Gimnasio

Ubicado en: Planta Baja​

El amplio gimnasio de la secundaria. Un espacio muy extenso, que cuenta con dos aros de baloncesto y unas grandes puertas de metal al final que dan al exterior. También cuenta con otras tres puertas: dos que dan a los vestuarios, y una tercera que lleva al depósito.

En este lugar se llevan a cabo generalmente las prácticas del Club de Basketball.

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Sanji Allende

Entre al gimnasio cuando sentía que mis pulmones iban a explotar. Me dolía el baso, el pecho, la cabeza, la nariz. Dios, no estaba en estado para nada. Estaba seguro de que si hubiera corrido un poco más rápido, me hubiera desmayado completamente. Hasta debía estar pálido. Ni siquiera sabía por qué había corrido. Eso no era propio en mí.

Me detuve a retomar el aliento, las manos en las rodillas, hiperventilado. Me apoyé luego a la pared, para ver alrededor, pestañeando varias veces para que mi visión dejara de estar borrosa.

— Fuff, se encuentra...se encuentra aquí...uff, que jartera, mierda...¿acaso estás acá, Daicomotellames? Del equipo de básketball...el capitán...me lleva...— exclamé, ya que obviamente no iba a poder buscar mucho en el estado en el que estaba.

Tragué saliva. Mierda, tenía la garganta seca.

 

—Oye, ¿estás bien? —preguntó una chica vestida en uniforme de gimnasia, acercándose al verlo tan agitado—. Espera, te traeré un poco de agua... no vaya ser cosa que te desmayes aquí...

La muchacha se fue y luego volvió con una botella de agua mineral, la cual le extendió. Luego se presentó como Suzuki-san, la capitana del equipo de basketball femenino.

—Oh, espera, debes estar buscando a Kaji-kun, ¿no? —notó entonces ella—. Hm, sí hoy hay práctica... pero sorprendentemente, Kaji-kun no vino hoy, así que yo estoy supervisando el entrenamiento de tanto el equipo masculino como femenino...

>> Lamento no poder ser de más ayuda, porque no sé donde está... oh, pero si lo que venías a hacer era entrenar con el equipo, eres más que bienvenido a unírtenos...

Sanji no había podido encontrar a Daisuke, pero al parecer el equipo iba a entrenar en el gimnasio... ¿decidiría entrenar con ellos? ¿O ir a otro lugar?

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Entrenar:

En los días en que se junta el equipo de gimnasia, podrás entrenar con ellos si quieres. Entrenar aquí consume tiempo (es decir, no podrás realizar otra acción que consuma tiempo hasta que termine el día, excepto pasar tiempo con un Arcana si no lo has hecho), pero aumentará tu HP y MP máximo. Dependerá del rolero cuándo y cómo gastar su tiempo.

 

Sanji Allende

— Gracias dulzura.— asentí, mientras la muchacha me alcanzaba una botella de agua.

Tomé como si no hubiera probado agua en días, con el obvio resultado de que un poco se dirigió hacia mis puentes nasales, lo que provocó una oleada de tos que fue bastante difícil de contener. Inspiré hondo, intentando calmarme, para luego exhalar. Escuché las noticias que me transmitía la presentada como Suzuki, y solté un gruñido de hartazgo. ¿Había corrido esas...cuatro cuadras por nada? Casi me moría. ME MORÍA, DIJE. Por nada. Para que señorito con más aire en la cabeza que una pelota de basket no estuviera entrenando. Bueno, supongo que ya habría otras chances. O tendría que ejecutar mi plan de otra manera.

— ¿Entrenar? No bonita, mira lo pálido que estoy por correr cuatro míseras cuadras. Si llegara a entrenar, tendrían que tener a una ambulancia preparada a un costado en todo momento.— intenté ponerme derecho, y le dediqué una sonrisa encantadora.— Pero si se trata de verlas a ustedes, no tendría problema en quedarme alentanAH CARAJO.

El ataque me había tomado con tal sorpresa que apreté la botella con agua con fuerza, mojandome entero. Con la mirada derrotada, estiré el brazo, para devolverle la botella aplastada a la capitana.

>> Descuida, mejor me voy. Ah, eso, si ves a Daisuke-chan, kun, no sé, lo que sea, dile que Sanji, de su clase, lo está buscando, ¿puedes pre...Suzuki-san?— le dediqué una sonrisa que no lograba ocultar del todo mi dolor.

Estaba por irme, cuando, contra todo buen juicio, tomé a la capitana de la mano y le besé la mejilla. Podía sentir los humos que salían de la cabeza de Huitaca, pero iba a valer la pena. Había que demostrar quien seguía al mando acá.

— Ah, y por cierto, hablaba en serio. No me molestaría venir a ver al equipo a entrenar cada tanto. ¿Quién sabe? Tal vez supere mi aberración al deporte y me una.— con una sonrisa sincera, desaparecí de ahí.

Tuve que morderme la lengua para no gritar, después de que esa mujer me taladrara el cerebro, completamente disgustada.

 

—Oh, esto... —musitó el muchacho de primer año, algo nervioso. No sabía muy bien como tratar con una chica... con tanta energía, y cuando se acercó un poco más a él se ruborizó notoriamente.

—¡Takahiko! ¡Estamos por comenzar! —lo llamó otro de los miembros del equipo de basketball desde la cancha.

—L-lo siento, senpai, ¡hablamos luego! —exclamó el joven, nervioso, corriendo hacia el resto de sus compañeros. No parecía saber nada... a decir verdad, probablemente sólo había estado intimidado porque una bella senpai se le había acercado tan de repente.

Anna escuchó un suspiro a sus espaldas y se volteó; una chica de tercero, vestida en uniforme de gimnasia, se encontraba allí cruzada de brazos.

—Lo siento, estamos un poco atareados hoy... Kaji-kun volvió a faltar a entrenamiento —suspiró la chica—. Oh, disculpa; mi nombre es Suzuki, soy la capitana del equipo de basketball femenino... aún quedan unos minutos para que comencemos la práctica, ¿mencionaste que querías consultar algo?

>> ¿Kaji-kun?

>> Acerca de los otros clubes...

>> Acerca de estos rumores...

 

—Ah, tú debes ser también de los que se transfirieron de Tokyo —se dio cuenta Suzuki, para luego sonreirle—. Pues, la mayoría de los clubes recién comenzarán la segunda semana de clases... de momento los únicos clubes que han confirmado son el Equipo de Basketball y el Club de Música...

>> Oh, cierto, al ser nueva quizás no sepas esto... los clubes escolares en Hanazawa se renuevan cada año. A principio del año, durante la primer semana, los líderes de los clubes se presentan al Consejo Estudiantil para que permitan al club seguir este nuevo año. El Equipo de Basketball y el Club de Música son excepciones porque son los dos con más miembros... pero los otros suelen ser aprobados siempre y cuando reúnan los miembros mínimos requeridos... así que probablemente quieras esperar a la próxima semana para saber más de los clubes...

>> Perdona, ¿mencionaste tener otra consulta?

>> ¿Kaji-kun?

>> ¿Acerca de esos rumores?

>> No, eso es todo, gracias.

 

—Oh, pues... no me sorprende. Deben estar atareados con tanta gente que difunde rumores... —intentó justificarlo Suzuki—. Bueno, a decir verdad, he oído un poco sobre eso... algunas personas cayeron enfermas en estas últimas semanas... ¿creo que son unos 8 o 9 casos? Pero como ocurrieron todos muy seguidos, la gente teme que sea una potencial epidemia... o peor, la obra de alguna maldición... es un pueblo muy tradicional, ¿sabes?

>> Oh, perdona, ¿había algo más que querías consultarme?

>> ¿Kaji-kun?

>> No, eso es todo, gracias.

 

Luego de una larga tarde de investigación... el día llegó a su final, y los estudiantes regresaron a sus hogares cuando el sol comenzaba a ponerse en el horizonte.

Al día siguiente, las clases comenzaron con normalidad y prosiguieron sin mayores complicaciones... aunque los alumnos de la Clase 3-2 notaron algo curioso; Daisuke Kaji no había asistido hoy a la escuela. Salvo por ese detalle, el día prosiguió con normalidad...

