La patética historia de la persona más importante.

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Ryo, 18 Septiembre 2014.

  1.  
    Ryo

    Ryo Ayúdenme a contactar a Syel

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    La patética historia de la persona más importante.
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    ¡Hola a todos! Ryo reportándose con una historia (la primera) que me ha salido de mi vida XD.

    Realmente espero que les agrade y me dejen sus críticas, acepto de todo, adulaciones, tomatazos, intentos de asesinato (fallidos), etc.


    Prologo

    La patética historia de la persona más importante.

    Me levante como siempre, el cabello enmarañado, la vista borrosa, una flojera inmensa y con las típicas ganas de decir “cinco minutos más mamá”, pero si hay algo que no puedo decir es eso.

    Apague la alarma que seguía sonando con el tema “Lie” de Mengurine Luka y me levante de la cama, talle mis ojos mientras un gran bostezo salía de mi boca y, una vez levantada tome mis gafas, ya con la vista completamente mejorada comencé a cambiar mis arrugadas pijamas por el uniforme de tela de costal, cuando termine de cambiarme salí del cuarto. Entre al baño y comencé a arreglar mi cabello, que por cierto es todo un problema dominar, después de más de 20 minutos tratando de recogerlo logro formar con él, una cola de caballo lo suficientemente decente como para que me dejen entrar al escuela.

    Estoy lista para ir a otro día de escuela… sí solo eso, un día más de mi patética vida, pero ¿para qué me quejo? Las demás personas dicen odiar el lunes por ser el inicio de la semana y es el principio de 5 días de trabajo o en algunos casos de más días, pero, ¿alguna vez se han puesto a pensar que, su vida es igual de miserable todos los días independientemente de que sea lunes o cualquier otro día de la semana?

    Voy en camino a la escuela, realmente no voy prestando atención a mi alrededor, en primera porque el que mi papá conduzca muy rápido me marea y en segunda porque estoy tratando de recordar que fue lo que paso el viernes que me dejo lo suficientemente conmocionada como para no querer ir de nuevo en toda mi vida.

    Ni siquiera noto como ha pasado el tiempo y por fin estoy en clases a una hora antes de que se dé el toque de receso, miro a mi alrededor y veo a mis compañeros todos con la cabeza gacha, con la mirada fija en su respectiva libreta de apuntes y moviendo la mano hábilmente para tomar el apunte de la clase de español, miro que yo estoy haciendo lo mismo inconscientemente así que prosigo sin detenerme hasta que la maestra da un respiro y termina —Punto final—suena el timbre de cambio de clase y se despide de nosotros.

    Suspiro y suelto la pluma de tinta negra que utilizo siempre, miro a mi alrededor de nuevo para ver que hacen mis compañeros y, al mirar confirmo que un circo se ha formado alrededor de todo el salón, unos platican con los otros, algunos escuchan música, otros se golpean, en fin todas las típicas tonterías que se les pueda ocurrir a las bestias salvajes que se hacen llamar “alumnos” .

    Espere unos cuantos minutos y decidí cerrar los ojos y comenzar a imaginar la primera tontería que se me viniera a la mente, y así pase la hora restante para que dieran el toque del receso.

    Ni siquiera note como fue que tome el apunte y fui a calificarme cuando la maestra ya estaba sobre mi diciendo — Señorita Sueños ya ha sonado el timbre de recreo y creo que sus amigas la esperan— sonrió y luego se marchó del salón.

    Desperté de la rara especie de transe en el que estaba, tome el dinero para mi lunch para luego salir fuera del aula y encontrarme con dos rostros tremendamente familiares, uno de ellos era de una chica alta de cabello lacio color negro, unos ojos profundos color café labios gruesos con un tono rosa pálido y, a su lado una chica notablemente más baja que ella de cabello quebrado color ámbar, unos ojos tímidos de color miel y labios delgados rosa pálido

    — ¡Ash, Sueños! Siempre tenemos que esperarte— remilgo la chica pelinegra

    — ¿Si ya sabes como soy para que te quejas, Aurora? — pregunte sonriendo.

    —Tiene razón siempre es así — río la peli ámbar

    —Gracias por defenderme Shelly — dije con burla.

    ¿Qué? Alguien tan anormal como yo también tiene amigas, bueno al menos ese creo,¿está prohibido que la gente anormal tenga amigas? Yo creo que no, si también ellas son anormales.

    —Bueno, bueno ya que, siempre serás así— suspiro Aurora poniéndose una mano en la cabeza simulando estar molesta—Bueno y ya que estamos en estas ¿Qué paso con lo del viernes? —

    — ¡Sí! ¿Qué paso? ¿Qué te dijo Alan? Y luego, ¿Qué fue lo que te dijo Moisés? Saliste corriendo y ya no nos enteramos— dijo Shelly con una gran sonrisa y demasiada curiosidad.

    De repente recordé por que no quería volver a la escuela en toda la vida…
     
    Última edición: 10 Noviembre 2015
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    medusgamerXD Reina Chibi

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    XD ya veo de donde te inspiraste querída imoto xD...soy tu Onee-chan...me cuentas todo asique...creo que se cómo va esto xD
     
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    Borealis Spiral

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    Hm, no quería seguir una historia más dado el poco tiempo que le estoy dedicando al foro, pero la tuya ha llamado mi atención. ¿Tu protagonista se llama Sueños en realidad? Si es así, es un nombre raro y, bueno, se me figura más como apellido. Lo que sí es que parece que vive un tanto amargada, ¿no? Mira que verle la misma vivencia patética a la rutinaria vida, independientemente de que sea Lunes o no; pensamientos como este es el que me hace pensar que ella vive muy amargada por algo. Aun no sé mucho ya que no detallas todavía su vida y su ambiente en la escuela; habrá que esperar.

    Me gustó la descripción de Aurora y su actitud también; parece una chica de carácter y esas chicas me gustan, a pesar de que muchas veces también son sensibles. Lo dejaste en suspenso, buena técnica, lo que me hace preguntar ¿qué pasó el viernes que obligó a la protagonista a no desear volver a la escuela? ¿Es algo vergonzoso o más bien del tipo doloroso? Esperaré la continuación para enterarme. Por cierto, en general tienes buena ortografía y la narración está bien equilibrada con los diálogos; tan solo cuida los acentos en los verbos en pasado que a veces no los pones como en: levanté, tomé, terminé, remilgó, pregunté, etc. Sin más que añadir, espero la continuación. Te cuidas y que estés bien.

    Hasta otra.
     
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  4.  
    Equinoccio

    Equinoccio Eterno enemigo de los tildes. (?

