Pokémon: la búsqueda en kanto

Pokémon: La Búsqueda en Kanto


Hola a todos, bienvenidos a una nueva historia, el día de hoy les vengo con un Relato de Pokémon Centrado en los personajes principales de los videojuegos de Pokémon de la cuarta generación. Lucas/León, Dawn/Maya y Pearl/Barry. Cabe destacar que ni loco mencionaré las parejas, Ustedes Descúbranlas por Si Mismos.

Sin más que decir, comenzaré.


Prólogo:

El extraño chico de la bufanda regresa al Protagonismo, para buscar a sus Amigos Desaparecidos en la Región de Kanto, sin saber los nuevos retos que le esperarán, tiene que actuar rápido, ya que perdió comunicación con ellos y nadie les ha visto, teme que en el peor de los casos, ambos estén muertos y decide aventurarse solo para encontrarlos de una vez por todas.

 

Capitulo 1: Seguridad.


Ciudad Puntaneva, un lugar lleno de nieve hasta los pelos, La densa tormenta de nieve traía consigo una humareda de peligro y terror en las afueras de la ciudad. Se puede notar lo que parece una figura de un muchacho castaño, ojos negros, un gorro rojo, mochila de color blanco, con el símbolo de la pokebola escrito en azul, un suéter azul marino, pantalón negro y con zapatos rojos de trenzas blancas sosteniendo una pokebola, lanzándola con fuerza para desencadenar la salida de un Pokémon eléctrico, Luxray quien apareció esperando la orden del entrenador. El entrenador detrás del Luxray estaba callado pensando en una estrategia para atrapar al Pokémon con el que se había cruzado, luego de unos segundos de un inquietante silencio, el entrenador, después de quitarse el pulgar de la boca procedió a atacar.


- Triturar – Ordenó Fríamente observando a su Pokémon fijamente desde que se movió a ejecutar el Movimiento, hasta que volvió para esperar su siguiente instrucción.


El Luxray, a una velocidad casi imposible de dominar por el Ojo Humano atacó al Pokémon oponente, quien se ocultaba en las sombras de uno de los extensos pinos de nieve cubiertos por hojas de color verde oscuro, pero aún sin saber la identidad del raro pokemon este esquivo el movimiento.


- ¿Hmmm? No te esconderás para siempre – Aseguró el entrenador, lanzando una de sus Ultra-Balls hacía el objetivo.


La Ultra-ball se dirigía velozmente hacía su objetivo impulsada por el viento que hacía, hasta que, de la nada, aparece un brazo que bloquea el contacto con el Pokémon que permanecía ocultado en las sombras. La mano provenía de un chico con apariencia molesta, como si en cualquier momento te fuera a gritar, nuestro protagonista parece conocerle.


- Otra vez tu, estoy en medio de algo importante ¿No Podríamos Posponerlo para después?, Vuelve Luxray – Parecía saber lo que significaba esa interrupción, Mientras regresó a su Pokémon a la Pokebola, mirando con una cara de inexpresividad a el tío del suéter.

- Lo siento Lucas, pero no dejaré que te lleves a este Pokémon sin luchar.


El otro tipo tenía la apariencia delgada, suéter de rayas fáciles de confundir de color anaranjado o amarillo, pelo rubio, pantalones azules, ojos verdes y una tendencia de estar apresurado para hacer lo que sea, nadie más, ni nadie menos que Barry, rival de Lucas y Mejor Amigo de la infancia.


- Si es así, mejor comencemos. - León estaba emocionado porque al fin, después de tanto tiempo, tendría otra batalla contra Barry

- Adelante - Confirmó Barry saltando a una distancia lejana, en contra del lugar donde estaba parado, para lanzar a su Pokémon.

- Será un Combate con un solo Pokémon – Advirtió antes de comenzar

- Como quieras – Dijo el de la Bufanda, parecía no importarle mucho el número de Pokémon de que utilizaría.


La fría nieve caía y el duelo entre estos dos titanes Comenzó sin retrasos de ningún tipo, Lanzando nuevamente sus Pokebolas y nombrando con una emoción característica de los entrenadores a sus Pokémon al mismo tiempo.


- VE FLOATZEL – Grito de Barry al sacar su Pokemon.

- ADELANTE, EMPOLEÓN. - Grito de Lucas, al lanzar la Pokebola


Salieron de sus Balls, los Pokemon ya evolucionados, emitiendo sus gritos y mirándose las caras fijamente, ambos eran del tipo agua, por lo cual no había ventaja para nadie.

El Pokémon de Lucas se notaba silencioso mientras que el de Barry parecía estar con la respiración aumentada hasta más no poder. Sin esperar ni un instante Barry, nombró su ataque.


- FLOATZEL, USA ACUA JET.


Barry señaló con su mano derecha al Empoleón y su Pokémon se envolvió rápidamente en agua, Lanzándose contra el Empoleón enemigo en el aire a una gran velocidad.

Lucas, callado, observaba como reaccionaría su Pokémon, como si hubieran ensayado esto desde hace meses. Empoleón sin Pensarlo dos veces detuvo el Acua Jet con sus aletas, la fuerza del impacto hundía a Empoleón contra la nevada tierra, pero este no se veía afectado, sin embargo uso mucha fuerza para desviar el ataque de Floatzel que como podíamos notar, estaba luchando contra la fuerza del Pokémon emperador para impactarle sin éxito y al ser desviado, Floatzel no pudo controlar el ataque, ya que el Acua Jet, solo va en linea recta dirigiéndose a un pino de nieve a gran velocidad sin poder hacer algo que le salvara chocando con el nevado árbol dándose un fuerte en la cara contra este, debilitándose instantáneamente.


- ¿Que demo...? - Se preguntó Barry, con un tono de frustración en su voz

- Al parecer, sigues siendo tan impaciente como siempre, Barry. - Sermoneó Maya, observando el Combate como si fuese un árbitro, ubicada en medio de los dos y arrimada un poco más detrás de la zona de combate, obviamente para no ser afectada.


A Lucas parecía Inmutarle la Victoria, pero pensaba silenciosamente, riendo para si mismo y disfrutando la frustración de su rival, al ser humillado, perdiendo la batalla sin si quiera utilizar un ataque.

- Eh, León ¿como sabías que te atacaría con Acua Jet? - Preguntó acercándose Maya, Impresionada por la rápida derrota.

- ¿Hmmm? - Volteó a mirar a la chica y sonrió alegremente, en un tono de broma, señaló a su Empoleón con su pulgar, para decir - Pregúntaselo a él.

- ¿Eh? - Exclamaron Barry y Maya al enterarse de que el Empoleón de León se Movió Solo.

- Se nota que confías demasiado en tus Pokémon. - Elogio la chica, con una sonrisa.

- A MI ME HUELE QUE SOLO TUVISTE SUERTE – Gritó desesperado el Rubio con un tono de ira, mientras se movía para llegar a donde estaban esos dos.


Después de un pequeño silencio, el trío empezó a reír a carcajadas, mientras comenzaban a caminar en dirección al centro Pokémon para curar a Floatzel y pasar la noche dado a las altas temperaturas y el peligro y podrían pasar afuera, expuestos a todo.


Observando el lago al Abrir los ojos, Lucas despierta de una de sus marañas de recuerdos que tuvo dado a que pasó por uno de los lugares donde siempre quedaban el y sus amigos, la peliazul de Maya y el rubio alocado de Barry, El Lago Veraz. El Clima era muy lluvioso, pero aún así el chico podía ver de nuevo el paisaje, rodeado de un poco de hierba alta, al Frente, notó la isla flotando sobre el agua que consistía en una cueva rocosa, ¡Claro! Ese era el lugar donde capturó al Pokémon de la Tristesa y Alegría Mesprit, después de convertirse en el Campeón de la liga Sinnoh. A su lado su Pokémon Inicial Empoleón quien lo acompañaba en la Vista.

— Cuánto Tiempo… ¿No crees Amigo? — Preguntó el chico con una leve sonrisa, con su mano en el hombro del Pokémon Emperador, mientras este le asintió con la cabeza.

— Cuando teníamos cosas por hacer, Acabar la Liga, Derrotar a los Líderes, Parecían metas Imposibles, pero lo Logramos Sin Problemas, incluso al atrapar a todos los Pokémon. — Siguió recordando el Chico, Mientras el Pokémon Seguía asintiendo con la cabeza.

— Estoy muy Orgulloso de ti, amigo mío, hemos pasado por muchas aventuras y siempre has estado conmigo, en las buenas y en las malas. — Agregó Mientras Sacaba de su cinturón las Pokéballs.

— ¡Salgan todos ya! — Lanzó sus seis poke balls sobre el blando Césped, para hablarles a todos.

— Escuchen Titanes, no quería hablar solo con Empoleón, porque me parece que todos merecen escuchar esto de mi. — Aclaró el Chico de la Bufanda Preparando una nueva frase, al Oír la respuesta de sus Pokémon.

— Si todavía recuerdan a nuestros amigos, Maya y Barry, con los que luchamos un par de veces. Podrán notar que siempre tuve un Gran lazo de amistad con estos dos y que ellos harían lo que fuera para sacarme de cualquier peligro, ahora es tiempo de demostrarles que no se equivocaron al confiar en mí, están desaparecidos y su última ubicación fue la región de Kanto. — No podré llevarlos al ser el Campeón de la Liga Sinnoh, porque ellos iniciaron una nueva liga ahí dejando a sus Pokémon en casa para luego volver victoriosos con ellos y no sería justo acabar con los enemigos de un solo golpe, incluso me registran la bolsa para verificar que no los lleve, espero comprendan esto. — Agregó y esperó la reacción de sus Pokémon.

Los Pokémon asintieron todos con una mirada seria pero se preguntaban todavía porque los habían sacado y no están en sus Balls.

— Apuesto a que se preguntan porque están afuera, los dejaré fuera de sus Balls, hasta que regrese, me parece que se aburrirían todo el tiempo encerrados ahí. — Aclaró una vez más.

— Empoleón estará a cargo de ustedes — Se dirigió el chico al Pokémon nombrado, para hablarle nuevamente.

— Amigo, estás a cargo, por favor, protégelos como si fueran de tu propia especie, no se los confíes a nadie a menos que sea alguien que conozcamos, traten de no salir del Pueblo Arena, ni del Hojaverde, porque digamos que, este será el lugar de reencuentro. ¿Entendido? — Preguntó nuevamente separándose una vez más.

— Empo… — Habló el Pokémon en forma de afirmación.


El Muchacho del gorro rojo comenzó a caminar en dirección contraría a ellos, pero recordó algo y corrió de nuevo al lugar donde estaba parado para informarles acerca de una ultima cosa.

— Una cosa que olvidé mencionar, parece que estoy siendo demasiado dramático ¿eh?, la cosa es que, Hemos Vivido Grandes Cosas, No se preocupen por mi, volveré y eso pueden asegurarlo. ¡ADIOS! — Gritó a todos y nuevamente se retiró despidiéndose alzando una mano de espaldas y caminando finalmente hacía ciudad canal, para tomar el barco que llegaría a la mencionada región de Kanto.

