Verano e Invierno

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Borealis Spiral, 20 Marzo 2013.

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    Unimar

    Unimar Un alma sana reside en un cuerpo sano y mente sana

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    Bore-chan, mil disculpas por mi ausencia. Nunca me olvidé de pasar ppor tu excelente historia. Este capítulo estuvo.... genial. Todo me ha gustado de él.

    Lo sabía, lo sabía Jake no es tan malo y frío como aparentaba serlo. Chispas, creí que por fin se llevaría ese momento entre Sam y él pero siempre el miedo y los nervios nos traicionan en el mejor moemnto. Pobre Sam, y también pobre Jake. Pero que ansias mujer, que ansias me da esta muchacha tan encantadora. Quedarse muda ante ese gesto de total interes por parte de él.

    Y que puedo decir del altercado que hubo entre Sassha y Clark, bastante cómico a mi punto de vista. Espero ya no retrasarm en leer esta historia tan genial.

    Con gusto espero impaciente el siguiente capítulo.

    Enhorabuena.
     
  2.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Verano e Invierno
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
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    47
     
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    @Milmel ¡Gracias por tu comentario! Sí, se destuye el cerebro para asimilarlo, pero es que él es testarudo hasta la raíz del cabello. ¿Qué vamos a hacerle? Uy, así, fuertes dosis de la medicina no suena mal xD Gracias por seguir leyendo.
    @Shassel No te preocupes, que sé que cuando puedes, lees que yo cuando puedo escribo xP ¡Gracias por tu comentario! Ah, lo del pasado de él es triste, pero se pondrá más :) Hm, Clark y Sasha me recuerdan a mi mamá y hermano con tantas peleas xD Y Brian... bueno, en tanto no se acerque a Sam no es tan desagradable, ¿o sí? c: Gracias por seguir leyendo.
    @Marina Jajaja, ¿sabes algo? La relación de Sam y Jake no es tan normal xD Yo también espero que no tarde... ¿Y se queja porque Sam es la lenta? ¬¬ Lo sé, Sasha es posesiva... bastante posesiva... Hm... Gracias por comentar :D
    @Unimar No te precupes, cuando puedes leer, puedes ^^ ¡Gracias por tomarte el tiempo de comentar también! Correcto, Jake es un ser humano, no una máquina, por lo que tiene sientimientos y sí, los nervios y el temor nos traicionan ._. Pero debe continuar, así que ¡gracias por seguir leyendo!

    Y así, después de desaparecer un rato, regreso con continuación la que cuesta. Esta historia me exprime el cerebro :S ¡Gracias a todos los que leen, a ustedes! ¡Disfruten!

    16

    Sam y Clark subieron al camión en el que acomodaron sus pertenencias. Como era de esperarse, adentro había un escándalo debido a las pláticas de los pasajeros, quienes también se tomaban la libertad de andar de aquí para allá por el pasillo, ocasionando una incontrolable obstrucción del tráfico de gente. Sam alzó la vista por entre aquellos que estaban de pie, intentando enfocar el objeto de su anhelo. Lo ubicó en la fila de al fondo, sentado a un lado de la ventana, observando el exterior como era su hábito. La chica sonrió con alegría y estuvo dispuesta a caminar hacia él, pero cuando la persona que estaba ante ella se sentó, dándole oportunidad de detallar mejor frente a sí, pudo distinguir a Mark sentado al lado del joven marionetista y un desánimo enorme la golpeó; adiós a sus deseos y esfuerzos por estar con él.

    —¿Qué pasa, Sam? —Clark miró hacia donde ella clavaba su visión con triste insistencia—. Oh, parece que Mark se nos adelantó. No hay problema, yo me encargo de él. ¡Mark! ¡Mark! Ven aquí un momento, hijo.

    El niño escuchó que lo llamaban y cuando descubrió a Clark, se acercó a él sin dudarlo. En su lugar, Jake dejó de mirar a través de la ventana y posó su atención en Clark, Sam y Mark, habiendo llegado el niño ya con los mayores, en tanto el hombre se acuclillaba ante él. Sus ojos verdes vieron que su homólogo le susurraba algo en el oído con una sonrisilla que le infundió la más mínima confianza. Luego detalló que Mark miró un momento a Sam, quien lucía confundida y luego lo miraba a él, sonriendo de la misma sospechosa manera que el adulto, antes de asentir; después, el pequeño se abrió paso entre ambos y desapareció de su campo de visión. Clark le guiñó el ojo a Sam, provocando que se ruborizara y luego siguió a Mark. Ahora notó que la pelirroja se le acercaba a paso calmado mirando el asiento vacío a un lado de él y que una vez fue de Mark, por lo que todo pareció encajar en la mente de Jake. Complot. La palabra taladró su cabeza reiteradas veces y suspirando volviendo su vista hacia afuera.

    —Hola —lo saludó Sam cuando estuvo cerca y con una sonrisa tímida, sentándose.

    Jake no contestó y tan sólo la miró de soslayo. Se preguntó si ella estaba al tanto del plan de Clark o si por el contrario, al igual que él, era una víctima más de la situación. La miró un poco más directamente y que ella sonriera más abiertamente que de costumbre, además de que apartara sus ojos de sobre él, le indicó que quizás sí sabía del complot. Jake advirtió que ella se movía inquieta en su asiento mientras se tomaba la larga coleta de cabello, la colocaba sobre su hombro izquierdo, dejando al descubierto el lado derecho de su cuello, por el que escurría sudor y que se abanicaba con la mano. El par de días anteriores había estado haciendo un calor imposible y sofocante, por lo que era un martirio tener que hacer cualquier cosa en esas condiciones. Sam sintió que Jake la observaba con persistencia y sonrojándose mayormente, dejó de moverse tanto; tal vez estaba molestándolo.

    —Lo siento. Hace mucho calor, ¿no? — intentó hablar con naturalidad jugando nerviosamente con su cabello estrujándolo con sus manos.

    Jake observó a sus demás compañeros, quienes empezaban a tomar su lugar correspondiente porque estaban a punto de partir. Él nunca había sido una persona a la que el calor le afectara mucho; era incluso raro que sudara demasiado. Nuevamente dirigió su atención a Sam unos segundos antes de devolverla a la calle y abrir la ventana para que la brisa del día entrara, y aunque también era caliente, por lo menos hubo ventilación.

    —Gracias —susurró Sam sin importarle si Jake lo hizo por ella o no, ni que le dijera nada.

    Los camiones comenzaron a moverse para andar por las calles de la ciudad hasta que salieron de la misma. A pesar de que era su deseo haberse sentado junto a Jake, Sam realmente no tenía ni la remota idea de cómo conversar con él. La última vez había sido un tanto incómoda y la primera vez cometió un error que no quería volver a repetir. Aunque no le resultaba problema escribirle de lo que fuera, hablar con él en persona todavía le constituía un reto, pues no sabía cómo abordarlo sin tocar temas delicados. Era como si preguntar lo que fuera estuviera prohibido entre ambos; era una relación difícil, muy difícil. Miró a Jake, quien parecía bastante tranquilo; luego reparó en el exterior al igual que él, esperando que de esa manera pudiera serenarse.

    Jake, mientras tanto, continuaba aparentemente atento a la vista que pasaba ante sus ojos, pero en realidad su interior nadaba en un mar de desconcierto que luchaba por no desvelar. ¿No pasaría el ridículo si alguien se enterara de sus infantiles esfuerzos por no rozar su piel con la de Sam en ningún momento? Quería decir, parecía un bicho raro intentando fusionarse estrictamente hablando con el camión al pegarse tanto a él. Lo que era más, la transpiración que en aquel momento bajaba por su rostro y espalda de forma exigua pero notable, era otra cosa inaudita. El día más caluroso del verano no provocaba en él ni una gota de sudor, pero una ingenua y en muchos sentidos torpe chica, sí que lo hacía. Para reírse, ¿no?

    —¡Ah!

    El repentino grito de alegría de Sam lo sobresaltó, así que no pudo reprimir brincar en su sitio, sorprendido y asustado. Apenas iba a girarse a encararla y reprocharle con la mirada su acción, cuando vio que ella se inclinaba sobre él para lograr colocar sus manos en el borde de la ventana y casi sacar la cabeza por la misma, con un mohín de fascinación que no pudo esconder.

    "¿Pero qué...?", La interrogante mental de Jake fue interrumpida por la voz jubilosa de ella.

    —¡Pinos! ¡Son pinos!

    El joven frunció el ceño ligeramente confundido, para luego girar su cabeza y observar hacia donde Sam se concentraba con tanta maravilla. Un bosque se extendía kilómetros a la redonda y parecía ser que pasaban por una zona en la que los pinos abundaban, pues eran los más visibles por el momento. Jake ahora miró el rostro de Sam, al que una gran sonrisa lo adornaba y sus ojos cafés brillaban con intensidad, iluminando cada uno de sus rasgos de una manera que nunca antes había percibido, pero otra vez no supo el porqué de dicho cambio tan significante. Y es que en la mente de Sam, recuerdos de Matt y del pino se presentaban uno por uno. No había visto tantos pinos reunidos en un mismo sitio en mucho tiempo, por lo que no podía evitar emocionarse, eran objetos especiales para ella, así que cada que veía uno la llenaba de nostalgia y dicha; la hacían recordar por qué estaba allí y cómo lo había logrado. Apreciarlos en su verde esplendor junto con otros árboles frondosos era maravilloso, único. Rememoró su bosque en su pueblo natal y sonrió melancólica; lo echaba tanto de menos.

    —Oye.

    La voz cerca de ella, muy cerca, prácticamente en su oído, la hizo despertar de su ensoñación, así que viró su cabeza noventa grados un poco confundida, encontrándose de lleno con el rostro de Jake a escasos centímetros de distancia del suyo. Los dos abrieron los ojos sorprendidos en tanto un rubor que él no pudo ocultar y que a ella le incrementó el anterior, se apoderaba de sus teces, al tiempo que el sudor emanaba mayormente en ambos, sentían en su estómago las famosas mariposas revoloteando sin aprisionamiento, libres, y una ligera corriente eléctrica los sacudía.

    —L-lo-lo siento mucho —se disculpó Sam volviendo a su asiento por demás avergonzada y turbada. ¡Pero qué imprudente se había vuelto!

    Jake se limitó a apoyarse más en el camión intentando recordar cómo respirar porque de pronto el aliento le faltó, y también procurando aminorar la taquicardia que presentaba en esos instantes. ¡Cielos! Insistía en que esa mujer iba a matarlo; quizás ese era el propósito de querer estar siempre a su lado, acabar con él. Lo que fuera, había comprobado que la pelirroja era letalmente peligrosa. Incapaz de detenerse, Jake la miró de reojo y descubrió que continuaba azorada manteniendo la vista en sus propias manos, las que se hallaban entrelazadas sobre el morral que descansaba en su regazo. Se mantenía un poco encogida de hombros, notablemente abochornada y con la expresión de una pequeña niña que acababa de ser atrapada in fraganti, pero que con toda la inocencia del mundo se mostraba arrepentida. Tuvo que apartar su vista de ella una vez más porque otra corriente eléctrica subió por su espina dorsal, estremeciéndolo; sin duda, era sumamente peligrosa. Minutos de incómodo silencio los acompañó hasta que Sam se forzó a sí misma y lo rompió.

