EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Alexa Hime, 21 Marzo 2011.

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    Aomecita

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    Hola hermanita gracias por avisarme de la continuación de este fic que me tiene al borde de la intriga
    waaaaaaaaaa pensé que Áyame no había caído en las garras de Yokemaru pero me equivoque igual
    espero que pronto logre "liberarse" Un poco y decirle lo que ocurre a Koga es decir el peligro real
    ahhhhhhh no puede ser que Kagome siga confudida ahhhhhhh ¿Por qué rayos dejo esa frase sin terminar?
    Un momento... pero todo ese problema comenzó por esa frase ahhhhh espero conti pronto
    cuidate sayo...
     
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    Alexa Hime

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    EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    1618
    Capitulo # 20 “Kagome ve de frente al enemigo”

    Este Cap. y todos los demás se los dedicare a las chicas que hacen posible que este fic siga vivo, para los lectores que siguen este fic (lo digo porque siempre al actualizar recibe hasta cien entradas en un dia) ellas me motivan a seguirlo así que es de agradecer que ellas continuan leyendo esta historia que es la primera que he escrito en mi vida gracias Aomecita, Kagome hi Taishio, Akane sama y Aleera. Les agradezco el apoyo chicas.

    Sin duda alguna el gran lord sabía exactamente que maligno demonio estaba tras todo el alboroto de las joyas, sin decir palabra alguna de sus planes emprende viaje a buscar tan terrible alma, sin embargo una duda venia a su mente.

    ― ¿Por qué decide aparecer después de tantos años?―Pensó Sesshomaru mientras camina con sus acompañantes, él tenia muy presente que papel jugaron esas joyas en la vida de su padre, pero el lazo entre ese evento y el presente aún no le quedaba muy claro.

    Mientras tanto una chica en una cueva pensaba en que había ocurrido, su corazón estaba más que confundido siempre pensó que todo estaba bien pero al ver a aquellos dos jóvenes inconscientes su corazón le dolió mucho.

    ―Señorita Kagome debería descansar un poco, por su bien mañana será un largo día.―Sugirió el monje quien estaba cansado al igual que los demás, pero al no estar ni Inuyasha ni Kouga concientes alguien debía cuidar de la azabache.

    ―Si Kagome deberías descansar, tu cara se ve pálida y cansada descansa que nosotros cuidaremos todo.―Musitó la exterminadora con firmeza, el pequeño zorro y la gatita de dos colas ya estaba durmiendo junto al fuego.

    Kagome vio que Miroku y Sango llevaron el cuerpo inconsciente de Inuyasha hasta donde estaba la fogata, mientras que a Kouga lo acomodaron un poco más lejos por el temor que al despertar se pelearan entre ellos.

    Sango y Miroku curaban algunas de las heridas de Inuyasha y lo cubrían con algunas mantas que Kagome siempre llevaba, era evidente el cariño que le tenía a su amigo, inclusive Kirara se acomodaba junto a Inuyasha para dormir Kagome al ver esto no soporta más y se levanto de donde estaba queriendo dormir.

    ―Kagome ¿a dónde vas?―Preguntó curiosa la exterminadora al ver a la azabache caminar en dirección a Kouga y llevar su bolsa de dormir con ella, la chica de ojos chocolate y que siempre viste su uniforme escolar la mira y sonríe dándole entender que todo está bien.

    ―El me salvo así que no debe estar solo.―Afirmó Kagome y camina hasta Kouga, viéndolo ahí dormido sintió culpa por su condición, pero estaba consciente que a pesar de todo ella jamás desearía que a ninguno les pasara nada.

    Puso su bolsa para dormir cerca del joven lobo, pero no tanto no seria así de atrevida pensó, mientras trataba de dormir pudo escuchar los suaves susurros que salían de los labios del joven de ojos azules.

    ―No…no permitiré que ella muera, preferiría que viviera lejos de mi…con el bestia a que… que este muerta.―Susurró el joven dejando a la chica con la piel de gallina, no podía creer lo que escuchaba.

    Un escalofrió recorrió el cuerpo de Kagome y con lentitud se acercó al rostro del joven lobo, pudo ver su cara de preocupación y definitivamente el sufría una gran pena, unas cuantas lagrimas derramaba aún estando dormido, la azabache limpia esas lagrimas y con eso termino la poca paz que aún tenía.

    ―Necesitó pensar, definitivamente esto no tiene sentido.―Pensó Kagome y se levantó de donde dormía, con cuidado se dirigió a la salida de la cueva, la noche era oscura y un frio terrible se podía sentir, los arboles se miraban siniestros y ruidos por doquier podía escuchar la azabache, pero no le importo y con todo eso decidió caminar para tomar aire.

    Al caminar Kagome sintió un poco de paz, esa paz que tanto anhelaba, camino hasta el rio al ver como el agua parecía tan cristalina e iluminada por los rayos de la luna no pudo evitar caminar hasta la orilla, se inclino y con la manos tomo un poco de agua para lavarse
    la cara.

    ―Ojala algo de lo que me está pasando tuviese sentido.―Al decir eso por un mínimo instante Kagome vio en el reflejo del agua el
    momento en que conoció a Inuyasha y de la impresión soltó el agua.

    ―Debo estar enloqueciendo ¿Qué demonios fue eso?―Pensó mientras volvía tomar agua y se lava la cara, tras ella sintió la presencia de alguien o algo así que se dio la vuelta y frente a ella estaba parado un joven y apuesto hombre, el hombre parecía estar un poco cansado
    y cae en los brazos de la chica.

    ― ¡Joven despierte!―Grito la azabache quien estaba de lo más preocupada, pero en ese momento el joven despertó y se sentó en el suelo.

    ―Discúlpeme señorita no fue mi intención asustarla.―Musitó el joven de forma apenada.

    ― ¿Está bien joven? ―Preguntó la azabache mirando con preocupación a aquel misterioso joven.

    ―Sí, sólo necesito tomar un poco de agua y seguiré con mi camino.―Afirmó el joven con una sonrisa “sincera”.

    Kagome observó detenidamente a ese misterioso joven, sus ropas eran las de un samurái que aparentemente había tenido una fuerte batalla, su rostro era terso y de piel bronceada, sus ojos eran grises y su cabello negro, tenía una voz profunda y por su apariencia parecía tener unos diecinueve años.

    ― ¿eres soldado?―Le cuestionó la joven miko al misterioso hombre quien solamente asiente con la cabeza, bebe agua y luego mira fijamente a Kagome.

    ―Discúlpeme las molestias señorita pero quisiera saber ¿Cuál es su nombre?― Preguntó el joven con una enorme sonrisa en su rostro, y un brillo peculiar en sus ojos grises.

    ―Mi nombre es Kagome y ¿Cuál es el suyo?― contestó la chica de ojos chocolate.

    ―Puedes llamarme Yokemaru―Dijo el joven, sin que la azabache sospechara nada el maligno demonio ha podido acercarse a ella, y todo gracias a que los poderes de Kikyo han podido cubrir su presencia maligna y así Kagome jamás sabría quien es él en realidad.

    Kagome conversó con un poco más de tiempo, sus amigos y los jóvenes que están enamorados de ella no tenían la menor idea del peligro en que se encontraba la chica, con la protección de Kikyo el demonio seria invencible ante la miko azabache.

    ―Señorita usted es una mujer muy amable, quisiera pedirle un favor.―Exclamó el joven y maligno ser ya había llegado la hora de empezar su plan, ya que se había ganado la confianza de la chica peli negra decidió comenzar su terrible misión.

    ― ¿Qué puedo hacer por usted?―Contestó la chica del futuro completamente ajena a las intenciones del malvado hombre, sin embargo en su pecho tenía un presentimiento.

    ―Necesito regresar a la base en donde esta mi regimiento, necesito llevar hierbas medicinales lo más pronto posible, y ya que usted es una sacerdotisa quiero que me ayude a recolectar algunas.―Pidió el joven de la manera más inocente posible, esos ojos grises ocultaban la verdadera maldad de ese ser, sonrió y de esa manera logro convencer a la chica de ojos chocolate y cabellos negros.

    Kagome dudo por un momento pero su ingenuidad fue más que su buen juicio, decidió acompañar al joven hombre a recolectar esas “hierbas medicinales” de las que él habló, sin embargo un escalofrió recorría su cuerpo al sentirse junto a ese hombre.

    El viento soplaba fuertemente y los arboles hacían ruidos al mover sus ramas, el silencio de la noche parecía sollozar como advertencia de algo terrible, Kagome sentía en el fondo de su corazón que algo pasaría, en su interior no comprendía el porqué acompañaba a un desconocido que supuestamente estaba herido, miro el cielo y observo que el brillo de las estrellas y el de la luna se opacan por las
    nubes.

    Mientras tanto el daiyoukai de larga cabellera plateada llego hasta la cueva en donde se refugiaba ese ser maligno pero el lord estaba consciente que Yokemaru no estaba ahí, sin embargo decidió llegar dejando atrás a Jaken y a Rin para que no corrieran ningún peligro
    y al llegar no le sorprendió mucho ver las personas que estaban ahí.

    ― ¿Quién está ahí?―Gritó una voz femenina, la chica loba de cabellera roja se levanta de la roca en donde estaba sentada y se dirige a la salida de la cueva y frente a ella ve al imponente youkai de mirada fría.

    Se queda muda del asombro, de pronto de las sombras sale la sacerdotisa de mirada penetrante y piel pálida sin expresión en su rostro mira al hermano de su amado y se imaginaba a quien buscabas.

    ― ¿Lo buscas a él no es así?―Habló cortantemente la mujer peli negra mirando fijamente los ojos del yokai.

    Ayame se quedo sorprendida al ver que Kikyo sabia a quien buscaba ese imponente daiyoukia.

    ―Si no quieren perder sus vidas me dirán en donde está el maldito de Yokemaru.―Musitó con frialdad Sesshomaru tomando el mango de su espada, su postura firme hacia ver que su amenaza era muy enserio.

    Continuara…………………………………………………………………………..

    Hola lectoras y amiga bueno como ven ya empieza un poco lo emocionante, pero no se preocupen no estamos para nada cerca del final aún, lo que comenzaran son las batallas además aun falta que la chica recupere la memoria y falta encontrar un joya, en fin aun falta espero les haya gustado el pequeño cap. nos vemos en el siguiente.
     
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    Aomecita

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    Hola hermanita gracias por la dedicatoria la verdad es que este fic también es muy especial para mi ya que gracias a el te conocí a ti cuando recien había re-abrí Un Amor Del Destino después de haber dejado de publicar un tiempo de igual manera que tú me invitaste a leer tu primer creación de igual manera yo te invite a que leyeras la mía y a partir de ese momoento comenzamos a ser grandes amigas me alegra saber que aun quedan muchos capítulos de esta historia ya esperaba por leerla ahhhhhhhhhh noooooooo Kagome ten cuidado ay dios espero que no pase nada por favor no no ahora que mi hanyou lindo esta inconciente ahhhhhhh ¿Comó fue que Sesshomaru dio con el escondite? Wow espero que Áyame o Kikyo puedan decirle donde esta Yokemaru antes de que sea tarde waaaaaaaaaaaaaa lo dejaste en lo mejor noooooooo espero conti cuidate sayo...
     
