Two-Shot de Pokémon - ¡Más helado de lo normal!

Tema en 'Fanfics Terminados Pokémon' iniciado por Steve Yops, 18 Julio 2014.

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  1. Threadmarks: Primera parte: ¿Ruta helada o rutas heladas?
     
    Steve Yops

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    Título:
    ¡Más helado de lo normal!
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    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    6107
    ¡Hola a todos! Les cuento que he creado esta historia dividida en dos partes para la actividad "El poder del frío".

    La trama es una precuela de mi fanfiction, "¡Re-enlace de destinos en la Poké-academia!", en la que se relata una aventura de May y Marina a punto de terminar su viaje por la región Johto.
    No obstante, no es necesario leer aquel long-fic para poder entender esta historia, y tampoco habrá un shipping o algo parecido aquí —a excepción de una pequeñísima mención para que concuerde de cierta forma con el otro fanfiction, pero nada más—, así que te puedo asegurar, que si no eres fanático de los shippings, puedes leer con total tranquilidad :)

    ¡Espero que les guste! Apreciaría que luego de leer me dejaras un comentario para saber que tal te pareció, aunque esto es totalmente voluntario.

    Ahora que mi discurso ha terminado, les dejo el primer capítulo:

    Primera parte: ¿Ruta helada o rutas heladas?

    Ahí estaba yo. Sentada en un estudio fotográfico de pueblo Caoba, bebiendo un refresco en un vaso de cartón con una pajita; mientras mi amiga, Marina Kristalli, estaba en medio de una sesión de fotos, posando un artefacto llamado Poké-Reloj. Creo que eran de la región en la que Ash estaba ahora… ¿Sinnoh era cómo se llamaba?

    —¡Y está listo! —anunció el fotógrafo—. Las fotos de la nueva versión del Poké-reloj saldrán en unas semanas…
    —¡Fabuloso! —exclamó mi amiga.

    ¡Uff! Afortunadamente ya había acabado. Me encanta acompañar a Marina a sus cosas de ídolo pokémon, pero cuando se alargan sus actividades hasta la noche… Oh, Dios. En esos momentos es cuando deseo estar en casa, durmiendo como Munchlax lo hace después de comer los Pokécubos suyos y los ajenos.

    —Bien, May, ya podemos irnos a dormir… —dijo Marina.
    —¡Viva! —celebré.

    Mi grito hizo que Pichu se despertara de golpe… ¡Así es! Ahora tengo un Pichu.

    Hace un tiempo atrás pasé por la guardería pokémon cerca de ciudad Caña Dorada, y los dueños me regalaron un huevo pokémon de donde nació el pequeñito que hace unos minutos dormía plácidamente sobre la mesa.

    (…)

    ¡Yaawn! Debo admitir que me desperté con mucha pereza al día siguiente. Tenía muchas ganas de seguir durmiendo, pero hubo dos cosas me hicieron despertar de manera veloz: El desayuno y la fecha.

    ¿Que por qué la fecha? Resulta que ya llegó el momento de volver a Hoenn. Y para eso aún me falta pasar por la ruta 44, una cueva llamada la “Ruta Helada” y Ciudad Endrino. De hecho, tendría que recorrer aún más si no fuera porque Ciudad Endrino ahora cuenta con un fabuloso transporte llamado “Expresso Endrino Primaveral”. Y como su nombre lo indica, es un autobús que te lleva de ciudad Endrino a pueblo Primavera en la mitad de tiempo.

    Así es. Pueblo Primavera sería el último lugar de Johto en el que estaría, ya que ahí tomaría el barco hacia Hoenn. ¿Y luego? Luego quizá me quede ahí por un tiempo, porque esta vez no tuve mucha suerte con los concursos, tan sólo gané tres listones… aunque eso no es algo de lo que quiera hablar en estos momentos.

    En fin. Mientras yo disfrutaba del sabroso desayuno, Marina se disponía a escuchar la radio de su Poké-Gear para saber cómo estaría el clima hoy…

    “Según los últimos reportes, la temperatura en el norte de la región comenzó a disminuir notablemente desde hace unos horas. Hasta el momento, los expertos no han encontrado una explicación lógica para ello, pero seguirán investigando y cualquier novedad será informada…”

    Eso nos extrañó un poco. ¿Un repentino bajón de temperatura? Al menos yo sentía que el tiempo estaba bastante normal.

    Terminamos de desayunar, y mi amiga y yo guardamos los abrigos que usaríamos en la Ruta Helada… ¡Incluso le compramos uno a Pichu!

    Compramos unos “Caramelos Furia” para el camino, y partimos hacia la ruta 44. Pero no fue sino llegar ahí para acordarnos de lo que dijeron las noticias…

    —M-Marina, ¿n-no tienes frío? —pregunté mientras mis dientes castañeaban. ¡Incluso juraría haber visto vapor salir de mi boca al hablar!

    Mi amiga sólo asintió. Se notaba que la pobre tenía aún más frío que yo, porque le temblaba todo el cuerpo. Pichu, por su parte, no se quejaba… Su pelaje en esos momentos le ayudaba a protegerse del frío.

    Encima los fenómenos extraños no se detuvieron ahí. De repente, sentí algo muy frío en mi hombro, y cuando pasé la mano por ahí sentí algo como… ¿hielo? ¡Era un copo de nieve! Y ese sólo fue el primero de muchos que comenzaron a caer por toda el lugar…

    —¿D-desde cuándo nieva en este lugar? —preguntó Marina confundida.
    —¡N-no me preguntes a mí, y-yo no soy de esta región! —fue mi respuesta.

    Sin dudarlo, nos pusimos nuestros abrigos para protegernos de la baja de temperatura que invadió la ruta.

    —May será mejor que nos apuremos, o si no la entrada de la Ruta Helada va a quedar tapadísima de nieve… —dijo Marina, señalando una gran montaña rodeada de neblina.

    Yo asentí, y a la cuenta de tres comenzamos a correr lo más rápido que pudimos mientras más y más nieve comenzaba a caer… ¡Era todo tan extraño! Si nada más en Pueblo Caoba el clima estaba de lo más agradable.

    Pasados unos buenos minutos, vimos a lo lejos la entrada a la Ruta Helada…
    Era una abertura rodeada completamente de hielo por todos lados —incluyendo el suelo—, por lo que al llegar dejamos de correr para evitar resbalarnos.

    El interior de la cueva era literalmente “congelante”. Suelo nevado, con algunas partes compuestas por hielo resbaladizo, y paredes llenas de escarcha…

    —¡Brr! —exclamó Marina—. ¡Aquí está el doble de frío!
    —¡…Chu! —aulló Pichu acurrucándose.

    Con eso me di cuenta de que el pelaje ya no le ayudaría a Pichu a aguantar más el frío… ¡y es que a decir verdad estaba haciendo demasiado frío en la cueva! Digo, yo sé que se llamará “Ruta helada” por algo, pero esto era demasiado.

    Rápidamente saqué al pequeño abrigo de Pichu y se lo puse en un par de segundos, y afortunadamente, el pequeñito dio señas de sentirse más cómodo con el saco puesto.

    —¡V-vamos! Pongámonos a caminar o me voy a congelar… —dijo mi amiga.
    —¡T-te apoyo! —le respondí, comenzando a avanzar el paso—. Oye, aquel vendedor nos dijo que este abrigo era capaz de soportar el frío de esta cueva, p-pero a mí no me parece que sea muy cierto…
    —Es que al parecer hace más frío de lo habitual, según la radio. Además, yo recuerdo haber venido aquí antes con este mismo abrigo y me fue bastante bien. Pero ahora, ¡m-mírame! Soy todo un Snorunt.

    Luego de eso no dijimos absolutamente nada. El frío era aterrador. Incluso hubo un momento en que ya ni sentía el labio de lo helado que era todo… ¿En qué momento pasó todo esto?

    ********
    Mientras tanto, unos extraños sujetos husmeaban dentro de la misma cueva, pero en una parte bastante lejana a las chicas y a Pichu.

    Uno de ellos era una mujer delgada de larga cabellera rubia, ojos castaños y piel blanca. Usaba unos curiosos aretes color rosa en forma de triángulo, y un traje de invierno color negro con una “R” roja estampada al medio.

    El otro era un chico alto de cabello verde azulado, ojos café oscuro y piel morena. Iba vestido con un traje similar a su compañera.

    —¡Ahí está, Barry! —exclamó la chica—. ¡El Anti-Derretir!
    —¡¡Qué mi nombre es Butch!! —alegó furioso el chico que definitivamente no se llamaba Barry.

    Sin embargo, su rabia se esfumó rápidamente al ver el objeto que su compañera encontró. Era como un fragmento de hielo formado por varios carámbanos…

    —Wow… lo hiciste, Cassidy —susurró Butch anonadado.
    —¡Rápido! Ponlo en la máquina manipuladora… Ya estamos a mitad de camino.
    —Perfecto —dijo el integrante del equipo Rocket, tomando el Anti-Derretir—. Por mientras activa el radar, ese pokémon no debe haberse ido muy lejos… ¡Y avísale a Archer!

    Cassidy asintió y sacó un extraño radar que empezaba a escanear todo el perímetro, y detectó un “puntito azul” a unos kilómetros de ellos.

    La agente Rocket sonrió siniestramente, y sacó un Walkie-Talkie para comunicarse con el ejecutivo mencionado por su compañero.

    ********
    Cada vez sentíamos que hacía más y más frío. ¡Pero por suerte, encontramos un centro pokémon en medio de la cueva! Yo no me lo esperaba de ninguna de las formas, porque digo, es una cueva… Aunque parecía que llevaba bastante tiempo funcionando, porque Marina lo mencionó sin impresionarse a niveles tan grandes como en mi caso.

    —Allá tienen calefacción y galletitas —afirmó mi amiga—. ¡Vamos!
    —¡Me convenciste con las galletitas! —comenté, riendo.

    Pichu no se quejaba para nada. El muy suertudo tenía un buen almacenamiento térmico con el abrigo y su pelaje... Aunque debo admitir que me alegraba eso, porque si el pequeño tuviera frío, andaría muy preocupada por él.

    Sin pensarlo dos veces, entramos al centro Pokémon… y puedo decir que fue una de las mejores decisiones que hemos tomado... ¡El lugar estaba calientito!

    Pude ver que la calefacción provenían de varias estufas a luz presentes en el edificio, y no estoy exagerando al decir que habían varios viajeros ahí… ¿quizá el frío los había hecho entrarse?

    —¡Buenos días! —saludó la enfermera Joy junto a un Jynx, acercándose a nosotros formalmente—. ¿Ustedes también van a pasar la noche aquí?
    —Oh, no en verdad —contesté—. Sólo hicimos una parada, pero debemos llegar pronto a ciudad Endrino.
    —Ya veo… ¿y les fue bien con esos abrigos?

    La enfermera Joy quedó examinando nuestros sacos con una expresión no muy convencida. Se nota que ella conocía perfectamente el lugar como para saber cuándo uno está bien abrigado y cuando no.

    —No… —respondió Marina—. Y es muy curioso, porque hace un año yo usé este mismo abrigo aquí y logré conservar el calor sin problemas…

    La enfermera Joy sonrió con amabilidad.

    —Lo que pasa es que hoy se han registrado temperaturas considerablemente menores… —afirmó la enfermera.
    —¿Y usted sabe a qué se pueda deber eso? —preguntó mi amiga.
    —La verdad no. Pero de todos modos les vamos a pasar unos abrigos más gruesos, chicas. O sino se van a congelar.
    —De acuerdo, ¡gracias! —dijimos Marina y yo al unísono.

    Luego de recibir los gruesos abrigos en manos de Jynx, la enfermera Joy nos ofreció las galletitas y un chocolate caliente. Y lógicamente, aceptamos. Digo, si estás en una cueva llena de nieve y te ofrecen algo tan rico como eso… ¡Hay que aceptarlo!

    Mientras bebíamos nuestro chocolatito, un chico se acercó a la enfermera Joy. Yo me quedé viéndolo un rato, porque se me hizo muy familiar. Usaba una gorra, tenía un corte de pelo un tanto característico, y andaba con un Pikachu en su hombro.

    —¡Psst!, ¿ese no es el chico, May? —musitó Marina con cierta mirada pícara.

    Yo reí nerviosamente.

    —No, Marina… no es él. Pero debo decir que se parece muchísimo, quedé impactada.
    —¡Hola, Ritchie! —lo saludó la enfermera Joy—. ¿Ya vas de salida?
    —Así es, enfermera. Saldré en unos minutos.
    —Quizá quieran ir juntos —le dijo la curadora de pokémon, señalándonos—. Ellas son May y Marina, y también se dirigen a ciudad Endrino.

    Ritchie nos volteó a ver y alzó la mano con una sonrisa.

    —Un gusto. Mi nombre es Ritchie y él es Sparky.
    —¡Pikachu! —saludó Sparky.
    —¡Súper! Tú también le pones apodos a tus pokémon —comentó mi amiga—. Hola, yo soy Marina.
    —Y yo me llamo May —saludé.
    —¡Pichu! —se presentó mi pequeño compañero.

    ********​

    En aquellos instantes, una curiosa limosina blanca con una “R” roja en cada retrovisor apareció en frente de los agentes Rocket. De ella, se bajó un muchacho de cabello azul, con un traje de invierno color blanco con una pequeña “R” a un costado, y debajo de ésta, una etiqueta que decía “Archer – Ejecutivo Rocket”.

    —¡Es bueno verlo, señor! —dijo Cassidy.
    —¡Bienvenido sea! —añadió Butch.

    Archer se quedó mirando a los agentes por un momentos, y pareciese que esbozó algo similar a una sonrisa.

    —¿Dónde está la máquina? —preguntó el ejecutivo.
    —Por allá. —Butch apuntó a la gran máquina que contenía el Anti-Derretir. Al parecer, el aparato estaba almacenando energía para comenzar a funcionar.
    —¿Y el ave legendaria?
    —Cada vez está más cerca de nosotros… —contestó la rubia, mostrándole el radar—. Como usted bien había dicho, se siente atraído con la actividad del Anti-Derretir.

    Archer asintió con satisfacción ante tal afirmación.
    Entonces, el radar de Cassidy comenzó a sonar… ¡su objetivo andaba muy cerca de ellos!

    —¡Butch! Prepara el arma… Ya está cerca.

    El agente de cabello verde azulado sacó algo que parecía ser una gigante jeringa y la metió en una especie de Bazooka.

    —¿Y eso qué es? —preguntó Archer.
    —Este bebé electrocutará al objetivo, para que luego caiga dormido… ¡Es un 2x1!

    ********​

    En eso, unos chicos llegaron un tanto nerviosos. Venían con la ropa cubierta de nieve y con unos pokemon debilitados en sus brazos.

    —¡Enfermera! Hubo una extraña ventisca allá afuera y nuestros pokémon cayeron debilitados.
    —Tranquilos, los atenderemos en este mismo instante —respondió la enfermera—. Vengan con nosotras por favor.
    —¡Jynx, Jynx! —exclamó el pokémon de hielo, poniendo a los pokémon heridos en unas camillas y llevándoselos a la sala de cuidados.

    Un poco extrañada, intercambié una mirada con Marina y Ritchie… El tiempo estaba presentando muchas anomalías.

    —Marina, creo que es buena idea revisar que dice la radio sobre el clima —propuse.

    Mi amiga asintió. Prosiguió a sacar su Poké-gear y activó la radio, y escuchamos lo siguiente:

    “¡Noticias de último minuto! Turistas han reportado caída de nieve tanto en la ruta 44 como en ciudad Endrino. Esta es la primera vez en la historia de la región Johto que ocurren sucesos como estos… Sin duda algo inusual está ocurriendo; e incluso se sospecha que pueda llegar a haber una nevazón esta tarde”.

    Tragué saliva nerviosamente… ¿Una nevazón? Eso significaría que podríamos quedar atrapados en esta cueva sino salíamos a tiempo.

    —Creo que sería buena idea salir lo antes posible de aquí, ¿no creen? Sino hasta puede que la salida de la cueva se tape de nieve.

    Marina y Ritchie asintieron.

    —¿Saben? Ayer pasé la noche aquí, y no les voy a negar que se sentía un poco de frío… pero hoy hubo un cambio radical —afirmó Ritchie.

    Nosotras nos quedamos en silencio. Esta situación llegaba hasta asustar un poco.

    —¡Pichu, Pichu-Pichu! —exclamó Pichu, queriéndonos decir que siguiéramos nuestro camino.

    Yo acaricié al pequeño y asentí. Miré a Ritchie y a Marina, nos pusimos los abrigos y salimos del centro Pokémon.

    Al salir del caluroso y cómodo edificio, volvimos a las frías tierras de la Ruta Helada… ¡Brrr! El frío era atroz. Y hubo algo que nos descompensó aún más, ¡estaba nevando! Así como lo oyen; dentro de la misma cueva estaba cayendo nieve…

    Yo, alcé mis manos y traté de hacer un cuadrado con mis dedos índices y pulgares para simular una cámara, pero temblaba tanto de frío que no lograba mantenerlos estáticos…

    —¿…qué haces, May? —preguntó Marina.
    —¡T-t-trato de hacer una de las “expediciones de May” para que todo esto fuera más divertido pero el frío no da chance! —contesté con ganas de hacer pucheros.

    —¡Pichu, Chu, Pichu! —exclamó Pichu simulando una cámara con sus patitas.

    —¡Vaya! Supongo que será la expedición de Pichu entonces… —dije riendo.

    Pichu asintió con orgullo. Los demás y yo reímos al ver al pequeñito queriendo ser el papel estelar, y seguimos con nuestro camino.

    (…)

    Pasada una media hora, ninguno de nosotros sentía tanto frío como al inicio. Quizá nos habíamos acostumbrado, o en una de esas ocurrió un milagro y la temperatura comenzó a ascender —ojalá sea esta segunda afirmación—.

    —Oigan, ¿la nevada se está deteniendo o es mi idea? —preguntó Ritchie.

    Definitivamente no era su imaginación, porque apenas terminó de decir esa frase, dejó de nevar… así sin más. Yo ya comenzaba a sospechar que nos estaban jugando una broma pesada y había una cámara escondida por algún lado…

    En ese momento, un fuerte chirrido retumbó por toda la cueva, haciendo que parte de la nieve adherida a la pared cayera al suelo…

    —¡¡¡Arrrrrrrrrrtic!!! —fue el alarido que envolvió a toda la Ruta helada.
    —¡Pichu! —gritó Pichu asustadísimo, saltando a mis brazos mientras todo su cuerpo temblaba.
    —¿¡Qué fue eso!? —exclamó Marina.
    —S-sonó como un Pokémon… —dijo Ritchie.

    Seguido a eso, un extraño destello azul fue emitido a la distancia, y posteriormente logramos escuchar a gente riéndose, ¡quizá un pokémon andaba en problemas!

    Pichu andaba con mucho miedo, por lo que decidí regresarlo a la pokébola por si alguna cosa pasaba.

    Intercambié una mirada con Marina y Ritchie, y sólo eso nos bastó para empezar a correr en conjunto para ver que estaba pasando...

    Al llegar a la fuente del ruido y la iluminación, logramos ver a algo que parecía ser una gran ave de plumaje azul tendida en el suelo. Daba la impresión de que se acababa de caer.

    Al lado, había una extraña máquina que poseía una esfera de cristal, con algo que parecía ser un pedazo de hielo en su interior.

    Y al frente del pájaro, habían tres sujetos: Una mujer rubia, un hombre de cabellos verdes azulados; ambos con un traje negro. Y al medio, un chico alto de cabello azul, con un traje blanco.

    —¿Qué es eso? —susurré.
    —Cassidy, Butch: Tenemos intrusos —dijo el hombre de cabello azul sin moverse.

    Los de atuendo color negro se voltearon con una mirada amenazante, y al vernos se exaltaron…

    —¡Es ese mocoso de nuevo! —vociferó la mujer.

    El chico rápidamente sacó un extraño artefacto, apretó un botón… ¡y disparó una red en dirección a Ritchie! Todo fue rapidísimo, que ni Marina ni yo alcanzamos a reaccionar.

    —¡Chicas! —exclamó Ritchie.
    —¡Pika, Pikachu! —gritó Sparky, también dentro de la red.
    —¡Ritchie! —exclamé.
    —¡Oigan! —les gritó a Marina a los criminales.
    —¿¡Quiénes creen ser para hacer todo esto!? —vociferé indignada.

    El par de individuos soltó una risa siniestra…

    —¡Prepárense para los problemas! —exclamó la rubia.
    —¡Y como son dobles, más vale que teman! —siguió el chico.
    —¡Esta es nuestra misión, escuchen con atención! —dijeron los dos al unísono.
    —Para infectar al mundo con la devastación… —continuó la chica.
    —Y dominar los pueblos de cada nación… —prosiguió su compañero.
    —Para denunciar la bondad de la verdad y el amor…
    —Y extender nuestra ira hasta el espacio exterior…
    —¡Cassidy!
    —¡Y Butch!
    —¡El equipo Rocket orbitando la Tierra sin parar!
    —¡Ríndanse ahora o los voy a derrotar!

    Luego de escuchar ese lema, yo me quedé analizando a ese par de sujetos por un momento. Siento que los había visto en alguna otra parte… ¡Pero claro!

    —¡Ustedes son esos criminales que inventaron un torneo falso en Kanto para poder robar los pokémon de otros! —grité apuntándoles con el dedo—. ¡Son Cassidy y Barney!
    —¡¡Mi nombre es Butch!! —alegó el agente Rocket—. ¿¡Qué no escuchaste el bendito lema!?
    —Hmm… esa chica igual es peligrosa, debimos haberla inmovilizado también… —susurró Cassidy.

