaz de lastimarla. Stuart se levantó del piso y fue corriendo hacia él. Su enemigo le dio un rodillazo con todas sus fuerzas en el pecho. Dado a que Stuart tomó impulso antes de dar ese ataque, el golpe fue demasiado fuerte. Una de las costillas de Harold terminó quebrándose. Podía sentir el dolor de uno de sus huesos partido en el interior de su cuerpo.

    Julie le dio dos puñetazos muy fuertes en el rostro, que provocaron que su nariz y uno de sus pómulos empezara a sangrar. Posteriormente, Stuart le dio un codazo en el costado derecho del cuello. Harold sufría con cada golpe. Estaba empezando a debilitarse. En un acto de desesperación, atacó a ambos enemigos dándoles un puñetazo en la cara a cada uno. El golpe los hizo retroceder un poco a ambos. Sin darse cuenta, Harold lastimó a Julie.

    — ¡Oh, Dios, Julie, perdóname! — gritó Harold acercándose a ella — ¡¿Estás bien?!

    Fue en ese momento que Harold recibió un puñetazo fuerte en la cabeza de parte de Stuart, que estaba empezando a enojarse con él.

    — ¡No te acerques a mi chica! — Stuart respondió enojado al ver que Harold la había golpeado.

    Harold comprendió lo que estaba ocurriendo, y las palabras de Stuart lo hicieron desesperarse un poco más.

    — ¡Pedazo de mierda, Julie no es tuya! — tras gritar de esa manera, Harold atacó a Stuart.

    Harold se lanzó con todas sus fuerzas para derribar a Stuart, pero a su enemigo le bastó con solo darle un rodillazo en el estómago para frenarlo. Harold no cayó con el golpe, pero quedó muy débil. Stuart se paró detrás de él rápidamente, y le tomó los dos brazos, impidiendo que Harold pudiera moverse.

    — ¡Mátalo! — le gritó Stuart a Julie, queriendo que se acabe la pelea.

    Julie se acercó a Harold y empezó a golpearlo en la cabeza una y otra vez con sus puños. Harold gritaba y sufría dolor con cada golpe que estaba recibiendo, pero lo que más lo lastimaba era el hecho de que era Julie quien lo estaba lastimando.

    — ¡Julie detente, soy tu compañero! — Harold quería evitar seguir recibiendo más daño mientras que ella lo golpeaba — ¡Julie…basta…por… — los golpes estaban empezando a debilitar más a Harold.

    — Tú eres el enemigo — le decía Julie, golpeando cada vez más despacio, dado a que sus manos le estaban doliendo por los golpes — Y voy a matarte.

    — Ya fue suficiente por ahora, Julie — le dijo Stuart deteniéndola — Yo me encargaré de este tipo.

    Stuart cargaba a un Harold muy malherido. Perdía sangre de la nariz, y ahora de ambos pómulos. Los golpes que recibió lo estaban debilitando. Stuart sacó a Harold de ese edificio, para entrar a otro que tuviera un segundo piso. El soldado de Black Meteor llevó a Harold hacia el interior del lugar, subió las escaleras y se acercó a una ventana que había en el lugar. Julie lo acompañó, pero se había quedado atrás.

    — ¡Julie, detén…esto! — Harold hacía su máximo esfuerzo para ver si podía hacer reaccionar a su compañera — ¡Yo soy tu compañero…yo…te…

    Pero antes de que terminara esa frase, Stuart lo empujó, haciendo que chocara contra la ventana. El vidrio era muy viejo, por lo que el golpe del cuerpo de Harold lo quebró, y estaba a punto de romperse. Harold cayó al suelo, pero no duró mucho tiempo ahí, ya que Stuart lo levantó y lo apoyó sobre el cristal.

    — Que tengas un feliz aterrizaje — le dijo Stuart en un tono frío.

    Stuart pateó a Harold con mucha fuerza. Por el golpe tan fuerte, el vidrio se rompió en varios pedazos, y Harold terminó siendo atravesado por varios fragmentos de este al momento de caer desde el segundo piso hasta el suelo. Stuart y Julie bajaron del edificio para ver al soldado. Había un charco de sangre alrededor de Harold. Su uniforme estaba muy rasgado, y varios pedazos de vidrio estaban incrustados en su piel. Algunos de ellos habían perforado sus órganos, provocando que la sangre y fluído de los mismo brotaran de las heridas. Harold seguía vivo, y sentía como el filo de decenas de pedazos de vidrio le atravesaban el cuerpo desde la mitad de la cintura hacia arriba. Además de que al caer desde el segundo piso, terminó rompiéndose varios huesos, entre ellos, el peroné y la tibia de su pierna derecha.

    Cuando Stuart lo vio, no podía creer que aun siguiera con vida. Era cierto que la catástrofe fortaleció el cuerpo humano, pero Harold ya debería estar muerto. Por desgracia para él, no lo estaba, y el dolor de su cuerpo era insoportable. Stuart se acercó para acabar con su vida de una vez, harto de ver como sobrevivía a todo el daño recibido.

    — Julie… — Harold apenas podía hablar del dolor.

    — ¿Te gusta, verdad? — le preguntó Stuart en un tono retórico, asegurándose de que Julie no lo escuchara — No te preocupes. Yo la voy a proteger.

    Stuart se agachó y le dio un potente rodillazo a Harold en el cuello, el cual se fracturó con el golpe. Harold sintió ese brutal golpe, y un gran dolor instantáneo, para después perder la vida por el ataque. Stuart lanzó una risa de alegría y satisfacción al ver que Harold dejó de respirar. Finalmente había logrado matar a uno de los soldados del Zenith. La sensación de haber sido el primero en provocar una muerte a un enemigo era algo que él solamente había podido imaginar hasta ese día. Ahora que lo vivía en persona, no podía evitar sentirse orgulloso.

    — Lo logramos — le decía Julie acercándose a él — Uno de ellos ha caído.

    — Así es — respondió Stuart abrazando a la chica — Este idiota ya no nos molestará. Avisemos a los demás y marchémonos.

    […]

    Ace le dio tres puñetazos en el estómago a Thomas, quien no pudo defenderse de ninguno. Acto seguido, lo tomó del uniforme y lo empujó en contra de una de las estanterías donde había varios libros. El golpe hizo que tanto Thomas como el estante terminaran cayéndose en el suelo. El soldado del Zenith sintió un fuerte dolor en su espalda al caer sobre la madera y los libros que estaban ahí. No le gustaba reconocerlo, pero supo que Ace lo había superado. Se puso de pie con dificultad, tomó uno de los libros y se los arrojó a Ace. El soldado de Black Meteor se agachó, esquivando el libro que su enemigo le había lanzado.

    Thomas aprovechó esa pequeña distracción para correr hacia la puerta. Tomó su comunicador y le dio un mensaje a los demás.

    — ¡Chicos, tenemos que irnos de aquí antes de que nos maten! — le gritó Thomas a sus compañeros.

    El soldado salió corriendo del lugar. Con todas sus fuerzas, y teniendo que luchar para no caerse por el cansancio y el daño de la pelea, logró recorrer la ciudad y llegar hasta el lugar donde dejaron las motos. Gwyn y Erin ya estaban ahí. Solo faltaba que Harold llegara.

    — Nos superaron, no podemos quedarnos aquí — les decía Thomas a sus compañeras — Encenderé la moto de Harold para ahorrar tiempo.

    Los tres soldados esperaban por la llegada de su compañero, para así poder irse del lugar. Estaban muy nerviosos de que Black Meteor pudiera llegar hasta ellos antes que Harold. Pasaron tres minutos completos y Harold no aparecía.

    — ¡Harold, date prisa, o nos van a matar! — gritó Thomas por el comunicador esperando una respuesta de su compañero — ¡Harold!

    Pero su compañero no respondía a su llamado. Fue ahí que Thomas sintió un escalofrío repentino en su cuerpo.

    — Dios… — dijo muy asustado mientras bajó de su vehículo.

    El soldado se metió corriendo a la ciudad. Su compañero no aparecía, y solo pudo pensar en lo peor. Gwyn y Erin hicieron lo mismo, dado a que la reacción de Thomas las había asustado a ellas también.

    Thomas corrió lo más rápido que pudo hasta el lugar en donde se separaron. Cuando llegó vio el cuerpo de su compañero tirado en el suelo, y una gran cantidad de sangre alrededor.

    — ¡Harold! — gritó horrorizado al ver esa escena.

    Corrió hasta él para ver que tan grave era su estado, y terminó descubriendo lo peor. Su compañero había muerto. Tenía algunos huesos rotos, y varias cortadas en el cuerpo. La sangre de las heridas aun seguía brotando. Thomas no podía creer lo que había pasado. El ver a su compañero sin vida lo dejó con un nudo en la garganta, y tuvo que dar un potente grito para desahogarse.

    — ¡No! ¡No! ¡NO! — gritaba Thomas mientras golpeaba el suelo con sus puños — ¿Qué fue lo que hice? ¡¿Qué fue lo que hice?!

    No podía evitar pensar en el momento en el que vio como los soldados de Black Meteor los estaban siguiendo el día anterior. No solo no dijo nada, sino que los envió a él y a Julie hacia los enemigos. Recordó también las palabras que Harold le dijo por el comunicador. Julie estaba junto a los soldados de Black Meteor. Ellos la convirtieron en un miembro de su equipo, y fue eso lo que terminó provocando la muerte de Harold.

    La culpa cargaba sobre él. No había manera de que pudiera hacer que esa sensación se alejara. A causa de sus acciones, Julie terminó siendo capturada por el enemigo, y Harold terminó perdiendo la vida en un intento de recuperarla. Thomas lloraba sin consuelo al recordar todo esto. Había provocado la pérdida de dos miembros de su equipo.

    Cuando Gwyn y Erin llegaron al lugar, se encontraron a Thomas llorando junto al cuerpo de su compañero. La escena las dejó impactadas a ambas. Tardaron un poco de tiempo en reaccionar, dado a lo repentino de la situación, pero cuando pudieron hacerlo, ellas también comenzaron a llorar. La muerte de su compañero era un duro golpe para el que no estaban preparadas. Ninguno de los tres tenía idea de lo que debían hacer ahora.
     
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  11.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

    Sagitario
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    Hola amigo, vengo a comentar el capítulo. En sí me ha gustado (como todos XD) pero me entristece que uno de mis personajes favoritos, Harold, haya muerto. Sinceramente, al margen de que fuera de mis favoritos, debo decir que le veía más potencial. Pero respeto el camino que tome la historia.

    No me agrada nada Stuart. En serio, me da rabia, asco y muchas cosas más que prefiero no nombrar. Como personaje es muy bueno porque es de esos que se ganan tu odio, pero como persona, si lo fuera realmente, ojalá se fuese al carajo :v Su manera de aprovecharse de Julie, su manera de ser... no me gusta NADA de él. Podrías haberlo matado a él y no a Harold XD

    Veo a Zenith debilitado cada vez más a cada capítulo que pasa. Black Meteor está haciendo bien su trabajo y si sigue así, creo que Zenith será historia.

    La pelea entre Thomas y Ace me gustó, el escenario (una especie de biblioteca o un sitio con libros) me pareció perfecto y pude imaginarme claramente la pelea que hubo entre ambos. No obstante, Ace es de largo el mejor peleador de la historia hasta el momento, es el Bruce Lee de LGC :v

    No tengo mucho más que añadir, me duele la muerte de Harold porque le veía potencial y desarrollo, pero también me pregunto como avanzará la historia.
    PD: Voy a rezar para que Stuart muera en cada capítulo que publiques :v
     
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  12.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    Hola.

    Admito que estoy súper emocionado con la nueva incorporación de B.M. El Zenith está en una desventaja critica, ahora solo tienen siete soldados mientras que B.M. tiene diez.

    Siento un poco de lastima por Harold, el amaba a Julie y ya no podrá decirle lo que sentia por ella. Me impresiona que alguien muriera, llevaba meses esperando eso, ya que en historias como esta donde se muestra cierto conflicto es de esperarse muertes temparanas y después de una larga espera se ha dado.

    Lo que no me impresiona es que uno del Zenith muriera, era algo que sabia que ocurriria desde que empezó a demostrarse quienes llevaban la delantera, y eso que has demostrado a ambos equipos equilibrados de una o de otra forma, pero siempre me pareció más fuerte B.M.

    Ahora me pregunto quien será el siguiente en morir, uno de B.M. o del Zenith.
    Hay que esperar a ver lo que ocurrirá de ahora en adelante.

    Esos es todo por ahora, lamento si mis comentarios no hablan de muchas cosas ocurridas en el capítulo, es solo que siempre me inclino a lo que más me llamó la atención, ojo, eso no quiere decir que no me guste el capítulo entero.

    Saludos y hasta la próxima.

    PD: Me gusta que literalmente mates a tus personajes cuando lo quieres o crees que es necesario hacerlo. Lo que me recuerda que a Zelig cuando le ocurrió lo del escorpión queria que muriera, pero no lo hice porque me hubiera quedado sin personaje principal. xD
     
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  13. Threadmarks: Identidad perdida - Parte 3
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Ciencia Ficción
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    27
     
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    7343
    Saludos. Finalmente es hora de publicar el capítulo número 19, y el último capítulo que esta historia tendrá en el año. Sin atreverme a comentar mucho sobre el capítulo, yo creo que este es el capítulo perfecto para cerrar el año. La realidad es que cuando dejé de publicar mi historia en septiembre para centrarme en la universidad, quería que este fuera el capítulo final de aquel día, dado a que lo consideraba como uno muy bueno para dejar la historia en pausa.

    Ya no los haré perder más tiempo, y los dejaré leer. Les deseo a todos un buen fin de año. La continuación será publicada el 5 de enero de 2018. Espero que disfruten el capítulo.


    Identidad perdida – Parte 3:


    Michael, Devlin, Agustina y Zoey estaban regresando a su base. Dado a que Black Meteor ya tenía el bronzario que querían, no se aparecieron para interferir con su misión. Obtener el metal que les hacía falta fue una tarea muy fácil. Hubieran deseado que todas las misiones fueran así, pero el objetivo de ambas organizaciones era el mismo, viajar al espacio. Por lo cual, ambos países requerían de ambos recursos.

    Cuando los cuatro regresaron, vieron que en el garaje se encontraban las cuatro motos de sus compañeros. La moto de Julie no estaba, por lo que, creyeron que la misión probablemente hubiera salido mal. Antes de anticiparse a los hechos, entraron para reunirse con sus compañeros. Al llegar, vieron a Richard junto a Thomas, Gwyn, y Erin en la sala de reuniones. Los cuatro estaban sentados y con una expresión que mezclaba tristeza y preocupación. No tardaron en darse cuenta de que Harold no estaba.

    — ¿Qué ocurre? — preguntó Michael algo confundido — ¿Dónde está Harold?

    — …Está muerto — respondió Thomas muy serio, y con un tono de tristeza — Black Meteor lo mató hoy.

    La noticia le cayó como un balde de agua fría para todos los demás. Ninguno de ellos podía creer que Harold estuviera muerto. Los cuatro se pusieron tristes ante la noticia. Harold era un compañero, y un amigo. Ahora ya no estaba. Gwyn, y Erin se levantaron de sus sillas y abrazaron a Michael y a Devlin para luego empezar un llanto, que era más por miedo a que les ocurriera lo mismo, que, por tristeza, aunque esta última también estaba presente en ellas.

    — Devlin, tengo mucho miedo — le decía Erin mientras lo abrazaba buscando contención — Harold ya no está, y cualquiera de nosotros podría ser el siguiente.

    — Y eso no es todo — decía Gwyn muy apenada de lo que debía decirle a Michael — Ellos no tienen a Julie como rehén, la tienen peleando para ellos.

    — ¡¿A qué te refieres?! — preguntó Michael sin entender nada de lo que escuchaba.

    — Harold nos dijo que Julie estaba luchando junto a ellos — le respondió Thomas poniéndose de pie — Probablemente fue por eso que Harold murió. Por no querer lastimar a Julie.

    — ¿Cómo es posible que Julie esté luchando del lado de Black Meteor? — preguntaba Devlin muy confundido — Ella nunca nos traicionaría. Michael y yo somos su familia.

    — Julie está siendo manipulada, les aseguro que no lo está haciendo porque quiera — respondió Richard, que fue el último en pararse — No sé qué le habrán hecho, ni cómo, pero algo le tuvieron que haber hecho para que pase esto. Julie no puede desaparecer de la noche a la mañana y convertirse en parte de su equipo tan repentinamente. Incluso aunque quisiera traicionarnos, no debería haber pasado tan rápido. Black Meteor planeó esto por varios días, y fue ayer cuando ejecutaron su plan.

    — ¿Qué es lo que vamos a hacer, entonces? — preguntó Agustina sin poder pensar en una solución — Nos superan en número teniendo a Julie, y, además, no podemos arriesgarnos a luchar contra ella y lastimarla. Si lo hacemos, solo nos perjudicaríamos a nosotros mismos.

    — Esa es otra prueba de que esto fue planeado — agregaba Richard — Eligieron a una chica que tiene dos familiares directos dentro del equipo, cuando pudieron haber elegido a alguien más. Está claro que lo planearon con cuidado.

    — Tenemos que recuperar a Julie antes de seguir con la misión — Zoey se unía a la conversación — De lo contrario, ellos van a terminar ganando.

    — Pídele a Magnus que nos envíe a más soldados — sugería Thomas — Es la única forma de que no nos superen y de tener una oportunidad de recuperarla.

    — No será tan sencillo, eso tardará tiempo — le respondió Richard — Ustedes ya habían sido elegidos varios días antes de que Magnus se reuniera con Abel. Podría tardar mucho el que Magnus elija a más soldados, y además, debería ponerlos al tanto de las cosas. Para cuando termine, Black Meteor podría ganarnos. Hay que elegir una solución rápida.

    La situación era desesperada. Sin poder traer refuerzos, todo quedaba en ellos. Sin importar cual solución encontraran a ese problema, serían siete soldados en contra de diez. Los números y la moral serían una gran desventaja en contra de sus enemigos, pero era un problema que debían solucionar antes de que dicha desventaja aumentara, o de lo contrario, terminarían quedándose sin nada. Cada uno de ellos estuvo pensando por mucho tiempo una posible salida de aquel predicamento. El tiempo pasaba, los pensamientos venían, pero las soluciones no. Michael estaba muy enojado, al mismo tiempo que preocupado. Black Meteor podría usar a su prima para lastimarlo, así como habían hecho con Harold. Estaba seguro de que Julie fue elegida como un objetivo en el momento en el que él aún era el líder del grupo, dado a que sus enemigos no supieron que él había sido retirado del poder. Fue ahí cuando se le ocurrió una idea.

    — ¡Ya lo tengo! — Michael llamó la atención de todos — Es un plan arriesgado, pero es el único que se me ocurre.

    — ¿Cuál es? — preguntaba Thomas queriendo saber que se le había ocurrido a su compañero.

    — Black Meteor tomó la decisión de atacar a Julie para perjudicarme a mí — respondió Michael — Ellos no saben que ya no tenemos un líder para las misiones, y siguen creyendo que yo lo soy. Por eso eligieron a mi prima. Opino que deberíamos hacer lo mismo.