Se puede apreciar al protagonista en la mencionada ciudad portuaria del suroeste de Sinnoh, se dividía en dos canales el primero que es donde se pasa al llegar y el segundo accesible gracias a un puente de color naranja que se encontraba en la esquina superior izquierda del canal de llegada, cerca del Centro Pokémon puesto un poco mas a la derecha, frente al sendero marcado en el piso de rocas de color azul que indicaba los lugares accesibles rodeado de rocas de color gris que rellenaban el resto del suelo de la ciudad. lo que separa a este canal es nada mas ni menos que el Mar, La Biblioteca Pokémon y la casa del Quita Movimientos se encontraban en esta ciudad pero, El puerto, ubicado al segundo canal era el objetivo de nuestro protagonista, este llegó sin problemas al barco con su equipaje, al sentarse en la cama , escuchó el rugido de un Luxray y miró por la ventana de su camarote, notando a sus Pokémon fuera, en el primer canal despidiéndose una vez mas de él. Lo habían seguido para despedirse de el, este corrió hacia la cubierta mientras zarpaba el barco y les alzó la mano nuevamente para despedirse de ellos.

Fin del Capitulo.

No te Olvides de Comentar que te pareció mi Fic, espero impacientemente sus comentarios :D

Dudas, Quejas, Críticas, Mentadas de Madre y Maldiciones con gusto serán respondidas

Hasta el Próximo Capítulo...

 

Capitulo 2: ¿Perdido en el Crucero?.

Hola de nuevo, esta vez les traigo el nuevo episodio de mi historia, donde se aclararan algunas dudas dadas en el anterior capitulo. Comienzo

En El Capítulo Anterior, nuestro protagonista salió de la Región Sinnoh para embarcarse en un viaje de búsqueda a través de la región Kanto, Su viaje a penas comienza…

Dos horas después de que zarpara el lujoso barco exactamente a las nueve de la mañana, Lucas comenzaba a Aburrirse dentro de la habitación compuesta por una cama de sábana blanca y almohada del mismo color con la ligera diferencia de que la sábana tenía rayas azules esparcidas por esta haciendo referencia al mar, Lámparas de color azul oscuro con sus bombillos en funcionamiento colgadas en todas las esquinas de la habitación y una alfombra cerca de la puerta donde se podía apreciar el grabado “Gracias por Viajar con Nosotros”.

El Chico decidió salir e informarse lo mas que podía sobre la región de Kanto, salió de su Cuarto y comenzó a deambular por ahí, en busca de personas. Los pasillos por donde pasaba Lucas eran de un piso de madera de color gris y las paredes de estos de color blanco con estampados y dibujos de Pokemon pegados por todos lados.

Luego de media hora de caminata por los diversos lugares del barco y al no ver a nadie por los pasillos, comenzó a desesperarse hasta el punto de querer volver a su habitación, lo que no se esperó es que al darse la vuelta para ver por donde iba y al ver los pasillos y corredores iguales, se dio cuenta de que estaba completamente perdido en el lugar.

— Mier… ¿Por donde se supone que salí? Y ¿Cómo demonios volví a mi habitación después de despedirme de mis amigos? — con excepción de la cocina y algunas puertas todo era igual, que a diferencia de los camarotes, esta no poseía entrada, pero si la base de una, como si lo único que faltara fuera la puerta.

Lucas comienza a desplazarse en dirección a la cocina conformada por muchas mesas, esparcidas en columnas de dos pasos de distancia, la pared derecha se puede notar llena de hornos de cocina, hasta colgados en esta, mientras que la pared a su izquierda estaba repleta de refrigeradores, la pared del medio solo disponía de un fregadero, colgado en esta, el ambiente se notaba muy lleno de humo dado a la utilización de hornos crematorios. Lucas se acerca tosiendo por culpa del humo que invadía sus pulmones detrás de uno de los cocineros para así, tratar de ubicarse en el Barco.

— Disculpe… “En estos momentos mi Shaymin me sería de mucha ayuda” — Pensó mientras pedía la atención del cocinero.

— Me he perdido en este extenso lugar — Explicó su situación el muchacho mientras se preparaba para pedir ayuda.

— ¿Podría mostrarme el camino a mi Habitación? — Con una mano en la nuca y con un rostro alegre el muchacho esperó la respuesta.

— ¿Quién eres? ¿Me ves Cara de Guía de Turista? Largo de Aquí —Contestó con más preguntas y gritó al expulsar al chico.

El Chico no tuvo más opción que retirarse del lugar. Quería respuestas y su única esperanza se rehusaba a hablar, pero luego de unos minutos más de divagar por el extenso lugar, se le ocurrió una idea al encontrar un armario y un uniforme de cocinero sobrante, en una pequeña habitación y en la puerta se observaba un cristal donde se podía observar el interior de la habitación, para su sorpresa, la puerta estaba abierta.

— ¡Arceus está conmigo! — Exclamó felizmente mientras se Ponía el uniforme y dejaba su ropa de viaje dentro de la Mochila que siempre carga con el.

— ¡Hagámoslo, Empo…! — Perdió el animo al notar que su Pokémon no se encontraba con el, mientras una sombra ocultaba su rostro dado a la tristeza que sentía en ese entonces.

— Maldición solo han pasado dos horas y ya los extraño… — Dijo esto con la mirada en el piso, con una sonrisa fingida, apretando sus manos con fuerza mientras sentía un devastador vacío interno, al saber que ninguno de sus amigos estaba acompañándole.

Nuevamente, Lucas comenzó a caminar con una de sus camisas informales, vistiendo el delantal y el gorro de cocinero blanco, después de caminar otros 20 minutos por los pasillos idénticos, perdido solo para encontrar la cocina, por fin la encuentra.

— La Próxima usaré el Ferri —Dijo en voz baja mientras se acercaba a otro de los cocineros para hacerse pasar por uno de ellos y lograr uno de sus fines, volver a su habitación.

Al situarse detrás del cocinero este se preparó para llamarlo pero si quiera antes de articular palabra fue llamado por el numero escrito negro que tenía en medio del delantal.

— ¿Qué crees que haces ahí parado número treinta y nueve? ¿Crees que esto es un lugar donde hacer vida social? ¡Vuelve al Trabajo! — Ordenó con frialdad el cocinero que parecía estar encargado de todo en la cocina.

— “Nunca me subiré a un barco de nuevo” Allá voy — Pensó mientras respondía el chico improvisando y tomando uno de los cuchillos para ponerse a cortar, en el peor de los casos lo primero que se encontró y con esto me refiero a la cebolla…

— Pica con más animo treinta y nueve, ¿no desayunaste hoy? — Dijo uno de los cocineros que estaba ubicado al lado de Lucas.

— De hecho, no encontré mi desayuno — Dijo esto con lágrimas en los ojos por la lechuga.

— ¿Ah si? Que descuidado eres —El cocinero le miraba con inquietud por lo que había dicho, ya que todos los miembros del equipo del barco habían recibido un mapa de la instalación.

— Ni siquiera me he ubicado bien acá. Todos los corredores me parecen iguales y… —Antes de que pudiera terminar, el cocinero le interrumpe.

— ¿De que hablas? ¿No tienes el mapa? — Preguntaba muy extrañado el marinero que seguía cortando a su lado.

— No, parece que lo dejé en mi coche — Mintió el joven de una manera inteligente, para poder hacerse con el mapa

— Pues ten el mío, te lo regalo, me he familiarizado lo suficiente con este barco. — Mientras le daba el mapa de la embarcación al Joven.

— “¡Victoria!” — Exclamó el muchacho en su cabeza mientras tomaba el mapa.

— Muchas Gracias, Numero… Diecisiete — Completó al ver el número que tenía el hombre en el delantal.

El chico estaba listo para irse, pero pensó en que si lo veían salir así nomas, se darían cuenta de que era un impostor así que tuvo que quedarse hasta que dieran un descanso. Hasta entonces tuvo que portarse como un cocinero de primera, tenía algo de experiencia ya que vivía solo con los Mayordomo en la Mansión de Maya y nadie le cocinaba, debido a que su apetito era voraz, tanto así que los maestros de cocina del lugar decidieron enseñarle sus técnicas para que pudiera cocinarse solo.

Pasaron las horas y Lucas rogaba en su cabeza un tiempo de descanso para así, salirse con la suya, parecía que no terminaría nunca, este al ver la comida que estaba preparando no pudo evitar querer comer una de esas delicias que ni siquiera eran para el, ya hasta le rugía el estomago y esto parecía una tortura para el.

— ¡Tiempo! — Avisó el Cocinero para que todos pararan de hacer el almuerzo a las doce del medio día.

— Vuelvan a eso de las cuatro de la tarde para hacer los preparativos de la cena.

— “Si crees que estaré aquí otra vez, estas loco” — Reprochó el chico retirándose para buscar su mochila e ir a su habitación.

Nuevamente se perdió por los pasillos del extenso lugar, pero por fin encontró su mochila, cambiándose otra vez a su ropa de viaje, Lucas comenzó a caminar en dirección a donde le indicaba el mapa hasta que por fin llegó a su Habitación, sano y salvo. Abriendo la puerta para después cerrarla cayéndose detrás de esta en forma de cansancio, confiado se tiró a la cama.

— “Las cosas que hago por ustedes” — Sostenía una foto de él en medio de sus mejores amigos.

— Ahora que tengo el mapa no debería perderme aquí. Caray, es menos grande de lo que me imaginé — Hablaba solo el muchacho sin darse cuenta de que parecía un loco a primera vista.

Fin del Capitulo

Cuenta la Leyenda, que los que han leído este fic darán Like y Comentarán :'D

Dudas, Quejas, Críticas, Sobornos y Mentadas de Madre, con gusto serán recibidas.

¡Hasta la Vista!.

 

Capitulo 3: Choque de Dimensiones.

Hola a todos de nuevo, hoy les traigo el tercer Capítulo de esta historia. (Algo Rápido, ¿no?)

Bien, empecemos con esto.

Lucas abre la puerta de color gris, para salir de su camarote, seguir explorando la embarcación y tratar de encontrar nuevamente a personas con las cuales informarse acerca de Kanto, le preocupaba llegar a la región sin saber donde pisar.

— Bien, según el mapa, este es el camino hacia la cubierta. —Dijo El Joven observando cuidadosamente el mapa que contenía todas las zonas del lugar.

La cubierta era el lugar que una vez mas el entrenador visitó, la cual tenía un piso de madera y muchos decorados afuera, como una piscina, un lugar para bebidas y helados, entre otras cosas, además de cuadros que hacían referencia a los Pokémon Legendarios de la Región de destino, esparcidos en la parte posterior de las afueras del barco.

El entrenador no despegaba la mirada del mapa, haciendo que caminara sin ver por donde pasa, por pura coincidencia, el chico decide mirar a los lados para intentar ubicarse, lo que no se esperó es que al voltear la vista hacia adelante, pudo divisar a una chica rubia con el cabello abultado por un gorro verde, de vestidura blanca, con una blusa naranja, ojos de color verde. Corriendo a toda velocidad frente a el, chocándose contra este, el cual cayó dentro de la piscina del Barco, empapándose completamente

— Jod… — no pudo terminar la frase por culpa de la intensidad del choque, hundiéndose al agua.

— ¡Lo Siento! ¡Lo Siento! ¡Lo Siento! — Exclamó inclinándose rápidamente la chica, con los ojos cerrados al notar que había echado a alguien al agua.

El entrenador comenzó a subir por las escaleras de la piscina con el mapa mojado y algo furioso, dado a la desagradable sorpresa que se llevó, solo podía temblar y tartamudear palabras debido al frío que le causo el baño de agua de la piscina.

