Promised World II-Los inicios

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Lyden, 24 Abril 2014.

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    Lyden

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    Título:
    Promised World II-Los inicios
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    822
    Promised World II

    Capítulo I

    Las campanas de boda sonaban en el Promised World, los apurados asistentes iban corriendo de todas direcciones para acomodar los últimos detalles, solo faltaban los afortunados novios.

    El rubio se rascaba la nuca de espalda contra una puerta de cristal, la mujer de 26 mil años lo miraba desafiante.

    — Es de mala suerte ver a la novia antes de la boda‒ se quejó la mujer ya con unas cuantas arrugas, su cabello azul suelto, un vestido verdoso largo hasta las rodillas y tacones altos.

    —Pero… es mi esposa‒ respondió Keith‒ Nos casaremos por segunda vez

    — La última vez que se casaron, los asesinaron‒ comento la madre‒ Runo ni siquiera pudo dar el “acepto”, así que NO están casados

    — Ya, Ya‒ interrumpió Axel, el mejor amigo de Keith quien lo rodeo con el brazo derecho‒ Pronto serán familia, intenten llevarse bien

    La madre de Runo bufó y paso atreves de ellos, pero antes le susurro algo al oído de Keith

    — Más te vale que me des un nieto

    Keith rio nerviosamente, pero asintió. La madre de Runo sonrió complacida y se fue, dejando a los dos amigos nerviosos.

    — ¡Bah!‒ renegó Axel posicionando sus manos detrás de su cabeza‒ Que suerte tienes amigo, pasas de ser un pequeño soldado a un puro con un castillo y una mujer hermosa

    Keith se dirigió finalmente hacia el altar, junto con Axel, quien era su padrino de bodas.

    Del otro lado Runo se cepillaba su largo cabello mientras una chica de cabello verde la maquillaba

    — Que linda te vez Señorita Runo‒ dijo la de cabello verde y ojos ámbar pasando su dedo para quitar el exceso de maquillaje en la cara de su amiga

    — Te dije que me llamaras Runo‒ se quejó pero con un tono amable y calmado, hoy estaba feliz

    — Lo siento, lo siento‒ se disculpó amablemente, luego su rostro se entristeció un poco. Runo la miro esperando que diga lo que le sucede‒ ¿Q-quien será tu dama de honor?

    — La 3era será Marceline, la 2da Compa y la 1era…

    La chica espero pacientemente sus palabras

    — Elizabeth Amane, Tu…

    Elizabeth sonrió y la abrazo

    — ¿Dónde está mi vestido?‒ pregunto sonriente, Runo la tomo de la mano y la llevo para probarse el vestido…

    Antes de llegar al altar Keith se quedó recordando cuando él y Runo se conocieron…

    Flash Back

    En la tierra se alzaba un castillo gótico muy majestuoso, vampiros y otros entraban y salían de sus puertas realizando trabajos y pedir favores al generoso Rey; Leonardo Di Rose.

    Entre todos ellos un maestro de espada tuvo el honor de poder ir a pedirle al rey en persona un favor especial.

    — Un placer conocerlo altezas‒ dijo un hombre rubio de ojos azules penetrantes, un impuro. Arrodillándose frente a tres tronos

    — No seas tan dramático Jace‒ rio el rey bajando de su trono para darle la mano al hombre‒ hace mucho que no veía a mi mejor amigo

    Jace sonrió y le dio la mano con una sonrisa retadora, la reina se acercó y le dio un abrazo lo que Jace correspondió complacido

    — ¡Ya, ya! No te pases de los limites Di Cavalieri‒ renegó el rey apartando su amigo de su esposa, bajo la vista y se encontró con un niño no mayor de ocho años oculto detrás de la pierna de su amigo

    — ¿Quién es este jovencito?‒ pregunto Leonardo poniéndose de cuclillas frente al niño, este se asustó y volvió a su escondite

    — Él es mi hijo‒ respondió Jace tomando a su hijo de la cabeza para que lo vean bien, era un niño de cabello rubio largo atado en una coleta y ojos azules vestido con unas bermudas y una armadura que le cubría el pecho, su padre le dio una seña para que salude seguido de un empujón

    — H-hola‒ saludo el niño

    La reina sonrió y bajo a su altura‒ ¿Cuál es tu nombre jovencito?

    — K-Keith

    — Un placer Keith‒ sonrió la reina‒ Sabes tenemos una hija de más o menos tu edad

    — ¿Por qué no vas a jugar con ella?‒ pregunto Jace, Keith lo miro y tímidamente asintió

    Keith salió acompañado de la reina hacia un jardín, allí se veían 3 niños jugando con magia. Una chica de cabello verde con ojos ámbar jugando con un báculo, un chico de cabello negro y ojos grises jugando con unos cuchillos sin filo y finalmente Keith dirigió su atención a una chica que jugaba con fuego azul.

