Ciencia ficción La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla

Tema en 'Novelas' iniciado por Agus estresado, 4 Noviembre 2025.

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  1. Threadmarks: Un paso hacia adelante
     
    Agus estresado

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    Título:
    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    5763
    Saludos. Luego de unos días sin foro, ya va siendo tiempo de retomar la publicación de la historia para cubrir todos los capítulos que quedaron pendientes. Ya me encargué de publicar por completo la última de las historias secundarias que venían antes de esta.

    Empezamos por fin la recta final de esta historia, ya que solo quedan esta parte y luego una más. Ambas serán bastante cortas, sin que ninguna llegue a alcanzar los 30 capítulos, por lo que confío en que va a ser una lectura amena (siempre que el foro no se caiga, obviamente XD)

    Como estuve publicando una banda de capítulos al mismo tiempo, ni la guía de personajes ni la cronología están actualizadas. Las dejo solo para que estén al alcance, y espero poder meterles algún update a futuro.

    Lo único que logré actualizar fue el orden de lectura para aquellos que quieran saber más de cómo ir navegando por la historia.

    Quiero agradecer a mi gran amigo Manuvalk por su gran dedicación a seguir la historia, ya que incluso ha podido leer los capítulos por Discord cuando el foro estaba caído. Espero que ahora el foro aguante más tiempo, ya que estamos cada vez más cerca del regreso a uno de nuestros rituales clásicos como lo son las leídas en simultáneo.

    También agradezco a Elliot (a quien por fin puedo etiquetar ya que, al haber concluido su lectura de la parte VIII, ya no hay riesgo de spoilearlo accidentalmente) quien también estuvo siguiendo esta historia y ha llegado hasta aquí.











    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla

    Un paso hacia adelante:

    Ulrik se encontraba cara a cara con Louryth. La ausencia de Noak en el recinto donde dirigían sus operaciones clandestinas a los ojos de los altos mandos del ejército tomó por sorpresa al joven, quien esperaba encontrarse en persona que lo había reclutado, y no con quien era su mano derecha. La mujer, consciente de que sus palabras al conocer al joven no fueron las más amables, tomó la iniciativa y comenzó la conversación con él.

    — Bueno, me disculpo en nombre de Noak por su ausencia — Louryth creyó que querría una explicación — Él fue notificado ayer a última hora sobre una reunión de maestros, padres y alumnos en el colegio de Hana. Creyó que acabaría pronto, y que regresaría a tiempo para recibirte. Supongo que no fue así como salieron las cosas.

    — No hay problema, supongo, sé lo importante que es su hija para él — Ulrik lo vio repetirse sobre ese tema muchas veces — Pero tenía algo importante de lo que hablar conmigo. ¿Tú lo sabes? ¿O debo irme y regresar mañana?

    — Lo he conversado con él, así que lo sé, te lo explicaré yo — contestó la mujer — El día de mañana quedará poco tiempo, ya que será el día de la ceremonia de premiación. Los comandantes del ejército te entregarán una medalla.

    — No quiero ni pensarlo — el odio de Ulrik por los altos mandos militares no tardó en manifestarse — Esa gente me premiará creyendo que yo soy parte de ellos.

    — Ignóralo lo más que puedas, debes hacerlo — Louryth insistió en su importancia — Pero la medalla no es lo importante. De hecho, es más simbólico que otra cosa. Lo más importante es que te darán un título de graduado en ciencias básicas con aplicación militar y un rango oficial de soldado del ejército. Junto con ese título, tendrás un vale para ir a obtener una armadura oficial para tus misiones. Es muy importante que la consigas pronto, pero que no te la pongas.

    — ¿Por qué no? — el joven estaba intrigado por esas palabras — ¿Qué se supone que tengo que hacer con la armadura?

    — La armadura detectará tus huellas y tus pulsaciones al momento de que te la pongas, eso hará que se active, y cuando se active tu armadura, se activará también un rastreador — Louryth lo tenía memorizado bastante bien — Por tu seguridad, no deberías desactivar el rastreador. Recuerda que, si llegas a perderte con la armadura puesta, sería la única forma de que alguien te encuentre. Además, si detectan que tu rastreador se apagó, empezarán a buscarte cerca de la última posición captada.

    — Y si me saco la armadura…

    — El rastreador, una vez encendido, nunca se apagará — Louryth se lo explicaba — Solo se puede desactivar destruyéndolo o averiando sus circuitos. Y eso solo hará que el ejército te busque. Sin mencionar que, por lo que nos dicen nuestros informantes, el ejército te obligará a pagar por su reparación si tu rastreador sufre una avería fuera de una misión.

    — Ya entiendo, yo tengo un apartamento pequeño en renta en la ciudad de Hymmel — Ulrik empezaba a imaginarse cómo serían las cosas — Si me quito la armadura mientras estoy allí y luego la traigo aquí…

    — El ejército detectaría actividad sospechosa, por eso lo primero que tienes que hacer cuando la consigas, es traérnosla.

    — ¿Ustedes pueden hackear el rastreador para evitar que algo así pase? — Ulrik deseaba saber más.

    — No nos arriesgaremos a eso, solo nos limitaremos a instalarte un par de mejoras que el ejército no incluyó en las armaduras — Louryth le detallaba lo importante — Las nuevas armaduras del ejército vienen con mejoras, pero no te haría mal tener un pequeño extra. Mucho más siendo que te encontrarás solo. De todos los cadetes del ejército, eres el único graduado que apoya nuestra causa. Si sales a una misión, serás tú contra todo un mundo militar.

    Ulrik asintió con la cabeza ante las explicaciones de la mujer. Le había quedado perfectamente claro lo que tendría qué hacer ni bien obtuviera lo que deseaba de parte de la milicia. Su falta de simpatía para con los líderes era algo que no lo motivaba demasiado a quedarse mucho tiempo en el acto de premiación. Gracias a esa charla, sabía que no se tendría que retirar hasta que no le entregaran todo lo necesario para poder manejarse eficientemente en alguna misión futura que se le fuera a asignar.

    Agradecido con la mujer por tomarse el tiempo ante la ausencia de Noak, Ulrik se retiró, esperando que la próxima vez que lo citaran a hablar, este pudiera encontrarse con Noak en persona, pese a que Louryth ya lo estaba empezando a respetar más. Una vez que el chico se había ido, Louryth se tomó un pequeño descanso. Llevaba tiempo sin recibir nueva información por parte de sus informantes infiltrados en el ejército, por lo que no tenía mucho que planear o que gestionar.

    Grayhill fue hacia una sala donde había una máquina expendedora de caramelos, y pagó para poder sacar un total de tres barras de chocolate vegano de su sabor favorito. Mientras las barras caían para que ella pudiera tomarlas, sintió que la puerta se abría, y supo que quizá alguien querría conversar con ella.

    — Disculpa, Louryth, ¿Noak está aquí? — fue la pregunta de Zigfried, quien no tardó mucho tiempo en acercarse a la máquina.

    — Todavía no regresó de un acto con los padres y maestros al que debía ir — Louryth dijo, apartándose de la máquina y desenvolviendo uno de los chocolates.

    — Dime, siendo que pasas mucho con él, tal vez sepas algo de Allecreod — Zigfried causó que la mujer se preguntara bastantes cosas.

    — ¿Qué tendría que saber yo de Allecreod? — la segunda al mando del grupo de rebeldes no había tenido conversaciones sobre el ryfier.

    — Veo que Noak y tú no son demasiado cercanos si es que no lo sabes — Zig introdujo el código para poder extraer bolsas de caramelos dulces de la máquina expendedora — Llevo tiempo sin llevar a cabo ninguna misión, y mi paciencia se acaba. Antes de que digas algo, lo sé. No podemos actuar sin información, y cada vez cuesta más conseguirla. Pero algo que sí puedo hacer es eliminar a ese ryfier. Es un recurso de la milicia, y por más colaborativo que sea, no es humano.

    — ¿Qué quieres?

    — Matar a alguien. Y lo quiero hacer ya. Y ese puto ser de piel gris estuvo presente el día que nos arrestaron, por lo que me parece un candidato perfecto — Zig no dejó sus intenciones como un misterio — Verlo muerto saciaría mi impaciencia, y dudo que traiga problemas con la ciudadanía. Lo charlé con Noak hace solo unos días. Solo necesito su ubicación. Iré solo y asumiré el riesgo.

    — Pues lo siento, pero parece que te vas a tener que quedar con las ganas — Louryth le dijo, notando como una expresión de molestia se formó en el rostro de Zig.

    — Bueno, tocará hacer otra cosa, tal vez ir al campo de tiro me distraiga un poco — Zig trató de convertir su expresión — ¿Vienes?

    — Tengo que estar atenta al recibimiento de nueva información, o a algún mensaje de Noak, así que no — Louryth dijo, haciéndole saber que no lo acompañaría.

    — Está bien — Zig empezó a marcharse, tras abrir la bolsa y sacar caramelos para masticarlos.

    El prisionero liberado justamente por ella y su equipo pasó por delante de ella, pero antes de seguir avanzando más, se detuvo y tras mirar al piso por dos segundos, levantó la cabeza con una sonrisa.

    — Para la suerte — Zig dijo, dándose la vuelta.

    Louryth sintió como Zigfried le daba un golpe fuerte con la palma abierta en su trasero. Un pequeño gruñido de incomodidad salió de ella, y cuando se dio la vuelta, lo vio a él mirándola con una sonrisa. Zigfried le guiñó el ojo, haciendo que su enojo aumentara, aunque su expresión facial no cambió.

    — Noak está tardando mucho en reclamarte en su cama, dile que se apresure o serás mía — Zigfried se retiró rápidamente, buscando evitar conversación con ella.

    Las palabras y acciones de Zigfried pusieron bastante molesta a Louryth, quien supo que Zigfried tomó la decisión de tocarla tan pronto como ella dijo que no sabía nada sobre la conversación que tuvo con Noak respecto a Allecreod. Si bien era cierto que ella tenía deseos de llevar adelante las cosas con Noak, este tenía sus motivos para no avanzar. Pero supo que no debía dejarse tratar así por parte de Zigfried.

    — Te crees que eres un igual, y solo te estamos usando, que pena que no te pueda poner en tu lugar — dijo mientras se frotaba la zona donde la había golpeado — Pero Noak va a saber de esto. No me volverás a tocar el culo, cerdo.

    […]

    Noak se encontraba sentado en un banco para dos personas. Con uno de sus brazos, el ex militar abrazaba a su hija, mientras que ella descansaba su cabeza en su hombro. La reunión de padres, maestros y profesores se había extendido ya bastante tiempo. No era el único que empezaba a aburrirse, ya que notaba las miradas de desgano en otros padres y en los compañeros de grado de Hana mientras que los profesores y las docentes hablaban al respecto.

    — Sabemos que están cansados, y que desean irse de aquí pronto — comentó una de las profesoras — Por eso, nuestra directora tendrá ahora las palabras finales. Dejamos lo más importante de la reunión para el final, sepan disculpar.

    No pasaron más de dos minutos hasta que la directora entró a la sala. Noak miró a Hana, compartiendo ambos una mirada de desgano, y deseando que la reunión pudiera terminar para que ambos pudieran irse a casa pronto. Padre e hija sonrieron, dándose animo para seguir mirando. Y prestaron atención a lo que la directora iba a decir.

    — El último tema que nos importa tratar aquí hoy es uno que sé que a muchos les interesará — la mujer se expresó con algo de tristeza — Es un proyecto que cuenta con el apoyo del gobierno, de lo cual estamos muy agradecidos… Disculpen mi falta de tacto, pero sabemos que algunos de ustedes, padres y madres por igual, son viudos. Hemos enfrentado conflictos horribles en este nuevo mundo, y aunque hay algunos afortunados que todavía conservan a sus parejas, la realidad es que aquellos que no tuvieron esa suerte, deben tener algo de miedo.

    Noak se veía identificado con esas palabras. Por primera vez, el hablar de la pérdida de Gina no le producía enfado, sino un inigualable miedo. Hana era su hija menor, la única que le había quedado. Y él era su única figura paterna. Ese era el único miedo que él tenía, y por esas razones llevaba a cabo sus acciones en contra del ejército.

    — Todos tienen derecho a tener miedo, ya que nunca sabremos cuando este mundo tan hermoso podría ser atacado de nuevo — la mujer no quería mencionar tragedias para no herir sensibilidades — Pero nosotras creemos que tienen derecho a más. Tienen derecho a saber que, si algo malo llegara a sucederles, sus hijos e hijas estarían a salvo… Es por eso por lo que estamos dando a conocer lo que es el proyecto de Protección para Menores Vulnerables. Lo llamaremos PMV a partir de ahora. El objetivo del PMV es fundar un lugar donde los menores de edad que hayan perdido a sus padres tengan un lugar al cual acudir, y puedan seguir formándose académicamente sin necesidad de ser adoptados por alguna otra pareja. Que el universo no lo permita, pero la tragedia nos golpea, no queremos que sus hijos queden a la deriva en un orfanato. El PMV brindará techo, comida, acceso a bibliotecas, material didáctico, material de estudio y educación a todos los niños que lo necesiten. La mejor acción es la precaución. Por eso mismo, queremos que estos niños que asisten a este colegio tengan un sitio al cual acudir si una tragedia horrible llegase a suceder.

    — Señora directora, tengo una pregunta — Noak no tardó en formular sus cuestiones — Yo, como viudo, tengo mucho interés en este PMV. Pero soy consciente de que no será gratuito. Y como viudo, soy el único ingreso de dinero a mi casa. ¿Qué tan costoso sería? Lamento si no suena bien esto que pregunto, pero estoy dispuesto a pagarlo.

    — El PMV es un proyecto al que se van a afiliar todas las escuelas primarias y secundarias, señor Jensen — contestó la directora — Parte del financiamiento saldrá de parte de los impuestos del gobierno. Pero otra parte muy pequeña, saldrá de la cuota de la escuela. Lógicamente, esto es voluntario. Aquellos padres que quieran inscribir a sus hijos al PMV, deberán pagar una cuota escolar que costará un sesenta por ciento más cara. Pero eso dará prioridad a sus hijos en el caso de una tragedia. Y lógicamente, si su hija cumple la mayoría de edad, y no ha sido necesario que asista al PMV, tendrá la elección de que le devolvamos a usted el setenta y cinco por ciento de los gastos pagados, o bien, donarlos a la cuenta de estudios superiores de Hana.

    — Es un seguro con pasos extra — comentó uno de los padres, también viudo — O al menos, así lo veo yo.

    — Véanlo como deseen verlo, no es obligatorio — la directora empezó a hablar — Quienes deseen inscribir a sus hijos, quédense, les entregaremos un formulario que tanto padres e hijos deberán llenar. Aquellos que crean que ya no tienen más nada que hacer aquí, son libres de irse.

    Finalizadas esas palabras de la directora del colegio, muchas madres y padres, la mayoría parejas que no habían visto de cerca la tragedia como Noak lo había hecho, se empezaban a retirar. El exsoldado notó que los que más se quedaban eran en su mayoría personas que habían enviudado hace poco, producto del conflicto con la Sociedad Galáctica.

    Pese a que sabía lo costoso que algo así podría llegar a ser, Noak supo que era su única opción al llegar a considerar la posibilidad de que él muriera en algún trágico conflicto. Siendo que ya no poseía su armadura ni un arma al no ser parte del ejército, estaría desprotegido si el peligro llegase al planeta Edagr. El miedo de morir corría dentro de él, pero no era lo único. Lo que más lo asustaba era la posibilidad de que la familia de Ace tuviera la retorcida idea de adoptar a Hana. Prefería el PMV y el costo que fuera necesario antes de permitir que eso pasara, fue por eso por lo que, apenas recibió el formulario, empezó a completarlo. Hana, consciente de que su padre realizaba un gran sacrificio por su educación, quería estar segura de lo que hacía.

    — Papá, ¿esto es lo que quieres? — Hana se sentiría culpable si la respuesta no fuera afirmativa.

    — Lo que yo quiero es lo mejor para ti, hija — Noak contestó con un tono suave — Y esto es lo mejor para ti. Así que sí. Esto es lo que yo quiero. No te preocupes, papá puede pagar por esto.

    Aliviada de que no sería una carga para él, la joven Jensen empezó a completar sus datos del formulario. Una actividad más que padre e hija realizaron, y una vez que hubieron terminado, entregaron el papeleo a la directora, quien les hizo saber que serían enviados al ministerio del gobierno encargado de llevar adelante el PMV de inmediato. Habiendo acabado la reunión, ambos estaban por marchar a casa.

    Mientras caminaban hacia su hogar, el dispositivo móvil de Noak sonó. Este lo miró por curiosidad, creyendo que se trataba de una emergencia. Cuando vio un mensaje de texto de Louryth, lo abrió, y allí fue que pudo enterarse de lo que acababa de acontecer con Zig. Molesto, Noak estaba decidido a tomar cartas en el asunto en contra del hombre, quien parecía tener una idea equivocada de como funcionaban las relaciones en su grupo.

    […]

    En las profundidades de un bosque cercano a los alrededores de la ciudad de Skymning, Azel se encontraba entrenando junto con sus dos padres. El joven realizaba practica de movimientos de pelea en compañía de su madre, mientras que su padre le daba el objetivo de golpearlo con ataques de energía. Aprovechando que los humanos no sufrían daños considerables o siquiera menores por parte de esos ataques, Azel cargaba conforme podía fragmentos de calor, los cuales lanzaba contra su padre. Ace esquivaba los que podía, y aquellos que no los desviaba con el codo, pero no permitía que su hijo pudiera asestar ninguna clase de golpe durante el entrenamiento.

    A medida que él disparaba, Natasha le daba consejos sobre cómo debía posicionar su cuerpo para apuntar sus ataques, y hacia donde debía disparar para dificultar la velocidad del enemigo. Dos de los comandantes más experimentados de la milicia humana lo guiaban, y Azel se grababa a fuego todas las lecciones que estos les daban, ya que tenía en su mente muchos motivos para ser mejor en esa profesión. Dado a que, a diferencia de Arick, este decidió no ser un soldado apenas tuvo la oportunidad, tenía una gran desventaja en comparación con aquellos que iniciaron antes, por más que fuera una diferencia de uno o dos años máxima.

    El entrenamiento se dio por concluido cuando el menor de los Lakor ya no fue capaz de seguir utilizando energía. Azel vio como sus dos padres se acercaban a él, y le daban un abrazo. Él era el único cubierto de sudor, pero sus padres estaban pulcros como una sábana recién limpia.

    — Vienes muy motivado últimamente, cariño — Natasha acariciaba la cabeza de su pequeño — No ha pasado nada grave en la academia, ¿verdad?

    — No, no tanto — Azel hablaba con un tono de cansancio — Yo solo… perdí las tres peleas que tuve en la semana.

    — Azel, eso es normal, no eres un soldado todavía — Ace no quería que se comiera la cabeza con eso — Estás en formación, puedes perder. Los que no podemos perder somos mamá y yo.

    — Por eso quiero que me entrenen ustedes — Azel fue tajante en sus declaraciones — No quiero seguir perdiendo peleas. Y menos todas en una semana. Llevo muchos meses diciendo que alcanzaría un récord de un mes completo de clases invicto. Ni siquiera he llegado a una racha de una semana.

    — Pero lo harás, todavía tienes muchos años para perfeccionar tu estilo de pelea — Natasha buscaba tranquilizarlo — Además, ¿por qué estás tan molesto al perder? ¿Tienes algo contra los chicos de tu clase?

    — No, yo solamente… — los pensamientos de Azel volvieron a su primera amiga de la infancia — Quiero proteger a los que quiero. A ustedes dos, a Arick… Y para eso, no tengo que perder. Pero pierdo bastante seguido.

    — Aún hay tiempo para que puedas pulir tus habilidades, Azel — Ace lo quería tranquilizar — Admiro ese fuego que tienes en los ojos, hijo. Pero todavía no es tu turno para proteger a la gente. Esa responsabilidad nos corresponde a los adultos, y a Arick, ahora que él se ha graduado. Debes esforzarte por rendir bien, no por ser el mejor. Estoy seguro de que pronto llegará el momento en el que tendrás que proteger a la gente. Pero hoy no es ese día.

    Azel asintió a las palabras dichas por su padre. Finalizado el entrenamiento realizado, y con más calma para las futuras sesiones, la familia optó por regresar a su casa. Mientras caminaban de regreso, al adolescente que estaba próximo a cumplir dieciséis años, le surgió una duda en su mente.

    — ¿Ya habrá regresado Arick? — preguntó su hermano menor.

    — Pues más le vale haber regresado y haberse bañado — Natasha pensaba regañarlo si no era el caso — Mañana es la ceremonia de su graduación, y tiene que estar presentable.

    Ace y Azel se rieron cuando Natasha expresó esas palabras. Los tres en la familia deseaban la llegada del día siguiente, ya que sería el día en el que Arick se convertiría oficialmente en un militar, siendo acompañado por un total de nueve chicos y chicas más, quienes se habían esforzado en sostener un promedio alto durante un largo tiempo en las academias, y que recibirían una recompensa apropiada para premiar sus esfuerzos.

    […]

    — Bueno, aquí estamos — Arick dijo a sus amigos mientras llegaban a la casa de los padres de Sky y Kite.

    Los tres jóvenes habían regresado de una salida al cine en la cual los habían acompañado de Winter, Airin, Valiana y Artem. Siendo el día mañana uno bastante especial, y posiblemente el último día que tendrían disponible antes de que tuvieran que presentarse a trabajar como nuevos soldados del ejército, decidieron tener una salida entre amigos donde pudieran hacer lo que quisieran. Llegó el momento para que los tres se despidieran, dado a que Kite y Sky tendrían que entrar a su casa, mientras que el joven Lakor tenía que irse a la suya.

    — El día de mañana vas a ser la estrella — comentaba Kite, queriendo dar ánimos a su amigo — A mí me ha tocado conformarme con el puesto cinco.

    — No me van a premiar a mí solo, Kite — Arick no podía esperar al día de mañana — Todos seremos aclamados y abrazados por nuestros padres. Estoy seguro de que estarán felices cuando suceda.

    — Son mis héroes, y también mis padres — Kite comentó cómo se sentía.

    — Yo me siento igual, estoy tan ansiosa — Sky respondía, acercándose un poco a su novio — Pero también estoy feliz. Por los tres. Hemos sido amigos desde muy pequeños. Y ahora, seremos compañeros de trabajo.

    — ¿Cuánto creen que pase hasta que nos asignen una misión? — preguntaba Arick, teniendo ansiedad por entrar al trabajo — ¿O para que cobremos nuestro primer salario como defensores de Edagr?

    — Ni idea, solo sé que, cuando consiga lo suficiente, planeo empezar a ahorrar para una casa — Kite contestó pensando en su futuro — ¿Ustedes?

    — Bueno, todavía somos una pareja, pero no nos hemos casado — Sky recordaba muchas conversaciones al respecto cuando eran más pequeños — Estaremos viendo cómo el trabajo afecta nuestra relación. Si resulta que nos facilita bastante las cosas, nos vamos a casar pronto. Tal vez incluso antes de los veinte años.

    — Vaya, esa es una vida decidida — Kite estaba asombrado con el plan de ambos.

    — Sky y yo decidimos que nos amamos, y aunque seamos jóvenes, ya tenemos claro el futuro que queremos — tras decir eso, Arick abrazó a la chica — Y que vamos a tener.

    — Será mejor que nos preparemos para poder estar presentables el día de mañana — Sky decía mientras daba un beso en la mejilla a Arick — Si nos sacan fotos, vamos a querer vernos bien.

    — Eso ni dudarlo, será hasta mañana — Arick contestó, saludando a Kite con un apretón de manos y a Sky con un beso.

    De esa manera, los dos hijos al cuidado de Thomas y Gwyn entraron de nuevo en su casa, y fue en ese momento en que Arick, sabiendo que tenía que llegar a la suya antes de que sus padres y Azel regresaran de la sesión de entrenamiento, empezó a correr para poder estar en casa y darse un buen baño antes de que su familia tuviera tiempo de llegar.

    Tan pronto como Sky y Kite ingresaron a su casa, Thomas y Gwyn, quienes los esperaban en la sala, los recibieron con abrazos y besos.

    — ¿Y bien? — preguntó la madre de la familia — ¿Están listos para el día de mañana?

    — Lo estoy, mamá, no puedo esperar — Sky le dijo con mucha ilusión — ¿Al final está decidido? ¿Ustedes no encabezarán el acto?

    — Logré convencer a Sargion de que tomara el puesto — la comandante de DCT comentó, en referencia a uno de los hombres de su confianza — Estaba asustado de tener que hablar en público, pero yo estaba convencida de que lograría que se pusiera al frente.

    — Mamá y yo no queremos verlos desde un escenario, queremos estar allí, al lado de ustedes — Thomas comentó con sinceridad — Con las luces de nuestras vidas.

    Ese comentario causó que Kite se conmoviera bastante. Siempre, desde su más pequeña infancia, gracias a las acciones de su madre biológica, había admirado a los héroes que lucharon en la guerra de Edagr. Y cuando la tragedia golpeó su vida, Thomas, una de las personas a las que más admiraba, lo salvó y lo adoptó. Recibió una nueva familia y oportunidad, y saber que su padre y madre adoptivos lo amaban lo hizo bastante feliz. Kite abrazó con fuerza a su padre, quien correspondía con ternura ese gesto de su hijo.

    Viendo lo importante que era el día de mañana para él, Thomas le hizo una promesa relacionada con el futuro.

    — Lamento mucho que no los hubiéramos podido arrestar de nuevo antes de que llegara este día — Thomas se sentía apenado por ese desenlace — Y siento mucho que debas tener la responsabilidad de hacer frente a esos criminales si estás en servicio cuando decidan atacar.

    — Está bien, papá, entiendo que supieron esconderse bien, tuvieron ayuda — Kite no juzgaba duramente a sus padres por eso — Puedo tener la oportunidad de arrestar a quienes me quitaron a mi mamá y a mi papá. Eso me tranquiliza bastante.

    — Nunca pierdas la calma y no te dejes llevar, hijo — Gwyn tomó su mano, queriendo calmar esas emociones — Ellos saben con qué te van a provocar si te ven y te reconocen. Tú debes saber bien qué clase de estrategia tomar. Eso te ha enseñado la academia.

    — Lo sé, mamá, te prometo que no perderé el control… pero tampoco dejaré que los lastimen ni a Sky.

    La familia de cuatro se dio un abrazo intenso, poniendo el foco principal en el menor miembro de la familia. Todos eran plenamente conscientes de lo que representaban Zigfried, Arnold y su banda de criminales para la humanidad, la milicia, y principalmente para el joven Kite, quien había tenido la desgracia de quedar huérfano por la propia mano de ellos. El momento familiar fue acogedor para Kite, quien lo disfrutaba, sabiendo que estaba rodeado de las personas que amaba en casa, y que también lo iba a estar en el trabajo.

    Tal fue la comodidad que sintió que una de las opiniones que exteriorizó ante Arick hacía menos de diez minutos empezaba a cambiar.

    — Quizá, no sea del todo necesario que me vaya de aquí — Kite pensaba mientras disfrutaba aquel momento.

    […]

    — Buenas noches, Noak — Ulrik lo saludó con respeto, y le hizo saber en su tono que no estaba molesto con él por su ausencia.

    — Lamento llamarte tan tarde, Ulrik, pero Hana se acaba de dormir hace diez minutos — Noak contestó desde el otro lado del teléfono — Estoy fuera de casa por si acaso, si el ruido es muy alto, avísame y volveré a entrar.

    — Sin problemas por ahora — el joven Mardh quería saber qué tenía para decirle — ¿Hablaste con Louryth hoy?

    — Lo hice, y me dijo que te contó todo lo importante — Noak, pese a todo eso, tenía motivos para hablar con él — Solo te llamaba para darte una sugerencia, algo que se me acaba de ocurrir ahora. Pido perdón por no haberlo pensado antes.

    Ulrik tenía mucho interés en saber qué clase de sugerencia tenía pensado decirle su reclutador. Creyó que sería importante como para estar recibiendo una llamada a tan avanzadas horas de la noche, cuando este estaba a pocos minutos de acostarse a dormir, de modo que pudiera descansar bien para el día de mañana.

    — ¿Qué planes tienes para tu departamento? — Noak preguntó, queriendo conocer la situación del chico.

    — Es pequeño, me sirve bastante porque antes dormía en los dormitorios de la academia, pero ya que me gradué, no puedo seguir haciéndolo — Ulrik dio su punto de vista de la situación — Tal vez me mude a uno más grande.

    — No lo hagas, no al menos durante los primeros dos años — Noak le cortó el plan de entrada — Quédate en tu sitio. No vas a cobrar demasiado durante los primeros dos años, salvo que te asignen una misión crítica. Y ahora mismo, no hay rastros de posibles conflictos ni amenazas externas. La falta de información que tenemos nos cohíbe de atacar, por lo que nuestra rebeldía tampoco es una situación crítica. No tengo esperanzas de que seas uno de los mejores pagos solo por ser el décimo mejor de la primera generación de graduados.

    — ¿Y por eso me conviene ahorrar y esperar? — Ulrik necesitaba saber toda la verdad.

    — Si pagas un departamento grande y por lo tanto costoso, y luego te asignan una misión para que vayas al espacio, lo vas a tener que seguir pagando, por más que no vivas allí — el exsoldado le dio un consejo para sus finanzas — Tu dinero sobrante quedará en tu cuenta, pero se te descontará lo necesario para el pago de tu departamento. Puedes pasar todo un año en el espacio, y como no pueden desalojarte hasta que no se compruebe que has fallecido, te van a seguir cobrando. Por eso te conviene ser paciente.

    — ¿Me pueden asignar una misión para ir al espacio? — Ulrik se ilusionaba con esa posibilidad.

    — No tengo información, lamentablemente, pero al espacio se manda a los mejores, las naves son costosas, y necesitan que sean operadas por profesionales. Tú estás entre los mejores diez, por lo que, en mi opinión, calificas para poder irte al espacio. Solo quiero evitar que regreses y veas que se te fue medio sueldo en un departamento costoso donde ni siquiera estuviste viviendo.

    — Agradezco por el consejo, Noak, muchas gracias — Ulrik dejó una pausa antes de seguir — Sé que no vendrás mañana… No te preocupes, podré soportar a los pesados de los militares durante unas horas.

    — Lo cierto es que no puedo estar en la misma habitación con toda esa gente sin que me hierva la sangre, o sin levantar sospechas en mis excompañeros — Noak pensaba en cosas más profundas — Tampoco es que me nazcan deseos de felicitarlos. Ellos son unos malditos egoístas. Que las palmadas en la espalda se las den ellos mismos. Te dejaré dormir. Suerte el día de mañana.

