Song-fic Desde tu cielo

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Desde tu cielo​

Me desperté ese día como si fuese cualquier otro, pues tenía esa mala costumbre de mentirme a mí mismo lo suficiente como para terminar creyéndome lo que no hace daño, pero en un día como estos, no era suficiente. Esta fecha era la única del año en la que me apetecía quedarme encerrado en mi habitación, reproduciendo música a todo volumen hasta que la noche caía y el sueño se apoderaba de mí, pero sentí que esa vez, por muy raro que pareciera, iba a ser diferente. Desayuné sin pensar en nada más que en las horas que iba a pasar destrozando mis tímpanos.


Al terminar mi desayuno, no empecé con la rutina anual de siempre, no. En vez de eso, comencé a escribir una carta, la cual no pude terminar al momento a causa de la impotencia que me ocasionaba escribirla. Desahogarme en papel era algo normal en mí, pero no ese día, no en esa situación, pues todo era distinto. Lancé el lápiz hacia la hoja con la carta hecha a medias y tiré mi cuerpo boca abajo hacia mi cama, como si no le quedaran fuerzas de mantenerse en pie y grité con todas las fuerzas que me brindaba mi garganta. Definitivamente, era uno de estos días.


Acomodé el reproductor y lo encendí al volumen máximo, mientras seguía gritando, sin tener totalmente claro el porqué. La música escondía el desgarrador sonido que mi garganta era capaz de producir, hasta que esta falló y no dejó que volviera a gritar. Había llorado tanto en el pasado gracias a estos días que ya me había secado por completo y ninguna lágrima se asomaba por mis parpados. Solo el recuerdo de su risa y su voz aparecía con suaves destellos de sonidos en mi mente.


—Aún lo extraño—Le decía en voz baja a la almohada. Su recuerdo invadía mi mente y no me dejaba disfrutar de la música, pues su función siempre fue acallar mis gritos y llantos (Que habían dejado de producirse 2 años atrás).


Luego de tanto tiempo, seguía sin poder explicarme porqué se había ido, porqué tenía que dejarme solo, si no era una mala persona. Pero sabía que ese día iba a ser diferente, pues entre gritos y sollozos, sonreí, algo que nunca había hecho en esa fecha específica del mes Junio luego de su muerte. Sabía que estaba incluso mejor que estando en el mismo plano que yo.

Esa sonrisa me hizo pensar ¿Qué hubiese querido él?.

Fin.