    Mientras nosotros discutíamos, pude notar que el tercer sujeto se dirigía a la máquina y comenzaba a apretar unos botones con total tranquilidad…

    —¿Qué es esa máquina? —intervino Marina—. ¿¡Qué están tramando!?
    —¡Por qué no mejor vuelven al jardín de infantes!, ¡esto no es asunto suyo! —gritó Cassidy.
    —Entonces tú vuelve a tu casa de retiro en vez de andar jugando con robots… —contraatacó Marina.

    ¡Uhhh! Eso fue un golpe bajo. Y se notaba que ofendió mucho a Cassidy, porque estaba tan histérica que daba la sensación que una de sus venas iba a estallar de la ira.

    —¡Ya fue suficiente! —vociferó la rubia, furiosa—. ¡Sal, Raticate!

    Cassidy arrojó una pokébola, de la cual salió un Raticate que aullaba y mordía para afilar sus dientes…

    —¡Y para que se aprendan bien mi nombre, yo les mando a Primeape!

    De la pokébola lanzada por Butch, salió un furioso Primeape dando puños en el aire.

    —Aún no sabemos que están haciendo… pero obviamente no es nada bueno. ¡Y hasta se me ocurre que pueden ser los causantes de las anomalías del clima! —me dijo Marina—. Así que hay que darles batalla, ¿estás lista, May?

    Asentí y volteé a mirar de manera desafiante a los miembros del equipo Rocket. Saqué una pokébola de mi mochila, y la lancé al gritar:

    —¡Sal, Wartortle!

    De aquella cápsula esférica, salió el evolucionado Squirtle que ustedes conocían. A diferencia de tiempos anteriores, Wartortle es un fanático de los batallas, y no le tiene miedo a absolutamente nada.

    —¡Yo te elijo, Wani Wani! —exclamó mi amiga.

    De la pokébola lanzada por Marina, salió su fuerte inicial: Feraligatr, rugiendo alegremente hacia todos lados.

    El hecho de que ambas hayamos sacado a pokémon tipo agua era una estrategia… estos podían desenvolverse muy bien en el hielo.

    —¡Raticate, usa Superdiente contra Wartortle!
    —¡Primeape, A Bocajarro contra Feraligatr!

    El pokémon de Cassidy comenzó a morder y a morder, y su diente central comenzó a crecer considerablemente mientras iba emitiendo un fulgor…

    Y por parte del tipo lucha, el pokémon empezó a enfurecerse más de lo que estaba, y se dirigió al pokémon de Marina para atacarlo a lo loco…

    —¡Wartortle, contraataca con Acua-cola! —ordené.
    —¡Wani Wani, defiéndete con Protección!

    Lamentablemente, mi pokémon no fue lo suficientemente rápido. Mientras almacenaba energía en su cola para efectuar el ataque, el Raticate se abalanzó sobre él y le enterró su diente…

    Afortunadamente, ese no fue el caso del Feraligatr de Marina. Éste fue lo suficientemente veloz para protegerse de los continuos golpes del irritable Primeape.

    —¡Wartortle!, ¿estás bien? —pregunté preocupada.
    —War… ¡Tortle! —dijo Wartortle en su idioma, levantándose con algo de dificultad.

    Aunque Wartortle se puso de pie nuevamente, yo sabía que había sufrido mucho daño, porque Superdiente es conocido por quitar siempre la mitad de la energía total del pokémon. Pero no me iba a rendir tan fácil, ya que había un pokémon en peligro…

    —¡Usa Rayo Burbujas! —ordené.

    Mi pokémon acuático se puso a disparar una ráfaga de burbujas contra Raticate antes de que éste volviera con su entrenadora… ¡Y dio en el blanco!

    —¡Wani Wani, usa Hidrobomba! —exclamó mi amiga.

    Feraligatr comenzó a preparar la Hidrobomba, formando un círculo de agua…

    —¡Esquiva y usa Movimiento Sísmico! —ordenó Butch.

    ¡La velocidad de Primeape era increíble! Sin problema alguno, Primeape pegó un salto esquivando el potente chorro de agua, y levantó al Feraligatr de Marina y lo arrojó con brusquedad al suelo...

    —¡Wartortle, Acua Cola de nuevo!
    —¡Wani Wani, usa Acua Cola también!

    Feraligatr se puso de pie y se ubicó al lado de Wartortle. Entonces, sus colas comenzaron a adoptar un brillo de tonalidad azul… y cuando tenían suficiente energía almacenada, ambos apuntaron hacia los pokémon de Cassidy y Butch y soltaron una cascada…

    —¡Esquiven eso, rápido! —gritaron ambos agentes Rocket.

    Sin embargo, no lograron evadirnos. ¡El combo de Acua-Cola logró aplastar a Raticate y a Primeape con eficacia!

    Un tanto cansados, los pokémon del equipo Rocket volvieron a levantarse. Pero antes de que alguno de nosotros dijera algo, tuve una extraña sensación y volteé a mirar al otro sujeto.

    Éste alzó la mirada fastidiado y se alejó de la máquina...

    —Ustedes terminen de configurar esa cosa, que a este paso van a arruinar todo —dijo él con un tono bastante cruel.
    —¡E-ejecutivo Archer!, ¡en seguida, señor! —respondieron los dos algo nerviosos.

    Cassidy y Butch devolvieron a los pokémon a sus respectivas pokébolas y se fueron corriendo a la extraña máquina.

    Archer, quien parecía ser una especie de líder de ese grupo, nos miró por unos breves segundos y lanzó una pokébola sin decir nada…
    De ella, salió un pokémon muy tenebroso que nada más al vernos comenzó a gruñir… y de la nada pegó un ladrido súper fuerte que nos hizo perder el equilibrio a Marina y a mí.

    —¡Qué macabro! —exclamé atemorizada.
    —Un Houndoom… —susurró Marina.
    —Colmillo rayo contra los dos, rápido —fue lo único que dijo Archer.
    —¡Chicas, cuidado! —gritó Ritchie, aún sin poder salir de la red.

    Nosotras no alcanzamos a decir palabra alguna. Con una agilidad abismal, Houndoom pegó un salto y apareció rápidamente en frente de Wartortle, y lo mordió con sus colmillos chispeantes, para luego hacer lo mismo con Feraligatr…

    ¡Todo fue tan breve! El pokémon siniestro volvió junto a su entrenador, y recién ahí Wartortle y Wani Wani comenzaron a tambalearse; y luego cayeron debilitados.

    —¡¡Wartortle!! —grité devolviéndolo a la pokébola.
    —¡Wani Wani! —vociferó Marina haciendo lo mismo.

    ¡Un solo ataque! Un solo ataque le bastó para derrotarnos...
    Sé que Wartortle tenía la mitad de su energía, y que acaba de ser golpeado con un ataque tipo eléctrico… Pero eso no le quitó lo impactante. Con eso me bastó para convencerme de que el tal Archer era alguien muy peligroso.

    —¿…terminaron? —preguntó Archer dándose media vuelta.
    —¡Ya casi, ejecutivo Archer, ya casi! —respondieron Cassidy y Butch.
    —¡Chicas, tienen que detenerlos! —exclamó Ritchie.

    Con algo de nervios, asentimos.
    Marina corrió hacia Ritchie para tratar sacarlo de la red, mientras yo escudriñaba en mi mochila otra pokébola… pero los nervios me estaban entorpeciendo demasiado. ¡No encontraba nada! Y mi mochila no era muy grande que digamos.

    Y como si fuera poco, Archer notó que no nos estábamos quedando quietos.
    El ejecutivo soltó un corto suspiro y miró a su intimidante pokémon.

    —Encárgate de ellos…

    Houndoom saltó ágilmente, y en medio de un segundo estaba en frente mío.
    Al verlo a tan pocos metros de distancia y rugiendo con bestialidad, ahogué un grito.

    Y eso fue sólo el inicio, porque el pokémon siniestro abrió su boca, y vi como las primeras flamas se asomaban por su boca… ¡Así que tenía que moverme rápido!

    Me precipité y efectué una voltereta hacia la izquierda, y Marina, luego de empujar a Ritchie, pegó un brinco hacia la derecha.

    —¡M-May haz algo! —dijo Marina.
    —¡Eso intento pero este pokémon no me deja! —grité.

    Por alguna extraña razón, Houndoom me cogió manía y me comenzó a perseguir sólo a mí. Yo hacía lo posible por esquivar una y otra vez sus Lanzallamas, mientras que el aterrador pokémon cada vez se veía más y más molesto…

    —Marina, creo que tú deberías hacer algo —repuso Ritchie.
    —¡C-claro! —afirmó Marina.

    Mi amiga comenzó a buscar su mochila, pero no la encontraba por ninguna parte. Se revisó de pies a cabeza, luego miró los alrededores de la red en la que estaba Ritchie, y nada que la veía…

    Entonces dirigió la mirada al lugar donde estaba antes de evadir el Lanzallamas, y ahí se le había quedado su bolsa…

    —¡Ohhh, no inventes! —alegó mi amiga.

    Marina, entonces, comenzó a caminar sigilosamente hacia la mochila para evitar llamar la atención de Houndoom. Pero justo cuando le faltaba poco…

    —¡Ya está listo! —vociferó Butch.

    Archer chasqueó sus dedos, y Houndoom rápidamente se alejó de mí. Por un momento me sentí aliviada, pero lo que vino después no fue para relajarse…

    Houndoom se acercó al ave azul y le quitó algo que parecía una inyección y luego le puso un extraño casco. Luego de eso, volvió con su “entrenador”.

    Entonces, la máquina comenzó a emitir un destello, y disparó un rayo gigante en dirección a la gran ave azul…

    —¿¡Qué está pasando!? —grité.
    —¡Fabuloso!, ¡el Anti-Derretir funciona! —exclamó Cassidy.
    —¿Anti-Derretir? —preguntó Ritchie—. ¿No es ese un objeto para potenciar los ataques tipo hielo?
    —Pero tiene un secreto… —comentó Archer—. Éste tiene la capacidad de controlar al pokémon que van a ver justo ahora…

    El pokémon se despertó y comenzó a gemir de una manera destrozadora… Se notaba que le estaban haciendo mucho daño. Y ganas para hacer algo no faltaban, pero apenas di un paso, el ave comenzó a levantarse y pudimos ver su rostro… Era Articuno.

    El ave de hielo comenzaba a gritar cada vez más fuerte, y hubo un momento en que nos tocó taparnos los oídos, hasta que dejó de gritar.

    Abrimos lentamente los ojos… y nos encontramos con algo terrible. ¡Articuno tenía los ojos rojos! El equipo Rocket lo tenía bajo su control…

    ********​

    Mientras tanto, en Pueblo Caoba, había un señor de edad mayor cepillando a un Mamoswine.

