Los vestidores cuentan con casilleros numerados para cada delincuente y un único espejo que deben compartir, pues no hay presupuesto para más. No hay mucho que decir sobre este lugar, aquí se cambian de ropa y planean cómo esconder al cadáver, lo típico. Desde este lugar se puede acceder a: [Misfits] Corredor (Centro Comunitario)
Rosus Bralo Una vez en los vestidores, había decido cambiarme, y genial, tenía un casillero propio... Bueno, hasta que cumpliera el servicio claro... Aunque si por mi fuera, lo arrastraría hasta mi casa por la fuerza. Es decir, en estos momentos era mi propiedad. Por cualquier motivo o razón, sin embargo, ese pensamiento me trajo malos recuerdos. —Maldito... —Golpeé el casillero y luego me pareció escuchar un ruido afuera, hice silencio, pero quizá solo era mi imaginación. Proseguí a cambiarme para dirigirme al bar.
Kathleen Walton Me adentré a los casilleros con silencio, por suerte para mi James ya estaba cambiado, porque si no lo hubiera estado hubiera sido algo bastante incómodo de ver, aunque imaginaba que tendría que hacerme la idea pronto porque a fin de cuentas, llegaría un punto donde todos estaríamos metidos dentro para cambiarnos y esa clase de cosas. Ya que. —¿Te lastimaste en la tormenta, James? —pregunté, abriendo mi casillero para que la puerta me cubriera por completo y poder quitarme esa blusa blanca que tenía para cambiarme y deshacerme de ese traje naranja. Me coloqué una falda suelta de color blanca, un suéter de color negro y gris acompañado con unas vans de color marrón para finalmente colgar el traje naranja dentro del casillero, la camisa blanca la guardaría en mi bolsa. Contenido oculto: Ropa
James Bracho Cuando escuché que alguien se acercaba me volteé, no pude evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. —Maldito Clark, malditos todos. —pensé, mientras que Kat entró a los vestidores y preguntó consiguientemente si me encontraba bien. —¿Te parece que todo esta bien? Es decir... estamos aquí por una razón... —me quejé, luego evité que se diera cuenta que estaba llorando. Osea, yo, un fortachón soltando lágrimas, no era algo muy masculino de ver... —Lo siento Kat, no quería incomodarte más de lo que ya debes sentirte. —Me disculpé, me coloqué un perfume y le dije. —Por cierto, se te ve bien la camisa. Me agrada.—le dije, mientras cerraba mi casillero y le intentaba sonreír. Todavía mi rostro se encontraba algo triste. —Por cierto, físicamente mi pie anda algo mal. Así que eso responderá la pregunta de mi cojera. —le avisé, señalando mi pie.
Kathleen Walton "¿Te parece que todo esta bien? Es decir... estamos aquí por una razón..." —Algunos por razones erróneas —dije sin tratar de darle mucha importancia a su comentario, se notaba que estaba bastante molesto y yo no quería entrar en discusiones innecesarias en el exterior, bastante tenía ya con las internas dentro de la cárcel esa llamada casa a la cual debía volver siempre. Luego de un par de segundos, se disculpó y asentí levemente para que supiera que no pasara nada, cerré mi taquilla y guardé la llave en mi bolsillo. "Por cierto, se te ve bien la camisa. Me agrada." —Gracias —dije dando una pequeña vuelta rápida para sonreirle y después reír un poco, quizás eso le quitaba un poco la mal cara que tenía—, en cuanto al pie... ¿has ido a revisarte? Quizás sea algo serio...
James Bracho Ella sonrió y aparentemente se preocupó por el bienestar de mi pie, o simplemente fue amable, aún así, su gesto era muy bienvenido por mi y le dediqué mi mejor sonrisa de manera sincera. —Gr-gracias... la verdad no. Estoy recuperándome. —bajé mi vista observando mis zapatos y le dije. —Fue a causa de un disparo. —pero desvié la conversación para evitar recordar dicha situación. —¿Te gustan las cervezas? —le pregunté, pero luego se formó un nudo en mi garganta. —Mierda, no soy bueno para esto. Quizá hasta piense que quiero algo con ella... —tuve que bajar la mirada un poco serio e intimidado. —Ya la cagaste James —pensé, mientras acomodaba las trenzas de mi zapato.