    La reina le dijo a su hija que bajara, salto de su lugar hasta llegar hasta el lugar de su madre

    — Este niño es Keith, su padre es el mejor amigo del rey

    La niña miro al chico, quien inmediato se puso nervioso y sonrojado

    — S-soy Keith…

    — ¡hola Keith! Mi nombre es Runo
    Bueno esta es la segunda temporada de "Promised World" en esta temporada se mostrara como Keith y Runo se conocieron, la verdad sobre su muerte y blah blah blah, COMENTAD!
     
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    Promised World II-Los inicios
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    447
    Capitulo II

    14 mil años

    Keith volvía exhausto de su última misión a una tierra lejana se había ido durante un mes. Su padre Jace falleció cuando él tenía 10 mil, por suerte para el Runo estuvo apoyándolo a cada momento, hasta le dijo que se mudara al castillo, a lo que el negó.

    Se desabrocho la camisa y la lanzo hacia la cama al igual que sus armas. Se colocó una toalla en los hombros y comenzó a rascarse la cabeza, el sonido del timbre lo despertó de su trance.

    Keith se levantó y abrió la puerta

    — ¡Keith!‒ grito Runo lanzándose encima del rubio. Este, al no poder soportar el peso, se calló junto con Runo

    — ¿¡P-Princesa!?‒ pregunto alarmado mirando a su amiga de la infancia

    — ¡Que alegría!‒dijo Runo abrazándolo‒ No te veía desde hace un mes y eso me preocupaba

    —Princesa…

    Runo se quitó con una expresión molesta, Keith de alguna forma sabía que la había cagado. Runo se acercó a él, casi besándolo Keith se sonrojo aún mas

    —R-u-n-o‒ pronuncio ella acortando la distancia entre ellos, pero aun así sin besarlo. Keith trago duro pero lentamente asintió

    — R-Runo…‒ susurro Keith casi besándola

    Sin aviso una mano levanto a Runo, zafándola del agarre de Keith. La cara enfadada de Axel dejo a Keith perplejo, ya que el por lo general, era alguien tranquilo

    — ¿Qué crees que haces?‒ pregunto Axel mirando a Keith

    — Suéltame Axel‒ ordenó Runo, Axel con miedo la soltó‒ yo solo quería ver a Keith

    — Si el rey se entera de que te tiraste a su hija, te mata‒ respondió Axel haciendo que Keith se sonrojara y Runo frunciera el ceño.

    — Solo lo saludaba…‒ contesto abrazando a su amigo

    — Corre Keith…

    A los pocos momentos el rey los llamo, una peligrosa misión les esperaba

    Keith sintió una mano extremadamente fría de debajo de su camisa, de un brinco callo de la silla al mismo tiempo que salía de su “Flash Back”

    — ¡Amigo!‒ grito Axel‒ ¿No entendiste lo que te digo? ¡Ya empieza la boda! ¡ES TU BODA!

    Keith asintió confundido y corrió al altar mientras se arreglaba el cabello. El padre de Runo, el rey se acercó a el

    — Mas te vale cuidar a mi hija‒ le dijo sonriente mientras fumaba un cigarrillo

    — Ella vale más que mi propia vida‒ respondió Keith mirando por donde Runo vendría

    — Más vale que me des un nieto, un príncipe

    Keith lo miro confundido ¿Runo seria reina y no le dijo nada?

    — ¿Va a ser reina?

    Antes de que el rey le contestara el piano sonó y los presentes se pusieron de pie, Keith se enderezo al ver como una de las bellas piernas de Runo se asomaba
     
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    Escritora
    Título:
    Promised World II-Los inicios
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    5
     
    Palabras:
    2032
    Capitulo III

    El corazón de Runo latía a mil por hora, tenía la mano firmemente apretada contra su pecho. Eli vio su reacción y se acercó a ella a preguntarle

    — ¿Nerviosa?

    — La última vez que nos intentamos casar nos asesinaron‒ contestó Runo mordiéndose fuertemente el labio hasta sacar sangre

    — ¡Mira eso!‒ exclamó Ely señalando la herida en su labio, Runo se apartó incomoda

    Ely se acercó y limpio su sangre con una servilleta, Runo suspiro y se volteó dispuesta a irse

    — ¡Ah! ¡No, no, no!‒ volvió a exclamar Ely asustando a su amiga‒ Ven aquí, no te puedo dejar con esa herida.

    Ely le coloco un labial rojo intenso, con sus dedos corrió el resto y sonrió orgullosa de ella misma

    — ¡Bien!‒ exclamó Ely orgullosa‒ Keith se volverá loco con esos labios tendrás los labios hinchados por un lar~go tiempo.

    Runo se sonrojo y coloco su mano donde debía estar su corazón, donde también había una cicatriz

    Recordó ese día cuando se la hizo, fue en una misión cuando eran unos niños de 16 mil años en las tierras endemoniadas del sur cuando enfrentaron a un enemigo tan poderoso que, para ser inmortales, apenas seguían con vida. El día después de que Keith y ella tuvieran una noche intima.

    15 mil años

    Ubicación: Hotel en las afueras de la ciudad capital (Después conocida como “Promised World”)

    Keith y Runo habían llegado al hotel luego de una cena en silencio, Keith miraba a Runo preocupado.

    —Runo…‒ murmuro acercándose a ella‒ ¿Qué sucede?

