Capítulo II

Contenido oculto: Catacumbas

Vite Horiazana

Mis orejas se movieron al ritmo de esos pasos acelerados, yo me giré tan solo un poco, apenas y alumbrando mi costado con la antorcha. Ya había terminado de explorar en cuanto el tipo llegó a mi posición, y pues nada, había sido un acto bastante infructífero. Lo miré con seriedad, más calmado que intranquilo, escuchando sus primeras palabras, mientras este intentaba recuperar el aliento perdido. Vaya faena.
—Uhm —solté como afirmación a su comentario sobre la distancia, y en cuanto dijo "Ya estoy aquí" una sonrisa se reflejó en mi hocico, una genuina y se podría decir que reflejaba cierto orgullo. No era alegre, más bien apacible; sobria y templada.

Estaba aquí, y eso de momento era mucho más alegre que los otros que se marcharon por su cuenta. Eso me hizo volver en la velocidad de un pestañeo a mi seriedad profunda, con el ceño fruncido con levedad y todo, moviendo mis orejas al son de las corrientes de aire... había solo dos caminos que seguir desde acá, al parecer.
—Me la entregó Otto —hablé con calma, monocorde, acto seguido lo miré de reojo, agravando la frunsión de mi ceño por una leve duda—, ¿es que acaso no lo viste cuando estábamos afuera? Ah...— Al soltar el suspiro mi mirada ya había vuelto a cambiar de dirección, serio, enfrentando lo que yo creía, era el único pasillo a seguir.

Entonces empecé a caminar sin pensarlo dos veces, a un paso firme, pero no veloz, pues eso podría ocasionar que se apagara la antorcha, cosa que no deseaba ya habiendo dependido de su brillo tortuoso. No era muy fan de sudar, al fin y al cabo, no sin una buena fuente de agua cerca.
—Se nos han adelantado, así que no debemos separarnos, pues ahora solo somos tú y yo —proseguí con ese tono grave que obtenía mi voz calma, monocorde, carente de exitasión o exaltación alguna.

De todas formas, no demoré en mirar a Dellen de costado, sonriendo nuevamente.
>>Espero que lo entiendas —dije sin más, sin siquiera procesar a que me refería yo mismo con eso.

Mi orden fue simple, supongo que lo que deseaba es que no me la alterara. Tal vez sí era un poco estricto, demasiado exigente. Pero bueno, que mi seriedad había vuelto y, en cuanto llegamos a otra cámara, volví a fijarme en que no hubiera trampas, nos sin antes advertirle al gato que guardara cierta distancia detrás de mí, poniendo con cuidado un brazo por delante de él para reforzar mi mandato.
—Déjame escuchar sí puedo identificar por dónde se han ido, para ello necesito silencio —comenté de paso, mientras de a poco inspeccionaba la sala.

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Tiro dado para buscar entradas secretas o trampas, y otro dado para ver sí logro escuchar por dónde se han ido mis aliados uwu <3

 

Lanre

Observó aquel sitio, los colores; el posible movimiento de objetos. Colocó sus alas en su cadera —Esto me recuerda al libro de El perro de los anillos— miró a los presentes —¿Leyeron ese libro cuando eran pequeños? Yo si, seguro. Hay una parte cuando la comunidad del anillo se adentra a Moria y....—fue entonces que Lanre escuchó los ruidos que se aproximaban a ellos; guardó inmediatamente silencio, porque el no sería como Pippin.

Debían esconderse, así podrían emboscarlos si se acercaban a ellos. Les indicó que lo siguieran a la sala contigua, pues así podrían observar si el enemigo entraba. Además de que en esa habitación había un cofre, curiosamente posicionado, el cual Lanre deseaba abrir; pero antes debía eliminar unos cuantos reptiles.

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Lanre avanza hacia la habitación 3 xD

 

Rash Colds

Su mirada estaba centrada en la oscuridad y los gemidos de criaturas aberrantes; quizá la historia de los pejelagartos era cierta después de todo, pues eso se oía; chillidos ahogados acercándose a una velocidad increíble. Pero oyó a Lanre y giró su rostro hacia él en clara sorpresa. ¿También le habían leído ese libro? Aún a estar en una posición de desventaja táctica, Rash atinó a sonreír con entusiasmo, afirmando a su vez a las palabras del guerrero. —Es un genio, maese Lanre. Podremos usar información de ese cuento para poder obtener alguna ventaja; después de todo, siempre en algo de mentira hay un poco de verdad.