Kathleen Walton Cuando mencionó que la causa de esa cojera era un disparo mis ojos se habían abierto con sorpresa, ¿quizás tenía que ver con el hecho de que antes estuvo relacionado con las drogas? Eso era lo más probable pero... ¿qué podría haber detrás de eso? ¿le dispararía la policía o alguien cercano a él? Cuando estuve a punto de preguntar por mera inercia alguna de esas cuestiones que rondaban mi cabeza, James desvió el tema y me dio a entender claramente que él no quería hablar de eso, entonces el tema pasó a ser a la cerveza, un tema no muy agradable para mi ahora pero en definitiva, un buen desvío de tema. —Me gusta, sí... pero —alcé mi dedo índice para darle más importancia a ese "pero" y me recargué en una de las taquillas —, ahora no soy muy amiga de ellas, pero... Sí, nuevamente había usado esa palabra pero esta vez, la acompañaba una sonrisa para tranquilizarlo un poco y caminé hacia él para darle un par de golpesitos de animo en su hombro, era raro hacer eso con un desconocido pero si funcionaba con mis amigas podría funcionar con él —No me mata en lo absoluto ir a tomar una al bar si eso quieres hacer, no se si quieras esperar a los demás o ir de una vez, no creo que afecte mucho así que... estaré a fuera. Volví a sonreirle y salí de los vestidores, preguntándome si los demás también querrían salir o se quedarían frente a esa puerta hablando, no lo sabía.
James Bracho Su respuesta afirmativa me asombró en gran manera, de modo que le devolví la sonrisa y le respondí. —Me da igual si esperamos a los demás o nos vamos adelantando. Pensé que al menos con ella, podía comenzar a ser sincero, no obstante, siempre fui muy reservado y me costaba abrirme con los demás. Ella salió y detrás caminaba yo. Volviendo al corredor para salir del sitio.
Iris "Cher" Todd. Apenas entre caminé en dirección al sería mi armario lo que dure esta cosa del servicio comunitario, apenas lo abrí me quite la blusa de tirantes, para remplazarla por una camiseta gris, desamarre el uniforme de mi cintura y lo deje caer al suelo, usando los pies para quitarlo, luego me coloque unos pantalones cortos de color negro, al final de todo me coloque una camisa con colores fríos. Tras guardar todo de vuelta al casillero, claro que después de quitar mi celular del bolsillo del uniforme, cerré la puerta y me di media vuelta, camino a la salida de los vestidores, apenas estaba por cruzar la misma me tope con Gina, le sonreí coqueta. —Todo tuyo —comenté a la par que daba el paso para que entrase —, una lastima no te pude hacer compañía, para la otra sera —agregué un tanto divertida para después retirarme de forma definitiva. Contenido oculto
Gervase Allym Una buena cerveza de seguro mejoraría mi día. Debía admitir que mi primer jornada en el Servicio Comunitario no había estado mal. Nos pidieron hacer algo que yo podía acabar con rapidez y los compañeros no eran tan desagradables como lo podían llegar a ser los adultos, los que supuestamente nos debían dar ejemplo de madurez… No confiaba en ninguno de ellos y posiblemente no trabase amistad con nadie, pero no me sentí mal conversando con Grandote, arruinando los chistes de Payaso y conociendo a Kat, era como estar con gente como yo. Una pena que la tormenta y el rayo arruinaran el momento. Con estas ideas en mente entré a los vestidores del Centro Comunitario. Dio la casualidad de que mientras yo entraba, Payaso salía. No la miré ni le dediqué un gesto de burla, pero en aquel momento decidí desafiarla a que contara sus chistes en el bar, si es que iba con nosotros. Dentro también estaba Morena, quien me había robado un cigarrillo. Estos eran mi posesión más sagrada porque, joder, salían muy caros y yo era alguien que siempre sufrió la escasez de dinero. De todos modos no le hablé, me dediqué a guardar el uniforme en mi respectivo casillero tras ponerme una sudadera gris, una campera de cuero, jeans blancuzcos de tan gastados que estaban (alguna vez fueron azules) y unas zapatillas deportivas, sin calcetines. Con mi ropa de siempre me sentía mejor. El naranja era una desgracia, como el sabor de la fruta. Nunca me gustaron las naranjas. En mi casa se comían mucho. Haciendo una mueca, cerré mi casilleros y salí.
Gina Iba entrando a los vestidores y Cher hacía lo contrario: iba saliendo. Se dirigió a mí diciendo que era toda mía la habitación. Hm, error. Gervase también iba entrando. No le contesté a la mujer y sólo enarqué la ceja observando a Gervase llegar a su casillero. Yo también caminé hacia el mío. Fingí estar buscando algo en él durante el tiempo que el chico estaba dentro de la sala. Obvio no me iba a cambiar con él dentro... Quizás en algún futuro sí, pero no ahora. Escuché la puerta del casillero cerrarse y luego la puerta. Suspiré. Estaba sola. Mi mente se mantenía ocupada pensando aún en la tormenta. No fue nada normal, no era cualquier tormenta, pero bueno... Me quité el uniforme naranja que apenas me quedaba, pues yo siendo tan pequeña, poca ropa "promedio" me queda. Me coloqué mis pantalones de mezclilla y luego una sudadera gris. Guardé el traje naranja y cerré el casillero. Me retiré de ahí. Contenido oculto Lo siento, semana última de proyectos y exámenes pedorros :c Además de que un videojuego se atravesó en mi vida (????)