    — ¿De qué manera? — preguntó Devlin algo esperanzado por la idea de su hermano, pero sin convencerse del todo.

    — Hay que hacer lo mismo que ellos, pero no con el líder del equipo, sino con su comandante — respondió Michael — Ace es el hijo de Morris. Son los únicos del equipo de Black Meteor que comparten un lazo familiar. Tenemos que capturar a su hijo, y ofrecerle un intercambio. Ellos nos darán a Julie de vuelta como era antes, y nosotros le devolvemos a Ace.

    — ¿Y cómo sabremos que nos devolverán a Julie de la forma en que era antes? — preguntó Agustina creyendo que el plan era bueno, pero defectuoso — Ellos podrían aceptar el intercambio, y darnos a Julie tal y como está ahora. Si no sabemos qué fue lo que le hicieron, no la podremos recuperar.

    — Es ahí donde van a entrar en juego las bacterias — le respondió Michael a su compañera — Capturamos a Ace y le metemos una de las bacterias en su cuerpo. Le enviaremos pruebas a su padre de que su hijo está en peligro, y que, si lo quiere sano y a salvo, deberá devolvernos a Julie tal y como estaba antes. A cambio, nosotros le daremos a Ace.

    — Pero si hacemos eso, vamos a gastar las dos bacterias que tenemos — respondió Thomas mostrándose en desacuerdo con el plan de Michael — Morris no hará ningún intercambio si Ace está afectado. Y la única manera de que se libre de una de las bacterias es utilizando la otra. Recuperaremos a Julie, pero perderemos un arma demasiado valiosa.

    — ¿Estás dispuesto a sacrificar a Julie por querer proteger dos bacterias? — preguntaba Michael empezando a enojarse con Thomas — Creo que la vida de mi prima vale más que eso.

    — ¿Y vale la pena que el Zenith pierda la misión por querer proteger a tu prima? — le preguntó Thomas en forma retórica — No soy un desalmado, y no creo que dos bacterias valgan más que Julie, pero la misión sí. Y sin las bacterias, Ace sigue vivo, y perdemos todo.

    — ¿Y quién dijo que debíamos utilizar la segunda bacteria? — Devlin tenía una idea — Podemos inyectarle algún sedante a Ace, para que se encuentre dormido, y decirle a Morris que cuando despierte estará curado. Hará el intercambio sin saber que Ace aún tiene la bacteria. Cuando pasen los cinco días, él morirá. Y si él nos intentara decir algo, le diremos que la cura funcionaba, pero que tardó mucho tiempo en hacer el intercambio, y por eso murió.

    — Recuperamos a Julie, y Ace termina muerto tal y como estaba planeado — reflexionaba Gwyn — Y Black Meteor ni siquiera sabrá que utilizamos las bacterias, por lo que aun podríamos usarlas de nuevo contra Brandon.

    — Es un plan perfecto — respondía Richard asombrado por la deducción de sus soldados — Lamentablemente, no pude encontrar ni un rastro de la base de Black Meteor usando a Vigía, por lo que deberemos capturar a Ace en plena misión. Esa será la parte complicada.

    — Es difícil, pero es mejor que nada — respondía Zoey sabiendo que no había otra opción — Tendremos que tener cuidado de no cometer errores.

    El plan que tenían era arriesgado, y si llegaban a cometer un simple error, ya no podrían hacer nada para traer a Julie de vuelta. El Zenith podría terminar sellando su propia derrota en contra de los enemigos al día siguiente. Aun así, si se quedaban sin hacer nada, terminarían derrotados eventualmente. Debían correr el riesgo, o de lo contrario, todo terminaría en la victoria para sus enemigos. Lo que más importaba ahora era discutir como capturarían a Ace.

    […]

    En la base de Black Meteor, Morris se encontraba hablando con todos sus soldados. Estos acababan de llegar. El grupo de Geoff, Paul, Casey, Grace, y Brandon logró obtener el gerridio. Tal y como pasó con Zenith, ellos no lo necesitaban, por lo que la búsqueda y su recolección fue muy fácil. Aunque a Morris le preocupaba otro asunto, y era el desempeño del grupo que fue a la ciudad, para ver si algún soldado del Zenith se presentaba.

    — ¿Cómo les fue en la misión? — preguntó el comandante a sus soldados — ¿Lograron asesinar a uno de ellos?

    — Solo véalo por usted mismo — respondió Stuart mostrándole su dispositivo.

    El comandante vio una foto en el artefacto. El cuerpo sin vida de uno de los soldados del Zenith estaba en plena calle, su cuerpo estaba muy dañado, y lo rodeaba un charco de sangre producto de las heridas que sufrió. Morris sonrió de forma macabra tras ver esa fotografía. El equipo rival vio sus números reducidos de nueve a siete, mientras que el suyo se incrementó a diez. Aun cuando los números estaban parejos, su equipo logró imponerse en más de una ocasión. Ahora que eran más, la victoria estaba decidida.

    — Es oficial, el Zenith está perdido — decía Morris muy contento con su equipo — Solo queda recolectar el resto de los recursos que Abel nos pida, y luego terminaremos la misión. Todos ustedes serán recordados como el equipo que le dio a Black Meteor la ventaja sobre el Zenith, y cuando viajemos al espacio y descubramos que fue lo que causó la catástrofe, tengan por seguro que sus nombres quedarán en la historia. Pueden estar orgullosos de ustedes mismos.

    — Lo agradecemos mucho, comandante — respondieron todos al mismo tiempo, en una señal de respeto y agradecimiento hacia Morris.

    — Lo que usted dice es cierto, Zenith ya no nos puede ganar — decía Brandon recordando encuentros pasados — Ahora están en desventaja total.

    — Daría lo que fuera por ver la cara de Magnus cuando se entere que un país con menos recursos lo superó — dijo Paul, que no se equivocaba en lo que decía.

    — ¿Cuántos recursos nos quedan por conseguir? — preguntaba Grace ansiosa de terminar la misión.

    — Asumo que unos dos o tres — respondió Morris ante la pregunta de su soldado — Abel nos enviará una nueva lista mañana, ya que hoy le diré que ya hemos obtenido lo que pidió hace unos días. Pero primero tengo que hablar con Ace y con Stuart. Los demás pueden descansar. Vayan preparándose para festejar nuestra victoria, porque estamos a un paso de lograrlo.

    Todos los soldados fueron a descansar, a excepción de Ace y Stuart, que debían informarle sobre el rendimiento de Julie durante la misión. Solamente Gwyn y Shun sabían de que debían hablar, el resto creyó que se trataría de algo con poca importancia. Una vez que se aseguró que no hubiera nadie en la puerta para escuchar, el comandante habló.

    — ¿Cómo se comportó Julie? — preguntó Morris a sus soldados — ¿Hubo alguna conducta rara que deba conocer?

    — No, ella luchó como se esperaba — respondió Stuart recordando la pelea — El soldado Harold la intentó convencer de que ella formaba parte del Zenith, pero ella ignoró todos sus avisos. No se levantaron sospechas. Ella recuerda que vino aquí como parte de nuestro equipo, y nunca levantó sospechas que pudieran complicarnos.

    — Eso es un alivio — respondió el comandante sabiendo que tomó la decisión correcta al utilizar la máquina — Eso quiere decir que podremos reclutar a más soldados del Zenith a nuestro equipo. El problema es que la máquina no es demasiado potente. Su memoria solo puede soportar los recuerdos de tres personas.

    — Eso quiere decir que solo podríamos traer a dos soldados más, dado a que ya contiene los recuerdos de Julie — concluyó Ace.

    — Exactamente — respondió Morris — Podríamos traer a sus dos hermanos, para recompensarla por su buen rendimiento en nuestro equipo. Pero a mi francamente no me importa. Elijan a quienes les parezcan convenientes. Pueden irse a descansar ahora.

    Ace y Stuart se retiraron del lugar. El líder fue a su habitación, mientras que el otro soldado fue a buscar a Julie por la base. Quería estar con ella para asegurarse de que terminara con él y no quisiera buscar a alguien más. Tenía que aprovechar que Julie no recordara nada de su pasado en el Zenith. Lo cual, gracias a la máquina, sería tarea fácil.

    Cuando Ace entró en su habitación, vio a Natasha sentada sobre su cama. Ella estaba un poco pensativa, cosa que preocupó al líder.

    — Natasha, ¿qué ocurre? — preguntó Ace esperando que no fuera nada grave — ¿Te sientes bien?

    — Estoy bien — le respondió la chica levantándose y acercándose a él — Solamente quería preguntarte algo.

    — ¿Qué es? — le preguntó Ace — Sabes que puedes preguntarme lo que sea. Como líder, estoy obligado a escuchar.

    — Es una estupidez — le decía Natasha algo avergonzada — Quería saber si…si tú…Si te gustaría que pasáramos la noche juntos.

    La pregunta de la chica terminó sorprendiendo a Ace. No creyó que fuera el momento para eso, y la forma en la que Natasha lo preguntó le llamó mucho la atención.

    — Ya te dije que nuestra relación empezaría al terminar nuestra misión — Ace no quería sonar muy rudo — No creo que debamos…

    — No quiero eso — Natasha lo interrumpió — Solamente quiero dormir contigo. Nada más.

    — ¿Por qué? — preguntó Ace algo confundido con lo que decía Natasha.

    — Quiero acostumbrarme a eso — al decir eso, ella lo abrazó fuerte — A dormir y a despertarme contigo, aunque ahora no seamos novios, es algo a lo que me quiero acostumbrar. Si no quieres, no tienes por qué hacerlo.

    — Natasha, ¿esto tiene algo que ver con la llegada de Julie al equipo? — preguntó Ace queriendo saber si su sospecha era correcta.

    En parte, Ace tenía razón. Natasha quería encontrar las palabras adecuadas para poder decirle a Ace que esa no era la verdad, pero no las encontró, y terminó sin decir nada. Ante la falta de respuesta, Ace confirmó que tenía razón.

    — Natasha… — Ace le acarició el rostro, para después darle un beso breve, cosa que Natasha disfrutó — No deberías preocuparte por eso. Yo ya te dije que quería estar contigo cuando la misión termine, y eso no ha cambiado.

    — Lo sé, no debí preguntarte esto — respondió Natasha muy avergonzada de lo que hizo — Lo lamento.

    — Pero no tengo problemas en aceptar — respondió Ace, provocando felicidad en su compañera — No creo que dormir contigo pueda afectar mi rendimiento durante la misión. En tanto eso sea todo lo que hagamos.

    — Yo tampoco me siento preparada para lo siguiente, solamente quería pasar la noche contigo — le respondió Natasha muy contenta de que Ace aceptara su propuesta — Te agradezco que aceptaras. Esto me hace muy feliz.

    — No es ningún problema — respondió Ace dirigiéndose a la cama — Aprecio mucho tu compañía. ¿Qué dices si nos vamos a dormir ahora?

    Ace quitó las sábanas y luego se recostó. Natasha esperó a que él terminara de acomodarse, y luego se metió en su cama, poniéndose justo a su lado. Ace sabía que Natasha lo quería, aunque no lo dejara ver, por lo que la tomó con los brazos, la colocó encima de su cuerpo y luego la abrazó. Esto provocó que ella se sonrojara un poco. Ella realmente quería hacer eso, pero no sabría cuál sería la reacción de Ace. Natasha recostó su cabeza sobre el pecho de su compañero. Sintió mucha tranquilidad en ese momento, dado a que se sentía protegida al estar muy cerca de él. Ace disfrutaba de tener a Natasha a su lado. Sabía que su misión era lo más importante, pero por unos breves minutos se olvidó de eso.

    — Espero que esta sea la primera de muchas noches — le dijo en voz baja.

    — Yo también — respondió la chica.

    Finalmente, ambos se quedaron dormidos.

    Casey se encontraba recostada en su cama, a punto de dormirse, cuando un golpe en su puerta la interrumpió. Ella decidió responder al llamado.

    — Adelante — decía la chica.

    Después de que la chica le concediera el permiso de entrar, Paul abrió la puerta y entró.

    — ¿Paul? ¿Qué haces aquí? — preguntaba la chica.

    — Casey, estuve pensando en algo — le respondió el chico algo nervioso — Desde que tú y yo empezamos a formar un equipo, el Zenith no ha podido derrotarnos. Sé que solo nos enfrentamos a ellos en una ocasión, pero si te das cuenta, vivíamos de derrota en derrota cuando luchábamos separados. Nuestro trabajo en equipo está dando resultado y yo quería…

    — ¿Pedirme que fuera tu novia? — le preguntó Casey adivinando las intenciones de su compañero — Se nota en la cara que te gusto. ¿Crees que voy a enamorarme de ti solo porque luchando contigo conseguimos derrotar al Zenith? Sigue soñando. Seguiré trabajando en equipo contigo mientras eso nos permita triunfar. Pero no creas que tú me gustas o algo parecido.

    — Claro, claro…lo entiendo — Paul había quedado tan expuesto que no sabía en dónde meterse, por lo que se retiró de la habitación.

    Casey soltó una risa después de ver la reacción de su compañero. Le parecía tonto que él cayera tan fácil. Ella solo lo veía como un compañero de peleas. En realidad, esa era la forma en la que ella los veía a todos. Paul simplemente daba gracias de que nadie hubiera estado presente para escuchar lo que Casey le había dicho. Él no se rendiría y lo seguiría intentando, pero debería tener cuidado con lo que fuera a hacer. Estaba claro que Casey no sería fácil.

    Stuart se encontraba en su habitación descansando. Cuando encontró a Julie, ella le dijo que quería ducharse, por lo que el soldado la invitó a su habitación cuando ella terminara. Pasó mucho tiempo y ella no aparecía. Llegó a creer que ella había olvidado lo que le había dicho, o que no querría ir. Eso dejó a Stuart muy pensativo. Lo llevó a creer que habría cometido algún error. Pero cuando Julie entró a la habitación, todos esos pensamientos se despejaron.

    — ¿Querías verme? — le preguntó Julie queriendo saber por qué la había llamado.

    — Así es — Stuart se puso de pie para ir hacia ella.

    El soldado se le acercó y la abrazó. Julie correspondió el abrazo, y entonces ambos se pusieron cerca el uno del otro. Stuart le sonrió, acción que Julie imitó, y luego, ambos empezaron a besarse. El soldado estaba sorprendido por la actitud de su compañera. Sabía que sus recuerdos fueron modificados para que ella creyera que estuvo en Black Meteor desde el principio, pero no sabía de qué manera funcionaba todo eso. Ahora ya se estaba dando una idea. En el medio del beso, Stuart puso sus manos sobre el uniforme de su compañera, e intentó quitárselo, sin embargo, Julie lo detuvo.

    — Aun no — le dijo la chica algo seria — No estoy lista para eso, Stuart. Tal vez más adelante.

    — Entiendo, entiendo — Stuart se confundía con las actitudes de Julie, ya que no sabía hasta donde podía llegar — Pero el día de hoy matamos a uno de los soldados del Zenith, y creo que merece la pena celebrarlo.

    — Tienes razón — contestó Julie.

    Ambos volvieron a besarse tras esas palabras. Stuart quería probar hasta qué punto podría llegar con Julie. En pleno beso, el soldado le tocó el culo, cosa que a la chica pareció no molestarse para nada. El soldado siguió tocándola sin problemas, sabiendo que ella no se lo iba a reprochar. Finalmente, el beso terminó, y Stuart no avanzó más que eso.

    — Estoy algo cansada — le decía Julie, que no se separaba de él — ¿Terminamos por hoy?

    — Ya casi — le respondió Stuart.

    Stuart ahora le tocó los pechos a Julie, y al igual que antes, ella no lo impidió. Tras uno segundos, decidió soltarla. Ambos se dieron otro beso, y luego del mismo, Julie le susurró algo al oído.

    — ¿Qué te parece si lo hacemos por primera vez cuando terminemos la misión? — preguntaba Julie en un tono provocativo — Cuando hayamos matado a todos los demás soldados del Zenith.

    — Me leíste el pensamiento — le respondió Stuart ante la propuesta — Creo que sería el momento perfecto para que lo hagamos.

    — Será mejor que te vayas a dormir — Julie finalmente soltó a Stuart y luego se retiró de la habitación.

    A Stuart le había gustado ese momento. Ya comenzaba a entender a Julie, y creyó que le sería mucho más fácil llevarle la corriente ahora que sabía hasta donde podía llegar con ella. El soldado observó como ella se retiraba de la habitación. Habría querido que se quedara por más tiempo, pero no había tenido suerte. El chico se recostó en su cama, y lo único que podía imaginar era a su compañera desnuda junto a él. Su cuerpo estaba bien dotado, cosa que a Stuart le gustaba mucho. Se sentía en deuda con Ace. Si él no la hubiera elegido a ella, probablemente no podría tenerla para él. Entre eso, y el hecho de que finalmente había conseguido matar a uno de los soldados del Zenith, Stuart no cabía en sí mismo de felicidad. Todo le estaba saliendo bien últimamente.

    […]

    La puerta del garaje de la base del Zenith estaba abierta, y los siete soldados se preparaban para salir. Richard se encontraba junto a ellos, y se podía ver una expresión de cansancio en su rostro. Él les dijo a sus soldados que se fueran a dormir, y que él se encargaría de pensar en una forma para poder capturar a Ace. Estuvo gran parte de la noche pensando en posibles estrategias para eso, y no pudo dormir bien debido a eso.

    — Escuchen con atención — les decía el comandante en un tono de cansancio notable — Creo que tengo una idea con la que podrían capturar a Ace. He pensado en varias, pero creo que esta es la única que funcionará.

    — ¿Cuál es el plan? — preguntaba Thomas queriendo saber que era lo que debían hacer.

    — No habrá manera de que puedan capturar a Ace mientras se encuentre cerca de su equipo — respondió Richard luchando contra el sueño, intentando ser directo — Tendrán que separarlo para poder hacerlo. Pero dudo que él vaya a caer en algo así de fácil. Si los ve, sabrá que se trata de una trampa.

    — ¿Entonces que vamos a hacer? — preguntaba Michael impacientándose un poco.

    — Deberán engañarlo para que no se de cuenta que se trata de ustedes — le respondió Richard — Hay una ciudad a unos kilómetros al sur de aquí. Ayer la vi cuando buscaba la base de Black Meteor con Vigía. En ese lugar hay varios vehículos que aún no han sido llevados a otro lugar. Cada uno de ustedes deberá conseguir uno de esos vehículos, y cambiarse de ropa. Abandonarán las motos y sus uniformes del Zenith en un lugar donde no puedan ser encontradas. Usarán vehículos del país y ropa de ciudadanos normales. Creerán que se trata de habitantes de aquí, y buscarán la forma de pasar desapercibidos, y una forma de hacer eso es separarse. Tendrán que aprovechar ese momento y atacar a Ace todos juntos. Ya preparé una de las bacterias para que se la lleven y se la inyecten. Apenas lo tengan, vendrán aquí con él. Luego volverán a la ciudad y traerán de vuelta sus motos y sus uniformes. Será entonces cuando haremos el intercambio. Me comunicaré con Morris y le diré que tenemos a su hijo, y que, si lo quiere volver a ver, deberá hacer que Julie vuelva a la normalidad y devolvérnosla. Y tal como habíamos planeado, Ace terminará muerto cinco días después. Así tendremos una oportunidad de ganar.