— ¿Por qué no te fijas por donde….? ¿pero que…? — Observaba con exasperación a la rubia, impresionado por sus vestiduras.

— ¿Hmmm? ¿Si? — Atendió tímidamente, por miedo a que le fuese a gritar y aun con los ojos cerrados.

— Debes tener mas cuidado al correr así, me he llevado un buen susto — Se levantaba llevándose una mano a la nuca, como si no hubiese pasado nada.

— Todo el mundo me dice eso. — Dijo entre risas y abriendo lentamente sus ojos.

— Esto… y ¿Quién eres? — Preguntó el entrenador con algo de pena, mientras trataba desesperadamente de secar el mapa de color marrón.

— Me llamo Bianca, entrenadora de la Región de Unova, estoy aquí para ir de regreso a mi hogar, después de visitar la región Sinnoh. —observaba al chico secar con desesperación al mapa.

— ¿Eh? ¿Unova? Pero el boleto dice claramente que el destino es la región Kanto. — Se Sorprendió al saber a donde se dirigía la entrenadora de cabello abultado.

— Quieres decir que ¿Esto no va a Unova? — Preguntó asustada la chica, por subirse a lo que parece ser el barco equivocado.

— Exacto. — Afirmó el entrenador que casualmente, también tenía el pelo abultado con su gorro rojo.

La chica no reaccionó con la respuesta y se quedó pensativa por unos dos minutos con las dos manos en la cabeza jalándose el pelo. Lucas, al notar la congelación de la muchacha, se preocupó y paso su mano por los ojos de arriba hacia abajo, a ver si reaccionaba. Repitió el movimiento tres veces y para colmo, la rubia parecía estar en otro mundo.

— Eh, ¿Estas ahí? — Esto comenzaba a asustar a Lucas, quien empezó a pensar rápidamente en que hacer, pero fue bruscamente interrumpido por un grito proveniente de la entrenadora, se tapó los oídos por la intensidad del grito, el cual se escuchó en todo el barco, despertando a los viajeros que se inmutaron y siguieron durmiendo.

— ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué voy a hacer? — Siguió exclamando rápidamente con las manos en la cabeza jalando sus pelos con mas fuerza.

— “Es igual de descuidada que el” — Habló para si mismo el entrenador, refiriéndose a Barry, pensando en que podría hacer para ayudar a la rubia, la cual se encontraba en serios aprietos.

— Esa era mi última oportunidad para volver a casa. ¡Diablos! — Se refirió molesta al dinero gastado en el viaje.

— “Tengo que ayudarle, no podría imaginarme en esa situación” — El muchacho seguía en silencio, aún empapado por el baño pero sin importarle esto ultimo.

— Todo está perdido, moriré de hambre o pereceré. — Exageró la adolecente aún sin calmarse.

Una luz ilumino los pensamientos del joven entrenador de bufanda blanca, sin embargo esto se le ocurriría a cualquier persona, pero no vio mas remedio para la situación de la muchacha que acababa de conocer.

— ¿Te parece acompañarme en mi viaje? Tengo un propósito que no es vencer la liga. — Propuso el chico poniendo una de sus manos en el hombro de la chica de la blusa naranja.

— ¿Acompañarte? — Volteó la cara señalándose así misma rápidamente hacia donde provenía la voz del muchacho, para continuar con una nueva frase.

— Pero… ¿No seré una carga para ti? — la chica estaba muy extrañada por la invitación del muchacho, pues le acababa de conocer.

— Por su puesto que no, la verdad me he aburrido de viajar solo en mi región, además si me pasará eso ahora, en serio que ya me hubiera tirado del barco. — Bromeó con seguridad el muchacho al ofrecer su ayuda, no podría imaginarse en un problema similar.

— Está bien, no sé en lo que pueda ayudar, pero viajaré contigo. — Aún extrañada por aquella invitación, la rubia no tuvo mas opción que aceptar. — Pero… ¿Cuándo Volveré a mi hogar? — Preguntó nuevamente la entrenadora.

— Tú ayúdame a lograr mi cometido y te ayudaremos a volver lo más rápido posible, lo prometo. — Prometió Lucas, quería encontrar a sus amigos con toda la ayuda que le fuese posible y a cualquier costo.

— De acuerdo — Afirmó la entrenadora, mientras se daba la vuelta. — Nos vemos fuera del barco — Dijo esto corriendo a su habitación.

A unos cuantos metros lejos de la muchacha que no se detenía ante nada, el chico de pelo abultado de gorro rojo recordó con un gran susto, que el mapa estaba mojado y sin el, su esperanza para sobrevivir en el lugar se esfumaba.

— “Maldición, se ha mojado el mapa” ¡Espera! — Gritó a la chica, sin resultado, estaba demasiado lejos y no pudo escucharle.

El entrenador estaba perdido por cuarta vez en la misma instalación y ya estaba cansado de andar en las mismas.

— ¿Por qué rayos tiene que ser tan grande este lugar? ¡Demonios! — El chico trata desesperadamente de secar su mapa dañado, debido a que la tinta se esparció por todo lo que parecía ser las instalaciones del lugar por culpa del agua, sin embargo, el camino a su habitación seguía intacto.

Lucas da un gran suspiro, y trata cuidadosamente de no mover el mapa, para impedir que se riegue la tinta por el camino a su habitación, de pronto, sonó una campana, que según escuchó en la cocina, anunciaría la hora de la cena, pues ya eran las cinco de la tarde y el estomago le rugía mucho.

— ¿Por qué a mí? — Gritó observando nuevamente el mapa y vio que la tinta se había esparcido por la zona que lo llevaría al comedor.

El adolecente entró en pánico, corriendo otra vez para meterse dentro de la embarcación y para su suerte había personas a las cuales preguntar sobre la ubicación del comedor. El entrenador decidió ahorrar saliva, así que comenzó a seguir a la muchedumbre que se dirigía al lugar, por los pasillos ya descritos anteriormente.

Continuara…

Ya saben, dudas, quejas, críticas, mentadas de madre y sobornos con gusto serán recibidos. Hasta la Próxima.

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Capitulo 4: Mis Fines.

Las gotas de la ropa de Lucas caían al piso mojando la madera de los pasillos del sitio y emitiendo un sonido de goteo que irritaba al entrenador. Después de un refrescante baño sorpresa que recibió de manos de una entrenadora descuidada, lo único que quería hacer ahora era comer y recuperar fuerzas para seguir su camino.

— “Jo… ¡Que hambre, me llevaré la comida a mi habitación! ¡Pero si ni eso puedo hacer, Estoy Perdido!” — Gritaba en su mente, Le rugía el estomago sin cesar y solo pensaba en los deliciosos platillos que había cocinado con sus propias manos y cual le tocaría, pero el sueño se esfumo al recordar que no sabría a donde llevar su comida, estaba perdido. Por otra parte estaba preocupado, temía que, al mostrarse cerca de uno de los cocineros este le fuera a reconocer y a causar problemas.

Las gotas de la sudadera azul del entrenador no se detenían y seguía produciendo ese sonido que tanto le molestaba. Después de caminar unos metros por la inmensa embarcación por fin llegó al codiciado comedor, la entrada al final del pasillo no tenía puerta como la cocina pero sin la base de la puerta, el chico encontró un amplio lugar, como una especie de salón repleto de enormes mesas de comedor de color marrón, esparcidas por el lugar, las paredes eran del mismo color que las mesas y las sillas, hacían notar una gran elegancia al sitio se emitían diferentes olores la comida ya estaba en la mesa, con una hoja de papel debajo de los platos de comida que indicaba el nombre de la persona que debería sentarse en ese lugar.

— ¡Que enorme lugar! me pregunto donde estará mi comida. — El muchacho tenía la mano en el estomago, el hambre le mataba y su emoción aumentó al ver su nombre escrito debajo de una de las obras que había preparado, no pudo evitar comenzar a comer de inmediato.

— “No puedo quedarme mucho tiempo por aquí, pero algo es seguro, soy mejor que cualquiera de estos cocineros principiantes” — Pensaba mientras devoraba el alimento de su propia creación, como si no hubiera visto comida en años.

— “¿Dónde estará ella?” — Comenzó a ver a los lados, en busca de la rubia, tomando su bebida, con intención de conseguir guía a su habitación. —“Si no la consigo, Tendré que volver por mi cuenta”

Luego de dar unas vueltas por el comedor, y no encontrar a Bianca, el entrenador se percató que la chica se había quedado en su habitación o se había retirado antes que el.

—“En fin, tendré que arreglármelas solo” — Se levantó de la mesa y se preparó para volver a su camarote. — “Será fácil salir del barco, seguro saldrá una muchedumbre de los camarotes en dirección a la salida, lo único que tengo que hacer será seguirles” “Según el boleto, el crucero llegará mañana a primera hora, a la región Kanto será mejor que visite la biblioteca del Barco que indicó el mapa”— Dijo el entrenador observando su pokereloj digita de color azul, para saber la hora.

7:38pm

— “Aún tengo tiempo” “Según el Folleto que leí, la hora para entrar a la habitación después de comer es a las diez en punto” — Seguía pensando mientras caminaba por los pasillos.

El chico sabía que tenía tiempo, pero aún así, tendría que hallar la forma de volver a su camarote sabiendo que se perdería por enésima vez, lo que pareció inmutarle ya que continuaba su camino sin rumbo.

Por fin había llegado a su destino, se encontraban estantes repletos de libros viejos de Pokémon, Enciclopedias, Novelas acerca de estos y Libros de Historia Sobre la Región, la Biblioteca portaba el piso de color rojo y techo de color plateado sin embargo, aún se conservaba la decoración anterior de cuadros separados unos pasos de las estanterías, iluminación suave con bombillos de baja iluminación, esparcidos por las esquinas del lugar, aires acondicionados de la mejor calidad y algunas mesas de marfil acompañadas de sillas del mismo material para la lectura, donde se encontraban pocos entrenadores leyendo lo que les interesaba. El Chico ya se sentía augusto al lugar, se acercó a una de las librerías y tomó el libro de historia de la región junto con el de Pokémon típicos de esta, ambos estaban licenciados por la liga de la isla.

Después de terminar de leer ambos libros de contenido extenso, decidió ver la hora llevándose una sorpresa más.

12:36am

—“mier… es tarde y hora de volver” — Cerró el libro y comenzó a correr nuevamente, saliendo por la puerta blanca que contenía su numero, sin rumbo aparente.

Para su suerte, la chica rubia se encontraba deambulando por los pasillos unos pasos más adelante sin su gorro verde dejando notar su hermoso pelo, aunque despeinado y sin su blusa naranja, vistiendo solamente su camisa blanca característica y el mono deportivo blanco, además de andar descalza con sus ojos cerrados gesto último que el entrenador ignoró.

— ¡Bianca! — Aún corriendo a gran velocidad que al final no pudo controlar tumbando a la chica contra el suelo y a si mismo cayendo sobre ella.

La chica abrió sus ojos bruscamente como platos en reacción al susto que se había llevado al despertar y tenerle encima. Lucas, por reflejo situó sus dos manos en la boca de la chica para tratar de impedir que un nuevo grito saliera de su boca unos segundos después de contener el grito, la voz de la rubia se atenuó y como respuesta, el chico suspiró y le quitó las manos de la boca, aún encima de ella, lo cual provocó que ambos se sonrojaran mutuamente.