Kathleen Walton Una vez llegado al vestidor me tomé la molestia de volver a sacar mi misma blusa blanca que había utilizado el dia anterior junto a mi lindo traje anaranjado para dirigirme a las duchas, en ellas no tardé mucho en sacar mi ropa para meterla en la mochila donde la había traido en primer lugar y una vez calentada el agua comencé una tranquila y extraña ducha para estar lo más atenta posible. Y a decir verdad, fue algo más larga de lo que había planeado, puesto que la mayor parte del tiempo después de lavarme había decidido quedarme debajo del agua fria y "relajarme" solo un poco más, prepararme para lo peor si es que lo que había imaginado se cumplía, y que esperaba con todo mi corazón que no fuera cierto. Terminé de secarme y me coloqué finalmente mi traje, mi cabello lo había decidido amarrar en una cebolla para evitar mojar demasiado mi blusa, esta vez no habría secador para que mi cabello estuviera completamente seco. —¿A qué hora llegarán los demás? ¿Seguirá siendo muy temprano? —murmuré con cierto pesar en mi voz, guardando mi bolsa de ropa en el armario que había usado el día de ayer. Contenido oculto No sabía como hacer el post (?
Iris "Cher" Tood. Mientras caminaba por el pasillo hasta los vestidores me iba quitando el chaleco que había decidido usar esa mañana, ya en la puerta del vestidor estaba guardando la prenda en mi mochila, mi paso era relajado, no tenía prisas, no había necesidad de llegar temprano. O al menos así fue antes de escuchar una voz conocida. Aceleré mi paso y mis ojos se abrieron con un poco de sorpresa al ver a Dulzura cerrando su taquilla, su cabello estaba mojado y atado en un chongo, traía puesto el uniforme y parecía lista para un nuevo día de trabajo duro. Di unos pasos hasta ella, el asombro había pasado a curiosidad, ¿cómo había desaparecido?, ¿nos había abandonado sin piedad?, ¿no valió la pena la preocupación que llegue a sentir cuando le estaban por apuñalar? , tenía muchas dudas, pero no sabía muy bien cual lanzar primero. Relaje el gesto, despejando un poco las dudas, para luego plantar una sonrisa relajada en mi rostro, ya habría tiempo para preguntar. —Hey, Dulzura —llamé caminando hasta mi casillero para abrirlo y lanzar mi mochila dentro —, ¿qué te pasó anoche? —pregunte mientras me quitaba la camiseta que me había colocado esa mañana —, por un momento pensé que había hecho combustión espontanea —comenté con una ligera risa —, ya sabes, prenderte fuego y desaparecer de la nada —giré sobre mis talones para verle y terminar de ponerme la camiseta gastada que había decidido usar con el uniforme —, pero veo que estas bien, sana y salva — volví a girar al casillero, para terminar de colocarme el uniforme. Apenas terminar de alistarme cerré la taquilla y me apoyé en ella, mirando a Dulzura con curiosidad, esperando alguna especie de explicación a lo que paso anoche en el bar. Contenido oculto IDK, esto iba a ser más lindo, pero luego pensé en que Cher no es así
Kathleen Walton "Hey, Dulzura" ¡Esa voz! De forma casi instantánea mis ojos buscaron el origen de esa voz conocida que podía reconocer como la de Cher, encontrándola justo en uno de los casilleros cercanos a la puerta. Un alivio automático recocrrió mi cuerpo al verla sana y salva, eso significaba que los demás también estarían bien y que no tardaría demasiado en verlos de nuevo. "¿Qué te pasó anoche?, por un momento pensé que había hecho combustión espontanea, ya sabes, prenderte fuego y desaparecer de la nada, pero veo que estas bien, sana y salva" Una corta y suave risa salió de mis labios cuando escuché aquello último y una vez que Cher pareció terminar de cambiarse me acerqué a ella para darle un rápido abrazo para que supiera lo alivada que estaba de verla allí presente. —Yo... yo no se lo que pasó, cuando ese motociclista se acercó a mí comencé a sentirme mal, demasiado mal, como si estuviera a punto de estallarme la cabeza y de pronto... aparecí aquí. —Suspiré, cruzando mis brazos frente a mi pecho para después, recargarme en uno de los casilleros. —No se cómo paso y no logro entenderlo tampoco pero... eso no es lo importante, ¿qué paso con ustedes? ¿Todos están bien?
