Teen Wolf D de Dinámica [Derek & Stiles | Teen Wolf]

Pequeño escrito Sterek, para la actividad Días de Abecedario 2.0, espero lo disfruten :3

Título: Manada
Fandom: Teen Wolf
Personajes: Derek/Stiles
Palabras: 692
Prompt: D de Dinámica
Summary: Derek y Stiles discuten la dinámica de su manada.
Advertencias: Post-temporada 3A.



—¿Qué soy yo?

Derek levantó la mirada del antiguo libro con impronunciable título en el que había estado concentrado hasta entonces. Enfocó su atención ahora en el joven que había interrumpido el plácido silencio.

—Una molestia, la mayor parte del tiempo.

Stiles puso los ojos en blanco, sentándose apropiadamente en su silla y olvidando por un momento la importante e intensa investigación que estaba llevando a cabo en su computadora.

Salvar a Chris Argent, Melissa y el Sheriff desencadenó una serie de eventos que, pronto descubrieron, convirtieron a Beacon Hills en un imán para lo sobrenatural. Como si hasta entonces no lo era. De esa forma, Stiles se encontró a si mismo con la misión de investigar lo que sucedía prácticamente todos los días.

Y las ocasiones en que Derek lo asistía su trabajo no se simplificaba en lo más mínimo. De hecho, creía que restaba más de lo que sumaba. Sin embargo, a pesar del comentario sarcástico (los cuales, generalmente, siempre podía anticipar), Stiles decidió insistir con su interrogante.

—Ya sabes lo que quiero decir. Lo que tú dijiste, el día que regresaste…

—¿Qué todos nosotros somos una manada? —rememoró el hombre lobo al instante. Alzó una ceja, como si Stiles estuviese cuestionando sus palabras—. ¿Qué con eso?

—Sí, eso… —Stiles asintió; debía decirlo, ya no había vuelta atrás—. Nos incluiste, a mí, a Allison y a Lydia. Claro, Allison es una cazadora, y Lydia es… algo. Pero yo no soy nada de eso, soy un humano común y corriente… algo de lo que debería enorgullecerme en este pueblo. Pero entonces, ¿por qué yo? ¿Por qué me incluiste también?

Derek decidió que era momento de dejar el volumen en su mano; estaba claro que no podría concentrarse en lo que leía hasta responder esto. A pesar de sus constantes interrogantes, Derek nuevamente estaba asombrado con él; realmente, Stiles Stilinski jamás dejaba de sorprenderlo.

—Porque, tan molesto como puedes ser —Stiles hizo una cara y Derek intentó con todas sus fuerzas resistir el impulso de sonreír burlonamente para mantener su seriedad característica—, sigues siendo parte de la manada.

—Pero no entiendo. ¿Cómo funciona eso de nuevo? —Stiles continuó insistiendo antes de que pudiera amagar a recoger el libro—. Es decir, no comprendo. No entiendo la dinámica de la manda. ¿En qué me convierte eso?

—No te convierte en nada. Sólo eres… ya sabes, uno de nosotros.

—¿Qué soy, entonces, un Beta? ¿O un Omega? Realmente tienen que tener un congreso de hombres lobos o algo así y delimitar claramente como funciona la dinámica de una manada, todo esto es terriblemente confuso.

—No eres un hombre lobo, Stiles —le recordó Derek, suspirando.

—Eso ya lo se, pero gracias por el recordatorio —replicó Stiles, exasperado—. Quiero decir… bueno, yo investigué un poco sobre el tema con Scott, cuando lo mordieron y sé que las manadas tienen una forma especial de funcionar, pero no había mucho sobre el tema… es todo muy extenso y sigo sin comprender qué significa eso para m-

Derek lo silenció de una vez con un beso.

Es fugaz, y llegó a su final rápidamente. El hombre lobo presionó sus labios ásperamente contra la fina boca de Stiles, haciéndolo temblar un momento antes de conformarse por no hacer un ruido. Como siempre, había servido como un eficiente método para callarlo.

—No hay ninguna… dinámica especial en nuestra manada. Somos como una familia, en caso de que no te hayas dado cuenta aún —afirmó Derek con calma, recogiendo el libro que había estado leyendo—. Pero si necesitas realmente identificarte con un lugar en la manada, siempre puedes ocupar el lugar de mi pareja.

Stiles intentó responder con una de sus clásicas respuestas sarcásticas, pero fue incapaz de producir una en el momento y se dio media vuelta, volcando toda su atención de regreso a la computadora. Derek no necesitó mirarlo para saber que un ligero sonrojo se había apoderado de las mejillas blancas del otro joven.

Hicieron falta unos diez minutos más, cuando Derek se había perdido en su lectura nuevamente, para que Stiles hiciera su comentario final.

—No me molestaría para nada ocupar ese lugar.