Fukui Fukui

[Kumo; Kohaku; Hachi; Tamura; Yato; Yuzuki; Hayato; Byakko; Inukawa; Inuzuka; Ukita; Togashi; Rengo]
[Yurei: Taiki; Kumiko; Hashimoto]

Tamura se sonrojó al instante de que escuchó el nombre de Yume y sonrió —Exagera los detalles — dijo hacia Kohaku rascándose la nuca.

Togashi afirmó ante Yuzuki con preocupación; Rengo comenzó a morderse las uñas al mirar cómo Kawa se veía exhausta, y aquel hilo de sangre lo preocupaba.

Inukawa y Byakko siguieron las instrucciones y comenzaron sus labores; Inukawa recolectó las armas que aun eran útiles y Byakko trajo agua para rápidamente posicionarse junto a Yuzuki; preocupado por Kawa.

Kohaku tomó aquella katana dejando a Hachi con su mano estirada porque no quería que la tomara él; pero Kohaku había sido más rápido y en Hachi se veía la preocupación en su mirada; pero no sucedió nada, no escuchó a nadie.

Yuzuki pudo revisarla; pero cuando abrió su boca notó aquella ausencia; Rengo apartó la vista de inmediato y se cubrió el rostro paralizado. Aquella niña había pasado por alguna especie de tortura recientemente; su lengua no estaba, aquello seguramente había provocado su desvanecimiento, uno del cual aún no se recuperaba. Pero para Yuzuki aquello iba mucho más allá de una simple tortura, el procedimiento parecía haber sido bastante limpio, indicando que tal vez Kawa no estaba consciente cuándo lo hicieron. Togashi cerró con fuerza los ojos, no sólo para apartar su vista de aquella escena; sino también para contener su coraje ante una situación en la que ya no podía hacer nada.

Yuzuki también encontró un golpe bastante fuerte en la parte trasera del cráneo; había sangre seca, seguramente ese golpe la había dejado inconsciente, y por lo mismo sabía que debían tratar de despertarla lo más pronto posible.

Hohaku buscó respuestas; pero el espíritu de Benkei no estaba allí. No estaba allí junto a Kawa, ni junto a Togashi, tampoco junto a Rengo. ¿Dónde estaría aquel espíritu? ¿Acaso sería que la presencia de Taiki lo ahuyentaba? ¿Habría sido conducido a otra persona?

—Hachi — señaló Kumiko hacia la ropa de Kawa; en su obi había algo guardado, pétalos rojizos.

Hachi se hincó junto a Byakko, hizo una leve reverencia en perdón ante lo que iba a hacer; revisó en el obi de Kawa y levantó aquel pétalo rojizo —Amapola; si es que la ha consumido, estará inconsciente una luna completa. Cuándo comes la planta sin ser procesada y en grandes cantidades, puede dejar a alguien completamente inmóvil; pero si esto lo consumió antes de — pausó incómodo, dando a entender que se refería a la ausencia de lengua — Tal vez no sufrió.

Había demasiadas preguntas.

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Gigi Blanche un d20 en tu siguiente post porfis.

 

[Kumo; Kohaku; Hachi; Tamura; Yato; Yuzuki; Hayato; Byakko; Inukawa; Inuzuka; Ukita; Togashi; Rengo]
[Yurei: Taiki; Kumiko; Hashimoto]

Byakko sonrió ligeramente hacia Kohaku; preocupado por Kawa pero queriendo disminuir la tensión en aquel joven —Ya me he comunicado; al parecer sólo Kawa desapareció de Kamakura. Hotaru se encuentra bien bajo protección de Soreku, el padre de Ukita —volvió a mirar a Kawa — Al parecer Jiin salió en su búsqueda, espero que pronto nos reencontremos con él.

Kumiko afirmó ante la idea de Kohaku —Pero por el momento no podemos hacer mucho más por ella.

—Debemos avanzar— indicó Hachi — Debemos reunirnos con los demás en Sekigahara — dijo señalando la misiva que Kohaku había recibido — Si ya fuimos alcanzados por el enemigo es necesario no dispersarnos más.—dijo para después mirara a Kumiko, inclinando sus cejas en tristeza —debemos avanzar a Sekigahara y reunirnos con el ejército. No podemos desviarnos.

Kumiko le sonrió y afirmó.

Togashi volvió a extender sus brazos para recibir a Kawa —Yo la llevaré.

Rengo se acercó a Kohaku — Yo...—dijo preocupado —Debo ir a Shiga.

—Vas a ir a Gifu, con nosotros — la voz de Hachi sonó autoritaria y tajante. La combinación que siempre desarmaba a alguien como Rengo, quién bajó los hombros en resignación.