    La chica no respondió, provocando que Keith se acercara más. Este rodeo a Runo y la tomo de los hombros mientras se arrodillaba ante ella, tomo uno de los mechones de su cabello y comenzó a olerlo

    —Vamos…‒ volvió a insistir‒ Dime lo que te sucede, no quiero que la mujer que amo sufra

    — ¡Eso es lo que sucede!‒ exclamó Runo parándose violentamente, asustando a Keith

    — ¿Qué tiene de malo que te amé?‒ preguntó Keith‒ Tu también me amas ¿no es así?

    Runo solo miro hacia otro lado, preocupando más a Keith

    —Hoy quería que tengamos una noche solo para nosotros‒ contestó, dejando impactado a su novio/amigo/compañero o lo que sea que fueren

    Keith se acercó a ella, Runo se sentó de nuevo, Keith se arrodillo y coloco su barbilla en las piernas de la joven

    —Pero, tuve una visión…‒ dijo con lágrimas corriendo por sus ojos

    — ¿Cuál fue?‒ preguntó el caballero, pero Runo no contestaba‒ ¿Runo cual fue?

    A Keith no le gustaba ser tan serio, directo y frio con Runo, pero debía hacerlo para que ella respondiera. Lo único que logro fue que ella comenzara a llorar más, el rubio se dio cuenta de lo que había hecho y comenzó a actuar como un idiota, un idiota enamorado

    — ¡Ya, ya! Runo‒ exclamó limpiándole las lágrimas ‒Pégame pero no llores

    Le rogo tocando su mejilla, Runo continuo llorando y luego tomo la mano del rubio para luego abrazarlo

    —Vamos a morir‒ dijo en un susurro, Keith le abrazo acariciando su espalda

    —No mientras yo esté aquí‒respondió‒ ¿Recuerdas lo que me dijiste? -Mi caballero de brillante armadura-

    Runo paró de llorar, se separó de su amado y se acostó en su cama

    —Debió ser solo una pesadilla‒ dijo para sí misma, Keith subió a la cama del otro lado y beso uno de los mechones azules de su novia

    —Adoro tu aroma, amore

    Runo sonrió y atrajo hacia si a Keith por la corbata a medio atar que tenía‒Sabes… estoy pensando en casarnos

    Keith trago duro

    —Y así podremos hacer TODO lo que queramos‒ le susurró en el oído, se formó una sonrisa de oreja a oreja en la cara del rubio

    —Keith Di Rose…‒ murmuró para sí, y luego saco una sonrisa‒ Me gusta cómo suena

    Runo se quitó la ropa quedándose en menores. Keith la miro atónito

    —Es para probar tu fuerza de voluntad‒ dijo Runo acostándose en el pecho de su amado, Keith le beso la frente y ambos se quedaron dormidos

    —Runo… ¡Runo!‒ exclamó la señora chasqueando sus dedos frente a ella, la novia salió de su trance y vio que su madre la llamaba

    — ¿Q-que sucede madre?‒ preguntó nerviosa, con una sonrisa

    —Es el día de tu boda, concéntrate‒ le dijo tomándola de los hombros. Le tomo el brazo y se dirigió al altar. El sonido de la gente parándose se hizo presente al ver a la novia sonrojada. Algunos se sorprendían al ver que una joven vampiro de 21 mil años se casaba con un EX - Escorie.

    Runo no abrió sus ojos hasta subir al altar. Al abrirlos se encontró con los hermosos ojos rojos de su futuro marido mirándola fijamente.

    Su padre comenzó a recitar las palabras y, sin previo aviso, la voz de Keith resonó en su mente

    «¿Con que vas a ser reina eh?»

    Runo se tensó y luego sonrió a su Keith

    «Iba a ser una sorpresa»

    «Te ves hermosa, la mia regina»

    «Tú también, il mio amore»

    «Me contengo para no besarte antes de que tu padre no diga termine las palabras»

    —Keith Di Cavalieri Sacri, Aceptas a mi hija, en las buenas y en las malas. Hasta qué…‒El rey paró su discurso y frunció el ceño pensativo‒ Lo olvide, la muerte es para humanos

    Risas se escucharon en el salón, todos reían. Hasta la madre de Runo.

    —La aceptare, ni si quiera la muerte vendrá a quitármela. Mandare al infierno al que se atreva a tocar de mala manera a mi bella Runo, il mio bellissimo angelo

    — Y Runo, mi bella hija‒ musitó el rey volteando hacia la chica de cabello color cielo que ya estaba llorando, Runo dio un paso hacia su esposo cortando el sermón de su padre

    —Acepte, acepto y aceptare, hasta que mis días se acaben

    —Por el poder del temporal rey de Promised World los declaró Marido y mujer‒ dijo, pero antes de decir la parte que ellos apreciaban a oír el rey bloqueo el paso hacia su hija para dirigirse al rubio‒ Ten MUCHO cuidado con mi hija

    — ¡Papa!‒ exclamó Runo

    — No‒ la paro Keith interponiéndose en el reclamo de su esposa‒ Es menos incomoda esta petición que la de tu madre‒ Unas risas se escucharon, de un segundo a otro, Keith volvió a su romanticismo‒ juro cuidarte con toda mi vida, hasta la última gota de mi te pertenece

    Keith tomo a Runo de la cintura y la atrajo hacia si besándola apasionadamente, los gritos de alegría se escucharon. Runo y Keith se separaron para que el fotógrafo les tomara una foto con todos alrededor.



    — ¿Listas?‒ preguntó Runo tomando el ramo de rosas‒ Quien la atrape tendrá mi bendición permanente

    Las chicas se juntaron alrededor, para tomar el ramo. Empujándose un poco unas a otras. Runo se volteó y lanzo el ramo, el cual las chicas se apresuraron en atajar. Llego hasta las manos de Ely quien comenzó a saltar de alegría

    — Ten cuidado Alex‒ le susurró a su amigo dándole un codazo en las costillas, este se tocó el lugar golpeado y asintió levemente



    La noche se hizo presente y la fiesta continuaba, hasta el momento que Runo había estado esperando. Su coronación

    Camino de un lado a otro nerviosa limpiándose y volviéndose a maquillar, Keith miro a su esposa y se acercó a ella para abrazarla por la espalda y darle suaves besos en el cuello

    — ¿Qué te pasa amore?‒ preguntó Keith‒ ¿Nerviosa?

    — Siempre me pongo así para las cosas importantes‒ dijo‒ ¿¡Por qué no me coronan cuando volvamos de la luna de miel?

    —Tranquila, tranquila‒le repetía mientras le daba besos en la mejilla, Runo dio un gran suspiro y se dejó caer en una de las adornadas sillas que mandaron a poner especialmente para la boda.

    Keith se acercó y coloco su barbilla sobre las piernas de su esposa mientras acariciaba su mano.

    —Serás una gran reina

    — Gracias…

    Keith dio una sonrisa torcida a su novia, mientras esta le acariciaba el cabello.

    —Me encanta tu cabello…

    —Tú me encantas a mí, en especial esos labios rojizos‒recorrió el labio, sin tocarlo, de su novia. Runo respondió con una sonrisa, tomo ambos lados de su cara con sus manos y lo levanto lentamente hasta que llego a la altura del nacimiento de su pecho

    —Hoy nos vamos a divertir…‒ susurró Keith

    —Pero se tierno conmigo, no me acostumbrado a lo amargo aun

    — ¿Después de cinco años? Hasta con veintiún mil años sigues siendo la niña dura por fuera y frágil por dentro‒ Keith y Runo lanzaron una risa mientras chocaban frentes, cerraron lentamente los ojos hasta sentir las frías respiraciones del otro sobre la piel entre la nariz y el labio superior

    Las trompetas sacaron a la pareja de su “Nubecita amorosa” y dirigieron su vista hacia el balcón donde la coronación se acercaba. Runo suspiró y, a paso lento pero seguro, camino hacia las grandes figuras políticas.

    Un hombre grande, vestido de ricos ropajes color carmesí con una barba blanca bien poblada de cabellos prolijamente peinados hasta ser atados por una coleta de oro

    Este se acercó a Runo y le dio una reverencia, al subir de nuevo Runo le extendió la mano esperando ser correspondida por la robusta mano del hombre. En vez de eso, la tomo de la cara y le beso las mejillas, dejándola algo confundida.

    Otro se acercó. Era calvo, sin tomar en cuenta los cabellos a los costados de su cabeza, vestía humildemente a comparación de los demás, le dio una reverencia a Runo y ella se lo respondió con una sonrisa, este se retiró sin quitarle la vista de encima

    Se acercó el último hombre, un machista que no creía que Runo Di Rose sea una reina ejemplar. Dio una reverencia de mala gana y se alejó sin más.

    Su padre se acercó a su hija con una corona de rey, rodeó la corona con sus manos y la acercó a la cabeza de su hija

    — Runo Di Rose, diosa del Promised World y el mundo humano de veintiún mil años de edad, hija de Claudia Di Rose y mi hija recién casada. Hoy te proclamo reina de Promised World

    Termino de poner la corona en la cabeza de su hija y le dio un cetro de oro con un rubí en la copa, cuando Runo lo tomo se convirtió en una rosa de tallo de diamante con la rosa de color rojo sangre, la gente aplaudió, lanzo silbidos y gritos de alegría para celebrar a su nueva reina

    —Escoja a su caballero reina‒ le dijo el hombre con vestimenta humilde

    — ¿Caballero?

    — Es la persona que se ocupara de su protección personal

    Runo se quedó pensativa por unos momentos mientras se tocaba el labio inferior, chasqueo los dedos e hizo una seña a su esposo, quien la esperaba en la primera fila de la multitud. Este se acercó lentamente hasta subir al estrado real, los puros contuvieron el aliento.

    —Reina… ¿Usted está segura?‒ susurraron varios

    —Un Scorie…

    Keith miro hacia abajo entristecido, Runo lo tomo de la mano y empujándolo hacia ella mientras lo rodeaba con sus manos y dos grandes alas negras salían de su espalda, si el vestido no hubiera tenido la espalda desnuda se hubiera roto por completo.

    — ¡Scories, puros no me importa, No hay diferencia entre ambas clases! ¡Este es Keith Di Rose, anteriormente un Scorie convertido en puro!

    Los vampiros puros volvieron a contener el aliento, los Scories aplaudieron por la feliz pareja

    — ¿Usted dejo que este hombre… la mordiera?

    Runo asintió orgullosa ante la transformación de su esposo, abrazó con mas fuerza a Keith y luego lo soltó expandiendo sus alas, Keith se arrodillo y bajo la cabeza. Runo tomo la rosa y le dio un golpecito en la cabeza, seguido aparecieron alas en la espalda de Keith.

    Este trato de levantarse pero Runo lo volvió a poner en su posición

    —Keith Di Rose, hoy serás nombrado como caballero; Warrior of rose

    Los aplausos volvieron a escucharse, Runo beso a su esposo en los labios y este la abrazo

    — ¡Nos vamos a nuestra luna de miel!‒ exclamó el caballero mientras alzaba a su novia
     
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    Lyden

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    Promised World II-Los inicios
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Acción/Épica
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    Palabras:
    1622
    Capitulo IV

    —Estoy embarazada‒ fueron las palabras que provocaron que todos en la habitación la miraran impactada. La reina bajo la cabeza con un notable sonrojo y miraba de reojo al padre.

    Su madre se acercó elegante e impune a alguna emoción, Runo tragó saliva temiendo por su vida y la de su marido. Por un lado no podía culparla de nada, Keith y ella estaban casados pero no sería excusa, su embarazo había comenzado unos días antes de la boda.

    — ¡Seré abuela!‒ exclamó la madre abrazando fuertemente a su hija, el padre se sumó al abrazo mirando a muerte a su yerno.

    Los demás se acercaron a abrazar a la embarazada, excepto Keith. Quien se quedó sin habla con la espada en sus manos. Runo lo miro impaciente, esperando alguna reacción de su marido. Keith empuño la espada y se acercó con su cabello tapando sus ojos. Las personas se alejaron de Runo mientras su padre comenzaba a sacar una lanza de oro.

    El rubio se detuvo frente a Runo, quien contenía las lágrimas. Temiendo la falta de emoción de su esposo, Keith soltó la espada y se abalanzó sobre Runo

    — ¡Voy a ser papa!‒ exclamaba una y otra vez mientras besaba a su novia

    —El embarazo dura tres meses‒ comentó Ely, dejando calla a la pareja. Tres meses no era nada para unos vampiros inmortales.

    «Keith quiero uvas»

    «Keith, ve a comprarme un nuevo videojuego»

    «Keith, dile a los empleados que quiero una fuente de mousse de chocolate»

    «Keith, tengo calor sube el aire acondicionado y no me abraces»

    «Keith, tengo frio apaga el aire acondicionado y prende la calefacción»

    «No me toques»

    « ¿¡Porque no me haz tocado!?»

    « ¡Ya! No me toques»

    Keith pensaba que tres meses no era nada, se había equivocado. Runo tenía muchos antojos y cambios de actitud. Tuvo que dormir en el cuarto de huésped el 40% de los tres meses.

    Un día mientras él estaba patrullando en las afueras de la ciudad su amigo Alex apareció con la respiración agitada.

    — ¡Runo está dando a luz!

    Keith libero las alas de su espalda y tomo a su amigo para volar hasta el castillo.

    Al llegar corrió hacia el hospital donde logro escuchar unos gritos desgarradores de Runo, un llanto de bebe, pero luego… silencio.

    Keith se alarmó tanto que corrió dentro de la habitación, donde la sangre estaba esparcida por todo el suelo. En la cama estaba Runo con una gran herida en su estómago llorando

    —Keitho‒ susurró con un tono suave y lágrimas en sus ojos‒Te presento a Sora, nuestro hijo…

    Keith se acercó lentamente hacia la cama, Ely y la madre de Runo se alejaron para cederle sus lugares. Keith acaricio el rostro de su hijo con su mano, tenía el cabello azul de su madre, un ojo azul y el otro rojo.

    —Hola Sora…‒ dijo Keith sentándose en el borde de la cama‒ Soy Keith, tu papa…

    Él bebe pareció reaccionar, dejo de mirar a su madre y dirigió su vista a su padre. Lo miro por unos momentos y acercó una de sus manitas a su madre.

    —Crece muy rápido‒ dijo la madre de Runo‒ En años humanos ya debería tener seis meses

    — ¿Pueden dejarnos solos unos momentos?‒ preguntó Runo colocando a Sora en los brazos de Ely. Las mujeres asintieron y se fueron llevándose al bebe que aun miraba a sus padres

    — ¿Estas muy cansada?‒ preguntó Keith chocando sus frentes mientras

    —Acabo de dar a luz y perdí mucha sangre ¿tú qué crees?

    Keith sonrió y le dio un rápido beso, tomo su los botones de su camisa y los abrió dejando ver su cuello.

    —Haz trabajado mucho, deja que yo te consienta‒ dijo Keith acercándose a su esposa, ella enterró su cara en el hueco del hombro de su esposo. Acaricio delicadamente su piel con su nariz y enterró sus colmillos en su cuello, haciendo que Keith lanzara un gemido. Trago la sangre suficiente para reponerse, retiro los colmillos de su cuello y beso su herida

    — ¿Cómo será nuestro hijo cuando crezca?‒ preguntó Keith acariciando la espalda de su esposa

    — Igual de revoltoso que nosotros

    Keith sonrió y se llevó a Runo a la habitación que compartían



    Un niño de 8 mil años encapuchado corría sobre los tejados, saludando una que otra persona.

    Bajo en un callejón y se largó a correr en la calle de un barrio pobre. Miro hacia atrás verificando que nadie lo seguía. De pronto se chocó con alguien, el alzo la vista y vio a un hombre moreno con penetrantes ojos azules tapados por una capucha

    — ¡Miren que tenemos aquí!‒ exclamó el hombre levantando al chico del cuello de su buzo‒ ¡Un insecto!

    — ¡Suéltame! ¡Que me sueltes!‒ gritaba una y otra vez mientras movía violentamente las piernas

    — Vamos a ver que tenemos aquí‒ dijo quitándole la capucha, dejando ver a un niño de cabello rubio, con un mechón azul y sus ojos eran rojos

    — ¡Vaya! ¡Vaya! El príncipe Sora Di Rose‒ exclamó tirándolo al suelo y luego haciendo una reverencia exagerada‒ ¿Por qué vino el príncipe hasta aquí?

    — No es de tu incumbencia‒ respondió pasando de largo

    — ¡Dile a tu mama que está bien buena! ¡Vas a ver que cuando Lord Vernadi sea rey tu mama va a estar en el cabaret al igual que todas las prostitutas! ¡Y me la tiro TODAS las noches!

    Sora paro en seco, mordió su labio y apretó las manos hasta sacar sangre

    —Te reto a repetirlo

    — ¡Tu mama será violada por sesenta y cuatro hombres cada noche por veinte centavos cuando Lord Vernadi sea rey!

    El niño los miro con desprecio, su cabello rubio formaba sombra y uno de sus ojos rojos brillaba con gran intensidad, se acercó corriendo hacia el moreno y sus compañeros. Estos rieron y el moreno se acercó a golpearlo, pero Sora fue más rápido y le dio una patada en la pierna, uso el impulso para hacer una pirueta y darle otra patada en la mandíbula. Siguió aprovechando la situación para darle un puñetazo en la nariz

    —Mi madre me enseño eso‒lo señalo‒ Y si vuelves a decir algo sobre ella, yo mismo te encadenare al infierno

    Luego se fue dejando a la pandilla aterrada

    —Que malo eres Sora‒ susurró una voz desde una sombra

    — Sal de allí, Vaan‒ ordenó Sora. Un chico de cabello negro y ojos azules salió de la sombra

    —Hola Príncipe Sora‒ imitando al pandillero

    Sora bufó y le dio un golpe en la espalda

    — ¡Te dije que me llamaras Sora!

    — Ya, Sora‒ renegó Vaan moviendo la cabeza de un lado al otro

    Los dos niños pasaron juntos todo el resto del día corriendo por el reino, hasta que llego la noche y ambos estaban en las puertas del castillo escondidos en las sombras

    —No lo sé Sora ¿Qué pasa si nos descubren?‒ preguntó Vaan dudoso del plan de su amigo

    —No creas que fallaremos, mis padres ni se dieron cuenta de que me fui



    — ¡Sora! ¿¡Dónde demonios te metiste!?‒ gritó un hombre de 29 mil años mientras sostenía una espada afilada

    —Ya, ya amore‒ dijo una mujer de voluptuosa figura, mirada tierna y maternal y un muy lago cabello color cielo mientras abrazaba a ese hombre por la espalda y le daba unos besos en el cuello‒ Es solo un niño y tu deja de quejarte y ve a dormir

    — ¡Pero Runo!‒ gritó alzando las manos

    —Nada de “peros”‒ lo interrumpió acercándose a el‒ Hoy voy a cocinar, te quiero en cama ya ni te veo‒ dijo con un tono tierno y le dio un largo beso‒ A dormir, yo me encargare de Sora

    Keith asintió y subió las escaleras de mármol de ese grandioso castillo. Runo se quedó sonriendo

    Escucho la ventana del piso de Sora, Runo se acercó a la cocina y tomo una bandeja para luego subir por la misma escalera en la que su esposo se había ido



    — Entra ¡Vamos!‒ exclamó en voz baja mientras le tendía una mano a su amigo

    — Ya voy, ya voy‒decía cuando tomo la mano de su amigo para entrar por la ventana

    Ambos se sonrieron. Sora se alarmo al escuchar pasos provenientes del pasillo, tacones chocando delicadamente contra el suelo, su madre se acercaba.

    — ¡Mi madre!‒ exclamó empujando a Vaan dentro del baño‒ Yo te aviso cuando salgas

    Sora cerró la puerta y se acostó en la cama con su PSP para seguir con su partida

    —Toc, Toc‒ dijo Runo entrando a la habitación con la bandeja en mano

    — Hola mami‒ respondió Sora dejando de lado su PSP

    — Te traje la cena‒ comentó dejando la bandeja en el escritorio y sentándose en el borde de la cama al lado de su hijo

    — ¿Con quién te peleaste?‒ preguntó tocándole la mano algo magullada de su hijo

    Sora se quedó callado, Runo sonrió y le beso la frente para luego dirigirse a la puerta, antes de Salir tomo se sujetó del borde del marco de la puerta y miro a su hijo por detrás de su hombro

    —Buenas noches, no se queden despiertos hasta tarde

    Sora asintió y luego se quedó confuso ya que su madre utilizo el verbo plural “No se queden despiertos hasta tarde”, fue lo que ella dijo. Vaan lentamente salió del baño y se posiciono al frente de su amigo

    — Tu mama sique es bonita‒ dijo Vaan ganándose una mirada asesina de parte de Sora‒ Ya no te enojes princesita

    Sora frunció fuertemente el ceño hacia su amigo y se dirigió hacia la bandeja de comida que su madre le había traído, donde allí habían dos platos de comida

    — Mi mama da miedo‒ comentó Sora tomando un plato de comida‒ Pero cocina excelentemente bien, lo que lo compensa
     
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    Lyden

    Lyden Usuario común

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    Escritora
    Título:
    Promised World II-Los inicios
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    Género:
    Acción/Épica
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    5
     
    Palabras:
    1316
    Capítulo V

    —Vaan… despierta‒ susurró Sora poniéndose sus guantes para que su padre no vea su mano magullada

    — Cinco minutos más…‒ respondió poniéndose la almohada en la cara

    — ¡No ahora! Ya sabes cómo se pone mi papa

    — Ya voy… ya voy‒ dijoVaan frotándose los ojos

    — Te deje ropa allí‒ comentó Sora señalando con su cabeza un banco con ropa

    — Aun no entiendo cómo es que no tienes más amigos

    — Los hijos de las amistades de mi madre son todos unos presumidos

    — ¿Y las de tu padre?

    — Ninguno tiene hijos, además todos son unos pervertidos y les gusta ir a cabarets. Mi mamá lo tiene controlado para que en alguna borrachera no se pase…

    — Pero tu mamá parece una madre cariñosa, no creo que fuese capaz de hacerle daño a nadie

    — Yo nunca la eh visto verdaderamente enojada, pero según mi papa, la tía Ely y el tío Alex, cuando se pone a pelear enserio se desata el mismísimo infierno

    — Bajemos, antes de que mi papa se levante

    La puerta de abajo se escuchó pesadamente abrirse y cerrarse, Sora suspiró aliviado y con Vaan bajaron a la cocina

    — Buen día niños‒ saludó Runo mientras hacia el súper desayuno de todas las mañanas, parecía tener ojos en la espalda, por notar la presencia de los niños‒El desayuno está listo, vengan antes de que se enfrié

    Sora y Vaan se sentaron asustados esperando un castigo de parte de la reina, esta se sentó frente a ellos y se sirvió el huevo revuelto y jugo de naranja de todas las mañanas

    — ¿Cómo durmieron?‒ preguntó Runo antes de tomar un sorbo de su jugo, los niños se miraron nerviosos entre si

    — ¿B-bien…?‒ respondió Sora mientras Vaan permanecía callado, Runo clavo la mirada en su único hijo, quien estaba por salir corriendo

    — Sabes hijo…‒ bufó Runo dejando el vaso medio vacío en la mesa‒ Me gustaría que tengas más confianza en mí, soy tu madre. Tendrías que confiar en mí

    Sora se sintió como una tremenda basura, casi había echo llorar a su madre, era verdad lo que ella le decía; Tendría, TIENE que confiar en ella

    — Mamá, él es Vaan, mi mejor amigo. Vaan esta es mi madre, Runo Di Rose

    Vaan se apresuró en tenderle la mano, Runo gustosa la aceptó tomándolas con sus dos suaves manos con una tierna sonrisa

    — Buen día‒ dijo una voz bajando de las escaleras, un cabello rubio desordenado perteneciente al caballero personal de la reina; Keith Di Rose

    — Buen día, Amore‒ saludó Runo dándole un rápido beso en los labios. Keith desordenó el cabello de Sora obteniendo un quejido divertido. Runo se levantó para poner el desayuno y almuerzo de su esposo en una bolsa.

    — ¿Quién es?‒ preguntó Keith señalando con la barbilla a Vaan

    Sora sudo en frio mientras tragaba duro

    — Él es Vaan‒ interrumpió su madre para sorpresa de los dos niños‒ ¿Qué no te acuerdas? Te dije que un amigo de Sora iba a quedarse a dormir‒ Runo lo apuntó con un cuchillo para mantequilla, mientras Keith retrocedía lo más que podía‒ ¡Te lo dije anoche!

    —La verdad no…

    Al decir eso Runo le apuntó directo a la cara con un fuerte viento volando el cabello de Keith y obligándolo a cerrar los ojos

    — ¡Oh! Mira que tarde es‒ exclamó mirando el reloj‒Perdona mia bella regina tengo que irme a trabajar, el caballero personal de la reina no puede llegar tarde‒ Keith tomo la bolsa que su esposa le había preparado, le dio un rápido beso en los labios y se despidió de todos después de salir corriendo por la puerta

    A los segundos Sora y Runo estallaron a carcajadas

    — Mamá eres genial‒ decía Sora entre risas

    — Gracias hijo‒ respondió secándose las lágrimas de risa, Vaan se quedó callado, sin decir nada‒ ¿Qué pasa Vaan? ¿No te gusta el desayuno?

    Vaan rápidamente negó sonrojado, y torpemente tomo los cubiertos

    — E-es que… la verdad… N-no sé cómo comer con cubiertos‒susurró dejando a los dos vampiros puros en silencio, Sora estallo en risa

    — Sora ¡No te rías!‒ exclamó su madre amenazándolo con la mirada, Sora inmediatamente se calló y se paró derechito en su silla‒ Yo te enseñare cariño

    Runo se colocó detrás de Vaan y tomo sus manos con los de él, le ayudó a cortar y comer. Al ver que ya lo dominaba sonrió y se dispuso a terminar su desayuno al otro lado de la mesa

    — Hoy tengo el día libre‒ dijo Runo comiendo elegantemente, los ojos de Sora se llenaron de emoción y de un brillo de esperanza

    — ¿¡ENSERIO!? ¿Pasaras el día con nosotros mami?‒ preguntó Sora tomando el brazo de su madre

    — Me dieron pases para el parque de diversiones, como Keith va a estar ocupado hasta tarde podemos ir los tres…‒ respondió la reina, mientras mostraba tres pases dorados

    — Me voy a cambiar ¡Ya vuelvo!‒ gritó Sora desde las escaleras, Runo sonrió y volvió su vista hacia Vaan quien mantenía sus ojos en los boletos dorados

    — ¿Ya has ido a algún parque?‒ preguntó Runo notando un gran sonrojo en la cara de Vaan, este lentamente negó

    — No, la verdad soy huérfano

    Runo se arrepintió inmediatamente de haber preguntado, siendo una diosa debería haberlo sabido

    — L-lo lamento… no fue mi intención

    — N-no se preocupe reina‒ dijo repentinamente Vaan agitando sus manos‒ Usted no podría saber nada

    Runo dio una risita tierna a la expresión de Vaan, el cual se sonrojo al sentir la mirada de Runo sobre él. Las rápidas pisadas de Sora se escucharon desde la escalera, este bajo con una mochila

    — ¡Vamos mamá!‒ exclamó empujando a Runo afuera esta se dejó mientras Vaan los seguía a paso lento desde atrás. Se paró con la mirada fija en ellos, estaba celoso de Sora por la suerte que tenía, bajo la mirada oscurecida y solo se quedó quieto allí, sin seguirlos, pero decidido a irse

    Runo miro por encima de su hombro a Sora y luego busco a Vaan con la mirada, quien encontró a lo lejos triste. Ella paró a Sora con un gesto y se dirigió hacia Vaan, quien no notaba su cercanía. Runo colocó su frente sobre la de él, haciendo que el pequeño se sonrojara aún más

    — Estuviste rojo toda la mañana‒dijo‒ Pero no tienes fiebre ¿Te sientes bien?

    Vaan lentamente asintió, Runo le sonrió y le tomo la mano comenzando a caminar hacia Sora, usando su mano libre para tomar la de su hijo.

    — Vamos que se nos hará tarde…

    El parque era bajo techo, este era transparente que daba la sensación de estar al aire libre, había varias montañas rusas muy altas y otros juegos varios.

    Vaan lanzó un suspiro de asombro, Sora no paraba de indicarle a su madre de que quería ir de un lado a otro. Esta asentía complacida

    De esa forma pasaron el resto del día, de juego en juego. Runo caminaba torpemente por los mareos, mientras Sora y Vaan la ayudaban a caminar

    — ¿Estas bien Mami?‒ preguntó Sora mientras intentaba que su madre no se caiga

    — ¿R-reina?

    — E-e-estoy bien… niños… N-no se preocupen‒ dijo, pero apenas al terminar de hablar se dejó caer al suelo

    — Estoy mareada‒ comentó y luego miro a su hijo‒ Cariño ¿Podrías traerme una botella de agua?

    Sora asintió y comenzó a correr en dirección a un puesto de comida. Vaan volvió a tomar a la reina y la llevo hasta una banca, lentamente la ayudaba a sentarse teniendo cuidado de no levantar la larga falda abierta en el desde el muslo derecho.

    — Gracias, Vaan

    El pequeño volvió a sonrojarse, desviando la mirada tierna que la reina mantenía en el niño.

    Runo sintió un zumbido en la oreja derecha, volteó alarmada viendo como una bola de energía negra se acercaba rápidamente a ellos, lo único que alcanzó a hacer fue gritarle a Vaan que se cubriera y tomarlo mientras sus alas alcanzaban a cubrirlo a los dos.
     
    Última edición: 2 Junio 2014
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