    — Es un buen plan — respondió Gwyn sabiendo que algo así no podía fallar — Será nuestra única oportunidad, así que será mejor que lo hagamos bien.

    — Todo dependerá de ustedes — decía Richard a punto de rendirse al cansancio — No estoy lo suficientemente lúcido como para manejar a Vigía. Así que deberán valerse por sí mismos.

    — Podemos hacerlo, tenemos que poder — respondió Michael con determinación — Ellos no tenían a Vigía y aun así pudieron hacernos esto. Nosotros también tenemos que poder.

    — Nos aseguraremos de que no vuelvan a lastimar a nadie más de nuestro equipo — decía Erin intentando motivar a sus compañeros — Que lo que pasó a Harold no se vuelva a repetir.

    — Será mejor que partan ahora mismo — respondió Richard retirándose a dormir — Yo estaré descansando para reponer fuerzas.

    El comandante se retiró a dormir, mientras que el resto del equipo salió en camino hacia la ciudad. Debían darse prisa para empezar con el plan lo más pronto posible. Cada minuto que perdían podía ser clave en una situación como esa.

    Nadie hablaba con nadie en camino hacia esa ciudad. Todos estaban concentrados al máximo. No permitirían que Black Meteor siguiera teniendo a Julie por un día más. La traerían de vuelta, al mismo tiempo que eliminarían a su enemigo más peligroso. En tanto la ejecución fuera realizada correctamente, todo saldría bien.

    Richard les había dicho que la ciudad estaba en el sur, pero no les dijo que se encontraba muy lejos. Tardaron aproximadamente una hora con quince minutos en llegar al lugar. Los siete entraron con sus motos al interior de la ciudad. No tardaron mucho en encontrar los vehículos. Todos estos funcionaban con energía solar, lo que quería decir que no debían preocuparse por el combustible. Buscaron un buen lugar en donde pudieran esconder sus motos, y luego de encontrarlos, las dejaron allí, junto a sus uniformes. Recorrieron casa por casa buscando ropas que los hicieran pasar desapercibidos. Cada uno de ellos tomó un auto, y luego empezaron a recorrer los alrededores para ver si podían divisar a sus enemigos. Se quedaron con sus comunicadores, para poder notificar a los demás cuando los encontraran.

    El tiempo pasaba, y ninguno de ellos lograba toparse con los soldados de Black Meteor. Sin embargo, su suerte cambió cuando Zoey logró verlos a lo lejos. La chica dio aviso a sus compañeros, y todos comenzaron a seguirles el rastro.

    El equipo de Black Meteor terminó entrando en una ciudad conformada por edificios de gran tamaño, y de una larga extensión. Zoey esperó pacientemente a que todos sus compañeros llegaran hasta su posición. Una vez que todos estuvieron juntos, daría comienzo su plan.

    — ¿Por dónde se fueron? — preguntó Agustina ansiosa por terminar con esto.

    — Siguieron esta calle por tres cuadras, y después doblaron hacia la derecha — Zoey les daba indicaciones — Allí es a donde debemos ir.

    — Probablemente estén buscando recursos — suponía Devlin — Si ese es el caso, tenemos que darnos prisa antes de que encuentren lo que buscan. Porque si lo hacen, se irán de aquí.

    — Es cierto, no hay tiempo que perder — respondió Michael avanzando al frente — No tendremos otra oportunidad.

    Los siete soldados aceleraron y comenzaron a conducir en el interior de la ciudad. Querían hacer el mayor ruido posible, para asegurarse de que sus enemigos los vieran venir, y que se pudieran separar.

    […]

    Con Ace avanzando al frente, el equipo de Black Meteor entró en una de las ciudades de gran tamaño que había en el país. Los diez soldados avanzaron por una de las calles principales, y luego se desviaron hacia la derecha. Tras adentrarse un poco en el interior, todos se detuvieron y formaron una ronda para organizarse.

    — Según mi padre, esta era una de las ciudades más importantes — les decía Ace a sus soldados — Aquí deberíamos poder encontrar varios recursos. Abel aun no envía la lista, pero deberíamos hacer un recorrido y ver qué es lo que encontramos. Así sabremos si será necesario volver aquí o no.

    — Parece un buen plan — respondió Shun, siguiéndole la corriente a Ace — Es una ciudad grande, y podría tardarnos mucho tiempo en recorrerla por completo, aun si nos vamos los diez por caminos separados. Deberíamos organizarnos para que cada uno explore todo un sector.

    — Shun tiene razón, hay que dividirnos la ciudad entera de una sola vez — agregó Brandon — Así evitaremos perder el tiempo.

    — Que cada uno elija una porción, y recórranla de arriba abajo anotando todo lo que vean — indicó el líder a su equipo.

    Sin embargo, antes que ellos pudieran moverse a cualquier lugar, un ruido empezó a escucharse a lo lejos. Era imposible confundirlo, todos reconocieron que se trataba de varios motores en movimiento.

    — ¿El Zenith? — preguntaba Geoff mirando el lugar del cual provenía el ruido.

    — No lo creo — le respondió Natasha prestando atención al sonido — Se escucha diferente a sus motos.

    Fue así que, a lo lejos, los soldados lograron ver cómo un total de siete autos distintos se acercaban a ellos. Esto era malo, y si terminaban siendo descubiertos, solo les traería problemas.

    — ¡Maldición, es gente del país! — exclamaba Ace muy frustrado — ¡No podemos dejar que nos vean! ¡Si nos descubren, pondrán en alerta al país, se correrá el rumor, y nos van a cerrar las fronteras!

    — ¡No podemos permitir eso! — se quejaba Casey — ¡No ahora que finalmente pudimos sacarle ventaja al Zenith!

    — ¡Sepárense y escóndanse hasta que se vayan! — les ordenó Ace — ¡Estoy seguro que se trata de idiotas corriendo carreras callejeras aprovechando que la ciudad está desierta!

    — Entendido — respondió Julie obedeciendo las órdenes de su líder — Cuando se vayan, deberíamos aprovechar y explorar el lugar.

    Los diez soldados se separaron tomando una dirección distinta. Esperaban que las personas que viajaran en esos autos no fueran capaces de verlos alejarse, pero aun así, decidieron separarse lo más que pudieron para poder despistarlos. Los siete autos fueron tras Ace, sin que este se diera cuenta de que era el objetivo de los mismos.

    El líder de Black Meteor notó que había sido visto, pero creyó que se trataría de una especie de carrera callejera, lo que lo llevó a pensar que si se apartaba del lugar, ellos lo iban a ignorar. Cuando pasó cerca de un callejón, Ace dio un giro y se metió dentro del mismo. Sabía que había sido visto, pero mantuvo siempre una distancia prudente de los autos, por lo que no deberían haberlo reconocido como soldado de Black Meteor. Aun así, fue prudente y se mantuvo escondido en el callejón.

    Vio como cuatro autos pasaban por delante del callejón, y se tranquilizó al ver que su suposición era cierta. Sin embargo, la tranquilidad le duró poco cuando vio que tres de los autos se metían al callejón, alumbrando el interior del mismo con las luces de los mismos. Había sido descubierto, y tendría que salir de ahí antes de que identificaran su uniforme.

    Aceleró para llevar su moto a la máxima velocidad posible para salir del callejón, pero no pudo lograr su cometido. Desde el otro lado del callejón, uno de los autos estaba entrando al mismo, bloqueando cualquier salida posible. No podía creer lo que le había pasado. El haber sido descubierto en ese momento le pondría fin a la misión, y aún faltaban recursos por robar. Lo peor de todo es que él sería retenido en el país, y que probablemente no volvería a salir. Los autos se detuvieron, y Ace se bajó de la moto. Su frustración no se podía contener en su cuerpo. Sin embargo, pronto se llevó una sorpresa inesperada. Michael, Devlin, y Thomas salieron de sus tres autos, mientras que Gwyn, Erin, Zoey y Agustina entraban desde el otro lado del callejón. Traían puesta ropa de civiles, lo que confundió a Ace.

    — ¡¿Qué demonios hacen?! — gritaba Ace sin entender nada — ¡¿Es alguna clase de estrategia para hacerles creer a este país que nosotros estamos robándoles?!

    — Te equivocas, Ace — le dijo Michael, con ganas de amenazarlo, pero sabiendo que no debía revelar información — Esto es para recuperar a mi prima.

    Michael, Devlin, y Thomas corrieron hacia él desde un lado, mientras que las cuatro chicas se le acercaron del otro. Ace no podía pedir ayuda, por lo que no tuvo más opción que luchar. Sabía que perdería, pero no necesitaba ganar, solo escapar. Michael fue el primero que se acercó. El soldado del Zenith quiso golpearlo en la cabeza, pero Ace lo terminó esquivando al agacharse. Decidió no devolver el golpe y seguir corriendo, pero Devlin lo embistió y lo tiró al suelo. El mellizo de Michael aprovechó que lo tenía en el suelo para golpearlo en la cara repetidas veces con los puños. Ace recibió tres ataques iguales, hasta que después consiguió bloquear los golpes. Le dio un codazo a Devlin en la cabeza, lo que provocó que este se quitara de encima. Se iba a levantar rápidamente, cuando Thomas le pateó la cabeza antes de que pudiera ponerse de pie. La patada lo hizo rodar un poco, además de que lo dejó un poco aturdido. Antes de que pudiera recuperarse, Gwyn lo tomó de un brazo y Agustina del otro, asegurándose de retenerlo para que no pudiera escapar. Michael se acercó a él y le dio dos golpes fuertes en el estómago, seguidos de un rodillazo en el mismo lugar, que después siguió con un codazo igual de fuerte, también en la misma zona.

    Ace gritaba de dolor al recibir los golpes. Dado a que esta vez era retenido por dos personas, no podía hacer nada para escapar. Michael lo golpeó en el estómago cinco veces más, provocándole mucho dolor, para luego empezar a darle puñetazos en la cabeza. Ace fue superado y no podía hacer nada más que recibir los continuos golpes una y otra vez. Michael siguió golpeándolo hasta dejarlo muy débil y aturdido.

    — Esto es por Julie — dijo muy furioso sin levantar la voz.

    Michael le dio un último golpe de puño fuerte en el estómago, y luego se apartó. Erin se acercó hacia el soldado enemigo que ahora se encontraba muy débil. La chica tomó una jeringuilla y le inyectó a Ace una de las bacterias que habían conseguido. El pinchazo le dolió, pero eso solo sería el principio.

    — Ya lo tenemos, es hora de irnos — decía Gwyn queriendo salir rápido de ahí.

    — Tenemos que dar un par de vueltas por la ciudad, y hacer el mayor ruido posible — respondió Thomas seriamente — Hay que hacerles creer que seguimos aquí para que no salgan de sus escondites y no vean que tenemos a Ace.

    — Él tiene razón, pero no es necesario que todos lo hagamos — dijo Michael — Gwyn, llévate a Ace a la base y que Erin te acompañe. El resto nos quedaremos por cinco minutos haciendo el mayor ruido posible.

    Sin cuestionar sus órdenes, a pesar de que él no era el líder, todos obedecieron. Gwyn puso a Ace en los asientos traseros de su auto. La paliza que Michael le dio evitaría que se levantara. Aseguró a Ace a uno de los cinturones, y luego partió hacia la base, seguida de Erin. Los otros soldados estuvieron dando vueltas con sus autos por la ciudad, no solo haciendo que los motores suenen con fuerza, sino también chocando contra varios objetos de la calle, todo con el objetivo de que Black Meteor no los encontrara.

    Tras cinco minutos de escándalo, consideraron que con eso sería suficiente, por lo que se fueron del lugar.

    […]

    Ace despertó con un fuerte dolor de cabeza, acompañado de un gran dolor muscular. Cuando estuvo del todo consiente pudo ver que se encontraba en una especie de sala médica, con sus muñecas encadenadas cada una a una cama distinta. Sería muy difícil moverse, y le sería imposible atravesar la puerta. Estaba atrapado. Por primera vez en su vida estaba asustado de lo que podía pasarle. La puerta de la sala se abrió, y logró ver a Michael y a Devlin entrar acompañados de alguien más, que supuso sería su comandante.

    — Finalmente despertaste — le decía Richard en un tono serio — Eso es bueno. Así todo podrá terminar más rápido.

    — ¿De qué estás hablando? — preguntó Ace muy asustado de lo que iban a hacerle.

    — Te lo explicaremos rápidamente, sobretodo porque no te queda mucho tiempo — dijo Michael asustando un poco a Ace — Sabemos que le hicieron algo a Julie para que se uniera a su equipo. Lo que no sabemos es qué fue lo que le hicieron exactamente. Pero eso no es muy importante. Porque van a tener que entregárnosla, después de deshacer lo que sea que le hayan hecho.

    — ¿Piensas intercambiarme a mí por tu hermana? — preguntó Ace empezando a entender lo que ocurría, pero sin contemplar todas las opciones.

    — Es mi prima — respondió Michael muy seriamente — Nuestra prima. Y tú eres el hijo de Morris. Un familiar por un familiar, eso parece un trato justo. Pero será mejor que tu padre no tarde demasiado en hacer el intercambio, o de lo contrario, podrías morir.

    — ¿Cómo que podría morir? — Ace volvió a no entender nada otra vez.

    — Te inyectamos una bacteria — le respondió Devlin a su pregunta — Así como tú me inyectaste una sustancia extraña en nuestro primer encuentro. Excepto que la bacteria que te inyectamos es mortal. Está modificada de tal forma que pueda resistirse al sistema inmunológico de tu cuerpo. La bacteria ya está en tu organismo, pronto empezará a quitarte tus nutrientes y te dejará sin nada. Si no recibes una cura pronto, morirás.

    — Y esta es la cura — respondía Michael mostrando otra jeringuilla con un sedante, el cual era solo para engañar a Ace — Es lo único que puede matar a esa bacteria. Y si no la recibes a tiempo, vas a morir. Así que será mejor que tu padre haga el intercambio lo más rápido posible, o de lo contrario morirás.

    — Queremos que nos digas la frecuencia del dispositivo de comunicaciones que usan en tu base — le decía Richard — Así nos comunicaremos con Morris, y podremos hacer el intercambio antes de que mueras.

    — No puedo darles esa información — respondía Ace, asustado, pero sin entregarse del todo al pánico.

    — Si no recibes la cura rápido, morirás, y tu padre ya no volverá a verte — le decía Devlin, tratando de asustarlo.

    — ¿Y qué hay de tu chica Natasha? — le preguntaba Michael — ¿Estás dispuesto a dejarla sola?

    Ace entonces sintió una sensación horrible en su cuerpo. Ya no solo estaba en riesgo su vida. Si él moría, su padre y su compañera quedarían destrozados por su pérdida. Él no quería hacerles esto, sobretodo porque sabía que le daría mucha ventaja al Zenith. Una lágrima empezó a recorrer su rostro en el momento en que recordó a Natasha, y como él le había dicho que quería pasar varias noches durmiendo a su lado, y ahora todo eso estaba en riesgo. No tenía otra opción más que cooperar. Ace le dijo a Richard la frecuencia para que pudiera llamar a Morris directamente y comunicarse con él.

    — Gracias por colaborar — dijo Richard abandonando el lugar junto a Michael y Devlin.

    El comandante y los dos soldados fueron a la sala de comunicaciones. Sabían que debían darse prisa, así que decidieron llamar directamente a Morris. La llamada duró por un minuto en espera, pero finalmente contestó el comandante de Black Meteor.

    — ¿Richard? — preguntaba Morris, recordándolo desde la última vez que lo vio — ¿Por qué me has llamado? — tras hacer esa pregunta, notó a Michael y a Devlin detrás de él — Ustedes dos deben ser los mellizos Umcali. Así que son el equipo del Zenith que está interfiriendo en nuestra misión. Díganme por qué mierda me han llamado.

    — Queremos ofrecerte un intercambio — le respondió Devlin tomando su dispositivo — Julie Umcali es nuestra prima. Sabemos que le hicieron algo para ponerla en nuestra contra. Y la queremos de regreso. Tal y como era antes.

    — ¿Y qué quieres a cambio de tu prima? — preguntaba retóricamente el comandante — ¿Qué podrían tener que yo podría llegar a querer?

    — A tu hijo — respondió Devlin mostrándole una foto de Ace, inconsciente y encadenado.

    El comandante Morris sintió una sensación desagradable cuando vio eso. Ace estaba cautivo en la base enemiga, lo que quería decir que podrían hacerle cualquier cosa.

    — ¡¿Cómo es posible que capturaran a Ace?! — preguntaba, mostrándose muy extrañado de que ninguno de sus soldados lo notificara.

    — Lo atacamos con un arma muy peligrosa — respondió Michael sabiendo que Morris accedería al intercambio después de revelarle información — Una bacteria modificada para ser inmune al sistema inmunológico del ser humano.

    — ¿Qué es lo que le hicieron? — Morris estaba enojado con sus enemigos.

    — Introdujimos la bacteria en su cuerpo — respondió Richard queriendo apresurarse — La bacteria pronto comenzará a robarle los nutrientes, hasta dejarlo sin nada. Y una vez que ya no tenga nada más de qué alimentarse, Ace morirá. Solamente hay una cura, y nosotros la tenemos. Si ustedes nos devuelven a Julie tal y como era antes, nosotros te devolveremos a tu hijo, con la cura. Pero será mejor que te des prisa en decidirte. Porque si tardas mucho, la bacteria se hará inmune a la cura, y no habrá esperanzas para Ace.

    La expresión del comandante Morris era de un enojo notable. Richard, Michael y Devlin lo observaban desde el otro lado de la pantalla, y aun así podían darse cuenta de que Morris se encontraba al borde de un ataque de ira. En efecto, el comandante Morris dio un grito de furia muy fuerte mientras golpeaba una mesa que tenía en frente, pero que no se mostraba en pantalla. Los miembros del equipo del Zenith disfrutaban de la escena. Lo único que querían era tener de vuelta a Julie, pero el ver a su enemigo reaccionar de esa forma era una adición agradable para el momento.

    Pasó un minuto, y Morris finalmente se tranquilizó. Al menos por fuera. Este se dirigió a los tres enemigos para informarles sobre lo que iba a hacer.

    — ¡El puto Zenith siempre por encima de nosotros! — maldecía a sus enemigos mientras luchaba por guardar la calma — ¡Siempre nos quitan todo lo que es nuestro! ¡Y luego quieren devolvérnoslo con una negociación que solo se hará bajo sus propios putos términos! ¡Todos ustedes son iguales, desde el maldito líder que tiene su base en las alturas, hasta la escoria más baja de todas! ¡Creen que somos una organización débil a la que pueden someter a su voluntad! ¡Pero se equivocan! ¡No pienso hacer ningún intercambio con ustedes!

    — ¡¿Vas a dejar que tu hijo muera solo por tu orgullo?! — le preguntó Devlin creyendo que Morris no estaba pensando con claridad al responder de esa forma.

    — Se equivocan — le respondió Morris muy seriamente — Ace no es mi hijo. Así que hagan lo que quieran con él.

    Tras decir estas palabras, el comandante de Black Meteor dio fin a la comunicación y cortó la llamada. Sus últimas palabras dejaron sin habla a Richard, Michael y Devlin. El plan que habían elaborado y llevado a cabo con mucho cuidado se terminó viniendo abajo.
     