Yuzuki miró a Rengo, conocía la naturaleza de aquel muchacho; huiría. Lo sabía perfectamente; pero ella lo acompañaría. La mente de Rengo se había ocupado por otro pensamiento y no lo ayudaba a pensar con calma.

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Gigi Blanche Puedes tirar un d25 de convencimiento para intentar que Rengo no se desvíe a Shiga. O simplemente dejarlo ir. Porque sucederá. Y no hay manera de convencer a Hachi de ir primero a Gifu antes que a Sekigahara; así que en tu próximo post un d10 de movimiento por favor.

Inukawa recoge:
-Arco = +18
-3 Katana = +10
-Katana= +13
-3 Kunai

 

Yuzuki Minami

Lo que descubrí la revisar a la niña me dejó la sangre helada, me recordó la conversación con Kumo en el pasado, el ojo faltante de Hayato, el veneno en Takano y mi propia mano ausente. Esto era una tortura, ¿no? Una muy específica, dicho fuese de paso, o al menos eso pensé al ver la limpieza del... procedimiento. La niña quizás no hubiese estado consciente, pero que se hubiesen tomado la molestia de quitarle la lengua hablaba de que querían que guardase silencio, por siempre.

El golpe en la base de la cabeza también contaba una historia, podría ser eso lo que la había dejado inconsciente... Hasta que Hachi extrajo el pétalo de amapola. Suspiré y procuré envolver bien el cuerpo de la chica, para que no siguiera pescando frío, y escarbé entre mis cosas para ver si había algo que pudiera ayudar, estaba en eso cuando escuché la mención a Kamakura y detuve mis movimientos. Mis hermanas junto a Jiin y su familia, procuré calmarme con lo que oí luego y miré a Hachi cuando mencionó que debíamos reunirnos con los demás. Tenía razón, pero... ¿Y los cuerpos?

Le regresé a Togashi a la niña, a sabiendas de que yo no podría llevarla, y seguí con el rabillo del ojo los movimientos de Rengo, atenta y puede que hasta un poco recelosa. No desconfiaba de él, pero lo conocía.

Era mi niño.

Rengo dijo que debía ir a Shiga, yo fruncí el ceño y Hachi fue tajante, pero incluso así sabía lo que podía pasar y ante ese escenario, yo no podía dejarlo ir solo. No podía y no lo haría. Vi a Ko tomar la iniciativa, se lo llevó y yo esperé... quise confiar en que de alguna manera podría convencerlo, pero habían cosas que eran muy difíciles de cambiar. Si Kohaku no lograba ayudarlo a ordenar sus ideas, entonces yo debería involucrarme para tratar de entender qué pasaba y por qué de repente quería hacer esto. Luego de eso no me quedaría más que dispersarme con tal de acompañarlo, abandonar la seguridad de la manada, y rezar porque mis cachorros y yo sobreviviéramos.

Aunque, ¿si Kohaku no podía, quizás Mara pudiera ayudarnos a dialogar con él? Ahora ya no estaba segura de nada.

—No importa cómo le hables —dije en voz baja hacia Hachi—, si quiere irse, lo hará de una manera u otra. Es peligroso, lo que pretendían ya de por sí era separarnos, más allá de matarlo, nos quisieron forzar a rechazarlo y si se va solo, es como si lo hubiesen logrado. Entonces ustedes irán a Gifu y a Sekigahara como corresponde, yo debo estar con Rengo, era así incluso antes de que lo dictara Inari.

 

[Kumo; Hachi; Tamura; Yato; Yuzuki; Hayato; Byakko; Inukawa; Inuzuka; Ukita; Togashi]
[Yurei: Taiki; Kumiko; Hashimoto]

Hachi negó por debajo al escuchar a Yuzuki; pero si algo caracterizaba a aquel joven era mover sus planes si estos ya había fallado —Si él decide irse no lo hará solo; tendremos que dividirnos y así nos aseguraremos de que todos estemos protegidos — eran una manada después de todo, incluso los lobos viejos eran protegidos a pesar de su paso lento —Kumo podrá ir con ustedes; podremos mantenernos en comunicación con él. También Ukita e Inukawa serían de gran ayuda; con Inukawa podrán pasar desapercibidos y con Ukita utilizar algún plan de escape si las cosas se complican — afirmó —Nosotros nos reuniremos con el ejército y tendremos ventaja numérica, estaremos más seguros. Es por ello que me debería llevarme a Hayato con nosotros; hasta dónde sé, Shiga se mantiene como territorio enemigo — mencionó con frustración; pues él estuvo el día en que Shiga cayó en manos enemigas.