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    hola amiga!!! gracias por avisarme n.n
    vale esa Kagome si que es ingenua eh, esta bien que Yokemaru escondio su aura demoniaca gracias a los poderes de Kikyo, pero es que acaso nunca le dijeron que no se debe confiar en estraños...
    me dio una pena el pobresito de Kouga, el ama a Kagome, y esta dispuesto a renunciar a ella con tal de que no le pase nada u.u...y por suerte Inu tiene a sus buenos amigos n.n
    hay que ver como sigue la cosa, con quien se quedara al final Kagome....
    y Sesshy, estoy segura que el va a jugar un papel muy importante en todo esto, y capas que el pueda ayudar de cierta forma a dos muchachas n.n
    vale, vale, como vos dijiste esto se esta poniendo interesante, Kagome desaparecio, y todavia falta que Inu Y Kouga despierten....
    amiga avisame cuando lo continues n.n......besachos!!
     
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    Alexa Hime

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    EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Romance/Amor
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    Capitulo # 21 “En las garras del mal”

    Sin ningún vaciló el daiyoukai amenazaba a aquellas sirvientes del malvado Yokemaru, ambas estaban consientes de sí misma en otras palabras no estaban bajo ningún control en ese momento, Kikyo mantenía una postura firme ante Sesshomaru mientras que Ayame pensaba en la posibilidad de hablar y decir en donde se encontraba el ser maligno.

    Cuando Ayame hizo un gesto de querer hablar rápidamente fue detenida por Kikyo, la sacerdotisa de piel blanca la miró fijamente y le negó con la cabeza, de esa forma la loba de cabellera rojiza no pudo hablar.

    ―No te diremos absolutamente nada, a si que vete.―Musitó Kikyo apuntando una flecha en dirección hacia Sesshomaru, el daiyoukai observaba sin tener la más mínima preocupación por el ataque que podría dar la sacerdotisa.

    De pronto Sesshomaru escuchó un grito, un grito que lo hizo correr y salir veloz mente de ese lugar, por alguna razón escuchó a la pequeña Rin gritar, cuando el daiyoukai llegó hasta el lugar en donde se suponía esperarían la niña junto a su sirviente no logro ver a ninguno de los dos, solamente se encontraba su fiel youkai de transporte que estaba tirado en el suelo herido, en los alrededores se podía ver muestras de fuego que los más probable fueron producidos por el báculo de dos cabezas del pequeño sirviente demonio.

    ―¡Maldición!―Gruño el daiyoukai convirtiéndose en su forma de demonio, alcanzó el oscuro cielo y con prisa fue a buscar a sus acompañantes.

    ―¿Se ha ido?―Dijo Ayame saliendo de la cueva y observó que no quedo ni rastro de aquel demonio que las había amenazado.

    ―¿Qué habrá pasado?―Cuestionaba la loba con mucha confusión, mientras que la sacerdotisa de piel blanca pensaba en lo que tramaba Yokemaru.

    ―Estoy segura que él eligió esta noche, lo más probable es que él fuera el responsable de lo que sea que le acaba de pasar al hermano de Inuyasha , sólo espero que esta noche no termine mal.―Pensaba la sacerdotisa de larga cabellera azabache.

    En aquel silencio de la cueva y esa oscuridad absorbente Kikyo y Ayame observaron el brillo de una de las joyas malditas, esa joya era la que permitía al malvado Yokemaru controlarlas, como si esa joya robara sus
    almas las mujeres perdieron de nuevo la conciencia de sus acciones, ambas se sentaron entre la oscuridad aguardando la llegada de su controlador.

    Mientras tanto Kagome acompañó a Yokemaru hasta una vereda llena de hierbas medicinales.

    ―Bueno aquí estamos, este el lugar del que le hable.―Musitó dulcemente la joven del futuro.

    ―Cielos…hay muchas hierbas, todas me serán útiles.―Respondió el ser maligno, en su forma humana daba la más pura confianza, pero muy dentro del corazón de la joven temía por alguna razón.

    ―Bueno ¿y para que las necesitas? así podremos buscarlas.―Exclamó Kagome arrodillándose en el suelo y con sus manos tocaba las hierbas.

    ―Necesito…―Dudó Yokemaru, él quería aprovechar el momento y llevarse a la azabache pero al ver la bondad en ella no quería lastimar y usar la fuerza bruta para llevársela sin embargo era la única opción que
    tenia.

    ―Mira estas hierbas son para el envenenamiento, estas para curar heridas ¿dime para que las quieres?

    ―Cuestionaba la mujer de ojos chocolate, de pronto ella miró a ese joven desconocido y pudo ver la tristeza en sus ojos.

    ―¿Ocurre algo joven Yokemaru?―Kagome comenzó a inquietarse un poco al ver un cambio en aquel joven desconocido, sin embargo pudo ver sufrimiento en el.

    ―Hierbas….necesito una que pueda quitar la voz, ya que con ella podre evitar que grites.―Luego de hablar Yokemaru cambio a su forma maligna, sus ojos se tomaron rojo carmesí y horribles serpientes brotaron de él sujetando a la azabache.

    Kagome no tuvo tiempo para reaccionar y fue apresada por ese youkai, la joven lo mira con rabia y enojo y eso le provoca gracias al malvado ser.

    ―Pero, ¿quién eres y que quieres de mí? ―Exclamó Kagome mientras forcejeaba para intentar escapar.

    ―Ya sabes mi nombre, pero sabes lo que quiero de ti es tu vida.―Contestó el youkai; Yokemaru colocó su mano en el collar que Kagome lleva puesto, al hacerlo ella perdió el conocimiento, y se desmaya y así no se le
    dificulto llevársela.

    ―Con esto la primera fase de mi plan dará inicio.―Pensaba victoriosamente el malvado y repulsivo ser, su satisfacción de haber capturado a la azabache era notoria.
    Sin que alguno de sus amigos supiera que ella no estaba, por el momento Kagome se encontraba en peligro ;

    Yokemaru la lleva hasta un templo abandonado al norte de donde estaba, al llegar al templo coloca a la joven en el piso y la observa detenidamente, sabía que arrebatar el cuerpo de esa chica no sería fácil pero el ya tenía todo planeado.

    ―Antes que nada Kagome ya es hora que recuerdes al hibrido, por alguna razón el te da fuerzas y yo necesito que tu alma y tus poderes estén al máximo.―Musitó el demonio de ojos negros, toco la frente de la inconsciente chica y brillo oscuro salió de su mano.

    La chica podía ver cada uno de esos recuerdos perdidos, frente a ella tenía cada momento que había pasado con Inuyasha y también el recuerdo de sus días sin memoria, a pesar de luchar con fuerza Kagome no podía recobrar los sentidos y despertar como deseaba.

    ―Bueno con eso será suficiente, Kagome recordaras todo lo ocurrido…pero todo tiene un precio.―Espetó con maldad el terrible hombre.

    Kagome se movía en el piso como si tuviera terribles pesadillas, sus recuerdos la agobiaban ya que la hundían en un vórtice de confusión y sentimientos encontrados, su corazón y su mente estaban en conflicto, amar a quien no el ama o amar a quien si te ama era su dilema.

    Yokemaru llama a sus dos mujeres sirvientes, Kikyo y Ayame al ser llamadas llegan al templo en donde se encontraban Yokemaru y la chica del futuro, ambas miran a Kagome dormida en el piso pero eso no les provocó el más mínimo sentimiento, ya que se encontraban bajo el poder del ese sujeto.

    ―Ayame tu cuidaras de ella, impide que escape o si no te matare.―Ordenó el hombre, la loba de cabellera roja asiente con la cabeza y toma a la chica la acuesta en una mesa del templo y la sujeta con cuerdas, así evitaría que al despertar ella escapara.

    ―Kikyo tu mantén vigilados a los amigos de esta chica y cuando estén al borde de la desesperación buscándola apareces cómo un ángel caído del cielo, les dices donde estamos con pistas obviamente no será divertido que nos encuentren rápido.―Exclamó sonriendo maquiavélicamente, la sacerdotisa de igual manera asiente con la cabeza y se va a vigilar a los demás, así cumpliendo las ordenes de su “amo”.

    En los aires volaba el Daiyoukai guiándose por el olor de la pequeña Rin, el rastro lo llevó hasta un lugar muy conocido, mirando ese lugar decide bajar y así continuar su búsqueda.

    Se encontró frente a las puertas de un palacio y sin dudar entró, ese lugar gigantesco pero sombrío era el
    palacio en donde vive su madre, el olor de la pequeña se podía sentir en ese lugar, al sentir la presencia del lord muchos demonios salen a atacarlo, el desenvaina su poderosa espada y con un solo movimiento logra
    vencerlos.

    ―Parece que no te enseñe modales Sesshomaru, no llegues de esa manera a ver a tu madre.―Musitó con sarcasmo la bella mujer youkai, miraba a su hijo con frialdad pero en su boca se dibujaba una sonrisa de burla.

    ―Cierra la boca…¿en donde tienes a Rin?―Exclamó fríamente el daiyoukai, su mirada penetrante no tenia efecto en la mujer de cabellera plateada.

    ―La pequeña humana está a salvo, pero ella podría servir de alimento a mi guardián del inframundo.―Dijo la mujer mientras tomaba asiento en su trono.

    ―Déjate de juegos madre dime ¿Qué demonios ganas con tener a Rin cómo tu prisionera?―Cuestiono de manera amenazante el poderoso Daiyoukai de larga cabellera plateada.

    ―Es muy sencillo, aléjate del camino de Yokemaru el no es más que un sirviente mío; le di la libertad del inframundo y a cambio me traerá las joyas de sangre, claro que antes las utilizara, él fue quien las creo y sólo él me las puede dar traerá a su mujer a la vida y luego me las entregara así que no interfieras o tu pequeña
    humana será alimento de mis sirvientes.―Expresó la mujer demonio aclarando muchas dudas que tenía el lord acerca del porque esas joyas aparecieron luego de tanto tiempo.

    Mientras tanto ya casi amaneciendo Inuyasha despierta al mismo tiempo que Kouga y ambos se dan cuenta que Kagome no estaba, sin despertar a nadie ambos un poco débiles aún salen de la cueva y lo que más los inquietaba es que el aroma de la mujer se había entremezclado con el de un demonio haciendo imposible seguir el rastro.

    Sin poder ser vista Kikyo observaba a aquellos jóvenes buscando a la chica azabache.

    ―Un poco más y cumpliré con las ordenes de Yokemaru.―Pensaba la sacerdotisa mientras observaba a su amado a punto de entrar en la desesperación.

    Continuara…………………………………….

    Hola lectoras después de un tiempo al fin conti, espero les haya gustado ya saben que son cortos pero como siempre luchando por que mi primer fic no muera, este cap. especial para mi luego les cuento porque, en fin estaré ocupada estas semanas pero escribiré siempre conti de este fic, mis lectoras de siempre saben que las quiero y a las nuevas también, bueno me despido besos bye.
     
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    Misaky-chan

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    Hola!!!
    esta muy emocionante y interesante tu historia, me pregunto que pasara ahora que kagome recupero la memoria, inuyasha y kagome seguiran con su amor o kagome seguira con koga!!!
    tonto yokemaru me cae mal ese maldito aunque en sierta parte le estoy agradecida por que gracias a el kagome recupero la memoria!!!
    bueno hasta la proxima y besos y cuidate!

    PD: onegai avisame cuando subas la continuacion!

    By:lovemile.
     