    Habiendo aclarado un asunto importante, por lo menos ante los ojos de Jensen, este cortó la llamada. Ya era bastante tarde, por lo que no tenía pensado seguir fuera de su casa mientras la noche se abría paso en el planeta Edagr, siendo contrarrestada únicamente por las luces artificiales siendo encendidas para iluminar los exteriores. Noak, sabiendo que todavía debía tener una conversación importante con Zig respecto a lo que Louryth había contado, decidió entrar a su casa.

    Al hacerlo, un recuerdo desagradable para él cruzó su mente. Una reunión inesperada que no lo dejaba en paz. Con alguien a quien él consideraba una escoria y un enemigo.

    No seré blando en mis palabras, Noak, después de todo, no es algo que merezcas — las palabras de Ace acabaron por tener un efecto negativo en él — Entrevisté a muchos de los soldados que estaban en Tralio, en el castillo, principalmente — ceño de Noak se frunció automáticamente cuando trajo ese tema a la mesa — Todos me han dicho lo mismo. Tú fuiste quien dio la orden de escapar corriendo aun cuando todavía estábamos luchando en las ruinas de la capital de los traliod. Yo di la orden de que esperaran, pero tú los hiciste salir corriendo. Si tú no dudaste en acusarme a mí por la muerte de Gina, entonces ahora no puedes negar esto. La muerte de todos los que hiciste salir corriendo de allí, entre los que se encontraban Nick y su esposa, está en tus manos.

    Pese a que Noak le tenía un profundo desprecio a Ace por provocar la muerte de Gina al obligarla a quedarse parada en el sitio donde le dispararon a matar, y que el tuviera presente que los motivos para actuar de esa manera fueron por su hija, Jensen no podía dejar de sentir que tenía la conciencia sucia por haber dado esa orden.

    Dentro de sí mismo, él sabía que en parte había sido su culpa, por más que se negara a aceptarlo, ya que eso lo ponía en el mismo sitio que a quien consideraba una peste a sacar del poder militar. Pero el haber hablado con Ulrik, huérfano a raíz de sus órdenes, no pudo evitar sentirse mucho más culpable. Le daba cientos de vueltas en su cabeza, pero no hallaba consuelo por ningún lado.

    — Como quisiera que no hubiera tenido que terminar así — Noak sentía un poco de pena por Ulrik, y esperaba que su decisión de reclutarlo no trajera ninguna clase de problemas para él en su futuro — Nick seguro habría apoyado el PMV para evitar que esta clase de cosas pasaran… Lo siento, Nick. Sé que no te debe gustar la idea de ver a tu hijo convertido en un soldado para servir a un propósito de justicia rebelde. Pero no nos han dejado otra opción. Si estuve involucrado en tu muerte, espero que me perdones.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Saludos, amigo. Que bien poder estar aquí para comentar un capítulo tras días y semanas que se han hecho largos esperando el regreso del foro. Este capítulo marca el comienzo de la penúltima parte de LGC y estoy deseando ver a dónde nos lleva, pero antes, toca comentar el primer capítulo. :dancecat:

    El inicio nos muestra a Ulrik reuniéndose con Louryth, a pesar de que debía hacerlo con un Noak que está ausente por motivos personales. El chico pronto tendrá la ceremonia en la que le otorgarán una medalla por haber superado la academia, por lo que la mujer le informa de que evite ponerse la armadura que le entregarán ya que esta activa un rastreador al instante, una vez te la colocas. Ulrik entiende esto y recibe la orden (digámoslo así) por parte de Louryth de que les entregue la armadura para añadirle unas mejoras extra que no entran en el paquete inicial de la armadura, lo que puede serle útil ahí fuera al ser el único de la nueva generación que no es fiel a la ideología de los comandantes. Tras esto, Ulrik se marcha y aparece Zig, que quiere hablar con Noak, pero en su lugar debe hacerlo con la mujer. Un intercambio de palabras en el que el criminal le dice que quiere matar a alguien y piensa en Allecreod (vaya, este tipo es un auténtico psicópata, hablando de que quiere matar porque le apetece), pero como nadie sabe exactamente su posición, eso queda descartado. Antes de irse, Zigfried sorprende con una cachetada a la nalga de Louryth, que enfurecida, poco puede decir ya que éste se marcha. Amigo, este Zig es un loco... lo veo violando a Louryth y eso da miedo. :blue:

    La siguiente escena trata sobre Noak y Hana en esa reunión escolar, en la que la directora revela un programa llamado Protección para Menores Vulnerables (tremendo, amigo, con estas ideas deberías hacerte político). El PNV es un programa para que esos niños que han podido quedar huérfanos o que ya lo son, tengan un lugar en el que crecer, ser cuidados y formarse, algo que Noak ve idílico porque prefiere a su hija ahí en caso de que a él le ocurra algo antes que la familia Lakor la adoptase (está obsesionado con ellos :yagami:). Padre e hija rellenan un formulario para inscribirse en ello, con el propósito de tener cierta seguridad de cara al futuro.

    Acto seguido vemos a Azel siendo entrenado por Ace y Natasha. Sus padres ven como se esfuerza y es que el chico parte con desventaja al haber entrado unos años tarde a la academia, por lo que no está al nivel de sus compañeros. Pero si entrena con sus padres, que son héroes, no me cabe duda de que Azel será un gran soldado en el futuro. Ánimo, pequeño Lakor. :/*-*\:

    Después vemos a los jóvenes Arick, Sky y Kite, quiénes han salido al cine junto a Winter, Airin, Artem y Valiana en lo que ha sido su última salida antes de ser soldados oficiales. Los jóvenes están entusiasmados y no es para menos, mientras piensan en su futuro (Arick y Sky se quieren casar, SIIIIIIIIIIIUUUUUUUU :nice:). Una vez se despiden y el joven Lakor corre hacia su vivienda, los jóvenes Delleo reciben a sus padres, quiénes están deseando ver a sus hijos en lo más alto. Thomas siente que no hayan podido detener a Zig, Arker y su banda ya que sabe que Kite los debe tener atravesados y quizá en acto de servicio deba detenerlos, pero Kite se muestra tranquilo y confiado. Ojalá Kite los detenga o los ejecute, eso se va a celebrar. :shani:

    La siguiente escena es de Noak haciendo una llamada a altas horas de la noche, concretamente a Ulrik. El ex soldado le indica a su pupilo que no busque comprarse otro apartamento hasta pasados dos años, por temas económicos y de ausencia en una posible misión de exploración espacial. El joven agradece el consejo y la llamada termina, pero es ahí donde Noak recuerda las palabras de Ace en las que le dice que las muertes de Nick y de otros más recaen en su conciencia por haber dado una orden que no debió dar. Evidentemente esto hace sentir mal a Noak, consciente de que aunque odie a Ace, éste tiene razón. Y ver esto me hace pensar que en algún momento Ulrik se enterará de esto... MAMMA MÍA, QUÉ HYPE. :clap:

    Bueno, amigo, ha sido un buen comienzo de parte. Deseando ver la ceremonia próxima y la misión que sea que les asignen a los diez mejores. Por mi parte, cuídate y hasta la próxima. :Okibeta:
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla
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    Ciencia Ficción
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    6
     
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    Saludos.

    Voy a aprovechar para continuar con la publicación de esta parte IX para sumar contenido antes de que las pausas forzadas por las caídas del foro sigan jodiendo.

    Quiero agradecer a mi gran amigo Manuvalk por leer y comentar el capítulo 1 de la parte IX en el mismo día de su publicación. Y es bueno contar con sus comentarios una vez más, ya que dejan ver mejor las opiniones que se tienen de lo que acontece en la trama.

    Todavía sigo sin actualizar cronología o guía de personajes, así que me lo quedo como tarea pendiente. Sin más novedades, dejo el capítulo publicado.














    Los abanderados:

    Nova había sido la primera en llegar hasta el lugar en donde se realizaría la ceremonia de graduación especial de la academia militar, conmemorando ese día como la entrega de premios exclusiva para los diez mejores de la primera generación de soldados que habían nacido y empezado su formación en el planeta Edagr. A la cadete Breiner la acompañaban tanto su madre y su padre, vestidos de manera muy formal con traje, pantalón y corbata. Mientras tanto, la joven soldado portaba un vestido negro sin escote, pero con una falda poco más alta que las rodillas.

    — ¿Abrirán pronto las puertas? — preguntó la chica, ansiosa por entrar y revisar el lugar — Quisiera saber si la comandante Zafiro ya está allí dentro. Sería un honor que el premio me lo entregue ella.

    — Paciencia, hija — su padre quería calmarle esos ánimos — Estas cosas llevan tiempo. No debes explotar de emoción tan pronto.

    — Hija, ¿estás segura de que debías vestir de esta forma y no traer el uniforme militar? — preguntó su madre.

    — No especificaba nada de vestimenta, yo solo quería verme bien — Nova se justificó ante su madre — ¿Por qué lo preguntas?

    — Porque allí viene un chico con el uniforme de entrenamiento — le contestó su madre.

    La familia entera miró hacia el sitio, y vieron que alguien, tal como ella lo señaló, se estaba acercando. Al principio, visto desde lejos, Nova creyó que se trataría de algún trabajador, pero al momento que lo tuvo en frente, se dio cuenta de que era un chico que tenía casi su misma edad. Su madre no se equivocó, con la excepción de que el uniforme era de un cadete y no de un militar. Sin embargo, aquel chico vestía el uniforme clásico de entrenamiento.

    Ulrik, en el momento en el que llegó al sitio y vio que había una chica allí vestida de manera elegante junto a sus dos padres, no supo qué lo estaba incomodando más. Si el hecho de que no estaba vestido con ropa adecuada para un evento así, o el no tener a sus padres para hacerle compañía. Por mera cortesía, se acercó para saludar, pero decidió no quedarse demasiado tiempo para hablar con ella.

    — Buenos días — Ulrik dijo con desgano — ¿Están aquí para el evento? — no necesitaba la respuesta, solo buscaba no sentirse incómodo.

    — Así es, imagino que estás entre los primeros diez — Nova se mostró amistosa ante el desconocido — Me llamo Nova Breiner. Estoy en el tercer lugar. ¿Tú cómo te llamas?

    — Soy… Ulrik Mardh, y estoy en el décimo lugar — sentía un poco de vergüenza al hablar — ¿Había un código de vestimenta? Yo vine con el uniforme.

    — No, yo vine como me sentía más cómoda, pero la realidad es que podíamos traer lo que quisiéramos — Nova buscaba ser amistosa con él.

    — Qué alivio, solo espero no ser el único tonto que haya venido vestido de esta manera tan poco refinada — Ulrik encontró la oportunidad de apartarse — Voy a comprarme unas pastillas para poder saborear, parece que todavía falta para que abran este sitio.

    Saludando a la soldado y a los dos adultos, Ulrik se apartó lo más rápido que pudo, pero no lo suficientemente a tiempo como para no oír el comentario del padre de la cadete que quedó en tercer puesto.

    — Ese apellido me suena, creo que el chico es huérfano — lo decía como si sintiera lástima genuina por él.

    Ese comentario no cayó bien en Ulrik, pese a que era la pura verdad. Sin deseos de seguir escuchando eso, el soldado se apartó lo suficiente, y cuando estuvo bastante alejado, se dio la vuelta para mirar desde lejos. La familia de la chica estaba completa y aparentaban ser muy unidos, por lo que no fue a comprarse nada con la necesidad de sostener la mentira, puesto a que sabía que no le prestarían atención. Así lo comprobó. Los tres hablaban entre ellos mientras los minutos pasaban, y eso hacía a Ulrik sentirse apenado por la ausencia de sus padres, a lo que atribuía como consecuencia del actuar del ejército. Sin embargo, el joven no podía evitar apartar la mirada de la chica con la que había hablado hace apenas unos minutos.

    — Que hermoso trasero, Nova — Ulrik se mordía el labio inferior al verla — Eres la mejor entre las mujeres por lo que recuerdo. No me sorprende nada esto. El entrenamiento que dan en la academia hace milagros.

    Al apartar la vista hacia la derecha, logró ver a dos jóvenes más acercándose hacia el sitio. Lo que pudo identificar el chico fue que no tenían la misma edad, incluso aunque estaban algo distanciados del sitio. Un chico y una chica, siendo el chico alguien que parecía un cadete con quien compartiría la premiación, y la chica quizá una hermana o prima un par de años mayor. Quiso hacer memoria, pero no le requirió mucho esfuerzo saber quienes eran ellos dos.

    — Ellos… — Ulrik no los confundió, y recordó haberlos visto en unas fotos — Valiana y Winter Lakor… Los primos del comandante Ace.

    …Uno de nuestros informantes nos dijo que Ace… mejor dicho, Natasha con el dinero de Ace, les compró una casa a sus dos primos — Noak habló con él acerca de ambos Lakor con su recluta — Por supuesto, con dinero de los impuestos de gente como tus padres. Si bien, la compra está declarada, no fue anunciada oficialmente. Así que ahí lo tienes, Ace opera en secreto con el dinero de los contribuyentes para beneficiar a su familia.

    Y yo tengo que vivir en los dormitorios de las academias — Ulrik le tomaba mucho más asco al comandante de la división de Exploración y Rescate — Si tan solo todo el mundo lo supiera…

    No les importaría, para ellos, Ace es un héroe — Noak insistía en esas palabras — Por eso es vital para nosotros que lo bajemos de su pedestal. Nuestros problemas no se acaban matándolos, nuestros problemas acabarán cuando les quitemos la gloria.

    Winter y Valiana se acercaron al lugar, dándose cuenta de que estaban llegando bastante temprano, creyendo ser los segundos en el sitio, sin percatarse de la presencia de Ulrik a pocos metros, mirándolos con una mirada de desprecio y resentimiento. Lo primero que hicieron al llegar fue saludar a quienes ya estaban allí.

    — Buen día — dijo la mujer Lakor — ¿Hace tiempo que están?

    — Menos de diez minutos en realidad, buen día — contestó la madre de Nova — Hemos venido a acompañar a nuestra hija.

    — Me llamo Nova Breiner — decía ella, sin apartar la mirada de ambos, notando que era el chico el graduado y dándose cuenta de que la chica debía ser su hermana — Dime, bombón, ¿en qué puesto te encuentras tú? Yo estoy en tercer lugar.

    — Me llamo Winter Lakor — por alguna razón que Winter no entendía, los ojos de Nova parecían haberse iluminado al decir su nombre — Estoy en el segundo lugar.

    — ¿Tú eres Winter Lakor? — Nova estaba muy ilusionada por escucharlo — Sé que el hijo del comandante se llama Arick, entonces, tú eres el primo del comandante.

    — Lo soy, sí — Winter no comprendía el por qué del alboroto — ¿Qué es lo que tanto te interesa de eso?

    — ¿Conoces a la comandante Zafiro en persona? — Nova deseaba la respuesta a esa pregunta — ¿Has convivido mucho con ella al ser la esposa de tu primo?

    — Algo así, muchas veces he hablado con ella cuando me encuentro con mi primo Arick — Winter se estaba poniendo incómodo con preguntas sobre ella — Estará en el evento, así que no quiero decir nada que llegue a incomodarla. Podrás conocerla.

    — Eso espero con ansias — Nova veía que Winter y Valiana parecían haber encontrado a alguien con la vista, empezando a alejarse de ellos — Nos veremos en la ceremonia, bombón.

    Una vez que los dos se apartaron de Nova y de su familia, Valiana empezó a burlarse un poco de la forma en la que la chica se refería a su hermano menor, molestándolo y dándole un golpe con el codo. A Winter no le caía muy bien esa broma de parte de su hermana, mucho menos porque, entre quienes estaban llegando al lugar se encontraba su novia. Airin había acudido a la ceremonia de graduación acompañada por Rosary, la única de su grupo de amigos que eligió no seguir el camino militar tras el rescate. Winter se abrazó con Rosary, quien lo felicitó por su graduación, y luego de eso, se dio un beso en la boca con Airin, con quien compartiría la ceremonia el día de la fecha.

    — ¿Emocionado? — preguntó su pareja, sintiéndose algo nerviosa.

    — Un poco — Winter acarició su rostro — Realmente quisiera… que mi mamá y mi papá me vieran. Ellos sabían que la vida me había elegido para ser un soldado, pero no se habrán imaginado nunca que terminaría siéndolo aquí, ni siquiera mi papá.

    — Sonríe, Winter, tienes a tu hermana contigo — Airin se sintió algo triste al pensar en ello — Yo no tengo…

    — Me tienes a mí — Winter la interrumpió — Nunca insinué que me sentía solo. Únicamente que extrañaba a mis padres.

    — Yo también extraño a los míos, y a Vyon — Airin lo miró a los ojos tras decir eso — Somos afortunados te tenernos a nosotros.

    — Rosary… — Valiana quería cambiar el tema pronto — ¿Tus padres no pudieron venir?

    — No les dieron el permiso en el trabajo porque Airin no es su verdadera hija, pero yo no iba a faltar hoy — su amiga estaba dispuesta a mostrarle apoyo en todo momento — Me da mucho gusto que los dos… los cuatro, debería decir, hayan cumplido su sueño y su objetivo. Solo espero que el cruel destino no los aleje de mí.

    Conscientes de que la chica había tenido sentimientos por Vyon y que extrañaba muchísimo a su amiga Katia, sin mencionar el enorme conteo de muertes que presenció a raíz del conflicto con la Sociedad Galáctica, los dos graduados de ese día le dieron un abrazo. Valiana sonreía viendo lo especial que era su hermano al poder contar con el compañerismo de dos personas maravillosas como eran ellas, acordándose cada día de los momentos que les tocó compartir unidas en Tralio hasta que el rescate llegó. La chica no pudo pensar demasiado en eso, dado a que sintió un agarre rápido en la cintura.

    — Por favor, dime que la ceremonia no terminó — Artem bromeaba, sabiendo que todavía no había empezado — No me gustaría haber llegado tarde en el día de hoy.

    — Descuida, Artem, todavía estás a tiempo — Valiana le dio un beso en la mejilla — Winter y Airin son de los primeros en llegar, quitando a la chica que está con su familia.

    — Los he visto, solo quería alegrar el espíritu — decía Artem, mientras se centraba en los dos jóvenes — Felicidades, pareja feliz. Se graduaron antes que Valiana y yo.

    — Gracias, Artem, pero entiendo que una carrera de medicina requiere más esfuerzo y años que una militar — Winter le alentaba a permanecer en curso.

    — Eso no quita que sea verdad que se graduaron antes, pero centrémonos en las cosas buenas — Artem lo miraba con felicidad — Eres el segundo mejor. Quedarás en la historia. Tú también, Airin. Los dos serán recordados con orgullo por los humanos militares que se formarán en este mundo.

    — Es algo que alegra el espíritu, el mío, al menos — Airin apreciaba las palabras del cuñado de su novio.

    — Bueno, para más alegría, ya llegaron Iker y Jessica — Valiana los divisó a la distancia.

    Los seis jóvenes miraron en la misma dirección, pudiendo ver como los dos jóvenes que se aproximaban lo hacían en compañía de sus familiares vivos. Iker estaba con sus padres, mientras que a Jessica la acompañaba una madre y una tía. Tan pronto como los chicos que habían iniciado su carrera militar se encontraron y saludaron, se apartaron un poco de los adultos. Rosary se sentía un poco rara siendo la única que optó un camino diferente, pero sus cuatro amistades no la dejaban excluida pese a todo. Mientras esperaban la apertura de las puertas, y las llegadas de Arick, Sky y Kite para ver si podían hablar con ellos, lo que podían hacer era mantener conversaciones acerca de su futuro.

    — ¿Cuánto tiempo creen que tarden en asignarles alguna misión importante? — Rosary, siendo ajena a la carrera, quería conocer las opiniones de sus compañeros.

    — Depende de cuanto tarden en encontrar la guarida de esos asesinos — Winter habló como si los odiara con toda su alma — Ensuciaron la imagen del ejército al que nosotros vamos a pertenecer. Nos corresponde ayudar en su limpieza.

    — ¿Crees que formaríamos parte de eso? — preguntó Jessica, consciente de que era un problema por resolver — ¿Podremos portar un arma y enfrentarnos a esos bastardos? ¿O solo estaremos allí como escuderos para los oficiales y soldados avanzados?

    — Sea como sea, yo espero podamos acabar con ellos pronto — Airin no se sentía cómoda con esa idea — Desde que escuchamos por primera vez sobre sus movimientos, siempre deseé que el ejército lidiara con ellos antes de que nos graduáramos. Me incomoda la idea de enfrentarme a otros humanos. Mi papá y mi mamá siempre insistían en la idea de que nuestra generación debía proteger a la humanidad. Y no me gustaría que mi primera tarea fuera el tener que eliminar humanos, por más escoria que llegaran a ser.

    — Espero que no sea el primer paso para una maldita guerra, como las que leíamos en historia — Winter miró a Iker — ¿Tú qué opinas?

    Iker no respondió, simplemente mantenía la vista fija en una persona que se encontraba alejada de ellos. Tan pronto como sus compañeros lo notaron, todos pusieron sus ojos en un soldado que, por lo que podían observar de lejos, aparentaba tener su misma edad. Tal y como a Iker, esto fue algo que les llamó su atención.

    — Es un bicho raro, mirando desde lejos — Iker sabía que debía tener motivos para estar allí — ¿Acaso él se gradúa con nosotros? ¿O simplemente quiere colarse en el acto?

    — Si no está aquí para recibir un honor, lo expulsarán pronto — creía Rosary, restándole importancia.

    — Me da mala espina tenerlo observando así, sin hablar — Airin se sentía un poco atemorizada — Si es compañero nuestro, ¿por qué no nos viene a decir su nombre?

    — Quién sabe, ahora lo importante es…

    El ruido de unas puertas metálicas abriendo interrumpió lo que Jessica estaba por decir. Todos voltearon para ver de qué se trataba, y pudieron confirmar que se trataba de la señal para que los que estaban a punto de ser premiados ingresaran al lugar. Los cuatro jóvenes entraron con prisa tan pronto como sus acompañantes se encontraban con ellos.

    Nova, la chica que estaba con sus familiares, y otro chico más que había llegado en compañía de una mujer y un niño más joven, ingresaron al sitio. Iker, quien había notado primero al joven que los estaba observando, prestó atención y logró ver que este también había entrado. Al ingresar al recinto, el cual consistía en un patio amplio con bancos largos desplegados de manera que se vieran enfrentados, notaron presencia militar en el lugar. Iker se dio cuenta de que el chico posiblemente fuera alguien que recibiría la premiación, dado a que lo habrían expulsado de no ser así.

    El patio tenía globos colgados en las paredes, banderines de color azul, negro y verde. Un total de diez bancos estando cinco en el lado izquierdo y cinco en el derecho. Cada banco tenía una longitud tal que podía sentar hasta un máximo de seis personas en ellos. En la parte de atrás, una mesa larga repleta de tartas y galletitas dulces, con tres personas preparadas para vender los alimentos a los presentes. En la parte de adelante, un pequeño escenario con un micrófono y parlantes instalados en el centro y en el costado, con una escalera por la cual se podía subir allí.

    Personal militar caminando por el sitio, encargándose de recibir a los cadetes y a aquellos que los acompañaban. Un hombre del ejército estaba sobre el escenario, y fue allí donde comenzó a decir unas palabras tan pronto las puertas se cerraron.

    — Un saludo a nuestros graduados y a sus familias — su voz resonaba en los altos parlantes del lugar — Les informo que hay un total de diez bancos, uno para cada cadete premiado y para sus acompañantes. El acto será sencillo y breve, tan pronto como este de inicio, sus nombres serán pronunciados, es allí cuando deberán acercarse al escenario para poder recibir sus medallas honoríficas y un diploma, junto con un estuche que contiene su título de graduado y más elementos de utilidad que podrán ver tranquilos en sus casas.

    Ulrik era el único que no era ajeno a lo que iba a recibir, puesto a que Louryth ya se lo había explicado todo durante el día de ayer. Para el resto de los presentes, todo se mantenía como un misterio por descubrir, aunque lo importante en ese momento era recibir el honor por el que habían acudido al sitio.

    Antes de que pudieran preguntarse en dónde se encontraban Arick, Sky y Kite, sus compañeros los vieron salir desde detrás de una puerta oculta junto con Ace, Natasha, Thomas, Gwyn y Azel. Eso les había revelado todo, y lo cierto era que ellos fueron los primeros en llegar, incluso antes de que las puertas se abrieran. Los tres no demoraron demasiado en acercarse a ellos, y fue allí donde compartieron un abrazo con todos aquellos con quienes habían formado amistad.

    — Llegó el día — Sky abrazaba con fuerza a Airin — Estás preciosa, tienes el mejor atuendo aquí.

    — Yo diría lo mismo de ti, me da gusto verte — Airin correspondía el gesto de su amiga.

    — Cinco de la misma academia — Kite sonreía al ver a Winter — Pero eso seguro lo hará más especial para ti y Jessica.

    — Se podría decir que sí — Iker contestó afirmativamente a lo dicho por el joven — Pero, al final del día, ustedes nos han ganado. Jessica y yo estamos casi al fondo de la tabla.

    — No hay que pensar en eso, lo que importa es que hoy es el día donde pasaremos a ser profesionales — Arick buscaba alentarlos a todos.

    — Para ti es fácil decirlo, Arick, eres el mejor de los diez — Jessica tenía un poco de envidia con él.

    — El mejor, tal vez, pero aún tengo una espina pendiente — el joven Lakor miró a Winter al hablar.

    — Oh, vaya, ¿y cuál es? — Jessica se veía curiosa ante lo dicho por él.

    — No he podido vencer a Winter en un combate uno a uno en la academia — Arick lo mencionaba con una sonrisa, como si fuera un reto para el futuro.

    — Sí, pero solo perdiste una vez — Sky buscaba que no se afligiera por eso — El resto de las ocasiones acabaron en empate.

    — Y así seguirán quedando nuestros combates, lo juro — Winter lo decía con una mezcla de arrogancia y confianza — Si no puedo ganar, me aseguraré de que tú tampoco.

    — Yo también quiero ganar algún combate contra ustedes alguna vez — Kite también sentía el espíritu competitivo — Pero eso queda para otro día. Díganme, ¿conocieron a los otros tres candidatos?

    — Yo hablé un segundo con la chica, Nova Breiner creo que es — confesó Winter, siendo la única interacción que tuvo — No sé nada sobre Tyson Zima ni sobre Ulrik Mardh. Deben ser esos chicos que están allí.

    — Tyson Zima es el que tiene familia — mencionaba Sky con un poco de tristeza — Ulrik Mardh es el que está solo… Sus padres fueron secuestrados conmigo por la Sociedad Galáctica. Pero estaban en Tralio, y perdieron la vida antes de que pudieran ser rescatados.

    — Debe ser horrible, seguro por eso se anotó en la milicia, para poder cuidar de sí mismo — Jessica habló desde su ignorancia, al no haber conocido ni a los padres ni al chico.

    — Tengo que admitir que siento lástima por él, espero que el entrenamiento militar haya sido bueno para que pueda seguir adelante — Sky miraba de reojo para no incomodar — Pero se ha podido mantener centrado, ya que ha quedado en décimo lugar.

    — Tyson quedó noveno, en cambio Nova… — Airin pensaba según lo visto en la página de los puntajes — Ella quedó tercera por detrás de ustedes dos.

    — Dije que hablé con ella al llegar, y por lo que pude sacar de ella, tiene una gran admiración por la comandante Zafiro — Winter miró a Arick al decir eso — De hecho, me preguntó más cosas de ella que de mí.

    — Tal vez ella sienta admiración por mi madre — Arick la observó un poco desde lo lejos — Quizá quiera conocerla. Espero que no se decepcione cuando sepa que será Sargion quien nos entregará los premios.

    La conversación entre los graduados continuó hasta que empezó a sonar una instrumental a bajo volumen. Creyendo que era una señal de que el acto estaba a poco de comenzar, los siete graduados fueron a los bancos con sus familias. No había asignaciones particulares, y cada uno podía sentarse donde quisieran siempre que respetaran que se trataría de uno por cada familia. La instrumental que empezó a sonar duró unos tres minutos hasta que finalizó, y luego de eso, fue reemplazada con redobles de tambores mientras que el soldado que habló al comienzo se acercó al estrado para tomar la palabra una vez más.

    — Muchas gracias a todos por su asistencia, y por tomar asiento tan rápido — comentó el hombre — Lamento si los hice esperar mucho tiempo. A continuación, iniciaremos este acto. Para aquellos que no sepan quien soy, mi nombre es Sargion Norup. Por esta ocasión, y juro solemnemente que es verdad, presidiré el acto de graduación y premiación para nuestros diez mejores cadetes. Entiendo que, para los presentes, era una ilusión recibir el premio de los comandantes o subcomandantes ya sea de Exploración y Rescate o de Defensa Civil y Territorial. La lista de los graduados fue publicada en el sitio oficial del ejército, y allí todos pudieron ver que todos los comandantes tienen a sus hijos e hijas entre los graduados. Ellos deseaban estar al frente del escenario, pero también anhelaban la oportunidad de acompañar a sus hijos como padres orgullosos. Y fue por eso por lo que se me pidió a mí que me encargara de la ceremonia. Sepan entender. Esto es solo por la ocasión. A partir de ahora, los comandantes serán quienes estén aquí al frente de nosotros, o al menos, uno de ellos estará… Habiendo aclarado esa inquietud, comencemos.

    De forma inesperada, muchos soldados que estaban en el recinto comenzaron a aplaudir, gesto que pronto fue adoptado por los cadetes que recibían el honor, junto con sus acompañantes. El único que allí mismo no estaba aplaudiendo era Ulrik, pese a que era el más contento de tener que recibir la medalla por parte de un desconocido del que no sabía mucho que de parte de uno de los comandantes a quienes tanto odiaba. Al haber finalizado los aplausos, la ceremonia se reanudó. Sargion volvió a tomar la palabra.

    — Estas frases las escribieron los comandantes Gwyn Fairin y Ace Lakor, por más que las escuchen de mi propia boca — aclaró que, pese a no ser las cabezas del acto, ellos estaban presentes — Es un honor estar aquí el día de hoy con un puñado de jóvenes que representan un valor importante del ejército. Han tenido los promedios más altos tanto en materias teóricas, científicas, prácticas y de supervivencia. Pero lo que honramos hoy no es eso, sino aquella virtud que el ejército aprecia más que nada: el compromiso. No se puede ser el mejor, ni el segundo mejor, ni siquiera el décimo mejor si el compromiso está ausente. No premiamos el número, premiamos a la persona que se juró a sí misma luchar, estudiar y practicar todos los días de la semana para poder alcanzarlo. Premiamos a aquellos que vieron la oportunidad, y que jamás se rindieron. Porque eso es lo que queremos que sea el ejército. Dos ramas con propósitos diferentes se han formado hace años, y se han mantenido vigentes hasta el día de hoy. Una que defenderá a la gente del peligro, y otra que se encargará de su rescate en caso de ser necesario. Para las dos, el compromiso es el factor más importante. Y es ese el motivo por el que se les premia. Para darles un reconocimiento a ustedes por comprometerse a tan temprana edad, desde sus ingresos a la academia. Pero también para recordarles lo importante que es que se mantengan así. Una vez que salgan de aquí con sus medallas y diplomas, serán miembros valiosos de nuestro cuerpo militar. Y sabrán que su larga tarea no ha hecho más que comenzar. Esperamos que se mantengan tan comprometidos como ahora.

    Una nueva ronda de aplausos no tardó demasiado en inundar el patio en el que se realizaba dicho acto. Airin, Kite, Sky y Winter derramaban unas pequeñas lágrimas de la emoción tras haber escuchado palabras tan alentadoras y que, a su vez, les habían tocado una fibra sensible al pensar en sus situaciones. Airin fue rescatada de Tralio, Kite recibió una segunda oportunidad de tener una familia, Winter recuperó a su hermana, y Sky vio como su amigo de la infancia acudió a ella tras su rescate. Todo lo que veían era el reflejo de aquello que Ace y Gwyn, pese a que era Sargion quien hablaba, habían definido como compromiso. Jessica, Nova, Tyson, Iker y Arick estaban felices de recibir esas palabras de aliento y agradecimiento, pero no estaban tan emocionados como los cuatro que sí soltaron lágrima. Ulrik era el único entre los diez que aplaudía de manera forzada, y que sentía más amargura en su interior que otra cosa.

    — Hablan de comprometerse con la gente, pero solo se comprometen con sus familiares y amigos, y a veces ni siquiera eso — las palabras de Noak siempre estaban presentes en su cabeza — Si tanto compromiso tenían, ¿por qué mis padres no están aquí conmigo hoy?

    Los aplausos en esa ocasión demoraron un poco más en finalizar, y no fue hasta el momento en que el lugar quedó en silencio nuevamente que Sargion optó por continuar. El acto no duraría demasiado tiempo más, y estaba próximo a acabarse.

    — A continuación, el momento que nos trajo a todos aquí — el militar los preparó — La entrega de sus recompensas. Nunca olviden lo que hoy representa para todos nosotros… Cuando sus nombres sean llamados, pueden venir a buscar sus medallas y diplomas en compañía de quienes estén junto a ustedes. Sepan disculpar la regla, pero a cada persona, sin excepción, solo se le permite subir una única vez al escenario. Tomaremos fotos a los jóvenes, y ya que ellos son los protagonistas del día de hoy y solo se les permite subir una vez, buscaremos que los adultos también lo hagan…

    Nadie puso objeción a alguna a dicha regla significante del evento, pese a que solo los comandantes lo sabían todo con antelación. No iban a manifestar un desacuerdo en aquel momento.

    — Todos de seguro habrán notado una mesa dulce al final, tan pronto el acto haya acabado, la mesa se abrirá a la venta y todos podrán acercarse a comer y tomar algo con las personas que acudieron hoy al acto — Sargion hizo una última aclaración importante — Los diez graduados tienen derecho a llevarse dos porciones gratis del postre que ellos elijan. Todo lo demás, deberá pagarse o se debitará de sus cuentas. Solo digo esto para que no se vayan tan apurados. Ahora sí, se aproxima la entrega y la clausura.

    Era desconocido para todos si se iniciaría desde el décimo puesto hasta el primero, o si se iría de manera contraria, o incluso si sería una elección totalmente aleatoria. Ese misterio duraría poco tiempo, dado a que tan pronto como se diera la entrega a los primeros dos, se sabría cómo sería el modus operandi para la entrega de los demás. La expectativa reinaba en todos los presentes mientras esperaban el primer nombre por pronunciar de parte de Sargion.

    — Ulrik Mardh.

    El ubicado en el décimo puesto fue el primero en ser llamado, algo que la gran mayoría estaba esperando. Sabiendo que sería visto por todo el mundo, y de que se tomarían fotos como lo había indicado el militar, Ulrik tuvo que forzar una sonrisa lo mejor que pudo, para no levantar alguna especie de sospecha. Creía que los militares lo veían como un ejemplo de superación, y reflejar rencor en su mirada sería contraproducente. Subió al escenario, recibió la medalla, el diploma y el resto de los objetos que recibiría. Una cámara oculta detrás de un estrado empezó a parpadear, señal de que le tomarían la foto. Sonrió y bajó del escenario pronto, de modo que estuviera disponible para el siguiente.

    — Tyson Zima — el segundo nombre correspondía al noveno cadete con promedio más alto, lo que dio una idea a los presentes de a donde se dirigía el resto de los nombramientos.

    En compañía de su madre y de un hermanito menor, Tyson, quien había hablado muy poco con el resto de los presentes, subió y recibió el honor que Ulrik había tomado antes que él. Tan pronto como tuvo ya todo lo necesario, su hermano pequeño lo abrazó, su madre le dio un beso en la frente, y los tres miraron a la cámara para que pudieran tomarles la foto.

    — Gracias por estar conmigo siempre — sonó muy feliz de tener a su familia con él en esos momentos.

    — Jessica Delta — Sargion pronunció cuando todos habían bajado del escenario.

    Jessica, con una emoción mucho más notable que los dos compañeros que subieron antes que ella, tomó de las manos a su madre y a su tía, mientras las tres caminaban para poder ver a la más joven recibir los honores. Jessica dio un beso a ambas tanto antes de recibir la medalla, como después, esperando que así pudieran sentir todo el aprecio que ella les tenía.

    — Me alegra que hayan podido estar aquí hoy — Jessica las abrazaba, mientras se preparaba para la foto.

    — Iker Evanson — cuando las tres mujeres se retiraron, Sargion nombró al siguiente.

    Iker estaba acompañado por sus padres. Fue el primero entre los diez cadetes en estar acompañado por una familia considerada tradicional constando esta de un padre y de una madre. El haber visto que tanto Jessica como Tyson no tenían a un hombre adulto, y que Ulrik no tenía tan siquiera un acompañante, hicieron a Iker reflexionar con mayor seriedad sobre su futuro. Estaba consciente de que tuvo actitudes inapropiadas en el pasado, pero pese a todo, pudo hacer lo posible para ser premiado ese día.

    — No los voy a decepcionar, se los juro, en cada libro, mi nombre irá acompañado por menciones de grandeza — Iker los abrazaba con fuerza a los dos — Los dos sentirán el mayor orgullo de sus vidas cuando comience a realizar mis misiones.

    — Airin Utkin — Sargion mencionó el quinto nombre, llegando a cubrir así la primera mitad.

    Nuevamente, alguien con pocos acompañantes empezó a caminar al escenario. Pese a que los padres de Rosary habían adoptado a la chica, estos no lograron estar presentes en la ceremonia, causando que solo una gran amiga con quien compartió experiencias difíciles pudiera estar junto a ella. Airin tomó de la mano a Rosary, y ella miró con felicidad la manera en la que se le otorgaba una medalla al compromiso. Airin volvió a derramar lágrimas de felicidad, siendo la primera en tardar más de un minuto para la foto, ya que se quería que no aparecieran lágrimas en las imágenes que serían inmortalizadas.

    — Papá, mamá, Vyon… lo conseguí — Airin pensó en su familia mientras veía la medalla colgando de su cuello — Viviré y serviré por ustedes.

    — Kite Delleo — la gente se sorprendió al ver que, pese a que Kite y Sky eran hermanos gracias a la adopción, no fueron llamados juntos para subir.

    Todos comprendieron lo que ocurría cuando vieron que Thomas caminaba junto a su hijo, sujetándolo del brazo con firmeza, un gesto que Kite apreciaba mucho de parte de su padre. Los dos subieron en solitario al escenario, y no se requirió demasiado tiempo hasta que Kite se acomodó la medalla y obtuvo al fin su diploma. Padre e hijo, pese a no tener lazo de sangre, se preparaban para la foto en familia.

    — Gracias, papá, estoy aquí gracias a ti, eres mi héroe — Kite se sentía protegido de estar a su lado.

    — Tú también eres mi héroe, hijo, doy las gracias por tenerte — Thomas contestó gentilmente a su niño.

    — Sky Delleo — la siguiente fue la hermana mayor de Kite.

    El asombro reinó en los presentes cuando vieron que incluso Thomas y Gwyn respetaban la regla anunciada al principio. Tal y como Kite y Thomas subieron juntos, era el turno de las mujeres de la familia. Gwyn acompañó a su hija para recibir la medalla que le correspondía por estar en el cuarto puesto y entre los mejores cadetes que se habían formado en la academia. Sky creyó apropiado que fuera su padre quien acompañara a su hermano, y que su madre subiera con ella.

    — Ya he aprendido mucho de mis maestros — Sky la miraba con ilusión — Ahora voy a aprender de ti.

    — Estoy segura de que ambas nos iremos enseñando cosas — Gwyn alentaba a su hija a ser incluso mejor que ella.

    — Nova Breiner.

    Pese a que no faltaban aplausos en ninguno de los nombramientos, los de Nova fueron algo más intensos. De aquellos que no tenían una conexión familiar o de amistad con los comandantes a cargo de las divisiones del ejército, Nova había quedado en el puesto más alto, siendo solo superada por dos personas, quienes eran familiares de sangre del comandante de ER. El reconocimiento para ella la llenó de orgullo, y más cuando vio la medalla del tercer puesto en su cuello.

    — Siento que la comandante Zafiro no haya podido entregarte esa medalla hija, se cuanto lo deseabas — le decía su madre, buscando no desalentarla.

    — Está bien, mamá, me hace feliz que ustedes dos hayan podido venir aquí conmigo — Nova abrazaba a sus progenitores — Sonrían. Quiero que todos sepan que la tercera mejor tenía a los padres con las sonrisas más bellas.

    — Winter Lakor.

    Con una expresión que mostraba una mezcla de alegría como de pesar por las ausencias, Winter caminó al escenario siendo acompañado por su hermana mayor y por su cuñado. Artem y Valiana, ante la ausencia de los padres del chico, se encargaron de acompañarlo en cada momento posible en el final del tramo que marcaba el final de la adolescencia y el comienzo de la adultez para él. Los tres, amigos desde hace tiempo, estaban juntos una vez más, todo mientras el joven recibía la condecoración.

    — Dormiré más tranquilo sabiendo que tú me protegerás — Artem bromeaba en el buen sentido con Winter.

    — No olvides mirar a las estrellas en la noche de hoy — Valiana le comentó a su hermano.

    — No lo haré, sé que ellos estarán viéndome desde allí — Winter cerró los ojos para respirar profundo antes de la foto.

    — Arick Lakor.

    El décimo y último nombre correspondía a aquel que había logrado obtener el primer puesto entre los promedios de los cadetes. Arick fue quien más compañía recibió en ese escenario, ya que Ace, Natasha y Azel subieron para hacerle compañía. El chico sabía en su corazón que, pese a que su madre biológica no estaba con él en cuerpo, ella estaba presente también. Disfrutó el tener a su familia con él, y él los abrazó con tanta fuerza como la que ellos le dieron en aquel momento.

    — No puedo esperar para que hagamos una misión juntos — Ace susurraba al oído de su hijo.

    — Tal vez esperes que tu padre te proteja, pero te aseguro de que tendrás que protegerlo tú a él — Natasha quería aligerar el ambiente.

    — En unos años más, yo también me graduaré, y entonces, los cuatro estaremos peleando juntos en familia — Azel no se quería quedar atrás al decirle unas palabras a Arick.

    — Estaré esperando ese día con muchas ansias, Azel — Arick se sentía muy feliz por el cariño recibido — Juntos, seremos invencibles e inseparables.

    Habiendo dado ya todas las medallas, diplomas, títulos y documentación necesaria para la adquisición de las armaduras, el acto oficial estaba concluido por fin. Aquellos que quisieran quedarse un tiempo más para tomar un poco de comida, tenían la libertad de hacerlo, ya que el patio permanecería abierto durante unos cincuenta minutos. Finalizado el tiempo, todos debían de retirarse, y la comida no vendida o reclamada sería repartida entre los soldados que habían puesto tanto tiempo de sí mismos para poder llevar a cabo ese acto para honrar el compromiso.

    — Antes de apagar el micrófono y darles la libertad para que puedan irse a comer, quiero que demos un último y fuerte aplauso para nuestros diez abanderados — Sargion buscaba que se llevaran una sensación de lo más agradable al acabar la jornada.

    La más intensa pero así también la más breve de las ovaciones de aquel día se dio inmediatamente después de que el militar designado para presidir el acto hubiera dicho esas palabras. Durante treinta segundos, el ruido intenso que se sintió en el patio era casi ensordecedor, pero tan pronto como ese tiempo hubiera transcurrido, ya no había más golpes. Únicamente se escuchaban los murmullos de cadetes ya graduados, soldados y familiares hablando en el lugar.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Hola, amigo. Ya estoy aquí para comentar el segundo capítulo del arranque de esta parte IX, la cual ha empezado muy interesante, colocando en posición las tramas que se van a desarrollar próximamente. No puedo esperar para ver que cosas se vienen, pero antes, toca ir capítulo a capítulo. Así que paso a comentarlo.

    El comienzo ya nos pone en la previa de la ceremonia que premiará a los diez mejores jóvenes militares graduados. Nova y sus padres parecen haber sido los primeros en llegar, y la chica está con un vestido elegante que contrasta inmediatamente con el uniforme de entrenamiento que lleva Ulrik, el cuál llega solo al ser huérfano (y que ni Noak ni Louryth querían acompañarle para no cruzarse con los comandantes). Ambos jóvenes intercambian una breve conversación y posteriormente Ulrik se mantiene al margen, viendo llegar a Winter en compañía de su hermana Valiana, observándolos con rencor. Y bueno, mini repelente haciendo de las suyas. :angrycat:

    Los hermanos Lakor se encuentran con Nova y su familia, y ésta parece ver atractivo a Winter, porque llamarle 'bombón' apenas conoces a alguien... :eyebrow: No sé, a mi me dice eso una piba que acabo de conocer y creo que me quedo loco. Pero más allá de eso, Nova parece interesada en que le cuente cosas de Natasha, al ser, técnicamente, familia de ella el joven Lakor. La conversación termina cuando hacen acto de presencia Airin y Rosary, que está ahí para acompañar a su amiga. Poco después aparecen Jessica e Iker además de Artem, formando una especie de coro donde se ponen a hablar de qué misión creen que les tocará, argumentando que capaz sea el ir a por esos criminales que escaparon de la cárcel. También llega Tyson con su familia.

    Las puertas terminan abriéndose y los jóvenes presentes (acompañantes incluidos) echan un vistazo al lugar, muy decorado y elegante para el inicio de la ceremonia, además de comida para todos. Al poco, los comandantes aparecen junto a sus hijos, quiénes forman parte de esa lista de los diez mejores. Arick, Sky y Kite se suman al encuentro con sus más allegados, contentos de convertirse en soldados profesionales mientras se halagan entre ellos por las posiciones obtenidas, e incluso Arick reta a Winter con el propósito de vencerle en un uno vs uno. Me encanta, puros mini chads Lakor queriendo ver quién de los dos la tiene más grande, HELL YEAH. :vibing:

    Después es cuando da comienzo la ceremonia de graduación, con Sargion siendo el presentador, por así decirlo. Uno a uno, todos los elegidos con el mejor promedio van subiendo ya sea solos, acompañados por amigos o por familia, mientras agradecen a aquellos que han ido con ellos. Qué bonito ver a Thomas subir con Kite o a Arick junto a su familia completa, pero en líneas generales, ha sido hermoso. Me he sentido un poco mal por el mini repelente Ulrik, aunque sea bobo en estos momentos, llegar a una situación así sin nadie que te acompañe debe sentirse bastante triste. :sadexo:

    En definitiva, buen capítulo para exponernos a los diez mejores de la nueva generación, amigo. Deseando ver qué les depara y cómo se desenvuelven juntos en la primera misión. Por lo demás, ojalá el foro se mantenga para que me deje leer toda la parte del tirón sin parones eternos. Hasta la próxima. :/*-*\:
     
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    Agus estresado

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    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
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    6
     
    Palabras:
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    Saludos. Domingo a la noche, hora de publicar el tercer capítulo de esta historia. Estamos avanzando poco a poco en lo que será una parte más breve comparada con la anterior.

    Mientras que no he conseguido actualizar la cronología, sí que tengo la guía de personajes actualizada hasta el capítulo actual con un poco más de info de cada personaje.

    Quiero agradecer como hago siempre a mi gran amigo Manuvalk quien sigue de cerca esta historia. Y me da gusto ver que le está gustando el rumbo que estamos tomando con esta parte hasta ahora, porque falta cada vez menos para que retomemos nuestro ritual de lecturas en simultáneo.

    Sin más para decir, dejo el capítulo.

















    Solicitud de rescate:

    — ¿Qué tal ha ido el primer día de trabajo? — preguntaba Azel a su hermano mayor.

    Arick regresaba a su casa tras haber tenido la oportunidad de ejercer como un soldado graduado por primera vez. Siendo uno de los mejores graduados de la academia, se le daba la oportunidad de apoyar en las actividades que le fueran requeridas, por lo que no había sido presionado para decantarse por Exploración y Rescate o por Defensa Civil y Territorial. Azel, al verlo, no pudo evitar preguntarle qué tal lo había llevado, puesto a que él tenía pensado seguir el mismo camino que él en el futuro.

    — Aburrido, no me han dejado hacer mucho, solo me subí a un vehículo y fui a patrullar — Arick lo decía entusiasmado, pese a lo que expresaban sus palabras — Pero lo que menos me gustó fue el no tener la oportunidad de compartir el día con mis amigos. Nos asignaron a equipos diferentes, tal vez ellos hayan hecho tareas diferentes.

    — ¿No les mandaste mensaje para ver qué fue lo que han realizado? — Azel decía mientras se centraba en su propio teléfono.

    — No sé si han llegado a sus casas, y no quiero distraerlos — Arick notó que su hermano miraba su teléfono — ¿Estás hablando con Hana?

    — Sí, ella dijo que su padre sale de su casa casi a la misma hora todos los días desde hace ya un tiempo — Azel narró, generando intriga en Arick — Está tratando de calcular el tiempo de su llegada, para que pueda juntarse conmigo cuando su padre no esté.

    — Eres atrevido — Arick le daba un cumplido a su hermano.

    — No, solo quiero poder reunirme con mi amiga en paz — Azel lo comentó con mucho enfado acumulado — No quiero volver a ver a Noak. No después de cómo me trató la última vez.

    — Cuando tú y Hana sean mayores de edad, Noak no tendrá nada qué hacer — contestó Arick, desabrochándose el uniforme militar — Bueno, me iré a bañar, te dejaré tranquilo hablando con ella.

    Una vez que Arick se había quitado su ropa de trabajo y la había dejado en el cuarto para lavado, este se dirigió al baño para poder retirarse el resto de prendas y asesarse, esperando alguna noticia de parte de sus amigos, quienes todavía no se habían pronunciado para relatar qué tal les había ido en el día donde sus actividades profesionales iniciaban por fin.

    Azel, por su parte, se quedó hablando con Hana, con quien ya llevaba mucho tiempo sin verse en persona. Los constantes malos tratos de Noak no hacían más que ahuyentar en el chico la idea de no acercarse más a su hija, algo que no podría evitar cuando ambos adolescentes fueran mayores de edad, según las palabras del propio adulto.

    […]

    — Vamos, a Allecreod no lo puede haber tragado la tierra — Zigfried se encontraba protestando nuevamente por el ryfier — ¿Nadie sabe dónde se esconde?

    — No, Zig, lo lamento — Noak habló girando los ojos, demostrándole su malestar — Nadie lo ha visto recientemente. Es como si lo tuvieran escondido.

    Ambos se encontraban en compañía de Louryth, Arnold, muchos soldados y algunos de los integrantes de la banda criminal fundada por los primeros en caer en prisión por homicidio desde que la humanidad había llegado al planeta Edagr. La charla sobre el paradero del ryfier se volvió un tema recurrente en todos ellos, con mucha insistencia por parte del criminal con más sed de sangre, que no podía esperar para salir a alguna misión nueva para enfrentar a los miembros del ejército a los que tenía permitido eliminar.

    — Bueno, dile a tu chico que investigue en dónde se encuentra — Zigfried miró a Noak a los ojos — Nadie sospecha de él, ¿o sí?

    — Zig, él está teniendo su primer día como soldado hoy — Arker, como se hacía llamar, le recordó algo que parecía estar olvidando — No creo que tenga acceso a esa información. Si Allecreod está escondido, te aseguro que él no sabrá donde al final del día.

    — Si no se la dan, entonces tiene que tomarla, no es tan difícil — Zig parecía frustrado — Solo estoy pidiendo por el paradero del único alienígena que vive con nosotros. No puede ser algo tan difícil de saber.

    — Salvo que Allecreod esté lejos del planeta ahora mismo — Louryth sacó una conclusión apresurada — Tal vez por eso nadie sepa dónde está.

    — ¿Y por qué no estaría en el planeta? — Arker no comprendía bien cual podía ser la razón — ¿A dónde se lo iban a llevar?

    — Si ese es el caso, nadie lo sabe, y no será posible reunir esa información pronto — Noak solamente quería que Zig se tranquilizara — Tú descuida, que tan pronto como yo sepa en dónde está, te lo haré saber… Siempre que prometas actuar con cautela.

    — ¿Me han atrapado alguna vez desde que me liberaste? — el criminal lanzó la pregunta.

    — No, que yo sepa no, pero la manera en la que estás manejándote ahora sugiere que podrías cometer algún error — Louryth recordaba una de sus interacciones recientes con él — Lo mejor que podrías hacer es irte mentalizando para cuando tengas la información.

    La discusión se mantuvo durante un minuto, hasta que la reunión fue disuelta. Habiendo finalizado, y sin nuevas piezas de información por parte de los soldados rebeldes del ejército, muchos de los soldados se retiraron para volver a sus casas listos para empezar turnos laborales al día siguiente. Algunos, entre ellos toda la banda criminal, se quedarían en la base de operaciones. No era el caso de Noak y de Louryth, quienes emprendían el camino hacia uno de los vehículos que los conducirían hacia la ciudad, con el rastreador inhibido para evitar cualquier clase de detección que el ejército quisiera lograr.

    — ¿Envías un mensaje a tu hija? — Louryth miraba de reojo como Noak texteaba en su teléfono mientras ella ponía el auto en el camino.

    — Así es, llegaré un poco tarde a casa hoy, y quiero que lo sepa — Noak respondió, enviando el mensaje, y causando algo de intriga en la mujer.

    — ¿Y eso? — Grayhill no sabía de que tuviera algún plan para ese día — ¿A dónde piensas ir?

    — Si no es una molestia, planeo pasar unos minutos en tu casa — una mirada de complicidad se formó en el rostro del soldado.

    La mujer, quien había estado esperando por mucho tiempo para recibir esa clase afirmación por parte de Noak, no pudo evitar sentirse feliz al saber que este estaba deseando lo mismo que ella. Tuvo que pasar mucho tiempo para que Noak, quien le atraía bastante, se atreviera a dar un paso más en la relación de amistad que ambos tenían. Louryth, quien ya se imaginaba como pasaría los primeros minutos tras su llegada a su hogar, pisó el acelerador y avanzó durante un buen tramo del camino a la máxima velocidad para la cual los vehículos edagrianos estaban listos. Noak, siendo consciente de que Louryth realmente estaba impaciente, solamente cerró los ojos y disfrutaba del movimiento del vehículo.

    […]

    — Mi papá ayer regresó muy temprano — Hana decía en voz alta mientras mantenía una llamada de voz — Y hoy ya me avisó que volverá tarde. Creo que lo hace a propósito para que no podamos adivinar a qué hora estará en casa.

    — Es un tipo bastante rápido de mente, si sigue así, no podremos seguir viéndonos — Azel estaba al otro lado — Perdóname, Hana. Quiero verte. Sé que no tienes permitido venir, pero yo… No quiero estar cerca de él. Me mira como si me quisiera muerto.

    Las cosas que salían de la boca de su amigo eran un verdadero dolor para Hana, que nada más podía dejar salir una exhalación. Estaba muy apenada viendo como dos personas a las que ella quería tenían conflictos que evitaban una buena convivencia. Para ella, odiar a su padre después de todo el sacrificio que hacía por ella al mantener su educación y además afrontar el gasto del proyecto PMV era imposible. Pero sus sentimientos hacia quien fue su primer amigo eran innegables, y todo parecía indicar que él y su padre, por cuestiones ajenas a ella e incluso al propio Azel, eran incompatibles.

    — Hana, ¿tú me podrías esperar hasta que ambos seamos mayores? — la pregunta de Azel la sacó de sus pensamientos — Yo… No quiero salir con otras chicas. No de esa manera, quiero decir. Me gusta mucho estar… contigo.

    — Eso quiero, Azel — su amiga le fue sincera — Yo también desearía que las cosas fueran diferentes. Extraño ir a pasear contigo. Extraño muchas cosas. Nada es igual desde que mi mamá y mi hermano ya no están. Los perdí, y mi papá no es el mismo desde aquel día. Hay veces en las que, sin motivo que yo conozca, también pareciera molesto conmigo. Nunca era así.

    — Sé que está enojado por lo que le pasó, créeme, yo también lo estaría si la Sociedad Galáctica me hubiera quitado a mi familia — Azel, pese a ser un adolescente, conocía bastante de empatía — Pero es como digo, fue la Sociedad Galáctica. Él se enfadó con mi papá y con la comandante Fairin. Y ellos no tuvieron la culpa. Hicieron lo que pudieron.

    — Mi papá siente que no fue suficiente para salvar a Cade o a mi mamá — Hana comentaba la postura de su único familiar consigo.

    — Porque lo fue, pero eso es inevitable — Azel empezó a molestarse — Antes de que el ejército se dividiera en dos, mi papá era comandante supremo. Mi hermano Arick fue secuestrado, y al ir a rescatarlo, la madre de Arick perdió la vida. Tu padre se equivoca al pensar que elegir quien vive y quien muere está en manos de ellos. Él fue en esa misión donde la madre de Arick murió.

    — En realidad, creo que no — Hana no sabía muchos detalles, pero estaba segura de que así no se habían dado las cosas — Mi padre muchas veces dijo que sentía arrepentimiento por no haber ido a esa misión. Pero también dice que… que, si hubiera ido, tal vez lo hubieran matado a él.

    — Arick perdió a su mamá, y mi papá perdió a su esposa antes de casarse con mi madre — Azel no podía creer que Noak se hubiera expresado así, más después de haber creído que él participó en esa misión.

    — Azel, lo siento. Yo sé que…

    El ruido de la puerta de la casa abriéndose sacó a Hana de la conversación, puesto a que eso solo podía señalizar que su padre finalmente había regresado. Si bien, hablar con Azel por teléfono no era una prohibición, ella deseaba que su padre no la descubriera. De forma rápida, Hana tuvo que explicarle a su amigo lo que había ocurrido, y ambos cortaron la llamada que estaban teniendo. Antes de dejar el teléfono en una mesita de luz, Hana borró el historial de llamadas para que no quedase evidencia alguna de que ella y su amigo habían estado hablando por teléfono sobre ir a encontrarse en secreto en los tiempos donde su padre no se encontraba en casa. Sin más pruebas que la pudieran delatar, Hana fue a recibir a su padre, feliz de que este ya estuviera en casa otra vez.

    […]

    Era el amanecer del segundo día en el que los mejores graduados de la humanidad estaban ejerciendo labores profesionales como miembros del ejército. Arick, estando en una hora libre, decidió irse a una instalación militar. Una base situada en el centro de Skymning, en donde se encontraría con varios de sus compañeros. Una fila larga de soldados, todos ellos jóvenes, estaban esperando en las afueras de la puerta principal, por un asunto bastante importante a la vez que convocante.

    Permaneció por un minuto mirando la fila hasta que pudo divisar por fin a las personas que estaba buscando. En el centro de la fila, detrás de algunos que se enteraron antes de lo que ocurría o que vivían cerca del lugar, se encontraban cuatro de sus compañeros de graduación. Winter, Airin, Iker y Jessica lo vieron venir a lo lejos, y todos lo saludaron sin falta. Arick no demoró en hacer lo propio.

    — ¿Nerviosos? — preguntó el hijo mayor del comandante Ace.

    — La verdad, no tanto — Airin respondió a la pregunta del chico — Prefiero venir aquí y que nos den el día libre por tener la exposición a la radiación que ir a ese planeta con bestias.

    — ¿Ya sabían sobre Fientlig? — la respuesta de la chica sorprendió a Arick.

    — Esa información la tenían los líderes de todo el mundo — Winter respondió a lo dicho por su primo — Créeme que una parte de mí se quedó con las ganas de subirse a una nave espacial y recorrer el universo hacia el planeta Fientlig para la exposición. Pero otra parte… simplemente está agradecida de evitar a las bestias.

    — Arick, ¿realmente el soldado Xander fue tan importante como para qué este protocolo lleve su nombre? — Iker realizó una pregunta a su amigo — Por lo que recuerdo de los libros que leí, no tuvo logros destacados en la guerra contra los edagrianos. ¿Le pusieron este nombre para honrarlo?

    — En realidad, esta regulación lleva su nombre porque él la propuso — Jessica se anticipó a la respuesta de Arick — Por más que fuera un soldado de Black Meteor, su idea fue aceptada por Zenith.

    — No hay registros de eso en los archivos que teníamos nosotros — Winter era consciente de que nunca lo había escuchado hablar.

    — Es normal, nuestro país ponía más foco en defenderse de posibles invasiones de Zenith o Black Meteor que de partir al espacio — Airin, siendo hija de dos militares de renombre, lo tenía bastante presente — Por eso no teníamos idea de esto.

    — ¿Cómo se sintió cuando tus padres obtuvieron el poder? — Jessica tenía nuevas preguntas — Sé que tú naciste con ese poder al heredarlo de ellos. Pero tus padres tuvieron que obtenerlo por medio de una exposición a la radiación.

    — Ellos dijeron que estaban muy cansados tras la exposición, y mi padre… — Arick se sentía extraño pensando en ello — Dijo que no hay que excederse en los primeros momentos de obtenerlo. Él lo hizo, y le terminó provocando un infarto. Según lo que me dijo, el cuerpo se adapta solo. No hay que presionarlo para eso.

    — Me dan el día libre tras la exposición, puedes apostar a que lo que haré será mirar una película o jugar algún videojuego — Iker parecía tener bien planeada su tarde — Una vez que todos tengamos nuestros poderes, tendríamos que buscarnos un día libre para poder ensayar bien con ellos.

