Bloom

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por alexxMS, 2 Julio 2015.

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    alexxMS

    alexxMS Entusiasta

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    Título:
    Bloom
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    5126
    Bloom




    En una realidad alterna el mundo tal como lo conocemos se rige de manera un tanto distinta a como la hace actualmente. En esta realidad alternativa diferentes eventos ocurrieron para hacer de nuestro presente uno considerablemente diferente. En este realidad se encuentra un tipo de energía llamada Navita, una energía tan pura y única que le da la oportunidad a la humanidad de crear cosas impresionantes, a su vez, puede darle a cualquier ser humano que pueda controlarla un poder totalmente sobrecogedor, capaz de cualquier tipo de maravillas aunque al mismo capaz de una incomparable destrucción. Esto se debe a que semejante pureza puede ser manejada para ser materializada y básicamente crear cosas de la nada. Pero esta no es nada fácil de controlar, y solo un grupo cualificado de persona logra exitosamente tomar control sobre la misma.




    Así mismo, en esta realidad se encuentra una escuela secundaria en Munich, la cual tiene la fama de enseñar a los mayores prospectos en el mundo del manejo y materialización de navita, y en la misma se encuentra un joven muchacho, de terrible pasado y dolorosa mirada llamado Franz Becher. Este es considerado el mayor prodigio en años, pero debido a eventos de su pasado su futuro podrá verse seriamente afectado alterando así enormemente los planes de mucha gente poderosa interesada en su talento. Sin embargo, las marcas de aquel verano nunca se borraran, y lo que Franz es ahora y lo que será en el futuro cercano dista mucho de lo una vez originalmente planeado, cuando en su mundo aun había inocencia y alegría, cuando felizmente ignoro todo lo que hoy en día es tan claro como el agua ante sus ojos. Aquellos días de verano nunca regresaran, y el sol que una vez brillo con sobrecogedora intensidad luz ya nunca podrá aparecer y apaciguar la tormenta en su interior.






    Capítulo 1




    Franz estaba concentrado en la clase, prestando atención a lo que el profesor explicaba atentamente, sin perder detalle alguno guardando todo en su memoria para luego estudiarlo todo minuciosamente. Las clases de filosofía no eran sus favoritas, aunque si le parecían de lo más interesante, pues podía comprobar el modo de pensar de otras sociedades más allá de la alemana, comprendiendo así un poco más de múltiples culturas. Lógicamente, Franz tenía un registro inmaculado en esa clase, habiendo aprobado de manera sobresaliente todas las pruebas hechas en la asignatura en cuestión.




    Copiaba varios apuntes en su cuaderno de manera atenta mientras notaba que su amigo y compañero de cuarto; Jannick bostezaba de aparente aburrimiento, no intentaba escribir nada realmente y tampoco parecía prestar mucha atención, pero Franz sabía perfectamente de lo que era capaz Jannick. Franz entonces le dirige la mirada con clara desaprobación mientras que este le responde con una mirada que expresaba lo mucho que le daba igual.




    Al salir de la clase ambos caminaron juntos hacia el dormitorio que ambos comparten desde el primer año de secundaria. La amistad entre ambos parecía bastante improbable debido a las tremendamente distantes personalidades de ambos, sin embargo, siempre parecían llevarse bien y entenderse, aunque nunca parecían muy habladores. Tal vez esta era la única característica que ambos compartían verdaderamente, ya que los dos eran personas de muy pocas palabras, pero probablemente por razones muy diferentes. Aunque eran alemanes habían claras diferencias físicas entre ellos; para empezar, Franz solo media poco más de un metro sesenta (1, 67 m) mientras que Jannick media 1,75m.




    Al acercarse la hora de almorzar ambos se dirigieron hacia una cafetería hallada en el vasto campus de aquella inmensa escuela, en esta pueden libremente comer en su mesa favorita al lado de la ventana.




    — Vaya, ya estamos en el último año de secundaria ¿eh? ¿Quién lo diría? Ya nos graduaremos — expresa Franz mientras mira hacia la nada.


    — Pareciera que estos cinco años se los ha llevado el viento de alguna forma. Es gracioso porque aún no se realmente qué carrera tomare en la universidad.


    — ¿Universidad? Así que iras…


    — Por supuestos que iré.


    — Tranquilo. Solo lo digo porque nunca pareciste muy interesado en todo ese rollo universitario.


    — Que no esté tan sumergido en el tema como tú no significa que no tenga interés alguno, vamos, me refiero a que debo vivir de algo ¿no? — entonces Jannick le mira con desasosiego. — Además, estudio en el mejor instituto del mundo, así que no tendré muchos problemas tratando de encontrar universidades.


    — Entiendo. Lo siento si te hice sentir ofendido.


    — Por supuesto que sí. — expresa Jannick con tono sarcástico.


    — ¿Cómo estas, idiota? — llega Charlotte de manera sorpresiva y con efusivo saludo.


    — Supongo que te refieres a mi ¿no? — pregunta Franz aunque ya sabe la respuesta.


    — Por supuesto que es contigo. Al fin y al cabo tú eres el verdadero idiota en esta mesa.


    — Lo que digas.


    — Por cierto, supe que te anotaste para tomar la prueba física de admisión a la milicia. No me sorprende ya que todos los “prodigios” toman esa prueba, aunque muy pocas veces se unen a la milicia, mayormente lo hacen para presumir sus habilidades y para que los vean. Yo también la tomare.


    — ¿En serio lo hiciste, Franz? — pregunta Jannick con ligero asombro.


    — Sí. Pero no se preocupen, no pretendo entrar a la milicia. Como Charlie lo ha dicho, lo usare simplemente para probar mis habilidades ante todos, después de todo soy el mejor de la clase y de toda esta escuela ¿no?


    — Eso dicen. Aunque yo como tú no me confiaría mucho, ya que mi segundo lugar solo es condicional, ya verás idiota, te derrotare en la prueba y me alzare con mi merecido primer lugar. — expresa con mucha seguridad una envalentonada Charlotte.


    — Ah, siento que de alguna manera me estas retando, idiota. — Franz se mostraba considerablemente irritado por la actitud de Charlotte aunque fuere en broma.


    — ¿A quién llamas idiota, idiota?


    — Como me gustaría que se dejasen de juegos infantiles por una vez.


    — ¡Cállate! — gritan al unísono unos exaltados Franz y Charlotte.




    A pesar de que Charlotte era la persona más allegada a Franz, estos siempre se comportaban de manera que pareciera que estuvieran constantemente en combate, discutiendo continuamente sobre cualquier tema sin importar el tópico. A pesar de las apariencias, seguían siendo mejores amigos.




    — Por cierto, también escuche que esa chica Verónica también entro a la prueba.


    — Veronica ¿eh? Aquella pelirroja escocesa. Ella es muy buena y podría ser una amenaza. — comenta Franz.


    — ¿Eso crees? Pues a mí no me parece, aunque si podría resultar interesante ver de que es capaz la chica. — Charlotte siempre tan confiada a la manera de hablar sobre aquellos temas.


    — Bueno, supongo que tú no presentaras la prueba, Jannick.


    — Tal vez, tal vez no. Supongo que depende de que humor este en el momento.


    — ¿Eh? ¿A qué te refieres? Las inscripciones son solo hasta abril y la prueba es en junio.


    — ¿Ah sí? Pues no lo sabía. Bueno, quien sabe.


    — Vaya Jannick, sí que eres relajado. — A Charlotte siempre le impresionaba la manera tan calmada y pasiva en la que se comportaba su amigo, y constantemente expresaba este asombro por medios de ridículas expresiones faciales que variaban entre la admiración y la molestia. En este caso era un hibrido entre ambos, bastante peculiar y único.


    — Vaya, te ves ridícula, Charlie.


    — Cállate, Franz.




    Después del almuerzo los tres se retiraron hacia sus habitaciones, en el caso de Franz y Jannick se dirigirían al mismo lugar, mientras que Charlotte se dirige hacia su habitación en el pabellón de las chicas que quedaba considerablemente lejos de allí.




    La vida de Franz no parecía ser muy interesante; en síntesis no era más que otro estudiante, con la excepción de que en su caso era un prodigio. No causaba ningún alboroto, era muy callado y su presencia era apenas notada. Esto se volvió motivo de admiración y hastío entre la sociedad estudiantil. Su personalidad era motivo de numerosas teorías y rumores que con el tiempo se han convertido en casi mitos. Pocos en realidad saben lo que le paso hace tres años durante las vacaciones de verano, pero era evidente que lo afecto de muy fuerte manera, convirtiéndolo en la persona que es hoy por hoy, tan distante y frio, tan contenido y serio. Solo tiene 16 años pero pareciera como si fuera mucho mayor, con esa personalidad tan claramente marcada por el dolor y la tragedia de su reciente pasado. Parece tan triste que un joven como él tenga que cargar con semejante sentimientos.




    Sin embargo, había algunas personas que hacían florecer en el diferentes sensaciones y pensamientos; tenia a sus amigos y cuando estaba con ellos llegaba a actuar de manera muy diferente.




    Una tarde Franz se encontraba leyendo un libro mientras bebía un cappuccino en uno de los numerosos cafetines que había en el campus. Era un hermoso día soleado en su Múnich natal. Eso le daba la oportunidad de disfrutar de su lectura al aire libre mientras disfrutaba de aquel delicioso café acompañado de unos exquisitos pastelillos de chocolate.




    En aquel momento una amiga se acercó, ella se mostraba un poco tímida frente a él, trataba de gesticular algo con sus labios pero parecía que no podía hablar. Su mirada mostraba inseguridad, a su vez también podía notar como levemente temblaba.




    — Sarah, ¿Qué pasa? — pregunta de manera preocupada.


    — Es que… quería decirte algo… no, más bien… enseñarte algo. — sus palabras apenas y salían de su boca haciéndole a Franz difícil la tarea de poder escucharla.


    — Sarah, ¿Por qué no te sientas?




    Esta accede a hacerlo, entonces lo mira directo a los ojos, aquellos ojos café de Franz. Ella veía la preocupación en sus ojos y trato de calmarlo diciéndole que no hará nada importante, sin embargo, este no dudo en llamar al mesero y pedir un vaso con agua para ella.





    — Lo siento por hacerte preocupar… la verdad es que es algo bueno de lo que venía a hablarte, pero… — tomaba una pausa alargada mientras miraba al suelo un tanto entristecida o tal vez simplemente nerviosa. — creo que mis nervios han tomado poder sobre mí. —al final mostraba una sonrisa un tanto forzada tratando de despreocupar a su amigo.


    — En ese caso si es algo bueno no deberías ponerte nerviosa, deberías estar alegre.


    — Tienes razón.




    Entonces llega el mesero con el vaso de agua para la chica, este lo bebe y se muestra más calmada.




    — La verdad es que quería decirte es que al fin he podido terminar con mi primera partitura original. No sé qué tan buena sea, pero por lo menos puedo decir que es mía. Aun no se la he mostrado a nadie y quería que tú fueras la primera persona en escucharla.


    — Así que se trataba de eso. — en ese momento Franz emitía una leve sonrisa en muestra de alivio. — En ese caso me alegro mucho, la verdad es que eso es un paso bastante importante para alguien tan joven como tú. Solo tienes trece años y ya estas convirtiéndote en una verdadera compositora.




    Ella entonces mostro una gran sonrisa pues verdaderamente estaba contenta con las palabras de Franz.


    Ambos conversaron por un rato sobre lo que había compuesto Sarah, esta alegremente entro en detalle al respecto ya que sentía segura al hablar con él, y es que extrañamente la persona considera la más fría de todo el campus le hacía sentir de manera cálida y la trataba de manera afable y considerada.




    —Vaya que es un hermoso día. — comentaba la joven.


    — Si, en general ha sido una linda primavera.


