Historia larga Crónicas de una Maho Shoujo

Hola :3 luego de dos capítulos serios y llenos de misterio, regresamos a la comedia, no les diré más, disfruten el cap :33



Historia 10: Harem masculino, ¡la discusión más importante!, bueno, no

Wendy acabó de jugar su otome game, la mirada en su rostro lo decía todo: ¡Fascinante!, nunca creyó que tener un harem masculino sería tan divertido, aún así, no era del todo miel sobre hojuelas, se debía tener cierto cuidado para poder mantener el equilibrio antes de iniciar una relación seria.

Entonces una idea estúpida se le vino a la cabeza, ¿por qué no crear uno para Esmeralda?, ella no tenía ganas de lidiar con eso, pero quería divertirse viendo a su amiga actuar con ese tipo de inconvenientes, por ende, tomó su teléfono celular y empezó a hacer unas llamadas.

Menudas bromas se iba a meter…

—Rance, ¿me puedes hacer un favor? —cuestionó Wendy por teléfono.

—¿Qué necesitas? —respondió.

—Estoy en un experimento social, quiero probar un detalle de suma importancia y necesito tus conocimientos para ello. —La mentira de la chica era más grande que un gorila gigante, no obstante, Rance cayó de lleno en su broma.

—Muy bien, ¿dónde nos vemos?

—En el salón del tercer piso, por favor no llegues tarde.

Y la primera víctima estaba en escena, faltaban dos para empezar su malévolo plan de crear un harem masculino para Esmeralda.

Wendy se dispuso a realizar una segunda llamada, en sí ella improvisó las excusas y ni siquiera se tomó en serio la forma de dirigirse a los muchachos, simplemente lo hizo y ya. Tampoco es que hubiese alguna otra manera de hacerlo, después de todo, su aburrimiento parecía no tener límites.

—Hola, Ryo, ¿tienes tiempo libre? —A diferencia de la llamada pasada, Wendy actuó normalmente, ya que no llamaría la atención del joven actuando como una mentirosa.

—Sí, ¿por qué?, ¿acaso quieres hacer cosplay colectivo? —bromeó Ryo en la otra línea.

—No, tengo algo mucho más divertido, ¿no te gustaría formar parte de un harem masculino para Esmeralda?, será demasiado increíble verla lidiar con muchos chicos al mismo tiempo.

—Eh, no quiero… Seguro es otro de tus malignos planes, ¿no recuerdas el incidente en la fábrica de caramelos? —Ryo recordó amargamente como fueron correteados durante una excursión escolar, todo por culpa de la rubia y su hambre voraz por los caramelos gratis.

—¡Eso fue un incidente!, además, no te imaginas quien más vendrá a formar parte del harem… ¡Rance! —En cuanto Ryo escuchó su nombre rápidamente se puso a reír, ¿y cómo no hacerlo?, la mera idea de ver a Rance involucrado en algo tan estúpido llamó de inmediato la atención de Ryo.

—¿Rance?, ¿parte de un harem?, ¡tengo qué verlo!, seguro el tipo no sabe en lo que se ha metido, cuenta conmigo entonces. —Wendy logró convencer a Ryo sin mayor dificultad, de hecho, le pareció gracioso que hubiese aceptado tan rápido por el simple hecho de ver sufrir al presidente del consejo estudiantil. Ahora solo faltaba el enemigo más complicado, la persona capaz de rechazar cualquier ofrecimiento social… Pablo Casanova.

Aún así, el pelirrojo podía ser fácilmente manipulado si se usaban las palabras correctas, por un momento Wendy sintió que estaba jugando un juego otome, ya que trataba con muchos chicos relativamente atractivos en orden de lograr un objetivo. La chica llamó a Pablo por celular, en sí la conversación fue corta, no tuvo que decirle más que unas simples mentiras piadosas: “Esmeralda y yo queremos verte para tratar un asunto escolar, no tardes”

Los planes casi estaban listos, faltaba la pieza final: Esmeralda de la Luz…

—Oye, Esmeralda, ¿podrías venir conmigo al salón abandonado del último piso?, tengo algo importante que tratar contigo.

—Claro, ¿qué cosa?, ¿tiene qué ver con Vortex o algún hechicero peligroso? —Luego de haber vencido a Vortex el estrés se acumuló sobre Esmeralda, en cierto modo, esta broma era una buena forma de alivianarse tras haber vivido días llenos de peligro.

—No realmente, solamente ven o lloro. —Wendy guiñó su ojo derecho, Esmeralda simplemente soltó un suspiro y asintió con la cabeza.

—Bueno, iré contigo.

La tarde llegó justo a tiempo, cuando la campana sonó los estudiantes regresaron a sus hogares o ingresaron a sus actividades extra escolares. No obstante, nuestros protagonistas se dirigieron al salón abandonado para reunirse, el primero en llegar fue Pablo Casanova, el joven se acomodó sobre una silla que estaba al final del aula y esperó a que llegaran los demás.

El siguiente invitado en acudir a la reunión sorpresa fue Rance, el presidente elevó su ceja izquierda al hacer contacto visual con Pablo Casanova. Los dos nunca antes habían interactuado, ni siquiera en las presentaciones en vivo que Rance daba de vez en cuando dentro de las clases.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Rance con frialdad.

—Lo mismo te pregunto, una amiga me pidió llegar —contestó desinteresado.

—A mí también, bueno ya estoy aquí así que esperaré un poco. —Rance se acomodó en la otra esquina del salón, los dos chicos no se hablaron en lo absoluto, después de todo, carecían de un buen tema de conversación. Por lo tanto, el silencio incómodo no se hizo esperar.

—Oh, ¿es qué hay un concurso de miradas? —Ryo entró con una sonrisa jovial, a diferencia de sus antecesores, él si mostró interés y amabilidad hacia ambos bandos.

—Claro que no, es normal guardar silencio cuando no conoces a alguien. —Rance se cruzó de brazos y miró hacia el techo, al no tener nada en común con Pablo Casanova era obvio que no iban a interactuar mucho en primer lugar.

—Y a todo esto, ¿quién eres tú? —Pablo Casanova reconoció a Ryo por su cara, sin embargo, desconocía su nombre, actitudes o grado del muchacho, al joven japonés le resultó un poco impresionante que Casanova no lo hubiese reconocido, después de todo, podía presumir de ser el más popular de su curso.

—Me llamo Yamamoto Ryo, estudiante de intercambio, un placer. —Ryo le dedicó una educada reverencia a Casanova Pablo, el chico solo asintió con la cabeza y miró hacia otro lado sin mostrar mayor interés en seguir la conversación.

—Me llamo Pablo —respondió secamente, los tres chicos esperaron unos minutos la llegada de Wendy, durante ese tiempo se la pasaron viendo al piso, techo y las paredes. Incluso el bien educado Ryo se vio en la necesidad de caer dentro del silencio.

—Si Wendy no viene en cinco minutos me iré, ya esperé bastante tiempo. —Rance sacó su celular y revisó la hora, apenas pasaron seis minutos desde su llegada, por desgracia, él no era una persona paciente. Casanova no se mostró apurado, más bien parecía disfrutar el hecho de no hacer nada, Ryo por otro lado, se puso a revisar las notificaciones de su teléfono.

—Vamos, apenas venimos llegando y ya te quieres ir, eso no está bien, Rance. —Ryo trató de calmar a su compañero de clases, ambos se conocían desde hace tiempo y tenían una relación de amistad muy extraña, la razón por la cual estaban en silencio se debía a la presencia de Pablo Casanova. De no estar él, los dos habrían tenido una conversación casual.

—¡Lamentamos la tardanza!, acá estamos. —Wendy entró junto a Esmeralda a la habitación, nuestra heroína abrió sus ojos en par al ver a los tres chicos sentados en diferentes partes del aula. Ryo se acercó a las jovencitas y las saludó con una sonrisa, Rance se quedó cruzado de brazos y mantuvo su mirada puesta en ellas.

—¿Y entonces? —El joven de cabellos blancos caminó hacia las chicas, Wendy por otro lado sonrió pícaramente mientras dirigía su mirada directo a los varones que yacían dentro de la habitación.

—La razón por la cual los he llamado aquí es de gran importancia, un motivo que trasciende fronteras y busca llegar al significado de la vida… ¡Ustedes tres serán el harem masculino de Esmeralda!

—¿Eh? —Pablo, Rance y Esmeralda dijeron lo mismo al unísono, solo Ryo se mantuvo callado con una ligera sonrisita sobre sus labios, pues ya sabía de qué iba todo el asunto. Al escuchar eso, nuestra heroína se sonrojó muchísimo, sus mejillas prendieron fuego, literalmente hablando y de inmediato se escondió detrás de Wendy.

—¿¡Harem masculino!? —exclamó sorprendida.

—Sí, andaba leyendo unos juegos otome y tú caes en el perfil perfecto para representar a la protagonista. Además, será interesante ver como interactúas con los tres héroes de la historia. —La rubia se hizo a un lado y a mera fuerza bruta colocó a Esmeralda frente a los tres muchachos, Ryo se cruzó de brazos y esperó la reacción de Rance, la cara de éste último era todo un poema.

—¿Harem?, ¿es esto una broma enferma? —Rance no parecía muy contento con la noticia, de hecho le dio una mirada muy despectiva a Esmeralda luego de haber escuchado los planes de Wendy —. ¿En verdad estás tan desesperada por tener novio, Esmeralda de la Luz?

—¡No!, ¡yo tampoco sabía esto!

—Bueno, ya que no es nada importante, paso a retirarme. —Pablo Casanova suspiró y se dirigió a la puerta, no obstante, Wendy lo jaló del brazo de mala gana, el muchacho tampoco parecía estar contento, de haberle explicado la situación concretamente a lo mejor se habría planteado ir, aunque sea para jugar como Ryo, pero como fue traído usando engaños se sintió un tanto molesto.

—Espera, ¿acaso no te preocupas por la situación romántica de Esme-chan? —Wendy infló sus cachetes para realizar un falso puchero, por desgracia, ninguno de los tres cayó en su trampa.

—En absoluto. —Rance, Pablo y Ryo respondieron al mismo tiempo, Esmeralda aprovechó esa oportunidad para escabullirse hacia la puerta, aún así, Wendy previó ese momento, ya que volvió a jalar de los hombros a su amiga.

—Es que no están entendiendo, ¡ustedes tienen potencial!, por ejemplo, Ryo podría ser la primera ruta, ya sabes, el chico popular que tiene a todas a sus pies pero se termina enamorando de una cualquiera. —La chica dio un discurso bastante informativo acerca de los juegos otome, Esmeralda no la tomó en serio, pero sí notó que Wendy investigó de antemano todos los arquetipos.

—¿Eh?, ¿estás diciendo qué soy una cualquiera? —susurró Esmeralda un poco decepcionada.

—Claro que sí. En fin, la ruta inicial empezaría con ustedes dos chocando en los pasillos, como Esmeralda es muy torpe seguro le ayudarías, ¿no es así, Ryo? —Esmeralda fue más ignorada que un libro en medio de un estadio, el mencionado solamente asintió sin mayor interés.

—Oye, ¿no es un poco cliché?, deberías darme más protagonismo, no lo sé, soy el más rico de la escuela o alguien influyente, no solo popular. Piensa en algo menos predecible, si voy a ser usado como una fantasía, mínimo quiero una fantasía buena. —Ryo no parecía molesto por los cuentos de la rubia, de hecho solo quería terminar su rol rápido para irse a casa.

—A ver, ¿te parece si ambos chocan pero muchas veces?, es decir, no van a enamorarse al primer encuentro, pero van a toparse en repetidas ocasiones para formar así una amistad, luego viene la confianza y así sucesivamente, ¿queda mejor así? —interrogó Wendy.

—No está mal —afirmó Ryo, por otro lado, Esmeralda suspiró resignada, Wendy estaba encendida y ahora ninguna fuerza de la galaxia detendría sus delirios.

—Quiero irme a casa…—Nuestra heroína no se sintió apenada, de hecho, no imaginó dicho escenario en su mente, simplemente fueron palabras que se fueron como llegaron.

—Bueno, vamos al siguiente escenario, ya que Rance es un tipo duro y serio, vería en Esmeralda un problema que debe resolver, ya saben, la típica ruta del presidente estudiantil. Al inicio empezarían con problemas, pero su relación se volvería intensa con el tiempo, ya ven que los tipos duros pueden ser medio posesivos y celosos, ¡entonces, Esme-chan lo arregla a base de amor! —Wendy volvió a sacarse un escenario de la manga, la historia era cliché también, pues los héroes amargados y fríos eran sumamente atractivos para las lectoras femeninas.

—Oye, eso no suena como una sana relación —comentó Rance, no obstante, Wendy negó con la cabeza repetidas veces.

—Claro que no, ¡pero eso es lo picante!, ¿no te gustaría andar rozando lo prohibido?, que las normas sociales no importen en el amor.

—Eh, creo que estás exagerando. —Esmeralda se dio un face palm suavemente, de todos modos se mantuvo callada, ya que cualquier palabra que saliese de su boca podía ser usada en su contra.

—Y por último tenemos a Pablito, como él es un tsundere muy adorable no habría problema, de hecho, ¡podría tener un crush actualmente! —El pelirrojo comprendió lo que dijo su amiga, muchas veces creyó ser un tsundere gracias a diversos test en internet que realizó porque andaba sin nada que hacer, aún así, le resultó extraño que alguien más le denominara de esa forma.