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  14.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Estoy en shock, pero pasaré a comentar el capítulo.

    Sinceramente veía al Zenith en la mierda, sin opciones, pero el plan de Michael pese a ser arriesgado era bueno. Y les ha funcionado.
    Por otra parte, Black Meteor disfruta de su cómoda posición y claramente llevan la ventaja.

    Me ha sorprendido mucho que el plan de Michael saliese bien, por su dificultad. Sin duda alguna, Zenith no ha dicho su última palabra.
    Todo parecía ir favorablemente hasta el final, la frase de Morris.
    Perdona si no hablo de nada más del capítulo, pero es que ahora mismo estoy impactado con el final de éste.

    Es una revelación increíble y que te deja petrificado, tal y como estoy. Mi rostro cambió de repente a medida que leía lo que decía Morris.
    Zenith parecía tener una opción pero al final no vale nada. Es uno de esos clásicos y épicos giros que te dejan deseando el próximo capítulo.

    No tengo nada más que decir, estoy en shock :v Espero el próximo con verdaderas ganas. Feliz año, amigo.
     
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  15.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

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    Yo también estoy en shock O.O

    Ahora si que ha dado un giro de 180° grados. Parecía que todo estaba a pedir de boca. Pero parece ser que el Zenith la tiene grave, si lo que dice Morris es cierto Ace dirá adiós. Y todo se hirá a la basura.

    Por otro lado, si el Zenith y B.M. efectuan el intercambio, el que le dará un ataque de ira será a Stuart, ya que no obtendrá lo que quería de Julie.

    No puedo decir más, estoy en un shock total. Espero el próximo capítulo con ansias de verdad. *Aplican el desfribilador*

    Feliz año.
     
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  16. Threadmarks: Identidad perdida - Parte 4
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    8868
    Muy bien, es hora de publicar este primer capítulo del año. Como bien ya saben, este capítulo será el número 20 de la historia, y será la cuarta y última parte de "Identidad perdida". Será un capítulo muy largo, pero no lo voy a dividir nuevamente. Creo que este será el capítulo más largo que tendrá la historia, al menos de momento.

    Dado a que es largo, ya no les quitaré tiempo. Espero que lo disfruten. Saludos.


    Identidad perdida – Parte 4:

    Tanto Richard como los mellizos se llevaron las manos a la cabeza al escuchar las palabras del comandante de Black Meteor. No sabían cómo era posible que Ace no fuera su hijo, siendo que ambos compartían el mismo apellido, y que incluso él mismo Ace lo había reconocido como su padre. Estaba claro que había algo que no sabían del todo. Y lo peor de todo era que el intercambio no se realizaría, y de esa forma, Ace moriría, pero Black Meteor conservaría a Julie y podría seguir usándola en contra del Zenith.

    — ¡Maldición! — gritó Devlin golpeando una pared en un intento de desahogarse — ¡¿A qué se refiere con que Ace no es su hijo?! ¡¿A quién quiere engañar, o acaso no lo quiere?!

    — No creo que haya sido un engaño — respondió Michael muy frustrado y preocupado — Sonó como si estuviera diciendo la verdad.

    — Pero esto no tiene sentido alguno — decía Richard analizando la situación — Debe tratarse de alguna clase de engaño.

    — Yo creo que dice la verdad — Michael estaba convencido — Está sacrificando al mejor soldado para seguir teniendo a Julie con ellos. Si fuera su hijo de verdad, él habría hecho el intercambio.

    — ¿Y qué es lo que vamos a hacer? — preguntó Devlin muy enojado ante la situación — No tenemos idea de lo que Black Meteor le hizo a Julie. Incluso si pudiéramos tener acceso a su base sería inútil.

    — Lo discutiremos con el resto del grupo cuando vuelvan — les decía Richard a sus soldados — Deberían llegar con las motos y los uniformes en poco tiempo.

    — Mientras tanto, deberíamos avisarles — respondió Devlin tomando el comunicador para hablar con ellos — Tal vez puedan pensar en algo mientras están fuera.

    Devlin llamó a sus compañeros para informarles lo que había pasado. Todos ellos quedaron sorprendidos e incrédulos ante esta situación. No podían creer que Morris revelara información tan importante en un momento como ese, y que hubiera decidido sacrificar a su mejor soldado para conservar a Julie. Los chicos deberían pensar en alguna solución para poder debatirla con el resto al regresar. Por el momento, debían traer de vuelta las motos y los uniformes que habían dejado en esa ciudad antes de que Black Meteor decidiera pasarse por allí, pero lo veían como algo improbable, dado a que la ciudad en donde estaban explorando quedaba algo distanciada.

    […]

    Quedaban unos pocos minutos de luz para que se hiciera de noche. Los soldados de Black Meteor estuvieron recorriendo la ciudad de arriba abajo, encargándose de mapearla y anotar que clase de recursos se encontraban allí dentro. Tenía un gran tamaño, por lo que perdieron la mayoría del día dentro de ella. Pero les había valido la pena, dado a que ya tenían registrado el lugar por completo. Cuando se les enviaran los recursos a encontrar, ya sabrían si debían ir hacia esa ciudad o no, y en caso de que tuvieran que ir, sabrían exactamente a donde. Incluso aunque Zenith se presentara, les sacarían una ventaja importante.

    Tras explorar, todos los soldados, exceptuando a Ace, se reunieron en el lugar en el que estaban antes de separarse. Como los autos dejaron de escucharse, supieron que se habían ido y que no correrían peligro al explorar. Les pareció un poco raro que Ace aún no hubiera llegado, pero creyeron que lo haría pronto. El tiempo pasaba y el líder no aparecía.

    — Esto es raro — mencionaba Natasha — Él ya debería estar aquí.

    — ¿Habrá encontrado algo interesante? — preguntaba Stuart sacando una conclusión.

    — Incluso aunque así fuera, no tenemos la orden de recolectar nada — contestaba Grace — No debería tardar tanto.

    — Deberíamos esperar un poco más — respondía Paul — Ya estará cerca de llegar.

    Aunque Paul se equivocaba. El día avanzaba, y pronto llegaría a su fin, y el líder no aparecía por ningún lado. Ni siquiera se podía escuchar el ruido de su moto recorriendo el lugar. Cansados de esperar, decidieron ir en la dirección en la que lo habían visto huir cuando los vehículos aparecieron. No les quedó más opción de gritar mientras avanzaban, además de que se movían con lentitud para que el ruido de las motos no tapara su respuesta.

    — ¡Ace, ¿en dónde estás?! — preguntaba Brandon llamando al líder — ¡Tenemos que irnos!

    — ¡Vamos, Ace, aparece de una vez! — gritaba Geoff que estaba algo impaciente por irse a la base — ¡¿O acaso encontraste algo que nos podría servir?!

    — ¡Ace, por favor! — Natasha empezaba a preocuparse un poco — ¡Quiero que vuelvas con nosotros!

    Sin embargo, Ace no daba ninguna señal de estar cerca de ese lugar. Los nueve soldados empezaron a pensar que algo podría haberle pasado. Iban cada vez más lento, y mirando en varias direcciones al mismo tiempo con la esperanza de encontrarse con él.

    — ¡Chicos, miren! — Julie llamó la atención de sus compañeros — ¡En ese callejón, es la moto de Ace!

    Todos voltearon sus miradas hacia el lugar que Julie les había indicado, y efectivamente, allí estaba. La moto de su líder estaba en el medio de un callejón. Apenas podía verse por la falta de luz producto del paso de las horas, pero la reconocieron apenas la vieron. Todos bajaron de sus motos y se acercaron para ver si su líder se encontraba allí. Natasha fue corriendo muy preocupada.

    — ¡¿Ace?! — gritaba ella esperando que él apareciera.

    — No está… — Paul se sorprendía mucho y también se mostraba preocupado — ¡Ace! ¡¿En dónde estás?!

    Nuevamente, ninguno de ellos obtuvo respuesta de su líder. La moto estaba en ese lugar, pero él no se encontraba. Eso solo quería decir una cosa, que las personas que iban en los vehículos lo habían encontrado, lo alcanzaron, y le habían hecho algo. Natasha quedó paralizada del miedo. El solo pensar que a Ace le podría haber pasado algo provocó que su cuerpo fuera recorrido por un gran escalofrío. No sabía que había ocurrido con él. Simplemente se esfumó. Mientras tanto, Shun luchaba con todas sus fuerzas para evitar dejar salir la felicidad que invadía su cuerpo. Ace no estaba, tal y como él quería que ocurriera. Esperaba que algo como esto pudiera pasar en algún momento, y finalmente había pasado, Ace ya no estaba allí. Su paradero era desconocido. Sin tener que hacer un gran esfuerzo, él se había ido. Supo que Ace tendría que cometer un error tarde o temprano, pero no creyó que las cosas serían tan fáciles. Su competencia había desaparecido, y él no tuvo nada que ver en eso, lo que quería decir que no se sospecharía de él. Todo salió más fácil de lo que esperaba. Debía apresurarse y fingir preocupación de inmediato, por lo que hizo un esfuerzo por poner una cara de miedo. Sus otros compañeros la hicieron de inmediato.

    — ¡Ellos lo encontraron! — Julie estaba muy asustada por eso — ¡Lo interceptaron y aprovecharon que estaba solo para atacarlo!

    — ¡¿Y qué es lo que vamos a hacer ahora?! — Casey se estaba alterando — ¡Si ellos lo capturaron, eso quiere decir que ya saben de nuestra presencia en el país! ¡Podríamos estar en peligro, y puede que Ace esté muerto ahora mismo!

    — ¡Imposible, no, no puede estar pasando esto! — Natasha intentaba negarlo, aunque sabía que solo se mentía a si misma — ¡Ace es el mejor soldado que tenemos! ¡El no se dejaría capturar por ellos! ¡Debe haber alguna explicación! — una lágrima empezó a recorrer el rostro de la chica, que no quería imaginar lo que le podría haber pasado a Ace.

    — ¡Eran siete contra uno! — Stuart apretó los puños en señal de frustración — ¡Ni siquiera él podría con eso! ¡Y menos si ellos venían a esta ciudad con frecuencia! ¡Ace no conocía el lugar, y debe ser por eso que lo encontraron!

    — ¡¿Qué le habrán hecho?! — preguntaba Geoff intentando pensar como si fuera un habitante del país.

    — Si ellos venían aquí a correr carreras era porque era una ciudad muy grande y creyeron que casi nadie los encontraría — respondía Shun que pensaba calmadamente — Ellos habrán visto a Ace y podrían haberlo perseguido para asegurarse de que no dijera nada.

    — ¡¿Insinúas que lo mataron?! — preguntaba Paul que pensó que eso tenía mucho sentido.

    — No lo sé, no conozco bien la forma en la que piensa alguien en este país — respondió Shun manteniendo la calma — Pero tenemos que informarle a Morris sobre esto. No podemos resolverlo solos.

    — ¡No podemos irnos de aquí sin Ace! — Natasha se negaba a abandonarlo — ¡Es una ciudad grande, podrían tener un escondite aquí!

    — No lo vamos a encontrar ahora — Shun quería tranquilizar a Natasha, pero sabía que no debía mostrarse de esa forma — Morris sabrá que hacer. Nosotros solos no podremos hacer nada por él.

    — Shun tiene razón — Casey estaba de acuerdo con él — Mientras más rápido vayamos con Morris, más rápido tendremos una idea de que hacer. Yo iré conduciendo al final de la línea, y me llevaré la moto de Ace.

    Todos se fueron de la ciudad para volver a la base lo más rápido posible. Pronto iba a oscurecer, y no les gustaría estar en esa ciudad para cuando eso pasara, y menos si ese grupo que vieron hoy continuaba cerca del lugar. A ninguno de ellos le agradó la idea de irse sin Ace, pero no tenían opción. No iban a dejarlo por su cuenta, y harían todo lo que fuera posible para poder recuperarlo. Pero para eso necesitaban un buen plan, y eso no lo tenían. Morris era el único capaz de ayudarlos ahora.

    Natasha estaba pasando por una sensación horrible en ese momento. Ella recordaba la noche anterior con Ace. Había disfrutado mucho de estar junto a él, y quería que eso se repitiera varias veces, pero no podría hacerlo en esa noche. Lo que más temía era que Ace hubiera sido asesinado. Lo que ella quería era que la misión terminara para poder estar con él, y ahora ni siquiera estaba segura de que él estuviera con vida. Tuvo que conducir con mucho cuidado, dado a que no quería que una distracción la tirara de su moto. Shun la miraba atentamente. Rogaba que Ace hubiera sido asesinado, y que nunca volviera a aparecer, ni siquiera un simple fragmento de su cuerpo. Su rendimiento mejoró y sus contribuciones al equipo aumentaron, y en el mejor momento. Con Ace fuera, él podría empezar a ser considerado como líder del equipo. Y algo que deseaba además de eso era tener a Natasha para él. Se veía frágil, y si se aprovechaba correctamente de la situación, ella terminaría con él. Tendría cuidado con todo lo que dijera e hiciera a partir de ahora.

    Ninguno quería llamar a Morris a través de un comunicador, dado a que querían decirle lo que ocurrió en persona. Consideraron que la situación no debía ser contada a distancia.

    Tras un camino de varios minutos, los nueve lograron regresar a la base. Se había hecho de noche hace tiempo, lo que quería decir que tendrían que comunicarle lo ocurrido a su comandante, pensar en algún plan rápido, y luego irse a dormir lo más temprano posible. Ace podría estar en peligro, y ellos no podrían desperdiciar mucho tiempo. Al llegar, dejaron las diez motos en el lugar y fueron corriendo a avisarle a Morris lo ocurrido. Creyeron que su padre estaría preocupado por lo que le había pasado a su hijo. El comandante se encontraba en la sala de comunicaciones, con una expresión de seriedad en su rostro. Aunque se veía calmado, ninguno de ellos tenía el valor de mirarlo a la cara.

    — Comandante, pasó algo grave en el recorrido — le decía Natasha, sintiendo que era su obligación hablar — Ace desapareció. No sabemos dónde está — ella miró al suelo en todo momento, y su tono era de tristeza.

    — Lo sé — respondió el comandante respondiendo muy seriamente, denotando un enojo leve con sus soldados — El Zenith lo tiene. ¿Cómo pudo pasar esto?

    — ¿Cómo que el Zenith lo tiene? — Stuart no entendía nada de lo que pasaba.

    — Ellos se comunicaron conmigo, y me mostraron una foto de Ace, preso en su base — el comandante dejó un poco preocupados a sus compañeros — Además de que supieron a qué frecuencia debían comunicarse para contactar conmigo. Eso quiere decir que fue Ace el que se los dijo.

    — ¿Qué es lo que quiere el Zenith? — preguntó Paul muy furioso, a la vez que lo invadía la intriga.

    — Un intercambio — respondió Morris — Nos devolverán a Ace a cambio de algo. Creo que ya podrían darse una idea de que es.

    Todos los soldados, exceptuando Julie, sabían de lo que estaban hablando. El Zenith claramente quería de vuelta a uno de los suyos, y a cambio de eso, dejarían en libertad a Ace. Stuart se acercó a Julie y la abrazó. No quería perderla, y en caso de que Morris hubiera aceptado, buscaría la forma de que no se haga el intercambio.

    — ¿Cuándo planea realizarlo? — le preguntó Natasha impaciente por saber.

    — No lo haré — respondió Morris dejando sorprendidos a todos sus soldados — Ustedes los superan en número. No pienso aceptar un intercambio con ellos. Solo es cuestión de que encontremos su base, y ustedes harán el resto.

    — Me parece una buena idea — le respondió Stuart, aliviado de que no perdería a Julie — No podemos dejar que nos intimiden.

    — Solo quiero que alguien me diga que pasó — Morris quería entenderlo — ¿Cómo fue que ocurrió? ¿Cómo permitieron que siete soldados los superaran, y capturaran a Ace?

    — Fuimos engañados — le respondió Brandon explicando lo ocurrido — Vimos siete vehículos del país, y como la ciudad es grande, creímos que serían habitantes del lugar haciendo carreras callejeras. Nos separamos para despistarlos, y cuando nos reunimos, Ace no estaba. Está claro de que fue una trampa del Zenith.

    — Maldición, y yo que creí que ya estaban acabados — Morris finalmente lo supo — Los subestimamos, y ellos demostraron que pueden seguir luchando. No quiero que esto vuelva a pasar. Quiero que mañana encuentren la base del Zenith y rescaten a Ace. Sea como sea.

    Tras esas palabras, todos se retiraron a dormir de inmediato. El plan que tenían era más simple de lo que habían pensado, y solo debían centrarse en descubrir a sus enemigos. Todos creyeron que sería algo muy simple. Morris recordó lo que le habían dicho al comunicarse con ellos. Si tardaban mucho en hacer el intercambio, Ace moriría ante la bacteria. Supuso que para esas alturas, Ace ya debería estar muerto. El enviar a sus soldados a la base solamente sería para que ellos no creyeran que su comandante había abandonado a uno de los suyos, y menos a su hijo, aunque este no lo fuera. Si sus soldados llegaran a enterarse sobre la bacteria, probablemente le reprocharían el no haber hecho el intercambio, y las consecuencias para él serían algo grave. Él no tenía esperanzas de volver a ver a Ace con vida, solo quería quedar bien ante sus soldados, y ante Abel cuando tuviera que explicarle lo ocurrido.

    Shun se encontraba furioso. Creyó que nunca tendría que volver a ver a Ace, pero al saber que estaba en manos del Zenith, y de que sus rivales tenían la ventaja, él mismo se vería obligado a esforzarse al máximo para recuperarlo. Por más que quisiera que muriera, si permitía que Zenith lograra matarlo a pesar de que tenían desventaja numérica, no tendría el mérito suficiente para convertirse en líder. Sus esperanzas se desvanecieron muy rápido.

    Stuart fue a dormir muy preocupado. Estaba claro que el Zenith quería recuperar a Julie, y a pesar de la desventaja, lograron tomarlos por sorpresa. Stuart no quería perder a su líder, porque creyó que sería una gran humillación por parte del Zenith. Pero tampoco quería perder a Julie. Estaba feliz de tenerla, y sabía que no tendría oportunidad de encontrar a alguien más como ella. Se propuso a hacer lo necesario para asegurar a ambos.

    Natasha, por su parte, no encontraba consuelo. Ella estaba en la habitación de Ace, recostada sobre su cama. Recordó las palabras que él le había dicho la noche anterior.

    Espero que esta sea la primera de muchas noches — Ace le dijo esas palabras en un tono calmado y con cariño.

    No pudo evitar romper en llanto al recordar eso. Ella quería mucho a Ace, y él también la quería. Creyó que pasaría varias noches durmiendo junto a él, esperando a que la misión terminara para que pudieran estar juntos de forma definitiva. Pero por culpa de sus enemigos, eso no sería posible. Tenía mucho miedo de lo que ellos podrían hacerle.

    — Ace, resiste, por favor — Natasha hablaba con ella misma para motivarse — Te prometo que te traeré de vuelta conmigo. No te perderé. No dejaré que te alejen de mí. Mañana mismo estaremos juntos en esta misma cama.

    Todos los soldados de Black Meteor habían conciliado el sueño muy rápido. El día de mañana tendrían una misión complicada en contra del Zenith. Cuando creyeron que ya los habían derrotado, ellos les causaron un daño moral muy importante.

    […]

    Todos los soldados del Zenith estaban reunidos para debatir algún plan que pudieran usar para recuperar a Julie. La actitud de Morris les había demostrado que ellos no estaban dispuestos a renunciar a ella mientras pudieran utilizarla en su contra, por lo que deberían buscar la forma de recuperarla por su cuenta. Nadie tenía ideas. Zoey y Agustina no pudieron encontrar una solución que fuera posible de realizar y que les garantizara el éxito.

    Thomas quería ser quien tuviera la idea, y también quien la llevara a cabo. Después de que sus acciones causaran que Julie fuera capturada y que Harold fuera asesinado, consideró que solo podría tranquilizar su conciencia si era él quien recuperar a Julie. Pero a su mente no le llegó ninguna idea que pudiera usarse. Detestaba que no pudiera pensar en nada. Ace y Morris eran la única manera de poder manipular sentimentalmente a Black Meteor, a través de sus lazos familiares. Pero lo que Morris había dicho, se dio cuenta de que estaban equivocados, y ya no tenían nada para poder recuperar a su compañera.

    Gwyn y Erin querían que se les ocurriera una idea. Lo deseaban con desesperación. Sabían que Julie era muy especial para Michael y para Devlin, y que mientras ella estuviera atrapada y luchando para Black Meteor, ellos no estarían tranquilos. Lo que más querían era ayudarlos. Les gustaba estar con ellos, y querían hacer algo para ayudarlos. No solo para hacerlos sentir mejor, sino también porque Julie era una chica muy amable, parte del equipo, y también parte de su familia. La querían de vuelta, pero no tenían una idea que pudiera solucionar dicho problema.

    Estuvieron un rato muy largo pensando en una posible solución. Michael pensaba en la forma en la que Morris había dicho sus últimas palabras, como si no le importara perder a Ace, sea o no su hijo. Fue ahí que tuvo una idea que podría llegar a funcionar.

    — Se me ocurre algo — decía Michael llamando la atención de todos — Pero será muy difícil.

    — ¿Qué es? — preguntaba Richard ansioso por saber que se le había ocurrido a su soldado.

    — No es algo que me guste, pero lo veo como única opción — respondió el soldado — Tenemos que hacer equipo con Ace.

    — ¿A qué te refieres con hacer equipo con él? — preguntó Agustina algo incrédula — Es el enemigo, y además, lo atacamos con un arma muy peligrosa.

    — Tenemos que mostrarle la grabación de la llamada — respondió Michael empezando a explicar su idea — Tiene que escuchar como su padre lo despreció, y negó que fuera su hijo. Claramente lo hará enojar, y querrá respuestas. Haremos un trato con él. Él deberá llevarnos hacia su base para que podamos recuperar a Julie, y a cambio, nosotros le perdonamos la vida, y le damos la oportunidad de que discuta con su padre.

    — ¿Estás hablando de sacrificar las dos bacterias para poder salvar a Julie? — preguntaba Thomas algo molesto ante la idea — Perderemos un arma muy valiosa, y además, seguiremos en desventaja aunque recuperemos a Julie.

    — Trata de pensar en esto. Ace estará molesto con Morris por lo que hizo, lo que provocará tensión en el equipo enemigo. Además de que la bacteria lo dejará débil — todos comprendían el objetivo de Michael — Tenemos oportunidad de matarlo al final.

    — Me parece una idea excelente — respondía Devlin pensando que podría funcionar — Pero tenemos que ver si Ace está de acuerdo con eso. Él es el único que nos puede llevar hasta la base de Black Meteor y revertir lo que le hicieron a Julie. Sin él, no la recuperaremos.

    — Hay otro problema — Richard agregó algo a la discusión — Si ustedes se llevan a Ace a la base, dejarán al resto de sus compañeros para que luchen solos en contra de nueve soldados. Estarán en una desventaja peligrosa.

    — Lo haré — dijo Erin muy decidida — Julie significa mucho para Devlin. Estoy dispuesta a hacerlo, si eso les da una oportunidad de traerla de vuelta.

    — Yo también estoy dispuesta — Gwyn tenía las mismas intensiones que Erin — Julie no puede seguir más tiempo en Black Meteor.

    — Cuenten conmigo — Zoey se sumaba a la idea — Es peligroso, pero hay que intentarlo. Después de todo, ya estamos en una situación peligrosa.

    — Es verdad, hay que traerla de vuelta lo más pronto posible — respondía Agustina — Yo ayudaré.

    — ¿Thomas? —Devlin quería escuchar la opinión de su compañero.

    Thomas no estaba del todo seguro con este plan. Era muy arriesgado, y si algo salía mal, todo su esfuerzo se perdería. Sin embargo, él creyó que estaba obligado a seguir el plan. Si hubiera actuado de otra manera, probablemente Julie no hubiera sido capturada. Rescatarla era lo que más quería, porque no podía soportar recordar sus acciones egoístas.

    — Traigan a Julie de vuelta — Thomas estaba muy determinado a hacerlo — Yo haré lo que pueda desde mi lugar.

    — Solo queda convencer a Ace de que nos ayude — Michael se levantó — Devlin y yo seremos los únicos que hablaremos con él. Será mejor así. Richard, necesito que me des la grabación de la llamada.

    Una vez que todo estaba decidido, Richard activó el registro de llamadas para obtener una copia de la llamada que tuvieron con el comandante de Black Meteor. La pasó al registro del dispositivo de Michael y de Devlin, ahora dependía de ellos convencer a Ace de participar. El plan no terminaba de convencer a ninguno de ellos, pero era lo único que tenían.

    Ace se encontraba retenido en la sala médica, y ya empezaba a sentirse algo débil. La bacteria ya estaba empezando a hacer efecto en él, a pesar de que aún no había pasado un día desde aquello. El líder de Black Meteor creyó que venían a liberarlo.

    — Por favor, me estoy sintiendo mal — Ace empezaba a implorar por la cura de la que le habían hablado — Denme la cura y terminemos con esto. Mi padre ya debe haber aceptado.

    — Antes de hacerlo, tienes que explicarnos esto — respondió Michael mostrándole su dispositivo a Ace.

    El soldado de Black Meteor comenzó a escuchar la grabación de la llamada que habían tenido el día anterior. Y cuando llegó al final, se llevó una sorpresa muy desagradable, la cual lo entristeció al mismo tiempo que lo hizo enojar. No podía creer lo que había escuchado.

    — ¡¿Qué significa eso?! — preguntaba Ace esperando que los dos hermanos le respondieran — ¡¿Eso es real? ¿Mi padre decidió dejarme morir, y negar que yo fuera su hijo?!

    — Tú mismo lo escuchaste — Devlin respondió — Y el que debería explicar lo que está pasando eres tú, y no nosotros.

    — ¡Maldición! — gritaba Ace muy molesto — ¡¿Por qué mi padre haría algo así?! ¡Yo soy su hijo, lo soy, sé que lo soy! ¡Siempre le he obedecido! “¡¿Hagan lo que quieran con él?!” ¡Se supone que soy su hijo y su mejor soldado! ¡¿Qué mierda le ocurre?! ¡Me voy a morir, y a él no le importa! ¡Y lo peor es que me va a dejar morir sin explicarme nada!

    — Fue para eso que vinimos — le respondió Michael — No tienes por qué morir hoy, ni tampoco tienes por qué quedarte con todas tus dudas. Devlin y yo queremos un intercambio, ahora contigo.

    — ¿Qué clase de intercambio? — Ace tenía curiosidad.

    — Tú sabes dónde está la base de Black Meteor, y también sabes que le hicieron a Julie — explicaba Michael — Queremos que nos lleves allá, y nos ayudes a recuperarla. A cambio, tendrás la cura, y la oportunidad de pedirle explicaciones a tu padre. La bacteria está haciéndote daño, y mientras más rápido recibas la cura, será mejor para ti. Devlin y yo no nos vamos a rendir. Vamos a recuperar a nuestra prima sea como sea, y te estamos dando la oportunidad de elegir qué es lo que quieres.

    — Yo… — Ace quería aclarar su mente, pero pronto se dio cuenta que solo había una respuesta válida — Acepto. Su prima tal y como estaba, a cambio de mi cura.

    — Exactamente — le respondió Michael acercándose a él — Y quiero que sepas una cosa. La bacteria te irá dejando más débil a medida que pase el tiempo. Si intentas traicionarnos, Devlin y yo te mataremos sin problemas. No podrás vencernos en tu estado.

    — No los traicionaré — respondió Ace que solamente quería seguir con vida y obtener las respuestas que quería — Te lo aseguro.

    — Si lo haces, el que sale perdiendo vas a ser tú, no nosotros — Devlin se lo dejó muy claro.

    Ace ya había aceptado formar parte del plan. Lo único que necesitaban era llevarlo a cabo. Iba a ser difícil, pero al menos ahora tenían la esperanza de lograrlo. Si todo salía bien, Julie podría volver a su equipo. Perderían la oportunidad de eliminar a Ace directamente, pero al menos le quitarían a Black Meteor la ventaja que ellos tenían.

    Todos se fueron a descansar lo mejor posible. El día de mañana iba a ser crucial para ambos equipos. Cualquiera de ellos podría decidir su victoria o su derrota en un solo día. Aún faltaban recursos por reunir, pero lo que fuera a pasar mañana los condicionaría a todos.

    La noche les pasó muy lentamente a todos, pero finalmente se había hecho de día. El equipo del Zenith no utilizaría las motos, sino que volverían a usar los vehículos robados de la ciudad el día anterior. Las motos eran más rápidas, pero no servirían para una misión así.

    — Llegó el momento — les decía Richard tratando de motivarlos — No pueden cometer errores. Un solo error, y perdemos ante nuestros enemigos. Buena suerte a todos.

    — Escucha, Ace, tendrás la cura tan pronto como nosotros tengamos a Julie — le avisó Michael.

    — Entonces no perdamos el tiempo — le respondió Ace — Te mostraré el camino hacia nuestra base.

    Michael, Devlin y Ace se subieron a uno de los autos y empezaron su recorrido a la base enemiga. Richard les pidió que salieran primero, de esa forma, Ace no vería a Vigía. El comandante activó al dron y lo hizo subir a las alturas para poder avisarle a sus soldados si veía algo.

    Thomas, Agustina, Zoey, Gwyn, y Erin se subieron a un mismo auto y partieron. Erin iría observando por su cámara todas las imágenes captadas por Vigía para avisarles a sus compañeros cualquier cosa que pueda ayudarles. Los cinco partieron y fueron a buscar a los soldados de Black Meteor. Creyeron que ellos regresarían a la ciudad a la que fueron el día de ayer, por lo que ese fue el rumbo que tomaron.

    […]

    Michael, Devlin, y Ace avanzaban a gran velocidad con su vehículo. Habían recorrido un largo camino, y Ace sabía que ya estaban a punto de llegar. Conocía muy bien a Morris, por lo que supo que él iba a estar solo en la base. Pronto sabría a qué se refería su padre en el momento en el que negó que él fuera su hijo. Ace sabía que Morris era su padre. No había lugar para dudas dentro de él.

    — Detente aquí — le indicó Ace a los mellizos.

    — Aun no llegamos a la base — respondió Devlin creyendo que Ace podría tramar algo.

    — No, pero estamos muy cerca — respondió el enemigo, que ahora jugaba como aliado — Mi padr…el comandante Grant escuchará el auto. No podemos permitir que nos escuche.

    — Confío en ti — respondió Michael deteniendo el auto después de acomodarlo para escapar — Será mejor que no traiciones mi confianza.

    Después de que el auto se detuviera, los tres bajaron del vehículo y empezaron a caminar hacia la base. Los mellizos vigilaban de cerca a Ace. Ante cualquier acción de Ace que comprometa a su misión, ellos no dudarían en matarlo. Sorprendentemente, el líder de Black Meteor no estaba haciendo nada sospechoso. Llegaron a la base, la puerta del garaje estaba abierta. Esto era para permitirles el regreso de forma fácil a sus soldados. Los tres entraron sin hacer el menor ruido y empezaron a caminar lentamente hacia el interior del lugar. Cualquier sonido y serían descubiertos.

    — Morris debe estar en la sala de reuniones o de comunicaciones — susurraba Ace avanzando al frente — Cuando lleguemos, quiero que se queden afuera, y no entren hasta que yo no lo diga.

    — Está bien, pero hablarás en voz alta para que escuchemos todo lo que digas — respondió Devlin muy seriamente — Y si no escuchamos nada, entraremos sin permiso.

    Los tres llegaron hasta la primera de las salas. Michael y Devlin se quedaron del otro lado de la puerta, escondidos tras la pared. Ace abrió y entró al lugar, Morris estaba ahí. El comandante se llevó una sorpresa muy grata al ver a Ace en frente suyo.

    — ¡Ace! — Morris no sabía que Ace conocía la verdad — ¡Estás a salvo! ¡Lograste escapar de Zenith! ¡Estoy tan orgulloso de…

    — ¡Silencio! — respondió Ace muy enojado al escuchar esas palabras — ¡No te hagas el estúpido! ¡Sé lo que hiciste! ¡Dijiste que no soy tu verdadero hijo!

    — ¿De dónde sacaste una idea como esa? — preguntó Morris muy sorprendido y asustado de que lo supiera.

    — Ellos me lo dijeron todo — respondió Ace, dándole el permiso a los mellizos para que entren.

    Morris no podía entender nada de lo que había pasado. Ace se dirigió a la base acompañado de dos soldados del Zenith, enemigos de su organización.

    — ¿Qué hacen ellos aquí? — preguntó Morris muy enojado — ¿Por qué no los has matado? Es tu deber como soldado de Black Meteor asesinar a los soldados del Zenith que interfieran en la misión.

    — Aunque quisiera, no podría — respondió Ace confundiendo a Morris — La bacteria me ha debilitado. Si intentara luchar contra ellos, me asesinarían. Pero de todas formas, no quiero enfrentarlos. Quiero que tú me digas la verdad. ¿Por qué les dijiste que yo no soy tu hijo? ¿Por qué les dijiste que podían hacer lo que quisieran conmigo?

    — Parece que ya no puedo esconder esto por más tiempo — sabía que no tenía otra opción — Tal y como les dije a ellos, tú no eres mi hijo Ace. Eres adoptado. Lo cierto es que yo nunca tuve ningún hijo.

    — ¿Entonces por qué me dijiste que mi madre había muerto en la Catástrofe? — le preguntó muy enfadado y al borde de las lágrimas — ¿Por qué lo único que recuerdo cuando era niño era que tú eras mi padre si no es verdad?

    — Yo tuve una pareja una vez, una novia que me amaba, y yo también a ella — decía Morris en un tono nostálgico — Era la mujer más hermosa y más amable que vivía sobre la Tierra. Fui feliz con ella, hasta que la Gran Catástrofe ocurrió. Nuestra casa fue arrasada. Yo no estaba ahí, pero ella sí. Ella esperaba que yo regresara, y mientras lo hacía, varios meteoritos que vinieron desde el espacio la mataron… — el comandante estaba empezando a llorar tras recordar a la mujer que había amado — Yo no estaba listo para eso. Nunca te preparan para perder a alguien así. Te preparan para perder amigos y compañeros, pero nunca a tu pareja. Es más, yo era militar y se supone que quien debía prepararse para afrontar una pérdida era ella, y no yo. Quedé destrozado cuando me enteré. Lo perdí todo. Entré a una zona oscura, de la cual no podía salir. Estuve atrapado ahí por mucho tiempo, hasta que Abel me ayudó. Él había logrado restaurar el país por completo. No lo hizo solo, pero él hizo la mayor parte. Cuando todo había vuelto a la normalidad, me dijo que Black Meteor me necesitaría y que no iba a tolerar a un militar deprimido en su país. Fue ahí cuando reaccioné. Supe que debía recuperarme, y seguir adelante por el bien del país. Eso era lo que ella habría querido. Aunque mi recuperación iba bien, el dolor seguía presente. Entonces, Abel me dijo que adoptara a un niño, que lo criara y lo entrenara para que fuera un soldado. Me dijo que un hijo podría ayudarme a sobrellevar la pérdida, que le estaría dando un hogar a un niño que no tenía familia, y que nuestro país tendría a un soldado excelente. Todos ganaban, así que lo hice. Por varios días visité un orfanato de este mismo país, diciendo que iba a jugar con los niños de manera inocente, cuando en realidad los hacía competir entre ellos sin que se dieran cuenta. Y tú ganaste en todas las competencias. Desde los cinco años, eras el mejor en todo lo que hacías. Me di cuenta de que con el entrenamiento indicado, podría convertir a ese niño talentoso en el mejor soldado que Black Meteor podría tener. Por eso te adopté a ti.

    — ¡¿Y por qué no recuerdo nada de eso?! — preguntó Ace muy furioso — ¡Dices que fue a los cinco años que me adoptaste, pero yo recuerdo que a los tres años ya vivía contigo! ¡¿Por qué mis recuerdos no coinciden con lo que cuentas?!

    — Tu hogar fue destruido parcialmente por la Catástrofe — le contaba Morris tratando de calmarlo — Toda tu familia murió, incluyendo a tus padres, pero tú te salvaste. Una vecina te llevó al orfanato porque no podía cuidarte, y varias personas que trabajaban allí me lo contaron todo. Desde el principio te dije que no eras mi hijo de verdad, y que solamente era un padre adoptivo para ti. Y ese era el problema. Tú me insistías todos los días para que yo buscara a tus padres de verdad. Querías que hiciera algo para que pudieras volver a verlos. Eras un niño inocente, y sin importar cuantas veces te dijera que ellos no volverían, tú insistías en lo mismo. Yo ya no lo pude soportar por más tiempo. Me estaba afectando, y te estaba afectando a ti. Así que conseguí una de las máquinas para modificar los recuerdos, igual a la que usamos con Julie. Hice que lo modificaran todo, y que te olvidaras de tus padres biológicos, y que recordaras que yo era tu verdadero padre, y que tu madre había muerto en la Catástrofe. Fue muy fácil para mí llevar la mentira. Te convertí en mi hijo gracias a eso. Cuando finalmente dejaste de preguntar por tus padres de verdad, empezaste a concentrarte más en lo que yo te decía, y te convertiste en el mejor soldado de tu edad.

    — Si estabas tan orgulloso de mí, ¿por qué no hiciste nada para salvarme del Zenith? — preguntó Ace ahora más calmado, pero más triste — Incluso aunque yo no fuera tu verdadero hijo, me criaste durante catorce años. ¿Eso no significó nada para ti?

    — Recuerda lo que Abel siempre nos dijo — le decía Morris — Black Meteor es lo más importante. Es la prioridad número uno. Va antes que ti, o de mí, o de Abel, o de cualquiera. Si tú, yo, o tus otros compañeros tenemos que morir para que Black Meteor le gane al Zenith, entonces así será. Si hacía el intercambio, perdería la ventaja que teníamos sobre ellos, y nada me garantizaba que fueran a darte una cura de verdad. Podría haberte perdido, y haber perdido a Julie también. No podía arriesgarme a eso.

    — ¿Qué habrías hecho si yo fuera tu hijo de verdad? — Ace quería saberlo — ¿Lo habrías aceptado?

