Long-fic de Pokémon - Pokémon Sagas: Negro y Blanco

Tema en 'Fanfics de Pokémon' iniciado por Emilion, 23 Octubre 2016.

  1.  
    Emilion

    Emilion ¡Adoro escribir con mis parejas favoritas!

    Aries
    Miembro desde:
    23 Octubre 2016
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    Escritor
    Título:
    Pokémon Sagas: Negro y Blanco
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Aventura
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    5708
    He vuelto con otro capítulo de Pokémon Sagas, disfruten de la historia.

    Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

    Capítulo 18: ¡Vínculo Roto!

    Luego de que Ash e Hilda detuvieran los planes del equipo Plasma, ahora mismo se encontraban en el gimnasio Striaton, esperando a su nuevo compañero Cilan, quien decidió unirse en su viaje por toda la región.

    Ambos entrenadores junto a Pikachu estaban en frente de la puerta principal.

    —Me pregunto... ¿Cuánto tardará Cilan en terminar de alistarse? —Ash hizo una mueca impaciente junto con un tono apurado.

    "Pero si solo ha pasado unos diez minutos" —pensó la entrenadora de ojos zafiros con una gota en la sien, mientras Pikachu daba un pequeño suspiro.

    En el interior del gimnasio, el trío de hermanos estuvo preparado para la despedida.

    —Sabía que escogerías hacer esto desde que tuviste tu batalla —comentó Cress, viendo a su hermano de cabellera verde colocarse su mochila—. Sólo me queda desearte buena suerte en tu viaje, además que logres encontrar lo que tanto buscas en esos dos chicos.

    —Y no te preocupes por el gimnasio, Cilan. Nosotros dos podemos tener un buen balance tanto en las batallas Pokémon como en nuestros platillos —añadió Chili, con una mirada optimista y alegre.

    —No se preocupen, hermanos. Cuando acabé, volveré para enseñarles todo lo que aprendí con ellos a su lado. ¡Suerte con el gimnasio! —fueron las palabras de Cilan antes de salir por la puerta, encontrándose con ambos entrenadores—. Siento la demora, chicos.

    Ash se emocionó ahora que no hubo ninguna interferencia para continuar con su aventura.

    —¡Muy bien! Es momento de dirigirnos hacia ciudad Nacrene.

    Hilda lo vio con asombro. No importa la situación peligrosa que tome el chico de Kanto, el jamás borraría su objetivo de volverse en el mejor entrenador, incluso si tuviera que encontrarse de nuevo con aquellos sujetos de vestimenta medieval.

    —No cabe duda alguna que es el mismísimo Ash Ketchum, quien dio un gran desempeño en la Liga de Sinnoh —murmuró bajo, admirándolo cada vez más.

    En eso Pikachu dio un pequeño salto para llegar al hombro de su entrenador.

    —Es hora de comenzar nuestro magnifico viaje, donde descubriremos el sabor de lo salvaje junto con la esencia de la experiencia, y claro que combinándolo con el aroma de lo desconocido e inexplorable —relató Cilan, caminando y alzando su dedo índice.

    Sin embargo... Ash y Pikachu no entendieron ni una palabra de lo que dijo.

    —¡Wow! ¡Otras grandes palabras de inspiración! —la de cabello castaño tuvo un brillo intenso en sus ojos azules—. Comprendo el significado de lo extraordinario que puede ser descubrir cosas nuevas en nuestro viaje.

    —Es bueno tener a Hilda para que nos traduzca lo que dice Cilan. ¿No lo crees, Pikachu? —dijo un asombrado Ash, su Pokémon eléctrico asintió en lo dicho.

    En eso Hilda se colocó su mochila de forma veloz, viendo con un aire positivo a sus dos compañeros.

    —Ya es momento de comenzar con nuestro recorrido —dijo ella, toda emocionada—. Tendremos un largo tramo que cruzar para llegar hasta la siguiente ciudad.

    —Tienes razón. Es hora de partir, además... —el chico de ojos cafés rascó nervioso su mejilla—. Creo que Cilan ya se nos adelantó.

    —¡Eh! —fue la reacción de la castaña, notando que faltaba el conocedor Pokémon—. De seguro se fue mientras hablaba, y sin darse cuenta que no lo seguimos.

    El entrenador soltó una risita por el descuido de su nuevo compañero, mientras Hilda tenía preocupación y pánico por perderlo debido a lo grande que era la ciudad.

    —Vayamos a alcanzar a Cilan —dijo el oriundo de Kanto con una sonrisa, siendo seguido por su amiga, luego partiendo con prisa en la búsqueda de Cilan.

    -O-O-O-O-O-

    Luego de haber alcanzado por suerte a su compañero peliverde, salieron por fin de la ciudad y descubriendo un hermoso jardín, para finalmente llegar a la ruta 3.

    El ambiente lucía salvaje y natural, igual a como el anterior bosque que ambos entrenadores cruzaron la primera vez en esta región. Había transcurrido tres horas desde que emprendieron su viaje, en eso decidieron detenerse para poder descansar.

    —Llegó la hora de comer —dijo Ash, esto luego de notar el gruñido de su estómago. Miró por todos lados hasta encontrarse con una zona de gran espacio libre entre unos arbustos algo grandes—. Ese lugar será perfecto para merendar.

    Hilda aceptó gustosa su elección, dirigiéndose junto a él, cuando ambos estuvieron sentados en el pasto y sacaron de forma sincronizada las comidas ya hechas, luego de haberlas comprado en una tienda por la noche.

    —Un momento... —interrumpió Cilan, llamando la atención de los dos entrenadores quienes se detuvieron en el proceso de comer, mostrándoles comida casera—. Cómo ustedes ya sabrán, es bueno comer algo hecho a mano que comprado, y, por ese motivo, hice unos bocadillos mientras preparaba mis cosas. Tomen, chicos.

    Hilda fue la primera en cogerlo y para luego probarlo, inesperadamente, adornó una gran sonrisa junto con un pequeño sonrojo.

    —¡Es delicioso! —exclamó, probando más del contenido.

    —¿En serio? —el entrenador también lo cogió, pero en un rápido destello este desapareció ante la mirada perpleja del grupo—. ¡Ah! ¿A dónde se fue?

    Pikachu dio el aviso a los chicos, señalando con una de sus patas en los arbustos, que se movía de un lado a otro, alertándolos.

    —Bien hecho, amigo —Ash lo felicitó, viendo como los arbustos se seguía agitándose—. ¡Ahora Pikachu usa Rayo!

    El roedor al instante lanzó su potente ataque eléctrico, haciendo que el misterioso Pokémon saliera de ahí, y mostrando su identidad al grupo.

    —Ese es un Snivy —Hilda lo reconoció, el Pokémon planta los miró con sumo enfado.

    —Es muy raro ver a un Pokémon inicial en su estado salvaje —mencionó Cilan.

    —¡Increíble! Esa velocidad para evadir el Rayo de Pikachu fue magnifico —dijo un emocionado Ash—. Ya lo decidí. Voy a capturarlo. Pikachu, ve y usa...

    De pronto su cinturón empezó a agitarse, saliendo Oshawott, que estaba listo para combatir.

    —Vaya, Oshawott salió por si solo —Hilda mostró asombro, pero, de repente, recordó el incidente de su desaparición—. "Con que así se escapó del laboratorio, causándole muchos problemas a la profesora Encina".

    El Pokémon nutria se puso adelante de Pikachu, exclamando que lucharía en su lugar mientras golpeaba su concha marina con mucha confianza. Pikachu ladeó su cabeza por su decisión.

    —Entonces, ¿quieres luchar Oshawott? —preguntó su entrenador, éste asintió orgulloso, luego miró a su Pokémon inicial—. Pikachu, voy a dejar que Oshawott luche primero.

    El roedor eléctrico bajo sus orejas por su orden, dándole paso a su compañero azul.

    —Veo que Oshawott tiene mucha confianza desde su combate en el gimnasio —dijo Cilan, sorprendido, a pesar que el Pokémon era débil al tipo planta.

    —Demasiado diría yo —respondió la entrenadora de ojos zafiros, con una sonrisa nerviosa.

    —¡Oshawott usa tu Chorro de Agua! —ordenó el oriundo de Kanto.

    Oshawott disparó su movimiento a larga distancia, sin embargo, Snivy giró su cuerpo evadiéndolo con gracia y estilo, continuando repitiendo esa misma función, hasta que el Pokémon de agua cesó por el agotamiento.

    —¡Wow! Con esa agilidad no le podrá dar en el blanco, en ese caso... ¡Usa Concha Filo!

    Oshawott sacó su concha marina, cubriéndola con agua para volverla en una filosa cuchilla, luego corrió en dirección hacia Snivy, atacándolo de forma consecutiva mientras éste evadía sus ataques, retrocediendo. El Pokémon planta comenzó a fastidiarse y decidió darle un fin al combate, una vez evadió su ataque, aprovechó la distracción de su adversario para tirar su concha marina con su Hoja Aguda.

    —Oshawott, recógelo de inmediato —alertó el chico de Kanto, pero se percató tarde, cuando vio a Snivy acercarse a su Pokémon con una sonrisa maliciosa.

    Snivy liberó su Látigo Cepa, apresando a Oshawott, mientras soltó una risa malvada. Luego lo elevó hasta los aires, rodeándose de hojas en todo su cuerpo, para así, lanzar un poderoso Lluevehojas, que impactó con fiereza a Oshawott resultando en un mal estado, para finalmente ser lanzado al suelo y recibir un fuerte Hoja Aguda, quedando debilitado enseguida.

    —Y ahí fue donde quedó el orgullo de Oshawott —exclamó Hilda con una gota en la sien, pero luego vio con intriga al Pokémon planta—. Ese comportamiento de Snivy no parece ser de un Pokémon salvaje, es más, incluso pudo repeler cada ataque de Oshawott.

    —Estoy de acuerdo contigo, Hilda. Un Pokémon no planearía semejante combinación de ataques sin ningún entrenamiento —añadió Cilan, colocando su mano en su mentón.

    Ash regresó a su inconsciente Pokémon dentro de su pokébola, viendo de nuevo a Snivy, cada vez crecía más sus ganas de atraparlo. El Pokémon serpiente hizo una mueca de enojo, esto luego de ver a aquel humano que iba a seguir con la batalla.

    —Pikachu usa...

    No obstante, Snivy soltó de nuevo su Lluevehojas, provocando que el grupo se cubriera los ojos, y cuando se disolvió por completo, notaron con sorpresa que el Pokémon había desaparecido.

    —Incluso pensó en su escape. No cabe duda que es un Pokémon muy listo —dijo Cilan.

    —Yo también quiero capturarlo, jamás creí ver tal poder e inteligencia —Hilda estuvo admirada por la astucia de Snivy—. Necesito tenerlo en mi equipo.

    —Entonces compitamos en conseguirlo, Hilda —Ash la vio con ojos retadores, ella también lo imitó.

    —Me parece bien, Ash.

    —¿Y saben dónde se puede encontrar ahora, chicos? —preguntó Cilan con inquietud.

    Ambos entrenadores se miraron por unos segundos y, acto seguido, sacaron su respectiva Poké Ball para soltarlas en el aire.

    ¡Pidove, yo te elijo!

    ¡Tepig, necesito de tu ayuda!

    Cilan estuvo impresionado por esa reacción sincronizada.

    —Ya veo. Ash, vas a usar la buena vista de Pidove para encontrarlo en el aire, en tanto Hilda, utilizada el buen olfato de Tepig para hallarlo. ¡Es una brillante idea!

    Ash e Hilda rascaron sus cabezas, apenados por el elogio del conocedor Pokémon. Luego se centraron en su objetivo principal.

    —¡Pidove, vuela alto y encuentra a Snivy! —indicó Ash, su Pokémon de inmediato alzó el vuelo.

    —¡Tepig, utiliza Rastreo con las huellas que dejó Snivy y búscalo! —Hilda hizo lo mismo, su Pokémon comenzó a olfatear el aroma y tras encontrarlo salió en su búsqueda—. Nos vemos luego, Ash, Cilan —y se adentró en el interior del bosque.

    Cilan vio como la joven entrenadora desaparecía, luego cambio su vista a su otro compañero, quien tenía la mirada puesta en el vasto cielo.

    —Y bien, Ash. ¿Cómo será tu plan para encontrar a Snivy?

    —Pues, mi plan es esperar a que Snivy muestre su paradero, entonces Pidove me informara el perímetro de la zona donde se encuentra —relató, viendo como el Pokémon paloma se movió hacia otro lado—. Bien, es momento de seguirlo.

    Ash junto a Pikachu se fueron corriendo en la misma dirección que Pidove. Cilan, viendo esto, decidió ir al mismo rumbo que el oriundo de Kanto.

    —No te olvides de mí, Ash.

    -O-O-O-O-O-
    En la parte más profunda del bosque, en una zona donde se hallaba una pequeña montaña, Snivy caminó tranquilamente hasta dirigirse a la orilla de un río para poder descansar. Inesperadamente, recordó lo sucedido hace poco con aquel entrenador que buscaba capturarlo, y como aquellos Pokémon se veían contentos a su lado.

    El Pokémon agitó su cabeza ante ese pensamiento, porque de alguna forma le recordaba a "ella", mostrando una expresión llena de amargura y odio. Esa humana, con quien vivió desde su nacimiento, para luego simplemente abandonarla y dejarla sola a su suerte. Se quedó dormida producto del cansancio, recordando el tormento y rencor que tuvo con los humanos.

    "Flashback"

    Era una tranquila mañana en ciudad Nimbasa, una ciudad donde reinaban los deportes y la moda, incluyendo esas actividades para los entrenadores. Y, en una pequeña y cómoda casa, una joven veía con gran determinación un Huevo Pokémon que se hallaba encima de su mesa.

    —Hija, no deberías ver tanto el huevo. Recuerda que no se escapará —dijo la voz de su madre, en un tono bromista.

    —¡Mamá! —se quejó un poco avergonzada—. Sólo estoy viendo el momento exacto cuándo se abra el cascarón. Ya ha pasado un mes desde que lo ganaste en una competición de carrera, además, cómo me lo regalaste, quiero ver con mis propios ojos a mi primer Pokémon en la región de Unova.

    —¿Pero no crees que es muy pronto para que eclosio-...?

    —¡Mamá, mamá! ¡Mira! El huevo está comenzando a brillar.

    Ambas mujeres observaron cómo el huevo tomaba forma, y una vez que dejó de brillar, un Pokémon de apariencia verde y con cola en forma de hoja las miró con desorientación.

    —Mamá. ¿Qué clase de Pokémon es? —exclamó la jovencita con emoción.

    —Por lo que veo, supongo que debe tratarse de un Snivy, un Pokémon de tipo planta.

    —¿Un Snivy? —la joven en eso se acercó al Pokémon, dedicándole una sonrisa—. Es un gusto conocerte Snivy. Mi nombre es... desde ahora seamos buenas amigas, ¿qué dices?

    El Pokémon saltó muy contenta a los brazos de ella, naciendo así, el primer vínculo con su humano especial, donde se desarrollaría el cariño mutuo con su ahora entrenadora.

    -O-O-O-O-O-

    Los días pasaron volando al igual que la caída de las hojas producto del otoño. Desde aquel momento que nació, Snivy vivió una vida feliz en aquella casa que era su hogar, y cuando la madre de su entrenadora estaba ocupada en su oficio principal. La joven se quedaba a limpiar la casa mientras la Pokémon se encargaba de regar las plantas.

    —¡Bien! Ya hemos terminado los deberes —exclamó la joven, secando su frente con una toalla.

    Snivy la llamó con alegría, entregándole un refresco usando su Látigo Cepa.

    —Muchas gracias, Snivy —agradeció, tomándolo y luego beberlo. Una vez que acabó, miró a su compañera—. Snivy, ¿qué dices si practicamos lo que hemos entrenamos anoche?

    La Pokémon asintió feliz en su petición. Y, entonces, ambas se dirigieron al jardín trasero. La joven en eso lanzó una pelota de goma en el aire mientras Snivy estaba concentrada.

    —¡Snivy, utiliza Lluevehojas!

    Creando una tormenta de hojas, Snivy liberó su ataque a la vez que danzaba en su interior, para finalizar con la destrucción de la pelota y girar su cuerpo mientras era cubierta por los fragmentos de ésta.

    —¡Bien hecho, Snivy! Por fin pudiste controlar el Lluevehojas, ahora veo que la práctica valió la pena. Supongo que es algo básico, ya que lo aprendí en mi viaje por Hoenn sobre los famosos concursos Pokémon. ¡Ah, es cierto! —la joven se apresuró en entrar en su casa, para luego de unos minutos regresar con una cinta rosada en su mano—. Ayer compré esto en la tienda cómo un regalo valioso para ti, Snivy —entonces se le acercó y le colocó en forma de moño en su cola—. ¿Cómo está Snivy? ¿Te queda bien?

    La Pokémon respondió asistiendo con la cabeza, la joven sonrío ante ello.

    -O-O-O-O-O-

    Los siguientes dos meses, el vínculo de ambas crecía con más fuerza, y en ese día hubo un desfile que se celebraba siempre en el parque de diversiones de dicha ciudad.

    —Snivy. ¿Crees que es estos peluches son bonitos? —preguntó ella, dudosa, señalando unos muñecos adorables de la tienda, sujetando a su Pokémon entre sus brazos.

    De imprevisto se oyó la voz del organizador de la feria, todos los presentes estuvieron atentos.

    —Gente, vengan para el desfile de modelaje, protagonizada por la gran modelo Elesa, quien también es la carismática líder de Gimnasio de nuestra querida ciudad —informó el hombre de estatura baja y cuerpo robusto, la gente comenzó a aplaudir ante la presencia de la famosa modelo que desfilaba con un hermoso traje destellante, impresionando a la multitud.

    —¡Increíble! Elesa es una gran modelo. Ah... Cómo me gustaría algún día modelar con un hermoso traje —se sonrojo por lo dicho—. ¡Ay, pero que estoy diciendo! Me da mucha pena que la gente me vea, ¿no crees que sea algo tonto, Snivy?

    La Pokémon movió la cabeza de forma negativa.

    —¿Acaso crees que podría modelar en un desfile? —ella vio cómo su compañera asentía, alegrándola—. Tienes razón. Algún día yo también desfilaré, pero eso será cuando pierda mi temor hacia la gente.

    El desfile duró hasta el comienzo de la noche, tanto entrenadora como Pokémon se dirigieron a su hogar a pasos lentos, viendo el cielo estrellado con suma emoción.

    —Sabes algo, Snivy... —habló la joven, su Pokémon que estaba en sus brazos alzó su vista para verla—. Todavía no me decido en que voy a hacer en el futuro, pero... Podré encontrarlo con tu ayuda, tal como me lo dijo un viejo amigo.

    Fue entonces que Snivy se esmeró en cumplir su sueño, mientras regresaban a su querido hogar, guardando ese hermoso recuerdo por la eternidad de su existencia. La felicidad de ambas era cada vez más fuerte, sin embargo, llegó a ese fatídico día que lo cambiaría todo.

    -O-O-O-O-O-

    Pasaron seis meses desde aquel festival. Ambas estuvieron dando un paseo por el centro de la ciudad como era costumbre en sus ratos libres, hasta que, de pronto, hubo una multitud reunida escuchando la charla de unos sujetos con vestimenta blanca.

    —¿Qué es lo que ocurre? —preguntó la joven, confusa.

    —¡Deben dejar libres a sus Pokémon! —dijo aquella voz a través de un megáfono, la gente a su alrededor mostró asombro por sus palabras—. ¡Sus Pokémon son presas de la esclavitud humana, hechas a base de entrenamientos forzados sólo para usarlos a su propio beneficio! ¡Escuchen bien! ¡Tienen que dejarlos libres para que ellos vuelvan a estar felices! ¡De eso se trata nuestros ideales, nosotros somos el equipo Plasma, y tenemos la obligación de traer la verdadera felicidad a los Pokémon! ¡Hagan caso a mis palabras y libérenlos!

    Terminado la charla. El grupo de uniformados se retiraron del lugar, observando como algunas personas empezaron a liberar a sus Pokémon, provocando un gran impacto en los demás. Los Pokémon liberados vieron a sus entrenadores marcharse de ahí, dejándolos solos, ocasionando que salieran de la ciudad rumbo al bosque más cercano. Entrenador y Pokémon tomaron diferentes caminos, mientras aquella joven con su Snivy fueron testigos de lo ocurrido.

    "Hacer feliz a mi Pokémon... ¿Liberándolo?" —pensó con intriga y angustia, su Pokémon la vio con confusión, entonces decidió sonreírle—. Creo que debemos volver a casa.

    Había transcurrido un mes desde aquella charla. Las palabras de ese sujeto resonaban en la cabeza de la joven, creyendo que estando a su lado sería felicidad, dudando en la opción de dejarla libre. Además, supo de antemano que no se quedaría por mucho tiempo, no quiso ser egoísta y llevársela lejos de su región natal. Entonces lo decidió, decidió que ella tuviera una vida tranquila y estable hasta que llegara la hora de irse.

    No pasó muchos días desde que la joven recibió la noticia por parte de su progenitora de marcharse de Unova, alistando todas sus cosas en distintas cajas antes del viaje de mañana.

    —Mamá... He decidido dejar a Snivy aquí —su tono de voz fue apagada.

    —¿Por qué quieres hacer eso? Creí que eran muy unidas —preguntó un poco alterada, notando como lágrimas escurrían en los ojos de su hija.

    —He comprendido que Snivy debe quedarse en Unova, es su región de origen, por eso quiero que viva feliz en el bosque. Porque ella no puede acompañarme a la otra región —dijo, secando sus lágrimas con brusquedad, viendo a su compañera dormir tranquilamente en su cama—. Es lo mejor que puedo hacer por ella, ya que es mi amiga más valiosa.

    La mujer dio un largo suspiro, intentando comprenderla.

    —Si es tu decisión, no puedo hacer nada para impedirlo. Pero ¿estás segura de hacerlo?

    —Sí... Estoy segura, mamá —respondió con firmeza, mostrando seguridad en sus ojos ahora enrojecidos.

    -O-O-O-O-O-

    El día todavía no daba señales de amanecer, siendo las cinco de la mañana donde la gente seguía durmiente. Una sombra misteriosa caminaba en solitario cerca a la entrada de un oscuro bosque, adentrándose en ella, detuvo su andar y dejó una pequeña caja cerca de un árbol.

    —Espero que puedas perdonarme, Snivy, pero lo hago por tu bien —dijo la joven, reprimiendo sus sollozos para no despertarla, yéndose en silencio del lugar.

    Transcurriendo unas tres horas, Snivy despertó, viendo el bosque se alarmó y enseguida salió de la caja, corriendo desesperada por encontrar a su entrenadora, topándose en su camino con Pokémon salvajes que, de inmediato la atacaron. La Pokémon, asustada, evadía los ataques queriendo evitar una pelea y lanzando su Lluevehojas sólo como distracción.

    Pasado veinte minutos, Snivy por fin había salido del bosque, reconociendo el área, siendo la misma zona donde junto a su entrenadora paseaban, entonces se apresuró en llegar a la ciudad. En el momento que había llegado a su hogar, Snivy sonrió, adentrándose en ella, pero cuando vio por la ventana, el lugar se encontraba vacío, sin rastro alguno de su entrenadora o su madre. De pronto escuchó un ruido en la puerta principal, creyendo que se trataba de ella, lamentablemente, se decepcionó a ver a dos sujetos subiendo por las escaleras, decidiendo ocultarse y notando que uno de ellos cargaba una caja.

    —Ya ves, te dije que te olvidabas de algo —reclamó el sujeto a su compañero, colocando un sello en la caja—. Bueno, con esto será lo último para enviar las cosas de la dueña a la región que nos indicó está mañana.

    Snivy, curiosa, logró captar la conversación de ambos sujetos, suponiendo que ahí estaría su amiga. Sigilosamente, entró en la compuerta del vehículo, mientras los dos sujetos ponían la caja para luego cerrar, sin percatarse de la pequeña intrusa. El vehículo avanzó hacia un rumbo desconocido, Snivy decidió descansar en el transcurso del viaje, teniendo esperanzas de volver a verla. Pasado unas seis horas, el vehículo se detuvo, haciendo que la Pokémon despertada, y alzando la vista por una de las ventanas, pudo notar que estaba en un aeropuerto. Lo supo por los relatos de su amiga sobre máquinas voladoras que servía para transporta a los humanos a diferentes sitios. En el momento que se abrió la compuerta, ella decidió meterse en una de las cajas, pensando que así podría llevarla con su entrenadora.

    Pero justo cuando iba a entrar, oyó la voz de ella gracias a sus agudos oídos y dibujó una sonrisa, ya cuando la compuerta se abrió, Snivy salió de ahí ante la sorpresa de los dos individuos. Entró en la puerta del establecimiento, luego de que algunas personas pasaran por ahí, caminando con precaución hasta lograr observarla entrando a ese vehículo con alas, entonces se apresuró en alcanzarla, tropezando con las personas, que estaban impresionados por ver a un Pokémon fuera de su pokébola.

    Snivy pudo oír la voz de alguien diciendo sobre el vuelo número 21 con destino a...

    Ya no hubo tiempo para llegar a ella, e incluso usando su máxima velocidad, Snivy sólo pudo ver con sorpresa cómo el avión despegó. Había llegado tarde, entonces lloró de amargura, decidiendo marcharse de ese lugar, estando en la salida, pudo notar a dos entrenadores que la veían con asombro y determinación.

    —¡Wow! Es un Snivy salvaje, hay que capturarlo —dijo uno de ellos, que al instante sacaron a sus Pokémon para atraparla.

    Snivy, notando los ataques de aquellos Pokémon, en un principio pensó en huir, pero su comportamiento cambió tras ver lo unido que eran con esos humanos, recordándole a "ella", esa humana miserable que le dio su confianza y cariño ahora rompiéndose en mil pedazos como si fuera vidrio, producto de la ira utilizó su Lluevehojas a esos dos Pokémon, debilitándolos en el proceso.

    Ambos entrenadores con horror regresaron a sus Pokémon, y salieron de ahí con pavor.

    Snivy desde ese instante mostró una mirada fría y solitaria. De imprevisto miró como el cielo se cubría de nubes negras en el interior de ese aeropuerto, prefiriendo salir de ahí.

    Había pasado dos días, donde Snivy se alojaba en un bosque cercano, topándose con entrenadores novatos y robándoles sus comidas, para luego irse al río a beber. Justo cuando vio su propio reflejo, notó el listón rosado en su cola, recordando de nuevo a ella, floreciendo odio y sufrimiento en su interior. No tardó en comprender que su ex entrenadora la abandono en el bosque para irse para siempre. Sacó ese listón, ese objeto que representaba su vínculo, tirándolo al aire y lanzando su Lluevehojas, haciéndolo en mil pedazos con una mirada vacía y sin sentimiento alguno.

    "Fin del flashback"

    De repente se despertó de su sueño cuando vio a un Pokémon volando a su alrededor, mientras otro Pokémon apareció entre los arbustos, notando con molestia que se trataba de aquellos entrenadores que se topó hace una hora.

    —¡Llegué primera, Ash! —respondió Hilda, jadeando por el cansancio realizado.

    —Vaya... Qué mala suerte —habló el entrenador, recuperando el aliento, mientras a su lado aparecía Cilan que se encontraba en peor condición—. Pero bueno, es lo justo. Te dejó a ti la captura de Snivy.

    —Ash, recuerda, si Hilda no puedo capturar a Snivy. Tú podrías hacerlo en el siguiente —dijo Cilan.

    El chico sonrió entusiasta por esa noticia, aún tenía su oportunidad de atraparlo.

    —Muy bien, Hilda. Te dejó el primer intento, pero si fallas, me tocará a mí.

    Snivy al verlo otra vez, intentó huir, pero cambio de parecer, suponiendo que volverían a cazarla de nuevo si escapaba. Por eso prefirió usar la fuerza con aquella humana y su Pokémon, revelando una expresión de molestia y preparándose para el combate.

    Hilda analizó la situación con calma, sabiendo de antemano su increíble velocidad, eligiendo atacarla con movimientos cercanos para hacerle algo de daño.

    —¡Tepig usa embestida!

    El Pokémon cerdo corrió hacia Snivy, quien no se movía para esquivarlo, en cambio ésta le guiño para entonces cubrirse de corazones en todo su alrededor.

    —Eso es... ¡Tepig esquívalo!

    Tepig intentó evadirlo, siendo tarde cuando lo acorralo, provocando que le saliera corazones en los ojos y estuviera embobado por Snivy.

    —Eso es Atracción. Ahora el Tepig de Hilda no podrá atacar por el efecto del enamoramiento —informó el conocedor Pokémon.

    —Tepig usa Ascuas —le ordenó, pero su Pokémon no le respondió, viendo cómo Snivy sonreía maliciosa—. "Es demasiada astuta, incluso puede neutralizar a los Pokémon que ataquen de forma directa".