— Las disculpas esta vez serán mías. — Dijo el muchacho con su mano derecha en la nuca y con una enorme sonrisa que escondía perfectamente lo apenado que estaba frente a aquella situación.

El entrenador se levantó para dejar de incomodar a la de ojos verdes quien se preguntaba como había llegado hasta ahí, En cierto modo fue una pequeña venganza del muchacho que se reía un poco.

— ¿Qué estoy haciendo aquí? — Ignoró completamente el momento que estuvo en el suelo y fue levantada por la mano que le extendió el muchacho, la chica empezó a sobarse la cabeza por el fuerte golpe que se dio contra el piso con una cara de querer volver a la cama.

— No lo sé, te vi caminando por aquí y me encontraba perdido así que creí que podrías ayudarme a volver a mi cuarto. — Explicó algo confuso por la pregunta ya que el juraba que la chica estaba despierta.

— ¿Caminando a estas horas de la noche? — Inquietada por lo que pudo haber hecho sin tener conciencia. — Espera… ¿Qué hora es? — Estaba preocupada por la respuesta.

— A ver… — Dijo el muchacho consultando su Pokéreloj. — Es la una y treinta y ocho de la mañana. — “Bonita hora para perderse” — Pensó con la vista aún en su muñeca

Preguntas y preguntas rondaban por la cabeza de Bianca hasta que es ligeramente interrumpida por la voz de su acompañante.

— Eh, ¿estás bien? — inquietado por el silencio que dejó la entrenadora decidió indagarle.

— Hmm si, un poco perdida, pero estoy bien. — ¿Dices que estás perdido? — Continuó la muchacha observando a Lucas

— Si — Afirmó el entrenador con un poco de alivio.

— Deberías buscar el número de tu puerta. — Señaló una de las puertas del lugar como ejemplo.

— “Me siento como Barry” Hay un pequeño problema. — El muchacho de pelo abultado comenzó a juguetear con sus dedos, preparándose para darle una desagradable sorpresa a la chica

— ¿Y cual es? — Con un poco de frialdad la chica no se esperaba que fuera a fallar.

— Esto… la verdad… no se cual es el numero de mi habitación. — Declaró entre risas que ocultaban su frustración y pena.

— Vaya, esto si es un problema — Suspiro con los brazos cruzados y volteando la cabeza hacía una esquina y apuntando sus orbes verdes al suelo dirigiéndole una mirada de reojo al muchacho.

— Bueno, si no puedes ayudarme dormiré en la biblioteca ¿eh? — Seguía sonriente, pero en realidad necesitaba ayuda.

— Está bien, dormirás en mi habitación. — Volteó la cara para buscar el rostro del entrenador mirándolo como si fuera cometido un crimen.

— Bien — Afirmó algo inquietado, por la mirada fría de la chica ¿Habrá hecho algo mal? Y si es así ¿Qué hizo?

— Pues vamos — Se dio la vuelta para dirigirse a su habitación ya mencionada anteriormente.

Ambos pensaron en hablar mientras caminaban, Bianca no sabía su nombre así que decidió empezar por preguntas.

— Nunca me dijiste como te llamabas — Recordó la chica con una leve sonrisa en su rostro, con la incógnita del nombre del chico en su cabeza pero pareciendo ver su rostro en algún lugar.

— Soy Lucas, de la Región Sinnoh — Se señaló así mismo con el pulgar en forma de presentación.

Después de aquella declaración, el muchacho notó que su acompañante se detuvo una vez mas en gesto de impresión mirando fijamente hacia al frente.

— ¡No puede ser! — Exclamó la muchacha con los nudillos cerca de su pecho — ¡Eres el Campeón de la Liga Sinnoh!, ¡La pesadilla del Equipo Galaxia!

— Emm… Si — Expresó algo inseguro, parecían conocerle perfectamente.

— Y ¿Qué te lleva a Kanto? ¿Quieres Vencer a Rojo? ¿Completarás aquella Pokédex? — Interrogó aun más la chica intrigada al saber el nombre del entrenador.

— “Que hiperactiva es” hmmm… No, no me apetece competir en la liga. eh… ¿Rojo? — Soltó como respuesta el muchacho, no sabia a quien se refería.

— Si, Rojo el mejor entrenador que ha conocido la historia. — Manifestó la rubia jugando un poco con su desordenado cabello.

— Suena interesante, quizás le rete la próxima vez. — inquirió de hombros el chico.

— Entonces, ¿Qué planeas hacer en la región Kanto? — retomó la chica al no saber todavía el porque un entrenador de tan alto nivel no participaría en la Liga.

— Planeo encontrar a mis dos camaradas de los cuales no he recibido noticia desde hace más de dos años. Estoy preocupado por lo que pueda pasarles — Fue al grano inmediatamente el entrenador.

— Entiendo, pero ¿sabes donde empezar a buscar? — Comprendía la chica al saber el noble cometido de su amigo.

— En realidad, No… — Respondió con la mirada en el piso, la chica se limitó a hacer lo mismo, no tenían ni idea de donde podrían estar.

— Ya pensaremos en algo mañana. Venga, entra — Dice la Rubia Con los ojos entre abiertos, abriendo una de las puertas que señalaba el numero 32 emitiendo un bostezo ya con un cansancio notable.

El chico de la sudadera notó que la habitación tenía su toque femenino, un olor a jabones y perfumes rociados en la cama, el cual hacía que su estadía en el lugar fuera más agradable que su propia habitación sin dudarlo ni un minuto, el tío de la sudadera azul se tiró al piso después de juntar su bolso blanco debajo de su gorro rojo que a los costados tenía una Pokéball Azul, justo al lado del gorro verde que suele llevar puesto la entrenadora, la cual ya sin control alguno sobre sus acciones por las ganas de ir a dormir terminó pisando al entrenador y cayendo en su cama de cabeza.

Ahí pasaron la noche descansando, en espera de sus nuevas aventuras.

Continuará…

Sus dudas, Sus Quejas y Criticas Con gusto serán recibidas.

Hasta la Próxima :'D

 

¿Que onda personas? Aquí su Dark con un nuevo episodio de la serie, bueno antes de comenzar les avisó que me iré de viaje mañana y no se si pueda seguir subiendo episodios o estar en los roles. sin mas dialción comencemos

Capitulo 5: ¡Llegamos a Pueblo Paleta!

La noche había finalizado, el sol iluminaba la cara del entrenador que tenía los brazos completamente estirados, acostado boca arriba y babeando sobre la alfombra roja que estaba en el centro de la habitación. Se despertó al sentirse incomodo por los rayos del sol, observó a su alrededor y supo que su compañera de viaje no estaba, gesto el cual no hizo mas que aterrorizar al joven.

— Mier… se fue sin mí. — Horrorizado por la repentina sorpresa el joven de cabello café corrió lo mas que pudo después de tomar sus cosas y tener suerte para encontrar la salida captó que estaban preparados para zarpar otra vez de vuelta a Sinnoh, el chico escapó justo antes de que se cerraran las puertas.

— A salvo…

Agobiado por tal momento en el muelle de madera, luego de unos pensamientos de “estuvo cerca” y tomar algo de aire por la intensa carrera que le hizo el despertarse tarde escuchó una voz que se originaba detrás de el, se volvió a sus espaldas y obtuvo un fuerte golpe en la cabeza que lo mandó a zambullirse en el agua.

El chico casi inconsciente por el golpe, volvió en sí y subió ayudado por una mano blanca la cual reconocía a donde quiera que fuera.

— ¡Me lo has hecho de nuevo! — Gritó un manifestante chico algo enojado, era la segunda vez que le pasaba lo mismo.

— Lo siento, Lo Siento, Lo siento, Lo Siento — Una rubia de pelo abultado se inclinaba en posición de descuido por tal descuido.

— ¡Me has dejado solo en el crucero y encima me vuelves a echar al agua! — Sermoneó el muchacho aún estando molesto.

— ¡No es mi culpa que duermas hasta tarde! — Gritó una Protestante Bianca enojada

Los dos compañeros de viaje comenzaron a discutir entre ellos en el lugar de donde estaban parados, un muelle de madera sostenido por enormes piedras a gran altura donde se podía notar el frío de alta mar con nuestros protagonistas parados en la hierba, un poco mas separada del acuático lugar, con una ambientación un poco selvática y un sendero marcado en el piso por tierra aún inexplorado por estos dos viajeros que aún continuaban su discusión.

Un Weedle que estaba por los alrededores del bosque apareció, situándose sigilosamente en el hombro de Lucas quien ni cuenta se dio de la presencia de este continuando su dialogo.

El Pokémon estaba haciendo mofas y muecas al muchacho provocando que Bianca comenzara a reírse de las tonterías que el Weedle hacía mientras ambos muchachos caminaban sin rumbo, el chico de la sudadera al darse cuenta de las risas que Bianca no podía contener quería saber a que se debían, giró la mirada para notar la presencia de un Weedle quien seguía haciendo su acto de broma, pero se detuvo al ver la cara de asesino del entrenador que quería atraparle cuanto antes.

— ¡Seas lo que Seas, Eres Mío! — Haciendo sombra como si tuviera una Pokéball en la mano.

— ¿Pero que….? — Se preguntó el chico al notar que no tenía nada en su mochila, absolutamente todo había desaparecido.

— Creo que se debe al cambio de región. — Dijo la rubia con las manos en la boca de la risa que le provocaba tal momento. — Espera… — Sus risas se interrumpieron al recordar un detalle de gran importancia para ella, como reacción bajó la mirada.

— Mis Eter, Max Poción, Revivir y mi dinero. — Sollozó en voz baja.

Ambos permanecieron en silencio parados ahí durante unos minutos con desanimo de volver a empezar como si fuera su primer viaje.

— “Jamás sabré que pasó con ellos mientras esté aquí parado, tenemos que seguir” Vamos, Bianca aún queda camino por recorrer. — Retomó la mirada alegre señalando al frente con su mano derecha.

— Si… — Asintió aún con la mirada en el piso y sin ganas.

— Y bien… ¿Por donde comenzamos? — Miraba el entorno con la brisa soplándole las vestiduras.

— Deberíamos visitar el laboratorio Pokémon del profesor de esta región — Señaló la muchacha abriendo con sus dos manos y revisando su bolso que se encontraba raramente limpio.

No tenían mucha idea de donde se encontraban puesto que lo mejor que pudieron hacer sería seguir el sendero de tierra que marcaba un camino recto rodeado por ambos lados de hierba alta que por su bien, era mejor ni siquiera verla, estaban obviamente indefensos, los pasos de ambos se detuvieron al divisar un letrero que apuntaba a la derecha seguido por otro sendero de arena que conducía a un pequeño pueblo.


Pueblo Paleta

¡Consigue tu primer Pokémon e inicia tu aventura!

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— Hmm, por aquí se llega a un pueblo, no estaría mal revisar.

Las dudas de la muchacha demostraban definitivamente su desconfianza con el cartel, es decir, no sabía cuantos años tiene el pedazo de madera puesto ahí, incluso podría estar mal ubicado y como consecuencia llevarles a un lugar completamente distinto.