Y sin pensarlo dos veces, cerró sus ojos con fuerza y croó en un idioma ancestral mientras sus ropajes se movían con rapidez; estaba a nada de conjurar algo poderoso, pero debía de esperar a que el resto se reúna. Mientras tanto, siguió al pato hacia la habitación 3.

 

Dellen
Esperando una bronca del quince de Vite me llegó a sorprender lo que llegó a almidonar la situación. Si que era cierto que se mantuvo firme, pero no tanto como las otras veces, algo que por supuesto agradecía.
Entramos los dos justo cuando me reconoció que la antorcha había sido entregada por Otto, solo para empezar a adentrarnos en las catacumbas.
No pude evitar mirar a todos lados en silencio. Admito que soy de la clase de persona que no soy de hablar demasiado a menos que tenga algo que decir, o en el caso de Rash, hablar con confianza de todo tipo de cuestiones así que, simplemente agradecí internamente que Vite y, aunque no se mostrara condescendiente tampoco que se pusiera a hecharme una bronca, claro que también me empezaba a cuestionar su estabilidad emocional...
— La verdad es que no, admito que perdí en parte la noción de la realidad, me suele ocurrir cuando dejo que mis pensamientos me invadan, una mala costumbre, lo sé—. Añadí con amabilidad, casi en un susurro y, claro, sin recriminarle nada cuando me dijo que si no me había dado cuenta de que todos se habían marchado. Quizás era mejor así, pues en cualquier caso ni siquiera yo podía esperarme su reacción.

— Sí, créeme que lo hago, gracias Vite—. Esbocé una sonrisa mientras seguíamos avanzando.

Asentí con la cabeza a su orden, al fin y al cabo, gracias a sus orejas y a su especie, tenía que tener per se un oído mucho más refinado que yo, así que mantuve tras él, esperando tranquilamente a que me diera la orden de si seguir directos o ir con cuidado, claro que una pregunta retumbaba en mi mente y era ¿Cómo estarán los demás? Pero decidí guardar de momento esa preocupación para mí mismo.

 

Sala 2
( Amelie rapuma Gigavehl )​

Lanre y Rash se dirigieron a la sala contigua y Zer los siguió advirtiéndoles que podría haber trampas e intentando estar atento a esto mismo, pero de poco sirvió. En mitad del pasillo que conducía a la sala, y justo cuando el clérigo estaba por conjurar algo, el suelo bajo sus pies se abrió repentinamente presentándoles una trampa de caída, la primera de muchas trampas que podrían encontrarse en un sitio como este donde los tesoros están protegidos y destinados a descansar con sus legítimos dueños incluso después de la muerte.

Contenido oculto: WARNING!

Ustedes tres deben tirar en su último post (o hacer uno nuevo, como quieran) un dado de 20 para saltar a tiempo o de no superar la tirada caer y comerse algunos puntos de daño. Es una trampa de caída, no tiene pinchos ni nada muy sanguinario en el fondo pero es algo profunda y hace daño de caída eso sí

Pasillo
( Mori madarauchiha Monpoke )
​

Vite y Dellen caminaron por el pasillo que venía después de la primer sala. Apenas Vite terminaba de decir que identificaría a los demás, cuando iluminó con la antorcha hacia al frente y se encontró con Otto que estaba al final del pasillo. Allí había justo una bifurcación y se podía doblar hacia la derecha o hacia la izquierda. A lo lejos de la sala de la derecha, Vite que tenía un oído muy agudo, ya podía escuchar los siseos de los geckos.

 

Dellen

Justo al caminar tras el conejo, quien portaba la antorcha, así que Vite al alumbrar al final del pasillo, vimos la inconfundible figura de un ratón que reconocí perfectamente, ¿Que hacía aquí? La verdad es que daba por sentado que estaría junto a los demás mucho más adelantados a raíz del tiempo que llegué a perder, por lo que solo pude acercarme a él, tratando de mantener una cercana distancia con Vite.
Claro que a todo esto, se me estaba llenando la cabeza por la pregunta racional de ¿Cómo estarían Zer y Lanre a todo esto? Claro que una cosa estaba clara, el plan inicial que iba a aplicarse había empezado a fallar incluso antes de empezar pues ahora estábamos mucho más dispersos que cuando entraron en las catacumbas....
— ¿Están bien los demás? Admito que no esperaba verte aquí—.Pregunté al ratón, al menos en un tono extremadamente bajo mientras avanzábamos.— A todo esto, ignoro tu nombre...