    Entonces Snivy lanzó su Lluevehojas a Tepig, que recibió un daño mediano, para luego golpearlo con Hoja Aguda hasta dejarlo casi debilitado, sin embargo, observó la preocupación de aquella humana, decidiendo parar en su ataque mientras usando su Látigo Cepa lo lanzó en dirección a su entrenadora.

    —Tepig —lo agarró entre sus brazos, viendo que se encontraba bien—. Lo hiciste bien. Mereces un buen descanso —y lo regresó a su pokébola.

    Snivy estuvo sorprendida por aquella chica, quien no estaba decepcionada de su Pokémon por fracasar, en cambio lo elogio por su labor. Algo que nunca vio en otros entrenadores, que sólo los insultaban por ser inútiles e incompetentes.

    —Al parecer no pude capturar a Snivy —la castaña soltó un corto suspiro—. Creo que es tu turno de capturarla, Ash.

    —Has hecho lo que pudiste, Hilda —el de ojos cafés tocó su hombro de confianza—. No te preocupes. Habrá otras oportunidades de encontrar nuevos amigos.

    —Ash está en lo cierto. Ya habrá otras oportunidades —añadió Cilan.

    Hilda no pudo evitar esbozar una sonrisa.

    —Se lo agradezco, chicos.

    A Snivy le pareció curioso el comportamiento de aquel chico, que alentaba a su amiga, por un momento esa actitud le recordó a "ella".

    —Eres muy fuerte, Snivy, me impresiona tu gran talento —dijo Ash, sonriéndole, confundiendo a la Pokémon por el elogio—. Es momento de capturarte. ¡Pidove, yo te elijo!

    —Bien pensado, Ash. Usar a Pidove que es un Pokémon volador y tiene ventaja hacia el tipo planta —habló Cilan.

    —¡Pidove usa Ataque Ala!

    El Pokémon paloma se dirigió a toda velocidad hacia Snivy con sus alas brillando, pero ésta la esquivó y volvió a realizar el mismo movimiento que inmovilizó a Tepig. Sorpresivamente, Pidove no se vio afectado y rompió los corazones, dejando asombrada a Snivy.

    —¡Impresionante! Ash usó a Pidove sabiendo que la Atracción no le afectaba por ser del mismo género —Hilda estuvo fascinada por lo brillante que era su amigo.

    —Eso fue muy ingenioso. No hay duda de que Ash es un entrenador experto —halagó Cilan.

    Ash, en cambio, rascó de manera nerviosa su cabeza.

    "No puedo creer que Pidove sea hembra. Uffs... de la que me salve" —pensó, aliviado, y continuó con la batalla—. Pidove sigue usando Ataque Ala.

    Pidove se le acercó para atacar a Snivy, pero ella lo esquivó, para luego lanzarle su Lluevehojas, impactándole con fuerza. Eso llamó la atención del grupo.

    —Hay algo raro con ese Snivy —mencionó Cilan, tocando su barbilla.

    —Tienes razón. Ese Lluevehojas debió haberse debilitado tras atacar a Tepig, pero sucedió al contrario, haciéndose más fuerte de lo normal —cuestionó Hilda, de pronto abrió los ojos en grande, recordando algo en sus días en la academia—. ¡Espera! Recuerdo que me explicaron sobre Pokémon especiales, únicos y distintos al resto de su misma especie. Esa clase de Pokémon se le conoce por poseer un poder llamado "habilidad oculta".

    —¿Habilidad oculta? —se preguntaron ambos muchachos.

    —Exacto. Y si estoy en lo correcto, esta Snivy no debe de tener Espesura como habilidad, sino Respondón, que invierte las estadísticas en forma inversa. Eso explicaría porque su Lluevehojas se volvió más fuerte en vez de volverse débil.

    —Ahora lo entiendo todo —dijo Ash, observando a Snivy—. Bueno, a mí nunca me importó si es especial o no. Yo la quiero en mi equipo por su gran fuerza y espíritu de pelea.

    Snivy vio al entrenador con otros ojos, no la quería para ser su juguete de combates, sino como alguien por lo que es, haciendo que estuviera asombrada por el chico, porque su forma de actuar también era igual a "ella". Por primera vez mostró una sonrisa sincera, queriendo seguir con la batalla y averiguar si merecía la pena ser capturada por él.

    —Así que quieres seguir con el combate, Snivy —vio como la Pokémon asentía con ojos retadores—. Pues, ¡vamos a esforzarnos! Pidove usa embestida.

    Pidove fue en picada hacia Snivy con su cuerpo, pero de nuevo la esquivó, aprovechando el espacio entre ambas, la Pokémon serpiente la atrapó con su Látigo Cepa, ocasionando que cayera al suelo de forma brusca.

    —¡No puede ser! Si Pidove recibe otra vez el Lluevehojas no creo que lo vaya a aguantar —dijo una preocupada Hilda, luego de lo ocurrido con Oshawott.

    Snivy preparó su movimiento, rodeándose de hojas en todo su cuerpo listo para darle el golpe final a su adversario. Entonces volvió a mirar al entrenador, queriendo ver su preocupación, sin embargo, éste mostró una expresión firme y confiable.

    —Snivy eres fuerte, pero yo confío en Pidove, porque ella no combate sola —mostró una sonrisa, alzando su puño derecho—. ¡Pidove, intenta liberarte y usa Ataque Ala!

    Pidove se movió tratando de liberarse mientras Snivy la retenía, pero notó la fuerza adquirida gracias a las palabras de su entrenador, que enseguida se liberó, volando en el cielo a la vez que estuvo preparando su movimiento.

    Cuando Snivy vio el ataque de su oponente, trato de evadirlo, pero al final no lo hizo. Esas palabras de aliento, también le recordaban a "ella" en sus momentos de práctica, y recibió el ataque de frente, causándole un gran daño y salir volando por los aires, hasta caer por el impacto.

    —Es mi oportunidad. ¡Pokébola, ve!

    La Poké Ball le cayó a la Pokémon, atrapándola, moviéndose de un lado a otro, hasta que se detuvo con un sonido de confirmación.

    —¡Qué bien! Snivy ahora es mi Pokémon —celebró el muchacho, junto a Pikachu y Pidove.

    —Felicitaciones por la captura, Ash —Hilda se le acercó.

    —No lo hice solo, también lo hizo Pidove —en eso miró su pokébola y lo lanzó—. ¡Sal Snivy!

    La Pokémon apareció un poco adolorida, pero miró a su ahora entrenador que se arrodillaba para verla de cerca.

    —Es un gusto conocerte Snivy. Mi nombre es Ash Ketchum, desde ahora seamos buenos amigos, ¿qué dices? —dijo el chico con una gran sonrisa.

    Snivy se sorprendió por esas palabras, que era exactamente igual cuando se conoció por primera vez con "ella", viéndola reflejada en Ash, saltando en sus brazos y sonriendo por volver a tener un nuevo vínculo.

    El entrenador correspondió el abrazo con aprecio.

    —Bienvenida a la familia, Snivy.

    -O-O-O-O-O-

    La noche se hizo presente luego de algunas horas, haciendo que el grupo decidiera acampar para descansar y seguir con su viaje. Ash e Hilda estuvieron preparando las bolsas de dormir mientras Cilan se encargaba de preparar la comida.

    —Chicos, es la hora de comer. Será mejor que saquen a sus Pokémon para ellos también coman —avisó Cilan, sacando a su Pansage de su pokébola.

    Ambos entrenadores sacaron sus Poké Balls, liberando a todos sus Pokémon, que al salir vieron con impresión a Snivy, quien se sintió incómoda por sus miradas.

    —Chicos, es momento que conozcan a Snivy, su nueva compañera —dijo el entrenador.

    Oshawott fue el primero en saludarla, Snivy estuvo impresionada por el gesto, puesto que le causo un mal rato en la mañana. Tomando algo de confianza, le sonrió, saludándolo de igual forma, luego el resto de los Pokémon hacían lo mismo, sintiendo que ahora tenía un nuevo hogar donde ella pertenecía.

    Miró curiosa el cielo oscurecido, recordando por última vez a su entrenadora para luego olvidarla para siempre. Porque ahora ella era parte de su pasado, ya que ahora era la Pokémon de aquel muchacho de cabello azabache y ojos cafés que se supo ganar su confianza.

    El destino de Snivy cambió, estando preparada para lo que vendría de ahora en adelante.

    Esta historia continuará...

    Notas del Autor:

    Hasta aquí con el capitulo siento el retraso, estuve ocupado y para recompensarlo lo hice muy largo para entender la historia, bueno comenten que les pareció el capitulo. Emilion se despide de ustedes lectores.
     
    Última edición: 7 Agosto 2018
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    J.Nathan Spears

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    Hórale, nuevo episodio n_n. Me ha parecido bastante bonito... aunque algo triste, la verdad. Puesto que ahora sabemos que Snivy fue abandonada por una chica con buenas intenciones... pero con un cerebro de Shellder xD. Está bien que el mensaje de N haya calado bastante profundo... ¿Pero por qué rayos no preguntó a Snivy lo que ella opinaba, ah? Tenía que haber un consenso, digo yo... y por meses, Snivy sintió amargura infinita. Al menos se le borrará teniendo a Ash como trainer ;)

    Por lo general, un episodio muy lindo... pero no carente de fallos. Dejaré quoteo de las partes que llamaron mi atención xP

    Aquí yo lo hubiera cambiado: Snivy se había predispuesto a ignorar el ataque sin más. Lamentablemente, su paciencia no era infinita, así que decidió contraatacar y liquidar al fastidioso Pokémon de Agua.

    Trata de no poner muchos "peros" seguidos. Para eso están las expresiones "No obstante", "Sin embargo", etc.

    Otra vez la burra al trigo xD. De no ser porque a la segunda parte no le falta la coma de la primera, pensaría que haces CopyPaste interno. Pero de todas maneras, el problema es que NO deberías repetir los diálogos

    Primero que nada es "ha" en lugar de "a". Y en segunda, la frase sonó un poco... no sé, quizás OoC. Si bien Ash ha hecho capturas (e incluso intercambios) pensando en el poder en el pasado, pues la verdad es que jamás lo ha declarado abiertamente. Hacer que Ash declare eso suena extraño. Pero lo peor no es eso, sino el razonamiento de Snivy... ella siente que Ash no la quería solo para ser su juguete de combates, pero si lo mezclamos con la declaración de Ash acerca de sentirse atraído (mira qué irónica palabra xD) por su poder, pues suena un poco contradictorio. Y sobre lo de ser "especial", pues no sabría decirlo con total exactitud. Creo que Ash declararía algo en las líneas de "¿Snivy tiene una habilidad diferente al resto? ¡Eso me da más ganas todavía de que se una a mi equipo!" y Snivy en cambio se sentiría halagada y comenzaría un poco más fría... dando las chances a Ash con el tiempo. Y conociendo a Ash, él se ganará el corazoncito de Snivy sin problemas n_nU... solo que no TAN rápido xD.

    Y por último... me pareció gracioso que mantuvieras cierto grado de ingenuidad en Ash, declarando mentalmente que él no tenía ni puta idea de que Pidove fuera hembrita n_nU.

    Bueno, nos vemos en otro capítulo. Toma tu tiempo, pana xD... y pásate por más escritos de mi firmita ;)
     
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    Emilion

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    Bien he vuelto con un nuevo capítulo de este fanfic, si bien he cometido algunos errores en los diálogos del capítulo anterior tratare de cambiar un poco del original para mejor entendimiento de los lectores en este foro que me está empezando a agradar.

    Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

    Capítulo 19: El segundo combate de Ash y Trip

    Un nuevo día había llegado en la región de Unova en donde nuestros héroes luego de cruzar un gran recorrido por el bosque pudieron encontrarse con un pequeño pueblo.

    —Este lugar se le conoce como pueblo Luxuria —explicó Cilan, observando su mapa mientras sus dos compañeros veían el paisaje anonadados—. Tenemos suerte, chicos. Hay un centro Pokémon para descansar por este día, luego podremos continuar para irnos a ciudad Nacrene.

    —¡Qué bien! Tenemos un lugar para dormir a gusto esta noche, además... —Hilda estiró ambos brazos para relajarse, mirando a su amigo de ojos cafés—. Acá hay un Club de Batalla para entrenar a nuestros Pokémon. ¿Quieres ir conmigo, Ash?

    —Me parece fantástico, Hilda. Vayamos enseguida al Club de Batalla.

    El grupo emprendió con prisa hasta el lugar indicado, pasando por el centro Pokémon y llegando hasta la puerta principal de dicho establecimiento, entrando en su interior, Ash e Hilda notaron asombrados que se parecía a la otra que visitaron en pueblo Accumula.

    La entrenadora vio una máquina operadora, acercándose y prosiguiendo a encenderlo.

    —Oye, Ash. ¿Quieres ver nuestros progresos que hicimos en pueblo Accumula? —preguntó al mismo tiempo que tecleaba—. Aquí se muestra la información de otros entrenadores que están asociados para participar en los próximos eventos.

    En ese instante la mente de Ash recordó el rostro de Trip, yendo con rapidez a la otra máquina operadora que estaba al lado de Hilda. No lo sabía aún, pero estaba completamente seguro que el entrenador del Snivy se encontraba registrado en este establecimiento.

    —Veo que Ash se muestra interesado por ver los registros —exclamó Cilan por su comportamiento, aunque luego miró a Hilda quien veía sus propios registros—. Bueno, creo que no es el único interesado.

    De pronto Ash se detuvo en su búsqueda tras encontrar el rostro del chico.

    —¡Lo sabía! Trip está registrado en la base de datos, eso significa que ya ha participado en muchos combates con anterioridad.

    —Así que te interesa tener un reto con Trip. ¿Verdad, chico? —habló alguien con voz ronca y grave, quien se encontraba por detrás de ambos entrenadores.

    —¡Don George! —exclamaron ambos muchachos.

    El hombre con bigote grueso soltó una gran carcajada.

    —Viendo sus caras asombradas sospecho que ya conocieron a alguien de mi familia —en eso mostró una foto colgada en la pared donde posaban varios Don George en grupo.

    —Vaya, eso lo explica todo —dijo Ash, cruzándose de brazos—. Y yo que creía que las enfermeras Joy y las oficiales Jenny eran las únicas que tenían familiares por todo el mundo.

    —Dejando ese asunto a un lado. Muchacho, ¿quieres combatir con Trip, cierto?

    —¡Por supuesto, señor! —respondió sin dudar, apretando su puño derecho con decisión.

    —Bien. Voy a comunicarle para que venga por el reto —comenzó a teclear en la misma máquina donde estuvo el entrenador—. Ya está. Le informé a Trip mediante su videomisor para que venga acá.

    —Oh, así que ya conociste a Trip —dijo Cilan, viendo su rostro en la pantalla.

    —¿Acaso lo conoces, Cilan? —preguntó Ash con curiosidad.

    —Claro. Él vino hace algunos días a mi gimnasio por la medalla. Luchó contra Chili usando sólo a su Servine —relató el conocedor, carismático, elevando su dedo índice.

    Hilda, escuchando eso, mostró una expresión de asombro. No podía imaginarse que ese presumido lograra derrotar a un Pokémon de tipo fuego con uno de tipo planta, pero lo más frustrante fue que hizo evolucionar a su Pokémon inicial en el primer gimnasio.

    —Así que Servine, ¿eh? —Ash sacó su Pokédex, abriéndolo y buscando su información.

    "Servine, el Pokémon serpiente de hierba, y la forma evolucionada de Snivy. Cuando su cuerpo está sucio no puede realizar la fotosíntesis con sus hojas, así que procura cuidar mucho su higiene personal".
    Ash estuvo maravillado que el Pokémon de Trip haya evolucionado desde su primer encuentro, pensando en el esfuerzo que hizo para mejorarse hasta ese punto.

    —Parece que Trip puede resultar ser un oponente difícil si lo comparamos cuando apenas empezó su viaje. Incluso se ha esforzado demasiado para fortalecer a su Snivy.

    —Eso lo sé, Hilda. Trip me lo dijo en aquella ocasión y, debido a eso, estoy emocionado por este combate. Yo también he conseguido Pokémon fuertes, además... —mostró a sus dos compañeros una pokébola—. Quiero que Snivy tenga su primer combate con alguien fuerte.

    Cilan entendió el espíritu pasional del muchacho.

    —Ya veo. Es una excelente forma de demostrar la unión de ambos que se han conocido, revelando la fortaleza de sus lazos mediante una batalla.

    —Increíble. Esta vez sí entendí lo que dijiste —respondió Ash.

    Hilda sonrió ante el optimismo de su amigo. Supuso que ya estaba acostumbrado a retos extremos luego de viajar por cuatro regiones, añadiendo que no utilizaba a sus antiguos Pokémon para ponerse a prueba a sí mismo y cumplir con su meta principal.

    -O-O-O-O-O-

    El grupo decidió sentarse en un banco y esperar a que llegara. Pasó alrededor de dos horas hasta que las puertas del establecimiento se abrieron a la par, mostrándose al dichoso entrenador que hacía presencia ante todos los presentes.

    —Veo que has llegado puntual, Trip. Tu adversario se encuentro aquí —habló Don George, señalando a Ash quien se le acercó entusiasmado.

    —Es bueno verte de nuevo, Trip. Mira. He conseguido mi primera medalla de gimnasio.

    El mencionado no mostró sorpresa alguna.

    —¡Ja! Es muy básico conseguir la primera medalla en el comienzo de tu viaje —dijo con superioridad, ocasionando que Ash sintiera un poco de molestia. De pronto cambió su vista a los dos acompañantes que estaban detrás del entrenador de Kanto—. Pero menuda sorpresa. Es un honor volverte a ver, Cilan.

    —Lo mismo digo, Trip.

    Luego Trip miró con una sonrisa burlona a la entrenadora de cabello castaño.

    —Veo que al fin llegaste a ser entrenadora, Hilda. Pensé que la profesora Encina no te dejaría obtener a tu primer Pokémon por no haber llegado a la hora acordada.

    "Y yo veo que sigues teniendo esa molesta actitud de engreído y arrogante" —pensó ella, enojada y con una venita en su sien—. Para que te lo sepas, la profesora Encina me dio a mi primer Pokémon, además que tuve una pequeña demora en el camino —recordó a cierta rubia olvidadiza—. Pero ahora estoy aquí, con mi Pokémon, y también he logrado conseguir mi primera medalla oficial en un gimnasio.

    Trip no pareció afectado por eso. Comenzó a dar leves carcajadas mientras les enseñaba su estuche con dos medallas en ella, sorprendiendo tanto a Ash como a Hilda.

    —Yo he estado entrenando todos los días con mis Pokémon. Dime Hilda, ¿cuántos Pokémon tienes actualmente?

    La entrenadora no podía creerse que en tan pocas semanas él haya conseguido una gran cantidad de Pokémon para mejorar su equipo. Acercó su mano a su bolsillo, dirigiéndolo a la pokébola de su Pokémon inicial.

    —Sólo tengo a Tepig —respondió con desgano.

    —Me lo imaginaba. Deberías capturar más si quieres progresar como entrenadora, es lo más básico que nos enseñó en la academia —luego miró a Ash con seriedad—. Estuve entrenando a mis Pokémon para tener está revancha. Será un combate de seis contra seis.

    —¡¿Eh?! Ah, pues yo solo tengo cinco Pokémon —contestó el oriundo de Kanto, apenado.

    —En serio no tienes seis Pokémon. Creí que sería un reto volver a enfrentarme a ti, pero supongo que será una pérdida de tiempo.

    Trip estuvo decidido a retirarse del lugar, pero la voz de Hilda lo detuvo de forma abrupta.

    —Según las normas de un entrenador, no se puede rechazar un combate Pokémon porque eso se consideraría huir de ello. Es algo muy básico, puesto que nos han enseñado eso en la academia. ¿Cierto, Trip? —dijo, apoyando sus manos por atrás de su cuello, viéndolo de espaldas junto con una sonrisa burlona.

    —De acuerdo. Será un combate de cinco Pokémon —regresó a regañadientes, mirando como Hilda le sacaba la lengua victoriosa por su cometido.

    —Ya tengo listo el terreno para su combate —avisó Don George, guiando a todos hacia la sala para la batalla de ambos.

    —Este combate será un deleite de ver —exclamó Cilan.

    —Yo sólo espero que Ash lo venza de nuevo —añadió Hilda.

    -O-O-O-O-O-

    Ya estando en el campo de batalla, Ash y Trip se colocaron en su respectivo lugar mientras Don George se puso al frente para hacer de árbitro. Por otro lado, Hilda y Cilan se fueron directo a las gradas para observar a su compañero.

    —¡Muy bien! Este combate oficial va a dar inicio, entrenadores, preparen a sus Pokémon.

    Ambos sacaron sus pokébolas al mismo tiempo.

    —Pues, ¡comiencen!

    —Es momento de combatir. ¡Sal Tranquill! —Trip fue el primero en sacar, apareciendo en el campo el Pokémon volador-normal.

    —Ese es un Tranquill —en eso Ash sacó su Pokédex.

    "Tranquill, el Pokémon paloma, y la forma evolucionada de Pidove. Este Pokémon puede captar las ordenes de su entrenador, además se reúnen en grupos pero es débil cuando se encuentran solos".
    —Así que es la forma evolutiva de Pidove. "Sí que se ha esforzado desde aquella vez" —pensó con una sonrisa el entrenador de Kanto antes de lanzar su Poké Ball—. ¡Oshawott, yo te elijo!

    —Yo comenzaré. Tranquill usa Golpe Aéreo —ordenó Trip, a lo cual su Pokémon alado se dirigió a gran velocidad hacia Oshawott.

    —"Con que Golpe Aéreo, eh" —Ash miró como el Pokémon de Trip se estaba acercando a su posición—. Oshawott usa tu concha marina para neutralizar el ataque.

    El Pokémon nutria haciendo caso a su orden, sacó su concha marina para usarlo como un escudo. Para cuando Tranquill impactó, Oshawott salió volando en el aire, mas este cayó al suelo sin sufrir gran daño por ese movimiento.

    —Al parecer se te da bien cambiar la forma de usar el ataque de un Pokémon —entonces Trip pasó a su siguiente estrategia—. Es momento de que uses Avivar.

    De pronto Tranquill comenzó a cubrir su cuerpo de un aura roja, mostrando el leve aumento tanto en su ataque físico como especial.

    —¡Oshawott usa Concha Filo!

    Oshawott enseguida preparó su cuchilla de agua para luego irse directo a su oponente.

    —Doble Equipo, ¡ahora!

    Antes de lograr su ataque, Oshawott vio con sumo asombro como Tranquill había creado varias copias de sí mismo, ocasionando que se desespere por buscar al real. Trip aprovecho ese simple descuido para contraatacar.

    —Ahora usa Golpe Aéreo.

    Desapareciendo las copias, el Pokémon alado se fue en picada hacia un desprevenido Oshawott que estaba inmóvil y confuso.

    —¡Oshawott, cúbrete de nuevo!

    El Pokémon de agua volvió a usar su concha marina como escudo esperando el ataque de su adversario, lamentablemente, ese golpe provocó que saliera violentamente disparado hasta caer al suelo y tirando sin querer su valioso accesorio.

    —El avivar de Tranquill hizo que aumentada la fuerza de su ataque —dijo una preocupada Hilda, viendo el estado del Pokémon de Ash.

    —Oshawott, recoge tu concha marina —exclamó Ash, señalando el lugar donde el objeto se encontraba. El Pokémon corrió para recuperarlo.

    —No lo permitas. Usa de nuevo Golpe Aéreo.

    Ash observo preocupado como Tranquill se acercaba peligrosamente. Sabía que con esa velocidad su Pokémon no lograría llegar a tiempo, por lo cual este optó en usar su último recurso.

    —¡Oshawott usa chorro de agua!

    Haciendo caso a su entrenador, Oshawott disparó su chorro de agua directamente a Tranquill, quien recibió el ataque, mas eso no impidió que siguiera con su movimiento logrando darle un ataque crítico, dejándolo debilitado en el proceso.

    —Oshawott, vuelve, lo hiciste bien —Ash se dedicó a regresarlo a su pokébola.

    "En las gradas"

    —Ahora las cosas van mal para Ash —mencionó Cilan por la derrota de su primer Pokémon, mientras Hilda veía preocupada a su amigo—. Hilda, ya que conoces a Trip, me gustaría saber cómo es él en los combates Pokémon y cómo se especializa en sus estrategias.

    —Trip... —Hilda hizo memoria en sus días en la academia—. Se basa en la lógica de poder y aumento de estadísticas. En la prueba de simulacro de combates Pokémon con otros alumnos, siempre ganaba con el uso de Pokémon fuertes tanto en su fuerza como su habilidad, aunque nunca logró vencer a Cheren —rió ante ese último—. Siempre le preguntábamos por su manera de combatir, y él dijo que quería superar a "alguien". Nunca supe a quién se refería, pero ahora viendo su gran avance sospecho que lo hace para cumplir con esa meta.

    —Entiendo. La fuerza de Trip es superar a esa persona que tanto lo inspira a conseguir más poder en sus Pokémon. Hum... es muy interesante su sueño, bueno, si eso se llama un sueño —relató Cilan gracias a la información de su compañera.

    "Volviendo al campo de batalla"

    —Realmente eso me impresiono, Trip. Tu Tranquill es muy fuerte —halagó Ash.

    —Es lo más básico derrotar a una pre-evolución con algo superior —dijo Trip con un tono burlón.

    —Ya deberías saber que no solo se gana con la evolución de un Pokémon —Ash se inmutó ante su comentario, puesto que estaba acostumbrado gracias a un rival de Sinnoh—. El verdadero potencial es el mismo Pokémon. ¡Tepig, yo te elijo!

    Lanzando su segunda pokébola, el Pokémon cerdo apareció en el campo en un halo de luz mientras soltaba pequeñas flamas desde su hocico.

    —¡Ja! Así que seguirás con otro Pokémon sin evolucionar —entonces el castaño se preparó para el duelo—. Tranquill usa ahora Golpe Aéreo.

    —Me subestimas demasiado Trip. ¡Tepig dispara tu Ascuas en el suelo!

    Tepig expulsó desde su hocico su ataque ígneo, ocasionado que el campo de batalla se cubriera de humo negro, y logrando parar a Tranquill por no poder localizarlo.

    —¡Tepig usa de nuevo Ascuas a Tranquill!

    —Veo que no tienes en cuenta que Golpe Aéreo nunca falla en su objetivo. No te funcionada esconder a tu Pokémon, Tranquill sigue con el ataque.

    Una vez que el Pokémon de Trip se adentró al humo, Ash soltó una ligera risilla.

    —Y crees que no lo sabía, tan sólo era una trampa que prepare. ¡Tepig salta cuando se acerque Tranquill y luego usa Ascuas!

    El Pokémon de fuego aprovechó en evadir a las justas el ataque de su oponente, pasando a sujetarse en su espalda mientras recargaba su ataque, gracias a la cercanía le dio de lleno logrando debilitarlo en el acto.

    —Así que pensaste en usar tus propios métodos. Tranquill, regresa, lo has hecho bien —en eso miró a Ash a la vez que sacaba a su siguiente Pokémon—. Es momento de mostrar que yo también puedo ganar sin usar la debilidad de tipo. ¡Ve, Servine!

    El Pokémon planta entró al campo de batalla, asombrando a Ash.

    —Así que al fin salió Servine. Bien, ¡Tepig usa embestida!

    —Evade el ataque y usa Corte —exclamo Trip con tranquilidad.

    A una gran velocidad, Servine se acercó a un sorprendido Tepig para después interceptarle su ataque, provocando que se debilitada al instante.

    —No puede ser... Derrotó a Tepig de un solo golpe —la sorpresa de Hilda fue mayor, observando como Ash mostró impresión en su mirada.

    —Tal parece que Trip ha entrenado mucho a su Servine, incluso más que sus otros Pokémon. No es de extrañarse que derrotada a Tepig de forma sencilla —analizó Cilan.

    —Tepig, vuelve, has dado un gran combate —luego de regresarlo, Ash sacó su siguiente pokébola—. "Veo que se ha vuelto muy fuerte el Pokémon de Trip. Así que tendré que usar ataques muy eficaces, tal vez con eso pueda ganarle" —pensó—. ¡Sal Pidove!

    Pidove hizo aparición en campo, volando con gracia en el aire.

    —De nuevo otro Pokémon sin evolucionar —Trip, cansado de alargar la batalla, decidió acabarlo enseguida—. Servine usa Avivar.

    El Pokémon planta comenzó a cubrirse de un aura roja, aumentado su poder.

    —¡Pidove usa Ataque Ala!

    La Pokémon voló con rapidez hacia su objetivo mientras sus alas brillaban con gran intensidad, atacó a Servine, lográndolo. Pero, de repente, su adversario sostenía una de sus alas para tirarlo con brusquedad al suelo.

    —Pidove, levántate —le ordenó Ash, preocupado. Pidove intentó reincorporarse otra vez, pero no pudo debido al fuerte golpe que recibió.

