Long-fic LOVE SIMETRÍxASIMETRIS (KIDxCHRONA)

Tema en 'Soul Eater' iniciado por catblack, 28 Marzo 2012.

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    catblack

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    Título:
    LOVE SIMETRÍxASIMETRIS (KIDxCHRONA)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    55
     
    Palabras:
    4594
    La historia es una continuación ficticia del anime y sólo se han mezclado algunas cosas del manga, así como elementos que son de creación propia. Los personajes principales, escenarios primarios e historia de origen no son míos, son del artista Atsushi Ōkubo. Muchas gracias y nos leemos.





    CAPÍTULO XXIV



    Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama

    Alfred de Musset (1810-1857) Poeta francés.



    Parte 1



    Grecia, Monte Olimpo…



    La noche avasallaba al Monte Olimpo, la montaña más alta de Grecia. El río vital que abastecía los templos sagrados, brillaba por el reflejo de la luna, asimismo, estos al estar hechos de mármol y piedra blanca, a excepción de uno, cuyo avistamiento estaba en las entrañas de este monte, solitario y casi abandonado.

    Una mujer, envuelta en una capa gris entró en el templo secreto sigilosamente y esperó a su invitado.

    Cuando llegó, ella le miró enfurecida. Apolo no temía, es más, jamás había tenido que encogerse ante nadie y mucho menos ante su madrastra. Venía descubierto y se movía con confianza, como el sol saliendo por las mañanas, engalanado su traje dorado y capa de terciopelo roja. La dama al notarlo no pudo evitar exclamar con odio…

    - ¿Qué parte de no llamar la atención, no entendiste?

    Apolo se alzó de hombros de manera despreocupada, aparentemente. –Es inevitable que no llamé la atención, soy el Dios del Sol, de las artes, del arco y la flecha, y…

    - ¡Basta! ¡Deja eso para otra ocasión! –la mujer dejó ver quién era, le resultó insultante ser la única en cubrirse como si fuera un malandrín, siendo que todo el embrollo en tierra de los mortales había sido por culpa de Apolo.

    - ¡Estás en problemas!

    El dios del sol apretó la mandíbula. –No tienes por qué preocuparte, todo continúa en marcha y bajo control…

    Juno lo miró más furiosa, la paciencia no era una de sus mejores virtudes, incluso las venas de la frente se le marcaban. - ¡La quiero muerta! ¡Pero provocar un cataclismo para lograrlo no era exactamente la idea! ¡Si Jeuz lo descubre…!

    - ¿Crees que no lo sé? –Apolo sonó frío y esto heló a Juno, mas, no se dejó intimidar. –Te dije que todo sigue bajo control. Fue culpa de Morgian, sus ultrajes están debilitando a Pomerium, los skeptomai no pudieron esconderse más cuando la detectaron, obviamente...

    - ¡Sí, Apolo! ¡Obviamente falló! ¡Fue algo estúpido! ¡Y no sólo fue culpa de Morgian! ¡Señalarlo es completamente ganso! ¡Por no decir que sólo a un imbécil se le ocurre no prevenir aquello! ¿En qué pensabas? ¡Ya sé! ¡No pensabas! ¡Eso no es tu fuerte! –gruñó la reina.

    Después de soltar una oleada de insultos, se tranquilizó y decidió replantear el asunto. - Bien, ¿cuál es tu plan ahora? Jeuz se enteró de lo ocurrido en Tierra de los mortales, en las regiones de Daphné (Francia para los dioses) ya comienzan las averiguaciones… ¡Shibusen está ya metido en esto!

    Apolo sintió más enojo que temor, él ya proyectaba qué planear en caso de una situación así, pero no podía revelarselo a su madrastra, sencillamente no confiaba en ella. Las palabras que pensaba usar para defenderse desaparecieron de pronto al considerar que sería casi imposible engañar a Shibusen esta vez, puesto que ya le investigaban hace siglos. Juno no tenía por qué enterarse de sus antecedentes, además, la mujer sabía más de lo que debía y podría ponerlo en evidencia. La esposa del Supremo bufó molesta al no obtener respuesta del joven dios.

    - ¿Pues en qué estás pensando realmente? –La mujer lo rodeó con su arrogante caminata. Quería hacerle pedazos por su incompetencia. Apolo entendió su acción y fue retándola con la mirada.

    -Si yo caigo, tú caerás. No te conviene perder el control por nervios ni ponerme a mí en predicamentos. –advirtió el divino.

    Juno sonrió burlona. - ¿En serio? No… no… no… mi querido hijastro, no caerás… yo te cuidaré, primero, limpiaré las sandeces que has hecho, pero a cambio… - la reina gritó como loca. - ¡Aplastaré tu cuerpo contra los viles suelos del tártaro cuando yo quiera!… ¡Tienes que evitar más desastres provocados por tus nauseabundos alquimistas! ¿Qué acaso no sabes lo que está en juego?

    - ¿Quieres a Chrona Gorgón muerta? ¡Entonces, encárgate tú misma! –se defendió Apolo. –¡No tengo porque seguirte, es más… atrévete a traspasar la línea y veraz de lo que soy capaz!

    - ¡Mira que niñato saliste! –exclamó Juno. - ¡Noto ahora por que no eres el favorito de Jeuz…

    Apolo se impacientó, la furia pintó su rostro. Iba a tomar a su madrastra por el cuello, pero esta se desvaneció, dejando sólo la capa en su mano cerrada.

    - ¡Que costumbre tan bárbara! Cuando no encuentran solución a un problema suelen sujetar y zarandear al primero que intenta ayudarles… En eso te pareces mucho a tu padre… -Juno, usando la transmutación, se había alejado a unos pasos del Dios. Apolo quedó impresionado y la encontró atrás de él.

    -Por lo que veo, no soy el único en jugar con charadas de alquimistas y brujas… -Apolo arrojó la capa de la diosa con desprecio. –Ahora sé que no cantas nada mal las Odas de Eris y Dolos.

    Juno no dejaba de mostrar enfado, pero en sus ojos claros comenzaba a imperar la serenidad. –A diferencia de ti y de mi querido esposo, mis intenciones con las artes oscuras han sido nobles. –La diosa abrió su camafeo dorado que colgaba entre sus collares y mostró un mechón dorado de su hija Aileen. Apolo la miró, reconocía aquel tono de cabello, le parecía único, y de manera inmediata también llegó a su memoria la imagen joven y radiante de la princesa, le resultaba incomprensible como era que su medio hermana le provocaba ciertas complejidades desde que fuese niña, si jamás había sido tímido con las mujeres, con ella sí. El dios arqueó las cejas al notar algo más, junto al cabello se encontraba una “piedra-espejo”, que era un azulejo que se hallaba en las paredes del Templo de Delfos.

    Apolo observó la joya y cuando se enfocó en el cristal lo suficiente para ver reflejado su ojo izquierdo, una noción llegó a él sin que pudiera evitarlo:

    El dios estaba casi desnudo en medio de un valle muerto y rodeado por el fuego. Escuchaba gritos agudos y cortantes que traspasaban sus oídos. Intentó protegerse de ellos, pero fue inútil. Sin embargo, pese al caos, reconoció que estaba en medio del bosque sagrado de árboles de loto, estaba por la periferia del corazón de Hiperbórea, en la colina Esquilino… - ¿Qué estaba pasando?... –De repente vio llegar hacia él a una entidad tenebrosa; esta portaba el casco de Hades, sus ojos dorados y amenazantes como flamas le capturaron y con su guadaña negra, cubierta de espinas, le partió en dos… La criatura rugió y con una embestida de aquella potente arma, desvaneció al valle junto a los restos moribundos del dios…

    - ¡Es el Ragnarok! –alcanzó a despertar de su visión.

    Apolo cayó de rodillas sudando frío y mirando desorbitadamente el presente, mientras repetía… -Eso no es verdad… no es posible… -pronto se cubrió el rostro para tratar de hallar la serenidad. Juno lo miró sin inmutarse, pero una leve sonrisa se arqueaba para sí misma.

    -No creas que Jeuz y Shibusen me atraparán. Antes descubrirán que aquellas criaturas fueron hechas bajo órdenes tuyas y luego encontrarán tus laboratorios clandestinos de Alquimia, que sí bien no son oscuros, algunos experimentos sí; así verán la larga cadena de desacatos que has cometido a escondidas de tu padre, como el proteger a Hermes y a su Cofradía a cambio de conjuros para obtener energía… energía propia… ¿acaso no ha sido así?...

    El dios del sol seguía en shock, ya no procesaba nada de lo que le decía tras aquella revelación. No podía hablar. Juno tuvo que esperar unos momentos para que Apolo recuperara la compostura; cuando lo hizo, éste notó que, entre las joyas de la diosa, el camafeo estaba cerrado y mostraba el símbolo del pavorreal, la imagen no era hecha por artesanos de Hiperbórea, era un trabajo descuidado, pero así lo descubrió, aquel objeto estaba encantado. Apolo miró con severidad a su madrastra. - ¿Qué intentas hacer? ¿En qué me has involucrado realmente?

    -Yo sé la verdad… -comenzó a decir la reina de los dioses. –Jeuz está empecinado. Su plan alienta a la oscuridad... ¡Yo no arriesgaré lo que más amo, sólo porque teme a lo inevitable! -Juno pasó de largo al dios que seguía de rodillas. –Acaba con Chrona Gorgón, sus restos deben estar aquí, antes de que la Luna se cubra de sangre… Su corazón y su cabeza… -la reina se detuvo, como si pensara en algo, miró hacia un altar hecho de obsidiana negra, en él, relucía un símbolo, pero no era el de los dioses de Occidente, sino uno más antiguo, una estrella con múltiples picos, casi era imperceptible por las capas de tierra que le caían encima… -su corazón y su cabeza serán aprisionados, el resto de su cuerpo lo arrojaremos al Fuego eterno… hay que acabar con ese monstruo, de una buena vez y con todas sus posibles reencarnaciones…

    Apolo, una vez recuperado, pero no menos agitado, miró hacia el altar y en los pies de este se encontraba un cofre de plata. Juno se desvaneció en la oscuridad, mientras el eco de sus pasos persistía por todo el templo.



    **************

    ***************



    Francia, Notre Dame de la Treille…



    Escuadrones de Shibusen se dirigieron a donde se había desatado el caos, la gente se encontraba histérica y tuvieron que hacer que los medios de comunicación mintieran sobre un atentado terrorista, afortunadamente, los heridos habían sido muy pocos y ningún alma se vio afectada de manera letal, no obstante, los mortales eran frágiles y sin duda el temor afectaría en su evolución, porque, además los venantores y aquellas criaturas habían contaminado el espacio con su energía negativa.

    A Niggus le gustaba Francia por sus croissants, su moda y su vida nocturna, y, claro, también por los museos; pero, ahora se lamentaba estar allí por asuntos de trabajo, sobre todo, porque habían perdido por completo a Ethan y a Kami, no volvieron a comunicarse con ellos desde que llegaran a París. Sid tampoco estaba muy a gusto por la situación, al parecer todo estaba empeorando, pues perdían cada vez a más agentes y la situación política entre Shibusen y los olimpos no ayudaba en nada.

    Los dioses de Occidente veían con más desconfianza a Shibusen, además por causa de las clásicas sospechas: de que si era Shinigami-sama o no responsable del incremento de huevos de kishin, ahora le achacaban ser cómplice del rey Zarek por ayudar a liberar a las brujas, todo porque sabían también que tenían algunas trabajando para la organización.