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    Escribes con la clase de estilo que a mí me gusta, eso ya te suma unos cuantos puntos... y nubla bastante mi objetividad.

    Quizás tendrías que usar oraciones un poco, apenas, más cortas. Y cuidar las descripciones, que están excelentes, pero a veces se alargan un poco más de lo debido.

    Por lo demás, te felicito. Excelente trabajo.
     
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  5.  
    Reddo MoiRG

    Reddo MoiRG Eyeyeyeye

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    Yo ya me se la historia así que... ^.- ya sabes...

    Sigue así y procura sacarme muy sensual!
     
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  6.  
    Ryo

    Ryo Ayúdenme a contactar a Syel

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    Hola a todos~ Ryo se reporta con el primer capítulo de esta historia :3

    Siento mucho si tarde en hacerlo, pero es que ya lo tenía y luego ¡pum! se borró completo y tuve que volver a escribirlo, siento si se sale un poco del genero pero esto va planeado a una historia larga~ larga~ larguísima~ XD casi de saga.

    Agradezco a quienes se han tomado el tiempo para leer y/o comentar esto.

    Sin más que decir he aquí el capítulo X3

    Capitulo 1°- Hogar, dulce hogar~

    Lagrimas caían de una en una al suelo, mi capa protectora de una chica seria , callada, fría, calculadora, que podía hacer frente a un catástrofe sin salir herida, que era brillante y capaz de mucho, con méritos y aspiraciones más altos que cualquier persona, arrogante y soberbia, se había esfumado, ahora solo quedaba la verdadera yo, una chica insegura de mi misma que ni siquiera podía hacer frente al menor problema … una chica tan débil de espíritu y fuerza que, para dejar de ser así, antes de tener mi cubierta protectora había intentado quitarme la vida un sin número de veces y por mi cobardía no había logrado hacerlo… mi apellido era Sueños y no me permitía soñar, mi segundo nombre que significa regalo de los dioses y no me siento más que una escoria, mi primer nombre con el don de mover mares y ni siquiera era capaz de afrontar aquella pequeña situación, realmente era patética.

    Siempre me las ingeniaba para no hablar de mis problemas, y así fue casi siempre, pero no podía esconderles la verdad a ellas, no, ¡a ellas no!… son las únicas que me han dedicado tiempo en toda mi vida y que no me han hecho algún mal… tal vez ellas puedan decirme que es este dolor en mi pecho que no sé cómo manejar.

    Mi cuerpo se siente demasiado pesado, el sol me deslumbra y vienen recuerdos a mi mente… recuerdos que creí había eliminado de mi memoria… pero tal vez, si solo por un momento veo mi pasado… sepa que es este extraño sentimiento, al cual, Alan y Moisés nombraron “amor” ¿Qué es el amor? ¿Por qué al oír aquella insignificante palabra, tengo ganas de llorar hasta no poder más y vengarme de todas aquellas personas que en el pasado no me dejaron descubrir que era amor? Conozco bien los demás sentimientos, odio, rencor, tristeza, ira, miedo, soledad, humillación, cobardía, desconfianza y más que nada inseguridad de mi misma.

    Puedo ver como son nombrados distintos sentimientos entre mis compañeros, sentimientos que dudo alguna vez en mi vida haya llegado a sentir, si acaso una pisca de felicidad, si es que se le puede llamar así, fue cuando conocí a Aurora y tiempo después a Alejandra y aun más tarde a Shelly.

    … antes de ser aquel espíritu quebrantable… antes de ser alguien patética… había un mínimo rastro de que mi caparazón no estaba del todo equivocado y antes de ser aquel monstruo que no se conocía… hubo una época en la que realmente fui yo misma.

    .-.-.-.-.-.-.-.​

    Cuando era pequeña era demasiado platicadora y demasiado sociable, “una sin vergüenza” se me podría llamar.

    No me gustaban las muñecas, los listones de color rosa, los vestidos y todo lo demás que podía ver que a las de mi edad les gustaba, no me agradaba tener el cabello recogido en coletas de caballo y solo a petición de mi madre lo dejaba crecer, pero a mi nada de eso me agradaba, jugar con los chicos futbol, con sus luchadores de plástico y los carritos de juguete, echar carreras a la hora de la salida … eso era lo que a mí me gustaba.

    Pero comenzaba a haber algo raro… generalmente les hablaba a mis compañeras pero poco a poco se iban… yo no sabía el por qué y no era como si realmente me importara, mientras yo y ellas estuviéramos bien no había problema.

    Paso el tiempo y ya no solo era rechazo por parte de ellas, cierta vez subimos a el aula de computo a conocer más acerca de cómo usar los programas básicos que tenía la computadora y en ese momento para unos niños de 6 años de primer grado era lo más novedoso que podía haber, todo había ido bien, note qué cuando las niñas me miraban soltaban risitas y susurros pero no le di demasiada importancia hasta qué momentos antes de bajar de nuevo a nuestra aula el profesor fue llamado a dirección y al bajar en filas una niña me empujo de las escaleras, antes de quedar inconsciente le pregunte el por qué había hecho eso – “Eres un niño ¿no?, aguántate como uno” – fue la frase que me quedo grabada de ese momento, después de eso desperté en un hospital, con un pequeño arreglo floral a mi lado, al parecer por accidente caí de las escaleras y quede inconsciente, mis padres ya estaban enterados de la situación y fue por ello que mandaron el arreglo floral con una pequeña nota que decía “Lo sentimos Fer, pero no podemos ir a visitarte por la excesiva carga de trabajo, esperamos que estés bien, ya hablaremos después sobre lo torpe que eres al caer de las escaleras, te advertimos que jugar futbol hacía daño a las chicas. Cuando salgas del hospital ve a casa con cuidado, Príncipe te estará esperando. Atentamente: Papá y Mamá”. Ya me lo esperaba, siempre es así, tienen mucho trabajo y no pueden verme, bueno no importa. Después de un rato de charlar con el medico logre salir de ahí, al parecer mis padres ya habían pagado los gastos y me habían dejado el dinero para poder regresar a casa y comprar algo para comer, me dirigí lentamente a ese triste lugar, no me agradaba para nada, era completamente solitario, frio y vacío, por lo menos siempre podía contar con Príncipe para hacerme compañía.

    Abrí la puerta de aquella prisión llamada elegantemente hogar, eche una mirada adentro y suspire, altos y fríos muros de color hueso se alzaban, una escalera en el medio que daba a las habitaciones que casi siempre estaban deshabitadas a excepción de la mía, mis padres siempre estaban de viaje y yo era la única que ocupaba la inmensa casa, estaba todo el tiempo sola con Príncipe y los viernes venia Marry la chica que se encargaba de la limpieza, realmente no sabía que era lo que limpiaba, si todo el desorden que había en la casa era causado por mí y lo recogía, algunos libros que leía de la oficina de mis padres, los pocos juguetes que ocupaba del montonal que tenía y los materiales que necesitaba para pintar algunos cuadros que hacía con la esperanza de que algún día mi madre o mi padre les echaran un vistazo… además de eso no había que recoger, la cocina lujosamente equipada no había sido estrenada y por más que yo quisiera ocuparla no alcanzaba nada, la sala siempre estaba abandonada y el comedor solo era ocupado cuando hacía la tarea … normalmente evitaba comer y cuando realmente lo necesitaba podía comer comida empaquetada que mamá le pedía a Marry que comprara, Príncipe no hacia reguero alguno, un schnauzer miniatura educado desde pequeño no era demasiado de que encargarse.

    Ya era tarde, así que decidí ir a dormir, Príncipe estaba acostado en su cama y yo haría lo mismo, mañana faltaría a la escuela, no creo que nadie note que no estoy ahí y mucho menos que mamá o papá se preocupen por que me quede en casa o siquiera lleguen a enterarse.
     
    Última edición: 20 Diciembre 2016
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  7.  
    shopie akira misaki

    shopie akira misaki de alma más negra que la pez

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    ooh usted señorita escribe precioso quisiera leer mas de su historia espero siga pronto :rolleyes:
     
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    Borealis Spiral

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    Me ha pasado lo de tener el capítulo y luego es borrado u.u Es horrible así que comprendo que hayas tardado, no te preocupes ^u^

    Ahora, pasando al capítulo. ¡Vaya! Qué drama el que nos pintas aquí y creo entender mejor por qué es que Sueños (insisto, apellido raro, mas no por eso feo) se veía tan desazonada en el prólogo. Una chica marginada por sus actuares diferentes a las de las niñas comunes, ¿cuántas veces no se ha visto eso? Y para colmo, sus padres que se ven más preocupados por el trabajo para mantener una casa tan grande y seguramente darle todo lo mejor a su hija económicamente hablando, dejando de lado lo que más importa que es lo emocional. Es entendible que tuviera que ponerse una máscara de rudeza, frialdad y hasta cierto grado desinterés; es una manera que muchos tenemos de protegernos a nosotros mismos; sin embargo, eso eso, una simple máscara que tarde o temprano terminará por hacerse pedazos y caer, lo que me parece ya ha sucedido con Fer por lo que leí al inicio del capítulo.

    No obstante, la duda me intriga todavía con eso que le dijeron Moisés y Alan en cuanto a la situación que parece estar afrontando con respecto al ¿amor? Sentimiento que aparentemente nunca ha experimentado y que sin embargo la pone tan mal. Quiero seguir leyendo más sobre ello, me interesa, en serio. Lo que sí es que me da gusto que conociera a amigas tan buenas que están dispuestas a ayudarla y con las que puede desahogarse un poco, que falta le hace o terminará por explorar. Pues mira, algo bueno entre tanta desgracia siempre es bien recibido. Y sería todo de mi parte, sin más que decir salvo que espero la próxima continuación, me despido deseándote bien.

    Hasta otra.
     
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  9.  
    Reddo MoiRG

    Reddo MoiRG Eyeyeyeye

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    Tranquila, el gran Reddo mencionado en el fic te cuidará :3
     
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  10.  
    Ryo

    Ryo Ayúdenme a contactar a Syel

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    -Ver la verdad~

    No supe cómo fue que soporte un año más en esa escuela, pero recuerdo claramente como aquella ocasión en la que por primera vez llegue al hospital por caer de las escaleras no fue la última, muchas veces más es una exageración, pero fueron varias las ocasiones en las que regrese ahí, unas fueron leves lesiones… unas más fuertes, una de ellas casi me cuesta por completo la vista, no la perdí… pero quedo la marca de por vida con mis anteojos.

    Aún recuerdo… tuve que pedir una cita con mamá y papá para pedir que me cambiaran de escuela, una cita… ¡una maldita cita!, como si de un cliente se tratara, un cliente al cual no le dedicaron ni cinco minutos.

    En tercero pude cambiar de escuela… a una en la que no volvería a tener problemas por mi torpeza, aunque si el problema era que tenía apariencia de niña y actuaba como niño ¿El problema podría arreglarse si aparentaba ser chico?, le pregunte a Marry y ella respondió rápidamente – ¡Claro que sí! Ahora déjame terminar de limpiar para que pueda irme. – Entonces eso haría, con el dinero que tenía ahorrado fui a una estética y a extrañeza de la estilista pedí que cortara mi cabello de tal forma que pareciera un chico – ¡Pero si tienes un largo y hermoso cabello! ¿Qué tal si solo lo hacemos ver más bonito? Mira puedo peinarlo o arreglarlo, te mostrare algunos…– simplemente me levante de la silla y salí de la estética, así paso con todas las estéticas a las que entre, afligida volví a casa y entre en la habitación de mamá, saque unas tijeras de su costurero, que nunca había usado, las lleve al baño y las deje ahí, luego recogí mi cabello en una trenza –Si a mamá lo que le gusta es el cabello … guardare la trenza para ella– me repetí a mí misma, luego de eso tome las tijeras y corte mi la trenza de raíz.

    Me asombre a mí misma, la trenza cayó al suelo y mi cabello de un largo hasta los talones, quedo con un largo hasta el inicio de mi oreja, era alborotado y disparejo, con ayuda de mis lentes podía esconder un poco mis pestañas … realmente parecía un chico. Conseguí que mis papás no fueran quienes compraran mi uniforme ni mis zapatos, fui con Marry a comprarlos, uniforme de chico y zapatos de chico, conseguirlo no fue problema, pues ella estaba distraída coqueteando con los muchachos que trabajaban ahí. ¡Puaj! ¿Cómo diablos puede hacer eso?

    El año escolar comenzó, y como siempre los nuevos teníamos que presentarnos, me presente como Fernando, roge a la maestra no dijera nada sobre lo que era evidente… al menos para ella que tenía los registros. Como era de esperarse no llame la atención, los chicos no me tomaban importancia por ser nueva… digo, nuevo, así que todo iba bien, un par de burlas por mi extremada voz chillona al hablar, pero eso no lo podía disimular, además de que me gustaba participar en clase.

    Todo fue bien durante tercero y cuarto … hasta los últimos meses, una chica llamada Saraí llego a la escuela, por alguna razón siempre estaba saludándome y sonriéndome, yo no le daba importancia y seguía con mi rol del chico nerd que no se juntaba con nadie, el año acabo y fueron las vacaciones de verano, un día como cualquier otro alguien toco a la puerta de mi casa, yo me encontraba leyendo un libro, suspire, tal vez de nuevo una chica que quería el empleo de sirvienta, Marry había quedado embarazada de un fulano del cual desconocía historia y datos, así que mis padres le agradecieron por sus años de servicio y la despidieron… bueno no es como si ella no se lo hubiera ganado a pulso, pues últimamente comenzaban a faltar cosas, pero bueno, ese día yo me encontraba con mi corto cabello recogido con ayuda de una diadema, una blusa de color salmón y encaje… además de una falda corta con mallones, tenía que admitirlo me tuve que dar por vencida con la ropa que mi madre mandaba a escoger para mí.

    Abrí la puerta con una sonrisa –Disculpa que allá tardado en abrir, soy Fernanda la hija de los interesados en…– no había terminado de hablar cuando mire quien era la persona que había tocado...

    –He… H-Hola Fernando… D-Digo... jeje c-creo que me equivoque de casa… ¡siento las molestias! – dijo tartamudeando Saraí, por un momento me quede en shock, ¿Cómo había dado con mi casa?... creo que debía poner más atención cuando regresaba a casa, justo cuando estaba a punto de irse la jale del brazo y la retuve –No tienes por qué disculparte… de echo soy yo la que tiene que disculparse… ¿Por qué no pasas a d-dentro para que te explique? – decía recalcando el “la”, además de sorprenderme a mí misma, nunca nadie además de mí, Príncipe, mis padres y Marry habían entrado en la casa. Ella acepto titubeando, la invite a sentarse en la sala, ella accedió, parecía estar demasiado en shock, también le ofrecí un vaso de agua pero no lo acepto, después de un silencio incomodo ella pregunto casi con lágrimas en los ojos porque fingía ser chico, no me inmute ni sentí nada al ver sus lágrimas, le conté el porqué de principio a fin. Ella después de un rato de estar callada y pensativa limpio sus lágrimas y sonrió –Yo seré tu amiga– musito.

    A partir de ahí Saraí me visitaba frecuentemente, platicábamos y reíamos, fue un buen tiempo, pues ya no estaba tan sola y le conté todo… absolutamente todo, creí que estaba bien porque era mi amiga… pero luego al llegar a la escuela… cambio todo.

    El primer día de escuela llegue como chico, todo normal, Saraí no me hablaba, también era normal pues creí que me ayudaría a guardar las apariencias… después de un mes el infierno apareció de nuevo – ¡Travesti! – – ¡Lesbiana! – miles de insultos, miles de golpes, canciones en mi honor, cuentas de Facebook burlándose de mí, Bullying… un intenso Bullying del cual ya no podía salir. ¿Quién era la causante? Esa chica que se hizo llamar mi amiga, la que conto mi pasado y lo divulgo como si fueran las noticias más recientes de un artista, ese pequeño mounstro, esa tal Saraí.

    Pero no me dejaría vencer, no de nuevo. No era la chica que dejaría que todos la maltrataran de nuevo… al menos me defendería yo sola. En clase no eran más que burlas, canciones en mi honor, choques accidentales, lentes rotos, en receso aumentaba aunque tenían que contenerse pues si los pillaban saldrían suspendidos, a ojos de los profesores comenzaba a llevarme bien con los demás chicos, la realidad era completamente diferente; a la salida era horrible, los chicos me rodeaban, las chicas se encargaban de tomar foto y video de la golpiza que se llevaba a cabo, me sentía como una mascota … una mascota que solo llamaba la atención para ser golpeada, yo me defendía o bueno al menos eso trataba, después de la golpiza recogía mis cosas y salía corriendo a un lugar público y transitado, no podía ir directamente a casa pues nunca faltaba la bola de chicos que me seguía para saber dónde vivía, ese era el único dato que se le había olvidado mencionar a Saraí.

    Seguía acudiendo a clases con mi uniforme de chico, no iba a cambiarlo, no, eso sería signo de rendición ante ellos. Las golpizas fueron disminuyendo cuando ya no los complacía con mis llantos, ya no podía ver cuánto dolor me causaban, poco a poco deje de llorar frente a ellos, me desahogaba con Príncipe, él se acurrucaba en mis piernas y me ayudaba a pensar mejor las cosas, y en poco tiempo deje de ser el juguete con el que todos se desquitaban, aunque debes en cuando me golpeaban pero era más leve.

    Recuerdo claramente el día en que después de una golpiza casi a finales de quinto año, estaba recogiendo mis cosas a gatas, solo me faltaba encontrar mis –seguramente- gafas rotas, aun así las necesitaba, sin ellas todo era como si vieras una película de 3D sin lentes y aún peor, estaba tanteando el suelo para encontrarlas ¿Esto es lo que buscas?oí una odiosa voz, levante la mirada para encontrarme con la de Saraí, en una mano tenía mis gafas y la otra la extendía para ayudarme a levantarme, era una cobarde, después de todo lo que hizo nunca tuvo el valor de ver cómo me golpeaban, me insultaban,… cierto, ella no les había ordenado a los demás que lo hicieran, pero ella divulgo todo. Su mirada parecía arrepentida y con ciertas ganas de llorar… era eso o realmente no tener mis gafas me afectaba hasta la mente, comencé a reír cínicamente, primero bajo y luego aún tono demasiado alto, me levante con la fuerza que aún tenía e ignore su ayuda – ¡Y-Yo lo siento! – grito demasiado cerca de mis oídos, fue un ruido demasiado molesto, ¿Qué sentía? ¿Acaso esperaba que tomara su mano e hiciera como si nada hubiera pasado? ¿Qué la recibiera con una sonrisa, un abrazo y comenzara a llorar? Seguía riendo, en ese momento algo en mi corazón quebró, ignore su disculpa, le di la espalda y comencé a caminar –Quédate con las gafas, no quiero ver la realidad – dije mofándome, seguí caminando y pude oír como rompía en llanto. Por primera vez en mi vida el llanto ajeno fue música para mis oídos.

    El día siguiente era suspensión de clases por junta técnica de los maestros, todo se había acomodado perfectamente, salí de casa con Príncipe caminando a mi lado, fuimos algo lejos de casa, a un parque casi al otro lado de la ciudad, la gente no apartaba la vista de mí, moretones en todo el cuerpo, un ojo hinchado… era raro ver a una niña sonriendo con ese aspecto. Necesitaba olvidarme de todo.

    Todo fue bien durante el día, luego por la tarde el cielo comenzó a llorar –Tal vez el cielo también tiene una Saraí que lo hizo llorar – dije a Príncipe – ¡Guau! – me afirmo revoloteando su cola, fuimos a dar a un centro comercial para cubrirnos de la lluvia, casi no dejan entrar a Príncipe, pero convencí a el oficial cuando vio que estaba perfectamente educado, ya que no habíamos comido sugerí a mi acompañante ir por algo, después de todo había llevado dinero, luego de comer comenzamos a caminar por las distintas tiendas. Después de un rato sin nada interesante que hacer sugerí a Príncipe regresar a casa, cuando salimos de la plaza el sol se estaba yendo a dormir – ¡Cuidado! – oí un grito, todo fue demasiado rápido que no tuve tiempo de reaccionar, un chico que estaba corriendo choco con migo, ambos caímos al suelo, me moleste un poco, pero al ver que el reía no pude evitar acompañarlo –Lo siento mucho, no me fije por donde iba – Decía ayudándome a levantarme del suelo –Soy Moisés ¿y tú? – –Yo soy Fernando... d-digo Fernanda y él es Príncipe – decía cargando a mi perrito –No es por ser racista pero nunca vi a un príncipe peludo y de color negro – decía acariciándolo –Es especial por ello – después de un rato de platicar pregunto – ¿En qué escuela vas? – –En el instituto R.M. ¿Y tú? – Él se quedó callado con los ojos como platos, –Yo voy en el colegio España… Pero el próximo año estaré en tu colegio por capricho de mis padres – dijo sonriente –Me alegra saber que ya tengo una nueva amiga ahí – decía abrazándome, yo había perdido el habla de repente ¿había diferencia entre Amiga y Amigo? –Bueno, nos vemos ¡Ryo! – me sorprendí, ¿acaso no había oído que me llamaba Fernanda? – ¿Ryo? – – ¡Creo que si ríes te verías más linda! – Grito despidiéndose y alejándose junto con sus padres… –Este chico es demasiado raro… ¿Verdad Príncipe? – no obtuve respuesta pues desde hace rato se había quedado dormido en mis brazos, volví a casa meditando lo que me dijo Moisés...







    ¡Hola! Vengo a entregar el segundo capítulo, me quede con demasiada inspiración y no podía perderla, me costó mucho hacer esto ya que el recordar el nombre de Saraí me trae buenos y malos recuerdos (normalmente malos) pues ella existió y existe así como todos los personajes de esta historia, pero bueno eso está en el pasado y hay que ver la realidad, solo te hace daño si tú lo conservas en tu corazón… después de ponerme deprimida necesito un comentario para ser feliz :D

    Ryo se despide~
     
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    No tengo palabras para lo que acabo de leer...

    Tengo más ganas de cuidarte :3 (No me molestó lo de poner mi nombre real x'D)
     
  12.  
    Borealis Spiral

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    Oh, personas reales, ¿eh? Interesante. ¿Debo concluir que está basada en hechos reales? Quizás; bueno, eso ya llama mi atención también.

    Interesante que Fernanda se hiciera pasar por niño y hasta comprara el uniforme y todo, y se cortara el cabello (yo tardo meses en siquiera decidirme en despuntarlo), pero bueno, si se creía más cómoda de ese modo, no la culparía, mira. Creí que Saraí se convertiría en una aliada entre tanta tensión, entre tantos rechazos y la presión de Fer de tener que guardar su secreto. Sin embargo, me mató que la apuñalara de esa manera por la espalda, pobre Fer, me sentí tan identificada con ella. A mí me hicieron algo parecido, mas en lugar de divulgar un secreto, me calumniaron a mí, mi familia, amigos y en general mi estilo de vida. Sentí horrible, por lo que puedo comprender la decepción, el dolor de ella. Es verdad, yo estaba más grandecita cuando me pasó aquello, ¿pero qué tiene qué ver la edad? Los niños también sienten, también sufren, también lloran, también tienen problemas, también son crueles, también odian. Porque es evidente que Fer odia a Saraí, que su llanto fuera algo qué disfrutar lo demuestra, aunque es lo que la amargura provoca, que el sufrir ajeno sea un alivio al no saberse uno el único que padece males.

    Y conforme leía, me quedaba inquieta con respecto a Fer, ¿cómo lograría un alivio a todas sus heridas? Por muy mínimo que resultara ser, estoy segura de que sería bueno y entonces, ese día de lluvia, oh, choca con Moisés que hasta se tomó la libertad de abrazarla y ponerle un nuevo apodo y por una razón tan peculiar y tierna. ¿Será él un atisbo de luz en la oscura vida de Fernanda? ¿Conseguirá reparar un poco de su dañado corazón este nuevo amigo? Oww, quiero seguir leyendo, la verdad, así que nada, espero ansiosa el próximo capítulo y nos estamos leyendo. Te cuidas.

    Hasta otra.
     
  13.  
    shopie akira misaki

    shopie akira misaki de alma más negra que la pez

    Tauro
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    oh señorita su historia me conmociona el corazón [large][AnimePaper]wallpapers_Toki-wo-Kakeru-Shoujo_Anime-SEED-Otaku(1.58)__THISRES__82244.jpg
     
  14.  
    Artsy

    Artsy Kodize

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    -*Aparece entre un montó de fuego verde* Tarde pero seguro, aquí estoy. Me ha gustado mucho tu historia, he notado algunos errores ortográficos pero nada de que preocuparse. Lo que uno tiene que hacer, ser fuerte y persistir ante lo mal, después de todo entre tanta oscuridad siempre habrá luz ¿Moisés, eh? Hahahaha. Espero con ansias el próximo capítulo. Me subscribo al fic :D
     
  15.  
    Ryo

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    Leo
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    La patética historia de la persona más importante.
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    3°- Alguien te cuida~

    –¿Dónde estabas? – oí una voz al llegar a casa, abrí los ojos como platos –¡Sabes que no puedes salir sola! –

    –¿M-Mamá? –

    –¡Oh, pequeña! Nos tenías preocupados– anuncio abrazándome –No vuelvas a hacer eso, por primera vez tu padre y yo tenemos tiempo para pasarlo contigo y tú no estás en casa– sonreí y me acurruque en sus brazos, sabía que mentía y era otra la razón por la que ella y el joven que estaba mirándonos desde el sofá estaban ahí (si, joven, mis padres aún parecían adolecentes, algunas veces la gente pensaba que eran mis hermanos mayores).

    – ¿Mamá, a donde iremos esta vez? – pregunte sin querer soltarla, aunque ella ya me estaba apartando.

    –Bueno, un pajarillo por ahí nos dijo que te han sucedido problemas en la escuela– anuncio –Creo que nos iría bien pasar un tiempo en familia, ¿No lo crees Lalo? – aquel suspiró, y se levantó de su asiento, no recordaba lo alto que era… siendo sincera mi padre me daba miedo.

    –¿Dónde estabas y quien te ha hecho esto? – Pregunto con su voz firme y autoritaria, yo solo logre bajar la mirada y observar mis zapatos –Lo repetiré una vez más ¿Dónde estabas y quien te ha hecho esto? –

    –P-Papá yo…–

    –Respóndeme Fernanda, no estoy de humor– Nunca lo estaba.

    .-.-.-.-.-.-.-.-.-.

    – ¡Hey! ¡Reacciona! ¡Vamos Fernanda, no eres tan débil para desmayarte así como así– oí la voz de Aurora llamarme.

    – ¿Eh? – dije entre abriendo los ojos

    – ¡Yey! Al fin vuelves al mundo de los vivos– sonrió abrazándome –Eres una idiota, por poco me matas del susto–

    –Espera, ¿Qué diablos paso? – Pregunte mirando a todos lados – ¿En dónde estamos? –

    –Enfermería~ Me sorprende que no la reconozcas, casi siempre estamos aquí por tu culpa– río– Ya es de noche, así que puedes venir a dormir a mi casa, tus papás ya están avisados… bueno, les envié mensaje y no contestaron así que supongo que está bien–

    Solté un suspiro y mire la hora, 8:30pm… no me sorprendía que mis padres no contestaran, debían estar ocupados cuidando a su pequeña bebé recién nacida, fruncí el ceño, ella y mi hermano eran su mundo, bueno, ellos y sus negocios, a veces me daba la impresión de que trataban de compensar lo que no hicieron conmigo, tal vez por ello querían mandarme a un internado, aunque eso no impediría que me diera cuenta de cuanto adoraban a sus peques.

    –Si, me parece buena idea… pero solo tengo el uniforme escolar, no tengo muda–

    –No te preocupes por eso, como casi siempre te la pasas en casa mi mamá te diseño un conjunto–

    – ¿Entonces para eso eran las medidas del otro día? – pregunte levantándome de la (única) cama que había en la enfermería.

    –Sí, ya sabes, hace rato que te adopto y quería que su nueva hija tuviera ropa para los días que va a quedarse ahí– río.

    – ¿Y si le digo a mis papás que les de mis papeles? Seguro le pagarían por deshacerse de mí– suspire apartando ligeramente la mirada, pues sabía que era lo más cercano.

    –Vamos, no es para tanto…– suspiro dándome un ligero golpe en la espalda – Solo están emocionados por tus hermanos–

    –Entonces tienen trastorno de emoción– Ella y yo cruzamos miradas, luego hubo un silencio, no uno incomodo, ese tipo de silencio era muy difícil entre ambas, hace tiempo que nos conocíamos, ella sabía mis problemas y yo los suyos, a diferencia de mí sus padres estuvieron todo el tiempo a su lado, pero peleando y gritándose el uno al otro.

    –Vale, vale, me ganaste. ¿Ya podemos irnos? – suspiro aun manteniéndome la mirada, no puede evitar reír, ella hizo lo mismo… algo que teníamos en común, nos daba risa nuestra propia desgracia.

    –Andando.
     
    Última edición: 6 Noviembre 2015
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    Borealis Spiral

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    Hola. Qué bueno que siguieras esta historia c: Fue una linda sorpresa.

    Vaya, estas chicas y sus problemas con sus padres, debo diferentes sí, pero al fin y al cabo dañinos los dos. Recordando que esto se basa en hechos reales es muy lamentable que a veces los padres no presten atención a los hijos, o se desvivan por algunos y por otros o no, o que se peleen. Y luego por qué dicen que la depresión juvenil es un problema.
    Lo bueno de tanto Fernanda como Aurora es que se tienen la una a la otra y se apoyan cada que lo necesitan. Con amigos así sin dudas se puede salir adelante siempre. Con un solo ser que te quiera sincersmente ya es ganancia. Buen capi, que aunque corto, al menos a ya sé más. Espero el que sigue y hay que tenernos paciencia las dos. Yo volveré. Te cuidas.

    Hasta otra.
     
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    Ryo

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    Leo
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    La patética historia de la persona más importante.
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    4°- Premonición~
    Salimos de la enfermería por un largo pasillo, algunas veces llegaba a pensar que era interminable, pero me gustaba, pues te daba el tiempo para pensar sobre cualquier problema que tuvieras

    Este pasillo entraba en los lugares en los que me sentía bien, ¿Cuáles eran los otros? Uno de ellos era el patio trasero de casa, porque allí se quedaban las mascotas, no hacía mucho Príncipe dejo de ser la única. Aunque para mis padres solo era un espacio donde un trió de cuadrúpedos se la pasaba durmiendo o haciendo ruido, para mí era donde mis mejores amigos vivían, o al menos tres de cuatro.

    A la familia se unieron: Pancho, un schnauzer miniatura de color sal pimienta un poco más grande que Príncipe, e Inu, un labrador chocolate, gigante al lado de los otros dos.


    El otro era mi habitación, porque (a pesar de estar esparcidas y ocultas en todo el lugar) ahí se encontraban las cosas que más tenían valor para mí, la más importante es un peluche llamado Tiggr, como el nombre lo sugiere es un tigre naranja de la serie de Winnie the Pooh, aunque no es por ello que sea especial, más bien porque era el juguete con el que mi abuelo solía contarme cuentos. También mi colección de lentes, aunque los tres primeros están rotos y sin algunas piezas por las antiguas golpizas de la escuela, los demás están en perfecto estado, verlos es mi manera de recordarme que en la vida había diferentes puntos de vista, todo dependía de con que graduación veías el mundo. Y finalmente un portafolio lleno de dibujos y notas que eh recolectado desde pequeña.

    Por último, más que un lugar, era la compañía de una persona: mi abuelo. Aunque apenas puedo acariciar el recuerdo de su compañía, pues murió cuando tenía 6 años, ahora a 8 años de su muerte aun de vez en cuando puedo sentir su presencia. Pero bueno, no podía quedarme estancada y tenía que cumplir la promesa que le hice; seguir adelante, pero, si llegaba el momento en que en verdad no pudiera dar un paso más, tenía su permiso para rendirme.


    Habíamos tardado bastante en llegar, aunque realmente no importaba, mis padres estarían con sus pequeños y los de ella estarían peleando, así que aprovechamos el tiempo, fuimos a tontear por el centro comercial, y como ni ella ni yo habíamos probado bocado en el descanso, compramos unas crepas en un lugar nuevo, fuimos a paso tranquilo.

    Llegamos aproximadamente a las 10pm a casa de Aurora, al llegar me hizo una seña de silencio a la cual yo asentí con la cabeza, pues entendía a la perfección: sus padres estaban peleando. Al abrir la puerta el ruido de sus gritos no se hizo esperar, entramos en silencio y nos escabullimos a la parte de arriba en donde se encontraba su cuarto, una vez ahí nos cambiamos, con todo el ruido a ninguna se nos daba un tema para hablar, así que prendimos la televisión y perdimos el resto del tiempo ahí, hasta que el sueño nos envolvió con su manto.

    A la mañana siguiente ambas despertamos en la cama, cuando en realidad nos habíamos dormido en el piso, estábamos igual de despistadas hasta que nos vimos, enseguida las carcajadas llenaron la habitación.

    – ¿Acaso tu melena de león no piensa cambiar? – río Aurora

    – ¿Lo dice quien tiene el cabello de estropajo?-–Sonreí lanzándole una almohada en la cabeza, continuamos riéndonos por un momento, enseguida mire al reloj.

    –Parece que es demasiado tarde para siquiera intentar llegar con retraso– suspiré

    – ¡Buah! ¡Ya es la hora del descanso! – grito Aurora tomando su reloj en las manos – ¿Por qué siempre pasa esto? –

    –Toma el lado positivo, ni siquiera hicimos la tarea–

    – ¿Ese es tu lado positivo? ¡Nos va a ir en feria este bloque! –

    –No necesariamente, el trabajo que entregamos cuenta puntos extra, y con lo que llevamos salimos salvadas– conteste mirándola, por un momento me miro confusa, luego hizo algunas cuentas y al final sonrió.

    –Tienes razón !Waaah! Eres genial, Fer–

    –Y no lo olvides– reí

    – ¿Olvidar qué? –

    – ¡Aurora! – ella sonrió triunfal, era genial pasar el tiempo con ella.

    Ahora que lo pienso, creo que además de todo hay algo raro en mí, a pesar de mi apellido (Sueños) por lo regular me cuesta bastante soñar, sin embargo esta vez lo hice, fue muy raro pues pude ver a Shelly y Aurora frente a mi gritándose y en cierto momento ambas voltearon a verme, en ese momento desperté.





    ¡Gracias! A las personas que aun siguen esta historia, en verdad les agradezco (O te agradezco mejor dicho XD) que sigan aquí, se que tarde mucho tiempo en actualizar, y para ser sincera planeaba dejarla, pero no me pareció correcto, así que aquí estamos.
    Una disculpa por los capítulos tan cortos, últimamente he estado atareada cuidando a mis hermanos y cumpliendo con la escuela, además de ciertas dificultades para poder conectarme, pero no abandonare esto, así que paciencia por favor.
    Me encanta leer sus comentarios, me dan animo para continuar <3
    ¡Les agradezco de todo corazón!
    Hasta la otra, Ryo.
     
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  18.  
    Borealis Spiral

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    Al contrario, gracias por hacerte el tiempo de seguir esto a pesar de preocupaciones (las que entendiendo porque estoy en las mismas de ocupada xD). Es admirable que decidiera continuar en lugar de abandonar c:

    Sí, insisto que Sueños es un apellido raro, pero curioso xD Me encantó saber un poco más de Fer como cuáles son sus lugares preferido y las razones que dio, vaya, precios osas cada una de ellas. Amé especialmente el punto de vista que le dio a los anteojos, eso de ver con las diferentes graduaciones al mundo. Yo uso anteojos y nunca había pensado algo así, pero qué correcta está. Lo de su abuelo también me gustó, yo también extraño al mío u.u
    Ay, yo quisiera ser ellas para poder faltar a la escuela así xD Pero al menos están aventajados. Hm, sin embargo me quedo con un mal presentimiento con el sueño que tuvo Fer. ¿Será que sus dos mejor es amigas se vayan a pelear? ¿Será que ella deberá decidir entre una? ¿Será que está amistad esté en peligro o se rompa? O.o Ya lo veremos. Por ahora me despido esperando el otro capítulo con paciencia.

    Hasta otra.
     
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    Ryo

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    5°- Hay cosas que cambian, mi miedo a él no~

    Me quede un momento pensando, sobre el sueño, fue realmente raro, en especial por el final ¿Qué razón tendrían para gritarse la una a la otra? Suspiré, seguramente no significaba nada y solo perdería el tiempo si le daba demasiada importancia.

    —Bueno, al fin mamá podrá ver que tal quedo — bostezó —Se la paso esperando a que vinieras de nuevo— se levantó de la cama y se dirigió a su closet, eligió, una playera de manga larga color azul marino, un pantalón de mezclilla holgado y un par de tenis color negro.

    —Eh… ¿Desde cuándo no ocupas sacos de mezclilla, pantalones raros y pashminas grises? —

    —Le dije a mi mamá que ya no soportaba ese tipo de ropa, así que por fin puedo vestirme normal— sonrío triunfal —Así que deberías agradecerme, te hice un favor al abogar por tu conjunto—

    Debía admitir que me daba un poco de miedo que tipo de ropa habría diseñado su mamá, pues Aurora se vestía bastante formal y con colores neutros, yo en cambio prefería la ropa que me quedaba grande, de colores obscuros o muy tenues.

    — ¿Que tanto abogaste? —

    —Lo suficiente— Sacó una bolsa de plástico y me la lanzo, la atrape en el aire y sin pensarlo dos veces la abrí, dentro de ella había una playera negra de manga que llegaba al antebrazo, un pantalón pescador de mezclilla y un par de tenis color negro, aunque esos yo los había dejado ahí antes.

    Sonreí, no porque la ropa estuviera genial (que de hecho lo estaba) sino porque Aurora generalmente se quedaba callada, y esta vez lo cambio.

    —Vaya, realmente es genial—

    —Deberías decírselo a ella, aunque será mejor que sea después, ¿Por qué no mejor vamos a desayunar? — asentí de inmediato, ella ya estaba cambiada, así que salió de la habitación y yo aproveche para cambiarme, me dolía la cabeza, pero era normal, no solía desayunar ni almorzar, mucho menos cenar, solo comía por la tarde, y a veces solo era comida instantánea, pues las tareas y proyectos no me daban tiempo de preparar algo, así que comer algo fuera de mi horario generalmente me daba molestias.

    Tardé un poco en bajar, pero creo que fue lo suficiente, ya que cuando baje estaba un empaque de leche junto a dos vasos.

    —Esto es un desastre, siempre cambian todo de lugar— refunfuño Aurora buscando lo que supongo era el chocolate.

    — ¿Hablas del frasco que está arriba de ti? —

    —¿Cuál fras..? Ah, ya lo había visto— sonrió —Ya no debería de juntarme contigo, me pegas lo despistada—

    —Que pierda la pluma no significa que sea despistada—

    —No, pero que la tengas en la mano, o en el cabello y no la encuentres sí, además no solo pierdes la pluma, también pierdes…—

    —Vale, vale, no empieces— suspiré, tal vez solo era un poco despistada, pero no era para tanto. Charlamos de algunas cosas sin sentido mientras desayunábamos, no fue la gran cosa, pero aun una hora después me dolía la cabeza.

    El resto del día no fue muy extraordinario, estuvimos perdiendo el tiempo en su casa y me obligo a ver algunos doramas, aunque solo me daban sueño.

    Llegué a casa por la tarde, por ahí de las 7. No había mucho ruido, seguramente habrían salido a comer o algo, me gustaba esa idea; estar sola un rato más. Pero no tardó para que oyera algunos pasos acercarse velozmente a mí.

    —¡¡Hermana!! — gritó un pequeño de tres años llamado Leonardo, era idéntico a mi padre, al menos físicamente, porque en personalidad prefería mil veces a la versión pequeña.

    Suspiré y me agache para recibirlo, era un pequeño empalagoso. Podría decir que a él y a Ximena los odiaba y les tenía un rencor inmenso, pero estaría mintiendo; los adoraba y no les tenía algún tipo de resentimiento, pues ellos no tenían la culpa de que mis padres me hicieran caso omiso. Cada vez que podía se escabullía a mi habitación y se quedaba allí hasta que yo llegaba de la escuela. Obviamente al llegar encontraba todo tipo de desastre, desde el más simple desorden de juguetes, hasta manchas inmensas de pintura en las sabanas. Lo raro era que solo lo hacía ahí, cuando estaba con mamá o papá se quedaba tranquilo, como un muñeco.

    —Tardaste mucho—reprocho aferrándose a mi blusa

    —Bueno tenia cosas que…— No pude terminar cuando una voz me interrumpió

    — ¿Dónde estabas Fernanda? —

    —Sabrías donde estaba si leyeras tus mensajes— Conteste a mi madre.

    —No me ha llegado nada, además te estuve llamando—

    —Tal vez si te llegó, pero como solo te quedas con lo importante seguramente lo desechaste— frunció el ceño— “No me ha llegado nada” — repetí

    — ¿Entonces para que tienes tu teléfono?

    —Para enterarme si Leonardo y Ximena están solos en casa, si tengo que traer comida o hacer cualquier otra cosa—

    — ¿Cómo es que te enteras de eso? Leonardo aún no sabe escribir—

    —No, pero sabe ocupar los emoticones, dependiendo de cuál mande es lo que pasa aquí—soltó un suspiro largo y pesado, tal vez les dedicaban más tiempo a ellos, pero para mamá y papá siempre sería mucho más importante su trabajo, por lo que también descuidaban a los pequeños, y me vi en la necesidad de explicarle algunos emoticones a Leo y lo que significaría cada uno según el caso. Me encargaba de dejar una computadora a su alcance, con una sesión iniciada, y según nuestro acuerdo solo debía usarla para cosas importantes, aunque como cualquier pequeño a veces mandaba algunos cuando realmente no sucedía nada.

    Mamá no tenía nada más que decir, pues todo motivo por el cual pudiera intentar regañarme podía justificarlo.

    — ¿Dónde está Ximena? — pregunté mirándola, pero estaba adentrada en sus pensamientos, Leo llamo mi atención y me señalo con su mano regordeta la escalera del medio, por lo cual supuse que estaría en su cuarto, algunas cosas habían cambiado desde que yo era pequeña, mi habitación ya no era la única que era habitada, ahora tenía dos a los lados que ya tenían huésped (Ximena y Leonardo respectivamente), y la cocina ya estaba estrenada, me alegra decir que por mí, pues en cuanto tuve la estatura para alcanzar todo comencé a experimentar, eso me costó algunas quemaduras de aceite y otras tantas por tocar los sartenes y demás calientes, ahora eso ya no me sucede tan a menudo, y lo que preparo ya es comestible.

    Subí a la habitación de la bebé, era tranquilizante estar ahí cuando ella dormía, Me asome para mirarla durmiendo en su cuna, se parecía a mamá, yo también me parecía a ella. Ximena y yo éramos sus clones. Creo que me la paso describiendo todo y se me ha pasado describirme a mí misma, no es la gran cosa; tengo el cabello castaño oscuro, casi negro, el cual me llega dos centímetros debajo del hombro, mi piel es cobriza y soy bastante alta, no como una jirafa ni mucho menos, pero tampoco tengo la medida estándar . Tal vez de pequeña podía pasar por un chico, pero ahora no tengo ni la menor idea de cómo lo lograba, perdí la práctica.

    Cuando estuve segura de que Ximena se encontraba bien me dirigí a mi habitación, ahí ya se encontraba Leo, jugando con algunos peluches y carritos, yo me senté en mi escritorio y me dispuse a hacer tarea.

    —Está enojado— lo oí decir, pensé que era parte de su juego, pero tras un rato de silencio quedo claro que no lo era.

    — ¿Quién está enojado? — pregunté

    —Papá, él está enojado—

    Eso fue suficiente para ponerme los pelos de punta.



    Wow, no se que me pasa, pero esto se escribió casi solo :´3 Gracias por seguir leyendo.
     
    Última edición: 10 Noviembre 2015
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    Otra vez, lamento la tardanza en pasarme, pero ya estoy aquí :)

    A mí también me preocupa el sueño, pero espero que no sea nada... en serio lo espero aunque de pronto y mi imaginación se vuelve muy activa en lo referente a tragedia xD
    Qué bueno que Fer y Aurora se quieran tanto y que al menos en casa de ella sí le presten atención a Fer. ¡Hasta ropa le compran!
    Eso sí, es lamentable que los padres de Fer dejen tan relegados a sus hijos... creo que ella se ha hecho muy responsable a temprna edad, pero me alegro que a pesar de todo quiera a sus hermanitos y no les guarde rencor.

    Hm, leí el título y de inmediato pensé en su padre, pero aún no me queda del todo claro por qué es que ella le tiene tanto miedo, y no sólo ella, pues parece que Leo también se lo tiene. ¿Por qué? Eso me interesa, así que espero el siguiente capítulo con ganas y paciencia ^.^ Me despido por el momento y espero que estés bien. Te cuidas mucho.

    Hasta otra.
     
    Última edición: 9 Diciembre 2015
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