Explícito Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]

Tema en 'Crossover' iniciado por Brunchi, 15 Octubre 2021.

Cargando...
  1.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    333
    la historia la tengo principalmente en mi 0erfil de wattpad. Pero les traigo hoy para que puedan disfrutar de una lectura distinta. Supongo. Aspecto físico de Buruki Maná : ningún punto de su complexión o fisonomía tiene lógica, no le busquen lógica, porque ni yo la encuentro pero me gusta escribir este punto. Soy nueva en el Fandom. Y más aún utilizando y creando personajes intersexuales, por ende, perdón si los ofendo o les molesta mi historia. Pero es una historia random que me nació escribir luego de ver en anime. Y como el deporte de la natación lo amo, no me pude resistir. Cada punto extraño será revelado en el transcurso de la trama y desarrollo. Así que, si me llego a saltar un punto que ocasione dudas, avísenme intentaré explicar pero si es algo referente a lo mencionado principalmente, ya le pido perdón que no siempre mi cabeza tiene fundamentos para todo.
    [] FANFIC DEL ANIME "FREE!"
    [] Todos los personajes son pertenecientes a su respectivo autor, solo me pertenece la vida e historia de Buruki Maná.

    ✦ ° • ✦ ° • ✦ ° • ✦ ° •

    El club de natación de Iwatobi conoce a un estudiante ya transferido hace bastante tiempo pero que recién se hace notar al tener una vista del nado de Nanase Haruka.

    El mencionado nota una extraña sensación al ver a aquel estudiante, llevándose una gran sorpresa, porqué... Él es un pez de ojos dorados del mar distinto de entre todos los demás, nada tranquilo y por supervivencia para seguir en libertad. Su cuerpo no era normal, era uno de tantas personas que no le importaba ser confundido en ambos géneros.

    Pero el club sabía que tenían en compañía a un nuevo pez, un... PEZ DORADO DEL MAR.

    Buruki Maná, cambiará su estilo de ver la vida fuera del agua cuando por fin encuentra a su compañero de vida. Y este compañero encuentra un motivo más para vivir fuera del agua, un motivo por el cual luchar si no sabe el regreso al camino y pasión.
     

    Archivos adjuntos:

    Última edición: 15 Octubre 2021
    • Fangirl Fangirl x 1
  2. Threadmarks: Intro previa.
     
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    727
    El mar es amplio, es demasiada agua y terreno del cual admirar, una vez que te sumerges en lo profundo del mar, dejando que el cuerpo se hunda sacando pequeñas burbujas de aire por la boca ante el nado relajado para llegar a su fondo. Donde se puede observar tan bells criaturas marinas, plantas y algas, corales y otras más especies desconocidas para el mundo humano. Todo es tan bello que si no fuera por la incapacidad de vivir sin alimento, podría siempre mantenerse en el fondo del mar cual si fuera aquel pez dorado perteneciente al mar, aquel pez que sólo sus ojos portan el característico dorado y el resto sólo se mantiene en colores azules, verdes tan llamativo, un pez de gran porción de cuerpo y que sólo en ciertas zonas del mundo es capaz de ser encontrado. Aquella frente ancha es imposible de evitar pensar que tal de tanto chocar con tantas criaturas está ya se ha quedado chata como su casi inexistente pechonalidad.

    Suelta aire y nota como por un momento su cuerpo se hace pesado, tapándose la boca por su idiotez hecha, inmediatamente sale a un nado veloz a la superficie hasta llegar a muy duras penas a la orilla del Mar. Su cuerpo lastimosamente era tan sólido y muerto que si dejaba que el agua entrase cual esponja era capaz de quedarse un buen tiempo en el fondo del Mar, sin embargo, debía seguir entre los vivos, seguir alimentándose de animales para coexistir con los humanos.

    Aquellos humanos que de joven tanto dañaron su vida existente. Se mira al reflejo del agua mientras la marea se mueve ligeramente chocando contra sus pies desnudos y pálidos, con un ligero brote de luminoso en los rayos del sol que van poco a poco desapareciendo en paso al anochecer. Su melena corta negra larga de un costado totalmente húmedo, estilo Carre mientras que en su lado izquierdo prevalece su casi rapado de cabello, consiguiendo su propio estilo punk pixie en corte. Mientras que aquellos ojos dorados tan llamativos y peligrosos a la vez, aquellos ojos dorados que alguna vez en un gran tiempo atrás fueron marrones oscuros... En su vida humana.

    Muerde su labio inferior, dejando notar sus colmillos apenas visibles, tras aquellas características ojeras. Sin duda alguna detestaba ser eterna. En fin, su celular suena al tono de la música Dream Posible, por lo que sin dudar contesta bostezando por aburrimiento y tal vez por costumbre.

    —Buruki Mana ya tu boleto esta listo, ¡este es tu momento! Vê a triunfar y... todo lo que tienes que hacer es tomar el vuelo y llegar a tu destino. ¡Estoy tan emocionada de que te encuentres al fin con tu compañero! —alega una voz femenina al contestar.

    —Alice... Realmente siento que es una pérdida de tiempo, digo... Quien realmente quisiera estar con alguien como yo, no soy exactamente una mujer de la cual alardear, acepto que cuando estoy modo outfit bad boy soy un bombón sexy, pero... Nadie es tan bueno para ser verdad. Ser yo es... Una abominación para muchos. —dice con aires deprimentes la joven ante las palabras dichas—, en fin, solo lo haré porque sino vendrás aquí y lo que menos quiero es llamar la atención con más de nosotros en un punto como este. Inclusive estoy feliz que el sol sea un impedimento para que vengas~

    El enojo ante estas las palabras e indignación pura no se hizo espere de la otra fémina en la llamada, pero al final tan solo escucha una exhalacion profunda de su parte.

    —¡Solo... Solo vete a High School Iwatobi, ya sabrás quien es... Te deseo fuerza de voluntad y muchos éxitos, Buru! ¡Aunque ya veras como voy vengarme cuando me vuelvas a visitar!bye! —exclama Alice, y corta la llamada antes de siquiera la otra conteste.

    —Ah.. Una vida más como estudiante, que asco. Aunque me dá intriga... ¿Funcionará está vez mi suerte en el amor? —pregunta al aire mientras se levanta tan despreocupada.

    Agarrando sus cosas y marchandose con su fiel automóvil del modelo verde aqua, el escarabajo 69. Comer unos animales por el camino ayudarán a que el viaje sea ameno.

    «Espero que el Instituto Iwatobi tenga un club de natación, porque sino... Será tan aburrido mi translado a aquel lugar.»piensa bostezando y adoptando una apariencia más viva conforme va acercándose a la civilización.
     
    • Zukulemtho Zukulemtho x 1
  3. Threadmarks: Sinopsis
     
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    947
    • • • • ───────────────────
    Extras:

    ✦ ° • Buruki Maná tiene nombre de chica porque en parte lo es, pero al ser llamado por Buru-kun se le confunde como chico pero tampoco le molesta porque en parte lo es.

    ✦ ° • Es una persona intersexual, posee miembros masculinos como femeninos, durante toda su vida ha tenido el tiempo necesario para ser lo que le sea necesario ser. No le importa que le confundan o que se burlen un poco pero le saca de onda que se crean superiores por encima de ella, por ende, su mal carácter sale al asecho y mata con la mirada. (al menos eso lo dicen, entre rumores, que su mirada da miedo)

    ✦ ° • Se mete en problemas y por ello ha sido expulsada de ciertas instituciones. Pero pide discreción a los maestros y directores con este dato. Contribuyendo con el Instituto con una buena donación de dinero.

    ✦ ° • Ama comer pescado y melon. Le gusta el jugo de melon y el pan de melon. Desde que lo descubrió no ha dejado de comérselo.

    ✦ ° • Tiene permiso de un médico general para entrar en actividades escolares regionales, como lo son las competencias de natación. Debido a sus años, cada generación la conoce y guarda su secreto, al ser en parte hombre puede formar parte ambas competencias pero le es más cómodo estar en el mismo club al cual se unió que unirse a unicamente de un solo género.

    ✦ ° • No se lleva muy buen con la mayoría de las mujeres. Ni con la mayoría de los hombres.

    ✦ ° • Tiene un encanto y tranquilidad, calma que enamora a muchos, tanto que hace dudar de su orientación a muchos.

    ✦ ° • Es pervertido. Versátil. Pero no les gusta que lo limiten, le gusta la libertad y lucha por un bien común para ambos géneros. Y le encanta el placer recíproco. Es bastante caballeroso, un encanto de chico, y una ternura y extravante mujer.

    ✦ ° • Tiene mal carácter cuando se ofende, le disgusta algo o sencillamente rompen su confianza.

    ✦ ° • Es bisexual. No se suele enrollar con personas al azar, pero si hay necesidad lo hace, no tiene vergüenza alguna en insinuarse a una persona de su total agrado y atracción.

    *. Advertencias.

    [X] Si no le gusta el yaoi, o personas que tengan una condición física intersexual, son cordialmente invitados a abandonar el libro, no soy buena en este género ni ambiente pero haré mi mejor esfuerzo. Si puede que halla Yuri, pero solo si es necesario una escena de celos.

    [X] Contiene escenas depresivas, algo desalentadora, sexuales, bullying, vocabulario carnal y vulgar. +18

    [X] Actualizaciones bastantes lentas, no tiene orden fijo de actualización. Cada vez que pueda y venga inspiración habrá nuevo capítulo.

    [X] El hecho que Maná tenga una relación con un hombre, no quiere decir que todos los personajes de free tendrán esa tendencia, no soy buena en ello y no quiero estropear y causar cringe a mas personas. [Ya suficiente le daré con lo que hace Buru-kun, mejor comenzar de a uno xD]

    [X] Pido comprensión y paciencia, soy muy nueva en este anime. Recientemente lo he visto por recomendación, así que... Tal vez me equivoque con descripción y cosas típicas de los personajes. Si me tienen paciencia les voy recompensar con especiales, tal vez con sorpresas. Así que... Muchas gracias de antemano si se animan a leer la historia.

