Peter Pan [Peter Pan] El regreso a Nunca Jamás.

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Zil Kendrick, 2 Octubre 2013.

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    Zil Kendrick

    Zil Kendrick Toro de Daffy ❤️

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    Título:
    [Peter Pan] El regreso a Nunca Jamás.
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    2187
    Bueno, esto es para la actividad Antes de partir. Espero haber cumplido con el requisito. @Fenix Wayne gracias por la actividad hermanito.


    Agradezco a mi Superior @Dororo por aportarme parte de su escrito, espero le guste y no decepcionarla mi superior o si no, estaré consiente del castigo :S

    Criticas y/o comentarios son recibidos. Saludos... Disfruten la lectura. Espero que les guste a ustedes este regreso.

    El regreso a Nunca Jamás.


    La luna rielaba en las frías y tranquilas aguas del Támesis mientras la nieve que caía lentamente cubría su orilla de un sudario blanco. Sentada frente a la chimenea victoriana que presidía el salón de su vieja mansión londinense, la señora Darling contemplaba cómo el fuego consumía los troncos de madera inundando la estancia de rítmicos chisporroteos que rompían el silencio que la acompañaba.


    Su camisón azul cielo y sus pantuflas negras, iguales a los que usaba cuando era sólo una niña, no habían conseguido detener el paso de los años, el tiempo había blanqueado y deshecho sus hermosos bucles castaños, que ahora sujetaba en un moño bajo junto a la nuca, y la experiencia se reflejaba en cada una de las profusas arrugas que surcaban su rostro.


    Las llamas de la chimenea temblaban en sus ojos azules, perdidos en décadas de recuerdos. Siempre se había jactado de tener una memoria prodigiosa, sus juegos infantiles junto a John y Michael, el sabor de la tarta de manzana de su abuela, los días de colegio y deberes, su primer beso, el día en que su hermano pequeño se casó, el nacimiento de Peter, su primer sobrino tras el que vinieron muchos más… Todo estaba ahí, pequeños detalles y grandes acontecimientos, toda una vida debidamente almacenada para ser recordada.

    Una vida feliz, llena de significado, de momentos que ahora rememoraba lentamente, de algunos tragos amargos que la habían ayudado a madurar y de muchos sueños cumplidos.


    Le sobrevino un nuevo ataque de tos y sus pulmones se quedaron sin aire. Apretó los párpados y trató de respirar mientras su cuerpo se sacudía en el sillón. Sabía que pasaría pronto pero sabía también que no sería el último. ¿Cuánto tiempo le quedaba? ¿Uno? ¿Dos? ¿Quizás tres meses? El médico no había podido precisarlo. Lentamente su cuerpo dejó de temblar y pudo recuperar el aliento.


    —¿Abuela?, ¿cómo te encuentras? —un pequeño niño no mayor de seis años entraba por aquella fina puerta de roble con acabados de flores, mientras en sus manos traía una taza del té preferido de su querida abuela.


    —Bien mi querido Peter —era el pequeño hijo de su primer sobrino y al igual que su padre, su nombre era Peter —, no es nada, es sólo otro ataque de tos —tomo la taza que traía en pequeñas manos y dio un sorbo de esta.


    —Abuela... Me cuentas un cuento antes de dormir... —decía el niño haciendo un pequeño puchero mientras sus ojos le brillan como si estuviese viendo el más grande tesoro que pudiera imaginar.


    —Claro, ven, vamos a tu cuarto, pero que tus papas no se enteren que nos dormimos tarde —le dijo mientras le guiñaba el ojo.


    —Y ¿Qué historia me contaras abuela? ¿Será la valiente sirenita contra los malvados y despichados piratas?


    —Desdichados, no despichados cariño —Wendy enteraba a la pequeña y pintoresca habitación de su nieto, podía ver las espadas de madera ya viejas y sus gorros de piratas sucios y rotos en el piso, ella sonrió ante la mirada inocente de su nieto. —por eso, despichados... O cual me contaras hoy abuela...


    —Pues veamos, que te parece la de un niño que sueña con siempre ser niño y lucha contra los nativos, pues alguien enveneno el corazón de estos y buscan acabarlo... —pudo ver ese singular brillo que en todos sus nietos y sobrinos notaba tras contar una historia —, bueno todo comienza cuando se viaja a Nunca Jamás, recuerda que se debe girar en la segunda estrella a la derecha, volando hasta el amanecer, en ese lugar habita un niño llamado...