    Al llegar a la ciudad, agentes de los Olimpos estaban acordonando el espacio donde había comenzado y terminado la batalla. Sid discutió acaloradamente con el agente a cargo, pues se había negado en permitirles estudiar el lugar para averiguar algo sobre Kami, Ethan, Chrona y Ragnarok. La situación se acomplejó porque tampoco les permitieron acercarse a la gente para interrogarla. Sid y su equipo conocían muy bien a los venantores, pero no a las criaturas que la gente juraba haber visto.

    -Eran como reptiles, enormes y terribles, y se hacían polvo…

    - ¿Por qué? –preguntaba Niggus.

    - ¿No lo sabemos? –respondió un testigo.

    –Todo era confuso… Pero había muchas mujeres en escobas y una joven extendía una rara red negra y les atrapaba… Había explosiones, rayos láser… Seguro era una invasión ovni. –aseguraban algunos testigos.

    Cuando al fin Niggus había logrado acercarse a la gente para recopilar información, un escuadrón todavía más extraño llegó y la obligó a hacerse a un lado. El zombie intervino y defendió a su compañera. El fortachón no podía evitar maldecirse a sí mismo, por tener que seguir respetando los protocolos y la diplomacia, pues aguantar atropellos no era lo suyo, sin embargo, tuvo que imponerse. Shinigami-sama, al enterarse, intervino para que su gente averiguara qué ocurrió. La mediación del Dios de la Muerte no se dio a esperar, llegaron más oficiales provenientes de Shibusen y se impusieron en el campo. No obstante, Sid había descubierto que, al menos, las pistas más valiosas habían sido borradas o alteradas a tiempo.

    -Esto debe ser obra de los alquimistas del dios Sol, ¡ese rufián astuto siempre se sale con la suya! ¡Siempre quedamos como unos imbéciles cuando estamos a punto de descubrirle!… -rugió Sid molesto.

    Niggus ladeó con la cabeza. –no podemos asegurar nada, las brujas estuvieron involucradas, pudo haber sido otro intento por secuestrar a Chrona.

    -La gran pregunta. –comenzó Sid. - ¿Es qué hacían aquí?

    -Más bien… -puntualizó Niggus. - ¿Qué hacía Chrona aquí? ¿Qué tienen el Dafné y la Isla Elefanta en común?

    -Por lo que sé de las brujas, fue en Isla Elefante donde toda su fuente se desarrolló…

    - ¿A qué te refieres?

    - El “gran quebrantamiento” se extendió hasta ese lugar y Baba Yaga surgió para arrasar con toda la obra de los divinos… Y aquí, el Dafné, le antecedió… El primer Apolo buscaba poder y en su búsqueda, se sospecha, provocó el primer quebrantamiento…

    - Sid, ¿Este fue el lugar?... ¿Te refieres a la leyenda de la ninfa Dafné?... –El agente zombie sintió una presencia extraña y miró por detrás de Niggus, cerca del templo una sombra con forma humana les hacía señal de que se acercaran. –El gran árbol de la sabiduría y la vida fue corrompido. –siguió Sid. –Se dividió por acto de los primeros dioses… pero se supone que no debemos hablar de ello… es tema prohibido para los “inferiores”, además, este lugar ha sido contrarrestado para que las brujas no se acerquen…

    El arma lo meditó. –Tal vez Chrona rompió con el sistema, ella debe estar buscando sus orígenes.

    -Claro. –el fortachón negó con la cabeza. –Pero no creo que esto forme parte de su terapia, temo que busca poder…

    - Pero si esta tierra es estéril de magia, ha sido así por más de ocho mil años, a menos que… sus poderes de bruja se hayan concretizado… ¿Se habrá vuelto Chrona contra nosotros?

    Sid le ordenó a su arma que le siguiera, no sin antes cerciorarse de que nadie más les espiaba. La sombra, como una hoja llevada por el viento, fue alejándolos de la escena del conflicto y los condujo a unas calles secretas que los mortales, y al parecer cualquier otro ente ajeno a los semidioses, eran incapaces de ver. La sombra cobró su forma real, era Aure. Sid y Niggus no le conocían, pero por el uniforme y los poderes dedujeron que pertenecía al Olimpo. Tras mostrarse la espía en su forma humana, Niggus se transformó en arma y Sid se preparó para atacar; había sido insensato seguirle, sin embargo, el zombie se alegró de ver que aquella entidad no era peligrosa, al menos durante ese momento.

    - ¿Quién eres? ¿Qué deseas? –interrogó el agente.

    - Eres del Olimpo ¿verdad? –cuestionó también el arma. - ¿Qué deseas advertirnos?

    Aure no hizo ademán de defenderse ni de atacar. Despedía un aura tranquila y enigmática, estaba cubierta con su capa oscura y sólo se veía, a través de las luces de la calle, la máscara de madera con forma de faz de pájaro. -Queremos ayudarles. Si han sospechado que Apolo está detrás de esto, se encuentran en lo correcto, pero también alguien más le respalda, han borrado toda presencia de los skeptomai, incluso para que los venantores no les hallen, por tanto, el Consejo lo ignora.

    - ¿Por qué nos das esta información? –Sid no dejaba de estar a la defensiva.

    - ¿Eres espía del Supremo? –Niggus preguntó.

    Aure negó en silencio y les arrojó una carpeta. –Mi maestro quiere que estén al tanto, Olimpia no busca la ruina de su imperio, todo lo contrario, que caigan quienes tengan que caer para evitarlo.

    Niggus se transformó en humana y recogió la carpeta, la cual estaba sellada.

    Aura se despidió… –Sólo Shibusen puede hallar la verdad. Háganlo pronto, se acaba el tiempo. Morgian está tomando ventaja. –…y desapareció.

    El silencio cayó sobre el técnico y el arma como lluvia fría sobre sus hombros, la luz de las calles no emitió calor alguno para mitigar la sensación de soledad.


    **************

    ***************



    Dos Noches por cielo y ahora dos noches por tierra, no obstante, llegarían a Rusia antes de que la luna roja protagonizara la estación. Las brujas se movían rápido, pero sigilosas, ya que los venantores y los skeptomai podían localizarlas. Gélida estaba a la cabeza del grupo y detrás vigilaba Gillian, atenta y mirando son suma desconfianza a Kami y a Ethan. Al principio, los dos fueron atados y tratados como prisioneros, pero Chrona intervino y creó un acuerdo con las siervas de Baba Yaga. Kami observaba con cuidado a la joven espadachín, pues no estaba segura cómo juzgarla, no entendía qué era lo que la motivaba para ir en contra de Shibusen y aun así mantener cierta lealtad tras no permitir que les dañaran, asimismo, les protegía. Ethan estaba preocupado porque no les traicionaran, desconfiaba más; Kami, por el contrario, comenzaba a relajarse, intuía que la misión había cobrado un rumbo completamente distinto a favor de algo que no veía y aunque las acciones de Chrona no eran peligrosas, al menos por parte de ella y las brujas, alrededor los enemigos acechaban, así que temporalmente todos estaban en el mismo bando y podían no estorbarse para conseguir lo que cada uno deseaba: Las brujas querían llevar a la maken oscura con su reina, las hechiceras de Mabawa, suponía, querrían vengar a su líder, ella recuperar a su hija, Baba Yaga y Chrona… no estaba segura de ambas, había jurado no intervenir a cambio de que le regresaran a Maka y a su novio con vida… y Black Star… Kami identificó aquellas expresiones en el joven… el ninja estaba enamorado… no sabía si sentir compasión, enojo o ¿qué?, aquel muchacha les estaba traicionando ¡más vales que tuviera una muy buena razón para actuar así!; hasta donde sabía, las brujas eran incapaces de sentir el amor verdadero, si este muchacho pensaba congratularse con la maken, caería mal parado.

    Ella y el guerrero no se habían dirigido la palabra, hasta que la situación fue relajándose y durante unos minutos de descanso en el bosque al fin se presentaron. Primero, sospecharon uno del otro. Kami pensaba que las brujas le habían hecho un lavado de cerebro o mentido sobre algo, sin embargo, descubrió que él pactó con ellas para salvar tanto a Maka, Soul como a Chrona… ¡Y Ragnarok!... (Se le dificultaba considerar aquella extraña arma también como un integrante más de Shibusen).

    Black Star había aceptado ser su “campeón” para rescatar a Chrona en Hiperbórea y protegerla durante su trayecto hacia Baba Yaga. La reina bruja sabía que su nieta iría por sus amigos, pero también había considerado que se ganaría su confianza si colocaba a otro amigo suyo en la jugada, como una especie de ofrenda de paz, o más, otro anzuelo. –Esa bruja es muy astuta. –se dijo Kami. Todo podía esperar de aquel encuentro. Black Star tampoco estaba seguro de qué pensar, estaba muy alerta. La reina lo solicitó para la misión, tal si pagara por un servicio de Shibusen, aquello había sido muy extraño, por no decir, descabellado y contradictorio.

    - ¿Qué sucederá con Shibusen? ¿Cuál es tu plan? –le preguntó Kami al peliestrella. En secreto deducía que Baba Yaga había leído el corazón de Black Star y lo manipulaba con lo que sabía de él… Black Star no era nada discreto con sus emociones más poderosas, pese a sus habilidades.

    -No sé qué trama la reina. Sólo quiere que Chrona llegue a salvo. –le dijo el ninja. –Pero cuando lo haga, ni crea que le permitiré dañarla.

    - ¿Y Shibusen? –preguntó Ethan.

    Black Star no miraba bien al arma de Kami. Le pareció que Ethan desconfiaba de más y ya no quería justificarse o explicar otra vez cómo se había involucrado con las brujas, además le impacientaba hablar con ellos, eran tan meticulosos como Maka. –No tengo idea. –respondió y Ethan se molestó.

    - ¿Cómo que no tienes idea? ¡Tú misión era rescatar a Maka y a Soul! ¡Has fallado y por ello estamos aquí!

    Black Star lo agarró del cuello con la intención de golpearlo, mas, se calmó, bufó y luego sonrió con arrogancia. –Los planes han cambiado porque el objetivo se ha vuelto más truculento… ¡No fallé por qué lo hubiese deseado! –le dolía recordar que Mifune y Killik habían muerto, se atribuía la culpa.

    - ¿De qué hablas? –El pelirrojo sonó impaciente, mas en instantes se calmó y miró a Kami, el semblante de su colega se alteró.

    - Tienes que especificarte, ¿qué ha cambiado? –la rubia temía que Black Star le diera malas noticias sobre Maka y Soul.

    Black Star cambió la intención de su sonrisa. –Están bien, los tres, no han sido lastimados… -le dijo como si le leyera la mente, después, mudó de tono a uno sombrío. –Pero Morgian y los hiperbóreos están detrás de Chrona, temo que esto sea demasiado trabajo para Shibusen, tenemos más en contra.

    Ethan no espera que él dijera algo semejante. - ¿Por qué supones algo así?

    -Lo sé… -aseveró Black Star. –Lo he visto.

    -Entonces, -intervino Kami. –Debemos alertar a Shibusen, Stein debe…

    Black Star negó con la cabeza. No fue emotivo sino pensativo. –Alguien los está traicionando. Le está dando información a los secuaces de Morgian.

    La rubia reaccionó. –Si Morgian obtiene información no es por parte de Shibusen… -Su compañero no la apoyó, también se quedó pensando. Black Star no discutió la postura de la madre de Maka, pero le comentó lo que sabía para ponerla en alerta. –No avisaremos a Shibusen a menos que sea por un canal seguro. Fue por esa filtración que perdí a dos de mis amigos. Morgian es muy astuta, ella no está haciendo nada, sólo incita y lucubre, luego provoca para lograr la reacción que desea, tiene a muchos desalmados bajo su dominio y a almados bajo su hechizo.

    - No entiendo ¿Cómo es capaz de hacer algo así? –interrogó Kami. - ¿Tan poderosa es? Hablan de ella como si fuese una especie de Dios, sólo los olimpos pueden alterar de esa manera la voluntad en el mundo. De ser así, ¿por qué los dioses no se han dado cuenta?…

    -Lo saben. –intervino en su plática Chrona. La chica lucía más fuerte que antes. Ragnarok, en forma de cuervo, se posó en su hombro y graznó.

    - ¡Qué mierda de situación! –se quejó el arma, mirando a todos con sus ojos blancos y saltones. - ¡Morgian! ¡Morgian! ¡Mogian!... ¡Estoy harto de escuchar que ella tiene que ver con todo este embrollo de porquería! ¡Y en todo este tiempo no la he visto! ¡Mejor todos ustedes nos han jodido sin parar! Crok crok… -Batió las alas y les insultó llamándoles “bakas”.

    Chrona, con delicadeza, le colocó un dedo en el pico y le hizo callar. - ¿Por qué no vas a checar que no haya moros en la costa? Además, debes estar muy aburrido y hambriento. -Ragnarok bufó molestó y se fue volando. –¡Bakas, bakas idiotas! –Chrona se alzó de hombros y vio volar a su amigo, luego a sus receptores.

    - ¿Qué quisiste decir con que “lo saben”? –dijo Kami mirándola fijamente para saber la verdad.

    Chrona entendió la postura de la mujer. – Los Manes me han revelado que la era del sueño se acerca, la voluntad que viene de la luz debe reposar, pero se niega a hacerlo, asimismo, la voluntad que viene de las sombras se resiste a seguir en cautiverio y, como su contrario, también ambiciona construir su realidad y que gobierne sobre la otra. –El trío mostraba seriedad en el asunto. Pero Kami era la única en entender el lenguaje metafórico de la chica, Ethan y Black Star procuraban no parecer “tontos”, “Qué quiso decir”. –Morgian… -comenzó Chrona. –Piensa aprovechar esa disputa para provocar caos y acabar con los dioses de Occidente, pero ella no quiere el exterminio de la luz, lo que quiere es unir ambas fuerzas y someterlas a su favor… Ella busca apoderarse de las fuentes de Occidente y Oriente…

    - ¿Qué son esas fuerzas? –preguntó Ethan.

    -Son las que destilan las almas, cuya energía sirve para edificar la realidad. –contestó Chrona.

    Kami asintió, pues ya entendía a dónde se dirigía el plan de la bruja. –La fuente está en Hiperbórea, ¿verdad?

    -Así es. –dijo la pelirrosa. – Es el Supremo. Él no puede contener su poder porque le está sobrepasando. Morgian lo sabe y quiere someterlo, lo presiona para que renuncie. El Supremo enloquecerá sino deja de resistirse, pero de dejar de hacerlo, él....

    -Espera… -intervino Ethan. - ¿Esto lo saben los dioses? ¿Lo sabe Shibusen?

    -Sólo el Supremo y sus hombres de mayor confianza, los cuales se pueden contar con los dedos de la mano, entre ellos estaba Hermes Trimegistro III. Han estado trabajando estos últimos siglos para contrarrestar esto. –aclaró Chrona mirándose las manos y las muñecas, en donde ella podía ver a la sangre negra correr por sus venas. –Shinigami-sama no lo sabe, pero comienza a intuirlo, el deber de él es que se lleven a cabo las etapas, no es que haya sido engañado, sólo que el tiempo del Supremo ha sido tomado en demasía, lo ha alterado con permiso del mismo Shinigami y… de mi abuela…

    -¡Baba Yaga! Pero… pero… ¿cómo?... –Ethan no se imaginaba que la reina bruja colaborara con los divinos para algo tan turbio.

    Makenshi continuó con su explicación. Se sentía aliviada de contarla, era como confesar un pecado. –La oscuridad siempre ha sido su adversario, así que para controlar el exceso de “energía” que comenzó a poseer, Shinigami-sama y Baba Yaga cedieron al Supremo tiempo para contrarrestar el desequilibrio… Pero ahora todo está volviendo a repetirse, esta vez, es la luz la que se desnivela… El resto de los dioses no debe saberlo, se fortalecería el pánico y la locura sí que se descontrolaría… El Supremo ha sido cuidadoso, pero eso está por acabar, algunos dioses también sospechan y Morgian lo supo.

    - ¡Esto es muy grave! –sentenció Kami. –Si algo le pasa al Supremo… el mundo podría acabarse, sería realmente el fin…

    - ¡Aclaremos esto! ¡Sería su fin! ¡A nuestro mundo le conviene que colapse el suyo!... –Chrona y el resto miraron hacia quién había intervenido en la conversación. Gillian les sonreía con arrogancia; atrás de ella estaba el resto de las brujas: Gélida, Phobia, Kayla, Nahia, Velma, Eruka y las hermanas Mizune.

    Las brujas también habían estado escuchando su conversación, eran muy listas, no les iban a ceder por nada el derecho a la privacidad.


    Continuará…

     
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    lily avila

    lily avila Iniciado

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    ahhhh!!!??? por el amor a kami esto se esta poniendo muy bueno, sigue asi animos me gusta mucho la historia y nunca me cansaré de decirlo
     
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    Blueluu

    Blueluu Iniciado

    Libra
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    haaaaaaaaaaa !!! me encantaaa aunque aun me falta mucho por leer estoy enganchada
     
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    catblack

    catblack Entusiasta

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    LOVE SIMETRÍxASIMETRIS (KIDxCHRONA)
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Comedia Romántica
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    La historia es una continuación ficticia del anime y sólo se han mezclado algunas cosas del manga, así como elementos que son de creación propia. Los personajes principales, escenarios primarios e historia de origen no son míos, son del artista Atsushi Ōkubo. Muchas gracias y nos leemos.





    CAPÍTULO XXIV



    Ni la ausencia ni el tiempo son nada cuando se ama

    Alfred de Musset (1810-1857) Poeta francés.



    Parte 2




    Chrona les observó. Las brujas se molestaron, pero Gillian no dejó de sonreír, ahora de manera retadora. La maken se le acercó a esta, mirándola fijamente.

    -He aceptado ir con ustedes, pero no crean que por ello cederé en algo en lo que no esté de acuerdo. –dijo Chrona.

    Gillian le respondió. –Tonta, terminarás haciendo lo que desee Baba Yaga-sama, además, has cedido a nosotras porque sabes que no tienes más alternativas.

    Los ojos azules de Gorgón permanecieron en calma, eso consternó a las brujas, ya que pensaban que le daría una lección a Gillian, sin embargo, sólo pasó de largo junto a ella y se alejó. La bruja de pelo azul se molestó más, no iba a dejarla en paz hasta asegurarse que estaba bajo el dominio del grupo.

    - ¡Oye! –la llamó y Chrona se detuvo. - ¡No te creas la gran cosa sólo por ser nieta de Baba Yaga-sama! ¡No hay bruja que no sepa el pasado de tu madre y sus hermanas! ¡Sabemos, por lo tanto, que no eres del todo una de nosotras!... ¡Por lo que sea que eres, si haces algo que no nos parezca, lo pagarás, algo como tú no forma parte del Aquelarre!

    Gorgón, serena, sólo la enfocó con el rabillo del ojo. –No me interesa formar parte de tu Aquelarre ni congratularme con ninguna bruja… Las mandaré a todas al infierno si me estorban en mis planes, preocúpate sólo por mantener tu pellejo sobre tus huesos, hasta que me salga con la mía.

    - ¿Qué demonios dijiste? ¡Ven y dímelo a mí cara! –Gillian se había puesto roja. Chrona siguió andando.

    -Creo que eso no te conviene. –dijo Phobia.

    - ¡Cállate! ¡Debemos hacerle saber quién está a la cabeza! –le respondió y la pelirroja sólo se alzó de hombros y también le pasó de largo diciéndole. –Lo que sea…, has dado a entender que esa no eres tú.

    - ¡Eres una…! –la otra bruja se había retirado en dirección a Chrona.

    Gélida se colocó entre Gillian y los agentes de Shibusen, al presentir que la bruja azul se dirigía a ellos para desahogar su pleito fallido. Kami no estaba mejor que antes y demandó respuesta a la bruja de cabellera gris y piel semi-oscura.

    - ¿Cómo que Baba Yaga le cedió tiempo al Supremo? ¡Eso es inconcebible! ¡Las brujas no pueden actuar en…

    - No importa lo que crea… Así son las cosas… Ha existido repudio en nuestros bandos, pero también hemos trabajado juntos. Cuando un excedente de energía amenazaba a ambos, no había otra alternativa que unir fuerzas.

    - ¿Por eso ha regresado Baba Yaga? – interrogó Kami, imitando la tranquilidad de la bruja de hielo.

    Gélida sólo la observaba fríamente. – A nosotras no nos importa su destino, su fin ya lo han trazado ustedes mismos. La oscuridad se abre camino, es más fuerte, ya nadie puede contra su Voluntad, ni siquiera nosotras.

    -Si no regresó Baba Yaga a trazar una alianza ¿qué pretende? –insistió Kami cada vez más calmada.

    - Lo que toda madre quiere: salvar a sus hijos… que lo demás se lo lleve el carajo. –Gélida se marchó en dirección de la maken y Phobia, ninguna bruja estaba dispuesta a dejar a la nieta de su señora sola.

    Kami no dijo más, sintió una punzada en el pecho, pues había sentido que la sentencia era para ella, por su decisión. Ethan conocía a su compañera y comprendió qué sentimientos atravesaban su corazón, sin embargo, para esclarecer la situación, él tenía que servir de apoyo siendo la razón. Ambos se habían desviado por completo de su cometido, incluso, estaban cometiendo traición al ir en contra de las órdenes de Shinigami-sama.

    Chrona les hizo prometer que no interferirían con la reina, a cambio, les regresaría a Maka y a Soul vivos. Para los agentes del Dios de la Muerte, el objetivo era regresar a la espadachín oscura a Death City, pero Kami, sin pensarlo con más tiempo aceptó el trato. Ethan, receloso, la tuvo que apoyar; desconfiaba de que Chrona cumpliese su palabra, ya que se negaba a decirles sus planes, únicamente enfatizaba que necesitaba encarar a Baba Yaga y que nadie interfiriera. A su vez, la joven trató con las brujas, iría con su reina si la dejaban llevarlos a ellos; éstas reaccionaron como él, con desconfianza, pero Gélida y Phobia accedieron, parecían conocer mejor a la muchacha. Otro asunto que le había intrigado a Ethan era lo dicho por Black Star: alguien en Shibusen los estaba traicionando; se preguntaba quién, aunque ya se había dado una idea.

    -Aun así, yo no puedo enviar todo al carajo. –dijo de pronto Kami, apretando el puño. Gélida ya no estaba para escucharla, pero el resto de las brujas sí.