    El hombre era de piel blanca, cabello canoso, y delgado. Iba vestido con una camisa blanca de cuello de tortuga, un chaleco marrón, pantalón café claro, zapatos café oscuro, un largo abrigo a botones de color azul y una bufanda blanca.

    El señor logró escuchar el alarido del ave legendaria, lo cual captó rápidamente su atención…

    —Articuno… —musitó.

    ********​

    —¡Articuno ya está en nuestras manos, señor! —afirmó Butch.
    —Perfecto; ahora que tenemos a Articuno de nuestro lado, podremos someter a la región Johto a una ola polar masiva… —dijo Archer con frialdad.
    —¿¡Qué!? —exclamó Marina.
    —¡Entonces ustedes son los responsables del cambio climático! —dijo Ritchie.
    —¡Denle un nobel al niño! —se burló Cassidy—. Hemos tratado de capturar a Articuno desde esta mañana mientras buscábamos el Anti-Derretir. Cada vez que nos veía, el pobre se exaltaba y comenzaban a bajar las temperaturas…
    —Se nos escapó un par de veces, pero gracias a ese cubito de hielo ya es nuestro… —añadió Butch.
    —¡¡Arrrr-ticunooooo!! —gritó el ave.

    Articuno pegó un aletazo súper fuerte, y una potente Ventisca inundó el lugar… ¡Apenas podíamos sostenernos!

    —Díganle hola a las primeras víctimas de la glaciación regional —dijo Archer siniestramente.
    —¡Aloha, heladitos! —dijeron Cassidy y Butch con un tono burlesco.

    Archer, entonces, sacó un control remoto de su bolsillo y apretó un botón azul. Esto pareció hacer algún efecto en Articuno, porque el ave nos miró con furia y empezó a dispararnos con Rayo de hielo, sin piedad alguna.

    —¡Cuidado! —exclamé.

    Marina empujó a Ritchie hacia atrás y luego las dos pegamos un salto larguísimo, y logramos esquivar el gélido ataque.

    Pero la cosa se puso peor. El ave volvió hacia nosotros, y yo me di cuenta que no podíamos dar ni un paso más hacia atrás… estábamos completamente acorralados.

    Sentí el corazón latir a mil y una gota de sudor recorrió toda mi cara. Articuno se posó frente a nosotros, abrió su pico y una gran esfera de hielo comenzó a formarse delante de éste…

    —Ahora digan adiós… —dijo Archer.
    —¡¡Pantalla de humo!! —gritó una voz.

    Un Arcanine llegó desde las alturas, y liberó una cortina muy densa de hollín.

    Entonces, sentí como si nos moviéramos. No sabía si eso era bueno o malo, ¡porque no entendía nada de nada! Hasta que llegó el momento en que salimos de la humareda. Ahí pude notar que yo iba sobre Arcanine junto a un chico. Y atrás de nosotros iba un veloz Electivire que llevaba en sus brazos a Ritchie y a Marina.

    (…)

    El chico del Arcanine nos llevó de vuelta al centro Pokémon. El muchacho tenía la piel morena, cabello café y ojos marrones. Llevaba puesta una camiseta negra, pantalones morados y zapatos negros. Además, tenía una curiosa medalla con una esfera morada.

    Mientras conversábamos con él, la enfermera Joy se estaba encargando de desenredarle la red a Ritchie.

    —Estuvieron muy cerca… —nos dijo el chico.
    —Sí, muchas gracias… —le dije—. Pero, ¿cómo te llamas?

    El chico cerró los ojos con un aire presumido y luego dijo…

    —Gary Oak.
    —‘¡Gary!’ —pensé.

    Quizá era quien estaba pensando...

    —¡Tú eras el rival de Ash! —dije.

    Gary abrió los ojos un poco sorprendido. Parece que no se esperaba eso.

    —¿Conoces a Ash?
    —¡Claro! Yo viajé con él hace un tiempo atrás por la región Hoenn —respondí—. Yo soy May, mucho gusto.
    —Y yo me llamo Marina —intervino Marina.

    Gary sonrió y asintió como respuesta.

    —¿Y qué haces aquí? —pregunté. A decir verdad no pensaba que estuviera en Johto.
    —Llegué hace unos días de la región Sinnoh. Voy a Pueblo Caoba para reclamar un paquete de mi abuelo.
    —Espera… —dijo mi amiga—. ¿Tú llegaste desde ciudad Endrino?

    El nieto del profesor Oak asintió.

    —¿Y es cierto que allá está nevando?
    —Sí. Y a decir verdad yo sospechaba que Articuno estaba involucrado —dijo Gary.

    Nosotras quedamos inquietas ante esa afirmación… Si Articuno había sido capaz en provocar cambios tan grandes en tan sólo una mañana, quizá qué pasará luego…

    —Según he investigado, Articuno viaja por todo el mundo para mantener el nivel del frío en equilibrio.

    >>Cuando ya casi termina su recorrido, él hace una breve pausa y se queda aquí en la Ruta Helada por unos días, y luego regresa a las Islas Espuma para descansar. Pero si es atacado en medio de su viaje, Articuno puede llegar a descontrolarse y a provocar cambios climáticos temporales.

    —Y como el equipo Rocket los estuvo atacando esta mañana, Articuno liberó una ola polar… —dije.
    —Exacto. Pero ahora que está en manos de esa gente, es muy probable que eso llegue a ser permanente si no se hace nada para detenerlos —concluyó Gary.

    En ese momento, la enfermera Joy logró desenredar la red por completo, y Ritchie, que estuvo escuchando la conversación, se acercó a nosotros y dijo:

    —¿Y qué estamos esperando para detenerlos?
    —¡Pika Pika! —añadió Sparky.
    —Relájate —dijo Gary—. Tenemos que planear una estrategia, o sino terminaremos en la misma situación que les tocó pasar a ustedes hace un rato…

    Los tres asentimos, pues al fin y al cabo era cierto… Con la presencia del Archer, vencer al equipo Rocket iba a ser mucho más difícil de lo habitual. Había que planificar muy bien que se iba a hacer, porque si nos llegaban a descubrir con facilidad, iban a ordenarle a Articuno que nos congelara, y contra eso es difícil combatir…

    Pero mi reflexión mental se vio bruscamente interrumpida. Un estruendo, cada vez más fuerte, se escuchó desde afuera. Nos temíamos lo peor, pero no podíamos quedarnos de brazos cruzados.

    Junto a la enfermera Joy y su Jynx, salimos los cuatro con una pokébola en mano, dispuestos a luchar contra lo que viniera… Cuando a lo lejos, vimos a un hombre de edad mayor usando un casco, montado en un Mamoswine.

    —¡Es Pryce! —exclamó la enfermera Joy.
    —‘¿Pryce?’ —pensé curiosa.
    —¡El líder de gimansio de pueblo Caoba! —agregó Marina fascinada—. Es experto en los tipo hielo.

    Pryce llegó hacia nosotros, se bajó de Mamoswine y se quitó el casco.

    —Enfermera Joy, por favor no permita que nadie salga del centro Pokémon, porque algo muy grave puede estar ocurriendo… —dijo el canoso líder de gimnasio.
    —Es lo de Articuno, ¿verdad? —preguntó la enfermera.
    —¡Sí…!—afirmó Pryce un tanto estupefacto—, ¿cómo fue que se enteró?
    —Estos jovencitos fueron testigos de un complot del equipo Rocket en el que manipularon al ave legendaria… —contestó Joy, señalándonos.
    —¡El Equipo Rocket…! —exclamó Pryce atónito—. Debí suponerlo.

    Terminando de decir esas palabras, el líder de gimnasio se puso su casco y volvió a subirse al lomo de Mamoswine…

    —¡Espere! —vociferé—. No puede ir solo…
    —¡Sí! Ellos son tres, y tienen a Articuno bajo su control… —comentó Marina—. ¡Por favor déjenos ayudarle!
    —Planificando alguna estrategia, podemos vencerlos entre todos —dijo Gary.
    —¡Estamos dispuestos a hacer lo que sea para salvar a Articuno! —añadió Ritchie.

    Al escucharnos, pude percibir que Pryce sonrió con orgullo. Lentamente, el adulto mayor volvió a bajarse de su Mamoswine y se acercó a nosotros…

    —Con ese entusiasmo no puedo negarme… —comentó el maestro de los tipo hielo—. Bien, ideemos algún plan rápido para detener a esos sujetos.

    Nosotros asentimos con una cálida sonrisa, y nos reunimos para discutir sobre la situación.

    El Equipo Rocket no se iba a salir con la suya así de fácil. Lo que querían hacer era sumamente terrible, y nosotros no podíamos permitir que Johto sufra una baja extrema de temperatura que podría ocasionar gravísimos problemas tanto para humanos como pokémon…

    ¡Pero teníamos convicción! Íbamos a salvar a Articuno, yo sé que sí.
    Ese optimismo.... No lo sentía desde hace un buen rato. Entonces saqué mi listón Terracota y supe a quién me recordó ese sentimiento, y no pude evitar sonreír.

    Iba a dar la batalla… el equipo Rocket va a tener que prepararse, porque ibamos por la revancha, ¡y vamos a ganar!

    ********​

    Paralelamente, Articuno, gritando descontroladamente, fue rodeado por una energía incandescente de color amarillo…
    Dispuesto a desatar toda su furia, el ave helada embistió el techo de la cueva, y lo destrozó en miles de pedacitos...

    Ante eso, Archer esbozó una perversa sonrisa.

    —¡Sorpréndenos, Articuno! —gritó el ejecutivo.

    Articuno se asomó por el hueco recién formado, y salió al exterior de la ruta 44. Entonces, comenzó a girar y a girar… y sus alas comenzaron a desprender una poderosa nevasca que inundó por completo a los alrededores.
    Todo lo que estuviera a su paso era alcanzado por su poderoso ataque: Ventisca.

    Y quizá, ese era sólo el comienzo de una fuerte tormenta invernal… ¡A menos que alguien lo detenga!

    Continuará…
     
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    OMG. Así que este era el "especial" del que hablabas,pillín... Que te puedo decir? Fue magnífico, sublime,emocionante... Es super bueno saber esta historia. No he visto faltas, así que puedo decir...Magnífico! Esto ha hecho mi dia literalmente.

    Nos leemos!
     
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  3. Threadmarks: Segunda parte: Salvando al frío de las manos equivocadas
     
    Steve Yops

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    ¡Más helado de lo normal!
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    Acción/Épica
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    2
     
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    4976
    ¡Hola, amigos lectores! Aquí les traigo la segunda y última parte de este escrito :3
    Espero que lo disfruten mucho como yo, creo que hasta ahora es la ocasión en que he escrito más escenas de acción, y a decir verdad, fue bastante divertido.

    ¡Aquí va!