    — Abel se enojaría si hubiera perdido mi ventaja sobre el Zenith — le respondió Morris muy seriamente — Pero si fueras mi hijo de verdad, lo hubiera hecho. Pero no lo eres, por ende, no lo hice.

    Ace sentía una mezcla de varios sentimientos encontrados en contra del hombre que se hacía llamar su padre. Pero el más fuerte de todos ellos era la ira. Le había mentido durante toda su infancia, y ante la primera situación conflictiva, lo había abandonado en las manos del enemigo. Quería hacerlo pagar por eso. Michael y Devlin miraban al soldado sin poder creer lo que estaban presenciando. Nunca imaginaron algo así, ni siquiera de alguien de Black Meteor. Pero al menos ahora ambos sabían lo que le habían hecho a Julie.

    Ace ya no pudo mantener el control, y se lanzó en contra de su comandante, acorralándolo en contra de la pared y reteniéndolo ahí. El comandante no iba a aceptar ese comportamiento de su parte.

    — ¡Suéltame, ahora, es una orden! — le gritó Morris muy fuerte — ¡No soy tu padre, pero sigo siendo tu comandante, tú sigues siendo mi soldado y sigues estando en mi unidad! ¡Por lo tanto, estás obligado a obedecerme!

    — ¡Que se joda tu puta unidad, y que te jodan a ti también! — Ace estaba muy furioso — ¡Pedazo de mierda! ¡Eres un hijo de puta! ¡¿Por qué no moriste tú en lugar de tu novia?!

    Morris no toleró que le hablaran de esa manera. De un golpe muy fuerte en el rostro logró derribar a Ace al piso. El soldado de Black Meteor se paró con dificultad. La bacteria lo había dejado algo débil, y no podría ganarle en una pelea, pero no era algo que le importara ahora. El soldado atacó a su propio comandante intentando darle un puñetazo, movimiento que fue interceptado por Morris. Acto seguido, Morris le dio un puñetazo en el estómago, con una fuerza que logró poner a Ace de rodillas.

    — ¡Déjalo en paz! — Michael se lanzó a ayudar a Ace.

    El soldado del Zenith le dio un puñetazo en la cara a Morris, haciéndolo retroceder un poco. Avanzó hacia él para repetir el ataque, pero el comandante le respondió con un codazo en la mandíbula. La fuerza de Morris era mucho mayor a la de los demás soldados, y ese golpe realmente le dolió. Devlin supo que no ganaría en una pelea en su contra, así que cargó en contra del enemigo y lo derribó de una embestida. El soldado quería golpearlo, pero sabría que no podía soltarlo, o el comandante se soltaría y podría matarlo.

    — ¡Retenlo! — gritó Ace poniéndose de pie y abandonando el lugar — ¡Regreso de inmediato!

    Confiando en él, Devlin obedeció. Morris hizo un gran esfuerzo, y se acomodó para poder ponerse de pie. Aunque el soldado de Zenith quería mantenerlo en el suelo, su enemigo era más fuerte. Michael se le acercó y le dio un fuerte puñetazo en la cabeza. Viendo que no se detenía, reiteró sus ataques en un intento de frenarlo. Tras unos breves instantes, Ace regresó a la sala. El soldado se acercó al comandante y le inyectó en el cuello una de las jeringuillas, cosa que provocó que Morris se desmayara al poco tiempo. El comandante había caído.

    — Matémoslo ahora — decía Devlin creyendo que sería el momento ideal — No tendremos otra oportunidad así.

    — No, no hay que hacerlo — le decía Ace, que también sentía deseos de matarlo — Los demás van a regresar a la base, y si lo encuentran muerto, se pondrán alertas. No podremos rescatar a tu prima si eso ocurre. Lo llevaremos a una habitación, y le enviaré un mensaje a los dispositivos de los demás haciéndome pasar por él. Diré que se sentía mal, y que se fue a recostar. Cuando regresen, él estará en la cama durmiendo, y no sospecharán nada.

    — Es una buena idea — le dijo Michael — ¿Y qué es lo que vamos a hacer cuando Julie regrese junto a los demás?

    — Hay suficientes jeringuillas para todos ellos — respondió Ace — Vamos a atacarlos y luego modificaré los recuerdos de Julie para que vuelva a ser como antes. Después de eso, me dan la cura.

    — Es un trato — respondió Michael, satisfecho de que su plan diera resultado.

    […]

    Faltando poco para el anochecer, los nueve soldados de Black Meteor estaban regresando hacia la base. Ellos se habían dividido en dos equipos para intentar localizar la base del Zenith. Sorprendentemente para ellos, sus enemigos los encontraron mientras estaban divididos, y al poder luchar en contra de ellos estando separados, provocó que Black Meteor tuviera que huir del lugar. El haber tenido la ventaja sobre el enemigo y no haber podido ganarles los dejó muy frustrados. La ausencia de Ace condicionó la pelea, y no habían logrado descubrir ni siquiera un indicio que les dijera en donde se encontraba su base.

    Necesitaban organizarse mejor. Sin su líder en el campo de batalla, ni siquiera la ventaja numérica les fue de utilidad. Entraron a la base, dejando las motos en el garaje, para después cerrar la puerta. Los nueve soldados fueron a la zona de las habitaciones. Ace, Michael, y Devlin estaban ocultos en una de ellas. Si hacían el más mínimo ruido, o si alguno de los soldados abría la puerta de su habitación por pura casualidad, todo habría terminado para ellos. Afortunadamente, eso no ocurrió. Los soldados vieron a su comandante descansando.

    — Lo necesitamos para que nos diga que debemos hacer — dijo Paul a sus compañeros — Sin Ace, no hemos podido hacer nada. Hay que despertarlo.

    — Debe estar muy agotado — decía Natasha mirándolo con lástima — El tener a su hijo capturado por el Zenith debió haberlo llevado a esto. De seguro no se siente bien. Será mejor que descanse.

    — ¿Y qué vamos a hacer nosotros? — preguntaba Julie muy frustrada — Necesitamos una idea para organizarnos mejor.

    — Lo que necesitamos es a un líder provisional — respondió Shun — Alguien que lidere al equipo mientras Ace no está — aunque esa no era su idea precisamente — Es la única forma de superar al Zenith.

    — Estoy de acuerdo con él, pero hay que discutirlo con Morris — respondió Brandon — Sino, solamente nos pondremos a discutir y no llegaremos a nada.

    Los nueve soldados se separaron. Natasha, Casey, Paul, Stuart, y Julie se fueron a sus habitaciones. Mientras que Brandon, Geoff, Grace, y Shun se dirigieron al gimnasio. Ace escuchó los pasos y sugirió una idea.

    — Cuatro de ellos fueron al gimnasio — susurraba Ace a los mellizos — Los atacaremos a ellos primero. Luego nos encargamos del resto.

    — De acuerdo — respondió Devlin preparándose.

    — Recuerden lo que les dije, Morris podría despertar en cualquier momento — indicaba Ace — Si él despierta, nos asesinará. Así que no hay tiempo que perder. Hay que inyectarlos a todos para que no estorben. Y quiero pedirles un favor, no lastimen a Natasha.

    Los tres soldados salieron haciendo el menor ruido posible y se fueron de la zona de habitaciones. Habían llegado hacia el gimnasio. Allí veían a cuatro soldados ejercitándose y preparándose para seguir luchando contra el Zenith. Ace les dijo que iba a hablar con ellos para distraerlos, y luego, Michael y Devlin tenían que aparecer para atacarlos. Era muy importante que ellos cuatro fueran neutralizados antes de que los otros cinco llegaran.

    El plan dio inicio, y Ace entró al gimnasio. Excepto Shun, todos se llevaron una sorpresa muy agradable cuando lo vieron sano y salvo. Su líder había regresado. De alguna manera se escapó de la base del Zenith. Los cuatro estaban muy impresionados, y se acercaron a él para preguntarle qué fue lo que hizo para escapar.

    — Ace, eres increíble — Geoff admiraba a su líder — De alguna manera te las arreglaste para escapar.

    — No fue tan difícil, el Zenith tiene métodos de seguridad muy frágiles — les decía Ace preparándose para atacar a uno de ellos.

    — Qué bueno que regresaste — Shun estaba muy frustrado al decir esas palabras, pero sabía que debía hacerlo — Te necesitamos en el campo de batalla. Sin ti, el Zenith nos tiene acorralados.

    — Eso es una verdadera lástima — respondió Ace.

    Sin que nadie pudiera anticiparlo, Ace sacó una jeringuilla y se la inyectó a Shun en el cuello. El soldado no pudo hacer nada para defenderse, debido a la velocidad de ataque de Ace. Brandon, Geoff, y Grace estaban muy sorprendidos ante esa conducta. Michael y Devlin entraron al lugar para ayudar a Ace.

    — ¡Chicos, necesitamos su ayuda! — gritó Brandon a los demá soldados — ¡Ace regresó, y está con el Zenith!

    Ace corrió hacia Brandon y le dio un fuerte rodillazo en el estómago, ataque que él no pudo esquivar ni bloquear, y terminó cayendo al suelo. Michael corrió hacia Geoff y de un fuerte puñetazo lo derribó al suelo. Devlin hizo lo mismo contra Grace, con la excepción de que este no quiso golpearla, y le inyectó la sustancia en el cuello. Ace y Michael inyectaron a Brandon y a Geoff respectivamente. Los cuatro enemigos ya estaban inconscientes en el suelo.

    Stuart y Julie llegaron al lugar.

    — ¡Julie! — exclamó Michael muy emocionado de volver a verla.

    — ¡¿Qué sucede aquí?! — preguntó Julie sin poder creer lo que ocurría.

    — ¡Mátalos! — ordenó Stuart que comenzó a correr hacia ellos.

    Ace fue directamente a atacar a su compañero. Stuart se acercó a él e intentó darle un puñetazo. El soldado líder se inclinó para evitarlo, y sin levantarse, le dio un codazo en el costado a Stuart. Posteriormente, se tiró al piso rápidamente y le dio una patada en el tobillo, derribando a su compañero al suelo. Aprovechando su ventaja, Ace inyectó a Stuart. Julie corrió hacia Michael. Ella iba a atacarlo, pero su primo la detuvo sujetándola con los brazos. Julie forcejeaba para escapar, pero Michael lograba retenerla.

    — Julie, en unos momentos volverás con nosotros — le decía Michael a su prima.

    — ¿Por qué todos dicen lo mismo? — preguntaba Julie mientras intentaba soltarse – ¡Yo soy parte de Black Meteor!

    — No por más tiempo — Devlin se acercó a Julie y le inyectó la sustancia — Michael y yo hemos venido por ti.

    Julie quedó inconsciente junto a los demás soldados. Casey y Paul fueron los siguientes en aparecer. Devlin sostenía a Julie, mientras que Michael y Ace fueron a pelear en contra de ellos.

    — ¿Qué demonios haces, Ace? — preguntaba Casey a su líder — ¿Por qué nos atacas? Somos tus compañeros.

    — Esto no es por ustedes, es por mí — respondió Ace.

    Ella no lo estaba esperando, por lo que Ace se acercó a ella y le inyectó la sustancia sin problemas. Paul quiso atacar a Ace después de eso, pero Michael lo embistió derribándolo al piso. Paul luchaba para soltarse, lo que obligó a Michael a darle un par de puñetazos a su enemigo, para después inyectarlo. En ese momento, Natasha entró al lugar.

    — ¡¿Ace?! — ella no podía ver lo que veía — ¡¿Qué estás haciendo con el Zenith?!

    — Natasha… espera, tengo que decirte algo — le dijo Ace queriendo hablar con ella.

    Michael aprovechó la distracción de Natasha para acercarse a ella. El soldado se tiró al suelo al mismo tiempo que le lanzó una patada al tobillo. Natasha cayó derribada tras la patada, golpeándose fuerte contra el suelo. Michael entonces la inyectó antes de que pudiera defenderse. Ahora ya no quedaba nadie que pudiera atacarlos.

    — Te dije que no la lastimaras — Ace estaba muy furioso con Michael.

    — Te prometo que no la lastimé — le respondió Michael — Ella es muy fuerte, Ace, casi tanto como tú. Necesitaba derribarla para poder detenerla.

    — ¡Dejemos de perder el tiempo, y llevemos a Julie hasta la máquina! — gritó Devlin para que los dos soldados no empezaran una discusión.

    Habían pasado algunas horas desde que inyectaron a Morris, por lo que este podría despertarse en cualquier momento. Ace colocó rápidamente a Julie en la máquina, encendió la misma y la conectó. Como los recuerdos de Julie estaban en la memoria de la máquina, el proceso no tardaría mucho tiempo.

    — Devlin, escucha — le decía Ace muy seriamente — Ve al garaje y toma una de las motos. Llévala junto a su auto. La necesitaré para escapar.

    — Y quédate ahí con el auto encendido y listo para irnos — respondió Michael — Ace y yo nos encargaremos del resto.

    — Entendido — Devlin abandonó el lugar lo más rápido que pudo.

    Michael veía como la máquina estaba funcionando, pero sin poder creer lo que ocurría. Nunca había visto algo como eso, y no creía que una máquina de ese estilo pudiera existir hasta que las vio en persona. Mientras los recuerdos de Julie eran modificados, Ace tiró las jeringuillas que les quedaban al suelo, para después pisarlas y destruirlas.

    — Será mejor para tu equipo que Black Meteor las pierda a todas — le dijo Ace a Michael.

    El soldado del Zenith hizo lo mismo que Ace, y destruyó todas las jeringuillas que le quedaban. Devlin ya no tenía ninguna, lo que quería decir que Black Meteor ya no podría volver a utilizarlas.

    Tras unos minutos, la máquina finalmente terminó. Los recuerdos de Julie deberían estar tal y como estaban antes de que la máquina fuera usada sobre ella. Mientras Ace la desconectaba, Michael la golpeaba con fuerza, para asegurarse de dejarla inservible y que ya no pudiera volver a ser usada nuevamente. Ace decidió hacer lo mismo. Los dos soldados golpearon la máquina varias veces y con tanta fuerza que varios de los componentes electrónicos de la misma se rompieron, y ya no volvería a encender.

    En un momento, escucharon como alguien pateaba una de las puertas del lugar. Claramente se trataba de Morris, que de seguro habría despertado después de haber quedado inconsciente a causa de la sustancia.

    — ¡Mierda, tenemos que irnos ahora! — gritó Michael cargando a Julie, mientras que Ace lo ayudaba.

    — ¡Ace, si te encuentro, juro que te mataré! — el grito se escuchó desde la sala de reuniones, que fue el lugar donde Morris había sido atacado.

    — ¡Corre! ¡Corre! — gritó Ace ayudando a Michael a escapar del lugar.

    Los dos soldados corrieron hasta el garaje cargando a una Julie que se encontraba totalmente dormida. Morris escuchó el ruido de la puerta del lugar abrirse, y supo que sus enemigos se encontraban allí. Michael corrió hacia el auto, mientras que Ace cerró la puerta lo más rápido que pudo. Tras haber cerrado la puerta, Ace corrió para alcanzar a Michael y ayudarlo a cargar a Julie.

    Devlin los veía correr a la distancia, por lo que se bajó del auto para abrir las puertas traseras del mismo. Ace le gritó a la distancia que encendiera su moto, cosa que Devlin hizo a las apuradas. Cuando llegaron hasta el auto, Michael y Devlin subieron a Julie con cuidado en los asientos de atrás. Devlin fue a sentarse al asiento del conductor para poder escapar de ahí rápido. Michael sabía que debían abandonar el lugar lo más rápido posible, así que decidió darle la otra bacteria a Ace.

    — Ace, aquí está la cura — le dijo Michael entregándole al soldado la segunda y última bacteria con vida — Solo inyectala en tu cuerpo y la bacteria morirá. Recuperarás las fuerzas perdidas con el tiempo.

    — Gracias, Michael — le respondió Ace tomando lo que tanto necesitaba — Quiero decirte una cosa más.

    Michael miró a Ace muy confundido. No le había dicho a Ace que la cura para matar a la bacteria era otra bacteria idéndica, por lo que no esperaba que Ace lo atacara con ella. Quedó muy sorprendido cuando Ace le extendió la mano en forma de saludo. Michael le dio la mano a Ace como muestra de agradecimiento.

    — Les deseo suerte en la misión — respondió Ace saludando al soldado del Zenith.

    — ¿A dónde irás? — preguntó Michael sin saber qué era lo que Ace iba a hacer.

    — Después de lo que hice, Black Meteor me perseguirá — respondió Ace preocupado por lo que podría pasarle en el futuro — Así que lo mejor será que desaparezca. Además, hay algo que tengo que hacer, algo que no puede esperar. Adiós Michael.

    Ace se inyectó la bacteria en el brazo izquierdo para después subirse a la moto. El soldado aceleró y se alejó lo más rápido que pudo del vehículo. Michael sabía que estaban cortos de tiempo, así que se subió al asiento de atrás para poder cuidar a Julie durante el viaje.

    — ¡Vámonos! — le gritó Michael a su hermano Devlin.

    — ¿A dónde va Ace? — le preguntó Devlin arrancando el vehículo y emprendiendo el camino de vuelta a su base.

    — No te preocupes por él, tengo el presentimiento de que no lo volveremos a ver — respondió Michael.

    Ya había caído la noche. Los mellizos tomaron su comunicador y le informaron a Richard y al resto de sus compañeros de que ya tenían a Julie con ellos. Finalmente habían logrado recuperarla. Y ahora se dirigían rápidamente hacia la base. Los dos hermanos estaban felices de haber recuperado a su prima. Con ella devuelta en su equipo, Black Meteor ya no podría usarla en su contra. Después de haber corrido un gran riesgo, su familia estaba unida otra vez.
     
    Última edición: 5 Enero 2018
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  17.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Tras el final del anterior capítulo, tenía unas ganas inmensas del siguiente y al fin aquí está.
    El primero del año, y el mejor de la historia para un servidor. Paso a comentar los momentos más destacados para mí.

    Con el shock de que Morris declarara que Ace no era su hijo, Zenith se vio bien jodido, y sinceramente yo lo veía igual.
    No obstante, la idea de Michael ha sido muy buena y una vez más demuestra porqué debe ser el líder de Zenith.

    Sinceramente no me esperaba que Ace colaborara de manera tan fácil con el Zenith, pese a la confesión de Morris.
    Pero he de admitir que yo hubiese hecho lo mismo, considerando que estaba en una posición comprometida.
    Ver a Ace reprocharle a su comandante todo y que Morris contara la verdad me ha dejado perplejo, y más
    cuando Ace lo ataca y luchan. Épico.

    Pero más épico aún ha sido ver a Ace, el que era líder de Black Meteor, luchando contra sus compañeros. Épico x2.
    Me alegra que se vaya a recuperar y no muera, pues es un personaje prácticamente vital para la historia y con un
    potencial único. Ver que Michael y Ace se daban la mano ha sido increíble y muestra que pese a haber sido
    enemigos, se tienen un gran respeto. Sin duda dos de los mejores personajes.

