Parque Jabberwock Un pequeño y tranquilo parque que se encuentra cerca del puente de acceso a la Isla Central. Se trata de un área de mucho verde; con una gran extensión de hierba y muchos árboles que rodean el lugar. En el centro del parque, hay una enorme estatua que simboliza la unión de la Isla Jabberwock.
Joseph Maldita sea, creo que me adelanté Era el único en haber llegado a la isla central, por ahora En efecto, quiero un cigarro No había nada cerca, y no tenía dinero, por lo que se me quitaron las ganas Bien.... A ver que nos dice ese puto oso antes de que me colme la paciencia
Alethea Ethans Tras escuchar el anuncio de Monokuma, pues el único monitor que había en aquel edificio se hizo escuchar por toda la abandonada estructura, salí junto a los chicos del mismo. No parecía que el resto fuese a aparecer, pues seguramente se reunirían en el parque donde Monokuma nos había citado a todos. Al salir, efectivamente comprobé que ya era de noche, como bien había informado el oso. Me abracé a mi misma, pues la brisa marina hacía que la temperatura descendiese. No era excesivo, ciertamente, pero se hubiera agradecido una chaqueta. Tendría que coger una chaqueta de mi armario la próxima vez. El camino hasta la playa fue silencioso. Parecía que la curiosidad se había apoderado de nosotros de tal manera que estábamos demasiado ocupados pensando que es lo que quería aquel sádico oso de nosotros a estas horas. Posteriormente, fuimos capaces de encontrar rápidamente el puente que uniría esta isla con la "isla central" y no dudamos en cruzarlo. Al hacerlo, alcanzamos efectivamente, otra isla en la que destacaba aquel verdoso parque con la enorme estatua. No parecía haber nadie más salvo nosotros tres y otro chicos. Esperaba que el resto llegase pronto. Contenido oculto Nekita Bruno EVF
Allan "Crow" Jordan. La noche me gustaba. La oscuridad era mi elemento. Después de haber estado aislado del resto por un tiempo, explorando los rincones de la isla en sepulcral silencio, de un lado a otro, sin una meta clara en mente, encontré algo de paz en mi habitación y me tumbé a descansar... solo para ser sorprendido por un anuncio de ese extraño oso psicópata que quería que nos matásemos entre nosotros (¿en serio espera que algo así suceda?). Había que acudir al parque. No era imbécil, y, aunque no me apetecía en absoluto acudir a dicha reunión, estaba claro que no era algo inteligente, al menos aún, desafiar a Monokuma. Si él era el responsable de que estuviésemos encerrados, él tenía el control de todo en la isla, incluidos de nosotros mismos. Sería mejor que le hiciese caso, al menos de momento: al menos mientras careciese de información. Allí había algunos chicos, pero aún faltaba la mayoría. Suspiré, hastiado, y apoyé mi espalda en un árbol, cruzando los brazos, algo alejado del resto.
Celia Ackerman Alcancé aquel parque donde apenas había tres estudiantes. ¡Lechuga! Supongo que podría aprovechar la poca gente que había para socializar. Con un "buenas noches" llamé la atención de todos los presentes. Quería acercarme e intentar algo, pero... ugh, el café. Se me olvidaba ya, no había tenido tiempo para hacerme fotos y ahora resultaba una verdadera molestia tener que llevarlo. Encima no podía beberlo, sería peligroso. Así que... ¿qué iba a hacer ahora? No era plan tirarlo al suelo, al menos no mientras me estuvieran observando. ¡Qué imagen iban a tener de mí! Pero... ¡ajá, bingo! —Alethea, perdona —llamé su atención dándole un par de golpes en el hombro. Aquella mocosa iba a ser justo lo que necesitaba—. Toma, este café es para ti. Seguro que con tu fama y la de "Starbucks" hacéis una gran combinación y podéis aumentar vuestra popularidad. Disfrútalo —añadí con una sonrisa inocente, pero cargada de maldad. Aquel café ya me sobraba, y dárselo sería un doble beneficio: en primer lugar, ahora tendría que ocuparse ella de cargarlo, y si además se lo bebía y efectivamente estaba envenenado, ¡ja! Al otro barrio. Y eso significaría que yo ganaba y sobreviviría, ¿no? Tras darle el café me alejé de allí y traté de hacerme notar por los otros dos estudiantes. Mi presencia no debía pasar inadvertida. Contenido oculto Le doy el café a Alethea <3
Alethea Ethans Mientras esperábamos, un par de alumnos más hicieron acto de presencia, aunque no Monokuma. Para ser un aviso importante, no parecía apurado por dárnoslo. Además, me hubiera gustado ir pronto a la cama e intentar dormir, sobre todo porque el agua no funcionaba por la noche (un poco raro, ¿no?) y tendría que despertarme temprano para ducharme y prepararme antes del desayuno. Me encontraba mirando hacia la enorme estatua con curiosidad cuando sentí un toque leve sobre mis hombros. Me giré para encontrarme con Celia, aquella chica que había participado en un reality show y destacaba por ello. Bueno, no solía tener relación con gente fuera del mundo de la música pero no vendría mal ampliar mis horizontes. Éramos una especie de compañeras del mundillo, ¿no? —¿Uh? ¿Aumentar la popularidad? —repetí, confusa, mientras observaba como el café de Starbucks pasaba a mis manos. Teniendo en cuenta que nos encontrábamos atrapados en una isla que nadie debía conocer, mi mayor preocupación no era aquella. Sin embargo, no estaba bien rechazar regalos y un café nunca venía mal. ¡Ah! Siempre que estaba de conciertos, vivía a base de café... >>B-bueno... ¡muchas gracias, Celia! Muy amable por tu parte~ —dije, aceptando finalmente el vaso de la famosa marca. Contenido oculto Como que no me lo voy a beber aun por si no es a mí o idk (?