    —E-en verdad lo lamento; n-no medí mis actos. Me encantan los pinos, así que podría decirse que perdí la razón por un momento. Son mis árboles favoritos.

    —Bien por ti —dijo Jake con sequedad encontrando el tema muy poco convincente como para seguirlo.

    Sam sonrió un poco y él no supo decir si supo que intentaba terminar la plática o no; que tratara de continuarla le dijo que lo más seguro era que no; eso o no le importaba.

    —¿Tienes algún árbol favorito? —indagó ella, curiosa.

    —¿Debería? —replicó él con hosquedad.

    —No —Sam se mostró comprensiva, recordando—. Yo antes tampoco tenía uno.

    Quedaron en silencio una vez más hasta que fue el turno de Jake hablar lacónicamente, respondiendo la pregunta de Sam, asombrándola.

    —El roble, supongo.

    —¿El roble? —La bailarina parpadeó varias veces y él tan sólo asintió, por lo que sonrió feliz—. Ya veo. ¿Por qué?

    —¿Por qué? —Jake la miró extrañado e irritado. ¿Qué pasaba con esa chica que hacía interrogantes tan raras?—. ¿Tendría que haber una razón?

    —No —Ella negó divertida y Jake enarcó una ceja. ¿Entonces para qué preguntaba si podía no haber respuesta?—. No es necesaria una razón, pero no es bueno limitarse tanto; es algo que me enseñaron.

    Sam vio a través de la ventana y Jake pudo notar por ese mirar que ella se mantuvo lejos un instante, ausente; quizás en un pasado lejano o no tanto, recordando, de alguna manera perdida. Luego, la chica regresó al presente y mirándolo con un cariño que lo hizo tragar duro, le sonrió sutilmente antes de abrir la boca y explicar.

    —Me gustan los pinos porque para mí se han convertido en un ejemplo a imitar —Para este punto, Jake estaba más que metido en la conversación, expectante y por demás incauto—. Ellos siempre permanecen verdes, no importa la época; incluso en el más crudo invierno, los pinos conservan su color y por ende, se mantienen vivos. Su capacidad de aguantar las nevadas y los vientos gélidos es increíble, así que yo me prepuse ser como ellos. Avanzar a pesar de las dificultades y las corrientes en contra, seguir verde, viva, fuerte; resultar más valiosa de lo que aparento, como ellos. Por eso me gustan.

    Y en la última frase sonrió ampliamente, cerrando con broche de oro su exposición de ideas. Jake la miró unos segundos más antes de posar su visión al frente, sin ver algo en realidad, tan sólo un punto al vacío mientras meditaba en lo que acaba de escuchar; era un buena ilustración y la manera reflexiva en como la dio a entender le gustó. Mantenerse verde y vivo como un pino. Podría ser infantil y para muchos tonto, pero había verdad en ello y gran profundo. Miró a Sam de soslayo; parecía que sí podía tener temas interesantes y dignos de análisis, y preguntándose qué más podría haber en esa cabeza suya, volvió a convencerse del enigma que resultaba Sam para él. De ese modo, lo que restó del camino se mantuvieron callados, pero en un ambiente más agradable teniendo en cuenta el incidente pasado. Después de eso, llegaron a la próxima urbanización y comenzaron las preparaciones por parte de todos al desmontar y desempacar, así que al poco rato Sasha y Sam ya se encontraban en su nueva habitación.

    —No puedo creer que me dejaran con ese desvergonzado —se quejó Sasha en tono rencoroso.

    —Lo siento mucho —se disculpó Sam sintiéndose culpable—. Imagino que debió ser difícil lidiar con él.

    —Más o menos. Es un fastidio, pero soy de la clase de mujeres que parece no estar en su lista de conquistas según él, por lo que no se pone muy pesado—notificó no muy contenta—. Eso me alivia mucho, pero mi orgullo femenino se siente muy ofendido. Ese miserable. ¿Cómo se atreve a decírmelo así sin más? ¿Qué no piensa en mis sentimientos? Estúpido Brian.

    Sam rio sin muchas ganas ante la actitud de su amiga, pues ya quisiera ella estar fuera de la lista de conquistas del Casanova. Aunque por ahora las cosas con él parecían estar tranquilas, mas no sabría decir por cuánto tiempo seguirían así. Acomodó sus cosas con tranquilidad sin saber que Sasha había dejado de hacerlo y la miraba con seriedad penetrante, frunciendo el ceño.

    —Dime, Sam, en realidad no te fuiste con Clark por él, ¿cierto? Fue por Jake.

    —¿Eh? —Sam enrojeció sintiéndose descubierta y acorralada—. ¿Qué te hace pensar eso?

    —Lo decía por decir. Tu reacción acaba de confirmármelo.

    —Bueno... —Bajó el rostro, nerviosa. No podía esconderlo más de Sasha, era su amiga después de todo—. Sí, yo...

    —Eso pensé —La interrumpió la morena y suspiró—. Escucha, Sam, no me lo tomes a mal ni nada, pero sugiero que te alejes de Jake.

    —¿Qué? ¿Por qué? —Aquella petición la desubicó por completo; no esperaba algo así.

    —Porque él no te conviene, Sam. No importa lo que intentes, él no se interesará en ti y sufrirás por ello.

    —¿Cómo puedes estar tan segura?

    —Porque llevo aquí más tiempo que tú y he visto muchas cosas relacionadas con Jake. ¿Piensas que has sido la única que ha intentado acercársele? ¡Claro que no! Muchas antes de ti lo trataron y él las rechazó a todas con su frialdad y sequedad, lastimándolas. La mayoría tuvo que irse del teatro.

    —¿Eso es cierto?

    —¿Por qué mentiría? —Sasha se hizo la ofendida; luego se acercó a ella para sujetarla por los hombros y dedicarle una mirada de preocupación—. Sam, sólo quiero lo mejor para ti porque eres mi amiga y para eso tienes que alejarte de Jake. Estás casi por copiar la poca dignidad de Glynn. Ella es como un perrito faldero detrás de Brian. ¿Quieres ser lo mismo con Jake? ¿No es triste; degradante? Además, por la actitud de Brian, Glynn sale ganando cada que le presta atención, aunque sólo la use. ¿Pero tú? Puedes ser ignorada para siempre, ¿sabes? Me destrozaría verte de esa forma, así que por favor, Sam, aléjate de Jake.

    Uh~ ¿Qué pasa aquí? Otro de mis capítulos favoritos ^u^
     
    Última edición: 13 Enero 2016
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    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    que genial!
    ese casi paro cardiaco por la cercania jajajaja, era una frenadita del camion y zas! a enterrar a Jake jejejeje
    me encanta la fluidez de tu historia... ese romance de drama que chido. el podrecito de Jake, que quiere y no quiere aceptar el hecho, y la pobre de Sam que ahora gracias a Sasha, me pregunto que hará?
    dilemas, dilemas, dilemas... espero el proximo cap!!
    este me encanto!!!
     
  4.  
    Shassel

    Shassel Usuario común

    Tauro
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    :') Qué triste alegría, ese Jake es tan............. Extraño XD. Ahora ya no sé como describirlo.
    Hi mi querida Borealis. Como siempre, aquí estoy para leer otro emocionante capítulo de esta linda historia, lamento la tardanza, al parecer los accidentes me persiguen... y estos días me tocó estar en terapia :/(por qué soy tan descuidada XD)
    U.U Matt, por qué te fuiste!!! Creo que aun no lo supero.. sin embargo me pareció muy linda las palabras de Sam, Matt sigue vivo en ella, es tan hermoso, y la marioneta del morral :), me pregunto que pasará cuando Jake se entere de su parecido físico con Matt....
    Pero, lo más importante, que ocurre con Sasha, por qué dice esas cosas????????? Ñeee, confiaré en Jake, su corazón está en proceso de humanización y Sam es la única capaz de ayudarlo, la escena de la ventana me lo dice, Wuuuaaaaa estaban tan cerca!!!!!!!!!!!, sin querer me acordé de las palabras de Homero y su puerquito en la película: "Por qué no nos besamos para romper la tensión". jajaja.
    Oh..... siento que con cada capítulo me dejas una linda moraleja, seguir vivo a pesar del invierno... :3
    Aun cuando Sasha dijo lo que dijo, siento que el romance viene en camino XD... Conti, conti!!!
    Sin más que decir, me despido con un enorme abrazo linda. Hasta la próxima.
     
  5.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Ajaja, me encantó esa escena de la ventanilla y los pinos. Sam, en su emoción de ver a tantos Matts juntos... emmm, quiero decir, a tantos pinos juntos, lo que no hacía en mucho tiempo, olvidó que allí estaba Jake y ¡sas! que se le lanza por encima. Ya me los imagino, ella atravesada sobre él, y él, jajaja, mirándola infarto, sientiendo todas esas emociones y luego, cuando dijo ese "oye" (me pregunto si tembló la voz o algo), uuuy, un poco más y el beso esperado hubiera estado bien, aunque sea un rose de labios, yo que sé XD

    Pero bueno, ya está visto que ambos sienten mariposas, se taquicardían y eso, así que el amor va en crescendo. Umm, me pregunto lo mismo que " Shassel, ¿qué pasará cuando Jake descubra que la marioneta que lleva Sam tiene ese parecido con él? Siendo su carácter tan desconfiado y difícil, ¿qué pensará? Me da cosa pensar que por eso, ella pierda el poco favor que ya tiene de él, uf, espero que nunca descubra esa marioneta.

    Y Sasha, no sé si darle la razón. Quizás Sam sí salga muy lastimada por Jake, pero ella está intentándolo y eso le da mérito. Así que Sasha debería mejor apoyar a su amiga y estar allí a su lado para cuando la necesite. Ella deberá ser su consuelo cuando eso suceda, si es que sucede XD

    Lindo capítulo, como siempre. Nos vemos en el próximo. TKM
     
  6.  
    Unimar

    Unimar Un alma sana reside en un cuerpo sano y mente sana

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    Oh genial, no ha pasado mucho desde que leí el capítulo anterior. Bien....

    Cada vez que entro a leer tu fic, en cada ocasión me encata más Jake, y Sam es una niña muy tierna.
    Me gustó la parte de los árboles. Fue muy divertida.

    Esperaba con ansias algo... no sé, un beso, un roce de las manos, algo... pero bueno. Se nota que van avanzando. Eso es lo bueno.

    Pbre de Matt, por Dios. Que impacto. Si que logras sorprenderme en cada capítulo.
     
  7.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Gracias a sus comentarios a @Milmel @Shassel @Marina y @Unimar No saben lo feliz que me hacen y lamento no poner agradecimiento a cada una, pero en verdad se los agradezco enormemente. También gracias a los que se pasan por aquí :) Los parecio. Sin más, ¡disfruten el capítulo de hoy!

    17

    Sam miró la puerta por sobre el hombro de Sasha, pensativa. De alguna manera entendía la mortificación de su amiga, pero no podía alejarse de Jake por mucho que lo quisiera. Era cierto que él podía actuar muy indiferentemente y que la había herido en muchas ocasiones, sobre todo en los primero días, pero no lo culpaba, nunca lo culparía. Aparte de eso, ya había descubierto una parte sensible y gentil de él, la que rememoraba con ternura, amor y maravilla, recompensando cualquier padecimiento. De hecho, cada una de las pequeñas muestras de interés o las diferentes muecas que no fueran la estoica tan habitual, las atesoraba en su mente y corazón como lo más valioso que tenía; precisamente porque era inusual que él actuara así era que equivalían el doble o el triple de cualquier otro tesoro.