    — Difícil no es, te lo aseguro — Arick habló mientras cargaba un pequeño fragmento de energía de calor, el cual se iba haciendo más grande con el tiempo, para luego liberarlo y dejarlo dispersarse en el aire — No es un arma, es una evolución. El cuerpo humano está preparado para esto. Lo sentirán como si fuera parte de tu propio ADN.

    Sabiendo que su tiempo libre para descansar en el trabajo no era ilimitado, y que él, por haber nacido ya con el poder no tenía forma de justificar su estancia en ese lugar, el joven Lakor se despidió de sus amigos y empezó a marcharse, pasando por la fila para ver si se encontraba con alguno de los otros graduados que habían compartido con él la ceremonia de premiación. Por lo que él sabía, ni Ulrik, ni Nova o Tyson eran herederos del poder, y eso lo llevó a creer que podría encontrarse con alguno de ellos en el camino.

    — ¡Arick Lakor! — una voz lo llamó con entusiasmo, de una chica.

    Arick se sorprendió al ser reconocido por alguien, y trató de poner atención para ver de donde veía la llamada. El chico entonces vio como Nova Breiner, una de las personas que estaba buscando para saludar, le estaba haciendo una señal de que se acercara. Por cortesía, Arick se acercó a ella, sorprendido de que ella lo hubiera reconocido antes. Al momento de acercarse, Nova le miraba con una sonrisa.

    — ¿Cómo estás? — con educación, la chica extendió su mano para saludarlo — Entiendo que tú tienes el poder.

    — Buenas tardes, Nova — Arick aceptó el saludo — Lo tengo, tienes razón.

    — Entonces has venido aquí porque querías ver a alguien — Nova dejaba salir un poco de risa — ¿Tenías deseos de verme?

    El mayor de los hijos de Ace se asombraba un poco al ver la manera en la que Nova colocaba una de sus manos cerca de sus pechos al hablar con él, llegando a creer que intentaba llamar su atención de alguna manera. Eligió ignorar ese lenguaje corporal y simplemente contestar la pregunta de la chica.

    — Vine a ver a mis amigos, pero tenía curiosidad por ver si tú, Ulrik o Tyson también estaban aquí — el chico optó por ser sincero — Dime, ¿preferías haber ido a Fientlig a exponerte a la radiación para obtener el poder?

    — Salir del planeta me suena a una misión de exploración — Nova contestó algo que le dejó confundido — Eso significaba que el comandante Ace o la subcomandante Natasha habrían dirigido la misión. Y tal vez habría tenido la oportunidad de hablar con ella.

    — No lo hiciste durante la premiación — Arick recordó que ella y su madre ni siquiera interactuaron.

    — Porque no quería parecer una irrespetuosa con ella, menos estando con su familia — Nova contestó con la verdad — Pero realmente quisiera tener una oportunidad de conocerla y hablar con ella. Tú eres su hijo. ¿Podrías hacerme esa clase de favor?

    Arick notaba como ella seguía moviendo su mano cerca de sus pechos, como si quisiera persuadirlo de esa forma de cumplir sus anhelos de tener una charla con su madre. Estaba un poco nervioso. Si bien, sabía que Sky no estaba en el lugar para ver esa escena, no le gustaba ser visto en público y con una chica insinuándose de esa manera. No buscaba ser descortés, pero tampoco le gustaba la idea de dejarse presionar así.

    — Yo solamente acompaño a mi mamá y a mi papá a la base en donde nos asignan las misiones — Arick no mentía al dar esa información — Pero hasta el momento, no se me dio la oportunidad de trabajar junto a ellos. No sé qué tanto podría hacer por ti en ese sentido.

    — Lo que sea que puedas decirme, dímelo, yo me encargaré del resto — Nova le guiñó el ojo — Te lo compensaré como quieras, es un gran favor el que me estarías haciendo.

    Buscando acabar esa conversación allí mismo, Arick se despidió de la chica y se apartó listo para regresar a trabajar. A medida que el soldado se alejaba de la última en la fila, otro se estaba acercando al sitio. Ulrik Mardh lo veía apartarse, y tan pronto como lo reconoció, aminoró la marcha para asegurarse no ser visto hasta que el chico desapareciera de su vista. El recuerdo de una charla que había tenido con el padre del primer lugar en la lista de mejores diez graduados no le hizo agradable el haber tenido que aparecer en ese sitio.

    ¿Ulrik? — la voz de Ace fue lo que el chico reconoció, de aquellas veces que lo había escuchado hablar ya fuera en vivo o mirando algún video suyo.

    Ulrik, quien solamente estaba en la fila de la mesa dulce el día de la graduación esperando para poder llevarse algo de comida para irse del sitio, tuvo que darse vuelta sabiendo que mostrarse descortés no sería bueno para la imagen que debía dar, por más que debiera tener que sacar sus modales para aquellos a quienes despreciaba. Ulrik se dio la vuelta, y estuvo cara a cara con aquel que lideraba la misión para rescatar a sus padres, y quien había regresado a casa salvando a familiares de sangre junto con muchas otras personas entre las que sus dos padres no estaban.

    Hola, comandante — se sintió un poco asqueado al forzarse a decir eso.

    Solo quiero felicitarte por lo que has logrado, eres un ejemplo de superación — Ace lo decía como si estuviera orgulloso de él — Lamento mucho que las cosas en la misión hayan salido mal, y no haber podido salvar a tus padres. Espero nunca tengas que pasar por eso.

    Yo tampoco, no es agradable no poder salvar a la gente que fue de mucha utilidad para la humanidad en sus empleos — Ulrik lo decía casi como si fuera un reproche.

    Tu padre nos ayudó más que solo desempeñándose como un ingeniero — Ace quería compartir algo especial con él — Él escribió un libro. Cuando los detractores que ahora están pudriéndose en la cárcel estaban libres, no hacían más que arrojarnos mierda. Tu padre nos ayudó a responder. Una de sus obras solo manchaba la memoria de dos de mis preciados compañeros que ahora ya no están. Tu padre les respondió, dando la cara por nosotros. Y eso no lo olvidaré nunca. Por eso quiero decirte que, si necesitas algo, no dudes en pedirlo. Haré lo posible para que tu experiencia en el ejército sea diferente a la mía.

    Ulrik jamás había leído ese libro escrito por su padre cuando este estaba vivo. El propio Nick le sugirió cumplir la mayoría de edad antes de tomarlo como una lectura, pero antes de que ese tiempo llegara, Ulrik se convirtió en un huérfano al perder a ambas figuras paternas. Culpando al ejército tras su conversación con Noak, el chico optó por jamás leer ese libro, o por lo menos, no hacerlo hasta que las figuras de poder que habían causado las tragedias en su vida estuvieran fuera de la ecuación. No era de su agrado tener que cruzar palabra con ninguno, pero siendo que ahora él integraba el ejército, sería inevitable en la mayoría de las ocasiones.

    Una vez se sintió a gusto, se metió en la fila para esperar su turno de recibir la exposición a la radiación y así obtener un poder que solo aquellos hijos de militares que habían luchado en la guerra contra los edagrianos poseían. Nada más llegó, logró reconocer allí a su compañera Nova, quien no parecía darse cuenta de su presencia, dado a que estaba mirando al frente. Ulrik aprovechó el momento para mirarla bien, antes de tocar su hombro para llamar su atención. Nova se volteó, y lo saludó cuando lo pudo ver.

    — Hola, Ulrik — saludó con una sonrisa al verlo — Veo que tú también has venido a esta hora. ¿Quieres tener el mayor tiempo libre posible?

    — Realmente, quería hacer esto pronto para tener el lujo de entrenar con el poder lo más que pueda — Ulrik no quería sentirse en desventaja — Los hijos de los comandantes nacieron con este poder. Una vez que yo también lo tenga, la ventaja injusta que tienen sobre mí se habrá ido, tendré el lugar que me corresponde.

    — ¿Qué es el lugar que te corresponde? — Nova se sentía curiosa con esa afirmación.

    — Soy el mejor peleador de los diez graduados, pero me quedé en el último lugar porque mis notas en materias teóricas o de práctica no militar no fueron muy altas — Ulrik lo decía con amargura — Una vez que tenga el poder que tienen ellos, me aseguraré de dejarles en claro que el mejor peleador soy yo.

    — ¿Qué te hace pensar que yo no haré lo mismo? — Nova lo desafiaba — Me quedé en tercer lugar, pero quiero aspirar a ser la mejor. No pienso dejar que este sea mi techo.

    — Será una competencia entre ambos para ver quien lo consigue primero, entonces — Ulrik sonreía, pero no con la intención de seguir el juego de la chica.

    Mientras esperaban por su turno para ingresar a la instalación en donde se encontraban las muestras de radiación, Ulrik tomó su dispositivo móvil, dispuesto a escribirle a uno de los encargados de manejar la tecnología del grupo de soldados rebeldes que buscaban desestabilizar a los militares. Mirando atentamente a Nova para asegurarse que no lo viera enviando el mensaje, se dirigió a quien era su compañero y le pidió un favor que para él era importante.

    […]

    En el hangar en donde se encontraban las cuatro naves espaciales que la humanidad tenía a su disposición para realizar los viajes espaciales, se había instalado una base de operaciones junto con un habitáculo pequeño para permitir a muchos soldados que trabajasen en el sitio pasar las noches allí si es que vivían demasiado lejos y terminaban sus trabajos a una hora muy tardía, si es que allí preferían dormir.

    La base de operaciones estaba siendo ocupada en ese mismo momento por Thomas, Gwyn, Allecreod, y los hijos de la pareja de humanos. A la comandante de la humanidad le parecía una buena idea mostrarles a sus hijos, en sus nuevos roles de soldados, el funcionamiento de aquella estación de trabajo, y vio como una oportunidad única ese día, puesto a que marcaba el regreso de Allecreod a Edagr tras la misión de recuperar muestras de radiación para que los soldados recientemente graduados pudieran exponerse a ellas sin tener que dirigirse al planeta Fientlig a correr peligro.

    El ryfier, quien llevaba ya unos días viviendo en ese sitio, convirtiéndolo casi en su hogar en los días en los que se preparaba para llevar a cabo la misión de partir por muestras de radiación, le estaba enseñando a Sky y Kite cómo funcionaban los comandos principales que dirigían el hangar y conectaban los equipos con el resto de las bases en el planeta.

    — Si algún día un intruso o personal no autorizado llega hasta el hangar, este comando bloqueará las entradas — Allecreod les mostraba como ejecutarlo en una consola — De esta manera, no podrá tener acceso a las naves. Y nos ahorraremos más tragedias.

    Sky sabía que estaba haciendo referencia a aquel episodio que ella tuvo que vivir cuando apenas era una bebé de menos de dos años, siendo secuestrada por habitantes de Hael Arunyn y llevada, junto con Arick y otros niños, al planeta en el que la madre de su novio acabó por perder la vida. Mientras que para Kite, esa tragedia no fue muy personal, Sky lo sentía como algo importante, por lo que mantuvo su atención siempre fija en lo que el ryfier hacía.

    — ¿Y también alerta a los soldados cercanos? — fue la pregunta que tuvo la soldado.

    — Por eso es importante que sus armaduras tengan el rastreador siempre encendido — el ryfier estaba asombrado con la creatividad de la chica al preguntar — El sistema tiene que hacer cálculos para determinar quienes son los cien más cercanos, y enviar alertas para que acudan de inmediato a detener a los intrusos.

    — ¿Eso soldados que causan problemas alguna vez intentaron meterse con el hangar o con las naves? — Kite sentía algo de curiosidad — Quiero decir, si ese es el caso, podría ser que los criminales alguna vez habrían aparecido en este sitio.

    — Nunca lo hicieron, y de seguro no lo harán — Allecreod se vía confiado al respecto.

    — Kite, piensa que, si una emergencia llega a ocurrir y una evacuación fuera necesaria…

    — No se puede evacuar sin las naves — Kite interrumpió a su padre en su razonamiento — Porque ellos están ocultos en el anonimato, y saben que hasta que no sean descubiertos, tienen la oportunidad de huir.

    — Los soldados pueden ser miserables al ponerse en contra de nosotros — Gwyn respondió a lo dicho por el chico — Pero no son tan estúpidos como para dispararse gratuitamente en el pie. Mucho menos son tan egoístas para arruinar la oportunidad de escape de los demás.

    — ¿Cuánto tiempo creen que pase hasta su siguiente ataque? — Sky quería conocer la opinión de sus padres al respecto.

    — Llevamos tiempo manteniéndolos a raya, por más que nos sea imposible detectar más traidores entre los nuestros — Thomas buscaba tranquilizar a su hija — Así que tal vez no sea necesario que te preocupes por ellos. Tal vez incluso nos sea posible lidiar con ellos en un día que tú y tu hermano tengan libre. Como mañana, cuando vayas a exponerte a la radiación y obtener tus poderes.

    — Si tuviéramos a Xorxaik, estoy seguro de que los habríamos atrapado hace mucho tiempo — Kite recordaba los relatos referidos a ese robot que trabajaba colaborando con ellos.

    — Es justamente el no tenerlo lo que ha provocado que ellos empezaran a actuar en nuestra contra — Allecreod daba una visión sombría de su estado actual — No se atreverían a ir contra nosotros si fuera el caso. Por desgracia, en este planeta no tenemos los recursos para que yo pueda ayudar en la construcción de uno nuevo. Los materiales en este mundo no sirven para construir un robot que tenga la movilidad de Xorxaik.

    — ¿Qué pasaría si lo intentaras? — Sky sentía esa curiosidad — ¿Cómo resultaría?

    — Sería un robot poco maleable, y no sería capaz de luchar como lo hacía él — Allecreod lo nombraba como si fuera un ser vivo — Quizá eso también lo sepan nuestros enemigos.

    — ¿Y no hay forma de buscar esos materiales en otro mundo? — Sky quería conocer el por qué de no haberlo intentado — Tal vez si no es en un mundo conocido, podría ser en alguno cercano. El ejército tiene una división centrada en la exploración y el rescate. Pero ahora mismo, no es necesario realizar rescates. ¿Por qué no partir en una misión de exploración a otros mundos para ver qué es lo que encontramos?

    La pregunta dicha por Sky llenó de asombro a Kite, quien no había llegado a pensar en esa posibilidad. No era el mismo caso para con Allecreod y los padres de Sky, quienes supieron que mandar a un escuadrón a explorar a ciegas sería contraproducente sin tener información disponible de otros mundos para usar como guía. Lo más cercano que tenían eran los archivos de Hark, pero no querían confiar sus vidas a las investigaciones de un edagriano, mucho menos cuando muchos de sus archivos marcaban a la Tierra como un planeta en recuperación y sin presencia humana desde el momento en que la Gran Catástrofe hubiera caído en el mundo.

    Antes de que alguien pudiera contestar a la pregunta dicha por la soldado graduada hace poco tiempo, una llamada de la base central de operaciones de parte de la subcomandante Natasha Zafiro se hizo presente en el sitio. Allecreod, en una reacción rápida, aceptó el llamado, y fue allí donde en una de las pantallas se veía la imagen de la segunda al mando de la división ER, siendo ella también capaz de verlos a ellos.

    — Gwyn, Thomas, ¿tienen disponibilidad para venir aquí? — Natasha notó que Allecreod estaba allí — Allecreod, ¿has descansado lo suficiente tras tu regreso cómo para venir también?

    — Nosotros dos tenemos disponibilidad, ¿qué es lo que ocurre? — Thomas habló por él y su pareja.

    — Yo digo lo mismo, me vendría bien salir de aquí un tiempo — el ryfier no se perdería la oportunidad de una reunión con los líderes.

    — Veo que sus hijos están allí con ustedes, me gustaría que se retiraran antes de explicarles la situación — Natasha no buscaba sonar grosera — Me disculparán, pero es algo que los comandantes debemos tener bien discutido antes de que alguien más tenga acceso a esta información. Solo Ace y yo lo sabemos hasta ahora.

    — Bueno, amores míos, creo que tienen que retirarse — Gwyn miraba a los chicos con una sonrisa, para que no se mostraran desanimados ante la situación — Siento que tengamos que dejarlos fuera, pero entenderán que esto es importante.

    — Descuida, mamá, así lo vemos también — Kite estaba decidido a obedecer — Nos iremos de inmediato a buscar algo más qué hacer.

    — Podríamos quedarnos fuera para asegurar que nadie los interrumpa — Sky tenía una propuesta para sus padres y líderes.

    — Me parece bien, sería un gran favor para nosotros — Thomas estaba feliz al verlos aceptar de forma tan positiva ese pedido para mantenerse alejados mientras discutían con Natasha.

    Habiendo acordado lo que harían mientras sus padres mantenían una importante reunión en secreto con la segunda al mando de ER y con el ryfier que les daba asistencia en el liderazgo del ejército, los jóvenes Delleo se retiraron, cerrando la puerta con fuerza, y haciendo el ruido suficiente al caminar para que sus padres tuvieran la certeza de que no se quedarían a espiar la conversación. Cuando ya solamente quedaron Thomas, Gwyn y Allecreod, Natasha retomó la conversación de donde la había dejado.

    — ¿Qué es tan urgente? — Gwyn necesitaba saberlo, puesto a que Natasha se mostraba con una expresión seria.

    — No lo veo como algo urgente, pero sí como algo que tratar — Natasha estaba lista para mostrarlo — Escuchen este mensaje que una de nuestras máquinas ha captado. Se enviará por un canal seguro, pero solo una vez, no quiero intrusos escuchándolo. Si quieren volver a oírlo, grábenlo en sus móviles, porque solo lo volveré a reproducir cuando estén todos aquí.

    Sin entender la importancia detrás de las palabras de la subcomandante, todos estuvieron atentos para ver de qué se trataba aquel mensaje que supuestamente fue interceptado por una de sus máquinas. Natasha había omitido un detalle importante que les hizo creer que el mensaje tenía origen en su propio mundo, teniendo su origen en un sitio que pudiese ser una base de operaciones de los soldados rebeldes. Sin embargo… las cosas eran diferentes a lo que habían imaginado.

    — “Por favor, espero que este mensaje llegue a oídos de otros fuera de este mundo” — quien hablaba del otro lado parecía estar desesperado — “Me he perdido en este planeta horrible mientras estaba en un reconocimiento. Mi nave se averió y caí en este sitio, sin los medios para poder siquiera comunicarme con mi gente y hacerles saber que estoy bien. Por favor, necesito que alguien me salve antes de que acabe perdiendo la vida en este lugar. Los míos no podrán encontrarme si no pueden detectar mi posición, pero me es imposible alcanzarlos para pedirles ayuda. Por eso debo pedírsela a cualquiera que esté escuchando. Prometo una buena recompensa para aquellos que me ayuden a regresar mi hogar. Dreim es un ser conocido por su enorme generosidad y su desinteresado corazón. Sálvenme de una muerte cruel e innecesaria en este mundo, y les juro que, si no consigo que Dreim acepte formar una alianza con ustedes, al menos los enviaré de regreso a casa con las manos llenas de los metales más finos que nuestro mundo puede ofrecerles. Sé que es un pedido audaz, pero suplico se den prisa. Mi destino ya no está en mis manos. Estoy a la espera de que un alma compasiva me salve de que este planeta sea mi tumba”.
     
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  6.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Hola, amigo. Me pone muy contento que hayamos tenido una lectura en simultáneo tras varios meses sin hacerlo. Y con el foro activo, cosa que se agradece porque uno nunca sabe cuándo volverá a caerse... En fin, gran capítulo el cual voy a comentar por partes, sobre lo más destacado para mi. :\*u*/:

    El inicio nos muestra a Arick regresando a casa tras su primer día como soldado profesional, siendo recibido por su hermano menor. Azel le pregunta que tal ha ido y Arick menciona que solo ha patrullado y ya, pensativo por ver qué otras tareas han realizado sus amigos y compañeros. Azel, al parecer, está chateando con Hana, quién está tratando de ver en qué momento puede aprovechar para verlo sin que Noak esté disponible. Y personalmente, que ganas tengo de que crezcan y el repelente no pueda quejarse. :ewww:

    Luego pasamos a ver como Zig insiste en querer matar a Allecreod y en descubrir su paradero, pero Noak ya le advierte que deberá esperar y que se lo tome con calma, algo que no parece gustar al criminal. Tras su marcha, Noak y Louryth deciden irse de camino a casa de esta, pues al parecer, Noak está dispuesto a dar un paso más en su "relación amistosa" con la mujer. Resumen: Noak quiere volver a ponerla y Louryth está deseando que él se la ponga. Ella pone la cerradura y él la llave. :yagami:

    Acto seguido pasamos a una escena en la que Azel y Hana están hablando por teléfono, lamentándose de no poder verse por culpa de Noak e incluso pensando en esperarse hasta la mayoría de edad. Ay, son tan tiernos... :nice: Ojalá estén juntos, lo merecen. Pese a que la conversación conlleva a mostrar sus diferentes posturas, ambos jóvenes se quieren y tienen decidido encontrar el modo de seguir manteniéndose en contacto.

    Después, vemos que Arick se acerca al lugar en el que van a exponer a los soldados jóvenes (que no nacieron con el poder de la energía) a la radiación, para así darles esa ventaja. Arick se encuentra con algunos de sus amigos como Winter, Airin, Iker y Jessica, quiénes se preguntan porqué a ese proceso se le llama 'protocolo Xander'. Tras estar un rato con ellos, el joven Lakor se dispone a ver si hay algún compañero más, encontrándose con una Nova que casi se le insinúa sexualmente con tal de pedirle el favor de conocer a Natasha :riko:. No me jodas, amigo, esta tipa hará lo que sea con tal de ver a Natasha y nada le gustaría más que entrar en la familia. Esto a Sky y Airin no les va a gustar... :shani: Pero bueno, aparte de eso, cuando Arick se va, Ulrik aparece y saluda a Nova solo para decirle que una vez tenga el poder de la energía, demostrará que es el mejor de los diez, algo que Nova también quiere demostrar, generando una competitividad entre los dos.

    Finalmente, nos encontramos con Allecreod, Gwyn, Thomas, Sky y Kite en una especie de base externa donde el ryfier les está explicando a los dos jóvenes el funcionamiento de dicho lugar, momento en el que reciben un mensaje de Natasha adjuntando una grabación que resulta ser una solicitud de rescate con un mensaje en el que un explorador (alienígena supongo :astronauta:) pide ayuda a cambio de dar una gran recompensa a quién le salve del mundo en el que ha caído, el cual parece ser peligroso. Y bueno, amigo, tengo mucha curiosidad por ver quién es este tipo, su raza, sus motivos de exploración y qué recompensa habrá si se le rescata. Sea como sea, estoy seguro de que lo iremos viendo a lo largo de esta parte.

    En definitiva, buen capítulo con final intrigante. Nos vemos en la siguiente, ha sido un placer regresar a hacer una leída en simultáneo. Cuídate. :/*-*\:
     
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  7. Threadmarks: El viaje que cambiará sus vidas – Parte 1
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    Título:
    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Ciencia Ficción
    Total de capítulos:
    6
     
    Palabras:
    5605
    Saludos a todos. La costumbre de publicar los domingos durante la noche regresa.

    Quiero agradecer, como hago cada semana, a mi gran amigo Manuvalk a quien agradezco por su presencia y participación en esta historia. Me da gusto ver que disfruta de lo que acontece en los primeros capítulos de la historia. Y espero que los que sigan sean de su agrado. Estamos entrando ya en lo que serían los últimos de los capítulos que se dividen en dos ante su longitud. De hecho, este y el que sigue serán los últimos en llevar un "parte 1" y "parte 2" en el título, y luego vendrán más capítulos separados lo cual marca ya el final de esta práctica. Significa que vamos acercándonos cada vez más al inevitable futuro final de la historia.

    Por cierto, aclarar que la cronología ha sido actualizada hasta el capítulo anterior. Tan pronto acabe mis estudios me encargaré de dejarla a mano con los sucesos actuales, pero ya me voy acercando.

    Sin más para decir, les dejo el capítulo.













    El viaje que cambiará sus vidas – Parte 1:

    No pasó mucho tiempo hasta que Gwyn, Thomas y Allecreod ya estaban reunidos en la sala central del ejército en compañía de Ace y Natasha. Los cuatro líderes del ejército ya tenían todo listo para debatir sobre qué hacer con la grabación que habían logrado captar con sus sistemas de computación. Aprovecharían la experiencia de uno de sus consejeros más fieles para aportar a la reunión, pero la decisión final la tomarían los humanos.

    — Este mensaje significa muchas cosas, pero la más urgente para nosotros es evidente — Thomas lo pensaba con algo de preocupación — Están a la distancia suficiente como para alcanzar nuestro planeta. Incluso con tecnología averiada, según lo que dijo el mensaje.

    — Para mí, la mayor de nuestras preocupaciones debería ser Dreim — Natasha recordaba el nombre, tras haber escuchado el mensaje más de una vez — Lo describe como un ser generoso. Pero está más que claro que solo dice esas cosas para atraer a incautos. Podría ser una trampa.

    — No tenemos idea de quién está del otro lado, ese sujeto estaba más interesado en darnos el nombre de su líder antes que el suyo propio — Ace estaba en sintonía con su esposa — Todos en esta habitación tenemos que asumir que es una trampa hasta que se demuestre lo contrario.

    — Parte de mí quiere creer que es un mensaje genuino, tal y como el que mandaron los xaromitantes el día que nos conocimos en la Tierra — Gwyn no olvidaba aquel momento lejano en años — Pero la experiencia con la Sociedad Galáctica, más el encuentro con los habitantes de Hael Arunyn me tiene desconfiada sobre los alienígenas. Sé que quizá no debería ser así, pero no puedo evitarlo.

    — No puedes culparte por eso — Allecreod la miró, haciéndole ver que estaba en lo correcto — No sé incluso por qué ustedes están asumiendo que ese tipo “Dreim” es real. Podría incluso no existir.

    — Sea como sea, una cosa está clara — Ace retomó la palabra — Hay que ir a investigar a ese planeta y descubrir de qué se trata todo esto. Incluso si todo lo que dice ese mensaje es mentira, incluso si Dreim e incluso la voz que habló no existen, alguien debe haberlo fabricado todo. Y ese alguien está cerca. No estaré tranquilo hasta asegurarme de que no conocen la ubicación de nuestro mundo. Tal vez incluso la conozcan, y hayan fracasado al intentar llegar hasta aquí.

    — ¿Sugieres que tendríamos que ir a ese planeta y ver si quien envió el mensaje sabe de nosotros? — Gwyn preguntó a quien tenía un nivel de autoridad en línea con el suyo.

    — Hay que definir bien cómo proceder según la situación que nos podamos encontrar — Ace creía que antes de seguir, tenían que arreglar ese asunto — Si Dreim es real, y es tal cual lo dice la persona que envió el mensaje, tendríamos que cobrar esa recompensa que menciona.

    — Nos podrían servir esos metales para que yo construya un nuevo Xorxaik — Allecreod lo veía como una ventaja — Suponiendo que todo es real y que esa cantidad “generosa” sea realmente generosa.

    — ¿Y si Dreim es una farsa o un loco de poder? — Thomas quería conocer el curso de acción a tomar.

    — Mataremos al mensajero, averiguaremos en qué planeta viven los que plantearon esa trampa y luego nos prepararemos para defendernos — Natasha lo veía como lo más lógico.

    — La actuación que tuvimos cuando la Sociedad Galáctica atacó es la prueba de que sabemos defendernos.

    Gwyn se tomó personal el comentario de Natasha, y decidió hablar en defensa de los soldados que se quedaron a pelear para defender su hogar cuando la pareja de comandantes de ER se encontraba en una misión. Cierto era que el apoyo de la fuerza policial les hizo falta, y que incluso así tuvieron una gran cantidad de bajas en sus filas, tanto de guerreros como de civiles. Pero los invasores fueron expulsados, aun con la desventaja de luchar sin comunicaciones.

    Natasha, quien colaboró en esa lucha, estaba consciente de los riesgos que corrieron, y en las mejoras que se hicieron en el sistema militar desde ese entonces. Con un gesto rápido, se disculpó por aquel comentario. Ace, notando lo dicho por su compañera, decidió partir desde su idea.

    — ¿Por qué esperar hasta que la defensa sea algo necesario? — Ace creía que podían avanzar todavía más lejos — Si esto es una trampa, tenemos que hacer lo que sea necesario para desactivarla.

    — ¿Y eso consiste en encontrar el planeta en el cual viven los seres que están haciendo esto? — Thomas ya veía venir por donde iba a ser el camino.

    — Si nunca hubiéramos encontrado las respuestas a la Gran Catástrofe, quizá un grupo como el nuestro se habría topado con este mensaje — el comandante de ER recordaba aquellos años — La curiosidad nos habría motivado a buscar a este ser solo para tratar de sacarle algo de información. Que tengamos ya resuelto nuestro misterio no quiere decir que debamos ignorar los acontecimientos que ocurran fuera de este mundo.

    — Estoy de acuerdo con Ace — Gwyn lo veía como la mejor medida — Explorar, verificar, y luego de eso, actuar. Solo queda decidir quién irá en esta misión.

    — Es bastante obvio quienes van a ir — Ace lo dijo, ganándose la atención de todos los presentes — Tenemos a diez abanderados listos para una misión así.

    — ¿Tú estás seguro de que quieres enviar a nuestros hijos a explorar? — Thomas se lo cuestionaba bastante.

    — Hoy estás cuestionando muchas cosas, Thomas, ¿qué ocurre? — Allecreod notó ese aspecto.

    — Esto es serio, Allecreod — el humano miró a su amigo ryfier a la cara — Estamos hablando de enviar a nuestros hijos a un territorio desconocido.

    — Nosotros también partimos hacia territorio desconocido, aquel día, Thomas — Ace quería que su compañero no lo olvidara — Luego de que Zion, Wagner y el resto de su escuadra salieran de la Tierra, nosotros abordamos la segunda nave. Sin siquiera saber a dónde debíamos partir. Ahora, estaremos enviando a nuestros hijos a un planeta del cual obtendremos las coordenadas muy pronto. Y si algo malo llega a ocurrir, yo mismo iré a rescatarlos si hace falta.

    — Seleccionarás a un equipo de rescate antes de que les notifiquemos que ellos van a partir — Gwyn se lo dejó muy claro — Tú solo enviarás a Arick. Nosotros le estaríamos diciendo adiós a nuestros dos hijos.

    — Mi primo Winter también va a ir — Ace sabía que no sería una comparación justa — Pero si te deja más tranquila, también enviaremos a Allecreod con el equipo.

    Todas las miradas se posaron instantáneamente sobre el único ryfier, tanto en esa habitación como en el resto del planeta. Él sabía que era una solicitud a la cual no se podría negar, y que el comandante Lakor quería que su experiencia le fuera de utilidad a los soldados. Recordando sus historias de guerra, Ace le mencionó varias veces que Zion, uno de los comandantes a quien no tuvo la fortuna de conocer, formó un equipo de tan solo cuatro reclutas en compañía de un general xaromitante. Pudo percibir que Ace esperaba lo mismo de él, y estaba dispuesto a aceptar la misión.