    [X] Su alimentación es la misma que en la saga de crepúsculo, de Stephanie Meyer. En este fanfic habrá muy poco relacionamento con otras especies solo el personaje oc tendrá esta raza como secreto oscuro.

    [X] este personaje es de mi total autoria, su vida e história lo son, por lo que cualquier coincidência o parentesco con algo, pues habrá. Pero yo nunca he copiado algo de otra persona. Que aquello es un disgusto.

    SINOPSIS


    —¡Vamos, vamos, vamos, vamos Buru! —grita Sasabe Goro, alentando.

    —¡Vamos, vamos, vamos, vamos Buru-kun!—exclaman emocionadas Gou y la profesora Ama-chan.

    —¡Es por esa razón que es nombrado como el PEZ dorado del mar! WOAAA Ella es increíbleeeee! —exclama Nagisa con brillitos en los ojos.

    Las brazas con las que se desenvolvia en el agua eran tan magestuosas pero a la vez ágiles y velocices, tanto que parecía tener una fuerza sobrenatural, como si el instinto le saliera a flote pero sin perder la calma de aquel rostro tan pacifico del ojidorado tras aquellos googles.

    Tanto que su tiempo y esfuerzo valieron la pena para un segundo puesto, quedando para la final, aunque todos se habían terminado desinflando entre un suspiro de frustración al notar que esta parecía no tener intención de obtener el primer puesto en ninguna competencia.

    —Buru es libre. Yo quiero ser también libre como él —dice Nanase Haruka, observando el nado tan hermoso y profundo, junto a aquella profunda mirada ojidorado.

    Sin duda sus mejillas arden al sentir que sus miradas conectan en microsegundos. Volteando la mirada a su pequeño Iwatobi-kun de madera.

    —Lo ha hecho perfecto, aunque por un momento pensé que ganaría el primer puesto... —ríe nervioso Makoto, observando como los siguientes competidores se preparan, aunque de reojo le daba extrañeza aquella actitud en Haru.

    —Si...

    Y allí estaba el Haru de siempre. Desde que habían conocido a Buruki Mana/Maná sus días eran sumamente extraños más cuando lo veían rodeado de algunas chicas o chicos que intentaban obtener su atención en los primero días que coincidieron en los pasillos del Instituto de Iwatobi.

    Sabían que la aventura comenzó cuando Haru le mostró su vista bajo el agua, o tal vez cuando el contrario le mostró el suyo.

    Porque ahora Haru no sólo estaba perdido en el agua, o la caballa, sino que también estaba perdido en aquel pez dorado del Mar, y su misteriosa forma de ser.
     
    • Me gusta Me gusta x 1
  4. Threadmarks: Parte 1. Elección de Club
     
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1859
    Parte 1. Elección del club


    El joven de cabellos color negro y corte punk: de flequillo largo en el lado izquierdo y casi rapado en el lado derecho, iba con una postura despreocupada entre la multitud que se notaba en los inicios de clases, había tanta gente por doquier que intentaba pasar desapercibido. A los costados de la entrada de la escuela secundaria Iwatobi se notaban varias mesas de clubes que buscaban nuevos interesados.

    Con una mano en uno del bolsillo de sus pantalones iba leyendo cada papel que le habían entregado a cada paso que daba, desde chicas hasta chicos. Estaba el club de Atletismo, literatura, Música, Arte, Matemáticas, Filosofía, Historia, football, Volleyball, Cocina, y otros más; pero ninguno era lo que realmente estaba interesado en entrar,no había ningún club de Natación y aquello le ponía molesto.

    —Hey Buruki, ¿Ya se ha decidido por una? Por mi lado, creo que iré al club de Volleyball —dice un joven de apariencia deportista, cabello negro corto, ojos felinos y una sonrisa zorruna ligera.

    La mirada del joven con características bastantes femeninas en su rostro, y aquellos color de ojos cual si fuera los de un pez dorado del mar, lo observan de reojo para luego suspirar. Desde que habían empezado las clases Ryutatsu Kuroo se había pegado a su persona, como si no le importase lo que todos habían descubierto en gimnasia.

    —La verdad, me decepciona saber que no hay ningún club de mi agrado. Tal vez me una al de Arte o Cocina. No lo sé, realmente no hay mucho de mi gusto. —admite el de la voz aterciopelada y despreocupada.

    —Buruki... ¿Sabe que en cualquier lugar encajaría usted? Algunas chicas desean llamar su atención y bueno hay chicos también, si fueras de mi tipo diría que también yo. —admite tranquilamente Ryutatsu Kuroo.

    Logrando que el joven sonría ligeramente, mientras se desajusta un poco la corbata verde, sintiendo que le falta aire.

    —Me agradaba mis nulos días de existencia. Cuando me confundiste con chica, y nos conocimos. Todo era tan tranquilo. No me interesa si la mitad de ambos géneros me detestan por lo que soy, no me interesa su opinión, pero me aburre que solo quieran usarme. Admito que soy un fuck boy aveces... Pero tampoco para pasarse encima de la nobleza de las personas—comenta bostezando un poco, aunque su mirada reflejaba un ligero toque de diversión.

    —Ugh, ¿no te lo vas a olvidar verdad?—murmura entredientes con un nervio resaltan te en su sien—, Es que en mi opinión tienes más cara de mujer tan bella que pues... Parecías interesante de coquetear, tal vez no tengas unas copas grandes como la c o d, apenas unas a o b. Pero joder, eres más coqueta e interesante que las chicas que he visto. —sus mejillas se colocan un poco sonrosadas al sentir como los brazos de su contrario lo abrazan y revuelven el cabello—, ¡Oye! Se me va ser imposible de peinarme, de lo que ya es, para Buru-kun!

    La sonrisa divertida que se le escapa al joven Buruki Maná, es tan autêntica que quien lo viera de sus conocidos festejarían porque llovería y no abría sol que los detuviera.

    —Ya, ya. Me encantan ver los chicos con rubor, son tan tiernos.

    Ryutatsu Kuroo siente que su piel se eriza por completo al escuchar aquel susurro detrás de su oreja derecha, y disimuladamente baja la mirada a la entrepierna contraria de su amigo, traga saliva al ver su bulto.

    —Buru-kun... Etto...

    —Oh, vaya te diste cuenta. Te apetece jugar un poco luego de inscribirnos? —dice sin vergüenza alguna, ni siquiera se nota sus mejillas ruborizadas, logrando que su contrario se vuelva más acalorado.

    —L-lo está haciendo de nuevo, Buru-kun, ¡su encanto! —se tapa el rostro con vergüenza y enojo.

    El ojidorado suspira, y se aleja un poco de su compañero de clases.

    —No es mi culpa que tu orientación sea una y dudes conmigo. Me es imposible no ser mejor que las personas normales, está en mi instinto natural~ —se encoge de hombros, despreocupado al ver como Ryu lo fulmina con la mirada—, vale te dejo respirar, iré a inscribirme. Ya veremos si nos encontramos.

    Se despide con la mano, y va directamente a la zona de cocina, donde lo reciben de una manera bastante regular.

    —Buenos días, ¿le ha parecido interesante nuestro club?—la chica parece tan tranquila y amable que parece no saber de su existencia. —Soy Natsume Suki, un gusto y soy la presidenta del club de Cocina.

    —Buenos días, Natsume-San. Me interesa unirme, ¿donde me anoto? —responde con una ligera sonrisa.

    Las mejillas de la chica de cabello morangos se ruborizan un poco, y le indica rápidamente dónde, los horarios, el lugar dándole un croquis, los materiales e indicándole su sincera gratitud por elegir el club. En ningún momento Natsume tartamudeó o fue pesada, solo se enfocó en darle lo que buscaba. Aunque cuando se iba alejando enseguida pudo escuchar el chisme a su alrededor.

    —Ese es el chico que padece de hermafroditismo, Suki-san. —cuclhichea una voz de chica.

    —Si, además de que se nota a leguas que tiene mas características mujeres, aunque... —chasquea la lengua—, no tiene mucho atributo como una, no le beneficiária el uniforme de chica en absoluto, esa cosa le quita su propio encanto —dice despectiva otra chica.

    —No digan nada, no somos nadie para estar hablando mal de las personas. Una palabra más y no podrán elegir los postres de esta temporada. —las calló Natsume Suki.

    Tal vez su vida con una persona de su lado fuera llevadera, pero supo que su vida en esta secundaria escolar sería tan ajetreada. Menos mal ni había pensado en involucrarse en otros deportes que no fueran su real pasión.

    Porque ya de por si, los chismes corrían tan rápido con respecto a su condición física. Muchos chicos le tenían respeto por educación, sin embargo otros no, no le importa ser una abominación para muchos. Ya llevaba bastante tiempo lidiando con aquello. Por el camino después de haberse comprado un pan de melon, se encontró con Ryutatsu, que lo abraza por los hombros y ambos se pierden en el baño hombres.

    La gente sabía que con Kuroo-san no debían involucrarse, era el hijo del director y el mejor deportista, por respeto no decían nada frente a los nombrados con la rareza que formaban al estar juntos.

    [...]

    Ambos se encontraban en un cubículo del baño entre tantos orinales, apenas Ryutatsu dio un paso hacia uno fue víctima de otro, quien de un momento a otro ya se encontraba con los pantalones bajados, su espalda ancha tensa y las ganas de orinar por un momento desaparecieron.

    —En verdad, me harás desearte. Joder, no puedes... Mmgh~... —replica enojado el pelinegro de puntas levantadas, agarrándose de la pared frontal, tembloroso al sentir las manos delgadas y suaves sobre su miembro ligeramente hinchado.

    Ryutatsu cierra los ojos para no ver cuánto la mano de su contrario lo afecta corporalmente, pero se muerde el labio al sentir la lengua de Buru en su lóbulo derecho y cuello.

    —Darling, te cuidaré no te preocupes. Gozará lo que tenga que ser, el resto ya depende de ti~...—admite ronco en un susurro, cerrando con llave la puerta del cubículo.