    Porque con Matt las muestras de cariño habían sido normales, pero con Jake no, así que debía estimarlas mayormente. Porque era cierto que todavía la consternaba el parecido entre ambos, de hecho la inquietaba y un sinfín de preguntas la asaltaban; pero aun con eso de por medio, ella los separaba, ya que eran muy diferentes. Porque Matt había sido el verano y Jake era como el invierno, mas ella empezaba a aprender a amar tan poco anhelada época del año. Verano e invierno, ¿qué tienen en común?

    —Gracias por preocuparte por mí, Sasha, eres una gran amiga —le dijo al final, mirándola nuevamente a los ojos, cariñosa—. Pero continuaré como ahora. Soy un pino después de todo; el invierno no me matará, así que estaré bien.

    —Sam...

    —Es en serio, Sasha, y si resulta que no es como pienso, entonces será únicamente mi culpa. Puedes estar tranquila.

    Sasha la miró con desaprobación un largo rato, como si analizara cada una de sus palabras, con una mirada llena de un tumulto de sensaciones que resultaron indescifrables, mientras ejercía mayor presión en su agarre antes de aflojarlo por completo y alejarse de Sam.

    —Muy bien —concedió la morena, cruzándose de brazos y no especialmente feliz—. No te atosigaré como una desesperada porque ya eres bastante mayorcita y creo que puedes cuidarte sola, pero aun así, sacaré el tema de vez en cuando, Sam. Te confieso y advierto que no puedo simplemente callar.

    —Estaré esperando con un buen argumento —sonrió Sam, segura.

    —Vamos, continuemos desempacando que pronto comeremos —cambió el tema la actriz dirigiéndose a sus pertenencias.

    —¿Dónde estará Glynn? —Sam la imitó.

    —Quién sabe. A lo mejor se fue con Brian un rato.

    —¿Todo listo, señoritas? —Clark penetró en la estancia—. ¿Qué creen? Tengo buenas noticias. Hay una feria en la ciudad cerca de esta zona y entre las atracciones habrá la de tener la oportunidad de montar a caballo una hora. ¿Les gustaría acompañarme?

    El rostro de Sam se iluminó con ilusión y el de Sasha se tornó desganado, por lo que dijo:

    —No bromees, Clark. Yo no estoy hecha para eso. Por cierto, ¿cómo te enteraste de esta feria tan rápido? ¿Y sabes montar a caballo?

    —Me gusta mantenerme informado y tengo mucho que no subo a uno, pero dicen que lo que bien se aprende no se olvida.

    —¿Dónde aprendiste, Clark? —quiso saber Sam, interesada.

    —Cuando era más joven trabajé en una granja varios años por la recomendación de papá —explicó el hombre, casual—. Desde que puedo recordar me ha atraído la idea de sostenerme como marionetista, pero vengo de una familia bastante pobre y para ayudarla en los gastos no era suficiente controlar títeres, así que me vi en la penosa necesidad de trabajar de varias maneras. He trabajado en mano de obra, como peón y en las granjas. Ah sí, parece ser que también hubo un tiempo en el que fui minero, cuando era adolescente, aunque no lo recuerdo, la verdad. Dicen que hubo un derrumbe y me golpeé la cabeza muy duro. Miren, aquí está la cicatriz de la herida que me hice.

    Clark se levantó parte del todavía medio abundante cabello, con el que solía tapar la cicatriz, dejándola ver. Iniciaba pocos centímetros después de la sien izquierda y se curvaba hacia arriba hasta llegar a la mitad del lóbulo frontal izquierdo.

    —¿Tienes que mostrarnos cada marca en tu cuerpo? —inquirió Sasha con una expresión de desagrado y asco.

    —Supongo que no —Clark se avergonzó y acomodó el cabello donde pertenecía—. Sería raro, ¿verdad?

    —¿Y qué hay de ti, Sasha? —Preguntó Sam mirando a la morena—. ¿Siempre fuiste actriz?

    —No en el sentido estricto de la palabra, pero siempre tuve talento para ello. Soy la mayor de una familia de ocho hermanos y papá es bastante machista, así que siempre tuvo la cerrada idea de que no debía hacer más que estar en casa ayudando a mamá con mis hermanos. Obviamente no lo soporté y decidí huir. Mis dotes de actuación siempre fueron mi habilidad y cuando supe de este lugar no dudé en anotarme. Aquí me pulí y ahora soy lo que soy.

    —Una joven rebelde. No dejo de compadecerme de tu padre —opinó el hombre, negando con la cabeza en desaprobación.

    —No digas nada, Clark —lo silenció ella, irritada.

    —¿Y tu padre no estará preocupado buscándote? —cuestionó Sam, inquieta.

    —No —Sasha hizo un gesto con la mano que denotó lo poco importante del asunto—. Debe estar agradecido de no tener una boca más que alimentar.

    —A ningún padre no le preocuparía su hija, Sasha —sostuvo Clark, seguro.

    —Al mío sí, ¿y tú qué sabes? ¿Ya tuviste alguna para asegurarlo?

    —¿Por qué siempre me atacas por ese lado? —Clark se tornó deprimido.

    —Chicos —Uno de sus compañeros apareció en el umbral—. La comida está lista.

    —Gracias, ya vamos —respondieron los tres, por lo que el tipo desapareció continuando su labor de dar aviso.

    —¿Qué te parece comer en la feria también, Sam? —propuso Clark, sonriente.

    —Sería estupendo, me encantaría —declaró con emoción.

    —¡Un segundo! —eclamó Sasha, indignada—. Primero me abandonan en los camiones con Brian y ahora en la comida.

    —Esta vez es tu culpa por no querer venir —le dijo Clark—. La invitación sigue en pie.

    —Tú... —siseó Sasha con fastidio absoluto, mirándolo molesta.

    —Clark tiene razón Sasha —intervino Sam para que no se iniciara otro debate—. Eres bienvenida de venir con nosotros a pasar un buen rato.

    —No —se negó la actriz, tajante—. En serio que no me gusta ese ambiente ranchero... sin ofender, Sam. Vayan ustedes, ya qué.

    —De acuerdo —Sam se dirigió a Clark—. ¿Podrías esperarme un momento? Quiero entregarle sus alimentos a Jake.

    —Ah, es verdad —Clark pensó un poco—. Está bien, pero te acompaño esta vez. Quiero comprobar algo.

    ***********************************

    Jake acababa de acomodar sus pertenencias en su cubículo provisional, claro que primero lo había limpiado bien; simplemente no podía trabajar en un entorno sucio y polvoriento. Lo creyera él mismo o no, la conversación con Sam en el camión no había dejado de darle vueltas en la cabeza y extrañamente eso provocaba que su deseo por verla creciera. Era por demás sorprendente. Aquella curiosidad inicial por ella se transformaba cada día que trascurría en un interés que aumentaba de nivel cada que pasaba más tiempo con la pelirroja y descubría más de su peculiar personalidad; tan frágil y fuerte, tan contradictoria como siempre. Tocaron la puerta y al instante pensó que era ella, pues la hora de la comida había llegado ya. Se dirigió a abrir la puerta y se encontró con quien no esperaba.

    —¿Clark? —preguntó sorprendido y sin poder ocultar un atisbo de desilusión en su voz. ¿Por qué él?

    —¡Ajá! —exclamó el marionetista mayor rodeando el cuello de Jake con su brazo, apretándoselo juguetón—. ¿A quién esperabas con tanto anhelo, pillín? Era a Sam, ¿cierto?

    —Claro que no —Jake intentó zafarse y negar su vergonzosa verdad.

    —Vamos, no lo niegues que lo sé.

    —Es la costumbre, ¿qué esperabas? —aceptó finalmente soltándose del agarre, molesto.

    —¿Costumbre, ¿eh? Pues no te mortifiques que tu Julieta no dejará de venir —Jake le dedicó una mirada punzante, nada contento por el comentario. Clark la ignoró y alzó la voz un poco—. Está bien, Sam, ya puedes salir.

    Ante el permiso, Sam asomó su cabeza por la esquina del pasillo de aquella sección de recámaras y se acercó a ellos, insegura. Jake volvió el rostro a un lado intentando evitar que ella lo mirara ya que sentía su rostro arder con furia; sin embargo, su empeño se vio inutilizado cuando, al llegar, Sam no apartó sus ojos de él, por demás fascinada. Nunca lo había visto con el rubor en sus pómulos hasta ese día, primero en el autobús y ahora aquí; era un cuadro que simplemente no podía pasar por alto, sobre todo porque la palidez en la piel de Jake hacía imposible no ver el sonrojo. Su corazón inició otra desesperada carrera dentro de su caja torácica al admitir que se veía lindísimo ruborizado.

    —¿Qué tanto miras? —cuestionó él con irritación y brusquedad a punto de perder los estribos al tener su aguda mirada sobre su persona. Tarde o temprano iba a enloquecer, estaba seguro.

    —Jake —Clark procuró calmarlo, pero su verde mirada plagada de advertencia lo retuvo.

    —Oh, lo lamento —se disculpó Sam bajando la mirada, avergonzada de su descarado mirar—. Clark dijo que esperara un momento porque quería aprobar algo aunque no me dijo qué. ¿Conseguiste la respuesta que querías, Clark?

    El nombrado sonrió nervioso, hallándose perpetuador del crimen, el Jake se imaginó al mirarlo acusador. Ya decía él que tenía que tratarse de otro de los experimentos sin sentido de su homólogo. Clark era un fastidioso de primera y un entrometido experto. Como imaginó que pasaría siempre que estuviera con ese par, las humillaciones no se hicieron esperar, por lo que queriendo dejar aquello en el olvido, le arrebató la bandeja a Sam y se dispuso entrar al cuarto de no ser porque el pie de Clark se interpuso entre la puerta y el umbral, impidiendo que cerrara por completo.

    —Espera, espera —pidió el hombre buscando abrir el ala de madera a la par—. Quería invitarte a un lugar. Es la razón principal de mi visita.

    Jake lo miró con el ceño fruncido sin creerle ni una palabra, luchando por cerrar la puerta ejerciendo presión en ella.

    —Es en serio —insistó el de ojos grises—. Es a la feria de aquí mismo. Iremos a montar caballos, Sam y yo.

    Jake dirigió sus verdes ojos a Sam, esperando que corroborara las palabras de Clark. De alguna manera la pensaba más fiable, pues le era difícil figurársela mintiendo, ya que siempre la había vislumbrado como un libro abierto, uno que estaba en otro idioma, pero a fin de cuentas abierto. Y en caso de que llegara a mentir por algo, de pronto se le antojaba una muy mala mentirosa, o eso pensaba él.

    —Es verdad, Jake —le aseguró ella con voz suave, tranquilizándolo un poco.

    —No iré —masculló con hosquedad sin dejar de empujar la puerta.