    —Muy tarde —exclamó Trip, viendo a su Pokémon acercarse—. ¡Servine atácalo con Hoja Aguda!

    Servine dio un letal golpe con su cola a Pidove, dejando una pequeña cortina de humo que tras disiparse la Pokémon de Ash se encontró debilitada.

    —Ahora perdió a dos Pokémon de un golpe, a pesar que no era muy eficaz —dijo Hilda, tan solo le quedaba dos Pokémon a su amigo mientras que a Trip le quedaba cuatro—. Ash tendrá que hacer algo. Creo suponer que Servine es el Pokémon más fuerte de su equipo, y si lo derrota podría cambiar el transcurso de la pelea.

    —Pidove, regresa, hiciste lo posible por ganar —Ash se quedó un rato mirando su siguiente pokébola—. "Es tu primer combate real. Confío plenamente en que podrás lograrlo" —sonrió y lo lanzó—. ¡Snivy, yo te elijo!

    La Pokémon serpiente hizo aparición, observando a Servine con una expresión desafiante.

    —Veo que además de no evolucionar a tus Pokémon, también te gusta coleccionar a los iniciales de Unova —entonces Trip decidió continuar con el combate—. Servine usa Corte.

    —No te confundas, Trip. Mi Pokémon es fuerte, ¡Snivy, evádelo y usa Atracción!

    De pronto Snivy lo esquivó a una velocidad igualada a Servine, entonces le guiño coqueta haciendo que corazones volaran alrededor del Pokémon, y ocasionando que caiga con éxito bajo el efecto del enamoramiento.

    Trip chasqueó la lengua —No pensé que pondrías semejante movimiento tan peculiar como lo es la atracción para neutralizar a mi Pokémon. ¡Servine usa Corte!

    Sin embargo, Servine no pudo obedecer a su orden por estar enamorado de Snivy.

    —¡Snivy utiliza Lluevehojas!

    La Pokémon dio un largo salto en el campo, rodeándose de miles de hojas cortantes para luego impactarlos a Servine, quien sufrió un leve daño. Al caer a tierra firme, el cuerpo de Snivy empezó a cubrirse de un aura roja.

    —Servine trata de atacarla de nuevo con Corte.

    Esta vez Servine logró escucharlo, acercándose a Snivy y atacándola. La Pokémon recibió fuertemente el golpe, cayendo al suelo, pero inmediatamente se levantó para continuar.

    —Snivy usa ahora Hoja Aguda.

    —¡Servine esquívalo! —advirtió Trip, pero su Pokémon volvió a ignorar su orden.

    Snivy se acercó con astucia por detrás de su oponente, y dando un salto, lo golpeó con su cola justo en su cabeza, logrando así, debilitarlo producto del choque contra el suelo.

    —Servine, vuelve —Trip regresó a su Pokémon, sacando otra Poké Ball—. Veo que lograste vencer a mi Pokémon más fuerte, y más con su pre-evolución, pero esta batalla todavía no acaba. ¡Sal Frillish!

    En eso apareció un Pokémon de apariencia parecida a un pulpo y de color azul.

    —¿Qué es ese Pokémon? —Ash enseguida sacó su Pokédex.

    "Frillish, el Pokémon ingrávido. Este Pokémon rodea a sus presas con sus tentáculos, las entumece y las arrastra a 8000 metros de profundidad hasta que las ahoga".

    —¡Bien! —guardó su aparato portátil, siguiendo con su estrategia—. Snivy usa Atracción.

    —No volverás a engañarme de nuevo. ¡Frillish esquívalo! —le ordenó de prisa, su Pokémon logró su cometido—. Ahora usa Tinieblas.

    —¡Snivy usa Lluevehojas!

    La Pokémon volvió a lanzar la tormenta de hojas, impactando con el tinieblas de Frillish, pero la fuerza del ataque de Snivy pudo traspasarlo y golpearlo, recibiendo una gran cantidad de daño considerable.

    Trip quedó impactado por ese resultado.

    —¡Imposible! Ese último lluevehojas debió volverse débil cuando se lo usó contra Servine, pero al contrario se volvió más fuerte. ¿Cómo es posible eso? —entonces se dio cuenta como el cuerpo de Snivy estaba envuelta en un aura roja—. ¡Un momento...! Ese Snivy... ¡Je! Ya veo. Ahora todo tiene sentido. No puedo creer que alguien como tú consiguieras a un Pokémon con la misteriosa habilidad oculta, parece que no debí bajar la guardia en subestimarte —luego vio a su Pokémon que apenas podía mantenerse consciente en la pelea—. ¡Frillish usa Infortunio!

    —No lo harás. ¡Snivy usa de nuevo Lluevehojas!

    Y como ocurrió en la anterior ocasión, Snivy volvió a impactar su letal ataque a Frillish, quien cayó debilitado al instante.

    Trip sacó su pokébola —Frillish, vuelve.

    —Ahora las cosas se pusieron iguales, Trip —dijo Ash, tras conseguir balancear el combate.

    De repente pudo escuchar la leve carcajada de su rival.

    —No creas que Frillish se debilitó en vano, incluso deberías observar a tu Pokémon.

    Ash no entendió a lo que se refería, más cuando miró a Snivy comprendió a lo que se refería exactamente. Su Pokémon lucía cansada por el daño y desgaste de energía, pero lo curioso era aquella aura negra que la rodeaba.

    —Tu Pokémon fue afectada gracias a la habilidad de Cuerpo Maldito de mi Frillish, logrando anular ese poderoso lluevehojas.

    —Ash se encuentra en graves problemas —mencionó Cilan con una expresión seria—. Snivy no podrá usar ese movimiento hasta que se desvanezca el aura negra de su cuerpo.

    —Estoy segura que Ash podrá lidiar con esa desventaja. Yo creo firmemente que él logrará superar esa dificultad —exclamó Hilda con seguridad.

    Cilan la vio con una sonrisa por esa confianza mutua que se tienen ambos.

    —Tienes razón. Ash podrá encontrar la solución en este combate.

    Trip se preparó para sacar a su cuarto Pokémon.

    —Es momento de demostrar tu poder. ¡Sal Gurdurr!

    De pronto apareció un Pokémon de cuerpo robusto a la vez que sostenía un pesado fierro de construcción en una de sus brazos.

    —¿Gurdurr? —Ash de nuevo volvió a sacar su Pokédex.

    "Gurdurr, el Pokémon musculoso. Sus músculos están tan desarrollados que no se inmuta aunque lo ataquen varios luchadores".

    —Parece que será complicado este Pokémon, así que tendré que atacarlo usando la velocidad de Snivy —entonces decidió continuar con la batalla—. Snivy usa Hoja Aguda.

    —No dejes que ataque. ¡Contraataca con tu Ultrapuño!

    Gurdurr enseguida soltó su fierro de construcción con facilidad, yéndose a una gran velocidad para aceptarle un tremendo puñetazo con su mano. Snivy salió volando por el impacto hasta chocar con la pared del establecimiento, dejándola debilitada.

    —Snivy, regresa, te agradezco por tu gran esfuerzo en tu primer combate —sonrió Ash mirando la pokébola, entonces dirigió sus ojos a su compañero eléctrico—. Pikachu, es momento de luchar con todo por el esfuerzo de nuestros amigos.

    Pikachu afirmó con un "pika" a sus palabras, dirigiéndose al campo de batalla por sus compañeros caídos en la pelea.

    —Gurdurr usa ahora Corpulencia —ordenó Trip, aprovechando la distancia que se encontraba el Pokémon de Ash.

    El Pokémon lucha dejó su fierro al suelo mientras fortalecía sus músculos, aumentando tanto su ataque y defensa.

    —Pikachu usa Ataque Rápido.

    —¿Por qué Ash usaría ataque rápido sabiendo que el Pokémon de Trip aumentó su defensa? —se preguntó Cilan, intrigado, pero se sorprendió tras ver a Hilda muy tranquila en su asiento—. Ya no te veo preocupada, Hilda. ¿Qué es lo que ocurre?

    —Verás Cilan... Cuando Pikachu combatió con el Snivy de Trip por un momento creí que perdería, pero sé muy bien que Ash planea algo con ese ataque. Aunque supongo que sería mejor si lo vieras por tus propios ojos —comentó ella sin despegar su vista. Cilan siguió su consejo y también miró el combate para comprobarlo.

    —Prepárate para usar Golpe Karate —ordenó Trip, Gurdurr ya tenía listo su ataque y solo esperó la llegada del ratón eléctrico.

    Ash sonrió bajo —¡Ahora Pikachu! ¡Salta y luego usa Rayo!

    —¡No puede ser! —gritó Trip, viendo la inesperada escena.

    Pikachu saltó evadiendo el ataque mientras recargaba su poder en sus mejillas.

    —Ya sabía yo que estaba planeado esto —una sonrisa se dibujó en los labios de Hilda.

    —Ahora lo entiendo. Ash usó el ataque rápido no para atacar, sino para acercarse lo más posible al Pokémon de Trip y darle un ataque sorpresa. ¡Simplemente brillante como un plato bien limpio, listo para usarse en la mesa! —Cilan estuvo maravillado por esa original idea del entrenador.

    Pikachu soltó una gran descarga de electricidad, impactando directamente a Gurdurr, quien lo recibió y consiguió paralizar gracias a su efecto secundario.

    —Ahora tu Pokémon se encuentra paralizado, Trip —mencionó Ash.

    En eso Trip se mostró tranquila ante aquella situación.

    —Sabes algo Ash... Te agradezco por causarle un problema de estado, ya que ahora lo volviste más fuerte que antes. Solo míralo —señaló a Gurdurr, que parecía más feroz mientras sus músculos aumentaban de tamaño—. Mi Pokémon tiene de habilidad Agallas. Supongo que es momento de atacar, ¡Gurdurr usa Golpe Karate!

    El Pokémon lucha a pesar de la parálisis se movió para golpear a Pikachu.

    —Contraataca con cola de hierro —ordenó Ash, mientras su compañero eléctrico hacia resplandecer su cola de un color plateado.

    Ambos ataques chocaron entre sí, pero la fuerza de Gurdurr fue tan brutal que lo derribó, tirando a Pikachu al suelo de forma brusca.

    —"Pikachu no podrá con el poder de Gurdurr" —pensó Ash, luego notó como el Pokémon de Trip no podía moverse—. Es mi oportunidad. ¡Pikachu utiliza Bola Voltio!

    —Gurdurr, esquívalo —le ordenó, pero al final fue en vano—. ¡Maldición!

    El roedor eléctrico reunió energía desde la punta de su cola, lanzándolo hacia un indefenso Gurdurr que lo recibió de frente, ocasionándole mucho daño gracias a la potencia recibida por la diferencia en velocidad entre ambos Pokémon.

    Pikachu estaba jadeando debido al cansancio de su último ataque, tratando de quedarse de pie para no perder el conocimiento. Esto no pasó desapercibido para Ash.

    —"Parece que Pikachu no podrá seguir por más tiempo, ahora lo que tengo que hacer es seguir atacando a larga distancia para evitar los golpes cercanos de Gurdurr" —analizó con cuidado la situación, preparándose para realizar su plan—. ¡Pikachu, vuelve a usar Bola Voltio!

    —¡No lo harás! ¡Gurdurr usa Ultrapuño! —gritó un desesperado Trip.

    Gurdurr se movió soltando su fierro, corriendo lo más que podía hacia Pikachu. En cambio el roedor eléctrico no se movió de su sitio, esperando a que llegara a una distancia prudente para atacar. Cuando ambos Pokémon se encontraron se dieron con su respectivo movimiento, provocando un choque que produjo una pequeña explosión junto con una cortina de humo. Silencio absoluto hubo en el campo de batalla, hasta que se disolvió revelando tanto a Pikachu como Gurdurr debilitados.

    —¡El combate lo gana Trip por tener todavía un Pokémon! —declaró Don George, levantando su brazo en el lado de Trip como el vencedor.

    —Gurdurr has dado un buen combate. Descansa —Trip enseguida lo guardó en su pokébola, viendo luego como Ash se acercaba a su Pokémon.

    —Lo has hecho muy bien, amigo. Aunque perdimos está vez, todavía nos haremos más fuertes en nuestro viaje —lo ánimo con una sonrisa sincera, sosteniéndolo entre sus brazos. Repentinamente se dio cuenta que Trip se iba a marchar—. ¡Oye Trip! Espera.

    El entrenador de cabello castaño se detuvo, volteando su mirada hacia Ash.

    —¿Qué es lo que quieres? El combate ya acabó.

    —Solo quería decirte que fue un gran combate, en serio has mejorado mucho desde que tuvimos nuestro primer encuentro —le explico contento, pero su rival mostró indiferencia.

    —No, aún me falta mucho para volverme más fuerte. En este combate por un momento me desespere cuando creí que Gurdurr perdería, además que combatí con tus Pokémon que la mayoría eran solo pre-evolución —la voz de Trip sonó deprimente—. Si tus Pokémon hubieran evolucionado, es más seguro que tú hubieras ganado. Yo tengo que superar mis límites si quiero vencer a esa persona cuando me lo encuentre cara a cara —se puso a recordar a un hombre mayor—. Está vez podría decirse que estamos en un empate, pero a la próxima no permitiré que debilites a mis Pokémon.

    Con esa declaración, Trip salió del lugar con un nuevo objetivo en mente: vencer a Ash Ketchum para poder enfrentarse a su mayor inspiración, Alder, el Campeón de Unova.

    —Parece que Trip puede ser un poco modesto cuando dice lo que siente —dijo Hilda, acercándose junto a Cilan—. Bueno, después de todo es Trip de quien hablamos.

    —Es cierto —apoyó el conocedor Pokémon, alzando su dedo índice—. Aunque perdiste este combate no quiere decir que sea el fin, al contrario, será una magistral delicia hecha con los mejores ingredientes para tus Pokémon. Pero, para que lo entiendas más fácil, lo que quise decir es que has logrado sacar el mayor potencial de tus Pokémon.

    —Supongo que tienes razón, Cilan —esbozó su característica sonrisa—. Fue increíble el combate, pero lo más importante es disfrutar de ello.

    —Muchacho —llamó Don George—. Tu batalla con Trip fue sorprendente, espero que algún día te animes a participar en nuestros próximos eventos.

    —No se preocupe. Lo tomaré en cuenta —dijo con gran optimismo.

    —Chicos. Creo que es momento de irnos al centro Pokémon, ya falta poco para que anochezca —sugirió Cilan, observando el reloj colgado en la pared.

    En eso Hilda, quien tenía las mochilas de sus dos compañeros, pasó a entregarles. Luego de salir del establecimiento, los tres pudieron notar el atardecer.

    —¡Vamos al centro Pokémon! —gritó un emocionado Ash, empezando a correr a la par con su nuevo grupo.

    -O-O-O-O-O-

    La caminata duró apenas unos treinta minutos aproximados, llegando por fin al centro Pokémon antes del anochecer. Ash se acercó a la recepción donde se encontraba la enfermara Joy y le entregó a sus Pokémon para su completa recuperación, mientras este se dirigía al comedor donde Cilan lo esperaba con la comida hecha.

    —Cilan, tu comida es deliciosa —exclamó el entrenador muy alegre, comiendo con rapidez.

    —Es un gusto que lo disfrutes luego de esa gran hazaña que hiciste hoy —mencionó cordialmente el conocedor Pokémon.

    En eso Ash se percató de la ausencia de su compañera castaña.

    —¿Dónde está Hilda?

    —Ah... Ella me dijo que vendría después, tengo que suponer que se encuentra ocupada.

    —Ya veo —de pronto se levantó de su sitio una vez que finalizó de comer—. ¡Bien! Ahora que he comido lo suficiente será mejor que me prepare mañana para hacer fuertes a mis Pokémon, realmente muero por volver a enfrentarme a Trip de nuevo.

    En el cuarto de huéspedes, Hilda se hallaba en el baño, respectivamente en la ducha. La entrenadora ansiaba por asear su cuerpo desde la tarde, todavía no se acostumbraba a viajar y dormir en los bosques, pero era un pequeño paso para lograr su objetivo de participar en la Liga Unova.

    —Qué bien... Ya necesitaba una ducha para poder relajarme —exclamó para sí misma, sintiendo el agua fría caer sobre su juvenil cuerpo.

    Sin embargo, justo en la parte de afuera del baño donde se encontraba la cesta en el cual ella dejó su ropa de viaje, se oyó un leve sonido junto con una leve vibración.

    "Bip Bip Bip Bip"

    El videomisor de pronto se detuvo, cortándose enseguida la llamada. Luego el aparato de comunicación mostró el nombre de quien hizo la llamada hace pocos minutos, y en la pantalla decía: "Llamada pérdida de Bel".

    Está historia continuará...

    Notas del Autor:

    Antes de acabar, agradezco a @J.Nathan Spears por su opinión en cada capítulo y claro la corrección de mis errores, pues estoy mejorando en la escritura para manejar las emociones y las acciones de los personajes. Bueno, comenten que les pareció. Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 20 Enero 2019
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    J.Nathan Spears

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    Rayos, soy el único que te comenta... Creo que necesitas hacerle "publicidad" a tu fanfiction. Facebook suele servir xD

    Sobre el episodio debo decir que esta vez la batalla te ha quedado bien pulida n_n. Y por supuesto, INFINITAMENTE mejor que lo que mostró el animé... fue buena jugada ver que casi todos los Pokémon de Trip están evolucionados pero aún así no lograron sacarle una ventaja TAN marcada a Ash. Y bueno, me gustó ver a Hilda lanzándole un insulto ninja a Trip para luego sacarle la lengua n__n. En el fondo es una niña :V

    No opinaré del papel que tuvo el Tepig de Ash en esta pelea, pero agradezco el que no le hayas hecho caer en depre n_nU. Solo me limitaré a eso...

    Y bueno, Trip a la final es mucho menos pesado y más estoico con su meta... ya veremos a quién quiere superar este chiquillo xD. A ver qué sucede en el futuro

    Por último, me intriga la llamada perdida que Bel le hizo a Hilda. Uh, espero el siguiente episodio con más ganas... pero al mismo tiempo, quiero que salga muy pulido, por lo que si te demoras, no hay problema (y aparte tengo otros pendientes qué leer xD)

    Ah, y por cierto, Pidove quedó "debilitada", no "debilitaba" :B

    Byeeee~
     
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    Emilion

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    Pokémon Sagas: Negro y Blanco
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    He vuelto con la continuación de está historia interesante de la temporada de Blanco y Negro. Bueno, sin decir nada más ¡comencemos!

    Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

    Capítulo 20: Amigas y rivales

    Era un nuevo día en pueblo Luxuria, en el centro Pokémon, Ash y compañía desayunaban tranquilos para luego de eso emprender de vuelta su camino a la siguiente ciudad en donde ambos entrenadores conseguirían su segunda medalla de gimnasio.

    —¡Bien, chicos! Ya estamos listos para continuar con nuestro viaje —exclamó Cilan, preparando sus cosas mientras sus dos compañeros se iban por la puerta de salida.

    —Es increíble el día que tuve ayer —decía Ash para sí mismo, repentinamente pudo observar a su compañera que estaba muy pensativa—. ¿Qué es lo que ocurre, Hilda?

    —¿Ah? —reaccionó ella a su llamado, mirándolo a los ojos. Eso la puso nerviosa debido a la cercanía del chico—. No es nada Ash. Tan solo estuve meditando lo que me dijo Trip.

    —Te refieres a conseguir más Pokémon. ¿Cierto? —dedujo.

    —Sí... —ella colocó ambos brazos detrás de su espalda y mirando el cielo azul—. He decidido que ya es hora de que hoy capture a mi primer Pokémon —sonrió—. ¡Y me esforzaré mucho hasta lograrlo!

    —¡Ese es el optimismo, Hilda! —el entrenador apretó su mano derecha con emoción.

    —Gracias Ash. Me esforzaré en conseguirlo, incluso ya siento que mi nuevo compañero Pokémon me estará esperando en ese bosque.

    —Ya estoy listo —avisó Cilan.

    Entonces el grupo partió del centro Pokémon hacia su nuevo destino donde iniciarían con su aventura en la región de Unova.

    -O-O-O-O-O-

    Adentrándose en el extenso bosque. Hilda estaba decidida en atrapar a su primer Pokémon. Pasando dos horas aproximadas se encontraron con un pequeño Dwebble que tenía serios problemas con otros Pokémon de su misma especie, en donde le quitaron su roca que se había convertido en su hogar. Tras ayudarlo a volverse más fuerte, siendo Cilan el que tuvo gran participación en el arduo entrenamiento, pudo al fin derrotar a los demás Dwebble y recuperar su valiosa roca.

    Ya para cuando el grupo decidió marcharse de ahí, el pequeño Dwebble quiso acompañarlos en su viaje, escogiendo al conocedor Pokémon como su entrenador. Cilan aceptó su oferta y lo capturó, ahora formando parte de su equipo, luego de eso retomaron su camino.

    —¡¡No puedo creer que Cilan ahora tenga un nuevo Pokémon!! —exclamó Hilda en un grito desanimado—. Todavía no ha aparecido ningún Pokémon desde la interrupción con el grupo de Dwebble —suspiró—. Y ya ha pasado cuatro horas que seguimos en el bosque.

    —Pues, yo creo que encontrarás a tu Pokémon en este lugar —Ash la alentó junto con Pikachu—. Recuerdo que yo también demore mucho en capturar a mi primer Pokémon y, para serte sincero, logre capturarlo la segunda vez que entre en el bosque.

    —Ash está en lo cierto —secundo Cilan—. Además fue por decisión misma de Dwebble en querer ser mi Pokémon.

    Hilda sonrió ante la pequeña ayuda de sus dos compañeros.

    —De acuerdo —dio una leve risilla—. Incluso creo poder encontrar a mi primer Pokémon mientras me siento por un rato —mencionó algo cansada, observando una extraña figura marrón cerca de un árbol—. Esa roca puede servirme para descansar un rato.

    Cuando la entrenadora se dispuso a sentarse, aquella roca comenzó a sacudirse violentamente, asustando a la castaña que enseguida se levantó.

    —¿Qué es lo que ocurre?

    De pronto la "roca" se empezó a desenterrar saliendo un Pokémon con apariencia de cocodrilo, curiosamente este llevaba puesto unos lentes oscuros.

    —¿Qué es ese Pokémon? —Hilda sacó su Pokédex.

    "Sandile, el Pokémon desierdrilo. Vive en las arenas desérticas, donde las altas temperaturas de la misma evitan que su cuerpo se enfríe".

    —¡Un Sandile! —se dijo emocionada, mientras el Pokémon la veía muy enojado por interrumpir su agradable sueño—. ¡Bien, he decidido capturarte!​

    Pero cuando quiso sacar su Poké Ball, Sandile de forma astuta comenzó a cavar en el suelo lanzándole la tierra directo a Hilda y ensuciándola en el proceso hasta que logró huir.

    —A eso le llamo tener un escape de emergencia —dijo Cilan, observando la fallida captura de su compañera, que ahora tenía en su cara y ropa gran suciedad debido a la tierra lanzada.

    —Vaya momento penoso que ha tenido Hilda. ¿No lo crees, Pikachu? —Ash tenía una gota en la sien, a la vez que su Pokémon eléctrico sonreía nerviosamente.

    —¡Aaaaaah! —gritó la castaña con furia, asustando a su grupo. Fue entonces que sacudió su ropa para quitarse la tierra que llevaba encima—. ¡Esto es muy humillante para una entrenadora Pokémon como yo!

    —Déjame ayudarte con eso. ¡Sal Oshawott! —el entrenador liberó a su Pokémon de agua, quien esperaba su orden—. Oshawott utiliza chorro de agua en la cara de Hilda para limpiarla de la suciedad.

    El Pokémon nutria captó sus palabras y con emoción disparó su movimiento, pero éste se encontraba tan entusiasmado que, además de su rostro, también lanzó su ataque en toda la ropa de la entrenadora. Cuando acabó, ella se encontraba ahora limpia y a la vez mojada.

    —Gracias por la ayuda, Oshawott —dijo la castaña con sarcasmo.

    El Pokémon se encontró satisfecho de haber cumplido con su trabajo, golpeando su concha marina con su orgullo e ignorando las palabras dichas por la chica.

    —Oshawott, vuelve — Ash lo regresó a su pokébola, pasando a mirarla muy apenado—. Lamento mucho lo que hizo Oshawott con tu ropa.

    —No te preocupes, Ash —ella le dedicó una media sonrisa, exprimiendo su casaca—. Por lo menos no tengo que volver a lavarme. Aunque primero tengo que secar mi ropa.

    —Ésta vez, deja que yo me encargue en este pequeño apuro —Cilan se apresuró en sacar de su mochila un aparato electrónico—. Esta secadora funciona con una batería adentro, a lo cual podrá ayudarte a secarte más rápido.

    —¡Eso es fantástico, Cilan! Muchas gracias.

    Hilda tomó el aparato y luego de unos diez minutos estuvo seca y limpia.

    —Veo que resultó todo un éxito —exclamó satisfecho el conocedor.

    —Fue genial lo que hiciste, Cilan —Ash se mostró alegre junto a Pikachu.

    Hilda dio un suspiro de alivio, colocándose su gorra y su mochila.

    —Supongo que nada malo podrá ocurrirme para que algo me haga ensuciar de nuevo la ropa —justo cuando dijo esas palabras, el piso comenzó a temblar de repente.

    —Me pregunto que será ese temblor —se dijo a sí mismo Cilan, observando en el sentido contrario del camino y pudiendo notar una extraña silueta.

    —Parece ser un Pokémon que va corriendo a toda prisa —mencionó Ash, viendo el mismo lado que su compañero peliverde. Luego se volteó para mirar a su compañera—. Oye Hilda. Esto podría ser tu oportunidad para capturar a ese Pokémon.

    —Esa forma de correr y dejar polvo a su paso, solo puede significar una cosa —de pronto su cara se puso pálida—. Yo y mi gran bocota al decir que nada malo ocurriría.

    Cuando Hilda miró que se acercaba a ellos en una rápida persecución se ocultó detrás de un árbol cercano. Justo en ese momento, Ash y Cilan se dieron cuenta que el causante de aquellos temblores era una persona que se encontraba a pocos centímetros de su posición.

    —¡Ustedes! ¡Salgan del camino! —gritó aquella persona en un tono de advertencia, pero fue muy tarde cuando chocó con ambos y enseguida cayeron justo en un pequeño charco.

    —¿Qué fue lo que nos embistió? —se preguntó Cilan, aturdido, y levantándose al mismo tiempo que Ash y Pikachu lo hacían.

    En eso Ash miró muy enojado a la persona que lo había chocado. Aquella persona resultó ser una chica de cabello corto y rubio, vistiendo una falda muy larga que le llegaba hasta los pies, una camiseta anaranjada, ojos de un color esmeralda y una gran boina de color verde en la cabeza.

    —¡Oye tú! —le señaló con el dedo a la muchacha que andaba algo desorientada—. ¡Deberías fijarte bien por donde vas!

    —¡¡Ah!! —la joven lanzó un gritillo del susto, comenzando a agachar y levantar la cabeza en modo de disculpas—. ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Realmente lo siento mucho! No era mi intención hacerles eso, debido a que estaba distraída buscando a mi amiga junto con un chico.

    Ash se sintió incómodo por haberla asustado de esa forma.

    —Está bien. No es para tanto que te disculpes muchas veces.

    —Bueno, ahora que te disculpaste como es debido. Dijiste que buscabas a tu amiga junto con un chico, ¿cierto? —Cilan la observó de forma amigable—. Por cierto... ¿Cómo te llamas, jovencita?

    —Mi nombre es Bel, y provengo de pueblo Arcilla —se presentó ella, mostrándoles a ambos su licencia de entrenador—. Soy una entrenadora Pokémon, y estoy buscando a mi amiga que se fue antes que yo a su viaje junto con un chico de aspecto gracioso. La profesora Encina me encargó un mandado especial para entregárselos cuando los viera.

    —Así que viniste por un encargo de la profesora Encina —dijo Ash, ella asintió—. Tal vez podamos ayudarte si nos dices la información de las personas que buscas.

    De pronto a Bel le empezó a brillar los ojos, acercándose y tomando sin permiso las manos del entrenador de Kanto.

    —¡Te lo agradezco mucho! —le respondió muy emocionada, prosiguiendo a describir su aspecto—. La profesora me dijo que el chico que debo buscar es... A ver... ¿Cómo era su nombre...? Esto... Era... Era... —clavó su mirada nerviosa en ambos chicos y luego soltó una pequeña risita—. Creo que ya me olvidé su nombre.

    Tanto Ash y Cilan cayeron al suelo de forma cómica debido a su obvia respuesta.

    —Si no recuerdas al chico que debías entregarle, por lo menos podrías decirnos como es tu amiga —habló Cilan, colocando un pañuelo en su frente.

    —¡Es una excelente sugerencia! —Bel se expresó contenta por su grandiosa idea, empezando a recordar—. Pues mi amiga tiene mi misma edad, cabello largo y de un hermoso color castaño, ojos azules claros. ¡Oh sí! Además que también lleva puesto una ropa muy provocativa.

    —¿Tiene el pelo largo y castaño? —dijo Cilan, colocando una mano en su mentón.

    —Se me hace conocida —mencionó Ash.

    —Tal vez se debe porque soy yo.

    Hilda que estuvo oculta en el árbol por buen tiempo decidió al fin salir y mostrarse.

    —Es bueno volverte a ver, Bel —le dijo con una sonrisa algo forzada.

    —¡Hilda! —gritó emocionada, yendo corriendo a toda prisa hasta su amiga para abrazarla.

    —Bel... —acercó sus labios justo a su oído—. Con que ropa muy provocativa, ¿eh?

    —Lo siento —dijo entre risas, soltándose del abrazo.

    —Es un gusto conocer a la amiga de Hilda. Mi nombre es Cilan, y le acompaño en su viaje por toda la región —el peliverde se presentó de forma cordial.

    —Mi nombre es Ash Ketchum, y vengo de pueblo Paleta en la región de Kanto. Y este es mi querido compañero, Pikachu.

    —Es un gusto conocerlos —de pronto miró asombrada al Pokémon eléctrico que estaba en el hombro del entrenador. Pikachu se sintió incómodo por la cercanía de la chica—. ¡Es un Pikachu! ¡Wow! ¡Es la primera vez que veo uno en la región! —en eso reaccionó de sorpresa—. Un momento... ¡Ya me acordé! Yo estaba buscando a un chico llamado Ash. La profesora Encina me dijo que era el único entrenador que llevaba a un Pikachu.

    —¿Así que estabas buscándome? Y, ¿qué fue lo que te encargo la profesora Encina?

    Bel enseguida mostró al grupo su gran bolso y luego metió su mano adentro.

    —Déjame buscarlo... Vamos a ver... Ahh, acá debe estar... —comenzó a impacientarse mientras movía su mano de un lado a otro, fue entonces que pudo hallarlo—. ¡Ajá! ¡Acá está! Dos porta medallas que me encargo la profesora.

    Cuando Bel les entregó a ambos las porta medallas no tardaron en darse cuenta que estaba lleno de polvo.

    —Bel. Esta porta medalla se encuentra sucia —suspiró con pesadez—. No me digas que aún no mantienes limpio tus cosas personales.

    Ante el reclamo de la amiga, Bel tan solo sonrió apenada.

    —Me encontraba un poco apurada en casa y no tuve tiempo para limpiar mi bolso.

    —Por mí está bien. Yo puedo limpiarlo —dijo Ash.

    De repente una misteriosa sombra cogió la porta medalla del entrenador.

    —¿Eh? ¿A dónde ha ido mi porta medalla?

    —¡Por ahí, Ash! —avisó Cilan, señalando en la copa de un árbol a un pequeño Pokémon que tenía en su boca dicho objeto.

    —¡¡Un Minccino!! —exclamaron ambas chicas emocionadas por la preciosidad y ternura del Pokémon.

    —Así que es un Minccino —en eso Ash sacó su Pokédex.

    "Minccino, el Pokémon chinchilla. Le encanta la limpieza y usa su cola a modo de escoba, se pasa el día limpiando".

    Una vez que Ash guardó su Pokédex, este se acercó hasta el árbol donde se encontraba el Pokémon.

    —Oye Minccino. Devuélveme enseguida mi porta medallas.

    —No te preocupes por tu porta medallas, Ash. Yo me encargo de esto —dijo Bel con total confianza y guiñándole el ojo mientras sacaba algo de su bolso—. Ah... ¿Dónde estás...? ¡Ya te encontré! —sacó rápidamente una sucia pokébola y entonces la lanzó como si fuera una pelota de beisbol—. ¡Sal Pignite!

    El Pokémon de tipo fuego soltó un gruñido al salir.

    —¡Vaya, Bel! Veo que has hecho evolucionar a tu Tepig —dijo Hilda, sacando de su bolsillo su Pokédex.

    "Pignite, el Pokémon cerdo fuego, y la forma evolucionada de Tepig. Cuando las llamas de su interior se avivan, aumenta su velocidad y agilidad, emite humo si está en peligro".

    —Tú también lograste evolucionar a tu Pokémon inicial —mencionó con algo de envidia, su amiga logró lo mismo que Trip—. ¿Cómo lo hiciste, Bel?

    —Fue muy fácil —sonriendo, le mostró un dulce que sacó de su bolso—. Le di un montón de estos dulces a mi Tepig y ¡poof! Evolucionó repentinamente. Además se volvió muy fuerte y aprendió nuevos movimientos.

    —¡Eso es un caramelo raro! Con esto, tu Pokémon se fortalece sin llevar entrenamiento alguno.

    —No me gustaría interrumpir su conversación, pero Minccino aún tiene mi porta medallas —habló Ash, fastidiado.

    —¡Es verdad! —reaccionó Bel, mirando a su Pokémon—. Pignite utiliza Nitrocarga.

    Pignite empezó a trotar sus piernas con rapidez, cubriendo con fuego todo su cuerpo, luego de recargarse salió corriendo en dirección hacia donde estaba Minccino. El Pokémon normal dejó la porta medallas en una rama y bajó con agilidad del árbol, para entonces evadir el ataque de su oponente con facilidad.

    —¡Ah! ¡Fallé! —exclamó enojada, haciendo un berrinche que hasta su Pokémon la imitaba.

    —"Aunque Bel tenga a su Pokémon evolucionado, todavía no puede controlar sus rabietas cuando no le sale algo bien, pero me sorprende que hasta Pignite le siga la corriente. Entonces lo que me dijeron en la academia era cierto. Los Pokémon son el mero reflejo de su propio entrenador" —pensó Hilda con una gota en la sien.

    —Ahh... Pignite usa de nuevo Nitrocarga.

    Pignite volvió a repetir su ataque, pero de repente Minccino se le acercó demasiado y comenzó a hacerle cosquillas, causando que soltara grandes carcajadas a la vez que se bajaba su ataque y su defensa.

    —¡¿Ah?! Pignite, vuelve —Bel lo regresó a su pokébola, luego miró con tristeza al chico de la gorra—. Lo siento mucho, Ash.

    —No te preocupes, Bel. Es momento de que me haga cargo de este problema —cuando iba a sacar su Poké Ball, inesperadamente salió Oshawott.

    Oshawott, acercándose a su entrenador, le dijo que se iba a encargar del asunto. Ash no tuvo de otra que dejarlo luchar por esta vez.

    —¡Wow! Es la primera vez que veo a un Pokémon que se sale de su pokébola por su voluntad —dijo Bel, emocionada.

    —Oshawott usa chorro de agua.

    Oshawott soltó gran cantidad de agua por su boca hacia Minccino, que lo esquivo con una gran velocidad mientras se acercaba a su oponente para contraatacar.

    Ash se percató que Minccino iba a usar el mismo movimiento como lo hizo con Pignite.

    —Oshawott esquívalo y usa Concha Filo.

    En un rápido movimiento, Oshawott evadió a su adversario y aprovechando la cercanía entre ambos le lanzó su ataque con mucha fuerza, ocasionando que Minccino sufriera un gran daño.

    —Oshawott usa de nuevo Concha Filo.

    Minccino se encontraba acorralado por Oshawott que tenía listo su ataque. En un momento de desesperación, enrolló sus orejas y dio un potente grito, que aturdió a todos los presentes.

    —Eso es Vozarrón —dijo Hilda, tapando sus oídos.

    Aprovechando que el grupo no podía reaccionar. Minccino, llevándose consigo el porta medallas de Ash, saltó entre los árboles hasta desaparecer del lugar.

    —¡No puede ser! Minccino se escapó —exclamó Ash, desanimado.

    De pronto Hilda se le acercó y le dio una sonrisa lleno de seguridad.

    —Yo me encargaré de recuperar tu porta medallas, Ash. Incluso pienso capturar a Minccino.

    —¡Eh! No es justo, Hilda. Yo la vi primero —reclamó Bel.

    —Pero si tú has fallado en capturarlo.

    —Y porque mejor no compiten —propuso Cilan.

    —¡Me parece justo! —dijeron ambas al unísono.

    —Me esforzaré en conseguir a Minccino.

    —Y-yo también me esforzaré en atraparlo.

    Fueron las palabras de Hilda y Bel respectivamente, para entonces darse un apretón de manos y decir de forma sincronizada:

    —¡Que gane la mejor!

    Ash que observó el repentino concurso que se hicieron ambas chicas, no pudo ocultar su sorpresa por haberse olvidado algo importante.

    —¿Acaso se olvidaron que deben recuperar mi porta medallas? —se preguntó con una gota en la sien, viendo a Pikachu que rascaba su oreja con una de sus patas.

    En la mente de ambas entrenadoras tan solo tenía una cosa bien clara como objetivo.

    —"Sea como sea conseguiré a mi primer Pokémon".

    Esta historia continuará...

    Notas del Autor:

    Y bueno hasta aquí con el capítulo de hoy, ahora con la introducción de Bel (Bianca) la historia tendrá dosis de comedia con las ocurrencias de la chica. Ahora cada personaje hará su aparición en el viaje del grupo, pero que papel tendrán, solo el futuro lo sabe, comenten que les pareció el capítulo. Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 3 Febrero 2019
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    J.Nathan Spears

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    ¿Eh? ¿Otra trainer más con un Pokémon de la línea de Tepig? Ya es demasiado... de por sí, en el animé tuvimos que aguantarnos que tanto Ash, como Bel, como otro trainer pendejo y antipático tuviera ese Pokémon... ¿Por qué no darle a Bel otro Pokémon parecido como un Darumakka? (después de todo, podría ser la cría del Darmanitan de su padre) O incluso darle un Cyndaquil... entiendo que se pretenda respetar la contraparte Animé, pero igual, la repetición de Pokémon entre ciertos entrenadores tan cercanos me parece algo que es digno de cambiarse/arreglarse a como diese lugar.

    Bueno, dejando eso de lado, el episodio estuvo bastante bien... todo bonito n_n. No detecté fallos ortográficos ni de redacción, pero algo llamó mi atención o_o

    La frase en sí no está mal escrita, pero creo que cuando menos Ash jamás la diría así... él diría algo como "¡Así se habla, Hilda!" y lo acompañaría con "¡A eso llamo yo optimismo!"... o bien solo un "¡Tú puedes, Hilda!"

    En fin, ahora a esperar el siguiente episodio... a ver si sucede tal cual en la contraparte Animé :V jejejeje...

    Nos vemos xP
     
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  7.  
    Emilion

    Emilion ¡Adoro escribir con mis parejas favoritas!

    Aries
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    Regresando con un nuevo capítulo de Pokémon Sagas, espero que lo disfruten.

    Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

    Capítulo 21: ¡El primer Pokémon de Hilda es...!

    —Ahora solo debo encontrar a Minccino de su escondite. ¿Pero cómo? —se puso a meditar Hilda hasta que recordó los datos de la Pokédex—. ¡Claro! A Minccino le encanta limpiar, así vendrá cuando vea un objeto sucio.

    —¡Impresionante análisis, Hilda! —felicitó Bel con brillo en los ojos—. Entonces solo debemos tener un objeto sucio para que venga, ¿cierto?

    —Es obvio que sí. Y por esto tengo ¡esto! —mostró su porta medallas que le había entregado su amiga hace unos minutos—. Tengo que agradecerte por haberlo dejarlo sucio en tu desordenado bolso, Bel.

    —No sé si sentirme halagada o apenada —contestó ella con un ligero rubor.

    —¡Oigan, chicas! —llamó Ash, que estaba de brazos cruzados junto con Pikachu y Oshawott—. Podrían ya recuperar mi porta medallas. Recuerden que el día no dura para siempre.

    Bel hizo caso omiso a las palabras del entrenador de Kanto y se acercó muy alegre donde estaba el conocedor Pokémon.

    —Disculpa Cilan. ¿Tienes un objeto reluciente?

    —¡Claro! —en eso sacó de su mochila una cuchara que ante los ojos de todos parecía ordinario y simple—. Esta cuchara fue importada de una región muy lejana donde aprecian mucho la moda. Es muy valioso para mí.

    De repente la joven entrenadora de cabellera rubia le arrebató dicha cuchara que estaba en su mano.

    —¡Ah, gracias! Esto me servida —dijo toda emocionada, enterrando la cuchara en la polvorienta tierra una y otra vez—. ¡Bien! Ahora ya tengo algo sucio para atraer a Minccino.

    —¡¡Mi cuchara!! —gritó horrorizado el mesero peliverde.

    —Vaya, esto jamás me lo espere —mencionó Ash con una gota en la frente.

    Luego de aquel momento penoso y lamentable para Cilan. Las chicas empezaron con su competencia por atrapar al Pokémon normal, creando respectivamente un ingenioso plan para su captura.

    —"Así que a eso le llaman un plan ingenioso" —pensó con inquietud Ash.

    El plan de Bel consistía en colocar la cuchara sucia de Cilan encima de una olla que también pertenecía a la misma persona mientras era sostenido por una pequeña y delgada rama como soporte del peso.

    Por otro lado, Hilda colocó su propia porta medallas en el suelo a la vez que una gruesa soga se encontraba a su alrededor y estaba atada arriba de un árbol donde la misma entrenadora lo agarraba.

    —"Al menos es original a cómo yo lo hice en mis tiempos como novato" —y se puso a recordar con nostalgia su intento fallido por atrapar un Pidgey.

    Durante el tiempo que esperaban la llegada del Pokémon chinchilla.

    Hilda se encontraba entusiasmada de conseguirlo mientras estaba detrás de un árbol. En cambio Bel comenzó a bostezar del aburrimiento estando oculta en los arbustos.

    —Ya ha pasado una hora desde que ellas estuvieron esperando la llegada de Minccino, y aún este no hizo presencia alguna —dijo Cilan que estaba oculto al lado de Ash—. Espero que sea pronto porque quiero recuperar cuanto antes mi maravillosa cuchara.

    —Estoy hambriento... —se quejó el entrenador, su Pokémon eléctrico estaba igual.

    Pero en ese preciso momento el arbusto se sacudió de repente haciendo aparición Minccino, que veía de manera determinada e hipnotizada la porta medallas de Hilda. El Pokémon se acercó de forma cautelosa y observo la soga alrededor del objeto, a lo cual empezó a reírse internamente. Fingiendo en no haber notado la obvia trampa de la entrenadora caminó hasta el centro y cogió la porta medallas.

    —¡Ya te tengo! —exclamó Hilda con una sonrisa para luego tirar fuerte de la soga. Sin embargo, Minccino en una ágil maniobra dio un gran salto y llevando consigo el objeto se subió con rapidez al árbol—. ¡No puede ser...! He fallado.

    —Vaya manera de huir —Cilan, impresionado, se quedó mirando la astucia del Pokémon.

    —Perfecto. Ahora debemos recuperar dos porta medallas —exclamó desanimado el entrenador, observando ahora a su última opción—. Solo nos queda esperar a que Bel logre recuperar nuestras porta-medallas... Otra vez...

    Tras el fallido plan de Hilda, ella se reunió con sus compañeros para esperar a que la trampa de su amiga funcionada. Luego de unos diez minutos Minccino apareció. El Pokémon se acercó a donde se encontraba la cuchara, sintiéndose extrañado por la peculiar trampa de la rubia, así que fingiendo inocencia avanzó hasta la cuchara y entrar por debajo de la olla.

    —¡¡Ya te tengo Minccino!! —Bel tiró de la pequeña soga haciendo que la rama cayera y la olla encerrada al Pokémon—. ¡¡Yupi!! Lo capture por fin.

    —¡La trampa de Bel ha funcionado! —exclamó Hilda con asombro por su éxito.

    Pero, entonces, Ash tocó el hombro de su amiga para que siguiera viendo.

    —Yo no estaría tan seguro de ello.

    Todo el grupo observo con impresión como Minccino, estando aún en la olla, escapo llevándose ambos objetos.

    —¡Noooooooo! ¡Mi cuchara y mi olla! —Cilan entró en pánico.

    —No se vale —refunfuño Bel, inflando sus mejillas—. Tan solo debiste haberte llevado la cuchara y no la olla. Esto no es un dos por uno.

    Los tres cayeron al suelo de forma cómica debido a su comentario.

    —¡Bel! Ahora no es momento para decir esas cosas, debemos recuperar enseguida nuestras cosas hurtadas —reclamó Hilda—. Tenemos que aprovechar que lleva puesto la olla y le dificulta su visión y velocidad.

    —Tienes razón, Hilda. ¡No es momento para rendirse!

    Siguiendo el rastro de Minccino, los chicos pudieron encontrar su escondite, ahí pudieron visualizar sus pertenencias siendo limpiadas por el Pokémon.

    —No cabe duda de que le gusta limpiar —dijo Hilda.

    —¡Con más razón lo quiero en mi equipo! Me serviría de mucho con el desorden de mi bolso —secundo Bel que, sin darse cuenta, alarmó a Minccino.

    —Gracias Bel, ahora ya nos descubrió —Ash la miró molesto.

    —Lo siento mucho.

    Sin perder tiempo de que el Pokémon vuelva a escapar, Ash salió del escondite y sacó con prisa de su cinturón una de sus pokébolas.

    —Yo me encargare de esto. Snivy, yo te...

    —¡¡Espera!! —gritaron ambas entrenadoras, deteniendo la acción del chico de la gorra.

    Tanto Hilda como Bel se acercaron al entrenador con su pokébola en la mano.

    —Deja que me encargue de esto, Ash —dijo Hilda—. Es mi oportunidad de atraparlo.

    —Es verdad. Nosotros nos encargaremos de resolver esto, tú solo debes esperar —Bel apretó sus manos junto con una mirada decidida—. Vamos a recuperar sus cosas.

    —Ah, está bien. Encárguense de capturar a Minccino —entonces Ash guardo su Poké Ball y regresó con Cilan.

    —¡Sal Tepig!

    —Tú igual, ¡Pignite!

    En el momento que lanzaron sus Poké Balls, ambos Pokémon iniciales y de tipo fuego salieron listos para la batalla.

    —¡Wow! No sabía que también habías elegido a Tepig.

    —Pues, estamos igual —Hilda estuvo igual de emocionada que su amiga—. Para mí fue una gran coincidencia que escogiéramos al mismo inicial, y...

    —¡Chicas! —interrumpió Ash—. No se distraigan y capturen de inmediato a Minccino, porque ya quiero tener de vuelta mi porta medallas antes que anochezca.

    Ambas estuvieron avergonzadas por su distracción y diciendo "Está bien", continuaron con su labor de atrapar al pequeño Pokémon.

    ¡Tepig usa embestida!

    ¡Pignite usa Nitrocarga!
    Los dos Pokémon de fuego se acercaron a atacar a Minccino que estaba acorralado, pero usando su astucia este se cubrió con la olla de Cilan. Un fuerte choque hubo en la zona. No obstante, Minccino salió totalmente ileso de cualquier daño, mas no fue lo mismo con la olla que se encontró destruido.

    —¡¡Noooooo, mi olla!!

    —Qué mal... Fallamos en nuestro ataque combinado, aunque ahora ya no tiene con qué protegerse —dijo Bel con frustración, omitiendo el pobre lamento de Cilan.

    —Es nuestra oportunidad, Bel —avisó Hilda—. Tepig usa de nuevo embestida.

    —¡Sí! Pignite usa otra vez Nitrocarga.

    Volviendo a usar su mismo movimiento, Minccino con gran agilidad se colocó frente a Pignite, y haciendo su ataque de cosquillas logró que el Pokémon cerdo soltada unas carcajadas.

    —¡No de nuevo! —exclamó la rubia con sumo terror.

    —Tepig usa Ascuas y libera a Pignite de Minccino.

    Tepig lanzó su ataque ígneo hacia su objetivo, justo cuando Minccino se retiró mientras Pignite recibía el daño. Eso ocasiono que Minccino se burlara de ambas chicas y Pokémon.

    —Es suficiente de juegos, Minccino —Hilda frunció el ceño, cansada de sus bromas pesadas—. Tepig usa Ascuas.

    En eso Minccino evadió el ataque de Tepig, luego este se le acercó de forma peligrosa y lo contraatacó con doble bofetón.

    —¡Pignite usa Derribo y ayuda a Tepig!

    Cuando Minccino observo la llegada de Pignite, rápidamente salto a la copa del árbol cercano, siendo testigo de cómo Pignite no pudo frenar a tiempo su ataque y acabó chocando con Tepig.

    —¡Bel! Deberías haberle ordenado que se detenga —reclamó la castaña de ojos azules.

    —Lo siento mucho —le respondió muy apenada.

    —Que interesante... —Cilan puso una mano en su mentón—. Tanto entrenadora como Pokémon comparten algunas similitudes en su comportamiento.

    —Es momento de acabar con esto. Tepig usa Ascuas.

    —Pignite ataca ahora con Lanzallamas.

    Pero antes de preparar sus ataques ígneos, Minccino se les adelantó, enrollando sus orejas e inhalando aire hizo soltar su poderoso vozarrón. El fuerte grito provocó que ambos Pokémon no pudieran lanzar su ataque, recibiendo gran daño que terminaron debilitados.

    —¡¡Nooooooo!! —exclamaron ambas al unísono por su derrota.

    —Tal parece que si acabo el combate, pero no como ellas lo tenían planeado —mencionó Cilan, dibujando una sonrisa nerviosa.

    Ash tan solo dio un largo suspiro desanimado.

    —A este paso no voy a poder conseguir mi porta medallas.

    —No puedo creer que de nuevo he fallado —Hilda cayó al suelo vencida.

    —Yo aún no me voy a dar por vencida. Por aquí debo tener algo que me sirva —Bel comenzó a rebuscar enseguida su bolso—. ¡Acá está! Ay no, me equivoque. Solo es una pokébola vacía.

    De repente Minccino tras observar el objeto sucio, por instinto se le acercó para limpiar la esfera. Subiéndose al hombro de Bel comenzó su labor, frotando la Poké Ball con su cola hasta que de pronto lo activó, capturándose a sí mismo mientras la pokébola se agitaba hasta que se detuvo, dando la señal de que Minccino fue capturado.

    —¡Siiiiii! ¡Ya tengo a Minccino! —celebró la rubia de ojos esmeraldas.

    —Díganme que esto es una cruel broma —dijo Hilda sin poder creerse lo que acaba de ocurrir hace pocos momentos—. Todavía no puedo aceptar que Bel haya capturado a Minccino de esa forma tan rara y peculiar.

    —Bueno, lo importante es que la competencia ya terminó —explicó Ash con normalidad, pues tenía la buena costumbre de que la mayoría de sus Pokémon fueran capturados por su propia voluntad. Caminó hasta llegar al lugar donde Minccino escondió sus objetos—. Increíble. Sí que lo debo bien limpio. Aquí tienes tu porta medallas, Hilda.

    —Ahh... Gracias, Ash.

    —No te preocupes. Ya habrá tiempo y ocasión para capturar a tu primer Pokémon.

    —Tienes razón —cambió su expresión decaída por una optimista—. Me alegro que Bel haya capturado a Minccino. Felicitaciones.

    —Muchas gracias, Hilda —le agradeció muy contenta a la vez que acariciaba su pokébola.

    —¡Al menos trata de limpiarlo primero!

    En eso Ash y Cilan se rieron por la ocurrencia de ambas chicas de pueblo Arcilla.

    Luego de la captura de Minccino, Bel decidió retar a Ash a un combate Pokémon, batalla que no duro mucho tiempo, dándole la victoria al entrenador de Kanto. Fue entonces que Hilda le reveló de los múltiples logros de Ash, provocando que Bel se quejara por haber perdido de forma humillante contra alguien que viajo por cuatro distintas regiones.

    Y así había llegado el momento de la despedida.

    —¿Estás segura de no querer acompañarnos? —preguntó Hilda—. Ambas somos entrenadoras novatas y podríamos apoyarnos mutuamente en nuestro viaje.

    —Te agradezco por la amable invitación, Hilda, pero he decidido por ahora viajar sola para conocer toda Unova —explicó Bel con amabilidad—. Siempre me has ayudado mucho durante nuestra época como estudiantes, y es por eso que quiero esforzarme por mí misma.

    —Lo comprendo. Entonces te deseo un buen viaje.

    —Gracias.

    —Ha sido un gusto verte, Bel —habló Ash—. Si vas a conseguir las ocho medallas de gimnasio eso significara que nos volveremos a ver de nuevo.

    —Yo espero que nuestros caminos nos vuelvan a reencontrar pronto, joven Bel —añadió Cilan con elegancia y cortesía—. Y no te preocupes por mi cuchara, Minccino me lo dejo como nuevo. Sobre la olla, pues me volveré a comprar una nueva.

    —Lo mismo digo. Fue agradable conocerlos, chicos —contestó muy alegre. De repente recordó algo importante—. Ah, cierto. ¡Ash, la profesora Encina me dijo que puedes guardar a tus Pokémon en su laboratorio cuando superes el límite de seis!

    —Gracias por el aviso.

    —Descuida ha sido un placer ayudar —en eso mostró una mirada retadora—. Además quiero luchar no solamente con Hilda, sino también contigo Ash.

    —Me parece bien, Bel. Solo espero que no vuelvas a hacer un berrinche por derrotarte de nuevo.

    —¡Ya no lo volveré a hacer! —le gritó muy avergonzada—. Bueno, ya me retiro, chicos. Adiós.

    Pero antes de que la muchacha se fuera corriendo, la voz de Hilda detuvo su andar.

    —Espera un momento, Bel. Quiero hablarte de algo sumamente importante —luego pasó a ver a sus dos compañeros—. Chicos, ¿podrían esperarme un rato?

    —Está bien, pero no vayas a demorar mucho.

    —Ash y yo nos vamos adelantando.

    De esta forma ambos se alejaron para darles un poco de privacidad.

    —Y... ¿Qué quieres decirme, Hilda? —le preguntó curiosa.

    —Recuerdas la noche que prometimos ir juntas al laboratorio de la profesora Encina.

    —¡Claro que me acuerdo! Incluso recuerdo que lo hicimos con el único propósito de llegar temprano y así poder humillar al arrogante de Trip.

    —Si lo recuerdas, entonces, ¿por qué no viniste al laboratorio ese mismo día? La profesora Encina me dijo hace cuatro días que no vendrías a recoger a tu primer Pokémon.

    —Ah, bueno... —comenzó a ponerse nerviosa ante el interrogatorio de su amiga, hasta que se le ocurrió algo—. Es que... Es que me quede dormida, y por eso tuve que posponerlo para el siguiente día.

    —Así que era eso —respiró aliviada—. Deberías dormir más temprano la próxima vez.

    —Lo tendré en cuenta —le sonrió—. Nos vemos luego, Hilda.

    —Sí, nos vemos.

    Cuando Hilda se despidió. Bel ya se encontraba corriendo a una gran velocidad en el sentido contrario, levantando mucho polvo a su paso.

    —Como siempre tan apurada —dijo la castaña con una sonrisa, yéndose hacia la dirección donde se encontraba sus compañeros.

    En el mismo bosque, Bel se detuvo con brusquedad en el camino mientras trataba de recuperar el aliento luego de la carrera que hizo.

    —Ah... Lo siento, Hilda. Yo... no tuve el valor suficiente para decirte el verdadero motivo por el cual no pude asistir al laboratorio en aquel día.

    De pronto comenzó a sonar su videomisor, que viendo de quién se trataba, su mirada se volvió apagada y prefirió no contestar la llamada.

    El aparato electrónico le informó de tener cuarenta llamadas perdidas de la misma persona.

    —Aún no puedes dejarme en paz, papá.

    -O-O-O-O-O-

    El sol empezó a atardecer mostrando el cielo de un color anaranjado, y el grupo se detuvo a descansar luego de haber recorrido el bosque por dos horas aproximados.

    —Chicos, alisten las cosas, ahora voy a preparar la cena —dijo Cilan.

    —¡Qué bien! Ya me moría de hambre —Ash dejo su mochila en el suelo mientras Pikachu bajaba de su hombro.

    —Es verdad. Ha sido una gran caminata —apoyó Hilda, viendo una roca cerca de su posición—. Será mejor que descanse un poco.

    En el momento que la entrenadora se sentó en la "roca", este se movió de repente, levantándose asustada.

    —¡Un momento...! Siento que ya he visto esa misma roca en otro lugar.

    Entonces de la tierra salió un Sandile de lentes oscuros, que tras reconocer a la misma chica se enfadó mucho por volver a interrumpir de su agradable sueño.

    Sandile.gif

    —Otra vez nos volvemos a ver, Sandile —sus ojos zafiros brillaron con intensidad—. No creas que me he olvidado de lo que me hiciste esa mañana.

    —¡Hilda, esta puede ser tu oportunidad de capturarlo! —indicó Ash, alentándola. Pikachu lo hizo de igual forma.

    En eso Hilda con decisión sacó una pokébola de su bolsillo.

    —Es hora de atraparte, Sandile —y lo lanzó—. ¡Sal Tepig!

    El Pokémon de fuego hizo aparición soltando humo de su hocico.

    Sandile, cansado de escapar, decidió confrontar a Tepig cavando bajo tierra.

    —Así que usando Excavar, ¿eh? —ella ideó una rápida estrategia—. Tepig utiliza Rastreo para localizar el paradero de Sandile, luego usa Ascuas.

    Tepig comenzó a olfatear el aroma de Sandile en toda el área, hasta que lo encontró saliendo del suelo cerca de su posición, pero este lo esquivo a las justas. Fue entonces que le lanzó una fuerte corriente de fuego que le hizo mucho daño.

    Sandile a pesar del daño recibido uso mordisco, lastimando a Tepig.

    —Tepig, ¿estás bien? —le preguntó, su Pokémon le asintió—. Bien, ahora usa embestida.

    Tepig embistió a Sandile, pero este a pesar del golpe todavía podía luchar, y así que volvió a ocultarse en la tierra.

    —Ese Sandile es realmente muy resistente —admiró su increíble potencial, pasando a mirar a su compañero Pokémon—. Tepig, espera a que ataque y entonces usas Ascuas.

    Luego de un corto tiempo. Sandile salió por detrás de Tepig usando mordisco, pero Tepig logró esquivarlo a tiempo para enseguida recargar su ataque de fuego y lanzarlo con mayor potencia, ocasionando que Sandile se debilitada.

    —¡Es tu oportunidad! —gritó Ash, entusiasmado.

    Enseguida Hilda lanzó su Poké Ball al inconsciente Sandile, atrapándolo, luego empezó a moverse de un lado a otro hasta que sonó el aviso de su captura.

    Ash junto a Pikachu se acercaron muy emocionados a donde estaba la castaña.

    —Bien hecho, Hilda. ¡Has capturado a Sandile!

    —Al fin... ¡Al fin tengo a mi primer Pokémon capturado! —recogió su pokébola y se puso a celebrar su primer avance como entrenadora, llegando hasta su agotado compañero—. Gracias por tu gran esfuerzo, Tepig.

    El Pokémon cerdo gruño de felicidad por su entrenadora.

    —Creo que es momento de reunirnos con Cilan para que vea tu logro. Además, tus Pokémon necesitan ser curados por el daño que recibieron durante la pelea.

    —Tienes razón —dijo ella, aceptando su recomendación. Entonces pasó a verlo a los ojos y dibujó una media sonrisa—. Gracias Ash. Gracias a ti pude atrapar a mi primer Pokémon.

    Sin embargo, Ash negó con la cabeza.

    —Te equivocas, Hilda. Fue por tu propio esfuerzo y la de tu Pokémon. Yo solo te alenté a no rendirte y seguir intentándolo, porque de los errores se aprende.

    —Aun así te lo agradezco —insistió—. Es momento de mostrar al grupo mi nuevo Pokémon.

    Y, de esa forma, ambos entrenadores se dirigieron hacia su compañero faltante donde tiempo después le reveló a todo el grupo al nuevo integrante en el equipo de Hilda.

    Esta historia continuará...

    Notas del Autor:

    Hola gente aquí Emilion con el nuevo capítulo de este fic, renovado de su versión original. Este capítulo le he puesto muy cómico ahora que ocurrida en su viaje del grupo, habrá más sorpresas, pues bien, eso se descubrirá en el futuro, comenten que les pareció. Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 4 Febrero 2019
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    J.Nathan Spears

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    Bueno, en verdad el episodio sí fue bastante cómico... pero es irónico, puesto que al parecer pusiste más seriedad en tu escritura. ¿Por qué lo digo? Pues porque esta vez no detecté yerros ortográficos ni de narración OwO

    Eso sí, no sé si me gusta el detalle de que Sandile a la final se haya quedado con Hilda... pero supongo que ella podrá entrenarlo muy bien xP.

    Ahora solo queda esperar a que Hilda consiga su primera medalla, creo :L... ¡Ánimo a todos!

    Sobre todo me parece algo exquisito que narraras cómo se sintió Cilan cuando le jodieron su cucharita y le rompieron su olla -w-U... jejeje, pobrecillo.

    A esperar el siguiente episodio... y que decidas pasarte por otro de mis escritos xD

    Adiosito -w-
     
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    Emilion

    Emilion ¡Adoro escribir con mis parejas favoritas!

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    Continuando con la historia, les dejó con más emoción de Pokémon Sagas.

    Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

    Capítulo 22: ¡Ash e Hilda se convierten en profesores!

    Luego de la primera captura Pokémon de Hilda, nuestros héroes siguen su camino rumbo en la ruta 3 donde los espera su próxima medalla de gimnasio.

    —Ya falta poco para llegar a ciudad Nacrene —dijo Cilan, observando su mapa.

    Ash se sintió entusiasmado de escucharlo.

    —¡Eso significa que falta poco para nuestro siguiente reto! —en eso observó a su compañera de al lado, quien sostenía muy sonriente su pokébola—. Veo que sigues emocionada por haber atrapado a Sandile.

    Pikachu diciendo un simple "Pika", estuvo de acuerdo con las palabras de su entrenador.

    —Es normal que esté emocionada por haber conseguido su primer Pokémon en su estado salvaje —explicó el conocedor Pokémon, elevando su dedo índice—. Eso claramente significa la futura unión que crecerá en ambos durante el transcurso de nuestro viaje.

    —Eso parece —habló con una voz nostálgica, recordando a su querido y pequeño compañero Caterpie—. Recuerdo que yo también estuve muy feliz luego de capturar a mi primer Pokémon en el bosque Verde.

    De pronto en su camino vieron a lo lejos a un grupo de niños del preescolar que estaban reunidos en una casa muy particular.

    —¿Qué es lo que ocurre? —se preguntó el entrenador de ojos cafés.

    —¿Ah? —fue la reacción de Hilda al volver a la realidad—. Hum... Al parecer creo que es una clase de turismo escolar —dedujo con la mirada.

    —Pues, según en el mapa, acá se encuentra una guardería Pokémon.

    Ash, sin pensárselo dos veces, corrió hasta el grupo de niños para averiguar lo que ocurría.

    —¡Espéranos Ash! —Hilda también fue a su alcance siendo seguida por Cilan.

    Cuando estuvieron cerca de la conocida guardería Pokémon, ahí pudieron notar que los infantes estaban reclamando cerca de la puerta principal a una persona mayor.

    —Profesora Daniela, no puede cancelar la exploración de la cueva Manantial —habló uno de los niños.

    —Entiendan, niños, tengo que ayudar a la directora de la guardería. Por eso les dije que ese recorrido estaba cancelado temporalmente —dijo la mujer conocida como Daniela, quien poseía una larga cabellera castaña y ojos color zafiro.

    1200px-Daniela.png

    Lamentablemente, los niños no quisieron comprender su motivo y volvieron a reclamar.

    —Veo que tiene problemas, señorita —dijo Cilan con una expresión cordial, a su atrás estuvieron Ash e Hilda.

    —¿Quiénes son ustedes?

    En eso el grupo decidió presentarse ante la profesora y niños.

    —Soy Ash Ketchum de pueblo Paleta, ubicado en Kanto, y este es mi querido amigo Pikachu.

    —Y yo soy Hilda, entrenadora Pokémon y vengo de pueblo Arcilla.

    —Mi nombre es Cilan, proveniente de ciudad Striaton, y líder de gimnasio de la misma ciudad —hizo una reverencia—. Es un gusto conocerla.

    —El gusto es mío. Mi nombre es Daniela, y soy la profesora de esta guardería. Además me encargo de cuidar y enseñar a los niños sobre los Pokémon —fijó su mirada en los menores—. Niños, saluden.

    Los niños gritaron con energía y al unísono un gran "¡Hola!".

    —Disculpe, pero ¿qué es lo que ocurre exactamente? —se preguntó Ash.

    —Verás... Lo que ocurre es que a mis alumnos los iba a llevar mañana a explorar la cueva Manantial que se encuentra en el Noroeste de la ruta 3. Pero desafortunadamente tuve un contratiempo en el cuidado de los huevos Pokémon de aquellos entrenadores que vendrán a recogerlos en el mismo día de la exploración —suspiró, muy desanimada—. Por ese motivo no podré llevarlos a esa cueva donde iba a enseñarles el comportamiento y estilo de la vida salvaje de los Pokémon.

    —Ese sí es un gran problema —comentó el joven mesero.

    En eso Hilda levantó su mano derecha para llamar la atención de todos.

    —Yo puedo ofrecerme como guía de los niños —sugirió.

    —¡Es una excelente idea, Hilda! —apoyó Cilan—. Después de todo has estado estudiando como alumna en la academia Pokémon de tu pueblo natal.

    —Es muy amable de tu parte, pero ocurre un problema —Daniela notó un lado negativa en su propuesta—. No creo que puedas cuidar tú sola a un grupo de niños, y más siendo en una zona peligrosa donde se encuentra muchos Pokémon salvajes.

    —Yo puede ofrecerme como el protector del grupo.

    Todos voltearon de forma sincronizada ante las palabras dichas por Ash.

    —Puedo ayudar a Hilda en el cuidado de los niños mientras ella les enseña. Así usted puede encargarse de sus asuntos en la guardería.

    —Si ese es el caso, entonces puedo dejarles a cargo el cuidado de mis alumnos.

    Al escuchar la aceptación, los niños festejaron muy alegres.

    —Gracias Ash.

    —No fue nada, Hilda —le dedicó una sonrisa amistosa—. Se me hace interesante investigar primero ese lugar antes de irnos a ciudad Nacrene.

    —Es cierto. Este pequeño recorrido nos puede enseñar más sobre las zonas que habitan los Pokémon —de pronto se puso a recordar su pasado—. De alguna forma, me recuerda un poco a mí cuando tenía su misma edad.

    —¡¿En serio?! —se asombró—. A mí también me hizo recordar mucho cuando salía a investigar el bosque cerca de mi pueblo, incluso me acuerdo que asistí a un campamento dirigido por el mismísimo profesor Oak.

    —¡Wow! Ash, ¿y cómo fue ese campamento, de qué trató? —preguntó, curiosa.

    Pero antes de que Ash hablara sobre aquello, la voz de Cilan se hizo presente en ambos.

    —¡Bien, chicos! Ahora que se arregló el asunto, deberíamos buscar una posada cercana para pasar la noche.

    —Si necesitan hospedaje pueden quedarse en la guardería, hay cuartos para visitantes —dijo Daniela—. Es lo mínimo que puedo hacer por su gentil ayuda.

    De esa forma el grupo se quedó por este día en la guardería. Llegada la noche, Ash e Hilda se quedaron escuchando atentamente cada palabra que Daniela les decía respecto a la exploración de mañana.

    —¿Entendieron lo que deben hacer? —preguntó la mujer tras acabar su explicación.

    —Sí, he entendido todo —respondió Hilda con seguridad.

    —Igual yo — secundo Ash, un poco nervioso por solo entender un poco.

    En eso apareció Cilan dejando la comida en la mesa.

    —Acá les traigo un delicioso platillo hecho para este momento ocasional de la noche.

    Ambas chicas quedaron fascinadas por lo elegante y sabroso que se veía la comida. En cambio Ash y Pikachu solo querían comerlo, saborearlo, y llenarse sus estómagos.

    Tiempo después... El trío se dirigía a un cuarto grande donde Daniela les indicó, en su interior había cinco camas separadas.

    —Mañana será un gran día —se expresó Hilda, ya cambiada con su ropa de dormir y echándose a su cama.

    —Estoy emocionado —Ash miraba el techo junto a Pikachu—. Me agrada ver como los niños aprenden de la vida fabulosa de los Pokémon.

    —Estoy seguro que lo harán bien, muchachos.

    —Ahora que lo dices... Cilan, ¿qué harás mañana? —preguntó la joven entrenadora.

    —¡Es verdad! ¿Qué harás en ese día, Cilan?

    —No se preocupen por eso. Yo iré a apoyar a Daniela en su trabajo con la guardería.

    —Menos mal —Hilda se cubrió entre las sabanas—. Buenas noches, chicos.

    Sus dos compañeros también hicieron lo mismo para acto seguido tratar de dormirse.

    "Al día siguiente"

    —¡Estoy lista!

    Hilda salió al exterior ya cambiada con su ropa habitual de aventura mientras Ash recién salía de la puerta quitándose la venda donde fue lastimado en el incidente con el equipo Plasma en el jardín Ensueño.

    —Parece que ya estoy mejor del brazo —entonces comenzó a agitarlo sin sentir dolor alguno—. Bien, ahora puedo moverme sin ninguna dificultad.

    —Me alegro que haya sanado tu herida —su voz sonó, aliviada y tranquila.

    —Ya es momento de que se vayan. Los niños vinieron para comenzar con el recorrido —avisó Cilan desde la puerta.

    En la puerta principal de la guardería se encontraba los niños preparados con sus mochilas.

    ¡¡Buenos días, profesor Ash y profesora Hilda!!

    —¿Eh, p-profesora? —exclamó la castaña en un tono de sorpresa y vergüenza.

    —Hum... Profesor no suena tan mal.

    En eso Daniela se acercó a sus alumnos.

    —Escuchen, niños. Sigan en cada momento las órdenes de Ash e Hilda, ¿de acuerdo?

    Los niños asistieron con la cabeza a la indicación de su profesora, entonces Ash como si fuera el líder del grupo decidió dar por comienzo la exploración escolar.

    —¡En marcha, niños!

    "En la zona Este de la ruta 3"

    —¿Cuánto falta para llegar a ciudad Nacrene? —preguntó un sujeto con una extraña vestimenta medieval.

    —Todavía falta un buen tramo para llegar —le respondió otro de igual vestimenta, fastidiado por la prisa de su compañero.

    En eso un hombre de avanzada edad y con una vestimenta distinta al resto del grupo se detuvo en medio del camino, los demás hicieron lo mismo.

    —Ya lo saben... Debemos ir a por nuestro objetivo que nos ha encargado el mismo Ghetsis, ¿lo comprenden?

    ¡Sí! ¡Oh, gran sabio Asura!

    —Señor Asura —llamó uno del grupo—. Hay demasiado gente reunida en esa guardería, tal parece que vienen a llevarse los huevos Pokémon. Tenemos que impedir que eso ocurra, el señor N no permitiría que esos Pokémon recién nacidos sean obligados a luchar.

    —Tienes mucha razón. El señor N jamás permitiría que nuevas vidas sean esclavizadas por aquellas personas llamadas entrenadores Pokémon, debemos hacer que liberen a sus Pokémon mostrándoles nuestros ideales —Asura miró a su grupo que consistía en veinte personas—. La mitad del grupo, ustedes vayan a encargarse de la guardería, incluso pueden usar la fuerza si se oponen a nuestro pedido. El resto nos dirigiremos a ciudad Nacrene para seguir con el plan original de Ghetsis, ¿de acuerdo?

    —¡Sí, señor! —exclamaron sus subordinados.

    Cerca de su ubicación actual, el equipo Rocket había escuchado desde los arbustos toda la charla de aquel grupo tanto en la principal como la secundaria.

    —Así que quieren hacer una jugada inesperada, ¿eh? —habló Meowth—. ¿Qué deberíamos hacer nosotros al respecto?

    —Por ahora, tenemos que seguir al grupo que va en dirección a ciudad Nacrene —contestó James—. Nuestra misión es interferir los planes importantes del equipo Plasma.

    —Es verdad —apoyó Jessie—. Sería una pérdida de tiempo ir persiguiendo al otro grupo que va a robar en la guardería, solo para terminar liberando a los Pokémon.

    —En ese caso, vayamos a seguir a nuestro objetivo principal.

    Con la decisión final del Pokémon felino, el trío se fue en dirección del primer grupo.

    Pero, sin que el equipo Rocket se percatara, hubo alguien que escuchó toda su conversación mientras salía de su escondite.

    —Qué interesante... Tenemos intrusos en la región de Unova, pero quién diría que el equipo Rocket estuviera interfiriendo en los planes del equipo Plasma —dijo con voz relajada y tranquila, aquella persona se encontraba encapuchada mientras observaba a lo lejos la guardería con mucha atención—. No sería tan malo si investigo ese lugar por un rato —su voz cambió a una emocionada—. Tal vez con suerte pueda encontrarme con los dos elegidos del legendario dragón blanco.

    Esta historia continuará...

    Notas del Autor:

    Hola gente, aquí Emilion con un nuevo capítulo de este fic. La trama comienza a ponerse complicada para nuestros héroes y con sorpresas en el recorrido. Comenten que les pareció el capítulo. Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 5 Febrero 2019
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    J.Nathan Spears

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    Vaya, se me hizo corto... o__o

    No, tranquilo, no me quejo de la longitud. Es que lo leí bastante rápido xD

    Pero bueno, sigues teniendo buena escritura, ya que no noté fallos ortográficos, fallos de redacción ni tampoco redundancias :V.

    Como sea, la trama avanza bien, aunque pensé por un momento que Ash terminaría reclamando por el posible "retraso" en su viaje como entrenador. Pero luego recordé que es un tipo curioso que disfruta de las experiencias nuevas y se me pasa n__nU.

    Y a ver qué papel toma el gran sabio Blau... me despierta curiosidad el qué hará ese jodido viejo y su "ejército libertador" xP. Jajajaja... ah, y el Team Rocket, a ver qué hacen esos pendejos también

    Espero conti n__n. Mucha suerte, mano
     
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    Emilion

    Emilion ¡Adoro escribir con mis parejas favoritas!

    Aries
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    Aclaración: Pokémon no me pertenece, es de "Satoshi Tajiri y Pokémon Company". Solo me encargo de crear la historia de mi fanfic sin lucros comerciales.

    Capítulo 23: La confrontación del equipo Plasma

    El grupo de niños junto con ambos entrenadores se hallaban explorando el bosque con mucha cautela, intentando evitar a toda costa a los Pokémon salvajes.

    —Muy bien, niños. El hábitat de un Pokémon depende de la zona donde más se adapte; por ejemplo: los Pokémon de tipo hielo se localizan en áreas frías y los Pokémon de tipo roca en cuevas —explicó Hilda.

    Una niña levantó la mano.

    —Profesora Hilda. ¿Tengo una pregunta?

    —Si María, ¿cuál es tu duda?

    —Me preguntaba sobre la diferencia en el género de un Pokémon.

    —¡Es fácil! Un Pokémon se diferencia del otro por su cambio de aspecto, aunque hay casos en el que no cambian en nada. Por eso puedes identificarlos gracias a... ¡esto! —y entonces les mostró a los menores su Pokédex—. La Pokédex te puede mostrar el género de un Pokémon por medio de su base de datos al capturarlo.

    —¡Wow, es muy impresionante!

    —Buen trabajo, profesora Hilda —dijo Ash en un tono burlón, avergonzándola.

    —Ya para con eso, Ash —luego miró el mapa—. Creo que ya falta poco para llegar a nuestro destino.

    —Menos mal. Hemos estado caminando por más de una hora, ¿verdad, Pikachu?

    El roedor eléctrico asintió a sus palabras con un "Pika pi".

    De pronto Hilda recordó la charla que tuvieron en el día anterior.

    —Oye, Ash. ¿Cómo fue ese campamento tuyo del que me hablaste? —sus ojos azules destellaron interés por ese tema—. Según recuerdo, nunca habías ido a una escuela o academia Pokémon. ¿Cómo fue ese lugar?

    —Pues, cuando era pequeño, mi madre me envió a un campamento que fue patrocinado por el profesor Oak. Siempre me emocionaba en descubrir nuevas cosas por eso me inscribió ahí, fue entonces que pude conocer a muchos Pokémon y también hice muchos amigos en el transcurso que duró el campamento —relató con cierta nostalgia, sin embargo hubo algunos recuerdos borrosos—. Eso es lo único que puedo recordar.

    —Impresionante. Es emocionante conocer cosas nuevas en cada día. Ese fue el propósito por el cuál comencé mi viaje como entrenadora —de pronto se oyó el gruñido del estómago de su amigo. Sonrió comprensiva—. Creo que ese prado sería un buen lugar para descansar y comer antes de irnos a la cueva Manantial.

    Cuando todos se dispusieron a acomodarse en el suave césped, sacaron de su respectiva mochila sus alimentos.

    —Ahora podemos comenzar a comer.

    —¡Qué bien! Ya me moría de hambre.

    —Eso es muy normal en ti —ella rió por la expresión hambrienta del entrenador—. ¡Niños! El descanso solo durará diez minutos, ¿de acuerdo?

    ¡Sí, profesora Hilda!

    —¡Ash! Ya te dije que dejes de llamarme así —reclamó con voz nerviosa y un gran sonrojo, siendo el motivo de las risas de los niños e incluso del mismo Ash.

    -O-O-O-O-O-

    En la guardería Pokémon. Los entrenadores ya estaban reunidos y estaban esperando su turno para recoger a sus Pokémon junto con los huevos.

    —Hay una gran cantidad de personas, y justo en la hora exacta —dijo un impresionado Cilan mientras cargaba unas pesadas canastas con pokébolas.

    —Es normal en los entrenadores Pokémon. Ellos se preparan para los retos de gimnasio y llegar hasta la Liga Unova —explicó una mujer de avanzada edad.

    —Mi abuela está en lo cierto —secundo Daniela, apareciendo por detrás de la mujer.

    —Tú debes de ser Cilan, ¿cierto? Mi nombre es Karena, y soy la directora de esta guardería —se presentó—. Estoy agradecida de que tú y tus amigos nos ayuden por este día tan complicado y tedioso.

    —Es un placer ayudar, señora Karena.

    "En las afueras de la guardería Pokémon"

    Los diez miembros del equipo Plasma se encontraba escondidos entre los árboles.

    —Llegó el momento de actuar —dijo uno de ellos.

    —Estamos listos —afirmó otro.

    A unos kilómetros de distancia, aquella persona encapuchado los veía con atención.

    —Al parecer ya va a comenzar la diversión. ¡Sal amigo! —en eso sujetó su pokébola, abriéndola salió un Oshawott—. Es momento de averiguar si están esos dos elegidos del que nos habló N. ¿Estás listo para la acción, colega? —su voz sonó emocionado, a lo cual su Pokémon asintió con la cabeza—. ¡En marcha!

    "En el interior de la guardería Pokémon"

    —¡Bien, entrenadores! Ya estamos listos para entregarles a sus Pokémon —informó Karena.

    —Que sea rápido, debo irme enseguida a la siguiente ciudad —dijo un chico con total impaciencia.

    Y así sucesivamente cada entrenador estuvo quejándose por la demora.

    —Veo que son un grupo muy apurado —se expresó Cilan, disgustado por el comportamiento poco maduro de esos entrenadores.

    —Es normal que se comporten de esa forma —dijo Daniela, trayendo consigo una canasta—. Los entrenadores solo buscan sacar la fuerza de un Pokémon, olvidando la importancia del afecto y el cariño.

    —No todos los entrenadores son así —corrigió el peliverde—. He logrado observar que algunos lo hacen por mera diversión. Es verdad que el entrenamiento es la base principal, sin embargo lo más importante es la compañía mutua entre entrenador y Pokémon.

    —Lo dices por Ash e Hilda, ¿verdad?

    —Exacto. Ellos son el claro ejemplo de que no todos los entrenadores son iguales.

    De pronto se oyó el sonido de las ventanas rompiéndose, saliendo de ellas unas botellas, que al quebrarse se esparció un extraño gas en toda la zona.

    —¿Qué es lo que ocu-...? —de repente Daniela cayó al suelo, inconsciente.

    —Esto es... cloroformo... —dijo Cilan, cayendo de igual forma.

    Tras dispersarse el gas en algunos minutos. El equipo Plasma entró al lugar que, sin perder tiempo, fueron directos hacías las canastas y se llevaron las Poké Balls en dos costales.

    —Hemos logrado obtener las pokébolas —avisó uno de ellos.

    —Será mejor irnos de aquí cuanto antes.

    —He encontrado un buen lugar para escondernos, cerca de aquí se encuentra una cueva —sugirió otro mientras dos de sus compañeros se llevaban los pesados costales.

    —Entonces, ¡vayámonos!

    Luego de un buen tiempo después. Las personas dormidas en la guardería comenzaron a levantarse del suelo, y entonces se oyó una voz que alarmó a todos los presentes.

    —¡No están las pokébolas! —fue la voz horrorizada de Daniela.

    Los entrenadores estuvieron impactados e indignados al escuchar que sus Pokémon ya no estaban, creándose un gran alboroto por lo que acaba de ocurrir.

    —Estoy seguro que fue la misma persona que usó el cloroformo —concluyó Cilan, revisando en sus bolsillos y descubrir que aún mantenía a sus Pokémon—. Parece que estuvo tan apurado que solo se llevó las pokébolas de la guardería.

    —¡Deben devolvernos a nuestros Pokémom! —reclamó uno de los entrenadores, y el resto le siguió la corriente.

    —¡Silencio! —el grito de Karena silenció momentáneamente a la ruidosa multitud—. Nosotros nos encargaremos de recuperar a sus Pokémon, así que mantengan la calma.

    —Solo vamos a esperar una hora, sino no traen de regreso a nuestro Pokémon tendremos que llamar a la oficial Jenny sobre este robo —advirtió uno de ellos. Fue entonces que los entrenadores abandonaron la guardería, dejando solos a los encargados.

    Karena, agotada y estresada, se sentó en una silla mientras pensaba en una solución.

    —Ahh... Menudo problema se ha armado.

    —¡¿Ahora cómo lo vamos a arreglar?! —preguntó una preocupada Daniela.

    —Sea quien sea la persona que se llevó a los Pokémon ya debe de estar muy lejos. Además, el único que puede localizar el rastro de ese sujeto es el Tepig de Hilda —comentó Cilan, derrotado por saber que ese ladrón se salió con la suya.

    Mientras ellos estaban angustiados por el asunto del robo. Cerca de la puerta principal, aquel encapuchado escuchó el asunto luego de haber sido testigo del asalto.

    —El equipo Plasma como siempre ocultando su lado oscuro, queriendo mantener su imagen de buenas personas en alto —exclamó con gracia—. Bien, es la hora de irnos. Ahora debemos hacer nuestra gran aparición en la cueva Manantial, Oshawott.

    El Pokémon nutria emitió un suave gruñido.

    —Ah, qué decepción. Esos dos elegidos no se encontraban en ese lugar, aunque... —dio un suspiro de aburrimiento—. Esos entrenadores ni merecen la pena tener a un Pokémon de compañero. Son realmente gente estúpida y ambiciosa que solo piensan en ganar triunfos que no lo merecen.

    Oshawott se subió a su cabeza luego de escuchar su queja.

    —Es verdad, colega. Nosotros tampoco somos unos chicos buenos —volvió a emocionarse—. Es momento de arruinar los planes del equipo Plasma. Lo siento, N, pero mi impulso es más fuerte que mi propia voluntad.

    -O-O-O-O-O-

    Luego de haber comido en el descanso. Ash e Hilda junto con los niños se adentraron a la cueva Manantial, aunque con un pequeño contratiempo a causa de que Ash se había vuelto a atragantar con la comida, siendo regañado por su compañera ante las constantes carcajadas de Pikachu y los niños por la ocurrencia del entrenador de cabello azabache.

    —Qué bueno que hemos llegado —dijo un aliviado Ash, fue entonces que oyó la risa de su compañero eléctrico—. Pikachu, ya deja de reírte de mi desgracia.

    —Niños, no se separen del grupo y sigan mis indicaciones, ¿de acuerdo?

    Los menores obedecieron a la orden hecha por Hilda, avanzando juntos. Se quedaron maravillados al contemplar a los Pokémon que habitaban ahí, ocultos de las personas que los observaban en ese momento.

    Ash se quedó al cuidado de los niños mientras Hilda les explicaba todo sobre la cueva. Luego de una larga caminata se encontraron con un pequeño lago.

    —Niños. Tomen fotografías del lugar antes de marcharnos.

    —Te veo muy emocionada, Hilda —Ash se le acercó.

    —No puedo evitarlo —sonrió—. Se siente genial enseñar a la próxima generación, incluso tal vez se vuelvan en el futuro grandes entrenadores.

    —Tienes razón. Eres muy buena enseñando, profesora —eso último provocó un leve sonrojo en la muchacha.

    —Sí, verdad. Pero, tú también eres bueno cuidando niños —le respondió de la misma forma, avergonzando un poco a su compañero que se rascó la cabeza.

    —Ambos lo hicimos bien.

    —Este día no pudo salir nada mal.

    Pikachu estuvo de acuerdo con el comentario de la chica de ojos zafiros.

    —Profesora Hilda, profesor Ash. Ya estamos listos para irnos —dijo la pequeña llamada María.

    —Bien. Es momento de partir —habló de forma positiva mientras el grupo emprendió su camino a la salida de la cueva.

    Cerca de la única entrada de la cueva. El equipo Plasma ingresó con los dos costales.

    —Estamos adentro. Sigamos —dijo el sujeto que lideraba al grupo.

    El encapuchado, oculto entre las hierbas, veía como ellos ingresaban.