    Se escuchan jadeos y quejidos nerviosos del pelinegro de mirada felina al sentir como el vaivén en su miembro ya era acompañado con sus ligeros movimientos de pelvis, no iba a soportar más, las manos tan ávidas y coquetas de su contrario eran caricias embriagantes para su miembro que no pudo evitar ceder al placer en cuanto la sangre subió, y el resortijon de placer lo inundó soltando el sêmen que rapidamente cayó al inodoro. Mientras su cuerpo aún temblaba por el clímax tan esperado, ya desde varias semanas que no podía evitar sentir la ligera tensión sexual entre ambos, solo era atracción nada de gustos sentimentales.

    —Disfruto saber que te gusta mis caricias, ahora si no te importa, por favor, regresarme el favor.

    Ryutatsu Kuroo se voltea mirándolo con los ojos vidriosos y dilatados por el placer que en cuanto nota al joven frente a sus ojos con los pantalones bajos, su miembro ligeramente excitado junto a la mirada de necesidad lo hacen sentir duro de nuevo. Le devuelve el favor, haciendo sentar en el inodoro, tomando el miembro del ojidorado de frente ancha, que se encuentra con la mirada dilatada.

    —Consta que sólo lo hago por favores.

    La sonrisa que se le escapa a Buru de los labios es ahogada por un jadeo y tensión profunda en su entrepierna al sentir como su amigo introduce su miembro viril en su boca comenzando un vaivén para nada tranquilo, solo bruto y hambriento, mientras que las manos varoniles se dirigen a la parte íntima femenina ubicada bajo su aparato masculino. Acariciando y torturandolo tan a gusto que no puede evitar soltar gruñidos de placer.

    Kuroo era sin duda el mejor para el sexo oral y producirle placer, después de tanto tiempo, aunque sabía que el no era su compañero, pero lo evitaba de tal manera que la atracción sexual era imposible de evitar. Buru-kun cerró los ojos por unos momentos disfrutando de la sensación, que cuando escuchó el sonido del plástico de preservativo solo llega a gemir ahogado al sentir como la abren profundamente de una estocada limpia.

    —Ryu... Mgh~ maldita seas. Agh~

    —Joder, tu coño es tan... Delicioso.

    Ambos jadean erráticos, sintiendo cada uno diversos cosquilleos pero lo bueno de ambos era que ninguno era tan vergonzoso al buscar su satisfacción, por lo que Buru agarra la mano de su amigo y la dirige a su miembro, mientras guía como le gusta que lo toquen, tanto que cuando conectan ambos en puntos de excitacion se tensan de sobre manera, sintiendo el calor subir a sus cabezas, Buru no podía acallar más sus gemidos a tal grado que es obligada a callarse tras un beso y lucha de lenguas con Ryu, siendo así como ambos llegan al explosivo clímax después de unas estocadas más.

    Terminando ambos exhaustos.
    Mirándose un rato, perdidos en la sensación de relax pleno. Aunque ninguno terminó sucio, debido a que cada uno tuvo el detalle de usar preservativos. Siempre lo usaban. Aunque fuera imposible de contagiarse algo, mejor era tener salud y educación antes de toda la diversión.

    —Ahora déjame tranquilo. Que realmente me dejas exhausto.

    Buruki Maná sonríe divertido al ver a su compañero de clase tan exhausto, por lo que tira el resto al basurero, se coloca el bóxer y pantalón, saliendo bastante relajado del cubículo.

    —Ya...

    Las palabras sobraban, no había mucho para decir. Solo eran amigos que se ayudaban en momentos de necesidad. Ryutatsu Kuroo no era gay, le encantaban las chicas no su género igual, mientras que Buruki Mana era bisexual, le daba exactamente igual corromper un poco a chicos heterosexuales, además no era que los dejaba frustrados.

    Al menos desde que conoció a Kuroo sus días serían mucho más llevaderos.
















    ✦ ° • ✦ ° • ✦
    Primer capítulo~ espero que les guste esta historia, tal vez aún no se encuentren con personajes de Free! Pero la espera valdrá la pena. ¡Saludos!
     
    Última edición: 15 Octubre 2021
    • Me gusta Me gusta x 1
  5.  
    InunoTaisho

    InunoTaisho Orientador del Mes Orientador

    Leo
    Miembro desde:
    6 Agosto 2010
    Mensajes:
    3,826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Yo soy de esas que aborrece el yaoi y el yuri, así que fuera de esto no vendré más por este rumbo... Sin embargo tienes mi apoyo porque escritos de Free! como tal no he visto muchos (al menos no por este foro, porque en Fanfiction abundan con la temática que tú planteas).

    Pues es un gusto verte activa con tantos proyectos, para que sigas en nuestro hogarcito por mucho tiempo, así que adelante y que no decaiga el ánimo para escribir y participar en las variadas actividades del lugar. Saludos y mucha lokura... :Mafu:
     
    Última edición: 19 Octubre 2021
    • Fangirl Fangirl x 1
  6. Threadmarks: Parte 2. Vergüenza ajena
     
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    815
    Parte 2. Vergüenza ajena.

    Los primeros meses y días en el club de Cocina iban regulares, Buruki Mana se podía defender lo necesario con lo poco que sabía de cocina, a veces estaba bastante agradecida por las clases magistrales de su madre adoptiva Esme, adoraba y apreciaba cada segundo todo lo aprendido, pero por más que quisiera alardear que fuera lo máximo en ese club, la realidad era otra. Literalmente, ¿Qué esperaban de él, que supiera los secretos culinarios cuando no le era de primera necesidad? Odiaba ser tan inútil en estos momentos.

    Hace una semana atrás se cumpliría casi su primer año en el club de Cocina, y aún no podía olvidar la vergüenza ajena que padecía por culpa de haber confundido la sal con el azúcar. Como mierdas iba a saber aquello si justo eso era lo que más le traía sabor a tierra. Casi había matado a su senpai Suki, quien cayó bastante enferma del estómago con la mala receta del joven ojidorado.

    Muchas chicas se burlaban de tal error, decían que era demasiado perfecto para ser real. Pero le sacaba de quicio saber lo hienas que algunas mujeres podían ser con un error tan ridículo como ese, claramente día y noche hablaba con su madre adoptiva de cómo podía evitar la confusión de ambos ingredientes, pero aquel error de preparar una sopa de caballa que terminó dulce, fue la peor experiencia para muchas féminas que acabaron con el estómago revuelto. Ganándose inconscientemente la eliminación de varias enamoradas de su físico o forma de ser.

    Pero claramente no era lo que Buruki deseaba hacer para deshacerse de las molestias, inclusive estaba con cara de suicidarse cada vez que las mujeres lo recordaban y algunos compañeros de curso. Inclusive tuvo que amenazar con la mirada a Kuroo para que no hablara del tema, claramente el neko de voleibol no terminó de reírse durante un mes y medio de su fallo.

    —Hermano, literalmente te pasas con tus maneras de ligar a las chicas en tu club, ni yo las trato así. —se burló aquella vez Ryutatsu Kuroo.

    El pelinegro tan solo dejó caer su cabeza en el pupitre deseando haberse hundido en el mar aquella vez, para evitar tan ridiculez de vida.

    —¿Buru?

    —¿Qué?

    —¿Realmente no sabes diferenciar el azúcar y la sal? —pregunta Ryutatsu, con una sonrisa ligera, intentando morderse el labio para sonar inocente.

    —Kuroo, no estoy de humor.

    —Que amargado, ¿acaso te falta recibir para ser feliz? —bromea zorrunamente.

    Un bostezo de agotamiento y la mirada a muerte del ojidorado lo hizo carcajearse más fuerte, llamando la atención del sensei, que por consiguiente, ambos quedando fuera de la sala.

    —Tks... Maldito viejo.

    —Mira el lado bueno, estamos libres, podríamos tal vez... —empezó a sugerir aquel rostro afeminado con una ceja alzada y mirada sugerente.

    —No. Paso. Solo fue aquella vez. Maldita, déjame de fastidiar. —gruñe por lo bajo, golpeando el hombro a su contrario el pelinegro.

    —Aburrido.

    —Si, si.

    Ambos quedaron en aquel momento cómodo y silencioso, esperando a que terminara la clase para pedir disculpas, aunque la cabeza de Buruki Maná terminó cayendo en el hombro de su compañero de clase y voleibol. Enseguida este se iba a quejar, pero al verlo tan relajado con los ojos cerrados, lo dejó dormitar por esta vez. Ryutatsu Kuroo no iba a admitir en voz alta que su compañero realmente era guapo, con aquellas características finas y bellas de mujer en su rostro despreocupado era sólo una tentación para cualquier hombre, pero las ojeras tras aquellos ojos le daban a entender que su vida no era fácil al ser lo que era. Una mujer con detalles varoniles a veces no llegaba a encajar en los círculos sociales.

    Lo sabía, por más que parecían solo amigos no era más que fachada, ambos se respetaban y trataban como hermanos. Claro, había momentos en que se daba cuenta que tenía sentimientos el ojidorado parecido a un pez de mar con su extraña fascinación de encontrarlo metido en su jacuzzi personal del aquella casa hogareña y pequeña, era mujer con mucho carácter pero también se rompía fácilmente sólo que no lo demostraba tan abiertamente.

    —El próximo año será mejor, para ambos, Buru-kun.

    Ryutatsu Kuroo le acaricia el cabello suavemente, cerrando sus ojos pensando en un buen próximo año, estarían en segundo año o eso esperaba, tenía fe en que ambos pasarán el año pero su contrario parecía demasiado despreocupado por las clases que no se extrañaría si le dijera en unos años que recursaría el año. Tan solo esperaba que siempre estuvieran juntos para poder cuidarlo, ya que sabía que por ser hijo del Director la mayoría del alumnado había dejado su burla ante el estudiante de intercambio.

    Después de todo, Buruki Maná había sido transferido de Roma hacia está Escuela secundaria en Japón. Un lugar totalmente distinto en idioma y cultura inclusiva.
     
  7.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1352
    Parte 3. Momento Incomodo.