— Bien, tengo hambre así que mejor nos apuramos. — Echó a correr el chico a gran velocidad, aparte de la comida que le faltaba estaba ansioso por conseguir uno de los tres Pokémon iniciales y conseguir respuestas en cuanto a los perfiles de sus dos compañeros

— Lucas, ¡Espérame! — Exclamó quedando detrás del chico de la bufanda blanca.

La zona selvática por fin estaba desapareciendo a medida que los chicos iban avanzando por el terreno aliviando a la chica, hasta que se encontraron con un asfalto que rodeaba el piso, indicando el fin del camino y abriendo paso a un pequeño poblado con un número de edificios no mayor a seis casi todos eran casas, exceptuando uno el cual tenía un aspecto rectangular y con paredes de metal de puertas automáticas, era ese el lugar donde todos los nuevos entrenadores de la región inician su aventura, el chico con emoción, había llegado no esperaría mas para saber de ellos, su objetivo cada vez estaba mas cerca. Bajando la desesperación y calmándose, frenó sus pasos para esperar a la rubia que dado a la velocidad que iba no pudo detenerse como el chico sin chocar con este.

— ¡Mi cabeza! — Sollozó el chico con las manos en su rostro, una clara expresión del dolor que le ocasionó tan fuerte choque.

El entrenador se quitó las manos del rostro y para su sorpresa veía doble inclinándose de un lado a otro, Bianca ya atónita y totalmente inmutada por el golpe, imploro nuevamente sus disculpas mientras que el entrenador ya resignado, no tuvo mas opción que perdonarle antes de armar otro jaleo con la chica de pelo abultado. Lucas mostró el cartel de platino escrito fuera del laboratorio para señalar donde estaban, Bianca se apresuró a entrar para esperar al chico ya dentro del lugar infestado de montañas de papeles y carpetas organizadas en la mayoría de los escritorios, repleto de raras maquinarias siendo operadas cada una por científicos que saludaban a los entrenadores que avanzaban con el objetivo de hablar con el profesor de la Región.

Ambos comenzaron a mirar a su alrededor donde no se encontraba el profesor, por un momento al darle completamente las espaldas a la mesa donde se encontraban los Pokémon Iniciales escucharon la agradable voz de una persona saludándoles que posicionó sus dos manos en los hombros de los muchachos que estaban ligeramente separados.

— Buenas, jóvenes ¿Qué os trae a un pueblo como este? — Les preguntó un Profesor de cabello castaño tirando a blanco, ojos negros y una bata blanca a simple vista, se nota que nunca se quita.

Ambos giraron y notaron al profesor que se encontraba detrás de ellos. ¿Habrá salido de la nada? Los muchachos revisaron absolutamente todo el laboratorio interrogando a cada uno de los científicos esperando encontrar al profesor de la región sin éxito y de pronto les sale a las espaldas, impresionados por la repentina aparición del mayor decidieron responder a su pregunta.

— ¿Sabe usted acerca de estas dos personas? — Mostró una foto donde aparecía con sus amigos señalándolos con sus dedos.

— Hmm, Barry y Maya ¿no? — impresionando a los entrenadores por la rápida respuesta, comenzó a revisar carpetas llenas de papeleo con información relacionada con ellos.

— Aquí está, su ultima llamada. — Encendió un proyector despúes de apagar las luces donde aparecía Maya ocultando la mitad de su rostro con bufandas como lo hacía naturalmente y su traje de invierno.

— ¿Profesor? — Se podía escuchar a un profesor respondiéndoles que era el mismo, se notaba, eran grabaciones de todas sus llamadas.

— El único, el inigualable, jee, jee —Reía al responder alegremente la llamada — ¿A que debo el honor de una llamada de Maya? — Seguía riendo esperando la respuesta de la muchacha.

— Profesor…— dijo en tono de vergüenza — En fin, es para informarle acerca de nuestro viaje a la torre Pokémon de pueblo lavanda.

— ¿Y que pretenden hacer una vez dentro? — les interrogaba el profesor con mas intriga que nunca.

— ¡Vamos a investigar que hay dentro! hay algo sospechoso ahí, lo sé — Respondía la pregunta Barry metiendo la cara en la video llamada compartiendo la mitad de esta con la cara de Maya, se encontraban en una cabina de algún centro Pokémon.

Lucas miró a la derecha y contempló una sonrojada Bianca que observaba al chico con ojos cristalinos. No pudo contenerse y se fue al baño a vomitar y a lavarse los ojos con jabón, pero al recuperar el conocimiento decidió volver y sustituir el asco por risas de burla hacía Bianca que no despegaba la mirada del Proyector.

— Como pueden ver, la ultima cinta es de hace un año aproximadamente. — Señaló el profesor con su dedo a la fecha del vídeo que tenía exactamente la fecha de un año antes.

— Mier… — Murmuraron ambos al saber la antigüedad de la cinta y devolver su atención al vídeo.

— ¿Siempre tienes que hacer lo mismo? — Reclamó la peli azul del vídeo, empujando a Barry con su hombro y sacándolo completamente de la pantalla mandándolo a caer contra el suelo.

— ¡Cállate! — Gritó en el Piso adolorido por la dura entrada de Maya.

Lucas reía al ver el vídeo, era tan típico de esos dos que le causó gracia alegrándole el día, Por su parte Bianca tenía una mirada de Asesina en contra de Maya que alarmó totalmente al Entrenador, ¿Sentía celos? ¿Qué significaba eso? Por otra parte sus sospechas eran ciertas, les había pasado algo por fin sabía su ultima ubicación, tenía que hacer algo ahora, con mas animo sale corriendo del lugar, pero el profesor le detiene con un grito.

— ¿A dónde vas? Y si algún Pokémon los tiene de rehenes o si son prisioneros del Team Rocket ¿Cómo lucharas contra ellos? Necesitas un Equipo Pokémon al igual que tu novia.

Bianca reaccionó violentamente ante la bromilla del Profesor pokémon dándole una cachetada que le volteó la cara completamente, dejándole la mejilla roja con las marcas de su mano, un aterrorizado Lucas solo pudo contemplar el suceso sin decir ni una palabra ante la ira de la chica quien lo miraba con ojos de fuego.

— Vaya, vaya parece que me equivoque. — Refiriéndose a lo que acababa de decir, quiso cambiar de tema mientras se sobaba la mejilla para evitar salir mas lastimado por la rubia.

— ¿Dónde estaba? — Se preguntó y continuó — Aah si, les entregaré sus iniciales.

El Profesor se dirigió a un mostrador que tenía tres pokémon arriba encerrados en sus Balls, parecían ser de gran importancia para la región, por ser muy especiales a tal grado de no ser mostrados a nadie. Los entrenadores no podían creer los pokémon que estaban viendo.

— Dos de estos pokémon serán los que os acompañaran en este viaje. — Presentó llamándoles.

— Torchic, Ralts y Riolu. — Escogan sabiamente porque un error de elección podría… — Los miró y notó que ya habían escogido.

Lucas ya estaba jugando con Riolu y Bianca estaba cargando a Torchic balanceándolo una y otra vez, escogieron casi sin pensarlo dos veces, el profesor solo se dispuso a observarles con una mirada de asombro y a entregarles el mapa de la región junto a algunas pokeballs.

— Salúdamelos de mi parte. — Les dijo desde fuera del laboratorio pokémon notando que sus visitantes ya se habían marchado.

— Adiós. — Le gritaban mientras corrían alejándose del lugar retornando su viaje hacia Pueblo Lavanda.

Esta Historia Continuará... (Voz del narrador de los episodios de pokémon xD)

 

Hola de nuevo, Soy un caballero del Zodiaco XD y les traigo la continuación del fic que por unos largos meses estuvo inactivo, en serio, lo siento por eso.

Capitulo 6: La Batalla Final de la liga Sinnoh

Pueblo Lavanda no estaba a la vuelta de la esquina y mientras más lejos viajarán, mas debían entrenar para así poder enfrentar el peligro que les asechase, ambos eran consientes de esto, y decidieron detenerse en la primera ciudad.

[Ruta 1]

— Emmm Lucas, ¿estás seguro de que este es el camino correcto? Dudaba de su ubicación la chica sosteniendo en sus brazos al torchic que anteriormente le habían entregado

— Esto... deberíamos llegar en cuestión de minutos. — El joven estaba en sus últimas de desesperación al ver que el camino no terminaba, nunca en su vida se sintió tan inútil y eso que había leído sobre la región antes de llegar.

Bianca ignoraba el hecho de sentirse perdida en el lugar, Siguiendo a Lucas mientras le preguntaba cosas acerca de su lugar de Origen acompañados de una ligera brisa que les asechaba en el camino.

— ¿Y como es la vida allá en Sinnoh? — quiso inaugurar la conversación comenzando por ese detalle.

— ¿Vida en Sinnoh? Se puede decir que tranquila, dependiendo del lugar de donde estés. —Respondió pasivamente el muchacho sin poder evitar recordar aquellos días en los que tan solo era un entrenador.

— ¿Cómo venciste a Cynthia? — Cambió al tema del combate final donde se decidiría si el entrenador estaba listo o no para ser un Campeón.

— Fue la Batalla mas difícil de mi vida, lo recuerdo como si fuera ayer.

[FlashBack]

Música de Fondo

Contenido oculto

El Combate se Transmitió en Toda la Región por Televisión, sin embargo la victoria no salió de la región por motivos desconocidos en el coliseo de la Campeona Cynthia solo para peleas importantes. El cual consistía en piso de tierra amarilla, una vista única y exclusivamente para el cielo y el combate, Gradas de color azul celeste por donde estaban esparcidos en cada esquina uno poste con candelabros que encendían fuegos de color púrpura al caer la noche un narrador en medio de los dos combatientes, el trazo del campo de combate de una pokeball en el centro y sus trazos para los dos combatientes uno a la derecha y otro a la izquierda con tiza de color púrpura.

— Y Cynthia se Prepara para lanzar a su Último Pokémon. — Anunció el Narrador provocando un ambiente de tensión en los dos bandos.

Cynthia miraba con seriedad al entrenador del otro lado del campo, Lucas, Quién hacía lo mismo esto provocaba que no se confiara ni un minuto, sabía muy bien que el combate no había terminado todavía.

Desde las gradas Barry y Maya Observaban con nervios a su amigo de la Bufanda Blanca quién por fin había llegado a la Final de la liga luego de feroces batallas con los demás miembros del Alto Mando Luxray había aniquilado a cinco importantes Pokémon del equipo de Cynthia, sin embargo, el Pokémon ya estaba agotado por sus anteriores batallas.

— ¡AGARRENSE TODOS, ES GARCHOMP! — Gritó con ansias el Narrador de ver como resultaría esto.

Cynthia comenzó a hablar captando la atención de todo el público, manteniendo su mirada seria, era la primera vez que el entrenador escuchaba la voz de Cynthia hablar además de decir solo el nombre de sus ataques como en el caso de sus rondas anteriores, al mismo tiempo de escucharla sentía una presión inundando todo su cuerpo.

— Lucas, admito que has acabado con facilidad a casi todo mi equipo, pero aún me queda un pokémon que debes conocer, quiero saber si puedes vencerlo. — Pronunció sus primeras palabras en la presencia del entrenador haciéndolo temer con estas.

Lucas se mantenía callado, su frustración y nervios no podían aumentar más, ni siquiera había sacado a su último pokémon y ya se sentía derrotado. ¿Qué iba hacer contra la fuerza bestial del mejor Pokémon de Cynthia? Tenía que pensar en algo para vencerlo o todo el esfuerzo acumulado habría sido para nada.

— “Este Pokémon no puede ser combatido sin otro de tipo Hielo, mi Froslass Está muy débil, se me acabaron las pociones, tengo que reducir su salud antes de darle el golpe de Gracia, Rayo Hielo”— Usaba la cabeza Lucas, cosa que en realidad, las personas creen que el no usa mucho.

— ¿Estás Listo? — Tomó la Pokeball y la lanzó hacía el campo, provocando la salida de Garchomp, la bestia de la cual se sentía mas que orgullosa.

— “Luxray será inútil, con un pokémon tan terrible como ese, Empoleón apenas resistirá sus ataques del tipo Dragón, Staraptor no tiene ataques suficientemente potentes como para vencer solo a Garchomp” — Tratando de conseguir alguna debilidad, sus pensamientos fueron detenidos al escuchar nuevamente la voz de Cynthia.

— Garchomp, Terremoto — La seria voz de la rubia se escuchó como orden suya.

El pokémon obedeció y velozmente con su poderosa fuerza comenzó a agitar la tierra en donde se encontraba Luxray causándole severos daños en el cuerpo, este por su parte intentó salir del radio del temblor, pero le era imposible por culpa del control de la fuerza de gravedad que ejercía Garchomp para mantenerlo en la tierra, no tuvo mas remedio que sucumbir ante el devastador ataque del oponente obteniendo heridas casi mortales.


— ¡No Luxray! — Sentía culpa por dejar a su amigo en el campo sin hacer nada.

Debía lanzar otro Pokémon, pero ¿Cuál? ¿Quién de ellos tenía la fuerza necesaria para enfrentarse al temible Garchomp de Cynthia?

— “Mi Froslass se lo cargaría de inmediato, si no fuera por sus severos daños recibidos al combatir en la ultima batalla”… ¿Eh? Siento como si algo tratara de hablarme”

El Tiempo parecía haberse detenido, todo estaba parado tan solo el entrenador y un aura blanca que se apareció ante el.

— Amo, si usted lo desea, sacrificaré mi alma por su victoria — Una voz proveniente de la Pokeball de Froslass se escuchó y este apareció en el lugar donde el aura blanca había aparecido.

— ¿Qué estás diciendo? Solo estás herido, no deberías decir esas cosas — El entrenador se preguntaba porque había dicho algo así.

— Tengo el arma mismo destino, ataque prohibido el cual nos destruirá a ambos pokémon llevando nuestras almas al mismísimo infierno.— Al entrenador le pareció un tono demasiado exagerado como para ser cierto, creyendo esto le recordó — Ese ataque no es la manera correcta de llegar a la victoria —Sermoneó — además el ataque solo debería debilitarlos a ambos. — Tu Rayo Hielo debería ser suficiente para vencerlo, aunque debes esperar, porque ese ataque se supone que le dará el golpe de gracia, confía en mí.

El tiempo volvió a la normalidad bruscamente y Froslass volvió a su pokeball sin decir nada inmediatamente, el chico se extrañó de aquel ofrecimiento por parte de su criatura ¿Por qué querría dar su alma un pokémon a un entrenador? A pesar de querer ganar la liga, Lucas no quería perder a nadie de su equipo, mucho menos a los que había atrapado y dejado con el profesor Serbal.

— Adelante, Staraptor — Lanzó a su Pokemon y se preparó para dar el primer golpe. —Staraptor, usa Vuelo —El pokémon voló a una alta velocidad y distancia segura preparándose a para atacar desde tan lejos.

— Garchomp, usa Derribo — Respondió Sorpresivamente Cynthia.

El Garchomp se desplazó casi sin que lo vieran hasta la altura de Staraptor, Sujetándolo con sus brazos y mandando sus cuerpos al piso, justo antes de caer, Garchomp Salta sin tener ni un rasguño, Staraptor por otra parte había colisionado contra el suelo tan fuerte que se debilitó.

— ¿Eh? “Esto tiene que ser una Broma”— Cada vez mas impresionado, ahora resultaba que ya estaba preparado para Staraptor.

El entrenador lanzó otro Pokémon, esta vez un Lucario quien apareció ansiosamente en el combate.

— Lucario, usa Palmeo — La mano del pokémon encendió chispas y se aproximó a su oponente en cuestión de milésimas.

El ataque resultó, pero el enemigo no sufrió tanto daño del que se esperaba, el entrenador se dio cuenta de esto y antes de darle tiempo al rival de hacer algo, cambió-

— Muy bien Lucario, Vuelve aquí. Adelante, Gyarados — Sin dudarlo esta vez usó otro miembro de su equipo

— Garchomp, Giga Impacto — la bestia obedeció y envistió brutamente al otro causando destrucción en la arena de combate por la potencia del movimiento, Gyarados soportó este daño, el cual solo aumentó su ira hacia Garchomp.

— Gyarados, Hiper Rayo — ágilmente la boca del Pokemon creo un Rayo de plasma que se dirigía al Garchomp este fue impactado y empujado hacia atrás por el enorme poder del pokemon siendo severamente dañado.

— Hmpf — A Cynthia pareció importarle poco el gran daño sufrido por el pokemon.

El Gyarados, de la nada cayó al piso debilitado por un fuerte golpe de un efecto retardado.

— ¿Cómo es posible? — Se preguntó asustado de tal resultado obtenido al atacar.

— Parece que uno de los pokemon de nuestro aspirante, ha mordido el polvo vaya, eso ha tenido que doler. — Anunció el narrador del combate — Veamos en cámara lenta a ver que fue lo que pasó.

Gyarados al Cargar el Hiper Rayo fue demasiado vulnerable a ataques, por lo cual Garchomp Aprovechó su velocidad para atacar sin ser visto ni por el mismo ojo furioso de Gyarados atacándolo con sus puños repetidamente hasta que soltó el rayo que lo lanzó hacía atrás.

— Te toca, Adelante Lucario — llamó su siguiente pokemon el chico, los nervios comenzaban a inquietarle — Puño Drenaje.

Lucario concentró su energía en su mano y golpeo a Garchomp a una velocidad increíble, pero este no daba señales de cansancio si quiera, Garchomp solo uso sus manos a la velocidad casi del sonido para lanzarlo a chocar contra el muro del coliseo atravesando la pared de las gradas con su increíble fuerza.

— ¿Por qué un Pokemon como ese es tan poderoso? ¿Es un dios? — exclama el entrenador impresionado por la brutalidad del Garchomp rival.

A Lucario parecían importarle poco las heridas y se paró rápidamente, aunque con dificultades gracias al devastador empujón que acababa de recibir, todavía conservaba su mirada desafiante aunque sin enloquecer, esperó la siguiente orden de ataque de su entrenador.

— ¿Cómo es que aún puedes mantenerte de pie? — inquietado por el gesto de su pokémon, volvió a escuchar la mítica voz de un pokemon en su cabeza. — ¿No lo entiendes? Dudo que en realidad seas mi entrenador. No hemos llegado hasta acá para ser derrotados por un oponente por muy fuerte que sea, somos seis contra uno, no debemos perder la fe, no llegamos hasta aquí para perder. — Era raro, su propio Lucario le estaba sermoneando, pero a su vez ayudándole a mantener la cordura. — Tienes razón, no vamos a perder, ganaremos, no importa como. —murmuró con una nueva sonrisa desafiante.

— Lucario, Aura Esfera — Señaló al oponente y mencionó su ataque en un ritmo frenético.

Su pokemon obedeció, esta vez con más velocidad y fuerza soltó una enorme esfera de sus manos y la lanzó sin darle tiempo de reaccionar al Garchomp enemigo, provocándole leves daños.

— Parece que no lo dañó mucho — la resistencia de ese pokemon era inhumana, ¿Por qué resistía tanto? ¿Tendrá algún truco?

— Garchomp, destrúyelo con tu Giga impacto. — Ordeno la campeona, mas fría que nunca. Su pokemon obedeció y se lanzó contra su oponente Lucario, pero este no quiso esquivar sino detener su embestida con sus manos, Lucario logró lanzarlo al aire. Al darse cuenta de esto, el entrenador ordenó un ataque.

— ¡Hueso Palo! — Se escuchó su grito que ordenaba el ataque, siendo este captado y obedecido por el pokemon que sacó dos huesos de sus manos con un tamaño comparable al de las lanzas de batalla de la era mitológica y los lanzó con toda su fuerza, repitiendo ese movimiento dos veces más aprovechando el tiempo en el que el Garchomp estaba en el aire, quien sostuvo los dos primeros huesos y desvió los otros dos pares con los huesos obtenidos.

— “¿Qué demonios?”—Se preguntó el chico con un tono de frustración en su mente

— Una increíble demostración de habilidad por parte del Pokémon de la Campeona Cynthia — Aduló el narrador al pokémon de la campeona.

— ¡No puede ser! — El entrenador dio un pasó atrás en gesto de impresión, estaba totalmente aterrorizado pero esto no terminaba aún, sus pensamientos fueron interrumpidos por la repentina debilitación de su pokemon que cayó al suelo de una manera sorpresiva, consecuencias de los daños del Giga Impacto.

— “Esto es imposible, derrotó a cuatro de mis valiosos pokemon, tengo que causarle mas daño antes del golpe final” Empoleón Sigues, todo depende de ti— Llamó su Penúltimo pokemon el chico intrigado por su desempeño durante el enfrentamiento. El Pokemon emitió su rugido y se preparó para escuchar la orden de su entrenador Cynthia, por otro lado se mantenía en silencio, como si pensara en algo.

— Hidro-Bomba — El Pokemon creo agua a su alrededor y la lanzó contra el Garchomp a velocidad cortante llegando fuertemente contra el y mandándolo a volar.

— Garchomp, Meteoro Dragón — El Pokémon desde el aire comenzó a descender hacia Empoleón y a lanzarle meteoros de gran tamaño desde el aire.

— Usa hidro-cañón para destruir los obstáculos — Ordeno tratando de abrirse camino al oponente y dañarlo al mismo tiempo.

El Pokemon lanzó un potente rayo de agua que destruyó a todos los meteoritos en cadena y golpeó a su oponente que descendía del aire mandándolo a caer aún mas rápido contra el suelo haciendo que se estrellase, por primera vez, el Garchomp se vio en dificultades para levantarse después de recibir un ataque del sano Empoleón quien debía recuperar energía después de ejecutar tal movimiento.

— Garchomp, Terremoto — La Tierra en donde estaba parado Empoleón comenzó a levantarse y a echarse contra el, este no pudo hacer nada ante el ataque y sucumbió a la tierra.

Sin embargo Empoleón se levantó listo para su siguiente movimiento tan solo faltaba la orden de su joven entrenador quien aun se decidía por su movimiento.

— Empoleón, Demuéstrale el Poder de tu Salmuera. — Señaló al Pokémon del otro lado y indicó el nuevo movimiento a utilizar.

El Pokemon movió sus dos aletas hacia el frente y lanzó una acometida de rayos de agua a una nueva velocidad cortante, pero el Garchomp usó sus dos brazos para cubrirse del ataque sin embargo parecía por fin estar cerca del agotamiento, desde su lado tan solo podía observar con ira al pokemon que lanzó el ataque que tanto daño le hizo.

— Garchomp, Giga Impacto — nuevo ataque decidido por la campeona.