Tal vez, Hachi y Takano podrían ser buenos amigos terminando aquella guerra.

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Zireael

[Kohaku; Rengo]

Rengo sintió la mano de Kohaku y no detuvo el andar; si tenía aquella insistencia era porque ya lo sabían leer a la perfección. Rengo no se opuso pero si estaba en tensión, su cuerpo se rigidizó; no estaba acostumbrado a ser honesto; había vivido a base de mentiras. Pero ahora su corazón era mucho más ligero.

Rengo también apretó con fuerza la mano de Kohaku y lo miró a los ojos —Mara me dijo que Aki está en problemas. Sé que estoy lejos y tal vez ni siquiera llegue a tiempo para ayudarlo; pero debo ir —Rengo alcanzó la otra mano de Kohaku y las junto con las suyas cómo si estuvieran orando; a esa distancia sintió como Rengo comenzaba a temblar mientras en sus ojos se acumulaban las lágrimas — Aki es la persona más noble que conozco; por mi culpa ya ha perdido a su padre y ni siquiera me culpa por ello —seguramente el espíritu de Rei estaba con Aki, contándole lo sucedido en Fukui — No puedo permitirme abandonarlo; necesito estar con él. No puedo ir a dónde él no esté. No quiero dejarlo solo, debo disculparme; quiero abrazarlo yo...

Soltó a Kohaku para limpiarse el rostro con su manga y mientras lo hacía seguía hablando— Estuve mirando el cielo nocturno buscando una estrella que me guiara; entendí que las cosas buenas tardan en encontrarse delante de nosotros, él es la estrella que me guio a casa, mi hogar; mi lugar seguro es él —No pudo más y terminó abrazando a Kohaku, recargando su rostro en el hombro de su amigo.

—¿Recuerdas que me preguntaste cómo sabía que me había enamorado de él? —le recordó —Es porque él arregló en mí algo que él no rompió; y esa gratitud es lo que me llevó a amarlo. Me enamoré de él porque él me supo liberar de mis propios prejuicios hacia mí, me enseñó que no debo cambiar para ser amado. Ese día que confió en mí sin siquiera conocerme, fue la primera vez que debía huir sin querer hacerlo. En aquel momento le entregué mi objeto más preciado, el listón de mi pelo que me dio Yuzu; se lo confié de la misma manera que él confió en mí y sin saberlo ya comenzaba a enamorarme— se separó de Kohaku y lo sostuvo con fuerza de los hombros, mirándolo directamente con sus ojos enrojecidos por el llanto — Sé que no es sensato. Lo sé. ¿Pero cómo voy a vivir sabiendo que lo abandoné? Mi amor no puede ser tan débil, debo intentarlo.

—No podemos perder el tiempo; vamos, Rengo.

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Gigi Blanche

 

Yuzuki Minami

Atendí al plan que Hachi trazó sobre la marcha, la división de la manada, y aunque no debí, acabé sonriendo pues me recordó a Takano. Era eficiente en ese contexto, una que exigía adaptabilidad y velocidad, pero también por ello algunas cosas eran dejadas de lado, por ello Kohaku le recordaba los cuerpos en Gifu.

Era ese el balance existente en el mundo.

Su mención a Hayato me hizo buscar al niño con la vista, sí, era lo más coherente, lo seguro. Si a mí misma me daban a elegir ahora, prefería que Hayato fuera con ellos, que se reuniera con los demás y estuviera seguro con el grupo.

—Deberías, sí —convine y bajé la mirada, al hacerlo alcé apenas el brazo izquierdo, incompleto—. ¿Pero crees que lo habría traído hasta aquí si él estuviera dispuesto a separarse de mí?

Tomé aire, bajé el brazo y giré el cuerpo hacia el muchacho para hacer una reverencia ligera. Ni siquiera supe bien a qué respondía, el gesto surgió y lo dejé ser.

—Escucha a Ko —le pedí sin enderezar la espalda todavía—. Sé que no debo pedirte que cuides de él, pero escucha lo que te dice y procura, también, escuchar lo que quizás no diga. Espero volver a verlos, a ambos y a la manada. Gracias por pensar rápido en una manera de adaptarnos a esto.

Con eso dicho, me excusé un momento con el muchacho y caminé hacia Hayato. Le dediqué una sonrisa, estiré la mano hacia él y tomé la suya, dedicándole una caricia suave. Me dolía, a una parte de mí le dolía que pareciera que debía elegir siempre a Rengo... pero me aterraba perder a Hayato, me aterraba la sola idea de que algo le pasara por culpa mía. Me volvería loca si algo le ocurría.