    Al final Zenith ha recuperado a Julie y mantiene sus opciones de ganar más intactas que nunca, sobretodo tras
    la fractura en el grupo de Black Meteor por lo ocurrido con Ace y Morris. Sin duda, espero que le pidan
    explicaciones al comandante, pues ahora ellos están en peor posición. Una vuelta de tortilla :v

    Nada más que añadir, simplemente que el ver que Ace se desmarca de Black (pues lógicamente irán a por él)
    me intriga muchísimo y me pregunto cuál será su destino, algo que me gustaría ver pronto aunque tengo la
    sensación de que será algo tarde :v

    El mejor capítulo, para mí, repito. Espero el próximo con muchas ganas. Empieza loco el año :v
     
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  18.  
    Zurel

    Zurel —Vuestras historias han terminado.

    Acuario
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    ¡Que capitulo tan emocionante! ¡No lo puedo creer, sinceramente se merece un trofeo sin lugar a dudas! Ver a Ace colaborando con el Zenith me emocionó de tal manera que deseaba que el capitulo nunca terminara. Llegué a pensar que Ace formaría parte del equipo del Zenith, pero en lugar de eso Ace a decidido exiliarse. Algo me dice que no sabremos nada de Ace durante una larga temporada, no obstante, espero que no sea así y podamos saber sobre él en los próximos capítulos.

    El Zenith ha logrado recuperar a Julie, es posible que sus recuerdos no estén dañados, imagino que Ace habrá logrado hacer un gran trabajo con la máquina. Con la perdida de Julie, Stuart estará furioso cuando despierte y más aun al percatarse de la traición de su líder. Ver a Michael y a Ace estrechándose la mano fue épico. Estoy de acuerdo con Resistence, ha sido el mejor capítulo de la historia hasta el momento. Me has dejado con ganas de saber más de Ace. Esperaré con ansias el próximo capitulo. Saludos.
     
    Última edición: 5 Enero 2018
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  19.  
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Vaya, la verdad es que no sé que decir. Me alegra mucho que el capítulo les haya gustado y que lo hayan expresado de esa forma. En el momento en el que planifiqué la historia, este capítulo era mi favorito por todo lo que ocurría en él. Ace era mi personaje favorito desde que empecé a planificar la historia, y ese era otro motivo más por el cual este capítulo me gustaba mucho.

    De los capítulos que hice hasta el momento, este ha sido el que más disfruté al escribir, y puedo ver que ha sido el que más disfrutaron de leer. Me da gusto saber que voy bien encaminado con esta historia, ya que es a la que mas trabajo y planificación le dediqué.

    Ya que estoy, como agradecimiento por sus comentarios les diré que a la parte I le quedan solamente 7 capítulos, salvo que alguno tenga que ser dividido en más partes como este último (originalmente eran 3 partes, pero resultó tan largo que se dividió en 4 XD) pero no creo que eso ocurra.

    Una vez más, agradezco sus comentarios y el seguimiento que le han dado a la historia, de verdad motiva mucho a seguir escribiendo.

    Saludos y hasta la próxima.
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

    Piscis
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    Título:
    La Gran Catástrofe I Zenith vs Black Meteor
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    27
     
    Palabras:
    5942
    Bueno, ya es momento de publicar el capítulo 21 de la historia. Tras finalizar el capítulo más largo de todos en donde los dos equipos han experimentado cosas que no esperaban, es momento de ver como afecta eso a cada uno en la recta final de la historia.

    Tengo tres avisos que hacer:
    1- una escena de este capítulo iba a aparecer en el anterior, pero la pasé a este por dos motivos. Primero, porque el capítulo se estaba alargando mucho, y segundo porque creo que esa escena le queda mejor a este capítulo. La identificarán al leerla.
    2- decidí quitar el prefijo de "explícito" y volver a colocar el de historia larga. No considero al lenguaje agresivo ni a la es escenas violentas lo suficientemente fuertes como para llevar ese prefijo. Aun así dejaré las advertencias por contenido fuerte.
    3- a partir de la semana que viene me voy de viaje, y estaré en un lugar donde la conexión a internet es muy mala (si es que la hay). Así que no podré ni actualizar la historia ni ponerme a comentar las suyas, es más, ni me voy a conectar al foro. La continuación estará el 1 o el 2 de febrero, si es que no hay ningún inconveniente.

    Espero que les guste este capítulo, y que no se desesperen por la continuación. Nos vemos en unas semanas.


    Cambio de posición:


    Julie estaba recostada en una de las camas en la sala médica de la base del Zenith. Richard y el resto de sus compañeros estaban alrededor de ella. Estaban esperando que ella despertara desde que la habían traído. Lo que más querían era que ella despertara y ver que estuviera de vuelta con ellos, con sus recuerdos del Zenith de regreso. Michael y Devlin explicaron a sus compañeros y a Richard todo lo que Black Meteor le había hecho a Julie, cosa que los dejó totalmente sorprendidos. Richard era el que más asombrado estaba de todos ellos. Él nunca escuchó de una máquina que pudiera hacer algo tan extraordinario como modificar los recuerdos de una persona. El Zenith nunca llegó a necesitar de algo como eso, pero nadie en el país tenía idea de que una máquina así pudiera existir.

    Ya habían pasado varias horas, y se suponía que Julie debía despertar. Aunque era cierto que cuando Devlin fue inyectado por Ace, este tardó un largo tiempo en despertar; mientras que Morris no tardó demasiado. Estaba claro que las circunstancias eran diferentes. Finalmente, después de una larga espera, Julie abrió los ojos. Todos estaban atentos a ella.

    — ¿Michael, Devlin? — preguntaba ella muy cansada, probablemente por haber estado desmayada — Chicos, ¿qué fue lo que ocurrió?

    Michael y Devlin abrazaron a su prima con mucha felicidad de haberla recuperado. Sus compañeros también estaban felices de tenerla de vuelta. Las cosas habían vuelto a la normalidad, aunque Julie estaba un poco confundida.

    — ¿Qué fue lo que me pasó? — preguntó la chica algo confundida — Recuerdo que estaba en la ciudad con Harold y Thomas, y luego fui atacada por sorpresa por Stuart.

    — Ellos te secuestraron — le respondió Thomas, con la conciencia tranquila — Stuart te atacó con la misma sustancia con la que atacaron a Devlin. Te llevaron a su base y luego te modificaron los recuerdos con una máquina especial. Gracias a eso, te pusieron en nuestra contra y te hicieron luchar contra nosotros.

    — ¿Eso es verdad? — preguntaba Julie sin poder recordar nada — Dios, no puedo recordar nada de eso — Julie veía que todos estaban reunidos alrededor de ella, pero faltaba alguien — ¿En dónde está Harold?

    — Black Meteor lo mató — respondió Devlin en un tono serio — Harold fue quien nos avisó que tú estabas luchando para ellos cuando nosotros creímos que habías sido secuestrada. Se aprovecharon de su ventaja y lo mataron.

    — No… — Julie se sentía culpable por eso, a pesar de no recordar nada — No puedo creerlo… Es probable que yo lo haya matado.

    — No, no fuiste tú — respondió Gwyn tratando de tranquilizarla — Fue Stuart. Él lo admitió ayer cuando peleábamos. Tú no tuviste que ver en eso.

    — Aun así no puedo estar tranquila, fue por mi culpa — respondía Julie muy apenada por la muerte de su compañera — Quiero que Stuart muera. Usemos las bacterias para matar a Ace y a Brandon, y luego vayamos tras él.

    — Eso no será posible — Richard hablaba muy serio — Perdimos las bacterias mientras te rescatábamos.

    — Julie, esto no fue tu culpa — respondió Michael queriendo evitar que Julie sufriera por eso — Secuestramos a Ace y lo atacamos con una de las bacterias para obligar a Morris a intercambiarlo, pero él se negó. Tuvimos que hacer equipo con él, y luego darle la otra bacteria a cambio de que nos ayudara a traerte de vuelta. De lo contrario, sería imposible.

    — ¿Ace los ayudó? — preguntaba Julie sin poder creerlo.

    — Exactamente — le respondió Devlin — Se enojó cuando su padre no quiso hacer el intercambio, así que hizo equipo con nosotros para vengarse de él. Lo bueno es que Ace se fue. Abandonó a su equipo después de que te rescatamos, lo que quiere decir que logramos nuestro objetivo.

    — Aunque no hayamos logrado eliminar a Brandon, Ace ya no está — explicaba Erin — Él era alguien a quien no podíamos derrotar, pero el resto de sus compañeros no son tan fuertes como él. Nos arreglaremos como podamos.

    — Escuchen, lo mejor será que descansemos — Richard se dirigió a todos — Ha sido un largo día y ninguno de nosotros ha podido dormir bien desde que te capturaron. Deberíamos descansar lo más que podamos.

    Todos estuvieron de acuerdo con eso. Michael y Devlin llevaron a Julie hasta su habitación. La felicidad de tenerla de vuelta y tal como era antes no solo los había invadido a ellos, sino también a los demás. Gwyn y Erin estaban aliviadas de que Michael y Devlin tuvieran a un familiar suyo de vuelta. Thomas, por su parte, podría dormir con mucha tranquilidad. Había logrado enmendar su error. Notó que Richard no mencionó nada sobre si volverían a utilizar un líder durante las misiones. Black Meteor seguramente cambiaría de líder ante la partida de Ace, pero probablemente su comandante creyó que no necesitaran de tener uno nuevo, al menos no por el momento.

    […]

    Thomas, Gwyn, Erin, Agustina, y Zoey avanzaban por el país, atentos ante una posible aparición de los soldados de Black Meteor, ya sea porque Richard lograra detectarlos o porque ellos se cruzaran en su camino. La tensión que había en el auto era muy grande, si llegaban a encontrarlos, iban a ser cinco en contra de nueve. Estarían en una desventaja que podría jugarles en contra. Rogaban porque a Michael y a Devlin les fuera bien y no fueran traicionados por Ace, aunque algunos dudaban que él fuera a traicionarlos.

    Erin llamó la atención de sus compañeros después de que logró divisar a un grupo de soldados en la cámara del dispositivo.

    Los veo — alertó Erin — Hay cuatro soldados separados del resto.

    ¿Solo cuatro? — preguntaba Thomas creyendo que algo no andaba bien — Podría ser una trampa.

    Yo solo veo a cuatro, y no hay nadie más en los alrededores — respondió Erin.

    Ataquemos antes de que se reúnan con el resto de su equipo —sugería Agustina — Tenemos la ventaja.

    Sabiendo que era verdad, Thomas tomó rumbo hacia el lugar en donde estaban esos cuatro soldados. Cuando se acercaron a ellos, notaron que los soldados eran Brandon, Paul, Casey, y Geoff. Los cuatro iban en moto, claramente explorando el lugar, aunque ninguno de los soldados del Zenith supo cuál sería el objetivo de dicha exploración.

    Tardaron unos minutos en acercarse a ellos, Thomas decidió usar la bocina del vehículo para provocar que estos frenaran, y lo consiguió. Los cuatro soldados detuvieron las motos y se bajaron, listos para enfrentarse a ellos, dado a que no serían engañados otra vez.

    Detuvieron el auto a una distancia prudente y se acercaron a ellos.

    ¿Qué están haciendo por aquí? — preguntaba Zoey a sus enemigos, esperando que le dieran alguna explicación.

    Vamos a encontrar su base, y rescatar a Ace — le respondió Brandon muy seriamente, preparándose para luchar — Me parece raro que ustedes estén aquí afuera en lugar de estar cuidándola en caso de que apareciéramos. Porque es lógico pensar que iríamos a rescatarlo.

    Ace está muerto — Thomas confundió a sus compañeras, pero ellas no decidieron decir la verdad — Le dijimos a su líder que lo habíamos atacado con un arma biológica muy poderosa, y que necesitaba la cura lo más pronto posible. Él se negó a realizar el intercambio, y por eso su hijo terminó muriendo.

    ¡¿Ace, muerto?! —Paul no podía creer lo que escuchaba — ¡Hijos de puta, nos las van a pagar! ¡Tenemos a Julie con nosotros, y su muerte podría afectar a Michael y a Devlin!

    No lo recomendaría — Gwyn iba a arriesgarse con lo que iba a decir, pero quiso provocar a sus enemigos — Michael y Devlin fueron retirados de la misión. Si matan a Julie, estarán matando a una de los suyos sin causar un fuerte impacto sobre nosotros.

    Tenemos que vengar la muerte de Ace — Casey estaba lista para luchar contra ellos —Hay que matarlos a todos aquí y ahora y terminar con la misión por nuestra cuenta.

    Chicos, el Zenith nos encontró — Geoff hablaba por su comunicador al resto de sus compañeros — Michael y Devlin fueron retirados de la misión, o sea que solo tenemos que acabar con los otros cinco que quedan y luego ganaremos.

    Nadie esperaba que Geoff se pusiera en contacto con sus compañeros. Los soldados del Zenith sabían que debían terminar rápido su pelea, o de lo contrario, los otros soldados llegarían y estarían en desventaja. Sin perder más tiempo, los cinco pasaron al ataque.

    Thomas fue directamente a luchar en contra de Brandon, Agustina y Zoey atacaron a Paul y Casey, mientras que Gwyn y Erin lucharon juntas en contra de Geoff.

    Thomas lanzó un puñetazo en contra de Brandon, ataque que él fue capaz de interceptar con su mano. Brandon quiso aprovechar la corta distancia que había entre ambos para darle un puñetazo a Thomas. El soldado de Black Meteor le dio un fuerte golpe en la cabeza, pero Thomas lo resistió como pudo sin moverse ni un centímetro de su lugar. Impresionado por eso, Brandon quiso darle otro golpe más para tirarlo al suelo. Thomas ahora logró interceptar el golpe.

    Te voy a matar, gorila — le decía Thomas muy enojado.

    Sin que Brandon lo espere, Thomas le dio una patada muy fuerte en la pierna a una corta distancia. Brandon perdió en equilibrio y cayó al suelo. Aprovechando su ventaja, Thomas le dio un rodillazo en la cabeza, el cual tiró a su enemigo al suelo. Luego se acercó a él y le pisó el estómago, Brandon estaba gritando de dolor, sin poder creer que estuviera siendo vencido por su enemigo.

    Casey y Paul estaban juntos listos para luchar en contra de Agustina y Zoey. Agustina fue a atacar a Casey, y Zoey fue a luchar contra Paul. Casey atacó primero con un codazo, el cual fue interceptado por Agustina, sin embargo, Paul atacó por sorpresa, dándole un fuerte puñetazo en la cara. Zoey se sorprendió de que ambos estuvieran luchando juntos, así que decidió buscar la forma de separarlos. La chica quiso atacar a Paul con sus puños, pero este esquivaba sus ataques moviéndose hacia atrás o agachándose. Casey, por su parte, estaba golpeando a Agustina en el estómago y a veces en el rostro. Agustina movía sus brazos para bloquear los ataques, pero apenas lograba bloquear un par de estos. Sabiendo que perdería si seguía así, esperó a que Casey intentara atacarla de nuevo. Cuando su enemiga le lanzó un puñetazo, Agustina se agachó y luego le dio una patada en el tobillo, que provocó que Casey cayera al suelo.

    ¡Casey! — gritó Paul viendo que ella había caído.

    Paul quiso ir a ayudar a su compañera, pero entonces, Zoey le dio una patada en el estómago, lo que provocó que terminara retrocediendo. La chica se acercó a él y le dio un codazo en la mandíbula, seguido por otro codazo que ahora fue dirigido a la frente. Paul estaba algo aturdido por los golpes en la cabeza, por lo que terminó siendo derribado.

    Gwyn y Erin luchaban en contra de Geoff. El soldado sabía que no podría atacar a una sin recibir ataques de la otra, por lo que buscaba la forma de defenderse hasta que el resto de sus compañeros llegaran. Cuando Gwyn y Erin lo atacaban, este retrocedía o se movía hacia los costados para esquivar los ataques. No quería agacharse porque creyó que se aprovecharían de eso para atacarlo. Gwyn y Erin decidieron atacar las dos juntas en simultáneo, pero posicionándose cada una a un costado distinto de Geoff. Erin quedó de frente y Gwyn atrás.

    Erin lanzó un ataque que Geoff logró esquivar. Gwyn creyó que lo tenía, así que lo atacó con un puñetazo, el cual Geoff pudo anticipar y logró esquivar. Sin embargo, al esquivar el ataque de Gwyn, recibió una patada en el costado de parte de Erin. Por el daño del golpe, Geoff se sujetó el lugar en donde lo había recibido, y luego fue atacado por Gwyn, quien le dio un fuerte rodillazo en el pecho, el cual le causó más dolor.

    Los soldados del Zenith aprovecharon bien su ventaja, y sin muchos problemas lograron dominar la pelea en contra de los cuatro soldados de Black Meteor.

    Shun, Natasha, Stuart, Julie, y Grace llegaron al lugar justo a tiempo. Bajaron de sus motos cuando vieron que sus compañeros estaban recibiendo una paliza, y fueron para ayudarlos.

    ¡¿Están bien?! — preguntaba Julie muy preocupada por sus compañeros.

    No del todo — respondió Casey algo adolorida por los golpes que recibió.

    Nosotros nos encargaremos de ellos — dijo Natasha muy determinada a luchar — Si los vencemos ahora, rescatar a Ace será más fácil.

    Thomas comenzó a reírse cuando escuchó esas palabras por parte de Natasha. Sus compañeras sabían que era lo que quería hacer con esto, por lo que forzaron una risa que no le cayó bien a los demás.

    ¿Qué es tan gracioso? — preguntó Stuart muy irritado.

    Ya hemos matado a Ace — le respondió Thomas — En realidad, fue nuestra arma la que lo mató. El comandante Morris no quiso hacer el intercambio, y ahora ya no tiene a su hijo.

    ¡Mientes! — le gritó Natasha, quien no podía creer lo que escuchaba — ¡Ace no se dejaría asesinar por ustedes!

    Por nosotros no, pero la bacteria que entró a su cuerpo lo mató sin darle oportunidad — Gwyn le seguía el juego a su compañero.

    ¡Pedazos de mierda! — Stuart estaba muy enojado tras escuchar esa noticia — ¡Van a pagar por eso!

    Están mintiendo — Shun sorprendió a todos cuando dijo eso — No suenan demasiado felices al decir eso, y la forma en la que ustedes se rieron no es natural. No pueden engañarme, Ace sigue con vida — a pesar de que él deseaba que fuera verdad lo de su muerte, sabía que no lo era.

    Si eliges creer eso, adelante, no somos quien para juzgarte — le respondió Erin.

    Será mejor que ustedes retrocedan — les dijo Shun a sus compañeros heridos — Quédense cerca, cuando acabemos con ellos iremos a buscarlos y rescataremos a Ace.

    Los cuatro soldados que habían sido derrotados retrocedieron y subieron a sus motos, alejándose del campo de batalla. Ahora serían un total de cinco contra cinco, pero el Zenith partiría con desventaja dado el ligero cansancio de la pelea anterior.

    Natasha atacó a Gwyn, Stuart fue a luchar contra Thomas, Julie fue tras Agustina y Zoey, mientras que Grace atacó a Erin. Shun se quedó atrás. Iba a observar la forma de pelear de todos los soldados del Zenith.