    —¡Peter! Deja a la abuela descansar, tía, debes de descansar y no agitarte contando tus historias... Te lo dijo el doctor —el papá del pequeño Peter arropaba a su hijo mientras meneaba la cabeza con desaprobación viendo a su querida tía, todos sus hijos se habían ido del país, y ella al más cercano era su querido sobrino —.Venga tía, la llevare a su cuarto para que descanse —dijo mientras la tomaba del brazo y la guiaba a la salida.


    —Mi niño, luego te contaré la historia, cuando nuestro querido hombre lobo no esté —ella sonrió mientras tomaba con su mano libre la quijada de su sobrino y le guiñeaba el ojo.


    —Bien, vamos tía, tienes que descansar —le decía mientras caminaba lentamente y la llevaba de nuevo a su alcoba —,sabes que no puedes ir y venir, el doctor te lo dijo...


    —Sí, sí sé lo que dijo... Pero siento que muero más rápido en un sólo lugar... —le dijo mientras entraban a sus aposentos —. Por ahora sólo quiero dormir... Ve con tu pequeño y cuéntale ese cuento, no te pierdas de su infancia por tu trabajo mi querido hijo, la niñez es la parte más bella de toda la vida, esa ilusión del primer hallazgo, su primer caída, todo, todo es magnífico —le dijo mientras se recostaba en la cama y su vista se empezaba a pagar por el cansancio de la edad.


    —Sí, eso haré querida tía —le beso la frente y salió de la habitación apagando la luz para que ella descansara.


    Ya pasaba de media noche, y un nuevo ataque de tos surgió de ella, sentía por segundos el dejar palpitar de su corazón, se sentó en la cama y cuando se encontraba más tranquila se puso de pie y camino directo a la ventana. La abrió un poco y la brisa le rozo su rostro levantando un poco sus cabellos.


    Sintió esa presencia de nuevo, sabía que él la visitaba para escuchar sus cuentos, pero desde que enfermo ni la sombra le volvió a ver.


    —Él no vino de nuevo —una sonrisa melancolía de sus labios brotó, se disponía a regresar a su cama, pero una voz escucho. Era esa misma voz que de niña escucho, esa misma y dulce voz de aquel chico de orejas puntiagudas y un gracioso sombrero verde.


    —Wendy...


    Su reacción de ella fue girar lo más rápido que podía, quería irle a abrazar y no soltarlo más pero otro ataque le volvió a dar.


    —¡Wendy! —Peter Pan corrió lo más rápido que pudo y el tomo de los brazos, en su rostro se podía ver preocupación.


    —Estoy bien Peter, sólo es tos —sonrió para que se calmara un poco.


    —Wendy... Tú sabes que desde hace días estas peor, cada noche esos ataques son más fuertes y esa cosa del medicamento no te ayuda... Sabes que tú pronto... —La voz del niño se empezó a quebrar y sus ojos se llenaron de lágrimas, pero como buen varón se aguanto las ganas de llorar y giro un poco su rostro para que ella no se diera cuenta, pero la experiencia que se encontraba marcada en el rostro de Wendy le decía en todos sentidos que no era así. Ella lo tomo y le dio un abrazo, pero Peter sabía que ese podría ser el último. Se alejó un poco y la llevo a la ventana.


    —Ya es hora de partir, de regresar a Nunca Jamás. Wendy ¿recuerdas como volar?


    —Claro —sonrió —, sólo se necesita fe, confianza y... polvo de hadas. Pero —ella quería ir, sabía que pronto partirá, pero iba a dejar sólo a su pequeño sobrino y su padre, ella no se podía ir sin despedir, así que se acerco a su pequeña y fina mesa y dejo una nota.


    Peter la esperaba con impaciencia, pronto todo se empezaría a aclarar, faltaban unas horas para que saliera el sol, y sabía que él tendría que volar más lento por ella.


    —¿Lista Wendy?


    —Ya voy, ya voy —empezó a mover su mano para que el la esperará un poco más —.Listo ya estoy preparada, campanita mi bella amiga, me reglas un poco de tu polvito —ella doblo la nota y se acerco a la pequeña hada que no dejaba de tintinear. Está le rocío una gran cantidad de su polvo que ocasionó que ella estornudará.


    —Bueno, Wendy es hora de irnos, confía en mí —Peter se encontraba parado en el filo de la ventana, Wendy comenzaba a flotar y como pudo tomo una cobija y se tapo con ella, mientras se acercaba para tomar la mano del chico.


    —Siempre confío en ti, mi querido Peter... —él sonrió y la empezó a jalar de la mano, en unos instantes se encontraban volando en la clara y fría noche.


    Conforme avanzaban entre las claras nubes que llegaban a esconder la luna Peter noto algo. Wendy se mostraba más débil, podía sentir como su pulso hacia pausas largas y su respiración era muy lenta.


    —Wendy, ¿estás bien? —Le miro algo preocupado pero ella sólo afirmo con la cabeza.


    Llegaron cerca de aquel canal de aguas claras, las estrellas se reflejaban, y Peter decidió bajar un poco para que ella las volviera a ver. La expresión de ella lo emocionó, había un brillo en sus ojos y una cálida sonrisa en su rostro.


    —Wendy, unas carreras al reloj, anda, como en los viejos tiempos —le dijo, pero ella negó con la cabeza y siguió admirando las estrellas —, siempre he sabido que las niñas son lentas y más a tu edad querida Wen... —no pudo terminara de hablar puesto ella ya se encontraba lejos, burlándose de él.


    Sólo sonrió y fue hacia ella, no podían creer lo que pasaba, Wendy estaba actuando como aquellas veces que el regresaba a escuchar sus cuentos. No tardo en alcanzarla y tomarle la mano, esa cálida sensación que le hacia que él se le cambiaran de color las mejillas.


    Se acercaban más y más a la segunda estrella, para arribar a ese mágico lugar, lleno de sirenas, piratas, nativos, y toda creación que se pudieran imaginar. Él se detuvo un poco, y la miro a los ojos.


    —¿Sabes que si entras no hay vuelta atrás verdad?


    —Sí, lo sé y estoy lista.


    Peter la tomo en sus brazos y le dio un beso en la mejilla, era hora de entrar. Y así volaron acercándose más y más a la isla, a ese lugar.

    Su cuerpo empezó a pesar más y más, y el chico ya no la pudo sostener, ella empezó a caer, sería una muerte segura si él no llega antes de que su cuerpo toque el mar o la tierra. En la cobija se podía observar los giros que daba en el aire, y aunque él se acercara podía tomarla, de la nada ella quedo suspendida en el claro cielo, él no sabía lo que sucedía, una luz de ella salió e ilumino todo a su alrededor.


    —Wen... —apenas pronuncio en chico antes de que la luz lo cegara unos segundos. Cuando todo regreso a la normalidad él pudo ver la cobija a varios metros de distancia de donde se encontraba.


    Cerró los ojos con miedo al ver que esta toco el mar, pero el viento la abrió y no tenía nada. No había nadie adentro.


    —¡Wendy! —el chico grito temeroso a no escuchar nada más que las olas del mar.


    —¿Sí? —Esa voz para él fue el cielo, pero quedo un poco extrañado por el tono de la misma.


    —¿Wendy? —Se cuestiono a ver a la chica flotando en los aires mientras que su camisón azul se movía suavemente por la brisa del viento.


    Él no podía creer lo que veía, ella era joven, tenía aquella edad cuando llego por primera vez a nunca jamás. Sus ojos tenían un brillo peculiar. Pero él sabía que ella siempre fue esa misma chica de la linda sonrisa. Se acerco un poco para verla bien, y sí, ella era esa Wendy, tenía ese beso escondido cerca de su labio. Él la abrazo fuertemente mientras celebraba con ella en los cielos claros de aquel mundo.


    —Bienvenida Wendy, a Nunca Jamás.

    ~~

    A las pocas horas en Londres comenzaba a amanecer. Un pequeño niño recorría las puertas y pasillos de aquella gran casa buscando a su tía abuela, pero no la encontró. Hacía rato que no la escuchaba toser.


    —¡Papá! ¡Papá! —Él pequeño movía sus brazos para que despertara —, ¡Papá! La abuela no está.


    —¿Qué? —Se levanto algo dormido y sorprendido —, ¿Cómo que no está?


    Salió rápido de las finas sabanas y fue a la alcoba de su tía, pero no encontró a nadie. Busco en todo la casa y no había rastros de ella, la puerta estaba cerrada, nadie había salido.


    —Papá... —dijo el pequeño entre pequeñas lágrimas —, papá... Encontré esta nota... A lado de la cama de la abuela.


    El pequeño le entrego una pequeña nota un poco húmeda por las lágrimas que dejo caer en ella.


    “Mira la segunda estrella a la derecha y no dejen de soñar. Nunca Jamás…"

     
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    Gilgamesh

    Gilgamesh Rey de Reyes

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    Retornar. Tu hogar es, donde esté tu corazón. Y el de ella siempre permaneció allá.
     