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    Naru-Chan

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    Hola, hala Kagome-chan reportandose n.n
    bueno a ver, sinceramente nose por que me da pena Yokemaru,
    puede que sea un malvado, pero aun tiene sentimientos en su corazon,
    va eso creo, capas me este equivocando...
    y ahora entiendo un poco el tema del engaño de la madre de Sesshy, pero
    exactamente para que las quiere ella? seran algo sumamente importantes
    ya que se esta tomando todas estas molestias, hasta el punto de llevarse a Rin,
    aunque ahi creo que cometio un error, ya que no creo que con lo sobervio que es
    Sesshy se quede con las manos cruzas obedeciendo ordenes aunque fueran de su madre...
    y con respecto a Kikyo, bueno solo espero que pueda reaccionar a tiempo antes de llevar
    a todos a una trampa mortal, ya que Inu y Kouga han despertado, y ellos no se van a quedar con
    las manos cruzadas mientras que su amada esta en peligro...
    bueno amigi, cuando pongas nuevamente conti no te olvides de avisarme n.n chaito!!
     
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    Alexa Hime

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    Capitulo # 22 “Kagome y Yokemaru”


    Después de enviar a Kikyo, Yokemaru se quedo completamente solo con Kagome, ella aún permanecía inconsciente y su corazón parecía estar sufriendo, sus sentimientos se entremezclaban pero eso provocaba que su alma tuviese gran poder justo lo que deseaba el malvado ser.​

    ―Pobre mujer, amas a un hombre y aprecias a otro, tu corazón esta divido pues no quieres que nadie salga lastimado, si tan sólo Kanae hubiese sido más como tú las cosas no hubiesen terminado así.―Espetó con amargura el hombre mitad demonio, sus ojos llenos de oscuridad miraban la tersa piel bronceada de la chica azabache.​

    ―Pondremos a prueba a esos hombres que dicen amarte, así te darás cuenta bella mujer que es merecedor de tu corazón.―Dijo Yokemaru con una sonrisa siniestra.​

    Kagome se encontraba muy adentro de sus sueños, recordando cada momento bueno y malo que le había pasado junto a Inuyasha , recordó todas aquellas lagrimas que derramó al ver a Inuyasha junto a Kikyo y a la vez pudo ver entre sus sueños la cara del dulce hombre lobo que siempre esta cuando más lo necesita.​

    ―Yo realmente amo…―Eran las palabras que a duras penas salían de los inmóviles labios de la azabache, el malvado Yokemaru la observaba esperando que ella descubriera verdaderamente su alma ya que cuando su corazón posea toda esa confusión su alma se mostrara pura e indefensa.​

    Kagome observó de pronto las figuras de esos dos chicos que ella más quería, vio frente a ella a Inuyasha y Kouga ambos ofreciéndole sus manos, parecía que era el momento que ella deseaba jamás ocurriera, tener que elegir era lo más difícil que haría.​

    Ella no pudo tomar la mano de ninguno, los miro y corrió lo más que pudo hasta ver una fuerte luz que la cegó, de pronto todo se desvaneció y al abrir sus ojos se dio cuenta que estaba e una oscura cueva.​

    ―Al fin despiertas joven mujer.―Musitó una voz sumamente.​

    ― ¿Qué? ¿Dónde estoy?―Preguntó la azabache muy confundida, la oscuridad de esa cueva era muy espesa no lograba verse ni así misma, pero de pronto las joyas comenzaron a brillar y con ese resplandor pudo ver al ser que la vigilaba.​

    ― ¿Acaso no recuerdas lo sucedido? que tonta eres.―Exclamó Yokemaru con su risa siniestra, el mantenía su forma humana para no asustar a la joven humana, ella lo mira molesta y aunque luchaba con todas sus fuerzas no lograba levantarse.​

    ― ¡Rayos! estoy completamente sujeta, no puedo moverme y lo peor de todo es que esta vez no tengo cómo defenderme.―Pensaba la chica de ojos marrones, movía su cuerpo tratando de soltarse de aquellas cuerdas que la sujetaban pero no daba resultado.​

    ―Aunque luches hasta cansarte no te libraras, es mejor que aguardes en silencio al igual que yo. Sugirió el maligno hombre con tono sarcástico.​

    ―Pronto veras a las personas por las que gritas, por las que lloras, aquellas que te hacen reír y que darían su vida por ti.―Dijo Yokemaru mientras su ojos brillaban como dos pequeñas flamas incandescentes, su brillo era hermoso y a la vez tenebroso.​

    ― ¿Quieres dejarme ir? te lo advierto si no me dejas ir yo…―Gritó Kagome mientras seguía moviéndose bruscamente, pero fue interrumpida por el hombre que la apresaba.​

    ― ¿Tu que me harás sacerdotisa?―Cuestionó el malvado ser mientras se acercaba a la chica y con su mano derecha toco el suave rostro de la azabache, mientras la tomaba por el mentón su mano se transformo en una ​
    mano de demonio, era peluda y con garras negras aparte tenia protuberancias por todos lados era completamente repulsivo.​

    ―¡No me toques!―Exclamó la sacerdotisa de ojos chocolate con todo lo que su voz aguanto, de pronto las joyas que ella tenía encima, esa joyas que estaban malditas brillaron de manera desconocida para el maligno de Yokemaru, ese brillo fue tan fuerte que cegaron al demonio y lo apartaron de la mujer.​

    Como si esas joyas intentaban proteger a su portadora, crearon un campo de energía sagrado que rodeo el cuerpo de la chica y eso no le permitía a Yokemaru acercarse.​

    ―Ya veo, así que las joyas y tú ya casi son una sola, mi plan va mejor de lo pensé.―Musitó el hombre dejando a Kagome completamente confundida.​

    ― ¿Por qué sientes tanto odio hacia mí?―Preguntó Kagome con sus hermosos ojos llenos de lagrimas.​

    ― ¿Hacia ti? ¿Por qué te sientes tan especial?―Dijo de forma sarcástica y burlesca el tipo que vestía una larga túnica negra.​

    ―En ese caso ¿Por qué me tienes aquí?―Cuestiono la mujer del futuro apuñando las manos e intentando no llorar.​

    ―Realmente tienes una bocota muy grande, eso ya te lo contaré pues tu y yo pasaremos un largo rato juntos Kagome.―Espetó entre risas siniestras el ser oscuro, si todo salía con el deseaba las joyas pronto serian de él, pero para desgracia de la chica sus planes eran más viles de lo que nadie se imaginaba.​

    ―Sólo espero que los muchachos me encuentren pronto; Inuyasha, Kouga les ruego se den prisa.―Pensaba tristemente la chica de larga cabellera negra.​

    Mientras tanto Inuyasha y Kouga se encontraban buscando a Kagome, ya habían recorrida buena parte del bosque en busca de alguna pista sobre el paradero de la azabache, pero para su desgracia no encontraban nada.​

    ―Oye bestia, ay algo de lo que deberíamos hablar.―Musitó de manera seria el lobo de bellos ojos azules.​

    ―No hay tiempo sarnoso, debemos buscar a Kagome.―Respondió el oji dorados mientras ambos corrían a gran velocidad.​

    Sin tener éxito ambos recorrían una y otra vez toda la zona, recorrían y olfateaban pero el olor de Kagome había sido perfectamente ocultado de sus sentidos agudos, por más esfuerzos que hicieran nada daba resultado.​

    ―Bestia esto es inútil, no importa que recorramos esta zona Kagome no se encuentra aquí―Espetó con furia el joven lobo.​

    El hanyou de larga cabellera plateada solamente pudo suspirar hondo, estaba consciente que las palabras dicha por Kouga era completamente ciertas, pero la sola idea de no poder encontrar a la joven azabache lo enloquecía.​

    ― ¡Sarnoso! tenías algo que decirme ¿cierto?―Exclamó Inuyasha con seriedad.​

    ― ¡Así es bestia!―Respondió el oji azules con mucha firmeza en sus palabras.​
    Ambos se miraron el uno al otro, no tenían mucho tiempo pero necesitaban descansar, caminaron hasta un enorme roble y tomaron asiento, ni el hanyou o el hombre lobo soportaban estar tanto tiempo junto así que se sentían muy incómodos en esa situación.​

    ―Ya habla sarnoso, debemos seguir buscando.―Dijo Inuyasha con tono fuerte y cruzando sus brazos, su corazón sólo le ordenaba seguir buscando a su amada Kagome.​

    ―Bestia tú estás consiente de mis sentimientos por Kagome y sé que eso te molesta de sobre manera.―Afirmó el hombre lobo de ojos azules con un rostro serio y triste.​

    El hanyou expresó sorpresa en su rostro pues la forma en que Kouga comenzó a hablar era muy extraña.​

    ― ¿A qué viene todo eso?― Cuestionó el chico de bellos ojos dorados, no podía ocultar la molestia que le provocaba saber que otro hombre deseara a su chica azabache, sin embargo el estaba consciente de lo que ese joven lobo significaba para Kagome.​

    ―La rivalidad entre tú y yo va más allá de Kagome, estamos destinados a luchar por el amor de una sola mujer, sin embargo el final de esa batalla ya está escrito.―Musitó con mucha rabia el joven de ojos azules y larga cabellera negra, mientras apuña sus manos.​

    ―No comprendo nada, si quieres decir algo debes ser más claro ¡idiota!―El hanyou de cabellos plateados no comprendía el porqué de las palabras del joven lobo, pero la curiosidad comenzaba a carcomerlo por dentro.​

    Un silencio se sintió bajo aquel roble, cómo hojas al viento las horas del día habían pasado, casi llegaba el atardecer y aún no encontraban a la azabache.​

    ―Escúchame bestia, lo que estoy queriendo decirte es que no vale la pena que Kagome esté en peligro por algo inútil, deseo que ella vuelva a ser la de antes sólo eso debes saber, no deseo que ella sufra o que algo malo le pase, si para que este segura debo sacrificar mi amor ¡lo haré!―Gritó el joven lobo con lagrimas en sus ojos, a pesar de que intentó contarle algo muy importante al chico hibrido al final no pudo hacerlo.​

    Kikyo observaba a ambos jóvenes desde una buena distancia, espero a la señal que le mandaría su amo para acercarse a ellos, de pronto un brillo se vio cerca de las montañas esa era la señal, Kikyo estaba completamente dominada por Yokemaru así que cada palabra que saldría de su boca era prácticamente dice ​
    por el maligno demonio.​

    Camino hasta estar cerca de Inuyasha y Kouga, ambos sintieron su presencia rápidamente así que no se sorprendieron de verla.​

    ― ¿Kikyo qué haces aquí?―Preguntó el hibrido de ojos dorados, en la observaba muy diferente a cómo ella es siempre.​

    ―Se donde esta Kagome, si quieren salvarla deben seguirme.―Afirmó la sacerdotisa de piel blanca, ella seguía las indicciones que le había dado Yokemaru.​

    ―Llévanos Kikyo, no hay tiempo que perder―Exclamó Inuyasha.​

    El joven lobo observó que la sacerdotisa se comportaba de manera poco usual, el sentía que algo no estaba bien, Kouga toma el brazo del hanyou y con voz baja le hace una pregunta.​

    ― ¿No te parece esto extraño?―Susurró el oji azul con mucha seriedad.​
    Inuyasha se sorprende y mira de forma molesta al hombre lobo.​

