La niña del traje blanco.

Tema en 'Relatos' iniciado por Elayne, 5 Noviembre 2013.

  1.  
    Elayne

    Elayne Lo onitumo lati sọ: wuyi lati pade rẹ.

    Cáncer
    Miembro desde:
    25 Mayo 2013
    Mensajes:
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    La niña del traje blanco.
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Misterio/Suspenso
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    5787
    Roxana tomo el cigarro entre sus dedos y dejo el humo salir con un suspiro. Miro la ventana esperando el alba con recelo y se escondió entre sus brazos mientras jugueteaba con su cabello castaño. Era hora de dormir. Entonces bajo de la banca y se acostó en la cama mirando la pared. Pareció tan tranquila y taciturna que empezó a cerrar los ojos, de repente la puerta azotó contra la pared y dio un brinco de la cama.


    — ¡Soy el hombre más sensual del mundo!— grito Johnny Orozco como sádico.


    — ¡Cállate mierda! no me dejas ni dormir. — Grito la ya desesperada Roxana.


    — Oh… ¿ya estas durmiendo? La noche aun es joven.


    — “La noche es joven” — dijo Roxana haciendo una morisqueta. — No digas gilipolladas porque ya son las cinco de la madrugada.


    — Ay Roxana yo que invite a dos tipos que me esperan allá abajo. — dijo Johnny con pucheros.


    — ¡Cállate y duerme! — termino por decir Roxana mientras se ponía las sabanas en su cabeza.


    Y Johnny gruñó. Cerrando la puerta tras de sí.


    Roxana miro hacia la puerta y cerró los ojos lentamente, mientras con serenidad llegaba a relajarse en esa madrugada tan bulliciosa. Algo rompió la ventana, mientras Johnny gritaba cosas que sinceramente nadie entendería.


    — ¡Carajo! ¡Ya déjame dormir!


    Johnny Orozco es un detective de la SEEI de nacionalidad mexicana. Lo conocen como Jonia la Orozco tiene alrededor de veinticuatro años y trabaja con Roxana, una agente policial que pertenecía a la división especial de su país. Se retiro hace un año y medio, pero fue obligada a regresar a la SEEI de Colombia. Ahora mismo estaban en un caso, pero cada vez que llegan a un lugar Johnny se descontrola y va a las discotecas de ambiente. Ocasionando problemas.


    — ¡Roxana! ¡Abre la puerta!


    — No me jodas.


    — Ya pues Roxana tú tienes la culpa.


    — ¿Yo? ¿Tengo la culpa de que se te dé la gana de traer hombres al departamento?


    — El que calla, otorga. Te pregunte y no dijiste nada.


    — Estaba durmiendo ¡¿Cómo quieres que te diga algo?!


    — Roxana por tu hijo ábreme la puerta – Entonces Johnny no insistió mas en vez de eso marco el número de su jefe, sabía que si haría eso intercedería por él, aunque fuera en vano. - ¿Jefe? Señor… Roxana no me deja entrar.


    — Johnny me gustaría jugar ahora pero…-dijo la voz del otro lado.


    — ¡Maldito acusador!-grito Roxana saliendo del departamento.


    — Roxana ¡espera! El jefe va decir algo importantísimo.- Y puso en alta voz la llamada.


    — Roxana, Johnny… Mario está yendo hacia allá. Quiere ayudarlos con el caso.


    — Pero ni siquiera hemos empezado.


    — Dos investigadores fueron antes. Nadie pudo descifrar con exactitud este caso, ya ha pasado tres semanas y mientras más tiempo pase el ladrón podrá desaparecer como si nada. Roxana, espero un informe dentro una semana y deja entrar a Johnny.


    Y ambos se quedaron viendo. Uno porque quería entrar al departamento y el otro por la importancia que había tomado su jefe en este trabajo. Johnny entro al departamento mientras Roxana fue de inmediato a sacar las pistas y datos adjuntos al caso. Los examinó con la mirada y encontró la pista sin resolver.


    Era cuatro de marzo, el otoño entraba a la ventana del pequeño departamento que habían alquilado por dos meses, sin embargo Johnny bien poco le importaba que el sol estuviera llegando a su apogeo. Roxana seguía revisando y leyendo haciendo mapas incorrectos y nada entendible, se dio cuenta de una cosa. Que la pisada en la acera no era ni un zapato, una cosa que drásticamente cambio su forma de pensar. Era un pie dibujado en la acera.


    Se rasco la cabeza y llena de frustración tiró el gordo libro de medicina legal encima de Johnny. Este cayó de la cama como cual saco de papas pudiera hacerlo, la miró amargamente y le mandó hacer una taza de café. Ella obedeció no porque tuviera que hacerlo por obligación, simplemente ya no podía hallar otras posibles soluciones llegando a cansarle. Y Johnny se sentó en el escritorio vio la lista de las cosas desaparecidas; las entrevistas, las fotos, los gráficos de Roxana cualquier cosa que pudiera explicar el caso. Y se preguntó ¿Realmente a quien le sirve una vasija rota? Tal vez esta fuera inservible pero el valor antiguo era mucho más importante mientras el descartaba que alguien la pudiera comprar. Como siempre sus hipótesis eran erróneas, pero al poco le importaba estar equivocado. Su enfoque fue en los detenidos, entre ellos estaban un grupo de vándalos, el director del museo, uno de los guardias y un profesor de historia.


    — Obvio que este trió de hermafroditas no fue.- dijo señalando a los vándalos.


    — Pero siempre roban en este barrio.


    — Estos no se emparedarían con gente de “alta alcurnia”- dijo en tono burlesco.- En serio tú crees que blasfemas estas roben cosas que ni a mí me interesa.


    — No se trata de lo que te interesa a ti. Además son los más cercanos, el director del museo ha trabajado aquí más de veinte años…


    — Claro que si le gustaba, probablemente podía esperar impacientemente.


    — ¡No fue el! Y tú lo sabes.- dijo dándole un manotazo a la cabeza.- Y el guardia simplemente es pobre pero como tu dijiste…


    — No entraría ni siendo Dios al grupo de los altísimos.


    — Maleducado.


    — Pero si tú hablas peores cosas…


    — Por rabia.


    — Bueno, pero hablas… ya, dejemos eso, dime y ese enclenque.- dijo señalando la foto de un hombre de traje usado y poco agraciado.- Johnny es el profesor Howard de historia. Dicen que es bastante tranquilo, de hecho suele ir mucho a ese museo. Así que no se… yo le retiraría los cargos. Es una persona bondadosa.


    — Es el enfermo que se masturba con esos objetos viejos del museo. Además de que parece al maestro ñoño de Harry Potter hasta tiene el nombre.


    — ¡Maldición! Ni uno se salva de tus malditos comentarios…


    — Roxy…-dijo mirándola.- digo Roxana, date cuenta el es… aparenta solamente, pero no le han hecho una correcta investigación.


    — ¡Que te den Johnny! ni siquiera sabes realmente si es así. Pero sin embargo creas historias ficticias, estúpidas y nada cabales.


    — ¿Me estas elogiando? Porque si es así… entiendo elevación de tu voz.


    Las bromas estúpidas de Johnny; Roxana no las soportaba. Salió de ahí en seguida, seguramente a recoger a Mario Zaragegui, olvidándose por rato del caso mientras dejaba a Johnny a solas. Por su parte Johnny decidió hablar con de nuevo con profesor de historia; se levanto de la mesa hizo una llamada y se fue a la comisaria.


    Roxana llegó a la terminal con un dolor de cabeza y con par de bolsas en sus ojos. Miró hacia todos lados y no vio a nadie, solo dio por concertado que seguro el no vendría temprano. Cerró los ojos imaginando muchas cosas. Mientras Mario se paró en frente suyo y sentándose de cuclillas la observó. Le toco la frente y notó que estaba con fiebre.


    — ¿Porque demoraste tanto?


    — Porque tenía cosas que hacer.


    — ¿Sobre el caso?


    — Sí, para que más seria. Aunque aun me pregunto para qué trabajo para la SEEI si me pagan una tacañeada de dinero.


    — Y ¿Qué encontraste?


    — Realmente… casi nada. Solo que el video de los Simpson está mal gravada en la cámara que no llevaron los colaboradores y que esa tiza resulto ser…


    — ¿Resultó ser otra cosa?


    — Oxido de Zinc.- respondió tajante Mario.- Además de que encontramos grumos en ella.


    — ¿Grumos? No es harina para que se haga grumos a no ser que la mezcla sea mantecosa.


    — Pues sí, tenía grumos de vaselina. Por lo tanto, se ha pegado con ese material. Alejandra me dijo que dan uso a esta mezcla para los payasos o mimos.


    — ¿Mimos?


    — Sí, pero también puede ser un payaso. Deja de repetir las cosas que digo.


    — Perdón. Ah…-suspiró.- Encontraron una huella en la acera y era de un pie solo fue la mitad. Al parecer tenia partes de sangre y oxido de zinc.


    — Ya veo.- miro la hora.- Roxana creo que ya debó irme. Mi carro saldrá en seis minutos exactamente y quisiera dormir quince minutos. Lo único que me faltó decirte es que… bueno lo expliqué con una hoja adjuntada en el video. – le dio un pequeño beso en el cabello mientras ella adormilada aun sostenía la bolsa.- Te quiero, cuídate.- ella no notó ni escucho ni el principio de la transmisión y mas solo se dedico a mirar la bolsa.


    Johnny llego a la comisaria como un salvaje. Se fue contra todo mundo mientras algunos conocidos se burlaban de él, obviamente se fue hablar con el jefe de la división de investigación. Se planto en su despacho y lo miró con altivez.


    — Ya le dije que está loco si piensa que le daré el chance para que hable con el acusado.


    — Ya le dije que me iré con usted e incluso acosare a su esposa con palabras soeces, si no me deja entrar.


    — ¿Así te haces llamar detective?


    — Pues sí. Siempre consigo lo que quiero.


    El jefe maldijo por lo bajo. Miro con desdén a Johnny sin quedarle otra que dejar que husmeara en el caso. Johnny agradeció sonriente, le dejó un habano en el escritorio y entro a ver al sospechoso. Howard era un hombre triste y bastante desorientado de su propia realidad. Miró con miedo e incomprendido a Johnny mientras este se acercaba para verle bien. Era ya medio día cuando las luces empezaron hacerse en la celda donde estaba encerrado el hombre acusado por delitos de hurto. Había tantas preguntas y pocas respuestas en sus ojos. No era lo que quería Johnny pero las cosas no se podían ver superficialmente así que cuando iba a empezar el hombre comenzó a sollozar.


    — No fui yo.-dijo en hilo.- Lo juro, amo nuestro legado no sería capaz de robar.