 

Otto

"Los esperaba". Respondo simple al Gato y le indico que me sigan a por el camino derecho. "Hay otra presencia rondando por aquí, se puede presumir que neutral. Un saqueador de tesoros o solo alguien que viene por el atajo".

No me moleste el ocutar el movimiento de mis oídos al ir avanzando, tirando casi toda mi atención a escuchar y mirar al frente. Precavido de cuidar el frente y la espalda.

"¿Los demás? Siguieron adelante. Se decieron adelantar a un con la posibilidad de trampas, no puedo revizar por donde pisa cada uno si corretean por todos lados. No solo. Pero parece que no les importa si es el explorador o pícaro que mira por trampas y se van a hacerlo por si mismos". Seguí manteniendo una voz plana. Como si no me importara que hicieras los demás en ese punto de quitarme el trabajo que debería hacer. "Tampoco voy a protestar por eso, no en este momento. No vengo a hacer enemigos o considerarlos como tales por cosas simples. Mientras no me apuñalen o se suiciden, hagan lo que quieran".

"Otto".

 

Vite Horiazana

A pesar de que todo parecía estar sumido en un absoluto silencio, descontando el flujo del aire y las gotas de humedad (entre otras cosas), tuvimos la fortuna de encontrarnos a Otto bajo la luz de la linterna. Fruncí un poco el ceño, entornando la mirada para asegurarme de que era él antes de cualquier cosa, pero supongo que algo me impulsó a caminar sin siquiera asegurarme del todo que fuera él.

Y aunque seguía siendo un paso controlado, para que la antorcha no fuera a apagarse por el roce del aire, la verdad es que se notaba que me había apresurado. Por fortuna Dellen no parecía tener queja alguna al respecto, y apenas me posicioné frente al ratón, manteniendo su buen par de centímetros de distancia, algo llegó con fuerza a mis oídos.

Pestañee dos veces, mirando fijamente a la dirección de donde venía ese leve murmullo, aparte del intercambio entre Otto y el gato. Solté un leve gruñido, aunque más parecía quejido por nuestra naturaleza conejuna... ¿Qué sí estaban bien? Mi mirada cayó sobre Otto, siempre levantando la antorcha con cuidado y firmeza, y aunque era incapaz de ver mis ojos, sabía que mis orbes oscuros estaban más serios que nunca.

La mirada que había usado más de una vez en aquellos que eran, en varios aspectos, inferiores a mí. Pero en esta ocasión era distinta, pues no era un hermano de quién hablábamos, por lo cual no era simple acusación; era preocupación y firmeza, una espera silenciosa por respuestas.

No puedo revisar por donde pisa cada uno sí corretean por todos lados. A esas alturas me llevé las manos al centro de mi frente, haciendo presión cabizbajo, soltando otro quejido más bien leve y frustrado. Era claro que culpa de Otto no era... ¿tanto esfuerzo por nada? ¿Qué los llevaba a ser tan impulsivos? ¿Es que... a caso no tenían consciencia? Solté un suspiro pesado, fuerte y hastiado, mientras volvía a erguir la cabeza como correspondía, mirando por el rabillo del ojo a quién era más bajo que yo. Luego esa mirada seria cayó en Dellen.
—Por eso no teníamos que separarnos —hablé monocorde, sin aumentar mi volumen o algo. Podría notarse en mi expresión dura el enojo que sentía, pero mi voz parecía no alterada por ello.

Me llevé una mano a la cadera, la desocupada, mientras que con el pie contrario empezaba a tamborilear despacio, monocorde y rápido, aunque seguía sin reflejar real desespero. El sonido hacía eco por las paredes, algo no muy relevante, pero ante mi sensible oído ayudaba a opacar ese desagradable y angustiante siseo a lo lejos.

—Hay que buscarlos, Otto —hablé firme, monocorde y puede que la voz, carente de entusiasmo o excitación alguna, me saliera mucho más grave de lo normal. Tras eso volví a dirigir mi mirada a la derecha—. Sí se fueron por allá, tendremos que apresurarnos en ir a su ayuda...— Y volví a mirar a Otto, ahora siento que solo reflejaba la seriedad que a mí me trasmitía el momento, quedando insípido de otras emociones—, sí tomaron otro camino que no fuera la derecha...

Cerré los ojos, exhalando inaudible por la nariz. Otra vez sosteniendo la mirada de Otto poco después.
>>Tendremos que confiar en que no han caído en una trampa, y asegurarnos de ir con calma para no ser nosotros quienes quedemos detrás, varados—. Miré ahora en otra dirección, analizando las probabilidades de ida o huida—, al estar de los últimos, ellos no podrán volver por nosotros; pero nosotros sí podremos rescatarlos a ellos.

Concluí, con una calma que podía sorprender a mi conejito del pasado, tan exaltable y a veces hasta asustado. Mi mirada cayó otra vez sobre quien, intuía, tenía mucho más claro todo el asunto.
>>¿A dónde se fueron? Hay que encontrarles—. Fue mi última pregunta, dirigida al ratón del grupo.

Contenido oculto

Vite quiere ir en busca de los chicos uwu
Pero les dejo la decisión a ustedes :3

 

Lanre

Sintió como la trampilla se activaba... si era como Pippin. Tan torpe. Era un pato cayendo a un hoyo, olvidando que tenía alas.

 

Otto

"Si los guió por este camino es porque se fueron por acá (Derecha)". Dirijo un ojo a su pie titubeante, un posible moviendo nervioso. ¿Escucha algo más adelante? Peligro, tal vez. "Se marcharon hace poco, todavía deben de estar revisando lo que hay más delante". Eso, suponiendo, van a revisar lo que vean.

"No te preocupes tantos por las trampas, al menos no actualmente. Su peligro será conforme a lo que estén protegiendo, aquí, cerca de la entrada, no debe haber algo importante. Si hay trampas por está zona, será más para un dar un mensaje. No creo sean mortales". O eso espero.

 

Rash Colds


—La Rana Tuerta es la entidad que me protege, maese Lanre. El Dios al cual profeso mi religión y el que me concede, cuando cree necesario, el don de realizar conjuros que son útiles para nuestra cruzada.

Su conjuro fue detenido justo en el momento en que sus patas perdían equilibrio y el suelo comenzaba a ceder y el rano a caer. No era tan ágil como el gato, ni tan rápido como un conejo, era un rano; una formación de músculos que le servían para la lucha pero que estos mismos músculos lo empujaban con más fuerza hacia las profundidades de la trampa, como si fuera una roca.

 

Sala 3
( Gigavehl Amelie rapuma )​

Zer logró saltar hacia el otro lado con una ágil pirueta, mientras que Lanre levantó vuelo antes de caer y así pudieron encontrarse del otro lado del agujero que la trampa había dejado en el pasillo, ahora estaban del lado de la habitación del cofre. Sin embargo, no todos sortearon la trampa, Rash había caído y se había dañado bastante. Ahora estaba a una profundidad de 15 patas y posiblemente precisaría ayuda para salir de ahí.

Por lo pronto, casi ajeno a la situación, Zer se dirigió al cofre para ver su contenido. En su interior había dos armaduras de placas, dos espadas comunes, una daga que a contraluz emitía un brillo azul y era muy fría al tacto, dos capas, dos viales con un líquido verde y una varita.

Contenido oculto

Si quieren volver a cruzar el hueco del pasillo Zer tendría que tirar un dado para saltar. Lanre no porque vuela.

Lanre también puede cruzar a sus compañeros dado que su vuelo es más bien mágico y no es necesario que bata sus alas para volar. De todos modos con Rash le voy a pedir que haga una tirada de fuerza porque es más pesado que los demás.

Si quieren salvar a Rash pueden tirarle una soga y hacer fuerza los dos, puede intentar Lanre sacarlo volando o él puede intentar tirar por escalar o saltar, pero no le será fácil porque está a cuatro metros y medio

Rash te hiciste 5 pts de daño por lo que actualmente estás en 3 de 8 pv

Sala 2
(Monpoke Mori madarauchiha )
​

Al ingresar a la sala, ya todos podían sentir los siseos de las criaturas inminentemente cerca. Tuvieron apenas tiempo de mirar un poco el lugar y divisar columnas derruidas en las que podrían esconderse si eran lo suficientemente veloces y sigilosos, pues la puerta de donde provenían los sonidos ya se estaba abriendo en ese preciso instante.