    —Ya los encontré. Ahora debo entrar con mucha cautela y estilo —se decía a sí mismo, Oshawott no pudo evitar reírse por lo dicho.

    En el interior de la cueva. El grupo de niños junto con Ash e Hilda estaban casi llegando a la salida.

    —Ha salido bien el recorrido. Me pregunto, ¿cómo le habrá ido a Cilan en la guardería?

    —Yo solo espero que Cilan haya preparado algo delicioso.

    De repente se toparon con un grupo de extraña vestimenta, fue entonces que ambos entrenadores se percataron de quiénes eran.

    —¡Equipo Plasma! —dijeron al unísono mientras Pikachu se colocaba adelante y en posición de ataque.

    Aquel grupo se alarmó por ser reconocidos por esos dos chicos, ocultando los dos costales enseguida. Querían evitar cualquier sospecha que lo delatada.

    —Hola, jóvenes entrenadores. Nosotros solo estamos verificando la zona para ver cómo se encuentran los Pokémon.

    —Ash, ¿qué debemos hacer? —susurró Hilda, bajando su mano despacio hasta su bolsillo.

    —Debemos estar con la guardia en alto. Es obvio que están mintiendo, pero lo primero es mantener a salvo a los niños.

    —Tienes razón.

    Con ese acuerdo entre ambos, decidieron dejar en paz a aquella organización.

    —Está bien. Nosotros ya nos estábamos retirábamos —le respondió Ash con total naturalidad.

    —Gracias por su generosa ayuda hacia los Pokémon.

    Cada grupo caminó en el sentido contrario, todo estaba bien hasta que algo inesperado ocurrió. Un chorro de agua impactó en uno de los costales que sostenía uno de los miembros del equipo Plasma, revelando su contenido que cayó disperso en el suelo.

    —¡No puede ser...! ¡Recójanlo rápido!

    —¿Esas son... pokébolas? —la expresión de Hilda se volvió seria—. ¡En dónde han conseguido esas pokébolas, equipo Plasma!

    —¡Rayos! Ya nos descubrieron —fue entonces que el líder recurrió a su segunda alternativa—. Será mejor que se vayan, mocosos, si no quieren tener problemas.

    —Estaba en lo cierto. Ustedes ocultaban algo —Ash sacó una pokébola de su cinturón.

    En eso los diez miembros del equipo Plasma sacaron sus respectivas Poké Balls.

    —Así que ya lo sabías. ¡Un momento! Entonces, ustedes deben de ser los mismos mocosos que interfirieron en la captura del humo de los sueños.

    —Parece que tendremos que pelear de nuevo contra ellos. Sin embargo, ahora son demasiados a la última vez que nos enfrentamos —dijo Hilda con preocupación, viendo la manera de cómo poner a salvo a los niños.

    —¡Pikachu! —llamó el entrenador oriundo de Kanto—. Necesito que lleves a los niños hacia la salida de la cueva y los protejas hasta que nosotros volvamos —el roedor captó su orden—. Niños. Vayan saliendo de la cueva junto con Pikachu —dijo con tranquilidad, observando sus rostros asustados—. No se preocupen. Vamos a estar bien.

    Entonces los niños salieron a toda prisa de la cueva acompañados de Pikachu.

    —Veo que no harán caso a nuestra advertencia. Perfecto. Entonces, será a la mala.

    Una vez dicho esto. El equipo Plasma liberó a sus Pokémon; siendo cinco Patrat, cuatro Purrloin y un Pokémon desconocido.

    —¿Cuál es ese Pokémon? —Hilda sacó su Pokédex.

    "Heatmor, el Pokémon hormiguero. Absorbe aire por el orificio de su cola y consume llamas en su interior. Es enemigo acérrimo de los Durant. Usa su lengua de fuego para derretir la armadura de acero de los Durant y llegar así hasta su interior".

    —Ese Heatmor se ve que es muy fuerte. ¡Sal Tepig!

    —¡Snivy, yo te elijo!

    Tepig fue el primero en salir, lanzando un fuerte gruñido tras presenciar al equipo Plasma. En cambio Snivy miró con atención los trajes que llevaban puestos, provocando un sentimiento de odio al reconocerlos.

    —Entonces, así es la cosa... ¡Ataquen!

    Cada Pokémon empezó a lanzar sus respectivos movimientos hacia los dos iniciales de Unova. Sin embargo, Ash e Hilda estaban preparados para confrontarlos.

    —¡Snivy usa Lluevehojas!

    —Tepig usa Ascuas y quema el Lluevehojas!

    En un ataque sincronizado, ambos Pokémon hicieron fusionar sus movimientos creando una tormenta de hojas cubiertas de llamas que, al impactar el suelo, provocó que este ardiera.

    Los Pokémon del equipo Plasma se detuvieran en el proceso.

    —Así no tendremos problemas en pelear con todos al mismo tiempo —dijo una aliviada Hilda, pero su compañero mostró una expresión seria—. ¿Qué ocurre Ash?

    —No hay que bajar la guardia, Hilda. Recuerda que ellos no se detendrán por mucho tiempo, incluso esas personas son capaces de hacer cualquier cosa para cumplir con su objetivo.

    Hilda captó enseguida sus palabras, recordando el incidente en el jardín Ensueño.

    —Tienes razón.

    En el otro lado, los integrantes de equipo Plasma se quejaron por el muro de fuego que impedía el paso hacia los entrenadores.

    —¡Maldición! No podremos atacar con esas llamas interfiriendo el campo —habló uno de ellos.

    —¡Háganse a un lado! Yo me encargo de esas llamas —los soldados hicieron caso a sus palabras, mientras el líder se acercaba a la zona junto con su Pokémon—. Encárgate de eliminar todo ese fuego, Heatmor.

    En eso, Heatmor comenzó a absorber las llamas hasta desaparecerlo por completo.

    Ambos entrenadores junto con sus Pokémon se quedaron sorprendidos por lo que ocurrió con su escudo de fuego.

    —Niños tontos. No saben que mi Pokémon tiene la habilidad Absorbe Fuego —el sujeto rió con malicia—. Y lo mejor es que fortalece los ataques de fuego. ¡Ahora usa Onda Ígnea!

    —¡Esquiven! —gritaron al unísono, logrando que sus Pokémon lo evadieran a tiempo. No obstante, para sorpresa de ambos, el ataque también se dirigía a su posición, por lo cual tuvieron que separarse para evitarlo.

    —¡¿Estas bien, Hilda?! —preguntó Ash muy preocupada, viendo a su amiga estando en el suelo al igual que él.

    —Sí, estoy bien —respondió al instante—. Ellos... Ellos intentaron matarnos.

    —No crean que se salvaran por segunda vez —exclamó el líder, su Pokémon ya tenía recargado su ataque—. ¡De nuevo Onda Ígnea!

    En ese instante, Snivy y Tepig se dirigieron a defender a su respectivo entrenador, pero entonces fueron rodeados por los Pokémon del equipo Plasma.

    Ash sintiendo que este sería su final. De pronto, una pequeña sombra apareció enfrente de él, asombrándolo por reconocerlo perfectamente.

    —¿Oshawott?

    El Pokémon nutria lanzó un potente hidrobomba, anulando el ataque de Heatmor. Ash se levantó del suelo y se acercó hasta él.

    —Gracias, Oshawott —le agradeció pensando que era su Pokémon, pero después se dio cuenta que su pokébola no se había activado. Cuando estaba a punto de preguntar al Pokémon, recordó a su compañera de ojos azules—. ¡Hilda!

    Oshawott le llamó, señalando hacia otro lado donde se encontraba un misterioso encapuchado sosteniendo entre sus brazos el cuerpo de la entrenadora.

    —¿Quién es él?

    —Te encuentras bien, mi bella durmiente —dijo aquel encapuchado.

    Fue entonces que Hilda comenzó a abrir los ojos, viendo a ese desconocido cargándola.

    —¡Ah~! —por impulso le lanzó una fuerte cachetada, saliendo enseguida de su agarre.

    El tipo empezó a sobarse adolorido su mejilla.

    —¿Eso me merezco después de salvarte?

    —L-lo siento. Pensé que eras uno del equipo Plasma —le dijo avergonzada.

    —No hay problema con eso si me dices tu nombre —se le acercó demasiado, poniendo nerviosa a la joven.

    —Soy Hilda.

    —Así que te llamas, Hilda. Hum, es un bonito nombre para una preciosa chica como tú.

    Hilda retrocedió un poco, siendo incómoda la cercanía con aquel sujeto.

    —¡Oye, tú! ¡¿Quién demonios eres?! —preguntó muy enojado el líder.

    —Te atreves a molestarme cuando estoy hablando con una chica. Además, no te diré mi nombre a alguien como tú porque...

    El sujeto detuvo sus palabras al instante tras notar como su alarmado compañero azul le señalaba a su persona, advirtiéndole de algo.

    —¿Qué es lo que ocurre, Oshawott? ¿Acaso no ves que estoy ocupado?

    —Oye, desconocido. Deberías ver ahora mismo tu capa —le sugirió Ash.

    —¿Mi capa? —entonces se dio cuenta que su capa estaba prendido en llamas, dándose con la sorpresa que aquel ataque le alcanzó cuando fue a rescatar a Hilda. Intentando sacárselo de manera apresurada—. ¡Rayos! ¡Me estoy quemando!

    Ahí Oshawott le lanzó un ataque de agua, apagando de inmediato el fuego.

    —Te lo agradezco, compañero —contestó ahora aliviado. El Pokémon estaba sumamente avergonzado por como su entrenador no estuvo precavido a tiempo debido a esa chica—. Tal parece que ya no me sirve la capa —entonces se lo quitó, revelando su identidad.

    —¿Quién es esa persona? —se preguntó Ash.

    —¿Quién eres? —preguntó esta vez Hilda.

    —Si tanto quieres saberlo, pues mi nombre es Hilbert —le respondió mientras se colocaba su gorra que tenía guardado en su mochila. Después le guiño de forma cool—. Es un gusto conocerte, mi bella Hilda.

    —Hilbert... —la joven solo repitió el nombre de su salvador.

    Esta historia continuará...

    Notas del Autor:

    Un misterioso personaje ha hecho aparición ante los protagonistas, apuesto que muchos de Fanficslandia se habrá sorprendido del misterioso encapuchado. Bien, algunos tal vez lo reconozcan y otros no. Hay un motivo en especial por el cual apareció en este capítulo y tiene que ver con la trama principal. Emilion se despide de ustedes, lectores, hasta la próxima.

    Respondiendo comentarios:

    J.Nathan Spears Sobre este capítulo corto se debe a que estoy resumiendo en buen formato de los capítulo antiguos en donde era novato. El motivo de que Ash no se quejada fue por que sigue siendo el mismo desde la temporada de Sinnoh eso significa que no sufrió del reseteo, pues estoy tratando de que en un futuro se convierta en el Ash de Kalos. Habrá momentos geniales entre el equipo Plasma y el equipo Rocket en un futuro, y te aseguro que será grandioso.
     
    Última edición: 16 Abril 2019
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    J.Nathan Spears

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    Bueno, ya me leí el episodio :V jeje... nada mal, mi pana. Hay cierto error ortográfico, por cierto, y está justo al inicio

    ¿Habrás querido decir "hábitat"? Quizás el Word no lo considera palabra válida, pero en los diccionarios sale... y en algunos documentales también, supongo.

    Sobre la trama del episodio, me parece muy adecuada. Esos soldados Plasma son organizados y pudieron haber achicharrado a Ash e Hilda de no ser por un salvador... de nombre Hilbert.

    Ese héroe inesperado me pareció gracioso y algo arrogante, pero supongo que está bien. Lo único malo es que repite a Oshawott... ¿Era necesario? Pudo haber tenido prácticamente cualquier Pokémon... aunque quizás sí tenga sentido que haya obtenido un starter igual que Bel e Hilda. Mejor no me explayaré más... a ver cuánta pantalla le dan a los dos Oshawott en este fanfic.

    Por cierto...

    Para algunos, el Ash de Kalos se nos hizo bastante aburrido... pero no se puede negar que era bastante pro (a veces. En la liga no se le notó mucho que digamos). Creo que mientras no haya una pelimiel sin talento estorbándole, todo bien.

    Nos vemos en otra :P
     
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    Emilion

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    He vuelto con un nuevo capítulo, disfrútenlo.

    Capítulo 24: La confrontación del equipo Plasma, ¡Hilbert un entrenador tenaz!

    — Ahora que nos hemos presentado, ¿podrías darme tu número? —Menciono Hilbert luego de sacar una nota de apunte junto con un lápiz.

    — Ah... yo creo que no —Respondió ella con una gota en la nuca.

    — Que decepción... Ser rechazado por una linda chica —Bajó la cabeza por enseguida, pero luego lo levanto volviendo a estar animado— Sera para la próxima vez.

    — ¡¿Ah?! —Hilda estaba sorprendida por lo testarudo que aquel chico de pelo castaño, quedo interrumpido cuando ambos observaron como un Patrat se acercaba en su dirección.

    — ¡Patrat atacarlos! —Exclamo el dueño del pokémon al aprovechar el descuido.

    — ¡Chicos cuidado! —Dijo Ash alertando a su compañera con el desconocido.

    — Sí que son molesto equipo Plasma... —Hilbert mostro fastidio en su rostro luego de notar al pokémon agresor. De sorpresa apareció Oshawott enfrente de ambos entrenadores preparando su concha marina, sin acatar una orden del chico, comenzó a rodear con agua en dicho objeto creando un filo, así teniendo listo su concha filo que a diferencia del Oshawott de Ash, este era muy grande. Entonces con una agilidad lo impacto con fuerza contra el Patrat, mandándolo a volar lejos, chocando al final con las paredes de la cueva, quedando debilitado al instante— Al atacar desprevenido, y más cuando estoy ocupado con una chica. Bueno Hilda, discúlpame, pero debo encargarme de ellos primero para seguir charlando un poco más.

    Ese concha filo no era normal, tal vez debió fusionarlo con la habilidad torrente, pero es imposible hacerlo si su pokémon no está en su límite —Buscando una explicación razonable, Hilda no lo encontraba muy lógico para debilitar a un pokémon de un solo golpe, y más si hizo su movimiento sin una orden de su entrenador.

    ¡Ese Oshawott es demasiado fuerte! —Pensó Ash impresionado a la vez que observaba como el pokémon volvía a la normalidad su concha marina para colocarlo en su pecho— Al parecer ese pokémon pudo actuar por su cuenta en un momento crucial, eso significa que Hilbert no es un entrenador novato como Hilda.

    — ¡Quién demonios eres tu niño! —Respondió el líder con una voz que delataba su enojo.

    — Aparte de molesto también eres sordo. Ya te lo dije antes, mi nombre es Hilbert y he venido a divertirme, claro me refiero en arruinar sus planes de robar las poké ball de la guardería —Respondió el joven de ojos cafés de modo desafiante, poniendo nervioso al sujeto junto con su grupo.

    — ¡Así que robaron las poké ball de la guardería! —Gritó enojada la castaña luego de enterarse de la verdad.

    — ¡Rayos! —Fue lo único aquel sujeto estando irritado por la situación actual.

    — Sera mejor que devuelvan esas poké ball, equipo Plasma. ¡Ahora mismo! —Ordeno Ash con voz firme al grupo.

    — Je, je, je. No lo haremos, si lo quieren devuelta tendrán que derrotarnos —Siendo persistente, el líder junto a su grupo se prepararon para combatir contra los tres entrenadores.

    — Entonces, si van a querer luchar con nosotros, por lo menos deberían liberar a Snivy y a Tepig para luchar justamente —Declaro Hilbert autoritario, señalando a los dos pokémon que se encontraban acorralados.

    — ¿Y quién te crees para darme ordenes, niño? —Exclamo el sujeto en tono burlón por la osadía del castaño.

    — Ah... En primera no soy un niño, tengo 15 años para que lo sepas, y en segunda si no quieren pelear justamente. Entonces lo haré a mi modo —Con una sonrisa maliciosa adornada en su rostro. Tanto Ash como Hilda observaron como el pokémon de agua se dirigía hacia donde estaban sus pokémon, pero aquel grupo de pokémon del equipo Plasma se percataron de su presencia y fueron al ataque, los primeros tres eran Purrloin que fueron a confrontarlo usando su ataque de garra umbría.

    — Osha —Al verlos en su posición de inmediato saco su concha marina para luego convertirlo en una cuchilla de agua, enfrentándose a los tres pokémon siniestros, lo primero que hizo fue evadir sus ataques para aprovechar en atacar con la guardia baja dándole directamente con su ataque, mandándolos a volar para luego notar que estaban debilitado. Entonces Oshawott siguió corriendo al rescate de los dos iniciales a la vez que guardaba su concha marina, al llegar, lanzó un potente hidro bomba hacia el suelo provocando que el resto de pokémon se alejara, logrando liberar a Snivy y a Tepig, que se dirigieron al instante con sus respectivos entrenadores.

    — ¡Co-como es esto posible! —Sin poder creer lo que sus ojos observaban, el líder se mostró impactado en como tres de sus pokémon estaban fuera de combate por un simple pokémon inicial.

    — ¡Ja, ja, ja! Te lo dije, deberías escuchar antes de hacer enojar a Oshawott —Dijo el oji-café en un tono burlón hacia el grupo.

    — Gracias por la ayuda Hilbert —Agradeció Hilda luego de recuperar a su pokémon.

    — No te preocupes, en realidad no fue de nada. Después de todo, el trabajo difícil lo hizo Oshawott —Mencionó apenado.

    — Tu pokémon es muy bueno en los combates —Dijo Ash que se acercó a los castaños junto con su Snivy.

    — Sí, hemos entrenado demasiado en los bosques —Respondió Hilbert a la vez que su pokémon se acercaba a su lado— Bueno Oshawott, ha llegado el momento de derrotarlos.

    — Osha wott —Asintió con su cabeza para luego colocarse en posición de batalla.

    — Es momento de terminar con este combate —En eso Ash junto con Hilda se pusieron delante de Hilbert a la vez que sus pokémon acompañaban a Oshawott.

    — ¡Bien! ¡Ha llegado la hora de la masacre! —Exclamo Hilbert emocionado mientras ambos entrenadores solo tenían una gota en la nuca por la actitud un poco infantil del chico. Oshawott solo se avergonzó por la manera de actuar de su entrenador.

    — ¡Basta de juegos, niñatos! —No aguantando más las burlas del chico, el líder junto con su grupo se preparó para atacarlos, comenzando la lucha en la cueva— ¡Acabemos con ellos!

    En eso los pokémon del equipo Plasma que eran seis en total, empezaron a atacar al trió de iniciales mientras ellos también se preparaban a confrontarlos.

    — Escucha chico del Snivy, encárgate de enfrentar a esos Patrat junto con la bella Hilda. Yo me encargare de ese Purrloin —Como si fuera un líder, Hilbert detallo su plan estratégico.

    — Soy Ash para que lo sepas. Pero bueno, me encargare de derrotar a los Patrat —Captando su plan, se preparó para el ataque junto con su pokémon.

    — Podrías dejar de llamarme bella, es vergonzoso —Reclamo un poco sonrojada, pero de igual manera se preparó para el ataque.

    — Je, je, je. Es momento de lucirnos Oshawott —Con una mirada retadora se preparó para la acción al igual que sus dos compañeros— ¡Usa hidro bomba!

    — ¡Snivy utiliza hoja aguda!

    — ¡Tepig usa embestida!

    Snivy se acercó a una gran velocidad hacia los Patrat, entonces usando su ataque cortante logró atinar uno que no se percató a tiempo, dejándolo dañado, para luego evadir con gracia a los demás que atacaban con golpes físicos.

    En el lado de Tepig, este corría para embestir a los Patrat que atacaban a su compañera haciendo que lo esquivaran, pero uno de ellos se acercó al pokémon de fuego usando su ataque mordisco, logró atinar dejando un daño leve, que tuvo que retroceder para tomar distancia del enemigo.

    En el caso de Oshawott, este lanzó su potente ataque de agua hacia Purrloin que lo evadía a tiempo para luego acercarse usando su ataque de garra umbría. En un instante, lo detuvo usando solo su concha marina como escudo, para luego empujarlo provocando que retrocediera a la fuerza, Oshawott aprovecho aquel momento para usar su hibro bomba hacia el pokémon siniestro que salió disparado hacia las paredes de la cueva, resultando muy dañado.

    — Al parecer, no son tan débiles como creía —Dijo Hilbert notando la resistencia de los pokémon del equipo Plasma— Creó que es momento de mejorar el combate, Oshawott.

    — Escucha Hilda, debemos atacar juntos si queremos derrotarlos a la vez —La joven oji-azul entendió el plan que se refería su amigo mientras Ash se alistaba para usar aquel movimiento.

    — Es momento de que uses ascuas, Tepig.

    — Snivy usa Llueve hojas hacia el ascuas.

    Como ocurrió la primera vez, ambos pokémon fusionaron sus ataques creando una tormenta de llamas siendo dirigido a sus adversarios.

    — ¡¿Acaso se olvidan de mi Heatmor, niños?! —Al decir esto, el pokémon se ponía al frente para recibir el ataque.

    — ¿Acaso crees que no lo sabía? —Añadió Hilbert con una sonrisa burlona.

    — ¡¿Pero qué?! —Grande fue la sorpresa del sujeto al percatarse como el pokémon de agua se había adelantado antes a los hechos, logrando estar cerca de su pokémon para dar el primer golpe con su concha filo que lo obligo a retroceder fuera del campo.

    Sin el pokémon hormiguero que los interrumpiera en su ataque combinado, Snivy y Tepig dieron en el blanco a los pokémon del equipo Plasma, dejándolos debilitados por la tremenda potencia del ataque.

    — Han caído cinco, solo queda el pez gordo —Esbozando una sonrisa, el castaño había logrado su objetivo de eliminar a la multitud débil del grupo, solo quedando Heatmor. Se volteó muy entusiasta a sus dos compañeros— Somos un gran equipo, ¿no lo creen chicos?

    — A pesar de que es la primera vez que luchamos contigo, no lo hacemos nada mal —Dijo Ash animado estando de acuerdo con el argumento de Hilbert.

    — Sí, fue grandioso esa coordinación de ataque que hemos hecho —De la misma forma se expresó la oji-azul de Unova, aliviada de disminuir el problema.

    — Je, je, je. Es algo agradable en luchar con ustedes, a pesar de que sea la primera vez que nos vemos —Terminando de hablar con una sonrisa sincera hacia ellos, luego dirigió su vista al equipo Plasma— Es hora de acabar con esto —Entonces los tres entrenadores junto con sus pokémon vieron al último pokémon en pie.

    — ¡No dejare que se salgan con la suya, mocosos! —Exclamo con furia mientras su pokémon se recuperaba del ataque de Oshawott— ¡Heatmor usa Llamarada!

    El pokémon hormiguero absorbiendo gran cantidad de aire, dio un potente soplido lanzando su poderoso ataque ígneo hacia el trió de iniciales.

    — ¡Oshawott usa hidro bomba!

    Tratando de contrarrestar el ataque, Oshawott lanzó su ataque más potente con el fin de equilibrar las cosas, pero fue demasiado potente que no logro atenúa.

    — ¡Rayos no lo detuvo! —Pero antes que Hilbert reaccionada a su siguiente estrategia, se sorprendió al notar la compañía de ambos iniciales que se colocaban al lado de su pokémon.

    — ¡Snivy usa Llueve hojas!

    — ¡Tepig usa ascuas!

    Los tres iniciales combinando sus ataques crearon un choque de poder que al final termino causando una explosión que provoca humo dentro de la cueva.

    — Es bueno saber que logramos detener el ataque —Ash soltó un suspiro aliviado, de repente se le ocurrió una idea— Chicos, si queremos vencerlo necesito gran parte de su ayuda.

    — Je. Te escucho Ash —Dijo al instante Hilbert, para escuchar su plan.

    — Esta bien, Ash — Afirmo Hilda de la misma forma, para también escucharlo.

    En el lado contrario, luego de que el humo se dispersada, el líder del equipo Plasma vio con suma molestia que aún esos tres pokémon siguieran aún en pie.

    — ¡Heatmor usa puño trueno!

    — Entendieron —Dijo Ash al finalizar su plan mientras ambos asistieron al entenderlo.

    — ¡Ja! Es pan comido —Sonriendo muy confiando, Hilbert estaba preparado para iniciar la diversión— Bien, pongamos en marcha el plan.

    — ¡Tepig usa embestida a Heatmor! —Hilda fue la primera en comenzar haciendo que su pokémon de fuego fuera al ataque.

    — ¡Heatmor esquivarlo para luego atacarlo con tu puño trueno!

    Al captar la orden, el pokémon hormiguero evadió el ataque de Tepig, para luego preparar su puño.

    — ¡Ahora Snivy!

    — ¡¿Pero qué?! —Grande fue la sorpresa del sujeto al observar a su pokémon siendo detenido a la vez que fue atrapado con el látigo cepa de Snivy— ¡¡Heatmor libérate!!

    El pokémon trataba de liberarse del agarre de Snivy haciendo que poco a poco se empezara a liberar.

    — ¡Snivy usa atracción! —Luego que Ash diera la orden, la pokémon lanzó su movimiento logrando neutralizar a Heatmor, quedando inmóvil por un tiempo.

    — ¡Malditos niños! Esto aún no acaba... —De repente fue interrumpido por el castaño.

    — Estás muy equivocado... —Dando una sonrisa maliciosa, el líder captó su mensaje luego de que observada al pokémon de agua teniendo listo su ataque— Esto se acabó.

    — Osha... ¡Woooott! —Dando un fuerte grito, el pokémon fue corriendo con su gran cuchilla de agua hacia el pokémon hormiguero, tanto Tepig como Snivy se alejaron del lugar. Entonces logró darle fuertemente con su ataque, haciendo que Heatmor recibiera demasiado daño para salir volando del campo, chocando contra las paredes de la cueva para al final quedar debilitado.

    — Te lo dije. Este combate se ha acabado —Exclamo Hilbert en tono de victoria.

    — Ahora será mejor que devuelvan esa poké ball que robaron —Dijo Hilda con voz seria.

    — Ya lo oyeron, equipo Plasma —Advirtió Ash que esperaba que lo hicieran.

    — Este bien. Tomen, acá esta las poké ball —Dijo el líder con voz calmada mientras su grupo les entregaba los costales.

    — Bien —Ash de manera inocente se acercó para recibirlo.

    Un momento, esto no anda bien —Por algún motivo, Hilbert no creyó en sus palabras. Entonces abrió sus ojos al percatarse de sus verdaderas intenciones— ¡No puede ser!

    — Je, je, je. Vamos niño, acércate más —Hablando en voz baja, aquel sujeto sostenía una botella atrás de sus manos que resultaba ser cloroformo. Luego de que Ash estuviera cerca de los costales, se preparó para su jugada sucia— ¡Tomen esto, niños! —Entonces lanzó aquella botella hacia Ash y los demás.

    — ¡No lo creó! —Al decir esto, Oshawott se colocó enseguida al lado del entrenador de Kanto— ¡Usa chorro de agua!

    El pokémon disparo su ataque de agua hacia la botella haciendo que cambiara su rumbo, dirigiéndose hacia el equipo Plasma que al romperse, libero el gas, provocando que el grupo estuviera en un sueño profundo.

    — ¡Ja! ¡Tomen una probada de su propia medicina! —Exclamo el castaño en tono de burla.

    — ¡Guau! Eso fue increíble, nos salvaste Hilbert —Hilda estaba sorprendida por la hazaña que realizo el chico con su pokémon.

    — Has logrado salvarnos de eso, Hilbert —Agradeció el azabache para luego tomar los costales, pero luego dirigió su vista al equipo Plasma— Ahora, ¿qué hacemos con ellos?

    — Es obvio. Tenemos que entregarlos a la oficial Jenny, ellos han robado a la guardería —Hilda dio la respuesta más conveniente.

    — Ah, eso es imposible —Entonces Hilbert contradijo su opinión, haciendo que ambos lo vieran atónitos.

    —¿Porque dices que es imposible? —Pregunto la castaña buscando una respuesta clara.

    — El equipo Plasma, son un miembro de personas que tienen un gran respeto hacia la región de Unova —Respondió con voz desanimada, llamando la atención de ambos— Por crímenes tan bajos, al final los dejan libres.

    — ¡¿Pero por qué?! —La voz de Ash delataba su enojo hacia tal respuesta.

    — Eso es algo que yo mismo no lo sé —En sus pensamientos, el chico ocultaba el verdadero motivo. Entonces noto como su pokémon se acercaba— Es momento de irnos, Oshawott.

    — ¡¿Eh, ya te vas?! —Pregunto sorprendida la castaña.

    — Solo he venido para detener el robo del equipo Plasma. Así que ya no tengo nada más que hacer aquí —Respondió con simpleza a la vez que sostenía al pokémon entre sus brazos.

    — Puedes venir con nosotros a la guardería. Después de todo, fuiste tú que hizo la mayor parte del rescate —Dijo Ash con su característica sonrisa de confianza.

