One-shot de Naruto - Navidad en Road to Ninja

Tema en 'Fanfics Terminados de Naruto' iniciado por Mary Dragneel, 3 Enero 2017.

  1.  
    Mary Dragneel

    Mary Dragneel Temporalmente fuera de servicio :'v

    Piscis
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    828
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Navidad en Road to Ninja
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3069
    Meh.
    No, no es comedia. Debería serlo, pero soy pésima para ello ;-;
    No sé qué escribí ni qué es esa cosa que hago llamar título (?

    Para el concurso ¡Un diciembre de locos en Konoha! Organizada por la querida @Knight
    Los personajes son de Masashi Kishimoto. Me tocó el número seis. Me disculpo por el seguro OoC y está mal desarrollado y finalizado por las prisas ;-;

    OoOoOoOo

    Todos conocemos al derecho y al revés la historia de Naruto Uzumaki y sus amigos, así como el rumbo que tomaron sus vidas luego de la Guerra Ninja.
    Naruto se casó con Hinata, tuvieron dos hijos y él se convirtió en Hokage.

    Pero... ¿Qué habrá ocurrido con Menma Uzumaki y los demás?

    Estos también crearon su propia vida, pero muy diferente a sus contrapartes, sobretodo las de cuatro ninjas en especial; Menma, Sakura, Sasuke y Hinata. ¿Por qué?

    Bien, en pocas palabras: Sakura y Hinata se rindieron con Menma después de largos años, quedando como "amigas" y acordaron que, en caso raro de que el Uzumaki quisiera a una de ellas, no habría rencores entre ambas. Lo cual fue muy difícil para la usuaria del byakugan, pues el rubio había elegido a su contraria. Más tarde encontraría una nueva opción con Sasuke.

    El punto es, que acabaron por ser Sakura Uzumaki y Hinata Uchiha. Esta última manteniendo su cabello largo.
    Pero eso, al igual que el hecho de que Sakura se volvió Séptima Hokage, es una historia aparte de la que nos reúne aquí.

    ¡Es navidad! Ambos matrimonios se reunieron en el hogar del rubio y la ojijade, en compañía de su descendencia.

    Boruto Uzumaki, que contrario al que conocemos, es más sereno y apacible. No hay mucho cambio, el más notable son las facciones de su rostro, teniendo estas más similitudes con Menma.

    Himawari Uzumaki, los cambios son agigantados, pues en lugar de la girasol presentada ante nosotros, tenemos a una pelirosa idéntica a su madre. Con excepción de sus ojos azules y las tres rayitas en las mejillas que caracterizan a su padre.

    Sarada Uchiha, también con varios cambios. Su rostro es como el de Hinata, pero con ojos y pelo negro; esto último les llevó a pensar que no obtendría el byakugan, mas recientemente han descubierto que es posible.

    Pero nuevamente nos desviamos del tema.

    Hinata y Sakura estaban en la cocina preparando la que sería su cena de navidad.

    —Pensé que lo haría sola —soltó brusca y repentinamente la ex Hyuga.

    —¿A qué te refieres con eso? —preguntó la Hokage a la defensiva.

    —A que pensé que la cena la haría sola. Como pasas encerrada todo el día en la torre Hokage —se encogió de hombros mientras picaba unos tomates —. Además, si a alguien le llega a dar indigestión hay que aclarar que tú cocinaste. Después de todo te faltan mil años para alcanzarme en las artes culinarias —sonrió con sorna, superioridad y egocentrismo. Esto causó molestia inmediata en la Uzumaki por matrimonio, sin embargo, con sus hijos andando por ahí una discusión entre ellas no sería una opción tan benéfica. Peor aún en víspera de Navidad.

    —Dejé un clon en la oficina para que acabara lo que me faltaba. Debía venir con mi familia —una vena resaltaba en su frente mientras decía esto para ignorar el comentario de la Uchiha.
    Hinata sonreía victoriosa. Tenía la certeza de que Sakura no tenía ningún argumento válido en su contra.

    —No cambiarían ni aunque su vida dependiera de ello —dijo Sasuke a su amigo. Estando ambos en el marco de la puerta a la cocina. No habiendo sido notados todavía por sus mujeres —. Son tan bellas y fogosas~

    —Déjate de estupideces —Menma rodó los ojos, por mucho tiempo que hubiese pasado, Sasuke tampoco había cambiado.

    A propósito, Menma mantiene su cabello largo y Sasuke no tiene apariencia de emo.
    Están como nos los presentaron en el sueño de Tenten.

    —Siempre estuve detrás de Sakura, ¿recuerdas? Aunque anduve con varias mujeres —Menma alzó una ceja, no comprendiendo del todo la razón para que se mencionara aquello —. Me pregunto si en algún otro lugar Sakura me ama a mí~ —bromeó con la principal intención de molestar a su compañero.

    —Ni en tus mejores sueños, Uchiha —espetó con tono casi de odio y una mirada gélida. Sasuke rió y, en otro universo, Sakura Uchiha estornudó.

    —Tranquilo, celosín. Era una broma.

    Nada divertido por el comentario de su amigo, Menma negó frustrado, para luego adentrarse en la cocina y dirigirse a las mujeres.

    —Dejen sus estupideces de niñas pequeñas y cocinen —exigió mientras sacaba una cerveza de la nevera.

    —Mo~. No seas así, Menma —Sakura hizo un puchero —. Sabes que Hinata y yo somos amigas.

    —Claro, y yo soy el hijo del Cuarto Hokage, todos me odiaban y tenía obsesión contigo de pequeño —respondió sarcástico, su mujer rodó los ojos. Mientras, de nuevo en otro universo, Naruto estornudó.

    —Tu sarcasmo es a veces insoportable, Menma. Veo que olvidarte fue una gran opción —se burló Hinata.

    —Porque me amas a mí, ¿verdad, Hinata~? —la mujer hizo a un lado el intento de beso de su marido

    —Me besas ahora que estoy ocupada y te meto el cuchillo por los ojos —amenazó. Sasuke dio un paso atrás, temeroso por su vida, riendo con mal disimulado nerviosismo.

    —D-De acuerdo...

    —¡Mami, papi! —una pequeña niña pelirosada de apenas dos años entró a la cocina. Menma la alzó en brazos.

    —¿Pasó algo? —preguntó con voz casi suave. Únicamente usando ese tono de voz con sus hijos.

    —¿Dónde están Boruto y Sarada? —cuestionó ahora Sakura en tono tranquilo y maternal.

    —¡Aquí! —mencionaron ambos niños de seis años.

    —Mamá, ¿verdad que Santa-san vendrá pronto? —preguntó inocentemente Sarada con sus ojos brillosos y una enorme sonrisa.

    —Es cierto, ¿o no mamá? —Boruto igualmente interrogó a Sakura con la misma expresión, un poco menos prolongada.

    Ambas mujeres sonrieron a sus primogénitos mientras les acariciaban la cabeza.
    Lo que nadie notó es que, ante la pregunta de Sarada, Sasuke y Menma palidecieron de un momento a otro.

    —Por supuesto, pequeño. Te aseguro que con lo bien que te portaste, Santa te traerá un regalo grande —Sakura dijo, revolviendo los cabellos de su primer hijo. Uzumaki padre y Uchiha padre se vieron entre sí.

    —¡Es como dice Sakura! Te aseguro, Sarada, que vas a quedar encantada —sonrió Hinata.

    Y es que, ellas eran muy diferentes cuando eran madres, a cuando son esposas, kunoichis, amigas y/o ciudadanas civiles.
    Los padres negaron, a lo cual empezaron a sudar frío. Temieron que esa fuese la última navidad que pudiesen ver, por lo que Menma le dio un casto abrazo a su hija menor y luego la dejó en el suelo. Sasuke mandó a Sarada un beso por los aires. Más que contentos, los niños se retiraron.
    Uzumaki y Uchiha pasaron saliva con dificultad.

    —Sakura...

    —Hinata... —las aludidas se voltearon sin comprender el estado de sus maridos —. D-Dile tú —pidió Sasuke temeroso.

    —¡¿Y-Yo?!

    —¡Suelten la sopa, cabrones! —la de byakugan exigió irritada.

    —Es solo que... A Santa-san se le olvidó comprar regalos para Boruto y Himawari Uzumaki y para Sarada Uchiha —Menma declaró tratando de disimular, no muy bien, el hecho de que en aquellos instantes temía por su vida.

    —Y, pues, hasta el momento no tiene nada todavía —agregó Sasuke entrecortadamente.

    —Repite eso, cariño —la pelirosa dijo aquello muy lento y amenazante, aumentando solamente el sudor en ambos padres.

    —Creo que no les escuchamos bien... ¿Qué fue lo que dijeron? —preguntó Hinata de la misma manera. A ambas se les podía distinguir un aura oscura alrededor.

    —Óyeme bien, Menma. Si no consigues regalos para mis hijos me aseguraré de decirles que tuviste una muerte natural —Sakura apuntó un cuchillo en contra de su marido —. ¡Naturalmente dolorosa!

    —Ahora bien, Uchiha —Hinata, haló del cuello de la camisa al aludido —. Si no consigues un regalo para Sarada, olvídate de volver a ver la luz del día. ¡¿Entendiste, zoquete?! —al acabar lanzó a Sasuke hacia el exterior de la residencia Uzumaki, haciendo Sakura lo mismo con Menma.

    Menma y Sasuke no perdieron tiempo. Una vez pudieron ponerse en pie, salieron disparados hacia el centro de la aldea, en busca de alguna tienda abierta. Desesperados, buscaban en toda la Hoja.
    Sasuke incluso tenía su sharingan activado.

    —¡Mierda! ¡¿Ves algo?!

    —¡No hay ni una maldita tienda abierta en toda Konoha, Menma! —advirtió el Uchiha sintiendo pánico.

    —Debemos ir a otras aldeas.

    —¡¿Q-Qué?! Menma, ¡tardaríamos demasiado! Estamos a unas horas de que sea veinticinco de diciembre y solo en llegar a Suna tardamos tres días.

    —¡Me vale! No sé tú con Sarada, pero yo sí quisiera que Boruto y Himawari tuvieran a un padre, ¿sabes? —dijo bruscamente el rubio, con la desesperación notoria en su voz. Aunque luchara por evitarlo —. Alguna manera habrá.

    —Solamente se me ocurre que alguno de Akatsuki nos ayude.

    —¡Mira! Sí usas el cerebro para pensar.

    —¡No hay tiempo para tus comentarios ofensivos e hirientes! Mejor vamos rápido.

    Sin otra palabra, ambos corrieron con su vida literalmente dependiendo de ello, a la base que utilizaba Akatsuki, en las afueras de la aldea.
    Una vez ahí, sin esperar a que los que ahí estaban pidieran explicaciones, Uzumaki y Uchiha les explicaron resumidamente lo que ocurría y el problema en que estaban.

    —Sus esposas tienen toda la razón. Además ya es veinticuatro, a unas horas de veinticinco. Ya no estamos en horario laboral —Konan dijo encogiéndose de hombros, a la vez que preparaba una cena navideña para ella y sus compañeros.

    —Oye. No seas así, Konan —Deidara se puso en pie. Caminó hasta estar detrás de los recién llegados y, pasando un brazo por los hombros de cada chico, agregó —. Estos pobres ingratos están en peligro de extinción. Pero tranquilos, yo los llevaré.

    Los padres agradecieron y salieron junto a Deidara.
    Nuestra suerte empieza a mejorar. Pensaron ambos, viendo una luz de esperanza.

    —Empecemos por Suna —propuso Sasuke.

    —No. Debemos empezar por Kumogakure. Piénsalo, si vamos primero al lugar más cercano y no encontramos nada, perderemos el tiempo mucho más. Incluso, Deidara podría explotar algo en el camino y acabarse la arcilla; entre más lejos más grande será el problema —Menma hizo ver a su amigo.

    —Oye chico. Tu amigo éste tiene razón. ¿No habrá algún lugar en el que tú seas más inteligente? —mientras el Sasuke Uchiha que estamos tratando hacía un puchero, en otra dimensión el emo ven-, digo, Sasuke Uchiha que conocemos mejor estornudó.

    —¡Disculpen! —antes de partir, una chica se les aproximó —. ¿Quisieran por favor colaborar en la rifa que haremos media hora antes del veinticinco?

    —No tenemos tiempo.

    —No seas amargado, Menma. Yo compraré —Sasuke compró unos números para dicha rifa.

    —¡Genial! Perdimos cinco minutos de tiempo que no tenemos en eso —Menma replicó.

    Luego de otra perdida de tiempo en una discusión sin sentido, finalmente Deidara los apaciguó, partiendo inmediatamente a la Nube.
    ¿Recuerdan que los chicos pensaron que su suerte mejoraba?
    Pues se echaron la sal encima.

    Si no estaban cerradas o vacías, las tiendas que ahí habían estaban hasta el tope de gente, por lo que era imposible entrar en ellas.

    —Miren, no son los únicos estúpidos para comprar a última hora —comentó el Akatsuki, divertido con la situación.

    —Cállate —los desesperados maridos fulminaron al rubio con la mirada.

    En Kirigakure, no había ni una sola tienda que tuviera juguetes; ya todas habían sido asaltadas por padres y madres de familia en busca de buenos obsequios para sus niños. Iwagakure estaba con todas sus tiendas cerradas.

    —Nuestra última salvación —Menma pasó saliva con dificultad mientras ingresaban a una tienda en Sunagakure.

    —¿Qué necesitan, señores? —una joven mujer llegó a atenderlos.

    —Oh, bella dama, salvadora nuestra~ —Sasuke besó la mano de la joven, Menma rodó los ojos —. Somos esposos maltratados que únicamente buscan regalos para sus bellos hijos~

    Menma negó con una ceja alzada. Deidara rió. La mujer los vió con lástima.

    —Me da pena con ustedes, pero lo cierto es que ya no tenemos juguetes, ni aquí ni en el resto de la aldea. Hace poco se llevaron los últimos —los tres ninjas quedaron en blanco ante aquello. Su última esperanza y se había ido por la borda.

    —¡Te dije que viniéramos aquí primero!

    —¡¿Cómo se supone que iba a saberlo?!

    —¡Ahora oficialmente estamos muertos, Uzumaki!

    —¡El encargado de los regalos eras TÚ en primer lugar!

    —¡Ya cierren la boca! ¡Son muy ruidosos! —Deidara intervino, ya desesperado por la nueva discusión —. Volvamos a la hoja, así dejamos de joder, ¿no creen? —sin más opciones, ya resignados a que fuera su última navidad, regresaron a Konoha.

    —Te pagaremos después, por ahora iremos a rogar por nuestras vidas —suspiró Sasuke. Deidara asintió.

    Durante varios minutos vagaron por las calles de la aldea. No precisamente decepcionados por su segura muerte inminente, sino por no haber conseguido nada para su pequeña descendencia que en nada tenía la culpa. Ellos simplemente esperaban con su todavía inocencia, recibir un regalo de un inexistente hombre barrigón.

    Haber sido incapaces de conseguir un simple obsequio para sus pequeños, les hacía sentir impotentes y decaídos.

    —¿Y ahora? —preguntó Menma seguido de un pesado suspiro.

    —Podemos darles a los niños un abrazo a escondidas, huir y cambiar nuestros nombres. Por ejemplo tú te podrías llamar Naruto —sugirió el Uchiha intentando hacer menos pesado el ambiente.

    —No estamos para tus ideas raras, Sasuke. Lo mejor es que aceptemos nuestra inevitable muerte.

    —¡Y los ganadores son..! —los shinobis voltearon. Se trataba de una chica subida en un escenario, en sus manos tenía un papel.

    —¿Y ahora?

    —¿No recuerdas, Menma? Es la rifa que iba a haber media hora antes de las doce.

    —¡Menma Uzumaki y Sasuke Uchiha! —los aludidos quedaron estupefactos —. ¿Están aquí? Porque sino tendremos que volver a revolver los números —Sasuke inmediatamente reaccionó y, de un salto, llegó hasta la hablante.

    —¡Estamos aquí! —anunció una vez subió.

    —Bien —Menma llegó al escenario y la mujer bajó el micrófono. La gente espectadora, con las esperanzas de ganar completamente exterminadas, se fue dispersando para ir a sus hogares —. Verán, pueden escoger entre tres premios: Una tanda de juguetes infantiles unisex, una exquisita variedad de artículos ninja y —les hizo una seña para que se acercaran y puso su mano alrededor de su boca —, algunos juguetes para adultos.

    Menma era el más incrédulo.
    Minutos antes habían estado hablando sobre su asegurada muerte, y ahora tenían su verdadera última oportunidad en bandeja de plata.
    Sasuke por su lado, pensaba en la variedad que podría haber en la última opción y el cuerpo de infarto que poseía su esposa.

    —Nos llevamos los juguetes para adul... —fue silenciado por el rubio, quien inmediatamente y con exceso de fuerza, le tapó la boca con su mano.

    —Mi amigo quiso decir, que llevaremos la tanda de juguetes infantiles —se apresuró a corregir mientras. Y, si las miradas mataban, Sasuke ya hubiera sido atravesado por miles de kunais.

    —Muy bien~. Pero les recuerdo que no vienen envueltos. No nos quedó tiempo para ello —comentó un poco apenada la mujer, yendo en busca de los juguetes.

    Restándole importancia, los shinobis se llevaron los juguetes a la residencia Uzumaki, corriendo como alma que lleva el diablo. Al llegar se toparon inmediatamente con sus esposas, ya con una gran cantidad de cuchillos de diferentes formas y tamaños.

    —¿Y bien? —preguntaron amenazantes, una vez y jadeantes, sus maridos acabaron de llegar.

    —La buena noticia es que conseguimos varios juguetes... —habló Sasuke mientras agarraba aire a bocanadas.

    —... La mala es que deben envolverlos ustedes —Menma completó. Sintieron escalofríos, seguros de que a ellas no les había gustado lo último.

    —¡Si van a hacer algo háganlo bien! —espetó Sakura frustrada, tomando el saco en el cual los juguetes iban —. Distraigan a los niños lo suficiente como para envolver los obsequios y ponerlos bajo el árbol —ordenó mientras, con la Uchiha, se adentraban en el hogar.

    Con su vida todavía en peligro, Sasuke y Menma entraron también. Ellos tomaron rumbo hacia la sala, en donde sus hijos se hallaban viendo el árbol de navidad.

    —Niños, ¿y si jugamos a lanzar bolas de nieve? —Sasuke propuso, ante la frustración de su amigo.

    —No —contestaron los niños sin siquiera pensarlo, sorprendiendo a sus padres.

    —¿Por qué? —preguntó Menma poniéndose en cuclillas a la altura de su primogénito.

    —Sarada, Hima y yo decidimos esperar y ver cuando Santa-san venga. No nos vamos a mover de aquí hasta las doce.

    Los hombres podrían haber jurado sentir sus cuerpos comgelarse y quebrarse. No sabían de lo que eran capaces sus esposas si de sus hijos se trataba. Así que era mejor no arriesgarse.

    —V-Verás, a Santa-san no le gusta que lo vean. Considera niños malos a los que lo intentan —el rubio mayor trató de convencer a su hijo.

    —¿En serio?

    —Sí —Menma suspiró internamente de alivio. Boruto estaba cediendo.

    —¡No! Boruto, si le explicamos que nos portamos bien de seguro que no pensará que somos malos. ¡Hay que permanecer aquí! —Menma fulminó a Sasuke con la mirada. El Uchiha tragó fuerte y se acercó a su princesa.

    —Pechocha, cuando lo dices así es fácil, pero ¿y si Santa-san cree que tu decisión de esperarlo es de una niña mala? —Sarada observó horrorizada a su padre —. Piénsalo bien, amor —la niña lo pensó detenidamente. ¿Y si su padre tenía razón?

    —D-De acuerdo. Vamos a jugar entonces —Menma y Sasuke sintieron como si sus almas volvieran a sus cuerpos. Sacaron a jugar a sus hijos al patio, mientras las mujeres envolvían los obsequios.

    A los minutos, Sakura y Hinata asomaron por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.

    —¡Feliz Navidad! —gritaron al unísono.

    Cuando oyeron aquella frase, automáticamente los niños salieron corriendo a la sala en busca de sus regalos. Enternecidos y divertidos, sus padres los siguieron.

    —¡Woah! —exclamaron los primogénitos observando los juguetes. Boruto recibió un carro a control remoto, un avión igual y otros regalos. Sarada obtuvo un set de cocina, uno de doctora y demás cosas. Mientras Himawari obtuvo todas las muñecas de trapo y peluches.

    Las esposas voltearon hacia sus cónyuges.

    —¿Q-Qué? —interrogaron. Ellas sonrieron.

    —Buen trabajo —dijo Sakura.

    —Al fin lo consiguieron —ahora dijo Hinata.

    Menma y Sasuke sintieron alivio, además de ver con orgullo cómo sus hijos disfrutaban de los presentes recibidos.

    Podrían decir que había finalizado una loca Navidad en Konoha.

    OoOoOoOo
    Nunca he sido buena con los finales u.u
    Lo siento, no pude hacer nada mejor TuT
     
    Última edición: 3 Enero 2017
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    Escritora
    Hola, pues me pareció una historia muy divertida. Me gustó mucho...

    Me pareció gracioso la forma en la que ellos veían a sus esposas y todo lo que tuvieron que pasar para que lograran conseguir los juguetes, pienso que le diste buen toque y me pareció muy interesante tu historia.

    Es una muy bonita historia, te felicito por ello, también me gustó la forma en como lo has narrado, y ortografía está bien, y cumpliste con lo que se te pidió.

    Por otro lado, el principio se te alargó demasiado fuera del tema, eso hace que te quite la emoción de la historia, no te desvíes demasiado del tema, puedes ir explicando ciertas cosas durante la historia.

    No uses las terminaciones japonesas (san, kun, etc) ya que no es correcto en español, sólo en japonés.

    No se ve muy bien que coloques un tartamudeo con guiones:

    Usa mejor puntos suspensivos.

    Luego de todo, fue una hermosa historia, ¡Sigue así! ¡hasta luego!

    7/10

    \\=^•^=//
     
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