Apenas Celia le entregó a Alethea aquel café, hubo un pequeño destello. Y de la nada, una especie de cristal apareció en manos de Celia. Era pequeño, no mucho más grande que las MonoMonedas, y era de color verde esmeralda. Tenía un brillo peculiarmente hermoso. ¡Fragmento de Esperanza obtenido!
Karen Foster Apenas salí del supermercado, volví a ponerme la chaqueta. Pese a lo cálido que el clima seguía estando, me incomodaba aquella brisa que se había alzado. El frío no era lo mío. El parque era pequeño, pero bonito. No había mucho para ver o hacer, mas el ambiente que poseía instaba a uno a relajarse y disfrutar de la naturaleza. Estaba en duda de si encender la cámara o no. Ciertamente era un sitio para retratar y no estaba segura de si, al día siguiente, podríamos volver aquí. Sin embargo, nuestra repentina presencia se debía a un supuesto anuncio importante por el loco de nuestro director oso y no estaría bien ponerse a jugar mientras esperábamos a los demás. Así que preferí acercarme hasta la estatua para distinguirla mejor. Seguramente tendría también alguna inscripción o algo que pudiera sernos de utilidad.
—Vaya, pensé que sería el último en llegar… y parece que aún falta gente y todo… Nagito Komaeda acababa de llegar al parque. El muchacho de cabello blanco como las nubes se adelantó hacia el interior del parque, examinando a los presentes. Karen, Celia, Crow, Joseph, Alethea, Ziro y Adam ya habían llegado al lugar, pero aún faltaban unos estudiantes más, y no había rastros aún de Monokuma. Sonrió a quienes se encontraban allí con sorprendente tranquilidad. —Bueno, parece que aún no ha llegado Monokuma… —dijo Nagito—. ¿Habéis encontrado algo interesante por ahí? Lo único que logré encontrar yo fueron estas extrañas monedas de bronce…
Contenido oculto juanjomaster Graecus Demian Liza White Hey Miguel Rein EliLover Noir Por favor traigan aquí a sus personajes… si planean seguir en el rol, que presumo que todos quieren, les pido por favor que aparezcan así podemos continuar :3
Ren Suzugamori Al parecer, habían sido demasiadas emociones para mí en un solo día. La información me había desbordado y me había quedado en un estado de trance durante un largo rato, pero, en realidad, me fascinaba. ¡Qué podríamos encontrar aquí! Era una pregunta para la que no tenía la respuesta correcta, pero sí un mar posibilidades. —Aquí estamos, entonces —el parque Jabberwock era un lugar bastante verdoso, lo que le daba cierto encanto, pero era demasiado simple, sin demasiadas posibilidades—. Supongo que no me vendrá mal intentar conversar con alguno de los otros; tal vez hayan aprovechado el día más que yo. No era un experto en las relaciones interpersonales, pero tenía cierto dominio en el comportamiento humano, si bien siempre me había basado en la observación y el ensayo y error. ¿Entonces... qué tal si empezábamos con el ensayo? —Oye, eh —me había acercado a un chico apartado y con cara de pocos amigos, pero era justo lo que necesitaba, poder cortar la conversación en cualquier momento— ¿Cuervo-kun? —¿Era ese su nombre?—¿Has descubierto algo sobre la isla? En tu cara se ve que estás deseoso de marcharte, así que me parece lógico que ya hayas investigado algo. >>¿Me equivoco? Contenido oculto GalladeLucario
Daniela Vilches. Me había perdido en divagaciones mientras escuchaba de forma lejano todo lo que ocurría, no había entendido del todo bien que había sucedido en la playa, y basándome en las reacciones que pude notar no quería averiguarlo. Ahora era de noche y se nos había llamado a un lugar, yo con paso calmo me había dirigido allí, un tanto desorientada por mi tendencia a no prestar atención al exterior, en momentos como este deseaba que la concentración increíble que mostraba al emplear un personaje estuviese siempre activa, así podría enterarme que pasaba a mí alrededor. Llegué al lugar donde se nos había citado, habían algunos alumnos aquí, sonreí levemente a la par que acomodaba mi chaqueta, después de ello me acerque un poco más a unas chicas que allí se encontraban, claro que sin invadir su espacio, no quería parecer entrometida o algo, así no se comienzan buenas relaciones de compañeros. Contenido oculto post basura, el internet anda malo, lo lamento :((
Allan "Crow" Jordan "¿Cuervo-kun?" Mi mirada escrutó con detalle al tipo de cabellos rojizos que apareció allí, uno de los alumnos, que por algún motivo se había interesado en venir hacia mí y hablarme. Me crucé de brazos ante sus palabras. —Lo justo —dije, con desgana—. Tampoco creo que vayamos a descubrir mucho por aquí. La situación es demasiado conveniente para Monokuma: no hay ni un solo rastro humano, ni una pista que nos indique cómo es posible que llegáramos aquí sin recordar absolutamente nada, ninguna prueba de lo que está pasando. Es muy raro, casi increíble. Y por eso observo, espero: aún me faltan demasiadas cosas por entender como para concluir nada.
Alethea Ethans Observé de reojo el particular brillo verdoso de aquel cristal al aparecer en manos de Celia. Y sonreí. Así que finalmente el café sí que era para mí, menos mal porque no sabía a quien hacérselo llegar si no. Decidí darle un sorbo antes de mirar hacia los lados. Un par de alumnos más aparecieron, aunque aun no eran los suficientes. Nagito también estaba ahí. —Yo también he encontrado muchas de esas monedas. Y, bueno... —empecé a hablar, girándome hacia él—. Nosotras hemos ido al supermercado, donde está la máquina expendedora y... tiene un sistema interesante, creo que todos deberíamos intentar usarla. Dentro hay objetos que "representan" a cada uno de nosotros y podemos entregarlos como regalo~ >>Y también... el edificio viejo, tiene cosas interesantes... Me encogí de hombros posteriormente. >>Creo que eso es lo más interesante que hemos descubeirto hasta ahora~
Jackson Mervin Me dirijo entonces a donde se encuentran los demás, el parque de la isla en donde al parecer otro peluche parlante nos dará un comunicado. En mis bolsillos cargo con al menos media docena de bolígrafos, obtenidos del supermercado. Siempre he tenido una manía con los bolis, mi tía decía que parecía un acaparador. Siempre me he preocupado en tener a la mano algo con lo que pudiera hacer anotaciones, y preservo con total devoción la frase «Es mejor que sobre a que falte». Esto ha llegado al punto en el que mantengo cerca los bolígrafos sin tinta, por si en algún momento se acumulan los últimos residuos y se puede usar por última vez. Madre mía, tengo un problema. Poco a poco iba llegando gente al parque, y aunque me he quedado un poco aparte últimamente, no tengo interés en hacer preguntas, me encuentro exhausto. Han sido demasiadas emociones por un día. Solo me interesa saber que quiere de nosotros Mr Director Peluchito para ir a inspeccionar mi habitación. Para mañana probablemente estaría más motivado. Así pues, me quedo observando absorto la estatua. Contenido oculto Holus ;u;/
Evangeline Jones Solté un largo y profundo suspiro mientras me encaminaba hacia el parque en el que habíamos sido citados, todos y cada uno de nosotros. La noche en sí me traía cierta paz que no podía explicar con palabras, y tampoco creía que fuera el momento idóneo para explayarme a través de la pintura. Ciertamente, agradecía poder disfrutar de este pequeño paseo nocturno, pero estaba segura que para el regreso a mi habitación mi humor habrá cambiado por completo. Solo con saber que se trataba de Monokuma ya podía respirar hondo y tranquilizarme, porque si no... En fin, preguntádselo mejor a las puertas. Ellas son las víctimas aquí. Al cabo de unos minutos, ya podía empezar a distinguir bastantes sombras reunidas en aquel particular parque. Lo más curioso es que no debían faltar muchas personas aparte de mí por llegar, pero el anfitrión de aquella fiesta nocturna no parecía dar señales de vida. Despreocupada por el tiempo que nos tomaría la espera tomé asiento en el césped y me abroché la chaqueta, sintiendo cierta brisa refrescar el ambiente, y sin nada mejor que hacer me mantuve a la espera de la llegada del oso, aprovechando el momento para observar a las demás personas. Gracias a la poca visibilidad, tampoco resultaría demasiado evidente. ¿Cuántos más faltarían por llegar?