    — Para empezar señor Howard, no soy colombiano. Y no pienso decirle que es el culpable tampoco. Pero si es usted y se burla de mí. Le juro que se va arrepentir de haber abierto la boca.


    — No soy el culpable. Y no sé como demostrarle esto pero… se lo juro no lo soy… créame.


    Johnny vio al hombre tan desesperado que no podía evitar pensar que era inocente. Pero las cosas no eran contundentes, pensó que él era más del perfil de un vendedor de reliquias históricas, pues no había otra opción más que el susodicho. Sin duda, visitarlo había sido un error malísimo, así que salió de ahí. Dejo al hombre con palabras en la boca y llorando como un niño.


    Al ver al jefe de la policía no pudo evitar decirle en voz baja. “Usted lo sabía” el hombre de inmediato se puso nervioso, acaricio sus propias manos en un intento de mantener la calma. No pudo hacer mucho, de inmediato saco unas llaves y lo llevo por otro sendero. Johnny lo siguió sin pensarlo dos veces y cuando llegaron a un cuarto de los policías internos. Entraron al cuarto de al fondo.


    Allí ya se hallaba un hombre asustadizo igual a Howard. Johnny no entendió exactamente porque se encontraba allí. El jefe le explico que desde la noche del robo había perdido el habla, demostró ser asustadizo y dejó de ser el guardia valiente que luchó en contra de muchos ladrones. Todo porque había presenciado algo anormal. Algo que no estaba en los planes de ese día. Solo podía pronunciar una cosa, una frase fantasmagórica.


    — Fantasma.


    — No me joda, me hizo venir para escuchar esto.


    — Otro guardia vio lo mismo correr calle abajo y desaparecer.


    — No, debió ser su imaginación


    — Fue…. Ve- verdad... créanos.-dijo el mudo en un intento de hablar, lo que dejó descolocado a Johnny.


    — Por eso no quería enseñarte el caso.-dijo al final el jefe.


    Johnny miro molesto a ambos salió del lugar para no volver.


    Roxana reviso el video. Era un programa de los Simsops, no era antiguo era uno de los nuevos que ni siquiera se había estrenado en DVD. Leyó los datos cuidadosamente y el día en que se transmitió ese programa, tan solo hace tres semanas. Lo que fue un total desconcierto. Porque esa hora, esa fecha y ese momento fueron cuando habían robado el lugar. Y pasar de un decodificador de una cámara a una televisión demostraba que la persona que hubiera robado los objetos no era una simple amateur. Empezó a parpadear del sueño y cansancio. Se levanto de la silla y se volvió a servir un café. Miró todos los documentos de la mesa mientras el video se reproducía los sonidos de fondo se escuchaba bien, pero solo era el silencio. Lo vio cinco veces sin encontrar algo que realmente importara. Cuando la puerta se abrió Johnny la miro extrañado.


    — ¿De cuándo aquí te gusta perder el tiempo?


    — Tú eres el único que le gusta perder el tiempo.


    — Oye Roxana fui a la comisaria.


    — ¿Fuiste a ver al profesor Howard?


    — Si había sido más friki que mi imaginación. Ok, la verdad parecía un borracho sin trabajo tal vez porque lo tienen detenido por casi tres días.


    — No es él ¿Ya lo comprobaste?


    — No, se puso a llorar cosa que me hizo el victimario de su dolor cuestionable. Pero lo peor no fue eso.


    — ¿Hubo algo que te saco de quicio?-pregunto irónica.


    — Un guardia vio al asaltante.- soltó Johnny riéndose.


    Roxana se quedo mirándolo dejando de mirar la pantalla de televisión. Puso en pausa el programa y se apoyo en la pared.


    — ¿Sabes quién es?


    — Roxana lo que escucharas te va decepcionar.


    — Dímelo.


    — Vieron un fantasma.


    — ¿Qué?


    — Lo que escuchaste, no creo que estés sorda…


    — ¡¿Cómo que vieron un fantasma?!


    — Lo mismo les dije solo que mas explicito.


    — Maldición este caso se está yendo por nuestras manos.


    — Y eso que acabamos de empezar.


    Johnny sonrió con sarcasmo, tal vez sabiendo que tendría que recurrir a sus propias capacidades para lograr terminar el caso. Se sentó en la silla que estaba cerca y volvió a mirar junto con Roxana la cinta. La vio tantas veces… y aun no entendía algún mensaje


    Paso tres días y nada de nada hubo. Mario Zaragegui tan solo había conseguido una respuesta del director del museo para que diera su declaración delante del juez. Mientras se le había revisado la casa a tres pandilleros de los cuales nada se logró acusar. Y el guardia que era sospechoso seguía mudo. No había casi nada. Y ya solo faltaban dos días para hacer el informe, hasta la sagaz Roxana ya se había rendido. Por otra parte Johnny andaba desesperado, dos días seguidos se quedo alrededor del museo, analizó las entradas, las salidas, las posibles salidas y entradas, la tierra y las casas de alrededor.


    Johnny se había dado cuenta que la tierra de ese vecindario era casi siempre húmeda. Y aunque las plantas no fueron regadas seguían vivas y los arbustos irradiaban al verde. Roxana lo acompañó al tercer día, ese día entraría al museo revisaría el lugar donde habían encontrado la tiza y para hacer más exactos el oxido de zinc. Roxana no noto nada, más que una leve presencia de una niña en la puerta.


    — ¿Dónde está el profesor Howard?-preguntó en aquella mañana.