    Segunda parte: Salvando al frío de las manos equivocadas

    Frío… un silencioso frío era lo que único se sentía ahora. Justo después de acordar una estrategia, escuchamos un potente graznido seguido de un fuerte estruendo, acompañado de un leve temblor que nos hizo perder el equilibrio a todos.

    Algo me decía que Articuno había roto alguna parte de la cueva… y era posible.

    Teniendo al ave bajo su control, el equipo Rocket le necesita en los exteriores para poder efectuar la ola polar masiva.

    —¿E-escucharon eso? —preguntó Marina levantándose con algo de temor.
    —Era Articuno de nuevo… —dijo Pryce con un semblante preocupado y serio.
    —Esa gente debió haberlo sacado de aquí, para empezar a bajar la temperatura de los exteriores con mayor rapidez —comentó Gary.
    —Entonces tenemos que modificar alguna táctica, porque ellos ya no están donde los encontramos… —dijo Ritchie.
    —¡Pikachu! —añadió Sparky.

    Yo miré con algo de angustia a lo lejos. A medida que pasaba el tiempo las cosas iban poniéndose peores, y entre más nos demoráramos, más difícil sería detenerlos.

    Pero fue precisamente eso lo que me ayudó a reunir valor… teníamos que apresurarnos si queríamos devolverle la libertad a Articuno.

    —No creo que se hayan ido muy lejos —intervine—, porque ellos necesitan de un lugar donde nadie los vea y en el que puedan observar gran parte de la región.
    —¡Y un lugar como ese es…! —dijo Marina, captando la idea.
    —¡…la cima de la montaña! —completó la frase el líder de gimnasio.

    Ahora que todos habían entendido mi hipótesis, Pryce le volvió a decir a la enfermera Joy que mantenga a toda la gente dentro del centro pokémon para evitar accidentes de cualquier tipo, y luego de eso, emprendimos el rumbo a la cima.

    Recorrimos a ruta helada por un rato, y llegamos al lugar donde nos habíamos encontrado a Articuno junto al equipo Rocket la vez anterior, y justo como sospechaba, ahora había un hueco en el techo de la caverna…

    —¡Tenemos que ir por ahí! —afirmó Gary señalando el hueco.

    Todos asentimos. Esa era prácticamente la opción más eficiente, pero… ¿cómo llegaremos ahí? Al menos yo no sabía si alguno de nosotros contaba con un pokémon volador que nos ayudara llegar hasta allá…

    —¡Alakazam, usa Fuerza Psíquica! —gritó Gary.

    Yo, un tanto en suspenso, volteé a ver al antiguo rival de Ash, y noté que a su lado estaba el pokémon tipo psíquico que había mencionado.

    Éste, miró fijamente a algo que parecía ser un témpano; de seguro era parte de los escombros que dejó Articuno al hacer la abertura en el techo. Entonces, dicho témpano fue rodeado por una onda de color azul y se movió hacia nosotros.

    —¡Suban! —exclamó Gary pegando un salto a la gran masa de hielo.

    ¡Claro! Ahora entendía que era lo que quería hacer. Ese pedazo de hielo era del tamaño adecuado para llevarnos a todos.

    Pryce, por prevención, regresó a Mamoswine a su pokébola, y a continuación todos subimos al témpano. Gary le ordenó a Alakazam subir hasta la abertura, y entonces comenzamos a elevarnos…
    Por inercia nos pusimos la capota de nuestras chaquetas, pues era muy probable que estuviera nevando allá afuera.

    A medida que íbamos ascendiendo, la temperatura iba bajando considerablemente.
    Precisamente la sensación térmica era similar a la que habíamos sentido con anterioridad, por lo que me estaba convenciendo de que íbamos en la dirección correcta; encontraríamos pronto a Articuno y a esa banda de criminales.

    Finalmente, llegamos a lo que parecía ser la ladera de la montaña, donde estaba cayendo una intensa nevada.
    Del témpano saltamos a piso firme, y Gary le dio las gracias a Alakazam para luego devolverlo a su pokébola.

    —¡Brr!, ¡está helado aquí! —exclamó Marina frotándose los brazos.
    —No estamos muy lejos de la cima, muchachos… Esa gente debe andar por aquí —musitó Pryce.

    Asentimos con determinación. Sólo quedaba avanzar hasta la cima para estar del todo seguros que ellos andaban por allí…

    —No… —murmuró Gary.

    Volteé a ver al chico con incertidumbre, porque dijo aquella palabra con cierto tono de angustia.
    Noté que andaba con unos binoculares, y con algo de preocupación, los tomé por un momento y miré a través de ellos, pero lo que vi definitivamente no fue nada agradable…

    Eran personas y pokémon en la ruta 44, todos congelados. La causa era más que obvia, todos habían sido víctimas del ataque del Articuno manipulado.

    Con mucho dolor, retiré los visores de mis ojos y se los devolví a su dueño.
    Llevé una mano a mi pecho, sintiendo cierto aire melancólico, y cerré mis ojos mientras un par de lágrimas recorrían mi rostro…

    —Oh, vamos, May… no vaya a ser que se te congelen las lagrimitas —murmuró Marina consolándome.

    Yo miré a mi amiga y no pude evitar sonreir. Sin pensarlo dos veces le di un fuerte abrazo.
    Si habían cosas buenas que me trajeron este viaje, entre ellas estaba, sin duda alguna, la amiga incondicional que tenía junto a mí en este momento.

    —Ehh… chicas, no quiero interrumpir su escenita de amistad y ternura, pero, ¿no sienten como si el suelo se estuviera moviendo? —dijo Ritchie.

    Marina y yo nos soltamos y notamos que era cierto. Pareciese que el suelo se moviera…

    —¡Avalancha! —anunció Pryce con terror.

    Alzamos la mirada precipitadamente y vimos como una gran masa de nieve venía desde lo más alto de la montaña, cayendo con violencia.

    Gary, Marina y yo fuimos corriendo al témpano por el que habíamos subido, y el castaño chico volvió a sacar a su Alakazam, ordenándole que elevara el pedazo de hielo nuevamente.

    —¡Sal, Zippo! —gritó Ritchie, lanzando una pokébola.

    De chica cápsula esférica, pude ver que salió un colosal pokémon naranja con aspecto de dragón… ¡Era un Charizard!

    Ritchie y Sparky prosiguieron a montar en el lomo del Charizard y luego se elevaron en el aire, estando, aparentemente, todos a salvo…

    —¡Un momento! —exclamó Ritchie—. ¿¡No está Pryce con ustedes!?

    Miramos a todos nuestros alrededores con torpeza, y notamos que el veterano líder de gimnasio no estaba con nosotros… ¿¡Dónde rayos se había metido!?

    —¡¡Pryce!! —vociferó Marina—, ¿¡qué está haciendo allá abajo!?

    Bajé la mirada y vi al líder de gimnasio tipo hielo, mirando cómo se aproximaba la potente avalancha hacia nosotros…

    —Eviten gritar frente a una avalancha o la situación puede tornarse peor… —dijo Pryce.

    Ninguno de nosotros supo que decir. Era verdad, las vibraciones del sonido provocaban avalanchas, y si seguíamos gritando era probable que el alud que estaba por venir se intensificara. ¡Pero tampoco podíamos quedarnos callados en un momento así!

    Daba la sensación que el hombre creía estar mirando un atardecer de lo tranquilo que estaba. Sin embargo, Pryce metió la mano a su bolsillo rápidamente y arrojó algo… creo que era una pokébola.

    —¡Protección! —exclamó él.

    Definitivamente era una pokébola. Al frente del veterano líder de gimnasio, apareció Mamoswine y creó una especie de campo de fuerza…

    En ese momento la avalancha estaba muy cerca de nosotros, así que Alakazam elevó la plataforma de hielo lo más alto posible y Zippo aleteó rápidamente, ascendiendo a la misma altura de nosotros.

    Vi como la corriente de nieve tapó a Pryce por completo, y tragué saliva fuertemente de los nervios. La nieve corría y corría y daba la sensación de que no iba a parar nunca… hasta que lentamente la velocidad de caída comenzó a descender y finalmente el alud se detuvo.

    Nosotros nos quedamos mirando fijamente el suelo con ansiedad... no habían señales de vida por ningún lado. O al menos eso parecía.
    Repentinamente, una especie de luz incandescente iluminó cierto sector de la nieve y… ¡Prumm! Mamoswine pegó un salto sorprendente saliendo de las profundidades, llevando a su entrenador en su lomo.

    —¡Están a salvo! —exclamó Marina.
    —¡Gracias al cielo…! —murmuré, pegando un fuerte suspiro de alivio.
    —Muy bien pensado… —dijo Gary—. Luego de usar Protección, Mamoswine usó Derribo para salir del montón de nieve.

    Mamoswine aterrizó con firmeza y pegó un fuerte rugido de orgullo…

    —Para ser un líder de gimnasio tipo hielo, debo conocer todo lo que tenga que ver con el hielo… ¿no creen? —dijo Pryce sonriendo.

    No pudimos evitar sonreír. Se notaba que en verdad Pryce sabía lo que hacía, y la edad no era obstáculo para él…

    —Bien… avancemos antes de que se venga otra avalancha —dijo Ritchie.
    —Pika, pika…

    Todos asentimos.
    A continuación, el Charizard emprendió el vuelo a la cima de la montaña, seguido por nosotros que íbamos en el témpano que levitaba gracias a Alakazam.
    Pryce, por su parte, iba montado en Mamoswine, quién atravesaba la nieve con una velocidad increíble.

    (…)

    Unos quince minutos más tarde, logramos ver a cierta distancia a unos tres sujetos junto a una gran ave azul. No había duda alguna sobre quiénes se trataban.

    —¡Allá están! —exclamó Ritchie.
    —Bien, ya todos sabemos que hacer… —dijo Gary.

    Zippo giró hacia la izquierda y nosotros comenzamos a aterrizar lentamente hacia la derecha, mientras que Mamoswine subía hacia la cima en línea recta, quedando al medio de nosotros.

    Entonces, nos escondimos detrás de unas grandes rocas de hielo, mientras escuchábamos a esa banda de criminales.

    —Arr… ¡tic! —gemía Articuno.
    —En tan sólo unas horas habremos almacenado la suficiente energía para que Articuno congelé toda la región… —informó Cassidy, tecleando en la máquina.

    Archer sonrió siniestramente.

    —Perfecto… —dijo el ejecutivo—. Con esto, la región Johto se dará cuenta que no se libraron de nosotros, y van a caer todos de rodillas.

    >>Todo aquel que haya intentado interferir en nuestros planes lo pagará caro, y el que no… le tocó pagar los platos rotos simplemente. ¡Ojalá tengan los abrigos puestos! Así sufren un poquito menos…

    Entonces… el equipo Rocket estaba haciendo todo esto para poder invadir la región Johto y someterla a una especie de dictadura. Había gente que no sobreviviría ante este ataque, y los que se salvaran, era probable que quedaran vulnerables en comparación a ellos, porque congelando todo iba a ser difícil que las víctimas pudieran defenderse.