    —Vamos, hombre. Si sigues así envejecerás a los treinta —suplicó Clark ganándose una mirada de su parte que le indicó que ahora iría mucho menos—. ¿Cuál es el problema? Nos divertiremos mucho y comeremos un montón.

    —No iré —sostuvo con el mismo todo, presionando más, aunque era difícil al tener una mano ocupada e intentando no tirar la comida.

    —Yo invito si es lo que te preocupa —sugirió ahora Clark como último recurso.

    Al escucharlo, Jake dejó de ejercer fuerza en su lado, así que Clark casi se fue de bruces al tomarlo desprevenido, consiguiendo mantener el equilibrio a tiempo. Miró al joven con suspicacia al momento de comentar:

    —Ah, así que sí es eso lo que te preocupa.

    —¿Cómo puedes estar tan tranquilo? —lo reprendió Jake, frunciendo el ceño—. Si continúas así terminarás en bancarrota.

    —¿Más de lo que estoy? No creo —expuso Clark en son de broma y el pelinegro lo miró disconforme—. Está bien, Jake. Yo sabré cómo administrarme.

    —Pero...

    —Bueno, ya que no quieres acompañarnos, te dejamos de una vez porque queremos pasar un buen rato en la feria. Vamos, Sam. Nos vemos al rato, Jake.

    Y sin darle mayor oportunidad de decir algo, le ofreció a Sam el brazo, quien lo tomó bastante confundida por la conversación final, de la que no entendió nada, pero no indagó mucho más, pues supuso que era un asunto entre ellos nada más, así que se despidió de Jake con un movimiento de mano en señal de adiós. Al verse solo, Jake frunció el ceño mucho más, inquieto en demasía. Clark no debía despilfarrar de esa manera el dinero; no cuando tenía esa deuda de por medio y que debía terminar de pagar. Un nudo atravesó su garganta y lo sofocó un momento ante los recuerdos, por lo que inhaló y exhaló con lentitud, regresando a su habitación, pensando que ya hablaría con él. Era increíble que en esa relación él fuera el adulto maduro y Clark el niño, pero estaba bien; después de todo, esas actitudes formaban parte de la amistad que tenían, porque sí, Clark era un muy buen amigo a quien indudablemente quería como nunca se propuso querer.

    ****************************

    Sam y Clark habían pasado un buen tiempo en aquella feria. Nada mejor que un buen momento de esparcimiento antes de iniciar con una semana de arduo labor era el lema de Clark, y con diversión, Sam pudo darse cuenta de que en realidad él gozaba un montón de aquellos paseos. Visitaron varios puestos de comida, diferentes juegos como el tiro al blanco y varios mecánicos, además claro, de montar los ansiados y prometidos caballos. Sam se sintió como en casa en el transcurso de esa hora mientras cabalgaba en el animal de brillante pelaje café e inevitablemente recordó a su querido Wild. ¿Cómo estaría ahora? Un mes antes de darse de baja en el instituto fue a la granja para visitar a sus hermanos y a su corcel, al que tanto cariño le profesaba y al que había visto bastante bien. Logan le daba un buen cuidado en su ausencia. Dadas sus obligaciones en el instituto había sido raro que fuera al pueblo, pero cada vez que tuvo la oportunidad, la aprovechó sin dudarlo. Ahora, esperó que todos y todo siguieran bien por por allá.

    Con sorpresa descubrió que, si bien su condición física fue y era excelente, la falta de costumbre montando caballos le pasó factura, pues terminó más agotada de lo que creyó o recordaba, además de con un considerable dolor en la espalda. Clark también parecía sufrir los mismos efectos, pero ambos resistieron la hora completa, mostrando ser personas enérgicas y muy activas, sobre todo el hombre. Después de eso, vagaron un poco más hasta que decidieron regresar a la mansión ya que estaba por anochecer, lo que a Sam le preocupaba porque debía llegar a la hora de la cena a tiempo para entregársela a Jake. No obstante, en el camino pasaron por un negocio de variadas artesanías y Clark se detuvo.

    —Espera un poco, Sam. Entremos aquí un momento. Necesito saber si hay algo que busco.

    —Oh —Sam miró el local, rememorando esta vez a Leilany y su negocio. Esa había sido una tarde llena de remembranzas, ¿eh?—. Está bien, pero puedo esperar afuera.

    —¿Segura? —Ella asintió—. Entonces procuraré no tardar.

    Clark se adentró al establecimiento y un rato después, que para Sam fue más que pocos minutos, salió con una caja musical.

    —¿Lo encontraste? —preguntó al ver la cajita.

    —No, esto lo compré para ti. Dicen que es una canción de Mozart —dijo levantando la tapa de la caja, dejando oír la melodía—. Es un regalo.

    —¿Por qué? —Sam se sorprendió—. No he hecho nada para merecerlo. No tenías que hacerlo.

    —Claro que sí —replicó él con una sonrisa brillante—. El querer dar obsequios a quienes aprecias es razón suficiente. Anda, tómala que es tuya.

    —Gracias —La tomó mirándola con ilusión, sin ser capaz de rechazarla—. ¿Y qué buscabas que no encontraste?

    —Ah, un cisne, un cisne de cristal. Tenía uno cuando joven; lo encontré en la basura a los doce. Era precioso y fuera de la suciedad estaba en perfectas condiciones; me encantaba. Tanto que lo consideré un valioso tesoro.

    —¿Y qué le pasó?

    Clark frunció el ceño como queriendo buscar en sus memorias aquella que respondería esa incógnita; sonrió entre abochornado y divertido.

    —No lo sé, no lo recuerdo. Mis padres dicen que simplemente lo perdí y quizás sea verdad; era bastante descuidado. Me he preguntado si alguna vez encontraré uno igual, pero hasta ahora no he podido, por lo que asumo sí era especial, y por una extraña razón me puede mucho no saber qué fue de él —Suspiró con abatimiento—. Bueno, de esto sale una gran lección para ti, Sam. Si posees algo que valga para ti, algún tesoro, asegúrate de cuidarlo con tu vida, ¿de acuerdo?

    —Por supuesto —asintió ella, motivada—. Es lo que hago, lo que he estado haciendo.

    —Qué bueno, me alegro. Ahora sí, de vuelta a casa.

    Hasta aquí el capítulo. Gracias por leer.
     
    Última edición: 13 Enero 2016
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  8.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    recuerdos... que lindo es recordar tiempos que has vivido. Sam recordó a Wild, su caballo la debe recordar con nostalgia, lindo cap, poco a poco Jake esta terminando de venderse ante Sam, ya le será imposible esconder lo que se niega a sentir y listo!! muerto el pollo.... jajajajaja
     
  9.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Capítulo bello, me gustó primero conocer un poco más de Clark. Él tuvo una vida pasada y hoy nos mostraste algo sobre ella. Ese accidente que le dejó esa cicatriz debió ser algo serio. Trabajar en una mina sí que es peligroso. Mn, Sasha es muy grosera con él, esa chica debería ya reconocer que los consejos de Clark son muy buenos, ¿por qué lo trata con tanta falta de respeto? Aunque él no tenga hijos, ha sacado experiencia de los años vividos, su observancia de la vida le ha dado cierta perspicacia y mucho conocimiento y aunque su natural alegría lo haga parecer un tanto inmaduro, como dice Jake, aún así su parte adulta sale a flote algunas veces xD Por otro lado, me llamó la atención esa búsqueda del cisne que tuvo cuando joven y perdió. Me ha parecido curioso que si lo amaba tanto, no recuerde qué sucedió con él. Eso me ha dejado muy intrigada, pues una cosa de valor no se pierde así como así y mucho menos se olvida la forma en que se perdió cuando se pierde. En fin, espero que algún día logre encontrar lo que busca xD

    Jake se ha perdido de una tarde de diversión, haber tomado sol le hubiera hecho muy bien, pero tal vez sea para la próxima. Me ha gustado también esa escena de para probar ese algo por parte de Clark, jajaja, y dio en el clavo. Pudo percibir la desepción de Jake cuando lo vio a él en vez de a Sam. Esto no significa más que la cosa romántica entre nuestros protagonitas, avanza, lento, pero ahí va positivo, jajaja, solo espero que no se hagan ancianos en la lucha, es decir, que ya no pase tanto tiempo :) y bueno, con Jake o sin él, Sam y Clark pasaron una divertida tarde, paseándose en los juegos, comiendo y sobre todo, remomerando el pasado y como ha dicho Milmel, es lindo recordar los mejores momentos, a los mejores amigos que se han dejado atrás.

    Con esto, te dejo hasta el siguiento capítulo, el que espero con ansias.

    TKM
     
  10.  
    Shassel

    Shassel Usuario común

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    :) Hola Borealis, me alegra verte de nuevo por aquí, ya te extrañaba.
    U.U Jajaja, este capítulo me sacó muchas sonrisas XD, la reacción de Jake fue tan cómica que :p no puedo dejar de reír, en ese aspecto soy como Clark, amó sacar emociones amorosas ocultas XD.
    Y Clark y Sasha XD, siempre peleando y sacándome una buena sonrisa, casi casi pensaría que hay algo más. Quién sabe. ;)
    :3 Oh, Wild, cuantos recuerdos en la mente de Sam, y de todos debo añadir. Matt...aun no lo supero, amaba tanto la calidez de Matt.
    Sam tiene razón, no hay punto de comparación, o creó que sí, solo basta derretir un poco más a Jake XD.
    Clark con deudas????? skfhdfh, eso sí no me lo imaginaba, y un accidente que lo dejó amnésico??? Eso sí que me interesa, qué oculta??? De donde obtuvo el cisne??? (Debo dejar mi instinto detectivesco XD) Como me encantá los misterios sin resolver. XD
    :) Como siempre ha sido un gusto leerte. Un abrazo Borealis.
     
  11.  
    Unimar

    Unimar Un alma sana reside en un cuerpo sano y mente sana

    Libra
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    No hay problema Bore-chan, sabes que me gusta leer tus creaciones.

    Ahh.... ¿qué puedo decir? Este capítulo fue muy bueno, y es el que más me ha agradado. Es muy hermoso que relaciones a Jake y a Matt con el mismo título. Me pareció muy ingenioso, y más aparte va de acuerdo con la personalidad de cada uno.

    En cierta forma pude llegar a identificarme un poco con Clark, igual he trabajado desde muy chica en varias cosas. Y en Pachuca, lugar dónde vivía es famosa por las minas que había. Sin duda alguna si que es un trabajo muy peligroso, no sólo para un adolescente para cualquiera. Corres el riesgo de un derrumbe.

    Como siempre, Sasha y Clark peleando por cosas pequeñas. Je, pero en el fondo pienso que son muy buenas personas.

    Fue hermoso que Jake se sonrojara por Sam, en verdad que disfrute mucho esa parte. Fue cautivador, es muy difícil ocultar un sonrojo cuando se tiene ese tono de piel. Owww *derrame nasal* jejeje fue muy lindo.

    Me alegro de que Sam se haya podido divertir mucho, y recordad preciosos momentos de cuando era niña. Fue un bonito detalle el que le hizo Clark a ella, una cajita de música el regalo perfecto para una chica como ella.

    Bore-chan fue un capítulo muy emotivo, cada palabra que nos relataste estuvo bien estructurada. Fue impecable, como siempre me has sacado más de un suspiro. Felicidades por este capítulo, ya sabes avísame cuando sea el próximo. Mucha suerte y te mando muchos saludos.
     