    — No sé. Lo ignoró.- dijo Roxana con delicadeza a la jovencita.


    — Sabemos que está encerrado en la cárcel pueblo.


    — ¿Quién se los dijo?


    — No, nadie. Pero como dicen, pueblo pequeño infierno grande. La gente quiera o no husmea en estas cosas. Yo por mi parte lo extrañó, era un buen hombre.


    — ¿Te hizo algo bonito para que hables de esa manera tan dulce?-preguntó de repente Johnny.


    — No seas un enfermo Johnny corre busca joder a otra persona.


    — Lo siento, no sabía que ahora te llevas bien con las niñas.


    Johnny salió hacia afuera mientras miraba a la recién llegada de arriba hacia abajo. Era como si su mera presencia hubiera echó del lugar muy abrumador. Pensó un instante en las razones por las cuales podría estar aquí. Y solo se le ocurrió que era una curiosa que quería saber de más. Johnny comenzó a comerse las uñas de los dedos de nerviosismo de tanto estar pensando. Mientras la visitante conversaba con Roxana que de lo más alegre no podía parecer. Le decía que siempre venían junto con el profesor a este museo, le contaba muchas cosas y pocas de ellas eran entendibles para Johnny.


    — Y ¿si no crees que fue tu profesor? ¿Quién mierda crees que pudo a ver sido?


    — Los vándalos.- contesto ella sin pensar.- Ello siempre roban aquí y se me hace injusto que culpen al profesor Howard de este delito. En serio, el es un buen profesor.


    — Eso no es nada contundente niña, puedo creerle hasta una ciega solo si tiene una pista o fotos en la mano.


    — Quiere una foto de cuando asaltan mi casa. Ellos asaltaron la mía hace unos meses atrás. Y ¿creen que sintieron pena por nuestra familia?


    — Francamente eso nadie le importa. Más importante son esas reliquias niña, es mejor que evites hablar.


    — Defenderé al profesor Howard señor…- Johnny volteó la cabeza como un sádico y la miro con atención.- ¿Parezco un señor?


    — No.


    — Y ¿Por qué te diriges así a mí?


    — No sé, se me ocurrió, no se ponga a la defensiva.


    — Inepta ¿Sabes cuánto tiempo me está tomando resolver este caso? ¡¿Lo sabes?!


    — No.


    — Escúchame bien. Si tu profesor no fue, bien por él, pero si fue el tendrá una linda y larga vida en la cárcel.


    Y Johnny sacó un cigarro de su bolsillo y empezó a fumar en la puerta del museo. La niña se despidió de Roxana en silencio y no dijeron nada. Solo decidieron cerrar por ese día el museo, juntó a unos policías que habían llegado a resguardarlos, mientras volvían a dar un vistazo más y hacían una reconstrucción de los hechos. La semana terminó, obviamente Roxana no dio ni un informe, pero pasando dos días de tener que alargar al plazo a esa semana más volvieron a ver a la niña. Pero no en persona, ella les había enviado un video. Johnny comenzó a decir que sabía que algo tenía que ver en caso mientras Roxana no creía en eso. Más bien creía que tal vez ella quería salvar a su profesor. Pero todo lo que le habían enviado era un saludo de todos los alumnos y al final con una frase célebre se despidieron “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”


    — Resulto ser una maldita católica.


    — Deja de maldecir todo lo que es imposible para ti.


    — Roxana, el caso se está alargando ¿Cómo quieres que esté tranquilo y que no maldiga que haga perder mi tiempo? ¿Qué quieres que le un premio?


    — Tenemos casi todo sólo que no sabemos cómo relacionarlo, el oxido de zinc nunca fue vendido en este pueblo. La vaselina las chicas lo usan para pintar sus labios y esa escena de esa serie no nos ha servido en nada.


    — Estas diciendo que no termináremos el trabajo.


    — Estoy diciendo que replantees la idea. Ese hombre, Howard es inocente pero sigue en la cárcel.


    — ¿Pero a quien culparemos? A no ser que quieras tomar su lugar.-dijo Johnny riendo.


    — Deja de bromear lo digo en serio.-dijo pensante.- Johnny debemos volver hablar con ese guardia que te dijo del fantasma.


    — ¿Estás loca? De que nos sirve.


    — Debemos Johnny así como estamos no lograremos nada.


    — Está bien, maldición.


    Aquella tarde se fueron a la delegación, como dije Johnny no quiso entrar para nada. Mientras Roxana iba a acompañada de un dibujante forense obviamente todo resulto un desastre y no llegaron a concluir nada. El dibujo era un persona, enteramente blanca y huesuda. Y pensaron en traer a Howard pero la simple idea de que este perdiera el control al verlo desanimó a Roxana. Salió del lugar nuevamente sin nada.


    — Esto sí que es algo difícil Roxana.- comento su acompañante.


    — No quería que pierda los estribos, sin embargo nada gano ¿no?


    — Eres una inepta si perdía los estribos podías sacarle la información ¡El hombre es un llorón! Nunca tendrá lo cojones suficientes como para declarar.


    — Maldición Johnny, no necesito de tus métodos.


    — Sabes que Roxana iré a la escuela.


    — No me digas que te volviste analfabeto.


    — No, para tu suerte. Iré porque hablare con algunos alumnos. No sé, se me ocurrió después de que esa niña me envió su video. Algo debo poder encontrar y tal vez liberemos Howard.