—Mi pequeño Hayato –le dije con dulzura y alcancé su carita para llenarlo de besos, al retroceder tomé aire—. ¿Si te pido que vayas con Hachi y los demás, irías?

Se lo preguntaba, pero había sido su fuego el que respondió. Había respondido en el momento en que estuve en peligro, negándose a soltarme incluso si eso lo ponía en el foco del caos. Se lo preguntaba, pero él me había visto entrar a las murallas y nunca salir. Me había visto volver incompleta. ¿Cómo podía solo pedirle que me soltara para quizás no verme de nuevo?

 

[Kumo; Hachi; Tamura; Yato; Yuzuki; Hayato; Byakko; Inukawa; Inuzuka; Ukita; Togashi]
[Yurei: Taiki; Kumiko; Hashimoto]

Hachi escuchó a Yuzuki y por un breve instante recordó a Shino; su modo de hablar e incluso su manera de aconsejar eran muy parecidas. Hachi había faltado a la promesa con Shino cuándo le pidió que cuidara de Tomoe, no podía hacerlo con Kohaku. Afirmó ante Yuzuki, pues ella se movía con la firmeza de un líder.

Cuándo Yuzuki llegó hacia Hayato y lo llenó de besos; este se comprimió entre risas; pero estas se disiparon con la pregunta que siguió de una firme negativa —Ya les enseñé que puedo, voy contigo. —dijo sin mirarla para que sus ojos no lo intentaran convencer cuando sus palabras fallaron.

Hashimoto sonrió —No vas a convencerlo de lo contrario.

[Kohaku; Rengo]

Rengo soltó una risa seca entre las lágrimas y el temblor; la pregunta de que si había dicho todo eso adrede lo tomó desprevenido. Él no era una persona que analizara mucho antes de tomar una decisión; y en esta ocasión no había sido distinto.

Escuchó la última pregunta de Kohaku y antes de que pudiera contestar intervino Mara.

—Podemos solos

Rengo sonrió —Creo que le pediría a Yuzu que me acompañara; y me reuniría contigo en Sekigahara lo más pronto posible —limpió su rostro — Tengo que hablar contigo sobre los shikigami; pero ahora no puedo atrasarme más. Prometo reunirme con ustedes —miró a su mala; aquel que Benkei había hecho — Cuiden de Kawa, por favor.

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[Yurei: Taiki; Kumiko; Hashimoto]

El grupo se apresuró para continuar su camino. Hachi propuso los grupos y sólo Hayato se opuso, decidiendo que iría también con Yuzu.

—¿Alguien más que proponga otra cosa?— preguntó Hachi antes de emprender camino.

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Gigi Blanche
Zireael

 

Yuzuki Minami

Hachi afirmó y antes de irme le sonreí, para entonces acercarme a Hayato. Su risa ante los besos me resultó dulce y ello afirmó lo que ya sabía, que si algo le ocurría a este niño no podía perdonármelo en la vida y a su vez que tampoco podía impedirle ir conmigo. Era pequeño y había perdido muchísimo, no estaba dispuesto a perder más. Negó, pero evitó mis ojos y en vez de insistir lo atraje en un abrazo, firme.

—Está bien, mi cielo —le dije en voz baja y al escuchar a Hashimoto lo miré con una sonrisa algo resignada—. No pienso obligarlo tampoco. Si yo fuese tú, Hayato, elegiría lo mismo y lo sabes, ¿no es así? Es cosa de Minami.

Al decirlo me reí y me separé con cuidado del niño, tomando su mano para esperar a que Rengo terminara de hablar con Ko para reunirnos con ellos. Hachi propuso los grupos, Hayato fue quien se interpuso y yo negué con la cabeza para responder la pregunta, estaba de acuerdo con la manera en que el muchacho había solucionado el asunto. Entre todo, antes de dividirnos, me aproximé a Kohaku y le dediqué una sonrisa, repasando sus facciones con la vista, incluido el ojo ausente. Habíamos entregado mucho por esta causa y estas personas.

—Haré todo lo posible para que volvamos con ustedes. —Respiré con cierta pesadez y estiré la mano para darle un apretón en el brazo—. Ante todo tienes a Hachi y él te tiene a ti. Llévalo... por los cuerpos en Gifu.

Mi respiración se volvió un suspiro y me tomé el atrevimiento de tocarle el rostro con mimo.

—Gracias por todo lo que has hecho por Takeda y por Ren, ojalá hubiésemos podido evitar lo de tu padre o tantas otras cosas. Ojalá hubiésemos podido hacer más por ti, por toda la valentía que has demostrado.