—¿Por qué lo dices? —cuestionó el muchacho.

—Te haces el duro y distante, pero en el interior eres el más tierno de los tres, ¿a poco no?, ¡eso es ser tsundere!, tu ruta sería la más “AWWW” de todas, empezarías por andar de quisquilloso, pero al poco tiempo terminarías prendido a la heroína y todo un protector cursi. Ya me imagino lo acaramelado que eres, ¡menuda suerte tiene Esmeralda al tenerte en su harem!

—Yo no tengo ningún harem…—afirmó nuestra heroína con una gota detrás de su cabeza.

—Y la última opción, ¿por qué no tenerlos a todos?, ¡un final harem con orgías impresionantes!, ¡KYA!, Esmeralda, eres una golosa. —Wendy empezó a emitir gemidos raros mientras contaba ese último desenlace, los tres chicos la vieron disimuladamente para no soltar una carcajada.

—¡Yo no haría eso! —Esmeralda gritó muy avergonzada, ya que imaginó la escena por un momento, se vio a ella misma en un trono, con los tres chicos sin camisa besando sus pies y… ¡Menuda imaginación!, Esmeralda se puso colorada y ese detalle no lo desaprovechó Wendy, pues rápidamente le tomó una fotografía con su celular.

—Entonces, ¿a quién eliges? —Wendy arrinconó a Esmeralda, no había otra salida más que responderle.

Los chicos por su parte solo esperaron a que la heroína decidiera de una vez por todas, ya que deseaban terminar el juego cuanto antes, no obstante, Esmeralda entró a una encrucijada mortal que decidiría su destino para siempre. Bueno, en realidad no.

Opción A: Ryo, un chico responsable, de origen japonés y muy educado, popular, pero distante ya que apenas lo conocía.

Opción B: Rance, un muchacho frío y muy duro, pero con buenas intenciones, con él tenía una relación poco amistosa, aún así, varias mujeres preferían a ese tipo de hombre.

Opción C: Pablo, aparentaba ser un chico callado y realista, pero en verdad era muy amable y con un buen corazón, con él tenía la ventaja de conocerlo mejor.

—Yo, eh, eh, yo, yo, yo, yo, yo, verán, verán…—El rostro de Esmeralda se enrojeció más, llegó al punto de parecer un tomate gigante con pelos en la cabeza, Wendy comenzó a carcajearse, ya que su amiga finalmente colapsó mentalmente hablando.

—¿Qué le pasa a tu amiga? —preguntó Ryo un poco preocupado, ya que Esmeralda se quedó repitiendo la misma frase una y otra vez.

—Nada, simplemente sobrecargué su mente moe, estará bien en un rato.

—¿Entonces ya nos podemos ir? —cuestionó Rance.

—Sí, gracias por jugar conmigo un momento, se los compensaré luego.

—Bien, nos vemos. —Rance fue el primero en irse, al muchacho poco o nada le interesó toda la plática, pero tampoco estaba enojado con Wendy, a pesar de su personalidad tosca el chico en verdad tenía buenas intenciones.

—Fue interesante, hablamos después. —Ryo también abandonó la escena, valió la pena imaginar a Rance en un escenario romántico por primera vez, ya que nunca fue un chico hablador, además, a él le gustaban las historias de amor, por más descabellada y cliché que fuesen las de Wendy seguían perteneciendo a ese género.

—Oye, ¿Esmeralda realmente está bien? —Pablo Casanova se acercó a su amiga, el chico trató de tronar sus dedos frente a la sonrojada Esme, por desgracia la chica seguía repitiendo las mismas frases como un robot descompuesto.

—Ya te dije que se le pasará pronto, fue demasiada presión para su cabecita.

—Si tú lo dices, en verdad eres cruel, Wendy.

—Y que lo digas —sentenció.

Fue así como la travesura de Wendy llegó a su fin, después de todo, un harem masculino era difícil de controlar.

Fin

Y eso fue todo, ahora unas preguntas :3

¿Qué escena les gustó más?

Ahora para las chicas nada más :3 ¿A quién de los 3 habrías elegido?, no vale el final harem hahahaha xD

Eso es todo, por ahora :3

 

Acá les tengo el nuevo cap, disfrutenlo :3



Historia 11: ¡El gran torneo!


El centro de convenciones regional estaba lleno, muchas personas se reunieron desde temprano para iniciar las preliminares del torneo anual de “Sangre caliente”, un videojuego de peleas 2-D muy famoso a nivel mundial, había chicos, chicas, adultos y niños presentes, tanto hombres como mujeres podían disfrutar del juego gracias a su gran paleta de personajes. Desde tipos bishonen, hasta chicas moe, pasando por musculosos, hombres-bestia y monstruos, el juego realmente cubría muchos gustos de los jugadores, sin mencionar que la trama era bastante buena.


De hecho, salieron adaptaciones al anime, manga y hasta películas en cines, todo un fenómeno mundial en el ámbito de entretenimiento. En fin, nuestras heroínas llegaron al inmueble a las 9:00 AM, todavía estaban colocando las televisiones en fila india y acomodando los bloques para el torneo, el cual iniciaba en punto del mediodía.


—Vaya, este sitio es enorme, ¿has participado en este torneo antes? —Wendy vio maravillada las consolas que venían saliendo de un camión, los organizadores pusieron paredes de plástico para separar las consolas y dar espacio suficiente a los espectadores. Naturalmente, eso nada más se usaba para las preliminares, ya que las rondas finales normalmente se hacían en medio del lugar y a la vista de todos.


—Sí, lo hice durante muchos años seguidos, pero como me convertí en una chica mágica tuve que dejarlo. Ahora es el momento de volver a la acción. —Esmeralda iba disfrazada, ella usaba lentes grandotes que cubrían la mayor parte de su rostro, una gorra de beisbolista negra, además, portaba una camiseta grande que la cubría por completo, pantalones holgados y zapatos de vestir, se veía realmente fea.


—¿Y por qué los atuendos? —cuestionó Wendy un poco extrañada, ella también iba disfrazada, pero no tan distinta de su apariencia original, ya que solo usaba una bufanda y lentes pequeños.


—Verás, gané el campeonato cinco años consecutivos cuando era niña, si se enteran que regresé harán todo un show por eso, en serio, los jugadores son muy rencorosos cuando pierden con una niña de 13 años. —Esmeralda recordó los cinco años consecutivos que ganó, fueron encuentros muy divertidos, ya que ella venía con sus papas y la pasaba bien, al ser una niña fue la consentida de los organizadores, además, Victoria le hacía un rico pastel de chocolate cada vez que Esmeralda ganaba un campeonato.


A decir verdad, fueron buenos tiempos, Esmeralda no era una chica mágica todavía y su entrenamiento sobrenatural no le consumía mucho tiempo para realizar actividades junto a sus padres. La primera vez que participó se asustó un poco por la cantidad de personas que acudieron, aún así, logró ganar la competencia contra un experimentado veterano del juego.


—Ya veo, entonces eres un genio en los videojuegos. —Wendy sabía que a su amiga le encantaba jugar, no obstante, jamás creyó que tuviese el nivel para sobresalir en torneos.


—Simplemente me gusta jugar —respondió.


—Bueno, ¿y por qué regresaste a los torneos?


—El premio es una colección enorme de juegos y figuras de acción, además… Sentí nostalgia cuando vi una fotografía mía junto a mis padres, era del primer año que participé en estos torneos, tenía ocho años de edad y me hicieron una enorme fiesta cuando gané. Siento que estoy dejando atrás una parte de mi vida, los momentos felices que pasé con mi familia están desapareciendo, por eso entré a la competencia, quiero seguir teniendo recuerdos felices acá, sonreír jugando sin importar ganar o perder. Este torneo significa mucho para mí…—Esmeralda miró al horizonte con nostalgia, las memorias de su pasado siguieron llegando, en ellas se veía a sí misma jugando sin preocuparse de nada.


No había monstruos, tampoco peleas o preocupaciones, solo las ganas de seguir compitiendo por diversión y el apoyo incondicional de sus dos padres. Ahora las cosas eran diferentes, Victoria falleció y Víctor se la pasaba de viaje en viaje, a pesar de tener una relación saludable con Esmeralda, las cosas jamás volverían a ser como en el pasado, era un hecho que no podían negar.


—Entiendo, entonces te deseo mucha suerte, ¡yo te estaré apoyando, Esmeralda! —exclamó Wendy, en ese instante la chica tapó la boca de su amiga y sonrió.


—Hoy seré Luz, en el registro viene mi nombre real pero los jueces y el vocero me llamarán Luz, así que hoy debes hacer lo mismo.


—De acuerdo, Luz. —Y con ese comentario las dos chicas dieron por terminada su conversación, los minutos transcurrieron y más gente llegó al evento, tras registrarse, Esmeralda formó una fila para decidir a su oponente en las preliminares.


“Nada cambió” pensó nuestra heroína, el ambiente seguía siendo el mismo a pesar de los años. Wendy se acomodó en las gradas y sacó banderitas que consiguió afuera del recinto.


—¡Vamos, Luz! —animó, a ella le gustaba ser porrista, de hecho, la única razón por la que no vino disfrazada de esos personajes fue por petición de Esmeralda.


Para las once de la mañana todos los participantes yacían reunidos en su respectivo rondo, Esmeralda sonrió cuando vio su nombre anotado en la pantalla de selección, su oponente era un tal Gustavo, no lo conocía ni tenía interés en conocerlo, después de todo, ella ganó cinco años seguidos la competencia, por lo tanto, confiaba en sus habilidades como jugadora.


Y finalmente el momento llegó, como eran muchos participantes las rondas iban a ser de muerte súbita, solo un combate para decidir al ganador. No obstante, eso incrementó más el espíritu competitivo de Esmeralda, ¡su sangre ardía en llamas de la pasión!, nada podía detenerla ahora mismo.


—Gustavo Morales y Luz, pasen a la pantalla número ocho. —El juez llamó a Esmeralda para su pelea debut, la chica sintió nervios por regresar a las competencias que tanto la hicieron feliz durante su infancia. Hace años pasó lo mismo, como solo tenía ocho años tuvieron que acompañarla a la pantalla para su primer encuentro, en ese entonces su rival la subestimó, pues no creyó que fuese buena para ese tipo de juegos.


Ahora la situación era diferente, ya no poseía la ventaja de ser “una niña pequeña”, además, las ropas que traía puestas le quitaban todo su atractivo natural.


Aún así, eso no la iba a detener para conseguir su tan ansiado premio.


—¡Vamos, Luz!, demuestra que eres la mejor. —Wendy comenzó a gritar para darle ánimos, grande fue su sorpresa cuando regresó la mirada al monitor.


El encuentro había terminado…


Esmeralda barrió el piso con Gustavo, cuando la partida inicio Esmeralda usó a su personaje (una chica moe) de una forma tan magistral, que su adversario no supo que lo golpeó. Fue un combate rápido que acabó en “perfect” para nuestra heroína.


—No puede ser…—susurró Gustavo, el pobre ni siquiera se dio cuenta de los combos que realizó Esmeralda, fue tan rápido que incluso el referí tuvo problemas para seguirle la corriente.


—¡La ganadora es, Luz!


—Gracias por la partida. —Esmeralda sonrió amablemente, en seguida se retiró de la pantalla y volvió al lugar del registro para ver el nombre de su siguiente oponente. Wendy quedó con la boca abierta, su amiga en verdad no exageraba al momento de expresar sus habilidades.


El resto de las preliminares fue igual, “Luz” arrasó con la competencia casi de inmediato, ningún oponente fue capaz de bajarle media barra de vida y para colmo, sus victorias eran usando al mismo personaje. Lo normal en un torneo competitivo era cambiar al peleador para no caer en una trampa por parte del rival, sin embargo, Esmeralda estaba tan segura de sus habilidades que utilizó a la misma chica sin temor a ser contraatacada.


Los demás jugadores trataron de vencerla usando estrategias predeterminadas, no obstante, fallaron miserablemente cuando “Luz” los agarraba en el aire mientras hacía un combo devastador.


—A eso llamo yo tener talento. —Wendy se acercó a Esmeralda cuando las preliminares terminaron, al final solo quedaron dieciséis competidores dispuestos a obtener el título regional, muchos eran jugadores que tenían experiencia en competencias, de hecho, ninguno era novato dentro de la categoría. Diez hombres y seis mujeres (contando a Esmeralda) lograron llegar a dicha fase.


—No es para tanto, solo hago lo de siempre. —La chica sonrió amablemente, en ese momento tuvo un pequeño flashback de la última vez que compitió, era un día de otoño lleno de sonrisas y felicidad.


Esmeralda ya era una favorita al título y todos deseaban vencerla, aún así, gracias a su equipo de porristas (Víctor y Victoria) siempre salió triunfante frente a cualquier situación. Durante ese torneo a Esmeralda se le cayó el control cuando inició la ronda final, un hecho irrelevante ya que no se dañó ni nada, aún así, nuestra heroína tuvo un mal augurio, ya que nunca se le había caído el mando antes.


La final fue un juego de niños en esa ocasión, Esmeralda venció a su rival sin esfuerzo alguno y tuvo una ceremonia de premiación bastante ostentosa. Por desgracia, al día siguiente del torneo…


Eso pasó…


Una tragedia que Esmeralda no deseaba recordar…


Aquel incidente cambió para siempre la vida de Esmeralda y también inició su carrera como Maho Shoujo.


La felicidad que tenía hasta ese instante desapareció, nunca más volvió a sentirse cómoda en su propia casa, las pesadillas de esa desgracia todavía la atormentaban, quizá el tiempo todavía no ha sido el suficiente para sanar las heridas, pero los sucesos de esa noche continuaban castigando a Magical Luz sin descanso.


¿Qué sucedió ese día precisamente?


Esa era una historia para otro día.


—Oye, ¿estás bien? —Wendy sacó a Esmeralda de sus pensamientos, ella no sabía todo el calvario mental que pasaba su querida amiga —. No te ves muy feliz, ¿no se suponía qué venías a divertirte?


—Me estoy divirtiendo, ¡las partidas han sido emocionantes y seguramente voy a enfrentar rivales fuertes en las finales! —Tras deshacerse de sentimientos innecesarios la chica regresó a la realidad, Wendy suspiró aliviada al ver la tensión liberada.


—Hasta una campeona se pone nerviosa, ¿no es así?


—Obviamente, no soy un robot. —Las dos chicas rieron al unísono, entonces retomaron su atención al monitor de anuncios, éste decía lo siguiente: “El torneo continuará en una hora, pueden recorrer los stands de recuerdos y comida por si gustan, por favor no salgan del inmueble”


Había un puesto de pizzas y demás comida chatarra, así que las chicas aprovecharon para darse un buen festín antes de las rondas finales. Esmeralda disfrutó su comida y evitó los modales en la mesa, abrió su pequeña boca y devoró como toda una cavernícola muy moe. Wendy se le quedó viendo extrañada, entonces, Esmeralda sonrió aún con comida en los labios.


—Como nadie sabe quién soy, puedo hacer lo que quiera —comentó.


—A veces pienso que tienes un agujero negro por estómago, ¿a dónde rayos se va esa comida? —susurró Wendy repleta de envidia, su amiga solo le guiñó el ojo en señal de burla. Malditos metabolismos acelerados.


En fin, nuestras heroínas esperaron al llamado para los octavos de final, las personas regresaron al área de jurado y retomaron las actividades del torneo, curiosamente, a Esmeralda le tocó pasar primero, su adversario era una chica dos años menor que ella, chaparrita y de cabello castaño, poseía ojos verdes y una sonrisa contagiosa, además de lentes grandes.


—En la primera ronda se enfrentarán Luz contra Eva, ambas competidoras vayan a la consola dos. —El juez nombró a dos chicas para el primer encuentro, de hecho las personas se animaron mucho al ver a dos jugadoras batirse en duelo al máximo de sus habilidades. Además, los chicos animaban mucho a Eva, ya que era relativamente bonita y su personalidad emulaba a las idols japonesas, es decir, carismáticas y “kawais”, por otro lado, a Luz le apoyaron los jugadores más experimentados, pues ellos realmente notaban que ella era una experta en el tema y la apoyaban por amor al juego.


—Buena suerte, Luz —dijo Eva con una sonrisa.


—Lo mismo para ti.


Con un saludo inicial la partida comenzó, ambas utilizaron al mismo personaje y eso incrementó más la tensión del encuentro. Esmeralda trató de acabar el combate rápido con su famoso combo aéreo, pero Eva logró retroceder y arrinconarse en la esquina inferior derecha de la pantalla.


—No podrás hacerlo, ¡al contraataque! —El personaje de Eva usó la típica patada baja para sacar de balance al de Esmeralda, posteriormente inició su ataque rápido con diversos combos que parecían dejar a Luz del juego, por desgracia para la chica de lentes todo era parte del plan.


—¡Caíste! —Esmeralda usó un contraataque especial, dichos movimientos se activaban en el momento justo de recibir un golpe normal, provocando una rotura en la barra de energía y daño considerable. Eva no pudo recuperarse a tiempo, ya que cayó víctima de las jugadas expertas de Esmeralda, terminando así el primer encuentro de los octavos de final.


—Eso es todo, ¡Luz avanza a cuartos de final! —exclamó el juez, los presentes exclamaron llenos de alegría por el encuentro tan emocionante que acababan de ver.


—Auch, yo realmente quería ganar, pero no todo se puede, ¡felicidades por tu victoria, Luz! —Las dos chicas se dieron la mano en señal de amistad y rivalidad, tras ese noble gesto las dos sonrieron para una fotografía que les tomó un periodista que se encargaba de cubrir el evento.


Fue ahí donde Wendy pudo ver una sonrisa honesta y sincera por parte de Esmeralda, a pesar de su atuendo extravagante y apariencia “fea” la sonrisa que mostró sobre sus labios la hacían ver realmente hermosa, incluso más que su atuendo como Magical Luz o los vestidos caros que tenía guardados en su habitación.


Sí, definitivamente no había error alguno…


Esmeralda de la Luz, por sí sola era una mujer hermosa y llena de vida.


—¡Felicidades!, estás en cuartos de final. —Wendy saludó a Luz a las afueras del recinto, la chica no tenía intenciones de ver a los demás participantes, por ende, prefirió ni siquiera verles las caras o sus modos de juego, después de todo, sentía más emoción al enfrentar a un oponente desconocido.


—Estoy cada vez más cerca del título, no puedo esperar al siguiente encuentro.


Y en ese momento, ocurrió algo que nadie se esperó, un olor conocido llegó a las narices de las protagonistas. Sí, ambas pensaron lo mismo… ¡La bruja del pescado volvió!


—Es imposible, creí haberla mandado a la prisión mágica. —Esmeralda suspiró muy fastidiada, a la tipa le habían ganado innumerables veces y al parecer, los miembros de la prisión mágica ni siquiera le prestaban atención a tan molesta criatura, quizá porque el olor de la cárcel volvía locos a los guardias. Además, era una criminal de muy bajo rango, pero demasiado fastidiosa.


—Nuevamente escapó, se dirige al torneo, ¡acaso piensa usar su olor para sabotearlo! —Quizá la bruja no amenazaba las vidas de los competidores, pero su asqueroso hedor podía terminar estropeando toda la diversión. Además, ella era una mujer gruñona, odiaba estos eventos y fastidiar podría considerarse todo un talento para ella.


—Debemos detenerla. —Esmeralda iba a preparar su transformación, no obstante, Wendy la tomó de los hombros y negó con la cabeza.


—No, tú debes quedarte a terminar el torneo, prometo barrer el piso con la bruja y apoyarte en la final, sé que puedes lograrlo. —Wendy le guiñó el ojo derecho, posteriormente mostró un semblante firme, lleno de confianza y fortaleza —. Este torneo significa mucho para ti, los recuerdos que compartes con él me conmovieron… ¡Definitivamente protegeré el lugar de tus memorias!


—En verdad eres demasiado apasionada, incluso si no te lo pido vas a hacerlo de todos modos, así que hazlo. —Esmeralda se dio media vuelta y regresó al estadio, no sin antes voltear su rostro ligeramente hacia atrás —. No olvides verme en la final —comentó.


—¡Por supuesto!, barreré el piso con la bruja del pescado. —Y tras decir eso, Wendy se transformó en Magical Fénix, en seguida dio un salto sobrehumano de cuatro metros en el aire hasta quedar posada sobre un tejado, de inmediato fue saltando de casa en casa durante siete cuadras. Minutos más tarde finalmente se topó con su hedionda antagonista.


—Vaya, vaya, ¿no es una de mis archirrivales? —La bruja del pescado sacó un cetro con cabeza de pescado podrido, el aroma que desprendía era horrible, tanto que Wendy tuvo que tapar su nariz.


—¿Es qué no te cansas de recibir palizas?, a nadie le gusta tu olor a pescado muerto. —Wendy se colocó en posición de combate, ambas yacían sobre el techo de una casa abandonada, por ende, no tenían que preocuparse por los daños a la estructura.


—Hablas con arrogancia, prepárate para conocer mi nueva técnica… ¡Camarón Shuriken! —Sí, así como lo dijo, de la nada aparecieron levitando camarones con forma de shuriken, estos ni siquiera estaban pelados y para colmo andaban a pleno sol, incrementando así su pestilencia. Los proyectiles fueron lanzados en diferentes direcciones, impidiéndole a Magical Fénix cualquier ruta de escape, aún así…


—¡Muralla de fuego! —Los camarones impactaron en el muro ardiente que Wendy levantó, los camarones se rostizaron y Wendy de un bocado se los terminó comiendo —.Cuando coces los camarones su olor deja de ser feo, además, son deliciosos si los cocinas adecuadamente. Mi elemento es el fuego, bruja del pescado, ¡yo soy tu peor oponente! —Wendy lanzó una llamarada directo de sus manos en dirección a la antagonista, no obstante, ella usó una escoba mágica (qué sacó de la nada, bueno, no de la nada, pero me da un montón de flojera explicar el hechizo de invocación táctica), para levitar y así evadir el ataque.


La bruja se dio cuenta que usar golpes fuertes no serviría contra Magical Fénix, por lo tanto, decidió cambiar su estrategia. Dos enormes bagres repletos de moscas aparecieron volando por todo el lugar, su aroma desconcertó a Wendy, tanto que su visión se vio afectada por la confusión de su mente.


—¿Eh?, ¡qué hiciste! —Magical Fénix tuvo que agacharse, el aroma pestilente le estaba afectando la cabeza, una jaqueca molesta comenzó a golpearla con gran poder, incluso su transformación amenazaba con deshacerse en cualquier momento.


—El aroma es tan apestoso que no puedes resistir los efectos del mareo, cuando estés bastante débil acabaré contigo con mi pez espada. —La bruja invocó a un pez de la raza antes mencionada, en seguida esperó el momento para atravesar el corazón de Magical Fénix y terminar el combate. Wendy trató de lanzar una bola de fuego, pero el olor era tan fuerte que le impidió concentrarse en sus hechizos.


—No puede ser, ¿voy a perder contra un criminal de bajo rango como tú?


—Cuando te mate ya no seré de bajo rango, ¡prepárate! —La mujer lanzó una puñalada final directo al pecho de Wendy, por fortuna, ella pudo concentrarse lo suficiente para crear otra muralla de fuego, ésta terminó por chocar con la bruja, rostizando su arma y también parte de sus manos.


—¡Ah!, maldición, estuve tan cerca.


—Pero no lo suficiente…—Wendy contraatacó usando otra llamarada, ésta si dio en el blanco y sin más demora mandó a volar a la bruja, como si fuese un anime para niños de los años noventa. En definitiva, un combate apestoso y sucio, literalmente hablando…


Mientras tanto, Esmeralda avanzó hasta la final tras dos encuentros relativamente fáciles en la etapa de cuartos y semifinales. La final se llevaría a cabo en una pantalla mucho más grande, rodeada de espectadores y un duelo al mejor de tres, es decir, no sería muerte súbita como el resto de la competencia.


—Damas y caballeros, por fin llegamos a la ronda final, nuestra primera finalista es toda una revelación, ha jugado como una campeona y realmente tiene chances de ganar, ¡denle un fuerte aplauso a la señorita, Luz! —exclamó el comentarista, la audiencia empezó a gritar de emoción, también aplaudieron bastante, reconociendo así el talento de Esmeralda como jugadora. La chica tomó su control de la recepción y caminó hacia el frente de la barra donde anunciaban a los competidores.


—Espero que Wendy llegue pronto… —susurró Esmeralda, la chica se dio la vuelta y asomó su mirada hacia la entrada, ahí pudo ver a su amiga corriendo como loca para echarle porras.


—¡Vamos, Luz! —La rubia cumplió su promesa, a pesar de llegar toda sudada logró arribar justo antes de la batalla final, Esmeralda mostró una sonrisa llena de alivio, pues deseaba profundamente que su mejor amiga estuviese ahí.


—Y el rival de esta chica también es una sorpresa, no tenemos antecedentes de él pero ganó con facilidad todos sus encuentros, ¡denle un aplauso a Pablo Casanova! —Esmeralda y Wendy casi gritaron al mismo tiempo, las dos quedaron con la boca abierta cuando vieron al muchacho caminando hacia la pantalla con un mando en sus manos.


A diferencia de Esmeralda, Casanova solo recibió aplausos fríos por mero compromiso, su actitud indiferente y callada dejó una mala impresión, los demás jugadores pensaron que era arrogante, por ende, no le prestaron atención. Aún así, el muchacho no gustaba de presumir sus habilidades; el haberse ganado la molestia de los espectadores fue un mero accidente.


—Bueno, vamos a terminar con esto. —El muchacho se colocó frente a Esmeralda, a primera vista no pareció importarle la apariencia de la chica, era solo una rival más para ganar el torneo.


—Eh, sí…—Esmeralda inclinó su mirada y habló bajo, su actitud contrastaba con la jugadora alegre que venía siendo desde las preliminares, quizá porque le daba un poco de vergüenza ser reconocida por un amigo.


—Jugadores, por favor pasen a las consolas —ordenó el juez.


La hora finalmente había llegado, Esmeralda caminó mirando hacia su costado para no tener contacto visual con Pablo, por desgracia, al no ver lo que había frente a ella terminó por enredar sus pies sobre uno de los cables. Al hacerlo fue cayendo hacia atrás, soltando el control…


Los malos recuerdos llegaron a su mente una vez más, la caída del mando antes de la final era el augurio más peligroso de su vida, ¿acaso le esperaba una tragedia en el futuro?, Esmeralda vio en cámara lenta como su cuerpo y control caían por separado, al mismo tiempo sus memorias volvieron con más fuerza que nunca.


Esa tarde gloriosa de hace cinco años, bajo el manto del crepúsculo y el apoyo de sus padres…


Aquel día el control cayó al piso como un símbolo de peligro, una advertencia del destino que iba más allá de la casualidad. Esmeralda sintió miedo, terror, angustia y frustración, ¿por qué pasaba la misma cosa?, pensó, no había motivo alguno para tener un cambio radical. Nuestra heroína cerró sus ojos resignada, entonces esperó el impacto de su cuerpo contra el suelo y el sonido del mando rompiéndose por el trancazo.


No obstante…


Grande fue su sorpresa cuando ninguno de los dos hechos pasó.


Cuando Esmeralda abrió los ojos se vio a si misma sujetada por Pablo, el joven la tomó de las caderas rápidamente, evitando así su caída. Aparte, con su otra mano alcanzó a tomar el control.


—Deberías tener más cuidado por donde caminas. —El joven le sonrió dulcemente, las chicas que estaban viendo lo ocurrido soltaron un grito bastante empalagoso, diciendo cosas como: “¡KYA!”, “Que romántico, seguramente van a ser novios pronto” y demás comentarios chismosos, además, los dos andaban en una posición bastante comprometedora.


—L-Lo siento mucho —respondió Luz, su rostro se enrojeció muchísimo, además, sintió un gran alivio por lo sucedido. Al final el mando no se cayó, por lo tanto no había mal augurio del que preocuparse.


—No ha sido nada, ahora vamos a jugar.


Pablo soltó a Esmeralda con un pequeño rubor en sus mejillas, de inmediato notó algo familiar en esa chica desconocida, una sensación que seguramente vio antes. Aún así, no le dio mayor importancia, ya que todavía deseaba ganar el torneo a como diese lugar.


Los dos competidores tomaron sus lugares frente a la pantalla, posteriormente escogieron a sus personajes para empezar el encuentro. Pablo Casanova escogió al protagonista masculino, Esmeralda no dejó a la chica moe (heroína principal), como curiosidad ambos estaban románticamente involucrados en la trama del juego. Aquel detalle agregó todavía más picardía al juego, pues muchos gritos de “UUUUUUUUUU” se escucharon por todo el lugar, incluso Wendy se la pasó molestando.


La primera ronda fue intensa, Esmeralda inició una ofensiva que logró romper las defensas de Pablo a base de combos bajos y voladores al mismo tiempo. Casanova frunció el ceño frente a esa estrategia tan fuerte, el muchacho no esperó que Luz fuese a la ofensiva tan rápido.


—Esto no me lo esperé —susurró, al cabo de unos cuarenta segundos su personaje perdió la pelea por diferencia de tiempo, dándole a Esmeralda el primer asalto.


—Uno más y el premio será mío.


—Esto aún no se termina. —Casanova centró su atención entera en el juego, nunca antes había enfrentado a una rival tan poderosa, de hecho, en todas las rondas que jugó nunca se vio en la necesidad de llegar a la segunda mitad de su barra vital. El haber perdido el primer encuentro no estaba dentro del presupuesto, por lo tanto le tocaba improvisar.


La segunda ronda comenzó con una estrategia diferente, Pablo decidió quedarse a la espera de los embates en búsqueda de un contraataque. Esmeralda no creyó que su rival se acobardó, por ende, no dejó ninguna abertura descubierta que pudiese ser usada en su contra.


O al menos eso pensó, Pablo utilizó un recurso que rara vez era usado en el juego: ¡El rompimiento defensivo!, dicha maniobra consistía en perder toda la defensa por sobrecarga de escudos y luego usar la fuerza restante en un contraataque con toda la energía guardada por los embates anteriores.


—Eh, ¡no puede ser! —Esmeralda se dio cuenta muy tarde, cuando quiso retirar a su personaje, ésta ya había caído víctima de un combo especial que la dejó sin barra de vida —. No creí que fueses a usar el rompimiento defensivo —halagó Esmeralda con voz cambiada —. Pero no caeré en el mismo truco dos veces.


—Ya veremos —contestó el pelirrojo.


Durante la tercera pelea todo cambió, los dos olvidaron las estrategias y se enfrascaron en una batalla campal donde efectuaban sus mejores técnicas, desde movimientos especiales hasta los “súper escondidos”, ¿por qué motivo hicieron eso?, era fácil de entender para cualquier video jugador…


Esmeralda de la Luz y Pablo Casanova tenían la misma habilidad jugando videojuegos, no valía la pena emplear estrategias que llevarían al mismo resultado: Un empate, por ende, olvidaron toda la nomenclatura de los juegos y simplemente se divirtieron para ver quién era el más apasionado.


¡Fue un encuentro reñido!, las barras de energía se cargaban a cada rato por la diversidad de movimientos especiales, ¡nunca nadie vio una demostración tan hermosa de poder!, la audiencia quedó muda, incluso Wendy que no entendía mucho del juego se vio absorbida por tan magistral duelo. Esmeralda y Pablo chocaron sus poderes definitivos durante los últimos diez segundos, entonces diferentes botones aparecieron en la pantalla.


—¡Es ahora! —Casanova apretó todos los botones, su rival hizo lo mismo ya que era un duelo de velocidad, quien apretase más rápido ganaría la colisión.


10, 9, 8, 7, 6…


—¡Ah! —gritó Esmeralda, para ese momento ya ni le importaba que reconocieran su voz, además, apenas se escuchaba por los gritos eufóricos de la audiencia.


—¡No perderé! —Pablo también se metió en el juego, tanto que ni siquiera reconoció a su compañera de clases. En ese lugar y tiempo solo importaba ganar ese encuentro, ¡era la video batalla definitiva!


5, 4, 3, 2, 1…


¡Cero!


—¡Y el ganador es, Pablo Casanova! —El pelirrojo logró la victoria en el último segundo, su personaje poseía mejor poder ofensivo y dicha característica le otorgó un golpe más profundo en el movimiento final. Los fanáticos quedaron callados por unos segundos, ellos todavía no se recuperaban de la impresión que dejó aquel encuentro.


Esmeralda se sintió un poco triste por haber perdido, sin embargo, mostró una sonrisa amable en reconocimiento a su rival. El combate fue tan reñido que Pablo tampoco creyó haber ganado, fue una diferencia microscópica, de no haber estado el juez presente pudo terminar en un empate también.


—Oye, felicidades por tu victoria. —Luz caminó a lado de su rival sin ningún tipo de rencor, el muchacho asintió amablemente y le devolvió la sonrisa.


—Gracias, este fue el juego más reñido de mi vida, ¡deberíamos repetirlo de nuevo! —Casanova no se mostró altanero por ganar, de hecho, se comportó como todo un caballero al darle una educada reverencia a su rival y recibir el premio sin mayor escándalo. Esmeralda por su parte recibió la recompensa del segundo sitio, no era lo que deseaba, pero la simple experiencia de jugar al máximo de su capacidad fue suficiente para ella.


Bajo una nube de aplausos y alegría, el torneo de juegos llegó a su fin.


—Ah, es una lástima que no pude ganar el primer lugar, realmente quería esos regalos. —Esmeralda todavía tenía su atuendo ridículo puesto, de hecho no le dio vergüenza alguna caminar disfrazada por las calles del vecindario. Los transeúntes pensaban que se trataba de una loca o vagabunda y a decir verdad, no estaban muy equivocados. La misma Wendy quería medir su distancia, ya que su reputación de chica elegante (menuda broma) podía verse manchada.


—¿Por qué sigues con esa ropa? —cuestionó Wendy.


—¿A poco no me queda genial? —Esmeralda no bromeaba, la chica llevó sus manos a la cintura repleta de orgullo, su sentido de la moda estaba un poco descompuesto. Bueno, un poco no… ¡Mucho!


—Pareces una ladrona de bancos…


—¡Claro que no! —Su pequeña discusión duró dos minutos, durante ese lapso las dos estuvieron lanzándose bromas carentes de sentido. Sin embargo, la tarde todavía no terminaba, al llegar a la intersección vieron a Pablo Casanova recargado sobre un poste de luz, el muchacho corrió hacia ellas rápidamente con una bolsa en su mano diestra.


—Chicas, por fin las encuentro.


—Eh, ¿sucede algo? —Esmeralda trató de usar la faceta de “Luz” para engañar al pelirrojo, por desgracia, el joven solo suspiró pesadamente.


—Ya sé que eres tú, Esmeralda, puedes dejar de fingir.


—¿Eh?, ¡¿cómo me descubriste?!


—Me di cuenta cuando escuché tu voz en el torneo, pero estaba tan concentrado en jugar que olvidé por completo saludarte. No preguntaré porque te disfrazaste para competir, seguramente tienes tus razones. —Pablo Casanova hizo lo correcto, si bien el motivo no era la gran cosa el haber respetado la privacidad de una chica le dio puntos extra como caballero. Después de todo, a las mujeres no les gustaban los hombres insistentes.


—Gracias por entender…—susurró muy apenada, Wendy decidió hacerse a un lado para dejarlos solos.


—Venga, no te preocupes. —Pablo le entregó a Esmeralda la bolsa negra que cargaba consigo, al hacerlo el pelirrojo volteó hacia otro lado totalmente sonrojado —.Escuché por ahí que deseabas el premio del primer lugar… Así que… ¿Quieres tenerlo?, ya tengo casi la mayoría…—susurró, Casanova realmente hacía un esfuerzo por suavizar el tono de su voz, de hecho, las mejillas del muchacho se tornaron rojas como su cabello.


—Eh, n-n-no, tú ganaste limpiamente…—Esmeralda se sorprendió por la reacción que tuvo Pablo, ni siquiera cuando la cargó a casa pudo apreciarlo tan apenado y adorable. Incluso el bastardo de Casanova tenía un lado dulce.


—Entonces déjame cambiar mi cuestión, te lo regalo como un símbolo de nuestra amistad… No sabes lo mucho que te aprecio por dejarme ser tu amigo, y-ya sabes, n-no tengo gente con quien hablar o a-alguien que me comprenda. —Pablo hizo una pausa mientras evitaba por todos los medios ponerse a llorar, segundos más tarde soltó un suspiro repleto de vergüenza —.Quiero que tengas estos premios como un recuerdo de nuestro encuentro, me divertí mucho, es una memoria que atesoraré por siempre en mi corazón…


—Yo también pienso lo mismo, la verdad me oculté porque el torneo me traía recuerdos dulces y amargos, pero con lo de hoy… ¡Siento qué es una memoria totalmente feliz!, haber jugado contigo en la final y el tenerte aquí lo muestran, ¡ha sido el mejor torneo de videojuegos de todos!, no me importa perder si eso significa tener un lindo recuerdo a tu lado. —Esmeralda se quitó los lentes falsos y también se acomodó ligeramente el cabello, al hacerlo le mostró una deslumbrante sonrisa a Pablo Casanova, sus orbes brillaron con el resplandor del atardecer, dándole una vista casi angelical.


Pablo Casanova creyó que estaba viendo a un ser divino, él siempre fue rechazado por todas las personas que lo conocieron, incapaz de hacer amigos o tener una infancia feliz, se vio a sí mismo recluido como un ermitaño. Aún así, la chica frente a él le dedicó una de las mejores sonrisas de su vida, no había error alguno en dicha declaración.


La vida del chico había ganado un significado, ya no era solo una rutina vacía igual a la de una máquina, sino todo lo contrario. Ese hermoso gesto por parte de nuestra protagonista fue suficiente para salvarlo de la soledad, aunque Esmeralda no se diese cuenta, su increíble amabilidad y ternura acabaron por darle cobijo a un alma que no merecía ser salvada. Una segunda oportunidad para la persona más miserable e inútil del planeta.


—¿En verdad piensas eso? —Casanova luchó por todos los medios para no llorar, por desgracia para él, la respuesta de su querida amiga terminó por quebrar su espíritu de macho.


—Por supuesto, es el mejor recuerdo que he tenido en mucho tiempo, muchas gracias…


—Y-Yo…—Pablo de inmediato abrazó a Esmeralda, fue un movimiento suave y veloz que terminó por dejar confundida a nuestra heroína. Lo que pasó después fue sorprendente, Casanova derramó unas cuantas lágrimas de felicidad por haber escuchado esas lindas palabras. Nadie en su vida le había dicho cosas tan buenas como Esmeralda, todos pensaban que era un fracasado, inútil, tonto y desgraciado, una vida carente de sentido.


Pero ahí estaba Esmeralda, con su sonrisa angelical y mirada dulce…


—¿Pablo? —La joven heroína pudo escucharlo sollozar mientras era abrazada, aún así, decidió guardar silencio y solo corresponder su abrazo. Wendy se mantuvo callada, sabía que no podía bromear en un momento como éste.


—L-L-Lo siento, n-n-no sé que me pasó. —Pablo soltó a la chica rápidamente, en seguida se dio la vuelta y luego dio unos pasos hacia el frente —. E-Espero que te guste mi regalo, f-fue un placer haber hablado contigo hoy.


Pablo se vio atrapado por el momento y por la pena intentó escapar, Esmeralda estaba tan nerviosa que no sabía cómo reaccionar. ¿Era buena idea dejarlo ir?, una parte de ella deseaba llamarlo otra vez, pero su corazón latía a mil por hora que no era capaz de moverse ni pensar racionalmente.


¿Qué significaba este nuevo sentimiento?, nunca antes se había sentido así con otros chicos…


—Si no le dices algo ahora, la vas a cagar —comentó Wendy.


—¡Pablo, espera! —Esmeralda se deshizo de sus dudas y temores por unos instantes, sabía que si desperdiciaba esta oportunidad de volverse cercana a Pablo no tendría una segunda chance.


—¿Eh? —Casanova se dio la vuelta un tanto avergonzado, su rostro todavía seguía muy colorado por lo sucedido hace unos instantes.


—Y-Ya que nuestras casas están muy cerca, ¿qué te parece si vamos juntos a la escuela de ahora en adelante?, d-debe ser muy aburrido caminar mucha distancia solo, a-además… Quiero conocerte mejor…—Esmeralda hizo lo correcto, decir algo indecoroso o muy atrevido podría asustar al chico, por ende, se fue por la opción más segura y terminó por tener un resultado impresionante.


—Claro, ¿por qué no?, y-yo también quiero conocerte mejor…—respondió, al hacerlo el muchacho acarició la cabeza de su amiga y luego caminó hacia el horizonte.


—Nos vemos mañana.


—Sí…


Los dos se despidieron con la promesa de caminar juntos de ahora en adelante, ese torneo fue lo que unió más sus corazones, definitivamente se convertiría en una memoria digna de atesorar.


Fin de la historia 11


Fue todo por ahora, ¿qué les pareció la historia?, ¿qué escena les gustó más? <33

 

Hola :3 el siguiente capítulo puede contener escenas fuertes, así que advierto de antemano >w< ahí va.



Historia 12: Magical Blade


Era una noche fría y oscura en los barrios más bajos de Ciudad Juárez, Chihuahua, el viento invernal golpeaba con todo a los pobres habitantes obligándolos a usar suéteres y chamarras pesadas. Ahí, en medio de las solitarias calles ocurría un crimen común, ya no era sorprendente ver estas escenas tan desgarradoras.


—Bastardos, hijos de puta, los odio a todos. —Una mujer maldecía la desgraciada suerte que le tocó pasar, mientras su pequeña hija de diez años veía como la vida de su madre se desvanecía en un mar de frustración. La señora era demasiado delgada, con piel pálida y ojos cafés carentes de brillo, su blusa blanca se tiñó de rojo escarlata que poco a poco iba consumiendo todas sus prendas.


¿El motivo?


Un robo, ella cargaba solo cincuenta pesos y en un jodido mal entendido un ladrón acabó por apuñalarla. ¿Acaso su vida solo valía esa cantidad de dinero?, la señora maldijo a los siete vientos toda la desgracia que pasó durante años. Vivió pobre, casada con un humilde albañil y sin ningún tipo de estudio, maltratada por su familia e ignorada por el resto del mundo.


Sí, una muerte insignificante, un feminicidio que aparecerá en las portadas de periódicos y ocupando veinte segundos en un noticiero mañanero. Así de insignificante era la vida de esta triste mujer, cuyo nombre ni siquiera valía la pena mencionar.


—¡Mamá!, llamaré a una ambulancia para que te recuperes, vas a ver que todo saldrá bien. —La niña en cuestión no era muy diferente a sus compañeras de clase, vestía un uniforme escolar sencillo, compuesto de falda roja y blusa café, portaba lentes baratos y también un listón rojo en su cabello.


—Ya déjalo, Emily, me va a llevar la chingada. —La mujer empezó a vomitar sangre, su cuerpo se enfriaba cada vez más rápido y para colmo nadie salió a brindarles apoyo —. Este mundo es una mierda, hija, una mierda, lo odio, odio todo acerca del mundo, ¡lo detesto! —La mujer tosió fuertemente, pero ni siquiera el dolor pudo detener sus lamentos.


—Mamá, no digas más, v-vendrá la policía a salvarte…—Emily susurró mientras trataba de mantener la calma, debido al frío empezó a temblar y por consecuente sufrió un ligero dolor de garganta. No sabía si gritar, correr o marcar por celular, la adrenalina en su cuerpecito se acumuló en demasía que acabó por no hacer nada.


—Nadie vendrá a salvarme a mí ni a ti, nadie, ¿me escuchaste?, los humanos son mierda, ¡todos y cada uno de ellos!, sobrevive…—Y tras esas últimas palabras la vida de esa pobre mujer llegó a su fin.


Aquella fue una muerte insignificante para el mundo, la policía llegó media hora después para confirmar el deceso, periodistas tomaron fotos de la escena y como de costumbre el cadáver salió en primera plana. No obstante, dos días después Ciudad Juárez olvidó el incidente, las demás personas continuaron con sus vidas como si nada hubiese pasado.


Una muerta más en la estadística.


Sin embargo, Emily no olvidó la muerte de su madre, ¿cómo podría hacerlo?, esas últimas palabras rompieron su corazón brutalmente. “Los humanos son mierda”, aquella frase contenía un significado tan profundo, que ni siquiera los filósofos más sabios podrían encontrar la respuesta.


Después de todo, ¿cómo explicar el odio?, tantos lo habían intentado y al final se llegaba a la misma conclusión: Ninguna.


La vida de Emily dio un giro de trescientos sesenta grados, su padre no podía llevarla a la escuela, por lo tanto, se vio forzada a caminar grandes distancias durante la noche. Fueron días pesados, a veces se sentía sola y lloraba en el baño para que no se burlasen de ella, extrañaba las tortas que le preparaba su mamá con tanto esfuerzo, usando pan a punto de caducar y jamón bien cocido para evitar cualquier tipo de enfermedades.


Aún así, Emily todavía quería creer en la felicidad, ella se aferró a la dulce idea de que los humanos eran buenos. Si seguía el consejo de su madre, entonces le estaría dando la razón a un odio brutal y terminaría por destruir las esperanzas de su progenitora: una vida feliz.


Por desgracia, lo que encontró al llegar a casa antes de su onceavo cumpleaños terminó por romperla para siempre. La escena frente a ella era surrealista, Emily no sabía lo que estaba frente a sus ojos, simplemente era irreal, absurdo, sacado de un cuento o película de terror.


Pero no, aquello era real, tan real como el sudor de su frente o los mareos que sufrió cuando vio eso… Las paredes de su departamento yacían repletas de sangre, pero ésta no andaba tirada por doquier, el líquido vital tenía la forma de un pentagrama satánico que vio alguna vez durante sus clases de catecismo. Había ocho pentagramas distribuidos por todo el departamento, empezando desde la puerta hasta los baños.


En medio de esos pentagramas yacía su padre, con una sonrisa tan desquiciada que parecía sacada de una leyenda urbana. El hombre de mediana edad era regordete y bigotón, rasgo típico de su profesión, con piel morena debido a las horas bajo el sol y una estatura relativamente baja, no obstante, la expresión en su rostro no era humana, o al menos no lo parecía.


—Hola, Emily, adivina qué, ¡voy a matar al pendejo qué asesinó a tu madre! —El señor levantó sus manos al mismo tiempo, al hacerlo los pentagramas brillaron con un rojo carmesí tan poderoso que cegó temporalmente a Emily.


—¡Papá!, ¿qué hiciste?, ¿de dónde salió la sangre? —La pobre niña tapó su boca de inmediato, no debió haber preguntado…


—Eso no importa…—susurró, de inmediato vio como un ser atroz salía de los pentagramas. Emily vomitó, no pudo soportar el horror de verlo, apenas tuvo contacto con él ya que derramó todo el líquido de su estómago en un solo impacto, fue aterrador.


Era un humanoide con ocho patas saliendo de su boca, el resto de su cuerpo yacía cubierto de ojos negros que se movían asquerosamente, estaba desnudo, sus proporciones no se distinguían entre masculino o femenino, de hecho, darle género a esa monstruosidad era demasiado. Emily siguió vomitando, los jugos gástricos salieron también de su nariz, deseaba desmayarse, caer inconsciente para no ver más a esa terrible cosa.


—Papá…—susurró la pobre niña entre llanto y vomito.


—Es hora de iniciar mi venganza…


El monstruo exclamó un rugido agudo y aterrador para las orejas, Emily sintió como unas cuantas gotas de sangre salían de sus oídos, el simple hecho de escuchar a ese averno era suficiente para destruir cualquier cordura. No podía explicarlo de otra forma, simplemente era algo que no debería ni existir en ese lugar ni tiempo.


La criatura dio unos pasos hacia el frente, su forma de locomoción también resultó extraña, al carecer de dos piernas firmes para avanzar tuvo que hacer uso de las enormes manos salidas de su boca. Sí, parecía una araña humanoide, sin mencionar esos asquerosos ojos que derramaban un líquido verde muy apestoso.


—Papá…—susurró Emily en medio de sus vómitos.


—Este mundo plagado de basura conocerá mi furia, estoy cansado de ser pisoteado por esos imbéciles traficantes o los empresarios millonarios. Tomaré venganza por todos los oprimidos con mi nueva invocación. —Las palabras del sujeto iban más allá de una amenaza vacía, el monstruo que trajo a la vida era una representación de su interior, es decir, una sombra viviente…


Dichas criaturas poseían una fuerza relativa a la maldad del corazón, cuanto más malvado fuese una persona, mayor sería el poder ofensivo. Claro, influía también la cantidad de energía mágica, técnica y demás conocimientos básicos para la hechicería.


De repente, la puerta del departamento estalló, el monstruo retrocedió de un salto y Emily cayó al piso, en seguida trató de levantarse para observar el motivo de la explosión. En lo que antes era su entrada familiar yacían cinco sujetos vestidos con trajes negros, sin corbata ni sombrero, no había ningún otro color en sus vestimentas.


—¿Quiénes son ustedes?, ¿qué hacen aquí? —cuestionó el invocador amateur.


—Mátenlo —respondió uno de los hombres misteriosos, bueno, había una mujer entre ellos, pero identificar su sexo no era relevante en ese momento.


Los ejecutores sacaron de sus ropas pistolas nueve milímetros, o al menos eso creyó ver Emily, inmediatamente dispararon una ráfaga de balas coordinadas en dirección al invocador. En teoría debería ser fácil, un hombre regordete y sin entrenamiento mágico no presentaba un reto para ejecutores experimentados, no obstante…


—Los tengo. —La sombra viviente se desplazó a gran velocidad para bloquear las balas, Emily apenas vio como una “mancha” atravesó cinco metros en menos de un parpadeo. Los trajeados retrocedieron rápidamente para reagruparse, ya que pelear en terreno cerrado era básicamente un suicidio anunciado. Por desgracia, la bestia los interceptó justo antes.


—¡Cuidado! —Las manos de esa “cosa” se transformaron en cuchillas, Emily quedó petrificada del terror ante esa maniobra tan horripilante, uno de los ejecutores hizo aparecer mágicamente una espada y de inmediato cargó contra la criatura. La chica perdió el aliento temporalmente, todos los sucesos fantásticos que sucedían frente a ella destruyeron por completo su sentido común, ya ni siquiera sabía si estaba despierta o dormida.


La “cosa” y el agente combatieron por siete segundos, no hacía falta decir que las cuchillas múltiples cortaron en dos al pobre ejecutor, aún así, su muerte dio tiempo suficiente a los otros combatientes para salir del departamento y combatir en terreno más abierto. Emily volvió a vomitar, ver a un ser humano ser partido por la mitad fue demasiado para su mente…


—¿Q-Q-Qué pasa? —se preguntó a sí misma, el monstruo salió de la casa sin prestarle atención a la niña, seguramente porque no presentaba amenaza alguna. Su padre hizo lo mismo, como si estuviese siendo poseído por alguna fuerza extraña. Pero no, él estaba cien por ciento consciente de sus acciones, hacer un exorcismo era innecesario en este punto.


Emily poco a poco se arrastró entre los escombros para seguir viendo la batalla, los peleadores usaban armas de fuego, espadas y hechicería de nivel bajo para hacerle frente a la invocación. Todo sucedió en menos de tres minutos, el miembro más alto de los trajeados colocó sus manos hacia el frente, los miembros restantes cubrieron a su compañero a base de estocadas y disparos.


—¡Hechizo de fuego: cremación! —El cuerpo de la sombra viviente ardió en llamas, fue un espectáculo surrealista, los gritos de la bestia provocaron un dolor terrible a Emily, cuyo cuerpecito no estaba preparado para ese tipo de aversiones. Sorprendentemente, la “cosa” no murió, quedó moribunda en el piso arrastrándose como un gusano aplastado.


—Eh, ¿qué hicieron?, ¡se dan cuenta de lo qué hicieron! —exclamó el padre de Emily.


—Ya cállate. —Y de un disparo en la cabeza terminaron por matar al invocador, al hacerlo la bestia desapareció. Emily vio como los sesos de su progenitor salieron volando en distintas direcciones, tanto que sus ropas se vieron manchadas por esos tejidos muertos. Sin embargo, ella no mostró ninguna emoción, de hecho no sabía cómo sentirse en ese momento.


¿Debía llorar la muerte de su padre?


¿O sentirse a salvo por la destrucción del monstruo?