    Kayla se había situado junto a Gillian. A diferencia de su compañera de cabello azul, tenía un semblante más relajado. –Lo siento, sabrá las consecuencias de romper su promesa. Yo que usted me aferraría a mis prioridades, ¿No es acaso más importante la familia? Lo es para nosotras…

    -Shibusen les ha dado todo. –le interrumpió Velma. –Es como decirnos a nosotras que renunciemos a servir a Baba Yaga-sama. Shibusen también es su familia. –la bruja pelirroja con pecas parecía ser más accesible, tenía los rasgos más joviales, casi de niña.

    Gillian sonrió burlona. –Por favor, ellos no son como nosotras, son semi-mortales, pero porque se han mezclado con los inmundos humanos del medio inferior, sólo se dejan llevar por el instinto de conservación…

    -Así como ustedes el de matar. –acusó Ethan. Gillian se alzó de hombros sin dejar de sonreír. –Yo no lo niego…

    -Yo tampoco, geko, geko, geko… -refirió Eruka y las Mizune se lo festejaron. - ¡Es genial ser bruja! Amo los explosivos y más cuando estallan y destruyen cosas.

    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi


    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi


    Las hermanas Mizunes festejaron más e imitaron el sonido de las bombas tras explotar, asimismo saltaban como pelotas de un lugar a otro fingiendo que eran esos artefactos. Las brujas reían y se burlaban, parecían dibujos animados. Kayla suspiró cansada mirando al dúo extranjero. –Por favor, relájense al menos por unos momentos. Vean el lado bueno, tendrán a Maka y a su novio muy pronto, estamos cerca de llegar a nuestro destino. –Kayla se fue retirando, mientras gritaba…

    - ¡Nahia! ¡Te toca traer la comida! ¡Mueve el trasero! –la bruja, desde que perdiera la atención hace varios minutos, se había estado concentrando en su apariencia. Sentada sobre una roca se miraba por un pequeño espejo mientras se pintaba los labios. Gillian al verla se golpeó la frente…

    -Es la quinta vez que lo hace.

    - ¡Nahia! ¡Ve a cazar! Es tu turno. –enfatizó Kayla.

    - ¿Eh? ¿Yo?... No lo haré, acabo de arreglarme las uñas y el labial necesita secarse para que resalte el color cereza verano que irá con el tono natural de mis mejillas.

    – Te acusaré con Gélida-sempai. Vamos, ve con Gillian.

    - ¿Qué? ¡Yo fui la última vez! –se quejó la peliazul. –¡Le toca a Velma! ¡Velma! ¿Velma? ¡Otra vez se esfumó!



    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi


    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi


    Una disputa por asignar quién debía ir de caza se llevó a cabo. Las Mizune y Eruka tampoco querían hacerlo y ahora eran amenazadas, se negaban a ir porque temían todavía por los venantores; pronto, pelearon porque nadie más quería acompañarlas. Kami se dio la vuelta y las dejó en su discusión, estaba molesta con todo el mundo. Ethan siguió a su técnica. Una vez que se alejaron lo suficiente para hablar, el arma le planteó su inquietud y ella no se lo tomó muy bien.

    - Black Star puede que tener razón, pero lo que señalas es de cuidado, no tienes pruebas. –aclaró Kami, mientras le ordenaba a Ethan que se transformara en arma, este obedeció.

    -No confío en el Doctor Stein, todavía menos en tu ex, pero el científico “con impulsos de diseccionar todo” … ya ha cometido lo mismo en el pasado…

    -Fue diferente. –Kami miró alrededor suyo y se dispuso a usar a Ethan. –Medusa lo había alterado, eso lo sé por los expedientes…

    -Sí, yo también los leí, pero él… él mismo había señalado que no estaba del todo curado…

    - ¿Decir la verdad no es prueba de que al menos puede contar con el beneficio de la duda?...

    -Oh, sí que se la doy y hasta de sobra… Dudo que sea un hombre con la voluntad para hacer lo correcto cuando no está en sus cabales.

    -Como cualquier otro, no es el caso de él.

    La rubia escuchó a su alrededor, a excepción de lo que le decía Ethan. Una vez que captó lo que necesitaba, mientras el pelirrojo no paraba de hablar, lo alertó y blandió la guadaña, de izquierda a derecha golpeó algo a la distancia. Un chillido sonó con fuerza y luego observaron como una esfera azul escapaba entre los árboles para hundirse con lentitud en las raíces de unos arbustos que brillaron por momentos. Kami caminó hacia el cuerpo del jabalí, Ethan se transformó en humano y siguió repitiendo una y otra vez su corazonada…

    -No hay que comunicarnos con Stein sobre lo que pasa… Opto porque le engañemos y si actúan las brujas de Morgian o algo pasa que intente perjudicarnos…

    -Stein no es lo que sospechas. –enfatizó la maestra de guadaña mientras sujetaba con una fuerza sobre humana al jabalí y se lo arrojaba a su compañero, este casi caía de espaldas, le asombraba todavía que siendo Kami una bella mujer rubia y menudita tuviese tal fuerza física. –Lo conozco desde la infancia, sus predicamentos lo han hecho evolucionar, es un genio y, a pesar de su apariencia, tiene buen corazón…

    -De ti no desconfío Kami. –señaló el pelirrojo. –Si dices que Stein es el mejor hombre del mundo, lo creeré. Pero, entonces, déjame desconfiar del resto… Alguien le está haciendo tretas a Shibusen a través de él… Sid y Niggus sabían que estábamos en Francia, pero Stein era el único que sabía que habíamos localizado a Chrona en el Daphné… No creo que haya sido casualidad que los venantores y… esas cosas… cómo se llamen…

    -Skeptomai…

    -Sí, eso… Nos hayan localizado a nosotros para encontrarle a ella… Kami, debemos tener cuidado, debemos alertar a Shibusen, pero al menos no lo hagamos por medio de Stein… por favor… -Kami terminó por asentir tras pensarlo unos momentos.

    - ¿Por qué crees que Stein esté siendo manipulado por Morgian y no por un servidor de los olimpos, por ejemplo, Apolo?

    -Considéralo una corazonada. En todos estos años juntos, ¿cuándo esta te ha fallado?

    -Es la ventaja de ser mitad skecher y arma demoníaca, se les desarrolla mejor la intuición, aunque insisto que deben mejorar otras aptitudes, como el relajarse de vez en cuando. –al arma se le salió una gota en la cabeza.

    - ¡Pero sí eres tú la que ha sido una negrera conmigo!

    Kami y Ethan regresaron con las brujas que seguían discutiendo, pero ahora sobre quién había quemado la cena más veces. No tomaron en cuenta que los agentes habían regresado. Kami, con las manos en la cintura le ordenó a Ethan que arrojara el jabalí, al hacerlo, su caída sonó tan fuerza que hizo que algunas de las brujas gritaran del susto… en realidad sólo fue Eruka, el resto se sorprendió.

    La maestra de guadaña y su arma se mostraron orgullosos; a la mujer rubia no le gustaba el trato hecho con las brujas, pero ya había considerado que no estaría nada mal si era para lograr salvar a su hija, a su vez para descubrir qué tramaba la nieta de la reina de las brujas con toda aquella extraña tregua. Kami decidió confiar en ellas sin bajar la guardia, era inteligente y nada ingenua, bien podría salirse con la suya después de todo; Ethan le aconsejaba irse con cuidado.

    - ¡Comida! Geko, geko, geko…

    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi


    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi


    Eruka y las Mizunes se abalanzaron hacia el jabalí, pero pronto fueron frenadas por Kayla. Nahia seguía mirándose al espejo… -Oh, el jabalí tiene una grasa que no es buena para mi figura. -Gillian miró con desdén al animal, ahora era Kami quien se sonreía. –Instinto de conservación… Descuida, no está envenenado, destruir por qué sí no es nuestro fuerte. -le dijo y le pasó de largo. La bruja de cabello azul se quedó sin responder.


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    Chrona meditaba con los ojos cerrados, trataba de escuchar al mundo y a los Manes, cada vez sus habilidades se fortalecían y adquiría maestría en algunas con rapidez, en otras tenía que esmerarse. Ragnarok voló por encima de ella, en forma de cuervo, y después se situó en su hombro. Feliz ya había comido y provocado una que otra broma pesada a inofensivos transeúntes sin que nadie se diera cuenta alrededor. Nadie podía detectar su poder cuando sólo actuaba como un animal.

    - ¿Qué has encontrado? –preguntó la joven a su arma.

    -No hay moros en la costa. –señaló el arma. –Pero no me confiaría, hay disturbios al sur. Las brujas perseguidas se aglomeran, se acercan hacia está dirección, creo que también buscan a Baba Yaga…

    -Lo sé, desean su protección… Eres capaz de ver lo que yo no aún, pero cuando me comunico con los Manes… ellos…

    -Lo sé… capturan toda tu atención. Por cierto, tu “disque-amigo” ha estado allí observándote por un buen rato…

    - ¿Eh?...

    - ¿Tan concentrada estás en los Manes que no te has dado cuenta? ¡Baka! ¡Da gracias de que me tienes a tu lado! el arma voló para vigilar de lejos.

    Chrona miró hacia donde estaba Black Star, sin atender los comentarios burlones de Ragnarok, sobre que el peliestrella era un metiche depravado. Se acercó al árbol y visualizó mejor a su amigo. El ninja de inmediato bajó de un salto y llegó frente a ella con agilidad, le sonrió y ella no pudo evitar sonrojarse, aquello le pareció extraño y le evitó la mirada.

    -Siempre has estado allí cuando he necesito ayuda. Estaré en deuda contigo eternamente. –le dijo Chrona.

    La chica vio que una idea ensombreció la mirada azul de Black Star, pero como a un animal indeseado, el ninja la golpeó con una sonrisa y nuevamente se enfocó en ella. No obstante, aunque hizo gala de su actitud egocéntrica, él había cambiado. Chrona lo observó con cuidado, por unos momentos creyó que Baba Yaga lo hubo hechizado. Pero al escucharlo hablar, descubría que en realidad sí era su amigo de años.

    -Debes de dejar de repetir eso, algún día no tendrás tanta suerte y entonces sí que me apreciarás más.

    Chrona rió. – Me salves o no, mi aprecio seguirá creciendo con el tiempo, como este bosque. –Los dos miraron a su alrededor.

    Black Star respondió. –Claro, mientras no haya alguien que lo deforeste. –lo expresó con sarcasmo.

    Chrona no entendió aquel tono, pero sí que se encontraba incomodo, se sintió culpable. –No podemos evitar que las cosas cambien, pero puedes contar con que mis sentimientos hacia ti jamás se desvanecerán… El bosque tal vez no haya sido una buena metáfora…

    -No, no, no es por ello, lo que digo es que… -el joven se corrigió al momento, estaba molesto, pero no con ella. Le pareció mala idea estarlo siendo que tenían tiempo sin verse y que, por causa de las circunstancias, realmente era un milagro que volvieran a estar juntos. Lo que le sucedía era que estaba sumamente feliz y aliviado de tenerla cerca, sin embargo, no concebía que tuviera que ocultar su afecto sabiendo que, efectivamente, todo podía cambiar en un abrir y un cerrar de ojos. –Es que… Tienes razón, todo puede cambiar, aunque no a favor de uno… Baba Yaga me ha enviado para llevarte con ella y Kami tiene la misión de regresarte a Shibusen ¿qué harás?...

    Chrona negó con la cabeza apesadumbrada, de un golpe la verdad llegó para evitar que al fin se relajara un poco. Black Star la tomó de los hombros y la hizo mirarlo nuevamente a la cara.