El Pokemon fue a embestirlo con toda su fuerza y acabar de una vez por todas con el Empoleón, pero este no se dejó y lo detuvo con sus aletas, cambiando de dirección su embestida hacia las gradas del coliseo chocando con estas y provocándole fuertes daños en el cuerpo. El Garchomp estaba furioso, no podía creer lo que estaba pasando, sus ataques estaban siendo completamente inútiles frente al Empoleón de Lucas, parecía ser un rival digno, Cynthia solo se mantenía callada, su único gesto de frustración era fruncir el ceño.

— He visto todas tus técnicas, ahora no tienes nada que sea alarmante para mí — dijo el muchacho, que parecía estar mas tranquilo con Empoleón en el campo.

— ¿Eso Crees? — Preguntó la Actual Campeona, con un tono de risa al entrenador que estaba del otro lado del campo.

— ¿Eh? — El entrenador estaba confundido por las palabras, si un Pokémon solo puede aprender cuatro movimientos, ¿Qué tendría de especial un pokemon que ya los ha usado todos?

— ¡Garchomp, Hiper-Rayo! — Ordeno inmediatamente.

— ¿Qué narices, eso es legal? — solo pudo exclamar el muchacho.

El Garchomp concentro toda su energía en un rayo y lo disparó tan rápido como pudo.

— Empoleón, Hidro Cañón. — Como acto de sus buenos reflejos el entrenador ordeno justo a tiempo otro ataque para hacerlos chocar.

El Hiper Rayo y El Hidro Cañón Chocaron en medio del campo, rodeando todo de chispas y creando vibraciones en la tierra haciendo que un viento salvaje se apoderara del lugar, Lucas se cubrió el rostro con sus brazos por la intensidad del viento, Cynthia hizo lo mismo pero con su pelo siendo llevado hacia atrás por la fuerte brisa, el gorro del retador salió volando de su lugar, dejando notar su cabello negro, lo mismo paso con las personas de las gradas que eran casi arrastradas por el intenso viento que provocó el choque de tan potentes ataques esto culminó en una explosión de humo negro que cubrió todo el coliseo, ocultando el resultado de la batalla.

¿Un Pokemon con cinco ataques? ¿Será Legal? ¿Quién Será el vencedor de este épico combate?
Descúbranlo todo en el siguiente capitulo de este Fic .

 

Capitulo 7: La Legendaria Derrota de los Mercenarios


El humo que bloqueaba la visión de los espectadores comenzó a dispersarse y a salir de la arena de combate, Garchomp estaba plantado en el suelo, mientras que Empoleón a penas estaba de pie, las personas impresionadas por los aquél suceso observaron el como la campeona era derrotada por el retador, que después de una dura contienda, logró conquistar el campeonato de la liga Sinnoh. Los entrenadores observaron el resultado.


— Vaya, al final hemos sido derrotados. — La campeona veía a su pokémon plantado en el suelo y — Lo siento, Garchomp... — Suspiró mientras levantaba a Garchomp poniendo el brazo de su pokémon en su hombro derecho en el hombro de la ya declarada ex campeona.

— ¡Y el Ganador, después de un épico encuentro contra la Campeona de Sinnoh del cual ha salido vencedor, es Lucas de pueblo hoja verde! — Gritó el narrador emocionado por la sorpresiva derrota de la campeona.

— ¿Lo logramos? si, ¡Lo hicimos! ¡Somos Campeones! — Celebraba el entrenador subiendo su brazo derecho al cielo acompañándole con la vista a cielo.

— Lucas, acércate por favor — Llamó al retador para que se acercase, con motivo de iniciar una conversación con el chico.

— Claro, ¡Empoleón vamos! — junto a su pokémon corrió en dirección a la chica.

— En primer lugar, enhorabuena me han derrotado, realmente nunca pensé que fueran capaces de lograrlo, cuando eres campeón de la liga, ser derrotado es en lo que menos piensas. —Dijo esto aplaudiéndoles por haber realizado tal hazaña — En segunda, es mi deber reconocerte como el campeón de la liga, debes saber que es una gran responsabilidad, hasta el alto mando querrá derrotarte — Advertía la chica.

— ¿No lo regresaras a su Pokeball? — Preguntó impactado al notar que el Garchomp derrotado no regresaba.

— ¿Ah esto? Garchomp al ser derrotado odia volver a su ball, simplemente algunos de los pokemon no les gusta ser encerrados ahí, sobre todo este de naturaleza orgullosa. — explicó al entrenador

— ¿y ese quinto ataque? — no podía creer que la campeona perdiera y estuviera tan calmada.

— ¿Quinto? —Cynthia no evitó reírse de la incredulidad del entrenador. — Lo aprendió a ultimo minuto, es curioso ¿sabes? — En fin, eres el nuevo campeón por ahora debo retirarme, no pierdas el titulo, porque seré yo quien lo reclame de vuelta. — Sonrió con dirigiéndole una mirada desafiante al entrenador.

—Ahí estaré, esperando tu desafío, como lo hiciste conmigo — correspondió la mirada , el chico desde la posición de campeón.

—Por Cierto, te llamaré cuando surja algo que requiera tu presencia — Habló la entrenadora, dándole la espalda para emprender su camino.


Cynthia se alejaba del terreno de batalla cargando a Garchomp siendo acompañada esta de aplausos de los espectadores conmovidos por aquel gesto de la entrenadora, pues aun tenía afición de su parte.

Lucas veía como tres sombras se acercaban a él desde lejos


— ¡Lucas, sabía que lo harías! — Gritó esa voz inconfundible de su amiga de la infancia

— Imbécil, hiciste lo que yo no pude — le envidiaba la voz de su rival.


Las tres figuras se acercaron para felicitarle por su logro, pues Barry y Maya habían sido eliminados en las rondas contra el alto mando, estos apoyaban al entrenador en cada combate y siempre impresionados por las victorias que conseguía, sabían que su amigo tenía sangre de Campeón, confiando siempre en su astucia y perseverancia.


— Felicidades chico, siempre vi algo diferente en ti en comparación con otros entrenadores, me recordaste a mi juventud, cuando quería ser entrenador. Has hecho historia en Sinnoh y espero que aun ayudes a mejorar la Pokedex. — El profesor le habla a Lucas y lo felicita por su logro

— Gracias profesor, es un honor ser parte de esta región y colaborar con su trabajo. — Agradecía aquellas palabras el chico

— Juro que te venceré y seré tu sucesor. — Barry señalaba al muchacho

— Eso lo veremos — Lucas respondía al gesto de Barry


Ambos chocaron sus puños, era su forma de aceptar los retos que se proponían entre ellos, un modo de no dejar a un lado su amistad de entrenadores por su rivalidad.



[Fin del Flashback]

— ¿Quieres decir que te llamarán cuando te necesiten? — Dudó una Preocupada Bianca, mientras llevaba a su Pokémon entre sus brazos

— No, por ahora los combates han terminado y ya defendí el título, este año, por eso, estoy de vacaciones, así que no me molestarán hasta dentro del mismo periodo de tiempo.

— ¿Tenemos un año de tiempo? — Preguntó de nuevo Bianca

— Sí, me parece suficiente para encontrar a esos dos. —Afirmaba el joven

— Recuerdo que en el mapa que leí en el barco, el centro pokemon mas cercano está llegando la siguiente ciudad, así que tendremos que acampar por aquí.

— ¿Qué? — Exclamó la chica en forma de pregunta sorprendida a la vez por la memoria del entrenador, sin embargo se negaba a dormir al aire libre.

— ¿A qué viene eso? ¡No dormiré al Aire libre! — molesta por la sorpresa de tener que dormir en un bosque

— Pues, ¿tienes alguna otra idea? — Pregunta el entrenador dudando respuesta.

— Por su puesto, sigamos hasta encontrar un centro pokemon. — Sugirió rápidamente la chica, odiaba tener que dormir con el sonido de los pokemon salvaje zumbándole en los oídos, especialmente los del tipo volador.

— ¿Estás segura de que quieres caminar en un bosque donde está todo oscuro, no podemos ver y somos más vulnerables a ser atacados por pokemon sin poder defendernos por no poder ver? — las expresiones de la cara de Bianca cambiaban de peor en peor, no quería dormir así, pero Lucas tenía razón, no podían avanzar sin ser precavidos.

— Relájate, mañana capturaremos nuestro segundo pokemon para retar el primer Gimnasio y pediremos un mapa por ahí — decía el joven mientras ponía la tienda recordando que había llevado varías en caso de emergencias.

— Bien, pero no volveré a hacer esto, la próxima vez nos quedaremos en un centro — Advertía la ojos verdes

— Es un hecho, mañana obtendremos la primera medalla de esta región — Planificó el entrenador entrando a su tienda, Bianca hizo lo mismo.

Mientras la noche transcurría, un grupo de entrenadores encapuchados que ocultaban su rostro con una rara máscara que representaba a Zapdos el Pokémon del trueno, se enfrentaba al otro que sostenía Máscaras de Articune en medio del Bosque en el que se alojaban los entrenadores Lucas y Bianca, las explosiones, los sonidos y gritos de pokemon alarmaron a los jóvenes, quienes salieron de sus tiendas para tratar de comprender que estaba pasando, Bianca sorprendida por las raras máscaras y vestiduras tan sombrías, se le ocurrió ver la reacción de Lucas, queriendo saber lo que pensaba el chico.

— No puede ser otra cosa — El chico estaba preocupado por parecer haber llegado tan tarde.

— ¿Qué cosa? — La chica intentaba entender lo que había expresado el joven de la bufanda.

— La Guerra de Los Cielos — Una Inmensa bola de fuego caía en dirección a los chicos que se encontraban parados.

— ¡Lucas, Cuidado! — Saltó en dirección al chico, cayendo encima de este, pero apartándolos del radio de la explosión del ataque.

— ¡Eso fue Meteoro Dragón! — Decía el muchacho cuya chica tenía encima, impresionado por la gran potencia del ataque — ¡Salgamos de aquí! — Lucas se giro para quedar encima de Bianca y poder levantarse, extiende su mano para levantar a la chica, quien tomo su mano quedando de pie.

Continuara…

¿Qué Misterios oculta esta guerra?

¿Podrán escapar del Bosque inundado de pokemon en batallas sin ser descubiertos?

Descúbranlo todo en el siguiente capítulo.

 

Capitulo 8: Escape del Bosque en Llamas

Lucas se movió detrás de un arbusto para ocultarse y observar la batalla entre los entrenadores misteriosos, pronto escucharía una voz detrás de él que lo asusta.

— ¿Qué estás haciendo? — Preguntaba la rubia pues, quería saber porque se había detenido su compañero.


— ¡Silencio! Están Bloqueando el Camino a la salida unos entrenadores que al parecer tienen una batalla, no será bueno que nos vean aquí — Explicó porque no podían avanzar.


— ¿A qué te refieres? — preguntó más confundida todavía


Los Entrenadores estaban parados en la hierba, el fuego que provocó un lanzallamas de un Salemance, les permitía verse a ellos y a los pokemon que combatían, Bianca apenas podía ver la llama encendida como antorcha en uno de los arboles, el lugar carecía totalmente de iluminación, lo cual les permitía ocultarse mejor entre los arbustos del bosque.


— Salamence, Meteoro Dragón

El entrenador de la mascará de Zapdos ordenó la acción, su Pokemon sin dudarlo ni un segundo, disparó desde su hocico meteoros al cielo de un gran tamaño los cuales fueron esparcidos por todo el bosque permitiendo que el fuego con el que estos estaban envueltos se dispersase por el lugar permitiendo una mejor visualización del combate y del bosque.

Los entrenadores parecían miembros de equipos, ya que solo se veían fijamente para comenzar el combate sin diálogos entre ellos. De pronto, el entrenador de la máscara de Articuno sacó una pokeball la cual lanzó para liberar a un pokemon.

— Tyranitar, sal ahora

No empezaba el combate y el entrenador de Articuno parecía tener la ventaja. El Pokemon Salió de su Pokeball en la que estaba encerrado, preparado para la batalla, observando seriamente a su rival que estaba parado frente a él.


— “Definitivamente no son novatos”

Lucas observaba a los pokemon combatir tratando de idear una estrategia para salir del lugar sin ser vistos. Bianca estaba impresionada por el tamaño de los pokemon combatientes, eran enormes de apariencia intimidante y seria, no estaban para juegos, este tipo de pokemon son los que se utilizan en campeonatos y ligas de elite. La Batalla estaba por comenzar con Lucas y Bianca de espectadores.


— “Ahora que lo pienso, no veo más entrenadores aquí, es como si solo estuviéramos Bianca y yo” — Se daba cuenta el joven en sus pensamientos de este curioso hecho.

— Salamance, Hiper Rayo — El entrenador de Zapdos nombro el ataque a utilizar.

Salamance abrió su hocico para disparar esta vez un rayo con una potencia de gran escala, se escucho la otra voz hablar, no se iba a quedar parado viendo como lo derrotan.

— Esquívalo y usa avalancha — Gritó el entrenador de Articuno

El Tyranitar se movió del radio del ataque del Salamence enemigo para contraatacar provocando la caída de rocas de una zona montañosa cerca del bosque, el Salamence se giró pero nada pudo hacer para evitar las rocas que caían sobre él siendo gravemente herido por estas, pero aún en pie.

— Lanzallamas — Otra vez ignorando la debilidad de Salamence, el — entrenador selecciona su ataque.

— Lanzarrocas — El entrenador de Articuno ordeno rápidamente, antes que el ataque de Salamence fuera siquiera captado por este

Tyranitar Generó una piedra de gran tamaño, lanzándola en contra del enemigo, Salamence trato de esquivar volando, pero el movimiento fue demasiado rápido, debido a la fuerza y precisión del Tyranitar del entrenador de Zapdos.

El ataque impacto contra Salamence, esta vez derribándolo y llevándolo a la muerte por la caída de tan alta escala.

— Lo sabía — Confirmando sus sospechas, el entrenador del gorro rojo parecía saber bastante al respecto

— ¡¿Pero qué demonios?! ¡El Pokemon ha muerto! — Exclamó la chica completamente asustada e impactada por la muerte del Salamence del entrenador de Zapdos

— Bianca, Silencio ¿quieres que nos escuchen? Ten por seguro que tendremos el mismo destino que aquel pokemon si nos ven — El joven estaba tan frustrado como la chica, limitándose a tener que encontrar una oportunidad para escapar.

— Lo olvide por completo, ¿cómo se me ocurrió iniciar un viaje en esta situación? — Murmuraba el joven siendo interrumpido por la rubia.

— Lucas, ¿qué está pasando? — Pedía explicaciones la rubia, su compañero parecía saber acerca del tema.

El chico del gorro rojo, no pareció prestarle la mas mínima atención a la de ojos verdes que andaba tras de él, pues estaba concentrado en el momento perfecto para salir, cuando uno de los asesinos emprendió la huida, el otro comenzó a perseguirle provocando que ya no quedara nadie en el lugar. Lucas al Divisar que los perdió de vista salió de los arbustos en dirección a la salida del bosque.

— ¡Ahora! ¡Salgamos de Aquí! — Tomó el brazo de la chica en un intento de salir del bosque.

Los arboles alrededor de los entrenadores se congelan mientras van avanzando congelándose exactamente aquellos que llevarían a la salida.

— Maldición ¿Qué significa esto? — Lucas detiene el paso unos pasos detrás del iceberg formado delante de él. Frustrado por la aparición del hielo enfrente de ellos, se escucha una voz proveniente de las espaldas de los entrenadores.

Sorprendidos por la ventisca que congelaría la única vía de escape posible que tenían ambos, asustados y perplejos por la repentina sorpresa, aun sin creerlo, los entrenadores escuchan una siniestra voz entre risas detrás de ellos.

— ¿A dónde van? El juego acaba de comenzar

— Esa voz, ¡Tu! ¿Pero qué haces? — El chico del gorro rojo parecía conocer la voz que tenía aquél entrenador, no era un misterio para el

— Esto no es posible…


Continuará…

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¿Qué Onda? Hoy les traigo el nuevo episodio de este Ficazo xD se que en los anteriores episodios no he aclarado mucho sobre el evento que se está ejecutando, ¡pero hostia! Nadie hace explicaciones en medio de una situación en la que tu vida corre peligro, les ruego tengan algo de paciencia mientras se van aclarando las cosas.

Post Data: Puede que tarde en actualizar este Fic, puesto que ahora con los otros tres que llevo, debo actualizarlos frecuentemente.

Post Data de la Post Data: El Siguiente Episodio es algo Dramático…

Capitulo 9: La Desagradable Sorpresa

Bianca ya estaba Empezando a molestarse, odiaba que la ignoraran, tal vez por eso se sentía tan asustada, aun así sostenía el brazo derecho de su amigo que estaba tan impactado como ella, Lucas al sentir este gesto inmediatamente supo el estado de su amiga, estaba aterrorizada por lo que acababa de presenciar en el combate a muerte, en ese instante recordó lo que le había dicho unos minutos atrás, Podrían sufrir el mismo destino del Pokemon si eran atrapados por estos personajes tan extraños.

La figura extraña comenzó a caminar en dirección a los entrenadores pero se detuvo unos pasos delante de ellos, para contemplarles, como si quisiera iniciar una conversación, el muchacho ya parecía conocerle.

— ¿Qué tal Lucas? Cuanto Tiempo ha pasado ¿No crees?

La sombra que ocultaba la identidad del entrenador desapareció dejándose notar un chico rubio con ojos verdes de aspecto familiar, una capucha negra colocada hacia atrás dejando ver su rostro, con líneas rojas en la parte derecha de sus mangas, las líneas se extendían hasta el final de los pantalones negros, aparentaba ser un uniforme.

Lucas estaba completamente perplejo ante la persona que estaba mirando, no podía ser, el no sería capaz de algo que fuera en contra de sus principios y más aún de ser parte de algo que dañara el mundo y a los Pokémon.

Bianca solo podía servir de espectadora en la conversación de los personajes que se mostraban delante de ella, no podía hablar, su vida y la de su amigo corrían peligro.

— Barry… ¿Pero porqué? — Gritó después de verle la cara al rubio que aparentaba ser su amigo, se dispuso a preguntar que lo haría formar parte de una organización tan retorcida.

— Yo no me preocuparía por el porqué, al ser miembro de un puesto tan elevado en la Liga Sinnoh, como lo es el Campeón. Lo normal es saber de nuestros objetivos y que haremos. — ¿No es así? ¿Campeón de la Región Lucas?

Hablaba en un tono vulgar el chico haciendo gestos con las manos llevándose su mano izquierda a la altura del pecho, señalándose con el pulgar, luego al final señalando a Lucas con su dedo índice.

— Te estoy preguntando por tus intenciones al rebajarte al nivel de un equipo tan patético, los ridículos ideales de sus clanes, organizaciones o lo que sean me los sé de memoria. — La seriedad se notaba en las frases del muchacho.

— ¿Mis intenciones? Bueno… Digamos que lo mismo que desea mi organización.

Esto no parecía convencer al joven de la bufanda, conocía muy bien a su amigo y sabe que no sería tan estúpido para cambiar de planes luego de que este le ayudara en anteriores ocasiones contra el equipo galaxia, siempre demostró un gran odio a estas Organizaciones malignas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por lo que le parecía una versión siniestra de su rival.

— Basta de charla supongo que sabes que debes enfrentarte a mí, ¿verdad? No dejaras que te derrote sin dar pelea ¿o sí?

Lucas se giró un momento para contemplar a una callada Bianca, que no podía creer lo que estaba viendo, dos grandes amigos tratándose como basura mutuamente, después de lo que había hecho el chico del gorro rojo para intentar salvar a sus amigos, al final tendría que enfrentarse en un combate a muerte contra uno de ellos.

El muchacho rompió el silencio con una mirada triste:

— Bianca, siento mucho lo que te he hecho pasar aquí, la verdad nunca pensé que terminaría así para mí, Yo siempre confié en él y ahora parece que me he equivocado. Este es el resultado, del error más grande de mi vida.

— ¿Qué significa esto? — Más confundida todavía la rubia le pregunta.

— Siempre preguntas por todo…— Contestó con una sonrisa falsa para retomar — ¿sabes? Es mejor no saber algunas cosas

— ¡No! Desde que entramos en este bosque no has respondido ninguna de mis preguntas y…

— Bianca, Vete de aquí no te pondré en riesgo por mis estúpidos asuntos personales, fue un error traerte conmigo.

— Solo tienes a Riolu no podrás hacer… — Cuestionó la chica entre lagrimas para ser interrumpida por un decidido Lucas que le grita.

— ¡Fuera de aquí! No dejaré que nada malo te pase por mi culpa, ten esto. — le interrumpió con ira quitándose el gorro, dejando notar su cabellera negra y se lo entregó a la chica parecía envolver algo. — Úsalo para salir de aquí, pero debes alejarte de este lugar para que nadie te siga.

Bianca puso la cara en el pecho del entrenador y le dio un abrazo al cual este le correspondió acercando su cara al oído de la rubia para susurrarle algo, pero no se podía oír nada debido a la distancia que separaba al rubio de los jóvenes.

Barry esperaba del otro lado raramente sin impacientarse como lo haría el chico que conocimos alguna vez, Bianca huyó dejando a Lucas solo con aquella persona, usó a su Pokemon para destruir el hielo que bloqueaba el camino y escapar. Al Chico que estaba del otro lado parecía no importarle para nada el escape de la chica

Dos figuras aparecieron del otro lado del bosque, eran otros entrenadores pero no se les podía ver las caras ni como estaban vestidas, tan solo se movían en dirección de las explosiones.

— Es hora de la Fiesta — Exclamó una de las sombras

— A veces no sé porque ando contigo — Respondió la otra en un tono desanimado — Sígueme, este bosque podría considerarlo mi casa — Comenzó a correr en una dirección

— Bien — Aceptó ignorando lo que había dicho el otro procedió a correr detrás de él

Los entrenadores caminaban en dirección al campo donde se suponía que estaban Lucas y Barry.

¿Quiénes serán estas dos figuras que se dirigen al campo de batalla?

¿Significaran cosas buenas o malas?

¿Qué será de Bianca ahora que escapó sola?

¿Qué le dijo Lucas a la Rubia?

¿Será esta persona el Barry que Lucas una vez conoció?

¿Dónde ésta Maya?

¿Por qué hago tantas preguntas?

Descúbranlo en el próximo episodio de este Fic.

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