    ― ¡No seas idiota! puede que esta sea una trampa, pero si no vamos jamás encontraremos a Kagome, deja ya de dudar y ay que darnos prisa.―Musitó el joven de cabellos plateados.​
    Sin más que decir ambos se dejaron guiar por la sacerdotisa, ella los estaba llevando hacia la trampa puesta por Yokemaru, a pesar de todo ellos estaban dispuesto a hacer cualquier cosa por salvar a la azabache.​

    ―Se acerca el momento, pronto tus dos amados vendrán y cuando eso pase mi plan dará resultado―Dijo el ser oscuro a la chica de ojos chocolate.​
    Kagome lloraba en silencio esperando que todo se acabara, pero sobre todo su corazón estaba intranquilo pensando en la posibilidad que algo malo les pasara a los jóvenes que iban a su rescate.​

    Continuara……………….​


    Hola lectoras y amiga, después de un mes inactiva en la escritura he regresado, me di un poco de vacaciones después de mis estudios y ahora les traje la conti espero le haya gustado y como siempre les agradezco continúen leyendo y comentando bueno las quiero cuídense bye.​
     
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  9.  
    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

    Aries
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    Hola Onee-chan :3
    Tanto tiempo, pero por fin mi historia favorita esta de vuelta n.n te acordas una ves te dije que yo entre en este foro por tu fic :D
    Pobre de mi lobito, el es capas de renunciar a su amor solo por que Kagome este bien, es tan tierno, pero en verdad me da mucha pena, el es mi segundo personaje favorito y en verdad lo estimo, pero bueno Inuyasha es Inuyasha ¿no? n.n
    Y bueno, ojala que Kikyo recupere aunque sea por un momento su lucidez para al menos advertir a los chicos de la trampa de Yokemaru, seria horrible que algo le pase a cualquiera de los dos :( y hablando de el, que es exactamente lo que quiere con esas joyas...¿y Sesshomaru?...muchas peguntas...
    Bueno hermanita, me alegra que lo ayas continuado, y como siempre te digo, cuanta conmigo para seguir leyéndolo, un beso!
     
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  10.  
    Aomecita

    Aomecita Usuario popular

    Piscis
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    Hola hermanita gracias por avisarme de la conti de este fic que ya habías abandonado mucho tiempo mucho más de un mes
    ya casi habia olvidado la trama de la historia hasta que empece a leer poco a poco este cap y a pesar de que leí lo más despacio
    posible se me hizo muy corta pero de nuevo has logrado envolverme que me vuelva a gustar esta olvidada historia con el triangulo
    amoroso tradicional del ánime waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa siiiii al fin al fin kami Koga a reaccionado awwwwwwww entonces de
    verdad ama a Kagome al fin doy un punto a su favor XD Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh noooooooooooooo por el...
    ¡¿Por qué lo dejas asi?! Ahhhhhhhhhhhhhhhhhh no tardes tanto esta vez ok? Onegai... Cuidate sayo...
     
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  11.  
    Hikari-sama

    Hikari-sama Iniciado

    Aries
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    Ok. Quedé ciega. Me boté todo tu fic en qué serán? 2 horas?
    Todo comenzó muy ameno, tierno y hasta gracioso. Luego comienza a verso color hormiga! Hiciste llorar a mi Koga y luego me pones a Inuyasha como todo un preparatoriano - . - a Kikyou la aborrecí y ahora le tengo lastima. Hasta a Ayame que no mata una mosca salió embarrada en los planes de ese monigote de Yokemaru. La mamá de sessho se me hace una vieja sin el menor escrúpulo y Sessho es un bruto! Cómo amenazó a Kagome de esa manera!!!

    Y para terminar! Me fascinó tu originalidad. al fin no trata de todo la perla y blah blah, aquí hay nueva acción! Yeeeah!

    Espero la conti ansiosa. Se ve que estamos en el clímax de la historia. Estoy ansiosa!
     
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  12.  
    Ahome Dea

    Ahome Dea Usuario común

    Piscis
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    Dada la recomendación de mi loca amiga Hikari me doy cuenta de que no está tan loca. Me encantó tu fic, al comenzarlo pensé "por fin una probadita de su propia medicina para Inuyasha" más luego todo se torna escabroso. Ahome no puede decidirse, es fatal y la comprendo, de hecho muy bien. Luego todo ese embrollo de las joyas "exelente" muy original. Ya me extrañaba la actitud de Kikyou, no es tan maldita como aparecía, estaba siendo manipulada. Dentro de todo me gustaría que Ahome se decidiera por Koga, el pobre se lo merece. Pero bueno, seguiré tu historia haber qué pasa. Me gustó mucho, es como estar siguiendo la serie jeje.
     
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  13.  
    Alexa Hime

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    Escorpión
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    Título:
    EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    2573
    Capitulo # 23 “Manantial en la oscuridad”

    Sin cautela alguna, ambos chicos siguieron a la sacerdotisa, ellos estaban completamente preocupados por su amada quien había desaparecido tan de repentes.

    ―Kikyo, ¿Kagome se encuentra bien?―Preguntó el hanyou a la sacerdotisa.

    ― ¡Idiota! ¿Cómo se supone que Kagome esté bien? si se la llevaron es porque debe estar en problemas.―Exclamó el joven lobo con mucha furia.

    ―Kouga ¡pedazo de idiota! ¿Qué te sucede? no es momento que fastidies de esa manera.―Contestó el joven de ojos ámbar, ambos jóvenes gruñía y se observaban con mucha furia, aunque estaban consiente que no podían pelear en estas circunstancias.

    ―Kagome por ahora está bien, debemos apresurarnos o después será demasiados tarde.―Se limitó a decir la sacerdotisa de mirada fría, sin siquiera mirarlos ella continuo caminando y llevándolos hasta el lugar en donde se encontraba Yokemaru esperándolos.

    Mientras tanto Yokemaru había llevado a Kagome hasta la profundidad de la cueva en donde se encontraban, la llevó hasta un lugar en donde había una especie de manantial oculto en esa montaña, Kagome observa a su alrededor y podía ver mucho brillo en ese lugar, el agua de ese manantial era tan clara y daba un hermoso reflejo eso hacía que parecía un enorme cristal.

    Parecía que ese lugar fuese el centro de la montaña pero tenía una belleza espectacular, en las paredes se podían observar cristales de cuarzo que hacían que todo el lugar tuviese brillos y la poca luz que lograba filtrarse provocaba que todo ese lugar estuviera iluminado, como si fuese magia esa lugar daba un aura de paz
    y mucha pureza.

    ―Dime sacerdotisa ¿no es lo más hermoso que has visto?―Preguntó el malvado ser mientras sumergía sus manos en aquella cristalina agua, al tocar el agua un brillo opaco se mostro de pronto eso provocó asombro en la azabache pero para el demonio eso no lo impresiono.

    ―Es hermoso…pero contigo aquí es… ¡repugnante!―Gritó la joven del futuro, ella se encontraba atada de pies y manos, no había forma de escapar pero por alguna razón el demonio con forma de hombre la había sentado en una roca cómo si el deseara que ella apreciara tal belleza natural.

    Yokemaru sonrió al escuchar las duras palabras de Kagome, eso le fue muy sorpresivo a la joven mujer de ojos chocolates ella esperaba otra reacción de su parte.

    ―Supongo que tienes razón, pero no siempre fui un asco.―El siniestro hombre expresó sus palabras con mucho dolor, por un momento la azabache sintió una terrible lastima por él.

    Un terrible silencio se sintió en ese lugar, el demonio llamado Yokemaru por un momento había demostrado su debilidad y eso no le agrado, se acerco a la bella joven de ojos chocolate y la miro directamente a los ojos.

    ―A pesar que te tengo prisionera no me ves con odio, si fuera tú me estaría maldiciendo ahora mismo.―Expresó el hombre de ojos carmesí, la azabache estaba muy sorprendida por lo ocurrido pues por primera vez había logrado ver emociones en aquel ser oscuro.

    ―No tengo porque ofenderte, además no estoy de acuerdo con lo que haces pero tú alguna vez fuiste un humano y te lastimaron ¿no es así? ―Dijo Kagome con mucha firmeza, ella deseaba escapar pero primero tenía que saber más acerca de ese demonio y técnicamente debía saber cómo escaparía de él.

    ―No hables más mujer, es más mejor contempla la belleza natural de esté lugar.―Sugirió el hombre demonio, después de decir eso se alejo de la azabache y tomo asiento lejos solo para poder ver el reflejo del hermoso manantial.

    ―Inuyasha , Kouga espero que nada malo les pase cuando estén aquí.―Pensaba Kagome muy preocupada.
    Mientras tanto Sango, Miroku, Shippo y Kirara cuando se dieron cuenta que Kagome, Inuyasha y Kouga no estaban y se preocuparon mucho, alistaron sus cosas y salieron de esa cueva con rumbo a la aldea de la anciana Kaede.

    ―Su excelencia, ¿enserio cree que hayan vuelto a la aldea?―Preguntó la exterminadora al monje, el joven Miroku se mostro con una cara de preocupación que alarmaba a todos.

    ―Lo dudo Sango, pero debemos regresar y averiguar más sobre las joyas.―Expresó el monje de pequeña coleta en el cabello, las palabras del joven monje eran tan ciertas que todos asintieron con la cabeza.

    Mientras volaban por los cielos sobre su demonio pantera, no se habían percatado de la persona que volaba justo bajo ellos. El pequeño Shippo fue el que logró ver que quien volaba bajo era Sesshomaru en su rostro se miraba solamente su expresión fría y sin sentimientos pero dentro del llevaba sentimiento de furia, odio y preocupación.

    ―Yo, el gran Sesshomaru no será afectado por algo tan estúpido cómo eso, mi madre cree que podrá controlarme ¡se equivoca!―Pensaba el Daiyoukai, cómo era de esperarse el no seguiría las ordenes de su madre, pero si intentara salvar a sus acompañantes.

    ―Todo es muy fácil Sesshomaru, no intervengas más en el camino de Yokemaru y hasta que el me traiga las joyas mantendré prisioneros a la niña y al Youkai.―Expresó la mujer de larga cabellera plateada a su hijo, con una sonrisa de satisfacción la mujer le mostro por medio de un espejo mágico a su hijo el lugar en donde se encontraba la pequeña Rin y Jaken, ambos estaban inconscientes y custodiados por horribles demonios del inframundo.

    ―Realmente crees que te obedeceré madre.―Musitó fríamente el Daiyoukai sin mostrar expresión alguna.
    ―Haz lo que quieras Sesshomaru, si no te importa lo que le pase a tus acompañantes lárgate de una vez.―Contestó la mujer demonio con mucha frialdad, ambos poderosos demonios se miraron fijamente mientras la madre torció un poco sus labios simulando una pequeña sonrisa el hijo frunció un poco el seño en muestra de su enojo.

    Sesshomaru se dio la vuelta y dándole la espalda a su madre dijo unas cuantas palabras.
    ―No me interesa lo que ese tal Yokemaru haga o deje de hacer, pero no puedo esperar a que ese inútil consiga las joyas; es más fácil que yo te las traiga y cuando eso pase liberaras a Rin y Jaken.―Afirmó el poderoso lord, la mujer de hermosa cabellera plateada estaba sorprendida pues no espero tal ofrecimiento por parte de su hijo.

    ―Es un trato Sesshomaru, si me traes las joyas antes de que las consiga Yokemaru tus sirvientes serán liberados, aunque solo con hacerte a un lado bastaba no desperdiciare tu gentil ofrecimiento.―Dijo la mujer demonio con mucho sarcasmo.