    — Pues... —Dudo en ir con ellos, sabiendo que llamaría la atención con su presencia.

    — ¡Vamos Hilbert! Nos han ayudado en la batalla, además de que me salvaste de una muerte segura —La joven entrenadora se expresó con una sonrisa alegré, haciendo que el muchacho pensada en su respuesta.

    — ¡Muy bien! Iré con ustedes je, je, je. Después de todo, no puedo rechazar la invitación de una chica linda —Aceptó en la petición de ambos a la vez que guiñaba con confianza.

    — ¡¿Osha?! —En cambio el pokémon se alarmo por su respuesta.

    — Primero debemos ir con los niños, Pikachu debe estar preocupado —Ash comenzó a caminar llevando los dos costales en sus manos.

    — ¡Es verdad! ¡Los niños! —Hilda se apresuró en llegar a la salida de la cueva siguiendo a su amigo, pero se percata como el chico observaba al equipo Plasma— ¿Vienes Hilbert?

    — ¡¿Ah?! Ya voy chicos —Al instante se apresuró en ir con ellos— Al menos no sospecharon sobre el equipo Plasma. N, me debes una por salvar el pellejo a tu grupo que no sigue tus ideales —Con ese pensamiento, salió de la cueva.

    Afuera de la cueva se encontraba los niños junto con Pikachu que esperaban la llegada de sus profesores. Luego de un tiempo, vieron como ambos junto con sus pokémon aparecían para luego notar la presencia del desconocido junto con su Oshawott.

    — Has hecho un buen trabajo cuidando a los niños, Pikachu —Felicito orgulloso su entrenador mientras su compañero volvía a subirse en su hombro.

    — ¡Profesora Hilda! ¡Profesor Ash! —Exclamaron los niños reuniéndose con ambos.

    — Es bueno saber que no les ocurrió nada malo —Respirando aliviada, Hilda se encargó de presentar al entrenador misterioso— Niños. Saluden a Hilbert, él nos ha ayudado en el problema que tuvimos en la cueva.

    — ¡Es un gusto conocerte, Hilbert! —Saludaron cordialmente al castaño haciendo que se avergonzada.

    — Je, je, je. Es un gusto conocerlos, niños —Respondió apenado, rascándose su cabeza.

    —Snivy regresa, has hecho un gran trabajo —En eso Ash regreso a su pokémon en su poké ball.

    — Vuelve Tepig, mereces un descanso —De igual forma, Hilda hizo la misma acción.

    — Bueno, ya fue mucha diversión por hoy, regresa Oshawott —Regresando a su pokémon, Hilbert se dirigió con el oriundo de Kanto— Déjame ayudarte con ese costal, Ash.

    — Gracias Hilbert —Agradeció, entregándole un costal— ¡Bien! Es hora de regresar a la guardería.

    — Sí, niños síganos con mucho cuidado —Con esa advertencia dada por la oji-azul, los niños siguieron a los mayores con rumbo a la guardería.

    Ahora que la confrontación con el equipo Plasma ha acabado.

    ¿Qué cosas pasaran en su recorrido?

    ¿Hilbert que secretos guarda, respecto al equipo Plasma?

    Esta historia continuará...

    Notas del Autor:

    Con este cierre muy interesante acaba el capítulo. Bueno, gente de Fanfislandia, he logrado mejorar en la presencia de mi fanfic con la nueva experiencia que logré adquirir leyendo de otros más expertos. Hablando de la historia, habrá muchas cosas interesantes que ocurrirán en el viaje del grupo hasta la liga, espero que lo hayan disfrutado.

    ¡Comenten que les pareció el capítulo!

    Emilion se despide de ustedes, lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 16 Abril 2019
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    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Vaya vaya, es un episodio repleto de acción. Hilbert es bastante pro, pero a diferencia de otros personajes de esa calaña, tiene una edad inusual: 15 años... no tiene nada de malo esa edad. Solo digo que normalmente a Ash le ponen diez, a las acompañantes femeninas también les ponen que tienen 10 (menos a Misty... y luego a Bonnie xD) y la gente más pro normalmente supera los 18 años. Tener 15 y esa actitud medio repelente es una mezcla interesante... de hecho, ahora que lo pienso, la actitud tan confianzuda que tiene Hilbert debe ser por la edad xP.

    En fin, la batalla fue bastante bien narrada, con un final bastante bueno y Ash por poco siendo dormido por cloroformo... y también debo decir que me llama la atención el saber cómo se relacionará Hilbert con nuestro buen amigo, el hippie N. Y también, la narración en general está bien... salvo ciertas partes como:

    En esa frase, entre las palabras "claro" y "me", hace falta un "que" o un "que por divertirme,". O sea, que Hilbert diga: "...he venido a divertirme... claro que por divertirme, me refiero a arruinar sus planes..." . Y el "en" debería ser reemplazado por un "a".

    Nada más qué decir por ahora... es un buen fanfic y espero lo logres terminar y nos des escenas bien chidas :V

    Ah, y también, olvidé mencionar algo del episodio 23: Adoré la reacción de Snivy al ver el logo de los Plasma y sintiera mucho rencor... a ver si esto se repite y veamos a Snivy evolucionar o haciendo algo que pueda considerarse vengativo. Ya que como Iris no acompaña al grupo, pues no sé si termine por aparecer la molestosa Emolga.

    Nos vemos en otra ocasión :P
     
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    Emilion

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    Volviendo con otro capítulo de este último día de Marzo, espero que lo disfruten mis lectores y claro también a los que solo leen.

    Capítulo 25: Recuerdos y desesperanzas, ¡la vida de Hilbert sobre un sueño ideal!
    En el transcurso del camino, Ash se encontraba pensativo sobre Hilbert, aún recordaba el poder que mostró su pokémon durante el combate, pero lo que más le impresiono fuera que hiciera sus propios movimientos por sí mismo. En aquel momento lo consideraba alguien misterioso, paso su vista sobre él, notando que aún insistía en obtener el número de su compañera.

    — Ah... —Hilda soltó un suspiro por la persistencia del chico— Cuando dejaras de insistir, ya te dije que no te voy a dar mi número.

    — Hasta que me dejes tenerlo. Je, je, je —Respondió él colocando sus manos hacia atrás de su cabeza mientras Hilda solo volvió a suspirar pesadamente.

    — ¡Hemos llegado a la guardería! —Dijo uno de los niños haciendo que los demás corrieran a toda prisa.

    — ¡Esperen niños! —Entonces Hilda corrió para alcanzar a los menores.

    ¡Guau! Es una chica muy responsable, una razón más para obtener su número —Pensó Hilbert caminando tranquilamente, pero la voz de Ash lo saca de su trance.

    — Oye Hilbert, ¿puedo preguntarte algo? —El nombrado volteó a verlo, recibiendo su atención para que lo hiciera— ¿Eres entrenador pokémon?

    — ¡¿Ah?! —Se mostró confuso mientras su rostro cambio a uno serio— No, no soy un entrenador pokémon.

    Tal respuesta dejo un poco sorprendido al entrenador de Kanto.

    — ¿Por qué no eres un entrenador pokémon, si eres muy fuerte?

    — Los entrenadores de Unova deben obtener una pokédex para participar en la liga pokémon. En mi caso, digamos que tuve mala suerte —Tras decir esto. Hilbert comenzó a reír— Aunque no creo que sea de gran importancia.

    — Pero, ¿cómo obtuviste a Oshawott?

    — Es sencillo, Oshawott decidió seguirme —Luego de esa respuesta, el castaño había llegado a la guardería— ¡Al fin! ¡Este costal me está matando! —Se expresó cansado de una forma cómica, para después colocar el costal adentro.

    — ¿Oshawott lo siguió? Es igual a como ocurrió con el mío, no, tal vez solo sea una casualidad —Tras dejar de pensar, Ash también entró a la guardería.

    Luego de que entrada fue recibido por la directora junto con la profesora de los niños, Hilda se encargó de explicar todos los detalles de lo ocurrido. Al entregar los costales verificaron que estaban todas las poké balls robadas, aliviando a ambas mujeres. Pasado algunas horas aquellos dueños regresaron por sus pokémon, en un instante les entregaron sus respectivos pokémon para al final retirarse del establecimiento.

    — Es un alivio que estén a salvo luego de enfrentar a ese ladrón —Dijo la directora Karena.

    — Aunque fue muy peligroso enfrentarlo —La voz de Daniela era de preocupación junto con una cara sorprendida— Pero les agradezco por poner a salvo a los niños.

    — No fue un problema. Lo primero que hicimos fue a asegurar a los niños —Respondió Ash que se sobaba la cabeza, para observar al castaño— Además, fue gracias a Hilbert que nos ayudó a solucionar el problema.

    — Te agradezco por recuperar las poké balls robadas —Agradeció la joven profesora.

    — Je, je, je. No fue nada, era algo que debía hacer en primer lugar —Entonces se levantó de su sitio, yendo hacia la salida— Creó que es momento de que me vaya.

    — Ya te vas tan pronto —Dijo Karena.

    — Sí, tengo asuntos que resolver en cuidad Nacrene.

    — ¿Iras a cuidad Nacrene? —Ash preguntó, interesado. Hilbert asintió— Nosotros también vamos hacia ese lugar, para conseguir nuestra próxima medalla.

    — Dijiste "nuestra" —Tras escuchar, Hilbert dirigió su vista hacia el peli-verde— ¡No me digas que hasta el mesero es un entrenador pokémon!

    — Estas en un error joven, no soy en un entrenador pokémon... —Hilbert se tranquilizó al oírlo. Entonces Cilan decidió continuar— En realidad soy un líder de gimnasio y un conocedor pokémon.

    — ¡¿Queeeeé?! ¡Eres un líder de gimnasio! —No pudo ocultar su asombro al enterarse de tal descubrimiento. Entonces dirigió su mirada hacia el oriundo de Kanto— ¿Quién es el otro entrenador?

    — Soy yo —Respondió Hilda muy orgullosa, golpeando leve su pecho.

    — Enserio eres una entrenadora pokémon, bella Hilda —De repente se acercó emocionado hacia la joven, que por instinto ella retrocedió un poco.

    — Sí, soy una entrenadora —Entonces le mostró su pokédex para confirmar que decía la verdad, para luego guardarlo— Además, ya te dije con anterioridad que dejes de llamarme bella es muy vergonzoso.

    — Así que la profesora Encina te dio esa pokédex. Entonces debiste pasar el examen de entrenador.

    — Un momento... ¿Cómo sabes que debes aprobar un examen para ser entrenador? —Hilda se impresionó que alguien desconocido supiera de tal información, pues las personas que lo conocían, eran los habitantes de su pueblo natal.

    — ¡Ah! Eso es porque... alguien que vivía en ese pueblo me lo contó —Hilbert trato de mantener la compostura, ocultando su nerviosismo hacia los demás.

    — Ya veo —La castaña le creyó, para luego preguntar— Entonces, ¿vienes con nosotros, Hilbert?

    — Hum... —Volvió a meditar sobre su petición, sabía que debía ir encubierto al lugar por órdenes de N. Pero al mirar la dulce cara de la joven, decidió pasar un corto tiempo, viajando con el grupo — Lo siento N, pero mi impulso es más fuerte que mi voluntad propia —Se decía muy decidido. Entonces alzó su pulgar hacia el grupo, para luego responder— He decidido que iré con ustedes hasta cuidad Nacrene.

    — ¡Es grandioso! —Dijo un emocionado Ash al igual que su pokémon eléctrico.

    — Es un gusto que viajes con nosotros —Se expresó con elegancia el conocedor pokémon.

    — Espero que puedas vernos ganar nuestra medalla, Hilbert —Dijo Hilda sonriente.

    — De eso no lo dures, be... Hilda —El joven se alivió por casi decirle bella, pero luego voltio su rostro mostrando una sonrisa—Ahora tendré una oportunidad de conseguir su número.

    Pasado aquella conversación, la tarde había llegado, Ash junto con sus compañeros de viaje decidieron continuar con su viaje.

    — Ha sido un gusto conocerlas, señoritas —Cilan se despedía de ambas mujeres que iban acompañadas por el grupo de niños.

    — Adiós niños, ha sido agradable recorrer la cueva Manantial con ustedes —Hilda se despedía de manera nostálgica.

    — Escuchen niños. Cuando se conviertan en buenos entrenadores pokémon, tal vez luche con alguno de ustedes, claro eso ocurrirá cuando me convierta en Maestro Pokémon —Ash levanto su brazo como haciendo una promesa de una futura batalla.

    — ¡Adiós profesora Hilda! ¡Profesor Ash! —Dijeron los niños con unas pequeñas lágrimas resbalando por sus ojos.

    — ¿Oye Hilbert? —El mencionado observo a la oji-azul— ¿No piensas despedirte de los niños?

    — ¿¡Ah, yo!? —Con un tono avergonzado, solo se limitó a levantar su brazo agitándolo— Adiós niños, y encargadas de la guardería.

    — Espero que les vayan bien en su viaje —Dijo Daniela.

    Para cuando iban a comenzar su recorrido, la voz de la directora, hizo que se detuvieran.

    — Esperen un momento... —En eso Karena se acercó al grupo— En muestra de su ayuda por el robo, pueden quedarse con este huevo pokémon que sobró de un entrenador.

    — Entonces que Hilbert se lo quede —Las palabras de Ash hicieron que Hilbert se exaltada.

    — ¿Y-Yo?

    — Claro. Has ayudado en frustrar gran parte del robo —Detallo sonriente su logró la joven entrenadora.

    — Entonces, lo acepto —Al decir esto, la directora le entregó dicho huevo en sus manos.

    — Cuida bien de este pokémon, desconozco que clase sea.

    — Descuide, lo cuidaré muy bien.

    — Disfruten de su viaje por Unova, chicos —Agregó Karena para luego regresar a la guardería.

    Entonces el grupo siguió su camino hacia cuidad Nacrene. En la cueva Manantial, el grupo del equipo Plasma se despertaban del sueño provocado por el cloroformo, notando en sorpresa que aquellos entrenadores ya no se encontraban en el lugar, y más de que los dos costales ya no estaban en su posesión.

    — ¡Maldición! —Aquel líder, golpeo el suelo furioso al fracasar en su misión.

    — Señor —Llamó uno del grupo— Al parecer, esos niños nos dejaron huir debido a que no estamos esposados, ni mucho menos en un cuartel policial.

    — Dejemos eso a un lado, ahora tenemos que ir a cuidad Nacrene para cumplir nuestra misión principal, informa al sabio sobre la aparición de esos niños —Captando sus órdenes, el grupo se dirigió hacia la salida. Pero aquel sujeto solo tenía algo en mente— Juro que me las pagarán, mocosos.

    "En el bosque de la ruta 3"

    El grupo que luego de caminar por horas, notaron que el atardecer se hizo presente, por lo que decidieron quedarse a descansar para luego seguir al siguiente día. Así que comenzaron a preparar sus cosas para acampar.

    — Llegó el momento de acampar, chicos —Tomó la palabra Cilan haciendo que Ash y Hilda comprendieran lo dicho— Ahora necesito que me traigan lo necesario para cocinar.

    — Yo iré a traer las ramas para el fuego. ¡Vamos Pikachu! —Ash dejando su mochila en un árbol, se adentró en el bosque junto con su compañero.

    — Yo iré en busca de agua —Hilda que sostenía dos baldes en ambas manos, se dirigió en busca de un río. Pero la voz de Hilbert la detuvo en su andar.

    — ¡Espera Hilda! —El chico dejó su mochila junto con su huevo, para luego acercarse a la oji-azul— Déjame ayudarte con esto.

    — Ah, gracias Hilbert —Agradeció por su inesperada "amabilidad".

    — No es nada, Hilda. Me gusta ayudar a las personas —Exclamo orgulloso.

    — Bien, toma —En eso Hilda le entregó ambos baldes— Gracias por ofrecerte en traer el agua.

    — ¡¿Ah?! —Su cara mostrando sorpresa absoluta mientras la joven se reunía con Cilan para ayudar en la cocina— ¡Rayos! Solo quería obtener su número —Suspirando derrotado, decidió irse al dichoso río.

    Estando en el río, Hilbert prosiguió en llenar los baldes para volver con el grupo, en especial por la castaña. De repente, su poké ball se agito saliendo el pokémon de agua, que observaba lo que hacía.

    — Ah, hola Oshawott, decidiste salir por estar aburrido —Comento con normalidad mientras llevaba los baldes ya llenos— Antes que se me olvide, hemos tenido un pequeño cambio en nuestros planes. Iremos a cuidad Nacrene con el grupo que conocimos en la cueva Manantial junto con un líder de gimnasio.

    Oshawott se quedó asombrado por el cambio drástico, comenzando a regañar por su error buscando el motivo de acompañar a aquellos humanos. Hasta que se dio cuenta del motivo.

    — ¡¿Cómo crees Oshawott?! ¡¿Lo hice para protegerlos en caso que se encontraran con el equipo Plasma?! —Respondió avergonzado a la acusación del inicial que no le creí, no teniendo más opción que decir la verdad— Está bien, Hilda quería que los acompañada.

    El pokémon solo suspiro, ante la debilidad de su entrenador con el sexo opuesto.

    — Descuida Oshawott, solo va a hacer en cuidad Nacrene —Trato de tranquilizarlo— No debes preocuparte, todo va a estar bien.

    — Osha wott —No tuvo de otra que aceptar.

    — Vayámonos con el grupo. Estoy seguro que están haciendo una deliciosa comida — Al decir esto, su pokémon se puso alegré mostrando brillo en sus ojos— Es bueno saber que tiene una debilidad por la comida —Río internamente, yendo con su pokémon.

    — Al fin llegaron —Mencionó Ash al notar la presencia de ambos, pues esperaba impaciente para empezar a comer.

    — Hilbert, te estábamos esperando —Dijo Hilda que ya estaba sentada, le indico con su dedo, el asiento vacío— Ya hemos terminado de hacer la comida.

    — Ah, gracias —Respondió un poco avergonzado por la gentileza de esperarlo mientras dejaba los baldes en el suelo, para luego sentarse junto con Oshawott que se colocaba en sus piernas.

    — ¿Puedes dejar a Oshawott con el resto? —Sugirió Cilan mostrando al grupo de pokémon que comía en su propio lado.

    — Oshawott no está acostumbrado a comer con otros pokémon —Explicó él.

    — Es increíble que a tu pokémon no le guste estar con otros, cuando batallo bien con los nuestros — Dijo asombrada.

    — ¡Je! Cuando se trata de batallas, Oshawott puede luchar con otros — Tras decirlo, comenzó a probar la comida. Abriendo los ojos sorprendido— Es delicioso.

    — Hum... Existen pokémon que tienen una actitud diferente con otros —Cilan levantó su dedo, comenzando con su observación del día— Eso demuestra que cada pokémon es único en la preparación de una deliciosa muestra de originalidad.

    — ¡¿Ah?! —Dijeron confundidos, ambos chicos de ojos cafés.

    — ¡Guau! Eso fue una gran demostración de la actitud de un pokémon — Exclamo Hilda, fascinada por sus sabias palabras.

    — ¿Acaso lo has entendido? —Pregunto Hilbert intrigado.

    — Es fácil deducirlo, si sabes entender cada palabra —Respondió— Eso lo aprendí en la academia pokémon, cuando solo era una estudiante.

    — Academia pokémon... —Se detuvo en su hablar mostrando una cara nostálgica.

    — ¿Te sucede algo, Hilbert? —De repente el chico reacciono al notar su preocupación.

    — ¡Je, je, je! No es nada, solo recordaba algo —Habló, volviendo a su ánimo de siempre.

    — Ahora que lo recuerdo. Hilbert me dijo que no era un entrenador pokémon —Opino Ash luego de oír sobre la academia de su amiga.

    — ¡Enserio! —Hilda se levantó de su asiento, para quedarse al lado del chico, que por primera vez se incomodó por su cercanía.

    ¡Rayos! No debí revelar, sobre esa información —Se dijo buscando una solución— Bueno, ya se lo dije a Ash. Tuve mala suerte en no conseguir una pokédex para volverme un entrenador, además en mi viaje me encontré con Oshawott, que al final decidió seguirme.

    — Vaya, así que de ese modo obtuviste a Oshawott. Es una lástima, hubiera sido interesante luchar en la liga de Unova como un rival —Por un instante, Hilbert noto la cara de decepción de la oji-azul.

    — En realidad, solo estoy por un mandado, qué debo entregar en cuidad Nacrene, nada más —Explico "calmado", rezando que no siguieran con más preguntas.

    — Ahora puedo entender sobre tu situación, Hilbert —Sin decir nada más, Ash prosiguió a comer junto con los demás.

    Debo tener cuidado con lo que hablo —De la misma forma, comenzó a comer.

    La noche se hizo presente en el área, y luego de cenar, Ash y Hilda fueron a practicar junto con sus pokémon para prepararse para el gimnasio. Hilbert estaba de espectador al igual que Oshawott, observando su duro entrenamiento hasta que llegó la hora de dormir.

    — Ha sido un día muy agitado. Aah descansen chicos —Ash estando en su bolsa de dormir, cerró sus ojos al igual que su pokémon eléctrico.

    — Buenas noches a todos —De la misma forma, Hilda se dispuso a dormir.

    — Descansen chicos —Por último, Cilan se acostó para dormir.

    En un árbol, Hilbert miraba atento la Luna junto con su pokémon, que sonreía al disfrutar de su compañía.

    — Te agrada descansar en el aire libre, ¿no? —Pregunto, recibiendo un "sí" luego de mover su cabeza— Es la primera vez que estoy con un grupo. Ah... con que así se debe sentir en ser un entrenador pokémon, viajando por el mundo en busca de aventuras junto a tus pokémon.

    — Osha wott —Su compañero se percató de su cambió de expresión.

    — No te preocupes. No estoy arrepentido de nada, así lo quiso el destino — Exclamo en calmando mientras recordaba su niñez, comenzando a reír— Aún no puedo imaginarme que la bella Hilda sea de pueblo Arcilla... el mismo lugar donde yo nací.

    — Osha... —El pokémon azul se colocó entre sus brazos, dando un ligero bostezo.

    — Que descanses Oshawott —Menciono contento haciendo que el tipo agua cerrada los ojos. En eso Hilbert observo su mochila con una mirada intrigada— Espero ver ese sueño ideal por el que soñamos juntos, y se haga realidad. N, espero que no te metas en problemas con tu "amado" padre, al entregarme el orbe blanco, para localizar a los dos elegidos de la verdad —Tras decir esto, cerró su ojos para descansar. Adentro de la mochila, un extraño objeto brillaba con poca intensidad.

    Esta historia continuará...

    Notas del autor:

    Si han visto el anime, sabrán como N obtuvo el orbe blanco. Ahora pasando a la historia principal, poco a poco se está formando la trama que surgida en el futuro, y claro que habrá más personajes que conocerá en su viaje, siendo que aparecieron en el anime o no.

    Acabando con este cierre, espero que se hayan entretenido con la personalidad que le coloque en Hilbert. Además que pienso continuar hasta el final, tal como lo dice un compañero de Fanficslandia.

    ¡Comenten que les pareció el capítulo!

    Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 1 Abril 2017
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    Hmmm... bueno, el episodio fue bastante relax. Ese Hilbert es todo un loquillo... pero al menos es serio cuando se le requiere. Y ese Oshawott es la voz de la razón, en cierto modo -w-. Nada mal, en verdad.

    Habrá que ver qué harán estos cuatro en el futuro inmediato :P. O sea, a esperar al siguiente episodio n_nU.

    Y claro, también hubo algunos bloopers -w-

    Frase mal redactada xP. Ahí debería decir algo como "Ash preguntó, interesado. Hilbert asintió".

    No te comas las tildes :V. Es "sobró" aquí

    ¡Santos dedazos, Batman! Aquí debería ir "meditar" xD

    Es "ha sido...", hombre. Fíjate mejor xD

    Pero bueno, seguro me faltan bloopers por marcar, pero ya sería demasiado n_nU. Debes cuidarte mejor -w-

    Nos vemos en otra ocasión xP
     
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    Emilion

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    Aries
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    Volviendo de nuevo con la actualización del fanfic, espero que lo disfruten.

    Capítulo 26: Los planes del equipo Plasma, ¡el reto del museo!

    Estaba en un lugar oscuro, no veía nada en mí alrededor, ¿me pregunto dónde estoy? Siento como si encontrada al resto, insignificante, ahora logro ver algo... ¿un pueblo? Es verdad, yo vivía ahí...ahora veo a alguien...soy...yo. Ya lo recuerdo, estaba estudiando para convertirme en entrenador pokémon, y salir de mi pueblo... pero no lo logré, y el motivo era que... fui expulsado. Ahora veo a un pokémon que me es familiar, claro, como podría olvidarte, Oshawott.

    — Osha ¡Woooot! —De repente, el entrenador despertó abruptamente por el chorro de agua que le lanzó su pokémon que se encontraba asfixiado por el abrazo.

    — ¡¿Ah?! —El castaño abrió los ojos notando que ya era de día mientras reclamaba al pokémon por el ataque—Oshawott, no tenías que haberme mojado cuando duermo.

    En cambio, el pokémon se mostró enojado por el reclamo del chico.

    — Buenos días Hilbert, has dormido demasiado —Saludó Hilda estando ya cambiada.

    — Buenos días Hilda —Devolvió el saludo, obviando la queja de su pokémon— Te has levantado muy temprano.

    — En realidad, me desperté usando el despertador de mi videomisor —Menciono apenada— Ahora que están despiertos, pueden ir a desayunar con nosotros.

    — Gracias por el aviso, be- digo Hilda. Ahora voy, solo debo recoger mis cosas —La joven paso a retirarse tranquila, verifico en su mochila el orbe blanco, viéndolo por unos segundos— Ya falta poco... Oshawott, vayamos con los demás.

    Así comenzó el día con el grupo desayunando, al terminar, Ash y Hilda estaban preparando sus estrategias para su combate de gimnasio. Una hora después, continuaron en su recorrido, no faltando mucho para llegar a la cuidad.

    En cuidad Nacrene, el primer grupo del equipo Plasma se encontraba ocultos en un bosque llamado Azulejo. Esta decisión fue tomada por el sabio Blau, para esperar la llegada del resto de su grupo.

    — Llego el momento de comenzar con el plan —Blau les mostraba al grupo una fotografía de un fósil, que resultaba ser un Dragonite— Tenemos que conseguir una muestra de este fósil, puede ser de cualquier parte. La cuestión es obtenerlo como sea.

    — ¡Sí! —Exclamaron todos a su orden.

    En ese mismo momento, el segundo grupo había llegado.

    — Gran sabio, ya están aquí —Todos dirigieron su vista a los diez integrantes, notando con sorpresa que tenían caras frustradas.

    — ¿Cómo les fue en la liberación de los pokémon? —Pregunto directamente el sabio.

    — Hemos fallado, Señor —Declaro el líder, no mostrando su cara ante el sabio.

    — Sera mejor que nos cuentes, sobre los detalles de ese fallo.

    — Claro, lo que ocurrió fue... —Entonces, relato todo lo sucedido en la cueva Manantial.

    Cerca de la posición del equipo Plasma, el equipo Rocket oía toda la conversación sobre su plan, y también de los detalles de su fracaso.

    — Al parecer, el bobo volvió a interferir en sus planes, nuevamente —Rió Jessie con gracia—Fue buena excelente idea en no seguirlo. Así nos pone las cosas más fáciles en nuestra misión.

    — Debemos estar atentos en su próxima jugada, su objetivo es el museo de la cuidad —Decía el felino.

    — Van a atacar en el mediodía, tenemos que estar preparados para el espionaje —Indico James, haciendo que el trío se alistara para cuando llegue la hora.

    En otra parte del bosque, una joven trepaba un árbol con suma facilidad. Al llegar a la cima se quedó maravillada por el paisaje.

    — Hum... Es un nuevo día. Bien, primero debo comer algo, para luego seguir buscando más pokémon —Exclamo entusiasmada, de pronto su cabello comenzó a alborotarse.

    — A xew —El pokémon dando ligeros bostezos, comenzó a abrir los ojos notando el Sol que posaba entre dos montañas.

    — Al fin te levantaste, Axew —Saludando al pokémon, cogió un par de manzanas que estaban en las ramas— Es hora de desayunar.

    Entregando la fruta, el pokémon dragón comenzó a comerlo gustosamente.

    — ¿Eh? —La joven observo algo que llamó su curiosidad, así que enfocó su vista— Acaso es... ¿el equipo Plasma? —En eso aquel grupo se adentró en los árboles, perdiendo su rastro— ¿Qué estarán haciendo en este bosque? Mejor dicho, ¿qué hacen en cuidad Nacrene? Bueno, eso no me importa en lo más mínimo. ¡Vamos Axew! Es momento de fortalecernos para el siguiente reto.

    El pokémon obedeciendo, volvió a subirse en su cabeza mientras ella bajaba del árbol hasta llegar al suelo.