  12.  
    Sheccid

    Sheccid Usuario común

    Géminis
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    Llegue...,perdona por no pasarme antes, pero ya leí los capis que me faltaban y debo confesar que estoy muy emocionada frente a lo que pasara..Es más que obvio que Jake ya esta enamoradisímo. Y Sam también.
    Lo que más me llamó la tención de este capi es la pequeña nota que hace Jake acerca de que Clark no debe desperdiciar el dinero...¿que habra pasado?¿de que deuda habla? ¿y que hay con el cisne? Como siempre, los capis me emocionaron y me hicieron reir mucho,adoro las peleas de Sasha y Jake me cae cada vez mejor.
    Muchas gracias por invitarme, espero me notifiques del proximo capi
     
  13.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Verano e Invierno
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Drama
    Total de capítulos:
    47
     
    Palabras:
    2712
    @Milmel ¡Gracias por tu apoyo! Sabes que me encantan y sí, los recuerdos son importantes ya que de ellos vive el hombre. Bueno, Jake todavía está un poco terco, pero va cediendo como verás un poco aquí xD ¡Gracias por leer!
    @Marina ¡Master, gracias por tus comentarios! Me hacen reír y qué bueno que Clark te guste, también me gusta a mí, diría que es mi personaje favorito o.o Adiós Matt xD No, bueno, Jake también me gusta mucho... ewe, mejor no me meto en problemas con eso. Las dudas irán aclarándose como avance la historia (ojalá) y no ¬¬ no se harán viejitos o eso espero D: Creo que seré yo quien envejezca antes de acabar esto xD
    @Shassel xD Me gusta tu imaginación, pero en esta ocasión debo aclarar que no, no hay nada entre Sasha y Clark más que un choque de personalidad (? Te digo, se parecen a mi hermano y mi madre peleándose tanto xD Supongo que inconscientemente de allí los saqué. Lo sé, Clark es misterioso o.ó, pero todo se sabrá... algún día. ¡Graicas por leer y regalarme tu comentario! ^u^
    @Unimar ¡Gracias por comentar! Es agradable leerte siempre. Me alegra que te sacara suspiros y que la historia esté gustándote. Y sí, el título es pecisamente por estos dos, la idea principal de la historia desde siempre :3 ¡Gracias por tu apoyo! Abrazos.
    @Sheccid ¡Me alegra saber de ti! ¡Gracias, gracias por continar conmigo! :') Me alegro que la historia esté gustándote y las dudas se irán resolviendo, lento pero seguro. No te preocupes por el retraso ^^ Sé que es difícil lidar con la escuela. No te presiones en leer que como vez, también me tomo mi tiempo para publicar. ¡Gracias por apoyarme!

    Ahora sí, a las demás personas que se toman el tiempo de leer, ¡gracias! Lo aprecio mucho y a ustedes el capítulo; algo corto, pero allí está. ¡Disfruten!

    18

    De esa manera, Clark y Sam emprendieron de nuevo el camino a casa, llegando justo cuando se anunciaba a todos que la hora de cenar había llegado, así que Sam pudo entregar a tiempo la ración de Jake junto con una rápida nota.

    "Fue realmente divertido, Jake. Jugamos mucho y aunque es verdad que perdimos más de lo que ganamos, nos la pasamos genial. Aquí hay una foto adjunta de los dos en caballo. Espero que la próxima vez puedas acompañarnos."

    Era todo lo que el papel decía. En su habitación, Jake miró la foto que seguramente se habían tomado de algún negocio fotográfico que había en la misma feria. Los dos lucían realmente felices, sin problemas, vivaces; sus rostros reflejaban tanta alegría que de pronto lo contagió de una manera lo suficientemente perceptible, pues si alguien lo hubiese estado acompañando habría visto que sus labios se curvaron ligeramente hacia arriba, en tanto una extraña sensación de satisfacción lo llenaba, desplazando momentáneamente el egoísta pensamiento de "si no les importo, ¿por qué ellos deberían importarme?". Pensó que tanto Clark como Sam se veían mejor cuando sonreían; creía que merecían ser felices y, más consciente que inconscientemente, supo que un atisbo de contento y luz se colaba en su corazón siempre que los veía así de alegres. Perdió el tiempo viendo aquella fotografía, embobado, por lo que antes de siquiera darse cuenta, volvió a escuchar toques en la puerta.

    —¿Jake? ¿Estás bien? —Era Sam y sonaba por demás preocupada.

    —Rayos —masculló por lo bajo mirando su reloj de bolsillo; ya era tarde y no había dejado la bandeja afuera.

    —¿Jake?

    En tanto, Sam pensaba terribles cosas. ¿Qué tal si se había tropezado y se había golpeado fuertemente en la cabeza con la mesa y había quedado inconsciente? ¿O si la mezcla de barniz y pintura al fin hizo su efecto y lo había desmayado? ¿O si por error se había rebanado el brazo con la navaja en lugar de la madera? Estas y otra preguntas —cada una más incongruente que la anterior— llegaron a su mente, así que la desesperación la hizo su presa. Miró el picaporte de la puerta, dudosa. ¿Qué hacer? Jake le había prohibido entrar a su habitación, pero si realmente estaba en problemas no era momento de temer desobedecerlo, ¿o sí? Extendió la mano dispuesta a abrir la puerta cuando esta cedió, acabando con su oportunidad de ser una heroína. Jake la miró con los ojos fríos de siempre, solo que entrecerrados esta vez.

    —¿Estás bien? —preguntó ella aún preocupada.

    —¿Debería no estarlo? —replicó a su vez, lacónico.

    —No, es sólo que creí... Bueno, que pudo pasarte algo; un resbalón o...

    —¿Me crees tan torpe? —la interrumpió él, tajante.

    —Ah, no, yo... —Sam se puso nerviosa.

    —Aquí está, ya no molestes —Jake le entregó la bandeja.

    —Gracias —Sam se avergonzó de su inútil inquietud, ya que Jake parecía estar en perfectas condiciones.

    —Esto también —Dejó la foto a un lado del plato.

    —¿Te gustó? —Una sonrisa llena de ilusión adornó el rostro de la chica al tiempo que lo miraba con ojos brillantes, expectante.

    —Supongo —respondió sin mayor emoción en la voz.

    —¿Supones? —La pelirroja frunció el ceño, no estando segura de cómo interpretar esas palabras.

    —Luces mucho mejor en foto que en persona —soltó él como quien dijera el clima.

    —O-oh...

    Un repentino desazón la embargó. ¿Qué significaba eso? ¿Estaba diciéndole fea? Probablemente sí y quizás eso también quería decir que Jake no la miraría como antes. Tal vez nunca la había considerado atractiva, pero al ver esa foto, ¿no aumentaban los puntos negativos a su aspecto? ¿Qué tal si de ahora en adelante no toleraba verla más que en fotos? La tristeza junto a la auto-decepción afloraron ante sus pensamientos destructivos. Notando su mortificante incertidumbre, Jake rodó los ojos y reprimió un suspiro de impaciencia. ¿Lo haría decírselo directamente? Un tic amenazó por presentársele en la ceja al tiempo que miraba el pasillo vacío a su izquierda, para después regresar su vista a ella y finalmente girar sobre su eje dándole la espalda.

    —Era un cumplido.

    Y expresado lo deseado, cerró la puerta tras de sí dejando a una atónita Sam, quien tardó un poco en procesar lo que acababa de escuchar y al analizarlo bien, un rojo como el que no existía se apoderó de sus mejillas al tiempo que la flor de la dicha crecía un centímetro más en su corazón. Miró la puerta que impedía que continuara saciando su anhelo de contemplar a Jake y sonrió con dulzura. Era un cumplido extraño, pero provenía de Jake, por lo que valía más que cualquier otro; si esos momentos tan hermosos continuaban, cualquier signo de tristeza o sacrificio que hubiese sufrido sería rezagado totalmente. Con ese pensamiento regresó a la cocina para dejar la bandeja y luego irse a dormir como se disponían hacer sus compañeros. Así, al día siguiente amaneció con las energías suficientes para continuar con sus prácticas hasta que al cuarto día le fue dada la buena noticia de que iniciaría con el aprendizaje del tercer y último baile.

    Ocupado todo el mundo en su rutina, el teatro volvió a moverse cinco días después, así hasta que pasaron por un par de ciudades más; siendo entonces el día que Brian le dio su aprobación a Sam diciéndole que estaba lista para subir al escenario con los demás. Irradiando alegría por todos lados, la bailarina no pudo esperar a que la hora de la comida llegara, sino que queriendo darle a conocer a Jake tan buenas noticias, inmediatamente se dirigió al cubículo del joven en cuanto estuvo disponible un tiempecito, teniendo preparado de antemano un pequeño escrito. Era la primera vez que iba a buscarlo fuera de las horas regulares, aunque sólo dejaría la nota no pudo evitar ponerse nerviosa. Al estar frente a la puerta, soltó el aire que había estado reteniendo sin proponérselo y alzó la mano para tocar, pero se detuvo. ¿Y si en verdad se enojaba por molestarlo cuando se suponía que no debía? Quedó quieta unos instantes y bajando la mirada, observó la angosta rendija entre la puerta y el suelo.

    **********************

    Los golpes en la puerta lo interrumpieron de barnizar la marioneta terminada. Se levantó por demás extrañado, dispuesto a atender el llamado cuando vio que un papel era deslizado por debajo. Enarcó una ceja, confundido y tomó la nota; era la letra de Sam. Abrió la puerta encontrándose con el rostro de la nada; miró ambos lados del pasillo sin señales de ella. Sacudió el trozo de papel golpeándolo contra la palma de su otra mano, cuestionándose infinidad de cosas. Era raro que ella dejara una nota sin la compañía de alimentos y fuera de la hora de los mismos; en realidad, era la primera vez que lo hacía, lo que lo llenó de curiosidad. Debía ser por algo muy importante, mas la cuestión era si se trataba de algo bueno o malo. Regresó a la protección de su cuarto y se sentó dispuesto a leer.

    "Me ha pasado algo bueno hoy, Jake. Finalmente he salido vencedora en mis batallas. Cuando nos mudemos de nuevo podré acompañarlos a todos en el escenario, ¿no es maravilloso? Después de tanto tiempo podré decir con pleno derecho que soy tu compañera en lugar de alguna carga o molestia. Me siento tan emocionada y feliz que parece mentira. Jake, ¿me aceptas como colaboradora tuya para apoyarnos mutuamente y trabajar unidos, hombro con hombro? ¿Podrías aceptar que me quede a tu lado por lo menos de esta manera, como compañera?"

    Jake carraspeó intentando deshacer el nudo en su garganta, los que últimamente estaban volviéndose mayormente frecuentes. Dejó la nota sobre la mesa y tomando los utensilios de trabajo continuó con su quehacer. No dejaba de repetírselo a sí mismo lo mhco que ella lo desconcertaba y tenía la certeza de que nunca cambiaría su pensar con respecto a la incomprensible actitud de Sam. ¿Compañeros? ¿Apoyarse mutuamente? ¿En qué clase de fantasía vivía esa mujer? Ellos eran dos extraños que simplemente trabajaban bajo un mismo techo y en diferentes aspectos; no eran compañeros de nada. Él no sabía de baile y estaba seguro de que ella no tenía ni idea de lo que implicaba la creación de marionetas; no podían ayudarse, no podían ser compañeros, no había nada que les diera ese título. Sin embargo...