Contenido oculto

Tienen un último movimiento antes de que esas criaturas entren, si se quieren esconder lo rolean y tiran un dado de 20 en el post

Vite y Madara pueden utilizar las ruinas de las columnas para esconderse, Otto también, pero además se puede esconder detrás de alguno de sus compañeros por su pequeño tamaño

 

Lanre

Miró los objetos y afirmó a Zer, tomó lo restante; pues compartiría con Rash algo del botín. Iba a hacer un comentario sobre el brillo de la daga; pero se lo guardó para después; tal vez mencionar aquel libro le había traído mala suerte, y primero debía sacar a Rash de aquel aprieto.

—Se ha dado un ranazo y es por culpa mía —menciono con una expresión de tristeza absoluta mientras se asomaba a ver la condición de Rash. Debía bajar por él. —Bajaré por Rash, para dejarlo del otro lado, luego vuelvo por ti, Zer. Así cruzamos juntos.

 

Otto

"Maldita sea". Maldigo por lo bajo al empezar a escuchar los siseos de los salvajes. "Si saben que venimos tras ellos, al menos debieron preparar una contramedida". Por suerte me quedé esperándolos, si no ambos podrían estar solos.

"Hay que decidir rápido, vamos a huir o luchar. Es decidir por unánime, sin puntos medios ". Les propongo rápido las opciones a los dos. Cada segundo que nos demoremos es unos donde seremos atacados. "Si luchamos, nos quedará confiar en que los otros volverán y darán apoyo. Será nuestra primer batalla juntos y a la vez la primer muestra de confianza verdadera a nuestros compañeros".

"¿Se juegan el pellejo o prefieren esconderse?".

 

Dellen
Seguí a Vite ignorando cualquiera de sus reacciones, le conocía y sabía que hiciera lo que hiciera iba a salir mal para mí. De esa forma me mantuve sin decir nada más que un "encantado Otto, quizás ya me conozcas pero me llamo Dellen", aunque en este caso lo dije en tono amable al menos hasta que ví al ratón detenerse y notar como su expresión cambiaba ligeramente mientras se giraba hacia nosostros dos proponiendo si luchar o escabullirnos y lo primero que se me vino a la mente era confusión, quizás porque tenía como naturaleza reflexionar con frialdad las cosas...
"Si luchamos contra los que fuera que se avecinaba quizás adquiriéramos conocimientos de la especie y sobre como combatirla y sin embargo, por otro lado no sabemos cuán larga sería la misión ni lo que nos pudiéramos encontrar más adelante." Era una decisión difícil, muy difícil.
Expulsé un suspiro, la verdad era que me daba igual luchar o no, mi principal problema con ello eran los elementos que pudieran ser necesarios emplear, claro que tampoco sabía cual sería el enemigo a batir.

— La verdad es que me da igual una que otra, por mi parte abogo por combatir, en parte por adquirir conocimientos de los enemigos a los que nos enfrentemos y así saber como derrotarlos si es que no volvemos a encontrar enemigos del mismo tipo—. Expresé con calma— En cualquier caso, me amoldaré a la decisión que toméis. No es que tenga tampoco preferencias en este aspecto....

 

Otto

"¡Demasiado largo!". Respondo en queja al quitarme mí mochila y tirarla sin piedad al suelo, pero tampoco es que este este muy lejos para empezar. "Es responder combatir o huir, los análisis los dejas para cuando haya tiempo".

Casi pareciera ignorante de los siseos y de la puerta abriéndose, enemigos. Un número desconocido de salvajes.

"Será luchar entonces, propongamos sea divertido".

Le doy una rápida mordida al durazno y desenvaino la espada en medio de comer. "Lo quiera o no, seré su vanguardia". No hay tiempo para más, no es momento para dar órdenes y distraerse. Solo quedará confiar hagan lo mejor.


Sonrío lo suficiente amplio como para mostrar los dientes. Esperando con impaciencia el momento en que está batalla estalle.