    -Yo estoy contigo, así lo decidí, pero sólo tú debes hacer algo por ti… ¿Me vas a salir con que “no sabes lidiar con esto”? ¡No hay tiempo para las dudas y las evasiones! ¿Lo entiendes? ¡Estás en peligro! Por el motivo que le acabas de explicar a las otras, nada podré hacer por ti, sino… –Black Star sacudió un tanto a Chrona y esto a ella le pareció extraño.

    El apretón de sus manos sobre sus hombros se hizo más fuerte, de esa manera ella sintió su preocupación. Más oscuridad nubló su humor, en todo este tiempo, que había sido tímida y torpe, les hizo perder mucha seguridad a sus amigos ¿Cuánto no había entorpecido en sus vidas? ¿Cuánto tiempo no les robó por ocuparse de ella? ¿Cómo retribuirles todo aquello que no pudo ser?

    Black Star siguió hablando. –Debes tomar una postura al respecto. –señaló con severidad.

    Chrona bajó la mirada un tanto avergonzada, sus palabras fortalecieron aún más la ausencia de Kid, lo extrañaba tanto que le dolía, pero había decidido estar sola y Black Star tenía razón, debía actuar de alguna manera, no podía bajar la guardia por nadie ni por nada, mucho estaba en juego. Su amigo continuó…

    -Escapa. –le dijo. Ella reaccionó. - ¿Qué?

    -Que escapes. –reiteró el peliestrella. –Yo te cubriré. Enfrentaré a Baba Yaga por ti…

    -Pero ¿qué dices? No puedo… yo…

    -Maka está bien… -afirmó Black Star. - Maka y Soul no serán dañados por la reina de las brujas, los tres estamos preparados…

    Chrona se inquietó. - ¿Cómo puede ser eso? Baba Yaga en sueños… ella…

    Black Star insistió. –No les pasará nada… Yo lo sé… Maka ni Soul hubiesen deseado que te expusieras… Escapa con la madre de Maka, yo despistaré a las brujas… regresa con Shinigami-sama, sabes que allá te protegerán, no importa qué, nuestro Dios siempre te abrirá sus puertas…

    Inesperadamente habían quedado demasiado cerca. Chrona podía sentir como el calor de él comenzaba a confundirse con el suyo y sus latidos cardíacos componían un ritmo más acelerado. Tembló porque nunca imaginó que él pudiese entregarse de esa manera a su espacio y ella concebirlo sin ruborizarse años atrás, no volvería a ver al ninja con la inocencia de antes; sin embargo, permitió que él le tomara de la mano y se la apretara, mientras le mencionaba un plan que ya había trazado con Soul…

    -Yo salvaré a Maka por ti… No tienes por qué preocuparte más.

    Chrona sintió más tristeza, no le gustaba seguir dudando. Black Star le hizo recordar aquella vez que casi Kid le besaba en Shibusen, frente a la fuente del pecador. Pese al tiempo, podía revivir los olores y las sensaciones tal si estuviesen presentes en ese instante; igualmente, escuchar el sonido de sus palabras:

    -… ¿Ya has pensado en lo que harás ante esta situación?

    Chrona no pudo evitar la tristeza de sus ojos. –No… Sólo sé que no quiero que nadie se meta en mi vida para dañarla. Soy feliz como estoy ahora. Me asusta pensar que volveré a lo de antes.

    - ¿Lo harías?

    - ¿Eh?

    - ¿Volverías a lo de antes?

    - ¡No! –dijo Chrona con exaltación. Al darse cuenta de ello, se sonrojó. -No, por nada… No dejaré que me hieran de nuevo, nunca más ni… ni a mis amigos. -Pensó en Maka.

    Kid la miraba en silencio. Pronto olvidaron lo incomodo que era la ausencia de palabras para los jóvenes. -No será así. –Respondió el muchacho. –Si no quieres, nadie te forzará. Todos nos encargaremos de ello. Nadie tiene que obligarte a hacer algo que tú no quieras.

    Ella no dijo nada. No obstante, tras dejar que las palabras se llenaran de sentido, su sonrisa afloró por sus labios. Kid miró hacia otro lado tras observarla. No supo por qué lo hizo, quizás le había incomodado su gesto, después de todo no era una chica normal, no era una belleza de su mundo, así que no debía ser grata de ver, estaba acostumbrada, pero esta vez podía aceptar su tristeza y no rendirse ante ella. Apenada, pero dispuesta a ser agradecida, sólo se le ocurrió remediarlo diciéndole...

    -Kid-kun… Eres una buena persona.

    Los ojos de Kid eran dorados como el sol y despedían un calor similar al de aquel maravilloso astro, sobre todo, cuando se hallaba feliz. En aquel momento, sintió regocijo, porque leyó que, en efecto, sus palabras habían sido oportunas; los iris del shinigami brillaron de manera especial hacia ella, pero… su intensidad pudo haber superado al brillo melancólico de la luna, pues rompía con la lógica temporal entre el día y la noche, un astro no debía opacar a otro a menos que los dioses así lo decidieran… Aquel intento de beso había sido una profecía, su atracción atentaría contra toda ley establecida por los divinos, pero no estaba arrepentida de ignorar aquella advertencia, hasta que le hablaron los Manes… La imagen de aquel ser tenebroso consumiéndolo todo, era el soul eater definitivo…

    De pronto, el destino se esclareció mejor para el espadachín oscuro. Chrona deseó dedicar su vida a que aquellos ojos dorados de Kid jamás se apagasen, si ella se sentía como en el cielo cuando la observaban de esa manera, bien podía entonces tener por entendido cuál sería su misión en esta vida…

    -Te protegeré, pese a mí y mi naturaleza, aguardaré por las sombras y cederé ante ellas sólo cuando tu aliento te sea demasiado; dejaré que uses mi abrazo como sepulcro y entonces velaré hasta que tu alma haya reposado… reposado lo suficiente para volver por aquellos que amas… -Chrona se vio ante la oscuridad aún con la memoria de los ojos de Kid…

    -Mientras tus ojos me miren jamás le temeré a nada…

    Una sensación extraña comenzó a abrazar a Chrona, sus sentidos se habían agudizado y podía percibir el aroma de las flores nocturnas como el perfume natural de Kid, el cual le pareció afable y cuantioso, tan vigoroso como si los crisantemos se hubiesen apoderado del mundo y sus jardines.

    Él bajaba un poco el rostro y ella lo levantaba, ambos habían caído en una trampa y aún no se daban cuenta, no obstante, como si nada importara, estaban dispuestos a dejarse llevar por lo que pudiera pasar o significar. Su aliento comenzaba a ser el primer contacto, el de él decidido, el de ella tímido, pero ambos deseando lo mismo…

    - ¿Volverías a lo de antes? -recordó una vez más la pregunta de Kid.

    - ¡No! –dijo Chrona con exaltación. –No más…

    Chrona hizo a un lado las manos de Black Star que ahora estaban sobre sus hombros, no se había dado cuenta en qué momento habían cambiado. Le sostuvo la mirada con aire decidido y respondió…

    -Gracias… Gracias por todo lo que estás haciendo por mí. Pero no escaparé ni regresaré a Shibusen hasta que haya terminado con mi misión. Esto es algo que debo hacer…

    No obstante, tampoco le soltó las manos, volvió a apretárselas a la vez que le regresaba la seguridad en forma de sonrisa. –No es sólo por Maka y Soul… Todo ser consiente, para reafirmar su existencia, algún día, debe hacerse responsable de sí mismo… He decidido ver de frente a Baba Yaga y reclamar mi herencia de bruja… No escaparé más de nadie, ya no más… -Black Star se quedó sin palabras ante la decisión de la maken.

    - ¡Maldito mentiroso! ¡Con qué pensaba traicionarnos! ¡Todos los de Shibusen son iguales! ¡Cuando lleguemos a Zhil'ye lo acusaré con la reina! –dijo la bruja de cabello rojo, irritada y con los ojos en forma de triángulo.

    Gélida y Phobia miraban a los jóvenes a escondidas entre las ramas de los árboles, las dos estaban camuflajeadas por obra de su magia. La bruja más grande se mantenía callada y observaba, hasta que después de tanta quejadera por parte de su joven compañera, se dignó a responderle…

    -No te preocupes. –Gélida sonaba tan neutral y fría como siempre. –Chrona-sama ha dado su palabra de ir con nuestra reina. Nada la hará cambiar de parecer ni la detendrá, tal como auguró Baba Yaga-sama.

    -No entiendo. –dijo Phobia. - ¿Cómo es que Baba Yaga-sama sabía de esto?

    -Niña… -Gélida bufó. –Hay cosas que no podemos entender ni atrevernos a cuestionar, de hacerlo, estaríamos suponiendo que somos iguales a nuestros amos, gran error…

    -Pero… pero… yo nunca dejaré de cuestionar… -enfatizó la bruja. –Eso mismo me lo ha enseñado el Aquelarre…

    -Hay momentos para exigir la respuesta a la pregunta correcta… -dijo Gélida sin apartar la mirada de Black Star y Chrona, quienes seguían hablando. Al parecer el ninja se rehusaba a estar deacuerdo con la muchacha en algo que ella dijo. –Mejor usa tu imaginación para suponer por qué nuestra reina ha tomado tal y no otra posibilidad, es nuestro límite…

    - ¿La imaginación? –preguntó confundida la pelirroja.

    -Es nuestra arma más poderosa y escudo más eficaz. Baba Yaga nos ha permitido poseerla porque forma quiénes somos, Chrona-sama lo está entendiendo, sólo ella puede situarse en el lugar de nuestra reina…

    Phobia observó de nuevo a Chrona y a Black Star, su discusión se volvía cada vez más acalorada. –Jamás podré suponer qué desea nuestra señora de Chrona o lo que Chrona-sama supone, no es que la subestime, pero… Si no hace lo que la reina espera no llegaremos a Zhil'ye y se nos termina el tiempo…

    -Ella nos guiará con la reina… Ya lo está entendiendo… -afirmó la bruja del hielo.

    ¡Auch!

    Una vocecita las interrumpió, así como sacudidas violentas en todas las ramas. Gélida y Phobia observaron que el resto de las brujas, a excepción de Gillian y Nahia, que de mal humor asaban el jabalí, se habían arrimado también al árbol.

    A lo lejos, Chrona y Black Star ya veían que aquella copa de hojas era muy rara, porque se balanceaba de un lado a otro, emitiendo gritos de susto y quejas, así como tirando todos los frutos que contuviera…

    - ¡Me picaste un ojo, baka! ¡Geko! –lloró Eruka, transformada en sapo...

    - ¡No es cierto! ¡Tú estás muy junto a mí! –se quejó Kayla que le hacía gestos de asco.

    - ¡Me caigo! ¡Me caigo! ¡Geko! ¡Geko! ¡No me suelten! –y le da un manotazo a Kayla en la cara.

    - ¡Auch! ¡Imbécil!

    Las Mizunes estaban transformadas en ratón, pero no eran menos ruidosas, pues les reclamaban que se callaran.

    Chi chic hi chi!

    Chi chic hi chi!

    Chi chi chi chi!

    Chi chi chi chi!

    Velma comía los frutos del árbol y miraba a la pareja como si estuviera en el cine, dos de las Mizunes se le habían unido.

    - ¡Hola!

    De pronto todas las brujas giraron al mismo tiempo la cabeza y vieron a Ragnarok saludándolas con una patita y sonriéndoles malignamente, parecía un ente de pesadilla…

    -Con que escuchando platicas ajenas ¿eh?... ¿Se les hace divertido? Jejejeje

    Ahhhhh!!!

    Black Star y Chrona vieron como el árbol comenzó a ser sacudido con más fuerza… Las brujas se sujetaban del tronco y las ramas, en tanto, el dragón negro no dejaba de reír y hacerlas temblar.

    -Me estoy mareando. –se quejó Velma e hizo gestos de querer vomitar lo que había comido.

    Chi chi chi chi!

    Chi chi chi chi!

    Chi chi chi chi!

    Chi chi chi chi!

    Las ratonas imitaron a Velma, pues también inflaron los cachetes.

    - ¡Ni se les ocurra! –gritó Phobia asustada. - ¡No! –Entonces, del árbol se escuchó un regurgitar y todas exclamaron con horror. Cuando el arma negra terminó de agitar el tronco y la copa, las brujas rápido bajaron sucias y despavoridas.

    Jajajajajajajajaja –carcajeaba Ragnarok y cayó al suelo muerto de risa. - ¡Qué divertido! jajajajaja ¡Y… ¡Y… ¡Y… jajajaja ¡Y no tuve que matar a nadie esta vez! Jajajajaja…

    Las brujas comenzaron a pelear entre ellas, empujándose y echándose la culpa por su falta de discreción…

    - ¡Es tu culpa! –señaló Phobia a Kayla.

    - ¡No, fue tuya! – la empujó la pelicastaña. –¡Tu camuflaje es pésimo y haces mucho ruido, más cuando respiras que cuando hablas o comes!

    - ¡Kyaaaa! –Phobia se lanzó contra su compañera.

    - ¡Por los Manes! ¿Alguien quiere pensar en las Mizunes? ¡Geko! –Eruka gritaba histérica por ayuda, pues las cinco brujas ratones estaban semi inconscientes, viendo trozos de queso con alas a su alrededor, éstas ya habían recuperado su forma humana.

    Chi… chi chi chi?

    Chi chi… chi… chi?

    Chi chi… chi chi?

    Chi chi chi chi?


    Velma seguía vomitando, sólo Gélida permanecía estoica y se concentraba en quitar el resto de vomito de su sombrero de bruja con un encantamiento, el cual, más adelante, bastó para hacerlo limpiar, pronto ella y su ropa lucieron lustrosos.

    Black Star y Chrona se les acercaron. El primero tenía los brazos cruzados y la mirada de desaprobación.

    –Y dicen que los hombres somos los chismosos… ¿Chrona?...

    La bruja había dejado de ponerles atención. Miraba fijamente hacia donde estaba el río. Sin avisar a nadie, salió corriendo como si persiguiera algo que se moviera entre el agua.

    - ¡Chrona! –gritó Black Star y la siguió también.

    Ragnarok se puso en alerta y no se dio a esperar, rápido voló en dirección de su maestra regresando a su forma de cuervo. Las brujas tardaron en reaccionar, pero les siguieron con ayuda de su magia tras invocar sus escobas. Gillian y Nahia alcanzaron a Black Star, la primera subió al peliestrella a su escoba mágica (con tallados de figuras de pájaro) tras notar que Gorgón iba demasiado rápido para éste.

    - ¿Qué demonios ha pasado? –preguntó la peliazul al ninja.

    - ¡No lo sé! ¡Eso intento averiguar! ¡Acelera! –la bruja le hace caso.

    Kami también seguía a Chrona y llevaba a Ethan en sus manos en forma de guadaña.

    -No entiendo… No alcanzo a ver lo que sigue Chrona… -dijo el arma.

    -Yo tampoco, pero sí que está apurada por alcanzarle. –añadió la rubia.

    Gélida también les observaba montada en su escoba de hielo y al darse cuenta que se quedaban atrás, les ofreció llevarlos con ella, esto sorprendió a Ethan.

    -¡Está fría! -exclamó tras colocarlo Kami.

    Después de una larga persecución, donde casi perdían a la maken, lograron encontrarla en medio de un claro de bosque. Ragnarok ya estaba situado en el hombro de su maestra. Por un momento éste le dijo que lo llamara como arma, pero la chica se rehusó…

    -Espera. –le pidió; lo mismo hizo con Kami y Ethan, que habían llegado antes. Black Star había sido detenido por Gillian.

    - ¿Qué rayos es eso? –preguntó el ninja al no poder ver muy bien que era lo que despedía aquella luz rojiza en el centro del claro.

    Gélida se adelantó a responderle.

    -Es uno de los jinetes guardianes de Baba Yaga… El montador del atardecer…

    Ragnarok se alejó de Chrona para dejarle encarar al ser. La muchacha se acercó y pudo conocer al montador. Era un ser extraño que despedía un aula cálida, pero a su vez inquietante, la joven bruja leyó por medio de su aura, que la estaba esperando. El caballo tenía el triple de tamaño de uno normal, su esencia se conformaba de fuego y las llamas se movían como si se extinguieran; en tanto, el jinete, de piel sonrosada y ojos sin cuencas, pero que también destellaban lumbre muriente, la enfocaba con solemnidad; portaba una armadura roja similar al cobre, pero cuando se movía, parecía evaporarse como si fuesen nubes rosas y violetas que marcaran el atardecer… El jinete le hizo a Chrona una reverencia, luego, le señaló algo con su espada, cual antorcha apuntando hacia la oscuridad, y tras ella entender dónde se encontraba el castillo de Baba Yaga, éste continuó su trayecto y se desvaneció. La joven pudo ver su rastro: unas huellas doradas.

    -Él es…

    -Así es… -le completó Gélida. –Baba Yaga te ha autorizado ser nuestra guía. Sólo aquellos que vean a sus jinetes guardianes o sus rastros pueden llegar hasta su hogar. Quieras o no, tu prueba aquí comienza…

    - ¿Qué prueba? –interrogó la pelirrosa.

    -Si quieres reclamar tu herencia de bruja, debes pasarlas y demostrarnos que tienes dominio sobre los siete dones…

    - ¿Siete dones? Pero…

    - ¡Sólo podrás…! -enfatizó con severidad Gélida. - ¡Salvar a tus amigos y conseguir lo que deseas si demuestras que eres digna nieta suya y miembro del Aquelarre! ¡No tienes opción!

    Chrona miró al resto de las mujeres. Gillian le sonrió con burla y satisfacción.

    - Dije que yo no pertenezco a ningún Aquelarre. ¿Qué pasa si no las paso o me niego? –se atrevió preguntar.

    Gélida la miró a los ojos.

    –Tus amigos, todos, y tú, morirán.


    Continuará…



    Un poco trillado, pero no pude resistirme, siempre quise escribir algo así jejeje... Hace tiempo que no publicaba, pero aquí seguimos, este fic está destinado a terminar, pase lo que pase. Muchas gracias por sus lecturas y sus comentarios, ayudan mucho a los ánimos y a la inspiración; mil abrazos a Lily avila, Blueluu, SteveAnd y a La loca de los gatos por escribirme y visitar este espacio, por ustedes es que la historia continúa, más que nada; estamos leyéndonos y nos vemos para la próxima. Abrazos n_n
     
    Última edición: 7 Mayo 2019
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    lily avila

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    Awww :'3 que bonito que seamos la razón por qué sigues escribiendo, pero aún así tu historia es muy especial e interesante aparte que tiene mi OTP favorito, gracias a ti, fue que me uni a fandicslandia ya que la me gustó mucho el trama de tu historia y cada vez que públicas una nueva parte me provoca mucha felicidad y emoción estoy segura que cuendo el fin de la historia se acerque lloraré no será de tristeza si no de felicidad por todo los momentos que he vivido al leerla.
    ¡MUCHAS GRACIAS POR CREAR LA HISTORIA! ❤️❤️❤️❤️
     

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    Pluma de
    Escritor
    Título:
    LOVE SIMETRÍxASIMETRIS (KIDxCHRONA)
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    55
     
    Palabras:
    4195
    La historia es una continuación ficticia del anime y sólo se han mezclado algunas cosas del manga, así como elementos que son de creación propia. Los personajes principales, escenarios primarios e historia de origen no son míos, son del artista Atsushi Ōkubo. Muchas gracias y nos leemos.



    CAPÍTULO XXV

    No es la ley lo que asusta, sino el juez

    (proverbio ruso)

    Parte 1



    El mundo de las brujas era muy diferente del mundo del Dios de la muerte y del de los olimpos, Chrona lo sabía, no iban a colocarla en un estadio para hacer un show de sus fortalezas. En cuánto escuchó que debía aprobar los siete dones, supo que no habría alternativa, no obstante, tendría la oportunidad para saber hasta dónde podría ejercer su voluntad. Ragnarok rió estrepitosamente…

    Jajajaja… ¿Sólo eso? –se atrevió a decir el arma demoníaca, mientras aleteó sus alas de cuervo. –Chrona puede con eso… mejor pónganla a prueba con los nueve conocimientos arcanos o los doce enigmas.

    El resto de las brujas, en cuanto escucharon a Ragnarok decirlo, exclamaron escandalizadas, a excepción de Gélida. Black Star, Kami y Ethan no tenían idea de lo que hablaban, pero notaron que Chrona no se había asustado al principio, hasta que se mencionaron los doce misterios, en ese instante, ella tembló. Gélida miraba fijamente a la muchacha de pelo rosa, su expresión tan fría no daba cabida a la duda, los tenía que enfrentar.

    -Nuestra reina así lo demanda. –recalcó. –Toda bruja debe pasar por las pruebas para revelar cuáles son sus dones reales, sus límites y si en algún momento serán útiles para el Aquelarre o un peligro… Siempre ha sido así, desde que el tiempo se forjó para todas nosotras…

    -Ragnarok… -llamó Chrona. El demonio emitió una risita discreta y montó al vuelo. El cuervo negro fue rodeando el lugar en círculos.

    Chrona extendió su brazo hacia un árbol y de su mano emanó una esfera de fuego. El grueso tronco, junto a sus ramificaciones y hojas, fue calcinado por completo…

    -Uno. –dijo Chrona sin quitarle la mirada a Gélida.

    - ¡Ah! ¿Estás loca? –señalaron las brujas jóvenes al unísono. Gillian fue la primera en señalarla con furia. - ¡Vas a delatarnos con los venantores!

    La maken la ignoró. Después, su misma mano fue formando una esfera transparente color esmeralda. Vientos del norte, del sur, del este y del oeste fueron invocados al centro de su palma, era similar a una bola de cristal cuyo interior concentrara diversos y caóticos remolinos. Todos los presentes fueron empujados por el viento y hasta arrojados hacia los árboles, únicamente Gélida y ella se mantenían en pie mirándose retadoramente. Las Mizunes y Eruka eran las más débiles, así que fueron arrastradas más lejos mientras chocaban entre sí, incluso la bruja sapo se había trasformado en uno, esperanzada con resistir las ráfagas, pero había sido en vano. Black Star, Kami y Ethan, habían logrado sostenerse. Una vez terminada la esfera esmeralda, Chrona la arrojó hacia dónde había estado el árbol.

    -Dos. –dijo. Después continuó con la demostración… -Tres… cuatro…

    La joven bruja había usado su poder para provocar lluvia sobre ellos y temblores en el suelo. Al final, en el lugar donde se incendió el árbol, un retoño creció. Chrona, para cerrar las pruebas, lo alimentó con su energía, posando sus manos sobre él, hasta que obtuvo la edad del anterior, sólo que lució más fuerte y esplendoroso. Las brujas exclamaron asombradas. Gillian había contenido su fascinación, así como una mirada de temor. Gélida permanecía impasible, pero su ceja derecha se arqueó. Black Star, Ethan y Kami también se habían admirado, sin embargo, esta última, al observar la expresión de Gélida y Gillian pudo detectar algo: aquella forma de emplear la magia no era natural en el mundo de las brujas.

    -Cinco… seis y siete… listo… Puedes decírselo a la reina. –dijo Makenshi. Ragnarok, en instantes, se posó de nuevo en su hombro derecho.

    Nadie dijo nada, la mayoría no cesó su pasmo. Todos nuevamente observaron a la joven como, pese a la gran emanación de poder, seguía fuerte y fresca, tal si nada difícil hubiese resultado su demostración. Phobia, Kayla, Velma, Eruka, las hermanas Mizune y (por primera vez atenta en algo que no fuese ella misma) Nahia bajaron sus ojos. Chrona tragó saliva y aparentó con éxito no consternarse ante aquel gesto, lucía como toda una aristócrata, sabedora de recibir pleitesías sólo por existir. Gélida y Gillian no les imitaban, la miraban ahora con advertencia, esto lo observaron los agentes de Shibusen, así que se prepararon por si reñían.

    Gélida permanecía impasible, pero esta vez se acercó a la joven bruja para encararla.

    -No está mal… para una principiante. Pero nuestra reina, es quién asignará las pruebas y juzgará, sólo ella sabe hasta dónde tienes que llegar. –Pasó de su lado y la dejó sola.

    Gillian no se quedó con el deseo de encararla por igual.

    - ¡Eres descuidada y desconsiderada Gorgón, tal como lo han sido tu madre y sus hermanas!

    Chrona le miró. –Me tiene sin cuidado si les afecto. Esto no fue una demostración, sino una advertencia. Ragnarok ocultaba mi poder de los venantores, se encuentran más cerca de lo que imaginas… Si quiero, les puedo enfrentar… No creo que tú cuentes con esa opción ¿Quién está bajo el acobijo de quién?… - Gorgón le dio la espalda de manera arrogante y airada, un gesto que recordó de Medusa y que de manera inconsciente le imitó.

    Gillian apretaba los puños enojada…

    - ¿Qué no te habías dado cuenta? –preguntó Velma a la bruja de cabello azul. Ésta la miró con más enojo, obviamente no lo hizo. Kayla le tomó del hombro, no para reñirle, sino apremiarle.

    -Debemos ir con cuidado, no sabemos de lo que es capaz en realidad, incluso, ella ya ha descubierto que es más fuerte que nosotras juntas. –le dijo. –En efecto, si no fuese por el arma demoniaca, los venantores nos hubiesen detectado. Ella pudo ejercer todo ese poder sin ser descubierta, sin escudo de almas ¿Sabes cuánta energía se necesita para hacer algo así?... Ahora, es al revés, recuerda que Baba Yaga-sama le cedió el mando para guiarnos a Zhil'ye…

    - ¿Cómo podemos confiar en ella sabiendo que no es del todo una bruja? –preguntó Gillian.

    Phobia intervino. –No importa lo que creamos. Lo que importa es cumplir con nuestra reina. Chrona es necesaria para ella… -la peliazul iba a responder a algo.

    Nahia la interrumpió, se cruzó de brazos y también le habló con seriedad. –Ni siquiera Gélida, que es la más fuerte de todas nosotras aquí, ha podido completar la prueba de los siete dones. Nadie aquí ha podido, ni tú… La hija de Medusa no es una bruja nada natural, su poder es algo que jamás haya visto o sentido…

    De pronto todas se interrumpieron. Black Star le alzaba la voz a Gélida…

    - ¡Escucha versión pirata de “Storm” o mutante X! –resaltó el peliestrella. –No permitiré que tu Baba Yaga obligue a Chrona a realizar ese tipo de pruebas… ¡Ella me juró que no la lastimaría!

    -Te equivocas… -Gélida le sonrió con frialdad. –No será Baba Yaga-sama quien dañe a nadie de su sangre, pero la Ley es la Ley, Chrona no saldrá bien librada si falla a ellas…

    Kami intervino. –Adviértele a tu reina, que si algo le sucede…

    - ¡Basta de tonterías! –intervino Chrona. –Debemos movernos de aquí, ahora. –Ragnarok se situó en su hombro…

    - ¡Vamos, bakas! ¡O esta vez sí que nos detectarán las chatarras de los venantores!


    Kami, atenta de oídos y observando todo lo que acontecía, entendió que Makenshi, más que alguien, era algo que debía controlarse. Chrona también sabía eso, su mirada azul cambiante trataba de demostrar que aquello no le afectaba y lo conseguía. Se mantenía reservada, sus labios y su mirada contenían un secreto que se hundía más y más en sí misma. Black Star estaba a su lado, en apariencia, igual, se mantenía tranquilo, no obstante, su constante mirar hacia su perfil delataban su ansiedad tras no poder descifrar aquello que la muchacha ocultaba.

    Los intereses de cada integrante del grupo convergían hacia una dirección: Baba Yaga. Chrona miraba el rastro del jinete dorado y pronto este fue sustituido por otro, un jinete oscuro y temible. La noche en los ojos del jinete le mostraron a la muchacha la unión inherente entre la nostalgia y la angustia. Ella no quería irse jamás de su ensueño, pero debía continuar.

    Eruka gritó de terror cuando le vio y las Mizunes se le lanzaron para evitar asustarle, sin embargo, el Jinete de la noche sólo tenía ojos para la nieta de la Reina Bruja, incluso, éste permitió que ella se acercara.

    El jinete era enorme como el anterior, mirándosele de lejos, el caballo negro contaba con una figura sólida, no obstante, esta se desvanecía como gas en cuanto alguien se le acercaba; los ojos rojos del animal destacaban, así como sus dientes afilados y blancos. La armadura negra del montador se asemejaba a placas lisas y entretejidas de obsidiana, que reflejaban rostros siniestros, gimientes o dormidos, algunos hasta llegaron a mirar al resto de los espectadores, provocándoles escalofríos; la capa que portaba también era como el vapor, a excepción de que cientos de constelaciones brillaban entre sus pliegues para llamar a los elegidos a seguirle. Las brujas quedaron asombradas luego de observar que el jinete le permitía a la maken verle la faz, éste nunca lo había hecho con nadie, pues su rostro se ocultaba por completo entre las sombras de su casco con forma de lobo hambriento.

    Chrona hubo de ser la única persona en no volverse loca tras mirarle a los ojos, se aturdió al principio, pero luego resistió y se mantuvo en pie. Después del encuentro, que pareció ser eterno para el resto, el jinete golpeó al caballo con las espuelas y lo echó a andar. Chrona guio al grupo siguiendo su rastro de polvo brillante, sumergido en diminutos charcos como si fuesen lagunillas reflejando el cielo nocturno. Nada iluminaba los bosques oscuros de Rusia, excepto la luna enloquecida que no dejaba de sonreírles burlona o las pistas dejadas por el Jinete negro. Gélida no dejó que nadie usara artificio o magia alguna para iluminar el trayecto, toda emanación de energía debía ser mínima para mantenerse ocultos, los ojos azules de Chrona se convirtieron en los suyos.

    Ragnarok se mantuvo todo el trayecto volando sobre ellos para advertirles sobre los skeptomai y los venantores que les encontraban rastro y luego lo perdían gracias a que habían sido cuidadosos. El grupo sólo se detuvo unos momentos cuando Chrona dejó de ver el rastro del jinete de la noche.

    - ¡Estoy cansada geko, geko, geko! –se quejó Eruka. ¿Por qué tardamos tanto en descansar? ¡Mis patas jamás habían rugido tanto, geko, geko, geko!

    - ¡Y apestado! ¿Verdad? –respondió Velma tapándose la nariz cuando esta se quitó las botas.

    - ¡Basta! –rezongó Phobia. - ¡Dejen de quejarse!

    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi

    Chi chi chi chi

    Apremiaron las Mizune también.

    -Ojalá pudiéramos encender una fogata, hace frío. –añadió Nahia.

    - ¿Tienes frío? ¡Qué patética! Pareces mortal. –dijo Kayla.

    -No lo digo por eso. –respondió sin ofenderse Nahia. –Mis uñas, el barniz tarda en secarse.

    ¡Ash! Gritaron todas y comenzaron a hacerse comentarios risueños y demás bromas. No parecían peligrosas, sino un grupo de mujeres que pasaba el rato entre las sombras, al menos, así lo pensó Kami con cierta nostalgia, tras recordar a su grupo de colegas en Death City; de no ser porque estaban en medio de la nada, no parecerían sospechosas.

    La oscuridad del bosque reinaba a su alrededor. Los sonidos nocturnos no peleaban con los cantos de la noche. Únicamente unas pequeñas esferas luminosas, sostenidas con lazos a los cuellos en cada integrante, irrumpía los espacios y esplendía débilmente sobre los rostros y siluetas de ellos.

    Las brujas, pese a su agresividad, eran buenas camaradas, en ese aspecto eran similares a Shibusen. Las mujeres de Baba Yaga estaban aglomeradas en un grupo aparte del de los técnicos de la muerte, desde lejos, Kami las observaba con atención, era la primera vez que estaba cerca de un Aquelarre de esta manera, generalmente, primero atacaba y luego preguntaba, muchas brujas jamás daban a conocer ese otro lado suyo por obvias razones, eran enemigos, ningún bando podía relajarse como en aquella situación de tregua.

    Gélida estaba con ellos, Chrona dormía cerca de Black Star, quien se ofreció a cuidarla, ella no quería demostrarle a nadie que estaba agotada, no había dormido nada desde que escaparan del Dafné, sin embargo, su poder se volvía inestable por el cansancio, así que Gélida le recomendó tomar una siesta.

    -Sólo los mortales y los semimortales duermen y... –comenzó a explicar Gélida a Black Star. –Mueren cuando lo hacen, después renacen al despertar, claro, si es que se les permite. Las almas deben ser examinadas por los olimpos, ellos deciden si continúan o no en su mundo… Nosotras somos como los inmortales, dormimos, pero para atender al “llamado de nuestro origen”, Chrona debe responder a ese llamado, de lo contrario su conciencia se debilitará y a nadie de aquí le conviene eso…

    - ¿Ese llamado es Baba Yaga? –Kami se volvió al otro grupo. Gélida asintió.

    - En estos momentos debe estar recibiendo instrucciones de lo que debe hacer a continuación. Una vez que termine de seguir a los jinetes… No hay duda de que parte de la locura que sufrió durante sus primeros años se debiera a que estuvo por mucho tiempo alejada del “origen”: su abuela. Medusa se encargó muy bien de que no la rastreáramos.

    - ¿Qué pasará con nosotros? ¿Si nos entregarán a Maka y a Soul? ¿Cuándo? –preguntó Ethan desconfiado.

    Gélida se alzó de hombros. –Todo depende de lo que decida nuestra Reina soberana. Los que decidieron arriesgarse han sido ustedes, yo no puedo garantizar su seguridad, Chrona-sama ha asumido esa responsabilidad.

    - ¿Qué fue todo esto? –preguntó de pronto Kami. –Confío en la palabra de Chrona, mi hija ha confiado siempre en esta niña pese a todo, no cuestionaré el honor de las brujas, pero si además necesitarán de mi ayuda, primero necesito que me digan qué fue todo esto… -Ethan se sorprendía de que su master olvidara tan rápido que seguían siendo prisioneros.

    - El poder de Chrona es muy grande. Nuestra reina necesita saber qué tan poderosa es realmente. Lo que haga ella con su nieta no le incumbe en nada a Shibusen. –contestó la bruja.

    Kami estoicamente no se molestó. – Vivimos en el mismo mundo. Si Chrona llegase a ser un peligro es importante que lo sepamos.

    - ¿Insinúas una cooperación? ¿Cómo en el pasado? Jejejeje

    -Insinúo que el peligro es real para todos. Mantenerla a salvo podrá ser difícil si un Dios oscuro desea poseerla y más si está manipulando al Supremo o a Morgian.

    -Lo mejor para todos, incluso para Shibusen, será que Chrona se quede dónde debe, que es con Baba Yaga-sama y ella pronto lo entenderá…

    Cuando Black Star las escuchó se le encogió el corazón. Ethan no pasó desapercibido aquel gesto.

    -Dejen de decir estupideces. –interrumpió el ninja. –Haremos lo que tengamos que hacer para mantener a esos seres al margen y Chrona no irá a ningún lado en contra de su voluntad…

    Gélida bufó, pero no con ofensa. –Joven guerrero, la voluntad no será suficiente para mantenerlos al margen…

    -Ni tampoco a mí. –señaló la pelirrosa despertándose poco a poco. -Black Star tiene razón, nada me hará ir en contra de mi voluntad. Así que dinos de una vez Gélida, en qué consistirán las pruebas… -La pelirrosa, todavía con marcadas ojeras, se sentó sobre su lugar y esperó

    -Si vuestra abuela no ha…

    -Ella ya me ha dado las instrucciones que acataré, te toca a ti…-señaló la pelirrosa.

    Kami miró a Chrona. - ¿Cuándo me regresarán a Maka y a Soul?

    Gélida observó interesada también a la muchacha. –Eso depende de ella completamente…

    Los Siete dones consisten en una prueba de vida y muerte para las brujas que pueden dar mucho de sí, no obstante, si son brujas promedio, resulta ser una experiencia satisfactoria, porque se revela ante ellas su identidad y su función dentro del Aquelarre; esta, a diferencia del pensamiento de los dioses de occidente, jamás es degradante ni por jerarquías entre inferiores y superiores, todas, en el reino de Baba Yaga, deben cumplir una función elemental que va de acuerdo a su manera de ser y concebir la vida. Cada prueba debe revelar un poder primordial de la bruja y a su familiar o tótem (espíritu guardián o nahual), si bien éste ya se les ha revelado desde muy jóvenes, lo que queda demostrar es el tipo de poder que pueden ejercer y hasta dónde se haya su límite. Los dones son los cuatro elementos: tierra, agua, fuego, viento, vida, muerte y espacio. Muchas brujas no llegan a completar todos los dones, la mayoría suele dominar uno o dos, los más comunes son tierra, espacio y muerte.

    De acuerdo al don revelado, a su espíritu guardián y a sus alcances, las brujas recibirán cierto tipo de preparación por un determinado tiempo y una vez madurado su poder, podrán ser reconocidas como miembros elementales del Aquelarre.

    De entre los Siete dones, los no tan comunes son el fuego, el agua y el aire; es difícil encontrar a brujas que puedan poseer más de tres y que alcancen a manipularlos al mismo tiempo, casi imposible. Sin embargo, ha habido brujas que, si bien no han dominado los sietes dones, han revelado ser poseedoras de otras habilidades o poderes no tan comunes, en ese momento, las brujas suspenden las pruebas de los Siete dones y se ven obligadas a llevar a cabo los Nueve conocimientos arcanos o los Doce enigmas. Se añaden sólo los restantes a la cantidad: tierra, fuego, aire, agua, espacio, tiempo, materia, forma, vida, muerte, luz y oscuridad. El nivel de la prueba sobre los primeros elementos se intensifica y obligan a la bruja a ir más allá de lo establecido. Los exámenes se convierten en una prueba de vida o muerte, pues es preferible que la bruja iniciada muera si es incapaz de controlar su poder a que viva para beneficiar un caos que el Aquelarre y Baba Yaga no puedan controlar.

    Las pruebas adquieren su complejidad, pues el principal juez es la misma reina, Baba Yaga. Ella observa todo y mide la habilidad, así como a la mente y el corazón. De aprobar la bruja, la última en decidir si vive o muere será la soberana. Todas las brujas, sin importar su Aquelarre o estatus, han tenido que pasar por los ensayos, incluso lo hicieron sus hijas, las cuales cumplieron en su totalidad con los Siete dones y demostraron domar hasta un enigma o dos, a excepción de la más débil, Olya, quien únicamente logró uno: el fuego.

    Gélida le explicó a Chrona cómo las pruebas se llevan a cabo. En el caso de ella, tendrán que intensificar la prueba y Baba Yaga se encontraría presente. Ragnarok festejó aquello con carcajadas y burlas.

    –¡Al fin!, ¡Alguien importante que apreciará nuestro talento!

    -Ragnarok… -advirtió Chrona. - ¿Orden y Caos son la clave?

    La bruja de cabello plateado siguió. –No debes contenerte. Debes ser justa con tus habilidades, sólo tú tienes dominio de ellos, no al revés. Los olimpos jamás han tenido respeto por la oscuridad, la han sometido y la han aprisionado, tú debes liberarla con respeto y reconocimiento… No somos seres de luz, pero sabemos que a la luz le debemos la división, nosotras estamos en la línea entre ambas fuerzas…

    - ¿La luz no está en absoluto con los olimpos? –preguntó Chrona.

    -Nadie está por encima… Nadie está por debajo… Somos atravesados por las fuerzas que construyen nuestro mundo… La ilusión de ser quienes están en la cima de lo absoluto es la trampa de nuestra fragmentación… nunca hubo tal… Amamos y abrazamos la oscuridad por sobre todas las cosas… nuestro destino, nuestro corazón, nuestra mente y nuestra alma así lo claman… forma parte de quiénes somos…

    Ethan interrumpió. –Las brujas no pueden amar… eso nos los han advertido.

    Gélida miró a Ethan como si sus ojos se encendieran cual fósforos en la oscuridad. Todo estaba en sombras, el bosque no brindaba fronteras de reconocimiento entre ellos y lo demás. La bruja de mayor jerarquía le contestó al grupo… -Amor es de nuestro mundo… No reivindicamos comprensión, sino sentimiento… demandamos que nos sientan… ya sea a través del odio, del miedo o del amor… Amamos… sólo eso… odiamos… así es… comprender… los hijos de occidente condicionan para poder amar… lo hacen porque temen sentir… jajajajaja… -la risa de Gélida sonó a una cruel burla… -La mejor forma de comprender es perderse... sólo así se encuentra…

    Kami suspiró frustrada. –Esto es tan contradictorio. –El mundo de las brujas, sus discursos ambivalentes y pocos claros la comenzaban a impacientar, pero a Chrona le funcionaban, las palabras en su cabeza poco a poco dejaban de ser el centro de sus prioridades para justificar sus actos, cada vez estaba más segura de qué saber quién era y qué hacer.

    Una luz blanca comenzó a aparecer lentamente y después hizo que las esferas en sus cuellos fuesen apagándose.


    -Cuidado, Chrona. –advirtió Ragnarok, este seguía en su forma de cuervo. Cuando la muchacha se levantó para dirigirse hacia la emanación de luz pudo visualizar al último jinete, era el del amanecer.

    - ¡Chrona! –alguien la sostuvo de la mano. La pelirrosa giró y vio que había sido Black Star. La luz le permitió ver la mirada de preocupación que este le dedicaba, eso la conmovió y le sonrió con ternura para tranquilizarlo.

    -Todo está bien. –le respondió con tono dulce.

    Black Star no aflojó su amarre. La sostuvo con más fuerzas. Gélida miró de forma severa al ninja.

    -Ni se te ocurra. –le susurró fríamente, pero al guerrero no le importó.

    - Black Star. –intervino Kami con autoridad. –Es necesario que pase.

    El ninja no dejó de mirar a Chrona, hasta que la soltó, no sin antes decirle…

    -Te respaldaré… aun cuando no me llames… aquí estaré…

    Algo se le reveló a la muchacha, pero no tuvo tiempo alguno de discernirlo porque el corcel del jinete le llamó. Ella acudió al llamado, miró a Black Star para tratar de tranquilizarlo.

    El jinete del amanecer daba el aspecto de ser una nube blanca empujado por el sol. El caballo blanco brillaba como un rayo sobre cielo azul e irradiaba serenidad. Ambos eran colosales al igual que los anteriores, pero menos intimidantes. Accesorios de oro blanco les colgaban por el resto del cuerpo. El jinete, sin embargo, tampoco dejaba ver su rostro con claridad, debido a la luz que despedía; su casco y su armadura plateada proyectaban tonos en arcoíris. Chrona pudo vislumbrar símbolos en la coraza y guantes, sin descifrarlos, intuyó que eran conjuros. El jinete miró a Chrona y con la antorcha que sostenía su mano derecha le señaló el camino, la joven bruja supo que el viaje estaba por acabar.

    El día iluminó su trayecto, está vez el jinete dejó rastros de polvo brillante, muy discreto, pero que se reflejaba con la luz del amanecer. Las brujas estaban emocionadas, porque al fin verían su hogar en poco tiempo, incluso, el temperamento amargo de Gillian se había transformado por completo y toleraba las tonterías de Eruka y las Mizunes. El corazón de Kami también latía con fuerza, se sabía más cerca de su hija. Ethan se alegraba de su master, pero permanecía en alerta. Black Star parecía menos feliz que antes...

    - ¡Allí está! ¡Al fin! -Ragnarok fue el primero en ver al gran castillo de Baba Yaga. –¡Wow! ¡La imaginaba más pequeña!

    La espada-cuervo se posó en el hombro de Chrona. La joven quedó sin habla y un extraño cúmulo de sentimientos se anidó en el interior de su ser.

    Rodeada por una extensa valla de cráneos humanos, cuyas cuencas brillaban con intensidad, estaba Zhil'ye, el hogar de Baba Yaga. Todavía se encontraba ante ellos el albor que se originaba con la llegada de la aurora, como si hubiesen llegando al confín donde se enfrentaban el naciente día con la finalizada noche. Zhil'ye era esa vetusta casa señalada por las leyendas rusas, sin embargo, su tamaño era colosal, diminutas ventanas sobre sus muros le daban también el aspecto de una fortaleza indestructible; sus enormes patas de ave se admiraban estáticas y temibles, impredecibles porque se sabía que podían moverse. Kami, Ethan, Black Star (que no había visto a Zhil'ye hasta ese momento), Eruka y las hermanas Mizunes estaban con la boca abierta, tenían ante ellos a un gigante dormido y amenazante. Chrona no sabía cómo procesar sus sentimientos, porque por una parte le entraba terror y por otro una extraña ternura…

    Gélida se le acercó y… -No necesitas comprenderlo… sólo sentirlo… Este es tu lugar…

    Chrona asintió, las palabras descansaron en su corazón sin resistencia, esta vez los sentimientos no obrarían como enemigos, sino como aliados.


    Continuará…
     
    Última edición: 23 Junio 2019
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    lily avila

    lily avila Iniciado

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    Wow enserio no tengo palabras para decir lo fabuloso que es tu historia y cómo vas agregando todo el suspenso enserio me intriga pero me gusta sigue asi, enserio me encanta la historia y el trama que va llevando ;3 ♥️
     

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