    — Sobre todo porque te permite utilizar esas franelas de manga corta más a menudo ¿cierto?


    — Ah, es cierto, me gusta poder utilizar ropa que no podría utilizar en medio del invierno. — en ese momento Franz llevaba puesto una franela negra de manga corta junto con un pantalón y zapatos del mismo color.


    — Ah, es cierto. Esta será la última primavera que pasaras en la escuela secundaria. Ya te vas a graduar. — comentaba con una gran sonrisa en su rostro, lo que sorprendió un poco a Franz.


    — Si, así es. Aunque no pensé que te alegrara tanto la idea de mi yéndome. — comentaba con una leve risa al final.


    — No es eso, es que me alegra que ya estés tan cerca de la universidad. Eso es tan emocionante. — las palabras de Sarah salían con una alegría tremenda, que distante se sentía el momento en que nerviosamente se acercó a el a pesar de que solo fue hace unos pocos minutos. — ¿Y ya sabes lo que vas a estudiar en la universidad?


    — Pues no en realidad, aunque no me preocupo en exceso, ya que sé que lo que quiera hacer podre hacerlo. — en este momento Franz no era sincero, pues, en realidad sabía perfectamente lo que sería de su futuro, sin embargo, esto se tenía que quedar en secreto. Nadie puede enterarse, así será mejor para todos y para sí mismo al menos eso piensa ya que él es el único que puede hacerlo, no se puede dar el lujo de arrastrar a sus amigos hacia el camino que ha decidido tomar, después de todo ellos tiene familias a los que regresar, hogares esperándolos ansiosamente, mientras que él no tiene adonde regresar, no hay hogar al que regresar para él.






    — Vaya me gustaría poder ser tan despreocupada como tú, sabes, yo desde que entre en la secundaria he estado preguntándome que hacer en el momento que me gradué.


    — Bueno, a mí me parece que una carrera musical sería bastante accesible para ti.


    — Tal vez, pero lo cierto es que también me gusta mucho el periodismo impreso, es una de mis pasiones. Así que aún no sé qué hacer con mi vida. — dice con leve sonrisa.


    — No deberías preocuparte, apenas estas en segundo año. La gente en ese momento no se pregunta qué hacer con el resto de sus vidas.




    Siguieron conversando por un rato antes de que un tema que había olvidado por completo Sarah regresara a su cabeza repentinamente, entonces sin titubear saco el tema en medio de la conversión.




    — ¡Acabo de recordar!, Franz, no puedo creer que hagas la prueba física de admisión a la milicia. — comenta con asombro y de manera abrupta con mirada atónita.


    — Relájate, tal vez no sepas mucho al respecto, pero muchos hacen la prueba solo para presumir de sus habilidades. Como en mi caso. — responde con calma en contrapartida al asombro de lo joven. Luego tomo un sorbo de su cappuccino.


    — ¿En serio? Pues no entiendo.


    — A ver, voy a suponer que no sabes cómo funciona esta prueba, ya te voy a explicar. — entonces hace una corta pausa mientras se acomoda en su asiento le da un mordisco a aquel delicioso cupcake que se encontraba en el platillo frente a él. — La prueba es algo así como un torneo en el que los de ultimo año que decidan tomarla combaten entre ellos poniendo a prueba sus aptitudes físicas y mentales, también prueban que tan buena son sus habilidades manejando navita y la fuerza que pueden tener para ejercer en el campo.


    — Entiendo, pero, aun así ¿porque alguien como tu tomaría la prueba? — Sarah sigue un poco confundida con las decisiones de Franz. — me refiero a que ya eres de por si el mejor estudiante de todo el instituto, y el llamado “mayor prodigio de su generación”, así que ¿Qué más carta de presentación necesitarías?


    — Bueno, para empezar, quiero probar mis habilidades físicas. Si bien en el manejo de navita soy con diferencia el más experto, mis cualidades físicas tal vez no sean las mejores, es algo que quiero poner a prueba. También quiero ver cuál es el verdadero nivel de este instituto. La verdad es que me causa mucha curiosidad. — hace una pausa mientras dirige su mirada repentinamente al cielo. — Será interesante.




    Sarah seguía un tanto confundida pero no quería sonar insistente, además, las razones que Franz le había dicho eran perfectamente factibles, aunque nunca haya considerado a Franz como alguien que pone a prueba sus habilidades de semejante manera.




    Y lo cierto es que Franz no es así, pues en realidad bajo estas “razones” se escondían otras más personales de las que debía encargarse según su juicio. Ya tiene dieciséis años y es hora de poner en acción aquel plan que empezó a formular hace ya dos años. Franz sabía perfectamente que este era un momento clave en su vida y que todo debía salir según lo planeado, ya que esa sería la única manera en la que no levantaría sospecha.




    Dos días después Franz se consiguió con su cercana amiga Charlotte, él estaba guardando sus cuadernos y libros en su maletín cuando esta de manera sonriente se le acerca y le saluda.


    — Eh, hola, Franz.


    — Hola, Charlie.


    — ¿Qué estás haciendo?


    — ¿Acaso no es obvio?


    — No me refería a eso.


    — Lo sé. — por un segundo Charlotte se ríe con la respuesta de Franz.


    — A lo que verdaderamente me refería es si estas ocupado ahora. Estaba pensado en ir a almorzar pero no en la cafetería de siempre ¿sabes? En una nueva.


    — Seguro. La verdad es que si tengo hambre. Solo déjame ir a mi habitación a cambiarme el uniforme por algo más casual.


    — Lo siento, no puedo permitirlo. — Charlotte sonaba definitiva al respecto.


    — ¿A qué te refieres con “no puedo permitirlo”? — Franz estaba altamente confundido y se notaba en su rostro al levantar su ceja.


    — Pues hay un nuevo lugar en donde venden hamburguesas y ese tipo de comida ¿sabes? Y al parecer es muy bueno así que siempre está lleno. Lo mejor es que nos apresuremos y lleguemos allí a para ordenar lo más pronto posible. —explica de manera concisa. — Como veras yo tampoco me he cambiado el uniforme.




    Era cierto, Charlotte aun llevaba puesto el uniforme escolar, este era el mismo tanto para hombres como mujeres, compuesto de una camisa y pantalón blancos, con botones en el cuello color dorado y los bordes de las mangas largas también estaban en dorado con botones también sus mangas.




    Así ambos se dirigieron al campus dispuestos a almorzar en este nuevo lugar de moda.




    Al llegar allí, y como era de esperarse, estaba lleno pero esto no detuvo los ánimos de Charlotte que se quedó parada esperando en la larga fila con su actitud de siempre mientras que Franz parecía completamente aburrido y casi somnoliento.




    — Franz ¿Qué te pasa? Te ves más aburrido de lo normal. — las palabras de Charlotte sonaban de manera muy despectiva.


    — No es nada. Es que simplemente me aburren las filas ¿sabes? Son simplemente aburridas. — dicen entre sollozos


    — Pues entonces intenta no aburrirte, que todavía falta bastante antes de que podamos comer.


    — Que molesto.


    — Cállate. — tajantemente ordena Charlie.


    — Te noto malhumorada.


    — ¿No es que acaso es normal?


    — No. Ya llevo varios años conociéndote ¿sabes? Y sé perfectamente la diferencia entre cuando estas malhumorada y cuando simplemente eres tú.


    — ¿Ah sí? — pregunta sarcásticamente. — Pues entonces vete tú a saber porque estoy “malhumorada”. Sabelotodo.


    — ¿En serio intentaste insultarme llamándome “sabelotodo”? ¿Cuántos tienes? ¿Ocho? — entonces Franz se ríe por un instante antes de que Charlie le responda con un golpe con su mano cerrada en la cabeza del pobre.




    Franz soba su cabeza mientras ella decide ignorarlo momentáneamente. — ¡Esta vez te has pasado! ¡En verdad me dolió! — grita eufóricamente, sin embargo, Charlotte sigue ignorándole mirando hacia el frente. — ¿Ahora ni siquiera vas a verme o hablarme? Vaya, entonces si debes estar molesta.




    — ¡¿Acaso sería tan difícil que te callaras por un instante?! — Charlie no soporta mucho más y le grita en la cara a Franz para su propio asombro, este queda perplejo ante la notable molestia en el rostro de Charlotte.


    — Ok, ya entendí, entonces me callo.




    Después de esperar por poco más de media hora al fin podían darles un bocado a sus sabrosas hamburguesas, estas se veían increíblemente apetitosas, la contextura del pan era excelente, la carne se veía esplendida y todos los demás ingredientes parecían estar en sincronización con la brillantez del resto. Sin pensarlo dos veces ambos comienzan a comer, con lo que vienen sus notorias expresiones de éxtasis, ambos tremendamente sonrientes y complacidos.




    — Vaya, así que los rumores eran cierto. — dice Charlie. — esta es definitivamente la mejor hamburguesa de todo el campus.


    — Era lógico pensarlo, pero creo que ahora lo podemos confirmar.


    — Ciertamente.




    Después de disfrutar de su almuerzo sentados en su mesa ambos entendieron que era hora de irse.




    Al salir ambos comienzan a caminar a lo largo y extenso del campus, en este se encontraban en un sendero de piedra, al lado del mismo se encontraba un bello parque lleno de árboles y flores, estos rodeaban el largo sendero, pero también adornaban las bancas cercanas y los locales que allí se encontraban.




    En ese momento los dos estaban caminando de vuelta a los dormitorios, pero durante el camino ninguno de los parece interesado en hablar, sin embargo, esto no era incómodo para ellos, ya se conocían desde hace varios años y la relación que han desarrollado es el tipo de relación que les permite pasar largos silencios junto sin ser incomodos en lo absoluto, la verdad es que ambos se entendían muy bien aunque no le gustara mucho admitirlo o expresarlo. La sincronía que ambos tenían es envidiable.




    Franz generalmente no interrumpiría la calma del momento, sin embargo, ya desde el almuerzo había notado algo extraño en ella pero no estaba seguro de hablar al respecto, después de todo, podía ser una mala decisión. Entonces le dirigió la mirada por un segundo y volvió a notar la misma molestia que había notado anteriormente. No le gustaba verla así, ella es una amiga muy importante para él, y ella le ayudo mucho a superar la situación en la que se encontraba hace tres años. Sin ella y sin Jannick hubiera sido mucho más difícil para él. Al recordar esto no duda y decide preguntarle, tenía que saber que pasaba con ella para así poder ayudarla.




    — Charlie…te he notado un poco extraña hoy, ¿acaso paso algo? — la voz de Franz sonaba de manera afable y muy calmada, al mismo tiempo, intenta sonar de la manera más calidad y reconfortante posible.




    Charlie se queda callada mientras se da vuelta para mirarle a Franz a los ojos. Entonces Franz puede verla también directo a los ojos. Aquellos ojos eran preciosos, todos lo sabían, todos amaban los ojos turquesa de Charlie pues eran simplemente hermosos. Sin embargo, en aquel momento Franz no podía admirar sus impresionantes ojos, pues su mirada mostraba una clara preocupación y pesadez, entonces ella comienza dirigir su mirada hacia el suelo por unos segundos. Franz comenzaba a preocuparse.




    — Eso debería decirte yo a ti. — repentinamente rompe su silencio con aquellas palabras. De nuevo la joven sonaba tajante y fuerte aunque sin alzar su voz.


    — ¿A qué te refieres? — pregunta con clara confusión.




    De nuevo Charlie hace una pausa silenciosa mientras cambia su expresión de preocupación a evidente molestia y enojo.




    — ¿Qué a que me refiero? ¿Acaso no es obvio? — Charlotte sonaba muy segura de sus declaraciones. — Desde que comenzamos este año escolar has estado actuando de manera extraña, no has sido tú del todo. — Franz entonces queda asombrado por las palabras de Charlie como muestra con atónita mirada. — ¿Acaso creíste que no lo notaria? Tu estas tramando algo, se cuándo es así, y te has tomado la molestia de ocultárnoslos a tus amigos así que no puedo imaginar que se algo muy bueno. — entonces Franz nota como ella comienza a cerrar sus puños en señal de frustración. — No lo entiendo, ¿acaso no somos amigos? Si estás pasando por algo lo normal es que se lo digas a las personas más cercanas a ti, las personas que te comprende de verdad. Por eso siempre que algo importante me sucede hablamos al respecto, y siempre que algo importante te sucede a ti o a Jannick hablamos al respecto. Pero esta vez te lo has callado y no entiendo las razones, pero lo cierto es que me causa un poco de temor el saber por qué nos lo has ocultado.




    Franz entonces sale de su asombro por un instante para retomar aquella mirada fría y distante por la que se caracteriza y por la que es conocido.




    — Pues tienes razón. Si estoy tramando algo, pero no es malo. Simplemente no he creído conveniente hablarles al respecto. Entiendo tu preocupación, la verdad es que si ustedes comenzaran a actuar de manera extraña también me preocuparía pero te aseguro no hay nada de qué preocuparse, y también te aseguro que en poco tiempo sabrán que es lo que está pasando por mi cabeza. — esto último lo dice con afable sonrisa, sin embargo, Charlotte no le convencía del todo esto pero prefirió no seguir hablando del tema, entendió que él tendría sus razones para ocultarles aquello y que si él decía que no había nada de qué preocuparse entonces era cierto, pues él nunca le mentiría a ella y ella nunca a él.




    Siguieron caminando por el sendero ocasionalmente hablando en el camino y hasta riéndose en alguno que otro instante.




    Después de aquella conversación el camino a sus dormitorios fue mucho más tranquilo y armonioso, dejando entrever que de nuevo las cosas estaban bien entre ambos, pues aun cuando discuten por cualquier cosa o llegan a molestarse mutuamente siempre serán amigos y los lazos que les unen son muy fuertes e irrompibles.




    De vuelta a su dormitorio Franz comenzó a cambiarse su ropa, quitándose su uniforme y colocándose su habitual franela negra y jeans azules, entonces se recostó en su cama mientras intentaba descansar antes de comenzar a hacer las tareas que la habían puesto en clase ese día. No muy lejos de el al otro lado de la habitación se encontraba su amigo y compañero de cuarto; Jannick, que yacía dormido en su propia cama.




    Después de tomar un prolongado descanso Franz se levantó de la cama, al observar el reloj de su celular se da cuenta que ya son las seis y media de la tarde. Estaba cansado.




    Entonces decidió en ponerse manos a la obra y hacer su tarea. Tomo asiento e inmediatamente comenzó a teclear en la computadora su informe para la clase de Economía, sin darse cuenta ya había llenado diez de las treinta paginas requeridas para el informe en cuestión. Prosiguió alternando entre la información que encontraba en su libro de Economía y la información que encontraba en internet para completar su informe.




    Pocos minutos después Jannick despertó, entonces observo con somnolienta mirada a su trabajador amigo completando su informe diligentemente.




    — Haciendo los deberes ¿eh?


    — Por supuesto. — responde Franz sin siquiera mover su mirada del ordenador.


    — Ya que estas en eso ¿me podrías ayudar a completar el mío?


    — ¿Completar? ¿Cuánto llevas escrito? — entonces cambia su mirada hacia su amigo de cabello negro, que luce igual de despreocupado que siempre.


    — Eh… bueno… a ver…— entonces se detiene y trata de recordar atentamente. — Lo cierto es que no recuerdo haberlo comenzado.


    — ¿Entonces lo que en verdad me pides es hacerte el informe por completo? — a Franz no le sorprendía esto, aunque la esperanza de que su amigo se hubiera vuelto un poco menos holgazán fue muy dulce por un segundo.


    — No seas tan duro conmigo.


    — La verdad es que no me sorprende. La economía nunca ha sido de tu interés. — entonces la atención de Franz regresa en terminar su informe.


    — ¿Qué quieres decir con eso? — pregunta de manera curiosa.


    — Pues que eres una persona de intereses muy específicos, la verdad es que no creo que seas “holgazán” en el sentido literal de la palabra, tal vez de una manera figurada pero no literalmente. Simplemente eres una persona de intereses muy específicos, y las cosas que no te interesas simplemente las descartas. — explica Franz sin mover su mirada ni por un instante del ordenador. — Eso es lo que quiero decir.


    — Vaya, entonces eso es lo que piensas de mí. — Jannick sonríe por un instante un poco sorprendido por lo que Franz acababa de decir.


    — Lo siento si soné despectivo. La verdad es que trataba de elogiarte por tu infravalorada actitud.




    Entonces Jannick detuvo sus intentos de conversación para regresar a su placentero sueño, pero entonces recordó de lo que debía hablar con el joven de cabellera rubia frente a él.




    — Olvide preguntarte algo, Franz. — comenta para sorpresa de Franz que estaba a punto de finalizar de manera satisfactoria su informe. — Y es que no recuerdo cual era la fecha límite para entrar en la prueba de admisión militar. Me preguntaba si tú la sabrías.




    Franz perplejo por la pregunta de Jannick no puede creer que aquel joven amigo suyo siquiera consideraría entrar a esa prueba.




    — ¿Prueba de admisión militar? ¿Acaso estas considerando entrar en ella? — pregunta sorprendido como dejaba ver su levantada ceja y la perplejidad que mostraba su rostro.


    — La verdad es que sí. Cuando me entere de que entrarías comencé a considerarlo y la verdad es que parece interesante así que le daré un intento.


    — La fecha límite es el 24 de abril y apenas estamos en febrero así que tendrás suficiente tiempo para entrar. — responde mientras comienza a preguntarse si detrás de su explicación se encontrara algún interés personal.


    — Ya veo, entonces no me preocupare y esperare hasta el fin de semana.


    — ¿Y qué es lo que te parece interesante al respecto exactamente?


    — Bueno, no sabría decirte, pero lo cierto es que me interesa, y la verdad es que la idea de ver hasta donde han llegado mis habilidades me interesa mucho, quiero ver que tan bueno soy.


    — Eso no se parece mucho a ti. — dice mostrando claramente sus sospechas.


    — Lo sé, es algo bastante sorpresivo en realidad, no me gusta mucho la idea de pelear pero creo que puedo sacar provecho de la situación.


    — La verdad es que todo eso suena muy extraño, pero supongo que tendrás tus razones.


    — Si, y además, de esta forma los tres estaremos siendo parte de la prueba, eso seguramente será divertido. — resalta con sonrisa y alegre tono.


    — Supongo que eso es cierto.




    Poco después Jannick terminaría dormido de nuevo esperando que la mañana del día siguiente llegara mientras Franz aún se pregunta que se podría estar escondiendo Jannick para querer participar en semejante prueba militarista y gubernamentalita de repente, ese definitivamente no era el calmado, afable pacifista amigo que conocía. Tal vez esconde algo similar a lo que el mismo esconde, pero es muy pronto para suponer cosas descabelladas, en ese momento en lo que verdaderamente debe preocuparse es ejecutar su plan a la perfección, pues este cambiaría su vida y lo llevara a un camino del que no podrá regresar jamás, pero está bien, pues no tiene ataduras que lo unan al mundo como tal, ya estos habían desaparecido tres años atrás para dejarlo solo para siempre, así que era gente como el la indicada para ejecutar lo que se encuentra en su turbulento futuro.
     
    Última edición: 19 Julio 2015
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  2.  
    aniberadrian

    aniberadrian Izumi Sakai

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    Hermosa historia, me recuerda mucho a un original que hice y que me valió un 10 (has tus tareas siempre). Me ha gustado mucho mi amigo, espero con ansias el siguiente capitulo.

    PD: Adoro a Charlie, me recuerda a Caboose de Red vs Blue, no se por qué
     
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  3.  
    luna uchiha

    luna uchiha Usuario común

    Virgo
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    Me gustó mucho la historia n.n y lo que se ha dejado ver de la trama hasta ahora... Me interesa bastante éste nuevo material que has añadido, el Navita; y sinceramente me preocupan mucho los planes que pueda tener Franz, si es que se relaciona con el (¿la?) Navita, y creo que así es D:
    Bueno, ya veré como se desarrolla todo y creo (quiero/espero x)) que sus amigos terminarán siendo eso que lo ata a este mundo.

    Excelente planteamiento n.n espero el resto
     
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  4.  
    Artsy

    Artsy Kodize

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    -Me ha gustado mucho la historia, me pregunto que se traerán ambos entre manos. Narración esplendida, sigue así compañero. Espero el próximo capítulo.
     
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  5.  
    Monarca

    Monarca I Love Rock n Roll!

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    Esta bastante interesante la historia, esta muy bien redactada, los detalles físicos de los personajes, las actitudes e intereses de ellos mismos.
    Todo, quiero saber que pasa en el siguiente capítulo!
     
    Última edición por un moderador: 19 Julio 2015
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  6.  
    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    Interesante historia y mas aun me llamo la atención eso de "Navita" Una buena narración y ortografía. Espero con ansias el siguiente capitulo :)
     
    Última edición: 2 Julio 2015
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  7.  
    alexxMS

    alexxMS Entusiasta

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    Título:
    Bloom
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    4
     
    Palabras:
    3767
    Capítulo 2





    Franz estaba comenzando a desarrollar un aparente interés por una de sus compañeras de clase llamada Verónica. Esta chica era conocida por su naturaleza muy solitaria y repelente, en cierta manera similar a la del mismo Franz. También era muy popular por el color de su caballera, pues esta era corta, con un flequillo que ocultaba su ojo derecho la mayor parte del tiempo, extendiéndose hasta su mejilla, de un color rojo muy intenso, que sincronizaba perfectamente con su a veces explosivo carácter, a la vez haciendo resaltar su piel clara y sus ojos azul oscuro índigo.


    Jannick comenzó a extrañarle esta repentina curiosidad de su rubio amigo con la chica. Al principio sospechaba que la naturaleza de aquella curiosidad podría ser plenamente romántica, sin embargo, Jannick sabía perfectamente que eso no sería muy probable cuando se trataba de Franz. Intento preguntarle al respecto pero este respondió diciéndole que no era de su incumbencia. Entonces el joven decidió darse por vencido en sus intentos de descubrir las motivaciones de su amigo, decidió dejárselo al tiempo las respuestas.




    Por los momentos corría mediados de abril. Franz, como siempre, luce concentrado mientras toma notas de la clase en cuestión. A su lado, un Jannick un tanto despreocupado toma notas junto a Franz, a la distancia del salón se encuentra la joven Charlotte tan concentrada como Franz en tomar notas de la clase; mientras tanto, Verónica muestra el desdén en su rostro y se niega a escribir nada de la clase, prefiere mantener su silencio y aparente desdicha, esto atrae inmediatamente la curiosidad de Franz que nota y estudia a detalle el comportamiento de la joven pelirroja. Ya llevaban un tiempo hablando e intercambiando información como había planeado, y es que la joven escocesa había acabado siendo exactamente lo que Franz esperaba. Aquella actitud fría que la caracterizaba era algo que Franz podía manejar, y más conociendo a fondo su pasado y sus verdaderas motivaciones; así logro convencerla de entrar a la prueba militar anual que hacían los de último año, esta se negaba al principio, pero gracias a la “perspicacia” del joven rubio termino aceptando ser parte activa de sus planes sin necesariamente entender porque lo hacía o que lo motivaba.