Rin Takuya Había estado encerrado en mi habitación en el Hotel Mirai tratando de encontrarle alguna explicación lógica a todo el asunto del juego macabro del oso bicolor, pero todos mis intentos fueron en vano. Sin tener noción del tiempo, la luz exterior que se proyectaba a través de mis cortinas se fue atenuando poco a poco. Transcurrieron un par de horas y la noche cayó en la isla Jabberwock. Por más que le daba vueltas y vueltas al asunto en mi cabeza, no podía encontrarle más sentido que al poema de Carroll. Un oso de peluche sádico, una isla "desierta", un grupo de súper estudiantes obligados a cometer el "crímen perfecto" para poder sobrevivir. A mí todo eso me sonaba a trama de novela negra. De repente, el monitor que se encontraba en mi habitación encendió: Suspiré. Tomé el saco que había puesto en la silla de mi escritorio y me lo puse acomodando las solapas. No iba a conseguir echar más luz al asunto estando aislado, así que decidí acatar las órdenes del oso bicolor y me dirigí al parque. *** Cuandó llegué al parque, ya se encontraban reunidos un buen grupo de alumnos. Al menos la mitad estaba presente. Sin llamar mucho la atención, me integré a ellos caminando hasta el centro del parque. —¿Puedes creerlo? Sigo sin poder asimilar esta situación del todo —comenté en voz baja poniéndome al lado del chico de cabellos oscuros, imitando su acción y observando la estatua. Me giré a ver al Súper escritor de preparatoria. >>Dime que no soy el único...
Jackson Mervin —¿Puedes creerlo? Sigo sin poder asimilar esta situación del todo . Con estas palabras me veo fuera de mi ensimismamiento, volviendo al presente. A mi lado se encuentra un chico más o menos de mi edad, vestido elegantemente y fijándose en la estatua como si la estuviera inspeccionando a fondo. Por un momento creo que en realidad no se dirigió a mí, pero entonces vuelve a hablar. —Dime que no soy el único... Dirijo nuevamente mi atención hacia la estatua. Pasan unos segundos antes de responderle.—Un filósofo dijo una vez que nuestra percepción es lo que nos impide ver el mundo tal y como es: infinito. Al confiar únicamente en nuestros sentidos nos encerramos en nosotros mismos, en nuestra reducida vista, y creemos que lo que vemos es lo que tenemos. Pero yo no pienso que eso sea malo. >>Los humanos nos encerramos en nuestra percepción porque eso nos mantendrá cuerdos. Por eso evitamos pensar en la muerte, aunque todos sabemos que nos pasará algún día. Por eso nos decidimos a ver temas complicados como las apariciones de ovnis y apariciones sobrenaturales como cosas que pasan en nuestro mundo, sin darle mucha mayor importancia. Y por eso estamos siguiendo las ordenes de un peluche parlante sin inmutarnos, en este mismo momento: porque si nos pusieramos a pensar en el porqué, ya habríamos enloquecido. >>Así que no, creo que ninguno de nosotros va a asimilar realmente nada de lo que ha pasado hasta el momento. Simplemente lo dejaremos pasar. Me giré hacia el chico.—Soy Jackson Mervin, por cierto. Puedes llamarme Jack—y le tendí la mano.
Rin Takuya. Escuché atentamente las palabras del escritor y cuando éste terminó, estreché su mano con firmeza. —Rin Takuya —respondí presentándome—. Mentiría si dijese que es un gusto, pues pudimos habernos conocido en mejores circunstancias... Suspiré y entonces le ofrecí una sonrisa. >>Pero supongo que es lo que hay. Un gusto, Jack. Volví la mirada hacia el grupo de alumnos que se encontraba ya presente en el parque y me pregunté qué cosas estarían pasando por la cabeza de cada uno. Yo todavía me encontraba algo escéptico ante la situación, mientras otros, como Jack, simplemente parecían ignorar el problema. A pesar de todo, aún mantenía la compostura.
Hugo Weiss —Llegué —susurré más para mí mismo que para los que están a mi alrededor. Me había alejado de todos y de todo, perdiéndome en algún lado de la isla del que realmente ignoro. No quería saber nada más, todo esto me parecía ilógico, incluso con mis mil y un intentos de darle sentido a la situación. ¿Asesinarnos para sobrevivir? Yo al ser futuro médico por supuesto que no lo haría: estoy a favor de la vida. Seguí caminando hasta legar a un punto en el que nadie estuviese cerca. Ahora sólo era cosa de esperar al robot oso, nuestro director. Aún tenía ganas de poder tomarlo entre mis manos y saber si realmente es un robot o tiene vida... Contenido oculto Lo siento aksjakj, pero al menos volví con algo, idk >: Ya los siguientes supongo que serán mejores posts (?)