    Natasha quería vencer a Gwyn rápidamente, pero ella esquivaba todos los ataques que le lanzaba su enemiga. Cada puñetazo y patada que Natasha intentaba era esquivado con facilidad. Los movimientos de Natasha eran muy imprecisos y faltos de velocidad, cosa que Gwyn notó. La chica de Zenith se dio cuenta de que Natasha no estaba luchando bien dado a lo que había ocurrido con Ace. Decidió vencerla rápidamente. Gwyn bloqueó con su mano uno de los puñetazos de Natasha, y con la otra, le dio un fuerte golpe en el estómago. Natasha retrocedió muy adolorida por esto. Gwyn le lanzó varios puñetazos más al estómago, los cuales Natasha no podía esquivar. Poco a poco la fue cansando hasta que Natasha cayó al piso.

    Erin luchaba contra Grace. Ambas atacaban y se defendían de los ataques de la otra. Erin la golpeó en la cara, pero antes de poder repetir su ataque, Grace le dio un rodillazo en el estómago, para después darle un fuerte puñetazo en la cabeza. Erin retrocedió un poco debido al golpe. La chica pensó que podría ser derrotada, así que utilizó la estrategia de Agustina. Cuando Grace le dio otro puñetazo en la cabeza, Erin se dejó caer al suelo, y una vez allí, levantó su pierna para darle una patada en el estómago a su enemiga. La patada provocó que Grace se inclinara un poco, cosa que Erin aprovechó para darle otra patada, ahora en la parte de atrás de las piernas. Grace cayó al suelo.

    Julie luchaba en contra de Agustina y Zoey. Dado a que las chicas habían peleado juntas en varias ocasiones, dominaban la pelea. Cuando Julie atacaba, una de ellas bloqueaba los ataques, mientras que la otra aprovechaba que su movilidad había quedado reducida para atacar de regreso; aunque en todo momento tenían el cuidado de no lastimarla.

    Julie, tú no formas parte de Black Meteor — le decía Agustina — Tú eres parte del Zenith. Michael y Devlin son tus primos, tienen el mismo apellido, eso debería ser prueba suficiente.

    El apellido no significa nada — respondió Julie ante los dichos de su enemiga — Yo soy parte de Black Meteor, no sé por qué ustedes dicen lo mismo que el tonto de Harold.

    Harold era tu compañero — le dijo Zoey algo molesta cuando lo mencionó — ¿Fuiste tú quien lo mató?

    No — respondió Stuart mientras mantenía pelea contra Thomas — Fui yo quién lo hizo. Y se sintió muy bien. Ustedes no estaban ahí. Ojalá lo hubieran visto.

    Thomas se enojó mucho al escuchar esas palabras. Él se sentía culpable de la muerte de Harold, y creyó que debía vengar su caída. El soldado del Zenith empezó a atacar con más fuerza a su enemigo. Stuart, que había entrenado mucho, lograba bloquear sus ataques sin problemas y sin recibir casi nada de daño del mismo. Cuando Thomas quiso darle un puñetazo, Stuart lo bloqueó, y después le dio un codazo en el cuello, provocando que Thomas se sujetara el lugar del golpe. El ataque le había dolido mucho.

    Voy a matarte a ti ahora — le dijo Stuart preparándose para tomar una segunda víctima.

    Thomas saltó hacia atrás mientras levantaba la pierna, logrando darle una patada en la mandíbula a Stuart. El golpe fue demasiado fuerte, por lo que Stuart cayó al suelo con fuerza, y su nariz empezó a sangrar producto de la patada.

    Shun decidió intervenir en la lucha. El soldado de Black Meteor atacó a Gwyn por sorpresa mientras esta se preparaba para golpear a Natasha. Shun le dio un rodillazo en la espalda que la tiró al suelo. Sabiendo que Thomas se alejaría de Stuart, empezó a pisarle la cabeza.

    ¡Te mataré! — le gritaba Shun asegurándose de atraer a Thomas hacia él — ¡¿Cómo te atreves a lastimar a Natasha de esa manera?!

    ¡Suéltala! — gritó Thomas, que se alejó de Stuart.

    El soldado del Zenith fue corriendo hacia donde estaba Shun, y trató de darle una patada, la cual fue esquivada con facilidad por el soldado de Black Meteor.

    Ja, ¿tú vas a vencerme? — preguntaba Thomas riéndose e intentando provocarlo — Eres el soldado más débil de Black Meteor. No eres un reto para mí.

    Entonces ataca cuando quieras — Shun no cayó en su provocación.

    Thomas quiso atacarlo dándole un puñetazo en el rostro. Shun lo interceptó, sabiendo que Thomas intentaría atacar con su otro puño. Así fue, y entonces el soldado del Zenith quiso dirigir su otro puño al estómago de Shun. El ataque fue interceptado nuevamente, y Shun, aprovechando que tenía atrapado a Thomas, comenzó a darle rodillazos en el estómago a su enemigo, sus ataques eran rápidos, fuertes y todos con su rodilla izquierda. Thomas estaba asombrado por la fuerza de Shun. Viendo que no podía soltarse, Thomas le dio un cabezazo a Shun, chocando su cabeza contra la de él. El ataque sirvió para soltarse, pero él también se había hecho daño. Stuart aprovechó que ya no era atacado para ir a ayudar a Julie. El soldado tomó a Agustina por los brazos y la tiró al suelo. Estando ahí, le dio una patada en la mandíbula y luego empezó a pisarle el cuello, tal y como había hecho en su último enfrentamiento contra ella.

    Zoey quería ir a ayudarla, pero terminó siendo atacada por Julie. La chica que ahora estaba en Black Meteor atacó rápidamente a Zoey, quien no podía defenderse. Erin veía a sus compañeros en problemas, por lo que se acercó a Shun y le dio una patada por detrás en la espalda, tirándolo al suelo. Gwyn se levantó y fue a ayudar a Agustina. La chica le dio un codazo en el costado de la cabeza a Stuart, quien, lejos de caer al suelo, devolvió un ataque similar.

    Thomas veía a sus compañeros en peligro, por lo que decidió decirles que se retiraran.

    ¡Chicos, tenemos que escapar de aquí! — gritó Thomas a sus amigos.

    Erin fue corriendo hacia el auto para encenderlo y acelerar el escape. Gwyn y Agustina lograron derribar a Stuart momentáneamente, y antes de que se pudiera levantar, empezaron a correr hacia el auto. Julie aún tenía a Zoey atrapada y bajo ataque, sin embargo, Thomas apareció desde detrás de ella para darle un fuerte codazo en la nuca y tirarla al suelo. Se sentía mal de haber lastimado a su compañera, pero era necesario para evitar la muerte de alguien más de su equipo.

    Lo siento, Julie, de verdad — decía Thomas mientras veía como su compañera, ahora en el equipo contrario, se tomaba la nuca — Espero no tener que volver a hacerlo.

    Los cinco soldados del Zenith llegaron a su vehículo y lograron abandonar el lugar. Shun los persiguió a pie, con la esperanza de poder alcanzar a alguno de ellos, pero no consiguió hacerlo.

    Éramos nueve contra cinco, y aun así se nos escaparon — decía Shun muy frustrado al ver esa escena — Esto es una derrota para el equipo.

    No digas eso — le respondió Stuart acercándose a él — Gracias a ti logramos hacer que huyeran. Gracias.

    Por nada — respondió Shun regresando con su equipo — Sigamos buscando la base del Zenith. Tengo la impresión de que no volverán a molestarnos.


    […]

    — ¿Así que eso fue lo que pasó? — preguntó el comandante de Black Meteor.

    — Así es — respondió Shun después de haber contado la historia — Lamentamos que no pudimos derrotarlos.

    Tras escuchar como había ocurrido la pelea entre sus soldados y el grupo del Zenith en el día anterior, Morris se dio cuenta de lo mucho que hacía falta el tener un líder durante las misiones para mantener fuerte y unido al equipo. Todos sus soldados, a excepción de Ace, que había escapado, se encontraban reunidos con él en la sala de reuniones. Morris había empezado a reflexionar sobre qué era lo que tenía que hacer ahora que Ace los había abandonado. Luego de escuchar la narración de la batalla, tomó una decisión.

    — Shun, en vista de tu buen rendimiento en las últimas misiones, te nombro como nuevo líder de Black Meteor en las misiones — dijo el comandante, alegrando mucho a Shun.

    Todos los que estaban presentes, excepto Natasha y el mismo Shun, aplaudían la decisión de Morris. En la batalla del día anterior, Shun fue muy importante para evitar una derrota humillante en contra del Zenith, y fueron sus consejos los que permitieron sacar una ligera ventaja a sus enemigos cuando habían decidido capturar a Julie.

    — Agradezco esto — respondió Shun muy satisfecho con la decisión del comandante — Prometo que no lo voy a decepcionar. No haré lo mismo que Ace. Me quedaré junto a mi equipo hasta el fin de la misión.

    — Eso espero, porque la misión podría concluir muy pronto y es fundamental que tengamos una victoria total sobre el Zenith — respondió Morris esperando haber tomado la decisión correcta.

    — ¿Qué es lo que va a ocurrir con Ace? — preguntó Natasha queriendo saber que le esperaba a su ex compañero.

    — Ace ha traicionado a Black Meteor — respondió Morris muy seriamente — Hizo un trato con nuestros enemigos, destruyó todas las sustancias que podrían servirnos de utilidad al luchar contra Zenith, dejó inservible la máquina para modificar los recuerdos de la gente, guio a dos soldados de Zenith directamente a la base revelando nuestra ubicación, los atacó a ustedes y también desobedeció y atacó a su propio comandante. Cada una de ellas es una falta grave, y Ace las ha cometido a todas. Eso es más que suficiente para que Ace sea considerado un traidor a Black Meteor. Le informé a Abel sobre lo ocurrido, y él me dijo que ha enviado a varios soldados para que lo busquen y lo encuentren.

    — ¿Qué es lo que harán cuando lo encuentren? — preguntaba Brandon con algo de curiosidad.

    — Abel me dijo que piensa capturar a Ace y dejarlo encerrado hasta el día en que Black Meteor parta al espacio exterior — respondía el comandante — Ace será ejecutado por traición en frente de una gran multitud de gente del país con el objetivo de dar un mensaje de que la traición a Black Meteor se paga muy caro, seas quien seas. Y no es para menos. Las máquinas para modificar recuerdos son muy costosas. Tuvimos la suerte de encontrar una, y ahora ya no sirve para nada. No volveremos a tener la misma suerte cuando cambiemos de base.

    — ¿Cambiar de base? — preguntó Casey algo confundida — ¿Tenemos que abandonar esta?

    — Ace trajo a dos soldados de Zenith a este lugar — respondió Morris dándole la noticia a sus soldados — Ellos saben dónde estamos. Si les ganamos y obtenemos los recursos antes que ellos, podrían venir aquí y robárselos de todos modos. No les daremos esa oportunidad. Vamos a cambiar nuestra ubicación, y lo haremos ahora mismo. Así que todos busquen sus cosas de inmediato y prepárense para salir apenas terminen.

    Tras decir esas palabras, el comandante fue a buscar todo lo que podría servir de la base para llevárselo. Además de que tenía que desinstalar todas sus máquinas que trajo desde Black Meteor. El resto de sus soldados hizo lo mismo que él. Todos fueron a sus habitaciones para tomar todas sus cosas.

    Cuando Natasha terminó de juntar todo lo que había traído, se recostó sobre su cama, mirando al techo con una gran tristeza para luego dejar que unas lágrimas empezaran a recorrer su rostro. Lo que había dicho Morris la había destrozado. Ace estaba siendo perseguido, y una vez que lo encontraran, sería apresado. Sabía que ya no lo volvería a ver, y si eso llegara a ocurrir, ella sufriría el mismo destino dado a que la considerarían como cómplice de un traidor. No podía ni tampoco quería creer lo que estaba pasando con Ace. Ella tenía muchos deseos de poder pasar varias noches durmiendo junto a él, y ahora, eso ya no volvería a ser posible. Odiaba a Zenith por esto, ella consideraba que Ace hizo lo que hizo por culpa de sus enemigos, y lo que más deseaba era poder matarlos. Aunque el hecho de recordar que su misión terminaría y que Ace y ella no estarían juntos como habían acordado la destrozaba por dentro. Su llanto fue aumentando cada vez más.

    Shun, que estaba fuera de la habitación, entró sin pedir permiso para encontrarse a su compañera llorando desconsoladamente.

    — Natasha… — decía Shun acercándose a ella — Escúchame. Sé que tú querías a Ace, y que esto debe ser difícil para ti. Pero no puedes sufrir por él para siempre. Ahora soy el líder del equipo, y necesitaré a todos al cien por ciento si queremos ganarle al Zenith. Eso te incluye a ti. Te necesito con todo lo que tengas. De lo contrario, perderemos en contra de ellos.

    — Lo sé… la misión aún no ha terminado… es solo que — a Natasha le costaba mucho hablar — Aun no puedo creer que Ace… Lo van a matar. No quiero ni imaginarlo.

    — Tienes que olvidarlo, Natasha — Shun se sentó en la cama y le dijo a ella que se sentara para poder hablarle frente a frente — Ace ya se fue, pero nosotros seguimos aquí. Y si seguimos lamentándonos porque él ya no está, vamos a perder en contra del Zenith. No hay que dejar que nuestros enemigos ganen, y para eso, tenemos que olvidar a Ace. A mí también me duele que él se haya ido, ya que quería tener la oportunidad de ganarle en una pelea, pero ya no la tendré. Entiendo que él te gustaba, así que, si necesitas algo, no dudes en avisarme.

    Shun abrazó a Natasha para consolarla. La chica no estaba muy cómoda con ese abrazo, pero aun así lo correspondió. Le costaría algo de tiempo el poder procesar la pérdida de Ace, pero debía hacerlo. Natasha lloraba sobre los hombros de Shun, mientras este último no podía dejar de pensar en lo ocurrido.

    — Soy el líder del equipo, Natasha es mía, y Ace será perseguido y asesinado — pensaba Shun mientras intentaba contener su felicidad — Las cosas son tal y como yo quería que fueran, y todo gracias al Zenith. Es una pena que sean mis enemigos mortales, me gustaría darles las gracias por esto.

    Stuart, por su parte, no podía dejar de pensar en Julie. Estuvo tan cerca de tenerla solo para él, y por culpa de Ace, Julie ahora estaba de vuelta en el Zenith. Lo peor de todo era que ya no tendría la oportunidad de tenerla de nuevo debido a que la máquina había sido destruida. Stuart empezó a odiar a Ace con todo su ser, y esperaba que fuera capturado y que lo hicieran pasar por un verdadero infierno antes de que fuera ejecutado. Julie estaba de nuevo con el Zenith, lo que significaba que Stuart debía asesinarla. El soldado no iba a dejar las cosas así, e intentaría buscar una manera para poder modificar sus recuerdos nuevamente, aunque iba a ser muy complicado.

    […]

    Los dos equipos tuvieron un día de descanso. Dado a todo el estrés y el poco tiempo para descansar que el Zenith tuvo como consecuencia de la desaparición de Julie, el equipo tuvo que tomarse un tiempo para poder recuperar las energías por completo. Mientras que todo el equipo de Black Meteor estuvo muy ocupado buscando una nueva base para pasar su estancia en el país durante la misión.

    Tardaron gran parte del día, pero se encontraron con un edificio que les sería de mucha utilidad. Este edificio era mucho más pequeño que el otro, contando con solo unas diez habitaciones, una sala grande de reuniones que servía también como centro de comunicaciones, una sala médica pequeña, un comedor, cocina y dos baños. El garaje de esa base era más pequeño, pero las ocho motos de sus soldados entraban a la perfección. El edificio estaba ubicado varios kilómetros al sur y al oeste de su base anterior, y su pequeño tamaño serviría para pasar desapercibidos, dado a que si el Zenith encontrara ese lugar, no creerían que ese edificio pequeño fuera su base, lo cual los podría ayudar mucho.

    […]

    Richard se encontraba en el garaje de su base junto a sus soldados, quienes ya se encontraban listos para partir hacia su misión. Con Julie de vuelta en el equipo, la moral de todos ellos había subido mucho más.

    — Escuchen, les indicaré el nombre del recurso que deben buscar y su función — les decía Richard a todos sus soldados — Es un metal artificial conocido como magnaórem. Es un poco pesado, pero muy resistente. Magnus tiene pensado utilizarlo para los motores de las naves. En caso de que la nave caiga en un planeta de forma brusca, los motores no sufrirían demasiados daños. Deberían ir todos juntos, dado a que así les será más fácil cargarlo.

    — Entendido — respondía Thomas, que ya se estaba olvidando de la oportunidad de ser el líder del Zenith.

    — ¿Estás preparada Julie? — le preguntaba Agustina preocupándose un poco por su compañera.

    — Claro que lo estoy — respondió la chica apreciando la preocupación de sus compañeros — Gracias por preocuparte por mí. Estoy en perfectas condiciones para luchar contra Black Meteor.

    — Es bueno escucharlo — decía Richard activando al dron y haciéndolo volar hasta una gran altura — Vigía ya está listo, los ayudará a ver si se acerca algún enemigo.

    Una vez que todo estaba listo, los ocho soldados partieron a la misión. Tenían la sospecha de que Black Meteor iría a la ciudad en la que se encontraban explorando en el momento en el que Ace fue capturado, por lo que decidieron dirigirse hacia allí y ver si sus suposiciones eran correctas. Y en caso de que no lo fueran, esa ciudad realmente era muy grande, lo que quería decir que aun tendrían probabilidades de encontrar el magnaórum en ese lugar. El viaje fue mucho más tranquilo para los soldados del Zenith. Black Meteor ya había perdido la ventaja con la que contaban, y no solo eso, sino que también perdieron a su mejor soldado. Aunque las cosas no resultaron como ellos querían, debido a la muerte de Harold y el no poder usar las bacterias en contra de Brandon, su misión se les había facilitado un poco. Solo les quedaba a ellos el terminarla con éxito.

    Tardaron un rato muy largo en llegar hacia esa ciudad. Los soldados del Zenith acordaron ir a esconderse en los callejones que había en el interior del lugar, esperando no ser encontrados por los enemigos. Una vez que encontraron uno muy grande para que todos pudieran ocultarse, se quedaron quietos y dispuestos a esperar la llegada de sus enemigos.

    Richard controlaba a Vigía desde la base. El dron sobrevolaba los altos y extensos edificios de la ciudad, mientras transmitía la imagen de lo que su cámara captaba al resto de los soldados. La ciudad realmente era muy grande, y explorarla les costaría mucho trabajo y tiempo, por lo que estaban rogando que Black Meteor se dirigiera hacia ese lugar. Por suerte para ellos, su deseo se cumplió. Vigía captó con su cámara como unas motos se estaban acercando a lo lejos, claramente se trataba de sus enemigos. Estos entraron al interior de la ciudad desde una zona muy diferente de la que habían entrado la vez pasada. Los soldados del Zenith estuvieron atentos a ellos, dado a que querían ver que tan lejos de su posición actual se iban a colocar los soldados de Black Meteor.

    Todos podían ver desde sus dispositivos a los ocho soldados enemigos, sin que Ace estuviera entre ellos. Para el Zenith fue un motivo para sonreír. Sin su mejor soldado para liderarlos, Black Meteor sería un equipo mucho más fácil de vencer. Aunque todos ellos ignoraban que su equipo enemigo había cambiado de líder.
     
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