Al romper el contacto volví a sonreírle y no mucho después regresé junto a Rengo. No había necesidad de que me lo pidiera, iría con él al fin del mundo.

 

[Kumo; Hachi; Tamura; Yato; Yuzuki; Hayato; Byakko; Inukawa; Inuzuka; Ukita; Togashi; Rengo; Kohaku]
[Yurei: Taiki; Kumiko; Hashimoto]

Rengo no esperó más y apresuró el paso con Yuzuki y Hayato, entregándole a Kumo un talismán para poder rastrearlos cuando terminaran con los cuerpos de los shinigami. Rengo se disculpó por no ayudar en el proceso y por llevarse a Yuzuki, Hayato y Hashimoto; pero no quería esperar más tiempo.

Los demás ayudaron a cavar las fosas.

—Esto es algo que no puedo entender —mencionó Hachi con cierto desdén mirando a uno de los shinigami— ¿Por qué ellos deben descansar de la misma manera que Rei y Hashimoto? ¿Y en el mismo suelo? A Daidoji lo dejamos a que los carroñeros hicieran el resto — negó pero ayudó en el proceso. Pero le resultaba ofensivo que descansaran tan cerca de Rei o Hashimoto, a quienes genuinamente consideraba como héroes. Y a Rei, como su familia. —Seré sincero; estoy ayudando por miedo a que estas cosas vuelvan a levantarse, al menos así les costará más trabajo si pretenden hacerlo —miró a Kohaku — Y porque sé que a ti te importa. Si fuera por mí los hubiera dejado sin miramientos. No merecen mi tiempo.

Tamura golpeó el hombro de Hachi —Es buen ejercicio para tu hombro, ya; no te quejes. Qué buena falta te hace — se burló — No puede ser que tuvieras mejor fuerza y puntería estando lisiado. Kumo te humilló, hasta el pequeño Hayato.

Eso provocó una competencia entre Hachi y Tamura para ver quién enterraba a su shinigami primero. Kumo no tardó en unirse y ganar con una facilidad; estaba acostumbrado a ese tipo de tareas.

Los emishi se apresuraron en sus deberes junto a Byakko; Chiasa aprovechó que Ukita estaba distraído y robó de sus cosas unas cuantas monedas.

Al terminar de enterrar a los shinigami; Kohaku ayudó a Hachi con sus heridas y limpieza, algo que agradeció enormemente; antes de reunirse con el resto, le pidió que lo dejara despedirse de Rei en privado.

Kumo revisaba a los gatitos junto a Fukuro, incluso Taro danzaba entre ellos mientras Yato los miraba con dulzura, preguntándole a Kumo por algunas cosas que Taro hacía que le parecían extrañas o graciosas. Cuándo llegó Kohaku a un lado de Kumo, ambos reían mientras Kumo sujetaba una rama y hacía que los gatos la persiguieran, los gatitos se tropezaban entre ellos mientras Taro brincaba alto intentando alcanzar la rama que Kumo movía de arriba a abajo, cuando escuchó la voz de Kohaku le entregó la rama a Yato y le dedicó su atención.

—Es bonito —mencionó Kumo atándolo a su obi — El que me dio Rengo es perturbador —dijo mostrándole el talismán, una hoja con su sangre; Kumo hizo una mueca y lo amarró a la pata de Fukuro —Pero así lo alcanzaremos rápidamente — Fukuro voló hacia el oeste y Kumo negó frustrado — ¿De qué les sirvió adelantarse? se equivocaron de ruta; tenemos que alcanzarlos para recobrar el tiempo perdido — levantó a los gatitos y se los entregó a Kohaku — Manténgalos tibios.

—¿Al oeste en lugar de al sur?— preguntó Inukawa con una sonrisa mientras miraba el vuelo de Fukuro.

—Inexpertos — se burló Kumo —Vamos por ellos— dijo mientras Ukita se unía a ellos listo para irse.

La despedida fue corta. Era momento de avanzar.

—Es extraño ver a Kumo ayudándonos — mención Tamura al ver como el grupo se alejaba.

—Si fuera pelea política ya tendríamos a Kumo de vuelta en Toyama — aseguró Hachi — Pero el eclipse daña a la naturaleza y a eso no es indiferente —sonrió — Pero también se está abriendo un poco más con las personas; tal vez la soledad por fin le ha cobrado.

Chiasa también había cobrado; y guardó las monedas en las cosas de Kohaku.

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Gigi Blanche
Zireael

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El rol de Yuzuki continúa en Otsu
El rol de Kohaku continúa en Sekigahara​