Hospital

Akiko Brooks

La escena que encontré fue sobrecogedora. Una chica pequeña, más joven que yo, postrada en la cama e inconsciente, se encontraba ahí. Tal y cono imaginé... debía ser alguien relacionada con Dai. Su nombre parecía ser Sayuri; Sayuri Kaji.

¿Estaba en coma? ¿Estaba...? ¿Qué le pasaba?

Me acerqué, con algo de tensión, ligeramente a ella. Pero no pude caminar mucho más, porque una voz a mi espalda me hizo girarme.

Una voz familiar. La voz de Dai.

—¡D-Daisuke-kun! —exclamé, alarmada. El rojo subió a mis mejillas, pero esta vez no fue por la presencia en sí misma de Kaji, sino por la situación en la que me encontraba. Me sentí un poco... metiche, supongo. ¡P-Pero no se trataba de eso, yo...!—. L-Lo siento —terminé disculpándome, agachando la mirada—. Estaba... preocupada por ti, Daisuke. C-Como no has aparecido por la escuela hoy, yo...

 

—A-Akiko-san... —musitó Daisuke. Parecía un poco sorprendido... y luego, su expresión cambió. Parecía... ¿conmovido?

El muchacho avanzó un poco y se colocó a su lado, junto a la cama de la chica. Acarició el cabello que cubría su frente, apartándoselo de la cara, y le sonrió a la chica inconsciente. Su expresión era una mezcla entre tristeza y nostalgia... y murmuró un débil "gracias" que apenas llegó a escuchar... aunque Akiko no sabía si estaba dirigido a ella o a alguien más.

—Será mejor que la dejemos descansar... o los médicos se enfadarán conmigo otra vez —le dijo su compañero de curso—. Sígueme, por favor.

Daisuke la guió fuera de la habitación, y luego en la dirección contraria de donde había llegado. Subieron un par de escaleras y abrieron una puerta grande... para salir del edificio a la parte superior. La azotea del hospital. El lugar se encontraba completamente desierto, sólo estaban ellos dos...

—Lamento que tuvieras que ver eso... —comentó Daisuke, bajando la mirada—. No esperaba que te preocuparas tanto por mi, Akiko-san... supongo que sería grosero echarte ahora, ¿no? Ja ja, supongo... supongo que tienes muchas preguntas, ¿eh?

>> ¿Quién era esa chica?

>> ¿Tú no estás enfermo?

>> ¿Por qué estuviste ausente hoy?

 

Akiko Brooks

Los ojos se me humedecieron cuando vi cómo Dai se acercaba a la chica y acariciaba su cabello con ternura. Los recuerdos... se amontonaban en mi cabeza al ver esa situación. Recuerdos que no sabría si clasificar como felices o tristes, porque culminaron en mucha felicidad, pero... a costa de un sufrimiento inmenso.

No obstante, ver la sonrisa de Lukas al abrir mis ojos en aquella camilla de hospital fue... maravilloso.

Ojalá la chica pudiese ver la sonrisa de Dai cuando despertase. Si es que despertaba... ¿q-qué le pasaría? ¿Qué sucedería con ella? Y... ¿era su hermana? ¿Quién era? Con un pequeño nudo en la garganta, alcé la voz cuando Dai me agradeció mi apoyo, tras subir a la azotea del hospital.

—N-No es nada, Daisuke-kun, e-es lo menos que podía hacer. Sabía que frecuentabas este sitio, a-así que pensé que podría encontrarte aquí —desvié la mirada, y jugueteé con mi cabello—. S-Siento si he molestado o algo —luego, ligeramente, alcé los ojos para mirarle. Tragué saliva antes de preguntar aquello—. ¿Quién... es ella?

 

—Sayuri...

Daisuke bajó la mirada; un atizbo de profunda tristeza atravesaba sus ojos. Apretó su mano derecha en un puño, como si le frustrara profundamente pronunciar el nombre... y luego de un momento, finalmente habló.

—Sayuri es... mi hermana menor —reveló Daisuke finalmente—. Ella... es la única familia que me queda, ¿sabes? Mis padres... ah, tú eres nueva en Hanazawa, es normal que no lo sepas. Hace unos dos años, hubo un incendio en nuestra casa... sólo Sayuri y yo sobrevivimos...

>> Lo intenté todo, la protegí de todo... y por dos años, lo logré. Éramos felices... o eso creo al menos. Pero... ¿cómo puedo protegerla de una enfermedad? No puedo hacer nada... al fin y al cabo, soy un inútil como hermano mayor...

>> Eso no es cierto.

>> Es claro que te preocupas por ella.

>> No creo que Sayuri piense igual...

 

Akiko Brooks

—D-Dai... suke... —susurré, de nuevo con los ojos humedecidos.

Con la amplia sonrisa que esbozaba en la escuela y lo enérgico que parecía, nunca esperé que Dai hubiese tenido un pasado tan triste, a decir verdad. No parecía el tiempo de persona que había vivido un acontecimiento tan trágico como la muerte de su familia en un accidente. ¿Y que ahora su hermana esté enferma? ¿La única familia que le queda? ¡Oh, vamos! El destino es demasiado cruel.