    Así que si había que hacer algo, ¡había que hacerlo ya!

    —Ahora Ritchie… —murmuró Gary, mirándolo a la distancia.

    Ritchie asintió y se acomodó su gorra. Prosiguió a darle una palmada a su Charizard y le susurró algo.
    Entonces, el chico se sujetó bien al dragón, y Zippo emprendió el vuelo rápidamente.

    —¡Zippo, usa Lanzallamas!, ¡Sparky usa Impactrueno! —exclamó Ritchie en el aire.

    Los agentes Rocket voltearon la mirada sorprendidos…

    —¿…qué es eso? —susurró Butch.
    —¡Ese molesto niñito de nuevo! —alegó Cassidy.
    —¿Qué están esperando? —dijo Arche—, ¡muévanse!
    —¡Pero se acabaron las redes, señor! —exclamó la rubia.
    —¡¡Quién habla de redes!! —gritó el ejecutivo—. ¡Hagan algo!, ¡detengan a ese niño!
    —¡Oh! Sí señor… —dijeron Cassidy y Butch al unísono.

    Pero se tardaron bastante, porque el Lanzallamas y el Impactrueno ya iba por ellos. Entonces, los tres criminales se precipitaron, pegando un gran salto hacia a un lado, evadiendo la ráfaga de llamas y rayos por los pelos…

    —¡Granbull, sal ahora! —exclamó Cassidy arrojando una pokébola.
    —¡Tú también, Mightyena! —vociferó Butch haciendo lo mismo.

    De dichas pokébolas salieron un gran Mightyena rugiendo con furia y un Granbull con una mirada amenazante hacia Ritchie.

    —¡Granbull, usa Triturar! —ordenó Cassidy.
    —¡Mightyena, Buena Baza! —mandó Butch.

    Los colmillos de Granbull se afilaron de una manera considerable, y éste rápidamente pegó un salto dirigiéndose a Ritchie y sus pokémon.
    Paralelamente, el cuerpo de Mightyena se vio rodeado por un aura morada, y posteriormente se impulsó con sus piernas para elevarse en el aire en dirección al Charizard.

    —¡No lo creo! —gritó Marina, saliendo del escondite—. ¡Pink, usa Cabezazo!
    —¡Blastoise, usa Hidropulso! —gritó Gary revelándose también.

    Los dos lanzaron las pokébolas de dichos pokémon, y éstos salieron listos para la batalla.
    Pink —que es como Marina llama a su Wigglytuff—, le pegó una fuerte tacleada a Granbull usando la cabeza.
    El Blastoise de Gary, por su parte, liberó dos potentes esferas de agua, golpeando a Mightyena con fuerza.

    —¿¡Qué es esto!?, ¿¡una invasión de mocosos!? —exclamó Cassidy atónita.
    —Ya estoy harto… ¡Houndoom, usa Colmillo Rayo!

    Archer, lleno de ira, lanzó una pokébola y de ella salió su tenebroso lobo de fuego.
    A continuación, esa bestia pegó un saltó, quedando a una gran altura, y sus colmillos empezaron a emitir chispas, y se dirigió a Blastoise a una gran velocidad, y luego… ¡Tum! Una colisión hizo que se soltara una densa cortina de humo.

    Todos comenzamos a tocer, esperando que el humo se disipara… Y entonces, Archer sonrió. Pero luego, esa sonrisa desapareció en menos de dos segundos.
    Houndoom estaba ahí, con sus colmillos chispeantes, colgando de un pokémon, pero no era precisamente Blastoise…
    Era Mamoswine, quien estaba en frente de Blastoise, protegiéndolo del gran daño que iba a sufrir.

    —Maldición… —susurró Archer molesto.

    La cosa no pudo salir mejor. Mamoswine no sólo protegió a Blastoise, ¡a él tampoco le pasó absolutamente nada! Gracias a su tipo secundario, tierra, él era inmune ante ataques eléctricos.

    —¡Ventisca! —ordenó Pryce, saliendo de su escondite.

    Mamoswine inhaló aire y luego sopló una corriente de aire frío de bolas de nieve, quitándose a Houndoom de encima y haciéndolo volar varios metros en el aire, y luego éste cayó duramente al suelo.

    —Vaya, los niñitos vinieron a jugar acompañados de su abuelito… —susurró Butch.
    —Búrlense mientras puedan, par de patanes, porque hasta aquí les llegó la diversión —dijo Gary.
    —Al contrario… ¡Apenas está comenzando! —exclamó Archer.

    El ejecutivo sacó su control remoto y apretó el botón azul. Ya sabíamos lo que eso significaba…
    Articuno comenzó a elevarse lentamente y pegó un graznido ensordecedor. Al mismo tiempo, la nevada comenzó a crecer en intensidad…

    —¡Articuno, Fragmento de hielo!

    El cuerpo del ave de hielo se vio rodeado por un aura azul. Paralelamente, varios orbes celestes de energía comenzaron a formarse y éstos empezaron a girar alrededor de Articuno…
    De un momento a otro, dichas esferas soltaron un incandescente brillo blanco y se transformaron en hielo.
    Entonces, el ave pegó un fuerte aletazo, y los pedazos de hielo salieron disparados hacia Marina y los otros…

    —¡Ahora, May…! —exclamó Gary.

    Yo asentí, y me apuré a sacar una pokébola de mi mochila. Al encontrar la que necesitaba, sonreí y la arrojé al gritar…

    —¡Giro de fuego, Blaziken!

    De la pokébola, salió mi inicial, al que de seguro todos conocen. Blaziken pegó un rugido y liberó un potente espiral de fuego hacia los trozos de hielo, derritiéndolos a todos en cuestión de segundos.
    Hecha mi entrada, salí de mi escondite y miré de manera desafiante a los criminales.

    Archer gruñó frustrado y volteó a mirar a Cassidy y Butch.

    —Defiéndanse como puedan… ¡Vamos! —ordenó el ejecutivo.
    —¡S-sí señor! —exclamaron ambos agentes criminales, poniéndose en posición.
    —¡Houndoom, usa Infierno contra Mamoswine! —gritó Archer.
    —Ya saben que hacer… —musitó Pryce.

    Yo comencé a correr hacia donde estaba Blaziken y me monté en su espalda…

    —¡Gancho alto! —exclamé.

    Blaziken flectó sus piernas y pegó un brinco a gran altura…

    —¡Protección! —ordenó Pryce.

    Cuando vio como el mar de llamas se le acercaba, Mamoswine hizo aparecer un campo de fuerza, saliendo ileso del poderoso ataque tipo fuego…

    —¡Protección, Blastoise! —ordenó Gary.
    —¡Pink, a volar! —ordenó Marina.

    Blastoise hizo aparecer otra barrera protectora y el Wigglytuff de Marina se infló como un globo, y comenzó a mover sus grandes orejas para elevarse en el aire…

    —¡Terratemblor! —vociferó Pryce.

    A continuación, el mamut pegó una fuerte pisotada contra el suelo; afectando a Houndoom, Mightyena y a Granbull…

    —¿..qué fue eso? —preguntó Cassidy agitada.
    —Oigan, ¿nuestros pokémon se están moviendo más lento o es mi idea? —dijo Butch.

    Y era cierto… Al levantarse, los pokémon del equipo Rocket se desplazaban con bastante lentitud. ¡Ese Houndoom era mucho más lento ahora!

    —Terratemblor baja la velocidad del enemigo, señores… —informó Pryce con aire de triunfo.

    Archer gruñó… ahora se encontraban en notable desventaja.

    Y ahora era mi turno. Luego de que Blaziken pegó el gran salto, empuñó una de sus garras y ésta comenzó a emitir una especie de energía turquesa.
    Entonces, nos dirigimos a la cabeza de Articuno, precisamente en dirección al casco, y Blaziken lo golpeó con fuerza, pero…

    —¡¡Ahhh!! —grité.

    Apenas tocamos el casco, Blaziken y yo salimos disparados al suelo. Es como si hubiéramos rebotado con esa cosa.
    Apenas íbamos descendiendo con brusquedad, Blaziken trató de recuperar el equilibrio, y logramos caer de pie…

    —¡Buen intento! —se burló Cassidy—. Pero ese casco es irrompible.
    —¡Acábalos, Articuno! —gritó Archer apretando el botón azul nuevamente.

    El ave de hielo se apareció frente a nosotros y comenzó a cargar lo que parecía ser un Rayo de hielo…

    Rápidamente, Blaziken y yo nos abrazamos para protegernos mutuamente, y cerré los ojos…

    —¡Lanzallamas, Zippo! —exclamó Ritchie.

    Abrí lentamente un ojo y vi que una ráfaga de llamas rozó levemente a Articuno, desconcentrándolo por completo.
    Eso me dio tiempo de montar en la espalda de Blaziken nuevamente, quien pegó un salto para salir de ahí…

    —‘Si el casco no se puede destruir, tenemos que ir directamente por la máquina…’ —pensé volviendo a aterrizar en el suelo.

    Miré fijamente la máquina. Con un salto bastaría, ya que podría evitar sin problemas a los pokémon del equipo Rocket ahora que andaban ralentizados, pero me preocupaba Articuno, así que un buen trabajo en equipo era necesario en estos momentos…

    —¡Chicos, necesito que me cubran! —exclamé.

    Todos asintieron. Era probable que no entendieran muy bien lo que quería hacer, pero sabían que teníamos que hacer las cosas ya mismo si queríamos detenerlos.

    Yo monté una vez más en la espalda de Blaziken, y le susurré que saltara.
    Mi fiel inicial asintió, y se impulsó con las piernas para saltar a gran altura…

    —¡Ni se te ocurra! —dijo Archer con leves sospechas de lo que iba a hacer—. ¡¡Houndoom usa Hiperrayo!!

    El tenebroso pokémon de Archer abrió su boca, y disparó un poderoso rayo amarillo rodeado por un aura naranja.

    —¿¡Qué están esperando!? —gritó Archer—. ¡Ataquen ya, que nuestros pokémon andan lentos!

    Cassidy y Butch voltearon a ver con algo de fastidio a su comandante. Sin decirle nada, prosiguieron a mirar a sus pokémon…

    —¡Granbull, Poder oculto!
    —¡Mightyena, Pulso Umbrío!

    El pokémon de Cassidy expulsó una gran cantidad de esferas verdes, y paralelamente el siniestro pokémon de Butch liberó un rayo compuesto por círculos negros rodeados de una oscura energía morada.
    Al ver toda esa cantidad de ataques acercarse, contuve la respiración, confiando en que mis compañeros me respaldarían…

    —¡Blastoise, Hidrobomba!
    —¡Pink, Onda certera!
    —¡Mamoswine, Derribo!

    Exhalé el aire un poco más tranquila al escuchar esas palabras...