    Mientras el Daiyoukai recordaba lo ocurrido con su madre, tomaba rumbo hacia las montañas en las que se encontraba Kagome y Yokemaru, ciertamente el ofreció llevar las joyas a su madre estaba consciente que Inuyasha estaría en su camino pero eso no le importaba pues mataría a todo aquel que le impidiese obtener las joyas malditas.

    ―¿Ocurre algo Shippo?―Preguntó la exterminadora al mirar que el pequeño zorrito observaba hacia abajo.

    ―¿Eh? no, nada pasa es sólo… que me pareció ver que Sesshomaru el hermano de Inuyasha estaba cerca de nosotros y se fue en esa dirección.―Afirmó el pequeño demonio zorro mientras señalaba hacia el oeste, ellos llevaban una dirección opuesta así que se les haría imposible encontrarse de nuevo con él gran lord.

    ―Es muy extraño ¿no cree excelencia? también Sesshomaru está involucrado en este asunto, pueda que él se dirigía hasta donde este Inuyasha, Kagome y Kouga.―Musitó la exterminadora, esa idea le pareció un poco acertada al monje quien suspirando un poco propuso que hicieran un cambio.

    ―Deberíamos seguirlo, pueda que tengas razón y el se dirija hasta donde este la señorita Kagome y los otros tontos.―Exclamó el monje, dicho esto la exterminadora hizo de Kirara cambiara rápidamente de dirección, a pesar de que Sesshomaru era muy rápido podían verlo a lo lejos y así no les era difícil encontrar el rumbo
    hacia donde se dirigía.

    Mirando de un poco y gracias a sus sentidos de demonio el gran lord se dio cuenta rápidamente que lo estaban siguiendo, pero ya que él necesitaba llegar pronto a su destino no le tomo importancia a los amigos de
    Inuyasha y siguió como si nada, ellos serían nada más una distracción así que los dejaría seguirlo pues de todas maneras Sesshomaru pensaba en llevarse esas joyas a como diera lugar.

    Mientras tanto Kagome seguía atada y apresada en aquel lugar hermoso, un bello paisaje subterráneo que daba la impresión de ser el lugar más romántico y puro de la tierra.

    ―¿Te pasa algo sacerdotisa?―Preguntó Yokemaru al ver que la joven mujer que se tambaleaba y parecía tener una mirada muy oscura, el malvado ser pudo darse cuenta que las joyas que Kagome llevaba daban diferentes clases de brillos, como si fuese un corazón palpitando el brillo de las joyas cambiada de un blanco suave a un negro fuerte, al parecer la maldad dentro de esas joyas quería salir pero los poderes de purificación de la azabache no se lo permitía, como si su alma y esas joyas se enfrentaran Kagome parecía que perdería el conocimiento.

    Yokemaru pensó en ignorar eso al ver que la chica no parecía escucharlo, pero por alguna razón lo poco de humano que él tenía lo abligaba a no permitir que las joyas se ensuciaran de nuevo con maldad y lo peor de todo es que manchara el alma pura de Kagome.

    El hombre demonio de ojos carmesí metía sus manos en las aguas de ese manantial, esas aguas eran capaz de purificar cualquier maldad con solo beberla así que tomando un poco llevo e hiso que la azabache la tomara, y así el corazón puro de Kagome fuese mucho más fuerte y pudiera eliminar esa maldad que la estaba atacando.

    ―Creo que con sólo un poco funcionara, no puedo permitir que el corazón de esta chica se llene de maldad si es puro su corazón será más fácil que el alma de mi amada pueda usurarlo, es una pena por la sacerdotisa pero nada me detendrá en mi plan de regresar a mi amada a este mundo.―Dijo Yokemaru con una sonrisa malévola, no podía permitir que esa joyas quebrantaran el corazón de la azabache o todo se vendría abajo.

    Acerco a Kagome a él y le dio de beber agua de ese manantial, es unos cuantos de segundos la maldad de las joyas se purifico y Kagome lentamente comenzó a recuperan la claridad de sus pensamientos.

    ―¿Paso algo?―Cuestionó Kagome al ver al oscuro ser tan cercada de ella.

    ―Estabas a punto de perder tu buen corazón, se más fuerte si quieres volver a ver a tus amados amigos.―Expresó Yokemaru alejándose de la chica del futuro, a pesar de ser un demonio su lado humano aún estaba presente en él, eso le molestaba demasiado.

    ―Sabes sacerdotisa este manantial puede que se vea hermoso y puro pero tiene una función muy importante, el manantial es en realidad un portal hacia el inframundo, para abrirlo se necesitan ciertas cosas y también de las joyas pero sobre todo un corazón puro para poder abrir el camino a las almas perdidas.―Expresó el hombre, se alejo de nuevo más de Kagome y siguió observando el recorrido de Inuyasha y Kouga, cada vez se acercaban más y más a la montaña y al llegar tendrían una gran sorpresa.

    ―¿Para que abrirás un portal?―Preguntó la bella chica de ojos marrón, el horrible demonio la miró fijo y con frialdad en sus palabras él hombre contestaría esa pregunta.

    ―Abriendo el portal traeré de regresó a la mujer que amo.―Contestó secamente Yokemaru.
    Con tal respuesta un escalofrió recorrió el cuerpo de Kagome, ella deseaba saber el porqué ella tendría que sufrir tal destino pero el preguntar le daba aún más temor, la respuesta no sería nada agradable así que se contuvo por un momento de preguntar, pero su ansiedad no la dejo en paz.

    ―Tú piensas traer a tu amada de regreso pero ¿Qué diantres tengo que ver en todo esto?―Cuestionó la azabache con mucha furia, ella realmente no comprendía ese terrible destino que le aguardaba.

    ―Sacerdotisa realmente no puedes cerrar la boca un momento, me sorprende cómo es que esos hombres te soportan pero si no te contesto estoy seguro que no me dejaras de molestar, escucha para traer a mi amada debo tener un corazón puro y un cuerpo en donde su alma entrara, se que será difícil pues tienes muchas almas y tu poder espiritual es muy grande pero sólo yo se la manera de que eso no afecte nada.―Explicó el ser maligno, con solo eso Kagome se angustio aún mucho más pues temía mucho que no llegaran a tiempo para salvarla.

    Ya muy cerca de las cuevas tres figuras se ven acercándose cada vez más.

    ―El viaje ha sido un poco largo pero vean en aquella montaña se encuentra Kagome, la entrada esta oculta y suela cambiar de ubicación es de apresurarnos y buscar la entrada.―Indicó la sacerdotisa de mirada fría, mientras ellos caminaban Ayame los seguía muy de cerca observándolos sin que ellos se dieran cuenta,
    Yokemaru tenía muy planeado que papel jugarían sus aliadas en este caso, lastimosamente quitar el control que el tenia sobre ellas estaba muy difícil de lograr.

    Pov´s Kouga.

    Kagome amada mía, siento que esto es completamente mi culpa de no haber querido obligarte amarme o dejarme llevar por la posibilidad de alejarte del bestia no estarías en esta situación, lo que más deseo es tu bienestar amor mío y aunque eso signifique arriesgar mi vida con tal de que vivas feliz y sonriente no me importaría hacerlo o renunciar a ti ¡maldición! solamente espero que no te hayan hecho daño.

    Quise hablar con el bestia sobre lo de nuestros padres pero supuse que no era el momento, maldigo al bestia por ser tan imbécil y siempre hacer sufrir a Kagome, pero ahora sólo debo pensar en que debemos rescatarla juntos y esperar destruir lo que sea que este en ese lugar esperándonos.

    Aunque el bestia confié en esta mujer de piel pálida yo no, su mirada era rara y llena de confusión pero lo más extraño es que siento como si uno de los míos estuviese cerca, en fin debo dejar la paranoía y pensar en cómo derrotaremos al que tenga a Kagome, debemos estar listo para lo que sea incluso a la muerte misma.

    Pov´s narrador.

    Mientras los jóvenes bestia estaban ya cerca de la entrada de la cueva, Sesshomaru y los amigos de Kagome estaban de camino hacia esa montaña, aunque nadie estuviese consciente del peligro hacía donde se dirigían todos se encontrarían en esa montaña y en la primera batalla por esas joyas, mientras tanto eran observados por Yokemaru quien ya tenía preparada una sorpresa diferente para todos y con una sonría malvada estaría esperando la llegada de todos.

    Continuara………………………………………….

    Hola lectoras espero les haya gustado la continuación y quería darle saludos a las nuevas lectoras que se han incorporado a este fic, quiero a mis lectores y por su apoyo este fic sigue con vida, esperan la gran batalla y aclaro EL FINAL AUN NO ESTA CERCA así que esperen muchas más sorpresa, nos veremos en la siguiente bye.
     
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  14.  
    Aomecita

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    Hola hermanita gracias por avisarme que por fin colocaste capítulo de esta historia por la que te conocí n_n
    ahhhhhhhhhh ¿Qué rayos? No creo que aun no hayan llegado a donde Yakemaru mantiene cautiva a Kagome
    aun así el lugar donde ahora se encuentra es realmente encantador, magico, romántico pero más que nada totalmente
    lleno de pureza lo pude imaginar perfectamente vamos vamos Inuyasha corre corre salvala antes de que sea tarde
    waaaaaaaa no no apenas que Kikyo me esta agradando algo... solo espero que no se retracte ahora ahhhhhhhh
    ¿Comó lo dejas así ahí? Nooooooooooo espero conti pronto pronto cuídate sayo...
     
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  15.  
    Naru-Chan

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    Nee-chan ya estoy acá ^^ perdón por la demora U.U
    Bueno en fin, así que esa es la manera que Yokemaru traerá de vuelta el alma de la mujer que amaba, pero yo digo no, si ella nunca lo amo, o al final dejo de hacerlo ¿para que hace todo esto?, no creo que ella cambie sus sentimientos, o al menos que quiera vengarse de ella...y el agua, que raro que no lo purifico, o quizás no es tan fuerte (?????)
    Y Kouga, ah pobre de mi lobito, me da pena en verdad el sufre por un amor que quizás no tenga futuro ya que Kagome siente algo por el pero hay algo o alguien muy importante, y es Inuyasha...
    Pero en fin, los muchachos se acercan a su destino, tanto como Sesshomaru y los demás, me pregunto que sorpresa le tendrá preparada el demonio, ademas que las otras dos chicas están bajo su control y no podrán liberarse tan fácilmente...
    Bueno Nee-chan querida, avísame de la conti si, un beso ^^ Matta ne...
     
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  16.  
    Alexa Hime

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    Título:
    EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA
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    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    3106
    Cap. 24 “Estando cara a cara parte 1”

    Aproximándose a la entrada de las cuevas de aquella montaña Kikyo quien guiaba al hombre lobo y al hibrido pondría en marcha una de las primeras etapas del plan de Yokemaru, él malvado ser de la oscuridad había ordenado a sus sirvientes quienes eran la sacerdotisa de mirada fría y la loba de cabellera roja que los distrajeran hasta que llegara el momento.

    ―Estamos muy cerca, tengan cuidado el terreno es muy frágil.―Exclamó Kikyo con mucha frialdad, ella siguió caminando y tras ella venían aquellos dos jóvenes.

    ―Este lugar tiene un aroma extraño, no percibo el olor de Kagome por ninguna parte.―Pensaba el hibrido mientras sus ojos miraban a su alrededor, su paciencia ya estaba llegando a su límite, él deseaba encontrara a la azabache rápidamente.