    Debido a las exageradas insistencias de Ryutatsu aprobé el año y pasé al penúltimo año en la secundaria, no es que las materias de la Escuela secundaria de Iwatobi fueran difíciles, sino que me aburría un montón fingir que no sabía pero que en los exámenes mi educación saliera a la luz y tal vez quisiera demostrar mi intelecto en los exámenes a mi padre adoptivo. Claramente, por respeto y agradecimiento más que nada. En fin... Escuchar la palabra «Buru-senpai» de muchos nuevos en esta semana ha sido la novedad por así decirlo, en mis días colectivos. Pero la incomodidad fue cuando tuve que aceptar una petición de "honor" de un maestro, quería que fuera su practicante/ayudante en una materia, al menos eso entendí.

    —¿Y qué vas a hacer con eso? Sería una buena oportunidad para conseguirte una pareja, así disfrutarás este año y el que viene.

    El joven de cabellos negro con el mismo fleco estilizado en el lado derecho, parecido al cabello desordenado del recién levantado con esos ojos característicos de felino con la pupila alargada, se sienta en el banco a lado de su compañero.

    —Eres el único que vale la pena en todo este montón de hormonas alborotadas, además... No estoy interesada, tan solo espero que este año alguien proponga abrir el club por el que he estado esperando. Ya no soporto a las tres mariquitas de cocina —levanta la mirada del libro que terminó en su regazo, la portada era de un gran delfín.—además aparte entendí que solo era reforzar la enseñanza del sensei, no quiere decir que vaya a caer en el encanto de mis kouhai's.

    —je... Te di en el orgullo al rechazar tus propuestas, ¿eh? —bromea un poco Kuroo— Son las famosas tutorías de apoyo, son cosas que siempre se ofrecen a los nuevos, es como algo de repaso para no perderse en el curso escolar. ¿Acaso no prestaste atención?

    La mente del joven ojidorado intentando hacer memoria mientras levanta su dedo índice como si lo recordará pero lo termina recostando sobre su labio inferior en duda, mirando al horizonte, de entre todas las miradas rememorando sus recuerdos de su año anterior se encuentra con la incomoda situación de atención acumulada a su persona por ser su instructor que con mucha delicadeza rechaza rotundamente.

    —Ah, creía que eran personas instigadoras o molestas intentando ligar... conmigo—admite junto a un puchero y ligera sonrisa nerviosa, Buruki Maná.

    —pfff.... Diablos señorita, eres demasiado despreocupada que apenas tienes noción de la realidad. —escupe su soda sorprendido por la sinceridad de su amigo, pero luego niega incrédulo—Al menos podrás ayudar a la nueva profesora encargada. Ah... ~ojala me hubiera tocado tener esa pasantía con ella—suspira molesto con un ligero rubor ante el recuerdo de esa profesora.

    —¿Uh? Miho Amakata...¿Verdad? —añade para estar seguro si había escuchado bien.

    —Exactamente, dicen que es muy hermosa y tierna cuando se dirige a quien tenga contacto directo. Es mi crush imposible ~ joder, que maldita suerte tienes, Buru-kun.

    En definitiva era la maestra más peculiar que le fue encargado de ayudar, esa maestra era una ex-modelo de ropa con cierta fascinación en los bikinis de verano y más, según su mejor amiga Alice le informó aquella vez.

    —Si no fueras estudiante, tal vez Ama-senpai te haría caso, pero como la realidad es otra... Vaya tristeza de vida tienes, hermano.

    Con aquella mirada despreocupada pero con una ligera sonrisa de burla, comenta al respecto, logrando casi recibir un zape en la cabeza.

    —Eres malvado, Buru-kun.

    —Lo sé y nunca te lo he negado~.

    Un chasquido de lengua se escucha de su contrario y de reojo logra notar el rubor en las mejillas de su felino compañero. Dándose la vuelta y por reflejo, siendo en confianza el pellizcar las mejillas de Kuroo.

    —Eres la cosita más adorable del mundo~ ya verás cuando la chica ideal se presente frente a frente. —dice avergonzando divertido y muerta de ternura ante su gran amigo.

    —Manaaaaaa, me estas avergonzando, ¡para ya!

    El sonido de la campanada de entrada salva la poca dignidad del hombre elegante y mojabragas e hijo del director, logrando que enseguida sea soltado por Buruki.

    —Es mi señal para el trabajo. Salvado por la campana, caballero.

    Seguido de eso, toma su mochila y se dirige a pasos largos en dirección a la clase de la profe Ama-chan. Llegando poco después de ella.

    —Llegas justo a tiempo, Buruki-San, e-etto... N-no le molesta ¿verdad?

    —Pará nada, usted dígame como se sienta cómoda. Soy ambos, así que, estoy para servirle y apoyarla en el año escolar, Ama-senpai. —dice mientras toma con delicadeza la mano de la castaña kawaii y la besa dulcemente—Buruki Maná a sus servicios. Haré mi mejor esfuerzo.

    La castaña de cabellos largos hasta los hombros y rostro adorable de ojos marrones la observa con un ligero rubor. Ya para este momento el pelinegro se arrepentía internamente de guiarse por sus impulsos nobles.

    —C-cuidaré de usted, muchas gracias, ¡aprovechemos este año para dar luz en el camino de las nuevas almas en busca de conocimiento, Buru-San!—dice emocionada y feliz, la profesora Ama-chan.

    —Hai.

    Poco después de aquello, cada estudiante iba entrando, muchos cuchicheaban entre todos por la presencia de la chica con uniforme de hombre que parecía haber estudiado en alguna escuela militar por el porte que mantenía a un lado de la maestra linda. Rápidamente este pudo notar nuevos rostros, bastantes moderados en educación. Aunque había uno que la descolocó de sobremanera, evitó respirar por si las dudas.

    —Kaori Tezuka-San.

    —Aquí. —responde una chica.

    —Este... —duda un poco la profesora al leer el siguiente nombre de la lista—Haruka Nanase-San.

    Enseguida el joven ojidorado inclina un poco la cabeza al escuchar el llamado, y poco después las risas del alumnado. Un joven de cabellos marrón verdoso o simplemente mate claro, ojos verdes caídos, enseguida levanta la mano, justo a su lado al parecer está el chico de cabellos levemente desordenados negros de gesto indiferente ante todos, al cual todos confunden como... ¿Mujer?

    —Sensei, Haruka es Hombre.

    «Que ridiculez» pensó suspirando y rascándose la nuca. «los primeros años realmente son una molestia» cierra los ojos demasiado cansada se la situación.

    Todos miran a la maestra que titubea envuelta de vergüenza y pena.

    —¿Eh? ¿De veras? —se encoge un poco de hombros la profesora Amakata—Gomenasai, Nanase-kun

    Esta hace una pequeña pausa soltando suspiro ante su confusión y vergüenza que podría haber causado a su alumno. Pero decide continuar igual ante la pena.

    —Ayer estuviste ausente, ¿cierto? Soy Miho Amakata, su nueva profesora encargada y este año somos premiados por tener a alguien más ayudando en caso de requerir más dudas al respecto de la materia, este es mi ayudante, Buruki-san —se presenta y todos terminan callados.

    Las miradas de ambos se encuentras desinteresados para el mundo que los ve, pero sorprendidos, por el lado de Haruka debido a que la profesora la menciona como chica a pesar de vestir con el uniforme de hombre. Y por el lado de Buruki ante la verdad del aroma, un aroma tan afrodisiaco para su pobre alma desdichada que este posee, sintiéndose al fin observaba por su compañero.

    —Un placer estar para apoyarlos, soy Buruki Mana, un intersexual o hermafrodita como deseéis reconocer. Y si gustan pueden usar cualquier honorífico a su gusto, mientras no pasen la línea con ello, no me molesta. —se presenta con una ligera reverencia, logrando escuchar algunos jadeo y resoplidos.

    —En fin, empecemos con una clase, va? —dice sonriendo dulcemente La maestra Amakata llamando la atención de todos, y tranquilizando a Buruki quien se sienta a un lado abriendo un libro desconocido para muchos, pero uno en especial lo nota.

    «Delfines... Agua... ¿Quién eres realmente Buruki Maná?» piensa Haruka Nanase con su expresión indiferente pero en su inconsciencia bastante intrigado.

    «Maldita Alice, ella lo sabía desde un principio, joder.» pensó con su expresión desinteresada pero atenta a la clase y su libro.

    Este día, realmente es uno muy incómodo, mas bien... Este momento es incómodo. Pensaron ambos para luego seguir las clases normales.
     
  8.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    967
    Parte 4. Desconcierto e incomodidad.

    Al final de las clases Buruki se retiró bastante incomodó, todos miraban sumamente extrañados al ver el entrecejo del estudiante de penúltimo año, nunca lo vieron con una mueca así en horas escolares a no ser que fueran por las chicas de último años de su antiguo club de cocina. Sus hombros se encontraban tensos y sus pasos eran pesados, sin demora alguna había tomado su mochila, puesto los zapatos para salir de la institución, al poco tiempo vieron que hablaba por llamada bastante molesto debido a sus manos blancas empuñadas.

    —¿Qué le habrá pasado a Buru-kun? —se preguntaba una de las chicas que era compañera suya.

    —Ni idea, tal vez peleó un Ryutatsu-kun. —se mordió el labio otra chica, pensativa.

    —O tal vez sean problemas personales. No sean metiches. —alegó otra callando los chismes.

    Sin embargo, Makoto y Haru iban saliendo de sus clases bajando por las escaleras hasta que se encuentran con alguien que particularmente usaba el honorífico «chan» en ambos nombres pero el tono de voz les dio un efecto dejavú sacando la conclusión de que era Nagisa-kun, otro de sus amigos de infancia de su escuela primaria de Iwatobi, los tres se habían reencontrado después de tanto tiempo. Aunque Haruka se encontraba disperso, Makoto lo notó en cuanto estaban dirigiéndose a sus hogares.

    —¿Ha pasado algo, Haru? Estas bastante pensativo.

    —Uhm...—aún perdido su mirada en el camino, suspira—, No me cierra...

    —¿Eh? ¿Qué cosa? ¿A qué te refieres? —pregunta totalmente desconcertado Makoto.

    —No me deja tranquilo la presencia del ayudante de Amakata-sensei.

    —¿Ah? Si es extraño, pero, no entiendo tu punto, Haru.