    — Cuídate Johnny.- dijo la Gretel en baja voz.- Y ya dejen de pelear.


    — Cuídate Gretel y no, no la matare aun.-dijo dirigiéndose a Roxana.


    Y salió de ahí como una ventisca. Azotó la puerta y corrió hacia la escuela. Roxana por su parte prendió la televisión y el programa de los Simpson se volvió a repetir, Gretel se quedo viendo con bastante atención, mientras le decía a Roxana que era uno de sus series favoritas. Roxana sonrió, mientras Gretel se extrañaba al ver y escuchar la serie en mala calidad. Lo escucho tan erróneo que se dio cuenta de una cosa.


    Los diálogos eran diferentes.


    Era algo incongruente y hasta en ese momento Roxana no se había sido consciente de que la conversación de los Simpson estaba trucada con diferentes voces. Solo escuchaba el fondo, porque lo creía más importante.


    Johnny llego a la escuela con una cara desalmada, pues miraba a todos con recelo e incluso ofensivo. Los jóvenes que lo veían, reían despampanantes, era gay y se le notaba a leguas. Incluso su feminismo se mostro cuando pidió a una joven que le invitara papel del sanitario pues tenía gripe. Muchos lo señalaron mientras el poco le importaba ser popularmente desagradable en la nueva escuela. Solo sonrió para sus adentros y terminó peleando con la auxiliar.


    Y cuando le pidieron esperar se escabullo por los pasillos, las muchachas ahora le coqueteaban. Su flaqueza era irresistible para sus pensamientos y también pensaba que era gracioso sentir diversos sentimientos de los cuales ninguno el pudiera corresponder. Entonces vio salir dos profesores de una sala, lo últimos si es preciso explicar, en ese instante entro y puso el cerrojo. Nadie podría entrar si no buscaban las llaves, así que aquella larga noche empezaba.


    Empezó por su escritorio, revisó cualquier cosa que le pudiera parecer sospechoso y lo que de hecho pasaba por desapercibido, entre ellos estaba muchas de las fotos tomadas a lado de sus alumnos. Sonrió al encontrar a la niña entrometida entre sus fotos, eran una de sus alumnas predilectas por lo que se había enterado. La niña le guardaba mucho respeto pero entonces quedaba inconclusa una idea ¿Qué unía fuertemente a esa niña con el hombre? No pensó en muchas cosas, solo se paró y comenzó abrir el casillero del hombre.


    Estaba demasiado dura, como si se hubiera comprimido en unos segundos antes. Termino por romper la chapa y desprender la puerta completamente haciendo fuerza en las vigas sostenedoras. Y lo que menos se pudiera haber imaginado, fue lo que encontró dentro. Estiró la mano y llego a sacar una de las vasijas robadas. El caso ya había terminado para Johnny.


    Roxana escribió los diálogos, el dibujo contaba una cosa y el argumento era otro. Una filosofía tonta que jamás había entendido. Entonces cuando termino, Gretel le ayudo leyendo en voz alta sus partes y Roxana las suyas. Pero tampoco hallaron mensaje. Cuando Roxana termino sus líneas entonces entendió algo. Estaban jugando con ellos. La voz había dicho “nadie me va atrapar” era sin duda un reto. Esa persona estaba suelta y era consciente de su maldad.


    Johnny entonces llegó con una gran sonrisa, con la vasija rota y un libro de notas grande. Era sin duda el libro de asistencias del museo. Johnny miro con expectación a Roxana la cual en ese momento nada entendió.


    — ¿Cómo encontraste esa pieza?


    — Vamos a la comisaria de nuevo y quiero que saques a ese guardia de seguridad.


    — Explícame. Acaba de encontrar que este video esta fallado, tiene diálogos.


    — ¿Recuerdas a la niña de la otra vez?


    — Sí…


    — Su familia está implicada en esto. O esa es mi teoría.


    — Tu teoría es mediocre.


    — Ni tanto. Deberíamos ir, después de todo encontré que en libro de asistencias y encontré que ella visita el museo a menudo, más que una persona fanática.


    — Puede que le guste esas cosas.


    — No lo sé. Pero sé que tiene algo que decirme, aunque sea una cosa.


    — Y ¿Por qué quieres al guardia de la prisión?


    — Porque estoy empezando a creer en la teoría del fantasma. – Roxana lo miro sorprendida para luego dar paso al entendimiento, se acerco a la mesa y le enseño un dibujo.- Esto fue lo que vio el guardia… Una figura humana vestida látex.


    — Y ¿El porte?


    — Dice que no logro verlo bien, tal vez la perspectiva en donde estaba no era correcta.


    — Y ¿que mas?


    — Pues tenía la boca y los ojos negros… era como vacíos. Como si no hubiera un agujero negro.


    Johnny empalideció completamente. Y luego se rasco la cabeza en son pensativo. Abrió el libro de visitas del museo y vio el nombre de la niña. Comenzó a ver fechas y contarlas. Entonces en un intento de pensar que podría hacer se le ocurrió una descabellada idea.


    — Tenemos que hablar con el profesor.


    — Entiendo.


    — Pero tus iras a ver al profesor.


    — ¿Por qué quieres que vaya a ver al profesor? Además si nos seguimos centrado en Howard…


    — No me estoy centrando en Howard.- interrumpió Johnny.


    — ¿Entonces en quién?


    — Primero quiero comprobarlo y después te digo.


    Dijo abriendo la puerta.


    — ¡Espera! Johnny ¿Dónde iras tu?


