Microrrelato Nana, la vampiresa.

Nana, la vampiresa.​

Sábado por la noche, momento de distensión y relax. Una noche perfecta para socializar un rato en el chat de Mafialandia.

La sala estaba concurrida, hablaban y reían, bebían. Algunos contaban anécdotas, chistes, mientras otros ligaban. Todos los usuarios allí presente estaban ocupados, cada uno en lo suyo, pobres almas distraídas, incapaces de notar la peligrosa presencia que los acechaba desde la oscuridad.

—Tengo hambre—dijo Hamsen.

—Siempre tienes hambre. Ve a comer y ya—le respondió Dede.

—Hola, a todos—dijo Kreuz, sonriendo levemente mientras observaba la sala con inusitada atención.

—Tengo hambre. Consíganme una esposa que me cocine—gritó Hamsen.

— ¿Te digo algo? Yo también tengo hambre, muchacho— dijo alguien, segundos antes de saltar sobre Kreuz.

La criatura no era nada más y nada menos que la vampiresa Nana. Criatura de la noche, conocida en Mafialandia por su maldad y múltiples asesinatos.

Afortunadamente, el Sr. Kreuz conocía a esta criatura personalmente, y para suerte de todos, conocía su talón de Aquiles: la física.

Ni lento ni perezoso, Kreuz se paró delante de la criatura, que estaba masticando a Hamsen-el cual, para alivio de todos, ya no se quejaba de hambre- y sacando un extraño símbolo, parecido a una fórmula de dinámica, comenzó a recitar unas palabras.

—Newton fue el primero en demostrar que las leyes naturales que gobiernan el movimiento en la Tierra y las que gobiernan el movimiento de los cuerpos celestes son las mismas. Estableció las tres leyes de la dinámica o leyes de Newton, en las que explicaba el movimiento de los cuerpos así como sus efectos y causas…

A medida que Kreuz hablaba de física, Nana se enroscaba sobre sí misma, dejando de lado el mutilado cuerpo de Hamsen. La criatura gruñía y siseaba, mientras sus ojos daban vueltas y su cuerpo despedía volutas de humo, quemada por el efecto que la física tenía en ella.

—Las leyes son: primera ley, ley de la inercia. Segunda ley, ley de la interacción y la fuerza. Tercera ley, ley de acción-reacci…

Kreuz no pudo terminar de decir las leyes de Newton, no siquiera llegó a explicarlas. Tal era el efecto que ésta ciencia tenía en Nana, que a tan pocas palabras la criatura comenzó a revolcarse y sisear aún más. De un salto, la vampiresa se levantó y huyó por la ventana más cercana, dejando tras de sí un rastro de olor a cabello quemado.

Fue así como todo volvió a la normalidad en la sala de chat de Mafialandia. Siendo lo sucedido esa noche, una anécdota más que los usuarios recordarían por mucho tiempo, aunque la extraña debilidad de esa vampiresa sería un misterio por toda la eternidad.


Dedicado a @Nana