Victoria Stone Me encogí de hombros mirando a Ryder. ¿Realmente estaba en todos lados? Solo me gustaba ayudar. Sea como fuere, el profesor nos explicó como teníamos que ayudarlo y observé como Danielle y Kara conseguían iluminar unas calabazas. ¡Muy bien! ¡Era mi turno entonces! Me acerqué a una de las calabazas y la señalé con mi varita. —Umbra Ignis —pronuncié.
Kyle Entre unas cosas y otras, el comedor se ha llenado de alumnos de mi mismo año, charlando entre ellos y demás. Como tenía hambre, ando sentado en la mesa de Hufflepuff, comiendo dulces diversos, entretenido en ellos. Por tanto, no me entero bien cuando en un momento veo que en la tarima de los profesores andan el Profesor Flitwick con Hagrid, el cual se va por la puerta. Todo lo veo en tercer plano, con una cupcake rellena de chocolate, dándole pequeños mordiscos como si de una película se tratase. De repente, los alumnos se empiezan a acercar al Profesor para ayudarle con lo que han traído, al parecer la decoración de Halloween del Gran Comedor. Veo como se reunen unos cuantos, llamando la atención del Profesor. Por contra, yo sigo con mis cupcakes, que por mucho que quiera ayudar esta por encima de mis fuerzas. Son tan deliciosas... Así que, en cuanto vuelcan todas las calabazas en mi mesa, a escasos metros míos, me sobresalto, y cuando me doy cuenta están murmurando algo entre ellos y veo una llama azul brotando de la varita del Profesor. Y como no, al rato alguno de mis compañeros consigue replicarlo. Es una llama azul muy bonita, y la observo en sus varitas mientras le doy otro mordisco a mi cupcake de frambuesa. Cuando me la acabo, veo que son unos cuantos los que están practicando con la llama, y estando en la mesa puedo ser más una molestia que otra cosa. Por tanto, me levanto de la mesa, y silenciosamente encamino mis pasos a la salida del Gran Comedor, a la expectativa de donde me depararán mis pasos.
Ryder Parker. Mi sonrisa se transformó en una mueca torcida y confusa. No... no pasó nada. ¡Oh, vamos! Tan emocionado que estaba. ¡Esto ni siquiera había pasado antes! Lo mínimo que puede hacer la magia es devolverme mi sentimiento positivo y colaborar. Estoy comenzando a pensar que el odio que le tengo a Hogarts es totalmente recíproco; primero el Quidditch y ahora el fuego bluebell. Y me ponía el pie en zancadilla justo cuando yo me ponía buena onda. Bien. Bring it on, bitch. Esto es la guerra. —¡Umbra Ignis!
—Jo, bien hecho —musitó Flitwick al ver que las calabazas frente a Danielle y Kara ahora alojaban a las espectrales llamas azules—. Ahora, las pondremos a levitar, para que se unan a las velas en la decoración del Gran Salón… ¿recuerdan el encantamiento, cierto? Flick, flick… Wingardium Leviosa. Con el encantamiento, Flitwick hizo levitar la calabaza ante Danielle y la puso a flotar para que se uniera al resto de las decoraciones del Gran Salón, levitando junto a las velas, y dándole un aspecto un poco más al estilo Halloween al lugar. Flitwick sonrió, contento con el trabajo de sus alumnos, y regresó a su labor; aún quedaban muchas calabazas por terminar de "encender". Contenido oculto Total de calabazas: 2/18 Danielle: 1 Kara: 1 Ryder: 0 Victoria: 0 Melinda: 0 Andrew: 0
Kara Willson Con mi primera calabaza encendida y colocada le dediqué una pequeña sonrisa a mi varita, sabía que podíamos lograrlo pero.. que nos hubiera salido a la primera había sido realmente genial. Además parecía ser que solo Danielle y yo lo habíamos conseguido hasta ahora, así que.. supongo que tendríamos la "responsabilidad" de enseñarles a esas pequeñas calabacitas que si podremos iluminarlas con ese lindo fuego azul. —¡Umbra Ignis!
Ryder Parker. Tensé la mandíbula completa picado, y respiré hondamente para mantener la calma. Si quería tener a Flitwick de mi lado, necesitaba causar una buena impresión y definitivamente no lo iba a lograr si estallaba... al viejo le puede dar un ataque de nervios y obviamente no le va a dar el gusto al chico que lo mandaría a la enfermería. So, estiré el cuello para destensarme, y pasé la lengua por mis dientes para meditar un poco. Quizá necesito concentrarme un poquitito más. ¡Vaamos! Estúpido HotDogwars, si quieres ganarte mi aprecio, tienes que empezar a colaborar pero ya porque no has hecho más que meter la pata, ¿queda claro? Boté aire con los ojos cerrados, y apunté con la varita a la calabaza: —¡Umbra... Ignis! Y... ¡Lo hice! ¡Sí! ¡Al fin! Mi varita desprendió una energía azul, y entonces la calabaza comenzó a iluminar. ¡Había logrado encender el Fuego Bluebell! Se ve realmente genial. —¡Profesor! —exclamé, llamando la atención de Flitwick—. Acá está. Puse toda mi perseverancia y esfuerzo de por medio. Téngalo en cuenta, ¿eh?
Kara Willson El fuego al final no había salido de mi varita, suspiré e hice una pequeña mueca de disgusto a la calabaza, ella había ganado la primera ronda pero no se podía quedar así, yo iba a ganar el pequeño reto para que las decoraciones de Halloween estuvieran listas lo antes posible. Intentaría ser la que más calabazas logró iluminar para el gran comedor, y si lo conseguía... me premiaria con un par de chocolates para mis proximos bocadillos nocturnos. — Umbra Ignis
Melinda El profesor se resistió a la idea de ser ayudado, pero el peso de las calabazas acabó para hacer que se abriera a nuestra amabilidad. Fue así como, tras depositar los inmensos vegetales en la mesa de Hufflepuff, nos explicó lo que debíamos hacer para darle una mano. Lo cual implicaba el dominio de un nuevo hechizo: Umbra Ignis, el cual daba nacimiento a una llama azul que no precisaba de elementos combustibles para existir. Era, ciertamente, un encantamiento cuyas características conocía de antemano, pero no dejaba de resultarme interesante. Un poco poético, diría. La llama que existe por sí misma. Los demás empezaron a intentar dominar el Umbra Ignis con mucho entusiasmo… Aunque me di cuenta que Parker tenía motivos que tenían que ver con el interés propio, sólo eso podía explicarlo la mirada que me dirigió. Sin embargo, como sus acciones me eran indiferente, actué con calma. Alcé la varita hacia una de las calabazas y, con un movimiento lento, relajado, pronuncié: —Umbra Ignis. Con ese sólo primer intento, la llama se encendió con su particular resplandor azulado. Acto seguido, dije, tras un movimiento distinto al anterior: —Wingardium Leviosa. Cuando la calabaza se alzó en al aire, me ocupé de que pasara cerca de la cabeza de Parker antes de hacerla parte de las demás decoraciones del Gran Salón. En ningún momento le miré.
Ryder Parker. ¡Lo había hecho!, ¡lo había hecho! Esto fue un 2x1: Invoqué el fuego fabuloso y fue un paso para ir ganándome la buena onda de Flitwick. Digo, estoy dispuesto a ayudarlo, sé que para él eso fue algo bastante atípico. Éste, por su parte, sonrió y me felicitó y luego se dio media vuelta para atender otros asuntos. Y entonces, ¡woah! Una calabaza pasó muy cerca mío. ¿Pero qué...? ¡Ah! Claro. Sólo fue necesario darme vuelta para ver que la que intentó dárselas de chistosita (lo cual no me lo explico porque ese queso enano nunca ríe) fue nada más que la chica con parálisis facial que me robó el puesto de Buscador. Well, honey, este juego puede hacerse de a dos. Yo aún no había transportado la calabaza, así que guess what. Comencé a hacer levitar lentamente el Jack-o'-Lantern y... ¡Pum! Hice que golpeara a Melinda, con la fuerza suficiente para que le doliera el golpe sin que se rompiera el vegetal. —¡Ups! Lamento no lamentarlo. Ahora que tenía mi desquite concretado, ubiqué a la calabaza junto a las demás decoraciones, y me dirigí al siguiente Jack-o'-Lantern pendiente por encender. —Umbra Ignis... ¡Bam! Otra calabaza lista. Con una enorme sonrisa, la hice levitar hasta el lugar donde había puesto la otra, y en el transcurso, dirigí otra mirada amenazante a Melinda. Ella decide cuando parar esto. Pero si me sigue dando cuerda, tendrá que sostenerse fuerte: yo no juego limpio.
Victoria Stone Y el primer intento había sido fallido. Pero realmente era de esperarse pues ningún hechizo hasta el momento me había salido a la primera. ¡No había que desanimarse! Aun con mi calma característica, volví a señalar la calabaza con mi varita. —Vamos... ¡Umbra Ignis!
Kara Willson Más y más personas comenzaban a dominar el hechizo y elevaban sus calabazas para que el comedor comenzara a tener un aspecto más... adecuado para la fecha que venía. Y yo, con mi segunda calabaza recién colocada en el aire pude notar como la calabaza de Ry había golpeado a Melinda antes de colocarse en su debida posición pero la contestación de Ry me había confundido un poco, ¿se podía lamentar no lamentar algo? — ¿Estas bien, Mel? — le pregunté desde mi lugar con una pequeña sonrisa — Esa calabaza se veía muy grande... — tal vez por eso Ry no había podido controlar la calabaza, sí, algo relacionado debía haber pasado. — ¡Umbra Ignis!
Victoria Stone Nuevamente había fallado. Vaya, ese hechizo sería difícil de realizar. Miré a mi alrededor y observé que ya había varias calabazas iluminadas y levantadas. Pero aun había muchas más por iluminar así que no me podía distraer. —¡Muy bien! ¡Una vez más! ¡Umbra Ignis! Y... funcionó. La calabaza se iluminó son esa luz azulada tan bonita y tétrica al mismo tiempo. >>Wingardium Leviosa —dije entonces para hacerla
Melinda Como me encontraba prestando atención a la siguiente calabaza en encender, no advertí a tiempo la respuesta de Parker. En el preciso momento en que había alzado la varita mágica y despegado los labios para pronunciar el conjuro de fuego, sentí algo grande y sólido golpeando el costado de mi cabeza. Debido a que me estaba enfocando en otra cosa, mi cuerpo no estaba en una posición idónea para conservar el balance. De modo que el impacto de aquella cosa hizo que me desequilibrara y trastabillara dos pasos hacia el costado. Podría haber caído sentada al suelo, pero reaccioné a tiempo para mantenerme en pie. Me llevé la mano a la mejilla golpeada. Ardía, y muy seguramente estaría rosada. Mi piel siempre había sido sensible a cualquier tipo de contacto brusco. Y dolía… De lejos, me llegó la voz de Kara: —¿Estás bien, Mel? Esa calabaza se veía muy grande... Aun acariciando mi mejilla para aliviar la desagradable sensación, asentí, mientras con la otra mano apuntaba a una de las calabazas. El responsable no merecía ni ser mirado. —Era dura y hueca —comenté con completa calma—. Como la cabeza del que la hacía levitar. >>Umbra Ignis.
Kara Willson — Wingardium Leviosa~ Con otra calabacita colocada en el comedor di un pequeño saltito de victoria y pasé a colocarme cerca de otra calabaza y preparar mi varita para hacer el hechizo nuevamente, a este paso las decoraciones estarían listas más rápido de lo que pensé, tendría que aprovechar todos los intentos posibles antes de que todas las calabazas se agotaran. "Era dura y hueca. Como la cabeza del que la hacía levitar." Reí levemente nerviosa ante la última contestación, ahora realmente confirmaba que ellos dos no se llevaban para nada bien — Bueno.. tan siquiera estas bien, eso me alegra — le sonreí y volví a tomar mi varita con decisión — ¡Oh! Y mucha suerte como buscadora, estoy segura de que lo harás bien~ — Umbra Ignis
Ryder Parker. "Era dura y hueca. Como la cabeza del que la hacía levitar." —Tu resentimiento es delicioso, Fracasadirich —respondí, mirando fijamente a la calabaza mientras apuntaba con mi varita para iluminar otra más—. Ahora cierra la boca antes de que nos descuenten puntos por tus lloriqueos, tengo claro que eso sí te preocupa. Y entonces, comencé a girar la varita, a punto de decir el conjuro cuando de repente... "¡Oh! Y mucha suerte como buscadora, estoy segura de que lo harás bien~" Apreté la varita realmente fuerte en ese momento. Hasta esos momentos estaba completamente sereno, pero el comentario de Kara me vino como una apuñalada por la espalda. La primera persona que llegué a considerar mi amiga (y ojo, que soy muy meticuloso con esos temas para que llegue a ocurrir) acababa de felicitar a Melinda por ser la buscadora, ¡el puesto que yo quería! De donde vengo eso tiene un solo nombre: Traición. Con los ojos llenos de ira y los dientes apretados, volteé a mirar a Kara, tratando de contenerme lo máximo posible para no interrumpir la actividad actual (digo, esta de momento es mi puerta para ganarme a Flitwick): —Eres una decepción gigante, Willson —le dije—. ¿Recuerdas todas las cosas buenas que te dije esta mañana? Considéralas anuladas. Nada de eso tiene ni sentido ni valor a partir de ahora. Me volteé con brusquedad para mirar a la calabaza nuevamente. ¿Qué no puedo estar más de dos minutos feliz en este lugar? —¡Umbra... Ignis!
Victoria Stone Justo cuando me disponía a encender otra calabaza, observé la pequeña escena que sucedía con Melinda. —Oh. No os peléis, chicos~ Debemos colaborar para esto —dije con una leve sonrisa antes de dirigirme de nuevo a otro calabaza. >>Vayamos una vez más... ¡Umbra Ignis! Aquella vez lo pude conseguir a la primera y con ello elevé la lámpara con Wingardium Leviosa junto a las demás. ¡Wow! ¡Qué suerte!
Contenido oculto Pequeño post para que vean como van las cuentas de las calabazas… y dicho sea de paso, porque se me pasó decirlo en mi post anterior, el número de calabazas que logre cada uno será proporcional a los puntos de Casa que ganarán por la misión :3 Total de calabazas: 9/18 Kara: 3 Ryder: 2 Victoria: 2 Melinda: 1 Danielle: 1 Andrew: 0
Melinda Las llamas no iluminaron el rostro de la calabaza a la que había intentando arrojar el hechizo. Fue algo que no pudo importarme menos; la experiencia de aprender el Periculum había sido más exasperante y, sin embargo, en aquella ocasión tampoco había perdido la calma. Aquí no tenía por qué ser distinto. Sólo quería ayudar al profesor, no me había acercado a competir con los demás. Y en eso, Kara volvió a hablarme… Agradecía estar cerca de alguien capaz de decir algo amable. Las palabras así acariciaban a uno. O al menos así lo sentía, porque no estaba demasiado acostumbrada a ellas. Ignoré las palabras de Parker y le respondí —Gracias —fue mi escueta respuesta, aunque al hacerlo, miré a Kara a los ojos. No mostré emoción alguna en mi rostro, pero esperaba que con mis siguientes palabras, comprendiera la gratitud que sentía ante su presencia:—. Eres una buena amiga. Porque, ¿por qué no considerarla como tal? Habíamos viajado juntas en el Expreso de Hogwarts, la defendí de la actitud reprochable de Brown cuando llegamos; y ahora se preocupaba por mi bienestar, además de felicitarme y animarme por mi nuevo puesto de Buscado del equipo de Quidditch. Si bien es cierto que eran momentos que se podían contar con los dedos de una mano, los consideraba suficientes como para valorar una relación de amistad entre las dos. Volví a apuntar la varita hacia la calabaza e intenté conjurar el hechizo una vez más. La mejilla ya no me dolía. Pero justo en ese momento, Parker volvió al ataque. Pero esta vez no fue hacia mí, sino hacia Kara: "Eres una decepción gigante, Willson . ¿Recuerdas todas las cosas buenas que te dije esta mañana? Considéralas anuladas. Nada de eso tiene ni sentido ni valor a partir de ahora" Esta vez sí me ocupé de mirarlo... Apreté los labios... Podía tolerar que me se las tomara contra mí, pero no iba a permitir que hiciese lo mismo con Kara. —Déjala en paz —espeté secamente—. Tu problema es contra mí; no te voy a permitir que involucres a Kara... Si no eres capaz de valorar a una amiga como ella, que no te dio motivos de peso, me temo que tú la estás decepcionando. Y... Me estás decepcionando a mí... >>Umbra Ignis.
Victoria Stone Así que sin mucha más demora, pasé a la siguiente calabaza. Por lo que veía, ya nos quedaba solo la mitad. ¡Todo un avance! —Bien, bien... ¡Umbra Ignis! —dije nuevamente. No pude evitar sonreír enormemente al ver la tercera lámpara encendida de esa forma tan siniestra. Así pues fui capaz de elevarla en el aire, una vez más, gracias al Wingardium Leviosa.
Contenido oculto Se va a editar la lista de relaciones HP para cambiar el Kalinda de "Conocidas" a "Amigas" <3 Ryder Parker. La condenada calabaza no encendió. Maldita sea. Justo cuando todo por fin me empezaba a salir bien en este castillo apestado a años a.C. Eso era mi primer plano. En el fondo, escuché la voz de Victoria pero ni idea de que dijo. Luego... Melinda salió a llorar de nuevo y dijo algo de que no le dijera a Kara no sé que cosa y blah. Supongo que fue algo que tenía que ver con lo que dijo. Y bueno... ¿a esta que le importa? La volteé a ver, y la zombie enana esta estaba haciendo contacto visual para variar (Really, para variar). —Disculpa, Daria Morgendorffer, ¿acaso te dije en algún momento que me preocupaba muchísimo decepcionarte? Porque realmente está en la lista de las cosas que me importan menos que el ganador de la rifa del colegio, así que deja de gastar saliva inutilmente en sermones que sencillamente me resbalarán. >>Y no te metas en esto. Tengo mis motivos para decir lo que dije. Me di vuelta con completa frialdad. Por mi parte, la conversación estaba completamente terminada. —Umbra Ignis.