    Mientras el profesor da la clase Veronica no puede más que pensar al respecto una y otra vez, pues no está segura de que trama Franz, un joven de actitud estoica, fría y distante. Ella tenía claro en sus pensamientos que semejante persona no puede ser de fiar ni por un segundo, entonces, mientras los minutos pasan dentro de la clase en cuestión, ella idea alguna manera de comprender lo que planea Franz. Lo cierto es que nada concreto viene a su cabeza más allá de preguntar de manera franca y directa, puesto que a pesar de ser ella misma una persona considerada de naturaleza fría nunca había tenido que tratar con una persona como Franz. Lo cierto es que le causaba un poco de temor su estoica mirada, y su quietud y manera de comportarse le ponía los pelos de punta. Parecía en pocas palabras una pérdida de tiempo.




    Al finalizar la clase Veronica se retiró hacia el cafetín ubicado en el campus, cuando en el pasillo es encontrada por Jannick, el mejor amigo de Franz.




    — Vaya, ¿acaso no eres tu Veronica? ¿Eh? — pregunta casi entre bostezos mientras muestra su despreocupada sonrisa.


    — ¿Acaso tienes algún asunto conmigo? — Veronica espera que Jannick se mueva por iniciativa propia y no forme parte de algún plan de Franz para manipularla.


    — Bueno, no sé si tengo un “asunto” contigo, aunque si hay algunas cosas que me gustaría preguntarte si no es mucha molestia. — el tono del chico de cabello negro eran tremendamente afable, por lo que Veronica, y muy a pesar de sus latentes sospechas termino por acceder a aquello que en cierta forma pidió Jannick.


    — Dime entonces que quieres preguntarme.


    — Bueno, la verdad es que he notado que últimamente te has asociado mucho con mi amigo Franz, como si hubiera algo entre ustedes…


    — ¡¿Qué intentas decir con eso?!


    — No te molestes por inocentes suposiciones. — Jannick entonces toma una corta pausa para inmediatamente borrar su afable sonrisa y su confiada mirada, por una expresión mucho más seria y contenida, aunque seguía pareciendo ligeramente despreocupado y tranquilo. — Lo cierto es que Franz me ha dicho que no es de mi incumbencia, y en condiciones normales lo escucharía y me alejaría, pero en este caso se trata de una chica, y una muy linda de cabello rojo que además parece tener una actitud similar a la suya, así que pensé que no estaría tan mal preguntarte esta vez a ti al respecto.


    — Parece un poco entrometido de tu parte.


    — Tal vez, pero eso no responde mi pregunta.


    — No has hecho la dichosa pregunta. — Veronica quedo sorprendida ante las tajantes palabras de Jannick, pues paso de ser aparentemente afable a una persona más rígida, casi obligándola a responder a sus demandas.


    — ¿Qué es lo que se traen entre manos ustedes dos? — la decidida mirada de Jannick parece intentar perforar la frialdad de la pelirroja, pero esta se muestra fuerte en su postura, y no se deja intimidar por la repentina rigidez de un desconocido Jannick a sus ojos.


    — La verdad es que, como él ya te dijo, no es de tu incumbencia, y la verdad es que no gran cosa, y tampoco tiene ninguna connotación romántica. Simplemente mantente alejado de las cosas que no te incumbe. — Veronica suena tajante.


    — Supongo que era de esperarse esa respuesta. — en aquel momento parece que el calmado Jannick reaparecía al recibir la negativa de Veronica. — La verdad es que lo preguntaba porque conozco a Franz y he sido su amigo desde el primer año cuando quedamos como compañeros de habitación. Eso me ha dado bastante tiempo para comprenderlo, sin embargo, en cinco años que llevo conociéndolo y viéndolo casi todos los días puedo decir que muchas facetas suyas siguen siendo un misterio para mí, sobre todo después de lo que paso el verano de hace tres años. Por esta razón creo estar en mi libertad de sospechar de sus razones para hablar con alguien como tú.


    — ¿Cómo yo? — Veronica se sintió claramente ofendida luego de esta aseveración.


    — No me refiero de manera negativa, solo que, por extraño que parezca, Franz no suele tratar personas de actitud tan similar a la suya, por lo que pensé que se traía algo entre manos.


    — Supongo que tendrás tus razones para sospechar de él, pero te digo que no te preocupes, esta asunto no es de tu interés, solo déjalo.


    — Sabes, ahora que al fin podido hablar contigo me doy cuenta de lo muy interesante que eres.


    — ¿Interesante? ¿A qué te refieres?


    — Ahora que he podido conversar contigo me he dado cuenta, la verdad es que me resultas muy peculiar, por lo tanto interesante. Tu manera de actuar es un tanto intrigante para mí, así que no puedo evitar el sentir interés por alguien como tú.


    — Eso suena extraño.


    — Bueno, supongo que soy un poco extraño. Ahora me disculpo por las molestias y me retiro, espero que tengas un buen día.




    De esa manera fue por su camino, lejos de ella mientras Veronica reflexiona sobre lo que había sucedido ¿Acaso sería buena idea contarle a Franz al respecto? Tiene que pensarlo bien antes de dar un paso en falso, pues esto puede terminar de hundirla.




    Habían pasado varios días desde la última vez que Jannick siquiera menciono algo al respecto de Veronica a Franz, a quien levemente le preocupaba esto, puesto que le parecía al menos ligeramente sospechoso. Considero seriamente la posibilidad de que su amigo Jann haya recurrido a hablar directamente con la chica, pero aunque ese fuera el caso Veronica nunca hablaría al respecto tan fácilmente, Franz sabía perfectamente lo cuidadosa y metódica que podía resultar la joven pelirroja. Lo más probable es que esta no le haya dicho nada de relevancia a su curioso amigo, lo más probable es que lo haya alejado para su propio beneficio, y es que el plan de Franz estaba funcionando según lo planeado, ya que, como había imaginado, Veronica se comportaría de manera muy cuidadosa al respecto suyo, sobretodo porque este aun no le ha revelado sus intenciones lo que hace que la joven estoica se comporte de manera precavida. Franz entonces decide no seguir dándole vueltas a la misma idea y se dispone a finalizar sus tareas de cara a la próxima semana. Al finalizar el joven sale por un poco de aire fresco al campus, este se lleva puesto una camisa negra de mangas largas, sobre su cuello llevaba una fina bufanda de color vino tinto, también lleva unos blue jeans junto a unos zapatos negros de suela gris.




    Con sus manos en los bolsillos de su pantalón pasa por los senderos del parque interno de la inmensa escuela, no por nada era considera la mejor escuela secundaria del mundo, también la más costosa y lujosa, pues es básicamente una universidad, con campus y múltiples cafeterías a lo largo de este, incluyendo varias franquicias muy famosas de comida rápida que también tomaban lugar en el mismo. El parque en el que se encuentra Franz es simplemente espectacular, y particularmente, muy verde. Y lo cierto es que los dueños de la escuela le daban mucha importancia a una buena imagen de la escuela hacia el extranjero, y en una sociedad cuya base principal es el capitalismo y en donde el consumismo no hace nada más que amplificarse más y más hasta llegar hasta cuotas escandalosas en las ciudades más cosmopolitas del mundo, se ha considerado que es importante darle una imagen “verde” a la escuela, mostrándolos como empresarios ecologistas preocupados por el bienestar del planeta y la cavilación y no como hambrientos tiburones capitalistas adictos al valor de sus acciones en la bolsa de valores.


    Por mucho que Franz comprende las verdaderas intenciones de los dueños de la escuela, no puede evitar elogiar el hecho de mantener a aquel parque de manera tan extraordinaria, con flora de todo tipo, y hermosos jardines alrededor. Los senderos estaban hechos de mármol, y alrededor de estos se encontraba la más verde y cuidada grama que jamás había visto, también múltiples adornos florales a los ya de por si espectacular senderos de mármol.




    En ese momento Franz solo se encontraba en paz, despejando su mente temporalmente de todo lo que le rodeaba, siendo absorbido por su subconsciente. En ese momento disfrutaba de la suavidad de la seda sobre su cuello cuando una reconocible y no agradable voz retumba en sus oídos. Se trata de Adam Zimmermann, un chico un tanto bastante problemático, que suele buscar peleas como hobby. Este chico en particular era un caso muy curioso para Franz, puesto que aunque resultaba ser bastante listo no parecía ser lo suficiente inteligente como para manejar navita de la manera en la que lo hacía. Su cuerpo debía tener algo que ver, ya que uno de los requisitos más importantes para poder manejar la navita es tener tanto mente y cuerpo en sincronía y en condiciones óptimas; en este caso, Adam era un joven bastante fuerte físicamente, y aun a pesar de tener solo 17 año resultaba un tanto robusto para su edad, a eso debía agregarle el hecho de que mide un metro ochenta. El joven en cuestión podía resultar muy intimidante, con su despeinado cabello rubio y sonrisa villanesca.




    A Franz no le atemorizaba en lo absoluto el joven problemático, pero si le resultaba un tanto molesto tratar con él. Adam había puesto su ojo sobre el joven de cabello rubio desde que supo sobre su título como mayor prodigio actual, cosa que le gustaría comprobar en combate aunque Franz siempre se niega rotundamente.


    — Vaya, vaya, pero si es una linda bufanda.


    — Si, lo es, es de seda.


    — Entonces es costosa ¿eh? Vaya…


    — ¿Acaso te impresiona? — pregunta de manera un tanto retadora.


    — ¿Por qué me debería impresionar? ¿Acaso crees que soy un idiota?


    — En lo absoluto.


    — La manera en la que lo dices pareciera que significara todo lo contrario.


    — Esa es tu opinión.


    — ¿Acaso siempre tienes que ser tan tajante al hablar con la gente?




    Entonces Franz hace una pausa antes de hablar, esta vez para analizar con detalle las palabras que a continuación saldrían de su boca. Tenía que ser cuidadoso puesto que una persona como Adam tomaría cualquier pequeña muestra de molestia para comenzar un pleito, y Franz realmente no deseaba ello.




    — Lo siento si soné un tanto cortante, pero lo cierto es que antes de que llegaras estaba disfrutando de un hermoso día y la verdad es que me gustaría continuar haciéndolo. — Franz suena muy calmado y sereno aunque Adam no estaba convencido de ello.


    — Bueno, lo cierto es que eso no me importa ¿sabes? La cosa es que quería comentarte que también me enliste en la prueba militar, tal como tú. La verdad es que me gustaría ser tu primer oponente y al fin probar que tan bueno eres. — todo esto dicho con sonrisa de oreja a oreja, lo que demostraba su honesta emoción al respecto.


    — Bueno, en ese caso, supongo que no podría evitar pelear contigo, pero hasta entonces me gustaría disfrutar de este momento para mí solo.


    — Vaya manera de pedirme que me largue, bueno, la verdad es que eso no importa, ya igual me largaba, no tengo ningún interés en comenzar una conversación sosa contigo, porque vaya que eres aburrido.


    — Esa es tu opinión. — de nuevo responde de manera cortante mientras le dirige lo que parece ser una mirada un tanto amenazante.




    Franz suspira mientras observa a Adam alejarse, entonces comienza a contemplar la belleza del cielo azul mientras recuerda aquellos días de su infancia en la pequeña colonia donde disfruto de un tiempo completamente diferente.




    Los recuerdos que se amontonan en su corazón tratan de salir y hacerle sentir aquel amor de nuevo, aquel amor en el que profundamente cayó y fue parte por años y del que fue expulsado como si de un largo sueño se tratara. Pero no era un sueño, era la cruda realidad la que golpeaba su puerta para hacerle ver su realidad, la “realidad” única de la que es actualmente parte.




    A veces se pregunta si podrá volver a anhelar lo que una vez anhelo, si podrá eventualmente formar parte de una familia como la suya, o si podrá amar alguna vez de la misma manera ¿Acaso las cicatrices que yacen en lo profundo de su ser aún siguen sin curar del todo? Esto era más que lógico dado a los eventos que lo llevaron a ser quien es, pero a su manera de ver las cosas, aun cuando ya han pasado tres años las heridas se sienten completamente abiertas y frescas.