Emily no pudo procesar tanta información, se quedó viendo a la nada por unos instantes…


Hace apenas dos horas ella estaba sentada en clases, aprendiendo formulas matemáticas simples y riendo un poco por las bromas del profesor, ahora ni siquiera tenía una noción de la realidad. La única mujer de los cazadores se acercó a la niña, Emily no pudo sentir ninguna hostilidad así que no corrió ni huyó de la situación.


—Hola, ¿cómo te sientes? —cuestionó la mujer, Emily no le respondió, simplemente se quedó viéndola —. Creo que ya has visto demasiado, dime, ¿tienes algún otro pariente?


La jovencita negó con la cabeza, quería hablarle para hacerle saber toda su historia personal, por desgracia su voz no salía. Los demás cazadores quemaron los cuerpos y luego volvieron con la mujer.


—¿Y qué hacemos con la niña? —cuestionó uno de los agentes.


—Supongo que la dejaremos en un orfanato, no podemos dejarla aquí —respondió la mujer con un tono ligeramente maternal, quizá al ser una chica supo ser más blanda que sus compañeros varones. No obstante, un foco invisible se encendió en la cabeza de Emily…


Su padre fue asesinado, eso era un hecho que no podía cambiar, no obstante, para invocar a ese monstruo tuvo que robar grandes cantidades de sangre. Y solo había una forma de hacer eso: matando personas.


Sí, su padre se había transformado en todo lo que su madre dijo, una mierda viviente que no tenía derecho a vivir. Entonces haberlo asesinado era la opción correcta, con su muerte muchas vidas fueron salvadas.


—Esperen, quiero ir con ustedes. —Emily por fin habló, no obstante, sus ojos ya no tenían el brillo inocente de hace algunas horas —. Quiero aprender a matar personas, para que nadie más tenga que morir.


Aquella declaración dejó sin aliento a los cazadores, incluso ellos sintieron un ligero escalofrío cuando Emily mencionó la palabra “matar”, pues eso era todo lo que ellos hacían. Además, la falta de tristeza ante la muerte de un ser querido terminó por asustarlos ligeramente.


—¿Estás segura de esto? —preguntó la mujer.


—Sí, ustedes son los buenos de la historia, ¿no?, matan a los malos para que los buenos no tengan que sufrir.


—Muy bien, puedes venir con nosotros.


Desde ese día, Emily aprendió muchas cosas, desde resistencia física hasta conocimiento de armas: Espadas, cuchillos, pistolas, rifles y demás, como no provenía de ningún clan mágico tuvo un entrenamiento de hechicería bastante básico, aún así, lo poco que aprendió fue suficiente para volverla una peleadora decente.


Emily en sí no era la gran cosa como peleadora, sus habilidades estaban en el promedio general de los cazadores, no era un genio ni tampoco inútil, los años la volvieron una guerrera con un instinto de combate autosuficiente. A pesar de sufrir durante sus primeros dos años físicamente nunca se quejó, tampoco mostró debilidad ni arrepentimiento de su decisión.


Los hombres trajeados (y mujer) de esa noche eran miembros de los “cazadores”, una organización mucho más moderna y diferente al gremio mágico o el Vaticano. A diferencia de las dos anteriores, los cazadores se especializaban únicamente en el asesinato de cualquier cosa (humano, ser sobrenatural o demonio) que amenazara la seguridad mundial.


Ellos no se casaron con los métodos antiguos, debido a ello emplearon cualquier cosa que pudiese servir para matar, desde antiguas escuelas de esgrima, hasta el uso de armas modernas exclusivas del ejército. Por ello, aprendían hechicería básica y artes marciales asesinas, cada miembro, por más débil que fuese era una máquina de matar impresionante.


Aún así, Emily era diferente a los demás miembros de su generación, no por su habilidad ni talento. Ella nunca dudó en apretar el gatillo o bajar la espada para matar a alguien…


Incluso los más veteranos sentían algún ligero remordimiento o temor durante las peleas, pero Emily jamás dudó, ella poseía una firme convicción acerca de la justicia, por ende, nunca tuvo dudas, tampoco palpitaciones al momento de finalizar una vida. Los demás cazadores también asesinaban personas indiscriminadamente, pero ellos carecían de frialdad para seguir como si nada hubiese pasado.


Con el tiempo, Emily creó una identidad exclusivamente para pelear, aprendió el hechizo de transformación temporal para alterar su apariencia, su cabello se tornó blanco y guardaba sus lentes (ya no los necesitaba para este punto), además, usaba un atuendo diferente al uniforme de los cazadores. Éste consistía en una blusa corta que dejaba medio abdomen descubierto, una minifalda con un short adentro y por supuesto, un antifaz negro que daba cierto temor a primera vista.


Magical Blade…


Así la nombraron sus enemigos, aunque parecía una chica mágica ella era más bien una heroína de la justicia, mataba brutalmente a todos los que cometían atrocidades, desde invocadores hasta asaltantes. Y bueno, su historia finalmente llegó a este punto, tras muchos logros los cazadores le asignaron un área de trabajo permanente.


No hacía falta decir a dónde fue…


—Hoy tenemos a una nueva estudiante transferida, sé que ya es casi fin de año, pero trátenla bien. —El profesor de Esmeralda anunció la llegada de una chica nueva, nuestra heroína elevó su cabeza para ver a su nueva compañera.


—Soy Emily —susurró…


Fin de la historia 12

Y así termina la primera parte del arco argumental, el siguiente capítulo tratará acerca de Magical Blade y Magical Luz, esperen con ansías este arco serio :3
Las preguntas
¿Qué te pareció el capítulo?

¿Qué piensas de Magical Blade?

 

Muy bien, acá esta la siguiente historia de este arco argumental, no diré más para no ofrecer pequeños spoilers que arruinen la sorpresa.


Historia 13: Magical Luz vs Magical Blade


Emily entró al salón de clases sin decir ninguna otra palabra, sus ojos inexpresivos se posaron sobre el asiento que señaló el docente. Los estudiantes evitaron verla, a diferencia de los mangas cliché no se dio un mayor revuelto por la llegada de una chica nueva, de hecho, parecían asustados de su presencia.


A pesar de no mostrar ningún rasgo fuera de lo normal había algo en ella que despertaba los instintos más básicos del ser humano, un aura peligrosa, como aquella que tenían los asesinos en serie o criminales famosos. Cuando Emily pasaba los estudiantes evitaban verla directo a los ojos, todos preferían ocultarse a tener que confrontarla directamente.


O al menos casi todos…


Pablo Casanova no desvió su mirada, se mantuvo examinándola fijamente hasta que se aburrió y desvió sus orbes al pizarrón. La chica con lentes ignoró aquel gesto desafiante, por ende, siguió avanzando hasta sentarse en su pupitre. Wendy se acercó a Esmeralda y a corta distancia comenzó a susurrarle.


—Oye, esa chica no me da buena espina —comentó.


—A mí tampoco, pero no podemos juzgar a nadie por su apariencia. —Esmeralda trató de pensar racionalmente, resultaba imposible que ella fuese una loca en busca de sangre, ¿verdad?


En fin, las clases transcurrieron sin mayores novedades, Emily se acopló al ritmo de los demás y mantuvo una atención buena durante cada materia. Ella no era tan inteligente como Esmeralda, pero tampoco apestaba en la escuela como Wendy, gracias a esos atributos logró pasar desapercibida entre todo el grupo. Aún así, nuestras heroínas sintieron un mal presentimiento cuando Emily pasó cerca de ellas.


Ese mismo día, Esmeralda decidió caminar sola por los pasillos escolares en búsqueda de unas galletas, Wendy se quedó esperándola en un salón vacío, ya que tuvieron la hora libre. La jovencita ya estaba saboreando las riquísimas galletitas con un poco de leche que Wendy trajo consigo para compartir, ¡bendito sean, dulces!


—Estás viviendo muy despreocupadamente. —Emily interceptó a Esmeralda a la mitad del pasillo, ella no traía consigo sus gafas y en su lugar le dedicó una mirada repleta de odio. Esmeralda relacionó dicho sentimiento con Patricia en primer lugar, no obstante, tras analizar bien sus gestos faciales se dio cuenta que lo de Patricia no fue diferente a un chiste o un capricho infantil.


El odio emitido por Emily era mil veces peor, un sentimiento repleto de tristeza y carencia de alegría.


—¿Necesitas algo de mí, Emily?, tal vez puedo mostrarte la escuela más tarde, para que revises los clubes y veas a dónde unirte.


—¿Acaso crees qué soy una imbécil?, deja de estar haciéndote la tonta. —La chica tomó a Esmeralda de la muñeca y sin previo aviso la apretó.


—Auch, oye… Me estás lastimando…—susurró Esmeralda.


—¡Ya deja de jugar! —Emily soltó a Esmeralda de golpe, entonces dio unos pasos hacia el frente para hacerla ver más pequeña. Aquella táctica de intimidación funcionó, ya que Esmeralda volteó a ver hacia otro lado —. ¡Mírame de frente, idiota!, no sabes lo repugnante que eres, desearía acabar contigo justo ahora, tonta.


—¿Por qué me dices eso?, yo no quiero tener problemas…—Esmeralda sabía el porqué del maltrato, en su interior ella tenía una corazonada capaz de resolver el misterio. No obstante, prefirió mantenerse ignorante, dejar que las cosas sucedieran a su ritmo para evitar una confrontación directa, por desgracia, sus intentos fracasaron rotundamente.


—¿Sigues jugando el rol de la estudiante acosada?, ¡para de una vez!, Magical Luz. —Emily se hartó de la actuación, en ese momento la chica levantó su mano con toda la intención de soltarle una cachetada, sin embargo, Pablo Casanova interceptó la trayectoria del impacto agarrándola por atrás de la muñeca. Menudo error, en un reflejo inconsciente provocado por años de entrenamiento, Emily se dio la vuelta rápidamente y lanzó una patada a la cabeza del muchacho.


—¡Cuidado! —exclamó Esmeralda, no obstante, grande fue su sorpresa cuando vio a Casanova bloqueando la patada con su otra mano.


—Oye, eso fue atemorizante, no puedes ir por ahí lastimando a tus compañeros. —Pablo Casanova habló con arrogancia, a diferencia de Esmeralda, el muchacho se mantuvo todo el tiempo encarando a Emily, aquel gesto molestó en demasía a la chica, pues no estaba acostumbrada a que un civil le dirigiese la palabra.


—Esto no tiene nada que ver contigo, deja de proteger a esta mentirosa y lárgate.


—¿Desde cuándo dejo qué una presumida me dé ordenes?, es verdad, ¡nunca!, no molestes a mi querida amiga. —Pablo Casanova se puso frente a Esmeralda, el chico no sabía que Emily tenía razón, la jovencita estaba ignorando el problema, ahí la más culpable era su preciada compañera.


—Vaya, parece que has entrenado a un gorila estúpido para que te proteja, pero eso no cambia nada. Eventualmente deberás enfrentar la verdad. —Emily intentó por última vez intimidar a Casanova, en esta ocasión utilizó su mirada asesina, aquella que utilizaba en sus víctimas antes de matarlas. No obstante, ni siquiera esos aterradores orbes carentes de vida pudieron mover al chico, esa determinación no era normal, aún así, decidió no seguir con la confrontación.


—¿Estás bien? —Pablo sonrió amablemente, en seguida se acercó a Esmeralda para ver si no le habían hecho daño.


—Sí, muchas gracias por haberme ayudado. No sé que tiene Emily en mi contra, pero no quiero tener problemas con nadie…


—Esa mujer tiene un severo problema, por cierto, eh, yo… Bueno, s-si, si, si alguien intenta molestarte de nuevo, p-puedes contar conmigo. —Pablo Casanova tartamudeó aquellas palabras, su rostro comenzó a ponerse colorado y también evitó tener contacto visual. Esmeralda solamente pudo soltar una risita inocente ante dicha reacción, a pesar de su personalidad y apariencia, Pablo Casanova era en realidad un muchacho bastante tímido y adorable.


Por desgracia, Emily tenía todo el derecho de estar enojada, después de todo no le dirigió la palabra ni trató de lidiar con ella desde un inicio. Ambas poseían buen instinto rastreador, es decir, eran capaces de identificar a los usuarios mágicos con la pura mirada, desde el primer momento. Evitar a Emily fue una irresponsabilidad total por parte de Esmeralda.


De hecho, una parte de ella se sintió culpable por usar a Pablo para escabullirse de una situación incómoda que debía resolver cuanto antes. Aún así, el gesto del pelirrojo hizo que se sonrojara también.


—Muchas gracias, eres un buen amigo, Pablo.


—N-N-No es nada…—respondió de la misma forma, tras despedirse en los pasillos Esmeralda regresó con Wendy, de ahí en adelante continuaron con su rutina y esperaron a que las clases siguieran su rumbo.


¿Por qué Esmeralda no quería lidiar con Emily?


Desde que la chica entró al aula nuestra heroína tuvo un mal presentimiento, en sí no era diferente a una suposición, aún así, algo en ella le provocaba disgusto, repulsión, como si estuviesen diseñadas para no ser amigas nunca más. Al momento de sentir un aura mágica en ella las cosas empeoraron, Emily era una persona conflictiva, su personalidad directa contrastaban con la timidez natural de Esmeralda.


Sí, ambas eran dos caras de la misma moneda…


Wendy no poseía el sentido de percepción tan desarrollado, por ende, la presencia de la chica nueva no le interesó en lo absoluto. En verdad su ignorancia parecía más un talento que una desventaja, ya que la cazadora tampoco tuvo interés en ella. Cuando las clases terminaron nuestras heroínas caminaron por el portón escolar, por un instante la idea de irse a casa para ver televisión rondó por la cabeza de Esmeralda.


No obstante, unos gritos cerca de la estación alteraron el orden público.


—¡Alguien necesita ayuda! —exclamó Wendy.


—¡Transformación! —Tras una secuencia jodidamente reveladora y llena de fanservice que me da una increíble pereza narrar, las dos chicas corrieron en dirección a los gritos. Ahí vieron a un hombre sapo, bueno, en realidad tenía cabeza de sapo y cuerpo humano, en verdad era desagradable a simple vista. Las mujeres corrían asustadas mientras los hombres simplemente ignoraban la situación.


—Robaré las carteras con mi súper lengua. —Una asquerosa lengua enorme salió de su boca, en seguida comenzó a tomar bolsos y pertenencias valiosas de los transeúntes, ante la mirada atónita de éstos. Justo cuando Esmeralda iba a empezar su ofensiva pasó lo inesperado, Magical Blade cayó del cielo literalmente hablando.


—¡Muere! —La joven de cabellos blancos lo atacó por sorpresa, el hombre sapo ni siquiera supo que lo golpeó, ya que ambas espadas atravesaron su cuello matándolo instantáneamente. La sangre del humanoide se expandió por todo el sitio, manchando la vía pública y las mesitas de una cafetería cercana. Fue un golpe brutal, Magical Blade ni siquiera trató de hablar con él o brindarle una pelea justa.


Sí, aquello no fue una pelea…


Fue una ejecución.


—¡Qué demonios te pasa!, no tenías porque matarlo. —Wendy fue la primera en alzar su voz, como siempre ella no podía quedarse callada.


—Magical Fénix, ese sujeto era un criminal y por lo tanto no merecía vivir, solo hago mi trabajo, a diferencia de ustedes, buenas para nada —respondió Emily.


—Tú… Emily…—Magical Luz tomó a Wendy de los hombros, posteriormente se colocó frente a ella para evitar una confrontación entre ambas peleadoras.


—¿Por fin vas a enfrentar la situación?, Magical Luz o debería llamarte Esmeralda, ¿cómo te gusta más?


—Espera, ¿sabes quiénes somos?, ¡imposible! —Wendy todavía no carburó bien el flujo de acontecimientos, para ella todo sucedía tan rápido que era imposible seguir el ritmo. Esmeralda soltó un suspiro y giró a su alrededor, al parecer los civiles huyeron dejando solas a las chicas mágicas.


—¿Acaso eres idiota?, claro que las conozco, Magical Fénix y Magical Luz, dos chicas mágicas reconocidas por el gremio mágico.


—Entonces es verdad, sabes de nosotras, te preguntaré… ¿Qué quieres? —Magical Luz no quería iniciar una pelea con ella, de hecho, lo mejor que podían hacer ahora era ignorar el asunto y salir por caminos diferentes. Después de todo, no deseaban tener problemas con los cazadores.


—Todavía tienes el descaro de preguntar, seré honesta con ustedes, normalmente me importa una mierda lo que hagan las demás personas, siempre y cuando no interrumpan con mi trabajo. Pero verlas me causa repulsión, se hacen llamar defensoras de la justicia y no hacen nada para salvar a las personas, lejos de capturar monstruos inútiles o a hechiceros fracasados. Deberían patrullar las calles, atrapar traficantes, matar ladrones y castigar al mal, ¡no es ese el trabajo de los héroes! —exclamó Magical Blade, Wendy iba a responderle con un grito también, por suerte Esmeralda apretó ligeramente su hombro, en seguida le dedicó una sonrisa melancólica y llena de dudas.


—Magical Fénix, ¿podrías dejarme esto a mí? —cuestionó.


—Eh, ¿de qué hablas?, nos está insultando, debemos…


—Wendy… Por favor. —Esmeralda elevó el tono de su voz, algo que rara vez hacía, de hecho, fue tanta la sorpresa que Magical Fénix dio unos pasos hacia atrás, posteriormente asintió con la cabeza y dejó que su amiga continuase la discusión —. Creo que te estás equivocando de término, tú actúas como una heroína de la justicia, porque eso eres, una defensora de dicho término. Sin embargo, yo y Wendy no somos como tú.


—¿A qué te refieres?


—Somos chicas mágicas, no heroínas de la justicia, nosotras brindamos esperanza con nuestra alegría y felicidad. No matamos a nadie, solamente les hacemos ver que están obrando mal y merecen un castigo, pero nunca la muerte, solo un tiempo en el reformatorio o la prisión mágica. Además, nuestro permiso para actuar solo aplica en casos sobrenaturales. —Esmeralda trató de explicar todo sin alterarse, a pesar de sentirse molesta por los insultos no dejó que su instinto la dominara.


—¿Me estás jodiendo?, ¿realmente crees qué voy a tragarme esa basura? —Emily llevó las manos a su rostro, luego comenzó a reírse de una forma tan burlesca que Wendy estuvo a nada de soltarle un buen golpe —. ¿Merecen reflexionar?, ¡un carajo!, hay mucha gente mala allá afuera, necesitamos más apoyo para matar a la escoria que vive en este mundo. Es selección natural, vamos a eliminar a los que no aportan nada, a esos individuos cuya existencia ni siquiera vale la pena mencionar.


—Matar es malo, cada persona tiene derecho a la vida, si nosotros nos ponemos en plan de verdugo entonces no podemos seguir llamándonos Chicas Mágicas, pues nuestra misión es brindar sonrisas, no sangre. —Esmeralda siguió firme, ella no se dejó intimidar por los argumentos certeros que su antagonista usaba.


—¿Matar es malo?, claro que sí, pero depende a quien mates, no sabes los horrores que hay fuera de esta ciudad, la crueldad que he visto a través de los años. Como miembro de los cazadores puedo dar fe a las atrocidades del ser humano, por eso no puedo soportar tu apatía y amabilidad, ¡le das esperanza a gente que no la merece!, las chicas mágicas no son más que pendejas que creen salvar al mundo pero solo estorban. Si tienes tanto conocimiento mágico, ¿por qué no matas a los criminales de la ciudad?, sabes cuántos niños serían felices por eso, cuántas vidas inocentes se salvarían. —Emily recordó su pasado, la escena donde su madre fue apuñalada volvió a sus memorias, aquel día frío en las calles de Ciudad Juárez, donde un imbécil acabó con la vida de su querida progenitora por unos míseros cincuenta pesos. Magical Blade entrenó con esa frustración en mente, ella tenía la imagen del asesino en su cabeza durante cada pelea, todos los villanos que mató durante sus viajes con los cazadores le recordaron a ese hombre.


¿Cuántas muertes sin sentido había en el mundo?, ya sea por venganza o envidia, cualquier persona que obre en contra de la vida debía ser eliminada. Ese era el pensamiento que Emily ganó a lo largo de su entrenamiento.


—¿Y qué quieres qué haga?, soy una chica mágica, no una vengadora que va a cambiar el mundo. Escucha, creo que tus razones son muy extremistas, debió pasarte algo feo para que pienses de ese modo. Aún así, creo que si hacemos el intento podemos llevarnos bien, ¿te parece? —Esmeralda extendió su mano con una sonrisa amable, ella hablaba en serio, no era una treta para evitar la pelea, tampoco un método para engañarla.


No obstante, el decirle eso con tanta sinceridad solo enojó más a Magical Blade.


—Llevarnos bien… No puedo creerlo, eres más hipócrita de lo que pensé, en ti no existe la voluntad de salvar a los demás, solo una simple autosatisfacción para llenar tu ego. No mereces llevar el título de heroína contigo, Esmeralda.


—En efecto, no soy una heroína, soy una chica mágica, mi deber es ayudar a la gente con todo mi corazón, no salvarla. Hay una enorme diferencia entre ayudar y salvar, tú salvas la vida, yo la hago más feliz, porque no es lo mismo vivir que sobrevivir, has estado sobreviviendo desde que te uniste a los cazadores, Magical Blade. —Esmeralda sonrió dulcemente mientras daba unos pasos hacia el frente, su rostro no contenía malicia alguna, de hecho, deseaba ayudar a Emily para superar ese odio hacia el mal.


No obstante, ya era demasiado tarde, Emily se pudrió por dentro desde el momento en que vio morir a su padre.


—¿Acaso eres tonta?, si mueres todo se acabó, por eso tenemos que eliminar a la gente mala para evitar tragedias. Tu mentalidad es extraña para mí, no puedo entenderte, Magical Luz, en verdad quisiera comprender el porqué de tu pensamiento, pero toda mi experiencia me lleva hacia otro lado. —Emily recordó las palabras de odio que su madre sembró en ella, su fe en la humanidad había sido destrozada incluso antes de conocer a los cazadores. Aún cuando ella negase lo anterior, en su corazón ya no había espacio para el amor o compasión.


—Comprendo tu dolor, mi madre murió hace algunos años por culpa de personas muy malas, aún así, ella me dijo algo que todavía sigo recordando: “El arma definitiva de una mujer es su sonrisa, porque gracias a ella puedes hacer feliz a todo el mundo. A pesar de que existan personas malas, siempre habrá alguien que te hará sonreír, porque no todo es negro, tampoco blanco, encontrar cual lado elegir es la bendición más grande del ser humano” —Esmeralda volvió a sonreír, recordar a su madre siempre le traía paz, incluso con la tristeza de su fallecimiento ella supo salir adelante y continuar mirando hacia el frente.


—Pensar así seguro llevó a su muerte, mi madre me dijo algo más sencillo: “Los humanos son mierda, nadie vendrá a salvarte”, por eso yo me convertiré en ese alguien, para que nunca más tengan que llorar otra vez.


La última declaración acabó por tocar una vena sensible en la inocente mente de Esmeralda, ella dio un paso al frente y encaró por primera vez a Emily directamente.


—¿Llevó a su muerte?, seguramente tu madre era una mujer llena de odio para decirte eso antes de morir. No conoces lo que es el amor, ¡matar a la gente no arregla el problema!, matar, matar, eliminar, destruir, ¿acaso no sabes hacer otra cosa?, los humanos son malvados por naturaleza, siempre buscarán esa parte oscura de ellos mismos para satisfacer sus necesidades. Por ende, para solucionar todo debemos hacerlos felices, mostrarles que el mal no es el camino correcto.


—Como si la humanidad tuviera tiempo para eso, tú misma lo has dicho, los humanos tenemos maldad en nuestro interior, incluso el más santo de los hombres posee un lado siniestro que espera salir en cualquier momento. Olvídalo, no vamos a llegar a ningún lado hablando… ¡Pelea conmigo, Magical Luz!, si estás tan segura de lo que tu madre dijo entonces demuéstralo con acciones, deja de parlotear como una consejera motivacional.


—¿En verdad quieres pelear conmigo, Magical Blade? —susurró Esmeralda, al hacerlo giró su cabeza y volteó a ver a Magical Fénix.


—Sí, te demostraré que no eres más que una soñadora inmadura, nuestros puños decidirán la verdad en este estúpido debate de opiniones.


—¿Podrás hacerlo, Esmeralda? —Wendy suspiró un poco preocupada, ella sabía que era inútil intervenir en la pelea, por ende se alejó varios metros de la calle y llevó ambas manos a sus bolsillos.


—Sí, ¡le demostraré a Magical Blade lo que significa ser una chica mágica! —Y así, el duelo entre los dos lados de la moneda inició…


Fin de la historia 13

Eso ha sido todo por el momento, ¿cuál fue tu escena favorita?
¿A quién le das a razón, a Magical Blade o a Magical Luz?

¿Vivir o sobrevivir?

El siguiente cap estará más intenso, por cierto, para contrastar lo oscuro del capítulo traigo ahora dos Fan Arts, el primero lo hizo la usuaria del foro Andrea T, también conocida como Nami-chan, acá está su página de Sketclub.
Andrea :3
Y acá el dibujo

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El otro fan art es de mi senpai Matías o Matho, como quieran llamarlo, él es el creador original de Ryo y también un gran amigo mío, no tiene página para subir dibujos xD o al menos no que yo sepa, en fin, acá está la imagen.

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Hahahaha, la cara de Rance es épica xD, las chicas están en su modo Magical Luz y Magical Fénix, respectivamente.

 

Hola, acá les tengo como regalo de navidad la siguiente historia :3 no diré más para dejarlos con el proyecto n.n



Historia 14: Magical Luz vs Magical Blade parte 2


POV: Esmeralda


Magical Blade estaba a cinco metros de distancia, con este rango mis técnicas tenían una mayor posibilidad de acertar. O al menos eso pensé, Emily desapareció de mi vista en menos de un parpadeo, cuando quise reaccionar ya la tenía frente a mi cuello.


—¡Muy lenta! —Sus dos espadas estuvieron a punto de cortarme la yugular, por suerte pude dar un salto hacia atrás y así evadir su primer ataque. Aún así, el embate apenas iniciaba, Magical Blade lanzó sus dos armas en direcciones opuestas, al hacerlo dichos proyectiles improvisados se atrajeron mutuamente rodeándome por ambos lados.


—¡No funcionará! —Liberé del piso dos enormes ramas que me cubrieron, de inmediato inicié el contraataque —. ¡Golpe de Gaia! —Las dos ramas se hicieron una sola, posteriormente lancé un golpe certero contra toda su humanidad, en teoría un solo golpe debía bastar para darme la victoria, después de todo, Emily seguía siendo humana. No obstante, la chica evadió mi ataque con una voltereta aérea, de hecho se vio muy graciosa girando por los cielos, tanto que casi perdí mi concentración por ver aquella maniobra.


Nuestro intercambio inicial continuó, Emily invocó otro par de espadas y sin más demora cargó contra mí. Fue ahí donde noté mi enorme ventaja: Magical Blade basaba su estilo de combate en la corta distancia, si mantenía un rango decente y le daba preferencia a la hechicería sobre el combate normal podría ganar sin recibir una herida de consideración.


—Escudo…—susurré, al hacerlo una barrera mágica bloqueó los dos espadazos que Emily me dio —. Látigo de Gaia. —Una rama mucho más delgada tomó a mi antagonista del tobillo izquierdo, entonces decidí mandarla a volar cinco metros por el cielo. No me gustaban las técnicas dolorosas, por ende, si llegase a caer usaría mis ramas para amortiguar el impacto y así evitar un asesinato.


—¡Justo lo qué pensé! —exclamó, en ese momento las espadas de Emily desaparecieron y en su lugar apareció un rifle de asalto, si mi experiencia en videojuegos no me fallaba, esa arma era un M16 bañada en oro. ¡Rayos!, como Magical Blade yacía sobre mi cabeza tuvo la oportunidad perfecta para dispararme desde arriba, la chica lanzó una ráfaga de balas en dirección mía sin ningún tipo de miramientos.


Afortunadamente logré levantar una muralla de madera que me protegió de los disparos, por desgracia perdí de vista a mi adversario…


—¿Dónde estás, Emily? —Al quitar la barrera ya no pude ver nada, giré mi cabeza por todos lados en búsqueda de mi antagonista, pero ésta ya no estaba. ¿Acaso habrá escapado?, no, ella no era una cobarde, seguramente se ocultó para dispararme desde un punto ciego.


Y justo como pensé, otra ráfaga de balas intentó alcanzarme desde mi flanco izquierdo, sin embargo volví a detenerla fácilmente con una barrera mágica.


—¡Te descuidaste! —Todo lo que pude sentir fue una patada hacia mis costillas por el otro flanco, mi cuerpo salió volando tres metros hacia la derecha y terminé impactándome con una pared. ¿Pero qué mierda pasó?, sus disparos vinieron de otra dirección, resultaba imposible que se moviese a esa velocidad, aún con el hechizo de refuerzo ella no debería ser capaz de golpearme así.


—Uh, m-mis costillas, ¿qué hiciste? —Me reincorporé rápidamente para no dejarle ninguna abertura, Emily solo sonrió con mesura ante mi pregunta.


—Creo que no tienes experiencia luchando a muerte, en el tiempo que estuviste ciega coloqué mi rifle a una distancia segura, luego utilicé el sistema a control remoto para dispararte y así hacerte creer que estaba por allá. En serio, podrás ser una chica mágica, pero no estás acostumbrada a enfrentarte a mis métodos.


Magical Blade tenía razón, en mis días como chica mágica nunca enfrenté a alguien que usara métodos modernos con hechicería y artes marciales, el repertorio de mi antagonista era más variado que el mío. No obstante, en cuanto a habilidades mágicas y entrenamiento sobrenatural mis capacidades excedían por mucho a las suyas.


Si ella usaba su ventaja, entonces yo también…


Varios pentagramas aparecieron por todo el campo de batalla, en seguida concentré mi energía mágica en varias partes del medio ambiente, luego combiné los poderes naturales con los míos para lograr una estabilidad entre todas las corrientes energéticas.


Los pentagramas brillaron intensamente con un rojo carmesí, el principio básico de cualquier hechizo consistía en el equilibrio de energía mágica con el ambiente que nos rodeaba, cuanta más sincronización hubiese mejor sería la potencia del hechizo. Muchos hechiceros morían al equivocarse de corrientes o sobrecargar sus cerebros con demasiado poder, debido a ello, pocas personas se arriesgaban a probar técnicas nuevas.


Afortunadamente, mi talento para la hechicería era excepcional, gracias a mi sensibilidad mágica podía encontrar el equilibrio sin intentarlo, era un proceso inconsciente que ocurría dentro de mi cabeza. Mamá decía que fue una herencia de sus antepasados y por ende las dos fuimos capaces de transformarnos en chicas mágicas.


En fin, recordar mis orígenes no me ayudaría a ganar esta pelea.


—¿Qué demonios es eso? —Emily dio un salto hacia atrás, su instinto de guerrera le debió haber advertido del peligro que se avecinaba, desgraciadamente fue demasiado tarde.


—¡Juicio de Gaia! —Cuando la energía terminó de sincronizarse lancé el producto final: ¡Una lluvia de rayos rojos!, mis proyectiles salieron disparados a toda velocidad contra Magical Blade, aún así, Emily se desplazó en diagonal, luego reversa, al frente, atrás, sus movimientos incrementaron de velocidad hasta el punto de ir evadiendo cada rayo uno por uno. Claro, no se fue limpia del bombardeo, pero sí logró reducir los daños que tenía previsto


—Un hechizo a gran escala, supongo que no debo tomarte a la ligera, Magical Luz. —Emily dio un vistazo rápido a su cuerpo, al parecer solo cinco de mis rayos dieron en el blanco, el resto acabó por impactar en las casas aledañas y la carretera —. Es cierto, yo no poseo el talento para la hechicería, pero puedo luchar usando otros métodos —susurró Magical Blade.


Emily sacó de su bolsillo una esfera café, a primera vista parecía un pedazo de pan, pero al verla más de cerca vi su verdadera forma: ¡Una bomba de humo!, el artefacto explotó y levantó una cortina de polvo que me bloqueó toda la visibilidad. De todos modos dicha estrategia no resultó muy inteligente, ya que podía sentir su energía mágica sin ningún inconveniente.


Cerré mis ojos y concentré mis sentidos al máximo, cada persona emitía cierta cantidad de energía de manera inconsciente, por lo tanto, descubrir su paradero actual no debería ser tan complicado. Emily no poseía la habilidad de ocultar su presencia, de lo contrario habría realizado la estrategia del humo desde un comienzo.


¡A la derecha!, rápidamente formé un pentagrama pequeño en mi mano diestra y preparé un rayo listo para frenarla, sin embargo, Magical Blade clavó una de sus espadas en mi pierna. Fue demasiado rápido, a pesar de sentir su presencia fui incapaz de parar su arremetida.


—¡Auch!, c-como es posible…—gemí dolorosamente, bajé un poco mi semblante para examinar el daño y el resultado no fue favorable, mi pierna derecha tenía una espada corta clavada que goteaba sangre a borbotones. Debido a ello comencé a ver borroso, perder sangre disminuyó mucho mi resistencia y precisión de ataques.


Y para empeorar la situación el humo todavía seguía activo, necesitaba tratarme la herida antes de perder la consciencia, pero si le mostraba una abertura en mi defensa podría rematarme con otra puñalada. Me tenía contra las cuerdas, después de todo, su experiencia de combate resultó ser más influyente que mis habilidades natas.


Concentré un poco de mi energía sobre las heridas, el proceso de curación iba a ser lento ya que no prestaba toda mi atención, aparte, Magical Blade no estaba perdiendo el tiempo, sentía su impulso asesino por todo el campo de batalla, como si fuese una bestia a punto de cazar a una presa indefensa. Ella sabía muy bien que no iba a caer en el mismo truco dos veces, por ende, no lanzó ningún ataque estúpido que disminuyera su ventaja psicológica.


¡Al frente!


Levanté una barrera mágica en menos de un parpadeo, al hacerlo la cuchilla de Emily se quedó atorada en mi muro, fue un proceso inmediato, reaccioné justo en el momento preciso, de lo contrario habría sido apuñalada en el corazón. Aún así, ¿cómo logró recorrer tanta distancia?


—¡Golpe de Gaia! —Del suelo volvieron a salir varias ramas duras, éstas intentaron golpear a Emily en los tobillos, por desgracia ella soltó su arma y dio un salto hacia atrás para evadir mi contraataque.


—¿Cómo puedes moverte rápido?, no siento ninguna energía mágica proveniente de tu cuerpo, ¿acaso eres un vampiro? —cuestioné, Magical Blade soltó una carcajada y volvió a su postura de combate.


—Yo no soy una hechicera talentosa, de hecho se podría decir que soy la peor de mi clase en ese aspecto. Nunca sobresalí en nada, pero me dediqué a fijar mi energía en un solo hechizo fuera de los básicos: El de reforzamiento.


—¿Usas el hechizo de refuerzo?, eso es imposible, realizarlo requiere un control de las corrientes energéticas de nivel maestro. Además, hacer esa técnica destruye tu cuerpo —argumenté, había sido testigo de esa técnica en el pasado y por testimonio propio no me gustaría realizarla nunca.


—Es verdad, sin embargo si uso nada más el hechizo durante una fracción de segundo mi cuerpo ni siquiera sentirá la diferencia. Pero la velocidad que gano es suficiente para superar los límites humanos por un instante, por eso no importa que puedas sentir mi presencia, ¡tu cuerpo no será capaz de seguirle el paso al mío! —Magical Blade apareció frente a mí con otras dos espadas, la distancia entre nosotras era apenas de cuarenta centímetros, por lo tanto, carecía de alguna defensa mágica que pudiese salvarme del corte vertical.


—¡Kya! —grité de forma inconsciente, justo antes de recibir ambos impactos me desplacé hacia la derecha, al hacerlo solamente una de las espadas cortó parte de mi vestido y me provocó un sangrado considerable en las costillas. Logré reducir el daño y también sacar una pequeña abertura para contraatacar —¡Golpe de Gaia! —Las enormes ramas golpearon a Emily con toda su fuerza, tanto que su cuerpo salió disparado diez metros hacia atrás.


—Ah, ah, ah… Pagarás por eso, Magical Luz… —Magical Blade se levantó, a juzgar por la forma en que me miraba pude adivinar el resultado del ataque: Devastador, al menos debí romperle dos o tres costillas y sus músculos terminaron tan golpeados que a duras penas podía moverse. La chica gemía del dolor tanto como yo, de hecho a esta pelea ya no le quedaba mucho.


La victoria sería decidida en el siguiente movimiento.


—Todavía podemos arreglar esto hablando, ¿te parece? —Antes de usar mi mejor movimiento quise asegurarme de haber agotado todas las opciones posibles.


—¡Que te den!


—Ok, supongo que vamos a resolver esto con la violencia. No me gusta…


Magical Blade invocó dos espadas doradas, ambas tenían inscripciones cristianas y según mi experiencia, pertenecieron alguna vez a los paladines. La chica se colocó en una postura rara de combate, con su pierna derecha al frente y la izquierda girando 45 grados hacia atrás. Además, inclinó un poco su espalda, como si fuese un gorila a punto de lanzar un golpe.


—Ahora verás mi mejor técnica, todos mis años de entrenamiento, experiencia y vivencias se resumen en un solo movimiento. Lo he creado desde que vi a mi padre morir a manos de los cazadores… ¡Doble corte del infierno! —Emily cargó a toda velocidad contra mi persona, sus dos espadas brillaron con intensidad, seguramente por la energía mágica que Emily colocó en ellas. Fue ahí donde noté la diferencia de ese ataque… ¡Las dos espadas tenían filos cambiados!, no eran espadas, sino sables…


Si trataba de escapar el filo 1 me alcanzaría, de intentar bloquear terminaría muerta por el filo 2. A primera vista se podría decir que estaba acabada, pero todavía tenía un as bajo la manga, una técnica secreta enseñada directamente por mi madre y creada por la madre Joaquina, la hechicera más poderosa del siglo veinte.


—Hechizo de reflejo —susurré…


Coloqué una barrera mágica frente a mí, sin embargo, ésta poseía una cualidad que ninguna otra tenía: La capacidad de imitar la fuerza del adversario, al mismo tiempo me permitía controlar el impacto resultante del mismo; Para ponerlo de una forma simple, cuando las espadas de Emily chocaron con mi técnica yo tuve el poder de decidir cuánto daño iba a recibir mi adversario.


—Eh…—Magical Blade soltó sus espadas, de inmediato dos enormes heridas se abrieron en sus hombros y las fuerzas abandonaron su cuerpo. La chica perdió su transformación, cayendo de rodillas sin ningún tipo de fuerza para contraatacar —. ¿Qué pasó?, ¿por qué recibí este daño? —preguntó sin poder creerlo.


—Utilicé el hechizo de reflejo, es una técnica peligrosa y que solo pocos usuarios son capaces de lograr. Consiste en reflejar la fuerza del oponente de acuerdo al deseo del hechicero, como no soy una asesina solo te devolví la mitad del daño, pero pude haberte regresado el triple si hubiese querido. Lo siento, Magical Blade pero la victoria es mía.


Fin del POV


Fin de la historia 14


Y eso fue todo por el momento, las preguntas.

1 ¿Cuál fue tu parte favorita?

2- ¿Qué piensas de la pelea en general?