    — A comprobar mi teoría.


    — Johnny.


    — No quiero exponerte Roxana, solo haz lo que te digo.


    Y volvió a irse esta vez dejando la puerta abierta. Johnny corrió hacia donde sus pensamientos lo llevaban, hacia esa metiche con figura de niña. Era como si ella quisiera llamar la atención, era como si dejara pistas para atrapar al verdadero culpable. Pero entonces en la cabeza de Johnny muchas ideas se mentían, desde coherentes hasta irracionales. Se dio cuenta que solo podría ver una solución. Así que llego de nuevo al museo, pasando de largo, había una casa a lado. Las flores siempre bellas y bien regadas. Tocó la puerta y una mujer de aspecto asmático le llego abrir.


    — ¿Se encuentra Fabiola Roque?- preguntó decidido.


    Roxana por su parte llegó a la comisaria, el jefe de nuevo la recibió sin problemas pero algo alterado por las visitas constantes al nuevo reo. Le pregunto cómo iban en caso, mientras ella le explicaba al jefe que habían encontrado una de las piezas en el casillero de Howard. El jefe miro callado a la joven.


    — Howard no es ladrón. Pero si sabe quién es.


    — Lo mismo piensa Johnny.


    — Pero el problema radica en que no dirá nada. Está ocultando a esa persona por una razón que realmente no entendemos. Yo… lo conozco desde que era joven, siempre fue muy amable y demasiado cordial. Me apena haberlo encerrado.


    — Supongo que es como un amigo suyo.


    — Sí, exactamente eso señorita. Es un muy buen amigo mío.


    Roxana dejo de lado la conversación un minuto y atendió su celular que sonaba insistente era su jefe. Contesto delicadamente mientras el jefe la llevaba a la celda, ella espero paciente mientras le hablaba su jefe que Johnny ya tuviera algo. Pero como si fuera una mala pasada de la vida el jefe de policía dio un grito. Y así la asustada Roxana vio la escena para sorprenderse.


    — Howard está muerto.


    Johnny entró a la casa seguido después de que la señora Yolanda lo había dejado ingresar. La razón por la que estaba allí no era el caso del museo. Hace unos meses habían asesinado a su esposo y a la hija de esta mujer. La mujer denuncio el hecho, pero la ley tardó en castigar a los culpables de esa tragedia, pero nadie lo había logrado. Hasta ese punto fue lo que se entero Johnny, puesto que recordó cuando la niña le hablo acerca de su familia y aunque esperaba ver a un miembro más no había nadie más que su madre en casa. Ella no estaba, su madre le explicó que se había quedado a dormir en la casa de una amiga íntima. Johnny entonces pidió inspeccionar el lugar, no le preguntó a la mujer si alguien más vivía allí, era un riesgo hacerlo, así que se quedo con la duda y quiso saciarla recorriendo la casa.


    Eran tres cuartos al segundo piso, entro a uno donde vio un cuarto común y corriente de una niña, donde la inocencia no se había perdido, entro a la habitación de señora Yolanda y encontró solo ropa tirada. Su habitación de la mujer estaba desordenada, solo pudo pensar que tal vez no era ya lo mismo desde que había perdido a su familia. Johnny quería ver el último cuarto, le prometió a la mujer ayuda en su caso si le dejaba revisar su casa y verlo como reconstrucción de los hechos. Pero cuando fueron a abrir la puerta esta no se abrió.


    — Tal vez mi hija lo cerró sin darse cuenta.


    — ¿De quién es este cuarto?


    — Este cuarto… era de su hermana. Sufría de cáncer, cuando la mataron tal vez fue un alivio pero nunca pensé que me dejarían sin mi esposo y que le destrozarían la vida a Fabiola. Ella siempre ha sido tan vivaz y alegre. Realmente ahora es otra carga.


    — Entiendo, supongo que es difícil.- dijo en voz baja.- ¿Puede traer la llave?


    — Sí, solo espéreme por favor…


    Johnny no espero mucho, ni bien la mujer bajó por las escaleras abrió la puerta con un alambre. Ya lo había tenido mucho antes de que viniera, solo le quedaba entrar y cerrar la puerta mientras la mujer buscaba la llave. Y cuando prendió la luz no se imaginó ver un cuarto de lleno de fotos. Todas esas eran del museo. De distintos y variados ángulos. Johnny se sorprendió a su manera y cuando se acerco al estante vio un polvillo blanco. Era el óxido de Zinc, cuando fue consciente de que se hallaba ahí de inmediato, busco en los cajones hasta encontrar un traje. Era de látex y blanco, era pequeño y trataba de cubrir todo el cuerpo.


    — Usted creyó que era mi madre ¿No cierto?


    — Nunca creí que fuera tu madre. Pensé que tal vez en tu mentecilla que alguien más influenciaba.


    Johnny volteo y vio por fin a la niña de doce años vestida con un traje de látex, su cara estaba pintada de blanco sus manos y piernas, todo era blanco en ella. Aquellos ojos pintados de negro como si fueran del mismísimo diablo, sus labios pintados de negro le daban un toque bizarro y como si fuera el contraste de una naturaleza una sonrisa diabólica se formo. La niña levanto su cuchillo y le dio en el brazo.


    Johnny saco su arma y le apuntó con nerviosismo, mientras en la puerta podía ir el forcejeo de la mujer por entrar. Cuando se escucharon disparos había alguien más en casa.