    Se detuvo de pasar la brocha mojada en barniz sobre la marioneta y desvió su atención a la nota, más concretamente a las frases iniciales. Sam bailaría. Sin proponérselo, su imaginación recreó una imagen de Sam saltando y bailando de aquí para allá al recibir la noticia, con una sonrisa abierta, sincera y brillante, logrando que el atisbo de una se posara sobre sus propios labios; la pensó de la misma manera entusiasta a la hora de escribirle la nota. Pero casi al instante frunció ligeramente el ceño y la impavidez volvió a sus facciones. Tomó la nota y la guardó en su cajita especial para después apresurarse a ordenar las herramientas y limpiar, dejando a la marioneta sobre la mesa para que se secara; ya la terminaría después. Satisfecho con el orden, salió del cuarto atravesando diversos pasillos para dirigirse al de Clark, el que compartía con el señor Ford; estando frente a la puerta tocó.

    —Adelante —escuchó la voz de Clark, así que abrió la puerta encontrándose con que los dos hombres ensayaban la presentación de los títeres.

    —Oh, qué sorpresa que pases a visitarme por tu cuenta, Jake —observó Ford con asombro, aunque con la voz apacible y cargada de edad de siempre.

    —A buena hora, Jake —Fue el saludo de Clark—. El señor Ford y yo queremos hacer un cambio en la obra. ¿Alguna idea?

    —No. Voy a salir —dijo mirando a Clark.

    —¿Vas a salir y viniste aquí sólo para decírmelo? —Clark se emocionó—. ¡Qué júbilo! Después de tantos años finalmente muestras consideración conmigo. ¡Qué asombroso y maravilloso giro de acontecimientos! Ah, deberíamos hacer algo para celebrarlo...

    —Comeré afuera —lo interrumpió Jake, impaciente, pues cuando Clark activaba su modo dramático podía ponerse bastante pesado.

    —¿Afuera? —Clark se extrañó bastante. Era raro que Jake saliera—. ¿Se lo dijiste a Sam?

    —No.

    Transcurrieron unos segundos de silencio en los que la tranquilidad del más joven no se vio afectada, la curiosidad del más viejo por enterarse de qué iba todo eso aumentaba y el cerebro de Clark carburaba lo escuchado. Al conseguirlo, el hombre abrió sus enérgicos ojos grises mientras se echaba para atrás, como si un fuerte e invisible impacto lo golpeara, dándole aparentemente en el corazón cuando, con movimientos y expresiones súper actuadas, se llevó la mano al pecho, herido.

    —¡Tú, hijo desnaturalizado! —lo acusó con mohín de sufrimiento y desencanto—. Jamás me tomaste en cuanta como confidente, simplemente me quieres usar como mensajero, ¿cierto? Quieres que le diga a Sam que no te lleve la comida porque no estarás. ¿Cómo tienes la crueldad de tratar así a tu padre?

    —No eres mi padre —arguyó Jake con la más cargada sequedad.

    —Cierto —Clark volvió a la normalidad—. Pero te he dicho muchas veces que si quieres, puedo serlo.

    —No necesito un padre —avaló con presteza, frío.

    —Yo creo que sí.

    —He pasado mi vida entera sin uno, sin ninguno de los dos, padre o madre; sin necesitarlos. ¿Por qué iba a hacerlo ahora?

    Clark pudo percibir el dolor y el rencor tras esas palabras supuestamente inexpresivas y también pudo percibir un tono de reproche. Aunque Jake jurara y perjurara que no le importaba el hecho de que sus progenitores, aquellos que le dieron la vida, lo hubiesen abandonado, en realidad sí le importaba. Jake ansiaba una respuesta; quería saber qué los orilló a dejarlo atrás, deseaba conocer qué defecto hallaron en su persona para que se fueran sin él. Pero ¿qué error podía haber en un bebé sano? Era algo que Clark se preguntaba constantemente. ¿Qué motivo o razón justificaría una acción tan inhumana como la de abandonar a un inocente bebé? Para él no existía ninguna validez.

    A veces, cuando salía el tema, le preguntaba a Jake qué haría si por casualidad se encontrara con alguno de sus padres y la respuesta lo entristecía. Decía que le daría gusto demostrarles que a pesar de no contar con ellos pudo sobrevivir al mundo; a pesar de que quizás su intención había sido acabar con él al dejarlo en ese despiadado orfanato, les mostraría que pudo seguir viviendo; estaría orgulloso de exponerse fuerte aunque no los hubiese tenido, simplemente eso. Y con ello Clark comprendía lo dañado que Jake estaba y el resentimiento que guardaba en su interior, el que gradualmente lo había convertido en alguien no malo, sino temedor del mundo.

    —Bueno, Jake —habló Clark en tono afable—, sólo diré que las circunstancias cambian.

    —Las mías no. No necesito a un padre y punto.

    Con ese ultimátum, el joven se dio la vuelta para salir de la recámara, cerrando la puerta tras de sí, dejando a los marionetistas mayores en un silencio sepulcral que fue roto por el tendido suspiro del de ojos grises. Lidiar con Jake era más agotador de lo que parecía.

    —Uno de los dos terminará cediendo —comentó Ford, que conocía la relación entre ellos y a quien Clark consideraba alguien de confianza además de sabio.

    —No seré yo, eso es seguro —afirmó el hombre con una sonrisa confiada.

    —Bueno, me da la impresión de que el otro nombre de Jake es testarudo.

    —Es verdad —Clark sonrió divertido—, pero el mío es incansable.

    Ford también sonrió, pues eso era algo que sí podía testificar con veracidad; Clark y Jake se parecían mucho por la tenacidad que demostraban. Además, Clark había descubierto algo interesante. El muro que Jake había erguido a su alrededor estaba perdiendo consistencia y fortaleza, eso o estaba permitiendo que cierta pelirroja la penetrara. Que se preocupara por hacerle saber que no comería allí para que se lo notificara a Sam —aunque hubiese sido muy indirectamente—, era prueba de ello. Claro que Clark habría preferido que se lo dijera a ella personalmente, pero con Jake las cosas se tomaban con calma, mucha, mucha calma. Con eso, sin tocar el tema de nuevo, el par de hombres se concentró en ensayar su representación.

    ¡Gracias por leer! ^u^
     
    Última edición: 13 Enero 2016
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  14.  
    Unimar

    Unimar Un alma sana reside en un cuerpo sano y mente sana

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    Bore me paso a leer y a comentar, siempre tendré tiempo para esta historia tan hermosa. Gracias por avísarme porque suelo ser bastante despistada. <3

    Bueno este capítulo como ya lo habías mencionado fue corto, pero realmente bueno. Ya que nos dejas ver una vez más que esa coraza que tiene el corazón de Jake comienza a quebrarse, aunque tenga que ser un proceso lento esta perderá consistencia algún día. Y posiblemente el personaje se deje ver como realmente es sin tener que esconder esa sonrisa tan bella que tiene.

    Por cierto, me has emocionado cuando Jake tomó la foto y sonrió involuntariamente. Fue creo, una de mis partes favoritas en este capítulo. Muy emotivo, poruqe una sonrisa de Jake vale mucho y más si fue al ver a Sam divirtiendose en los caballos.

    Apoyo la idea de que Clark se convierta en el padre de Jake, pero sería muy difícil para él ya que Jake no esta acostumbrado a tener a una figura de tal grado paternal en su vida, pero muy en el fondo siempre permaneceran esas dudas que siempre ha tenido desde pequeño.

    Fue un capítulo fuera de lo normal, últimamente has estado manejando tu historia muy bien. Ya que los momentos tristes como quieras de alguna forma se han estado mermando. Y todo le ha ido bien a Sam. Mira que ya la han aceptado, se verá hermosa la pelirroja bailando. xD

    Sam parece un ratoncito, o por lo menos eso fue lo que imaginé cuando fue a dejarle la nota a Jake. Desapareció sin dejar ni un rastro.

    Espero que más adelante esos dos se hablen cara a cara y se digan lo mucho que se quieren sinceramente.

    Fue un buen capítulo, ahora aprovecho porque me dieron el día libre y lo único que quiero hacer el día de hoy es leer y mira me llegas con la alerta de tu historia, muchas gracias Bore.

    Sigue así, un buen capítulo.

    Te deseo suerte, nos vemos y cuídate mucho. <3
     
  15.  
    Love Temari

    Love Temari Entusiasta

    Aries
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    Oli Bore :D
    ¡WoW mucho tiempo que no comentaba nada xD! Bueno comienzo :D

    Capi 16:
    Por dios me has hecho llorar recordando a Matt todavía me da pena TT-TT soy una llorona sin remedio xD! cada vez que lo mencionas me da pena :C
    Me gusta lo insistente que es Sam con Jake ^^ aunque él sea algo frio, esa característica de él me recuerda un poco a mí xD!
    Me encanto el razonamiento de Sam sobre los pinos, nunca me había puesto a pensar en eso es algo hermoso lo que dijo y tiene toda la razón, los pinos permanecen vivos todas las estaciones. Muy lindo ^-^ y mas cuando el pino le recuerda a una persona muy importante

    Capi 17:
    Ahora entiendo el título xD! Verano e invierno la verdad es que me encanto el título cuando pude comprender lo que quería decir creo yo ^^
    ¡Jajajaja! Me recuerda a mí cuando monte hace poco a caballo y quede igual o peor que Sam xD! dolores por todo el cuerpo machucada entera xD!
    Que es tierno Clark en comprarle algo a Sam, me encanta la forma de ser de él. Pero me quedo una duda ¿Qué deuda tiene Clark que pagar? y él no tiene pareja?
    Muy lindo tu capi :3

    Capi 18: ame tu capi :D
    Es un cumplido decirle a una persona que se ve mejor en las fotos que en persona??? Yo no lo encuentro como un cumplido, la verdad es que es más una ofensa, es lo que creo yo porque te digan eso hace sentir mal a la persona, pero bueno como es Jake hay que entenderlo no?
    Que bueno que al final Sam pueda bailar con los demás haciendo un espectáculo
    Me gusta que a Jake se le este cayendo la coraza que tiene y que Sam se ha encargado de destrozar poco a poco suena un poco cruel xD!
    Cada vez me cae mejor Jake al parecer hay que conocerlo un poco más :)

    Y no sé que más decir aparte de que me disculpo por el retraso en leer y en comentar. Me encanta como escribes Brealis y la forma en que vas narrando la historia :D

    Amo todos los capítulos de tu historia :D ¡Sigue así! xD!!

    Saludos, abrazos y te cuidas :3
     
  16.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    jajajaja pobrecillo Jack, tener que haber hecho ese esfuerzo sobrehumano para decirle que sus palabras fueron un cumplido, y la pobre de Sam... jajajaja yo tambien ya me la imagine corriendo y brincando como conejillo XD
    el pasado de Jack me sigue dando pena, y no se me quita de la cabeza que sea el gemelo perdido de Max!!! O.O
    que por X o Z motivos tuvieron que dejarlo abandonado, o se lo robaron en la enfermeria para venderlo y les salio mal el cuento, bueno, no tanto asi, pero mi cerebro maquina ideas macabras... :P
     
  17.  
    Marina

    Marina Usuario VIP Comentarista Top

    Tauro
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    Otro capítulo lleno de emotividad, porque es realmente emotivo ver esos pequeños cambios que Jake está teniendo. Me gusta mucho los esfuerzos que hace Sam por acercarse a él y el hecho de que él tratara de hacerle un elogio, pues ya dice algo, aunque ese cumplido más bien parece, como dice Love Temari, una ofensa, sin embargo, también estoy de acuerdo que tratándose de Jake, sí que es un gran cumplido, jajaja, además, tuvo que sobre esforzarse por decirlo. Aquí le sumo otro punto.

    De verdad, esas palabras de que no se harán ancianitos me dan esperanza :p *Suspira* Genial la manera en que actuó Jake para dejarle saber a Sam que iba a comer fuera, en días pasados ni siquiera hubiera tenido esa consideración. ¡Yupiii! Esto avanza, aunque lento, pero sí. Él ya se muestra más atento con ella, ahora a ver si no se le olvida a Clark darle el mensaje, espero que no. Y no es mala idea de que Jake termine por aceptarlo como su padre. Clark sería un buen padre adoptivo, además lo principal existe, el amor hacia ese frío y distante joven.

    ¿Gemelo perdido de Matt, sí, también pienso lo mismo xD
    Espero la conti, sabes que me encanta esta historia, así que por favor, continúala. TKM
     
  18.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

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    Verano e Invierno
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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Drama
    Total de capítulos:
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    3235
    @Unimar Gracias por el apoyo que otorgas siempre, lo aprecio muchísimo. Me alegro que la historia esté gustándote y sé que va lento (tanto por parte de la trama como de la escritora), pero allí va. Espero no decpecionarte conforme trascurra esto, pero si es así, siéntete libre de decírmelo; no muerdo =) ¡Gracias de nuevo!
    @Love Temari ¡Me alegraste el día con ese comentario! Sabes que no exijo y que entiendo que las ocupaciones de la vida son muchas, así que agradezco que te tomes el tiempo de leer y comentar; vales oro, linda. Y bueno, lo de la deuda de Clark se aclarará algún día y no, él no tiene pareja. También es verdad, no es un cumplido lo de la foto, pero es Jake; el pobre no tiene idea xD ¡Gracias por tus palabras!
    @Milmel Ay, tú siempre tienes las palabras adecuadas para todo, Mel, jajaja. Tu mente da en el clavo, pero habrá que ver cómo se desarrolla todo esto. ¡Graicas por seguir leyendo esto! Lo aprecio.
    @Marina ¡Master! Sabes lo que importante que eres para mí en mi desarrollo como escritora (? Así que graicas por tus comentarios incondicionales, los quiero y me gustas :D

    A los demás que se pasan a leer, ¡gracias por tomarse el tiempo! Y después de mucho tiempo desaparecida y con un bloqueo tremendo, aquí dejo el capítulo de hoy, que me salió algo raro, pero allí está; a ustedes. ¡Disfruten!

    19

    La hora de recibir los alimentos arribó como cada día, por lo que todos se encaminaron a la cocina dispuestos a hacer la usual línea y recibir su ración correspondiente. Entre uno de los varios grupitos de personas, estaba el de algunas bailarinas con quienes Sam había estado forjando una linda amistad, de allí que en esa ocasión decidiera hacerles compañía en lo que esperaban su turno. Sin embargo, no estaba concentrada ni prestaba atención a la conversación que llevaban sus compañeras, sino que se mantenía absorta en sus cavilaciones, adivinando, suponiendo, preguntándose. ¿Qué habría pensado Jake en cuanto al hecho de que finalmente saldría a escena junto a los demás miembros del teatro? ¿Compartiría su alegría o no le importaría en absoluto? ¿Sonreiría por ella al menos un poco?

    Una sonrisa.

    Meditando en la posibilidad de una gesto como ese por parte de Jake, Sam recordó que no tenía idea de cómo era la sonrisa del joven marionetista; nunca lo había visto sonreír y de pronto ansió verlo con sus labios curvados hacia arriba. ¿Tendría una sonrisa como la de Matt? Sacudió la cabeza al instante. No, le daba la impresión de que no sería así. Matt había sido abierto, así que su sonrisa también fue amplia y expresiva. Jake era reservado, por lo que suponía que su sonrisa tenía que serlo también; una sutil, tranquila y hermosa; sobre todo eso, muy hermosa. Iba a lanzar un suspiro profundo ante la imagen de un Jake sonriente cuando escuchó que la llamaban.

    —¡Sam!

    La pelirroja miró a todos lados en busca de quien la llamaba, sabiendo que no era ninguna sus compañeras dado que la voz era masculina. Casi al momento, vio que Clark se acercaba a ella teniendo su plato de comida en las manos.

    —Vamos, Sam, Sasha ya ha pedido tu plato —le informó el hombre, sorprendiéndola.

    —¿Eh? Pero Jake...

    —No te preocupes por él, vamos —la tranquilizó él, afable—. Yo te explico ahora, ¿de acuerdo?

    Sam asintió con extrañeza y Clark la sujetó del brazo para sacarla de la fila, al tiempo que se disculpaba con las otras bailarinas por la brusca interrupción y por llevarse a la chica tan de improvisto.

    —¿Qué pasa, Clark? —indagó Sam por demás confundida en lo que ambos se dirigían al comedor, donde seguramente Sasha estaría esperándolos.

    —Tengo una aviso para ti, linda —notificó al fin el mayor—. Jake no está y me dijo que comería afuera, por lo que hoy te ves libre de tu tarea diaria.

    —¿De verdad? —Una desilusión tremenda la invadió y sus ojos se vieron opacados por una repentina tristeza—. Ya veo. ¿Sabes a dónde fue?

    —Ni idea, la verdad. Lo siento —se disculpó el hombre sacudiendo la cabeza, mirándola enternecido ante su reacción apesadumbrada, por lo que en un intento de consolarla, colocó su mano en el hombro femenino con delicadeza, sonriéndole reconfortante—. No te preocupes demasiado, ¿quieres? No es como si no vaya a regresar y no lo vieras más, así que anímate un poco, ¿sí?

    Sam se sonrojó furiosamente. ¿Tan evidente era? Sonrió sumamente avergonzada y bajando la cabeza consintió:

    —Sí, tienes toda la razón.

    —Bien, vamos con Sasha antes de que se ponga como una fiera, ¿te parece?

    Sam sonrió sabiendo que era mejor hacer lo que él decía, ya que ahora comprendía que su amiga podía ser bastante temperamental cuando las cosas no iban como ella quería o cuando la hacía esperar de más. De ese modo, la chica procuró mantener los cinco sentidos enfocados a su alrededor, esforzándose por pensar positivo como era su costumbre, estando segura de que vería a Jake más tarde cuando regresara de su salida. Cuando llegó la hora de que todos se presentaran en el teatro, Sam supo que Jake también había regresado a casa para alistarse gracias a que Clark se lo dijo; no obstante, no pudo verlo porque igual que siempre, tuvo que ayudar a Sasha con su vestuario y demás detalles por petición de la actriz. Con todo, no podía quejarse pues aquello sería algo que estaría haciendo a partir de la próxima semana y gustaba de tener un poco de conocimiento al respecto.

    De aquella manera, entre ajetreo y movimiento, nuevamente la pelirroja se encontró con la compañía de únicamente los de servicio. Se había propuesto ensayar lo más que le resultara posible hasta el día de su primera presentación, por lo que se dedicó de lleno a hacerlo y aunque hizo cada rutina de baile adecuadamente, no pudo evitar percibir un vacío en su pecho por no encontrarse con Jake en la tarde. Era asombroso cómo podía causarle esas sensaciones de desolación el simple hecho de desviar la rutina un poco y no verlo una sola vez. Fue así que entre prácticas y meditaciones, la noche llegó junto con ella la mayoría del grupo dispuesto a recargar energías con la cena. Velozmente, Sam se dirigió a la fila para pedir los alimentos de ella y Jake, quien seguramente había ido directamente a su habitación. En la hilera ya se encontraba Sasha.

    —¿Cómo les fue? —La interrogante era el saludo habitual que les hacía después de una demostración.

    —Siempre nos va bien, Sam, recuerda eso —alardeó la morena.

    —¿Y Clark? —Miró alrededor sin distinguirlo por ningún lado—. ¿Fue a dejar las marionetas?

    Lo preguntó por preguntar, pues no creía que se tratara de eso. Clark y Sasha no perdían mucho tiempo cambiándose y dejando lo que ocuparon en el teatro al llegar; siempre los subían cuando terminaban de cenar e iban a dormir. Que la actriz negara con la cabeza le confirmó su saber, aunque le aclaró:

    —No sus marionetas, pero las de Jake sí.

    —¿Por qué? ¿Le pasó algo? —La preocupación comenzó a hacerla su presa. Jake nunca dejaba sus marionetas tan a la ligera; por lo que sabía eran muy importantes para él.

    —Bueno, no sé los detalles. Clark no me dijo mucho —Sasha frunció la boca ante el recuerdo de ser excluida de la conversación de ellos—. Pero escuché algo de que Jake tenía que hacer cosas en la ciudad y no vendría ahora mismo. Es todo lo que puedo decirte.

    Sam parpadeó extremadamente desconcertada y con interés se preguntó qué sería el asunto que Jake tenía que arreglar afuera, sin embargo, su curiosidad pasó a un segundo plano al asimilar que tampoco lo vería esa noche. De pronto, un terrible abatimiento volvió a caer sobre sus hombros y la sensación de que algo le faltaba la inundó. Incluso cuando Clark llegó con su animosa personalidad e intentó hacerle conversación, ella se mantuvo taciturna y aunque comió hasta quedar lo suficientemente satisfecha, le sobró comida. Sin esperar a Sasha porque se sentía deprimida, se dirigió a su habitación deseando dormir de una vez, con la esperanza de que de esa forma las horas pasaran rápido y la oportunidad de ver a Jake al día siguiente llegaría con prontitud. Atravesó la puerta de su cubículo y se detuvo sorprendida apenas dando un par de pasos al interior, descubriendo a Glynn, quien se hallaba echada sobre su saco y se había apresurado a darle la espalda; mas Sam ya había vislumbrado lágrimas y la tristeza en su rostro.

    —Yo, lo siento, no quise... —intentó excusarse con torpeza.

    —No te disculpes —la cortó la rubia con grosería, aunque con voz quebrada—. ¿Por qué no viene Sasha contigo?

    Y es que Glynn sabía que Sasha era ruidosa por naturaleza gracias a su parloteo incansable, por lo que pensó que sabría el momento en que ella y Sam estuvieran a punto de llegar para logar esconder a tiempo su lamentable, vergonzoso y degradante padecer. No contó con que Sam viniera sola.

    —Me vine antes que ella; me gustaría dormir temprano —explicó la pelirroja con apacibilidad.

    —Entonces hazlo de una buena vez que me molestas.

