Las paredes de azulejo y los tubos fluorescentes volvían aún más fría la habitación de hospital. Él agachó la cabeza y alcanzó la mano de su sobrina. —Gracias, nena —dijo el hombre más desagradecido del mundo, cuarenta y ocho horas antes de morir.
No termino de enganchar el hilo del micro, tampoco se cómo sentirme, si triste o furiosa. Siento que hay algo de lo que me estoy perdiendo, es que no sabría decir que por mi pobre ignorancia o que me gustaría saber más de este escrito. Presiento que pudiste agregar un poco más de extensión, para dejar un poco más clara la perspectiva. Así mismo. Me gusta que luzca un tanto "misterioso", es interesante la trama, y cuenta con buena legibilidad. Saludos ~
El mensaje que me deja a mí este microrrelato es algo así como: Hasta el individuo más huraño y desagradecido del mundo necesitará de una mano amiga cuando su suerte sea inminente. Me ha gustado tu micro Gigi, te seguiré leyendo.