Agaché la mirada. Se culpaba a sí mismo de la situación de su hermana, pero... eso era un sinsentido. Considerarse inútil por no poder protegerla de algo que escapa a su control era... absurdo. Y, con todo, lo entendía tan bien. Porque yo también me culpaba de cosas que no eran mi culpa. Yo también me torturaba así, solo que... al menos Dai lo hacía por otra persona. Yo me torturaba a mí misma, y por mí misma.

De modo que reuní las pocas energías que tenía y traté de esbozar una sonrisa como pude. Así, le dije:

—No digas eso, Daisuke-kun. Creo... creo que Sayuri no pensaría eso. No hay más que verte aquí, que ver cómo te preocupas por ella y lo mucho que la acompañas para saber que eres un gran hermano.

Aquellas palabras fueron para consolarle, sí, pero fueron sinceras. De veras pensaba que era un buen hermano. La gente que suele considerarse a sí misma como lo peor suelen ser los mejores, ¿no es así?

 

—Qué pensaría Sayuri... —musitó el muchacho.

Se volteó para ver el horizonte, como meditando acerca de la respuesta de aquella pregunta. Y luego, cuando se volvió hacia Akiko... tenía una sonrisa nostálgica en el rostro.

—Probablemente se enfadaría porque esté tan preocupado —dijo Daisuke—. Ella era menor, pero siempre me decía que tenía que preocuparme por mi y por mis estudios... más que por ella o por el basketball. Es un poco estricta, pero... es la mejor hermana menor que alguien podría pedir...

>> ¿Sabes? Recibimos una buena herencia luego de... lo que pasó hace dos años, y con eso y mi trabajo de medio-tiempo... logro mantenernos bastante bien. Pero hace una semana, todo cambió... Sayuri despertó un día enferma... primero era una ligera fiebre, la traje aquí por las dudas... y luego empeoró, y de repente no podía respirar... yo, yo ya no sé que hacer... daría lo que sea por volver a...

>> ¿Por volver a qué?

>> No se puede volver al pasado.

>> Se nota que quieres mucho a Sayuri-chan...

 

Akiko Brooks

Suspiré. En eso éramos muy diferentes. Dai parecía tener problemas para aceptar el presente, mientras que yo... tuve problemas para aceptar el pasado. Yo quería hacer como si el pasado no existiese, borrarlo para siempre de mi vida, de mi mente y del mundo. Y Dai quería borrar todo el presente y volver a su pasado más feliz. Aunque los planteamientos eran inversos, la lógica era la misma: ambos huíamos de la infelicidad que nos causa una parte de nuestra vida.

Pero si algo aprendí allí, en el extraño tren... es que debemos aceptarlo todo, porque nuestro pasado y nuestro presente son parte de nosotros. Huir de ellos no soluciona nada.

T-Tiene gracia que yo diga esto, ¿eh? Hacía unos días, era yo la que estaba como él ahora. Tratando de negar la realidad, supongo.

—... entiendo como te sientes, pero no se puede volver al pasado. Solo podemos aceptar el pasado y el presente, y... seguir adelante. Porque... si somos capaces de aceptar nuestro pasado y nuestro presente, nuestro futuro será mejor. Estoy segura de que con Sayuri también pasará lo mismo, Daisuke-kun.

No me había dado cuenta, pero conforme decía eso, yo... estaba sonriendo. Y lo dije sin titubear, y sin indecisión.

... sí que tuvo efecto en mí Kaguya, ¿eh?

Ojalá supiese actuar así siempre.

 

—Ojalá... no, estoy seguro de que tienes razón, Akiko-san —Daisuke le dedicó una fugaz sonrisa—. Si tan sólo... fuese tan fuerte como para poder aceptarlo...

>> Sayuri es mucho más fuerte. ¿Sabes? El día antes... de ese incendio... lo recuerdo con claridad. 25 de Febrero. Jamás olvidaré esa fecha... mis padres nos llevaron a un parque de diversiones en Tokyo. A mi no me entusiasmaba tanto, pero Sayuri... recuerdo como brillaban sus ojos de felicidad al entrar al lugar. Ese día entero fue mágico, fue todo tan divertido... pero esa misma noche... todo se redució a cenizas...

Daisuke tenía una sonrisa nostálgica en su rostro. Apartó la mirada para que Akiko no viese temporalmente su rostro, y pasó su mano por sus ojos cuando ella no llegaba a verle la cara. Y en ese instante, cuando Daisuke terminó de hablar... Akiko pudo oírlo con claridad...

Tick.

El reloj dorado en su bolsillo... sintió que su manecilla se había movido. Como si algo en el mecanismo se hubiese activado... ¿qué había pasado? Akiko volvió rápidamente su atención a Daisuke, quien se había vuelto hacia ella.

