Love is murder.

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Whatsername, 7 Noviembre 2012.

  1.  
    Whatsername

    Whatsername Procrastinadora prodigio

    Capricornio
    Miembro desde:
    11 Marzo 2012
    Mensajes:
    98
    Pluma de
    Escritor
    Título:
    Love is murder.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5340
    Hola soy Bells. Y esto es mi fic, presentado por mi :nomedigasbells: y pues, estoy muy entusiasmada por que lo lean. Tengo fics pendientes lo sé tururururururu, peor algún día los terminaré.

    Esto es como un epilogo de los personajes, narran un poco de sus vidas para que los conozcan mejor; y solo son los importantes de la historia.

    Parejas: Nejiten, Sasusaku, Naruhina, Shikatema, Suika, Gaamatsu, Inosai.
    Advertencias: Lenguaje obsceno & esta muy genial. (asddkljgldsmfd e-e)

    ~

    Yo, nunca me había imaginado que era... estar rodeada de muchas personas. No personas comunes, ni mucho menos corrientes. Si no, personas que están contigo en las buenas y en las malas. ¿Cómo podría llamar aquel grupo de estúpidos y cabezas huecas?...

    Amigos.

    Es irónico cuando yo lo escucho venir de mí, pero si es irónico ¿es verdad?...

    ~

    Todo comenzó un día. Era casi fin de verano, estábamos en el hermoso mes de Agosto, y era el mes en que los estudiantes ingresarían de nueva cuenta a sus preparatorias después de unas arduas vacaciones de verano. Yo por mi parte, me había mudado a la playa de Paradise en Estados Unidos. Después de vivir gran parte de mi vida en New York, mi madre después de la separación con mi padre decidió cambiar de vida.

    Eran aproximadamente las cuatro de la tarde, las olas se divisaban desde la ventana de la sala. Junto con el solo apunto de meterse. Era un gran giro radical, pues, yo nunca me imagine que de la ciudad al campo terminaría en una playa.

    Antes de pensar todo aquello, mi mamá rompió el silencio.

    —No puedo creer que llegáramos a estos extremos, pero es decir, no digo que la playa sea fea, es hermosa… pero…—mi madre Yoí, no paraba de hablar sobre arrepentirse o someterse.

    —No, ni yo, pero en fin fue tu decisión y yo me quedo conforme.

    Ella me miró.

    —¿Y crees que yo te creo? Eres más predecible que tu papá. Deberías dejar de aparentar tu "felicidad"—me dejó al margen con su respuesta.

    Y era cierto, no me gustaba la idea de dejar toda una vida en la ciudad para después venir a parar a una playa.

    La casa era pequeña, pero muy acogedora. Echa de madera pura, y cada cuarto con una gran ventana. La cocina era muy bonita, adornada con bambú en las paredes. Constaba de cuatro cuartos, dos ellos recamaras y los sobrantes eran estancia y lavandería. Claro, tenía baño.

    —Buen punto, pero al menos me gusta la casa —dije— Y, amm, deberías dejar de frustrarte o te saldrán canas.

    —Tenten —me nombró con ademán— Saldremos adelante, lo sé. De echo ya te e inscrito en la preparatoria Konoha. No batallaremos a este paso.

    Abrí los ojos de la sorpresa. Mi boca se quedo abierta, y no pude responder. Ella en cambio sonrió victoriosa.

    —Si, lo que escuchaste. Queda a unos metros de aquí, estoy segura que te va a encantar —sonrió.

    Entonces fue hay en donde sentía que mi mundo de caería en pedazos. Lo que más no soportaba era comenzar de nuevo; amigos, casa, estudios, gastos... la música.

    Si no mal interpreto la "buena" obra de mi mamá hacía mí, estoy completamente segura que será una mierda de .

    Mi mamá me dejo con la sorpresa pasmada en los ojos. Estaba que echaba chispas.

    Me dejo con la palabra en la boca, diciendo que iría a echar un vistazo a la pequeña ciudad. Mientras yo memorizaba la conversación que acababa de terminar. Me considero una persona muy exigente, y me gusta memorizar todo antes de actuar.

    Mi nombre es Tenten Amma. Tengo la inútil edad de 16 años, como se habrán dado cuenta mi mamá no tiene ni la menor idea de como mantenernos. En pocas palabras; somos pobres. Ingresaré a un instituto que no e ni tenido la oportunidad ni de echarle un vistazo.

    ¿Qué me gusta y que no me gusta? Yo amo la música, en toda mi vida e deseado con muchas ganas poder ser la mejor cantante del país. Poder cambiar al mundo con mi voz, y lograr hacer mucha paz alrededor del mundo... Pero soy una soñadora muy, muy imbécil.

    Mi madre me ve como una ilusionada por la vida, una niña inocente. Pero tal vez si lo soy...

    ~€~€~€~€~€~€~€~€~€~€~

    Si, yo si sé lo que es perder y también se lo que es ganar.

    También lo que es tener que cargar con todos los problemas de los demás. Y así es como pierdes el camino por recuperar otros. Pierdes, y para ganar hay que saber perder.

    Después de las vacaciones, no ocurrió nada nuevo conmigo, ni si quiera e tenido ganas de ir a la playa a despejarme. Todos los días tenía algo nuevo que contar, como mis logros. Pero al parecer a nadie le interesaba mi vida, no les gustaba escucharme así como yo los escucho a ellos.

    —¿Sabes cuanto tiempo tardé en poder componer esa nota? —el sonido de la guitarra con su voz, erizó los vellos de mi piel.

    —El tiempo que yo perdí tratando de hablar con mis padres.

    Respondí. El asintió.

    Sin embargo, había alguien que si me escuchaba en esta casa.

    —Sasori, te odio.

    Mi hermano, el estúpido.

    —Valla, las vacaciones te han vuelto amargada y fea —se burló.

    —Amargada y fea tu novia. Y pienso que es toda vía más guapa que tú.

    El soltó una carcajada llena de sarcasmo bueno, nos encontrábamos sentados en la terraza de la casa. Mirando la tarde, en el hermoso y sereno pueblo de Paradise. Adoraba ese lugar sin duda, inspirador y limpio.

    Mi casa, parecía traída de Nueva York. A comparación de otras, era un castillo. En definición gráfica claro, pero de alguna forma no me gustaba. Mis padres querían más, no se conformaban con lo que tenían y eso era embarazoso.

    —Mañana regresamos a Konoha. Que fastidioso y tedioso te la vas a pasar —me dijo él.

    —Oye, oye —dije— Acaso dices eso para qué no ingrese, o simplemente quieres mortificarme.

    —Pues… digamos que las dos cosas son algo perfectas para no verte en la escuela todos los días. No, me quedo con la segunda.

    Rodeé los ojos.

    —No te preocupes, eres de primer año y novata los maestros te orientaran.

    Sin embargo, eso no logró quitarme el nerviosismo.

    —Pareciera que quisieras ayudarme a no entrar a la prepa esa. Eres un estúpido —respondí con suficiente aire en las palabras.

    Cuando platicaba con él, me sentía segura de mis palabras. El me corregía y a su “manera” trataba de ayudarme. Lo cual me molestaba por que le daba muchas vueltas al asunto, pero es la única bendita persona que me escucha en casa.

    Ingresaría a la preparatoria Konoha, después de graduarme de secundaría. Mi nombre es Sakura. Mi edad era de 16 años, y no me quejo después de todo me va bien. Mi hermano Sasori, tiene 18 años ya es un viejo y sigue con novia.

    —Estoy mintiendo, me gustaría verte cargando libros en la prepa, sería sexy. Y… también me gustaría que entraras a las clases de música.

    ¿Esta loco? No soy tan buena como él, en varias cosas.

    —Creo que las vacaciones te han vuelto chiflado y pervertido, no entraré —solté con una carcajada.

    Y con la vergüenza en la boca, se puso rojo y desvío su mirada al horizonte fingiendo no escuchar mis comentarios.

    —En la banda, soy el típico chiflado y pervertido —lo escuché decir.

    —¿Y… que con eso?

    Él solo sonrió con orgullo.

    —Solo me ven así, y me gusta ser su mortificación. Nunca… e escuchado decir que soy un mal amigo, o algo por el estilo, entiendes.

    Su voz de repente sonó algo agradable, como dándome a entender que se sentía triste por dentro. Sabía como contralarlo.

    —Tu banda me causa nauseas. Y no me gustaría escuchar lo demás.

    —No sé por que te estoy diciendo esto —Sonrió con ironía.

    Hice una mueca de arrepentimiento y todo se quedo en silencio.

    —Akatsuki. Sin ellos, mi vida sería una mierda —musitó.

    No entendía que era formar parte de lo que forma él. No sé de qué se queja, cuando yo los miro tocar en el garaje de mi casa, lo veo feliz con sus amigos. ¿Qué se siente ser escuchado por una multitud de personas?

    —Entraré a música.

    Salió de mi boca, y así como salió entro por los oídos de mi hermano.

    —En… ¿enserio? —asentí.

    Esperaba un “porque”, pero el sonrió en silencio. Y de tan solo pensar que solo lo hago por el y ni tengo idea de por que lo estoy haciendo… tal vez quiero ser como él y sentirme querida. Y tener mis caprichos debes en cuando como él.

    —Eres mejor que yo, y lo sabes Sakura.

    Me dio ánimos y se fue.

    Somos una familia, llena de tensión en donde todo se arregla con dinero. Que absurdo. Mi familia no me escucha, solo ellos pueden ser escuchados. Siempre he pensado que la sociedad es una mierda; nunca le importaras, nunca querrán saber nada de ti. Pero eso si, te critican y eso les encanta.

    Es como un vampiro alimentándose de sangre, sin impórtale su carnada, si es hombre o mujer, niño o adulto…

    Es por eso que me gusta vivir al solitario. Suficiente tengo con hacer vivir mi voz.

    No estoy tan sola después de todo, mi voz me acompaña a donde voy. No me considero buena para este instrumento pero me… gusta cantar, mucho.

    Le canto a la soledad.

    ~€~€~€~€~€~€~€~€~€~€~

    Y a sí como el gritaba yo parpadeaba en solo milésimas de segundos. Alzaba las manos a los lados, queriendo golpear a todo el que se le atravesara en frente suyo. A veces mi padre me causa miedo, hablaba solo o… con la televisión.

    Es mi juguete favorito sin duda, y me gusta verlo hacer esas cosas raras cuando se enoja… con la televisión.

    En mis oídos se penetraban todos los sonidos haciéndome apretar los ojos. Y aquí venía el conteo… 1, 2… 3.

    —¡GOL!...¡Gooool, gol, goool, gol! —era tan problemático vivir con él.

    Comer con él, alzar con él, trabajar con él, y a veces convivir con él en ratos libres. No me gustaba seguir sus rutinas, eran aburridas y tediosas. O tal vez todo lo que él hace no me parece bien, me molesta hasta querer dormir y no despertar.

    —Tsk, no de nuevo —bufé molesto cubriendo mi cara con mis brazos. Dejé caer mi cabeza en la barra de bebidas.

    Nos encontramos en el bar en donde trabaja mi padre, acompañado de sus dos amigos; Inoichi y Azuma, mi tutor.

    —¡Come mierda Arsenal! —gritó con euforia mi papá.

    —¡Eso no!, fue falta del arquero. Salió de su campo y golpeó en la cara a Messi.

    Se trató de excusar mi tutor.

    Y así era todos los días que veían esos partidos, era problemático. El lugar era al aire libre, solo era un pequeño bar de bebidas a mar abierto. En frente estaban las amarillentas arenas de la playa y con ellas las olas del mar aterrizando en ellas.

    Pro-ble-má-ti-co.

    Mi nombre es Shikamaru Nara. 16 años. Nacido en Paradise.

    No soy muy conocido por esta zona, pero yo soy el que mejor conoce la zona. Que irónico ¿no?

    —Shikamaru —escuché decir mi nombre, y ese era mi padre— Vete a casa a dormir, mañana tienes clases.

    Tardé unos minutos en reaccionar.

    —Tienes razón… ¿no necesitas ayuda con otra cosa? —pregunté de mala gana.

    —Si, lárgate a dormir con eso ayudaras a tu padre.

    Chasqueé la lengua y me levante de golpe, haciendo girar la silla. Escuche decir a mi padre “hasta mañana” y yo respondí alzando mi brazo izquierdo.

    Escuché decir a mi padre que teníamos vecinos nuevos. Que problemático. Siempre que pasa eso, la tranquilidad del pueblo se alborota. Recuerdo aún cuando solo eran 3 casas las que estaban a las orillas de la playa. Se fue poblando conforme fueron creciendo las familias o mudanzas… Y llego a lo que es Paradise.

    Llegué a la puerta de mi casa. Golpeé levemente la puerta dos veces.

    —Mamá, soy yo.

    Adentro se escuchaba otra voz femenina. Genial, mujeres. Ellas y sus conversaciones de horas y horas, es por eso que a mi padre no le gusta tener teléfono en casa. Estaríamos en banca rota.

    No sé por que coño tocaba la puerta, si era mi casa. Al entrar desvíe mi mirada a la sala y ahí estaban las dos mujeres.

    —Shikamaru, que sorpresa pensé que vendrías junto con tu padre —alardeó mi mamá.

    —Tu siempre estas pensando y ni eso te sirve como excusa.

    La visita soltó una carcajada. Era una mujer que aparentaba 30 años, cabello castaño y ojos claros. Más joven que mi mamá.

    —Como sea hijo —dijo— Saluda, ella es Yoí la nueva vecina de la que nos habló tu padre.

    Hice una mueca de curiosidad y me acerqué.

    —Hola —musité sin ganas.

    Mi mamá se golpeó levemente en la frente con la mano. ¿Qué esperaba? Que le besara la mano y que le diera uno de esos discursos ¿acaso era eso? Yo no era muy afán de saludar solo por que sí. Aunque fuera por cortesía. No, no, no era lo mío.

    —Mucho gusto, joven.

    Respondió. Y como si fuera obra de dios mi mamá me hizo seña de que me retirara, sin dudar alcé los hombros y caminé.

    Me fui a mi recamara, en el segundo piso.

    Me tumbé en la cama, pensando en el mañana. Ingresaría a primer año, en el instituto Konoha… habrá muchos juguetes divertidos. Conocer a los profesores será un reto, seguirles el paso. Lo mío es la psicología inversa. Como todos la conocen, y no la saben usar.

    Vi el reloj, marcaba las siete. Mi familia y yo estamos a acostumbrados a dormir temprano, tradición problemática.

    Aunque pensándolo bien, a mi se me da mucho el dormir en la mañana, tarde y noche. Viceversa. El hecho de que este pensando en esto es el hecho por lo cual no me gusta ir a la escuela.

    Dormir.

    —Tengo que… tranquilizarme.

    Estaba algo presionado. Realmente, aunque suene muy estúpido, me costaba trabajo contralar los nervios de ir al instituto. No sé, era una sensación de “nueva vida” y eso me asusta.

    Empezarían las relaciones amistosas, por supuesto. Pero claro, no hay amigos en la sociedad. Es una mierda.

    Una de las cosas que más odio es; mi vida.

    Mi madre me ama, mi padre también. Tengo un tutor, que fuma pero hace lo posible por sacarme adelante. Trabajo, y gano bien. Surfeo. Fumo, me dejan hacerlo y es una barbaridad. Me dan lo que necesito, me apoyan en todo… pero,

    ¿Por qué la odio?

    Incógnita.


    ~€~€~€~€~€~€~€~€~€~€~

    A veces, no sabía si reír o simplemente no decir nada. Era algo muy triste, ver como las oportunidades se iban de tus manos. En este caso no sabía si, reír o quedarme callado.

    Tienes que superarte a ti mismo, pero con esos pensamientos, tuyos, no lograras nada —esas palabras, eran crudas de un padre.

    I-Itachi lo a logrado, padre. Tiene una banda y él…

    El me miro fugaz, e hizo una mueca de fastidio.

    Tu y él nunca serán iguales —bajé la mirada— tú no llevas sangre Uchiha, no mereces. En cambio....

    ¡No quiero oírlo! de cualquier… forma, yo no quiero seguir escuchándote.

    Llevé mis manos a la cabeza. Era frustrante, él siempre era mejor que yo en todo. Todo lo hacía mejor que yo, e incluso el cariño de mi padre lo… tenía él.

    Entonces, lárgate. Nunca serás como él, Sasuke.



    No sé que fue lo que pasó, cuando abrí los ojos… estaba empapado de agua por todas partes. No sé si quise ir baño mientras dormía o no sé que coño paso. Pero eso no era todo, estaba tirado en la arena.

    —¿Qué… paso?

    Estaba apunto de anochecer, tal vez me quedé dormido después de surfear un buen rato. Con mi mirada busqué mi tabla de surf pero era inútil, me sentía muerto del cansancio.

    Razoné las cosas, y mientras dormí “otra vez” el mismo sueño volvía a mi mente. ¿Cuántas pendientes con mi padre? Después de su muerte, me atormento recordando sus palabras dos días antes de que se fuera. ¿Qué significaba? No tenía sentido soñar lo mismo, y no cambiar de escena.

    —Hey, Sasuke.

    Arqueé una ceja, confundido me giré de espaldas para ver quién era.

    —Hola Naruto.

    —Je, ¿otra vez te echaron de casa? —se burló.

    Sin embargo, si quería compañía durante el día el estaba disponible para mi. Y no, no me refiero a lo que ustedes piensan. Simplemente, estoy hablando de mi estúpido, inútil e idiota mejor amigo; Naruto.

    —No jodas, me quedé dormido mientras surfeaba —bufé.

    —De nuevo, genial —alardeó, hice una mueca— Mañana entraremos a clases, ¿no es genial?

    Y cuando se refería a genial, ¿a que coño se refería?

    —¿Qué de genial tiene la escuela? —le pregunté con sorna.

    Él lo medito por unos segundos.

    —No más deberes, compras, deberes, regaños… deberes.

    —Que a ti te pase eso, no significa que pase por lo mismo dobe —puntualicé.

    Soltó una risa por lo bajo.

    Hablando con él, era como hablar con un idiota. O tal vez si era un idiota. Pero de esos que nunca te abandonan.

    —Mañana empezaré con ir a buscar talleres —sonrió arrogante— Es urgente que empiece con clases extras, si no quiero tronar el semestre.

    Él punto es que, es un cabeza hueca. Desde primaria a tenido detestables problemas con cualquier materia, hasta el momento. No lo ayudo, por que él nunca me lo pide. No es arrogante ni orgulloso, que va; soy yo.

    —No hemos entrado clases, y te echas la soga al cuello.

    —No es eso, no quiero defraudar a mi mamá, ya sabes teme.

    Era cierto, no sé que métodos tomaba la mamá de Naruto para no matarlo semestre tras semestre.

    —Hmp, taller de música es una buena opción —agregué.

    Se sobó la barbilla son la mano.

    —Mi primo me ha contado… todo lo que se hace en esa clase.

    —Y ¿qué con eso, dobe? —pregunté.

    —No creo poder soportar las clases, son pesadas. Según él claro —argumentó— el que debería animarse eres tú.

    Realmente, era bueno con la guitarra. Naruto tenía buena voz. Éramos dos aficionados por la música, y va enserio. A mí me impusieron a tocarla desde los cuatro años, empecé con una de juguete. Me gustó, y a los seis me compraron una real.

    ¿Qué paso?

    Me quedé solo, con mi hermano… mi hermano, con su “genial” voz. Mis padres fallecieron, y debido a ello toda la gente espera todo de mí. No sabía cantar, no era muy bueno en la escuela, y tenía mis defectos.

    Entonces…

    —No lo sé Naruto, en este momento mi mente esta pasando por cosas más importantes.

    —¿Y tu talento para la guitarra no es importante? No jodas teme —chasqueó la lengua.

    —No seas imbécil dobe —recalqué— No quiero meterme en esas cosas… por el momento.

    Traté de sonar claro, para no causar intervinientes en la conversación, ya que, Naruto era demasiado terco con esas cosas, y era muy tedioso tener que soportar sus caprichos.

    —Es por Itachi, ¿verdad? No mientas teme —sin darme cuenta, me tomó por sorpresa.

    —que… ¿qué te hace pensar eso?

    El silencio que provocó, me indicó que no quería hablar del tema. Y estaba en lo correcto.

    —Por favor, lo sé tanto como tú —dijo— deberías dejarte de niñerías y olvidar a tu hermano. Si no dejas de pensar en él, créeme que no llegaras lejos con esos pensamientos.

    Y como si fuera obra del destino, esas palabras regresaron de mis sueños para meterse en las palabras de Naruto, desde ese entonces supe que es lo que tenía que hacer, sabía que es lo que tenía que pasar y como… después de todo mi padre seguía vivo, en todos lados.

    —Hmp, lo pensaré, pero por ahora iré a dormir.

    Cuando terminé la frase, la sonrisa del dobe se extendió por todo su rostro.

    —Hasta mañana, bello durmiente —se alejó trotando.

    Lo miré irse, en dirección al centro de la ciudad.

    Era un buen amigo, no me quejo. Admito que hemos tenido nuestras absurdas peleas; pero de todas formas nos seguimos dirigiendo la palabra como toda la vida lo hemos hecho. Era genial compartir la vida, pero también la vida tenía sus defectos, claro, al hacerlo.

    Un ejemplo claro y firme sería; Itachi. Comparto todo con él, casa, música, baño, dinero, auto, apellido, música, baño, palabras, baño, discusiones, música y baño. Muchas cosas, y ese es el defecto. Pero él, tiene “el don de mando y su “gran” habilidad para hacer las cosas”.

    Palabras sabías de mi padre.

    Soy Sasuke Uchiha. Tengo 17 y son esos los años que llevo viviendo aquí, en Paradise con mi hermano. Nací aquí, y me agrada.

    No me gusta la gente adinerada, son unos molestos que solo piensan en su beneficio. Ególatras. Para ser exactos sobre todo esto; cadesemos de recursos económicos.

    Trabajo en un restaurante de comida rápida, llamado The Wendy’s. Soy cajero. Mi hermano es el gerente del sitio, y eso me tiene jodido. Pero uso la psicología inversa para salirme de sus estupideces. Con las ganancias pagamos renta, luz, agua, gas y lo económico. De todo lo que sobra compramos la comida, y después nos queda una mierda de dinero.

    Enserio, desearía que mis padres estuvieran aquí.

    Al llegar a la puerta de mi casa, empuje la puerta. Entré sin preocupaciones y subí las escaleras.

    Itachi ya debería estar dormido para mañana. Era muy puntal en clases. Entré a mi habitación y lo primero que vi fue el poster que me había obsequiado Naruto. Estaba pegado en la pared, arriba de mi cama. Era de Drop Dead, una banda de heardcore, algo buena.

    Naruto, el era un chico de 17 años al igual que yo. Era muy hiperactivo, le gusta terquear las cosas.

    Lo conozco desde niño, para ser exactos desde bebes. Recién nacidos, cagados, cositas, como lo quieran llamar. Compartimos todo, y eso si me agradaba, más nunca lo he dicho. O tal vez lo he pensado. Lo estoy haciendo.

    Es muy escandaloso, ha diferencia mía yo soy muy serio. No es que sea aburrido pero, hay momentos. Él es muy desastroso, y yo… no les voy a decir que no por que a veces llegan las ocasiones. Él es muy decidido, y yo tengo que pensar las cosas dos veces. Él es… romántico y yo no le veo el chiste.

    Pero hay algo en lo que coincidimos… la música. Es el lazo que más nos une y me alegro, hacemos dueto, pero no me gusta por que Naruto es muy flojo para hacer bien las cosas.

    La única persona ordenada que conozco es… Itachi.

    El siempre será el “Mister perfección” y realmente, ya me acostumbre no me queda de otra. De nada me sirve pelear con él, no me llevara a ninguna parte.

    En cambio yo, soy algo desordenado y “rebelde” en ciertos aspectos. En la secundaria era considerado como “el galán popular” cosa que yo no lo veía interesante. Y nunca lo haré. Pero me repudia que todos esperaran todo de mi, sin conocerme aún. Tengo muchos defectos. Las chicas, por ejemplo son un fastidio, piensan que uno lo sabe y lo hace todo, cuando yo soy el que aprendo de los demás.

    Simplemente, soy alguien normal. Soy Sasuke.

    ~€~€~€~€~€~€~€~€~€~€~

    Bueno, estos personajes que acabo de narrar, (incluyendo a Naruto) Son los que influenciaran más en el fic. También Neji, pero será más adelante.

    Como se habrán dado cuenta, la inspiración de este fic es de música. Ya saben, fics de música frikis en donde todos cantan, okay no. Pero si, es algo así.

    Espero que les haya gustado, espero críticas, consejos, tomatasos, huevos, sexo, sexo y más sexo.

    Bye. :B
     
    • Me gusta Me gusta x 3
  2.  
    Stitch

    Stitch Voy sonriendo por ahí

    Acuario
    Miembro desde:
    12 Enero 2012
    Mensajes:
    209
    Pluma de
    Escritora
    ¡Genial! Sí, otro Fic tuyo ^^ Aunque todavía espero al continuación de los otros, ¿falta mucho para eso?
    Oh, mientras tanto me concentro en comentarte sobre este. La historia me resulta muy prometedora; me gusta como narras, creo que ya te lo he dicho pero no está demás decirlo de nuevo. Se ve que le asignaste a cada personaje una historia bastante peculiar y por el momento me agrada lo que estás haciendo con ellos.
    Se ve que el tema de las situaciones personales, familiares, económicas y sociales va a estar muy dividido pero...parece que todos tienen ese increíble gusto por la música (¡Y cómo no les va a gustar si es algo estupendo!). Ese es otro motivo por el cual voy a estar atenta a la historia, la música es una de las mejores cosas que tiene la vida y te puede llevar a conocer gente o hacer cosas que capaz que uno no espera de uno mismo. Va, eso opino yo.
    Problemas de y con la sociedad, lo noté mucho y creo que es bueno que te metas a escribir de eso; es algo de lo que últimamente se habla mucho (aunque todos sabemos que es más que antiguo) y son cosas con las que no nos cuesta identificarnos aunque sea en algo mínimo.
    Con respecto a los errores, sólo noté que pusiste (creo que fue uno solito) tildes en donde no iba, pero nada más. Así que...eso, sólo relee lo que escribas antes de subirlo y nada, trae el primer capítulo pronto ^^
    Las dos oraciones finales me encantaron; esto:
    Aaah, todo un lindo el Uchiha.
    Bueno, eso.
    Espero que me avises cuando tengas lo que sigue. Se ve que la historia va a tomar un rumbo bastante interesante.
    ¡Cuídate!
    Nos leemos ~
     
    • Me gusta Me gusta x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso