Se enciende una grabación: En el año 2009, después de que la doctora Alice Kripin modificara el virus de la viruela genéticamente como cura para el cáncer, dicho virus mutó, generando una extraña epidemia a nivel global, matando a la mayor parte de la población y provocando que al infectarse un humano o un animal se convirtiera en una criatura parecida a un monstruo o un vampiro en el cual concurrirían los siguientes síntomas: se degeneraría a un estado primitivo y agresivo, perdería el cabello y sería extremadamente vulnerable a las radiaciones UV del sol, obligándolo a ocultarse en las sombras durante el día. Al final del primer año de la infección, más del 90% de la población humana del planeta murió. Más del 9% estaba infectada, pero en vez de morir se convirtió en esas criaturas. El resto, era inmune al virus, pero fue perseguido y asesinado por quienes estaban infectados. Yo un virólogo del Ejército de los EE. UU., el Teniente Coronel Robert Neville, queda como el último humano sin contagiar en la ciudad de Nueva York, y posiblemente en el mundo entero…esperando encontrar una cura…. Fin de la grabación. Crónica 1: 26 de agosto del 2012 Ese sentimiento crudo al despertar, al darme cuenta que aquellas experiencias que viví hoy solo forman parte de sueños y no volverán. Pues al igual que la mayor parte de los vestigios de la humanidad, hoy, se han desvanecido y los recuerdos más bellos de mi vida ahora perforan como dagas mi alma y mi corazón. Segundos después suena la alarma del despertador, como lo ha hecho cada día desde que todo sucedió, aun lado de mí algo se mueve, estiro mi mano y acaricio a Sam, mi única compañía, más que mi mascota, mi amiga y mi confidente, desde el primer instante. Ella aprehensivamente me responde rozando con su cuerpo con mi brazo y yo trato de creer que esto es porque ella entiende como me encuentro. —Eres una buena amiga —Le susurro al acércame a ella, mientras me levanto de la cama. Ella responde lamiendo mi rostro repetidamente mientras mueve de un lado a otro su cola. —No te pongas tan sentimental, tenemos cosas que hacer —exclamo sonriendo. Después de algo de ejercicio, una ducha y algo de comer comienzo mi marcha diurna. Programo mi reloj la hora exacta del atardecer, quiero mantenerme con vida y con oscuridad, en este mundo viene la muerte. Armado con dos escopetas, me dirijo hacia lo que en otros tiempos fueron laboratorios donde intentamos desarrollar la cura a todo esto. A gran velocidad mi camioneta recorre las calles desiertas de la ciudad. —Amiga no sé por qué te fuiste a dormir temprano el día de ayer, la fiesta de anoche estuvo bastante loca, Fred hizo su acto de lámpara jeje , supongo que aún ha de tener resaca, pues tomo demasiado anoche. ¡Míralo, allí esta!. Detengo el auto frente a uno de los tantos maniquís que he puesto en la ciudad, un intento supongo yo, de no caer en la locura o adentrarme más en ella. —¿Qué tal amigo cómo te sientes?.... —le pregunto aquél ser que permanece inerte — Vaya así que te encuentras bastante mal, cuida la próxima vez no pasarte de copas…— nos vemos luego… — concluyo arrancando el auto. Después de unos cuantos minutos recorriendo la ciudad devastada surge ante mi vista un enorme de edificio. Se encuentra cubierto en parte por la vegetación, que ha logrado derrumbar toda el hala derecha, la mayor parte de letrero que señala lo que es, se encuentra oxidado y ha perdido la generalidad de las letras que lo componían. Tomo una de las armas y la cuelgo en mi brazo. —Sé que ya hemos limpiado antes este lugar, pero no está demás ser precavidos, además tal vez pueda encontrar unos archivos que me ayuden a encontrar la cura, escucha... — Le digo a la canina tomándola del rostro —A la primera señal de peligro sal de allí, entiendes. La pastor alemán parece asentir con la cabeza y yo él sonrió. La mayor parte de la estancia se encuentra alumbrada, los vidrios que formaban el tragaluz del edificio se han caído, sin embargo desde el primer pasillo reina la completa oscuridad. Vacilo un poco en entrar, pero como si me superpusiera a mí mismo, corro al interior alumbrando con una de las lámparas. Apenas entro a la habitación, observo que algo se mueve entre las tinieblas, busco alumbrar con la linterna, procurando que si es una de las criaturas, aturdirlo con la luz. Sam comienza a ladrar y aunque intento disuadirla su instinto puede más. La criatura repta rápido entre algunos escritorios que yacen tirados y yo busco de dispararle, por fin logro apuntarle, parte de su pierna sobresale de mueble donde se oculta, pienso “con algo de suerte tendré otro sujeto de prueba”. Cuando me dispongo a realizar el primer disparo una segunda figura surge y me embiste. —¡Noooo! ¡No lo mates! —Chilla la voz de una mujer. Detrás del escritorio se ve surgir un muchacho de unos 11 años que corre al instante hacia ella. —¡Mamá! ¡Mamá! —Grita el chico, mientras se acerca a ella cojeando. A su encuentro de ambos, llegan varias personas, alrededor de unas 10 y desaparecen del lugar de la misma forma en la que surgieron. Yo completamente en “shock” me quedo paralizado, intentando comprender de donde han surgido. Después de varios años de no ver ningún humano mi mente intenta comprender si esto a sido una ilusión o me he desquiciado al fin, …para cuando vuelvo en si me encuentro solo, se han llevado a Sam. Continuará….
Quiero saber algo... ¿Te inspiraste en Soy Leyenda? ¿O tomaste la historia y estás narrando intervalos de tiempos de la película? Y es que si es la primera opción pues tal parece que estoy viendo la película pero escrita. ¿Por qué no lo continuaste? Honestamente me molesta que la gente lea un fic y ni siquiera se moleste en dejar un comentario. Pero bueno, estamos tratando de arreglar eso n.n No tengo mucho que decir mas que pienso que tu narración es fluida y sencilla. Nada complicado, pero la ortografía tienes que vigilarla mejor, tienes problemas con los tiempos y un dedazo en la mitad del capítulo. También debo decir que no entendí la parte en la que habla con un maniquí o algo así. Si pudieras explicármela sería genial ._. Espero que no dejes esta historia abandonada c: sin mas que decir me retiro, saludos.
Esta historia es una pre-secuela lo que ocurre entre los flash back de antes de la infección hasta lo que se proyecta en la película. Si precisamente estamos intentando cambiar eso, bueno eso lo digo por que soy parte de eso. Si, esta hablando con un maniquí, este maniquí en la película es usado como señuelo por él villano. Robert en un intento de no sentirse solo plagó la ciudad de ellos y finge charlar así. Pues de hecho ahora mismo reviso la ortografía del próximo capitulo.
Bueno esta el segundo comentario esperando comentarios ^^. Se enciende una grabación: — Yo no sé por cuanto quiera seguir haciendo esto... En el año 2009, después de que la doctora Alice Kripin modificara el virus de la viruela genéticamente como cura para el cáncer, dicho virus mutó, generando una extraña epidemia a nivel global, matando a la mayor parte de la población y provocando que al infectarse un humano o un animal se convirtiera en una criatura parecida a un monstruo o un vampiro. Yo un virólogo del Ejército de los EE. UU., el Teniente Coronel Robert Neville, queda como el último humano sin contagiar en la ciudad de Nueva York, y posiblemente en el mundo entero…espero encontrar una cura…. Crónica 2: La alarma suena de nuevo, abro los ojos mientras la luz del día ciega por segundos, pequeños pasos se escuchan a lo lejos y aquella pequeña mía salta a mis brazos y me besa la mejilla. — Hola papi, hola, buenos días. — dice la niña rodeándome del cuello con sus brazos. — Buenos dias, hijita —respondo sonriendo. — Mami ya ha hecho el desayuno, ven a comer vamos a comer — exclama la pequeña sonriendo mientras toma su mano. Segundos después ambos partimos a la cocina, donde como si fuera el primer día en que viéramos observo a mi querida esposa y la atrapo entre mis brazos mientras intentaba besarla. — Terminaras haciendo que tire la leche, siéntate desayunar. —Me indica riendo. — Tendrás que ponerlo para llevar querida, hoy se comienza un nuevo proyecto, nada importante, una especie de enfermedad rara o algo así, tal vez una especie de gripe, tengo irme… Salgo de la casa sin no antes despedirme de mi esposa con un beso en los labios y un abrazo hacia mi pequeña Marley, ojala me hubiera tomado el tiempo necesario. Doy un respiro y sonrió, mientras desciendo hacia mi auto. Se escuchan unos ruidos tras él, alguien está hurgando entre la basura. — Hola amigo—levanto la mano para saludar, mientras me acerco— mira no puedes hacer eso, has terminado por tirar toda la basura—suspiro— déjalo, lo olvidamos si te vas ahora. — le explico mientras me acercó a él. Ya estando a unos metros de él, escucho un sonido acuoso que se vuelve más constante y ansioso, miro al piso y observo dos gotas de sangre y al levantarla mirada veo que provienen del brazo del sujeto, me acerco a un para ayudarle pensando que se encuentra herido, pero segundos después retrocedo al repulsivamente observar cómo lleva hacia él y pedazo de carne cruda y lo devora. Voltea hacia mí de pronto mostrando su monstruoso rostro inhumano, su piel pálida, impregnada de sangre, ruge y se lanza contra mí. 27 de agosto del 2012 El despertador suena, yo me encuentro entre la oscuridad, la realidad es infinitamente más oscura que esa pesadilla, pienso mientras se forma un nudo en mi garganta. 12: 00 pm — Me llamo Robert Neville. Soy un superviviente que vive en la ciudad de Nueva York. Estoy transmitiendo en toda la banda de AM. Estaré en el puerto de South Street todos los días al mediodía, cuando el sol está más alto. Si hay alguien ahí, quien sea, si hay alguien ahí puedo proporcionar comida, puedo proporcionar refugio y puedo proporcionar seguridad. Si hay alguien ahí, quien sea, por favor, no estás…no…no estas… Pienso un momento en las palabras que iba decir, en la trágica ironía de éstas, en lo que hacía y la razón por la cual lo hacía, mi realidad es que yo estaba completamente solo. Y allí ante esa mesa vieja y frágil al pie de aquel puente destrozado me derrumbo, después de haberlo mantenido así, el llanto resguardado en mi interior desde hace ya tanto tiempo por la pérdida de aquellos que amaba, porque todo se había acabado, surge en ese momento. No estoy seguro cuanto tiempo estuve así, pero un sonido me volvió en sí, el único que me ha mantenido de pie estos últimos años. Un ladrido. — ¡Sam!, ¡Saaaaaaaaaaaaaaaam! Mis pies casi no tocan el suelo, mientras salto en los autos varados entre la ciudad, avispo mis sentidos esperando no perder su rastro. — Te encontraré amiga, te encontraré, espérame, por favor no dejes de llamarme. Agitado corro sin cesar, me golpeo un par de veces entre los autos y las cosas que se encontraban tiradas entre la maleza sin prestar al dolor que me produciría esto, mientras que inconsciente avanzo hacia donde se encuenta ella. Hay unos hombres, no se cuentos en verdad, visten ropas militares, sus rostros se encuentran cubiertos, situados alrededor de 4 vehículos de asalto al pie de un antiguo edifico de negocios, custodian a varias personas civiles. Entre ellos una chica, tendría unos 14 años, era rubia y alta, entre sus manos una correa y aferrada a esta estaba Sam. Mi amiga canina se encuentra inquieta mientras la muchacha busca acariciarle la cabeza. Uno de los hombres, al parecer el líder, da una orden y la mayoría y toda la gente comienza a ingresar por los vehículos. Era ahora o nunca, debo actuar, tomo impulso sin pensar pego salto hacia desde el puente hacia un autobús, tres de los vehículos partían en ese momento. Al verme uno de los soldados toma a Sam y le indica a la chica subir. — Ella, es mi mascota, es mi amiga, yo la quiero de vuelta— exclamo mientras me acerco a ellos. — Solo eso. La can al verme se pone eufórica y comienza a saltan moviendo la cola e intentando liberarse. El último auto arranca, mientras el hombre comienza a alejarse con Sam, hacia el oscuro interior de un edificio. — Pero…pero…¿¡Que haces!?...¡¡por favor, por favor, solo dámela!!… Me encuentro en una encrucijada, lo poco que quedaba de mi realidad se destroza por completo, todo esto, toda esta maldita vida, todo carece de sentido, acaso la misma humanidad ya se había se ha desquiciado, ha renunciado a su ultimo ápice de autoconservación ingresando por voluntad a su propia perdición, ¿Por qué ese hombre entraba a la oscuridad por voluntad, dado tantos allí habían muerto?. Temblando con la intermitente luz de una lámpara unida al rifle que porto conmigo avanzo sigilosamente entre la oscuridad, acallando mi propio miedo guiado por el chillido nervioso que emitía mi amiga totalmente aterrada por estar en tinieblas. — Eres el general Robert Neville, ¿No es cierto? — una voz pregunta en la oscuridad. Dirijo la luz hacia donde escucho la voz incrédulo y al hacerlo encuentro a uno de los militares tranquilamente sentado en uno de los escritorios. — ¿Como sabes mi nombre?, ¿Quién eres? — pregunto mientras le apunto con mi arma. — Pensé que no encontraríamos a nadie al llegar aquí, pero sorpresivamente sigues vivo… —me responde. No me percato hasta ese momento de la respiración pesada que yace a mi alrededor, al dirigir la luz hacia los extremos me percato de que estoy rodeado, alrededor de 10 criaturas vampirescas permanecen a mi alrededor, furtivas, extrañamente pasivas, esperando solamente. — Mientras que tú te forzabas a volver tener el mundo que teníamos antes de esto, muchos comenzamos a utilizar estos nuevos recursos a nuestro favor—una extraña sonrisa siniestra se dibuja en su rostro— ¿no lo captas?, esto es evolución y esta dicta, que sobrevive el más fuerte ¡atáquenlo! — ordena aquel hombre en ese momento presionando un extraño interruptor. Escuche un leve zumbido, seguido por el rugido imponente al unísono de todos esos monstruos. Mientras se lanzan a atacarme.
Vaya con estas personas, la gente así solo piensa en dominar el mundo o algo por el estilo. Les importa una mier** la extinción de la humanidad. Y mira que simplemente podrían haber devuelto a Sam y ya... que siguiesen con lo suyo. Muy buen capitulo, mejor que el primero en mi opinión :D PD: ¿Un humano domina a esas bestias con un interruptor? :O
Bueno les traigo un capitulo más me tardé por estar pensando algo que fuera emocionante, espero que lo haya conseguido. Un laboratorio militar iluminado con una luz oscura, el espécimen detrás del cristal es sensible a la luz, respirando pesadamente en la oscuridad observando sigiloso, como un escorpión entre la oscuridad de una cueva esperando una víctima que descuidada acuda a ella para devorarla. Del otro lado de este, me encuentro yo. —Hace unos meses atrás, después de que la doctora Alice Kripin modificara el virus de la viruela genéticamente como cura para el cáncer, el virus ha tenido una reacción inesperada y ha provocado de que varios de los inoculados presenten síntomas que indican un nuevo y extraño padecimiento. Yo un virólogo del Ejército de los EE. UU., el Teniente Coronel Robert Neville, he sido asignado para encontrarle una explicación para poder frenarlo antes de que cobre más vidas, sin embargo, el virus ha mutado, ha provocado cambios en los huéspedes que lo adquieren por contacto secundario, ellos… Lanzando una especie de rugido la criatura que se oculta en las sombras se precipita contra el cristal rebotando luego de segundos y cayendo al piso retorciéndose sin causarle la mínima alteración mientras que produce un ruido sordo, aquel hombre corpulento y una piel blanquecina se está quedando calvo de parte derecha de su cabeza, parece que lo ha arrancado a trozos con su manos. Me observa jadeando mientras muestra sus incisivos como un animal salvaje. Lo observo y lentamente me acerco a él, la criatura busca morderme lanzando mordiscos al viento de manera frenética. Observo detrás de él, no era precisamente el detonador de esa conducta, había unas muestras de sangre detrás de mí, se había derramado una de las probetas. —La sangre…—murmuro mientras voy hacia donde esta tomo entre mis manos y se la acerco, entre más próximo esta más es la euforia del espécimen. —Que rayos está ocurriendo. No me di cuenta hasta ese instante, el cristal se estaba rompiendo. Unos segundos más tarde, la criatura saltaba sobre mí lanzando una especie de chirrido. La luz extinguiéndose gradualmente, gruñidos llenos de violencia, rabia y salvajia. Mi cabeza siendo estrellada contra el piso una y otra vez, el presente y el pasado se unen en una misma escena y vuelvo en sí. Sam, la había perdido, logré escucharla, había más sobrevivientes, entre ellos estaba él, había busca nieblas en el lugar, él…los está controlando. Me atacan en este momento. Resistiéndome a no perder la conciencia con ese aroma sangre emergiendo alterando sus sentidos que aunque manipulados no pueden resistir del todo su instinto. Estiro mi brazo hasta mi pierna mientras me golpean y logro desenvainar mi cuchillo que porto en la pantorrilla, tiro un tajazo al viento degollando a uno de ellos que cae hacia atrás con un chirrido ahogado, hago lo mismo una y otra vez hasta que comienzo a abrirme paso entre ellos, me levanto y tambaleante busco entre los pasillos una salida, por segundos el paisaje se transforma en una imagen borrosa como un lienzo mal pintado para luego oscurecerse, me encontraba por perder la conciencia. —Sam, Sam….Sam ¿dónde estás?… —murmuro mientras agitado recorría cada pasillo. Mi amiga respondía a lo lejos estaba seguro que escuchaba sus ladridos a lo lejos, hasta encontrarla a lo lejos estaba allí de pie esperando tras el umbral que daba al exterior. —¡Sam!—exclamo impulsándome a andar más rápido por pura voluntad. Ella me ladra emocionada moviendo la cola saltando de felicidad. Por un segundo me olvido de lo ocurrido del ataque que acabo de sufrir, me importa alcanzarla, tener conmigo al último ápice de esperanza en este mundo que se había vuelto más demencial ahora. —Nos vamos a casa amiga, yo… Un golpe en la nuca, mi vista se oscurece mientras miro a Sam alterada intentando acercarse a mí, la misma chica que la traía unos minutos atrás la buscaba arrastrar hacia donde estaba, tenía un martillo en su mano manchado de sangre. ¡Ella era la que me había golpeado! Sollozaba mirándome con rabia, mientras él mismo hombre había confrontado la abrazaba como consolándola. Despierto por segundos, me encuentro amordazado, nos movemos, voy en la parte de atrás de un vehículo, por ventana veo que nos estamos alejando la ciudad de Nueva York queda atrás. —Mira papá, una mariposa… —Marley… Intento ver hacia dónde vamos pero pierdo la conciencia de nuevo. Se escucha una multitud afuera, la gente grita mientras soy llevado lentamente hacia haya, está semi-oscuro mis ojos buscan adaptarse a las sombras y cuando lo logran veo que dos personas me obligan a levarme, siluetas borrosas de personas están frente a mi intento descifrar que ocurre. —El mundo del mañana está en nuestras manos, hemos sufrido pérdidas pero somos lo suficientemente fuertes para seguir en pie, yo les he prometido un porvenir y se los daré—prorrumpe el hombre al que me había enfrentado— sin embargo hay personas que no quieren ver este mañana, no aceptan nuestro nueva forma de vida y como animales nos atacan... —cierra los ojos y presiona los puños emanando cierta rabia. —¡pero no lo permitiremos! Me levantan, me ponen una navaja en el cuello, busco zafarme sin éxito, la chica que me noqueo se aproxima a mí y él le pone el arma en sus manos. —¿Por qué?... —pregunta la chica mientras sus ojos azules se cristalizan—¿¡Por qué mataste a mi padre!? —exclama mientras pega la navaja a mi cuello. Él le ha mentido, hará que me asesine y yo amordazado y amarrado, no puedo hacer nada. Por si fuera poco lo que será mi última imagen de este mundo será un escenario retorcido de él. En la multitud frente a él había un grupo de personas, tenían la misma expresión combinada de terror y rabia que la chica, sin embargo eran cientos los que se encontraban allí, el resto eran infectados.
Dios, esa gente no es normal. Esta claro que el protagonista esta en una situación demasiado angustiosa y augura que será su muerte. Espero que suceda algo que le salve, o alguien. Sigue así, es una gran historia.