    Haruka se queda en silencio, indiferente pero en su consciencia se muestra incomodó al notar la conexión entre sus miradas, como si su libertad se extendiera a mayores territorios, como si algo tirara de él para que investigara más de Buruki Maná, el chico que también tenía nombre de chica o es que acaso... ¿Fuera diferente el caso?

    —Aunque fue extraño que la Ama-sensei le dirigiera con «san» en vez de «kun», su rostro es más de rasgos femeninos si, pero... —las mejillas de Makoto se ruborizan en vergüenza al admitir—, viste como un chico por el parentesco varonil inferior, supongo.

    Haruka levanta la mirada y se dirige curioso a observar a Makoto, al escuchar aquello pero no comprende porque este pudiera tener las mejillas así, por lo que sólo lo deja pasar con el silencio camino a sus casas.

    —Bueno, nos vemos mañana Haru.

    —Buenas noches, Makoto.

    Ambos se dividen en caminos hacia sus hogares pero se queda estático en camino a la puerta de su casa al ver una silueta humana nadando a lo lejos en el mar cerca de los barcos pesqueros. Con escalofríos ingresa a su casa, suspira y se prepara nuevamente algo de caballa. Todo el día le había dado hambre de saborear su deliciosa comida, tal vez caldo de caballa sería lo ideal.

    [...]

    Mientras tanto por otro lado, en un muy lejano lugar lejos de Japón se encontraba caminando de un lado a otro, una chica delgada, pálida y con un outfit de moda tan juvenil.

    —¿Alice...? —el joven de cabello rubios, con porte militar se preocupa un poco por su amada.

    —Las decisiones de Maná son tan indecisos, por dios, está jugando conmigo. Se ha enojado, lo vi venir. —camina de un lado a otro, mordiéndose el labio inferior, hasta detenerse frente a su pareja—¿Por qué Jas...? ¿Porqué le cuesta tanto aceptar que lo encontraría?

    Jasper la observa con la mirada suave hacia su amada, abrazándola y apegando ese cuerpo pequeño a su robusto cuerpo, intentando usar su don para tranquilizarla. Mientras besa su sien en cuanto logra que está se acurruque en él.

    —Debes tener paciencia. Sé que le hemos dado una segunda oportunidad de vida, pero recuerda que tiene problemas complejos aún con su autoestima física. No es fácil aceptar a alguien que es normal, hermoso y bueno sea capaz de ser tu pareja eterna después de ser... Una abominación tanto como de la raza que somos como lo es ella físicamente, al menos así se describe ella.—añade buscando expresar sus propios sentimientos con el que se ve identificado con su hija adoptiva.

    Si, Maná era hija adoptiva de Jasper Hale mucho antes de conocer a Alice, motivo por el cual la nombrada no la reconocía como madre sino que como una mejor amiga y solo a la cabeza maternal del Clan Cullen, o sea Esme, se le reconocía como madre.

    La vida de Mana no era para nada fácil, desde sus principios como humano, hasta la segunda vida como vampiro. No tuvo problemas con su sed de sangre pero sí con su autoestima, valoró a su madre humana hasta que ya no le dio el cuerpo para seguir viva, esa gran mujer sacrificó todo para que la vida de su pequeña hija fuera normal en lo cabe. Jasper sabía que la madre biológica de Maná estaba en contra de las operaciones para eliminar cuerpos que padeciera la mala "abominación" de haber nacido con ambos sexos femeninos y masculinos íntimos. Debido a su condición y muchos percances más, su hija adoptiva le costaba aceptar ciertas cosas que sucedieran en la vida que el mundo le dio como segunda oportunidad para vivirla.

    —Jas, yo quiero también que ella sea feliz, así como nosotros. —dice Alice.

    —Y lo será, solo dale tiempo. Sabrá aprovechar las oportunidades que se presenten, solo es cuestión de tiempo.

    Alice se calmó, asintiendo al ver una visión distinta, de dos figuras nadando en una competición de natación, luchando por estar libres. Tan solo deseaba que esas dos figuras fueran pronto a conocer. Estaba emocionada de saber como era a más profundidad la pareja y compañera destinada de Maná.
     
  9.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1589
    Parte 5. Inscripción al Club de Natación.

    El recuerdo de las presentaciones maestra y alumno ya tenía tiempo de ser eso... Un recuerdo. Había pasado un mes, un mes en el que se sentía incompleta pero una metiche por sobre todo lo alto al estar vigilando al chico que sus ojos dorados reconocieron como su compañero eterno, sabía que debía involucrarse en la vida de Haruka Nanase, pero se negaba a estropear su casi nulo perfil social en la escuela. Además... No sabía si este tuviera alguna orientación bisexual o algo parecido. Se sentía tan incomoda, pero en cuanto a lo que había escuchado estaban creando el club de natación por el cual tanto había esperado. No podía perder esta oportunidad de volver a tocar el agua, aunque debía ser discreta y no usar toda la potencia que tenía, además de que sólo le gustaba competir entre los compañeros o bien solo olvidarse del mundo mientras nadaba.

    —Oya, Oya, Oy... ¡Agh!—iba a seguir con su saludo si no fuera porque dejé caer uno de mis tenis a su cabeza. —¡Oye! Tampoco a la violencia, amigo.

    Una ligera y muy pequeña risa se me escapa de los labios al escuchar su voz ronca con exasperación. Bajo la mirada para dirigirla hacia Ryutatsu Kuroo, quien me señala con el tenis - negro de borde blanco con líneas naranjas-, y en su frente un nervio resaltando su molestia.

    —Te he visto, y no es justo lo que has hecho. ¿Qué tengo que ver yo con tu frustración, eh?

    Los hombros se tensan de sobremanera al escuchar su voz ronca y mirada ceñida de Ryutatsu. Un gruñido por lo bajo se le escapa, maldiciendo.

    —Ryu. Solo se me ha resbalado.

    —Hai, Hai.—dice el pelinegro, mientras se recuesta contra el tronco del árbol. —Aunque, ¿a quién estás acosando?

    Su mirada dorada vuelve al frente observando cómo uno de los chicos, un pelinaranja exclama emocionado: "Club de natación allá vamos!", por lo que se deja resbalar ágil mente de la rama en la cual estaba sentado hacia el suelo, cayendo al suelo firme sin ningún molestia, asustando a su compañero que lo mira como si estuviera loca. Aunque no es que se lo negara tampoco.

    —Estaba investigando algo. No seas tonto, Ryu.

    —¿Investigando? Se puede saber también el tema? —pregunta curioso e intrigado su compañero, mientras le pasa su tenis.

    Por reflejo se lo coloca, haciendo un mohín de labios. Al tener que compartir algo al metiche de su mejor amigo, pero solo se decide en pasar los brazos por encima de los hombros de este, para luego suspirar.

    —He decidido entrar al Club de natación. Me aburro ver como solo tu te diviertes.

    —Pero si este año tampoco ha habido registro de uno. —frunce el ceño sin comprender el joven con rasgos felinos.

    —Acabaron de crearlo, estás ante la premisa del momento. Por eso, aprovecharé el contacto con Amakata-senpai para ingresar. Ya quiero sentir el agua y olvidar al mundo, y si, el mundo es como si fuera un insecto.

    El joven a su lado bufa un poco, pero luego una sonrisa burlona se dibuja en sus labios.

    —No te recordaba muy cotorra. ¿Qué hay en ese club que tanto te interesa? Veo que no sólo es el deporte... Tu mirada se ilumina con vida.

    Un chasquido de lengua se escucha de sus labios para luego soltar a su compañero, totalmente incómodo.

    —No es nada de eso.

    —Y allí está de nuevo, lo normal de ti. —resopla mientras se revuelve el cabello. —¿Qué te tiene tan incómodo?

    —Nada.

    —Entonces te acompaño, así veo a mi crush imposible.

    [...]

    Varios minutos después de varias rondas desinteresadas por los pasillos del instituto, ignorando las miradas de todos con la postura despreocupada voy escuchando las cosas que me cuenta Kuroo, al parecer hay una chica de cabello cerezo hermosa entre el curso de primer año. Matsouka Gou, que lo tiene encantado pero parece demasiado seria que no cree que siquiera le haga caso.

    —Hmp... Eres un chico guapo, no tienes ningún defecto físico ni condición, la chica que no te viera con otros ojos, pues se lo pierde y ya. Además, estás hecho músculos y carne fresca por lo del voleibol. —murmuro tras otro bostezo.

    Al parecer no me he alimentado correctamente, me siento bastante cansada y bostezo mucho. Debería ir al mar para comer algunos peces tal vez o buscar un bosque cercano, lo primero que se presente.

    —Sé que tienes razón, soy guapo. Pero... Siento que me he descuidado un poco mi forma, creo que debo cambiar mi guía nutricional y... —sigue diciendo hasta que nos detenemos frente a la sala de profesores.

    Me observa de reojo, lo veo hacer una mueca, algo ve que no le gusta.

    —Quédate si quieres, hablaré con Ama-senpai, tal vez la veas.

    —Sisi... Después te mostraré mi guía nutricional para que también empieces a comer mejor, esas faltas de energías no te beneficiarán en tu deporte. —mantiene su mirada serio pero veo un deje de preocupación.

    Llevo mi mano a su mentón, y lo hago bajar un poco más su mirada hacia mi, y si... Soy algo baja, mido 1,70 pero el mide 10 centímetros más que yo. No tengo gran musculatura, puedo intentarlo pero como no es mi figura base no durará por mucho tiempo ya que solo puedo imitar una posible forma adaptable a mi ambiente.

    —Si.

    Pido permiso para pasar a la Dirección, escucho el pase, y voy directamente al cubilo donde esta la profesora, quien parece no notar mi presencia hasta que lo hace y sonríe dulcemente. Parece tan profesional y dulce, realmente me recuerda al doc.

    —¡Oh! Ohayõ Buru-San, ¿necesita algo?

    —Quiero inscribirme a un club, aun no lo he hecho, y no deseo atrasarme. Y creo que usted podría ayudarme.

    La castaña frente a mi se sorprende, pero asiente.