    ¿Acaso podría confiar de nuevo plenamente? ¿Acaso su corazón será capaz de algún día perdonar? Franz ocasionalmente era torturado por esas interrogantes que nacen desde el fondo de su corazón, sin embargo, el joven estaba muy consciente de la naturaleza de su situación como para dejarse ser arrastrado por dudas e interrogantes. No era momento para ello pues tenía que estar concentrado en su plan, de otra forma todo podría derrumbarse y eso echaría por tierra todo lo que había ¿deseado? Los últimos dos años.




    Eran aproximadamente las cuatro de la tarde cuando Charlotte se dio cuenta que se había quedado dormida. La rubia inmediatamente se levantó de su cama y trato de vestirse lo más rápido posible para no llegar tarde, pues aquel día había quedado en encontrarse con Jannick en una de las muchas cafeterías dentro del campus. Esta era especialmente conocida por sus postres, así que varios días antes Charlotte había invitado a su amigo de cabello negro a acompañarla al lugar en cuestión.




    Habían quedado para encontrarse a las cinco de la tarde, pero ya eran las cuatro y media y Charlotte aún no estaba lista, apenas se había podido duchar, luego solo pudo vestirse con lo más decente que pudiera conseguir en ese momento. En aquel momento llevaba un vestido de tirantes color turquesa como sus ojos que le llegaban hasta sus pantorrillas; bajo este vestido se encontraba una camisa blanca de mangas largas que le cubrían hasta la palma de sus manos. También llevaba unas zapatillas de color azul oscuro y una bufanda con franjas blancas y celestes, la misma cubría todo su cuello y parte de su barbilla.




    Después de vestirse y hacerse su tradicional trenza y colocársela sobre su hombro derecho salió velozmente del cuarto, no sin antes devolverse por haber olvidado su bolso en donde contenía todo su dinero.




    Después de un arduo trabajo logro conseguir allí unos cinco minutos tarde, pero para su sorpresa, no veía a Jannick por ningún lado, entonces recordó que se trataba de nada más y nada menos que su amigo más holgazán, para algunos podría ser “calmado” o “sereno” pero para ella era simplemente holgazán. Aun así lo quería mucho y era de sus amigos más allegados.




    Pasaron diez minutos más antes de que Jannick se apareciera por aquellos lares, cuando la encontró sentada procedió a sentarse a su lado esperando el sermón que seguramente su amiga le diría.


    — Llegas tarde ¿sabes?


    — Lo sé.


    — Vaya, nunca cambias ¿cierto?


    — Cierto.




    A continuación Charlotte suspira y procede a echarle un vistazo al menú que se encontraba a su mano izquierda.




    — ¿No vas a regañarme por ello?


    — ¿Con que punto? La verdad es que no es muy importante. Supongo que tú tenías importante razones por las cuales llegar tarde. — esta última línea dicho con mucho sarcasmo de su parte.


    — No tienes que ser tan sarcástica.


    — Bueno, no todos pensamos lo mismo…


    — Vaya, vaya, ya entendí. Tratare de ser más puntual la próxima vez. Lo prometo.


    — No es importante, lo importante es que estamos aquí. Ahora apresurémonos en ordenar.


    — Por supuesto. — entonces ambos sonríen de manera similar, con cierto aire de tranquilidad y calma en el ambiente.




    Pocos minutos después de ordenar, a sus mesas llega el camarero con sus porciones de pastel. El de Charlotte era de chocolate puro con glaseado sobre la corteza y con pequeños pedazos de galleta incrustados a lo largo de los bordes. El de Jannick era de vainilla con fresas en la punta y con glaseado igualmente, pero esta vez en los bordes.


    — Esto tiene un aspecto verdaderamente delicioso. — exclama una claramente emocionada Charlotte.


    — Ciertamente, debe ser verdaderamente delicioso.




    Entonces ambos se disponen a disfrutar de sus pasteles mientras comienzan una amena conversación en la que se les puede encontrar riéndose y divirtiéndose como los jóvenes que son. Pero entonces de un momento a otro y sin darse cuenta convierten en el actual tópico de su conversación a Franz, en ese momento ambos dejan lo banal de la conversación atrás pues los dos sabían perfectamente que algo estaba pasando.




    — Supongo que has notado el extraño comportamiento últimamente de Franz. — dice Jannick.


    — Por supuesto, pero la verdad es que no estaba preocupada al respecto antes, la realidad es que el momento en el que me comenzó a parecer sospechoso fue cuando comenzó a relacionarse con esa chica, Veronica.


    — Yo también note que habían cosas extrañas con él desde ese momento.




    Un momento de silencio en el que reflexionan sobre sus palabras y su significado




    — ¿Qué crees que esto signifique? — la manera en que Charlotte le pregunta a Jannick muestra su preocupación al respecto, la clase de preocupación que solo se sentiría por alguien muy cercano, tan cercano que podrían describirse como el pilar en el que mutuamente se sostienen, esa era la clase de preocupación y frustración que mostraban los ojos turquesa de Charlotte.


    — No lo sé, la verdad es que me preocupa, conozco muy bien a Franz como para saber que sea lo que este tramando no será bueno para sí mismo.


    — No hay nada de qué preocuparse ¿sabes? — interrumpe deliberadamente Charlotte mientras mira hacia la ventana a su lado para admirar la vista frente a ella. — Él me dijo que no era algo de lo cual debamos preocuparnos y que era algo que preferiría no contarnos aun, y lo cierto es que… Franz nunca me ha mentido. El admitió que está ocultando algo, pero me dijo que no me preocupara, y aunque me cueste lo intentare, porque confió en él y tú también deberías. — entonces una forzosa sonrisa aparece en el rostro de Charlotte que se esfuerza por alejar las preocupaciones al respecto de su amigo.


    — Supongo que tienes razón ¿eh?


    — Por supuesto.


    — Bueno, la verdad es que también pensé que en algún punto te pondrías celosa de Veronica considerando la cantidad de tiempo que están pasando juntos.


    — ¿Acaso estás loco? Franz es solo un amigo y la verdad es que ya cansas con esas bromas. — a Charlotte no le agrada mucho la idea de Jannick mofándose de sus “celos” y siempre ha sentido repulsión por sus bromas sobre como ella y Franz deberían estar juntos.


    — Bueno, eso dices tú, pero la verdad es que para mí siguen siendo graciosas. — así lo muestra con su sonrisa de satisfacción ante la notable molestia de la chica de cabello rubio frente a él.


    — Vaya que te divierte. Bueno, solo espero que esa no sea la única fuente de diversión tuya.


    — Por supuesto que no. Hay muchas formas de divertirse ¿sabes? Como hacer deporte.


    — ¿Tú haces deporte?


    — ¿Por qué es tan extraño?


    — Es que no pareces el tipo de persona “deportiva” si sabes a lo que refiero.


    — Bueno, de alguna manera debo mantener mi cuerpo y mente en equilibrio, de otra manera no podría materializar navita.


    — Eso es verdad.


    — La verdad es que tanto Franz como yo somos fanáticos del futbol, y por tal lo solemos jugar pero la verdad es que somos muy bueno para el resto, es un tanto injusto. — las palabras de Jannick salían con cierto aire de superioridad.


    — Vaya que tienes el ego por los aires.


    — No lo creo, simplemente soy muy bueno jugando, eso es todo.


    — Pues en ese caso te felicito. — el tono sarcástico y la sonrisa cínica de Charlotte no parecía agradar al joven de cabello negro que muestra su molestia mediante su ligeramente irritada mirada.




    Siguieron conversando por una media hora más antes de retirarse y regresar a sus habitaciones, en ese momento ambos habían ido por caminos diferentes, y en el recorrido trataron de reflexionar sobre su ¿amena? conversación sobre Franz y entonces aunque ambos en lo profundo de su corazón se sienten intranquilos al respecto de su querido amigo prefieren confiar en este y esperar que con el tiempo sus preocupaciones de disuelvan dándole paso a una nueva tranquilidad.
     
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  8.  
    aniberadrian

    aniberadrian Izumi Sakai

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    De nuevo yo aquí un fanfic reader que jamás le ha gustado leer una historia original, que quedo atrapado por una. Su trama, las presonalidades, Veronica, la trama y no se que más decir. Jamás volví a pensar que esto sucedería pero por eso te mereces un like. Estas son las 7 historias que han atrapado a Adrián más perturbadoras. Si te gusto el comentario dale me gsuta y compartelo con tus amigos. No pero dejando de lado eso, espero mucho de ti mi amigo pues esta historia me ha cautivado.
     
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  9.  
    Monarca

    Monarca I Love Rock n Roll!

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    Hola, estaba leyendo la historia y también me llamó la atención de qué estaban planeando Franz y Veronica.

    Mientras tanto Charlotte esta "celosa" de Veronica, los celos son casi un cliché, pero en esta historia le dan un aspecto interesante.

    Me sorprende que un chica comp Veronica pueda tener interés en Franz, ya que después de todo, ella es como él.
     
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  10.  
    Akarii

    Akarii Iniciado

    Libra
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    Hola! que interesante historia por ahora me atrapo, que sera ese pasado de Franz que tanto lo atormenta? me dio mucha curiosidad, por cierto me gusta tu forma de escribir para mi es concisa, me agrado mucho el personaje Jannick por su personalidad.
    Bueno, espero que actualices ;)
     
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  11.  
    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

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    Hola de nuevo! La lectora Shiori reportandose! Que genial capitulo! que sera ese pasado de Franz que tanto lo atormenta? La verdad este capitulo dejo mucha intriga y a mi desenado mas y mas! Tienes una manera de escribir realmente impresionante!
    Espero capitulo 3 pronto!
     
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  12.  
    alexxMS

    alexxMS Entusiasta

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    Para adolescentes. 13 años y mayores
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    Acción/Épica
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    4919
    Capítulo 3



    Corría finales de abril, específicamente el 27 de este mes; cuando Franz fue invitado personalmente por su joven amiga Sarah a escuchar algunas de las melodías que esta había compuesto en el último año. Franz acepto amablemente y la acompaño hasta la sala donde se encontraba el piano, allí pudo escuchar de primera mano las muy buenas y originales melodías de su amiga, se notaba sus extensos conocimientos musicales al componer semejantes sinfonías tan joven.




    Al final de la tarde Franz con gran sonrisa se dedica a aplaudir a su amiga quien casi al borde las lágrimas sonríe felizmente de notar que finalmente su querido amigo disfruto de su presentación. En medio de los aplausos Franz se ve sorprendido cuando sorpresivamente Sarah salta sobre el para abrazarlo; el pobre chico no pudo poner ninguna resistencia cuando su cuerpo cae tumbado al suelo junto con el de ella en aquel abrazo bastante extraño, aunque reconfortante para Franz. Luego al levantarse Sarah se toma un segundo para analizar detenidamente lo que había sucedido, en ese momento sus mejillas se ruborizaron intensamente aunque esta trato de esconderlo.




    — Vaya que estabas emocionada. — expresa entre risas.


    — Eh… bueno… es que tu opinión es muy importante para mi ¿sabes? Solo me emocione… porque te gusto… eso debe significar que soy buena ¿no crees? — Sarah no solo se nota contenta sino también relajada, claramente la pobre había puesto mucha presión sobre sus hombros.


    — Bueno, la verdad es que yo no tengo una opinión tan buena de mí mismo como tú — dice sonrientemente y casi entre risas. — Pero creo que eres verdaderamente buena. Bueno, eso no sería correcto. La verdad es que antes lo creía ahora lo sé. — de nuevo le dedicaba una dulce y afable sonrisa.


    Entonces la joven de bella cabellera rubia y hermosos ojos verdes se vuelve a sonrojar aunque esta vez no lo trata de disimular, simplemente, y sin darse cuenta le sonríe dulcemente.




    La verdad es que Sarah siempre había escuchado sobre lo frio y distante que era Franz, como algunos hasta se asustaban al estar cerca de él, sin embargo, con ella él era una persona totalmente diferente a esas descripciones; cuando estaba con ella siempre era atento y muy afable, siempre dispuesto a ayudarla y hacerla sentirse mejor. ¿Cómo alguien podía ser tan diferente de las descripciones? Era un misterio para ella, pero se alegraba de que así fuera, el Franz que ella conoce es definitivamente mucho mejor que los rumores sobre él, y ella se sentía verdaderamente afortunada de ser su amiga.




    Al día siguiente Sarah comienza a analizar el comportamiento de Franz, ¿Por qué será que con ella se comporta de manera diferente? ¿Por qué con ella no es la misma persona totalmente fría, completamente gélida de la que la gente suele hablar? Nunca le había prestado mucha atención el tópico en particular, pero de repente, le parece un asunto muy curioso, y en ese momento, Sarah también se da cuenta de que no sabe realmente de donde Franz proviene más allá de que es natal de Múnich y que vivió muchos años de sus infancia en una casa en el campo lejos de su ciudad natal. Sarah entonces comprende que realmente no sabe mucho sobre el pasado de su querido amigo, lo cual comenzaba a carcomerla, puesto que desde el momento en que se conocieron él ha sido de mucha ayuda personal pero ella nunca ha tenido la oportunidad de serlo para él; en parte porque él nunca ha presentado señales claras frente a ella de algún desequilibrio emocional o psicológico.




    Por un momento en su mente nació la idea de que su comportamiento tal vez se debiera a que este gustara de ella, lo cual explicaría en cierta medida la manera en que se comporta con ella, pero era una idea de la cual Sarah no quería hacerse muchas ilusiones; después de todo, ella solo tiene trece años y el dieciséis. Era una importante diferencia, pues aunque su cuerpo estaba en desarrollo aún tenía claras reminiscencias infantiles en las dimensiones de su cuerpo, y en comparación con, por ejemplo, Charlotte, otra conocida amiga de este, su cuerpo era aún el de una niña mientras que Charlotte es lógicamente más atractiva físicamente considerando su edad y el hecho de que es muy atlética. Sarah no quería aferrarse a una infantil ilusión y trata de buscar una razón factible para su comportamiento.




    Sarah entonces decide indagar un poco en el pasado de Franz, tratando de encontrar algo que pueda acallar sus dudas.




    Así se acerca a Charlotte, amiga de Franz, compañera de clase y segunda en el ranking solo por detrás del mencionado joven. Ella se encuentra sentada en una banca aun con su uniforme escolar mientras come de una hamburguesa, a su lado puede ver un vaso de soda y una pajilla.




    Charlotte era el tipo de chica que podía ser intimidante, a pesar de su corta estatura la mayor parte del campus prefería no meterse en problemas con ella. Esta era conocida no solo por sus habilidades para materializar navita, sino que también era físicamente excepcional, siendo participe de muchas actividades atléticas incluyendo un extenso entrenamiento en varias disciplinas especializadas en la lucha física y con espadas o catanas.




    Por supuesto Sarah se sintió inicialmente intimidada por ella, pero al acercársele y al verla luchar por no derramar salsa sobre su uniforme mientras al mismo tiempo intenta tomar un sorbo de su soda porque tenía su garganta seca le causo gracia inevitablemente, por lo que momentáneamente no puede evitar reírse ante la torpeza de la chica.




    Entonces Charlotte la mira a los ojos y se vuelve a sentir un poco intimidada, luego la mencionada prosigue a dar un mordisco a su deliciosa hamburguesa antes de preguntarle a la chica por su nombre.




    — Oye ¿Quién eres? — la manera en que Charlotte le miraba la amedrentaba, tal vez no fuera su intención, pero la intensidad de aquellos ojos turquesa y su ceño fruncido eran muy destacables.


    — Eh… bueno, yo… eh… tu eres amiga de Franz… ¿cierto? — dice con una voz entrecortada mientras Charlotte se le acerca lentamente levantándose de la banca con aun su comida en su mano derecha cubierta con una servilleta para no manchar sus manos de grasa.


    — Sí, soy amiga de Franz… ah ya se, tú debes Sarah. — entonces la misma mirada que hace un momento le intimidaba se apacigua y se convierte en una mucha más amigable.


    — ¡Si, lo soy!


    — Franz nos ha hablado un poco sobre ti. La verdad es que eres como el la describe.




    Al escuchar eso Sarah inmediatamente se sonroja dejando en evidencia lo apenada que se sentía, al ver la reacción de esta Charlotte comienza a reírse lo que no hace más que agravar la penosa situación en la que se encontraba la joven.




    — ¿Podrías dejar de reírte?


    — Por supuesto, la verdad es que no era mi intención, lo siento.


    — No hay de que disculparse.


    — No seas tan cerrada, has venido a hablarme ¿cierto? Entonces actúa como tal y trata de ser un poco más relajada antes abordar una conversación con un extraño.


    — Tienes razón.


    — Entonces dime, ¿de que querías hablar?




    Sarah toma aire antes de explicarse pero lo cierto es que aun sentía cierto nerviosismo ante ella. La verdad es que no era mucho más alta que ella, si apenas unos tres o dos centímetros; pero su presencia era palpable para alguien tan joven como ella.




    — Lo cierto es que… bueno, yo siempre he escuchado como Franz es un tipo frio, pero… pero, conmigo nunca ha actuado de esa forma, él siempre ha sido muy afable conmigo… y me preguntaba… si él es así con todos sus amigos.


    — Bueno, lo cierto es que tanto Jannick como conmigo el no actúa de la manera que normalmente lo hace, es menos mecánico y parece un humano. — entonces recuerda un detalle muy importante del pasado de Franz, allí Charlotte parece comprender la situación. — Tu tocas el piano, ¿cierto?


    — Sí.


    — Si, Franz lo había mencionado anteriormente… bueno, lo cierto es que su comportamiento muy probablemente se debe a que tú le recuerdas a alguien que él solía atesorar mucho. Lo cierto es que hasta físicamente tienes ciertas similitudes como tu cabello lacio y la blanca tonalidad de tu piel. — Charlotte parecía algo melancólica al hablar al respecto.


    — Entonces es eso…


    — Tú deberías hablar con Franz al respecto, estoy seguro de que si eres su amiga entonces te contara lo que paso hace dos años. El no suele hablar al respecto y desde que paso aquello se ha vuelto mucho más distante con la gente a su alrededor, pero... si tú en verdad le recuerdas a ella entonces… lo más probable es que te cuente y entonces puedas entenderlo mejor.


    — ¿Estas segura? Parece algo muy personal, no creo que sea prudente que me entrometa…


    — Bueno, tú querías saber el porqué de su comportamiento y allí está la respuesta.


    — Creo que ya tengo mi respuesta, así que no creo que sea necesario más indagar.


    — Si quieres dile a Franz que yo te hable al respecto, la verdad es que lo conozco desde que ambos comenzamos la secundaria aquí, y en este momento creo que es necesario que tenga cerca gente que lo comprenda y lo aprecie, y a veces para eso es necesario entender por lo que él ha pasado. Créeme, el necesita esto. — la convicción de las palabras provenientes de Charlotte la convencieron, entonces tomo la decisión de que debía hablar con Franz al respecto a la primera oportunidad.


    Dos días después de su conversación con Charlotte Sarah se dispone a citar a Franz para conversar al respecto. Esta le llama y le dice que quiere encontrarse con él en el parque cerca de la fuente, este acepta y se dirige allí, cuando llega puede notar a Sarah frente a la fuente, ella llevaba puesto un pantalón de color azul oscuro; también llevaba una blusa blanca con mangas largas. Él estaba vestido con un blue jean y una franela gris.




    Al acercársele nota una marcada seriedad en su rostro, sus ojos no parecían brillar de la misma manera que lo hicieron hace unos días cuando escucho sus sinfonías en el piano.




    — ¿Qué sucede, Sarah? — pregunta intrigado.


    — Yo… no sé cómo abordar este tema… sin… sin… herir tus sentimientos. — en el momento que aquellas palabras salen de su boca un gesto de asombro nace en el rostro de Franz.


    — ¿De que estas hablando?


    — Yo quiero saber que paso hace tres años.




    Franz entonces cae en asombro ¿Cómo ella podía saber al respecto? No tiene sentido. Luego su expresión se vuelve gélida, tal como se lo habían descrito hasta ahora a Sarah, sin embargo, ella nunca había podido ver esa faceta de el hasta ahora.




    — ¿Cómo sabes eso?


    — Yo… bueno… hable con tu amiga Charlotte y ella me dijo… que deberías abrirte más con tus amigos, así no estarás solo, al menos es lo que ella me dijo… ella cree firmemente en ello… — sus palabras salían de manera nerviosa pero en ellas se escondía una determinación poco común en la joven.


    — Así que es eso…




    Entonces Franz cambia su mirada hacia el horizonte, en este se encontraba la puesta de sol pues ya caía el día para darle paso a la luna y las estrellas. Franz había pasado los dos últimos tres tratando de que la menor cantidad de gente posible sepa lo que paso en aquel verano, pero lo cierto es que algún día tendría que decírselo a alguien más, alguien lo suficiente cercano como para no ahuyentarse al escuchar se historia, alguien lo suficientemente cercano como para comprender su dolor y la tragedia en la que se convirtió su vida; hasta ese punto, solo Jannick y Charlotte se habían ganado la confianza de Franz de esa manera, pero desde aquel entonces él se ha vuelto aún más cerrado, su comportamiento es cada vez más estoico, su mirada parece perecer frente a los ojos de los demás.




    Entonces conoce a una chica de apariencia similar a alguien que amaba profundamente, y con la que termino forjando una linda amistad inintencionadamente, pero ¿estaría lista una joven de resplandeciente inocencia lista para escuchar aquel turbulento pasaje de su vida reciente? Franz no podía ignorar esta inherente pregunta en su ser.




    Pero allí esta ella, desafiando a su propio temor para ayudar a un amigo, y es que ante los ojos del joven alemán las intenciones de su amiga eran bastante claras: ayudar a un amigo necesitado.




    Tal vez ella si este lista para escucharle, tal vez acaba de encontrar a alguien con quien vale la pena compartir momentos verdaderamente especiales.




    — Sarah, debes saber que lo que te voy a contar no es fácil de asimilar, es bastante pesado.


    — Lo supuse, pero… tú siempre has sido de ayuda para mí desde el momento en que nos conocimos así que… es hora de que devuelva el favor, y creo que para hacerlo debo conocerte mejor, debo poder comprenderte.




    “Comprenderme”




    Esa era una palabra muy importante para Franz pues desde su punto de vista, nadie podía realmente comprenderle, sin embargo ella estaba dispuesta a intentarlo simplemente para ayudar a alguien que aprecia profundamente.




    — Muy bien, en ese caso te contare lo que sucedió el verano de hace tres años: En ese momento yo había terminado el segundo año y estaba preparándome para entrar al tercero, sin embargo, los veranos los pasaba con mi familia lógicamente. La verdad es que estar apartados de ellos por casi un año completo es difícil para cualquiera, por lo que el verano era una época muy importante pues me podía reencontrar con mi familia. Mi familia era mi padre; Reiner, mi madre; Elizabeth y mi hermana menor; Roselyn… Ellos eran muy importantes para mí.




    Mi padre era un científico, uno muy bueno y se especializaba en navita, por lo que desde muy joven me introdujo a ello, me enseño lo básico cuando aún tenía siete años, y debido a que comprendí conceptos de considerable complejidad a tan corta edad mi padre vio mi potencial e inmediatamente decidió que nos mudáramos a un ambiente menos ruidoso y problemático, y es que a mi papa nunca le gustaron las grandes ciudades como Munich. Nos mudamos a una casa en el campo, donde pude desarrollar mis habilidades y mis estudios de mejor manera y sin tantas distracciones. La mayoría pensaría que sería muy aburrido, pero lo cierto es que yo disfrute de mis lecciones con mi padre y además tenía a mi madre que siempre alegraba mi día, y por supuesto a Roselyn, mi hermanita, quien tocaba el piano para mí, y quien me divertía en las tardes con sus juegos y su manera tan alegre de actuar.




    Al graduarme de primaria me enviaron directamente aquí, la mejor institución en el mundo en lo que a navita respecta, lo hice mediante una beca que a día de hoy mantengo gracias a mis excelentes notas. Lo cierto es que todo iba bien hasta que regrese a casa el verano de hace tres años. Al regresar a casa note que todos estaban enfermos, tanto mi hermana como mi padre y mi madre presentaban los mismos síntomas; fiebres altas, dolor de cabeza intenso y debilitación de los huesos. Un día desperté y note inmediatamente que los tres estaban desmallados sobre el suelo, así que los lleve al hospital lo más rápido posible.




    Al llegar allí me entere de lo que había sucedido; resulta que mi padre estaba haciendo experimentos en seres vivos con navita, sus investigaciones eran básicamente sobre como el ser humano podría ser potenciado por no solo la materialización de la misma, sino fusionándose con esta. Lo intento en varios animales, pero estos murieron, entonces, sus últimos dos intentos en unos cerdos terminaron siendo medianamente satisfactorios, alargando el tiempo de vida del animal y su condición física. Mi padre no dudo y se utilizó a sí mismo como conejillo de indias humano, viendo que la inyección estaba teniendo un efecto positivo en su cuerpo creyó haber tenido éxito y rápidamente inyecto a mama y a Roselyn con ello. — la fría mirada de Franz da paso una de pura e inconmensurable tristeza, aunque las lágrimas no aparecían el dolor se notaba en su rostro y en su voz. — Para cuando yo llegue ya estaban experimentando los efectos secundarios… Yo, presencie la muerte de madre y mi hermana por culpa de ello, y no se pudo hacer nada.




    Al escuchar esto Sarah queda paralizada, esta atónita, ¿Cómo aquello era siquiera posible? ¿Cómo un hombre pondría la vida de su familia en la línea por sus investigaciones? No, no eran simples investigaciones, para Sarah eso era avaricia pura. Entonces ella comprende que nunca podría sentir algo siquiera similar a lo que él ha sentido estos años, nunca podría soportarlo y continuar, sería una locura para ella.




    — Mi padre sacrifico la vida de mama y Roselyn, fue su culpa, sin embargo fui yo quien lo perdió todo ¿Por qué, Sarah? — entonces Franz se quiebra por primera vez ante los ojos de una atónita Sarah que solo puede presenciar el momento sin poder gesticular palabra alguna. — Yo… fui… quien sostuvo la mano de mi hermana mientras ella… — pequeñas lágrimas se asoman delicadamente por los ojos de un adolorido Franz. — Recuerdo cuando me dijo que ya no podía verme, recuerdo cuando me hablo sobre lo mucho que ardían sus ojos a pesar de que estos no podían ver nada… lo recuerdo todo… — entonces aquellas lágrimas que apenas se asomaban ahora corren por sus mejillas mientras sus puños se cierran de manera rabiosa y con clara frustración. — En especial recuerdo lo calmada que se veía… apenas tenía ocho años… no debía ser así… sin embargo, ella estaba calmada mientras sufría, simplemente porque yo estaba a su lado sosteniéndole de la mano… ¿acaso eso tiene sentido? ¿Por qué ella en sus momentos finales estaba en paz mientras que yo no podía soportar seguir viviendo? Ella estaba tan tranquila, se sentía segura porque su hermano mayor se encontraba con ella, y así… ella… se fue de mis manos…


    — Franz… — era lo único que Sarah podía decir en medio del shock.


    — Mi madre murió dos días después… nunca le dije sobre Roselyn… eso habría sido demasiado. — Franz en ese momento estaba totalmente desquebrajado, hacía mucho que no contaba esa historia, hacía mucho que no escuchaba sus propios gritos de desesperación al ver la vida de su pequeña y querida hermana escurrírsele de las manos, hacía mucho que no sentía de nuevo como su corazón se hacía pedazos al mentirle a su madre sobre Roselyn en sus momentos finales… eran sensaciones que se habían calmado dentro de su destrozado y maltrecho corazón. El dolor se había intensificado una vez más.




    — Sabes, una persona como yo nunca será capaz de comprender lo que te ha pasado… lo cierto, es que no importa que clase palabras de consuelo pueda decirte en este momento, todas sonaran vánales y serán completamente fútiles… creo que en situaciones como esta, más que consuelo, la gente necesita amigos que lo acompañen durante su dolor, para así no caer en la depresión y ser engullido por el dolor… así que eso hare… Franz… — Sarah se nota muy segura, ya no se muestra asombrada sino decidida, su mirada es un claro reflejo de esto al igual que sus palabras. — Yo te acompañare y te ayudare tanto como pueda, así no estarás solo.




    Franz estaba notoriamente sorprendido por las palabras de la jovencita de apenas trece años de edad, lo cierto es que nunca la había visto tan segura, su voz nunca se había escuchado tan decidida, sus ojos nunca habían mostrado semejante determinación, entonces, para sorpresa propia, una sonrisa hace aparición en el rostro de Franz; cuando Sarah ve esto también sonríe, claramente alegre, mientras la puesta de sol caía frente a sus ojos y la noche comenzaba a bañar el ambiente.




    — Gracias por confiar en mí.


    — No te preocupes por ello.




    Luego de ello Franz Y Sarah continúan conversando sobre diferentes tópicos, hasta que se hace tarde y es tiempo de regresar a las habitaciones, entonces Franz se despide de Sarah y se dirige hacia su dormitorio, donde se encuentra con su amigo Jannick, utilizando la computadora.




    — Hasta que llegas.


    — Apenas son las siete de la noche.


    — Lo sé, pero es bastante extraño en ti ausentarte de esa manera. — entonces Jannick hace una pausa muy pensativa, lo que sorprende un poco a Franz. — ya recordé; Veronica quiere hablar contigo, de preferencia hoy mismo, pero eso fue hace dos horas, ya no creo que te dé tiempo de pasar al lado de las chicas a estas horas de la noche.


    — Irrelevante. Ya regreso. — Franz se colocó su saco negro para salir a ver a Veronica, también llevo consigo su bufanda de franjas negras y blancas alrededor de su cuello ya que era una noche especialmente fría.




    Jannick se vio asombrado por la prisa del joven de cabello rubio en salir del dormitorio, sin embargo, era cierto que no iba a ser posible entrar a los dormitorios de las chicas a esa hora, por lo que seguramente se encontrarían en algún otro lugar quien sabe con qué motivo. Lo cierto es que por muy sospechoso que todo eso resultara para Jannick el preferiría no darle muchas vueltas al asunto, así que se preparó para descansar un rato.




    Franz aún estaba saliendo del pasillo de su dormitorio cuando llamo a Veronica por medio de su celular; la pelirroja contesto inmediatamente al saber que era Franz quien llamaba.




    — ¿Dónde estabas? No he sabido nada de ti desde que salimos de clase. Ya no puedes venir, es muy tarde.


    — ¿Qué importa eso? Solo lleva el paquete contigo y reunámonos en nuestro lugar secreto.


    — Es muy peligroso ahora mismo, no es prudente.


    — Solo hazlo, es urgente que lo tenga en mis manos esta precisa noche para cerciorarme de los próximos detalles.


    — Ok, pero te he advertido, es peligroso, de todas formas te lo llevare.




    Allí acababa la llamada telefónica, luego, unos pocos minutos después ambos se encontraron donde acordaron, este lugar era un pequeño espacio del campus que fue hace poco desalojo y pertenecía a una de las numerosas franquicias de café que tomaban lugar en el extenso campus del colegio. El lugar estaba completamente vacío por lo que era perfecto para reuniones secretas. En ese preciso lugar espera pacientemente un aparentemente relajado Franz, que colocaba ambas manos dentro de sus bolsillos mientras exhalaba su gélido aliento debido al frio que había esa noche.




    Minutos después llega Veronica, esta lleva puesto un elegante pantalón negro, acompañado de un abrigo del mismo color de cuero, bajo este lleva una franela negra que le cubre por completo hasta el cuello. Sus manos también estaban en los bolsillos aunque en su caso eran los bolsillos del abrigo. A pesar de que parte de su cabello rojo caía desde su frente y escondía uno de sus azules ojos, estos se podían ver claramente esa noche, dejando ver la frialdad de su mirada ante el joven parado frente a ella.




    — Supongo que en esos bolsillos traes mis documentos.


    — Si, aquí está tu pasaporte, y algunos documentos más, también está tu boleto de avión para irnos después de la prueba militar.


    — ¿Cuánto tiempo después?


    — Una semana. Nuestro vuelo a Suiza sale una semana después, ya tenemos todo listo para ese momento.


    — Perfecto. Todo está saliendo bastante bien.


    — Debo preguntar… ¿Qué intentas lograr uniéndotenos? ¿Qué motivo tiene alguien como tú para unirse a gente como nosotros?




    Franz entonces la mira fijamente por unos segundos, cosa que la pone intranquila dada la gélida mirada proveniente de sus ojos castaños. Luego, cambia su mirada hacia el techo para luego devolverle su atención hacia ella pero esta vez de manera ligeramente más afable, y no tan fría.




    — Tu hermano ha sido un gran devoto a la causa, la verdad es que yo admiro a la gente como tu hermano.


    — ¿Qué quieres decir con ello?


    — Mis motivaciones… bueno, ese asunto no es de tu incumbencia, sin embargo, si puedo explicarte cual es mi propósito.


    — Te escucho.


    — Es bastante simple, la verdad: yo solo quiero la total y completa inutilización de navita a nivel militar.


    — ¿De qué demonios hablas? Eso es imposible. — Veronica mostraba claro asombro ante la particular meta del joven de cabello rubio y baja estatura.


    — La navita ciertamente ha hecho mucho mal a nuestro mundo desde su comercialización; el capitalismo cada vez se adueña más del mundo, volviéndolo un estanque de tiburones en el que nadie va a poder sobrevivir. Es absurdo, solo observa el nivel de consumismo de nuestra sociedad hoy en día; es brutal, está carcomiendo lo poco que queda de humanidad en nosotros. También está el problema de la desigualdad social, porque mientras los países que son parte del acuerdo de hace ya 75 años solo se enriquecen vemos como el resto del mundo se empobrece, el monopolio energético actual es una bestialidad, y en una sociedad en donde todo depende esencialmente de energía hace completamente imposible que sociedades y culturas menos avanzadas puedan desarrollarse. Es, en sí, un proceso de autodestrucción acelerado en el que vivimos hoy en día.


    — Eso ya lo sé, por eso estoy del lado de mi hermano.


    — Bueno, lo cierto es que si ganamos esta “guerra” entonces podremos deshacer semejante monopolio y las cosas serán más igualadas, no habría tanta pobreza en los países subdesarrollados y los países más avanzados no se verían engullidos por el consumismo que viven hoy en día. De esa manera mi meta sería más sencilla, pues lo que quiero es eliminar a la navita como una amenaza latente para la humanidad. Si esta energía se sigue militarizando a este paso, pronto tendremos armas de una capacidad destructiva inimaginable, sería muy tonto de nuestra parte permitir semejante cosa. — Franz durante todo su monologo sonaba muy seguro y confiado de sus palabras. Veronica estaba altamente sorprendida. — Por cierto ¿Qué sabes acerca de la pandemia del 83’?


    — Muy poco la verdad, solo que la enfermedad era en base a navita y mato a mucha gente.


    — Si, eso es cierto, pero, no de la manera en lo que ellos lo cuentan.


    — ¿A qué te refieres?


    — Bueno, desde hace dos años he estado haciendo investigaciones… y… he descubierto mucho…


    — ¿Qué es lo que descubriste?


    — Bueno, para empezar debo señalar que la gran parte de las víctimas que murieron durante esa pandemia fueron africanos, generalmente gente con bajas defesas debido a la desnutrición, y esto en parte era cierto, pero lo que no dijeron en el momento fue que no todos murieron por la enfermedad. De hecho, menos del cincuenta por cierto de las víctimas en África murieron por la enfermedad como tal.


    — No entiendo…


    — Veras, si bien todas esas personas estaban enfermas no fue realmente la enfermedad lo que los mato. Fueron las medicinas. — Veronica comienza a comprender un poco de lo que Franz trata de explicarle. — Lo cierto es que la enfermedad en cuestión no afectaba animales así que no pudieron experimentar en ellos, y la situación era de gravedad, así que las farmacéuticas más importantes comenzaron a hacer medicinas experimentales cuya distribución estaba técnicamente prohibida, pero, sin embargo, hay reportes que dicen que muchas de estas medicinas fueron entregadas a enfermos en África, el motivo de esto es que al no haber animales en los que probar las medicinas experimentales estas empresas decidieron probar sus experimentos en personas, y no tuvieron que ocultar ninguna muerte a causa de esto, ya que era bastante sencillo echar la culpa a la enfermedad y así encubrir sus medicamentos fallidos.


    — ¿Acaso estas diciendo que en realidad ellos fueron los que mataron…?


    — En efecto. Pero al final el negocio fue redondo para ellos, porque cuando al fin pudieron llegar a encontrar una medicina viable a base de navita ganaron millones y millones, y adivina a quienes pertenecían estas farmacéuticas…


    — Alemania, Italia, Estados Unidos, Francia, Japón, Brasil y España…


    — Si, aunque no directamente, puesto que la empresa en cuestión era “técnicamente” estadounidense, sin embargo, si revisamos un poco, vemos que casi todos los accionistas provenían de estos países, y si indagamos más nos daremos cuenta que en realidad la mayoría de los accionistas eran seudónimos que representaban a no solo estas potencias mundiales, sino a los mayores empresarios de navita en el mundo. Lo cierto es que ellos fueron los que decidieron jugar con la vida humana a cambio de dinero, puesto que si nos damos cuenta, esta empresa termino absorbiendo a la competencia casi por completo debido a este acontecimiento.


    — Bastardos… ellos… no merecen vivir. — Veronica está claramente enojada, y es que era algo personal para ella, puesto que su querido hermano siempre ha luchado contra ese tipo de gente que se aprovecha de los demás solo por su beneficio, ella siempre ha querido ayudarlo en su lucha contra esos tiburones desalmados que carcomen al mundo y lo sumergen en lo que es ahora la sociedad; sin embargo, ahora sabiendo un poco más a fondo cómo funcionan las cosas en ese mundo en el que su hermano lucha no puede evitar sentir un poco de miedo ante semejante actos que han quedado en la impunidad.




    — Tienes razón… — Franz suena muy melancólico ahora mientras su mirada refleja una inusual tristeza en su ser.




    Entonces ambos se miran directamente a los ojos y comprender la situación como tal. Aquella tiranía inhumana en la que viven debe acabar, o sino, esta acabara eventualmente con el mundo y entonces… entonces no habrá nada que salvar.


     
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    Monarca

    Monarca I Love Rock n Roll!

    Capricornio
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    wow, franz tiene 2 enamoradas, perdón 3, pobre de él ha sufrido mucho con la muerte de su madre y hermana!

    Franz, si que tiene una visiòn de navita y Sarah esta enamorada de èl, pero como ella lo dijo, ella tiene 13 y èl 16...

    Porfavor sigue, me gusta como retrataste a Sarah.
     
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  14.  
    Luix

    Luix Fanático

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    Waa~ cada vez me gusta más *-*... Pobre Franz, cargar con algo así tantos años... Siguie plis, /u\
     
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  15.  
    Sir Lord Baltimore

    Sir Lord Baltimore Entusiasta

    Virgo
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    Buenas noches, como prometí…

    Mi primera impresión al leer la corta introducción que antecede al primer capítulo es la de un neófito en las cuestiones del género literario al que estas aspirando; y más allá del género, al medio al que le sentí más cercanía. No me justifico, pero queda como antecedente y no como anecdótico.

    Lo menos que te debo como lector es mi total honestidad. La historia me resulto pesada y por momentos poco comprensible. No es que sea complicada o depurada, mucho menos poco elaborada e incoherente. Fueron varios factores los que retrasaron mi asimilación de la misma.

    Para empezar, note un vicio serio… muchísimas de las oraciones son redundantes. Hay una diferencia entre crear énfasis y formar así cierta tensión o una adorable sensación de inocencia verbal. Pero en los tres episodios que has subido me he detenido algunas ocasiones para releer una o dos oraciones o frases (e incluso llegando a contar hasta tres veces las ocasiones en que tuve que regresar al inicio de párrafo para comprender la sintaxis).

    Otro de los problemas que me acarreo fueron los acontecimientos argumentales que sorpresivamente terminan, se saltan y no se justifican con un puente narrativo. En concreto hare referencia a la presentación de los personajes. El único de ellos al que se le hondó y presentó adecuadamente fue el mejor amigo de Franz, Jannick. Los amigos o amigas que intervienen posteriormente, entran ya sea de súbito a alguna de las conversaciones, o solo son mencionados brevemente en las mismas.

    Dejando a un lado la narrativa y siguiendo el hilo de cuestión anterior; los personajes. La psicología del protagonista es por mucho la más trabajada. Aun así se pierda en la nebulosa del enigma de sus razones o aspiraciones; incluso llegar a afectar la naturaleza de su historia. Todo esto en vez de ser misterioso se vuelve incómodo y cae en un Gary Stu. Y los personajes secundarios –me voy a lo directo- son cuando menos insulsos. Poco es lo que aportan a la historia principal y al crecimiento del protagonista sirviendo como pretexto –ya citado previamente- para la inclusión de más personajes secundarios terminando con relaciones interpersonales sin color entre ellos y Franz.

    En cuanto al desarrollo argumental de la trama me es difícil darle una crítica basándome en mi experiencia personal. Pues es que sentí que la historia está basada en muchos de los animes de corte bélico/motivacional shonen que gozan de gran éxito y que están basados en novelas ligeras. No sé si algunos hoyos y contradicciones en la trama son normales y aceptadas en los géneros ya mencionados.

    Por lo demás, quiero hacer notar las virtudes del texto. Pues el leguaje es educado y en muchas ocasiones efectivo (no efectista). También tienes una narrativa que de no ser por lo antes tratado es bastante ágil y astuta; logrando salvar situaciones absurdas propias del género.

    Y no vengo con la intención de solucionar solo problemas ortográficos (que no se me da reconocer).

    En conclusión; una obra medianamente entretenida con problemas que, de ser resueltos, la convertirían en una gran historia.

    Por demás, mis disculpas si en algún momento fui un poco grosero con mis comentarios y esperando que comprendas que es la crítica de uno solo, es tu decisión tomarla en serio. La calidad de escritor que eres no se basa en los errores, si no en las virtudes que encuentras en tu estilo.


    Gracias.
     
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  16.  
    VeraWolfe

    VeraWolfe A girl wild wolf

    Escorpión
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    Hola! Primero que nada me disculpo por tardar pero estoy de vacaciones y no he tenido tiempo de comentar.

    Pobre Franz lo mucho que tuvo que sufrir hace tres años juro qie ese recuerdo me quito un par de lagrimas. Espero el proximo capitulo ansiosa!! :)
     
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  17.  
    Pire

    Pire Usuario VIP Comentarista Top

    Escorpión
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    Bueno, lamento no pasar antes a comentarte.

    Sabes que me gusta bastante la manera en la cual te expresas en tus escritos, como los originas y la originalidad que demuestras en ellos. Pero he de coincidir en algo con Sir. He notado cierta redundancia en la historia.

    En los tres capítulos dices "lo que pasó el verano de hace tres años" siento, por mi parte, que pudiste omitir eso hasta el tercer capítulo que rebela las intenciones del protagonista. Pudiste expresarlo de otra manera tal como: "aquel suceso que cambió su vida por completo" además que no has sido cuidadoso a la hora de revisar tu historia ya que en el primera capítulo cambiaste el nombre de la mejor amiga del protagonista. De igual manera cambias el tiempo en que pasó todo. Debes ser cuidadoso a la hora de subirlo, ya que algún error que pueda afectar el argumento puede ser intolerable.

    Sobre los personajes. Siento que no los has mostrado demasiado como para entender que papel están jugando en todo el asunto. Se que son personajes secundarios, pero estos tienen que tener relevancia en la historia, no los has trabajo del todo bien. Tampoco demuestras tanto de Veronica quien es la que más ha tenido participación, por lo cual quiero creer que es porque hay historia que contar.

    Se te ha salido un poco de las manos, siento que no lo has planeado del todo bien. Siento que hay algunas partes en las cuales solo las usas para llenar el espacio como cuando Charlotte y Jann fueron por el pastel, no entendí la relevancia de eso.

    Sobre su plan, suena algo bastante curioso y me gustaría ver como lo relacionas. Estaré pendiente de la continuación.

    Saludos Alex
     
    Última edición: 20 Julio 2015
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  18.  
    Akarii

    Akarii Iniciado

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    Hola, perdón por tardarme en responder, pobre Franz que historia mas fea que lleva en sus hombros, no es fácil saber que su padre fue el causante de la muerte de su madre y hermana, me gusto esa relación por así decirla tierna con Sarah. Eso si no entendí del todo el tema con Veronica sobre pelear contra lo nativa pero seguro mas adelante lo entienda mejor.
    ;)
     
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  19.  
    Morde

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    Bueno, dicen que más vale tarde que nunca, así que aquí he llegado *risa malévola* (?). Procederé a emitir una opinión general sobre los tres capítulos, considerando, a pesar de no haberlos leído, que los comentarios de arriba han dicho ya todo lo que podía yo decir respecto a errores

    Señalo que 1'67 m no me parece "poco más de metro sesenta", sino que lo veo más en un "casi metro setenta". He sentido que las diferencias físicas entre Franz y Jannick tal vez estuvieran incompletas, como si hubieras empezado a redactarlas y decidieras echarte para atrás. Hay cambios repentinos en la forma de la narración entre presente y pasado que nunca me han terminado de convencer, en el sentido de que la acción que ocurre linealmente en el mismo momento cambia de tiempo inexplicablemente, pero compensa el hecho de que, por lo demás, dicha narración no está nada mal. Tienes también una falta de algunas tildes en general menores y comprensibles, pero que a veces llegan a complicar la lectura. La historia me recuerda vagamente a los shonen casi diría que clásicos, creo que la razón es evidente... y sin embargo, me gusta la manera en la cual desemboca hasta el momento. También me quito el sombrero ante el desarrollo de personajes, al que no veo ningún problema a destacar

    Espero con ganas el siguiente capítulo :3
     
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  20.  
    makakenea

    makakenea Entusiasta

    Leo
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    8 Mayo 2015
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    Pluma de
    Escritora
    HEY!!!, yo sigo esperando la continuacion, me agrada tu historia, y quiero saber que pasa, fuu y gracias por invitarme a verla es genial...
    Mktz! Esperando conti jiji
     

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