    ―Bestia ¿no crees que esto está tardando demasiado?―Exclamó Kouga mientras seguían a la sacerdotisa, a pesar de ya encontrarse en la montaña aún no encontraban la entrada.

    De pronto una remolino de viento apareció justo frente a la sacerdotisa de mirada fría y frente a los otros jóvenes bestia, cuando la ráfaga de viento se detuvo todos pudieron ver que se trataba de Ayame quien los había estado siguiendo todo el tiempo.

    ―Ayame ¿Qué demonios haces aquí?―Preguntó el joven lobo de ojos azules con mucha admiración, la loba observó levemente a la sacerdotisa y ambas rieron de forma disimulada, la loba se acercó al joven de cabellera negra y cómo si nada lo toma del brazo.

    ―Kouga se lo que buscas pero yo conozco un camino más rápido, sí me sigues encontraremos a Kagome mucho antes que Inuyasha y Kikyo.―Las palabras dichas por la joven loba eran demasiado sospechosas pero por alguna razón el comandante lobo no tenía motivos para dudar de ella, en ese momento Inuyasha se encontraba lejos de Kouga y por ende no escuchó lo que la loba dijo.

    Kouga pensó en las palabras y por un momento observó al joven hibrido, estaba consciente que de que no debía perder el tiempo, si iban por separado era más probable que alguno de los dos llegara antes y fuera a salvar a Kagome.

    ― ¡Bestia! desde aquí cada uno llegara por su cuenta, esta montaña es enorme así que busca tú la entrada y yo busco la mía, si llegas antes pues encárgate de todo pero te advierto que seré yo quien salve a Kagome.― Después de eso el comandante Kouga y Ayame desaparecieron en remolinos de viento, Inuyasha apenas pudo reaccionar a lo que paso de un momento a otro él había quedado solo con Kikyo.

    ― ¡Kouga imbécil! pero nadie lo necesita, encontrar a Kagome es algo que solo yo debo hacer.―Musitó el hanyou para después seguir su camino junto a la sacerdotisa de cabello negro.

    En cuestión de minutos Inuyasha y Kikyo llegaron por fin a una de las cuevas de la montaña, Inuyasha entro y se adelantó dejando atrás a Kikyo, mientras el joven de orbes ámbar caminaba en la oscuridad muy alerta se percató que se había quedado solo, muy alerta siguió caminando y de la nada pudo ver cómo un par de ojos rojos lo miraban en la oscuridad.

    Con gran valentía Inuyasha desenvaina a colmillo de acero y apunta en dirección a esos ojos rojos.

    ― ¡Ya sal de ahí maldito!―Gritó Inuyasha y de la oscuridad salió un enorme monstruo con apariencia de oso gigantesco, los colmillos de ese demonio eran exageradamente grandes y tenía garras tan filosas que partía rocas con un solo movimiento, el enorme animal soltó un enorme rugido en señal de ataque se abalanzó sobre el joven intentando partirlo con sus garras, Inuyasha esquivaba esas garras tan peligrosas pero la enorme fuerza del demonio era demasiada.

    De un zarpazo el animal logró que Inuyasha soltara a colmillo de acero, la bestia tacaba pero el hibrido era
    veloz y lograba esquivar cada ataque.

    ― ¡Maldición! este adefesio es demasiado grande, debo tomar a colmillo de nuevo y matarlo.―Pensaba el joven de cabellera plateada, al no poder tomar a colmillo por la culpa de ese enorme demonio peludo lo golpeo con sus puños, luego lanzo su ataque “garras de acero” y logró herir al animal pero eso no era suficiente, el animal aún persistía y atacaba ferozmente.

    ― ¡Asqueroso animal! me estorbas, ¡acabare contigo!―Decía Inuyasha mientras golpeaba a la bestia con gran fuerza, el terrible animal logro herir con sus garras el abdomen del joven hanyou y con esa herida Inuyasha se debilitó un poco.

    Gruñendo y completamente furioso Inuyasha pensaba la forma en que derrotaría ese enorme demonio miró a su alrededor y entre la oscuridad pudo ver a colmillo, con mucho esfuerzo fue por ella, el demonio quería embestirlo y justo cuando el enorme animal estaba cerca Inuyasha lo partió en dos utilizando su técnica viento cortante.

    ―No sé qué diablos paso y porque ese animal me atacó, todo debió ser una trampa aun así debo continuar y buscar a Kagome.―Dijo el hibrido de cabellos plateados y con esa determinación se adentró a la cueva, sin imaginar que su pelea ya había comenzado.

    Mientras tanto cerca de aquel hermoso manantial se encontraba Yokemaru observando los movimientos de cada persona que deseaba llegar a él y a Kagome, utilizando sus poderes y una de las joyas maldita pudo hacer logra utilizar el reflejo del manantial y así poder ver a todos cómo si fuese un espejo mágico.

    ―Siéntete feliz sacerdotisa, tú amigo el hanyou ya avanzó un poco más que los demás pero ¿lograra llegar hasta nosotros?―Con una sonrisa macabra Yokemaru reía cómo si ya tenía previsto que Inuyasha derrotara a ese monstruo y avanzara en la oscuridad.

    Kagome observaba a Inuyasha y no podía evitar sentir una enorme preocupación, miraba el reflejo y en su corazón pedía que no sufriera más heridas, pero a la vez se preocupaba al ver a Kouga y a sus amigos que estaban también a punto de entrar a la cueva pero lo que fue más extraño, era ver que también Sesshomaru estaba muy cerca de una de las cuevas de la montaña.

    Mientras tantos dos remolinos de viento se detienen en una cueva muy oscura estaba justo en la parte trasera de la montaña.

    ―Bien Kouga es esta la entrada que te llevara hasta lo que buscas, entremos y te ayudare a buscar.―Propuso la loba con mucha inocencia y con una enorme sonrisa.
    Kouga la observó de forma interrogativa, rápidamente el suspiro con ironía y su rostro mostró una expresión de enojo.

    ― ¿Cómo diablos sabes lo que pasa, o que es lo que busco?―Cuestionó el comandante lobo con mucho enojo.

    ― ¿Me crees un imbécil? No te he visto en muchos días en ese caso no es posible que sepas en que situación me encuentro y además piensas que no me he dado cuenta que estas actuando sospechosa, sólo te acompañe hasta aquí porque quería descubrir que te pasa, es enserio Ayame no entraré a esa cueva hasta que me digas cómo es que tú estás aquí y porque quieres ayudarme.―Exclamó Kouga, al parecer a diferencia del hanyou Kouga con sus sentidos de lobo pudo sentir el peligro de entrar a la cueva además el ver a Ayame en ese lugar lo hizo pensar en lo extraño que estaba todo y sus sospechas hacia la sacerdotisa Kikyo.

    Ayame se quedó impactada por el cuestionamiento de Kouga, el plan era simple en su desesperación por buscar a Kagome él no haría preguntas y sólo entraría a la cueva sin pensar.

    ― ¿No vas a responder? Cómo dije no iré a ningún lado hasta que me contestes.―El lobo de ojos azules cruzó los brazos y seguía observando a la loba pelirroja de forma seria.

    Eso no pasó desapercibido por Yokemaru este terrible acontecimiento no estaba en sus planes, pero sin pensar hizo un movimiento inteligente para que el plan siguiera su curso.

    ―Kouga es fácil veraz…yo estaba…y bueno…―La loba de cabellos rojos titubeaba y no encontraba una respuesta razonable o convincente para responderle al lobo, su cuerpo temblaba y no era capaz de verlo a los ojos.

    Yokemaru hiso que un poco del aroma de Kagome saliera por el lado de la montaña en que se encontraba Kouga, el dulce aroma de la azabache rápidamente fue detectado por los sentidos del comandante de ojos azules, al sentir el rastro giro rápidamente y sus ojos miraron hacia la cueva, sin dudar decidió seguir el aroma.

    ―Dejaremos esto para después, ahora debo ir por aquello que es lo más importante para mí.―Después de haber dicho aquella frase el lobo entró a la cueva sin dudar, a toda velocidad se adentró a la oscuridad siguiendo ese aroma que lo llevaría a una trampa.
    Ayame después de ver a su amado Kouga irse de esa manera sonríe de forma maliciosa y expresa lo primero que vino a su mente.

    ―Gracias amo, él no sabrá que lo golpeo se lo aseguro.―Exclamó la loba luego de eso desapareció de ese lugar.

    En las alturas del cielo venían descendiendo el monje Miroku junto a la exterminadora, el lindo zorrito
    demonio y todos montados sobre Kirara llegaron hasta las partes bajas de la montaña, al llegar al suelo como si fuese preparado pudieron encontrar una de las entradas de las cuevas, sin dudar entraron y a pesar de la oscuridad recorrieron un largo tramo del camino hasta llegar a un callejón sin salida cuando se dispusieron a regresar pero el camino que había seguido los llevó a otro callejón sin salida.

    ―Su excelencia ¿esté es el mismo camino que tomamos antes?―Preguntó la exterminadora esperando una respuesta que la tranquilizara, pero no pudo ser así el monje estaba igual de confundido.

    ―Sango esto debe ser una trampa, estamos atrapados no importa el camino que tomemos no encontraremos más que callejones sin salida.―Musitó con preocupación el monje de cabellos negros.

    De pronto una terrible vibración se sintió bajo el piso al principio fue leve pero tomó intensidad cada vez, como si fuese un terremoto la tierra se sacudió y de pronto un terrible demonio con forma de serpiente salió de las profundidades de la tierra, el monje y la exterminadora tomaron sus armas y miraron a la enorme bestia con horribles colmillos y que se movió a una gran velocidad.

    El pequeño zorrito se escondió mientras que frente al él Kirara rugía lista para atacar.
    ―Sango hazte a un lado absorberé a este demonio con mi agujero negro.―Exclamó el monje Miroku mientras estaba a punto de extender su mano y abrir ese vórtice de oscuridad.

    ― ¡No! Su excelencia es una serpiente Kymanjí son extremadamente venenosas y sus colmillos podrían herirle, déjemelo a mi yo lo exterminaré.―Propuso Sango y con su arma en forma de bumerang decapito a la serpiente de un solo golpe.

    El cuerpo sin cabeza cae de forma brusca y dándoles un pequeño tiempo para reaccionar, el cuerpo de la serpiente comienza a moverse de nuevo y cómo si nada le hubiese pasado a esa serpiente le sale dos cabezas, ese enorme demonio que media al menos 25 metros de alto estaba completamente recuperado y listo para atacar.

    ―Sango ese demonio se regenera ¿cómo es posible?―Cuestiona incrédulo el monje.

    ―No lo sé su excelencia, no se supone que lo hagan, este demonio debe tener algo en especial es posible que lo estén ayudando de alguna manera.―Musitó la exterminadora.
    Sin sospechar que ese demonio estaba controlado por Yokemaru los amigos de Kagome se encontraban con una bestia que se regenera y que es demasiado venenosa cómo para ser absorbida.

    ―Observa sacerdotisa a tus amigos apunto de morir por buscarte, será interesante observarlos morir ¿no crees?―Exclamó riéndose Yokemaru mientras que Kagome observaba el reflejo en el agua ella quería llorar por todo lo que pasaba pero decidió aguantar y sólo observar, todos estaban pasando por demasiadas dificultades pero el ultimo invitado quien se había detenido en camino pero que al fin había llegado llamó la atención de la azabache.