Hasta que llegó aquel momento. Casi terminaba el día escolar, cuando la voz del director se escuchó por los altoparlantes de la escuela, anunciando una reunión de emergencia. Tanto alumnos como profesores debían reportarse en el gimnasio, y hacia allí marcharon. Una vez que todos se encontraron dentro del gimnasio, el director tomó un micrófono y todos guardaron silencio, intrigados por saber a qué se debía la repentina asamblea.

—Buenas tardes a todos —comenzó el director, un hombre de mediana edad cuyo cabello comenzaba a mostrar ya sus primeras canas—. Lamento haber invocado esta asamblea de emergencia, supongo que la mayoría de ustedes deben estar curiosos acerca del motivo... y lamentablemente, no son circunstancias agradables.

>> Como quizás unos pocos de ustedes sepan, ya sea por familiares o amistades cercanas del pueblo, hemos tenido un número de casos por aquí recientemente, casos de gente enferma. Y por desgracia... ayer durante la noche, siete de esos enfermos han fallecido. Con miedo de que se trate de una epidemia, el gobierno local nos ha pedido que les demos los siguientes consejos de sanidad, para prevenir cualquier caso posible. Primero, deben recordar siempre abrigarse durante las frías mañanas; el primer síntoma fue fiebre, de modo que...

El director comenzó a hablar y hablar acerca de distintas medidas de prevención de fiebre y resfriados... pero ya había perdido la atención de los alumnos, que cuchicheaban entre ellos como nunca. Todos intercambiaban murmullos, que iban desde la incredulidad por lo sucedido, hasta el miedo por lo que podía significar esto. Esas siete personas que habían fallecido... había sido simplemente mala suerte que hubieran caído enfermo, ¿verdad?

—Por último —prosiguió el director, alzando la voz para hacerse oír por sobre los murmullos—. La última clase del día de hoy está suspendida. Les recomiendo a todos regresar a sus casas y seguir los cuidados que les he dicho... y si alguno de ustedes se siente mareado o con fiebre, por favor acudir a nuestra enfermería. Es mejor prevenir que curar.

Y con eso, la asamblea de emergencia llegó a su fin. Los alumnos comenzaron a dispersarse... y la puerta del gimnasio se abrió, dejándolos salir. No pasó desapercibida una joven de cabello rosado que salía del lugar a toda prisa... al menos no para algunos estudiantes en particular. Tanaka-sensei, sorprensivamente, tampoco se encontraba presente en la asamblea.

Bien... ¿por dónde debían empezar a investigar hoy?

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Yáahl Kuno Vizard Yugen Lucas Diamond Hygge Mori No u Gigi Blanche GalladeLucario Chrollo

¡Nuevo día comienza! Les deseo suerte investigando; hoy no se podrá conseguir Arcanas ni realizar otras actividades que no sea investigar (excepto compras).


PD: Perdón por no haber podido postear esto antes... iba a cambiar el día más temprano, luego de que terminaran en el puesto de pesca, pero tuve que ocuparme de cosas en casa, sorry por la demora (?

 

Nagi Watanabe

¡¿Una enfermedad?! Rayos, por suerte el director había informado sobre ello, porque si no ni se enteraba. Nagi miraba a todos lados tratando de entender la reacción de las personas y cuando vio a Takagawa salir corriendo apenas terminó la asamblea se sintió algo decepcionada ¿No le había prometido ir algún día a la salón de juegos? Y casi por un movimiento involuntario de su persona salió en busca de ella, pero nada más apenas se encontraba fuera del gimnasio la perdió de vista ¡Si que era escurridiza! Tan solo pudo suspirar entristecida, a pesar de convivir poco le preocupaba ¡Vamos! Que ella fue la primera en acercarse a ella en ese desconocido lugar, aparte de lo ocurrido en el primer día en la azotea.

Eso le recordó a lo que le pidió Alice en aquel lugar, investigar rumores, suponía que era sobre la enfermedad... Pero tenía sus propias prioridades, un pequeño desvío para tratar de saber sobre que diablos le sucedía a Yuri no afectaría ¿Ve-verdad?

Así, Watanabe se empezó a dirigir al Salón de Profesores... ¡Oh! Y de seguro ellos también tendrían información sobre la enfermedad, no le vendría mal anotar las recomendaciones para poder pegarlas en la nevera.

 

Sanji Allende

No obtuve ninguna respuesta útil de Alice, siendo tan típico de ella, así que decidí que lo mejor era irme directamente a casa, a descansar. Al día siguiente habría tiempo para continuar con la condenada investigación. Y así fue como otro día de clase transcurrió normalmente. O lo más normal que podía transcurrir al tener una asamblea de emergencia en el gimnasio. Vaya, al parecer esa enfermedad ya se había cobrado a siete personas. La cosa se estaba poniendo seria. Mientras el director daba instrucciones de prevención, pasee una mirada por los alrededores. Daisuke no estaba en ningún lado, al igual que Tanaka. Y una niña había salido corriendo apenas las puertas se abrieron.

Resoplé cuando el director habló de ir a la enfermería. Si uno quería morir debía ir ahí. Me rasqué la barbilla, pensando en lo que me había dicho Alice, e intentando unir algún punto que hubiera perdido en este tema. Apreté los dientes. Me dolía la cabeza. Bueno, no quedaba otra que intentar lo que había dicho la joven alegría. Con las manos en los bolsillos, salí de allí rápidamente. Debía probar suerte en el hospital.

 

Diane Yamaguchi

Me quedé junto a Akiko y Yule mientras charlaban con el tipo del puesto pesquero, para ver si podía obtener algo de información de la enfermedad tan rara que estaba propagándose por el pueblo. Decían que simplemente era una casualidad, pero teníamos motivos para creer que no era así. Sin embargo, no obtuvimos más que anécdotas, si así lo podíamos llamar, acerca de gente enferma. Nada más de dónde sacar.

Al despedirnos, mantuvimos una conversación acerca de lo que habíamos podido averiguar. Nosotros le contamos a Akiko acerca de la situación de Kaji, y lo que nos había dicho Shimiki, y ella sobre su encuentro con el mismo en el hospital. Rayos, algo debía estar pasando con ese chico... Y lo más desconcertante era no saber qué, ni cómo poder ayudarle. Se veía que era importante para Akiko, en cierto modo, ya que eran compañeros de clase. Y eso era motivo más que suficiente para estar preocupados.

Viendo cómo empezaba a caer la noche, decidí dejar la investigación por el resto del día. Tenía aún que volver a casa y preparar la cena, así como limpiar algunas habitaciones. Tuve que quedarme despierta hasta algo más tarde de lo habitual para poder terminar todo lo previsto, pues últimamente había pasado poco tiempo en casa. A la mañana siguiente desperté algo cansada por el poco tiempo de sueño. Pero, por suerte, las clases consiguieron despertarme completamente.

Y estaba a punto de terminar el día escolar sin mayores percances, cuando el director nos reunió a alumnos y profesores en el gimnasio. ¿De qué se trataba ahora...? Como cabía esperar, era sobre las enfermedades. Siete muertos... En un solo día. ¿Pero cómo era posible? No había mucha gente con esa extraña gripe, ¿no? La charla se basó en medidas preventivas, así que fui tomando nota en uno de mis cuadernos, para luego avisar a mi familia y poder mantener un orden en casa. Pero de todas formas, no esperaba que eso fuera a funcionar... Había algo más detrás de todo esto.

Cuando la charla acabó, nos enviaron directamente a casa, sin dar la última clase. Era toda una pena, pero había prioridades... Y hoy, muy a mi pesar, tampoco podría volver pronto a casa.

 

Akiko Brooks

El día terminó y, a decir verdad, no habíamos progresado mucho en la investigación. Pude compartir algunos datos con Yule y con Diane, pero no parecíamos extraer muchas conclusiones. Lo que sí que pude sacar yo en claro fue que la "enfermedad" o lo que quiera que sea que estaba empezando a germinar en el pueblo, había afectado a un conocido de Umi, el chico del puesto de pesca, y ese chico enfermo era el hijo de un señor que todos los días iba a rezar por él. ¿Sería... el hombre al que vi? ¿Ese al que Hinata dijo que no podía ayudar?

Sea como fuere, parecía claro que no era ningún tipo de rumor, esta enfermedad era real. Sea causada de forma natural, por demonios, o por lo que sea, sucedía de verdad. Y lo confirmamos cuando el director del instituto nos convocó a los alumnos para hablarnos de aquello. Para confirmar que la enfermedad era real y que... varias personas habían muerto por ella.

Mierda. La cosa era más seria de lo que parecía.

No pude evitar fijarme en que Dai había faltado durante todo el día, y eso me preocupaba, porque no tenía idea de qué le pasaba, solo que tenía algún vínculo con el hospital, y eso no era buena señal en ese contexto. Pero, al margen de eso, me pude fijar en una extraña chica con pelo rosado que parecía algo alterada. ¿Quién... era ella? Por algún motivo, la seguí con la mirada, como si tuviese algo que me atraía, algo sospechoso.

Ugh. Como sea, las clases acabaron, pues se suspendió la última clase, y... quedé en el gimnasio por unos instantes, inmóvil, mientras todos se dispersaban. T-Teníamos que seguir buscando información sobre este extraño caso de enfermedad. ¿Por dónde podía empezar?

 

Yule Shirai

Paseó la mirada por el gimnasio sin dar crédito a lo que veían sus ojos. Su clase, al igual que el resto del instituto, había sido convocada para una reunión en el gimnasio, acerca de lo que estaba sucediendo en el pueblo. Intercambió miradas extrañadas con sus compañeros, y el desconcierto pintó su rostro cuando les advirtieron que regresasen a casa, pues la enfermedad del pueblo estaba volviéndose más que un simple resfriado. Arrugó la nariz al reparar en algunas ausencias, como la del chico del que escucharon hablar el día anterior. Todo debía estar relacionado, ¿cierto? ¿Y qué le sucedía a esa chica que había echado a correr fuera de allí?

Se llevó una mano a la nuca, reflexivo. Su persona le decía que era la oportunidad perfecta para seguir investigando, y sabía que no sería capaz de dormir tranquilo si no intentaba resolver lo que sucedía. Si aquello era cosa de demonios, quizás estuviese en manos de todos ellos poder marcar la diferencia. Yule se dirigió, así, a sus compañeros de clase, con los que se había encaminado al gimnasio. Le sorprendió ver que en medio del mar de confusión solo quedaba Oreki, pero le resultó la oportunidad perfecta para poder conocerle mejor.

Después de todo, iban a pasar mucho rato juntos, ¿no es así?

—Parece que las chicas se nos han adelantado —reparó entonces, con cierta diversión en la voz. Apuntó con su pulgar hacia la puerta a sus espaldas mientras hablaba—. ¿Te parece si investigamos juntos, Tojo-kun ? Quizás haya algo que podamos hacer, y... —decidió usar su carta estrella, en un todo o nada, y agregó—. ...luego podemos ir a comer, si quieres. Aún no tuve la oportunidad de probar la comida de aquí, la verdad.

Era... Era así como se proponían las quedadas, ¿cierto? Esperaba que sí.

 

Oreki Tojo
El dia anterior le habia sido un fiasco solo dio con una tienda de regalos que puede que le sea util, en un futuro.
—Supongo que por primera vez estaba lleno para ese pan—comento el con cierta frustración y mofletes hinchados sin embargo un temor escalo por su cuerpo al escuchar la advertencia del sensei....aquella anciana tenia razón, pero todo pintaba más grave de lo parecido, pero tal vez tendria tiempo para averiguar sobre la amenaza de tal enfermedad.

Fue cuando sintio el llamado de atención de Yule uno de sus compañeros de clase...no lo conocia bien pero tal vez esta era la oportunidad.
—Ah hola Yule, claro podemos ir y espero que esta vez consiga algo...se me dio fatal el dia de ayer—Comento apenado pero sonriente, quizas esta vez algo de ayuda podria hacer la diferencia en la investigación

 

Sanji Allende

Abrí la puerta del gimnasio, sin creerme a mí mismo lo que iba a hacer en esos momentos. En el camino hacia la escuela, me puse a idear un plan, uno extremadamente loco, la verdad. Ojalá tuviera éxito. Y si no lo tenía, bueno, probablemente moriría, así que tampoco iba a quedar mucho para lamentarme.

Suspiré, mientras miraba alrededor, esperando que el gimnasio estuviera vacío. Si había gente entrenando, podía ser un incordio grande.