    — No me negaré, no puedo… y, a decir verdad, tampoco quiero — la curiosidad invadía un poco al ryfier — Yo iré con gusto.

    — Pero no podemos mandar a los diez abanderados solo acompañados por él — Thomas quería que tuvieran a alguien de confianza — Ellos esperan la instrucción de alguien que tenga su historia en la milicia.

    — Bueno, ya que a Ace lo cargaron con la responsabilidad de formar el equipo de rescate, eso significa que la indicada seré yo — Natasha se ofrecía, notando que su rol lo exigía — Sé que todos confían en mí, y que los soldados me ven como una de las caras visibles del ejército. Sería mejor para su moral que yo los acompañe.

    — ¿Segura, amor? — Ace quería saber si ella realmente estaba de acuerdo — Si no lo deseas, puedo hacer una investigación y nombrar a alguien más.

    — Creo que es una buena oportunidad para ver qué tal me desempeño en mi trabajo, tú ya lo hiciste cuando fuiste al planeta Tralio — Natasha tomó la mano de su esposo — Además, no estoy asustada. Porque sé que, si fuera a hacer falta, tú vendrías corriendo a rescatarnos.

    Las miradas de complicidad que intercambiaron ambos comandantes llenaron de alegría y de inspiración a todos los demás en la sala, especialmente a Thomas y a Gwyn, quienes no estarían presentes en la nave con ninguno de sus dos hijos. A diferencia de las veces en que ellos eran menores de edad, les tocaría a sus herederos ser los participantes de la misión, mientras que ellos se quedaban atrás. Sin dudar por un solo segundo que estarían dispuestos a colaborar si hiciera falta para poder rescatarlos.

    — Entonces está decidido, tan pronto como tengamos la ubicación de este mundo, ellos partirán — Gwyn creyó que sería buen momento para realizar algunos preparativos.

    — Hay tiempo para eso, pero ya les podemos ir narrando de qué se trata la misión esta misma noche — Thomas pensaba en aprovechar el tiempo — Después de todo, cuando nosotros partimos al espacio, sabíamos que era cuestión de tiempo a que ese día llegara.

    […]

    — Entonces, ¿me voy a quedar solo con papá? — Azel preguntó, mirando a su madre y a su hermano con tristeza.

    La familia de los comandantes de la división ER no perdió el tiempo, y a la hora de la cena, ellos dos les comunicaron a sus hijos que Arick y Natasha formarían parte de una misión. Para Arick la noticia era emocionante, ya que, después de tantos años, podría volver a subirse a una nave espacial. Con la diferencia de que no tendría que comportarse como un invitado, sino que sería uno de los partícipes de la misión que involucraba. Azel se veía más afectado. No le agradaba la idea de quedarse de nuevo con su familia dividida, por más que esa ocasión fuera a estar acompañado por su padre.

    — ¿Es necesario que te vayas, mamá? — Azel no quería pensar en la idea.

    — Azel, ¿acaso tienes miedo? — Ace buscaba motivarlo y no hacerlo sentir mal — Esta vez estoy contigo. La vez anterior, tú quedaste solo.

    — Pero la vez anterior ustedes se iban a rescatar a la tía Alicia, a Sky, a Gina y a Hana — Azel lo veía diferente — Ahora no rescatarán a nadie. Solo van a explorar.

    — Hijo, esto es lo que conlleva ser soldado — Natasha apoyó su mano en su hombro — Hemos tenido una vida tranquila gracias a nuestros esfuerzos, y esta misión que tenemos qué hacer es para asegurarnos de que nuestra vida seguirá siendo tranquila.

    — ¿Recuerdas los actos militares cuando eras pequeño? — Ace le preguntó de forma suave.

    — Sí, ustedes saludaban a la gente, y ellos les aplaudían — su hijo lo tenía fresco en su memoria.

    — Ser soldado implica más que solo recibir ovaciones, hermano — Arick habló como si tuviera años de experiencia a sus espaldas — Yo vi a mamá y papá preparándose para enfrentar los peligros cuando los acompañé a rescatar a los humanos secuestrados. Esa es la vida militar.

    — Desde siempre fue así, por lo menos, en mi época — Natasha se lo quería hacer entender — Cuando tenía la edad de Arick, dejé la casa de mi mamá y mi papá para ir a una misión. Ahora, me toca dejarte a ti atrás. Pero estoy preparada para luchar contra cualquier cosa que esté ahí afuera.

    — ¿Volverás? — Azel quería que la respuesta fuera sí.

    — Nada me alejará de mi angelito — la mujer abrazó a su hijo.

    Pese a ser un adolescente, Azel casi nunca se ponía en contra de los deseos de sus padres. Entendía que estos querían lo mejor para él, incluso si eso implicaba el marcharse en las misiones. Sin darle importancia al hecho de que la comida en su plato podría enfriarse, el más joven de los Lakor se levantó de su silla y abrazó a su madre de forma cariñosa. Arick, sabiendo que a él también le tocaba hacerlo, se levantó y participó de aquel abrazo para que su hermano no estuviera triste.

    — Te traeré un recuerdo de cada planeta que pise mientras lleve esta misión — Arick buscaba que él estuviera feliz por él.

    — Está bien, haré espacio para ponerlo en mi cuarto — Azel se reía mientras lo abrazaban.

    Ace eligió permanecer ajeno a esa escena. El comandante de Exploración y Rescate estuvo contemplando con felicidad como su familia estaba muy unida. Estuvo a punto de levantarse para participar también en el abrazo, pero una sensación dentro de él lo detuvo. Con algo de preocupación, Ace miró al techo, como si estuviera buscando una respuesta a una inquietud interna.

    […]

    — Apenas hoy te conseguiste el poder — Valiana miraba a Winter descansando en su cama.

    — Lo sé, ¿no es emocionante? — Winter, algo cansado por la reacción de su cuerpo a una exposición a la radiación de los meteoritos, no ocultaba sus ansias para participar en esa misión.

    — Para ti, tal vez — su hermana mayor se sentó en el borde de su cama — Yo voy a estar muerta de miedo esperando a qué regreses. Papá…

    — Habría deseado venir conmigo.

    Ambos hermanos intercambiaron una mirada donde se podía apreciar la nostalgia en cada uno de ellos. Los jóvenes hijos de los ya fallecidos Vitali y Fenya recordaban con tristeza a sus padres. Si no se les hubiera arrebatado la vida, Valiana podría distraerse con sus prácticas de medicina en compañía de su madre. Además, ambos contarían con la tranquilidad de saber que su padre estaría allí junto a Winter. Sabían que la comandante Natasha los acompañaría, y eso era algo que les tranquilizaba, pero el efecto no era el mismo.

    — No estaremos solos, al menos — Winter buscó darle la vuelta por lo positivo — Tú te quedarás con Artem. Y yo podré viajar junto a Airin.

    — ¿Seguro que vas a hacer algo más que viajar con ella? — queriendo disfrutar una mejor sensación, Valiana hizo una pequeña broma con su hermano — Estoy seguro de que en el espacio hay pocas formas de combatir la soledad, pero se me ocurre una que tú y Airin podrían aprovechar.

    — Pues, no niego que sería interesante hacerlo en el espacio — Winter reía tras imaginarse eso — Airin va a estar arrepentida por haberse ido a dormir temprano. Se perdió la noticia, y deberá esperar hasta mañana.

    — Bueno, será mejor que llame a Artem — Valiana se levantó con la intención de dejarlo descansar — Quiero que sepa que tendremos que hacernos un hueco en la agenda para ir a despedirte cuando te vayas. Por ahora, te dejaré descansar.

    — Gracias, Val — Winter sonreía mientras su hermana mayor se retiraba.

    Todavía cansado por el efecto de su cuerpo acostumbrándose a la segunda evolución por la que debía pasar la humanidad, Winter cerró los ojos esperando que la emoción por haber sido elegido para la misión de exploración no le impidiera descansar bien. Durante su tiempo previo al dormir, el joven no podía evitar pensar en una conversación que había tenido con su pareja hacía ya varios meses atrás.

    El día del cumpleaños de Arick, me quedé hablando con él cuando todos se fueron — comentó el chico — Sus padres son los líderes de la división de Exploración y Rescate. Ellos serán los que van a elegir a los soldados que partirán al espacio en misiones que puedan llegar a surgir. Y Arick dijo que los que tienen una plaza asegurada son aquellos que logren sacar las mejores notas en las academias militares.

    ¿Eso quiere decir…?

    Que, si nos esforzamos para lograrlo, tú y yo tendremos un sitio reservado para poder viajar a bordo de una nave espacial — Winter se llenaba de ilusión al hablar de aquello — Podremos ser exploradores del universo, viajar al espacio exterior, y ver de cerca un sinfín de estrellas y planetas.

    Sabiendo que una misión en carne y hueso sería mucho más peligrosa y menos romántica de lo que él se imaginaba en aquel día, Winter cerró los ojos esperando por despertarse al día siguiente con un llamado o un mensaje de Airin donde ella compartiera su emoción por tener que ir con él en la misión.

    […]

    — Hija, ¿no piensas irte a dormir? — una mujer siguió el sonido de una televisión hacia la sala de estar.

    — Cuando acabe este documental — la joven Nova Breiner contestó.

    En el televisor situado en la pared de la sala, se encontraba la imagen que mostraba un documental narrando la historia de la actual subcomandante de la división ER del ejército. Su madre sabía la admiración que guardaba Nova para con ella, y estaba claro que la noticia de que participaría en una misión donde su más grande figura de admiración estuviera presente había convertido la ocasión en un momento especial para la joven. De igual forma, la mujer no perdió el tiempo para hacerla entrar en razón.

    — Hija, ¿tu crees que la comandante tendrá una buena opinión de ti si llegas al día de subir la nave con ojeras por no haber dormido nada? — decía mientras la abrazaba y se situaba cerca de ella.

    — Lo sé, descansar es importante, incluso debería haberme ido a dormir hace una hora, considerando el día de hoy — Nova referenciaba al momento en el que fue expuesta a la radiación por primera vez — Pero sentía la necesidad de mirar este… Es mi favorito.

    — Ay, hija — la mujer le dio un beso en la frente — Espero que la comandante no te tenga miedo. Tú realmente la admiras demasiado.

    — Es la que me ha demostrado que las mujeres como nosotras podemos forjar nuestro nombre en la historia si luchamos — Nova tenía recuerdos de ese primer día en que la descubrió — Quiero estar en las páginas de la historia, y que las niñas sepan que me gané mi lugar. De lo contrario, la historia las llevará a creer que nuestro destino no fue forjado por la humanidad en su totalidad…

    — Es un pensamiento muy noble, cariño — se sentía orgullosa por su manera de pensar — Tú ya has construido un nombre para ti.

    — Solo en las páginas de la academia militar, pero este viaje cambiará eso — Nova miraba al techo de su casa, imaginándose cómo sería estar fuera en el espacio exterior — Estoy segura de que lo hará.

    […]

    — Supongo que eso significa que vamos a tener que entrenar un poco después de que obtenga mi poder — Kite, quien no se había expuesto todavía a la radiación, pensaba en que era conveniente no esperar demasiado.

    — Tu papá y yo hemos obtenido este poder sobre la marcha, y lo hemos aprendido con práctica — Gwyn apoyó las manos sobre los hombros de su hijo — Te pasaremos la experiencia que tenemos en tiempo y forma antes de qué te vayas. Luego, tú irás descubriendo cómo usarlo.

    — ¿Tendremos qué pelear si resulta que estamos en peligro? — la pregunta de Sky desvió por completo el tema de conversación.

    En la residencia de los comandantes de DCT, sus hijos estaban enterándose sobre la misión que estaba esperándoles en el horizonte. Pese a que los comandantes acordaron no hablar sobre detalles específicos con sus hijos, Thomas y Gwyn optaron por romper esa regla. A diferencia de lo que ocurrió en el caso de Ace, con Azel siendo alguien que quedaría atrás, tanto Sky como Kite irían en esa nave. Nadie quedaría atrás, y no había peligro en revelar tanta información en aquel momento.

    — El plan puede cambiar, cariño — Thomas pensó que sería lo más apropiado contestar así — Pero la idea no consiste en que ustedes peleen contra todo un planeta de mentirosos si resulta que es una trampa. Solo lucharán para volver a casa. Si hace falta pelear una guerra, la llevaremos a cabo.

    — Al menos estoy feliz por saber que Arick y su mamá van a estar con nosotros — Sky sabía que tendría gente de confianza con ella y Kite — Winter también.

    — Y Allecreod estará también en esa nave — Gwyn les reveló ese detalle extra — El amigo ryfier de su padre los escoltará en esa misión.

    — ¿Al fin podremos verlo luchar en primera persona? — Kite no podía ocultar un poco de emoción por aquel hecho.

    — Bueno, espero que la situación no sea tan desesperada como para que no puedan verlo, pero sí — el padre acarició los cabellos de su hijo — Pero algo importante que tienes que hacer es conseguir esos poderes de calor. Deberías ir a dormir temprano, así saldrás temprano y serás el primero en la fila.

    — De acuerdo, papá, me iré a dormir — Kite, tomándolo como un consejo a seguir, optó por hacerle caso.

    Siendo acompañado por su hermana, Kite fue a su habitación para poder acostarse y levantarse bien descansado para conseguir sus poderes al día siguiente. Sky, quien notaba en él un tono relajado al hablar de la misión y de incluso pelear, quería saber a qué se debía ese ímpetu que mostraba su hermano menor.

    Mientras Kite se encontraba en su cama configurando la alarma de su dispositivo móvil para el día siguiente, el chico notó una mirada un poco inquisitiva por parte de ella. Al verla, no pudo evitar sentirse intrigado y quiso saber el por qué de esa reacción.

    — ¿Sucede algo? — Kite no soportaba esa clase de cosas.

    — Tengo una duda en mi mente — Sky fue sincera con él — Te noto como si estuvieras impaciente por salir de aquí.

    — Lo estoy — Kite se sentía algo avergonzado, agachando la cabeza ante lo que iba a decir — Yo… espero que esta misión dure lo suficiente como para que no tengamos que hacerles frente a los tipos que asesinaron a mis padres biológicos.

    — ¿Eso es lo que te preocupa? — Sky estaba conmovida.

    — Si no los tuviera a ustedes, quizá no me importaría luchar contra ellos — el chico la miró a los ojos — Pero tengo que decir que me daba un poco de miedo que mi cuerpo se quedara congelado a la hora de la verdad… Cada vez que pienso en enfrentarme a esa gente, tengo algo de miedo. Me dieron un buen susto cuando era niño, y me quitaron a mi familia. Nunca lo voy a poder afrontar, sabiendo que están vivos. Y es por eso por lo que estoy feliz de no tener que vérmelas con ellos. Pensaba que lo quería antes de que nos graduáramos. Pero llegó el día y ya no lo siento así.

    — ¿Crees que será más fácil si nos enfrentamos a alguna bestia o a algún enemigo alienígena? — Sky encontraba interesante esa forma de pensar.

    — Mamá y papá muchas veces dijeron que, en épocas anteriores a ellos, los soldados luchaban guerras contra otros humanos — Kite rememoraba las lecciones de historia — Y que eso dejaba secuelas a los soldados. Pero todos los que han matado alienígenas… no se sienten tan afectados por eso.

    — Jamás lo había pensado, pero los criminales que te alejaron de tu familia no son como nosotros — Sky encontraba un hueco en su razonamiento — Ellos son basura. Y nosotros, por lo menos, hemos hecho un gran esfuerzo para poder pelear por defender a la humanidad. Eso nos separa moralmente de ellos. Al menos, ante mis ojos.

    — Hay más miembros del ejército involucrados.

    — Y por eso, y por sus crímenes contra los policías al dejar a esos monstruos en libertad… no quiero actuar como una jueza. Pero no me sentiré mal si ellos mueren.

    — Incluso así, tal vez sea mejor que no tengamos que participar en esas acciones.

    Sky no esperaba que una pregunta previa al ir a darle las buenas noches a su hermano se terminase convirtiendo en un intercambio de ideas en donde se podrían sacar a relucir las brújulas morales de ambos en lo que respectaba a su participación en el ejército. Siendo que Sky tenía que mantenerse trabajando ya que ella ya tenía el poder, ella no acompañaría a Kite hacia el sitio donde este tendría que realizar su exposición a la radiación. No veía necesario levantarse temprano, por lo que simplemente eligió no acostarse todavía e irse a hablar con sus padres para ver si lograba obtener algo más de información sobre la misión, sin importarle si iba o no a cambiar.

    […]

    Ulrik se encontraba sentado en una silla frente a una mesa larga donde su armadura estaba siendo expuesta. Pese a que el cansancio en su cuerpo era evidente e incluso visible a través de su rostro, el soldado recientemente graduado prestaba atención a la información que le daba un ingeniero militar que se encontraba frente a él, explicándole las nuevas instalaciones de su armadura.

    — No la actives todavía, espera a llegar a tu hogar — el ingeniero insistió con eso.

    — Estoy cansado, pero no soy un estúpido — Ulrik no se tomó para bien esa clase de comentarios — Dormiré aquí, y por las dudas, la activaré mañana por la noche.

    — Bien, tan pronto lo hagas, presta atención a estas mejoras — señalando con una mano, apuntó a las muñequeras de la armadura — Un sistema de defensa basado en electrochoques. Puedes ajustar la intensidad, aunque está claro que mientras más voltios le quieras suministrar al enemigo, más energía gastarás.

    — ¿No se cargan con energía solar? — Ulrik creía que podría ganar ventaja con eso.

    — Tal vez no fui yo quien te dio clases particulares sobre física y química, pero sé que no tenías buenas notas — una contestación como esa solo contribuyó a formar una cara de pocos amigos en el rostro del soldado — Tienes el panel de control de carga en tu móvil, solo debes vincularlo a tu armadura. Fíjate si quieres lo que tarda en cargarse tu armadura, y toda la energía que se va en un disparo. Luego, ponte a hacer cálculos.

    — Continúa, ya me quedó claro esto.

    — En el casco, el ejército solo instaló un visor nocturno — el ingeniero empezó a sonar presumido — Bueno, mis propias manos desarrollaron también un visor de calor integrado con inteligencia artificial. Podrás detectar a cualquier ser vivo, y un buen sistema de prevención te alertará sobre sus niveles de estrés. Si te topas con un animal salvaje, sabrás si te tiene miedo o si te considera presa fácil.

    — ¿Eso es posible de hacer o solo estás jugando conmigo? — Ulrik no se creía esas palabras.

    — Es tu tarea descubrirlo — el ingeniero estaba por terminar — La última mejora es lo más útil para mí… inhibidor de señales. Podrás evitar que te rastreen, tanto a ti como a cualquiera que esté cerca de ti. Si quieres matar a alguien y que nadie perciba que sus vitales se han apagado…

    — Incluso así, será sospechoso si yo y otra persona desaparecemos del radar y luego resulta que solo yo estoy vivo — Ulrik le ganó esa ocasión.

    — Tampoco sabía que estaba hablando con un soldado sediento de sangre — el ingeniero se atajó por ese lado — Pruébalo todo cuando llegues a casa. Si algo no funciona, me llamas y mando a alguien a revisar. Por nada del mundo traigas esa cosa aquí cuando esté activa.

    Repasando el contorno de la armadura, e incluso tocándola para volver a sentir el frío metal que se encargaría de protegerlo y otorgarle ventajas en la misión que tenía que realizar, Ulrik sonreía, sin poder esperar por la llegada del día en el que partieran al espacio. Tenía muchos deseos de poder ver el universo de cerca, en primera persona, así fuera solo desde una cámara telescópica. Y, además, ansiaba por tener la oportunidad de ocasionar el daño suficiente desde adentro. Sirviéndose de las nuevas herramientas que se le habían dado, Ulrik se veía confiado para su misión.

    Sin embargo, no solamente había ido por su armadura, y tan solo con mirar al ingeniero, este supo que todavía faltaba algo.

    — Bueno, también querías esto — el ingeniero tomó de un cajón instalado en uno de los muebles en su sala — Tómalas, y míralas bien, porque no tienen un manual.

    En mano, Ulrik recibió un total de tres minicámaras esféricas, ideales para espionaje. Similares a aquellas que se colocaron en la base de operaciones principal del ejército, Ulrik empezó a analizar su estructura interna. Del lado del frente tenían una lente bastante pequeña, pero lo suficientemente poderosa para captar imágenes en alta definición, con audio, ya de menos calidad. La parte de atrás contaba con los agarres para poder adherirla a una superficie sólida, y en el inferior, una ranura para una tarjeta de memoria.

    — Por seguridad, no transmiten imagen, lo que significa que no serán detectadas — se le explicó al joven — Su interruptor se activa cuando se inserta una tarjeta de memoria. Ahí mismo se pone a grabar. Para ver las imágenes solo puedes hacerlo con tu dispositivo móvil, extrayendo la tarjeta.

    — Me servirá para lo que busco — Ulrik lo creía una buena oportunidad — Traeré algo útil, y que seguro más de uno disfrutará.

    — Allá tú, Ulrik, pero lo mejor será que no te descubran — el ingeniero le daba esa advertencia — Hay al menos cuatro familiares de los comandantes a bordo. La lista de sospechosos se hará corta si alguien las encuentra.

    — No las encontrarán, no hasta que sea tarde para que hagan algo al respecto — una sonrisa pícara se formó en el rostro del joven.

    Antes de que la conversación pudiera continuar su curso, la puerta de la sala se abrió. Noak, en solitario, entró por allí. Sabiendo que el líder solo ingresaría por su cuenta para buscar una charla con el único nuevo cadete que podría proporcionarles algo de información, el ingeniero saludó a su compañero esperando haber sido de utilidad para su misión, tanto la principal como la personal. Noak agradeció por sus servicios, puesto a que notó que la armadura ya estaba lista para que Ulrik se la llevara y la pudiera activar.

    Tras contemplarla bien, sin tocarla para no dejar sus huellas encima, Noak no tardó nada en poner su vista sobre el joven infiltrado que participaría en aquella misión. Aunque lo cierto era que ambos sabían casi lo mismo, no se quería perder la ocasión para darle un plan de acción.

    — ¿Cómo te ves? — Noak buscaba conocerlo mejor.

    — Solo, en una nave con la comandante Zafiro y nueve reclutas que quizá me miren mal por ser el último de todos — Ulrik manifestó rápido su descontento — Pero ojalá tenga la oportunidad de mostrarles lo qué puedo hacer.

    — Aprovecha todo lo que puedas, y te lo digo en serio — Noak lo miró a los ojos — Esta misión es importante por su secretismo, ya que serán pocos los que se enteren de que se irán. Pero también tiene la ventaja de que el destino, por ahora, es incierto.

    — ¿Y eso significa?

    — Que tendrás libertad de deshacerte de varios pesos en el camino sin que se levanten sospechas — Noak buscaba que compartiera ese pensamiento — Solo es un equipo de diez soldados y una comandante. Será sencillo que actúes para reducir el número de participantes.

    — Eso me lo imaginaba, y no puedo esperar para debilitar al ejército desde adentro — Ulrik lo veía como un desafío personal.

    — Pero no puedes matar a quien tú quieras — Noak le quería insistir en eso — Recuerda, queremos que la gente odie a los altos mandos. La subcomandante Natasha va en esa misión. Debes hacer lo posible para mantener con vida a Arick, Winter, Sky y Kite. El resto puede morirse, pero ellos tienen que regresar. La gente tiene que ver que a una misión pueden irse muchos soldados prometedores, pero solo aquellos que son parientes directos de los comandantes tienen el privilegio de regresar.

    El pedido expreso de Noak cortó algunas de las ilusiones que Ulrik tenía en mente para su viaje cuando estuviera a bordo de la nave. El chico se imaginó tener la libertad para actuar en contra de los hijos de aquellos que no pudieron proteger a sus amigos en Edagr, ni tampoco rescatar a sus padres en Tralio. El odio que albergaba en su interior destinado a ellos era muy intenso como para que él no deseara tomar ventaja de aquella misión. Pero por lo que Noak le pidió, tendría que hacer esa clase de esfuerzo.

    — No me parece justo que ellos tengan a sus familiares vivos mientras nosotros no — Ulrik no buscaba cambiar el objetivo, solo generar empatía hacia su opinión — Tienen que sufrir.

    — Mientras menos sufran, más fácil será hacer que se ganen el odio de la gente — el ex militar lo quería hacer pensar más allá de lo superficial — No es justo, tal y como dices. Y por eso lo tenemos que usar a nuestro favor. Tienen que quedarse solos. Y la única forma de hacerlo, es mostrándoles con hechos innegables que solo miran por el bienestar de sus familias. Y entonces, a todos ellos, y a sus linajes también, les llegará su turno de sufrir.
     
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  8.  
    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Hola, amigo, que bien que estemos otro día más en una leída en simultáneo, que como ya sabes se disfrutan muchísimo. Respecto al capítulo de esta semana, debo admitir que ha sido muy bueno. Me ha generado bastante hype con diferentes cosas que ahora mencionaré, aparte de impactarme algunas declaraciones. Sin duda, se ve que se está gestando algo épico... :bil:

    El inicio muestra a los principales líderes de la milicia, ya sea de defensa territorial o de exploración y rescate, evaluando que hacer con esa misteriosa solicitud de rescate que ha llegado a captarse. Dudando de su veracidad y suponiendo que lo más probable es que sea una trampa (viendo los antecedentes con los aliens de Hael y la SG :anicry:), deciden que lo mejor es enviar una expedición para descubrir quién es el ser que se ha extraviado, sus propósitos y si resulta ser amistoso, obtener la recompensa de metales preciados que ese tipo mencionaba en su solicitud de ayuda. Evidentemente, se tiene que decidir quién partirá al espacio y Ace considera que esa misión es idónea para los diez mejores soldados de la graduación reciente, lo que significa que irán sus hijos. Pese a que Thomas y Gwyn no se ven muy convencidos, acceden, quizá algo tranquilos al ver que Allecreod y Natasha serán quiénes lideren ese joven equipo. Y bueno, tremendos doce integrantes, me gusta la tripulación. :vibing:

    Acto seguido vemos en una escena a Azel, preocupado porque su hermano mayor y su madre se vayan a marchar en esa misión, pero tanto Arick como Natasha y Ace le dejan en claro que no tiene de qué preocuparse y que harán todo lo posible por regresar ilesos. Posteriormente hay una escena similar entre Valiana y Winter, donde la chica incluso bromea con que su hermano menor tenga relaciones sexuales con su novia Airin en el viaje. :clap: XDDDDDDDDDDDD bueno, conversación peculiar entre hermanos. Aunque, siendo sinceros, ¿quién no querría tener sexo en una nave espacial con su pareja? :eye:

    Después pasamos a ver a Nova, quien en vez de dormir se dedica a ver por enésima vez un documental sobre Natasha. Y bueno, la tipa está obsesionada con la subcomandante, estoy seguro de que si Nova fuera Novo, estaría buscando como meterse entre sus piernas. La admiración roza lo preocupante... :blue: Y al mismo tiempo, en casa de los Delleo, los hermanos Sky y Kite tratan de obtener más detalles sobre la misión de la que van a formar parte, para posteriormente irse a dormir. Pero antes, Sky ve que Kite parece entusiasmado con la idea de irse y resulta ser porque el chico prefiere estar fuera a quedarse y estar de frente con los asesinos de sus padres, algo que se puede entender. Vemos que la diferencia de idea y moral entre ambos es evidente, aunque ambas partes tienen su lógica.

    Finalmente pasamos a la última escena, en la que vemos a Ulrik recibiendo indicaciones de un ingeniero repelente (así son los que trabajan con Noak en la sombra :angrycat:) que le ha instalado mejoras muy top en la armadura estándar del ejército, que ha recibido Ulrik. Unas muñequeras que te electrocutan, visión térmica con IA incorporada que te indica si un animal o persona tiene estrés y está sintiéndose amenazado por tu presencia, te quiere atacar o no sé qué... y un inhibidor de señales para evitar que detecten tu posición y la de cualquiera que esté cerca tuya. Sin duda, tres mejoras espectaculares para su armadura, sinceramente; yo quiero una de esas :dancecat:. Ah, y también le dan tres camaritas para instalar secretamente en la nave. Acto seguido aparece Noak y le dice que su misión es tratar de mantener a Arick, Winter, Sky y Kite con vida, siendo prescindibles el resto e incluso indicándole que puede matarlos si ve la oportunidad, todo con el objetivo de que a su regreso la gente vea que siempre vuelven los familiares de los comandantes, pero no los demás. Vaya sucia rata está hecha el maldito rey repelente... :ewww:

    En fin, grandísimo capítulo que he disfrutado mucho leyendo. Con muchas ganas de ver qué se viene y como empieza esa misión espacial. Parece obvio que la parte se va a dividir en dos tramas: la misión de exploración y la búsqueda de la Repelente Army por parte de los comandantes. Va a haber muertes jodidas, de eso no me cabe duda, y estoy deseando ver qué ocurre. Hasta la próxima, cuídate mucho, amigo. :slap:
     
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  9. Threadmarks: El viaje que cambiará sus vidas – Parte 2
     
    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla
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    Ciencia Ficción
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    6
     
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    Saludos.

    Llega el momento de publicar un nuevo capítulo de esta historia. Hoy no tendré ni guía ni cronología actualizadas, pero prometo ponerme al día pronto XD.

    Quiero agradecer como hago cada semana a mi gran amigo Manuvalk Me da mucho gusto ver que los capítulos, así sean de introducción, también son disfrutados por él. Y espero que lo que está por venir también sea de su agrado, y que el foro siga en pie, ya que así podremos seguir disfrutando de nuestras leídas en simultáneo.

    Sin más para decir, dejo el capítulo.















    El viaje que cambiará sus vidas – Parte 2:

    Dos semanas después de que el ejército hubiera captado ese mensaje sin destinatario, ya todo estaba listo para que los elegidos pudieran partir hacia el espacio exterior. La nave estaba fuera del hangar, en el sitio donde realizaría el despegue, alejada de los últimos edificios de la civilización en la ciudad de Skymning.

    Los soldados del ejército, todos pertenecientes a la rama de Exploración y Rescate, formaban un cordón alrededor de la misma, mientras veían a civiles acercándose al lugar. El ejército no había realizado anuncios oficiales de una salida, por lo que muchos interesados, incluyendo periodistas, querían saber cada detalle de la misión, incluso si se tratase de una simple exploración rutinaria. Dado a que las figuras de autoridad del ejército no estaban presentes, los soldados no tenían el permiso de revelar información. Solamente aquellos que estuvieran autorizados o fueran a participar de la misión tenían el permiso de abordar.

    Los primeros en llegar hasta el sitio fueron los comandantes de la división de ER. De un vehículo, Ace bajó siendo acompañado por su esposa, su hijo mayor y su hijo menor, siendo este último quien le haría compañía en casa durante la ausencia de los dos primeros. El comandante Lakor, antes de acercarse abiertamente a la nave, notó la presencia de periodistas, y no dudó en alertar a su familia.

    — Vamos hacia un costado, para que no nos vean antes de que crucemos el cordón — sugirió él.

    Siguiendo sus indicaciones, la familia de cuatro integrantes logró cruzar hacia un sitio en el que nadie de afuera tendría la autorización para poder ingresar. Sabiendo que contarían con algo de tranquilidad, se relajaron un poco mientras esperaban por la llegada de los demás. Al observar la nave espacial, notaron que esta estaba abierta para la entrada, lo cual significaba que Allecreod ya estaba listo y a bordo, esperando por el resto de los tripulantes.

    Les quedaba poco tiempo antes de la hora de la salida, aunque siendo que no podían irse sin todos los participantes la espera podría aumentar. De igual manera, Ace no quería perder el tiempo para poder despedirse.

    — Bueno, de más está decir que les deseo el mejor éxito, y que tengan todo el cuidado posible en esta misión — Ace abrazó a su esposa y a su hijo — Azel y yo cuidaremos bien la casa.

    — Asegúrate de que haga sus deberes — Natasha lo decía a modo de broma, dándole un beso en la mejilla a su esposo.

    — Yo siempre los hago, mamá — Azel estaba feliz, aunque un poco asustado en el fondo — Cuídense bien. No quiero que los puedan lastimar.

    — Para eso me he preparado en la academia, sé que no es lo mismo, pero tengo que hacer que todo el tiempo invertido valga de algo aquí — Arick le dio un abrazo a su hermanito — Cumpliré mi promesa, Azel. Te traeré un recuerdo de cada planeta al que vaya.

    — Me interesa más que vuelvas a casa, no quiero tener que limpiar mi cuarto yo solo — fue el comentario del joven.

    Los cuatro se rieron y pasaron un rato bastante agradable una vez que Azel había dicho ese comentario. No les venía nada mal un poco de distracción antes de que fuera la hora de partir. Lo que Natasha y Arick querían era esperar a que la familia de Thomas y Gwyn estuviera presente. No querían partir sin despedirse ni desearse suerte, por más que tuvieran siempre presente que era una misión de exploración la cual iban a estar realizando.

    Alguien se les había adelantado, ya que vieron a dos adultos acercándose con dos soldados jóvenes de la misma edad que Arick. Cuando los observaron bien, notaron que se trataba de los dos graduados con el promedio más bajo entre los diez abanderados de la milicia. Tyson Zima y Ulrik Mardh. El último había aprovechado un encuentro con la familia de Tyson, y habían acudido juntos hacia el sitio para el abordaje. Al llegar al cordón, los soldados los reconocieron, dándoles el paso libre solo a los dos soldados. Tyson se quedó atrás para poder abrazar a sus padres, mientras que Ulrik ignoró lo más que pudo esa escena y pasó directamente.

    Con un gran disgusto en su mente, pero con la necesidad de ser cortés con sus compañeros y superiores, optó por acercarse a saludar.

    — Buen día — lo dijo de forma tan seca y en un tono tan bajo que nadie lo escuchó, pero todos le leyeron los labios y adivinaron que los había saludado.

    — Es un honor recibirte, Ulrik — Natasha decía, sin moverse de su sitio — Tú y Tyson, sin contar a Arick, son los primeros en llegar.

    — ¿Tengo que esperar a que lleguen los demás o puedo ir subiendo a la nave? — preguntó el joven Mardh, esta vez hablando con más ganas.

    — Puedes subir, e incluso te puedes ir a tomar alguna de las habitaciones — Ace, quien había organizado bastantes cosas en la misión, le comentó — Allecreod está en la sala de comandos. Sigue las indicaciones para llegar si tienes que preguntarle algo.

    — Pero no vayas a la sala médica — Natasha le dijo de forma estricta — Está cerrada hasta que yo lo autorice.

    — De acuerdo, de todas formas, no tengo ninguna intención de ir allí — Ulrik sabía que los vería de nuevo a bordo, por lo que estaba a punto de subir.

    — ¡Espérame, subamos juntos!

    La voz de Tyson lo frenó en seco. Una vez que la despedida con sus padres ya había terminado, los dos soldados se volvieron a reunir, y entonces optaron por subir juntos a la nave. Ulrik deseaba un poco de privacidad, pero luego creyó que no sería tan molesto tener algo de compañía. Tyson era uno de los pocos que no estaba relacionado a los altos mandos militares, lo cual lo volvía automáticamente alguien más agradable para él.

    Impacientes por ser de los primeros en abordar, los dos jóvenes subieron a la nave en poco tiempo.

    No tuvieron que pasar más de tres minutos hasta que llegaron aquellos a los que los comandantes de ER estaban esperando. De un vehículo militar se bajaron cuatro personas, de las cuales solamente dos iban a volver a abordar en el camino de vuelta. Gwyn, Thomas, Sky y Kite iban hacia la nave, optando por seguir la misma ruta tomada por Ace. Sabían que tenían que evitar a los periodistas, y así lo hicieron. Aprovechando el cordón que formaban los humanos, la otra familia de cuatro llegó al lugar, listos para una despedida apropiada con aquellos que se iban a marchar en la nave.

    — ¿Emocionados? — Thomas se veía feliz, ocultando su miedo de ver partir a sus dos hijos.

    — Un poco, señor, pero estaremos bien — Arick tenía buenos presentimientos al respecto — Mi mamá me va a cuidar… nos va a cuidar. Será interesante ver el espacio en esta nave, no como un cadete esta vez.

    — Para mí es la primera vez que subo a una de estas — Kite pensó en lo que implicaba irse en ese viaje — Tú, Sky, y todos los que vinieron de Tralio ya han tenido esa experiencia. Incluso hay chicos que nacieron en el espacio exterior.

    — Estoy segura de que podremos disfrutar de las cámaras exteriores de la nave esta vez — Sky pensó, en referencia a la primera vez a bordo de una nave — Y quizá tendremos tiempo para estar a solas.

    — Será mejor que nos vayamos saludando — Gwyn decía mientras sujetaba a Sky de los hombros — Tenemos que seguir trabajando. Además, Ace tiene que dar el anuncio unos minutos después de que la nave despegue como mucho.

    Esas palabras sentenciaron el tiempo que les quedaba a los comandantes que no se marcharían en la nave espacial para la misión. Sin perder más el tiempo, Natasha y Arick volvieron a abrazar a sus familiares. Kite y Sky hicieron lo mismo. Kite abrazó a su madre primero, y a su padre en último lugar. Su hermana hizo el camino inverso. Al primero que saludó fue a su papá, y su madre fue la última en recibir su abrazo. Antes de que se subieran a la nave, Gwyn y Thomas besaron las frentes de sus hijos, como una señal más de cariño y buena suerte para lo que sería una de las primeras misiones espaciales en mucho tiempo.

    Habiendo culminado ya las despedidas, Ace, Azel, Thomas y Gwyn se marcharon. Una vez cruzaron el cordón, levantaron los brazos una vez más, gesto que fue correspondido por Natasha y los tres abanderados. Una vez se habían marchado, era su momento de subirse a la nave, de modo que pudieran elegir a dónde querían ir.

    — Yo me iré a la sala de comandos para ver cómo le va a Allecreod — la mujer que lideraría al grupo les hizo saber en dónde estaría — Ustedes pueden elegir sus habitaciones, o pueden venir a saludarlo si quieren hacerlo primero.

    — Elegiremos las habitaciones para estar lo más cerca posible — Arick creyó que sería lo mejor para hacer.

    — Oh, ni creas que te vas a alejar de mí, amor — Sky lo decía en un tono tanto romántico como risueño.

    — Tengan en cuenta de qué no pueden ir a la sala médica hasta que yo lo autorice — Natasha lo remarcó para los tres jóvenes.

    — ¿Por qué, mamá? — Arick no tenía idea de los motivos detrás de esa decisión.

    — Lo revelaré más adelante — la comandante guardó el secreto.

    Nada más abordar, Natasha emprendió camino hacia la sala de comandos. Arick, Sky y Kite se fueron en la dirección opuesta, directo hacia donde se situaban las habitaciones, de modo que pudieran elegirse una que los mantuviera cerca uno del otro. Siendo una nave grande, eran un total de veinte habitaciones para elegir, dos reservadas para Allecreod y Natasha y diez más que tendrían que ser elegidas por los abanderados, dejando un total de ocho con disponibilidad para el final.

    Las veinte habitaciones recorrían el largo de un pasillo, estando diez de un lado y diez del otro. Arick y Sky eligieron habitaciones contiguas, mientras que Kite optó por instalarse en la habitación que estaba en frente de la de su hermana. Frente a las puertas había un cartel electrónico que mostraba el nombre del soldado que tuviera asignada la habitación. Cuando ya todo estuvo configurado, los tres chicos se fueron a la sala de comandos para poder saludar al ryfier que iría con ellos en la misión.

    Ninguno de los tres notó como una de las puertas se habría detrás de ellos una vez que habían pasado. Desde una de las habitaciones ya ocupadas, Ulrik y Tyson, quienes estaban conversando sobre los posibles peligros que encontrarían en la misión, vieron como sus tres compañeros se iban a la sala de comandos. Tyson los veía a los tres, siendo capaz de reconocerlos tras haberlos visto en la ceremonia de premiación y diplomas. Ulrik, por su parte, se fijó únicamente en Sky, viéndola caminar alejándose.

    — Oye, parece ser que ya llegaron más — Tyson se veía entusiasmado — Iré a la sala de comandos. Ahora sé que al menos no estaré solo allí. ¿Vienes?

    — Enseguida te alcanzo, primero quiero ir a ver dónde están los baños — Ulrik dijo, recordando algo importante que quería hacer.

    — Te espero allí, solo no vayas a la sala médica — su compañero le recordó, mientras se iba hacia la sala de comandos.

    Ulrik se apartó de Tyson y se fue directo hacia el sitio de higiene. Pese a haberle dicho a su amigo Tyson que iría a los baños, este los pasó de lugar y puso su mirada en el sitio donde estaban las duchas. Quería asegurarse de que no había cámaras cerca, y tan pronto como tenía la certeza de que no lo verían, comprobó que no se acercara nadie desde los lados del pasillo. Ulrik no perdió el tiempo y entró en las duchas femeninas, notando que había un total de tres casilleros para que las mujeres de la tripulación pudieran bañarse tras los entrenamientos. De forma rápida, tomó las minicámaras de su bolsillo, y las encendió al insertar en las tres una tarjeta de memoria. Abrió las puertas de cada una de las duchas individuales, y colocó las cámaras a la misma altura en las tres, rogando para que nadie las pudiera identificar como tal. Sin tentar a la suerte por más tiempo, el joven se retiró del baño con la idea de que debía ser paciente.

    — No puedo esperar para ver ese hermoso culo en mi teléfono — Ulrik pensó en lo mucho que disfrutaría el momento en que pudiera entrar y recuperar las cámaras.

    Con prisa para ir a la sala de comandos, el joven caminó por los pasillos y se cruzó con Nova Breiner. Ella era la sexta de los abanderados en llegar al lugar y entrar a la nave. Saludó cordialmente a Ulrik para hacerle saber que se iba a buscar una habitación para ella. El soldado la dejó pasar, y esperó unos segundos más para poder girar su cabeza y su cuerpo un poco para mirarla marchándose.

    — A ti también te estoy esperando, Nova — Ulrik se relamió los labios al mirarla marcharse.

    No cruzó caminos con nadie más hasta que llegó a la sala de comandos, en donde la comandante Zafiro y cuatro de sus nueve compañeros le estaban esperando. También se sorprendió bastante al momento en el que vio a Allecreod estando allí. Era la primera vez que él cruzaba miradas con un extraterrestre, ya que no tuvo la desgracia de caer en las manos de la Sociedad Galáctica, por lo cual, pese a saber de su existencia hace bastante tiempo y de incluso haberlo visto en fotos, se impactó un poco al verlo.

    — ¿Cómo se siente estar aquí para ayudarnos? — Sky le preguntaba a Allecreod, dándole la idea a Ulrik de que una conversación ya se había iniciado.

    — Es un cambio de aires, ya que he pasado los últimos años ayudando a sus padres… a tu padre, más específicamente — Allecreod le contestó a la hija del hombre que le dio una segunda oportunidad — Fue él quien me liberó para integrarme a esta humanidad. Desde entonces, juré que los ayudaría, y así lo pienso hacer.

    — No te ves muy emocionado — Tyson le resaltó eso al ryfier.

    — Bueno, he pasado un tiempo ayudando a Thomas, y ahora estoy ayudando a sus hijos — Allecreod se expresaba mirando al recluta — Desde meses antes que ustedes nacieran.

    — Todos aquí tenemos dieciocho años — Kite respondió a lo que Allecreod decía — Es toda una vida para nosotros.

    — Para los ryfier como yo… es apenas un poco de tiempo — Allecreod era sincero con ellos — Mi especie tiende a vivir mucho más que la de ustedes… En tanto nada que nos vayamos a encontrar acabe con mi vida de forma prematura, yo seguiré estando aquí incluso después de que sus nietos hayan sido enterrados.

    — No es el tema más positivo que podrías haber elegido — Arick, quien consideraba que ellos tenían toda una vida y carrera por delante, se lo recriminó.

    — Lo siento, pero me afecta de forma diferente, es todo — Allecreod se disculpó por haber enviado la charla en esa dirección.

    En toda la sala de comandos, un breve silencio incómodo se generó a raíz de las declaraciones que había dicho el propio ryfier. Natasha y los cinco soldados estaban pensando en sus palabras, y les costaba a algunos de ellos imaginarse a Allecreod todavía presente en el mundo en años donde serían sus bisnietos quienes estarían trabajando o incluso llevando a cabo esa clase de misiones. Aquel silencio no duraría mucho, puesto a que la soldado Breiner fue la siguiente en ingresar en la sala.

    — Buenas tardes — la chica saludó con gran respeto hacia los demás — Es un placer estar aquí con ustedes…

    Los ojos de Breiner pasaron por cada uno de los que ya participaban en la misión, pero se detuvieron cuando se encontraron con los de la comandante Zafiro. Nova notó que ella la estaba mirando algo sorprendida, y quiso aprovechar ese momento oportuno para poder presentarse ante ella.

    — Comandante Zafiro — Nova se acercó para quedar frente a ella — Sé que quizá alguien más ya se lo haya dicho… Pero yo realmente estoy muy emocionada de que usted sea mi líder. Desde que la conocí, cuando era muy pequeña, he querido estar con usted cara a cara, y decirle lo mucho que la aprecio.

    — Es un placer ver que entre los jóvenes tengo muchas personas que me admiran — Natasha apreciaba esas palabras, pero estaba un poco en contra de ser idolatrada — Bueno, tú has sido de las mejores en la academia militar, tal y como yo lo fui en su momento en Black Meteor. Te has ganado tu lugar aquí.

    — Me ganaré su respeto y admiración cuando nuestra misión haya terminado, comandante — Nova se lo prometía a todos allí.

    — Bueno, con tu presencia, ya solo faltan cuatro soldados más — Allecreod dijo, haciendo referencia a Winter, Airin, Iker y Jessica.

    — Oh, no, de hecho, llegaron antes que yo — Nova sorprendió a todos con esa declaración — Cuando los saludé, ellos parecían estar esperando por los familiares de uno de los chicos.

    — Bueno, si están aquí hace rato, será mejor no perder demasiado tiempo — Natasha miró a Allecreod de manera seria — Iré a buscarlos. Tú ve liberando el acceso a la sala médica cuando estemos aquí.

    Tras recibir una afirmativa por parte de Allecreod, quien asintió a la orden de la comandante con la cabeza, esta se marchó para descender e irse a buscar a los últimos que restaban por abordar la nave.

    […]

    Winter miraba con ternura y un poco de pena la forma en que Iker, Jessica e incluso Airin se despedían de los adultos quienes los habían acompañado al sitio. El joven Lakor tomó su dispositivo móvil, y tras abrir la aplicación de mensajería, sus ojos se entristecieron cuando vio que el último mensaje de Valiana simplemente decía “Artem y yo estaremos allí para despedirte, no te preocupes”. Su perfil no anunciaba la última conexión, pero supo que algo tendría que haberse complicado en la facultad de medicina para que ella no hubiera llegado aún.

    Fue sacado de sus pensamientos cuando Rosary se acercó para darle un abrazo. Winter, sabiendo que debía ser amable con su amiga, correspondió aquel abrazo.

    — Eres el último que me queda por despedir — Rosary se expresaba con cariño hacia él — ¿Te encuentras bien? No tienes un rostro que exprese felicidad.

    — Es solo que, tal vez todos los demás lleguen pronto — Winter no le agradeció por el saludo, algo que pudo notar — Y quisiera despedirme de mi hermana y de Artem… pero te agradezco la preocupación. Y la despedida también.

    — Cuídate, Winter — Rosary se separó de él — Y cuida a Airin también. Ella es como una hermana para mí. Los quiero a ambos de regreso para que me cuenten los detalles de la misión.

    — ¿Qué hay de Jessica o de Iker? — Winter preguntó por ellos — También vienen en la misión.

    — Ya se los dije a ellos también, y a diferencia de ti y de Airin, no son un equipo — la chica los miró, lista para retractarse — No de esa clase de equipo.

    El comentario gracioso de su amiga lo hizo reír. Winter fue capaz de olvidarse de su ansiedad por el hecho de que Artem y Valiana todavía no se habían presentado para despedirlo antes de la misión. Antes de que sus pensamientos pudieran dirigirse hacia cualquier otro lado, la comandante Natasha Zafiro apareció y atravesó el cordón de soldados, quienes estaban a punto de completar la misión. La presencia de la comandante fue señalada por Iker, y todos los presentes la miraron fijamente.

    — Buenas tardes, me alegra que hayan llegado bien — Natasha saludó gentilmente — Ya todos los demás estamos a bordo de la nave. Así que, si es posible, partiremos de inmediato.

    — Comandante, ¿no es posible esperar algo más de tiempo? — Winter preguntó de forma respetuosa y con algo de miedo — Quisiera despedirme de Valiana y de Artem. Ellos dijeron que vendrían.

    — Lo siento, Winter, podríamos esperar si todavía faltaran más soldados por llegar — Natasha trató de forzar un tono triste — Pero ya estamos todos. No los estamos esperando a ellos. Y tenemos que irnos.

    Airin abrazó a Winter de inmediato tras enterarse de que no tendría la oportunidad de despedirse de su hermana. Iker y Jessica, por su parte, mostraron compasión con él, dándole unas cuantas palmadas en la espalda para hacerle saber que estaban con él en aquel momento. Su amigo se veía bastante triste, ya que había deseado tener esa oportunidad para poder saludarla de forma apropiada siendo la persona más cercana que le quedaba.

    — Los llamarás cuando estés a bordo — Airin le indicó a su novio — Yo estaré contigo. Si quieres, podemos llamar a ambos con nuestros móviles.

    — Gracias, Airin, me vendría muy bien — Winter apreció las palabras de su novia.

    Habiendo acordado que no habría más tiempo, los cuatro abanderados se despidieron una vez más de los adultos acompañándolos, y también de su amiga Rosary, siendo ella la única de su grupo que no participaría en esa misión. Sin más motivos para quedarse allí, Natasha y los cuatro jóvenes del ejército cruzaron el cordón militar, y sus integrantes, tan pronto como vieron que estos ya habían abordado la nave, se dispersaron, sabiendo que su función ya no era requerida.

    Winter subió por la plataforma de ascenso con la cabeza agachada por la tristeza que tenía en aquel momento, y no fue capaz de anticiparse a lo que le estaba esperando allí.

    — ¡Sorpresa!

    El grito asustó a todos los que abordaron, con excepción de la comandante Zafiro, que ya estaba esperando lo que iba a ocurrir. Winter se vio rodeado en unos brazos que lo sujetaban con fuerza, sin darse cuenta de quien era la persona que estaba allí, hasta que prestó un poco más de atención a su alrededor.

    — ¿Valiana? — Winter notó que su hermana estaba allí — ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo llegaste?

    — Le tienes que dar las gracias a tu primo — la voz de Artem fue otra sorpresa para Winter.

    — ¿Tú también estás aquí? — Winter se sorprendía para bien — ¿Cómo lograron cruzar el cordón de los soldados?

    — Winter, nosotros vamos a estar en la misión también — Valiana soltó a su hermano para poder verlo de frente — Ace nos autorizó a solicitar una pasantía para trabajar en la sala médica. Por más que las máquinas de diagnóstico automático funcionan muy bien, creyeron que un poco más de precaución podría servir. Así que le pedimos a la facultad de medicina que nos expidiera un permiso.

    — Y aquí estamos, Winter, en la nave contigo — Artem le daba un pequeño golpe en el brazo — No te vas a librar de nosotros.

    — Pero ¿qué hay de los peligros que podamos enfrentar? — Jessica se asombraba por ver personal no militar a bordo de la nave — ¿Saben cómo defenderse?

    — No vamos a bajar de la nave, la pasantía requiere que nos quedemos vigilando el inventario de los medicamentos la mayor parte del tiempo — Valiana daba tranquilidad a la joven, y también a Winter — Lamento ese mensaje. Sé que te habrás sentido mal al creer que no vendríamos a despedirte.

    — Es increíble que Ace haya permitido esto — Winter pensaba de manera positiva en su primo — Tengo que llamarlo cuando tenga tiempo, de preferencia, antes de que estemos muy lejos.

    — Tendremos tiempo para eso, pero por el momento, tenemos que ir a la sala de comandos — la comandante interrumpió esa conversación — Quiero que todos vean cómo se despega la nave, por más que tenga un sistema muy avanzado de seguridad. Por si acaso.

    Siguiendo con las indicaciones que les dio la comandante que iba a estar a cargo en de la misión, todos los presentes se dirigieron hacia la sala donde se llevaría a cabo el despegue de la nave. Al llegar, la presencia de Valiana y de Artem dejó confundidos a todos los demás, quienes no entendían el por qué de su presencia siendo que no solo no formaban parte de los abanderados, sino que tampoco eran de la milicia. Allecreod y Natasha dieron a todo el mundo las explicaciones necesarias para la justificación de su participación, y no hubo objeción alguna, ya que todos estaban más tranquilos por el hecho de que contarían con personal listo para atenderlos en caso de que fuera necesaria una intervención médica avanzada.

    Una vez que se zanjó el asunto, Allecreod se aseguró de que todos tuvieran la vista puesta en la consola y el tablero principal, desde el cual se realizaba la operación y monitoreo de todos los sistemas de la nave, incluyendo funciones de despegue. La comandante Zafiro accionó los comandos para el despegue, y en tan solo unos tres minutos, los soldados sintieron levemente como la nave se elevaba a los cielos, para después dar un salto cuidadoso hacia el exterior de la atmósfera del planeta. Cuando se encendió una luz verde que indicaba que el sistema de oxígeno estaba operativo, todos supieron que habían salido de Edagr y se encontraban en el espacio exterior.

    Diversas computadoras y equipos de medición se activaron automáticamente, lo que no dejó espacio a dudas para ninguno de ellos. La emoción de estar fuera del territorio donde habían cumplido su formación militar, y el saber que podrían estar un tiempo allí hasta que llegasen a su destino los estaban dominando. Natasha, observando los rostros de todos los soldados a su mando, no pudo evitar verse a sí misma reflejada en ellos. Ella recordaba con nostalgia los días donde partió con todos sus compañeros al espacio por primera vez. No recordaba con la mejor opinión a todos ellos, pero a algunos sí los extrañaba, y deseaba que no hubieran terminado perdiendo la vida a lo largo de la misión.

    — Cómo desearía que me pudieran hacer compañía — ella creyó que disfrutaría mucho una convivencia con ellos — Lo más triste de todo es que Noak fue el único que quedó de nuestro grupo… pero posiblemente nunca más comparta momentos como este con él.

    Sabía que lo mejor era concentrarse en el presente, por lo que su apreciación por el pasado no duró demasiado tiempo. Natasha los observó a todos, especialmente a sus diez soldados, lista para dar un anuncio importante.

    — Nuestra nave tiene un salón comedor, dormitorios, baños, duchas, y también un sitio para hacer entrenamiento — Natasha les explicó todo con lo que contaban — Hay carteles señalizando las ubicaciones de todos los lugares. Pero antes de que se vayan a explorar, hay un asunto que tendríamos que resolver.

    — ¿Qué clase de asunto? — Allecreod era ajeno a lo que ella decía — No nos hemos olvidado de nada, lo revisé todo dos veces, algunas incluso tres.

    — Se trata de una costumbre que suelen usar los comandantes de la milicia humana — Natasha contestó al ryfier — Los comandantes, tanto de Zenith como de Black Meteor, suelen elegir un líder de campo. Casi como un segundo al mando. Un soldado en quien pueden confiar para dar las órdenes más precisas y apropiadas en el campo cuando el comandante esté ausente.

    — Oh, yo recuerdo eso, lo he leído en clases de historia — Kite se adelantó a todos sus compañeros — Había un comandante de Zenith que elegía a su líder de campo basado en rendimientos. Su nombre era Zion Stones.

    — Y mamá y papá nos contaron sobre el primer comandante que tuvieron en su carrera militar — Sky, contagiada por el entusiasmo de su hermano, eligió continuar su charla — Su nombre era Richard Sable. Y él elegía de manera democrática. Ellos dos participaron en una votación para elegir un líder.

    — Para que haya una votación, el comandante tiene que estar de acuerdo en que cualquier soldado pueda ser el líder de campo — Natasha aclaró que su elección no iba a ser democrática.

    — Un momento, espere, no puede elegir al mejor usando el rendimiento en la academia, no es justo.

    Todas las miradas, incluida la de Allecreod, quien nunca había visto o participado de un proceso como ese, se fijaron sobre el joven Mardh. La rapidez con la que el chico protestó alegando que el rendimiento académico no era una manera justa de elegir fue bastante llamativa para todos, y desde luego, no tardaron en llegar las preguntas al respecto.

    — ¿Por qué no sería justo? — Iker no comprendía esa declaración.

    — ¿Es porque fuimos a academias diferentes? — Tyson se preguntaba si las cosas iban por allí.

    — Todos tuvimos las mismas evaluaciones — Airin no creía que fuera el motivo — No sé de dónde sacas que no es justo.

    — No es justo porque el promedio no toma en cuenta las habilidades de un soldado — Ulrik debía defender su postura — Tal vez ustedes no me tomen en serio cuando les diga esto, pero sé que soy el mejor peleador de nosotros diez.

    — ¿Y por qué ocupas el último lugar de la lista? — Nova lo sintió como una ofensa al nombrarse de esa forma.

    — Porque esa estúpida lista se hizo teniendo en cuenta materias de la formación secundaria — Ulrik se sentía molesto al ser cuestionado de esa forma — Soy el que mejor pelea de todos nosotros. Me he matado entrenando para serlo. Pero mi promedio es bajo porque mis notas en ciertas asignaturas no fueron tan buenas.

    — ¿Y esas asignaturas no cuentan para la elección de un líder de campo solo porque a ti te fue mal? — Artem, ajeno a las cosas que se enseñaban en la milicia, decidió intervenir — Ya que tú hablas de justicia, a mí no me parece justo que cortes las cosas por el lado en el que no te convengan.

    — La propia comandante dijo que necesitaba un líder de campo, y un líder de campo debería ser alguien que sea capaz de defenderse y defender a los demás — el joven Mardh miró de mala manera a Artem por meterse sin conocer sobre la milicia — Mis notas en física fueron una mierda durante cuatrimestres completos porque no sabía trigonometría, y porque no dejaba de confundir la ley de Coulomb con la ley de Gauss. No discuto ni protesto que mi promedio sea bajo, pero ¿de verdad merezco que me nieguen la oportunidad de ser un líder de campo solo por esos detalles?

    Los argumentos de Ulrik quedaron bastante claros para todo el mundo. Por más que los contenidos hubieran sido los mismos para todos los cadetes, y que a algunos les haya ido mejor que a otros en las materias, podían comprender y ponerse en su lugar. Nadie creía que un aspecto como ese debiera tener influencia en la elección de un líder de campo, pero había un detalle que seguía haciendo ruido en la mente de más de uno, y que la propia comandante fue la primera en exteriorizar.

    — Creo que tienes razón en lo que dices, y estoy segura de que el comandante Frans lo hubiera tenido en cuenta — Natasha habló con suavidad — Sin embargo, tú afirmas que eres el mejor peleador. Y puedes estar muy seguro de eso. Lo que no significa que sea verdad.

    — En ese caso, tendríamos que buscar una forma para ver quien es el mejor peleando — Nova, quien no se tenía en una mala imagen en ese aspecto, estaba ansiosa por realizar algo así — Solo hay un problema, somos diez. ¿Cómo determinaremos quien es el mejor?

    — Una batalla campal suena como algo injusto — Winter quería intervenir antes de que se decidieran ir por esa vía — Por más que suene como un todos contra todos, puede acabar siendo como varios contra uno solo, sobre todo si se forman equipos para irse sobre los que tenemos promedios más altos.

    — La única manera de que podamos comprobar al mejor peleador es hacer un torneo — Tyson tuvo esa idea en la mente — Somos diez. Si cada día tenemos cinco peleas de uno contra uno, podríamos terminar en nueve días nada más.

    — No, la idea no es que dure demasiado tiempo, además, si lo hacemos con ese formato, tendremos que buscar una forma de romper empates — Natasha estaba de acuerdo con el torneo, pero no en ese formato — Tal vez lo mejor sea un torneo de eliminación directa… Una vez participé en uno de esos. El ganador pasa a la siguiente fase, y el perdedor queda afuera. Se soluciona el problema de los empates por puntos.

    — Pero somos diez, no podemos formar rondas de eliminación directa — Iker le veía un desperfecto.

    — De hecho, sí se puede, pero tal vez no te guste mi solución — Jessica le contestó.

    — ¿Cuál sería? — Airin estaba un poco curiosa al respecto.

    — Los primeros seis en promedios clasifican directamente a la primera ronda del torneo — Jessica sabía que ella no formaba parte de esa lista — El resto de nosotros, integramos una ronda de clasificación. Dos peleas entre nosotros cuatro que determinan quien pasa a la primera ronda. Si cada día hacemos una ronda, lo podremos cerrar en cuatro días.

    — Es una buena forma de llevar a cabo esto, Jessica, bien pensado — Natasha le reconoció el ingenio — Ulrik, ya que tú fuiste quien trajo este tema a la luz, y que has manifestado no estar de acuerdo en que se les dé ventaja a los que tienen mejor promedio, sé que una idea como esta de clasificar a los seis mejores no te agrade mucho… Por eso te dejaré a ti programar un algoritmo para la selección aleatoria de los combates. Si crees poder hacerlo.

    — Lo haré, me tomará unas dos horas quizá, pero lo haré — Ulrik lo veía como una buena forma de participar más — Ya que me dejan fuera de la primera ronda, creo que es justo que me toque asegurarme que no haya ninguna trampa.

    — No habrá trampas en el torneo, pero sí un premio — Natasha decidió buscar una manera de motivar más a los soldados — Quien sea el ganador se convertirá en el líder de campo de mi equipo… y tendrá el privilegio de luchar contra mí. Tómenlo como un desafío más. Así podrán evaluar su fuerza contra alguien con experiencia.

    Las palabras dichas por la propia comandante causaron un gran impacto sobre todos los demás, ya que, desde que se sugirió la idea del torneo, estaban con la idea en mente de que iban a luchar contra sus compañeros. Pero el ver que la comandante les proponía un desafío extra exclusivo para el ganador, avivó un poco más el interés de los abanderados. Uno no luchaba contra un comandante todos los días, ni siquiera los hijos de ellos. Solo el ganador tendría ese privilegio, tal como la propia comandante Zafiro lo había llegado a describir.

    Entre todos los presentes, había alguien que tenía un entusiasmo mucho mayor por ese premio al obtener una victoria.

    — Tengo que ser yo, no puedo dejar que me roben esta oportunidad — Nova miraba a sus compañeros como obstáculos a superar si quería obtener una recompensa que empezó a desear desde que se hizo conocida.

    Sabiendo que nada más quedaba esperar a que Ulrik fuera capaz de diseñar el programa que realizaría el sorteo, los soldados se retiraron para descansar y estar a la expectativa. Aprovechando el tiempo libre, fueron todos a conocer el resto de la nave que les quedaba pendiente. La estación médica, el cual sería el lugar donde Artem y Valiana trabajarían juntos para cumplir con la tarea necesaria para sus pasantías, estaba muy cerca de la entrada de la nave, de forma que pudieran atender a alguien en una emergencia nada más abordar. Ace fue precavido en el armado de la sala, e incluyó muestras de sangre en caso de que alguno de los soldados requiriera de algún trasplante.

    La armería estaba ya más escondida, estando muy alejada de la entrada, de modo que un intruso tuviera dificultades en acceder a su contenido entrando desde el exterior. Una bodega con todos los suministros de reserva estaba justo al lado, con la única función de mantener alimentos frescos y listos para ser consumidos. Los soldados pudieron contemplar las ubicaciones de las duchas y los baños, estando muy cerca de las habitaciones. La sala de entrenamiento era una de las zonas más amplias, con máquinas para ejercitar músculos y una pista para realizar ejercicios de circuito. El salón comedor quedaba cerca, y era uno de los sectores más amplios, dado a que tenía espacio para cientos de personas. Mesas y sillas móviles listas para ser usadas por los soldados de modo que se pudieran sentar donde quisieran. Las reglas establecían que se podía comer únicamente allí mismo, en las habitaciones o en la sala médica solo con autorización de los dos cadetes médicos a bordo.

    Con Artem y Valiana habiendo ya reclamado una habitación más para ellos dos, eso sumaba unas catorce ocupadas, habiendo solo seis más en disponibilidad, al menos en caso de que alguien desease una habitación para sí mismo.

    En la habitación de la joven Lakor, ella, su novio, su hermano y también su cuñada, estaban intentando realizar una llamada hacia el comandante Lakor, puesto a que dos de ellos le debían la oportunidad de estar a bordo de esa nave a él. La comunicación fue lenta, pero usando el sistema de red de la nave, se pudo realizar. Los cuatro jóvenes en aquella habitación pudieron verse las caras con el organizador de la misión, quien se encontraba en su casa descansando al haber finalizado el día.

    — Siento no haber podido quedarme a despedirte, Winter — Ace se disculpó con su primo — Pero estoy seguro de que tener a tu hermana y a Artem contigo es algo que te agradó bastante cuando lo descubriste.

    — Fue una sorpresa que te agradezco con el alma, primo — Winter era el más feliz de los cuatro — Excepto por ti, por Azel, y por una de mis amigas que eligió alejarse de la milicia, todas las personas que me importan están conmigo en esta nave.

    — Espero que todos los que viajan allí regresen a salvo de esta misión — Ace se veía un poco nervioso — Los estaremos esperando con alegría. Pueden contar con eso.

    — Nosotros estamos ansiosos por explorar y regresar a casa con certezas — Airin se tomó la libertad de hablar con él — Gracias por habernos dado esta oportunidad. Y gracias por lo que hizo por Winter. Es una alegría para mí verlo feliz y teniendo a su familia a bordo… Yo…

    — Siento nunca haber podido conocer a tus padres, Airin — Ace quería ofrecerle un consuelo a la chica — Por lo que pude escuchar, suenan como gente que podría haber aportado experiencia y fuerza física y moral al ejército.

    — No sé si ellos lo hubieran visto de esa manera, comandante… — Airin tenía en mente todavía las palabras que sus padres le contaban — No les entusiasmaba la idea de tenerlo frente a frente. Para ellos usted fue…

    — Uno no puede ganarse los corazones de todos, Airin, lamentablemente — tenía a alguien en mente al responder eso — Uno de los compañeros que estuvo a mi lado cuando luchamos una guerra en Edagr, y que incluso arriesgó su vida por mí más de una vez, me ha dado la espalda. No dejes que esas cosas te distraigan de la misión. Céntrate en protegerte a ti misma, a Winter y a todos los demás.

    — Ellos son profesionales ahora, comandante — Artem trataba de aligerar el ambiente — Estamos en buenas manos. Y si llegara a ser necesario…

    — Si entran en la sala médica heridos, ellos saben que están en buenas manos — Valiana complementó a lo dicho por su novio — En esta nave todos estamos en el mismo bando. Nos protegeremos mutuamente.

    — Es de las pocas cosas que me da tranquilidad, saber que ningún traidor del ejército viaja allí con ustedes — Ace no sonreía al decir eso, pese a lo que salía de su boca — Solo los abanderados, mi esposa y un gran consejero. Haber involucrado a más gente podría haber sido un pequeño riesgo.

    — Gracias de nuevo por la sorpresa, primo — Winter saludaba, consciente de que él debía irse a dormir pronto — Te debo muchas cosas.

    — Para nada, tú único deber es contribuir con tus compañeros cuando sea necesario — Ace estaba listo para cortar — Será mejor que cortemos. Tengo que levantarme temprano mañana para seguir con las investigaciones. Tal vez hablemos de nuevo por un canal oficial si se pasan por la sala de comandos. Les deseo un buen descanso.

    Una vez que los agradecimientos estuvieron expresados, la llamada se cortó, lo que permitió a los cuatro integrantes de aquel grupo permanecer tranquilos por un buen rato. Pese a que Ulrik había asegurado poder programar un algoritmo eficiente para un sorteo de combates en dos horas, la realidad es que se requirieron de tres horas y diez minutos hasta que estuvo listo.

    El soldado con el promedio más bajo de los diez abanderados se disculpó por haber tardado más de la cuenta, pero aseguró que el sistema que diseñó podría elegir los diez nombres al azar de forma totalmente justa y sin consideraciones adicionales. Los abanderados formaban una fila frente a la computadora, alineados para prestar atención al resultado. Natasha iba al frente de la máquina, lista para realizar el sorteo. Allecreod se situaba a su izquierda, mientras que Valiana y Artem se mantenían alejados para no ocupar espacio que no les correspondía.

    Habiendo ingresado los nombres de todos, la comandante accionó el sorteo.

    — Primero se sortearán los encuentros de clasificación a la primera ronda, tendremos esos combates el día de mañana — Natasha informó a sus soldados sobre como se realizarían los encuentros — Estamos a unas dos semanas aproximadamente de nuestro destino, así que tendremos tiempo de sobra para las peleas.

    — ¿Quiénes lucharán primero? — Tyson preguntó, sabiendo que él sería uno de esos cuatro en tener el primer combate.

    — La primera pelea será entre Ulrik Mardh y tú — Natasha respondió mirando al soldado a la cara — La segunda pelea será entre Iker Evanson y Jessica Delta.

    — Esperaba un combate cruzado, pero es diez versus nueve… y siete versus ocho — Iker habló con confianza — Mala suerte, Jessica. Podrías haber clasificado a la primera ronda si te hubiera tocado contra cualquier otro. Pero yo te dejaré afuera.

    — Mañana lo descubriremos, yo no cantaría victoria tan rápido, Iker — Jessica tenía ganas de luchar contra él — Me subestimas demasiado. Te recuerdo que nos separa un puesto, nada más.

    — Guarden ese entusiasmo para las batallas, serán intrigantes de ver — Allecreod dijo, en una frase donde solo Natasha conocía el contexto.

    Esa sería la segunda ocasión en la que el ryfier podría ver a dos humanos luchar entre sí por una recompensa, aunque esta vez difería bastante con aquel suceso en el que él optó por enfrentar a Michael y a Wagner de manera arbitraria. Esta vez, la lucha, por más que fuera a ser competitiva, no sería de vida o muerte, y eso daba al ryfier la posibilidad de tener algo de entretenimiento.

    — Eso fueron los combates para las clasificatorias — Nova estaba con deseos de conocer a sus rivales — ¿Cómo quedan los de la primera ronda?

    — Ahora lo descubriremos — Natasha presionó una tecla en su computadora — El primer combate será entre el ganador de la pelea entre Ulrik y Tyson contra Kite Michael Delleo.

    — Bien, esa es una ventaja, podré observar a mis rivales y conocer sus estilos antes de lanzarme a luchar con ellos — Kite se sentía con algo de ventaja.

    — Ganaré rápido mi combate, para que no veas nada — Ulrik, conociendo que Kite era un hijo adoptado por Thomas y Gwyn, y que además idolatraba a los militares como héroes, camufló su hostilidad en un tono desafiante.

    — Segundo combate… lucharán Winter Lakor contra Airin Utkin — Natasha sorprendió con esa revelación.

    Todos miraron a los dos soldados que debían formar parte en aquel combate, ya que eso quería decir que, siendo pareja, les tocaría enfrentarse mutuamente en su primera batalla. Winter y Airin al principio se veían tristes, pero luego, entendieron que así el azar había decidido los conflictos, y los llevarían adelante. Entrelazaron sus manos como una demostración de que una lucha en primera ronda no los afectaría. Arick y Sky compartieron una mirada de ansiedad, puesto a que sus nombres todavía no habían salido, lo que significaba que podrían luchar entre sí también. Pronto se anunciaría el tercer combate.

    — Arick Lakor enfrentará al ganador de la pelea entre Iker y Jessica — Natasha comentó tras observar el resultado en pantalla — Y eso quiere decir que la cuarta y última pelea de la primera ronda será entre Nova Breiner y Sky Delleo. Dado a que nadie se acobardó antes del sorteo, ya no hay tiempo de retractarse.

    Los soldados, confundidos puesto a que no sabían que tenían una opción de retirarse de forma prematura, aceptaron el desafío que les esperaba. Las incertidumbres inmediatas serían conocer a los ganadores de los encuentros clasificatorios, pero el resto ya conocía cómo sería el camino hacia el triunfo. Siguiendo el sorteo inicial, y sin la necesidad de volver a sortear los combates a partir de la segunda ronda, los soldados conocían quienes podrían ser sus oponentes en la segunda y en la final, en caso de llegar tan lejos.

    Habiendo acabado todos los asuntos pendientes, los soldados se retiraron a dormir, sabiendo que el día siguiente y por una seguidilla tres días más, tendrían acción entre pesos pesados en lo que duraba el viaje en la nave espacial.
     
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    Manuvalk

    Manuvalk el ahora es efímero

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    Hey, amigo. Otro capítulo más por aquí en leída simultánea, cosa que se celebra y se disfruta muchísimo. Buen capítulo el de hoy, pensé que quizá se demoraría algún capítulo más la partida de la expedición de la nueva generación, pero me alegra que haya sido pronto y a su vez que se vaya a celebrar un torneo para definir a un líder de campo. Pero comentaré antes paso a paso. :dancecat:

    Al comienzo podemos ver que la nave ya está lista y Allecreod en su interior, quién parece haber sido el encargado de organizarlo todo. Ace llega al lugar en compañía de su familia, viendo a periodistas y demás presentes en la zona, con el interés de saber a qué se debe el motivo de partir con una nave al espacio exterior. La familia Lakor Zafiro se despide entre sí, con Ace y Azel quedándose atrás mientras Arick y Natasha suben a bordo de la nave. Thomas, Gwyn, Sky y Kite también llegan para despedirse entre sí. A su vez, van llegando los demás poco a poco, siendo los siguientes Tyson y Ulrik. Mini repelente debe contener su rencor hacia los comandantes fingiendo normalidad, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados :angrycat:. Posteriormente, van subiendo a la nave mientras esperan al resto. En una de esas, vemos que Winter ha estado esperando por Valiana y Artem para despedirse, pero estos no aparecen. Sin embargo, se lleva una grata sorpresa cuando aparecen a último momento, afirmando que formarán parte de la misión como médicos, por así decirlo. Y bueno, me parece muy interesante tenerlos a bordo, no solo porque sean médicos sino porque es más gente en la misión y eso añade más picante a ello. :cref:

    Una vez casi todos están a bordo, algunos deciden conversar en el puente de mando con Allecreod, quien menciona que los ryfier viven tanto que para cuando los jóvenes tengan bisnietos, prácticamente, él seguirá vivo. Tremendo que alguien tenga la capacidad de decirte eso, debe sentirse jodido saber que otro ser va a vivir tres veces tu vida, por así decirlo :blue:. También parece que algunos soldaditos no le tienen mucha estima al ryfier, cosa que puedo entender, pero se me hace algo triste. Allecreod ya ha demostrado ser de fiar con creces, pero bueno, estaré expectante por ver qué dinámica tiene con los jóvenes. :think:

    También vemos que Ulrik aprovecha la ocasión para poner una cámara en las duchas femeninas... Madre mía, le consideraba odioso, pero no esperaba que fuese pervertido también. Menos mal que Iker ya dejó esa versión suya atrás, de lo contrario, estos dos irían en la misión solo para pajearse con las grabaciones de vídeo. Maldito degenerado, creo que estar rodeado de Zig y el resto de criminales le ha afectado negativamente. :ewww:

    Pero bueno, sea como sea, una vez todos están a bordo, se deciden dejar claras varias cosas y es ahí cuando surge la idea de nombrar a un líder de campo. La idea es hacerlo con el que tenga el promedio académico más alto, pero Ulrik se queja argumentando que es un peleador nato pero que su promedio no es alto porque en los estudios regulares falló un poco. Incluso se menciona la trigonometría y demás cosas que, personalmente, chapó. Ese tipo de detalles dan más profundidad a la historia y te lo reconozco, amigo :slap:. Aparte de eso, mini repelente sigue quejándose y termina logrando que se apruebe la idea de celebrar un torneo para nombrar a ese líder de campo. Incluso él mismo podrá crear el sistema de emparejamientos... Ya solo le falta ponerse en la final... Puto llorón. :yagami:

    Finalmente, se deciden los emparejamientos y debo decir que los más destacados son el Winter vs Airin y el Sky vs Nova por el momento (de seguro conforme pasen las rondas habrá emparejamientos épicos). Esas dos luchas son las que más me intrigan, pero en general, tengo muchas ganas de ver las peleas de ese torneo y ver quién es designado líder de campo. Además, el ganador podrá pelear contra Natasha y eso es una oportunidad única de medirte contra una comandante de alto nivel. :shani:

    Estoy deseando ver qué ocurre en ese torneo, viendo que tienen dos semanas de trayecto hasta llegar al planeta del que llegó esa solicitud de rescate. Nos vemos a la próxima, amigo. :Okibeta:
     
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    Agus estresado

    Agus estresado Equipo administrativo Comentarista empedernido

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    La Gran Catástrofe IX Explorando una Pesadilla
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    Ciencia Ficción
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    Saludos.

    Va siendo tiempo de publicar el próximo capítulo de esta parte IX. Entramos ahora sí a lo que serán los últimos capítulos divididos en partes como tal en toda la historia. Luego de que haya pasado este y los otros dos, cada capítulo será totalmente individual y no mostrará conexión con los demás. El final de este ciclo cada vez más cerca.

    Quiero agradecer a mi gran amigo Manuvalk por su participación en la historia mediante las leídas en simultáneo que solemos tener por Discord. Son ratos bastante agradables y que permiten disfrutar aún más la experiencia de las historias.

    Sin más novedades de momento, publico el capítulo.











    Los soldados combaten…:

    En la habitación que la joven Breiner había elegido para sí misma, ella y las otras tres mujeres de la milicia estaban teniendo una reunión tras haber sido invitada por su anfitriona. No había nada de comida o bebida en el lugar, puesto a que sería una charla rápida, debido a que los combates del torneo estaban por comenzar, teniendo en el día actual la ronda de clasificatorias que consistiría en un total de dos combates únicamente. La dueña de la habitación estaba sentada sobre la cama sobre la cual dormía, mientras el resto de sus compañeras se sentó en el suelo, todas formando un círculo sin dar la espalda a ninguna.

    — ¿Algún motivo por el que nos hayas llamado? — Sky quería saber si Nova buscaba iniciar alguna amistad con ellas.

    — Solo desearles suerte a todas — Nova le respondió a su compañera — Solo somos cuatro mujeres en el torneo, mientras que hay seis hombres. Y para colmo, tres de nosotras estamos puestas en la misma llave, por lo que nos tendríamos que enfrentar entre nosotras, lo que vuelve imposible que las cuatro lleguemos a una semifinal.

    — No me interesa a mí si el ganador es hombre o mujer, solo interesa que sea el mejor — Airin decía con cierto desgano — Yo… No creo ser capaz de vencer a Winter en mi pelea.

    — Bueno, espero que tú estés lista, Jessica — Nova miró a su otra compañera — Te toca un combate extra contra Iker. Y luego vas contra Arick. Te toca un camino largo si deseas llegar hasta las semifinales contra una de nosotras.

    — No sé si seré capaz de ganarle a Arick, pero de ninguna manera me dejaré vencer por Iker — Jessica lo comentó como si tuviera ansiedad por su pelea — Si bien es mi amigo, he tenido deseos de ponerlo en su lugar más de una vez. Este torneo puede ser una oportunidad buena para eso.

    — Úsala, entonces — Nova buscaba que pudiera ganar — Preferiría que tú estuvieras en la semifinal. Eso querría decir que, gane quien gane, una de nosotras tres podría estar en la final.

    — Lo intentaré con garra si eso te deja tranquila — Jessica comprendía lo dicho por Nova, pero no el motivo por el cual tenía tanta importancia.

    Una vez que se desearon suerte para los combates por venir prontos a comenzar, las cuatro soldados se levantaron y se dispusieron a salir de la habitación. Su próxima parada sería la sala de entrenamiento, en la cual se tenía que haber preparado un escenario para tener los combates individuales que acontecerían en el día de hoy, y del resto del torneo. Las cuatro avanzaron por los pasillos sin interrupciones hasta que llegaron hasta sus primeros compañeros.

    — Ahí está mi sueño hecho realidad — decía Nova, mirando al frente con un tono suave.

    Las tres chicas vieron en la dirección, y pudieron ver que Winter y Arick se encontraban en los pasillos discutiendo sobre técnicas de combate por los gestos que realizaban con las manos. Las palabras dichas por Nova, y la manera que eligió para decirlas, pusieron a Airin y a Sky un poco incómodas. Entendían que la chica tenía una ligera atracción por sus dos compañeros, y eso no les gustó nada. Ambas presionaron sus puños en señal de frustración, para tratar de ocultar sus molestias con ese comentario. Jessica percibió la conducta de sus compañeras, y se ofreció a tranquilizar a Airin únicamente al apoyar su mano sobre su hombro. Al encontrarse, se saludaron y formaron un grupo de seis.

    — Buenos días, ¿van camino al gimnasio o tienen algo más que atender antes de ir? — preguntó Winter, queriendo saber si podía contribuir en algo.

    — Estábamos acudiendo al gimnasio, íbamos juntas porque queríamos darle ánimos a Jessica — Sky contestó a lo dicho por su compañero — ¿Ustedes apoyarán a alguien en alguno de los combates?

    — No conozco mucho a Ulrik ni a Tyson, pero las palabras que Ulrik dijo el día de ayer… — Arick no sabía como explicarlo — Siento como si estuviera un poco acomplejado al decir que el promedio no importa, cuando se supone que fuimos elegidos por eso. Todo importa.

    — ¿Por qué no se lo reprochaste ayer? — Jessica tenía esa curiosidad.

    — No quería iniciar una discusión con él, no por eso. No valía la pena — Arick lo veía de ese modo — Ahora tenemos la oportunidad de dejar que hablen nuestros estilos de pelea.

    — En resumen, tanto Arick como yo preferiríamos que gane Tyson — su primo completó a sus palabras — Y sobre tú combate, Jessica… Quisiera que fueras tú la ganadora.

    — Yo igual, Iker y yo no empezamos nuestra relación con el pie derecho — Arick rememoraba una de sus primeras interacciones con él — Sé que quedamos en buenos términos, pero me preocupa que él quiera ajustar cuentas. No porque le tenga miedo, sino porque temo tener que hacer algo que me descalifique del torneo para detenerlo. Así que sí, te apoyamos.

    Concluida la conversación y viendo las preferencias de sus dos compañeros que se habían añadido al grupo, los seis retomaron el camino hacia el gimnasio, curiosos por saber si había alguien más allí. La idea era que todos vieran el torneo, pero Natasha les dijo antes de enviarlos a dormir que solo bastaba su presencia y la de los dos participantes de un torneo para que estos pudieran luchar.

    Mientras caminaban, Nova abrazó a Jessica y le dio un pequeño sacudón amistoso, algo que ella no entendía a qué se debía en realidad.

    — Qué envidia — murmuraba para que solo las chicas la oyeran — Los dos chicos más atractivos de la expedición te estarán dando ánimos. ¿Sabes lo que yo daría para que fuera el caso conmigo?

    Airin y Sky supieron que esa clase de comentarios tenían que ser intencionales. Primero un cumplido y luego una felicitación a Jessica por tener la atención de ambos. Las dos creyeron que Nova estaba buscando distraerlas de lo que sería el combate, y no se les pasó por un segundo la idea de que ella simplemente lo hiciera de modo inconsciente. Intentaron ignorarla por el resto del camino, hasta que finalmente habían llegado a la zona del gimnasio.

    Natasha, Allecreod, Artem, Valiana, Kite y Tyson ya estaban en el lugar. Natasha y Allecreod estaban ya parados en sus lugares, uno en cada esquina de un área delimitada para el combate, listos para arbitrar la pelea. Tyson estaba apoyado en una pared, estirando las piernas y los brazos mientras esperaba a su rival. Valiana, Artem y Kite estaban del otro lado, alejados un poco de la zona del combate para poder ver mejor toda la acción. Sky, Arick, Winter y Airin fueron hacia ellos tres, mientras que Nova y Jessica iban hacia otro sector del gimnasio un poco menos poblado para conversar sobre la pelea.

    Era una gran sorpresa tener a Kite en el sitio mucho antes incluso que los participantes, al menos, así fue para Winter y Airin.

    — ¿Llegamos temprano? — preguntó el chico.

    — El ganador de esta pelea tiene que pelear contra mí en la primera ronda — Kite miró atentamente a Tyson mientras elongaba — Algunos de nosotros ya hemos practicado juntos alguna vez, incluso si nunca luchamos más allá que en la academia. Pero a ellos dos no los conozco de nada. Quiero ver con qué me voy a encontrar.

    — Bueno, haces bien en aprovechar eso — Airin comentó mientras miraba a Nova — A Sky le toca pelear contra alguien a quien tampoco conoce. Y no tiene la oportunidad de verla luchar.

    — Pero sé que Sky va a ganar — Arick la tomó de las manos — Sabes que cuentas conmigo.

    — Conmigo también — Airin comentó, con un tono un poco frío.

    La seriedad con la que Airin dijo esas palabras no hizo más que sorprender a todos, con excepción de Sky. Antes de que alguien pudiera preguntar a qué se debía esa situación, Ulrik llegó al lugar. Dadas las condiciones puestas por Natasha, el combate podía dar inicio, puesto a que no era una obligación que todos estuvieran presentes. Tyson dejó de estirar, y se colocó en el interior de la zona de combate, a la cual Ulrik también ingresó sin haber realizado un saludo previo.

    Con solo Iker ausente en el sitio para observar la pelea, todos se acercaron a la distancia que creían apropiada, y escucharon atentamente mientras Natasha comenzó a hablar.

    — Recuerden las reglas: pueden atacar a cualquier parte del cuerpo excepto el cuello y la cabeza, incluyendo fragmentos de energía — Natasha quería que lo tuvieran en cuenta para el desarrollo de la lucha — La pelea se termina cuando derriban a alguien al suelo y le impidan levantarse durante diez segundos, cuando saquen a alguien del límite o bien si incumplen la regla de atacar a un sitio indebido.

    — La comandante Zafiro y yo decidimos intervenir de inmediato si vemos que uno de los dos sigue la pelea una vez que hayamos declarado al ganador — Allecreod comentó información nueva para tener en cuenta en el torneo — Si sienten que nos hemos equivocado en el conteo del tiempo, o que los descalificamos de manera injusta, pueden protestar. Hay cámaras instaladas en la sala, por lo que podremos revisar. Que hayamos declarado a un ganador no significa que hayan perdido todavía. La idea es impartir justicia en estas peleas.

    — Pero solo si se detienen cuando nosotros lo indiquemos — Natasha fue muy severa con esa orden — Si el perdedor sigue atacando una vez que nosotros ya declaramos al ganador, pierde su derecho a réplica. En cambio, si el ganador no se detiene, podríamos optar por descalificarlo del torneo.

    — Entiendo, es sensato — Tyson lo comprendía, y buscaba agradar a ambos líderes con su opinión — Venimos a pelear por competencia, no por nuestras vidas. Hacen bien.

    — Me parece bien, no quiero que se alarmen, no tendrán problemas de mi parte — con Ulrik estando de acuerdo, la lucha iba a dar inicio.

    Iker llegó al gimnasio en el momento justo en que se declaró el inicio del combate. El chico se paró con el resto de sus compañeros, quienes le explicaban lo decidido por la comandante Zafiro cuando él estuvo ausente, y que debería tener en cuenta si no quería ser descalificado al momento de combatir. Sin más distracciones, el chico empezó a ver la pelea.

    Ulrik, pese a ser el último en promedio, no quiso medir a su rival antes de empezar la batalla. El soldado empezó con una carga listo para lanzar una patada al abdomen de Tyson. Este último, viéndolo venir y pudiendo predecir su movimiento, quiso atajar su pierna en el aire para luego darle un golpe por detrás de la rodilla, pero no consiguió hacerlo a tiempo. Sus manos se resbalaron por la pierna de Ulrik, y terminó recibiendo una patada muy potente en el estómago, lo que causó que se inclinara levemente. Esto permitió a su rival continuar su ataque con un rodillazo al pecho, que lo hizo retroceder unos pasos hacia atrás. El área límite de la zona de pelea estaba un poco lejana, siendo de diez metros de alto por quince de ancho, así que Tyson todavía no se preocupaba por eso, y supo que debía centrarse en responder los golpes antes de seguir recibiendo para llevar.

    Zima cargó energía en sus manos, lista para arrojarla contra su rival, mientras este retrocedía unos pasos para tomar algo de carrera. Ambos empezaron a correr uno contra el otro, con la excepción de que Ulrik no tenía energía lista para lanzar. Cuando estuvieron a menos de dos metros de distancia, Tyson liberó los fragmentos que tenía cargados, y Ulrik reaccionó. Tirando la espalda hacia atrás y yendo al suelo, Ulrik consiguió esquivar el ataque realizado por Tyson, a la vez que pateaba de lleno ambas piernas del soldado. Por el impulso del ataque, este golpe terminó por enviar a Tyson por los aires y caer bocabajo en el suelo golpeándose la frente contra el mismo. Zima estaba un poco aturdido, y quería levantarse para poder contraatacar antes de que pudiera llegar a cansarse. Ulrik, teniéndolo de frente, empezó a correr hacia él listo para embestirlo y tratar de empujarlo hacia afuera de la zona límite de la batalla. Escuchando sus pisadas acercándose a él, Tyson giró rápido su cuerpo al tiempo que movía su brazo derecho para impactar su codo contra su rival. Al tener a su oponente de espaldas, no consiguió calcular bien la dirección de su ataque, y terminó por clavarle un codazo en la mejilla, moviendo a Ulrik unos cinco pasos de distancia de él, lo cual hizo que emitiera un quejido por haber sido golpeado en esa zona.

    Cuando Tyson vio que Ulrik se frotaba la mandíbula, supo que había cometido un error en el combate. La resolución no tardó en llegar.

    — Un golpe a la cabeza es descalificación, incluso siendo accidental — Natasha le hizo saber que la pelea había terminado — Lo lamento, Zima. Pero estás fuera de este torneo.

    — Oh, no… — Tyson pisó el suelo con fuerza, frustrado al ver que su mal inicio lo condicionó por toda la brevedad de la pelea — Discúlpame, Ulrik. No quería golpearte fuerte en la mejilla. Y menos que esta pelea fuera tan poca cosa. No te llevarás casi nada de experiencia de aquí.

    — No, descuida, entiendo que todos cometemos errores — Tyson percibió la disculpa de Ulrik como artificial.

    Viendo que nadie aplaudía por el combate realizado, Ulrik optó por mostrarse como un jugador honesto. Se acercó a Tyson y le extendió la mano, en señal de respeto por la pelea que habían tenido. Su contrincante la estrechó, y ambos optaron por salir del centro del conflicto para dar lugar a que Jessica e Iker pudieran ponerse de pie y listos para su combate.

    — Tyson, no sabes el favor que me hiciste — Ulrik pensó para sí mismo mientras abandonaba el centro del gimnasio — Lo que menos quiero es que esta gente descubra mi estilo de combate. Solo me preocupan Arick y Winter. Si Nova logró escalar por encima de los hijos de dos comandantes de DCT, no deben ser la gran cosa. Quiero tener la oportunidad de eliminarlos y ganar esta competencia, y si hubiera mostrado mis técnicas en este combate, me lo estarían complicando bastante.

    Desde el otro lado por el que se retiraron Ulrik y Tyson, Kite no tardó nada en expresar su descontento con el resultado de la pelea.

    — No pude ver nada, solo un intercambio de golpes regular — el chico se frustró un poco.

    — Bueno, piensa que Ulrik es el último en promedio, y trata de no sobre pensarlo demasiado — Artem buscaba que el amigo de Winter no se comiera la cabeza con eso — Esto es lo que es. Haz de cuenta que van a ir en igualdad de condiciones. Después de todo, él no sabe como peleas tú.

    — Sí, eso lo tengo en mente, pero algo que nos enseñaron en la academia militar es que siempre hay que saber cómo pelea el enemigo — Kite lo miraba desde ese punto de vista.

    — ¿Ulrik es tu enemigo o solo tu rival? — Valiana, ajena a los asuntos de la milicia, creía que Kite lo estaba tomando como algo personal — Los escuchaste hablar antes de que empezara el combate. No es de vida o muerte. Perder este torneo no es el fin.

    — Eso depende… — Winter quería que su hermana tuviera algo en consideración — Si Ulrik es el ganador, será nuestro líder en el campo de batalla. No lo conocemos. No hay forma de saber si podemos confiar en sus habilidades.

    — Bueno, si no quieres que él gane, lo que tienes que hacer es simple — Valiana no entendía por qué su hermano menor no lo veía por el mismo lado que ella — Derrótenlo si les toca pelear contra él.

    Las palabras dichas por la mayor de los Lakor tuvieron un efecto un poco motivador en los cinco jóvenes que estaban junto a Artem y a ella. Dados los resultados que habían tenido lugar en ese combate, el panorama estaba claro. Kite lucharía contra Ulrik en primera ronda. Winter o Airin, dependiendo de como pudieran quedar en su pelea, les tocaría luchar contra él en la semifinal si es que seguía avanzando. Y si el joven Mardh era capaz de llegar a la final, Arick o Sky tendrían que vérselas con él en caso de llegar así de lejos.

    Nada de eso cambió el pensamiento de ellos de ir con todo en el torneo, sea quien fuera su rival, pero un poco de conocimiento no estaría de sobra para seguir avanzando. Sin embargo, la atención de aquella conversación se apartó cuando vieron que Iker y Jessica se veían las caras en la zona de pelea listos para tener su turno. Era Arick quien miraría con más atención, puesto a que ellos dos asistieron a una academia diferente a la de él, y quizá hubieran logrado aprender algo que él no. El soldado prefería una victoria de Jessica antes que una de Iker, pero estaría listo para enfrentar a cualquiera que tuviera delante.

    — Pueden empezar cuando lo deseen — Natasha les dijo que era su turno para luchar.

    A diferencia de la pelea anterior, ninguno esperó al otro de primera mano. Ambos se lanzaron el uno al otro y casi con el mismo pensamiento para el ataque inicial. Un choque de los codos de ambos soldados se produjo, y pese a que partieron con la misma fuerza, Iker hizo un mejor movimiento de piernas, lo que le permitió mantenerse firme mientras que su compañera Jessica rebotaba hacia un costado, quedando de espaldas a él. Apresurándose a realizar un nuevo ataque, Iker avanzó y dio un salto, asestándole una doble patada en la espalda a Jessica, quien fue arrojada unos dos metros de su lugar, todavía lejos del límite.

    — Iker salió con agresividad — Arick tomó nota — Conviene no darle tiempo para que ataque primero.

    En el suelo, Jessica dio un giro rápido, y se alteró un poco cuando vio a Iker empezando a correr hacia ella. La chica cargó energía en ambas manos, acumulando para que se fueran formando dos fragmentos de tamaño considerable que no pudieran ser ignorados. Su plan había dado frutos. Iker, creyendo que iba a dispararle para forzarlo a saltar hacia un costado, actuó antes y se desvió hacia la derecha, buscando complicarle a Jessica el lanzar sus ataques, sin embargo, esto fue lo que la soldado quería. Deshizo la carga de la energía en sus manos y realizó una maniobra que le permitió encajarle un planchazo en la tibia a Iker, derribándolo en plena carrera.

    — Así que Jessica usa faroles en la pelea — Arick esperaba que el combate no terminara tan pronto como el anterior para poder seguir aprendiendo sobre los estilos de sus compañeros.

    Iker se recompuso rápido, y tanto él como su compañera estaban cara a cara y listos para seguir con el combate. Sin energía, los dos se acercaron y empezaron a desplegar habilidades de combate cercano. Puñetazos y patadas que salían de uno eran bloqueadas por el otro. Ambos reaccionaban y buscaban una apertura a la vez que iban recibiendo los ataques del otro. Jessica, viendo que los movimientos no llegaban a buen puerto, retrocedió un par de pasos y lanzó apresuradamente unos fragmentos de energía hacia Iker, dirigidos a sus pies. Temiendo ser desestabilizado por ella, el soldado retrocedió al tiempo que su cuerpo abandonaba posturas ofensivas y defensivas y se quedó agachado. Queriendo aprovechar esa ventaja que tenía, Jessica se lanzó a la carrera por él, lista para realizar una embestida. Iker vio el momento oportuno y le dirigió un golpe de puño debajo de las costillas, que dolió un poco a Jessica. El siguiente ataque que recibió fue un golpe de rodilla que la hizo inclinar un poco.

    Iker quiso seguir lanzando más golpes consecutivos hacia esa zona de Jessica, pero se sorprendió un poco al ver que los brazos de Jessica tenían su pierna rodeada. Su compañera de academia aprovechó el daño recibido para poder hacer un movimiento algo arriesgado. Estando su contrincante en una pierna, Jessica le pegó una patada conforme pudo a la tibia de Iker, buscando hacer que este cayera al suelo. Iker sentía que iba a caer, pero en tan solo un segundo pudo reaccionar. Aprovechando que Jessica lo tenía sujetado, este llegó a estirar sus brazos para tomarla de los codos. Y cuando iba a caer, ejecutó un giro con su cuerpo que lanzó a Delta por los aires y la hizo golpearse la espalda con el suelo.

    Algo adolorida por haber recibido más impactos de su compañero, Jessica se estaba levantando del suelo con cierta dificultad. Iker, por su parte, aceleró las cosas. Fue corriendo hacia ella y le realizó una carga con el hombro mientras ella estaba a medio camino para ponerse derecha. El empujón llevó a Jessica a caer cerca de la zona límite del combate, y ella lo había visto. Iker empezó a correr hacia ella, buscando repetir su hazaña anterior, y sabiendo que era su oportunidad para lanzarla fuera. Delta reaccionó rápido y logró devolverle uno de los golpes propiciados por Iker al llevar su puño a la zona renal de su compañero, quien se detuvo en su carga y no llegó a derribarla.

    Ambos estaban en el límite de la zona de pelea, por lo que Allecreod y Natasha se acercaban para que no se les escapara ningún detalle del combate, pese a que tenían las cámaras para prestarles ayuda en todo momento. Ante la vista de todo el mundo, Jessica e Iker se enfrentaban dándose golpes de puño, intercambiando acumulaciones de energía de forma gradual para no revelar patrones de ataque al contrincante. Ataques dirigidos al estómago, al pecho y muy pocos siendo lanzados contra las piernas tenían el objetivo de brindar un golpe que pudiera sacar al otro del límite, sin exponerse demasiado. Ninguno de los dos jóvenes quería darse a torcer, y mucho menos cometer un error que pudiera condenarlos a la derrota en ese momento.

    Tanto Iker como Jessica carecían de experiencia real utilizando la energía, y eso fue lo que llevó al joven Evanson a temer quedarse sin esa adición para el combate, incluso sabiendo que su siguiente lucha en caso de ganar, sería el día de mañana. Buscando una estrategia diferente, Iker fue el primero en cambiar su estilo de ataque lanzando un codazo al hombro izquierdo de Jessica, quien sintió un poderoso pinchazo al sentir como ese golpe le dio en una zona sensible. La chica se quedó quieta por un segundo, lo que le permitió a Iker realizar un giro al tiempo que le daba una patada en la cintura. Ese ataque logró su cometido de arrojar a Jessica fuera de la zona de combate, dándole la victoria a Iker en aquel momento.

    Jessica no se había percatado de que la habían sacado del combate hasta que miró hacia atrás y vio como la línea que delimitaba el sitio a unos metros de su cuerpo. Supo que todo había terminado en aquel momento, y dejó salir un gruñido de inconformidad para sí misma.

    — Una pelea limpia, los felicito — Natasha no vio necesario anunciar al ganador — Espero los demás combates del torneo sean así de parejos y con tanta justicia.

    — Jessica, te felicito, me acorralaste pese a que yo te di más golpes — Iker creyó que debía mostrarse humilde en la victoria — Tal vez yo haya ganado, pero los dos merecíamos la victoria.

    — Vaya… gracias, Iker — la chica se mostró feliz al verlo no siendo un presumido para con ella.

    Un par de aplausos provenientes de Artem y Valiana, quienes no tenían una preferencia real para el ganador de la batalla, fueron los que contagiaron al resto a mostrarse respetuosos con la pelea que habían contemplado. Pareja e intensa por igual, todos lo vieron como algo positivo para ellos. Arick era de los presentes el que aplaudía con menos intensidad, dado a que no podía evitar preocuparse por su experiencia pasada con Iker al pensar que lo tendría que ver en la primera ronda. Allecreod, estando ajeno a las rencillas que pudieran haber ocurrido entre ambos, se sintió un poco intrigado al ver que Arick no aplaudía. Curioso, se acercó a su compañera en liderazgo, y le preguntó por el motivo.

    — Arick no se ve entusiasmado — el ryfier quería información que pudiera evitar conflictos.

    — Él tuvo roces con Iker en su momento, pero tú no los viste porque estabas en camino a Tralio, en compañía de mi esposo — Natasha lo decía en voz baja, ya que no quería causar problemas entre ambos — Su pelea será buena para que mida su autocontrol.

    — Cosas que te pueden explicar, pero solo tú mismo puedes aprender — Allecreod tenía cierto interés ya que su compañera lo había mencionado — Mañana lo descubriremos todos.

    Una vez que el aplauso se había terminado, Natasha llamó a todos los soldados para dar un anuncio, por más que la gran mayoría sentía que ya sabían por dónde iba a dirigirse.

    — La ronda clasificatoria dejó a los ganadores y clasificados para la primera ronda — Natasha no sorprendió con el comienzo de su discurso — Ulrik luchará contra Kite el día de mañana, y a Iker le toca enfrentarse a Arick. El resto de los combates ya son conocidos. El procedimiento de mañana será el mismo. Sepan que no tenemos por qué ir en orden. Fijaremos la misma hora que fijamos hoy, y cuando dos contrincantes estén ya presentes, pueden iniciar su pelea. Ahora, son libres para irse a comer, a las duchas o simplemente a descansar.

    — No tuve demasiada participación, así que no me urge ir a las duchas por ahora — Tyson comentó, en referencia a su breve combate.

    — Bueno, yo siento algo de sudor encima — Iker declaró, sabiendo su siguiente destino — Yo me iré a duchar de inmediato.

    — Yo también iré, quiero estar fresca antes de irme a dormir, estoy algo cansada — Jessica aclaró.

    — Yo… no lo sé, quizá me duche después, ahora tengo que poner mi mente en el combate de mañana — Ulrik aclaró lo que haría — Sé que no seguiremos un orden específico, pero en el sorteo, mi pelea fue la primera, así que soy el que menos tiempo de descanso tiene de los presentes.

    — Tu pelea no fue demasiado extensa — Kite buscó una forma de provocarlo, como compensación de la nula información que se llevó — Solo recibiste un golpe. Si necesitas un tiempo largo de descanso, no sé qué harás en una misión real.

    — Descuida, solo quiero estar al cien por ciento, me alcanzan unos minutos — Ulrik aclaró al soldado — Con su permiso, voy a descansar.

    Habiéndose terminado todos los combates que iban a transcurrir en el día, Natasha y Allecreod abandonaron el lugar, emprendiendo su camino hacia la sala de comandos para revisar que los sistemas automáticos continuaran en su buen funcionamiento tras haberlos dejado por un tiempo sin supervisión. Artem y Valiana, como sus deberes indicaban, debían completar un cierto número de horas al día en la sala médica. Pese a que no había heridos tras los combates, no podían declinar sus responsabilidades si no se encontraban en una emergencia.

    Los cuatro soldados que habían tenido la oportunidad de combatir durante el día se retiraron. Winter, Airin, Sky, Kite y Arick se iban a quedar en la sala de entrenamiento para conversar sobre lo que les esperaría en el día de mañana. Nova se les acercó a ellos, pero sin la intención de integrarse al grupo todavía.

    — Bueno, Jessica está fuera, y a nosotras nos toca eliminarnos en la cuarta pelea — decía mientras miraba a Sky a los ojos — Es un poco injusto que el azar nos haya distribuido tan mal.

    — Eso no significa que una de nosotras no pueda obtener la victoria en el día de la final — Sky no tenía mucha simpatía para con su rival — Después de todo, no somos tres mujeres contra siete hombres. Somos todos contra todos.

    — Mañana será de ti contra mí — Nova empezaba a marcharse — Que gane la mejor peleadora.

    Con la partida de todos los demás de la sala, solo ellos cinco quedaban para la conversación. El tema principal e inmediato elegido fue irremediablemente el de los combates que acontecerían al día siguiente.

    — Bueno, creo que Sky se lleva la más complicada — Kite opinó, poniéndose del lado de su hermana — Vas contra alguien a quien no conoces.

    — Tú también lo harás, no es que este combate sirviera de mucho para aclarar las cosas — Airin habló respecto a lo referenciado por Kite.

    — No, pero yo estoy por encima de Ulrik en promedios… el caso de Sky no es el mismo — Kite se ponía en los zapatos de su hermana.

    — Tal vez, pero Sky no permitirá que eso la detenga — Arick quería que su novia se sintiera motivada — Según lo que dijo Ulrik, el promedio académico no indica quien es el mejor peleador. Nova simplemente pudo haber sido más aplicada en materias teóricas. No significa que te vaya a ganar.

    — Ella no me ganará, tenlo por seguro — Sky apreciaba la confianza que le daba Arick — Y estoy segura de que tú también ganarás tu combate, Arick.

    — Te noto algo preocupado, ¿de verdad estás asustado por pelear con Iker? — Airin no pudo evitar notar la expresión de su compañero.

    — Tú no estuviste allí el día que yo conocí a Iker — Arick pensó en ese momento — Winter y Sky lo vieron. Sé que él mismo reconoció su error por lo que hizo, y que es tolerante conmigo. Pero no lo conozco lo suficiente como para saber si lo ha olvidado, o si sigue guardándome rencor a escondidas.

    — Si te hace algo inapropiado, el combate termina y él queda descalificado — Kite buscaba que no lo pensara tanto.

    — No tengo cómo saber si eso le importa más que devolverme la humillación que sintió que yo le hice pasar — Arick no se lo sacaba de la cabeza — ¿Qué tipo de sanción le podría caer? Ya habrán pasado tres días, no vamos a retirarlo del equipo. ¿Y de qué va a servir suspenderlo por tiempo determinado? Aún tenemos trayecto hacia nuestro destino, y no es como si fuéramos a bajar a explorar un mundo desconocido con un hombre menos solo por eso.

    Las cosas que Arick había listado realmente tenían reflexionando a sus otros compañeros sobre lo que podría llegar a acontecer en el día siguiente, cuando ambos se vieran las caras en la zona de combate. Por más que entendían que el torneo no buscaba realizarse con intenciones hostiles, cierto era que no podían saber cómo reaccionaría Iker cuando tuviera permitido luchar en contra de Arick. Esa y otras razones personales eran la causa de que muchos hubieran preferido que la victoria se la llevara Jessica, aunque el destino no lo había querido así.

    El menor de los Lakor que viajaban en la nave no quería dar una impresión de cobarde o de egoísta, por lo que expresó sus opiniones sobre uno de los combates que iban a llevarse a cabo el día de mañana.

    — Winter, Airin… ¿cómo se sienten al respecto? — Arick quería saber más sobre eso — Yo sé que hay posibilidades de que Sky y yo podamos enfrentarnos en semifinales. Pero ustedes dos ya lucharán mañana mismo.

    — Daremos nuestro mejor esfuerzo, los dos… y ganará el mejor — Airin no estaba tan motivada como para desear enfrentarse a Winter tan pronto, pero lo camufló con éxito con su tono de voz — Creo que, si lo vemos por el lado positivo, es mejor así. Para mí, esta es la pelea más difícil que me tocaría en el torneo. He visto a Winter derrotarte, Arick. Y también lo vi pelear contra…

    Los cuatro chicos vieron como ella se detuvo antes de mencionar a su fallecido hermano. No era la primera vez que Airin hablaba sobre el tema con ellos, pero eso no quería decir que fuera sencillo para ella el seguir afrontando la pérdida de un familiar cercano, que llegó al mundo al mismo tiempo que lo hizo ella.

    — Está bien, no hace falta que lo discutamos ahora, centrémonos en el torneo — Winter abrazó a su pareja — Mañana será un día especial. Todos probaremos nuestra fuerza contra rivales a nuestra altura. Y tenemos un premio esperando si ganamos.

    Siendo capaz de desviar sus pensamientos de aquel recuerdo, Airin se abrazó con su novio, estando un poco más tranquila al respecto. Una vez que todos los pensamientos se habían aclarado, los cinco soldados optaron por retirarse a descansar, sabiendo que el beneficio de no haber tenido que pelear durante aquel día se les había terminado por el momento.

    […]

    Ulrik caminaba por los pasillos, pasando cerca de las duchas y los baños separados por género en la nave. Tan pronto como dio la vuelta para pasar por allí, notó que Jessica había ingresado al lugar. El joven Mardh se detuvo temporalmente por unos pocos segundos, para luego terminar yéndose hacia su habitación, pasando de largo todas esas habitaciones.

    — Ella no tiene mucho que ofrecer, la verdad — Iker pensaba respecto a su compañera — Al menos mañana es el turno de que Nova y Sky vayan a pelear. Podré tener algo mejor cuando esa ronda haya finalizado.

    Una vez llegó hacia su habitación, abrió la puerta y cerró utilizando una cerradura que solo se bloqueaba con la palma de su mano para poder tener tranquilidad y así pensar en el día siguiente y su combate contra Kite. Una conversación que tuvo con quien era su mentor hacía unos días atrás le dio una motivación extra para no dejarse derrotar en lo que sería el momento de luchar al día siguiente.

    Kite Michael no es hijo biológico de Thomas y Gwyn, es adoptado — Noak le contestó a una de las preguntas que tuvo — Él adora a sus padres, incluso desde antes de que lo adoptaran, los consideraba como héroes. Podríamos decir que Kite es tu opuesto en vida. Sus padres perdieron la vida en una tragedia causada por Zig, y la milicia lo salvó. Tú en cambio, perdiste a tus padres por culpa de la milicia, y te dejaron de lado.

    ¿A él también lo tengo que mantener con vida si hace falta? — Ulrik sentía un poco de furia para con él, pese a no haberlo conocido nunca — Es adoptado. Incluso podría dar una mala imagen si no regresa.

    ¿Ante quién? Si ese chico tuviera más familiares, no lo hubieran adoptado Thomas y Gwyn — Noak se lo explicó desde ese punto de vista — Tal vez haya sido adoptado, pero eso no quita que fue su hijo por más de diez años. Trece, si no me equivoco.

    La lista entonces se reduce a estos chicos… Iker, Jessica, Tyson, Nova, y también Airin, por más que sea novia de Winter — Ulrik listó a todos aquellos a los que tenía permitido eliminar para realizar el sabotaje de la misión — Los otros cuatro son intocables.

    No sé que clase de peligros te vayas a encontrar allí, Ulrik, pero haz lo que puedas para que sobrevivan — Noak quería que entendiera lo importante que era — Tan pronto como la gente odie a los militares tanto como nosotros, podrás quitarte la máscara. Y no hará falta que finjas más al respecto.

    Con sus ideas aclaradas, Ulrik tenía decidido como iba a ser su curso de acción a lo largo del torneo cuando tuvieran lugar los combates.

    — Primero aplastaré a Kite en la primera ronda… luego tendré el placer de eliminar a los dos Lakor en la semifinal y en la final. Ser el líder de campo me dará ventajas para asegurarme que estos malnacidos sobrevivan a esta misión. No solo les doy una paliza y les hundo el ego tan elevado que deben tener por haber sido los mejores, sino que también me puedo quitar piedras del camino a cumplir esta misión.

    Con el rencor como principal alimento para él, Ulrik se acostó a dormir sin considerar el ir a comer algo o siquiera bañarse tras el combate, dado a que ni siquiera llegó a derramar una gota de sudor, todo gracias a la imprudencia de Tyson, lo que le permitió pasar a la primera ronda sin haber brindado información adicional a sus futuros contrincantes, algo que esperaba que se pudiera repetir al día siguiente.

    […]

    El nuevo día había llegado, y con eso, la hora pactada para que comenzaran los combates de la primera ronda del torneo. En esa oportunidad, todos los soldados llegaron unos minutos antes de la hora, siendo Iker el último, al igual que en el día anterior, pero estando adelantado al comienzo por unos cinco minutos de diferencia. Las reglas eran conocidas por todos, y el modo de pelea también, por lo que ya nada más restaba que la seguidilla de cuatro combates que iniciarían con la pelea de Kite contra Ulrik y que acabaría con la de Nova y Sky, pudiera ponerse en marcha.

    Natasha y Allecreod tomaron sus lugares, y a diferencia del día anterior, solicitaron la ayuda de Valiana y Artem para que fueran sus ojos en las esquinas sin cubrir de la zona cuadrada donde se limitaban los soldados que debían competir. Tyson y Jessica, pese a saber que no les tocaría seguir peleando, mantenían el interés por el futuro del torneo, por lo cual, acudieron a ver el resto de los combates.

    El joven Mardh y el joven Delleo se situaron cada uno en el interior del campo de combate, y cuando Natasha dio la orden para iniciar, su combate tomó lugar.

    — Son libres de atacar, la pelea ha comenzado — Natasha dio permiso para que demostraran su fuerza.

    Igual que en su batalla contra Tyson, Ulrik se lanzó a la carga para ser el primero en atacar. Contando con poca información, Kite decidió esperarlo, mirando bien y sin perder detalle los movimientos de sus piernas. Según cuál fuera el ataque, reaccionaría de forma diferente o no. Ulrik quiso repetir lo mismo de la pelea de su día anterior, y levantó la pierna para intentar dar una patada a su rival. Kite, sabiendo que arriesgarse a bloquearlo para contraatacar no era la mejor idea, ejecutó su plan preparado para ese movimiento. Retrocedió dos pasos al mismo tiempo que su codo izquierdo apuntó al tobillo de la pierna derecha de Ulrik. Ambos ataques chocaron, pero el joven Mardh fue quien se llevó la peor parte, recibiendo más daño de parte de Kite. El joven Delleo realizó un giro con su cuerpo en trescientos sesenta grados para patear el tobillo del pie de apoyo de Ulrik. El golpe fue eficaz, y Ulrik fue derribado al piso, quedándose Kite frente a él.

    Sorprendido por haber visto su nivel de improvisación, Ulrik giró su cuerpo unos cuantos metros para alejarse de Kite, mientras que este empezó a correr hacia él con la intención de patearlo antes de que pudiera levantarse. Al ver eso, Mardh acumuló grandes cantidades de energía en sus manos, sabiendo que no podría esquivar el ataque de Kite si intentaba levantarse. Kite se arrojó al suelo a la carrera, tratando de golpear el cuerpo de Ulrik con la planta del pie. Valiéndose de un escudo gran de energía que logró formar al juntar sus dos manos, Ulrik atajó el ataque de su rival evitando que llegara hasta su cuerpo. Mantuvo su escudo unos segundos más, y luego de eso, liberó su energía al mismo tiempo que movía las piernas, impulsándose hacia atrás para poder tomar distancia y ponerse de pie. De igual manera, Kite buscó incorporarse, pero Ulrik fue mucho más rápido, y llegó a saltar hacia él arrojándole un rodillazo en el estómago, que lo llevó a arrastrarse unos metros más atrás. Kite se apresuró a lanzar la energía contra él para frenar sus intenciones de atacar, pero Ulrik repitió su técnica de formar un escudo de calor juntando sus dos manos para evitar ser golpeado por esos ataques. Mantuvo su escudo en carga hasta que las manos empezaron a calentarse, momento en el que decidió liberar la energía y apuntarla hacia los pies de Kite. El golpe de la energía no lo lastimó, pero su dispersión sirvió para hacerlo tambalearse ligeramente. Con agilidad, Ulrik le lazó una patada que luego transformó en pisotón sobre el pecho de Kite.

    Teniéndolo casi acorralado, Ulrik le intentó propinar un puñetazo, que sorpresivamente fue atajado en la carrera por Kite con una sola mano. Antes de darle tiempo a reaccionar, Kite giró su cuerpo al mismo tiempo que con su mano libre le lanzó un gancho por debajo de las costillas. Al encajar ese golpe, soltó a Ulrik, enviándolo varios metros hacia atrás, quedando a tan solo uno de la zona límite del campo de pelea, y con su cara mirando al techo de la sala. Kite quería lanzarlo afuera del límite, de modo que pudiera ganarle rápido la pelea, sabiendo que le bastaba con solo dejarlo un poco fuera para lograr su cometido. Ulrik supo que no tendría tiempo para esquivarlo, y que Kite estaba un nivel por encima de Tyson, y casi a la par suya. Se lo jugó todo a una estrategia ya utilizada. En el poco tiempo que tuvo hasta que Kite dio el salto para tratar de empujarlo con una doble patada, Ulrik formó un escudo de energía con sus manos.

    Kite logró mover varios centímetros a Ulrik, pero el esfuerzo que este hizo por resistir el golpe mientras el escudo lo mantenía a salvo evitó que se saliera del límite. Deteniéndose poco antes, Ulrik se levantó con cuidado. Para no darle oportunidad de apartarse, Kite se le lanzó directamente, buscando eliminarlo con un placaje. Usando los brazos, Ulrik lo desaceleró, pero eso no fue suficiente para detenerlo. Poco a poco, Kite lo estaba empujando, y le dejaba menos tiempo para reaccionar. Cualquier intento de Ulrik para girar su cuerpo y aprovechar la fuerza del enemigo en su favor no daba ningún fruto.

    — ¡Mierda, tú no me vas a ganar! — gritó muy furioso mientras jugó una carta arriesgada.

    Ulrik cerró sus puños y con sumo cuidado, los dirigió a ambos a la zona de las axilas de Kite. El tiempo que tardó en haber dado ese golpe le permitió a Kite llevarlo justo sobre la línea que limitaba el cuadrado, pero ni un solo milímetro más. Al momento en que recibió el golpe, Kite perdió fuerza mientras que un gemido de dolor salió de él. Ulrik le arrojó una patada a la tibia, para evitar que pudiera recuperarse rápidamente. Aquel golpe provocó que Kite cayera de rodillas al suelo. Ágilmente, Ulrik se acercó a él, utilizó sus brazos como una tenaza para sujetarlo firmemente sin tocar su cuello y su cabeza, y lo levantó dando un giro con su cuerpo mirando hacia el exterior del campo de combate, a la vez que lo soltaba para dejarlo ir.

    Kite terminó siendo arrojado un metro fuera del escenario donde tenían la pelea. Al darse cuenta de esto, el joven Delleo dejó salir un suspiro de frustración por haber perdido la pelea y ser el primer eliminado de la primera ronda. Él ocupaba el quinto lugar entre los abanderados, mientras que Ulrik ostentaba el último de los diez puestos que tuvieron el permiso de ir a esa misión. Haber sido vencido por alguien con un puesto tan por debajo del suyo no le cayó muy bien.

    — Carajo, no puedo creerlo — decía mientras golpeaba el piso en señal de frustración — ¿Qué hice con el entrenamiento que me dieron mamá y papá? Si iba a perder, tendría que haber sido con alguno de los que quedó por encima de mí. No con el último lugar.

    — Fue un combate muy parejo, más incluso que el de Iker y Jessica — Allecreod se maravilló con la demostración — Creo que los dos fueron muy inteligentes, y supieron aprovechar el terreno y sus ventajas. Este combate pudo haberse decantado para cualquiera.

    — Se decantó para mí — Ulrik sentía furia al ver como el extraterrestre solo minimizaba su victoria — Yo he sido mejor, pero reconozco que la tuve complicada.

    — Tenías razón al sugerir este torneo, Ulrik — Tyson decidió comentar, en referencia a la charla tenida hacía dos días atrás — Yo creí que podría ganarte por estar un puesto por encima de ti. Resulta que no pude, y que tampoco alguien que está cinco puestos lo logró.

    — Yo ya lo había dicho hace dos días, y ahora no estoy haciendo más que sustentar mis palabras — Ulrik sonreía, listo para presumir por el pase a la segunda ronda de semifinal — Soy el mejor peleador aquí. El puesto de líder de campo va a terminar siendo mío.

    Las palabras de Ulrik no cayeron muy bien en todos los demás. Ni siquiera en Tyson, quien tenía algo de admiración para con él, ya que esperaba que alguien que fuera realmente el mejor mostrara una mayor humildad y no se dedicara tanto a presumir. Enfadado al ver que a su rival parecían habérsele subido los humos, Kite se puso de pie y se acercó a sus compañeros de academia. Sky y Arick lo abrazaron para consolarlo, siendo su hermana la que le dio un beso en la frente para que no se lo tomara tan personal.

    Una vez que él mostró ese cariño con sus más cercanos, Winter y Airin optaron por hacer lo mismo. La pareja lo abrazó, y aprovechando que las vistas de todos todavía no estaban sobre ellos, siendo que Ulrik había ganado un par de miradas por la victoria, el mayor de los Lakor en el ejército presente optó por decirle unas palabras.

    — No te preocupes, Kite, Ulrik no seguirá avanzando — Winter le prometió que lo derrotaría — No sé quién pasará a la segunda ronda entre Airin y yo… pero quien lo haga, le impedirá convertirse en líder.

    — Tú lo acorralaste casi hasta la derrota, ahora estamos seguros de como enfrentarnos a él — Airin murmuró, compartiendo complicidad con su pareja — Pero bueno, parece que primero nos toca combatir a nosotros.

    — Buena suerte, amor mío — Winter disolvía el abrazo.

    Ante la vista de todos los presentes en la sala, la pareja de soldados nacidos en el espacio cuya crianza inició en Tralio y su formación militar culminó en Edagr, se pararon en la zona de combate una vez que Ulrik la dejó despejada. La intriga por saber quién triunfaría y pasaría de ronda reinaba en todos, pero también estaba el deseo de saber cómo dos soldados que formaron una pareja afrontarían el tener que enfrentarse mutuamente.

    — Bueno, sé que ustedes dos se quieren, pero el azar decidió este combate — Natasha buscaba aligerar tensiones entre los dos — Pueden empezar cuando lo decidan.
     
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