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    Nianimetal

    Nianimetal Una ermitaña en su cueva

    Virgo
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    Hola!!!!

    Me pareció muy interesante la trama, es una manera de cumplir uno de los mayores sueños de Wendy, que era volver a Nunca Jamás con Peter Pan y los Niños Perdidos!!!!!

    Ella en sus últimos meses de vida, siendo cuidada por su sobrino, porque los hijos no estaban en el país refleja algo muy cierto y es que los hijos no le pertenecen a los padres y que a veces los hijos cuidan menos a sus padres que otra persona que no lo es.

    Bueno, esta muy buena la historia!!!!!
     
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  4.  
    Shayury

    Shayury Guest

    Hola!
    Gracias por invitarme. Una historia entrañable y muy bonita, donde nos encontramos con una Wendy anciana y sabia cerca de la muerte, que acaba volviendo al mundo de Nunca Jamas. Aunque no me guste Petter Pan, esta historia me ha gustado mucho. Tengo que decirte que me ha gusta como has narrado la historia de una manera fluida y muy entendible a veces con toques poéticos. En cuanto a errores ortográficos he visto algunos. Todos estos han sido que no has puesto tilde, por ejemplo en miró, gritó, pronunció... Quitando eso no he visto más. Así que sigue así o mucho mejor.

    Adiós!! =)
     
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    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
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    Que bonito One-shot...me encantó...

    Lo escribistes de una manera en la que mezclabas poesía y narración y eso me gustó mucho. No vi muchas faltas. Sigue así.

    Gracias por invitarme. Nos leemos :3
     
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    Dororo

    Dororo Entusiasta

    Aries
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    Mi querida teniente, no agradezca, usted sabe que yo nunca iba a utilizarlo y además sabe que adoro leer sobre Peter Pan y "Nunca Jamás".

    Me gustó su fic, me gustó mucho, le da un enfoque distinto al tema de la actividad y aunque eché de menos algunas descripciones acerca de los sentimientos de Wendy, como por ejemplo el momento en que ella vuelve a verlo después de tantos años, los diálogos están bien resueltos y resultan enternecedores. Sobre todo los que mantiene con su nieto y con su sobrino. También merece que la felicite por el final, sencillo y sin complicaciones, apenas una nota de catorce palabras que lo dice todo. Fue un buen final.

    En cuanto a la ortografía, ya le han comentado lo de los acentos en los verbos en pasado. Mi consejo es que relea el texto con atención antes de publicar, porque además hay también algunos gazapos o dedazos escondidos entre las líneas y alguna que otra palabra que olvida escribir. Tenga cuidado con los tiempos verbales y los signos de puntuación, mi teniente, le pondré un ejemplo:

    Ese "decía", debería ser un "dijo" y ese "le brillan", en presente, un "brillaban". Además le falta una coma. La frase quedaría, más o menos, así:

    —Abuela... Me cuentas un cuento antes de dormir... —dijo el niño, haciendo un pequeño puchero. Sus ojos brillaban como si estuviese viendo el más grande tesoro que pudiera imaginar.

    En fin, gracias por la invitación y mucha mucha suerte con la actividad. Fue un verdadero placer para mí leer al fin el regreso de Wendy Darling a "Nunca Jamás".
     
    Última edición: 6 Octubre 2013
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  7.  
    Fénix Kazeblade

    Fénix Kazeblade Creador de mundos Comentarista destacado

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    Conmovedora historia, poética y envuelta en un gran simbolismo, que te deja con el sentimiento pleno y feliz que el final de nuestros días puede el significar el volver a aquel sitio que nos impregno de magia donde lo veo yo lo que parece un final puede ser un nuevo comienzo, una eternidad en nunca jamás como el paraíso.
    Si tenías dudas de si la historia encajaba en la actividad lo hace de manera perfecta pues esto y precisamente este tipo de obras buscaba encontrar en ella, pues haz logrado transmutar por completo lo que sería tristeza, agonía, melancolía en una apacible, alegre y hasta tierno viaje hasta un mundo lleno de imposibles, luz, añoranza y sueños, realmente magnifico. Este texto es un buen ejemplo de que escribir no es dar un regalo a la vista -esa gente pedante que dice, "tienes muchas faltas que dañan mis ojos"- si no alma y al corazón, con una maravillosa trama. Felicidades y gracias por participar en la actividad "antes de partir".

    Fenix Wayne-Hero Fire.
     
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