—Sé que debo ser fuerte... por Sayuri. Lleva sólo una semana aquí, los médicos dicen que tiene chances aún, porque los casos anteriores tardaron más tiempo... pero me asustó mucho saber que los otros pacientes con esos síntomas murieron, ¿sabes? —continuó Daisuke—. Debería... disculparme con Yuki-chan, la amiga de Sayuri. Le dije... le dije que se preparara, por si teníamos que despedirnos de ella... debería buscarla, ¿no?

>> Sí, deberías disculparte.

>> Aún estás a tiempo de disculparte.

>> Lo siento mucho, Daisuke.

 

Akiko Brooks

Permanecí en silencio, con una sonrisa dibujada en el rostro, mientras Dai me contaba aquello. Eran... recuerdos bonitos. Recuerdos con su familia, que parecía albergar como un tesoro. No había duda alguna de que Kaji adoraba a su-

Tick.

¿Eh? E-Ese era... el reloj. P-Pero, ¿por qué había soñado? Dai no pareció haberlo escuchado, pero para mí fue tan nítido... y la última vez que sonó, viajamos al mundo extraño aquel... ¿q-qué demonios?

Zarandeé ligeramente la cabeza, volviendo por un instante a la realidad. Dai dijo que fue un poco rudo y que debería disculparse con una amiga de su hermana, una tal Yuki. Algo nerviosa, le dije:

—Claro... a-aún estás a tiempo de disculparte, Daisuke-kun.

Y, tras eso, no pude evitar que mi mente volviese al reloj de nuevo. ¿Por qué había sonado ahora...?

 

—Akiko-san... —musitó Daisuke, y luego junto su mano en un puño. Apretó ambos puños frente a su cuerpo con determinación—. ¡Tienes toda la razón! Aún no es muy tarde... de seguro puedo alcanzarla.

>> Gracias, Akiko-san... por todo. Es increíble, pero... de alguna forma has conseguido calmar mis emociones. Me alegro... que hayas sido tú quien descubrió mi secreto. Trataré de hacer lo mejor que pueda... por el bien de Sayuri. ¡Gracias, de verdad!

Y tras esa declaración de gratitud, Daisuke dio media vuelta y abandonó la azotea. Akiko se quedó sola allí arriba... o eso pensaba al menos.

—¡Excelente!

Aquella repentina exclamación de júbilo... Akiko se dio vuelta para encontrarse cara a cara con Alice. ¡¿De dónde había salido?! La chica parecía haberse materializado de la nada... pero no parecía importarle su sorpresa. La asistente de Igor estaba un tanto ocupada... revisando su propio reloj de bolsillo.

—Gran trabajo... parece que no son tan inútiles como pensaba, ¿eh? —comentó Alice, cerrando su reloj y procediendo a guardarlo. Le dedicó una sonrisa de lado a Akiko—. Con estos trozos de información que han colectado, creo que ya tenemos todas las piezas... llegó el momento de las respuestas. De modo que... hmm, donde podríamos... ah, ya lo tengo.

Alice sacó su propio celular, y procedió a escribir un mensaje tras pensar por unos momentos. Los 10 estudiantes, Akiko incluida, recibieron el mismo mensaje: "¡Investigación completa! Con lo que han averiguado individualmente deberíamos poder saberlo todo... los espero a todos ahora mismo en el Parque Hanazawa. Allí deberíamos dar con la respuesta a lo ocurrido... ¡no se les ocurra faltar a ninguno!"

—Y ni pienses en llegar tarde —le dijo a Akiko con una sonrisa orgullosa, y de un momento a otro... la chica simplemente desapareció de la azotea.

Contenido oculto

¡Investigación completa! Todos los roleros deben encontrarse en el Parque Hanazawa; allí Alice les explicará como procederán :)

Yáahl Kuno Vizard Yugen Lucas Diamond GalladeLucario Mori Gigi Blanche No u Chrollo Liza White

 

Akiko Brooks

Quedé ligeramente paralizada, inmóvil e inquieta, cuando Dai se marchó de allí. Porque aquel reloj sonando me había dejado... ciertamente intranquila.

Claro que todo se empeoró cuando Alice apareció. Para empezar, porque me sobresaltó mucho al oírla detrás de mí. Pero luego... nos felicitó por lo que habíamos logrado, diciendo que "ya teníamos las pistas". Y fue entonces cuando mi móvil vibró, al sacar Alice el suyo propio. El mensaje que me envió parecía dirigido a todos los... "Tricksters". ¿R-Reunirnos en el Parque Hanazawa?

Tenía un mal presentimiento. Un nudo en la garganta, muy fuerte, muy apretado. Como si notase que estaban a punto de comenzar una sucesión de eventos imparables. Y... no sabía si estaba preparada para afrontarlos.

Pero, con todo, sentí la obligación de dirigirme presta hacia el lugar de reunión. N-No podía faltar.

No si, de alguna forma, y como intuía, servía para ayudar a Dai y a Sayuri.

Contenido oculto

*big inhale*

A.