    Sesshomaru el hermano de Inuyasha en lugar de buscar una entrada en la montaña él estaba caminando en el bosque, camino hasta llegar a una pequeña cascada que estaba en la profundidades de ese lugar, guiándose por su olfato él pudo ver que ese terrible aroma de Yokemaru era fácilmente ocultado por la frescura del agua y fragancia floral que había en ese lugar pero él estaba seguro que en esa cascada estaba el camino directo a la guarida de Yokemaru y estaba en lo correcto.

    ―Una entrada oculta por una cascada, que imbécil es ese sujeto.―Pensó el lord de ojos ámbar, sin dudar atravesó el agua de la cascada y entró a la cueva que cómo pensó lo llevaría hasta Yokemaru, aun estando en la oscuridad pudo sentir la presencia de otro ser pero no era cualquier ser ese olor él lo conocía bien.

    ―Señor Sesshomaru usted no pasara de aquí, lo siento pero no se lo permitiré.―Una dulce voz se escuchó, esa voz tan dulce había dichos palabras tan desafiantes para un ser que tenía un orgullo enorme.

    Con una antorcha en la mano la persona que estaba en ese lugar se dejó ver, no era ni más ni menos que Rin la acompañante del Daiyokai pero su apariencia no era la de una niña más bien era la de una joven mayor, incluso tenía mucho parecido a Kagome pues parecían de la misma edad, Sesshomaru se quedó parado observándola y se percató que ella traía en sus manos una espada para enfrentarlo.

    La joven azabache corre en dirección al gran Daiyokai con la intención de herirle pero la rapidez del demonio fue superior logró esquivarla sin dificultad, y ese mismo suceso paso unas cuantas veces más hasta que él gran lord al fin dijo algunas palabras.

    ―Rin hazte a un lado, quédate aquí y luego vendré a buscarte.―Fue lo que dijo Sesshomaru él sabía que lo que le había pasado a la niña era obra de ese demonio y aunque quisiera él no combatiría con ella ya que a pesar de ser diferente ella seguía siendo la pequeña Rin.

    ―Sesshomaru ¿Qué tan blando tienes el corazón? Aunque me encuentres y me mates eso no cambiara a la niña, la magia que la convirtió en lo que ves es exclusivamente mía ella no te dejara pasar a menos que acabes con su vida con tus propias manos.―Esas palabras dichas por Rin eran palabras que Yokemaru le estaba diciendo a Sesshomaru a través de ella, la joven azabache tenía la punta de la espada justo en el cuello del gran lord poniéndolo en una situación difícil de controlar y complicándole drásticamente las cosas.

    Mientras algunos pasaban dificultades y otros cómo Inuyasha ya habían vencido el joven lobo corría a toda velocidad tratando de encontrar el lugar de donde provenía el aroma de Kagome.

    Después de haber avanzado mucho Kouga pudo sentir que el olor de la azabache había desaparecido, sus sentidos estaban más agudos que nunca y escuchó que alguien se acercaba con dificultad para ver se abalanzó contra lo que se dirigía hacia él.

    ― ¡Maldición lobo sarnoso! ¿Por qué diablos me atacas?―Exclamó Inuyasha mientras miraba al lobo sobre él ya que lo había derribado lanzándose sobre él.

    ―Tú tienes la culpa bestia, no te aparezcas de la nada pude haberte matado.―Dijo Kouga sacudiendo y levantándose del piso.

    ― ¿Matarme? No me hagas reír a menos que esté dormido eso jamás pasaría e incluso dormido te patearía lobo rabioso.―Contestó Inuyasha, mientras discutía ambos sintieron la presencia de dos personas en ese lugar cerca de ellos.

    De la nada Kikyo y Ayame salieron con sus ojos vacíos y sin voluntad alguna los observaron y ambas con una risa malvada dibujada en sus rostros fueron claras con los jóvenes bestia.

    ―No pasaran de este lugar, el único modo de avanzar será que nos venzan a muerte.―Dijeron al unísono, ambas listas para pelear se pararon firmemente en señal que sus palabras iban enserio.

    Tanto Kouga como Inuyasha se quedaron congelados ante tal situación, pelear con esas mujeres no era buena idea por el simple hecho que no se sentían capaces de lastimarlas y menos matarlas pero llegar a Kagome era su objetivo principal y no podían permitir que algo se interpusiera.

    ―Mira sacerdotisa el espectáculo tus amigos, tus amados e incluso personas anexas todas en un solo lugar, todas con dilemas morales y mortales, una simple decisión para todos matar o no matar incluso tu amigo el monje sabe que morirá si absorbe a mi demonio y tu amiga la exterminadora lo sabe pero sabe que un demonio así jamás morirá fácilmente, una decisión puede cambiar todo no crees, sabes deberías sentirte responsable ya que al final todos han venido aquí por ti.―Exclamó el malvado ser mientras se divertía de sobre
    manera observando todo.

    ―Eres un idiota, no entiendo porque haces esto pero detenlo has lo quieras conmigo pero deja ir a mis amigos
    a todos ellos déjalos ir, por favor no les hagas más daño.―Fue la petición de la azabache.

    ―Sacerdotisa no es mi decisión, no puedo hacer nada a estas alturas mejor cállate y ruega porque no mueran bueno me da igual.―Dijo con sarcasmo el ser maligno, Kagome miraba como todos aquellos que le importan y aquellos que conoce están arriesgándolo todo por llegar a ese lugar debía buscar la forma de ayudar desde donde estaba pero eso no le sería nada fácil.
    La verdadera pelea había comenzado, una mortal decisión es la todos debían tomar para llegar a su objetivo.
    Continuara……………………………………………………….

    Chicas espero les haya gustado el cap. Sé que tarde un poco pero bueno gracias por la espera, respondiendo a la pregunta de mi onee-chan Kagome Hi Taisho te digo que Yokemaru no fue purificado pues sólo bebiendo el agua puedes ser afectado y sobre porque quiere regresar a su amada que tanto lo daño pues ya veras sus verdaderas intenciones muajajaa, chicas no me gusta que a varias les borren su post por ser spa así que copiándole a mi mejor amigo George-kun (George Asai) les pondré algunas preguntas espero que contesten y a la vez obvio pueden poner su opinión personal.


    ¿Qué parte de cap. Fue la que más te gusto?
    ¿Qué opinas del capítulo en términos de trama, redacción, narración?
    ¿Qué opinas sobre la reacción de Kouga ante Ayame?

    Espero chicas no se molesten por las preguntas pero ya no quiero que vuelvan a borrar algún post de ustedes, las quiero cuídense y esperen por la conti bye.
     
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  17.  
    Némesis

    Némesis Usuario común

    Virgo
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    ¿Qué parte de cap. Fue la que más te gusto? : Cuando Ayame y Kikyo les dijeron a los chicos que debian matarlas para pasar, fue una parte interesante considerando sus relaciones. Y también cuando paso lo mismo entre Rin y Sesshomaru , fue algo que me hizo gritar, de emocion.

    ¿Qué opinas del capítulo en términos de trama, redacción, narración? : Increible, la trama te envuelve literalmente hablando y logras sentir y ver claramente en la imaginacion cada momento, la redaccion también es muy buena, redundas levemente, pero de todas formas en buenisima y en cuanto a narracion no tengo observaciones fuera de genial.

    ¿Qué opinas sobre la reacción de Kouga ante Ayame? : Me sorprendió ,mucho pero admito que también hubiera sido algo estupido que no lo notara, Ayame no fue exactamente sutil pero fue una parte bastante interesante porque nadie se lo esperaba realmente y fue bien narrado.

    Bueno al menos espero las respuestas a tus preguntas te ayuden o te sirvan aun minimamente, tu conti. fue estupenda, realmente muy interesante y te hace sentir perfectamente cada momento de la historia, la adore, espero que actualizes pronto amiga me encanta este fic. tambien tu otro fic que no has actualizado =( bueno pero este no te perdonare que demores mucho en continuar (broma) besote amiga tienes mucho talento.
     
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  18.  
    Aomecita

    Aomecita Usuario popular

    Piscis
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    Hola hermanita gracias por avisarme que has colocado conti por fin la estaba esperando muy ansiosa
    waaaaaaaaaaaaaaaa ya sabía yo ya sabía yo que la lindura de Kikyo no era del todo verdad lo dije
    Nooooooo pobrecito de mi Inu T-T tiene que vivir para salvar a Kagome tiene que... Vaya Koga si que es listo
    ¡Hurra! Ahhhhhhhhhhh Yakenmaru es un desalmado corran corran a salvarla por favor... ¿Comó lo dejas así?
    Te matoooooooooo si no actualizas pronto en serio cuidate sayo...
     
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  19.  
    Aleera

    Aleera Iniciado

    Géminis
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    Hola¡¡¡¡
    Muchas gracias por avisarme de la conti me gusto mucho.
    1._ En realidad todas la partes on geniales el capitulo estuvo muyy
    emocionante, per la parte que mas me gusto fue la parte en donde
    Sesshoumaru se encuentra con Rin fue algo insesperado sobre todo
    la forma que ella tenia.
    2._ El trama fue genia tuvo muchisimo suspenso y accion, y encuanto
    a la narracion estuvo muy bien.
    3._Me encanto que Kouga se ta perspicaz y que se haya dado cuenta de
    la reaccion de Ayame aunque siento mucha pena por ella ya que ella lo
    ama, pero me da gusto la desicion que tiene Kouga al demostrar cuanto
    quiere a Kagome.
    Ojala actualizes pronto.;)
     
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  20.  
    Alexa Hime

    Alexa Hime Usuario popular

    Escorpión
    Miembro desde:
    20 Marzo 2011
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    EL NOVIAZGO DE KAGOME Y KOUGA
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    26
     
    Palabras:
    2299
    Capitulo# 25 “Estando cara a cara parte 2”.
    Aun muy incrédulos Sango y Miroku miraban a la serpiente regenerarse y recuperarse a pesar de todos los ataques que le lanzaban.

    ―Sango no hay otra opción―afirmó el monje con seriedad.

    ―Su excelencia ¡no se atreva!―gritó la exterminadora con desesperación pero su petición no fue escuchada, sin pensarlo el moje absorbió a la terrible serpiente usando su agujero negro.

    Usar su poderoso vórtice fue un éxito pues se liberaron del maligno ser, pero tan pronto el monje cerro su mano comenzó a sentir el efecto de un terrible veneno que recorría su cuerpo con gran rapidez.

    ―Su excelencia es usted ¡un idiota!―sollozaba la exterminadora mientras recostaba al monje en una roca.

    ―Sanguito no había otra opción―exclamaba con dificultad Miroku mientras se quejaba del dolor.
    Kirara y Shippo se acercaron al monje y mientras la gatita lambia la mano del monje Shippo sacó unas hojas medicinales que eran curativas.

    ―Esto detendrá un poco el efecto―dijo el pequeño zorro, e hizo que el monje masticara las hojas.
    El veneno que Miroku había absorbido era letal, pero con ayuda de esas hojas el podría vivir un poco más.

    ―No se preocupen por mí, deben buscar a la señorita Kagome ella debe estar en peligro―exclamaba muy adolorido Miroku mientras reposaba sobre una gran roca.

    ―¡No!, no podemos dejarlo solo su excelencia, no es posible hacer eso―repetía Sango con algunas lagrimas corriendo por sus mejillas.

    Al ver el rostro de la exterminadora el monje sonrió, y mientras ella limpiaba sus lágrimas el monje se acercó al rostro de ella y le dio un suave beso en la mejilla.

    ―Yo estaré aquí esperándolos a todos―dijo con una sonrisa el monje.

    ―Está bien, pero que Shippo se quedé con usted, Kirara y yo iremos por Kagome―exclamó con autoridad la exterminadora.

    Sin decir más el pequeño zorrito se quedó con Miroku mientras Sango siguió adentrándose a las cuevas en busca de la chica azabache.

    Mientras tanto Yokemaru había observado todo junto a Kagome.

    ―Es increíble ¿verdad sacerdotisa? tus amigos arriesgan su vida por ti, sabes ese monje morirá al final del día y lo único que puede salvarlo yo lo sé pero no habría diversión alguna si te lo digo―musitaba burlándose el oscuro
    ser.

    ―Eres un horrible ser―susurraba la chica del futuro, ella no soportaba ver a sus amigos sufriendo y ver cómo el monje sufría era devastador pero igual le dolían ver las lagrimas que Sango derramaba mientras la buscaba.

    ―Deberías ahorrar energía sacerdotisa, mejor veamos cómo les va a tus enamorados―dijo Yokemaru muy exaltado.

    Y así cambio la imagen que se observaba en el agua, de pronto Kagome pudo ver a Inuyasha y a Kouga completamente molestos por la situación en la que se encontraban.
    Kouga tenía frente a él a la loba de cabello naranja lista para atacar, ambos lobos se colocaron en posición de batalla y eso fue algo que Inuyasha no pasó por alto.

    ―¿Qué haces sarnoso?, enserio ¿peleearas con ella?―cuestionó el hibrido de ojos ámbar muy asombrado.

    ―¡Claro bestia! debemos ir por Kagome y si tenemos que hacerlas a un lado entonces debemos hacerlo―exclamó Kouga, despues de esas palabras ambas mujeres comenzaron a atacar.

    Ayame lanzó unas cuantas patadas y golpes al comandante lobo pero todos estos ataques eran inútiles Kouga era mucho más rápido que ella.

    Mientras que Inuyasha recibía flechas que le lanzaba Kikyo, a pesar de todo ella estaba un poco consciente y con un poco de esfuerzo trataba de desviar las fechas para que no afectaran al hibrido.

    Paso así un buen rato, cuando el hombre lobo quiso darle fin a la pelea con un poco de pesar en su alma el golpeo a la loba en el abdomen lanzándola hacia la pared de la cueva y la dejo inconsciente.

    ―Maldición, lo siento Ayame―susurró Kouga mientras miraba a la loba inconsciente en el piso.
    Inuyasha pensó en lo mismo que Kouga su objetivo era Kagome pero era incapaz de hacerle algo a la sacerdotisa con mucha destreza hiso un movimiento y eso logró que una de las flechas que Kikyo le lanzaba se regresara a ella obviamente no la hirió pero el impacto la dejo también inconsciente.

    Ellos no podían irse y dejarlas ahí por lo tanto pensaron en llevarlas a un lugar seguro, caminado con ellas en las espaldas los dos hombres encontraron al monje tirado dormido y a Shippo.

    ―¿Qué hacen aquí?―preguntó el hibrido asombrado.

    ―No hagas preguntas tontas y vayan a buscar a Kagome―musitó el pequeño zorro.

    Después de oír lo que dijo el pequeño ambos hombres dejaron a la sacerdotisa y la loba con el pequeño y el monje, sin pensar comenzaron a correr por el camino de las cuevas en busca de la chica azabache.

    Mientras ellos avanzaba todavía había una persona que tenía problemas y ese era el lord del oeste, enfrentar a la pequeña que estaba hechizada era un problema demasiado evidente, pero para alguien cómo él no le resultaría para nada difícil sin embargo él en ningún momento pensó en eso.

    ―No caeré es tu estúpido juego Yokemaru―exclamó Sesshomaru y con extrema rapidez saltó sobre la chica que lo miró atónita, si peleaba con ella entonces le daría gusto a Yokemaru el gran lord prefirió abandonar a Rin ahí que hacerle daño alguno.

    Sesshomaru avanzó mucho en el camino ya un poco impaciente para encontrar al maldito ser que tantos problemas le traía.

    Sintió una presencia tras él y cuando estaba a punto de atravesarlo con sus garras se dio cuenta que era Rin quien lo había alcanzado.

    ―Yo no lo dejare pasar amo―musitó Rin estando hechizada.

    Sesshomaru no se inmuto ni un poco ante tales palabra, para él sería un fastidio tener a la chica siguiéndolo pero tampoco pensaba en dañarla, y entonces hiso una jugada bastante rápida con un golpe de su espada logró hacer caer una parte de los muros de la cueva haciendo que la chica quedara del otro lado de los escombros.

    ―¿Para qué hará todo esto ese maldito de Yokemaru?―pensaba Sesshomaru dejando el lugar a gran velocidad.

    A pesar de que todos se esforzaban para encontrar a la azabache y al malvado ser parecía que no daban con el escondite, aún así ninguno se daba por vencido, Sango junto a Kirara recorrían una y otra vez los caminos al
    igual que Kouga e Inuyasha ellos estaba siendo engañados gracias a sus sentido de animal, mientras que
    Sesshomaru era el único que realmente si sabia en donde debía dirigirse.

    Pero en el centro de la montaña algo estaba por ocurrir.


    Estando todavía atrapada Kagome pensaba en una manera de escapar pero las ataduras eran demasiado fuertes y no tenía muchas fuerzas para moverse.

    ―Cómo se están acercado demasiado rápido es hora de comenzar―exclamó el maligno ser mostrando una sonrisa muy macabra.

    Tomó a Kagome en sus brazos y comenzó a recitar un hechizo en una lengua desconocida, Kagome comenzó a sentir mucho sueño pero trató con todas sus fuerzas no quedarse dormida.

    Yokemaru con ella en los brazos se sumergió en aquel mágico estanque y el agua brillo, estando bajo el agua Kagome se vio a si misma sola en el agua y a una bella mujer que entraba en su cuerpo, esa mujer era la amada de Yokemaru.

    Kagome vio cómo Yokemaru salió del agua con su cuerpo y ella permanecía aún en el agua lo que significaba que el alma de la azabache había quedado atrapada en aquel manantial.

    ―Pero… ¿Por qué ha pasado esto?―dijo Kagome y comenzó a llorar, las lagrimas de la azabache hicieron que el agua del manantial comenzara a brillar con mucha intensidad y eso provocó un destello tan grande que se pudo ver atreves de todos los caminos de las cuevas.

    ―Bestia… ¿has visto esa luz?―cuestionó Kouga muy exaltado por ese destello.

    ―Sentí la presencia de Kagome, ¡debemos apresurarnos sarnoso!―gritó Inuyasha y así ambos siguieron la fuente que provocó tal luz.

    Al igual que ellos esa luz había llegado hasta los ojos de la exterminadora y la gata demonio.

    ―¡Kirara sigue esa luz!, estoy segura que esa presencia pura es de Kagome―dijo Sango y así se dirigió hacia donde estaba el malvado ser.

    Todos ya estando cerca del corazón de la montaña se encontraron frente a frente.

    ―¿Sango que haces aquí?―preguntó Inuyasha al ver a la exterminadora.

    ―Supongo que lo mismo que tú Inuyasha, creo que Kagome debe estar en el corazón de la montaña pero
    ¿cómo pasamos este muro?―musitó Sango tocando aquel fuerte muro que estaba frente a ellos.

    Inuyasha y Kouga se vieron el uno al otro y con un asentir de cabezas ambos dieron un golpe certero justo en medio del muro, tal impacto provocó que el muro se rompiera y terminar hecho pedazos.

    ―Vaya que fácil, bueno es de darnos prisa―dijo Sango mientras montó sobre el lomo de la gata demonio.
    Sobre pasando los escombros los tres se encontraron en un hermoso lugar, era el centro de la montaña el lugar en donde Kagome había estado todo este tiempo, cada rincón de ese lugar olía a Kagome por eso no había duda que ella había estado ahí.

    ―¿Dónde demonios está ese maldito?―exclamó Inuyasha furioso.

    ―Me buscabas, bueno aquí nos tienes―dijo el malvado ser mientras sostenía a la que se soponia era Kagome de la mano, la mujer con el cuerpo de Kagome aún no reaccionaba del todo por lo tanto lo que estaba junto a
    Yokemaru era un cuerpo sombrío.

    Kagome llevaba todas las joyas malditas eso le permitió a Yokemaru hacer su terrible misión, pero eso era algo que aún los demás desconocían.

    ―¡Kagome!―gritaron todos los presentes, pero la mujer no se movía ni un centímetro parecía completamente vacía.

    ―Aunque le hablen ella no responderá―afirmó el malvado ser demonio, todos comenzaron a molestarse por las palabras de burla de Yokemaru.

    ―¿Qué le has hecho a Kagome?―gruñó Kouga completamente molesto y dispuesto atacar.

    Yokemaru parecía muy feliz sosteniendo la mano de Kagome pero él no daba explicación alguna.
    Mientras ocurría todo Kagome podía observar lo que pasaba, observó a Inuyasha y Kouga y también a Sango todo ellos intentando salvar a alguien que no era ella pero no había forma de llamarlos y decirles que ella estaba
    atrapada.

    ―Se que ellos vencerán a ese malvado―pensó Kagome resignada a sólo ver la pelea.

    ―Parece que al fin ha llegado el ultimo invitado, Sesshomaru ¿por qué la tardanza?―exclamó Yokemaru con mucha arrogancia.

    ―Deja de hablar repugnante ser―dijo fríamente el gran lord.

    ―¿Y tú qué demonios haces aquí Sesshomaru?―cuestionó Inuyasha muy asombrado.

    ―Eso no es de tu incumbencia Inuyasha , sólo déjame decirte que esa humana que está junto a imbécil de Yokemaru no es la mujer que buscas―musitó seriamente Sesshomaru.

    ―Eres un aguafiestas Sesshomaru arruinaste mi sorpresa, en fin la que está mi lado no es la sacerdotisa esta mujer es mi amada y ahora ella podrá vivir mucho tiempo en el cuerpo de esa mujer que todos quieren―afirmó
    Yokemaru abrazando a su amada, cuando la abrazó el cuerpo de Kagome cambió y se convierto en una bella dama de largo cabello dorado y ojos azules espectaculares.

    Atónitos se quedaron los presentes al ver que era cierto que la persona que ellos veían no era Kagome, ¿Dónde estaba la azabache? era algo que se preguntó Inuyasha y Kouga al ver que su amada había perdido su cuerpo.

    Continuara..................................

    Esta demás que diga que me disculpen no merezco perdón jajaja pero prometí que subiría conti y aunque no es muy larga continúe, bueno no puedo darle aún un final digno porque cuando empecé la historia planeaba que fuese para largo y por eso aún quedan muchos cabos sueltos que debo ir resolviendo, bueno haré lo posible por seguir pero debo agradecer a cierta niña que se nos une a las lectoras de esta historia gracias a ella me motivo a escribir, ojala les haya gustado a pesar de lo corto en fin por favor espero chicas que su post no sea borrado por spam no saben cómo me duele que los borren en fin cuídense bye.
     
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