    A pocos metros de que me llegara el Hiperrayo, vi como una potente corriente de agua lo contrarrestó por completo. Al mismo tiempo, el Wigglytuff de Marina voló al lado de nosotros y liberó una fuerte esfera de energía turquesa, neutralizando el poder oculto.

    También, Mamoswine interceptó el Pulso Umbrío sin retroceder ni un paso, y luego atizó a Mightyena usando todo el peso de su cuerpo. El mamut mandó a volar lejos al tipo siniestro, el cual se desplomó bruscamente sobre Houndoom y Granbull.

    —¡¡No!! —vociferó Archer—. ¡Rápido!, ¡saquen a sus otros pokémon!
    —¿¡Acaso se volvió loco!? —protestó Cassidy—. ¡Quedaron muy malheridos con la última batalla contra esas niñitas!
    —Un solo golpe y los destruyen… ¡así que olvídelo! —añadió Butch.

    Archer gruñó con furia y soltó un grito aterrador. Entonces, usó su último recurso: apretó el botón del control remoto una vez más.

    —¡¡Articuno, usa Alud!! —ordenó furioso el ejecutivo.
    —¿¡Alud!? —exclamé.

    Volteé a mirar hacia atrás y el ave estaba detrás de nosotros. A continuación, Articuno pegó un fuerte aletazo, y liberó unas masas de nieve gigantes en dirección a nosotros…

    —¡Zippo, usa Sofoco!, ¡Sparky, Trueno! —gritó Ritchie a lo lejos.

    Cuando creí que todo estaba perdido, vi como velozmente el Charizard de Ritchie se apareció en frente de nosotros y liberó un grandísimo rayo de fuego con espirales de llamas a su alrededor, y paralelamente Sparky lanzó una potente descarga eléctrica para detener el colosal ataque de Articuno...

    —¡Apúrate, May! —gritó Ritchie.

    Me di cuenta que para que Blaziken pudiera llegar más rápido, necesitaría quitarse algo de peso, así que al ver que nos quedaba poco para llegar a la máquina, salté de su espalda y grité:

    —¡¡Patada de fuego!!
    —¡¡May!! —gritó Marina asustada.

    Archer miró la máquina y luego me miró a mí. Él sabía perfectamente lo que iba a pasar…

    No obstante, Houndoom comenzó a levantarse. Aún le quedaban unas pocas energías, y ante eso, Archer sonrió macabramente.

    —Veamos si Blaziken puede destruir la máquina sin defender a su entrenadora… ¡Houndoom usa Paliza! —ordenó el ejecutivo.

    Houndoom pegó un rugido intidimante y sus cuernos comenzaron a emitir una energía umbría.
    Entonces, el tenebroso pokémon pegó un salto y se dirigió hacia mí…

    —¡¡As oculto, Eevee! —exclamé lanzando una pokébola al aire.

    Eevee salió de su pokébola y rápidamente generó un montón de esferas de energía de color rojo a su alrededor, y se las arrojó a Houndoom.
    Los orbes adoptaron una forma similar a unas cartas, y éstas apalearon a Houndoom por completo.
    El siniestro pokémon de fuego, ahora sin energías, se dio de bruces con el suelo.

    Completamente a salvo, tomé a Eevee en brazos y aterrizamos sin problema alguno.

    Paralelamente, una de las patas de Blaziken comenzó a verse rodeada por una ráfaga de llamas.
    Luego, mi fiel inicial le propinó una fuerte patada al núcleo de la máquina donde se encontraba el Anti-Derretir, y luego pegó un salto rápidamente para volver a nuestro lado.

    Entonces, la máquina comenzó a temblar y a emitir un fuerte zumbido y… ¡Kaboom! El artefacto manipulador estalló en miles de pedacitos.

    Luego de eso, la nevazón comenzó a disminuir lentamente.
    Volteé a mirar a Articuno, y logré ver como el ave rápidamente aterrizaba en el suelo, gimiendo de dolor…

    En ese momento, Butch arrojó una extraña bola morada y cuando hizo contacto con el suelo, liberó una gran humareda que inundó el lugar.
    Sin poder ver nada, escuché un “¡Rápido, señor! Tenemos que irnos…”. Eran las voces de Cassidy y Butch.

    Cuando la cortina de humo se disipó por completo, vimos como lo que parecía ser una limosina blanca con una “R” roja estampada comenzó a elevarse, y se fue volando por los aires. Por lo visto, era un auto que podía transformarse en un aeronave.

    —¡Escaparon…! —musitó Gary.
    —¡Ar…ticuno! —se quejó el ave.
    —¡Articuno! —exclamó Pryce corriendo hacia el pájaro legendario.

    El resto hicimos lo mismo y vimos como Articuno tenía raspada una de sus alas. Lo más probable es que aquello fue obra del equipo Rocket al haber luchado con él antes de hipnotizarlo.

    Pryce, entonces, sacó de su abrigo algo que parecía ser una medicina en spray y roció todo el cuerpo del ave con él…

    —Esto te hará sentir mejor —afirmó el líder de gimnasio tipo hielo.

    Articuno comenzó a abrir los ojos lentamente, y sonrió al ver a Pryce.
    A decir verdad, yo sentí un gran alivio al darme cuenta que Articuno ya no tenía los ojos rojos, pues eso confirmaba que él ya era libre de todo control criminal.

    Luego miré a los alrededores. La nevasca se había ido por completo y ya no hacía tanto frío como hace un rato atrás…

    Articuno, entonces, rozó su cabeza con la de Pryce como muestra de cariño, y luego nos miró a todos.
    El ave comenzó a levantarse lentamente y abrió sus alas a lo ancho… ¡y una hermosa lluvia de hielo fino comenzó a caer por todo el lugar!

    —Es la lluvia de diamantes… —susurró Gary.
    —¡Es hermosa! —exclamé fascinada.
    —Es la forma de Articuno para darnos las gracias —afirmó Pryce con una sonrisa.
    —¡Cuídate, Articuno! —exclamó Marina agitando su mano para despedirse.
    —¡Buen viaje! —dijo Ritchie.
    —¡Pika, Pika! —añadió Sparky.

    Articuno nos miró por unos segundos, y luego emprendió el vuelo…

    El ave tenía que dirigirse a las Islas Espuma, donde guardaría reposo luego de haber viajado por el mundo para regular las cantidades de frío.

    —¡Ustedes dos estuvieron fabulosos! —les dije a Blaziken y a Eevee, acariciándolos.

    Ahora que Articuno era libre por fin, decidimos volver al centro pokémon, para reposar un rato y luego cada uno iría a su respectivo destino.

    *****​

    Mientras tanto, Archer iba observando el paisaje por la ventana del aeronave con un semblante de seriedad y luego volteó a mirar a Cassidy y Butch.

    —Aunque la misión fracasó, debo admitir que tuvieron un muy buen desempeño, sobre todo con esta maniobra de escape.
    —¡Oh, muchas gracias! —exclamó Cassidy.
    —Giovanni me dijo que en unos meses se va a llevar a cabo una actividad masiva del equipo Rocket, así que cualquier cosa yo les aviso.
    —¡Es un honor lo que nos está diciendo, señor! —dijeron ambos agentes.
    —Felicidades, Cassidy y Bart.
    —¡Que mi nombre es Butch! —protestó Butch, como siempre.

    *****​

    Unas horas más tarde, recorrimos toda la Ruta Helada, y nos quedaba muy poco para llegar a ciudad Endrino.
    Delante de nosotros, iban Pichu, Eeeve y la Misdreavus de Marina, o como ella la llamaba, Peque Miss.

    Sin embargo, una hermosa piedra compuesta por varios cristales de hielo que captó nuestra atención nos hizo detener…

    —¡Mira eso! —exclamó Marina—, ¡es bellísima!
    —¿Qué será esa piedra? —pregunté.

    Eevee rápidamente corrió hacia la piedra de hielo y la tocó… ¡y su cuerpo comenzó a brillar!
    Entonces, el cuerpo de Eevee comenzó a crecer y fueron apareciéndole nuevos rasgos, y cuando el brillo se esfumó, me di cuenta que mi pokémon evolucionó a…

    —¡Un Glaceon! —exclamé admirada.
    —¡Wow!, ¡esa piedra tiene el poder de evolucionar a Eeeve a Glaceon! —afirmó Marina.

    Glaceon corrió hacia mí y me dio un par de lamidas. Yo, feliz por mi recién evolucionado pokémon, lo acaricié suavemente.

    Luego, alcé la mirada, y noté que la salida estaba bastante cerca, así que sólo era ir hasta la estación de ciudad Endrino, y coger el transporte que nos llevaría a Pueblo Primavera.

    (…)

    ¡Al fin! Esa misma noche logramos llegar a pueblo Primavera. Yo estaba preparando mis maletas, porque al día siguiente volvería a mi hogar.

    —Oye, May —dijo Marina—. ¿Y qué piensas hacer después de esto?
    —Hmm… no lo sé.
    —Pero, ¿seguirás en los concursos?

    Ante esa pregunta me detuve. Quedándome pensativa, tomé aire. En los concursos pokémon de Johto no tuve muy buenos resultados, y la verdad eso me desanimó mucho…

    —Eso es algo que tengo que pensar… —dije con una sonrisa melancólica.

    Marina me miró conmovida y no dijo palabra alguna. Quizá no supo que decir, pues al fin y al cabo, ella fue testigo de mi “no muy buen” desempeño.

    —Iré por unos bocadillos —dijo mi amiga, cambiando el tema.
    —¡Me parece estupendo! —exclamé.

    La ídolo pokémon rió y salió de la habitación.

    *****​

    Luego de un rato, Marina salió con un plato lleno de snacks de la cocina, pero un interesante anuncio en la TV la detuvo…

    “¿Ya te enteraste? ¡La gran Poké-academia abrirá sus puertas muy pronto! Éste es un gran lugar en el cual entrenadores, coordinadores y rangers podrán perfeccionar sus habilidades y llegar al próximo nivel.

    También los niños menores pueden ingresar, donde se les enseñará toda la teoría del mundo pokémon, y también tendrán divertidas actividades prácticas.

    ¡No te pierdas esta gran oportunidad! Muy pronto se anunciarán las fechas de inscripción.”


    —¡Wow!, ¡May tiene que saber esto! —exclamó Marina.

    Pero justo cuando la chica iba a salir corriendo a la habitación, sonó el telefóno de la casa.

    —¡Es para ti, Marina! —exclamó la madre de la ídolo pokémon desde la cocina.
    —¿Cómo lo sabes? —preguntó la chica de cabello cerúleo, estupefacta.
    —Simplemente lo sé. ¡Contesta!

    Marina bufó a lo bajo y contestó el teléfono de mala gana, convencida de que su progenitora no contestó de pura flojera.