    Sam asintió a pasar de que Glynn no pudo verla, con lo que bajo la tenue luz de la lámpara de aceite, se alistó en silencio dispuesta a descansar; se acomodó bajo las cobijas de su propio saco, sin apagar la llama para que su otra compañera no estuviera en penumbras al llegar. La habitación permaneció silente, pero a pesar de que Sam supo que Glynn se esforzó por acallar sus sollozos, consiguió escucharlos claramente; lo que era más, Sam conocía la razón de su llanto. La había escuchado de manera superficial en el comedor en medio del chismorreo: Brian no iba a dormir esa noche en la casa. Parecía ser que el rubio había conocido a una gran admiradora suya y se la había llevado a pasar una inolvidable velada, aunque quizás no sólo esa noche, sino todas las que permanecieran en esa ciudad. No pudo evadir el sentimiento de compasión que afloró en su corazón a causa de la rubia por estar en una relación tan inestable y dañina. ¿Pero en verdad podía culpar sólo a Brian? ¿No estaba ella subyugada a él por voluntad propia? Estaba segura de que si en verdad lo deseaba, Glynn podría alejarse de él, ¿o no?

    "¿Tú te alejarías de Jake?"

    La pregunta que su mente formuló la hizo sacudir la cabeza con vehemencia. No, nunca podía alejarse de él; no quería pensarlo siquiera.

    "¿Ni siquiera si te rechazara de plano, una y otra y otra vez?"

    Su mente volvió a inquirir y la resolución de no abandonar al pelinegro se ancló con más firmeza en su corazón, por lo que comprendió que ese intenso deseo se debía al amor que había nacido por él; la simple realidad era que estaba profundamente enamorada de Jake. Descubrirlo o más bien reconocerlo abiertamente la llenó de una emoción indescriptible, de puro y total gozo que sintió las lágrimas acumularse en el borde de sus ojos, mas no las derramó. De se modo, nadando su interior en alegría descomunal, fue quedándose dormida, sintiéndose de alguna manera ligada a Glynn, entendiendo un poco mejor su extraño proceder, pues ella amaba en verdad a Brian y Sam esperó de todo corazón que algún día el rubio valorara eso.


    Muy temprano al día siguiente, como era habitual, Sam se concentró en adiestrarse más todavía en su danza; ya no podía darse el lujo de cometer errores, por lo que con gran entusiasmo se vio sumergida en sus bailoteos. Estaba tan feliz por las buenas noticias del día anterior, que ni siquiera le dio importancia a Brian, quien ya había vuelto de su noche de diversión y continuaba en sus intentos por coquetearle. Hizo un buen trabajo ignorándolo hasta que llegó la hora de comer, por lo que se encaminó presurosa a hacer fila. Clark la interceptó momentos después de estar en la línea y le comunicó algo que acabó con su buen ánimo.

    —Jake ha vuelto a salir y estará fuera todo el día.

    Sus palabras resonaron reiteradas veces en su mente al tiempo que una incertidumbre atroz la apresaba, así que no prestó atención a los intentos de Clark por consolarla al ver la decadencia en su jubiloso espíritu. ¿Por qué? ¿Por qué Jake se mostraba inusualmente atraído al exterior? Lo que sabía de él era que amaba los interiores como su habitación, estar tras cuatro paredes, aislado. ¿Por qué ese repentino cambio que la privaba de contemplarlo? Volvió a preguntarle a Clark si sabía del importante asunto que debía estar forzándolo a salir, no obstante, el hombre no sabía nada, lo que a él mismo lo extrañó. Jake siempre le hablaba de sus planes por sencillos o vergonzosos que fueran; ahora, en cambio, nada de nada. Clark estaba en blanco y una sensación de tristeza también lo golpeó. ¿Acaso Jake ya no confiaba en él? ¿Qué era peor que perder la confianza de un joven a quien se consideraba un hijo?

    Sin embargo, quien pareció padecer en mayor medida la ausencia constante del joven marionetista fue, naturalmente, la pelirroja. No sólo porque el espacio que Jake ocupaba en su vida y corazón se vaciaba con el simple hecho de no verlo, sino también porque su cabeza encontró una posible respuesta a la extraña actitud de él; una razón que la involucraba y que no era agradable de formular. Quizás Jake estaba cansado de soportarla; tal vez había estado haciendo un supremo esfuerzo por tolerarla y no dejar entrever el disgusto o desagrado que sentía hacia ella; quizás el que al fin fuera a formar parte del escenario junto a él como compañera había sido la gota que derramara su vaso de paciencia. Seguramente Jake no aguantaba la idea de tener que verla no sólo cada que le llevaba la comida o se mudaban, sino ahora también en el teatro; probablemente salir y evitar comer en casa había sido el único escape que encontró a su condena.

    Todas esas suposiciones y posibilidades apagaron la llama de alborozo en Sam, por lo que el resto del día se mantuvo triste y deprimida, sin que nadie pudiera alentarla. No fue sino hasta que la noche hizo acto de presencia, ya estando en su habitación dispuesta a dormir, que permitió que las lágrimas de desconsuelo fluyeran con libertad de sus ojos. Sin embargo, una parte de ella se obligó a dejar de lamentarse con tanta auto-compasión. En un par de días volverían a mudarse y luego entraría en escena; no podía permitir que la desesperanza impidiera que cumpliera finalmente y por completo la promesa que le había hecho a su adorado Matthew. Ante el recuerdo de él, se tranquilizó un poco; tenía que seguir adelante por él, por su sueño compartido.

    Fue de aquella manera como Sam siguió esforzándose, aunque no iba a negar que el no ver a Jake ninguno de los días que precedieron la afligió mucho, pero era inevitable. Él se había convertido en alguien especial a quien necesitaba y deseaba ver todos los días y ni siquiera tuvo la oportunidad de mirarlo el día de la mudanza. Dado que ese día sí podía darse el lujo de distraerse, se mantuvo tan entrada en sus propios pensamientos que tardó demasiado tiempo en empacar, así que cuando terminó y fue al cuarto de Jake, él ya había acabado con todo y se había montado a un autobús. No tuvo más remedio que sentarse con Sasha en un camión diferente al que Mark, Clark y Jake estaban, deseando que esta vez Clark pudiera averiguar lo que fuera que estuviera pasándole a Jake. Quería saberlo al menos por ese medio, pero el hombre no había obtenido respuestas por parte del joven. Así, procurando mantener el hilo de la conversación de su amiga, llegaron a la siguiente ciudad en su mapa laboral. La rutina de desempaque transcurrió normal y el manto nocturno eventualmente se apoderó de la expansión y no, Sam no vio a Jake en ningún momento.

    Al día siguiente, por la tarde, el grupo se preparó para ir a ensayar en el teatro de aquella urbanización. Cada vez que se mudaban, el día después de instalarse era dedicado a practicar la obra antes de la primera función oficial; no tanto porque no se la supieran, era más bien para ajustarse adecuadamente a las dimensiones del escenario ya que ninguno era igual al anterior. Unos podían ser más grandes que otros, o más profundos, por lo que los artistas debían acomodar cosas como la distancia entre cada uno y detalles de ese tipo para que la presentación quedara perfectamente. Las prácticas eran especialmente para los actores y bailarines, no para los marionetistas, pues ellos siempre usaban su pequeño teatrito montable; además, Jake nunca iba a esos ensayos, por lo que no podían hacerlos ni aunque quisieran. Era asombroso y hasta cierto grado descabellado lo mucho que él se esforzaba por mantenerse alejado de la sociedad.

    Sam se dedicó de lleno a seguir las instrucciones que Brian les dio a cada uno de los danzantes, en especial a ella y su pareja de baile al ser recientes. Afortunadamente le había tocado con alguien diestro en el baile, amigable y agradable; ya anteriormente habían practicado y congeniaban bastante bien. Él se llamaba Steve y era un par de años menor que ella a pesar de que lucía mayor; era una persona honesta y tenía una novia actriz a quien amaba con locura. La pareja de Brian era Glynn obviamente, siendo ambos los danzarines protagonistas y al observarlos, Sam notó admirada que aún en los ensayos los dos bailaban con tal pasión y sentimiento, que sintió que en comparación sus propios movimientos parecían mecánicos y vacíos. Se preguntó entonces si aquellas emociones se debían simplemente al amor que ambos tenían por el baile o si era por alguna clase de sentimiento profundo que se profesaban entre ellos. Al bailar con Glynn, de pronto Brian demostraba que realmente la quería. Pero claro, si eso fuera cierto, ¿entonces por qué era tan cabeza dura y la hacía sufrir sin mayores problemas?

    La tarde transcurrió y al terminar la representación, todos montaron los autobuses para dirigirse a casa. Clark había ido a ver a Sam a pesar de que no tuvo por qué hacerlo, así que en el camino estuvo elogiándola diciendo lo bellamente que danzaba. Ella agradeció sus sinceras palabras y cuando llegaron a la mansión, los dos se dirigieron a la habitación de Jake, esperando que hubiese vuelto de su paseo desde la mañana temprano, pero descubrieron que la alcoba estaba vacía. El hombre intentó animar a Sam al ver que la aflicción se apoderaba de sus facciones otra vez, arrebatándole la felicidad de su buena práctica. Lo bueno fue que casi enseguida los llamaron a cenar, así que la pelirroja tuvo que arreglárselas nuevamente para entender que no tenía tiempo de desanimarse. Finalmente, mañana saldría frente a un gran público, tenía la confianza de sus compañeros sobre ella para darles un buen espectáculo al auditorio. No los defraudaría.

    ¿Por qué la gente es tan pesimista? Oh, bueno, es todo por ahora. ¡Gracias por leer!
     
    Última edición: 13 Enero 2016
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  19.  
    Shassel

    Shassel Usuario común

    Tauro
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    n.n Saludos mi querida Borealis, no sabes cuanto me alegra volver a leer tus escritos, una buena manera de empezar mi día :)
    :'( Bububu, que triste. no entiendo por qué Jake actúa de esa manera, que cruel. Es que, ahsksjfoashsañuhfa, por que los hombres son tan crueles con quienes mas los quieren, a veces me pregunto si está mal ser tan cariñosa y detallista X(
    Y pensar que creí que hoy leería sobre el debut de Sam como bailarina y Jake a su lado........... (debo dejar de andar tan romanticona XD)
    O.O Brian, ama a Glynn!!! eso no me lo creo, concuerdo con Sam, si es así, porque se porta tan irracionalmente.
    Como siempre me he quedado con muchas ganas de leer la continuación.
    Pero bueno, a esperar. Sin más me despido Borealis, un abrazo enorme.
     
  20.  
    Milmel

    Milmel Con un sueño en el pecho que pronto florecerá

    Capricornio
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    que cap mas deprimente.... la pobre Sam anda que de a poco se cortará las venas de la depresion que lleva encima... pobrecilla. Y Clark siempre tan positivo intentando alentar esa pobre llama que de a poco se quiere extinguir. Es cierto que cuando la depre llega a alguien alegre, pucha que si pega fuerte, y entiendo a Sam, bueno, al menos no tiene pensamientos suicidas... XD
    y me intriga de sobremanera saber en que changos anda metido Jake?! Quiza algun regalito sorpresa para nuestra joven danzarina? quiza un handmade?
    seria super!! y con eso devolveria la vida al amargado y sufrido corazon de Sam.
     
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