    —Hay una gran frase popular que dice: "Mejor tarde que nunca", así que, dime en qué te puedo ayudar.—dice emocionada con aquella frase sacando su mejor forma filosófica que siempre sale cuando ve oportunidad.

    —He escuchado que ya hay club de natación, y usted es parte de ese equipo. ¿Podría unirme o aun... No es oficial la noticia? —pregunto mostrándome avergonzada.

    Tal vez era buena actriz de vez en cuando, pero realmente he estado esperando mucho por esta oportunidad. Un año es un año, otro año en el club de cocina no voy a repetir, no me interesa.

    —Que rápido corre la noticia. Pero es así, Buru-San, aunque me sorprende que este interesado en un club como este... Pero bueno, ¿te parece rellenar ahora juntos la inscripción?

    Asiento, y dejo salir una sonrisa dulce.

    —Muchas gracias, Ama-senpai.

    Por lo que después de aquellas palabras ambas nos disponemos a poner mis datos personales, prometer que a la próxima traeré el certificado médico que piden como único requisito que me falta asegurar, y oficialmente soy parte del club. Aunque recién en unas dos semanas estará abierta la piscina del instituto. Me recomienda la idea de ir a ayudar en la limpieza del mismo, pero me excuso rápidamente con estar ocupado y que veré si puedo hacer espacio, pero que no prometo nada. Mostrándome algo tímido.

    Pero la verdad es que me inquieta, no se como vaya a reacción mi compañero ante la cercanía que tendremos todos los días hasta que termine el año aquí y deba ir a la universidad. Aunque este año, tengo bastante para pensar a que lugar iré a parar, y luego directo a la preparación que dan los maestros.

    Al salir de la Dirección, bostezo y me re dirijo hacia las clases, seguida de mi compañero, quien me observa silencioso y curioso.

    —Pregunta si quieres.

    —¿Y bien? Has podido inscribirte?

    —Sip.

    —Ah~ que alivio. Pronto podré ir a verte entonces. Quiero ver que tan bueno eres. Me tiene intrigado.—admite mientras saca su celular, escribiendo con al parecer, Kenma. Un amigo de la infancia de Ryu.

    —Solo nado por diversión y despeje, no me gusta salir del perfil bajo.

    Frunce el ceño al levantar la mirada del celular hacia mi.

    —Ya se, aunque... ¿En lo de tu condición física, en que equipo te pondrán? —pregunta incomodo.

    —En el masculino, para mi fortuna tengo certificado y permiso único para cualquier caso. Aunque... Igual, puedo participar en ambos lados, me es indiferente. Lo bueno es que el traje de baño masculino hay enterizo así que con unas vendas impermeables ocultaría perfectamente mi parte superior y listo. Asunto arreglado, no debes preocuparte por mi. Me sé cuidar, Kuroo.

    Escucho como chasquea la lengua contra su paladar, y un pequeño rubor se encuentra en sus mejillas, ya sin verme al rostro.

    —Lo sé, solo que... Me es imposible no preocuparme por mi pequeña hermanita —intenta bromear tenso.

    Ahora es mi turno se tener el calor en las mejillas, golpeando en el hombro, logrando que se queje al instante.

    —I-Idiota.

    Enseguida al notar como estoy se larga a reír mientras me abraza por los hombros, guardando su celular en el bolsillo, perdiéndonos en la próxima y última clase del día.

    Se que levanto un impulso de protección con las personas por lo de mi condición física, que no es la gran cosa, sabiendo que por décadas he estado lidiando con esto. Pero eso no lo sabe nadie fuera del círculo familiar, por lo que dejo hacer, porque es mi único amigo humano que siento realmente el cariño fraternal de vez en cuando.

    Espero que esta aventura en el club de natación me traiga muchas sorpresas.
     
  10.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1026
    Parte 6. Pez dorado vs Delfín


    Había pasado una semana, Gou había dicho que pronto tendrían un nuevo compañero más en el club. Nagisa se notaba muy emocionado, ni siquiera Gou sabía algo solo la profesora Amakata Miho, y está solo les decía:

    —Un único consejo les puedo dar, debido a que nuevas cosas conoceremos, por lo que esto apremia para que escuchen esta frase de Issac Lopez: "El pasado nos limita, pero el futuro nos atemoriza. El único lugar seguro es el presente" —dijo con aire pensador, para luego sonreír—, La nueva compañía que tendrán es una persona seria y agradable, solo deben saber escuchar más nunca fijarse por los chismes. Espero nos divirtamos.

    Una vez las palabras de la profesora terminaron, Haru no resistió más e ingresó al agua, mientras que Makoto sonreía nervioso al verlo tranquilo después de todo, ambos sabían disimular la curiosidad.

    ???: Nada mal, no pensé que el traje de baño te beneficiará tanto.

    Una voz desconocida se escucha desde la entrada de la sala de descanso, hasta salir dejándose ver a un chico que se notaba a leguas que era un deportista, mientras que una silueta despreocupada traía consigo una toalla verde con toques azules marinos, Makoto traga saliva al reconocer al ayudante de Ama-senpai.

    ???: Hola, Ama-senpai, es un placer volverla a ver. —añade coqueto y educado el joven de cabellos despeinado negro, y mirada felina.

    —Ryutatsu-kun, muchas gracias por venir, aunque hace dos horas nos vimos. —lo regaña con una sonrisa suave la sensei, Amakata Miho—es agradable notar la fiel amistad y apoyo moral que ofrecer a Buru-San.

    —Buru... ¿San? —pregunta Nagisa[es un joven de baja estatura, con el cabello rubio ondulado que pasa entre sus ojos, que son de color magenta], confundido al mirar por completo sin ninguna discreción al que si compartía vestimenta de natación. —¿Eres el nuevo integrante? Soy Nagisa Hazuki, ¡bienvenido al club!

    [​IMG]

    Mientras Gou se había quedado estática, como si estuviera teniendo una epifanía, pudo notar que las espaldas no eran tan anchas como los deportistas lo tienes, es más le daba más a que el nuevo tenía contextura corporal femenina además del rostro que otra cosa, sin embargo su mirada fue observando cada detalle músculos eran muy leves pero se notaba el p-paquete abajo por ende, tal vez sólo era de una nacionalidad distinta.

    —Soy la manager Matsouka Gou, un placer, y muchas gracias por unirte, espero te diviertas con nosotros... —su voz se terminó en un rubor ligero al sentir la mirada del amigo suyo, este si tenía buenos músculos. Demasiado sexy, estaba frustrada por verlo solo en remera y no como su paraíso.

    —Buru-senpai, un placer verlo por aquí. —saluda Makoto sorprendido.

    —¡¿Ustedes ya se conocen?! —pregunta asombrado Nagisa.

    —Es el co-tutor de Ama-sensei.

    La mirada dorada del joven de cabellos, con corte estilo punk se posa en la mayoría y lleva su mano a la nuca, demostrando incomodidad.

    —Soy Buruki Maná, segundo año 2B. Espero no causarle muchas molestias. —remojando sus labios, termina por presentarse.

    —Y yo, soy su mejor amigo y compañero, Ryutatsu Kuroo, estoy en el club de Voleibol. Vendré a apoyarlos siempre que pueda —sonríe el pelinegro con rasgos felinos.—Hoy vengo por curiosidad, quiero ver a Buru-kun nadar.

    —Solo nado libre, no los ilusiones. Permiso —dice el ojidorado mientras deja la toalla en manos de Ryu.

    Sube al último carril, sube al podio y con una postura tan profesional se coloca los lentes verdes, y la gorra negra. Y apenas parecen que los demás respiran, por lo que sin dar tanto rollo al asunto se deja arrojar al agua, sin ningún problema. Nada bajo el agua tan libremente unos pocos metros para luego flotar, y empezar con las brazas perfectas, elegantes con toques tan relajados, aspirando aire cada vez que el movimiento lo dicte, pero en cuanto hace el giro coincide con el de Haru, por un momento ambos se sienten conectados en el agua. Una ligera sonrisa manda Buru al otro, antes de aumentar la fuerza en las patadas y sobrepasar el nado libre de Haru por muy pocos metros, sorprendiendo a todos.

    —¡WOW! Pero mira que nadas como todo un profesional, Maná. —exclama Kuroo mientras hace una sentadilla para verlo de cerca.

    —No te ilusiones.

    —Tch... Ni un alago siquiera me agradeces, idiota.

    Los demás se acercaron un poco para empezar a hablar emocionados, sin embargo Makoto era el más preocupado al ver a Haru que respiraba entrecortado.

    —Haru... —susurra Makoto mientras se acerca a él, pero este sigue mirando sorprendido al agua.

    Esta ni siquiera parecía estar tan caótica como el nado libre que tenía demasiada pasión y libertad del desconocido de ojos dorados. «¿Cómo era eso posible?» pensó confundido.

    —Estoy bien, Makoto.

    Makoto no muy seguro, suspira, pero se encuentra viendo como Nagisa intenta convencer al nuevo para hacer una competencia con su estilo, pero el ojidorado niega levemente, para dejarse flotar encantado en el agua. Parecía ser un pez.

    —Siento que ya lo he visto en algún lado... —dice Gou muy cerca de ambos, para luego pasar una toalla a Haru, quien la toma al salir y sentarse a la orilla de la pileta.

    —¿Eh? ¿A qué te refieres, Kou?

    —Ese nado libre y potencia, lo he visto en competencias mundiales pero no se donde.... —dice pensativa—aunque ya tendremos tiempo para conocerlo. ¿No es así, chicos?

    Makoto asiente pero el silencio no dirá mucho, ya que Haru ha vuelto al agua, envuelto en su mundo. Mientras que tanto Gou como el primero, ven cómodamente como Ryutatsu regaña a su amigo por ignorarlo, aunque con la poca correspondencia de palabras, se asusta al notar como este se aleja lentamente de él flotando de espaldas, casi durmiendo. Optando por el estilo a espaldas.

    Todos parecían emocionados de nadas con él, sin embargo, Makoto sabía que a Haru le molestaba algo.
     
  11.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    1043
    Parte 7. Quicio e Inquietud

    Kuroo:
    ┏━━
    OYA, OYA, OYA~ Hoy es mi gran día.
    10:30am.
    Maná, no es gracioso, me dueles. :"(

    10:45am.
    ¡Oye!

    11:00am.
    ¡Espero despiertes dentro de dos horas o no respondo! Mal amigo!

    11:15am
    Buenas dormilona, ¿irás a verme?
    14:30pm
    ┗━━

    Me:
    ━━┓
    Buenas... Es a las cuatro, ¿no?
    14:32pm
    ━━┛​

    Maná llevaba tiempo despierto y observando el techo-no era necesario dormir durante la noche, pero le gustaba aun poder gozar de esa parte de su don-, pero en cuanto se descuidó solo un poco volvió a caer dormido, en los fines de semanas ni siquiera ponía de su parte para colocar alguna alarma, era su deber y obligación ejercer una actitud responsable durante la semana. Pero sábado y domingo, eran los días que se permitía dormir poco más de las 8am, aunque claramente se le había pasado la ronda de sueño. Bueno, la verdad sólo era que tuvo gran pereza en levantarse de la cama, no es como ni necesitara dormir.

    Esos mensajes lo habían despertado de su letargo perezoso de los fines.

    Kuroo:
    ┏━━
    Estoy fuera, espero estés lista. :P
    Recién.
    ┗━━

    El ojidorado gruñe por lo bajo, se sienta en la orilla de la cama, abre un compartimiento debajo de la mesita de noche, dejando ver un mini-refrigerador, saca una bolsa de las tantas, con sangre animal, y muerde con sus colmillos para empezar a succionar el líquido carmesí mientras se ducha, baña y viste acorde a la necesidad.

    Me:
    ━━┓​
    Voy, en 5 minutos.

    15:00pm
    ━━┛​

    Kuroo:
    ┏━━
    Nos queda unos minutos para que mi bus nos deje, así que mueve tu trasero rápido que no quiero regaño de mi capitanes. ¿Te quedaste dormido? - _-?
    Hace dos minutos.
    ┗━━

    Al terminar, mete en el bolsillo interno de su chamarra verde con rayas azules, su celular y billetera, se coloca unos buzos holgados negros, y sus tenis casuales. Mientras tira la bolsa vacía al basurero, se peina con las manos, y agarra la llave de su departamento al cerrar este guardando este en otro compartimiento, cerrando la chamarra con el cierre, agradeciendo que esté fuera grande para evitar preguntas de más. Baja por el ascensor, bastante tranquilo, hasta llegar a su compañero que nada más saludarlo, le exige correr para alcanzar el bus.

    Este día parecía interesante.

    [...]

    Tras terminar el encuentro de voleibol, el equipo de Kuroo había dado todo de sí, pero aún estaban creciendo y sólo veían un gran futuro para el joven deportista con rasgos felinos. Aún faltaba para que su compañero diera todo el 100% en el juego y sea reforzado por el equipo.

    De camino a sus respectivas casas, habían quedado en tomar un pequeño helado, por lo que tomaron la molestia de una despensa, y cada uno comprar lo requerido, uno había pedido chocolate amargo, mientras que el ojidorado menta.

    —¿Buscarás llegar a las regionales en el club de natación, Maná? —pregunta Kuroo mientras van comiendo de camino a sus casas.

    —No lo sé, no me llama tanto la atención ganar reconocimiento. Estoy bien siendo un don nadie. —admite sin revelar alguna información.

    —No te creo eso. Si te vieran gente importante, tendrías tu futuro asegurado, sé que esto es tu pasión.

    —Aunque lo fuese, solo nado para relajar tensión, no para trofeos. Además me conformó con que ganes tus propios trofeos y reconocimientos, Kuroo.

    Kuroo suelta un suspiro frustrado mientras lo ve tan despreocupado y desinteresado en la vida en sí. Aunque su mirada dijera lo contrario, como si ya supiera lo que hay más allá de las puertas que el mismo conoce.

    —¿Y que me dices del tal Haruka? No te atrajo ni un poquito? —pregunta decidiendo cambiar de tema al verlo tan serio y reacio a compartir algo más.

    La tensión en los hombros del contrario se liberan un poco, y aquello no pasa de largo en Kuroo. Quien levanta la ceja, aun más al notar como este sonríe con malicia.

    —He encontrado un motivo donde liberarme de una forma no sexual. Y es molestándolo. Parece demasiado tranquilo para ser un adolescente en crecimiento. Le falta más aventura. —admite con una sonrisa pensativa en el horizonte, Buruki Maná.

    —Ya veo, entonces ya está apartado para ti. Me sorprende que en tu club hayan chicas tan guapas como Gou-San, aunque no se si sea mi chica especial —dice Kuroo soltado aquello como si nada.

    Buru solo se abstiene a responder, dándole su momento de conversación a su compañero, quien parecía estar desarrollando una situación distinta del crush que mantiene con la sensei Amakata.

    —Me gustaría ir siempre a apoyarte claro, pero también para ver si tengo chance con ella. —dice para luego tirar el palito de su helado a la basura—aunque temo que Ama-senpai se enoje conmigo por no apreciarla mejor. ¿Qué dices que haga, Maná?

    Ahora el pelinegro con corte punk, se encontraba viendo su celular, frunciendo el ceño ligeramente por alguna molestia leída. Pero estaba al tanto de su compañero de clase.

    —Uh. Los crush no se vuelven pareja. Solo son personas imposibles de tener y ya. Mientras que las que sean accesibles a la edad que tengas, darán el resultado que buscas—añade sabiamente sin desviar la mirada en ningún momento—, lo cual es no morir soltero y con arrugas, ¿no?

    —Eres un maldito. —dice Ryutatsu Kuroo, frustrado al notar que es tan transparente ante elle.

    —Vaya, di en el punto. Que rareza.

    Kuroo se estresa y lleva sus manos a los bolsillos de su pantalón, mirándolo fastidiado. —No te soporto.

    —Shh, Tsundere.

    Y es allí cuando Kuroo empieza a decir una sarta de cosas, siendo ignorado claramente hasta llegar a su casa, dejando en claro que ni lo esperara, el no iba a buscarlo para ir a clases. Que estaba enojado con el.

    —No copies las mañas de Bokusho.

    —¡No soy gay! Y ni me lo menciones. Adiós. —se aleja bastante calentado.

    Pero al final, Buruki Maná sonríe divertida, era fácil sacar de quicio a su mejor amigo humano. Era su momento de diversión en tiempos de inquietud personal.

    No sabía si el plan de pasado mañana daría un resultado positivo o negativo. Esperaba que Haruka Nanase no fuera a reaccionar mal.
     
  12.  
    Brunchi

    Brunchi Usuario popular

    Sagitario
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2016
    Mensajes:
    826
    Pluma de

    Inventory:

    Escritora
    Título:
    Pez dorado del Mar [Haruka Nanase x Oc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    11
     
    Palabras:
    2031
    Parte 8. Rechazo

    Ya transcurrido las clases del día lunes, Haruka Nanase había pescado algunos estornudos por tirarse a la pileta cuando aún refrescara, cuestión que había extrañado la no repetición en Buru-senpai quien se mantenía tan igual y sano como siempre. Claramente que ahora estaba pasando por encima de todos, quien parecían tener ganas de conversar con él. Aunque la mirada neutra y despreocupada, les dejaba frustrados a todos más aún cuando parecía que este se terminaba durmiendo en donde se descuidara el alumnado que lo acosaba.

    Esto terminó rápidamente como empezó una vez que vieron en el pasillo la rápida dispersión de varios alumnos cuando, Ryutatsu Kuroo se fue acercando a Buruki, quien tan solo había reconocido haberse dormido un poco, disculpándose, para luego marcharse con el hijo del Director. Mientras que por el lado de Kuroo notaba algunas ojeras marcadas bajos los ojos dorados.

    —¿Descansaste el domingo?

    —Si. —suelta un bostezo y sus ojos dorados se nublan al estar bastante somnoliento. —¿Por?

    —Es que esas ojeras no me dan buen augurio. —murmura ligeramente incómodo Kuroo, mientras que se acaricia la nuca, buscando relajarse.

    —...—suspira el ojidorado, y en cuando suben a la terraza se encuentran con el grupo de natación pero son ignorados— Solo estoy cansado. En la tarde debo terminar de corregir la mitad de las tareas, y las tareas de los demás.

    —Este año nos están ahogando demasiado, aún siquiera es nuestro último año. —añade cansando aún más después de esa confesión, mientras desnudaba el pañuelo de la lonchera para empezar a comer su almuerzo.

    —Quieren un futuro prometedor para la nueva promoción supongo. —alega tras sacar de su lonchera también el pañuelo que lo envolvía, empezando a comer una serie de frutas partidos en cubos: melones, bananas, peras y manzanas, a un lado unas frutas como: cereza y kiwi.

    —Vaya, es agradable notar que has cambiado tu alimentación. Me enorgulleces Buru-kun.

    —Tch...no es nada.

    [...]

    Al otro lado los chicos de primero se encontraban comiendo gustosamente viendo como ambos alumnos de segundo hablaban como si no los hubieran visto. Nagisa estaba viendo asombrado a Buruki comer tanta fruta, que hasta para el respondía por si sólo que iba a morir hambriento con solo comer frutas, que no podría vivir sin el pan de melón.

    —No me llenaría ni la mitad de mi estómago con lo que come... —murmura Nagisa con el ceño fruncido mientras come su almuerzo.

    —Aunque tiene buen aspecto, es muy sano en cambio el pan de melón no lo es, Nagisa-kun —dice Makoto, con una sonrisa nerviosa.

    Mientras que Haru parece pensativo, sin embargo, nota como el ojidorado se levanta, despidiéndose del otro, y se acerca al grupo. «¿Porqué...?» pensó intrigado.

    —Disculpen por interrumpir pero, Haruka-kun podemos hablar un momento, por favor.

    Logrando que Makoto y Nagisa se sorprendan ante aquello, pero notan como Haru asiente, cerrando su lonchera vacía, para luego desaparecer tras las puertas y escaleras. Ambos pelinegros van caminando entre los pasillos, sin notar que la mayoría y algunos chismosean al respecto.

    —¿De qué quieres hablar?

    Las palabras sinceras y directas de Haruka hacen que el contrario intente mantenerse calmado, el domingo no pudo conciliar el debido descanso por la preocupación de tratar con él.

    —No sé cómo decirlo, es muy... Complejo lo que debo decir.

    Haru lo observa de reojo, mientras caminan alrededor de instituto hasta quedar en un lugar resguardado de las miradas, en ese momento nota las ojeras en el ojidorado.

    —Solo dilo.

    —Me interesas... —empieza a decir pausadamente, observándolo directamente a los ojos—Y, eres mi compañero de vida. En otras palabras, somos... Almas gemelas.

    Las palabras calmadas pero de significado profundo que salen de los labios de Buruki lo dejan estático, para Haru esto era extraño, no sabía muy bien a qué se podría estar refiriendo al principio, pero al escuchar lo segundo se tensa.

    —¿Por qué?

    La mirada ojidorado se fija absolutamente en él, intimidando un poco por su seguridad y pasión reflejada en ellos. Pero lo ve temblar, sus labios y manos lo hacen.

    —Siento la necesidad de protegerte, cuidarte y apoyarte de una manera que ninguno podría hacerlo, además... Me molesta que mires a otras personas que no sean a mi... Quiero ser parte de tu vida, déjame conquistarte. —implora con la mirada cargada de cariño, pasión y por sobre todo, dominancia.

    Cuestión que inquieta de sobremanera al ojiceleste, y retrocede al sentimiento de incomodidad, como si le quisieran arrebatar su libertad.

    —No. No me interesa.

    Las palabras que salieron de sus labios, dieron un golpe directo al ojidorado quien tensa la mandíbula.

    —¿Es porque no te gustan los chicos? S-soy... Soy también mujer... Soy intersexual nací siendo así.... Pero te juro que yo... —dice con coraje y desesperación al sentir el rechazo.

    —Yo solo nado libre, me gusta mi libertad y no estoy interesado.

    Haruka por un momento al escuchar toda aquella información empieza a empeorar en inquietud, nunca había sentido amor hacia otra persona que no fuera el aprecio a las amistades que tiene actualmente o de familia, esto era demasiado para el mismo. No podía conseguir calma, pero por algún motivo sintió pena al ver como el brillo en la mirada del ojidorado iba decayendo, su seguridad fue reemplazándose con frialdad. Y su cariño por vacío.

    —Entiendo... Perdón por las molestias.

    Y sin mas, lo vio marcharse, como si fuera que cada paso le doliera, como si le doliera haberle hecho sufrir. Lo había rechazado porque no concebía una respuesta para lo que estaba sucediendo y no quería dejar de ser libre. Pero, con cada paso que cada el contrario alejándose de él, parecía que su libertad en el agua temblaba con ondas que oprimía a su corazón.

    «¿qué es esta sensación de vacío y ahogo? »se preguntó, antes de regresar a clases.

    Makoto y él se habían encontrado poco después, por algún motivo se sentía más agotado, con sueño por lo que al seguir las clases. Ver que Amakata Miho, no tenía compañía lo hizo sentir mucho más incómodo.

    Al salir, se encontraron con Nagisa y fueron a su casa. Pero en cuanto llegó a esta, empezaron sus estornudos, tal vez era el estrago por lo que era reprendido por Makoto, por haber entrado en la pileta con el frío.

    —Qué fuerte. —dice Nagisa al notar el estornudo de Haru, aún con el uniforme y una revista en manos.

    —¿Estás bien, Haru? —pregunta Makoto, observándolo ligeramente preocupado por ese estornudo.

    —Mi difunta abuela decía que cuando uno estornudaba era porque alguien estaba hablando de uno. —responde Haru. pensativo y tranquilo.

    —Toma—Makoto con ese impulso de cuidado hacia Haru, muestra una caja de pañuelos desechables, para que lo tome mientras se limpia la nariz.

    —¡Seguramente debe ser Rin-kun! —exclama con una mirada optimista Nagisa, con aquellos ojos magenta.

    Sin embargo, otro estornudo se le escapa, aún teniendo aquella molestia en el pecho. Pero se sorprende ante las palabras de Nagisa, siempre que se hablaba de Rin sucedía ese sabor nostálgico más aún con lo que había pasado la semana anterior, al aceptar un enfrentamiento con aquel pelicerezo y este ganándolo.

    —No, es gripe. —rompe el ambiente Makoto con una gotita anime cayendo por su sien derecha.—Fue por meterte a nadar en la piscina estando en abril.

    —No soy tan débil como para enfermarme por meterme en una piscina. —interrumpe ligeramente molesto Haru pero otra vez un estornudo lo incordia.

    —Ah... Es muy pronto para nadar en una piscina al aire libre. —sigue Makoto mientras lo escucha, para luego aconsejarle una cosa sabia—deberías ejercitarte hasta que la temperatura suba.

    —Por cierto, Gou-Chan me contó que Rin-chqn ingresó al club de natación de Samezuka. —dice emocionado Nagisa.

    —¿Eh? —Makoto se sorprende por la noticia dicha.

    Haru ante la noticia se olvida de la incomodidad del día, solo por el momento, lo cual se distrae pensando en Rin.

    —¿Te ocurre algo, Mako-chan? —pregunta Nagisa.

    Este solo se rasca el mentón levemente mientras inclina la cabeza hacia abajo, tras una ligera sonrisa. Pensativo ante la noticia.

    —No, no me pasa nada. —Makoto inhala aire profundo y se cruza de brazos—Entonces eso significa que nos volvemos a ver en los torneos.

    —¡Sí, participemos en torneos! —exclama mucho más emocionado Nagisa—Y volvamos a hacer relevos.

    —Yo solo nado al estilo libre.

    —¿Eso quiere decir que no vas a participar en torneos? —pregunta Nagisa a Haru. —No digas eso~ —sus ojitos se vuelven tristes. —vamos~... —vuelve a insistir mientras frota su cabeza con movimiento circulares de izquierda a derecha en el costado del Haru.

    —Además, no podemos hacer un relevo con 3 personas. —añade Haru, sin inmutarse en Nagisa., observando la revista de recetas.

    Nagisa deja de moverse, inclinado hacia Haru, cayendo en ello.

    —¡Pero si tenemos a Buru-chan! Somos 4, podemos pedirle que... —empieza a decir emocionado.

    —Nagisa, pero no sabes si tiene ganas de participar, por lo que comentaste el otro día, parece que solo esta en el club para liberar tensión con nado libre al igual que Haru. —dice Makoto pensativo ante aquello.

    Pero sin pasar por alto la incomodidad en los hombros de Haru ante la mención del mayor.

    —No es oficial, no me interesa. —dice Haru mientras se levanta en busca de algo de beber.

    —Tienes razón... —añade Nagisa—Eso significa, ¿¡que tenemos que encontrar otro miembro?! —se agarra la cabeza preocupado con las cejas bajas mirando al techo.

    [...]

    Por otro lado, el joven ojidorado se encontraba nadando en lo profundo del mar, con la mirada perdida hasta dejarse caer al fondo del mismo, sin ganas de volver a salir del mismo. Notando cómo los pescados pasaban por su lado, pero una onda rápida se acercaba a él, hasta agarrarlo por la cintura y sacarlo a la superficie.

    —Maná, no me asustes así. Joder.

    Kuroo le regaña al ver como el agua sale de sus labios ante unas pequeñas arcadas, su cuerpo hacía dejado entrar al agua. Se sentía tan perdido sin un rumbo.

    —Solo... Estaba nadando.

    —¡¿Nadando!? No me jodas, te estabas hundiendo imbécil.

    Conmocionado Kuroo, lo agarra de los hombros y se incomoda de sobremanera al notar como el brillo en esos ojos había desaparecido casi notablemente.

    —Maná...

    —Kuroo, no te preocupes. Estoy bien.

    El de rasgos felinos lo nota, y su voz rasposa por lo reciente, notablemente débil lo advierte.

    —¿Qué pasó? Es notable que la charla con Haruka Nanase no salió bien. ¿Acaso te rechazó? Es eso? —pregunta desesperado por respuestas.

    Con delicadeza Buruki lo aleja de sí mismo, para luego intentar abrazarse ante la sensación de vacío que de repente vuelve a él.

    —No es nada de eso. Dije cosas que no debía, ni siquiera tenía el derecho de decirle nada.

    —¡¿Entonces dime!?

    Se muerde los labios, negando decirlo siquiera, su padre había estado llamando muy preocupado por ella, pero no quería siquiera hablar con nadie. Por lo que solamente sonríe intentando ser fuerte pero las lágrimas se acumulan en sus ojos.

    —Solo he estado teniendo pesadillas. Creo que voy a dejar el cupo de tutoría de Ama-sensei... Ya no me siento tan libre.

    —¿Qué...? ¿Qué pesadillas? —pregunta ceñudo y preocupado Kuroo

    —Cosas del pasado.... —admite sin mucho caso a hablar. «que colisionan con el presente...»piensa perdido también.

    —Maná, si sabes que estoy para ti, ¿no? —dice Kuroo mientras limpia la lágrima perdida, mientras lo mira frustrado— soy tu amigo, para eso estamos, en las buenas y malas.

    Sus labios se fruncen y amagan palabras que no salen de sus labios. Pero solo le tiemblan, por lo que cede al impulso de abrazarlo. Logrando sollozar, sin poder ahogarlo.

    —Maná... Tranquila.

    Kuroo se alivia que al menos pueda liberar las lágrimas, pero le rompe verla así, nunca antes en los dos años de conocerlo se había mostrado así. Ese maldito se la vería con él, nadie hería a su amigo, nadie que no fuera él, lo rechazaba y se quedaba sin sufrir un escarmiento de su parte. Cuidaría a Maná, era como una hermana menor, a pesar que esta le llevara un año de diferencia.

    Aunque sabía que no sólo era un simple rechazo, algo más estaba mal con ella desde hace un tiempo antes de conocer a Haruka Nanase.
     
Cargando...

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso