La palabra, tal como uno se podría esperar, es la conjunción de “song”, canción en inglés y “fic” de ficción aunque sería entendido mejor como un fanfiction ‘musical’. Podría parecer un concepto fácil de entender y, sin embargo, no muchos comprenden en qué consisten. ¿Qué NO es propiamente un songfic? Copiar y pegar la letra de una canción y hacerle un mínimo de modificaciones La letra de una canción con algo de narración intercalada Una narración con fragmentos de una canción repartidos a lo largo de todo el escrito como si fuesen parte de la misma narrativa De hecho, estas acciones pueden corresponder a una sanción, incluso se le puede considerar plagio si se ha copiado y pegado la letra de una canción y se presenta como un escrito propio, aún si se trata de una traducción. Un songfic en realidad se asemeja más al “video musical” de la canción, cuya historia está inspirada tanto en la lírica, título o ritmo de la melodía; es decir, la historia va a ir ligada a la canción sin ser exactamente la canción. Tomemos como ejemplo práctico esta canción: Una canción que te rompe el corazón. El punto central de la letra habla de una separación que viene cuando los intereses cambian con el tiempo. ¿Cómo se oye la canción? Melódicamente triste y sentimental. ¿Cuáles son las palabras claves de la canción? Recuerdos, amaba, olvidó, momentos. Ahora, apliquemos esto a un fandom… ¿Qué tal… Steven Universe? Rose es la adoración de Perla, por ella lucharía contra el mundo entero si se trata de protegerla… ¿pero cómo se habrá sentido una vez que ella empezó a pasar más tiempo con un mortal como Greg? Seguramente desplazada y abandonada. Entonces la idea de la historia es ir narrando cómo eran los viejos tiempos que gozaban ellas dos y cómo eso fue cambiando a lo largo del tiempo, haciendo sólo énfasis en las palabras importantes que se obtuvieron de la canción, de hecho estas nos pueden servir de guía sobre qué ir narrando. En conclusión un songfic es un escenario derivado de una canción más que narrar con tus palabras una canción.