    — Nunca se ocuparon de mi familia. Por eso necesitaba robar.


    — Eso no es ninguna justificación.


    — ¿Justificación? Seamos sinceros yo no estoy justificando. Le estoy contando, no quisiera se quede con la incertidumbre mientras lo maté.


    — ¿Puedes explicar entonces porque nos avisabas las pistas?


    — Es porque… esa no era yo.


    — ¿Un gemelo?


    — No. Otras personalidad.- Y Johnny se rio cansado.— Así que Johnny ¿no? Y ¿A qué te gusta jugar?


    — Maldita sádica.


    La chica de inmediato lo persiguió y en un juego de querer alcanzarlo lo único que hizo fue clavar el cuchillo en la puerta. Johnny la empujo cayendo ella en el suelo.


    — Nunca debió meterse.-dijo molesta.


    — Nunca debiste pedir ayuda o creer que nunca te atraparíamos. Te encanta llamar la atención ¿No es cierto?


    — Usted no sabe, yo necesitaba esos objetos.


    — Eso realmente a nadie le importa. – la rabia se asomó en su rostro y poco a poco unas lagrimas salieron de su cara.- Fabiola Roque, ya es imposible volver atrás.


    La puerta se abrió, Roxana entro armada. Mientras otros policías aseguraron el perímetro. El caso ya había terminado y con ello la presión de Johnny.


    Fabiola Roque gravo desde su televisión y computadora diversos sonidos de programas, todo para que congeniara en la mezcla para que los detectives perdieran el tiempo así como ella lo había declarado, y la frase e incluso fue personal. Las huellas que dejo las hizo con intención de que la descubrieran. El psiquiatra determino que su tendencia a la doble personalidad se acentúa desde la muerte de su hermana asesinada, lleno un vacío que le hacía falta. Su huella en la acera determino que ella fue la ladrona, muy aparte de que el director del museo la conocía y muchas veces le habían prestado las llaves de este recinto, el caso no se llego a filtrar a la prensa. Y absolutamente nadie sabe lo que realmente paso. La sentencia de esta niña se cumplirá en la cárcel puesto que asesino a su profesor de Historia, el señor Howard que siempre supo la verdad. Y que al parecer se negó seguir con la farsa. Los objetos fueron regresados.


    — Nunca vas a salir de aquí.


    — Tal vez sea un alivio. Dijeron que me meterán a la cárcel cuando sea grande-dijo la niña riendo mientras miraba al piso.- Solo debo admitir que me doy cuenta una sola cosa.


    — ¿Qué cosa?


    — Que a nadie en este mundo le importas.-Johnny entendió lo que una vez le dijeron…


    — Irónicamente, eres la persona más desgraciada que pude haber conocido…-repitió lo que le habían dicho.


    Johnny cerró la puerta y dejo a solas a la muchacha. Mientras pedía a gritos que cuidaran de su madre, Roxana lo comenzó a seguir mientras él no sabía explicar exactamente lo que sentía. Tal vez se parecía a ella, solo el tiempo lo diría. Si es que cambiaba y decidía tomar otro camino. Roxana lo miró fijamente mientras él le preguntaba de cómo fue para ella hacer tan fácil el sostener una familia. Ella sonrió y dijo que todo se podía con amor.


    Johnny entendió una lección como en cada caso, llamo al hospital donde se hallaba la denunciante madre, pidiendo que la llevaran al peor asilo. Era tal vez un castigo a la asmática y no a Fabiola que tan solo era niña que comenzaba a vivir, pero que estaba tan corrompida porque fue su único camino. Como siempre, la filosofía de Johnny era errónea.
     
    Última edición: 14 Noviembre 2013
  2.  
    Sonia de Arnau

    Sonia de Arnau Let's go home Comentarista empedernido

    Leo
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    Ah! Un caso más resuelto. Que bien que hayan podido resolver el caso.

    Me gusto el hecho de que hayas escrito escenas graciosas, las que disminuyeron la trama algo pesada (por el hecho de que es una investigación) para volverla un poco más liviana. ¿Hiciste el capítulo más largo? Ayer me pase y lo note más corto, ¿o estoy delirando?

    Por otro lado, noté algunas faltas de letras en algunas palabras o algunas que sobraban, nada grabe, pero algunas suelen notarse mucho.
     
  3.  
    Yuno Yukki

    Yuno Yukki Iniciado

    Leo
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    Primero que nada gracias por invitarme a leer tu fic la verdad me paracio genial a decir verdad tiene mucho misterio ademas de que... bueno como en todo caso de detectives nunca sabes quien es el culpable yo pensaba que era Howard pero al igual que Johnny me equivoque me gusto mucho la actitud de tus detectives desenfrenados por saber quien era culpable.... nunca pense que una niña de doce años fuera la culpable del crimen quien lo imaginaria... por supuesto que a ti solamente.. XD espero y cuando escribas algo nuevo me invites a leerlo...
     
    Última edición por un moderador: 13 Noviembre 2013
  4.  
    CC y Lelouch

    CC y Lelouch Iniciado

    Sagitario
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    Gracias por invitarme a leer tu fic, me paracio super tiene misterio ademas de que como en todo caso no sabe quien es el culpable hasta el final yo creia que era el profesor pero estaba equivocada, me gusto mucho la actitud de tus personajes desesperados por atrapar al culpable no pense que fuera una niña la culpable del robo eso me dejo con la boca :eek: abierta ojala me sigas invitando a leer tus fics son buenos creo que me esta dando envidia pero de la buena eh!!! ;)......
    Cuidate y sique asi.....:D
     
    Última edición por un moderador: 13 Noviembre 2013
  5.  
    KRGD

    KRGD Iniciado

    Piscis
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  6.  
    KRGD

    KRGD Iniciado

    Piscis
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    gracias por invitarme a leer!! me gusto mucho! el misterio es algo que me gusta bastante! te felicito sigue con tu trabajo es grandioso!!:Q
     
  7.  
    Deny Btok

    Deny Btok Entusiasta

    Acuario
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    ¡Hola, Elaine! Paso a comentar tu fic :3

    Debo decirte que al comenzar a leer, la lectura se me hizo pesada. No sé si habrá sido el ritmo, o los grandes diálogos entre los personajes, pero sentí que además de mi voluntad, nada me impulsaba a seguir leyendo. Sin embargo, y admito que me sorprendiste de muy buena forma, todo eso cambió al avanzar un poco más en la historia, para ser precisa, a partir del momento en el que Johnny habla por primera vez con el acusado.

    En ese momento, rompiste la superficial fachada que tienen los protagonistas al inicio del relato. Fuiste haciendo que todo gire adecuadamente en torno a las pistas que te habían proporcionado, y al mismo tiempo comenzaste a mostrar el lado humano de los personajes que creaste. Dejaron de ser simples piezas vacías que te ayudarían a desarrollar una historia, hiciste que muestren las sensaciones humanas que puede experimentar quien hace un trabajo tan complicado como el de ellos. Puedo decir gratamente que les diste vida propia.

    Pienso que tal vez, hubiera sido aún mejor si profundizabas un poco más en la vida de la niña que fue responsable del dolor de cabeza de ambos especialistas. Ella quedó simplemente como una demente, un títere que está allí para cumplir solo una determinada función en la historia, y al haber demostrado ya que podías darle vida a tus personajes, siento que hubo un algo que faltó. Tal vez ese algo sean los sentimientos, el trauma que vivió, o las dos mentes luchando en una guerra constante dentro de su interior. Sea lo que sea, en mi opinión, estuvo bien, pero pudo haber estado aún mejor.

    Tienes por aquí y allá algunos errores de ortografía, pero nada realmente notorio. Esta actividad se centraba principalmente en ver como podían los participantes ingeniárselas para desarrollar una trama en función de las pistas que se les dieron, por lo tanto creo que la ortografía y gramática no entran dentro de lo mas importante.

    Finalmente, mi calificación para ti es un: Excelente.
     
  8.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

    Cáncer
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    Escritor
    Es muy buena historia, rompes con ciertos esquemas y nutres la historia con elementos humorísticos, dramatizaciones, detalles que hacen adentrarte
    mas a la historia y que esta sea más ligera y digerible puesto que esta bastante largo, sin perder la esencia del misterio pues no lo revelaste hasta el final.

    La peculiaridad de la villana y no solo por el hecho de ser una niña lo cual era algo difícil de esperar, pero además entre lineas dejaste de ella todo aquello que
    la llevo hasta allí aunque si falto un poco, mientras que en otros detalles creo que sobraron un poco, creo que falto un poco de equilibrio en eso, fuera de eso la historia
    es genial el genero se te da bastante bien podrías dedicarte a esto. Bueno ya la mayoría lo han señalado sería redundar.

    Excelente
    The Dark Knight Fire
     
  9.  
    Mellorine

    Mellorine Usuario popular

    Capricornio
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    Voy a serte sincera, la verdad que tu historia me ha gustado mucho. Has creado un buen relato, una trama interesante que tiene los toques de misterio que el género necesita. En general me ha dejado un buen sentimiento luego de terminar de leerlo.

    Tuvo una buena longitud, unos personajes interesantes, y un buen desenlace. Las pistas las usaste correctamente, y todo tuvo sentido, no sentí a nada demasiado forzado. Me hubiera gustado que te explayaras más en la historia de la niña, sólo eso.

    Ahora bien, tienes demasiado errores que no puedo dejar pasar y por eso será la nota que te ponga. Faltan palabras, tildes, hay dedazos, hay errores en la sintaxis e incluso oraciones que pierden el sentido, también algunos errores en los tiempos y diálogos. Algunos son errores graves, otros no tanto, pero siento que debiste de darle una última revisada antes de entregar. La verdad es que a veces tenía que releer un par de veces para entender bien lo que querías decir, y es molesto si esto sucede más de una vez.

    No te frustres ni nada, nadie es perfecto y los errores ocurren. Debes siempre estar dispuesta a mejorar, y como te dije antes, la historia en sí ha sido muy buena, de las mejores que he leído en la actividad. Bajo un punto sólo por lo técnico, porque así he corregido todo hasta el momento y debo ser justa con mi criterio.

    Nota: Muy bueno.
     
    Última edición: 28 Noviembre 2013
  10.  
    Nozomi Shiori

    Nozomi Shiori Iniciado

    Escorpión
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    ¡Hola! gracias por invitarme a leer la historia n.n
    tu historia es muy buena, la trama está muy bien centrada y las pistas las fuiste colocando en el tiempo correcto hubieron algunos errores pequeños nada del otro mundo, a mi parecer creo que debiste relatar más sentimientos de los personajes principalmente de la niña y describir un poco más las ubicaciones de los personajes y las atmósferas creadas dentro de tu historia.
    excelente trabajo
    ¡Hasta luego!
     
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