    — Es tiempo de mostrar mis dotes de maestra dragón —Levantó los brazos ejercitándose para luego comenzar a correr, adentrándose en el bosque.

    "En la entrada de la cuidad"

    Ash junto con los demás, habían llegado a su destino luego de caminar unas horas.

    — Estamos en cuidad Nacrene, chicos —Dijo Cilan notando el paisaje de dicha cuidad junto con sus acompañantes.

    — ¡Al fin hemos llegado! —Exclamo en voz alta el oriundo de Kanto, acompañado del roedor eléctrico.

    — Bien, ha llegado la hora de mi reto —Dándose ánimos, Hilda apretó ambas manos muy decidida en conseguir su siguiente medalla.

    — Hasta aquí llego mi viaje con ustedes, chicos —Entonces los tres voltearon su vista en Hilbert.

    — Es una pena que no puedas acompañarnos hasta el gimnasio —Mencionó triste el joven de tez morena, paro luego cambiar a una positiva— Espero que te vaya bien con tu encargo.

    — No te preocupes, Ash. Una vez que termine, puedo verlos en su batalla —El oji-café trato de animarlos, en especial a ambos entrenadores.

    — Entonces, te estaremos esperando en el museo de la cuidad —Detallo Cilan sobre su paradero, sorprendiendo al castaño.

    — ¿El museo? — Preguntaron ambos chicos ante el comentario del conocedor.

    — Acaso no lo sabían —Ambos negaban con la cabeza. Entonces la oji-azul explico— El museo de cuidad Nacrene también es un gimnasio pokémon.

    — ¿Cómo lo sabes Hilda? —Esta vez pregunto Ash.

    — Pues verás, cuando noté que el gimnasio de cuidad Striaton era un restaurante famoso. Me puse a investigar sobre el siguiente, y... ¡Ta-Dan! —En eso mostró un folleto con la imagen del museo— Descubrí que el gimnasio de cuidad Nacrene, es también el museo.

    — ¡Guau! Eso significa que no tendremos problemas en volvernos a perder. ¡Eres genial Hilda! —Felicito Ash a su amiga que se mostró apenada.

    — No fue nada, Ash. Solo quería prepararme bien —En eso Hilda noto como Hilbert se encontraba en silencio, ella dedujo que estaba pensativo. No duro mucho, cuando él se quedó viéndolos directamente.

    — He decidido ir con ustedes al museo —Dio su respuesta.

    — ¿Acaso no tenías que hacer un encargo? —Pregunto Cilan por su cambió radical.

    — No se preocupen por eso, el encargo puede esperar. Je, je, je —Sonriendo el joven emprendió su camina, alzando el brazo—¡Vamos al museo, chicos!

    — O-Oye... ¡Espéranos Hilbert! —Dijo Ash que comenzó a seguirlo al igual que sus compañeros, entrando a cuidad Nacrene.

    Luego de entrar, el grupo se dirigió al gimnasio sin problema alguno. Estando a unos pasos de la entrada al museo, ambos retadores abrieron la puerta, el lugar tenía gran cantidad como variedad de cosas arqueológicas, entre ellos, huesos y objetos antiguos. De repente, aparece un distinguido señor, que los atendió enseguida.

    — ¡Bienvenidos sean visitantes! —Exclamo con euforia— Mí nombre es Hawes, y soy el encargado del museo junto con mi esposa.

    — Es un gusto conocerlo, Señor Hawes —Saludo Cilan con clase— Mi nombre es Cilan.

    — ¡Hola Señor! Mi nombre es Ash, y he venido por un reto de gimnasio —Respondió emocionado mientras Pikachu saludaba en su idioma.

    — ¡Vaya! Pero si es un Pikachu, son muy raros en la región —Se expresó admirando al pokémon. Entonces, volvió a mirar al entrenador— Entonces, ¿has venido por un combate de gimnasio?

    — Sí señor.

    — Esperar aquí joven Ash, iré a comunicarle a mi esposa sobre el reto —Para cuando Hawes se marchaba, la voz de Hilda lo detuvo.

    — Ah, disculpe. Yo también he venido por un reto de gimnasio.

    — Tú también has venido para retar a Lenora, joven entrenadora —Hawes se impresionó de que hubiera dos retadores en un día—¿Me puedes decir tu nombre?

    — ¡Ah, claro! Aún no dije mi nombre, soy Hilda —Luego de escuchar su nombre, pasó su vista al chico que sostenía el huevo.

    — ¿Tú también, has venido por un reto de gimnasio?

    — ¿Yo? No, solo he venido a observar.

    — Ya veo. Bueno retadores, esperen un rato —Entonces se marchó, subiendo por las escaleras, entrando por el área que decía "biblioteca".

    — El museo, es un lugar muy interesante para estudiar —Detallo Hilda con mucho interés, viendo los fósiles de pokémon ya extintos.

    Ash observaba curioso, cada reliquia antigua de la historia relacionada con Unova. Entonces se detuvo al observar un gran esqueleto, proveniente de un pokémon.

    — Eso es... —Sacó de inmediato su pokédex, verificando su sospecha— Lo sabía, es un Dragonite. Pero, ¿de cuántos años será?

    No hay ninguna duda. Acá será el objetivo del equipo Plasma —Pensó Hilbert al afirmar el lugar, pero aún quedaba una cosa más que averiguar— ¿Que será lo que realmente buscan? ¡Rayos N, nunca me das información, bien detallada!

    El grupo se vio interrumpido en su exploración, al notar la presencia del encargado junto con una mujer, dando la sospecha de ser la otra encargada.

    — Siento la demora, chicos —Tras disculparse, Hawes hizo espacio para presentar a su esposa— Ella es la líder del gimnasio de cuidad Nacrene, Lenora.

    — Según me informo, Hawes. Solo hay dos retadores que han venido por la medalla Base, pueden acercarse —Al escuchar las palabras de Lenora, tanto Ash y Hilda se acercaron— Así que ustedes son los retadores. Venga conmigo.

    La líder de gimnasio, los guio hasta una biblioteca que era privada, notando la confusión de ambos entrenadores que esperaban ver el campo de batalla.

    — Escuchen retadores... —Llamó Lenora señalando en los estantes de libros— Si quieren luchar conmigo, primero tienen que cumplir un pequeño reto.

    — ¿Un reto? —Dijeron sorprendidos.

    — Verán, antes de comenzar una batalla oficial, siempre pongo un reto a los entrenadores, y es encontrar la puerta secreta donde se encuentra el campo de batalla. Además, creó que será divertido que ambos compitan para encontrarlo —Respondió Lenora.

    — ¿En qué consiste el reto? —Preguntó Hilda, queriendo saber la regla.

    — El reto es muy simple, solo deben buscar un libro que les diga cómo encontrar la puerta secreta —Mencionó la regla, posando su mano en un "libro".

    — Ahora lo comprendo. Los desafíos de un líder de gimnasio de Unova, son muy distintas a las otras que he ido —Aclarando esa duda, Ash se preparó para el reto.

    — Bien retadores, busquen el libro que conducida a su batalla —Con esas últimas palabras. Ambos iniciaron en la búsqueda de aquel libro.

    Pasado cinco minutos, Hilda se encontraba atenta, leyendo cada libro que escogió de los estantes tratando de buscar una pista. En cambió Ash, él estaba parado sin hacer nada.

    — Es un reto muy complicado. Eso de encontrar un libro que conecte a una puerta secreta, es como encontrar una aguja en un pajar —Dijo Cilan que colocaba su mano en su barbilla. Para quedarse viendo el progreso que hacían ambos— Ahora como se ingeniaran para resolverlo.

    — Impresionante. La bella Hilda se esfuerza mucho en buscar esa puerta —Detallo Hilbert por el empeño que daba la joven, que decidió alentarla—¡Tú puedes Hilda!

    — Disculpe joven, pero está prohibido hacer ruido en la biblioteca —Dijo Hawes, provocando que el oji-café se quedará apenado por la situación.

    — Lo siento —Se quedó en silencio, observando a la oji-azul.

    — Pika pi —Su compañero lucía extrañado por el comportamiento de su entrenador, que se había quedado mirando a la nada desde que inició el reto.

    — Hum... —El joven de tez morena, colocando su mano en su barbilla se quedó pensativo en algo particular— Según dijo Lenora, debemos encontrar el libro que conecta a la puerta secreta. Pero, ¿a qué se refiere exactamente? —Entonces observo el estante de libros, en donde la líder había hablado— Algo no anda bien, para encontrar la puerta, solo buscando un libro, nos llevaría mucho tiempo — De la nada, su cerebro reaccionó, recordando algo importante sobre la condición del reto.

    "Flashback"

    — Verán, antes de comenzar una batalla oficial, siempre pongo un reto a los entrenadores, y es encontrar la puerta secreta donde se encuentra el campo de batalla. Además, creó que será divertido que ambos compitan para encontrarlo —Respondió Lenora.

    — ¿En qué consiste el reto? —Preguntó Hilda, queriendo saber la regla.

    — El reto es muy simple, solo deben buscar un libro que les diga cómo encontrar la puerta secreta —Mencionó la regla, posando su mano en un "libro".

    "Fin del Flashback"

    ¡Acaso será!

    Vaya, vaya. Al fin se percató del propósito del reto —Dijo Lenora al observar en la dirección donde iba el entrenador.

    — Según recuerdo, este debe ser el libro —Al cogerlo, la habitación retumbo, mostrándose ante las miradas de todos, el pasaje secreto.

    — Felicitaciones Ash, has encontrado la puerta secreta —Declaró Lenora como ganador.

    — Eso fue sorprendente. Ash, ¿cómo supiste sobre cual libro era el correcto? —Hilda quiso saber el motivo de encontrarlo a la primera.

    — Ah, sobre eso... —En eso hizo memoria— Cuando Lenora nos dijo que debíamos buscar un libro para encontrar la puerta secreta, ella estaba sostenía en un libro. Entonces caí en cuenta, que ese libro era el correcto.

    — Impresionante, has tenido la destreza de averigua el acertijos. Eso demuestra el ingrediente principal, para la sazón, que resaltada la exquisita delicia del sabor —Cilan volvió con sus frases de conocedor. Aunque, ambos chicos de ojos cafés no entendían.

    — Eso fue increíble, Cilan —Dijo Hilda.

    — Vaya selección de palabras bien detalladas, has dado Cilan —Dijo Hawes fascinado.

    — Al notar esas frases, veo que eres un conocedor pokémon —El peli-verde asintió al comentario de la líder— Lo suponía. Es común oír esas palabras, debido a que nuestra biblioteca tenemos varios temas respecto sobre los conocedores.

    — Ya veo... Es como el viejo truco del libro secreto en un estante, igual como sucede en las películas —Hilbert movía su cabeza, entendiéndolo— Nunca me lo hubiera esperado.

    — Ash —Llamó Lenora al entrenador— Antes de entrar, trataré de explicar sobre la razón del reto —El grupo quedó atento, entonces prosiguió— Verán, los aspirantes no solían coger el libro correcto que les decía disimuladamente. Al contrario, cuando les recomendaba leer un libro, algunos aspirantes se pasaban horas leyendo cada libro erróneo que escogían por su propia cuenta.

    — Con que de eso se trataba el reto —Hilda no pudo ocultar su expresión desanimada.

    — No te preocupes, Hilda —Enseguida habló la líder— Cuando este combate acabé, serás la siguiente en enfrentarme. Pues, ahora sabes cómo pasar el reto, ¿no?

    — ¡Gracias Lenora! —Agradeció haciendo una reverencia, para cambiar su vista a su compañero y amigo— Buena suerte en tu combate, Ash.

    — No te preocupes por eso... ¡Voy a ganar mi segunda medalla! —Expreso lleno de confianza para luego bajar por la escalera secreta.

    Ambos se llevan muy bien —Se decía Hilbert al verlos tan unidos— ¡Je, je, je! Así que de esto se trata la amistad entre mejores amigos, apoyándose en las buenas y en las malas.

    Luego de bajar por la escalera, todos notaron el campo de batalla. Sin perder tiempo, Ash se colocó en el lado del retador a la vez que Lenora se colocaba en el lado contrario. Los compañeros del azabache se sentaron en los asientos como observadores.

    — El combate por la medalla Base, dará comienzo. Los participantes solo pueden usar dos pokémon, pero solo el retador puede sustituir —Habló Hawes como el árbitro, dando las reglas del gimnasio.

    — Ahora que ya está dicho. ¡Ve Lillipup! —La líder al instante libero a su pokémon, que salía al campo de batalla.

    — ¡Un Lillipup! Eso significa que los pokémon del gimnasio son del tipo normal —Dijo Hilda al verificar ese hecho mostrándose preocupada— Esto podría resultar muy complicado.

    — Bien, es momento de luchar. ¡Tepig yo te elijo! —Lanzando su poké ball, el pokémon de fuego hacía presencia al lugar, soltando humo de su hocico— Es momento de ganar mi segunda medalla.

    Esta historia continuará...

    Notas del autor:

    Finalizando hasta acá, la batalla de Ash ha dado inició y como sucedió en la primera, esta tendrá dos partes para ser específicos. Agradezco por el apoyo de algunas personas que leen mi fanfic, igual sucede con los que observan. Espero que disfruten del capítulo, pues yo estaré dando el todo en seguirlo a pesar de mis contra-tiempos.

    ¡Comenten que les pareció!

    Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 21 Abril 2017
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    J.Nathan Spears

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    Luego de un tiempo sin leerte, me alegra ver que sigues con este proyecto ;). Hmmm... ahora parece que todo mundo se juntará en Ciudad Nacrene. Si bien Iris y su tierno Axew hicieron aparición al fin, luego de mucho, no parece que vayan a tener una participación muy destacada... si es que llegan a participar, claro. Parece que estarán de meros observadores...

    Pero como sea, al menos el grupo principal no lo está pasando mal xP. Tal parece que tendrán una divertida batalla pronto, y además, Ash ha demostrado ser muy sagaz... realmente no se tardó nada en resolver el acertijo de Lenora owoU. No sé, como que me sorprende mucho xD. Pero no debería quejarme... después de todo, Ash sí que es capaz de tener esos chispazos de inspiración para resolver sus problemas, sin necesidad de planeación previa.

    Y sobre Hilbert, me parece interesante que lo hayan EXPULSADO de la academia. Me pregunto qué cagada se habrá mandado owoU. Seguro lo sabremos pronto.

    Por lo demás, el episodio ha sido de lo más tranquilito... solo detecté una pequeña cadena de errores

    Haciendo cambios en orden, tenemos "Indicó" (la tilde la mandaste a un sitio donde no corresponde), "alistara" (ya que como "trío" son algo singular) y "llegue" (vomitaste una tilde xD)

    Hasta la próxima. Yo también debería hacerme un tiempo para continuar mis proyectos :P
     
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    Emilion

    Emilion ¡Adoro escribir con mis parejas favoritas!

    Aries
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    Pokémon Sagas: Negro y Blanco
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    Aventura
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    ¡Alola a todos lo que leen este fanfic! Espero que disfruten de esta continuación de "Pokémon Sagas". Además que estoy pensando en poner más prioridad a mi primer fic, en especial con el "Episodio Delta" que solo dura unos veinte capítulos como máximo.

    Capítulo 27: Ash vs. Lenora, ¡una batalla sin escape!

    —¡Guau! Nunca había presenciado una batalla de gimnasio. —Dijo Hilbert que no podía ocultar su emoción al estar presente en uno. Aquella acción, llamó la curiosidad de Hilda.

    —¿Nunca lo has visto, ni siquiera por la televisión?

    —Bueno, jamás pude verlo en persona, ni menos en la televisión. Solo observaba las batallas entre entrenadores. ¡Ja, ja, ja! —Respondió, avergonzado.

    —Ya veo. —Entendiendo su motivo, volteó a ver el combate de su amigo. Pero dentro de ella algo le inquietaba, y esa inquietud se debía al castaño.

    -O-O-O-O-O-

    En el terreno de batalla, Ash estaba concentrado en observar la estrategia que tendría Lenora. Aunque se percató enseguida, que la líder esperaba que hiciera el primer movimiento, no teniendo otra opción, decidió ir al ataque.

    —¡Tepig usa embestida!

    Enseguida el pokémon de fuego corría a gran velocidad hacia su adversario que estaba quieto desde el comienzo.

    —Comencemos, Lillipup usa protección.

    El pokémon normal obedeció la orden y se cubrió en un escudo verde, Tepig no pudo ejercer su movimiento debido al movimiento defensivo.

    —¡Usa mordisco! —Exclamo Lenora por la cercanía entre ambos pokémon.

    —¡Tepig esquivarlo!

    Siendo muy tarde, Lillipup acertó en su ataque sosteniendo una de sus patas, aprovechando esto lo mando a volar, cayendo bruscamente al suelo.

    —¡¿Tepig te encuentras bien?! —Ash trato de verificar su estado. En eso Tepig lanzó un fuerte gruñido, levantándose—. Tepig trata de mantener la distancia para atacar. —Su pokémon asintió al captar su orden.

    Veo que has comprendido mi estrategia. —Pensó Lenora con una sonrisa.

    —¡Tepig usa ascuas! —El pokémon aspiro mucho aire, comenzando a recargar su ataque.

    —¡Lillipup usa derribo! ¡No permitas que use su ataque! —Lenora decidió atacar aprovechando su demora.

    —¡No puede ser! ¡Tepig, ataca ahora!

    Terminando de cargar, lanzó su ataque de lleno hacia Lillipup, impactándolo a la vez que se creaba una cortina de humo.

    —¡¿Le dio?! —Pregunto la oji-azul tratando de mirar el campo.

    —Por la cantidad de polvo, no se sabría exactamente. —Respondió Cilan.

    —El ataque de Tepig... no le hizo nada. —Diciendo con voz calmada y mirando serio. Aquellas palabras llamaron la atención de ambos.

    —¿Qué quieres decir Hilbert? —Pregunto intrigada.

    —Es sencillo, el Lillipup de Lenora se protegió... —Contó, sin quitar su vista del campo. Entonces sonrió—. Y sucedió cuando el ataque de ascuas lo impacto.

    —¡No puede ser! Entonces... —Al voltear hacia el campo que se dispersaba, grande fue su sorpresa lo que observo.

    Ante la vista de todos, Tepig estaba agotado y con serios daños. En cambio Lillipup estaba ileso al ser cubierto por la protección.

    —¡Oh no, Tepig! —Dijo preocupado por su estado mientras Lillipup que estaba serio regresaba con su entrenadora.

    —Veo que has logrado llamar la atención de Lillipup. Pero tu pokémon ya está en su límite —Exclamo viendo los hechos—. Ahora sabrás que tu pokémon sufrió por su misma causa.

    —¿Qué quiere decir Lenora? ¿Cómo Tepig se hizo daño por su ataque? —Se preguntaba, confusa.

    —Déjame explicártelo, mi bella Hilda —Viéndola, Hilbert habló—. El ataque de Tepig dio en el blanco a Lillipup, pero este a su vez utilizo la protección mientras corría usando su ataque. Entonces al colisionar, el que sufrió daños fue Tepig debido a que su ataque explosiono cerca mientras Lillipup se protegía.

    —Ya veo... Uso la protección como un ataque y a la vez como un escudo, es simplemente brillante. —Cilan se asombró por aquel detalle que desconocía.

    —Eso significa que Ash puede perder si no logra dar con su ataque —Exclamo, preocupada.

    —No lo creo —Negó su comentario viendo al entrenador—. Hay una manera de atacar evitando su protección. Solo debe darse cuenta del punto débil de su oponente, así lograda ganar.

    —¿Enserio lo crees?

    —¡Por supuesto! Jamás te engañaría, y menos a una chica linda —Dijo en un tono seguro.

    —Entonces, hay una manera de que Ash gane. Te lo agradezco Hilbert —Dijo sonriendo, volviendo a observar el campo de batalla—. Antes de que se me olvide, puedes dejar de llamarme bella sabes que es vergonzoso, ya te lo dije con anterioridad.

    —¡Ah! Claro je, je, je. Lo lamento. —Se disculpó apenado.

    —Ella tienen mucha confianza en que Ash ganara. Es impresionante. —Pensó Cilan luego de escuchar la conversación de ambos.

    —¿Tepig, puedes continuar? —Ash observaba como su pokémon se levantaba con dificultad, cerró los ojos meditando sobre la situación—. Debo buscar una manera de conseguir acertar con un golpe bien fuerte. Pero, ¿cómo lo hago?

    —Ha llegado la hora de acabar, Lillipup usa derribo —Lenora decidió acabar con la batalla. Entonces su pokémon corría, dirigiéndose hacia Tepig.

    —¡Tepig usa ascuas! —Abrió los ojos haciendo que su pokémon recargada su ataque.

    —¿Por qué de nuevo lo está haciendo? ¿Acaso no sabe que ocurrida lo mismo? —Hilda veía preocupada aquella escena que se repetía.

    Interesante. Veamos si logras voltear esta vez a tu favor, Ash. —A Hilbert se le dibujo una sonrisa desafiante.

    Bien, solo debo buscar un momento para atacar. —Se decía calmado, esperando aquel momento oportuno.

    —Lillipup usa protección —Dijo Lenora luego de notar el ataque mientras su pokémon se envolvía con su escudo verde.

    —Bien, ¡Tepig usa ascuas a máxima potencia! —Con optimismo, levanto su puño. Entonces el ataque ígneo impacto hacía el pokémon normal.

    ¿Que trata de hacer con ese ataque? —Se preguntó Lenora, extrañada.

    —No entiendo lo que trata de hacer, Ash. Solo harás que Tepig se agote a este paso. —Para Hilda, no encontraba algo razonable sobre la estrategia del oriundo de Kanto.

    —Estoy de acuerdo, Hilda. Es algo extraño que siguiera con el ataque, aun cuando el pokémon de Lenora está protegido. —Añadió Cilan que analizaba la situación.

    —Yo creo que supo llevar bien la situación. No, mejor dicho ha logrado persuadir sobre aquel error que no comprendió. —Dijo Hilbert que aún veía el combate.

    —¿A qué te refieres con que lo está llevando bien? —Pregunto intrigada.

    —Es sencillo, be... digo Hilda. Solo debes observar el combate desde ahora. —Declaró convencido del resultado.

    —Bien. Si tú lo dices. —Dijo, no muy convencida.

    —¡Tepig sigue con el ataque! —Ordeno, seguro de su plan—. Aguanta Tepig, solo un poco más, hasta que logré funcionar lo que tenía planeado. —Decía en voz baja, observando el esfuerzo de su pokémon.

    Este chico, no sé qué trata de hacer pero siguiendo con el ataque su pokémon se debilitada —Se decía Lenora, entonces noto algo en ese ataque.

    —¡Bien! Está resultando —Ash sonrió con confianza—. ¡Tepig, sigue así!

    Entonces Tepig lanzando más fuerte su ataque ígneo, logro romper el escudo verde de Lillipup, sorprendiéndolo, recibiendo de lleno el ataque.

    —¡Sí, ha funcionado! —Dijo Ash, que mantenía su vista en su pokémon.

    —¡No puede ser! —Lenora, estando atónita había observado a su pokémon que caía al suelo, debilitado.

    —Lillipup no puede continuar. El ganador es el Tepig del entrenador Ash. —Dijo Hawes que daba el resultado del combate.

    —Co-Como lo hizo. ¿Cómo lo debilito al primer golpe? —Hilda quien se encontraba sorprendida, no podía creer que su amigo haya ganado.

    —Ahora veo que tenías razón, en lo que dijiste Hilbert. Pero ahora mi duda es como lo supiste. —Cilan se quedó viendo al castaño, buscando una explicación.

    —Ah, bueno... es algo difícil de explicar... —Rascándose la cabeza, Hilbert no sabía por dónde comenzar.

    —Por favor Hilbert. —Hilda usando un tono de súplica mientras sus ojos emitían un brillo.

    —Está bien. Lo voy explica como pueda. —Levanto el brazo, decidido.

    Enserio, era verdad que no podía decir un "no" a una chica. —Cilan solo mostró una gota en la cabeza, tras ver aquella escena.

    —Bueno, para comenzar... —Respiro hondo, antes de hablar—. Tepig estuvo siguiendo con el patrón de su ataque mientras Lillipup se protegía. Ahí fue el error de la líder, Lenora.

    —Ahora lo entiendo a la perfección, lo que tratas de decirnos. —Cilan solo coloco su mano en su barbilla, tras comprender la explicación del castaño.

    —¿A que te refieres con el error? —Hilda preguntó, sin poder comprender lo dicho.

    —Bueno Hilda, lo que ocurre es que la debilidad de Lillipup era su propio movimiento. Esto es debido a que la protección solo dura un tiempo de 5 minutos como máximo, pasado ese tiempo, el escudo se desvanece por completo.

    —¡Ahora lo entiendo todo! Entonces cuando se fue la protección, toda la carga de fuego que estuvo en su interior, exploto junto con Lillipup en su interior. Además si incluimos que se vio forzado con la habilidad de Mar de Llamas de Tepig...

    —Claro. Eso te da un K.O. —Respondió, golpeando la palma de su mano con su puño.

    —Simplemente esplendido. Ash sabe cómo darnos una sorpresa con sorprendente demostración al estilo único en los combates. —Respondió Cilan, emocionado.

    Ash es sorprendente. —Hilda se quedó maravillada con el ingenio de su amigo.

    -O-O-O-O-O-

    —Ash, has sabido llevar muy bien el combate sin llegar a desesperarte. —Dijo Lenora que regresaba a su pokémon.

    —¡Claro! Si no confías en el poder de tu pokémon, estas perdido. —Respondió, orgulloso de su pokémon que lucía agotado.

    —Ya veo —Dijo, sosteniendo su Poké Ball—. Ahora como llevaras este combate con mi siguiente pokémon. ¡Sal Watchog!

    —Wat chog. —El pokémon entró al campo de batalla, lanzando un gruñido y preparándose para el combate.

    —Así que Watchog. —En eso Ash sacó de inmediato su pokédex.

    "Watchog, la forma evolucionada de Patrat. Los componentes luminiscentes de su interior hacen que sus ojos y su cuerpo brillen para luego intimidar a sus adversarios."

    —¿Tepig, puedes seguir? —Ash, tras notar la decisión de su pokémon. Prosiguió con la batalla—. ¡Usa embestida!

    —Watchog evade, y usa mal de ojo.

    El pokémon evadió el ataque mientras le lanzaba su movimiento al tipo fuego. De repente Tepig sintió un aura oscura, rodeando todo su cuerpo.

    —¡Tepig ahora usa ascuas! —Ash aprovecho la cercanía de ambos pokémon. Mientras Tepig se encontraba cargando su ataque ígneo.

    —Muy lento, Watchog usa hipnosis.

    El pokémon normal junto la palma de ambas manos, ejecutando su movimiento hacia Tepig, que sin previo aviso cayó dormido al suelo.

    —¡Rayos! Tepig está dormido. —Ash al instante sacó su Poké Ball—. ¡Tepig, regresa!

    Cuando la luz roja apunto al pokémon para devolverlo, algo inesperado ocurrió. Tepig aún seguía en el campo de batalla, siendo cubierto por un aura oscura.

    —¡¿Ah?! ¡No puede ser!

    —Veo que te diste cuenta muy tarde —Dijo Lenora, sonriendo por lo descuidado que fue el entrenador—. No podrás regresar a tu pokémon, gracias al efecto de mal de ojo.

    —Esto es malo. —Ash se mostró preocupado, ante la nueva situación.

    Esta historia continuará...

    Notas del autor:

    Mostrando la hazaña en la batalla de Ash por su segunda medalla, admito que hubo grandes momentos durante el enfrentamiento. Incluso estoy tratando de mejorar en la explicación sobre el transcurso de los pokémon en el combate.

    ¡Comenten que les pareció el capítulo!

    Emilion se despide de ustedes lectores, hasta la próxima.
     
    Última edición: 1 Mayo 2017
  20.  
    J.Nathan Spears

    J.Nathan Spears Adicto Comentarista Top

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    Hmmm... bueno, el episodio está bien escrito. Se me ha hecho breve, pero supongo que está bien con ese largo. Lo malo es que hay una frase ultra confusa que dejaste:

    Como que ahí la palabra "mínimo" sale sobrando, puesto que se contradice con lo de máximo al final. Y si eliminásemos lo "máximo", entonces la Protección de Lillipup podría durar un tiempo indefinido.

    Pero en fin, supongo que Ash supo llevar bien la batalla usando a Tepig, de momento. Pero definitivamente Watchog va a pulverizarle con facilidad. Realmente Lenora adora usar Mal de Ojo, eh xD. Y no sé cómo le hará el siguiente Pokémon que Ash saque. Pero seguro lo hará bien.

    Por lo demás, creo que el episodio está bastante bien, pero hasta por ahí. Revisa mejor antes de publicar, vato. Y hasta el momento, Ash ha sabido usar su cerebro muy bien... a ver qué hace Hilda después si quiere ganar medalla y si Lenora tiene otros Pokémon disponibles para ella.

    Adiosito -w-
     
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