    —¿Hola?
    —¡Marina! Soy yo, Norman Balance, el padre de May —dijo el emisor de la llamada.
    —¡Señor Norman!, ¿cómo está? —dijo Marina—. ¿Quiere hablar con May?
    —Claro, pero primero me gustaría hablar contigo.
    —Lo escucho, señor.
    —¿Has oído hablar de la Poké-academia?
    —¡Claro! —exclamó la ídolo pokémon—. ¡Acabé de ver un comercial sobre ella en la TV!
    —Bueno, resulta que yo soy parte de su junta directiva…
    —¡Eso es estupendo!
    —Sí, y quiero que May y Max vayan conmigo, pero sé que May anda un tanto desanimada, así que le avisaré el día que me tenga que ir; pues cuando anda así ella toma mejor sus decisiones en un tiempo límite…
    —¡Oh! Ya veo…
    —Y bueno, hablé con tu madre y ella le encantaría que tú también fueras. Entonces, quería proponerte que ese día tú viajes a Hoenn, y entre todos convencemos a May de que también vaya… ¿qué te parece?
    —¡Wow, claro! Acepto.
    —Bien, nos veremos en unas semanas entonces.

    Marina se despidió de Norman y llamó a May para que fuera a hablar por teléfono con su padre.
    Entonces, la chica de cabello cerúleo, emocionada, miró al horizonte y susurró…

    —La Poké-academia… ¡Esa será nuestra próxima aventura!

    ¡Fin!

    --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Bueno, así concluye este escrito. Si les gustó y quieren leer que pasa más adelante, son más que bienvenidos a leer el long-fic de la Poké-academia.
    También cabe aclarar que incluí la escena en la que Eevee evolucionó a Glaceon, para así explicar como May tiene uno en el long-fic sin haber ido a la región Sinnoh.

    Espero que hayan disfrutado de la lectura :) Apreciaría mucho si me dejan un comentario para saber qué tal les parecio, qué sintieron al leer, que parte les gustó más, que pensaron de los personajes... ¡Eeen fin! Lo que ustedes quieran :)

    ¡Hasta luego!
     
    Última edición: 28 Julio 2014
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  4.  
    PokemonLoveShippings

    PokemonLoveShippings Kiss me and dont let me go please ♥

    Escorpión
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    OMG que bonito final! Ahora si concuerda con el inicio de la Poké-Academia... Muy bien,. como siempre. no he visto faltas, algo agradable a la hora de leer una historia. Finalmente Articuno fue liberado de las garras de Cassidy y Butch :) y me puso muy feliz. Un punto: ¿Tenia entendido que Evee evolucionó en Sinnoh, no en Johto? Explicame eso por el PM porfavor. Bueno, sin mas decir, suerte con la actividad!
    Nos leemos, Steve-o! (Es mi apodo a Steve-o, no me lo roben)
     
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  5.  
    Rojo FireRed

    Rojo FireRed Orientador

    Acuario
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    Me tomé un tiempazo en leer las dos partes, pero veo que valió la pena ^^
    En fin, dejo mi opinión xD:
    El como liberaron a Articuno me gustó, al igual que el final, recalco que si hay algo que me hace reir es la reacción de Butch cuando dicen mal su nombre xDD, y otro detalle que me ha gustado es la evolución de Eevee en Glaceon, en resumidas cuentas, una gran historia, entretenida de leer
    Pasemos a lo técnico:
    Noté algunas pequeñeces, los acentos, y algunas comas, pero restando eso tienes una calidad técnica impresionante, la narración es simple, fluida y concisa, al igual que la manera de expresar las emociones de los personajes, y al respecto con los personajes, no he notado OoC, o al menos esa es mi perspectiva xD.
    Con esto me despido, ¡Suerte!
     
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  6.  
    Naiffita

    Naiffita Yes, my lord *^*

    Géminis
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    ¡¡¡QUÉ GUAY!!!¡Adoro tus fanfics, tío!Cuando liberaron a Articuno me quedé ¡helada!Se nota muchísimo el trabajo que has hecho,¡congrats!
    PD.:Faltas de ortografía:0 Narración: *-* Historia:¡Impactante!
     
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  7.  
    Hygge

    Hygge Game Master

    Acuario
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    ¡Guau! Como siempre un genial escrito que me dejó pegada hasta el final *^* Una historia completamente... a lo Steve style xP

    Me encantó poder sentir en la piel de Aura/ May toda esta gran aventura, y que personajes algo olvidados por la serie aparecieran en ella, sin olvidar al gran duo de Cassidy y Butch (éste último me da pena x'D).

    Faltas tampoco me percaté de ellas mientras leía, y la narración está perfecta. Se nota que le pusiste mucho empeño a tu escrito y espero que te vaya muy bien en la actividad, ¡ánimo y sigue así! :33 Sigue invitándome a tus fics, aquí tienes a una lectora que los leerá con mucho gusto c:

    ¡Nos leemos!

    Liza White
     
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  8.  
    RobyCG

    RobyCG Entusiasta

    Aries
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    Me alegro que todo halla salido bien para Articuno, pero no capturaron al equipo rocket asi que no se si es un final bueno o un final malo ya que se escaparon sin recibir el castigo apropiado despues de todo lo que le hicieron. Y que paso con Gary y Ritchie no se despidieron de ellos para nada ni una escena de despedidas ellos tambien ayudaron. Me estoy saliendo de tema lo se bueno asi mucho que no comentaba un fic si mal no recuerdo fue lindo volver hacerlo
     
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  9.  
    Salem

    Salem Vieja sabrosa

    Cáncer
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    ¡Hola, Only! Perdón por la enormeeee tardanza, pero aquí estoy para calificar. :3

    Tu escrito me ha encantado, sinceramente. Me alegra de que decidieras hacerlo basado en tu long-fic, pues eso le da un toque especial y lo hace más interesante.
    Tu escrito es original, los dos capítulos captaron a la perfección el desafío de la actividad, además de que fue muy entretenido y excelentemente narrado.
    Me encantó que en vez de poner a Articuno en el papel del "malo", lo pusieras en el del bueno, como un Legendario pacífico. Realmente me agrada leer escritos así, y sobre todo si el equipo Rocket aparece en ellos. xD El fanfic tuvo buenos toques cómicos, una gran perspectiva de las batallas y de las situaciones.
    Hubieron algunos errores técnicos, pero no fueron "terribles" por así decirlo.

    Calificación: 4/5
     
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  10.  
    George Asai

    George Asai Maestro del moe

    Aries
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    Hola, lo prometido es deuda así que te vengo a comentar el escrito. En primer lugar me ha parecido interesante el hecho de que May tuviese una falta de confianza por su desempeño en concursos, por eso va para mejorar y lograr superar sus metas, tenerla de protagonista fue bueno, sentí buena química con los demás personajes que quizá no han tenido mucha cámara, pero que pueden ofrecer un buen ambiente, como Pryce, Gary o Ritchie. Por otro lado, el Team Rocket haciendo de las suyas, esos dos son algo torpes xD, pero no tanto como Jesse y James, igual Archer me pareció un entrenador bastante bueno, con unos combos arrolladores y un objetivo maligno: Usar a Articuno.

    A diferencia de mi escrito, acá Articuno es usado y no tiene intención de hacer daño, un legendario noble que trata de usar sus poderes para el bien, mantener la naturaleza en paz y alcanzar la armonía.

    Las escenas de batalla estuvieron bien, rápidas y precisas, usaste la estructura de guión + comando, es decir, hablar y luego describir lo que hacían, no entraste en detalles pero no fue necesario porque todos conocemos esos movimientos básicos.

    Peleas fluidas, buen ambiente y una trama que se resuelve toda, bien hecho.

    Nyujuju este fue mi comentario moe, ahora sé moe :3
     
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  11.  
    Lionflute

    Lionflute Usuario popular Comentarista empedernido

    Aries
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    Me gustó bastante! Debo aprovechar para felicitarte por tu capacidad de narración para escribir semejante xetensión de capítulo sin terminar aburriendo jajajaja realmente requiere manejo.

    El uso de personajes no tan mainstream también se agradece, después de todo obliga a jugar un poco más con la imaginación y por sobre todo agradezco que el tema principal no sea el shipping jajajaja... Creo que lo poco que se mencionó fue insinuante al punto suficiente que necesitaba esta historia.

    Buen argumento, buen reparto, buena ortografía y buena redacción, un Two-shots redondito jajajaja espero seguir leyendo de ti más adelante :)
     
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  12.  
    Erwin Alfonzo

    Erwin Alfonzo Iniciado

    Aries
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    25 Julio 2011
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    ¡Yay! ¡No podía irme a dormir sin antes leer esta precuela!

    ¡Hola Only! Como prometí, aquí dejo mi comentario sobre esta antesala a la historia original que estas desarrollando. ¡Simplemente increíble! El que no hicieras énfasis en un Shipping en específico fue una buena idea, ya que el romance no debe de ser siempre la base principal de una trama. Y veo que aquí te enfocaste mucho más en la acción, la cual describiste de forma impecable (¿Será una práctica para lo que se viene en la Poke-Academia? :O ). Son muy pocas las veces en las que me detengo a imaginarme las escenas de acción cuando leo una historia, y créeme que pude visualizar en mi mente y sin esfuerzo cada ataque de los Pokémon durante la batalla contra el Team Rocket. Las apariciones de Ritchie y Gary me sorprendieron bastante, pero el que más me impresiono fue Pryce (como recientemente empecé a leer el manga "Adventures", se me hizo muy difícil al principio verlo como uno más de los "buenos" xD). Todos todavía manteniendo sus buenas habilidades en batalla :)

    Batch, Betch, B---h (Looool xD), Botch, Butch. No importa cuantos fanfics de Pokémon en donde aparece este personaje lea, SIEMPRE me muero de risa con los apodos que le dan al pobre. En esta ocasión, todavía no supero lo de "Barney" XDD. El que usaras a otros personajes no tan recurrentes como mencionaron antes, le dio un buen toque a la historia, ya que así uno no cae en la monotonía al imaginarse personajes cuya aparición en historias de esta sección son escasas. Me gustó en lo personal como describiste el ambiente durante el transcurso de la historia, haciendo notar los cambios tanto climáticos como de temperatura. Quedó de maravilla tomando en cuenta que la trama trataba en parte sobre como Articuno tiene la facilidad de controlar su respectivo tipo elemental. Algo que si ví que quedo un poco "inconcluso" es sobre qué sucedió con las personas y los pokémon que fueron congelados en la ruta 44 (es fácil asumir que al final lograron descongelarse, pero me gustaría haber visto algún desenlace allí).

    En cuanto a ortografía no note falta alguna, pero como no me termino de aprender completamente las reglas de acentuación no sabría decirte si les faltó acento a alguna palabra. A final de cuentas la historia se entendió completamente, y eso es lo importante. ¡Excelente como siempre! :)

    Gracias por tomarte el tiempo para hacer una precuela de tu historia. Ojala en un futuro, hagas otra en donde se explique la razón del comportamiento de Dawn xD. ¡Nos vemos!
     
    Última edición: 27 Septiembre 2014
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